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FUNDICIÓN DE LA "MARÍA ANGOLA'

I
El Dr. D. Diego Arias de Meneses que era el Procurador de la Real y Pontificia Universidad de San Ignacio de Loyola en
ese entonces, presentó un escrito el 16 de diciembre de 1655 ante el distinguido Cabildo Justicia y Regimiento, pidiendo
que se concediese usar paños de seda en los asientos de la Universidad. El cual le aprobaron dándole una comodidad
lujosa a los universitarios.

Ya terminado este trabajo que se había propuesto Don Diego Arias, el Cabildo que se había reunido para ese momento,
comenzaron a discutir el tema sobre la Fundición de una CAMPANA, que tendría que tener un peso de 130 quintales
(1quintal=46kg), que sería para una de las tres torres de la iglesia catedral.

Entonces se pusieron a discutir una manera de crear fondos, según el presupuesto que calcularon, se necesitaban 7000
pesos, por ende, aprovechando la reunión que tenían como cabildantes, contribuyeron con 1000 pesos que se la
entregaron al Obispo Dr. D. Pedro de Ortega Sotomayor.

Pero aún faltaba mucho para completar la meta de los 7000 pesos. Por lo tanto, se nombró una comisión que estaría
compuesta por:

El Corregidor Dr. Francisco de Olivares y Figueroa de la orden de Santiago,


los Alcaldes don Diego de Peralta Cabeza de Vaca y don Joseph de la Peña, y los
Jueces don Francisco Maldonado y don Juan Sillerico.
Que tendrían que recorrer toda la ciudad para recaudar lo faltante, el cual lo lograran con satisfacción. Por lo cual fueron
a entregárselo al sacerdote Dr. D. Alonso Merlo de la Fuente.

II
El siguiente año que era 1656, el Dr.D. Diego Arias que justamente al inicio del relato hizo posible los pañuelos de seda
para comodidad de los universitarios, también gracias a su gran trabajo se pudo añadir la magnífica sillería del Coro de la
Catedral y el pulpito y los escaparates de la sacristía.

Ya con su presencia, se inició la fundición de la campana que debía llamarse María y ser consagrada a la Madre del
Salvador. Pero desgraciadamente, la obra salió mal en ésta y otra vez.

EL Dr.D. Diego Arias de la Cerda al parecer era un hombre tenaz y no se rendía fácilmente, asi que lejos de desanimarse
por tal resultado, emprendió nuevamente la fundición de la campana en 1659.

Con ayuda del doctor Mayor de Justicia Luis Enríquez de Monroy. Obtuvo una cedula, que pedía al rey de ese entonces,
una contribución para poder hacer por tercera vez la campana grande, dándole a entender que la segunda vez que se
realizó la fundición era con apoyo de limosnas de la gente y algunas personas, pero que esa vez salió mal. Por lo que el
rey le ayudo con 500 pesos al Dr.D. Diego Arias de la Cerda, que era el encargado mayor del cargo.

Entonces con estos 500 pesos se inició a la tercera Fundición de la campana, y como en esos tiempos la gente del lugar
era muy religiosa, fueron al lugar donde se estaba realizándose la fundición de la campana, ya que todos quería
participar en esta obra grandiosa.

Dentro de esta muchedumbre, se hizo presente una mujer muy rica o muy acaudalada que se apellidaba ANGOLA, que
tenía mucha devoción a la Virgen María, al parecer por que le debía un gran favor por algún milagro, entonces la señora
Angola se acercó, llevando en sus brazos más de una arroba de oro, el cual lo echo a la fundición diciendo, ‘’ recibe
madre mía la ofrenda de mi gratitud’’

La gente vio este acto tan piadoso de la mujer, y a viva voz pidieron que la campana se llame MARIA ANGOLA, como una
forma de recordar tal valiosa ofrenda, que justamente contribuyo con la sonoridad que tiene hoy en día esta campaña.
(La más grande y hermosa de toda Sudamérica) que se escucha a más de 6 leguas (30 km) del cuzco.

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