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Candrika
La esposa envidiosa
Un líder de aldea solía asistir diariamente al hari-kathā de Ragunātha dāsa Gosvāmī en
Vṛndāvana, por lo que su esposa se molestó al notar que su esposo no le daba la debida
importancia a la vida familiar. Un día, ella fue a Vṛndāvana y vio a muchas viudas allí
presentes, llamó a una y le dijo: “Te pagaré diez mil rupias si haces un escándalo, de tal
manera que mi esposo crea que este sādhu es un farsante, y así vuelva a casa conmigo.
Puedes decir que quedaste embarazada del sādhu”.
Así, cuando la clase de Śrīla Ragunātha terminó, la viuda comenzó a llorar fuertemente, a lo
que el líder de la aldea, preocupado, le preguntó: “¿Cuál es el problema con usted? ¿Por
qué llora? ¿No tiene casa, es mendicante? Yo arrendaré una habitación para ti y te
mantendré”.
Ella continuó llorando, y él preguntó una y otra vez cuál era el problema. Luego de mucha
insistencia, ella confesó: “Este sādhu que habla hari-kathā, me dejó embarazada, ¿qué
puedo hacer? ahora mi vida está destruida”.
“¡Diga la verdad!” dijo el líder de la aldea, “si miente, ¡la mataré!. Este sādhu es
completamente puro. Él no está presente en este mundo. Está tratando de engañarme, por
favor, diga la verdad”, continuó.
La viuda se asustó mucho y dijo “Oh, una dama de una aldea cercana me dio mucho dinero
para que diga que este sādhu me dejó embarazada”
“¿De qué aldea venía esa dama?” preguntó él.
Y la viuda le dijo el nombre de la dama y de su esposo.
“Yo soy el esposo de esa mujer malvada” dijo, luego pensó “Mi así llamada esposa insulta y
conspira en contra de los sādhus para su disfrute personal”.
Entonces, el hombre volvió a su casa y le prendió fuego. Una vez completamente quemada,
volvió a Vṛndāvana. Gurudeva le había dado ojos espirituales. Él sabía quién era honesto y
quien era un sinvergüenza. Los sinvergüenzas siempre tratan de engañar a quienes tengan
aspiraciones espirituales, con la esperanza de hacerlos caer. Con esto en mente,
desarrollan muchas estrategias. Aquellos que tienen ojos espirituales no pueden ser
engañados por estos bribones.
Duplicidad y engaño son las naturalezas de los disfrutadores mundanos. Ellos no temen de
ofender a los Vaiṣṇavas. Guru-pāda-padma da ojos trascendentales a sus seguidores, para
que ellos puedan percibir quién es bueno y quién es malvado, qué es néctar y qué es
veneno. Los ojos recibidos de nuestros padres o el señor Brahma nos engañan. Ellos
coleccionan imágenes mundanas de objetos que son tama, raja o sattva. Los ojos
espirituales solo perciben lo que es nirguṇa, trascendental. Cuando Śrī Guru otorga visión
divina, entonces divya-jñāna hṛde prakāśito - conocimiento trascendental se manifiesta en el
corazón. Se obtiene gusto de las escrituras, tales como el Bhagavad-gītā y el Śrīmad-
Bhagavatam, y uno podrá entender los verdaderos significados de ellas. Al leer o escuchar
las escrituras, la realización de las verdades ocultas vendrán al corazón. Cuando las
personas leen con ojos mundanos, solo entenderán significados mundanos.
El sādhu mendicante
Śrī guru karuṇā-sindhu. ¿Cómo es que Gurudeva es un océano de misericordia?. Gurudeva
percibe la posición de las entidades vivientes condicionadas, y su corazón se derrite. Él
sabe de la lamentable posición de las almas condicionadas. Él es la encarnación de la
compasión. Él ora a Dios en nombre de las entidades vivientes, diciendo “¿Cómo podré
ayudar a las jivas? ¿Cómo podré cambiar sus naturalezas mundanas y llevarlos hacia Ti?”.
Él luego va donde las entidades vivientes y les solicita; “Por favor, vengan a Dios”.
Gurudeva se acerca a todo el mundo, sin consideración de quién es bajo o caído, y los
ayuda. Dios es ātmārāma y aptakāma, autosatisfecho. Él no tiene problemas o
preocupaciones. Sin embargo, Guru-pāda-padma va de puerta en puerta, pidiendo a todos
“Sirvan a Dios”, pero ellos no lo harán. Así, uno se acerca a un granjero diciendo “Done
algunos granos, flores y frutas para Dios”, luego Gurudeva los ofrecerá a Dios y a los
devotos, y el granjero obtendrá algún sukṛti, mérito piadoso. El granjero no tiene gusto por
el servicio o por visitar el templo y asociarse con Vaiṣṇavas. Sin sukṛti, ¿cómo puede uno ir
a Dios?. Por lo tanto, Śrī Guru se acerca a todo el mundo, y de alguna forma le da sukṛti a
las personas.
Śrī Guru aumenta el deseo por hacer servicio en las entidades vivientes. Guru y Vaiṣṇavas
se acercan a la gente y de alguna u otra manera reciben algo de ellos y lo utilizan para el
servicio a Dios. Luego, gradualmente las inclinaciones de la gente despiertan para servir a
Dios.
Un sādhu una vez fue a una casa y pidió una donación, “Bhikṣām dehī”.
Una señora vino a la puerta y le gritó: “¡Váyase, no vuelva más!. Es joven y fuerte, puede
trabajar como mi sirviente en mi hogar, y así, le pagaré, de otra forma, ¡váyase!”
“No, por favor, deme alguna bhikṣā. No he venido por mí propio interés, vine a ayudarla a
usted.”
“¿Ayudarme a mí? ¡Disparates! ¡Váyase!”
“No, no me iré. Por favor deme algo, no me iré hasta que lo haga.”
“¡Te daré de pedradas!”
“Dé lo que usted guste”
Así, ella tomó algunas piedras y levantó su brazo para arrojarlas al sādhu, gritando: “¡Lo voy
a matar! ¡Váyase!”
“No hay problema, usted tiene mucho en su poder, como orgullo, lujuria e ira. Lo que sea
que tenga, démelo, lo tomaré y me iré.”
“¡Oh!” Gritó ella, “ahora ¿te burlas de mí?”
Y arrojó las piedras al sādhu, golpeándolo.
“Muy bien” dijo él, “las tomaré y me iré”. Él tomó las piedras y se marchó.
La semana siguiente, él volvió a visitar la misma casa y gritó “Bhikṣām dehī”.
“¡Ha vuelto!” gritó la señora.
“Si, ese día usted me dio algunas piedras, hoy ciertamente usted me dará algo más”
“¡Oh! ¿no te vas a ir? Creo que no me estás entendiendo. Ahora te voy a dar una lección
por estar mendigando una y otra vez en mi casa”
“Esta casa es de Dios, no suya”
“¡De Dios! La he construido con mi arduo trabajo, y tú, ¿vienes a decir que le pertenece a
Dios?”
“No, no, usted la abandonará luego de algún tiempo”
“¡No me de instrucciones!”
“Está bien, pero no me iré hasta que me dé algo”
Ella tomó un sucio estropajo de su casa y lo arrojó al sādhu. Él lo tomó, cuidadosamente lo
lavó y secó, luego lo bañó en aceite e hizo una lámpara con él, la que ofreció a la Deidad.
Con las piedras, lavó las ollas con las que cocinó a la Deidad.
La tercera vez que el sādhu vino a la misma casa gritando “Bhikṣām dehī”, la mujer tenía
preparado un perro, que atacó al sādhu a su orden, mordiendo sus tobillos. Ella gritó: “Esta
vez no te daré nada, en cambio, mi perro tomará de tu carne”
“No hay problema, usted tiene mucho dinero. Usted ha acumulado muchos objetos
mundanos. Por favor, deme algo, cualquier cosa.”
Ella pensó: “Esta persona está muy loca, haga lo que haga, él vuelve. ¿Cómo me puedo
deshacer de él?” Luego, tomó harina y la mezcló con arena, y un poco de arroz mezclada
con piedras, y las entregó al sādhu. Él volvió a su āśrama y pensó: “Esta harina no es apta
para ser ofrecida a Dios ni para ser comida por nadie”, luego, se la fue dando a las
hormigas del camino. Las hormigas separaron la harina de la arena, y se la llevaron, ellas
no tuvieron problema. Puso además el arroz en el suelo, el que fue comido por muchas
aves.
Él dijo: “Esto es jīva-sevā. Al menos ella obtendrá algún sukṛti.”
La próxima vez que el sādhu visitó la casa en busca de donaciones, la dueña estaba muy
feliz. Había nacido su nieto, y a causa de esto había organizado un gran festival. Viendo al
sādhu, ella sonrió y dijo “Te daré algo de manera que nunca más volverás, te daré cuatro
laḍḍus”.
“¿No hay en su casa ya más piedras o estropajos? Está bien, aceptaré los laḍḍus.”
“Este es el último regalo que le daré”
El sādhu llevó los laḍḍus hasta su āśrama, y los guardó por si aparecía alguna visita.
Muchos familiares de la señora llegaron hasta su casa para celebrar. Cuando su hijo volvía
a su casa de trabajar lejos, se sintió muy sediento cerca del āśrama del sādhu, donde pasó
a pedir un poco de agua. El sādhu le convidó agua y preguntó “¿Quisiera probar algún
dulce?”
“Si, muchas gracias”
El joven comió dos laḍḍus, y a los pocos minutos cayó al suelo y comenzó a rodar en
agonía.
“¿De dónde eres?” preguntó el sādhu.
El joven, con mucho dolor, le dio su dirección y dijo “Mi hijo acaba de nacer. Iba en camino a
conocerlo”.
El sādhu fue a la casa de la mujer que le dio los laḍḍus y le dijo “Su hijo vino a mi āśrama y
cayó enfermo, por favor, traiga un doctor”.
La mujer, apresuradamente buscó ayuda y llevó un doctor al āśrama. Él administró la
medicina apropiada y dijo a la mujer “Su hijo ha sido envenenado”.
“¿Veneno?” exclamó ella, “Este limosnero retorcido debió haberlo envenenado para robarle”
El doctor preguntó al sādhu “¿Usted dio algo de comer a este joven?”
“Si, dos laḍḍus. Esta dama me obsequió cuatro laḍḍus, y le di dos a él. No sabía que era su
hijo”.
El doctor analizó los dos laḍḍus restantes y dijo “Esta dama dio laḍḍus envenenados al
sādhu”. Pero, ¿para quién eran realmente?, llegaron a manos de su propio hijo. Su hijo
estaba a punto de morir. Si el sādhu no hubiera buscado inmediatamente ayuda, él habría
muerto. La mujer se lamentó “Tenía mucha ira. A causa de esto, he puesto en peligro a mi
propio hijo, tratando de envenenar a este sādhu”
Cuando su hijo se recuperó, le dijo a su madre “¿Cuál es tu naturaleza? ¿Cuánto tiempo
más crees que vas a vivir en este mundo? Los sādhus no piden para sí mismos. Ellos
vienen a mendigar tus impurezas, limpiando tus tendencias pecaminosas y llevándote hacia
Dios”
Las jīvas no quieren ayuda, bhajana, ni nada. Ellas piensan, “Esta es mi casa, mi propiedad
para mi disfrute. Voy a disfrutar todo y a todos”. Los sādhus, por el contrario, no son así.
Ellos son muy gentiles. Ellos emplean cada momento de sus vidas ayudando a otros,
trayendo a las almas perdidas hacia Dios, ocupándolas en bhakti, bhajana y sevā.
La protección de Hanumān.
La devoción por Hari debería ser la misma que sentimos por el guru. Teniendo devoción por
Śrī Guru, uno debería desarrollar una dulce relación con Dios. Gurudeva es karuṇā-sindhu,
un océano de misericordia. Él no considera quién lo insulta o atormenta, él está siempre
listo para ayudar a todos. Si alguien insulta al guru, él no se quedará con esto para sí. Si él
viene donde Śrī Guru de nuevo, Gurudeva le hablará dulcemente y lo bendecirá. Śrīla
Gurudeva no posee el fuego de la ira.
¿Cómo es que Gurudeva es tan misericordioso? Dios puede dar castigo a alguien. Una vez,
una persona vino corriendo temprano en la mañana donde Hanumān. Hanumān dijo “¿Por
qué has venido?”
“Prabhu, estoy rendido a ti. Por favor, dame refugio”
“No hay problema, quédate aquí. Pero, ¿Por qué estás asustado?”
“Tu Prabhu, Rāma, me está persiguiendo con arco y flechas para matarme”
“¿Él te quiere matar? ¿Por eso has venido a mí? Está bien, no hay problema”
El Señor Rāma llegó corriendo con Su arco y flechas, y preguntó a Hanumān “¿Ha venido
alguien a verte?”
“Sí”
“¿Dónde está?”
“En esta habitación”
Pero, ¿cómo podría Rāma entrar a dicha habitación? Hanumān estaba de pie, bloqueando
la entrada.
“Lo mataré” Dijo el Señor Rāma.
“Primero, debes matarme a mí” dijo Hanumān, “luego puedes matarlo a él”.
“Eso no es posible”
“Entonces, ¿cómo lo matarás a él?”
Si alguien toma refugio en Śrī Guru, incluso si posee miles y millones de faltas y anarthas,
Śrī Guru nunca lo castigará, e incluso Dios mismo estará asustado de castigar a esa
persona. Uno será siempre perdonado, ¿por qué? Porque él es el seguidor de Śrī Guru,
está bajo el refugio de Śrī Guru. Las jivas ignorantes actúan mal, pero un padre no se enoja
con su propio hijo. Si él se enoja, él golpeará al niño él mismo; pero si alguien más viene a
golpearlo, ¡el padre peleará con él!. ¿Qué hará Dios?
En el Hari-bhakti-vilasa (4.360), se menciona:
harau ruṣṭe gurus trātā gurau ruṣṭe na kaścana
tasmāt sarva-prayatnena gurum eva prasādayet
Incluso si el Señor Hari está disgustado, el maestro espiritual podrá seguir otorgando
protección; pero si el maestro espiritual está enojado, no hay nadie que pueda entregar
dicha protección. Por lo tanto, uno debería servir a Gurudeva con gran esfuerzo utilizando
cuerpo, mente y palabras, para así complacerlo.
Hari podría estar enojado y pensar “Él tiene tantos anarthas, lo castigaré”.
Pero Gurudeva dirá a Dios “No. ¿Lo perdonarás o no?. Si no lo haces, a causa del
sufrimiento de Tus hijos, Tu sufrirás”
Śrī Guru es por lo tanto un océano de misericordia. Tomemos por ejemplo el caso de
Nalakuvera y Maṇigrīva. Ellos llevaron a cabo tantas actividades pecaminosas, pero Nārada
Ṛṣi no los castigó. Más bien, los envió a Vraja-maṇḍala sin costo ni condiciones,
¡directamente a Vraja-maṇḍala! De otra forma, ellos hubieran tenido que sufrir más, vida
tras vida. Una vez en Vraja-maṇḍala, recibiendo el darśana de los Vrajavāsīs, y bebiendo su
caraṇāmṛta, ellos fueron a la eterna morada, Goloka Vṛndāvana, y allí ellos se convirtieron
en Snigdhakānta y Madhukānta. Cada día, los Vrajavāsīs se reunían para escuchar sus
clases desde las seis hasta las nueve de la mañana. Kṛṣṇa Mismo escuchaba sus clases.
Ellos se volvieron maestros divinos ¡como gurus!. Esta es la misericordia y poder especial
de Śrī Guru. El guru los convierte a todos en gurus, no en discípulos. Él distribuye su propio
amor a sus seguidores, sin esperar nada a cambio. Él no tiene nada que recibir, solo tiene
para dar. Si alguien no tiene un guru fidedigno, todo es inútil. Nada pasará jamás, uno
nunca será perdonado.
El recaudador de impuestos
mahājanera jei patha tāte habe anūrata
pūrvāpara kariyā vicāra
sādhana-smarana-līlā ihāte nā kara helā
kāya mane kariyā sūsāra
Estaré profundamente apegado a las maneras de los mahājanas, las que armonizan
todas las instrucciones pasadas y presentes. No descuidaré līla-smarana-sādhana,
la práctica de recordar los pasatiempos de Rādha-Kṛṣṇa, ya que el servicio devocional
debe ejecutarse con la mente así como también con el cuerpo. Esta es la real esencia.
En el Mahābhārata (Vana-parva 131.1.17) está escrito:
tarko ‘pratiṣthaḥ śruyato vibhinnāḥ
nāsāv ṛṣir yasya mataṁ na bhinnam
dharmasya tattvaṁ nihitaṁ guhāyāṁ
mahājano yena gataḥ sa panthāḥ
Los argumentos secos no llevan a ninguna conclusión. Quien no posee una visión
distinta de las personas comunes no es considerado un gran sabio. Simplemente
por estudiar el conocimiento védico, uno no puede encontrar el camino de la
verdadera religión (dharma). Los principios religiosos puros están ocultos en el
corazón de las grandes personalidades, las que han logrado la autorrealización.
Por lo tanto, como las escrituras confirman, uno puede seguir y aceptar
el camino de nuestros mahājanas anteriores y de aquellos presentes en la
actualidad.
Kṛṣṇa dice en la Śrī Bhagavad-gītā (9.23):
ye ‘py anya-devatā-bhaktā yajante śraddhayānvitāḥ
te’pi mām eva kaunteya yajanty avidhi-pūrvakam
Aquellos que son devotos de otros dioses y que los adoran con fé, en realidad Me
adoran únicamente a Mí, ¡oh, hijo de Kunti!, pero lo hacen de un modo equivocado.
Śrila Gurudeva da un ejemplo al respecto. Una vez, un campesino fue visitado por el
recaudador local de impuestos, quien le dijo, “Este año deberás pagar quinientas rupias en
impuestos al gobierno.”
El campesino dijo, “Yo soy muy pobre, no tengo quinientas rupias.”
“Tú debes pagar. Si no lo haces, el gobierno te quitará todas tus posesiones. Tomarán tu
tierra y te echarán de tu hogar.”
“No tengo el dinero”, dijo el campesino. “Tome, por favor, estas cinco rupias que aquí tengo
y le ruego se vaya.”
El recaudador aceptó las cinco rupias, así como también algunos dulces, y se marchó.
Algún tiempo después volvió a cobrar impuestos al campesino. En esta ocasión, el
campesino dijo, “Está bien, aquí tiene diez rupias, por favor, váyase.”
El recaudador aceptó nuevamente. Esto continuó por diez años, hasta que un día el
gobierno informó al campesino que su casa no era más suya, y que sus tierras pasaban a
ser propiedad del gobierno.
El recaudador tomó cada vez las cinco o diez rupias que el campesino le entregó, y se
adueñó de ellas, no se las dio al gobierno.
Similarmente, si das tus respetos a los semidioses y les ofreces adoración, ellos no
ofrecerán tu adoración a Dios. Se la quedaran para ellos. Además, si alguna vez dejas de
adorarlos por un solo día, ellos se enojan y se vuelven en tu contra.
Un claro ejemplo de esto es encontrado en el caso en que, bajo la orden de Kṛṣṇa, Nanda-
bābā detuvo la Indra-pūjā. Indra se puso furioso y trató de destruir Vraja-maṇḍala. Los
semidioses no tienen ni paciencia ni tolerancia. Ellos sienten mucha ambición por respeto y
pūjā, adoración.
En este mundo debemos tratar de observar si una persona es un guru-sevaka genuino o un
real sirviente de Dios antes de ofrecerle nuestro amor, respeto y fé. Si esa persona puede
ofrecer todo esto, progresivamente hacia arriba en el Guru-paramparā, y en última instancia
a Dios, entonces, está bien.
Muchas personas vienen de muy lejos, y con un humor de servicio y respeto a los
Vaiṣṇavas y al dhāma, ellos regalan algo o dinero. Sin embargo, el así llamado Vaiṣṇava
usa todo lo que recibe para su propio beneficio. Entonces, esto no alcanza el objeto de
servicio verdadero y no otorga ningún beneficio.
El ācārya, guru, o los mahajānas son los miembros familiares más cercanos y queridos para
Dios. ¿Cómo puede mi respeto, pūjā, fé y amor ir hacia ellos? Si ello los alcanza, entonces
eso está correcto. Pero algunas personas tratan de robar esto y dicen “Tú eres mío. No
vayas aquí y allá. Si lo haces, perderás todo.” Ellos dan muchas instrucciones como esta.
Los mahajānas nunca hablan de esta manera. Si vas donde un Vaiṣṇava o una autoridad
superior y en su asociación tu respeto, fé y deseo por realizar más y más bhakti incrementa,
entonces esto está bien. Hay muchos engañadores que tratarán de robar y disfrutar nuestro
amor, afecto y fé. Esto no es bhakti. Esto no es bhajana.
La historia de Candrakānti
Alguien puede que vea en un puesto callejero hermosos pooris, samosas, halava, entre
otras preparaciones, y piense, “¡Me esconderé y comeré todas estas deliciosas
preparaciones a mi entera satisfacción!” Con esta mentalidad, el humor de los Vrajavāsīs
nunca vendrá. Los Vrajavāsīs no sienten codicia por esa comida de perros. Ellos no son
como perros, o comedores de perro. Ellos ofrecen todo a Dios. Cualquier cosa hermosa que
ellos ven aviva su uddīpana de servir a Kṛṣṇa.
Cuando un rūpānuga o rāgānugā-bhakta ve algo hermoso, inmediatamente piensa, “Le daré
esto a Rūpa Mañjarī, Lavaṅga Mañjarī, Rasa Mañjarī, Rati Mañjarī, Kastūrī Mañjarī,
Ramaṇa Mañjarī y Kanaka Mañjarī. Ellas lo llevaran donde Lalitā-devī, quien lo ofrecerá a
Rādhārānī para que lo de a Kṛṣṇa.”
Rāmacandra se encontró con los sabios del bosque de Daṇḍakāraṇya. Ellos no pidieron de
Rāmacandra el humor de Brahma o Parabrahma. Ellos dijeron, “Por favor, ¡acéptanos y
dános Tu amor! ¡Quisiéramos poder servirte con amor!” Por lo tanto, los sabios de
Daṇḍakāraṇya son mahājanas.
En el Bhakti-rasāmṛta-sindhu (1.2.301-302) está explicado:
purā maharṣayaḥ sarve daṇḍakāraṇya-vāsinaḥ
dṛṣṭvā rāmaṁ hariṁ tatra bhoktum aicchat suvigraham
te sarve strītvam āpannaḥ samudbhūtās tu gokule
hariṁ samprāpya kāmena tato muktā bhavārṇavāt
Padma Purāṇa 6.245.164
Los ṛṣis de Daṇḍakāraṇya se encontraron con Rāma, y al verlo, decidieron ser Sus amados.
Rāmacandra no pudo aceptarlos en Su forma presente. Los sabios se encontraban en
cuerpos de ancianos. Habían estado realizando austeridades por miles y miles de años,
cantando el gopāla-mantra. Entonces, a su corazón vino el sentimiento de anurāga.
Rāmacandra se encontraba sorprendido al ver esto. Los sabios no eran secos luego de
realizar duras penitencias. Sus corazones eran suaves y dulces, y dentro de ellos se hallaba
plena juventud. Ellos oraron a Rāma, “Por favor, derrama Tu misericordia sobre nosotros.
Permite que Tu seas nuestro amado.” Él Señor dijo, “Esto no es posible para Mi. En
Dvāpara-yuga, Kṛṣṇa será su amante. Kṛṣṇa saborea el go-rasa, mantequilla y leche. Su
corazón es muy suave y dulce. Yo como raíces y frutas de la selva, no poseo este dulce
rasa.”
Los sabios de Daṇḍakāraṇya son mahājanas y deben ser seguidos.
śrī-śrutaya ūcuḥ
kandarpa-koṭi-lāvaṇye tvayi dṛṭṭe manāṁsi naḥ
kāminī-bhāvam āsadya smara-kṣubdhāny asaṁśayam
yathā goloka-vāsinyaḥ kāminītvena gopikāḥ
bhajanti ramaṇaṁ matvā cikīrṣājani nas tathā
Garga-saṁhitā 1.4.28-29
Los Śrutis, Smṛtis y Upaniṣads personificados se encontraron con Kṛṣṇa y Le
oraron, “Tu belleza desconcierta a Cupido mismo. Solo con pensar en Ti una
vez, o al encontrarse Contigo, uno es liberado de toda inquietud material y
lujuria debido a que la mente, el corazón y el alma se vuelven apegados a Ti.”
El Padma Purāṇa describe la historia de Candrakānti, la hija de un Gandharva. Ella escuchó
que mediante la adoración a Kṛṣṇa, la mente de uno nunca más vuelve a estar inquieta y
alcanza la felicidad. Ella dijo, “Los Gandharvas son grandes disfrutadores. Cuando crezca
un poco más, muchos hombres me atormentarán y tratarán de disfrutar mi cuerpo.”
Así, ella preguntó a los semidioses a quién podría acudir en busca de protección, de
manera que nadie la perturbara, pero nadie pudo darle una respuesta. Ella visitó numerosos
lugares en busca de refugio, pero todos los semidioses y Gandharvas estaban listos para
disfrutarla. Luego, visitó al señor Brahma para saber qué hacer en su situación, y él le dijo,
“Adora a Kṛṣṇa tomando refugio de Vṛṣabhānu-rāja-nandinī. Ella es la hija del sol, y es muy
poderosa.”
Bhānu significa sol. Hay cuatro hermanos que descienden del sol, Vṛṣabhānu, Subhānu,
Bṛhad-bhānu y Bhānu.
Brahma continuó, “Si tomas refugio de Śrīmatī Rādhārānī y las Vraja-devīs, estarás
protegida. Ellas son muy poderosas. Ellas están capacitadas para complacer a Kṛṣṇa. Kṛṣṇa
las abandonó por cien años pero ellas no lo persiguieron. Ellas dijeron, ‘Si Tu gustas,
puedes venir con nosotras, de esa manera Tu serás feliz.’ Si Kṛṣṇa trata de regalarles algo,
ellas no lo aceptan, debido a que ya lo poseen todo. Adora a Vṛṣabhānu-rāja-nandinī,
entonces estarás libre de toda tribulación.”
Entonces, Candrakānti adoró a Śrīmatī Rādhārānī y luego de un tiempo, Kṛṣṇa la visitó y
dijo, “¿Yo te gusto?”
“Sí”, dijo ella, “Me gustas, pero no para mi propio disfrute. Te he estado adorando para Tu
felicidad, no para la mía.”
“Estoy complacido contigo, y deseo darte una bendición.”
“No necesito nada. Si Tu me das algo, eso me alejará de Ti. Estoy bien como estoy, bajo la
guía de Vṛṣabhānu-rāja-nandinī. Si así deseas, Te serviré y adoraré, pero no necesito nada
de Ti. No tengo deseo alguno.”
Bebiendo el mādhurī de Kṛṣṇa el corazón se vuelve muy limpio, inmaculado y puro, sin
deseos materiales. Cuando Kṛṣṇa ve la pureza de Su devoto, Él se siente muy complacido.
El corazón de los devotos de Kṛṣṇa es tan limpio y puro, que cualquier cosa que se les
acerque se vuelve también limpia y pura.
Al visitar un lugar limpio, te sentirás feliz y limpio, y visitando un lugar sucio, te sentirás
sucio. En un lugar sucio, todos naturalmente escupirán, botarán basura y volverán el lugar
aún más sucio. Si alguien adora a Śrīmatī Rādhārānī y sigue Sus pasos, su corazón se
volverá automáticamente limpio y puro. Sin embargo, si uno acude donde las devīs y
devatās, quienes están también atados por las modalidades de la naturaleza, no logrará
purificar su corazón.
Al acudir donde Śrīmatī Rādhārānī, Kṛṣṇa olvida que Él es el Señor Supremo, y se
encuentra muy feliz y limpio. Su belleza y felicidad incrementan cada vez más en Su
compañía. Él canta, juega y baila tomado de la mano con Ella. Tocando Su mano, Él siente
dicha suprema y es limpiado completamente, lo que significa que Él olvida que es el Señor
Supremo y El Controlador. Ese lugar es Vṛndāvana, la morada de rādha-dāsya, servicio a
Śrīmatī Rādhārānī. Sin rādha-dāsya, es imposible liberarse de nada. ¡Cuán pura y exaltada
es Śrīmatī Rādhārānī! Mahāprabhu vino a distribuir y enseñar Sus glorias. Por lo tanto,
Mahāprabhu comenzó este movimiento Gauḍīya. En otras sampradāyas, la limpieza del
corazón ocurre luego de un largo tiempo, y el amor no llega a uno tan fácilmente. Pero la
bendición única de Mahāprabhu es que Él distribuye gratuitamente el fácil proceso de
alcanzar la purificación y el amor. Esto es muy excepcional, y no puede hallarse en ninguna
otra parte. En Vraja, todos los Vrajavāsīs siguen a Śrīmatī Rādhārānī y de esa manera los
corazones de todos ellos son suaves, dulces y limpios.
El rey solitario
Mohinī Māyā es muy poderosa. Pero si alguien toma refugio en Dios, entonces Māyā-devī
nunca lo perturbará. Quien toma refugio en Dios no tendrá más enemigos que peleen con él
o lo castiguen. Bhakti-devī está dispuesta a ayudarnos, y es muy poderosa. Si alguien
entabla amistad con Ella, luego todos sus enemigos cambiarán y se volverán favorables y
cercanos. ¿Cómo es que ellos cambian? Si Hari es complacido, entonces todos mis
enemigos se convertirán en mis bienquerientes, y todo el veneno se tornará néctar. Todo el
adharma será dharma. Todo se transformará y estará relacionado con Él.
Narottama dāsa Ṭhākura dice que si una persona toma refugio en los pies de loto del Señor,
luego todas las buenas cualidades, inteligencia, amigos y ayuda vendrán a asistirlo en su
servicio a Dios.
Había una vez un rey que regía un pequeño reino. Sin embargo, él no pensaba que este era
pequeño. En cambio, él pensaba que era una gran nación. Así, ordenó a todos los
ciudadanos y vecinos, “¡Glorifíquenme! ¡Cuéntenle a todo el que vean de mi poder y
grandeza!”
Pero la gente replicó, “¡Oh, rey! tú no eres muy erudito. No eres ni de cerca tan grandioso y
cualificado, en ningún aspecto, como otros reyes. Si respetaras más a las personas, y
fueras más amigable, entonces tú y tus súbditos estarían más felices.”
“¡No! Soy grandioso y superior a todos. Soy más cualificado que cualquiera. Todos deben
difundir mis glorias a lo largo y ancho.”
“Mahārāja, no estás siendo honesto contigo mismo. Ni siquiera sabes cómo ofrecer respeto
debidamente. No eres muy competente y eres, de hecho, una persona ordinaria.”
“No, soy grandioso y lleno de virtudes.”
El rey solía decir también, “Quienquiera que viva en mi reino debe honrarme y seguir mis
pasos, y los de nadie más. Quien no me respete no puede habitar en mi reino.”
Luego de algún tiempo, los ciudadanos del reino fueron yéndose uno a uno, hasta que el
reino no era más que una selva habitada por animales. Pero después, incluso los animales
se fueron. Huyeron. Ellos tampoco gustaban del rey.
Así, él estaba solo en su solitario reino. Luego, se fue al bosque a practicar bhajana, pero
incluso allí él no cambió. Le dijo a los muchos ṛṣis y sādhus que allí se encontraban, “¡Soy
grandioso! ¡Exijo respeto! Todos deben adorarme, esto será beneficioso para todos.”
Debido a que el rey era tan orgulloso y ávaro, todos dejaron de acercarse a él. Incluso los
animales lo evitaban. Así, se encontró solo nuevamente.
A causa de haber entablado relaciones con tantas personas, sin ofrecer respetos a ninguna
autoridad superior a él, sus súbditos se volvieron en su contra. Sin embargo, quien se
ofrece a sí mismo para ser guiado por una fuerte y fidedigna autoridad, será temido por todo
el mundo. Ellos dirán, “Ahora tienes un protector, un guardián.” Luego, nunca lo volverán a
perturbar. De la misma manera, los sentidos se vuelven en contra del sādhaka que no
acepta una autoridad y un guardián. Mientras que si mantiene una guía adecuada, sus
sentidos nunca lo molestarán.
La historia continúa:
Un brāhmaṇa se acercó al rey que ahora vivía en el bosque y le dijo, “¡Oh rey! Por favor,
escucha. He venido a darte un buen consejo. ¡Realiza sādhana y adora a Dios! No soy tu
enemigo. Por favor, escucha mis palabras.”
“No, esto no es posible. No puedo seguir tu consejo.”
“Si lo sigues, entonces serás feliz.”
Y debido a que el rey estaba completamente solo y sin compañía, no expulsó al brāhmaṇa
lejos de él. Lentamente, poco a poco, el brāhmaṇa se hizo amigo del rey y cambió su
manera de ser, el rey volvió a su reino y comenzó a prosperar nuevamente. Al brāhmaṇa lo
nombró su primer ministro y siempre se mantuvo bajo su guía por el resto de su vida.
Narottama dāsa Ṭhākura explica que de esta manera, si kāma, krodha, moha etc. están
conmigo, entonces ellas serán mis enemigas y siempre estarán en mi contra. Pero si
escucho el consejo de Śrī Guru y los Vaiṣṇavas, mis enemigos no tendrán fuerza alguna.
De hecho, dejarán de ser enemigos y nunca tratarán de perturbarme. Dirán, “Oh, él tiene un
fuerte protector y guardián.” No solamente me dejarán de molestar, serán mis fieles
seguidores.
Elevar el ancla
Cuando el deseo por el disfrute material está profundamente enraizado, la identificación con
el cuerpo burdo del alma condicionada no cesa. Sin embargo, el deseo por bhoga es
detenido cuando se manifiesta una relación con Yogamāyā. Entonces, los devotos solo
atienden las necesidades del cuerpo, no están excesivamente apegados a él. Muchos
brahmāṇḍas están predominados por distintos elementos. Pero si tu te olvidas de Dios y
solo te enamoras de las estrellas y planetas-entonces, te volverás mentalmente inestable.
Por esto, Śrīla Narottama dāsa Ṭhākura explica que una vida feliz y esperanzada no debe
llevarse de esta manera. Un sādhaka debe aceptar dīkṣā y śikṣā de Guru y Vaiṣṇavas. Si él
se encuentra fijo e inquebrantable en su servicio a māyā, entonces él no será apto para
recibir ningún conocimiento. Su inteligencia no funcionará. Nuestro Guru-varga nos habla de
un ejemplo al respecto.
Un numeroso grupo de personas se embarcaron para asistir a un programa lejano, a
cincuenta millas del lugar. Ellos decidieron comer y dormir en el barco mientras los
barqueros los conducían por el camino. Luego de algún tiempo, todos los pasajeros se
quedaron dormidos, mientras los barqueros remaban sin cesar.
Un hombre anciano se despertó y preguntó, “¿Dónde estamos ahora?”
Un barquero respondió, “Llegaremos a nuestro destino dentro de media hora.”
Los barqueros no durmieron en toda la noche, estuvieron remando el bote sin parar.
Se les preguntó nuevamente, “¿Dónde estamos ahora?”
El hombre anciano además agregó, “Veo que estamos cerca del mismo árbol baniano que
pasamos horas atrás. ¿Por qué no hemos cruzado el río todavía?”
Los barqueros y el resto de pasajeros dijeron al anciano que mida sus palabras.
Este respondió, “¿Por qué seguimos cerca del mismo árbol?” Resultó que los barqueros no
elevaron el ancla, la que se encontraba ensartada al fondo del río. Entonces, ¿cómo podría
siquiera moverse el barco, incluso si los barqueros remasen por muchas horas? Un
esfuerzo de ese tipo es completamente en vano. Las personas mundanas trabajan duro día
y noche, pero sus esfuerzos son en vano.
La gente habla con mucho afecto, pero su afecto se compara al rasa de Māyā-devī. Al
beber este rasa, uno se prende fuego. Alguien puede cantar “¡Hare Kṛṣṇa Hare Rāma!
¡Rādhe Syāma! ¡Haribol! ¡Sitā Rāma!”. Y solo estará cantando los nombres de los miembros
de su familia. Este tipo de personas, al caer enfermas dicen, “¡Śrī Guru y Vaiṣṇavas no me
ayudaron! ¡Tampoco lo hizo el santo dhāma! ¡A mí, que auspicié tantos festines y festivales!
¡Alas!”
Pero a esa persona se le debe preguntar, “¿Dónde está tu ancla? ¿Cómo puedes moverte
incluso un centímetro sin elevar tu ancla?”
Una persona atada por el apego al saṁsāra solo hará parikramā de los miembros de su
familia. El sol evapora el agua del océano y la almacena en las nubes. Las nubes luego
distribuyen la lluvia para todo el mundo. Similarmente, Guru y Vaiṣṇavas te elevarán por
encima de māyā. No estarás más atado por ningún apego. Guru y Vaiṣṇavas se hacen
responsables de ti. Cuando las nubes chocan, se producen muchos rayos, los que pueden
matar a mucha gente. Cuando tratas de robar agua de las nubes o extraer agua por la
fuerza, este tipo de terribles consecuencias se manifiestan. Debes rendirte y las nubes
automáticamente derramarán su lluvia sobre ti. Pero, ¿qué pasa si atacas a las nubes y
tratas de robarles agua? ¿cómo puedes robar de la tienda de Dios?
Mucha gente dice, “Los sādhus tienen muchas facilidades.”
Por lo tanto, ellos quieren robar todo y patear a los sādhus. Pero los sādhus permanecen
sin inmutarse. Ellos están siempre cerca de Dios; así que, ¿qué problemas podrían tener?
Pero si una persona trata de robar, entonces un rayo caerá en su cabeza. Él no tendrá
protección.
El perro y el brāhmaṇa
Cuando alguien se acerca por primera vez al āśrama, nuestro Guru-varga enseña, “Ora a mi
Guru Mahārāja, ofrécele tus respetos, esto es lo apropiado. Entonces, yo mismo estaré feliz.
Respeta a mi Guru Mahārāja y a todo el Guru-paramparā.”
Ahora, si los devotos no enseñan a respetar a los Vaiṣṇavas, Śrīla Gurudeva, Param
Gurudeva, y todo el Guru-paramparā, entonces ¿dónde están ellos? ¿Quiénes son ellos?
Esto está muy en contra de la línea del bhakti. Uno dejará de fluir por el Gaṅgā , para entrar
en un arroyo, y terminar en un desagüe. Cuando todos los desagües, el Gaṅgā, y todo lo
demás es mezclado, esto se convierte en el océano. El agua del océano es inútil. Cuando el
sol filtra el agua del océano, evaporándola, y almacenándola en las nubes, y luego la
derrama en forma de lluvia, entonces esa agua es útil y provechosa para todos. ¿Cuándo
será que todo nuestro amor y afecto será para el Guru-varga? Si nuestro amor y afecto es
derramado, como la lluvia que se mezcla en el mundo, se vuelve sucio y turbio. Este se
mezcla con agua del desagüe y fluye por un río, hasta llegar al océano y volverse inútil. El
amor y afecto de todos debe ir hacia arriba, hacia el Guru-varga. Cada día, a cada
momento, ofrécele tus respetuosas reverencias. Quien no haga esto no es un verdadero
discípulo. Si uno no sigue la disciplina, uno no puede llamarse un discípulo. Por lo tanto, las
entidades vivientes están atrapadas en māyā. Māyā captura a los discípulos que no
respetan a Śrī Guru, Dios, y Su familia.
Aquel que está apegado a sus relaciones sanguíneas o seguidores está contaminado. Esto
es llamado anarthas, ofensas, pecado y ego falso. Todo esto nos arroja hacia el desagüe
de la existencia material. Día y noche, ¿a quién servimos? ¿Con quién nos asociamos? ¿En
quién gastamos nuestra sangre y energía? Todo esto debe ser considerado. De otra
manera, somos grandes engañadores e hipócritas. ¿Quién juzgará esto? Yamarāja y sus
soldados nos castigarán. Los populares familiares de Māyā-devī darán su juicio y el fruto
vendrá, lo que nos hará realizar qué tan honestos somos. Externamente uno puede ejecutar
arcana, pūjā, y ofrecer respetos a todos, pero esto no es bhakti verdadero.
La gente se queda en el santo dhāma de la misma forma en que los cocodrilos, peces y
otras especies viven en el agua, pero no viven realmente en el Gaṅgā. Similarmente, estas
personas están con sus familias, niños y hogares. Si alguien se queda en el dhāma, pero
hace negocios para su propio disfrute sensorial y colecta todo tipo de objetos para su propia
gratificación, entonces esa persona no puede recibir ningún tipo de tratamiento espiritual. Es
muy difícil ayudar a una persona así. Esta enfermedad es muy extraña. Una persona así se
vuelve semejante a un brahma-rakṣasa.
Una vez, un perro acudió donde Śrī Rāmacandra implorando ayuda. En su propio lenguaje
se quejó, “Tú eres el rey, Tú das buen juicio a todos. Me rindo ante Ti. Soy un animal
huérfano, por favor, ayúdame.”
Śrī Rāmacandra dijo, “Si, intentaré ayudarte. ¿Cuál es el problema? Por tu karma has
recibido el cuerpo de un perro, pero por favor dime cuál es tu problema y te ayudaré.”
El perro dijo, “Me encontraba durmiendo en un lado del camino y un Paṇḍita vino y me
golpeó. Él me quebró una pierna. Ahora, no puedo caminar con normalidad. Estoy sufriendo
mucho al no recibir tratamiento, ¿qué puedo hacer?”
Rāmacandra dijo, “Llama al brāhmaṇa.”
Rāmacandra nunca había dado un juicio o castigo a los brāhmaṇas. Él siempre los respetó
y siguió esta etiqueta. Si algún juicio fuera necesario, Él llamaba a su guru, Vaśiṣṭha.
Vaśiṣṭha vino y Rāma le dijo, “Pregunta al Paṇḍita por qué quebró la pierna del perro.”
Vaśiṣṭha preguntó y el Paṇḍita respondió, “El perro estaba echado en medio del camino, y
no mostró ningún respeto, ni se movió a un lado para que yo pudiera cruzar fácilmente.”
El perro dijo, “El camino es muy ancho, yo estaba durmiendo solo en un lado, sin ladrar ni
hacer nada, ¿por qué me golpeó?”
Vaśiṣṭha preguntó, “¿Qué castigo quieres darle a este Paṇḍita?”
El perro dijo, “Quiero que se le dé la posición de mahānta en el grande y famoso templo de
Kalinjara.”
El Paṇḍita comenzó a danzar con gran júbilo, pensando que una gran bendición vino a él.
Rāmacandra preguntó al perro, “¿Por qué quieres que tenga esta posición?”
El perro dijo, “Le doy esta posición porque allí él no hará servicio. Él estará muy ansioso por
disfrutar. No servirá a Dios y tendrá ambición por disfrutar toda la propiedad que fue
ofrecida a Dios. En mi vida pasada yo fui el ācārya de este templo de Kalinjara y me robé
todo. Ahora mi lengua siempre cuelga por fuera de mi boca, botando saliva. Yo estuve
siempre ansioso por comer las ofrendas de la Deidad, y solía robar las cosas antes de que
fueran ofrecidas en el templo. Por esto, obtuve este cuerpo de perro. Cuando el brāhmaṇa
se vuelva un perro, comprenderá su naturaleza defectuosa.”
La gente viene al templo, a Guru y Vaiṣṇavas, al santo dhāma, al Gaṅgā, al Godāvarī, a los
santos tīrthas, pero ellos tienen codicia por cosas mundanas. Ellos buscan nombre, fama, y
seguidores. Si otras personas no les ofrecen su respeto, se atormentan. No tienen amor por
Dios ni por la familia de Dios; ellos solo desean ser respetados, tener nombre y fama.
¿Vendrá el castigo o no? ¿Dónde estoy yo? No estoy realmente cerca de Dios y el santo
dhāma. Grandes peces viven en el Gaṅgā. De la misma forma estas personas se quedan
en el dhāma, pero no pueden recibir tratamiento. ¿Cómo pueden Guru, Vaiṣṇavas y
harināma ayudarlos? Ellos vuelan en el cielo como águilas pero miran a la tierra en busca
de cuerpos muertos. Su apego está con su propia satisfacción de los sentidos. Luego,
¿cómo podrán cruzar māyā? Ellos no siguen o dan respetos a Guru y Vaiṣṇavas. Su orgullo
los engaña y se pierden las bendiciones de Guru y Vaiṣṇavas. ¿Cómo se disiparán sus
anarthas? La gente dice, “No vayas donde ningún otro Vaiṣṇava, nadie más es un
Vaiṣṇava. Solo escucha de mí. Mi grupo y discípulos son Vaiṣṇavas, los discípulos de otros
gurus no son Vaiṣṇavas.
Esta no es la naturaleza y etiqueta de bhakti y bhajana. Vaiṣṇavismo significa que uno debe
ofrecerse a sí mismo al Guru-varga, y cualquier servicio, inspiración o instrucción que
entregue el Guru debe ser seguida. Uno debe servir continuamente a Śrīla Gurudeva.
Śrīla Gurudeva enseña la gloria del Guru-varga, Dios y los Vaiṣṇavas. Si alguien realmente
respeta y siente amor por los Vaiṣṇavas, Dios y el santo dhāma, entonces esa persona es
un Vaiṣṇava.
Nuestros ācāryas dicen que alguien que usa tilaka y collar de tulsi, y tiene una larga śikhā,
mostrando abiertamente, “Soy un gran Vaiṣṇava, y todos deberían servirme y seguirme”, no
es un Vaiṣṇava en realidad. ¿Somos tṛṇād-api sunīcena o no? La Mahat-saṅga puede
ayudar a todos, pero los torcidos engañadores no son mahat, y ellos no son honestos. Al
acudir a una gran personalidad uno se limpia automáticamente. Si uno se vuelve impuro de
corazón, no tiene deseo por harināma, ni tendencia al servicio, entonces uno puede
entender que está caído y en mala asociación.
Cuando uno se arrepiente, sabiendo de su posición caída, y se rinde a Guru y Vaiṣṇavas,
entonces ellos muestran directamente la condición de uno, como tomando una fotografía de
nuestro corazón y mostrando cuán caídos, impuros y llenos de anarthas estamos. Guru y
Vaiṣṇavas muestran esto y cuando las personas entienden su propia condición, entonces
se arrepienten de corazón y oran profundamente. Cuando ellos lloran sinceramente,
Gurudeva otorga su misericordia y purifica su corazón.
Cuando el discípulo ora, “Tú eres mi eterno maestro, pero yo he sido engañado por māyā y
tengo demasiado apego y relación por los objetos de māyā. ¡Oh, maestro, por favor,
ayúdame! Estoy apegado a mi cuerpo y mente, y no tengo codicia por bhajana o servicio.
Solo hago un espectáculo, pero en realidad no tengo un deseo. Estoy caído y he sido
arrestado por māyā, y ni siquiera quiero salir de ahí. Así de caída es mi condición.”
“Soy verdaderamente muy caído,” esta realización vendrá. Cuando uno tiene este
sentimiento de arrepentimiento y lamentación, entonces él puede verdaderamente alcanzar
buena fortuna, debido a que se convertirá en un recipiente de la misericordia de Dios, el
santo dhāma y los Vaiṣṇavas. Su misericordia comenzará a manifestarse.
El ratón y el sādhu
El poder que es recibido por un sādhaka está destinado a ser usado en hari-kathā y hari-
kīrtana. El sādhaka nunca debe pensar que puede usar este poder independientemente. El
respeto solo es para Gurudeva y para Dios. Gurudeva ha dirigido todo personalmente. Este
es su deseo. Debemos ofrecer a todos cuantos se nos acerquen a sus pies de loto.
Deberíamos ocupar a todos en su servicio. Entonces, no seremos sus agentes-seremos su
familia. Pero, si nos guardamos algo para nosotros mismos, pensando que somos el todo,
en ese caso estaremos muy lejos de Śrīla Gurudeva. Olvidaremos su sevā y bhajana.
Volveremos a ser ratones (punar-mūṣika-bhāvaḥ). Luego, nos será imposible permanecer
junto a un guru Vaiṣṇava.
Un pequeño ratón lloraba en frente de un sādhu. El sādhu preguntó, “¿Por qué lloras?”
“Todos los días, un gato trata de asesinarme.”
“Entonces, ¿qué deseas? ¿quieres convertirte en un gato?”
“Sí.”
El ratón se puso muy feliz. Algunos días después, volvió donde el sādhu y comenzó a llorar.
Dijo, “Gurudeva, un perro siempre está tratando de matarme.”
“Un perro te está perturbando. ¿Qué es lo que quieres?”
“¿Podría convertirme en un perro?”
“Sí.”
Un perro es como una rasagullā para un tigre. Así que, el perro estaba horrorizado.
Entonces, el perro dijo, “¡Oh, Mahātma! ¿Podrías convertirme en un tigre?”
“Sí.”
Entonces, el tigre merodeaba libremente. Todo el mundo comentaba, “El sādhu convirtió a
un ratón en un tigre.”
El tigre pensó, “Ahora, mataré a este a este sādhu. De otra manera, todo el mundo dirá que
me he convertido en un tigre gracias a él.”
Ahora, el tigre estaba causando molestias a todo el mundo. Decía que era el emperador de
todos. Todas las aves y animales comentaban que el tigre se convirtió en emperador
únicamente a causa del sādhu. Estos comentarios eran como espinas que atravesaban al
tigre. Él pensó, “El sādhu me ha generado muchos problemas. Mi orgullo está herido
ahora.”
La naturaleza del ratón había cambiado.
Jaḍera pratiṣṭhā, śūkarera viṣṭhā jāna nā ki tāhā māyāra vaibhava - tal reconocimiento
mundano es como excremento de cerdo. ¿Acaso no sabes, que esto es el encantamiento
de māyā?
El ratón ansiaba nombre, fama y popularidad. Él pensó, “Destruiré esta espina.”
Cuando el tigre se acercó para atacar al sādhu, el sādhu abrió sus ojos y le dijo, “Ahora
tienes ojos como el fuego, llenos de sangre. Tienes un gran cuerpo. Ahora eres muy cruel.
Muy bien, ahora te quitaré toda tu fuerza - punar-mūṣika-bhāvaḥ.”
Nunca debe oírse ni tolerarse el menosprecio de Śrī Guru. Si alguien insulta a nuestro Guru-
varga, y quien oye tolera esto, entonces él es como un cadáver andante. Algunas personas
critican diciendo, “Gurudeva entrega dīkṣā y sannyāsa a tantas personas, pero algunos de
ellos caen. Entonces, él probablemente no sea un mahā-bhāgavata. Muchos discípulos le
han sido robados por otros sādhus y ācāryas.” Esta clase de insultos son muy venenosos y
contagiosos, y nunca deben ser tolerados. Tú nunca deberías permitirte oír insultos de este
tipo, deberías hacer callar a quien sea que los profiera. Esto es muy necesario. Una entidad
viviente se acerca a Śrī Guru. Guru la limpia y derrama sobre ella un amor que es más
condensado que el amor de incontables madres. Él incluso la premiará con sannyāsa. Pero
la entidad viviente es independiente; podría actuar estúpidamente. Por lo tanto, una
operación es necesaria. Es necesario quitarle su fuerza y posición. Cuando todo le sea
quitado, la entidad viviente se volverá tṛṇād-api sunīca, más humilde que una brizna de
hierba. Esta es la misericordia de Gurudeva.
īsvare tad-adhīneṣu bāliśeṣu dviṣatsu ca
prema-maitrī-kṛpopekṣā yaḥ karoti sa madhyamaḥ
Śrīmad-Bhāgavatam 11.2.46
Un devoto intermedio tiene amor por el Señor, amistad por otros devotos, misericordia
para con los ignorantes (aquellos privados de sambandha-jñāna), y es indiferente con
los envidiosos.
Śrī Guru desciende desde la plataforma uttamā hasta madhyama, para ayudar a las almas
condicionadas. Esta es su misericordia sin causa.
De acuerdo a la cualificación de los destinatarios de su misericordia, Śrī Guru es amistoso,
misericordioso, o indiferente. Si la fuerza de una persona orgullosa no es quitada, entonces
causará grandes disturbios a todo el mundo. Debido a esto, Śrī Guru remueve la fuerza de
algunos de sus más queridos y cercanos discípulos.
El orgullo es como excremento de cerdo. Una persona orgullosa esparce este excremento
por todo su cuerpo y perturba a todos con su mal olor. Gurudeva entonces quita todo su
orgullo. Māyā-śakti aparece en una forma de mohinī y roba la fuerza de un sannyāsī. Ella lo
vuelve entonces su sirviente. Esta es la misericordia de Śrī Guru. No pienses que estos
discípulos han caído. Los Vaiṣṇavas mahā-bhāgavatas otorgan su misericordia de tal
manera inconcebible. Así es como cuidan de todo el mundo.
Una madre da un laḍḍu a uno de sus hijos, pero a otro da amargo jugo de neem. El hijo
pregunta, “Madre, ¿por qué estás siendo cruel?”
“¡No! Esto no es crueldad, esto es misericordia,” responde la madre.
El Guru-varga es como Dios mismo. Ellos saben la posición de cada uno. Ellos harán lo que
es debido. Ellos son eternos, jamás mueren o se esconden en lugares secretos. Nuestro
Guru-varga está presente en todas partes. Cuando el ācārya está físicamente presente, él
visitará un lugar en un país a la vez. Pero luego de que abandone su cuerpo físico, él
descenderá inmediatamente en aquel lugar donde es solicitado. Por lo tanto, debemos
pensar profundamente acerca de esto. Cuando alguien realiza bhajana, él siempre se
mantendrá humilde debido a que siempre está con Guru y Vaiṣṇavas en el santo dhāma. El
Guru-varga misericordiosamente atraerá a las almas errantes hacia sus pies de loto. La
menor de las desviaciones no pasará desapercibida. La posición de un devoto será robada
si él está abusando de su poder. Esta es la gran misericordia del Guru-varga.
El hijo dacoit
El Señor Brahmā oró, “¡Oh, Señor Kṛṣṇa! Las almas condicionadas nunca serán felices a
menos que cultiven su amor y afecto por Tus pies de loto. Ellas solo se degradarán a sí
mismas al no actuar de acuerdo a su posición constitucional. Se volverán víctimas de asat-
saṅga.”
Una vez, un niño robó un lápiz de su escuela, y lo entregó a su madre. Pero ella no dijo
nada. Luego de algunos días, robó un reloj de pulsera, que entregó también a su madre. Su
madre siguió sin reprenderlo. El niño entonces comenzó a robar dinero de las tiendas y a
otros niños. A su debido tiempo, cuando creció, se convirtió en un conocido dacoit, ladrón.
Él incluso era capaz de matar a las personas para robarles. Un día, la policía lo capturó, y el
juez lo sentenció a muerte.
Se le dijo, “En tu último día, puedes ver a quien tu quieras, y comer como sea tu deseo.”
“Yo solo quiero ver a mi madre,” dijo a la policía.
Y se hizo de esta manera. Cuando la madre llegó, lloró amargamente, “¡Alas! He perdido a
mi hijo.”
“Madre, siempre te he amado. Por favor, saca tu lengua.”
Cuando ella hizo lo que su hijo le pidió, él mordió su lengua con sus dientes y la cortó en
dos partes. La madre gritó de dolor.
La policía vino y exigió una respuesta. El joven dijo, “La lengua de mi madre me convirtió en
un dacoit. Si ella me hubiera disciplinado cuando yo era un niño, entonces podría haber
visto la luz del mañana. Ahora, debo morir a causa de ella. Si ella me hubiera castigado y
golpeado por robar, entonces nunca me hubiera convertido en un dacoit.”
Brahmā dijo, “Las almas condicionadas se encuentran con otras almas condicionadas, pero
¿qué pueden aprender la una de la otra? Aquellos que son engañadores, hipócritas y
degradados, harán que otros sean como ellos. Entonces, ¿cómo podrán alcanzar la
liberación? ¡Oh, Kṛṣṇa! Por favor, envía a Tus devotos a este mundo. Ellos ayudarán. Ellos
cambiarán la naturaleza de las almas condicionadas.”
“¡Oh, Prabhu! Tu amor por las almas condicionadas es insondable. Si Tu envías a Tus
devotos a este mundo, ellos enviarán a las almas descarriadas hacia Ti. Esas almas
tomarán tu refugio y se volverán Tus queridos asociados.”
Incluso un ladrón puede ser cambiado mediante una adecuada guía. Anurāga es muy
importante - pero asat-saṅga puede arruinarlo todo.
La gente dice, “Yo soy tu padre.” “Yo soy tu madre.” “Yo soy tu hermana.” “Yo soy tu
hermano.” “Yo soy tu esposa.” “Yo soy tu amigo.” Así, ellos tratan de controlarte y decirte
qué hacer. Pero ellos no quieren que practiques bhakti y ejecutes bhajana. Ellos harán todo
lo posible para intentar detenerte de renunciar al mundo y rendirte a Śrī Hari. Ellos tratan de
robar tu corazón, de destruir tu vida espiritual ya sea por la fuerza o por efecto de su amor
mundano. Por lo tanto, no hay necesidad de ser demasiado compasivo. Debes tener un
corazón duro. Debes relacionarte solamente con quienes pueden ayudarte a avanzar en
bhakti. No alimentes relaciones con personas que son tus enemigas en el camino del
bhakti.
La comprensión general es que no existe un enemigo externo del alma. El enemigo es su
propia mente y sentidos materiales, que la mantienen alejada de Dios. Pero cuando
estamos practicando bhakti y tratando de progresar, debemos ser extremadamente
cautelosos de quién se acerca a nosotros, quiénes son nuestros amigos y cercanos. Ellos
tratarán de estar cerca tuyo, solo para alejarte de tu dedicación completa a la vida
devocional. La sociedad en general piensa que es una calamidad que un ser querido o
amigo entregue su vida a Dios. Tal como cangrejos que atrapan las patas e impiden que
otro cangrejo escape de una red, los amigos y parientes materialistas tratan de atrapar a
cualquiera que esté a punto de escapar de la red del sufrimiento de la vida mundana.
Debido a esto, ellos son enemigos muy peligrosos.
Śrī Prahlāda Mahāraja ha dicho:
tat sādhu manye ‘sura-varya dehināṁ
sadā samudvigna-dhiyām asad-grahāt
hitvātma-pātam gṛham andha-kūpaṁ
vanaṁ gato yad dharim āśrayeta
Śrīmad-Bhāgavatam 7.5.5
Prahlāda Mahārāja contestó: ¡Oh, rey de los demonios, el mejor de los asuras!, según he
podido aprender de mi maestro espiritual, toda persona que haya aceptado un cuerpo
material y una vida familiar temporal está, sin duda alguna, agobiada por la ansiedad, pues
ha caído en un pozo oculto en el que no hay agua, sino solo sufrimiento. Es necesario
abandonar esa posición e ir al bosque [vana]. Seré más claro: hay que ir a Vṛndāvana,
donde exclusivamente predomina el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, y, allí, refugiarse en la
Suprema Personalidad de Dios.
Prahlāda se dirigió a su padre como el mejor de los demonios. Le dijo, “Siento atracción por
los sādhus. Iré a aquel lugar que esté agraciado por su presencia. Tú deberías abandonar
este pozo seco de la vida familiar. Tú no puedes ver nada en este pozo. Deseo abandonar
todo y dirigirme al bosque. Allí haré bhajana. ¡No puedo hacer bhajana aquí contigo!” No
debes ser compasivo si tienes un fuerte deseo por abandonar asat-saṅga. El pozo oscuro
de la vida mundana es un lugar de castigos inimaginables. No es un lugar para kṛṣṇa-kathā
o kṛṣṇa-kīrtana. No deberías dirigirte a ningún lugar desprovisto de hari-kathā, hari-kīrtana y
hari-sevā. Deberías incluso evitar el cielo. Incluso si vas al más oscuro de los lugares,
comienza a cantar Hare Kṛṣṇa. Cielo e Infierno - ambos lugares son lo mismo si no hay
hari-kīrtana.
Debes abandonar la compañía de personas que no gustan de kṛṣṇa-kathā y kṛṣṇa-kīrtana.
Debes limpiarte a tí mismo con el fuego de la separación. Debes pensar, “¡Alas! No me he
ocupado en hari-kīrtana o hari-sevā en absoluto.”
Al experimentar separación de Kṛṣṇa (kṛṣṇa-viraha), Kṛṣṇa entrará en nuestros corazones.
Por el contrario, al experimentar separación de gente mundana, nuestros corazones serán
vencidos por emociones mundanas. Entonces, kṛṣṇa-darśana no será posible. Estaremos
inmersos en las sublimes melosidades de la devoción si experimentamos separación de
Kṛṣṇa. Un premi-bhakta siempre siente separación de Kṛṣṇa.
Śrīla Narottama dāsa Ṭhākura ora, “¡Oh, Prabhu! Mi único deseo es recordarte
continuamente. No deseo nada más. Tu recuerdo es mi vida. Perderé mi vida en el mismo
momento en que Te olvide. Solo deseo usar cada momento de mi vida en Tu servicio.”
El sādhu y la prostituta
Narottama dāsa Ṭhākura dice a su mente, “¿Cómo podré obtener prema-bhakti?” Él
describe dos tipos de consejos para sādhana. Uno es evitar y otro es aceptar. Uno debe
abandonar todo esfuerzo por dar consejos a los demás, diciendo “Esto es malo, eso es
malo. Esto no debería seguirse.” No debemos acudir a nadie a hablar negativamente.
Pensar y pensar en lo negativo lo involucra o apega a uno a eso. La gente da muchos
consejos, pero esto no es beneficioso.
Nuestro Guru-varga da un ejemplo. Un sādhu que ejecutaba bhajana bajo un árbol baniano,
solía decir a las personas que por ahí transitaban, “No se acerquen ahí, es muy malo. Las
personas van ahí para negocios corporales. No vayan a ese lugar pecaminoso.” Día y
noche, él aconsejaba a la gente de no ir a la casa de la prostituta. Al llegar al final de su
vida, los soldados de Yama vinieron por él y le dijeron, “Debes venir con nosotros.”
El sādhu preguntó, “¿De dónde han venido?”
“Del infierno.”
“He ejecutado bhajana toda mi vida. No puedo ir al infierno.”
“Tú solo has ejecutado bhajana de la residencia de la señorita, la que a todos recomendaste
evitar. Esta fue la única adoración que realizaste.”
Día y noche él estaba pensando en la prostituta y diciendo a otros de no visitarla. Ahora él
tendrá que ir al infierno.
La joven prostituta estaba siempre lamentándose, “Alas, alas, he cometido tantos pecados.
¿Cuándo podré abandonar esta profesión?” Cada vez que ella veía al sādhu bajo el árbol
baniano pensaba, “Él es un sādhu. ¿Cuándo me podré volver pura como él? ¿Cuándo
podré abandonar este negocio con mi cuerpo y adorar al Señor?” De esta manera ella
siempre estaba pensando en Dios y en el sādhu. Al final de su vida, fue visitada por los
viṣṇudūtas, quienes la llevaron a Vaikuṇṭha, debido a que ella aceptó las buenas cualidades
del sādhu. Así, de esta forma, podemos aprender cómo pensar en y aceptar las buenas
cualidades de otros, en vez de estar buscando sus faltas. Si hacemos esto podremos
avanzar en nuestro sādhana. Sin embargo, al mismo tiempo, debemos estar siempre
cautelosos de no caer en asat-saṅga, ya que esto puede destruir nuestra vida.
La pareja de palomos
El Śrīmad-Bhāgavatam explica cómo Yadu Mahārāja, el hijo de Yayāti, se encontró una vez
con un avadhūta errante, que experimentaba un gran éxtasis trascendental. El Rey inquirió
acerca de la causa de su condición, y el avadhūta respondió que había recibido diferentes
instrucciones de veinticuatro diferentes gurus - la tierra, el viento, el cielo, el agua, el fuego.
Uno de sus gurus fue la paloma, de quien aprendió cómo el afecto y apego excesivos son
dañinos. Uno nunca debería permitirse el afecto o preocupación excesivos por nada ni
nadie; de otra forma, uno tendrá que experimentar grandes sufrimientos, tal como la necia
paloma.
El avadhūta contó una historia a Yadu Mahārāja, que sucede de la siguiente manera. Érase
una vez un palomo que vivía en el bosque con su esposa. Él había construido un nido en un
árbol, y allí vivió por muchos años con ella. La pareja de palomas era muy dedicada a sus
deberes ocupacionales. Sus corazones, unidos por el afecto, estaban atraídos por las
miradas, el físico y los pensamientos del otro. Así, estaban completamente arrestados por el
afecto del uno por el otro. Neciamente creyendo en un futuro, ellos continuaron con sus
actividades de dormir, sentarse, caminar, discutir, jugar, comer, y tantas otras, como una
pareja felizmente viviendo en el bosque.
¡Oh, Rey! siempre que la paloma hembra deseaba algo, hablaba amablemente dulces
palabras a su esposo, y él a su vez cumplía sus deseos apropiadamente, aún al costo de
grandes dificultades personales. Así, en su compañía él no tenía control sobre sus sentidos.
Pronto ella quedó embarazada por primera vez, y cuando llegó el momento, puso varios
huevos en frente de su esposo. Algún tiempo después, muchos bebés paloma, de suaves
miembros y plumas creadas por las potencias inconcebibles de Bhagavān, nacieron de esos
huevos.
Ambas palomas se volvieron muy apegadas a sus bebés, y experimentaron gran felicidad y
placer al escuchar su inexperto canto. Así, con amor y afecto comenzaron a criar a sus
pequeñas aves. Los padres estaban deleitados al ver las pequeñas alas de sus hijos, sus
gorjeos, sus movimientos inocentes en el nido, y sus intentos por saltar y volar. Al ver a los
bebés alegres, los padres también se llenaron de júbilo.
Los necios palomos, con sus corazones atados por el apego, estaban completamente
desconcertados por la potencia ilusoria del Señor, y continuaron manteniendo a sus hijos.
Un día los padres salieron en busca de comida para alimentar a la familia. Muy
preocupados de asegurar suficiente comida para sus hijos, buscaron aquí y allí por todo el
bosque, por un largo tiempo.
En ese momento, un cazador que caminaba por el bosque vio a los bebés paloma
moviéndose en su nido. Tomó su red y los capturó a todos. Marido y mujer estaban siempre
ansiosos por la adecuada mantención de sus niños, y continuaban su búsqueda por el
bosque. Habiendo obtenido suficiente comida, se dispusieron a volver a su nido.
Cuando la madre paloma vio a sus propios hijos atrapados en la red del cazador, se sintió
sobrecogida de dolor. Llorando, voló hacia ellos mientras también lloraban. La madre
paloma se permitió constantemente verse atrapada por las redes del profundo afecto
mundano, así, se vio superada por el dolor. Capturada en las garras de māyā, se olvidó
completamente de todo, y se apresuró para ayudar a sus indefensos hijos. De una vez, ella
fue capturada también en la red del cazador.
El entristecido palomo, al ver a su familia, que le eran más queridos que su propia vida,
atrapados en la red del cazador, comenzó a lamentarse lleno de dolor, “Oh Dios mío, ahora
estoy acabado. Soy un gran tonto, ya que nunca realicé actos piadosos. No pude satisfacer
mi ser, ni entender el propósito de la vida. Mi familia, que era el propósito de mi dharma,
artha y kāma, está ahora completamente arruinada. Yo y mi esposa éramos una pareja
perfecta. Ella era siempre sumisa, y seguía fielmente mis órdenes. Yo era como su señor
adorable. Pero ahora, al ver la casa vacía sin sus hijos, se marchó sin mí, e irá al cielo con
nuestros buenos hijos. Ahora, soy una persona miserable viviendo sola. Mi esposa e hijos
se han ido. ¿Qué razón tengo para vivir? Mi corazón está tan angustiado por la separación
de mi familia, que la vida misma se ha vuelto una morada de sufrimiento.”
Mientras el padre palomo miraba patéticamente a sus indefensos niños atrapados en la red
del cazador, a punto de morir, luchando en vano por escapar, su mente se vació y él mismo
saltó dentro de la red. El despiadado cazador, habiendo cumplido su propósito, volvió a su
hogar con sus presas. De esta manera, quien está demasiado apegado por la vida familiar
se vuelve perturbado de corazón. Como el palomo, se esfuerza en encontrar felicidad en la
vida sexual mundana. Muy ocupado en cuidar de su propia familia, esa miserable persona
es condenada a sufrir inmensamente, junto con toda su familia.
yaḥ prāpya mānuṣaṁ lokaṁ mukti-dvāram apāvṛtam
gṛheṣu khaga-vat saktas tam ārūḍha-cyutaṁ viduḥ
Śrīmad-Bhāgavatam 11.7.74
Las puertas de la salvación están ampliamente abiertas para quien ha alcanzado la
forma humana de vida. Pero, si alguien en el cuerpo humano simplemente se dedica
a formar una familia como el estúpido palomo de esta narración, entonces él es
como alguien que ha escalado muy alto solamente para tropezar y caerse.
El fantasma demandante
strī-pūtra bālaka kata mari jāra śata śata
āpanāke hao sāvadhāna
mūñi se viṣaye hata nā bhajinū hari-pada
mora āra nāhi paritrāṇa
¿Cuántas esposas, hijos y niños ya han muerto? Incontables miles y miles, por lo
tanto, ¡ten cuidado! Hemos sido asesinados por la gratificación sensorial, y no
hemos servido los pies de loto de Hari, lejos de los cuales no tenemos salvación.
Las Jīvas vienen a este mundo y reciben un cuerpo en uno de los ochenta y cuatro lakhs de
diferentes tipos de formas de vida. Para satisfacer sus deseos, Dios da a la jīva amigos,
esposa, hijos, parientes, sirvientes y propiedades de este mundo. El apego a estos objetos
se desarrolla inmediatamente, y como resultado, la jīva se separa aún más de Dios. Estos
apegos se vuelven la posesión más importante de la baddha-jīva. Él pierde todo su tiempo y
energía tratando de complacer a sus familiares y amigos. Debido a que la jīva está muy
apegada a su propio disfrute, carece de la capacidad de ocupar todas sus posesiones y
dependientes en el servicio de Dios. Nuestro Ācārya-varga suele narrar una historia. Una
vez una persona aprendió la práctica de exorcizar, y era capaz de invocar a un fantasma. Él
le dijo al espíritu, “Tú serás mi fiel seguidor.”
El fantasma respondió, “Está bien, acepto con una condición. Debes mantenerme siempre
ocupado en alguna actividad. No puedo estar ocioso ni siquiera por un segundo. Si fallas en
darme constante ocupación, usaré mis poderes para matarte.” Así, se le asignó mucho
trabajo al fantasma para asegurar que ni un segundo estuviera inactivo. Sin embargo, el
fantasma, haciendo uso de sus poderes, terminó todas las tareas en cuestión de segundos,
e inmediatamente demandó más trabajo. El hombre se sintió muy perturbado y temió por su
vida. Finalmente, luego de que el fantasma completara todas las tareas en que el hombre
pudo pensar, este le dijo, “Encuentra un gran poste de bambú y báñalo en aceite, luego
entiérralo en el suelo. Así, tu tarea es subir y bajar este poste una y otra vez. Mientras tanto,
si necesito algo más, te lo diré.” El hombre fue muy inteligente y se protegió de esta
manera. Similarmente, de acuerdo a sus deseos, Dios da a la jīva parientes, hijos y
sirvientes. Pero estos parientes se vuelven como el fantasma, constantemente demandando
atención y energía. La jīva desamparada no tiene el poder o la inteligencia para ocupar a
sus dependientes. Siempre que esos parientes no se ocupen en servir a Dios, serán un
obstáculo en el camino del bhajana para un sādhaka aspirante. Si de alguna manera ellos
se ocupan veinticuatro horas al día en servir a Dios, entonces todo será favorable. Pero si
los aceptamos y tratamos de utilizarlos para nuestro propio disfrute, esto será una gran falta
y seremos culpables. El resultado será que esos familiares nos arrestarán y controlarán,
infligiendo sobre nosotros un constante castigo.
Narottama dāsa Ṭhākura ha escrito, “Artha-lābha ei āśe kapaṭa vaiṣṇava veśe bramiya
bhulaya ghare ghare - deseando riquezas tomé el atuendo de un Vaiṣṇava, me disfracé, y
comencé a vagar de puerta en puerta.” Laya sādhu veśa anya upadeśa. Vestido como un
sādhu deambulo y doy consejos a los demás. Sin embargo, yo mismo no puedo seguir nada
en mi propia vida. De esta manera, soy un gran hipócrita. Estoy separando a mi mente y
sentidos de Dios, para satisfacer mis propósitos egoístas y la felicidad de otros. Iré donde
ellos actuando como un maestro, pero solo con deseos de nombre y fama. El resultado de
esta práctica engañosa será que mi amor y energía irán a personas ordinarias.
Eventualmente, esas personas se volverán mi autoridad y guardianes. Ellos me darán
consejos e instrucciones y, de una forma u otra, disfrutarán de mí. Prahlāda explica que
ellos son dacoits y tramposos. Ellos no son verdaderos miembros familiares. El apego por
viṣāya-bhoga es una enfermedad sin cura. Este veneno nos afectará vida tras vida,
trayendo constante lujuria, oscuridad y condiciones infernales.
Cualquiera que no sea un seguidor de Dios, que no me ayudará a servir a Dios, no puedo
llamarlo un miembro familiar. No tengo afiliación con ellos. Ellos no son de valor para mí.
Ellos podrían morir cien veces, sin parar, y eso no será un problema para mí. Aquellos que
son mahat, grandes devotos, pueden conectarme con lo grandioso, y de esa forma son los
verdaderos miembros de mi familia. Oro a Dios, “Pueda yo nunca olvidar a mi verdadera
familia.”