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escolar y el ciberacoso: implicaciones educativas y respuesta penal en el ordenamiento jurídico español. Revista Criminalidad,
58 (3): 71-86.
Resumen
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- didas educativas y penales que arbitra el ordenamiento
coso desde una perspectiva analítica y teórica. A partir jurídico español en la erradicación de la violencia escolar.
Ƥ
×
ǡ Se concluye que la lucha contra el acoso requiere la inter-
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en los distintos implicados. Además, se presenta una sín- tección de menores, en la prevención y detección de
tesis de algunos de los principales trabajos de investiga- situaciones de riesgo.
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Palabras clave
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Abstract
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Ǥ intimidation in classrooms is intended in order to unders-
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ISSN 1794-3108. Rev. crim., Volumen 58, número 3, septiembre-diciembre 2016, pp. 71-86, Bogotá, D. C., Colombia 71
Josefa Muñoz Ruiz
Key word
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Resumo
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± cada é apresentada, e também o estudo das medidas
analisados de uma perspectiva analítica e teórica. De uma educativas e penais que arbitra o ordenamento jurídico
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Factores de riesgo en el acoso escolar y el ciberacoso: implicaciones educativas...
Ajeno
Espectador
ISSN 1794-3108. Rev. crim., Volumen 58, número 3, septiembre-diciembre 2016, Bogotá, D. C., Colombia
Reforzador
Ley del
Defensor silencio
Colaborador
Esquema
dominio-sumisión
Víctima Agresor
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Josefa Muñoz Ruiz
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Factores de riesgo en el acoso escolar y el ciberacoso: implicaciones educativas...
unos casos, por el hecho de pertenecer a una mino- pueden ser determinantes y están vinculados con
ría étnica en situación de desventaja, bien sea por el modelo de relación y autoridad que se desarrolla
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adopción de conductas contrarias a los estereo- la aparición de la violencia: la ausencia de un padre
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2004) o por presentar necesidades educativas es- por otro lado, las tensiones matrimoniales, las si-
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tuaciones socioeconómicas negativas o la mala or-
caso, las víctimas de tales acciones suelen presen-
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tar rasgos de ansiedad e inseguridad, disminución
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de la concentración y rendimiento en sus tareas, in- ȋ͖͔͔͛Ȍ
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tar las relaciones interpersonales, no desean asistir tos rígidos, en los cuales priman las reglas demasia-
al colegio y ponen excusas para quedarse en casa
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(Sierra, 2010). iniciativa, y tengan poca capacidad para tomar de-
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3. Factores favorecedores de actitudes À
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por su parte, ȋ͖͔͔͝Ȍ
y comportamientos violentos ±
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en el ámbito escolar que los niños no tienen establecidas reglas claras,
-
La comunicación y la convivencia entre los meno- tamiento inadecuado y, por lo tanto, carecen de
res que integran un grupo, y en particular sus rela- habilidades sociales, lo cual los hace propensos a
ciones interpersonales en el contexto escolar, son ser agresores.
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trascendentales para aprender, tener un buen ren- ǯȋ͖͔͕͙Ȍ
dimiento académico, transmitir valores y actitudes variable que ha cobrado especial interés en los úl-
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el desarrollo de su personalidad. En este contexto,
×
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- e imprevistas, producto de una crisis estructural
side en la posibilidad de reconocer cuáles variables
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en lo que Conger y Conger (2002) denominan
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vención oportunas. niveles de adversidad que pueden provocar una
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×
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- mica que se mantiene en la comunidad como en
to evidencian que no existe un motivo totalmente la vida diaria o en el estatus social, con el consi-
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guiente incremento del estrés emocional y de los
patrón claro en el que se pueda encasillar a un me-
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nor como víctima o agresor de sus iguales. Lo que ï
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ciden en la violencia escolar. De igual manera,
ÀǦ ȋ͖͔͔͙Ȍ
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×ǡÀ de la escuela que contribuyen a ella: “(I) la justi-
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×
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ǡ el tratamiento habitual que se da a la diversidad
medios de comunicación. En lo personal, suele
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suceder que el acosador se ve superior, y en oca-
siones cuenta con el apoyo de otros atacantes, o escolares, que deja a las víctimas sin ayuda y suele
porque el acosado es alguien con muy poca habi- ser interpretada por los agresores como un apoyo
ȋ ǡ À
dzȋǤ͕͝ȌǤ
2009). ± ǡ
ǡƬ Ǧ jóvenes y adolescentes evidencian el riesgo de de-
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sarrollar conductas de dominio sobre iguales, son
×
los siguientes:
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Josefa Muñoz Ruiz
Tabla 1.
Factores de riesgo en el acoso escolar.
Factores de riesgo
Individuales Familiares Sociales
· Ser víctima de violencia en el hogar o tes- · La aceptación de la conducta agresiva del · La exposición a la vio-
tigo de violencia de género. menor. lencia en los medios de
· ǡ
ǡ · ±
× comunicación.
Ƥ
À
Ǥ ·
sociales. · Padres con un estilo de vida permisivo e in- no promueva las rela-
· À
- consciente. ciones positivas puede
Ǥ ·
llevar a la aparición de
· Pertenencia a grupos minoritarios: pre- los hijos, sin marcar reglas claras y consis- conductas negativas
ǡ ǡ tentes. en contextos virtuales
ÀǤ ·
×ȀƤǤ como el internet.
Fuente:
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el medio escolar y el desarrollo normal de los apren-
- Ǥ ǡ ȋ͖͔͕͖Ȍ
liar tienen en el mantenimiento de la situación de el acoso de los docentes hacia los estudiantes puede
acoso oculta y silenciada, no solo por el temor a las derivar en casos de absentismo escolar, trastornos de
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-
Ƥ
ȀǤ res en cuanto a sus consecuencias, pero con el agra-
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Factores de riesgo en el acoso escolar y el ciberacoso: implicaciones educativas...
Tabla 2.
Efectos del acoso escolar en los implicados.
ǡ - tir (Oñederra, 2008). Para Araos y Correa (2004) la
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lencia escolar exceden del binomio acosador-víc-
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de la agresión de otro actor o grupo en el espacio
éticos que deben guiar el ambiente escolar o ponen
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×
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y robar cosas pertenecientes ya sea a otros agentes
y el conocimiento de estrategias para su preven-
×
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ción, control y erradicación, de manera que se me- En segundo lugar, se presenta el acoso psico-
jore la convivencia en la escuela. El primer paso para ×
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×
que convierten al individuo en víctima o producen
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laciones interpersonales al ignorar a la persona,
- no dejar que participe en actividades, humillar o
cuencias antes de que se agraven. Ǣ
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5. Modalidades o indirecta si se hacen a través de un tercero. En
esta modalidad el objetivo es disminuir la autoes-
La doctrina es unánime en admitir que son dos los ti-
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×
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- el temor de la víctima. Según Avilés (2006) puede
ȋǡƬǡ͖͔͕͕Ǣǡ͖͔͔͛ȌǤ presentarse de manera verbal con insultos, calum-
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y rumores malintencionados, sobrenombres, hu-
conductas como pegar, empujar, dañar los materiales millaciones, propagación de rumores y exclusión
ǡǤǡ social. Lo peculiar de estas acciones es que necesi-
Ó tan de un tercero que actúe como testigo y cómpli-
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ƤǤ ±
cuando las agresiones se dirigen contra la propiedad, social al excluir a la persona de todo y todos, e igno-
como robar, dañar objetos y romper prendas de ves- rar su presencia (Camargo, 2008).
77
Josefa Muñoz Ruiz
El ciberbullying de una red social para que el ataque sea más ex-
tensivo, mientras que la víctima puede descono-
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1. Rasgos definitorios
Ƥ-
El auge que han experimentado en las últimas dé- res y su papel en el acoso.
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×
- Ϋ Temporalización: el agresor puede llevar a cabo
×ȋȌǡ
× su agresión en cualquier momento y la víctima
ǡ está expuesta continuamente a posibles ata-
en las relaciones que se generan. Según datos del ques.
Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 20153, Ϋ Escaso feedback entre los participantes: no
Ó ͕͖ǡ͚ -
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liares con acceso a internet. Casi toda la población Ȁ À
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escolar entre 10 y 15 años (por encima del 90%) tiene una mayor desinhibición del agresor aunque, por
acceso a la red, y un porcentaje muy alto de alum- ǡ±
͕͖͕͚Ó± inmediatos de la conducta agresiva.
móvil (en torno al 90%).
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-
En la ruta de protección y prevención de los con-
tenidos y uso de las nuevas tecnologías, la Decisión
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1351/2008/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, ×
×Ƥ
-
del 16 de diciembre de 2008, establece un programa des prácticas para detener la agresión y, por exten-
×- ×ǡ
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ra de internet y de otras tecnologías de la comuni- ±
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cación, en especial para menores, para combatir los ǡ
contenidos ilícitos y comportamientos nocivos en violenta en algunas ocasiones, respuesta que pro-
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tar un entorno en la red más seguro y establecer Ƭǡ͖͔͕͖ǡǤ͕͕͗ȌǤ
una base de conocimientos.
Según Willard (2004, p. 1), el cyberbullying pue- 2. Tipología que atiende
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Ȃsending y postingȂ Ó
a los contenidos
crueles en internet u otros medios digitales de co-
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bullying,
al tratarse de un acto agresivo e intencional, desa- el ciberbullying Ƥ
ǡ- con los tipos tradicionales de maltrato y acoso en-
da y continua, dentro de una relación asimétrica de tre escolares, que merece la pena mencionar (Mora
control y poder sobre una víctima que no puede de-
Ƭǡ͖͔͔͛ȌǤǡ
Àȋǡ͖͔͔͜ȌǤ una mayor inseguridad a la víctima, ya que no exis-
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ten sitios seguros donde pueda estar a salvo, por
ciberbullyingǡ ï ǡ Ó À tanto vive bajo un riesgo constante de agresión. Del
(2013) son las siguientes: ǡ
Ϋ La repetición: un único episodio de ciberbullying la agresión, esta puede ser observada por una gran
puede ser repetido tantas veces como el mensa-
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Ǥ veces, lo que hace que el daño potencial de la agre-
Ϋ Desequilibrio de poder: se produce por la in- ×
À
×À
esperados como consecuencia de la misma. En se-
agresión en el entorno virtual. gundo lugar, existe una gran cantidad de víctimas
Ϋ Anonimato: el agresor puede esconder total- que nunca conocerán a sus agresores debido al ano-
mente su identidad tras el ciberespacio.
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Ϋ Difusión pública: el agresor puede enviar los Mientras que el bullying-
mensajes a varias direcciones o hacerlo a través mentalmente en el centro educativo, el ciberbullying
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3 Datos obtenidos del INE. Nota de prensa del 1 de octubre de 2015: À
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À - Varios autores han tratado de catalogar de algu-
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Factores de riesgo en el acoso escolar y el ciberacoso: implicaciones educativas...
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×
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rrollo tecnológico de las últimas décadas y su mayor
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dzǡ quería participar.
que los menores enseñan a los adultos el manejo Entre el 0,2% y el 1,1% de los alumnos indicaron
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×
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nuevas tecnologías, mientras el 7,7% de quienes han
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ción de las personas mayores (Salmerón, Campillo producido por el móvil o internet.
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ran que intervinieron para detener la violencia o, al
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Actual magnitud del bullying ǡ
y ciberbullyng en España y el 6% que decían haber participado en la situación
de violencia.
En los últimos años, se han multiplicado los estudios
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Ǥ- go. Bullying y Ciberbullying
dz5 (Calmaes-
bargo, en España han sido pocas las investigaciones ǡ
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que han contado con muestras nacionales sobre ͖͔͕͚Ȍ ±
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estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria
recientes son las siguientes: (de entre 12 y 16 años), que asisten a centros educa-
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me en el año 2000, del que no se extrajeron índices experiencias de acoso y ciberacoso de los encues-
generales de ciberacoso, aunque sí subrayaba que tados.
×
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estudio: “Violencia escolar: el maltrato entre igua-
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dzǡ servatorio Estatal de la Convivencia Escolar, con la participación de 17
que se incluyeron índices generales de ciberacoso. representantes, uno de cada Comunidad Autónoma.
Se encontró que el 5,5% de los escolares se declaraban ͙
×
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×
víctimas y el 5,4% de los entrevistados se proclamaban ××Ǥ
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Josefa Muñoz Ruiz
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acoso y un 6,9% ciberacoso. Por un lado, extrapo- estaban en internet. El resto de situaciones, aun-
lado al conjunto de la población, el número de víc- que no presenten menos relevancia o gravedad, sí
timas se eleva a 111.000 y 82.000 menores de edad,
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respectivamente. Por otro lado, un 3,7% de los es-
-
tudiantes habrían sido víctimas de ambas moda-
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lidades de acoso, como reconocen más de 44.000 asegura no saber por qué ejerce este tipo de violencia,
encuestados. Son las Comunidades Autónomas de Ƥ-
Murcia y Andalucía las de mayor índice de prevalen- ȋ͕͔ǡ͜ΨȌǢ±
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cia, con 13,8% y 12,2% cada una, mientras que las ci- À
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͚Ψǡ ciberacoso consideran que han sido víctimas debido
Cantabria, con un 6,3%.
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Según el género de los estudiantes, observa- acosados y el 5% de los ciberacosados declaran que
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hombres, como víctimas tanto de acoso tradicional Los datos que arrojan estos estudios eviden-
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×
cian que, si bien es cierto que un porcentaje eleva-
el 10,6% de ellas para las situaciones de acoso (el 8%
×
entre ellos), y el 8,3% para las de ciberacoso (el 5,3% las relaciones que se desarrollan en los centros
de los hombres). educativos españoles, los casos de acoso y cibe-
͙ǡ͘Ψ
- racoso experimentan un incremento progresivo,
sado a alguien y un 3,3% expresa que ha sido respon-
-
sable de ciberacoso. En los hombres es más alto el
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Intervención frente
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Factores de riesgo en el acoso escolar y el ciberacoso: implicaciones educativas...
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ǢȌ patio del colegio, como una lección más de la
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Ȍ
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ǢȌ escuela en la que, como anticipo de la vida, el me-
la evaluación. ǡ ǡ
Ƥ± - a hacerse respetar e incluso a devolver el golpe
͖͔͔͛ǡ (Instrucción 10/2005).
Ƥ- En la actualidad, en España no existe aún un
sas y se ha extendido a otros países europeos, como registro de casos de acoso escolar ni un plan es-
±
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Ǥ ¡ǡ ǡ ǡ -
×
×Ǥ
ǡ ȋ͖͔͕͕Ȍ Comunidades Autónomas las que arbitran proto-
colos para prevenir, detectar, mediar y resolver los
que son los que actúan en caso de denuncia, pero
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Ǥǡ
son todos los docentes los que están atentos a po- un modelo que se asienta en el deber de cualquier
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miembro de la comunidad educativa que tenga
Ǥ conocimiento o sospechas de una situación de aco-
ǯ ȋ͖͔͕͙Ȍǡ so, de comunicarlo al responsable de la orientación
con el acosador o los acosadores, la víctima y con
Ǣ
×
Ǣ parte del responsable del centro educativo de me-
día adecuado para comunicar la situación a los pa- didas de urgencia que garanticen la seguridad del
dres y hacen un seguimiento del caso. Generalmen-
Ȁ
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te el acosador, tras ser apercibido, deja de hacerlo. Ǣ
×
-
Los estudiantes asisten en tres etapas de su vida mación recabada de la propia víctima, el acosador,
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veintena de clases, en las que aprenden a reconocer y la posterior aplicación de correcciones y medidas
disciplinarias.
la convivencia. Concretamente, la Orden del 20 de junio de 2011
En España, la Ley Orgánica de Educación 2/2006, de la Consejería de Educación de la Junta de Andalu-
del 3 de mayo7, reconoce el importante papel de la cía (Comunidad Autónoma a la que el más reciente
estudio de Save the Children atribuye una tasa de
acoso escolar del 12,2%) adopta medidas para la pro-
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calidad educativa.
moción de la convivencia en los centros docentes
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Josefa Muñoz Ruiz
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Ǥ
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- el ámbito de la tutela del acoso escolar.
tuaciones para cada caso de acoso escolar: En el texto punitivo español no existe un delito
Ϋ Actuaciones con la persona acosada: accio-
ÀƤ
ǡ
nes de apoyo y protección expresa e indirecta, Ƥ
actividades de educación emocional y estrate- Ǥï-
gias de atención y apoyo social, intervención tan estas conductas violentas, intimidatorias o de-
nigratorias, pueden plasmarse en una amplia gama
- Ƥ
À
Ǧǡ
les de comunicación, autoestima y de asertividad
×
×
-
y derivación, si procede, a los servicios de pro- Ǥ
ǡ
tección de menores. estos se pueden sancionar a través de las siguientes
Ϋ Actuaciones con el alumnado agresor: aplica- tipologías delictivas:
ción de las correcciones correspondientes es-
tipuladas en el plan de convivencia, acciones A) Delitos contra la integridad moral (artículo 173.1,
educativas en el aula de convivencia del centro párrafo primero del Código Penal)8
escolar, en su caso, o programas y estrategias
ÀƤ
Ƥ
×
Señala Queralt (2015) que con la pretensión de estar
personal, y derivación, si procede, a los servicios al día en la protección penal de los más necesitados
de protección de menores. y, a la par, buscar insertarse en una modernidad solo
Ϋ Actuaciones con las familias: orientaciones Ƥ
ǡ
sobre cómo ayudar a sus hijos, sean víctimas penales a problemas sociales que, o ya tienen res-
o agresores, acciones para una mejor coordi-
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nación y comunicación sobre el proceso socio- única solución a la vía penal. En concreto, la relevan-
ǡ
× cia penal del acoso escolar (que carece de una tipi-
apoyos externos y su seguimiento, así como es- Ƥ
×
ÀƤ
Ȍ
tablecimiento de compromisos de convivencia. su incardinación en los delitos contra la integridad
Ϋ Actuaciones con el profesorado y el personal de moral en concurso, en su caso, con los correspon-
administración y servicios: orientaciones sobre dientes tipos penales de lesiones (artículo 147 del
cómo intervenir positivamente en la situación × Ȍǡ ȋÀ
͕͚͝Ȍ
-
y cómo hacer el seguimiento, orientaciones so- nes (artículo 172), distinguiéndose con claridad los
bre indicadores de detección, así como activida- conceptos: protección de la integridad moral, inte-
×
ÀƤ
Ǥ À
ȀÀ
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Àǡ
Ƥ
2015, p. 408).
educativo, o cuando los hechos revisten gravedad, El delito contra la integridad moral responde a la
trascienden del ámbito y competencia educativa, necesidad de evitar tratos inhumanos o degradantes
será necesaria la intervención de otras instituciones
-
públicas: servicios sociales y, en su caso, el Ministe- Ǥǡ×ïÓ
Ǥ ȋ͖͔͕͙Ȍǡ
À
para observar que siguen siendo escasos los supues-
2. Respuesta penal al acoso escolar
ǡǡ
Ƥ-
can como delito contra la integridad moral (p. 152).
En los centros educativos corresponde al director y
ǡ
B) Delito de inducción al suicidio (artículo 143.1º del
conductas. Sin embargo, la intensidad o gravedad Código Penal)
del acoso puede hacer que estas sean constitutivas
Ƥ
×Ǥ- En muchos casos, para la víctima resulta durísimo
×
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×
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×
×
ǡ- y sobre todo, por el daño moral que le provoca la
da en que tiene por misión promover la acción de la
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͕͛͗Ǥ͕ǡǡ×ǣDz
de los ciudadanos y del interés público tutelado por ƪǡ
-
mente su integridad moral, será castigado con la pena de prisión de
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Factores de riesgo en el acoso escolar y el ciberacoso: implicaciones educativas...
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primeros estudios empíricos sobre esta realidad
C) Delito de suplantación de identidad latente en los centros escolares de toda la geo-
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× ͖Ǥ
-
del estado civil de otro. Aunque a veces los adoles-
Ó Ƥ
Ó acoso escolar es un hecho y que el acelerado
colegio para interactuar en el mundo virtual, esta ti-
À
×
À
À
× y comunicación lleva aparejado la aparición de
de la violencia escolar. El Auto de la Audiencia Pro-
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͚͘Ȁ͖͔͕͔ǡ͖͙ǡ-
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ve del delito de usurpación de estado civil a quien no juego. Bullying y Ciberbullying
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atributiva de la personalidad ajena, ni tuvo otra tras-
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ciberacoso. En relación con este último, su in-
que se actuaba, por lo que no existió la completa
asunción de la personalidad de la víctima, aunque ǡ͖͔͔͛ǡÀ
Ǥ que el 5,5% de los escolares se declaraban vícti-
A pesar de la gravedad de algunas de las con- mas de acoso. Es precisamente la brecha digital
ductas de los menores, las medidas que se les apli- Ƥ
×
ca suelen ser correctivas. Como señala Montero
(2014), “el principio contenido en los estándares de internet.
internacionales sobre justicia juvenil, relativo a la ͗Ǥ
Ǥ
aplicación de la privación de la libertad como últi- ǡ
ma ratio, queda patente en el caso español, donde claro que haya un patrón de víctima y agresor.
estas medidas representan un pequeño porcentaje Lo que sí evidencian es que en la aparición de
de todas las acordadas por los jueces de menores
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y en especial la de internamiento en régimen cerra-
do, la única que supone una total privación de la
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dzȋǤ͖͚͔ȌǤ en: ǤƤ
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83
Josefa Muñoz Ruiz
juego. Bullying, Ciberbullying y factores aso- García Valverde (Dirs.). Tratamiento Integral
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dren.
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Àǡ Ǥ ȋ͖͔͕͙ȌǤ
Ǥ
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ǤƬǡǤȋ͖͔͕͗ȌǤ Ǥ͐ Ƭ Ǥ͐
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(Dirs.). Tratamiento Integral del Acoso. Na-
Ǥ
ǣǤ
Criminology Symposium 2013, Estocolmo. ǡǤƬǯǡǤǤȋ͖͔͕͙ȌǤInvestigación
Camargo, M. (2008) Violencia escolar y violencia so- sobre la delincuencia y el bullying escolar en
ǡ ×
Ǥ - ÓǤ Àǡ
×
. Va-
cuperado de: http://www.acosomoral.org/
ǣǤ
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̴͔͗͗͘Ǥ ¡ǡǤǡVoeten, M., ǡǤ., Poskiparta, E., Kal-
ǡ Ǥ͐
Ǥǡ ǡ Ǥǡ ǡ
Ǥ Ƭ ǡ Ǥ jonen, AǤƬSalmivalli, C. (2011). A large-scale
(2010). Violencia escolar entre adolescen- evaluation of the Kiva antibullying program:
tes y sus implicaciones en el ajuste psico- grades 4-6. Child Development. Vol. 82.
social: un estudio longitudinal. Revista de ǡ Ǥ Ƭ ǡ Ǥ ȋ͖͔͕͕ȌǤ Bullying destruyendo
Psicodidáctica, 15 (1): 21-34. mi autoestima. Revista Salud, Sexualidad
ǡ Ǥ ȋ͖͔͔͕ȌǤ Variables de personalidad aso- y SociedadǤ
ǣ ǣȀȀǤ
ciadas en la dinámica bullying (agresores ǤȀȀΨ͖͔Ψ͖͔
versus víctimas) en niños y niñas de 10 a 15 ͖͔͕͕Ȁ͕͔Ψ͖͔Ǥ
años.
À, 17 (1): 37-43. ÀǡǤƬǡǤȋ͖͔͕͗ȌǤ
×
±
ǡ Ǥ ȋ͖͔͔͝Ȍ
Ǥ - del cuestionario “Así nos llevamos en la es-
sis y propuestas de intervención. Madrid:
dz
-
Pirámide. lar (Bullying) en primarias. Revista Mexicana
ǡ Ǥ Ǥ Ƭ ǡ Ǥ
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de Investigación Educativa, 18 (56), enero-
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