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Cómo gestionar la ambigüedad

Cuando se da la toma de decisiones nos enfrentamos a la ambigüedad. Hay cuatro


estados que deben tomarse en cuenta.

El primero es muy predecible en donde se sabe qué va a pasar en el futuro, por lo


tanto, se puede hacer una elección apropiada. Para saber qué va a pasar no se necesita
mucha información, el resultado es fácil de predecir y la ambigüedad es fácil de eliminar, lo
que beneficia la toma de decisiones.

Para reducir la ambigüedad se puede concocer la opinión de las otras partes


involucradas y generar discusiones sobre los posibles cambios que puedan surgir y su
impacto.

El segundo es distintas posibilidades donde existen entre tres o cuatro alternativas


que pueden ocurrir en el futuro, en estos casos se puede crear algún plan que permita
determinar cuál de las posibilidades puede ocurrir. En estas situaciones es recomendable
involucrar distintas partes, ya que esto permitirá identificar las probabilidades de cada
resultado, asimismo, crear un plan sobre lo que pasará.

Para reducir la ambigüedad se pueden evaluar las consecuencias de las


posibilidades, los aspectos negativos y positivos, además, analizar las previsiones y los
resultados que habría. El plan puede llevarse a cabo cuando existe un rango de dos
posibildiades, que permitirá tener certeza de qué escoger cuando se resuelva la ambigüedad.

El tercero es un espectro de resultados en donde el rango de resultados se amplía.


La información adicional es fundamental para la toma de decisiones, por eso es preciso
reunir todo aquello cuanto nos permita reducir la ambigüedad, para llegar a tomar la
decisión que más nos beneficie. Deben emplearse distintas metodologías que nos permitan
gestionar la ambigüedad.

Y por último, el cuarto es la completa imprevisibilidad, en este estado no se conoce


qué va a suceder en el futuro. En este estado es imprescindible reunir información y generar
escenarios que nos permitan visualizar las posibilidades. Asimismo, tomar decisiones por
fases, puesto que permite reducir los riesgos al enfocarse en decisiones más pequeñas y no
de tan alto impacto.

Cómo tomar una decisión

En la toma de decisiones se pretende que el riesgo se reduzca a la hora de hacerlo,


para ello existen tres métodos.

El primero es involucrar a más personas en el proceso, esto nos brindará mayor


información y diversas perspectivas mediante las cuales percibiremos aquello que no
habíamos visto, de esta forma se reducirá el riesgo posterior.

El segundo es tomarse más tiempo, ya que esto nos permitirá analizar el entorno y
sus características, así, lo que ahora es incierto, podrá ser más claro con el pasar del tiempo
y tendremos mayor facilidad de elección.

El tercero es desglosar las grandes decisiones. En lugar de realizar acciones a gran


escala, que puedan tener efectos inciertos, sería oportuno dar pasos más pequeños que nos
permita reunir información respecto a su desarrollo e impacto, así nos aseguraremos de
reducir la incertidumbre.

También deben seguirse una serie de pasos cuando se toma una decisión, esta debe
comunicarse, ejecutarse, medirse y ajustarse cuando se tenga mayor información.

Para comunicarse se debe exponer cuál fue la decisión, quién la tomó y por qué; su
objetivo, las técnicas para medir el éxito, asimismo, se debe identificar la información que
determine las razones para retroceder las decisiones tomadas. Esto ayudará a posicionarse y
analizar los pasos que deben darse para su correción, también debe pensarse en los riesgos.
Por último, se debe medir y ajustar a la meta original, es decir, todas las acciones que se
lleven a cabo deben ser congruentes con el objetivo inicial.

Existen tres tipos de decisiones que se pueden tomar. El primero no existen las
desventajas, se toma la decisión sin considerar el futuro. El segundo contiene condiciones
favorables, se considera que habrá un resultado positivo, sin embargo, puede ser negativo.
Finalmente, el tercero es arriesgarlo todo, se caracteriza por un futuro incierto, podría haber
muchos beneficios si la decision fuera la correcta, sin embargo, si no es así, habría
consecuencias negativas.

Siempre es importante estudiar el entorno cuando se deben tomar decisiones, ya que


esto permitirá reducir el riesgo, y las decisiones serán más seguras, lo que traerá beneficios.

Conclusión de fundamentos de toma de decisiones

Cuando se inicia este proceso de toma de decisión se debe identificar la decisión que
se va a tomar, posteriormente debe haber una preparación para tomarla, decidir,
comunicarla, ejecutarla, medira y ejecutarla; estos pasos facilitarán la toma de decisión.
Asimismo, es importante utilizar los recursos que estén a disposición e involucrarse con la
gente adecuada, procurando siempre la eficacia del proceso.

Según este método debe definirse una meta, la visión del éxito y el objetivo de la
decisión. En segundo lugar, elegirse un estilo de toma de decisiones y comunicarlo a
quienes estén involucrados, también identificar a las partes, y sus roles dentro del proceso.
Es imprescindible determinar las fuentes de ambigüedades y las técnicas para enfrentarlas y
resolverlas. Reconocer la incertidumbre y la información que permita gestionarla será
imprescindible para reducir posible riesgo al tomar una decisión.

Del mismo modo, debe definirse el tipo de decisión, si existen desventajas o si se


cuenta con condiciones favorables, analizar los riesgos a los que se podría estar enfrentando
y los beneficios que se espera alcanzar.

También comunicarla, hacer saber a los involucrados cuál es la decisión, por qué y
qué se espera, ejecutar y medirla. Cuando se ha aplicado esto, debe retrocederse y evaluar
las condiciones, los aciertos y los fallos; y las herramientas que fueron de ayuda.

La implementación de este método tendrá como consecuencia un consenso más


rápido y una toma de decisiones más efectiva.

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