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Tal remisión se realizó en virtud del auto dictado por el TDJ en fecha 24 de noviembre de
2015, mediante el cual oyó en ambos efectos los recursos de apelación interpuestos por la
ciudadana Yuvitmar Ayala Hung, Inspectora Delegada de Tribunales y por el ciudadano Juez
sometido a procedimiento, contra la decisión N° TDJ-SD-2015-029 de fecha 29 de abril de
2015, la cual fue objeto de aclaratoria publicada en fecha 14 de julio de 2015 bajo la
nomenclatura N° TDJ-SD-2015-049, mediante la cual se declaró la responsabilidad
disciplinaria del ciudadano MARCOS RAFAEL ROJAS GARCÍA, por haberse ausentado del
lugar donde ejercía sus funciones jurisdiccionales sin la respectiva licencia, en tiempo hábil y
sin causa justificada, ilícito disciplinario previsto en el artículo 31 numeral 4 del derogado
Código de Ética, actualmente subsumible en el artículo 27 numeral 4 del Código de Ética del
Juez Venezolano y Jueza Venezolana (en lo adelante Código de Ética), imponiéndole la
sanción de amonestación escrita. Por otra parte fue absuelto de responsabilidad disciplinaria
respecto al ilícito disciplinario previsto y sancionado en el numeral 12 del artículo 33 del
derogado Código de Ética, actualmente subsumible en el artículo 29 numeral 12 –Falta de
Probidad– y por último, se declaró su responsabilidad disciplinaria por haber incurrido en
descuido injustificado en la tramitación del proceso, al celebrar anticipadamente la audiencia
de amparo constitucional al no percatarse que la fecha de celebración de la audiencia de
amparo constitucional era el 16 de enero de 2008 y no el día 15 del mismo mes y año,
encuadrándose tal conducta en el ilícito disciplinario contemplado en el numeral 6 del artículo
31 del derogado Código de Ética, actualmente subsumible en el artículo 27 numeral 6 de la
nueva norma adjetiva disciplinaria y levantó la medida de suspensión del cargo que fue
decretada contra el juez procesado disciplinariamente, ordenando su reincorporación, así
como el pago de los sueldos y demás remuneraciones dejadas de percibir durante el tiempo
que duró la medida.
En fecha 16 de diciembre de 2015, esta alzada dictó auto acordando fijar la audiencia oral y
pública a las dos de la tarde (2:00 p.m.) del décimo cuarto (14°) día de despacho siguiente a
la referida fecha, más cinco (5) días continuos del término de la distancia que fueron
concedidos al juez sometido a procedimiento para la presentación de la formalización de su
apelación y cinco (5) días continuos del término de la distancia concedidos al mismo,
contados a partir del vencimiento del lapso para la consignación del escrito de
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En fecha 27 de enero de 2016, la Secretaría de esta Alzada vista la entrada en vigencia del
nuevo Código de Ética del Juez Venezolano y Jueza Venezolana, publicado en la Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, Extraordinario Nº 6.207 de fecha 28 de
diciembre de 2015 y por cuanto esta instancia judicial reanudó el despacho en fecha 27 de
enero de 2016 y las partes no habían sido debidamente notificadas de los lapsos procesales
de las causas en curso con aplicación del nuevo procedimiento disciplinario, dictó auto en el
cual fijó la oportunidad para la celebración de la audiencia oral y pública a las dos de la tarde
(2:00 p.m.) del décimo cuarto (14º) día de despacho siguiente, más cinco (05) días continuos
del término de la distancia, que se le conceden para la fundamentación de la apelación,
contados a partir de que conste en autos la última de las notificaciones y cinco (05) días
continuos del término de la distancia que se le conceden al mismo, para la contestación a la
fundamentación, contados a partir del vencimiento del lapso para la fundamentación.
En fecha 30 de junio de 2016, el Juez procesado presentó ante esta Instancia Judicial escrito
mediante el cual desistió de las apelaciones ejercidas por su persona contra la decisión Nº
TDJ-SD-2015-029 proferida por el TDJ en fecha 29 de abril de 2015.
En esa misma fecha, esta Alzada dictó auto mediante el cual dejó constancia del
abocamiento para el conocimiento de la presente causa por parte del juez ROMER ABNER
PACHECO MORALES, en razón de la ausencia temporal de la Jueza Merly Jacqueline
Morales, además se acordó notificar a las partes para que ejerzan de así estimarlo el control
previsto en el artículo 90 del Código de Procedimiento Civil.
I
ANTECEDENTES
EXP. N° AP61-R-2015-000021
EXP. N° AP61-R-2015-000021
II
DEL FALLO APELADO
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por el órgano instructor, toda vez que el juez procesado “(…) actuó apegado a derecho en el
sentido de haber respetado los lapsos procesales previstos para ello; motivo por el cual mal puede
considerarse que dicha actuación pudo haber sido abusiva o exacerbada por cuanto lo efectuado lo
llevó a cabo dentro del ámbito de sus competencias y facultades. No obstante, la instancia
disciplinaria judicial, consideró que el juez denunciado, al no percatarse que la fecha de la
celebración de la precitada audiencia de amparo constitucional debió efectuarse el 16 de
enero de 2008 y no el día 15 del mismo mes y año, incurrió en descuido injustificado, en la
tramitación de la causa judicial Nº 4217 (nomenclatura del Juzgado Superior en lo Civil,
Mercantil, del Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del estado Falcón), la cual se
encuadra en el ilícito disciplinario, establecido en el numeral 6 del artículo 31 del derogado
Código de Ética, actualmente subsumible en el numeral 6 del artículo 27 del novísimo
Código de Ética, razón por la cual el TDJ le impuso la sanción de—Amonestación—.
En base a la motivación antes resumida, el TDJ emitió el correspondiente pronunciamiento y
declaró:
“(…) PRIMERO: El cambio de la precalificación propuesta por la Inspectoría General de
Tribunales del numeral 8 del artículo 33 del Código de Ética del Juez Venezolano y la Jueza
Venezolana a la falta disciplinaria prevista en el numeral 4 del artículo 31 ejusdem, de
conformidad con el criterio sostenido por esta instancia disciplinaria, ratificado por la Corte
Disciplinaria Judicial y confirmado por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, según sentencia N.º 1319 de fecha 8 de octubre de 2013.
SEGUNDO: LA RESPONSABILIDAD DISCIPLINARIA del ciudadano MARCOS RAFAEL
ROJAS GARCÍA, titular de la cédula de identidad Nro. V- 7.498.118 en su condición de Juez
Titular Superior en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial
del Estado Falcón, por la comisión de la falta disciplinaria prevista en el numeral 4 del
artículo 31 del Código de Ética del Juez Venezolano y la Jueza Venezolana, por haberse
ausentado del lugar donde ejercía sus funciones jurisdiccionales sin la respectiva licencia, en
tiempo hábil y sin causa justificada durante los días 25, 26, 27, 28 y 29 de enero de 2010, y
en consecuencia se le impone la sanción de AMONESTACIÓN ESCRITA.
TERCERO: Se ABSUELVE DE RESPONSABILIDAD DISCIPLINARIA al ciudadano
MARCOS RAFAEL ROJAS GARCÍA, en su condición de Juez del Juzgado Superior en lo
Civil, Mercantil, del Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado Falcón, de
la comisión de la falta disciplinaria relativa a la falta de probidad prevista en el numeral 12 del
artículo 33 del Código de Ética del Juez Venezolano y la Jueza Venezolana, por cuanto
efectivamente realizó el trámite correspondiente para que efectuaran el descuento de la
nómina de los cinco (5) días laborales durante los cuales realizó el viaje para la República de
Cuba.
CUARTO: El cambio de la precalificación propuesta por la Inspectoría General de
Tribunales, del numeral 14 del artículo 33 del Código de Ética del Juez Venezolano y la
Jueza Venezolana a la falta disciplinaria prevista en el numeral 6 del artículo 31 ejusdem, de
conformidad con el criterio sostenido y mencionado en el punto PRIMERO.
QUINTO: LA RESPONSABILIDAD DISCIPLINARIA del ciudadano MARCOS RAFAEL
ROJAS GARCÍA, titular de la cédula de identidad Nro. V- 7.498.118 por haber incurrido en
descuido injustificado al no haberse percatado que la fecha de celebración de la audiencia
de amparo constitucional era el 16 de enero de 2008 y no el día 15 del mismo mes año como
efectivamente fue celebrada. En tal sentido se le impone la sanción de AMONESTACIÓN
ESCRITA.
SEXTO: Se LEVANTA la medida de suspensión que fuera decretada contra el juez
procesado y en consecuencia se ordena la reincorporación al cargo de Juez Titular del
Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial
del Estado Falcón o a uno de similar jerarquía, y el pago de los sueldos dejados de percibir y
demás remuneraciones durante el tiempo que duró la medida de suspensión hasta la
reincorporación efectiva del juez antes mencionado (...)”
III
FUNDAMENTACIÓN DE LA APELACIÓN
El 26 de julio de 2016, la ciudadana YUVITMAR AYALA HUNG, actuando por delegación del
Inspector General de Tribunales, Magistrada FRANCIA COELLO GONZÁLEZ presentó
oportunamente su escrito de apelación basado en los siguientes términos:
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1.- Respecto a la primera denuncia, “El haberse ausentado injustificadamente del Tribunal a su
cargo entre los días 25 y el 29 de enero de 2010, sin obtener la debida aprobación, en perjuicio del
normal funcionamiento de la actividad jurisdiccional que quedó paralizada durante cinco (5) días
hábiles, razón por la cual solicitó su destitución, conforme a lo previsto en el art. 33, numeral 8 del
CEJVJV.”, la IGT sostiene que la conducta desplegada por el juez procesado, generó que se
comprometiera el normal funcionamiento del Tribunal, ya que según el órgano instructor lo
normal es que en tiempo hábil, el juez se encuentre presente, se dé despacho, se atienda al
público, a los fines de que las causas judiciales sigan su curso y a decir de la IGT quedó
demostrado que durante los cinco (05) días hábiles, el juez denunciado se ausentó
injustificadamente del Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y Bancario de la
Circunscripción Judicial del estado Falcón, sin el correspondiente permiso y en tiempo hábil,
aunado al hecho que el funcionamiento del Tribunal venía sufriendo de un recorte de horario
debido a la emergencia del servicio eléctrico conforme a la Resolución Nº 2010-0001 del
catorce (14) de enero de 2010 emanada del Tribunal Supremo de Justicia.
Asimismo, indicó la IGT que la Primera Instancia Disciplinaria analizó lo establecido en la
sentencia TDJ-SD-2014-040 del 15 de mayo de 2010, para el mejor esclarecimiento de los
hechos, sin embargo obvió un aspecto de ella, respecto al bien jurídico tutelado por el
Legislador, a través de la sanción solicitada, “(…) el correcto funcionamiento de los órganos
jurisdiccionales que conforman el Poder Judicial, reflejado en el cabal cumplimiento de las
obligaciones de los jueces y juezas de la República para lograr una justicia eficiente, por lo cual
el referido Juez, al haber desatendido sus obligaciones, durante el lapso señalado, que además ya se
encontraba afectado por el recorte del horario, mal puede considerarse que no se comprometió el
normal funcionamiento del Órgano judicial,… en virtud que no hubo despacho durante esos días, ni la
convocatoria del Juez suplente... viéndose afectados los justiciables quienes se vieron impedidos de
acudir al Tribunal (…). Por todo lo anterior, el órgano instructor determinó que la sentencia
recurrida incurrió en la violación de la ley por errónea aplicación del artículo 31 numeral 4 del
Código de Ética (derogado), al imponerle al juez sometido a procedimiento una sanción
menos gravosa —Amonestación—, cuando lo procedente era la aplicación del artículo 33
numeral 8 ejusdem, es decir —Destitución—.
2.- Consideró la IGT en lo concerniente al ilícito disciplinario de falta de probidad, que el juez
“(…) no informó a la División de Servicios al Personal de la Dirección Administrativa Regional (DAR),
respecto de su ausencia, a fin de que se hiciera el correspondiente descuento de la nómina, por lo
cual se solicitó que se le impusiera la sanción de destitución conforme a lo previsto en el artículo 33,
12 del CEJVJV”, al respecto, la recurrente aseveró que la Primera Instancia Disciplinaria al
declarar la absolutoria de responsabilidad disciplinaria al jurisdicente, incurrió en el vicio de
falso supuesto de hecho, que dio origen a un “error en la apreciación del mismo”, al estimar
que el juez denunciado “(…) sí gestionó lo conducente para el respectivo descuento salarial, tanto
previamente como a su regreso del viaje a la República de Cuba, pero que el mismo no fue tramitado
por cuanto era indispensable el permiso aprobado por la Comisión Judicial del TSJ, el cual no fue
concedido (...)” Sin embargo, el cuestionamiento del órgano inspector versa en el hecho de
que a pesar que el juez estaba en conocimiento que para proceder al descuento salarial se
debió tener el permiso aprobado por la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia,
no informó a la División de Servicios al Personal que la referida Comisión Judicial aún no le
había otorgado el permiso para proceder al respectivo descuento o atribuírselo a sus
vacaciones correspondientes al año 2005, y según la IGT, el juez incurrió en una conducta
dolosa, contraria a los principios de integridad y honradez que deben caracterizar su
actuación al obrar en beneficio propio pues “(…) obtuvo un provecho indebido al beneficiarse
con el pago del salario y demás beneficios laborales durante los días de ausencia en perjuicio
del Poder Judicial, no sólo porque interrumpió la administración de justicia durante 5 días hábiles, sino
que no cumplió con la contraprestación de la relación laboral, y nunca se le hizo el descuento ni del
salario ni de sus vacaciones, siendo esta conducta reprochable, que desdice [de] los valores de
honestidad e integridad que deben guiar la función judicial, demostrando falta de probidad, pues ser
probo es ser transparente en su actuar en todos los ámbitos (...) . Es por ello, que la IGT solicitó a
esta Alzada, se declare la responsabilidad disciplinaria del juez y se le imponga la sanción
disciplinaria —Destitución—.
3.- En cuanto al ilícito disciplinario de abuso de autoridad increpado por el órgano
investigador cuando, “(…) en la causa judicial N.º 4217, realizó la audiencia constitucional en una
oportunidad distinta a la fijada en el auto de fecha 08 de enero de 2008, declarando el abandono del
trámite en perjuicio de las partes, violentando el debido proceso y derecho a la defensa de éstas, con
base a lo cual se solicitó se le impusiera la sanción de destitución conforme a lo previsto en el art. 40
numeral 16 de la Ley de Carrera Judicial, subsumible en el art. 33,14 del CEJVJV” . El TDJ estimó
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4.- La IGT señaló en su escrito de fundamentación que: “(…) el TDJ en dispositivo SEXTO,
ordenó la reincorporación del ciudadano MARCOS RAFAEL ROJAS GARCÍA al cargo [de] Juez
Titular del Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y Bancario de la Circunscripción
Judicial del estado Falcón o a uno de similar jerarquía y el pago de los sueldos dejados de percibir y
demás remuneraciones durante el tiempo que duró la medida de suspensión hasta la reincorporación
efectiva del mencionado juez… la IGT apela de tales pronunciamientos dado que con ello el TDJ se
excedió en sus facultades jurisdiccionales, que han sido delimitadas por la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia en sentencia Nº 1775 de fecha 17/12/2014, en la que se estableció que
sólo le compete establecer las responsabilidades disciplinarias en las que incurran los jueces, y en
razón de ellos, solicito se declare la nulidad del referido dispositivo...”
IV
CONTESTACIÓN A LA FUNDAMENTACIÓN
DE LA APELACIÓN
Asimismo, resaltó el juez denunciado que la Primera Instancia Disciplinaria declaró el cambio
de la precalificación propuesta por la IGT —Destitución—, toda vez que la titular de la acción
disciplinaria no aportó pruebas que permitieran determinar el riesgo o los daños al servicio
de la administración de justicia de la ausencia laboral del juez entre el día 25 al 29 de enero
de 2010, de igual forma agregó haber reconocido su ausencia al Juzgado que regentaba,
razón por la cual a decir del jurisdicente, impuso una sanción menos gravosa —
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Por otra parte expresó que “(…) Lo que llama también la atención, es que el TDJ haya declarado,
impertinentes, pruebas tales, como el resto de los autos relacionados con el juicio de fraude declarado
por mí, lejos de cumplir, con el mandato de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
(SC del TSJ), acentuó aún más el fraude procesal, este punto relacionado con el abuso de poder que
se me imputó. Y que el incumplimiento de un deber (ordinal 11° Art 40 de la Ley de Carrera
Administrativa, había sido derogado, por lo que mal se me puede aplicar como tal).Se trató de una
ausencia temporal (…)”.
Con relación al segundo ilícito acusado por la IGT —falta de probidad— adujo el juez que
“(…) La IGT insiste en imputarme: la improbidad: a) Por haber obtenido un beneficio económico, al no
reintegrar los salarios del permiso antes referido. b) porque se colocó en el libro diario que no había
despacho, por tales razones; c) Porque según el Acta N° 18 del 19/01/10 [Acta N.º 19 del 18/01/2010],
negué los permisos a jueces y empleados y yo me auto licencié; y d) No convoqué al suplente
respectivo. Todo esto fue analizado por el TDJ. La IGT ocultó en esta causa, los dos oficios mediante
los cuales participé antes de mi viaje y por igual, cuando me incorporé a mis labores y reiteré que se
descontaran los salarios (descuento que también pudo hacerse se (sic) oficio de mis vacaciones: tenía
dos vencidas. El oficio 015/2010, 02/12/10, que me dirigiera la Jefa de personal de la DAR-Falcón,
donde me hace saber, que siguiendo instrucciones del Departamento de Recursos Humanos de la
Dirección Ejecutiva de la Magistratura (DEM), que cuando la Comisión Judicial del Tribunal Supremo
de Justicia (CJ del TSJ), me autorizara el permiso, yo le oficiara a ella para hacerme el descuento,
autorización que jamás se dio; y donde ella reconoce que este trámite no se hace ante su Oficina, sino
ante ese Departamento. Nunca negué permiso a los empleados y a los Jueces, valido (sic) del (sic) de
(sic) Acta mencionada (La IGT no presentó pruebas). Los permisos los da el Rector (hasta por 5 días)
o la CJ del TSJ, para los jueces, si el lapso es mayor; y para los empleados, se hace la solicitud ante
el Juez (así fue apreciado por el TDJ) y lo aprueba la DAR competente. Esa acta se levantó para
regular esos permisos de los empleados (no los legales o contractuales) de mi Tribunal, ante la
emergencia eléctrica decretada para entonces. Debe leerse toda el acta y se verá su contenido
exacto, no una parte de ella. Finalmente, que yo no convoqué al respectivo Juez suplente. El TDJ
analizó las pruebas de cómo yo mal podía hacer estas convocatorias, las hace el Juez Rector y
designa la CJ del TSJ, para esa falta temporal no se hace ese trámite (...)”.
Con relación al tercer ilícito invocado relativo al abuso de autoridad por haber celebrado la
audiencia anticipada y sin que las partes asistiesen a la audiencia constitucional, en la causa
Nº 4217 (nomenclatura del Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y Bancario de
la Circunscripción Judicial del Estado Falcón), contestó el juez que “(…) Esta imputación se
origina en el fallo del 15/01/08, dictada por mí, causa amparo y donde declaré existente, el auto
homologatorio dictado el 18 de septiembre de 2007, dictado por el Juzgado tercero de primera
instancia en lo civil, mercantil y transito (sic) del Estado, o transacción realizada por el Sr Franklin
Arias Siritt, como representante de dos Sociedades; y Sr. Franklin Arias Reyes, padre e hijo,
respectivamente, donde no hubo ningún juicio, sino que por esa vía pretendieron arrebatarle el 50%
de las acciones, al otro socio no demandado (Querellante), es decir un descarado fraude procesal
(...)”.
Destacó, que para que se configure el ilícito disciplinario previsto en el artículo 33.14 del
derogado Código de Ética, concerniente al abuso de autoridad se deben verificar la
concurrencia de dos supuestos a saber: “(…) 1) Que el Juez carezca absolutamente de base
legal; y 2) haber actuado de manera desproporcionada, con relación a las atribuciones que no tenía…
El TDJ concluyó… que no había abuso de poder y curiosamente, señala que cumplí con todos los
lapsos procesales y por ende no hubo una actitud desproporcionada o reprochable (…)”.
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ser atribución del Juez. Llevar cómputos no es atribución del Juez. Y si éste debe involucrarse, lo está
el resto de los funcionarios y las partes (...)”.
V
DE LA COMPETENCIA
Debe esta Corte Disciplinaria Judicial establecer su competencia para conocer el asunto
sometido a su consideración y, al respecto, observa:
El artículo 37 del Código de Ética del Juez Venezolano y Jueza Venezolana, publicado en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Extraordinario Nº 6.207 de fecha 28
de diciembre de 2015, establece la competencia de la Corte Disciplinaria Judicial para
conocer las apelaciones interpuestas contra las decisiones dictadas por el TDJ, ya sean
interlocutorias o definitivas, en los términos que a continuación se transcriben:
Artículo 37. “Corresponde a la Corte Disciplinaria Judicial, como órgano de alzada,
conocer de las apelaciones interpuestas contra las decisiones del Tribunal Disciplinario
Judicial, ya sea interlocutorias o definitivas, y garantizar la correcta interpretación y
aplicación del presente Código y el resto de la normativa que guarde relación con la
idoneidad judicial y el desempeño del Juez venezolano y Jueza venezolana”.
Del citado extracto se desprende la competencia de este órgano jurisdiccional, como alzada
natural del TDJ, para conocer de los recursos de apelación que se intentaren contra las
decisiones que de él emanen, debiendo garantizar la correcta interpretación y aplicación de
las normas disciplinarias vigentes y del ordenamiento jurídico patrio.
Del análisis de los autos que integran el presente expediente se pudo constatar que el
presente recurso de apelación ha sido interpuesto por la ciudadana YUVITMAR AYALA
HUNG, titular de la cédula de identidad N° V-10.866.096, actuando por delegación de la
Inspectora General de Tribunales Magistrada FRANCIA COELLO GONZÁLEZ, en fecha 05
de mayo de 2015, contra la decisión N° TDJ-SD-2015-029 del día 29 de abril de 2015,
dictada por el TDJ, mediante la cual declaró el cambio de la precalificación propuesta por la
IGT del numeral 8 del artículo 33 del Código de Ética aplicable ratione temporis, a la falta
disciplinaria prevista en el numeral 4 del artículo 31 ejusdem actualmente subsumible en el
artículo 27 numeral 4 del vigente Código de Ética imponiéndole una amonestación, por otra
parte fue absuelto de responsabilidad disciplinaria respecto al ilícito disciplinario previsto y
sancionado en el numeral 12 del artículo 33 del derogado Código de Ética, actualmente
subsumible en el artículo 29 numeral 12 –Falta de Probidad– y por último, estableció la
responsabilidad disciplinaria contemplada en el numeral 6 del artículo 31 del derogado
Código de Ética, subsumible en el artículo 27 numeral 6 de la nueva norma adjetiva
disciplinaria y levantó la medida de suspensión del cargo que fue decretada contra el juez
procesado disciplinariamente, ordenando su reincorporación, así como el pago de los
sueldos y demás remuneraciones dejadas de percibir durante el tiempo que duró la medida.
VI
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
Establecida como ha sido la competencia de esta Corte y analizadas las actas que cursan en
el expediente, esta Alzada pasa a decidir el presente recurso de apelación, previas las
siguientes consideraciones:
1. Denunció la recurrente que la decisión dictada por el TDJ incurrió en violación de la ley por
“errónea aplicación” del numeral 4 del artículo 31 del Código de Ética derogado, sancionando
al juez sometido a proceso disciplinario con amonestación, cuando lo procedente era haber
aplicado el artículo 33 numeral 8, actualmente previsto en el artículo 29 numeral 12 del
vigente Código de Ética, al considerar que el normal funcionamiento del Tribunal fue
afectado debido a la ausencia injustificada del Juez en el cargo durante cinco (5) días
hábiles.
Para resolver esta denuncia, esta Alzada debe precisar en primer lugar el contenido y
alcance del vicio de “errónea aplicación” del numeral 4 del artículo 31 del Código de Ética
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Observa esta Corte, que en el caso que nos ocupa el a quo utilizó como fundamento de su
decisión, en lo que concierne a la primera imputación alegada por el órgano auxiliar del
Tribunal Supremo de Justicia, lo contenido del artículo 31.4 del Código de Ética vigente para
el momento de la decisión (hoy recurrida), actualmente subsumible en el artículo 27.4 del
Código de Ética, la cual consagraba las causales de amonestación escrita, en lo que aquí
respecta: “(…) 4. Ausentarse del lugar donde ejerza sus funciones sin la respectiva licencia, en
tiempo hábil y sin causa justificada (…)”, para referir que el juez encausado, incurrió en una
conducta disciplinable, por haberse ausentado del lugar donde ejercía sus funciones
jurisdiccionales, sin la respectiva licencia, en tiempo hábil y sin causa justificada durante los
días 25, 26, 27, 28 y 29 de enero de 2010, por lo tanto este Despacho Superior no constató
que el TDJ por el hecho de haber declarado la responsabilidad disciplinaria, se haya
desnaturalizado el sentido del precepto legal invocado ni tampoco se arribó a consecuencias
jurídicas distintas o contrarias a las perseguidas por la norma aplicada, razón por la cual se
declara IMPROCEDENTE, la denuncia referida al vicio de errónea aplicación de la norma. Y
así se establece.
Ahora bien, respecto a la conducta desplegada por el juez Marcos Rafael Rojas García esta
Corte observó de las actas insertas al expediente disciplinario lo siguiente:
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Oficio N° 10-10 del 7 de enero de 2010, suscrito por el ciudadano Marcos Rafael
Rojas García, en su condición de Juez del Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil del
Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado Falcón, dirigido a la Jefa
de la División de Servicios al Personal de la Dirección Administrativa Regional del
Estado Falcón, mediante el cual informó sobre la solicitud de permiso no remunerado
formulada a la Presidenta de la Comisión Judicial del Máximo Tribunal. (f. 19, p1).
Oficio N° 9-10 del 7 de enero de 2010, suscrito por el ciudadano Marcos Rafael Rojas
García, en su condición de Juez del Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil del
Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado Falcón, dirigido a la
Presidenta de la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia con atención a la
Coordinadora para los jueces Civiles de la precitada región estadal, a través del cual
solicitó permiso no remunerado durante los días 25, 26, 27, 28 y 29 de enero de
2010, para viajar a la República de Cuba donde “aprovecharía” la oportunidad para
solicitar en la Universidad de la Habana un curso de filosofía del derecho. (f. 20, p1).
Acta N° 19 de fecha 18 de enero de 2010, suscrita por el Juez Marcos Rafael Rojas
García, mediante la cual se dejó constancia de lo siguiente: “(...) con el objeto de ser
comunicado por la ciudadana abogada Karina Zavala… Coordinadora Judicial Penal con
sede en Coro, encomendada por la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia,
encabezada de (sic) su presidencia Luisa Estela Morales Lamuño, para informarnos de lo
siguiente: las instrucciones a cumplir de manera estricta , relacionada con la situación de
crisis, relacionadas con la situación de crisis de suministro de luz eléctrica… siendo las reglas
a seguirlas siguientes: … Queda suspendido todo permiso para realizar diligencias
personales, salvo casos graves, como por ejemplo la muerte de un familiar dentro del
4to grado de consanguinidad y 2do de afinidad (...)” (f. 159 al 166, p1) (Negrita nuestra)
Expuesto lo anterior, se observa que el juez denunciado el día 7 de enero de 2010, presentó
solicitud de permiso no remunerado para viajar a la República de Cuba “(…) donde
aprovecharía la oportunidad para solicitar en la Universidad de la Habana un curso de
filosofía del derecho (…)”, ante la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia y, en
esa misma fecha, informó de ello a la Jefa de la División de Servicios al Personal de la
Dirección Administrativa Regional del estado Falcón, siendo que la referida División le indicó
al solicitante que debía remitir copia certificada de la licencia otorgada para proceder al
descuento salarial equivalente a los cinco (5) días de ausencia y registrarlo en su expediente
personal, es decir, que para ausentarse de su lugar de trabajo requería el respetivo permiso
o licencia por parte de la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia para que se
llevara a cabo los trámites administrativos pertinentes, lo cual, conforme a lo informado a la
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IGT por aludida División no sucedió, por cuanto no recibió notificación alguna por parte de la
Comisión Judicial que autorizara expresamente dicho permiso y mucho menos el descuento
de nómina correspondiente.
No obstante lo anterior, el juez denunciado sin la respectiva aprobación del referido permiso
por parte de la Comisión Judicial se ausentó durante cinco (5) días hábiles (del 25 al 29 de
enero de 2010) como lo había planteado en su solicitud, de lo cual dejó constancia la
Secretaria del Tribunal, Abg. María Pineda, en el Libro Diario del Tribunal a su cargo, donde
se indicó expresamente que no hubo despacho durante los días antes señalados, actuación
con la cual configuró sin lugar a dudas la falta disciplinaria prevista en el numeral 4 del
artículo 31 del derogado Código de Ética del Juez Venezolano y la Jueza Venezolana por
“Ausentarse del lugar donde ejerza sus funciones sin la respectiva licencia, en tiempo hábil y
sin causa justificada” que prevé la sanción de Amonestación Escrita aplicable ratione
temporis (actualmente prevista en el numeral 4 del artículo 27 del Código de Ética vigente
que prevé “Ausentarse del lugar donde ejerza sus funciones sin la respectiva autorización”),
por cuanto, concurrieron las cuatro circunstancias de hecho previstas en la referida falta
disciplinaria, como lo son: “…1-. Ausentarse del lugar donde el Juez ejerce sus funciones; 2.-
Sin la respectiva licencia; 3.- En tiempo hábil; y 4.- Sin causa justificada, procediendo a
imponerle la sanción de Amonestación, tal como lo resolvió el TDJ en su decisión recurrida.
En ese sentido, el Juez sometido a proceso disciplinario reconoció en sus descargos que “su
ausencia fue temporal más no absoluta”, y sostuvo que “no se paralizó, ni se suspendió el
Tribunal, ni se produjo un caos en las causas”, argumentaciones que difícilmente justifican su
actuación por cuanto si bien no se comprometió el normal funcionamiento del órgano judicial
que regentaba el ciudadano Juez durante los días de su ausencia no autorizada (tal como lo
señaló el TDJ en la decisión recurrida) u ocurriera alguna eventualidad grave, no obstante, lo
cierto es que se ausentó del lugar donde ejerció sus funciones sin la respectiva licencia, en
tiempo hábil y sin causa justificada, como quedó plenamente evidenciado en el presente
caso.
Así pues, realizadas las anteriores consideraciones esta Instancia Superior estima que el a
quo valoró adecuadamente las circunstancias de hecho cursantes en autos, lo cual conlleva
a esta Alzada a desestimar la denuncia alegada por la Inspectora de Tribunales delegada en
relación a la ausencia injustificada por parte del Juez del Tribunal a su cargo entre los días
25 al 29 de enero de 2010 en perjuicio del normal funcionamiento de la actividad
jurisdiccional, por lo cual solicitó la sanción de destitución conforme a lo previsto en el
numeral 8 del artículo 33 del derogado Código de Ética y, en consecuencia, confirma la
decisión dictada por el TDJ en la cual declaró la responsabilidad disciplinaria del ciudadano
MARCOS RAFAEL ROJAS GARCÍA por la comisión de la falta disciplinaria prevista en el
numeral 4 del artículo 31 del derogado Código de Ética del Juez Venezolano y la Jueza
Venezolana -aplicable ratione temporis- por haberse ausentado del lugar donde ejercía sus
funciones jurisdiccionales sin la respectiva licencia, en tiempo hábil y sin causa justificada
durante los días 25, 26, 27, 28 y 29 de enero de 2010, y le impuso la sanción de
amonestación escrita. Y así se decide.
2. Observa esta Corte que la apelante delató que la decisión recurrida se encontraba
inficionada del vicio de falso supuesto de hecho, al fundamentarse en un hecho que ocurrió
de manera distinta a la apreciada, por cuanto la IGT había imputado al Juez denunciado de
haber incurrido en “falta de probidad” al no realizar los trámites administrativos
correspondientes ante la División de Servicios al Personal de la Dirección Administrativa
Regional del estado Falcón, a fin de que se realizara el descuento de la nómina debido a su
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ausencia injustificada durante los días del 25 al 29 de enero de 2010, siendo que el Juez ya
había sido informado por la referida División que debía remitir copia de la autorización del
permiso solicitado, el cual no fue concedido y a decir del Órgano Auxiliar del Tribunal
Supremo de Justicia, “(…) ‘nunca’ informó a Servicios al Personal… y al no hacerlo incurrió en una
conducta dolosa, contraria a los principios [de] integridad y honradez… al obrar en beneficio propio
pues obtuvo un provecho indebido al beneficiarse con el pago del salario y demás beneficios
laborales durante los días de ausencia (…)”. Resaltado del texto
Ahora bien, a los fines de precisar si el a quo incurrió en el falso supuesto delatado es
necesario, en primer término, establecer el contenido y alcance del ilícito de falta de probidad
y, en segundo lugar, examinar el contenido de las probanzas aportadas para determinar si
los hechos fueron apreciados debidamente.
Al respecto, esta Corte Disciplinaria Judicial constata de la revisión de las actas que cursan
en el presente expediente disciplinario, lo siguiente:
Oficio N° 10-10 del 7 de enero de 2010, suscrito por el ciudadano Marcos Rafael
Rojas García, en su condición de Juez del Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil del
Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado Falcón, dirigido a la Jefa
de la División de Servicios al Personal de la Dirección Administrativa Regional del
Estado Falcón, mediante el cual informó sobre la solicitud de permiso no remunerado
formulada a la Presidenta de la Comisión Judicial del Máximo Tribunal. (f. 19, p1).
Oficio N° 9-10 del 7 de enero de 2010, suscrito por el ciudadano Marcos Rafael Rojas
García, en su condición de Juez del Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil del
Tránsito y Bancario de la Circunscripción Judicial del Estado Falcón, dirigido a la
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Acta N° 19 de fecha 18 de enero de 2010, suscrita por el Juez Marcos Rafael Rojas
García, mediante la cual se dejó constancia de lo siguiente: “(...) con el objeto de ser
comunicado por la ciudadana abogada Karina Zavala… Coordinadora Judicial Penal con
sede en Coro, encomendada por la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia,
encabezada de (sic) su presidencia Luisa Estela Morales Lamuño, para informarnos de lo
siguiente: las instrucciones a cumplir de manera estricta, relacionada con la situación de crisis,
relacionadas con la situación de crisis de suministro de luz eléctrica… siendo las reglas a
seguirlas siguientes: … Queda suspendido todo permiso para realizar diligencias
personales, salvo casos graves, como por ejemplo la muerte de un familiar dentro del
4to grado de consanguinidad y 2do de afinidad (...)” (f. 159 al 166, p1) (Negrita nuestra)
Al respecto, considera esta Corte que la actuación del ciudadano Juez lesionó directamente
la eficiencia y eficacia de la actividad administrativa, ya que como es sabido la solicitud de
permiso o licencia no basta por sí sola para que al solicitante le asista el derecho, sino que
además de tramitarla formalmente debe esperar respuesta de la administración o el
pronunciamiento sobre dicha petición, por lo tanto considera esta Alzada que lo correcto era
que el Juez a su regreso llevara a cabo las diligencias pertinentes para que la administración
efectuara los descuentos respectivos, correspondientes a los días de ausencia laboral, pues
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quedaba de él notificar que se había ausentado sin la debida autorización, por lo tanto al no
existir la aprobación del permiso por parte de la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de
Justicia, mal pudiera la División de Servicio al Personal efectuar el descuento
correspondiente.
Considera esta Instancia Superior, que el a quo se limitó a valorar la acción de “solicitar
permiso por escrito” obviando que dicha acción lleva implícita una serie de trámites y de
consecuencias, que no eran desconocidas por el Juez sometido a procedimiento toda vez
que son propias del rol que ejercía como Superior Jerárquico, a quien le corresponde velar
por la correcta aplicación de las normas internas por parte de sus subordinados, y por ende
está al tanto que la solicitud del permiso o licencia es un acto expreso que debe ser
tramitado y otorgado, por lo que resulta procedente el vicio delatado por la IGT relativo al
falso supuesto de hecho, al incurrir el TDJ en un error en la apreciación y calificación de los
hechos.
Además, alegó que el fallo proferido por el Tribunal de Primera Instancia Disciplinaria,
incurrió en el vicio de falso supuesto de hecho, al apartarse de la calificación jurídica
propuesta por la IGT e imponer una sanción menos gravosa, al considerar que el juez
procesado incurrió en la falta disciplinaria sancionada con amonestación correspondiente a
un descuido injustificado, previsto en el numeral 6 del artículo 31 del Código de Ética
derogado, hoy subsumible en el numeral 6 del artículo 27, al considerar que el jurisdicente
estableció “(…) sin soporte probatorio, que el juez actuó apegado a derecho cuando señaló:
“…actuó apegado a derecho en el sentido de haber respetado los lapsos procesales
previstos para ello…”. No obstante, apreció la recurrida elementos disciplinables imputables
al Juez, al considerar que la celebración anticipada de la audiencia constitucional de amparo
constituyó una conducta reprochable, lo que a su juicio configuró un descuido injustificado
(…)”.
Para resolver la presente denuncia, esta Alzada debe precisar el contenido y alcance
descrito en la norma que sirvió de fundamento a la IGT en su escrito de fundamentación. Sin
embargo, es oportuno señalar en el punto anterior se argumentó respecto al vicio de falso
supuesto de hecho, en el ámbito conceptual, así como también las modalidades que
circunscriben el vicio delatado, en consecuencia, se da por reproducido y de seguidas pasa
esta instancia analizar la conducta delatada de abuso de autoridad, así como también los
elementos probatorios traídos por las partes para verificar si los hechos fueron apreciados
debidamente por el Tribunal decisor en Primera Instancia
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No obstante, el a quo consideró que la actuación del jurisdicente debe ser evaluada desde el
punto de vista disciplinable, al celebrar de manera anticipada la audiencia de amparo
constitucional, relacionado con el recurso de amparo constitucional interpuesto por el
ciudadano Kleyberth Hibelt Pérez Ziritt en contra de la sentencia proferida el 18 de
septiembre de 2007, por el Juzgado Tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil,
Agrario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Falcón y, en razón de ello
sancionó al juez denunciado por haber incurrido en descuido injustificado de conformidad
con lo previsto en el artículo numeral 6 del 31 del Código de Ética vigente para el momento
de la decisión recurrida, actualmente subsumible en el artículo numeral 6 del 27 del Código
de Ética.
Ahora bien, esta Corte al analizar las actuaciones procesales relacionadas con la causa
4217 del Juzgado Superior en lo Civil, mercantil, Tránsito, Niños y Adolescente dela
Circunscripción Judicial del Estado Falcón, observó:
Oficio N.º 620 dirigido al Juzgado Cuarto de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil,
Agrario y Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Falcón, de fecha 14 de
noviembre de 2007, a los fines de delegarle la práctica de la comisión y boleta de
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Auto de fecha 21 de enero de 2008, dictado por el Juzgado Superior a cargo del juez
MARCOS RAFAEL ROJAS GARCÍA, mediante el cual acordó entre otros puntos oír
en un solo efecto el mencionado recurso procesal y ordenó la remisión de las copias
certificadas a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. (f. 125, p 2).
Cabe resaltar que el lapso de cuatro (4) días siguientes al vencimiento de las 48 horas
comenzó a computarse el día siguiente, a aquel que dio lugar al inicio de ese lapso, es decir,
el viernes 11 de enero de 2008, y comprendió además de ese día, el lunes 14 de enero, el
martes 15 de enero y concluyó el miércoles 16 de enero de 2008. En consecuencia, la
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Concluye esta Alzada, que revisada la cronología de las actuaciones narradas, el Juez
denunciado incurrió en la conducta típica atribuida por la recurrida por cuanto celebró la
audiencia sin dejar transcurrir el lapso íntegramente, lo que generó la inasistencia de las
partes, del tercero y del Ministerio Público, y vulneró los lapsos procesales al no ser esa
oportunidad para celebrar la audiencia, con lo cual afectó el derecho a la defensa y el debido
proceso de las partes, dictando una decisión en franca violación al debido proceso. De
manera que mal puede considerarse como un simple descuido, ni que no están dados los
supuestos para que se configure el abuso de autoridad como lo quiere hacer ver el TDJ,
cuando no existe norma que lo autorice a realizar la audiencia de manera anticipada, e
igualmente quedó demostrado que se produjo una desmedida utilización de las atribuciones
que como Juez han sido otorgadas, al dejar en total estado de indefensión a las partes,
traspasando los límites del buen ejercicio de las facultades jurisdiccionales, con el agravante
que declaró el abandono del trámite en perjuicio de las partes en conflicto; por lo que resulta
procedente el vicio delatado por la IGT relativo al falso supuesto de hecho, al incurrir el TDJ
en un error en la apreciación y calificación de los hechos.
Por efecto de la presente declaratoria, esta Alzada deja sin efecto la orden impartida por el
Tribunal Disciplinario Judicial a la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, correspondiente a
la reincorporación del juez denunciado al cargo que ocupaba y el pago de los sueldos y
demás remuneraciones dejadas de percibir durante el tiempo que duró la medida de
suspensión sin goce de sueldo, según la resolución Nº 2010-0072, decretada por la
Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia en fecha 6 de julio de 2010. Así se
decide.
VII
DECISIÓN
Por las razones, antes expuestas esta Corte Disciplinaria Judicial administrando justicia, en
nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley declara:
EXP. N° AP61-R-2015-000021
estado Falcón, por la comisión de la falta disciplinaria prevista en el numeral 4 del artículo 31
del Código de Ética derogado, por haberse ausentado del lugar donde ejercía sus funciones
jurisdiccionales sin la respectiva licencia, en tiempo hábil y sin causa justificada durante los
días 25, 26, 27, 28 y 29 de enero de 2010, y en consecuencia se le impuso la sanción de
AMONESTACIÓN ESCRITA.
4.- Deja SIN EFECTO la orden impartida a la Dirección Ejecutiva de la Magistratura, relativa
a la reincorporación del juez denunciado al cargo que ocupaba y el pago de los sueldos y
demás remuneraciones dejadas de percibir durante el período que duró la suspensión.
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El Presidente-Ponente,