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LOS PROBLEMAS SOCIALES COMO CONDUCTA COLECTIVA.

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HERBERT BLUMER.
Universidad de California, Berkeley.

(Publicado en: Social Problems as Collective Behavior.


Social Problems, 18(3), 298 - 306. 1971)

Los sociólogos se han equivocado en ubicar a los problemas sociales en las


condiciones objetivas. En lugar de eso los mismos tienen su origen en un proceso de
definición colectiva. Este proceso determina que problemas sociales van a surgir o no,
cuales serán legitimados o no, como serán puestos en discusión, como van a ser
ubicados (discutidos) en la política oficial y como serán reconstituidos al dirigir las
acciones planeadas hacia los efectos. Los estudios y la teoría sociológica deben observar
estos procesos.

Mi tesis es que esos problemas son fundamentalmente producto de un proceso


colectivo de definición en lugar de existir independientemente como un conjunto de
medidas (acuerdos) con un carácter intrínseco. Esta tesis desafía las premisas de los
típicos estudios sociológicos de los problemas sociales y, si es verdadera, podría llamar
a una drástica reorientación de los mismos.

Déjenme comenzar con un breve resumen del modo típico en que los sociólogos
abordan el estudio y análisis de los problemas sociales. Los enfoques presumen que un
problema social existe como una condición o disposición objetiva en la textura de la
sociedad. Estas disposiciones o condiciones son vistas como algo intrínsecamente
dañino o de una naturaleza maligna colocándolas en contraste con una sociedad normal
o socialmente saludable. En la jerga sociológica es un estado de disfunción, patología,
desorganización o desviación. La tarea de los sociólogos es identificar estas condiciones
o disposiciones y resolverlas en sus elementos o partes esenciales. Este análisis del
carácter objetivo de los problemas sociales es usualmente acompañado por una
identificación de las condiciones que causan el problema y por propuestas acerca de
cómo el mismo puede ser manejado. Teniendo analizada la naturaleza objetiva del
problema, identificadas sus causas y apuntado como puede ser resuelto el sociólogo cree
que ha consumado su misión científica. El conocimiento e información que ha reunido
puede, por un lado ser sumado al conocimiento erudito y, por otro, ser puesto a
disposición de los hacedores de políticas y de la ciudadanía en general.

Estos típicos abordajes sociológicos parecen lógicos, razonables y justificables.


Sin embargo, a mi juicio, reflejan un grueso malentendido de la naturaleza de los
problemas sociales y, por consiguiente, son inefectivos en proveer para su control. Para
dar indicaciones iniciales de la deficiencia del enfoque, déjenme indicar brevemente la
falsedad o el carácter desaprobado de varias de sus asunciones o afirmaciones.

Primero, las teorías y conocimientos sociológicos actuales, en si mismos, no


hacen posible la identificación o detección de los problemas sociales. En lugar de ello,
los sociólogos solo los descubren luego de ser reconocidos como tales por una y en una

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Traducción: Valeria Sarmiento. Dpto de Trabajo Social - UNSJ.

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sociedad. El reconocimiento sociológico sigue al reconocimiento social, cambiando de
dirección con los vientos de la identificación pública de los problemas. Las ilustraciones
son muchas, yo solo citaré unas pocas: la pobreza fue un importante problema social
para los sociólogos hace 50 años atrás, para prácticamente desaparecer de la escena
social en 1940 y e inicios de los 50 y reaparecer actualmente. La injusticia racial y la
explotación fueron, lejos, los problemas más grandes en 1920 y 1930 y lo son hoy en
día. La polución ambiental y la destrucción ecológica son problemas sociales poco
antiguos para los sociólogos aún cuando su presencia y manifestaciones datan de hace
muchas décadas. El problema de la desigualdad del status femenino que ha emergido
vigorosamente en nuestra actualidad fue una preocupación sociológica periférica unos
pocos años atrás. Sin profundizar en otros ejemplos, solo afirmo que en la identificación
de problemas sociales los sociólogos han tomado consistentemente las señales de lo que
sucedía en el foco de las preocupaciones públicas. Esta conclusión es sostenida más allá
de la indiferencia de los sociólogos y el público, y a la par de muchas dañinas y
cuestionables dimensiones de la vida moderna. Tales injuriosas dimensiones pueden ser
casualmente célebres pero a pesar de su gravedad reciben el status de problemas
sociales por parte de los sociólogos. Unos pocos casos que me vienen a la mente son: la
vasta sobreorganización que se está desarrollando en la sociedad moderna, el
inmerecido incremento en la valuación de la tierra con el que Henry George hizo
campaña hace ¾ de siglos, los injuriosos efectos sociales de nuestro sistema de rutas
nacionales, las perniciosas consecuencias sociales de una ideología de “crecimiento”, el
lado indeseable de los códigos de negocios establecidos y quizás puedo agregar por mi
estado de California, un plan estatal del agua con consecuencias sociales ocultas de
carácter repulsivo. Pienso que este registro empírico es claro acerca de que la
designación de los problemas sociales por los sociólogos se deriva de la designación
pública de los mismos.

Déjenme agregar: contrariamente a las pretensiones de los sociólogos, la teoría


sociológica ha sido por si misma impotente para identificar o detectar problemas
sociales. Esto puede verse en el caso de los 3 conceptos sociológicos más usados
actualmente para explicar la emergencia de los problemas sociales: desviación,
disfunción y tensiones estructurales, célebres por su fracaso para alcanzar el status de
problemas sociales mientras que otras instancias lo han alcanzado. Hay todo tipo de
desviaciones que no han ganado el reconocimiento de problemas, nunca dijimos como
las desviaciones se convierten en problema social. Similarmente, hay muchas presuntas
disfunciones o tensiones estructurales que nunca serán vistas como tales, no hemos
dicho como y cuando se convertirán en tales. Obviamente las desviaciones, disfunciones
y tensiones estructurales en un lado y los problemas sociales en otro no son
equivalentes.

Si la teoría sociológica convencional es tan decisivamente incapaz de detectar


los problemas sociales y si los sociólogos realizan esa detección siguiendo y usando el
reconocimiento público de los mismos, sería lógico que los estudiosos de los problemas
sociales sean capaces de estudiar los procesos por los cuales cada sociedad se dirige a
reconocer sus problemas sociales. Los sociólogos han fallado para hacer esto.

La segunda deficiencia del enfoque sociológico convencional es la asunción de


que un problema social existe básicamente bajo la forma de una condición objetiva
identificable en una sociedad. Los sociólogos tratan los problemas sociales como si
éstos consistieran en una serie de ítems objetivos, como tasas de incidencias, el tipo de

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personas involucradas en el problema, sus números, sus tipos, características sociales y
la relación de sus condiciones con varios factores seleccionados. Asumen que la
reducción de un problema social en algunos elementos objetivos refleja las
características centrales del problema y constituye su análisis científico. A mi juicio esta
asunción es errónea. Como mostraré luego, un problema social existe inicialmente en
términos de cómo es definido y concebido en una sociedad en lugar de ser una
condición objetiva con una caracterización objetiva. La definición societal y no la
caracterización objetiva de una condición social dada determina si la condición existe
como problema social. La definición societal le da al problema social su naturaleza, da a
conocer como este es enfocado y muestra que se ha hecho acerca de él. A la larga, estas
influencias decisivas, la sobrenombrada existencia objetiva o caracterización de los
problemas sociales es verdaderamente secundaria. Un sociólogo puede notar lo que
cree, es una condición maligna en la sociedad, pero la sociedad puede ignorar
completamente su presencia en cuyo caso la condición no existirá como problema para
esa sociedad a pesar de su existencia objetiva, o bien el análisis objetivo de un problema
social reconocido socialmente puede diferir mucho de cómo el problema es visto y
enfocado en la sociedad. Por consiguiente este análisis no tiene influencia sobre que se
hace con el problema y consecuentemente no tiene relación real con el mismo. Estas
someras observaciones sugieren una clara necesidad de estudiar el proceso por el cual
cada sociedad se dirige a considerar, definir y manejar sus problemas sociales. Los
estudiosos de problemas sociales notoriamente ignoran este proceso y este raramente
ingresa en la teoría sociológica.

Hay una tercera asunción fundamental altamente cuestionable, la típica


orientación de los sociólogos en el estudio de los problemas sociales según el cual los
descubrimientos de sus estudios de la caracterización objetiva de un problema social
puede proveer a la sociedad de significados sólidos y efectivos para un tratamiento
reparador de ese problema. Toda la sociedad debe o debería hacer, prestar atención a los
descubrimientos y considerar las líneas de tratamiento para cada punto de
descubrimiento. Esta asunción no tiene sentido en gran parte. Ignora o tergiversa como
actúa una sociedad ante sus problemas sociales. Estos son siempre un punto focal para
la operación de intereses, intenciones y objetivos conflictivos y divergentes. Es el
interjuego de esos intereses y objetivos lo que constituye los modos en que cada
sociedad trata cada uno de sus problemas sociales. El conteo sociológico de las
características objetivas permanece ajeno a ese antejuego y puede ser inconsecuente con
este. Esta distante eliminación del estudio sociológico del proceso real a través del cual
cada sociedad actúa respecto a sus problemas sociales es una explicación mayor de la
inefectividad de los estudios de los mismos.

Las 3 deficiencias centrales que he nombrado son solo un bosquejo del necesario
criticismo totalmente abandonado del típico tratamiento sociológico de los problemas
sociales, pero ellos sirven como una pista y desde ahora como una introducción para el
desarrollo de mi tesis de que los problemas sociales yacen y son producto de un proceso
de definición colectivo. Este proceso es responsable por la emergencia de los
problemas sociales , por e4l modo en que cada uno de ellos son vistos, enfocados y
considerados, por el tipo de plan oficial de recuperación que es puesto en marcha y por
la transformación de la aplicación de los mismos. Resumiendo, el proceso de definición
colectivo determina la carrera y destino de los problemas sociales, desde su punto de
aparición hasta cualquiera que sea el punto final de su curso. Ellos tienen su ser
fundamentalmente en este proceso de definición colectivo, en lugar de ello algunos

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presumen un área objetiva de maldad social. Las fallas para reconocer y respetar estos
hechos constituye, en mi opinión, la debilidad fundamental en el estudio sociológico de
los problemas sociales. Déjenme proceder a desarrollar mi tesis:

Para introducir la emergencia, carrera y el destino de los problemas sociales en


un proceso definición de colectivo se llama a un análisis del curso de este proceso. Yo
encuentro que este proceso pasa a través de cinco (5) etapas. Designaré a éstas:
1. Emergencia de un problema social.
2. Legitimación del problema.
3. Movilización de la acción en consideración al problema.
4. Formulación de un plan de acción oficial.
5. Transformación del plan oficial en su implementación empírica.

§ Emergencia de un problema social.

Los problemas sociales no son el producto de un mal funcionamiento intrínseco


de la sociedad, sino que son el resultado de una definición en que una condición dada es
escogida e identificada como problema social. Estos no existen para una sociedad hasta
que son reconocidos por la misma. Si no es consciente de un problema, una sociedad no
lo percibe, ubica, discute o hace nada respecto de el. No está. Consecuentemente, es
necesario considerar el interrogante de cómo un problema social se origina. A pesar de
su importancia crucial, esta pregunta ha sido esencialmente ignorada por los sociólogos.

Es un grueso error asumir que cualquier tipo de condición maligna o dañina en


una sociedad se convierte automáticamente en un problema social para la misma. Las
páginas d la historia están repletas de ejemplos de angustiosas condiciones sociales no
observadas ni atendidas en las sociedades en las que ocurren. Los observadores
inteligentes usando los estándares de una sociedad, pueden percibir las condiciones
dañinas en otra en la que todavía no aparecen como problemas para los miembros de la
misma. Mientras los individuos con agudas percepciones de su sociedad, o que son el
resultado de experiencias angustiosas pueden percibir condiciones sociales dadas en su
sociedad como dañinas, quizás impotentes y esperando alguna preocupación por las
condiciones. También estas condiciones dadas pueden ser ignoradas aún en un
momento, sin cambios en sus características y convertirse en asuntos de gran
preocupación en otro momento. Toda esta clase de ejemplos se repiten tan diariamente
que no es necesario documentarlos. Las observaciones más casuales y las reflexiones
muestran claramente que el reconocimiento de un problema por parte de una sociedad
es un proceso altamente selectivo, muchas condiciones y situaciones sociales nocivas no
reciben ni un poco de atención y otras caen frecuentemente al borde de feroces pugnas
competitivas. Muchos pujan por el reconocimiento social, pero solo algunas llegan al
final del embudo.

Yo quisiera pensar que la mayoría de los estudiosos de los problemas sociales


verán automáticamente la necesidad de estudiar este proceso por el cual condiciones o
situaciones sociales dadas son reconocidas como problemas sociales, pero por largo
tiempo, los sociólogos no han visto esta necesidad ni se detienen respecto de esto. Las
trivialidades sociológicas tales como la percepción de los problemas sociales
mantenidas por las ideologías o creencias tradicionales, no nos dicen prácticamente
nada acerca de lo que una sociedad escoge como problema social ni de cómo se
presentan. Escasamente tenemos algunos estudios y conocimientos pobremente

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limitados de tan relevantes asuntos como seguir el papel de la discusión en el proceso de
reconocimiento de los problemas, del papel de la violencia en ganar ese reconocimiento,
el juego de los intereses grupales que buscan impedir el reconocimiento de un problema
el papel de otros grupos interesados que prevén las ganancias materiales de elevar una
condición dada como problema, el papel de figuras políticas en fomentar la
preocupación por ciertos problemas y desalentar las preocupaciones por otros, también
el papel de poderosas organizaciones y corporaciones haciendo lo mismo, la
impotencia de grupos sin poder para ganar atención en lo que ellos consideran deberían
ser problemas, el papel de los medios de comunicación masivos en seleccionar los
problemas sociales y la influencia de sucesos advenidos que golpean la sensibilidad
pública. Tenemos aquí un vasto campo que llama y necesita ser estudiado si vamos a
entender el simple pero basal asunto de cómo emergen los problemas. Repito, si ellos
no emergen ni siquiera tiene vida.

§ Legitimación de los problemas sociales.

El reconocimiento social da nacimiento a un problema social, pero si este es


trasladado en su curso y no muere abandonado adquirirá mayor legitimación social.
Puede ser extraño hablar de cómo los problemas sociales se vuelven legítimos. Solo
después de ganar su reconocimiento inicial un problema social debe adquirir respaldo
social si será tomado seriamente y puesto en carrera. Debe adquirir un necesario grado
de respetabilidad que lo autoriza a su consideración en las reconocidas arenas de la
discusión pública. En nuestra sociedad tales arenas son la prensa, otros medios de
comunicación, la iglesia, la escuela, organizaciones cívicas, cámaras legislativas y los
sitios de asamblea de la cúpula oficial. Si un problema social no recibe las credenciales
de respetabilidad necesarias para ingresar en las mismas está destinado a morir. No hay
que pensar que por que una condición social dada es reconocida como grave por algunas
personas en una sociedad, esto significará que el problema será ingresado en la arena de
la consideración pública. Al contrario el problema afirmado puede ser considerado
insignificante, no digno de consideración, por lo tanto no debe ser introducido en el
orden aceptado de cosas o solo como un reclamo de cuestionables o subversivos
elementos en una sociedad. Cualquiera de estas cuestiones puede bloquear un problema
reconocido en ganar legitimidad. Si el problema social falla en ganar legitimidad se cae
y consume fuera de la arena de la acción pública. Quiero enfatizar que en medio de una
gran variedad de condiciones sociales que son reconocidas como dañinas por diferentes
conjuntos de personas, hay relativamente pocos que adquieren legitimidad. Acá
nuevamente confrontamos con un selectivo proceso en el que muchos problemas
sociales emergentes son sofocados, otros ignorados, eludidos, otros deben luchar por
obtener un status respetable y otros son lanzados a legitimarse por fuertes e influyentes
respaldos. Conocemos muy pocos de estos procesos a través de los cuales los problemas
sociales deben pasar para conseguir legitimidad. Ciertamente tal pasaje no se realiza
solamente por la gravedad intrínseca de un problema, ni tampoco se realiza por ser
prioritario del interés o conocimiento público ni de las ideologías del público. Este
proceso es mucho más complicado que como estas ideas comunes sugieren.
Obviamente muchos de los factores que operan para lograr el reconocimiento social de
los problemas continúan tomando parte en su legitimación, pero parece ser evidente que
hay otros factores contribuyentes a través de los cuales la esquiva cualidad de
respetabilidad social viene a ser atribuida a los problemas sociales. No tenemos mucho
conocimiento de este proceso porque ha sido escasamente estudiado. Es ciertamente una

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preocupación cardinal que debería ser enlazada a las preocupaciones de los estudiosos
de los problemas sociales.

♦ Movilización de la acción.

Si un problema social se las arregla para pasar a través de las etapas del
reconocimiento y legitimación social, entra en una nueva etapa de su carrera. Se
convierte ahora en objeto de discusión, de controversia, de diferentes descripciones y
diversos reclamos. Aquellos que buscan cambios en el área de los problemas se
enfrentan a aquellos que se esfuerzan por conferir protección a los intereses en el área.
Exagerando reclamos y descripciones distorsionadas sirviendo a los intereses protegidos
se convierten en algo común. Los extraños, los menos involucrados brindan sus
sentimientos e imágenes para sustentar sus construcciones del problema. Discusión,
defensa, evaluación, falsificación y diversidad de tácticas y avanzadas propuestas toman
lugar en los medios de comunicación, en reuniones casuales u organizadas en cámaras
legislativas y comités de audiencias. Todos estos constituyen una movilización de la
sociedad en su actuación en los problemas sociales. Esto parece apenas necesario para
dar cuenta de que el destino del problema social depende en gran medida de lo que
sucede en este proceso de movilización. Como el problema es definido, como es puesto
en respuesta de los sentimientos despertados, como es descripto para proteger los
intereses y como reflejan el juego de posiciones estratégicas y todopoderosas son las
preguntas apropiadas que sugieren la importancia de este proceso de movilización para
la acción.

Nuevamente, tan lejos como puedo ver, los estudiosos de los problemas sociales
deben considerar este proceso de definición colectiva. Nuestros mejores conocimientos
de esta etapa vienen de los estudiosos de la opinión pública. Aún su contribución es
fragmentada e inadecuadamente infortunada, principalmente por su carencia de análisis
empírico detallado del proceso. Ellos nos dicen muy poco de cómo los problemas
sociales dados sobreviven sus enfrentamientos y como ellos son redefinidos cuando
sobreviven. Igualmente no nos dicen nada acerca de cómo otros problemas sociales
mueren, perecen o solo desaparecen en esta etapa. Los estudiosos de los problemas
sociales deberían visualizar esta crucial etapa en el destino de los problemas sociales,
que me parece extraordinariamente falta de perspicacia.

♦ Formación de un Plan de Acción Oficial.

Esta etapa en la carrera de un problema social representa la decisión de una


sociedad sobre como actuará respecto del problema. Esto consiste en pelear entre todos
por un plan de acción oficial que tome lugar en los comités legislativos, cámaras
legislativas y en los escenarios ejecutivos. El plan oficial es casi siempre producto de
tratos en los que diferentes puntos de vista e intereses acomodan compromisos,
concesiones, tratados, diferencias de influencias, respuestas al poder y juicios acerca de
que puede ser trabajado (todos juegan una parte en la formulación final). Este es un
proceso de definición y redefinición en una hechura concentrada, la formación, re-
trabajo y re-adjudicación de una imagen colectiva del problema social, así que lo que
emerge puede ser algo muy alejado de cómo el problema fue visto en los inicios de su

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carrera. El plan oficial promulgado constituye en si mismo, la definición oficial del
problema, representa como la sociedad a través del aparato oficial percibe el mismo e
intenta actuar sobre él. Estas observaciones son comunes. Aún apuntan a que la
operación del proceso de definición les está diciendo algo significativo para el destino
del problema. Seguramente un efectivo y relevante estudio de los problemas sociales
debería abarcar que sucede a los mismos en el proceso de consensuar una acción oficial.

♦ Implementación del Plan Oficial.

Asumir que un plan oficial y su implementación son lo mismo en la práctica es


volar sobre los hechos. Invariablemente en algún grado o frecuentemente en alguna
medida al poner el plan en práctica este es modificado, retorcido y reformado y toma
atribuciones inesperadas. Esto es de esperar. La implementación del plan se introduce
en un nuevo proceso de definición colectivo. Esto instala la etapa para la formación de
nuevas líneas de acción en la parte en que estas están envueltas en el problema social y
que están tocadas por el plan. Las personas que están en peligro de perder ventajas se
esfuerzan por restringir el plan e inclinar sus operaciones en nuevas direcciones.
Aquellos que esperan beneficios del plan tienen posibilidades de explotar nuevas
oportunidades. O ambos grupos pueden tener éxito en conseguir nuevos arreglos en el
plan. La administración y el personal operativo están dispuestos a sustituir su política
por la política que subyace en el plan. Frecuentemente se desarrollan muchos tipos de
ajustes subterráneos dejando intactas las áreas centrales del problema social o
transformando otras de estas de formas que nunca fueron intentadas. El tipo de
acomodaciones, bloqueos, atribuciones no esperadas y transformaciones inentendidas de
las que estoy hablando pueden ser vistas abundantemente en muchas tentativas pasadas
de colocar planes oficiales en prácticas actuales. Tales consecuencias son conspiscuas
en la implementación de la prohibición de reformas. Estas son notorias en el caso de
agencias regulatorias en nuestro país. Ellas serán vistas en el caso de la mayoría de los
nuevos programas de endurecimiento de leyes diseñadas para combatir el crimen, yo
apenas conozco algunas facetas del área general de problemas que es más importante,
menos entendida y estudiada que aquellas inesperadas e inentendidas reestructuraciones
del área de problemas sociales que provienen de la implementación de un plan oficial de
tratamiento. Soy incapaz de entender porque los estudiosos de los problemas sociales en
sus estudios y formulaciones de la teoría pueden darse el lujo de ignorar este paso
crucial en el ciclo de vida de los problemas sociales.

Espero que mi discusión de las 5 etapas reconocidas en la carrera total de los


problemas sociales traiga la necesidad de desarrollar una nueva perspectiva o enfoque
en su estudio sociológico. Esto me parece indudablemente necesario para ubicarlos en
el contexto de un proceso de definición colectiva. Este es el que determina que
problemas sociales serán reconocidos, cuales cualifican para ser considerados, como
serán considerados, que se hará acerca de ellos y como serán reconstituidos en los
esfuerzos emprendidos para controlarlos. Los problemas sociales tienen su existencia,
carrera y destino en este proceso. Ignorarlo solo puede producir un conocimiento
fragmentado y una imagen ficticia de ellos.

Mi discusión no debe ser construida como una estimación negativa (o que


desmiente) los modos convencionales en que los sociólogos han enfocado el tema de los
problemas sociales. El conocimiento de las características objetivas (que es su
aspiración) debería ser visto como un correctivo para la ignorancia o desinformación

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concerniente a esta caracterización objetiva. Aún así este conocimiento es grosamente
inadecuado en lo que respecta ya sea al manejo de los problemas sociales o al desarrollo
de una teoría sociológica. En el primer caso ese conocimiento solo es significativo al
grado en el que el mismo entra en el proceso de definición colectiva que determina el
destino de los problemas sociales. En este proceso el conocimiento puede ser ignorado,
distorsionado o sofocado por otras consideraciones. Para mi es autoevidente que los
sociólogos que desean que sus estudios de los problemas sociales logren mejores
condiciones, tienen estudios superiores y entienden el proceso a través del cual se
realizan los cambios. Del lado de la teoría sociológica, el conocimiento objetivo de los
problemas sociales es inútil porque, como he mostrado, los mismos no yacen en las
áreas objetivas en las que ellos apuntan, pero si en el proceso de ser vistos y definidos
por la sociedad. Toda la evidencia empírica que pude encontrar apunta indudablemente
a esta conclusión. Recibiré evidencia al contrario. Los sociólogos que buscan para
desarrollar teoría de los problemas sociales en la premisa de que éstos están alojados en
algún tipo de estructura social objetiva están interpretando mal su mundo. Atribuir los
problemas sociales a presuntas disposiciones estructurales, a trastornos en el equilibro
del sistema social, a disfunciones, rupturas de las normas sociales, a choques con las
normas sociales o desviaciones de la conformidad social es transferir inconscientemente
a una supuesta estructura social lo que pertenece a un proceso de definición colectiva.
Como dije anteriormente ninguno de estos conceptos es capaz de explicar porque
algunos problemas se convierten en sociales y otros no. Esta explicación debe ser
buscada en el proceso de definición colectiva. Si la teoría sociológica es apoyada en el
conocimiento del mundo empírico de los problemas sociales, debe prestar atención y
respetar la naturaleza de ese mundo empírico.

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