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ANALISIS DE: “EL HOMBRE ELEFANTE”

Los verdaderos monstruos son las personas.

El hombre elefante, de David Lynch, es un largometraje que es capaz de calar en lo más profundo
de nuestra sociedad, demostrando lo perturbado y cegados que podemos llegar a estar como
personas y como a pesar de ser una película de los 80, puede llegar a ser analizada en tiempos
contemporáneos.

El hombre elefante sigue la vida de Jhon Merryl, quien, por peculiares dificultades, ha visto
transformado su apariencia a tal punto de ser un ser rechazado, en el momento en el que la madre
de Jhon fallece, esta situación se vuelve critica para él, ya que su único hábitat es un circo, en
donde es utilizado como objeto de entretención para la gente, quienes, sin pensar en él,
simplemente lo ven como un fenómeno. El inicio de la película se caracteriza por demostrar
realmente, desde el primer momento, que desde siempre Jhon ha sido rechazado, él nunca tuvo la
oportunidad de pertenecer a un ambiente social, ni de conocer la empatía o el amor de alguien
más que no fuera su madre, esto lo vuelve un ser asocial, temeroso y cuya vivencia carece de
sentido. Más adelante, gracias al Dr. Frederick, Jhon es rescatado y tratado como una persona, en
este punto comienza un largo camino, en el que descubrimos junto a Frederick, que Jhon es un ser
inteligente, amable y sensible, y también vemos el largo camino a través del cual el protagonista,
supera los traumas de su pasado y comienza a darse cuenta de su valía como humano.

Esta película, toca sensiblemente unas de las peores características de la humanidad, el egoísmo.
Egoísmo que es visto a lo largo de todo el largometraje, existe presencia de discriminación por el
físico del protagonista, siendo realmente el “villano” del film, la sociedad. Quienes no eran capaces
de establecer códigos morales suficientes, como para tratar de una manera humana a un ser con
dichas discapacidades, tornando su vida un verdadero infierno. Desde un punto de vista ético,
creemos ser capaces socialmente de comportarnos correctamente ante estas situaciones, sin
embargo, David Lynch plasmo correctamente una realidad de no hace tantos años, en el que las
supuestas bases éticas que el ser humano se ha planteado a lo largo de los años, se ven
cruelmente olvidadas, simplemente, por ignorancia ante una característica física, bajo la cual se
justifican situaciones de burla, violencia física, pero por, sobre todo, emocional. Perturbando la
vida de Jhon.

En el hombre elefante, se nos hace entender por todos lo personajes de la película, que el
monstruo es Jhon Merrick, sin embargo, los verdaderos monstruos son las personas. Incapaces de
someter sus impulsos primitivos, ante un ente que físicamente es distinto, pero que es capas de
pensar, comunicarse, sentir y amar como nosotros/as. La sociedad es cruel, y a pesar de todos los
años de análisis, y estudios que han traído una evolución educativa, siguen sucediendo actos que
atentan contra la moralidad que se promulga en las ciudades civilizadas. Hechos de racismo,
clasismo, homofobia, etc. En donde se desprecia a alguien, por diferencias que carecen de
importancia, llegando al punto de la violencia, la opresión y la carencia de empatía por el otro.

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