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CASO

INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA EN CHINA

De 1949 a 1979 China tuvo una economía casi completamente autárquica. Durante
esos años de gobierno comunista, China prohibió la inversión extranjera y restringió
el comercio exterior. Aunque su tipo de comunismo enfatizó el aislamiento, la política
china también reflejaba su creencia histórica de que el contacto con los extranjeros
corrompía su política y dañaba su cultura. No obstante, debido al temor de quedar
rezagada económicamente con respecto a otros países, China promulgó la ley sobre
Empresas Conjuntas Chino-Extranjeras en 1979.
Desde entonces China ha experimentado un sustancial aumento de la IED. Se ha
convertido en el receptor más grande de IED entre los países en desarrollo y, desde
1993 ocupa el segundo lugar después de EEUU en flujos entrantes de IED entre
todos los países. Para mediados de 2002, la IED total en China superó los 700.000
millones de dólares y fue distribuida en casi 400.000 empresas. Japón, Taiwán y
EEUU son las fuentes más importantes de IED en China.
Conforme China adoptó gradualmente los principios de libre comercio, modificó sus
aspectos prácticos. Como regla China restringió las importaciones; las empresas
extranjeras descubrieron que la IED era una forma más realista de atender el
mercado chino. Más aún, aunque China permitió a los inversionistas extranjeros
proponer su modelo de ingreso preferido, aplicó estrictos criterios a través de un
proceso de revisión extenso. Específicamente, el Ministerio Chino de Comercio
Exterior y Cooperación Económica (MOFTEC) o las autoridades a nivel provincial
con jurisdicción sobre ciertos tipos de inversiones revisaron cada una de las
solicitudes de inversión extranjera para determinar si era o no conveniente para
China, es decir si ayudaba con la creación de capital, promovía las exportaciones,
creaba empleos o transfería tecnología. Los funcionarios chinos negociaron con
cada posible inversionista para tratar de mejorar sus contribuciones potenciales y
rechazaron muchas propuestas que ofrecían beneficios insuficientes.
Las empresas extranjeras debieron soportar prolongadas negociaciones, a menudo
con varios años de duración, con las empresas chinas y con los funcionarios y
autoridades provinciales, antes de presentar una solicitud al Ministerio. El
crecimiento de la IED en China, a pesar del difícil proceso de ingreso fue prueba del
deseo de las empresas de operar en ese país. Las empresas extranjeras codiciaban
el mercado chino por varias razones incluyendo:
1.
2. Potencial de mercado- China tiene alrededor de 1.300
millones de habitantes. Un portavoz de Monsanto resumió
este atractivo diciendo: “ Uno simplemente no puede ver un
mercado de ese tamaño y no crer que finalmente muchos
productos se venderán ahí. Una tableta de aspirina al día
para cada una de las personas y eso es demasiada
aspirina”
3. Rendimiento de mercado- El poder de compra de China ha
aumentado debido a su sólido crecimiento económico que
se ha traducido a gastos de consumo en productos básicos
y de lujo. Los economistas calculan que China será pronto
la economía más grande del mundo, según lo indica su
poder de compra.
4.
La infraestructura. China está en el proceso de gastar más
de un billón de dólares en proyectos de infraestructura,
incluyendo presas, plantas de energía eléctrica, sistemas
de transporte subterráneo, autopistas y ferrocarriles.

Los recursos. China cuenta con una reserva enorme de


mano de obra barata y productiva, así como suministros
enormes de petróleo y minerales.

El posicionamiento estratégico. Muchas empresas ven la


inversión en China como una parte crucial de una estrategia
global, sobre todo debido a su condición de gran mercado
final en crecimiento. Como lo explicó un analista: “Si usted
desea sobrevivir tiene que ser global y China forma parte de la
economía global”.

Con el paso del tiempo, el gobierno chino ha fomentado la IE, si bien es cierto que
sólo en algunos sectores de la economía y bajo limitaciones cambiantes. Desde el
inicio, el gobierno chino creía que la superior competitividad de los inversionistas
extranjeros aplastaría a sus jóvenes empresas domésticas. Por lo tanto, desde
principios de la década de 1980, China ha proporcionado zonas económicas
especiales (ZEE) que ofrecían a los inversionistas impuestos, tratamiento de la
inversión, y aranceles preferentes. Siempre y cuando exportaran toda su producción.
Estos incentivos eran necesarios porque la incertidumbre del ambiente político en
China hacía que las empresas extranjeras recelaran de su inversión en ese país.
Las empresas extranjeras también podían establecer empresas conjuntas con las
empresas chinas para vender al mercado doméstico. Sin embargo, el gobierno
aprobaba estas propuestas sólo si atendían a una necesidad nacional para la cual
China tuviera que buscar ayuda del exterior. Se realizaron inversiones dirigidas a
atender el mercado chino para mejorar un producto o una industria china, en vez de
iniciar la manufactura de un nuevo producto en China. Por ejemplo, China aprobó
varias empresas conjuntas en la industria petrolera, porque consideraba que las
ventas de petróleo en el futuro se convertirían en una prioridad para obtener divisas
extranjeras.
Obtener permiso para invertir en China significaba recorrer un camino largo y
sinuoso que comenzaba con una expresión de interés y terminaba con extensas
revisiones realizadas por el MOFTEC o las autoridades provinciales. Una empresa
empezaba buscando una organización china para que apoyara su solicitud con el fin
de establecer una oficina representante. Entonces, a la empresa extranjera se le
asignaba una empresa china con la que negociaría. Esa misma empresa china
podía negociar con más de una empresa extranjera para obtener la mejor oferta. Los
mismos pasos se seguían para una inversión de propiedad total. Sin embargo, en
estos casos, la empresa extranjera podía negociar directamente con todas las
autoridades, en vez de hacerlo a través de un socio local.
La determinación de la autoridad dependía de la prioridad del tipo particular de
inversión. Por ejemplo, los funcionarios provinciales podían aprobar las operaciones
de negocios que planeaban exportar toda la producción. Además, el MOFTEC
clasificaba las industrias de acuerdo con su prioridad, es decir, aquellas en las que
fomentaba, restringía o promovía la participación de las empresas extranjeras.
Cuando mayor es la prioridad, había más probabilidad de que se otorgara la
aprobación a nivel provincial. La lista de industrias era muy detallada y específica.
Por ejemplo, la lista presentada en 1995 incluía 18 categorías.
Hasta mediados de la década de 1990, China exigía que la mayoría de las empresas
extranjeras aceptaran participar en una empresa conjunta equitativa con un socio
local como una condición previa de acceso al mercado. El gobierno chino creía que
las empresas conjuntas equitativas, a diferencia de otros tipos de IED, transferían
capital, tecnología, destrezas gerenciales, sin diluir su propio control. Teóricamente
una empresa extranjera podía establecer una empresa de propiedad extranjera total
en industrias selectas. Sin embargo, dichas propuestas recibían mayores escrutinios
de parte de las autoridades chinas.
China ha aumentado sostenidamente su dependencia de los negocios
internacionales. Su comercio, importaciones y exportaciones, ha aumentado en
términos de porcentaje del PIB, y lo mismo ha sucedido con el número de ZEE. Ha
permitido, gradualmente, la existencia de empresas de propiedad extranjera total. En
1997 dichas empresas superaron por primera vez a las empresas conjuntas. Para
1999, más de la mitad de los inversionistas extranjeros de China eran empresas de
propiedad extranjera total. Además, las empresas chinas podían buscar socios de
empresas conjuntas extranjeras por su propia cuenta.
China se unió a la OMC en noviembre de 2001. El acceso a esta organización exigía
a ése país aceptar la liberalización del comercio y la inversión. La integración
gradual de China a la OMC cambiará su economía al abrirla a productos y empresas
extranjeras. China tiene que empezar a aceptar un conjunto de reglas de comercio
mundial que van desde aranceles más bajos hasta regulaciones antidumping,
pasando por la eliminación de restricciones a la distribución y venta al menudeo, así
como al cumplimiento de sanciones por violar marcas comerciales, patentes y
derechos de reproducción.
Existen beneficios y costos por unirse a la OMC. Con respecto a los primeros,
algunos pronostican que China podría duplicar sus exportaciones para el año 2006,
ganar un punto porcentual adicional de crecimiento económico para la siguiente
década y aumentar al doble su IED en los próximos cinco años. Respecto a las
desventajas, los integrantes de la OMC requieren que el gobierno chino reforme
muchas instituciones y prácticas de mercado. Algunos chinos se oponen a tales
cambios, por ejemplo, cinco atentados terroristas independientes afectaron las
operaciones de empresas multinacionales occidentales como McDonal’s,
patrocinadas por chinos adinerados, justo después de que China se unió a la OMC
Las empresas extranjeras se alegran de los cambios que exige la OMC. Las
empresas con inversión extranjera son responsables de casi la mitad de todas las
exportaciones de China y de tres cuartas partes de sus bienes manufacturados. Un
auge de las exportaciones beneficia en forma directa a estas empresas. Desde el
punto de vista operativo, las regulaciones de la OMC dan a las empresas extranjeras
la opción de establecer en China redes de venta al mayoreo, al menudeo, de
distribución y de servicio post-venta. De modo similar, las empresas extranjeras ya
no tienen que cumplir con los requisitos de contenido local, batallar con aranceles
altos a las importaciones o presentar propuestas de inversión al MOFTEC que
impliquen transferencia de tecnología. Más aún, China ha aceptado que sus diversas
empresas de propiedad estatal no discriminen a los extranjeros y decidan la compra
de bienes o servicios con base en consideraciones comerciales. Como el comercio y
la inversión entre los miembros de la OMC deben apegarse a una serie específica
de reglas cuyo cumplimiento se puede exigir, el ambiente de negocios chino debe
volverse más estable.
Todavía está por verse como China interpreta y cumple sus compromisos con la
OMC. China se unió a esta organización como un país en vías de desarrollo,
obteniendo así el derecho de cumplir con las regulaciones de la OMC en un periodo
de varios años. Por ejemplo, se estableció que los aranceles de importación chinos a
los automóviles, que se redujeron entre 44 y 51 por ciento en el 2002, dependiendo
del tamaño del motor, disminuyan al 25% para mediados del 2006. Además el
sistema de cuotas de importación y licencias para automóviles del gobierno chino no
será eliminado hasta el 2006. Con todo, las EMN se muestran optimistas sobre la
decisión de invertir en China. Algunas se dieron cuenta de que la aceptación de las
reglas de la OMC por parte de China, redujo los riesgos políticos, económicos y
legales para las EMN.
La integración de China a la OMC parecía ser el paso final de la larga marcha hacia
una economía de mercado abierto, la cual comenzó en la primavera de 1992,
cuando el líder veterano Deng Xiaoping, durante “su visita al sur”, reiteró el
compromiso de China tanto con una política de puertas abiertas, como con un
cambio a una economía de mercado. El decimoquinto Congreso del Partido
Comunista en 1997 marcó el inicio de una nueva etapa de la reforma de mercado
con su promesa de transformar la estructura económica y de negocios del país. En
1998, el Partido Comunista eliminó las barreras ideológicas a la propiedad privada, y
enmendó la Constitución del Estado para reconocer al sector privado. En 2001 el
presidente Jiang Zemin exhortó al Partido Comunista para que permitiera a
empresarios y ejecutivos de negocios unírsele, legitimando así la idea de la empresa
privada.
Como dijo un observador: “esta propuesta básicamente pone al partido de cabeza.
Eso significa que el partido eliminará de una vez y para siempre todas las reservas
ideológicas hacia el desarrollo del sector privado en China”. Sin embargo, los
conservadores del partido se opusieron a la propuesta del presidente Jiang.
La competencia entre la economía de mercado y los legados ideológicos en China
continuará durante muchos años. Durante ese tiempo los inversionistas extranjeros
tendrán un papel cada vez más importante en un país que históricamente había
recelado de los extranjeros. De hecho, grandes segmentos de la sociedad china no
están muy contentos con una economía de mercado abierto, la exposición creciente
hacia las culturas extranjeras y la interdependencia cada vez mayor con otros
países. Esta situación creó muchos retos para los gerentes. Si la historia puede
servir de guía, la actitud del gobierno chino hacia las inversiones realizadas por
empresas extranjeras influirá grandemente en el éxito de éstas.

PREGUNTAS

Luego de la lectura anterior, y con base en su contenido:

1. Analice los cambios operados en China hacia la


internacionalización de su economía y opine sobre ellos.
2. Cuales son los costos y beneficios de China al tener
más/menos Inversión Extranjera Directa?
3. Investigue los datos recientes sobre inversión extranjera en
China.
4. De qué manera una empresa podría hacer una evaluación
justa de las amenazas y oportunidades de Invertir en
China?
5. Qué políticas debería seguir China si quiere atraer más
Inversión Extranjera Directa?

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