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9 errores clásicos al escribir una novela y cómo evitarlos.

28 septiembre, 2014 By Alejandro Quintana 203 comentarios

Escribir una novelaTodos los novelistas, sin excepción, tienen algo en común.

Conocidos, desconocidos, profesionales, aficionados, genios de la literatura o juntaletras del montón.

Todos.

No se trata de una visión parecida de la vida, ni de una sensibilidad especial para las palabras, ni de su
pasión por contar historias.

Tampoco es el afán inexplicable de dejar un legado que trascienda su muerte.


No.

Lo que tienen en común todos los escritores de la Historia es que todos ellos escribieron una novela por
primera vez.

Y todos ellos, que se sepa y hasta que alguien demuestre lo contrario, han sido humanos y cometido
errores.

La mayoría contaron con la ayuda de editores o amigos avispados que les ayudaron a corregir o disimular
sus meteduras de pata.

Hoy en día, esta función la realizan asesores independientes diversos porque los editores están por otra
labor.

Me gustaría ayudarte a minimizar los errores más comunes que cometen los escritores noveles —aparte
de estos otros.

Espero que puedas detectar a tiempo estos…

9 errores típicos al escribir una novela

y así puedas escribir un contenido que realmente merezca la pena ser publicado.

Antes de comenzar ¿qué tal si tuiteas esto?

Estoy aprendiendo sobre los 9 errores clásicos al escribir una novela y cómo evitarlos.Haz click para
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Ahora sí, vamos con el…

ERROR #1: la historia no arranca


… o bien lo hace como un motor Diésel.

El autor se recrea al inicio de la historia, contando cómo el personaje despierta, se levanta, hace el
desayuno, piensa en sus cosas, se viste, sale de casa, llega al trabajo…

Así hasta que pasa algo relevante que le arranca de su mundo ordinario y le hace vivir extraordinarias
peripecias.

Peripecias que el lector nunca conocerá, ya que abandonó la lectura en la página diez o doce, cuando la
irrelevancia se le hizo insoportable.

No me cansaré de decirlo nunca:

El inicio de una historia es lo más importante:

no solo va a enganchar al lector…

¡es lo que puede interesar a un editor!

Dedícale más tiempo al inicio de tus historias que a cualquier otra parte.

El primer párrafo debe interesar, pero en el segundo el lector necesita tener cierta expectativa.

Luego puedes bajar la tensión, entretenerte más con algunos detalles… pero ya le habrás enganchado.

Variantes del inicio que no termina de arrancar

El idílico paisaje en el cual se desarrolla la acción no es relevante. El marco espacial puede tener su
relevancia, pero cómo se mecen las briznas de hierba con la cálida brisa del sur NO LA TIENE EN
ABSOLUTO. Deja esos detalles para otro momento más oportuno.

El pasado de un personaje tiene importancia, qué duda cabe. Pero asegúrate que su niñez va a ser
relevante para la historia que cuentas. Volveré a esta variante en el ERROR #3

El conflicto inicial no tiene consistencia como para crear la suficiente expectativa en el lector. Ejemplo:
las tribulaciones de un administrativo que ha perdido una caja de clips no interesan a nadie. Repito: A
NADIE.

Lo cual tiene mucho que ver con el…

ERROR #2: confundir realidad con verosimilitud

El mundo real está plagado de coincidencias asombrosas.

Estas coincidencias se aceptan sin demasiadas reservas, ya que todo el mundo ha vivido casualidades
extrañas alguna vez.

De esta natural aceptación nacen las leyendas urbanas y las conspiranoias más rocambolescas.

Pero un escritor no puede permitirse el lujo de dar por sentada la credulidad de sus lectores. Está
obligado a crearla.

Un autor literario debe crear un mundo en el cual sucedan las cosas más extraordinarias de manera que
el lector las crea.

Los acontecimientos «extraños», las coincidencias, casualidades, las obras del azar y los caprichos del
destino deben estar justificados o no serán aceptados de forma natural.
Pero esto que parece jugar en contra de los intereses de un escritor, es justo lo contrario. Porque, por la
misma regla de tres

es posible crear mundos fantásticos tan creíbles y reales como el universo ordinario.

A poco que sepas dotar de credibilidad tanto a universos oníricos como a cadenas de acontecimientos
estrambóticas, serás capaz de hacer creer al lector cualquier cosa.

Así es la magia de la escritura.

Es frecuente cometer el error de confiar que el lector creerá lo que le cuentas porque es la narración
fidedigna de un hecho real.

¿No has escuchado nunca eso de que la realidad siempre supera a la ficción?

Pues es cierto y el lector lo sabe. Así que…

al escribir una novela, procura que suene verosímil, no que sea realista.Haz click para twittear

Ahora que ya lo sabes, no puedes cometer este error, como tampoco podrás cometer el…

ERROR #3: demasiados detalles impiden el avance

Este error tiene relación directa con el ERROR #1 pero no es exactamente el mismo.

La diferencia es que con el #1 el lector dejará de leer si el principio no le engancha.

Pero una vez te has relajado porque ya tienes los puntos de tensión establecidos y te sientes cómodo
llevando al lector por tu montaña rusa particular… corres el riesgo de andarte por las ramas y no
concretar.
Te entretienes a cada paso, perdiéndote en descripciones largas, conversaciones banales, detalles sin
importancia y acontecimientos irrelevantes para la cadena principal de acción.

En pocas palabras,

obligas al lector a entrar en modo de alerta por ABURRIMIENTO MORTAL.

Lo cual es muchísimo peor que no haberle enganchado al principio.

Porque, en este caso, sí conseguiste captar su atención, pero en un momento determinado de tu novela
le DEFRAUDASTE.

No cumplir las expectativas del lector (y encima aburriéndole) es el peor error que puedes cometer.

¿Cómo detectar que incurres en este fallo garrafal?

Síntoma 1: caes con demasiada frecuencia en recordar el pasado de los personajes. A no ser, claro
está, que se trate de una estructura en forma de analepsis, es una señal de alerta.

Síntoma 2: explicas los sueños. Los sueños tienen que estar muy bien encuadrados en la historia y
tener una utilidad lógica, práctica, coherente y decisiva en los acontecimientos. Si no cumplen como
mínimo dos de estas premisas, elimínalos sin contemplaciones.

Síntoma 3: te metes demasiado a fondo y demasiadas veces en los pensamientos de los personajes.
Incluso en las novelas que profundizan en las interioridades y miserias humanas, hay que marcar unos
límites. Intensidad y frecuencia de diálogo interno deben estar equilibradas con la acción.

Síntoma 4: profusión de detalles y datos irrelevantes. Lo que escribas debe ayudar al avance de la
acción, describir personajes y sus relaciones o lograr la inmersión del lector en la atmósfera de la novela.
Si no es así, salvo en muy raras ocasiones, sobra.

Otro síntoma tiene unas connotaciones tan extensas y tantas variantes que es, por derecho propio, el…

ERROR #4: sermonear al lectorescribir una novela político

Este es un buen momento para que reflexiones sobre por qué escribes. De verdad, párate a pensarlo un
momento.

Te espero.

¿Ya?

Está bien, dos minutos más.

Ahora sí…

Aparte de que tal vez escribir es algo que no puedes evitar, está en tu naturaleza y algo te impulsa a
hacerlo, posiblemente hayas llegado a la conclusión de que escribes porque tienes algo que contar, o
quieres transmitir algo al mundo: tu forma de sentir, pensar, actuar, de ver la vida.

Pues tengo una mala noticia: al lector no le importa en absoluto tu punto de vista sobre la vida, el
universo y todo lo demás.

El lector no busca una lección magistral sobre nada, ni que le adoctrinen

o le vendan ideas revolucionarias.

Muchos son los motivos por los que se lee. Incluso algunas personas buscan el sentido de la vida en las
novelas, profundidad existencial.
Pero adoctrinar es un derecho que el escritor debe ganarse, una vez se ha conseguido el respeto del
lector por ser un narrador eficiente.

Por eso

la primera obligación de todo escritor es no aburrir.Haz click para twittear

Una vez hayas conseguido enganchar a la lectura, hayas enamorado con tus personajes y tengas la plena
atención de tus lectores, puedes transmitirles lo que deseas comunicar…

Siempre y cuando esté perfectamente integrado en la dinámica de la historia.

Porque en cuanto sueltes un sermón de cualquier tipo, es casi seguro que el lector se cerrará en banda.

Es como cuando en una película uno de los actores mira directamente a la cámara: se descubre el
artificio y el espectador deja de creer en la magia del cine.

Variantes del discursito

El prólogo como Tratado de la Verdad Universal: esta parte del libro sirve para introducir algunos
apuntes al lector. Si lo utilizas para explicar al lector de qué va el libro, el sentido profundo y las
intenciones que te impulsaron a escribirlo, puedes darlo por perdido. Para explicar todo eso es para lo
que escribes tu historia y creas a todos los personajes.

El final o el epílogo como el Tratado de la Verdad Universal: ver la variante anterior. Es exactamente el
mismo caso, pero al final del libro en lugar de al principio.

El personaje «altavoz»: cuando un personaje actúa como alter ego del escritor, soltando un discurso
que resume en un párrafo o dos la intención del libro. Por si no ha quedado claro.
Y una variante del personaje «altavoz», se da cuando el villano lo explica todo justo antes de matar al
héroe: su plan al detalle, los motivos de su odio por el protagonista, la justificación de su maldad por una
infancia atormentada…

Lo cual me recuerda el siguiente error:

ERROR #5: el mal absoluto y el bien puro

Escribir una novela bien y mal purosLos personajes sirven de canal entre el emisor —autor de la historia
— y el receptor —lector de la misma—. Son, por tanto, médiums.

La manera más efectiva para hacer esta comunicación fluida y efectiva es que estos personajes sean
representaciones creíbles de personas, de forma que tanto emisor como receptor puedan identificarse.

Por tanto, es necesario encontrar el equilibrio que permita al autor utilizar a sus personajes de manera
que representen de forma simbólica cualidades que desea expresar.

Pero sin caer en la caricatura. Insisto: los personajes deben ser creíbles.

Y para ser creíble, un personaje necesita tener virtudes y defectos.

Esto se ha dicho hasta la saciedad en todos los manuales habidos y por haber sobre creación de
personajes. No insistiré demasiado en ello.

Pero a menudo se olvida que siempre, o casi siempre, hay una razón de peso para el hacer el mal, como
suele haber algún motivo egoísta para hacer el bien.

Con lo cual te interesa plantear bien cuáles son los motivos del villano para hacer el mal y qué impulsa al
héroe a emprender la aventura y plantar cara al malvado.
Muchas veces no se trata de una lucha entre el bien y el mal,

sino de un conflicto de intereses entre personajes antagonistas.

Si miramos desde el punto de vista del villano, es perfectamente posible que él vea al héroe y sus aliados
como a las fuerzas del mal.

No resultará convincente hacer malísimo al malvado y un dechado de virtudes al bueno.

Las aspiraciones del villano y las motivaciones del héroe deben tener cierta coherencia, no ser el mal
puro o el bien absoluto.

Por ejemplo:

Un conde siniestro machaca a impuestos a sus súbditos, matándoles de hambre. Está presionado por el
Rey, el cual necesita armar un ejército para su cruzada. Cada vez le exige más y más tributos. Si se niega,
perderá unas tierras que pertenecen a su familia desde hace muchas generaciones.

Su mayor enemigo es un campesino que lidera una horda de proscritos. En verdad no es un


revolucionario oprimido por la tiranía: se vio obligado a esconderse en el bosque porque robó en la
iglesia, impulsado por el hambre. Su carisma y la suerte hicieron el resto, llevándole a dirigir la rebelión.
Él solo quería comer y que no le ahorcaran por ladrón.

Cuidado con la siguiente trampa:

vigila que, por hacer más humanos a tus personajes,

el malo tenga una sola cualidad bondadosa y el héroe un solo defecto.

Que el villano ame a sus hijos no lo hace bueno, igual que no hace más cercano al héroe que sea un poco
engreído.

Esto sería como pintar colmillos al cordero y disfrazar al lobo de oveja, pero es algo más profundo que
eso.

Y hablando de disfraces…

ERROR #6: ponerse el disfraz de escritor

Ya sea porque te has creído todos los tópicos de lo que debería ser un escritor, bien porque tienes miedo
de mostrarte tal como eres, de no gustar a todo el mundo o del temido «qué pensaran de mí si digo
esto», resulta que…

has escrito como se supone que se debe escribir

y no como tú querrías escribir.

Te has colocado una máscara, te has puesto el disfraz de lo que crees que es un escritor y, por tanto, no
has sido auténtico.

Escribir bien no significa escribir bonito.Haz click para twittear

Tal vez en el género de la poesía esto tenga más sentido, pero en el género de la narrativa pisamos otro
terreno.

Escribir bien significa transmitir con exactitud

aquello que deseas transmitir, CONTANDO UNA HISTORIA QUE FUNCIONA.

Y si además eres capaz de que la forma tenga una coherencia a todos los niveles con el contenido,
escribirás una obra maestra.

Cuida a tus personajes y elige bien las situaciones que les harás vivir, antes de intentar que tu historia
«suene» bien.

Síntomas de haberte puesto el disfraz de escritor


1) Utilizas palabras cuyo significado no conoces del todo porque no las empleas en tu día a día.

Es cierto que no siempre tenemos la oportunidad de soltar palabras como inconmensurable, ontología o
entelequia en un bar, rodeados de amigos.

Pero si las utilizas en tu novela, mejor que sepas con toda exactitud qué significan.

2) Utilizas palabras ampulosas en lugar de las usadas en conversaciones corrientes.

¿Por qué decir excelente cuando se puede decir superlativo?

Pues por la sencilla razón de que excelente se comprende mejor y es más preciso que decir superlativo.

El uso de ciertas palabras puede distraer al lector del significado mismo de tales palabras, por su
sonoridad o rareza.

3) Un lirismo excesivo puede dificultar la fluidez del texto. De hecho, puede impedir su comprensión.

Esto es muy típico al colocarse el disfraz del escritor, porque a veces se asocia literatura profunda con
densidad… y se confunde densidad con florituras verbales.

Lo que construye la literatura es la profundidad del tema y el tratamiento coherente de su forma. Todo lo
demás son casi siempre adornos innecesarios.

4) Los diálogos son confusos y poco creíbles.


A veces, la mejor manera para que el lector sepa quién dijo algo es utilizar el verbo decir en las
acotaciones: un dijo siempre es más efectivo que mencionó, apuntó, apostilló, afirmó y un largo
etcétera.

No temas evitar la repetición de dijo. En realidad el lector apenas repara en esta palabra, se lee de forma
casi automática.

Introduce acotaciones en los diálogos para que el lector no se pierda.

Es importante no perder el hilo de quién dice qué en las conversaciones, igual que lo es saber en todo
momento en la cabeza de qué personaje estamos metidos.

Lo cual es el tema del…

ERROR #7: un mareante punto de vista

Este error no solo lo cometen los escritores principiantes. A veces incluso cuesta detectarlo cuando el
libro ya está publicado y en circulación.

Se le ha pasado a escritor, lectores, corrector y editor.

Si esto pasa en las mejores casas, puedes imaginar entonces la de veces que se da en libros
autopublicados que se saltan el proceso lógico editorial.

¿En qué consiste? Pues te lo explico con un ejemplo:

«Marisa dudaba entre descolgar el teléfono y llamar a Esther o ponerse algo encima, coger un taxi y
plantarse en su casa. Pero la fina llovizna de aquel domingo por la tarde no invitaba a salir. Tampoco le
resultaría fácil encontrar un taxi libre. Aun así no se decidía a descolgar el teléfono y llamar a su amiga.
En esta indecisión, de repente, sonó el teléfono. Sonrió al ver el nombre en la pantalla: Esther.

— Qué bruja eres —dijo Marisa al descolgar—, estaba pensando en llamarte ahora mismo.

— Eso se lo dirás a todas —respondió Esther, riendo—. Pero voy a creerte porque imagino que sabes por
qué te llamo…

Esther buscó el paquete de cigarrillos entre el desorden de su mesilla de noche. Sintió un cosquilleo en el
estómago y pensó en cuánto le gustaban esas tardes lluviosas de domingo en casa…»

¡Alarma! ¡Cuidado, amigo escritor, amiga escritora!

Aunque no te lo parezca, estás cayendo en el Error #7: esta escena comienza desde el punto de vista de
Marisa. Estamos dentro de su cabeza, no en un punto cercano desde el cual observamos sus
movimientos.

Sabemos qué siente y qué piensa. Entonces… ¿qué artificio nos ha permitido salir de la cabeza de Marisa
y meternos en la de Esther sin previo aviso?

De acuerdo, el narrador puede ser omnisciente y saber lo que sucede en cualquier lugar, momento y lo
que pasa por la cabeza de cualquier personaje.

Pero el lector se va a sentir mareado y descolocado si se salta de un pensamiento a otro: llegará un


momento en el cual quien saltará de la historia será el lector.

¿Por qué?

El lector necesita identificarse con un punto de vista y tener la referencia de un personaje para poder
vivir las situaciones de la ficción.
Este personaje puede cambiar las veces que se desee… siempre y cuando al lector le pongamos sobre
aviso.

No basta una llamada de teléfono para pasar de un punto de vista a otro y salir de una cabeza para
meterse en otra. Hay que finalizar una secuencia o indicar que una escena ha terminado.

Igual que hacemos punto y aparte para cambiar de tema, es necesario decirle al lector

que hemos terminado de contar algo desde un punto de vista antes de pasar a otro.

En las novelas corales, cuando los papeles principales están repartidos entre muchos personajes y hay
numerosos secundarios, esto es más necesario si cabe.

Imagina una novela de estas características e ir pasando de los pensamientos y puntos de vista de cinco
o seis personajes en una sola escena.

Lo más recomendable es que en cada capítulo —o al menos en cada escena— se cuente la historia desde
el punto de vista de cada uno de estos personajes.

Toma siempre la referencia del personaje conductor de cada escena y presta especial atención cuando se
relacione y dialogue con otros.

¿Cómo podemos saber lo que piensan y sienten otros personajes si no estamos metidos dentro de sus
mentes?

Como norma general lo sabremos por sus acciones o por el diálogo. Si nos lo dice el narrador… ¡error al
canto!

ERROR #8: represión y mojigateríaEscribir una novela censura

Este tipo de error a veces lo he descrito como un bloqueo.


¿Dónde termina la vida privada y comienza el escritor? ¿Qué contar de la experiencia propia y qué no?

¿Pensarán los lectores que esto me ha sucedido en realidad a mí y no al personaje? ¿Hasta dónde tengo
que desnudar mis pensamientos y sentimientos?

El resultado es un bloqueo que dificulta el acto de traspasar el Primer Umbral o detiene el avance al
llegar a un punto determinado.

Pero otras veces sucede algo peor:

La falta de naturalidad impide a un autor encontrar su propio estilo literario.

El miedo al «qué dirán o pensarán de mí si escribo esto» ha destruido más carreras de escritor que la
misma maquinaria de la industria editorial.

Donde más se puede notar esta falta de autenticidad es en las escenas de sexo.

No son pocas las veces que, en las asesorías privadas, llamo la atención sobre esto a los autores cuya
novela superviso.

¿Por qué escatimar al lector detalles de las escenas más apasionadas?

El acto de leer es también un acto de voyeurismo, de hecho uno de los más invasivos.Haz click para
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Como lectores nos metemos en lo más íntimo de las vidas de los personajes. Sus pensamientos y
emociones, su pasado más oscuro, sus anhelos más secretos…

Pero resulta que al llegar a la intimidad de la alcoba, se le niega al lector la posibilidad de conocer
también esa parte de su vida —la sexual— de unos personajes que conoce al detalle.
Y antes esto, oh, sagaz lector, puedes argumentar que es más sugerente insinuar que mostrar.

Es cierto, pero entonces tampoco puedes mostrar otros detalles de su psicología, también necesitas
sugerirlos. Es cuestión, una vez más, de coherencia.

Ojo, que puede suceder todo lo contrario y entonces caemos en la pornografía.

Es ahí donde reside el error: en mostrarlo todo de un aspecto y poco o nada de otro; si insinúas, insinúas
siempre y si muestras, lo muestras todo.

Una variante de esto es el uso de eufemismos…

Está bien buscar sinónimos para depurar el estilo de escritura y no repetir palabras innecesariamente.

Pero otra cosa es evitar a toda costa decir cierta palabra porque resulta malsonante o demasiado gráfica.

Di pene o vagina cuando sea necesario decir pene o vagina…

¡y polla o coño cuando toque decir polla o coño!

Necesitas que tus personajes digan lo que tengan que decir, ni más ni menos. Valga esto para todo,
lógicamente, no solo para la parte sexual de tus historias.

Ejemplos de eufemismos

Persona de color: por negro/a

Persona de la tercera edad: por viejo/a


Dar a luz: por el verbo parir y el momento del parto

Persona invidente: por ciego/a

Etc.

Estas expresiones se justifican a menudo diciendo que se pretende ser más elegante.

Enmascarar la realidad se convierte en eufemismo cuando la supuesta elegancia está inspirada por la
mojigatería o la represión del «qué dirán o pensarán».

Y el no querer ofender a un colectivo está muy bien… no utilices entonces expresiones del tipo «es un
trabajo de negros» o «les hicieron una judiada» o «le engañaron como a un chino».

Pero utiliza las palabras negro, judío, viejo… e incluso maricón.

Lo que es ofensivo no es usar ciertas palabras, es el cómo y el para qué se utilizan.Haz click para twittear

De hecho, según lo que digas sobre negros, homosexuales o judíos puede ser un delito perfectamente
tipificado y traerte problemas legales.

Problemas serios… y muy seguramente bien merecidos.

ERROR #9: condensar toda una obra literaria en una sola novela o relato

Escribir una novela 9 errores condensar

Es probable que comiences escribiendo relatos cortos, fruto de tus anotaciones constantes de ideas
sueltas, pensamientos varios, ensoñaciones o divagaciones.
O todo ello a la vez.

Pero intuyes que esos relatos no expresan todo lo que necesitas expresar y vas acoplando ideas,
amontonando pensamientos y ensoñaciones.

Un día lees un libro apasionante que te inspira y motiva a escribir una novela.

Comienzas tirando del hilo, te inventas unos personajes y los utilizas para soltar todo lo que llevas
tiempo queriendo expresar.

Tienes tantas cosas que decir, tantas ideas que hierven en tu cabeza, tanta pasión que transmitir e
historias que contar… que vas y las dices todas de golpe.

Con suerte, tú lo entenderás sin perderte en el laberinto de tu propia creación. Porque es justo eso: tu
propia creación.

Pero ya puedes parar de contar, porque no lo entiende nadie más.

Has volcado todo lo que tienes que decir en una sola historia. En pocas palabras

has confundido una idea para contar algo con un argumento para explicarlo todo.

Aunque aquí tienes un post muy completo, deja que te explique en un momento la diferencia entre un
relato y una novela.

A) En un relato explicas algo concreto, que puede expresarse en algunas páginas:

Antes que intentar definir el amor universal, un relato procura expresar el amor que se siente hacia una
madre o un abuelo.
Y ojo, porque al decir ideas sencillas no me refiero a ideas poco profundas. Hay mucha profundidad en el
amor a una madre o a un abuelo.

B) Para expresar el amor universal tienes la novela.

Desarrollas una historia más compleja para expresar ideas más complejas.

Temas que necesitan muchas más páginas para que puedan calar en el lector a un nivel más profundo.

Con la novela puedes involucrar al lector en los hechos de una forma muy vívida, gracias a los
personajes. Por eso decía al principio que los personajes hacen de médium, ¿recuerdas?

Puedes transportarles a otros estados de conciencia y hacerles sentir emociones determinadas, influirles
a un nivel inconsciente para que integren de manera profunda aquello que quieres transmitir.

Se podría decir que

la extensión y complejidad de una historia está determinada

por la extensión y complejidad del tema que desarrollas en ella.

… o el nivel de profundidad al que quieras llegar.

Es cierto que autores como J.D. Sallinger, Ernest Hemingway, Julio Cortázar, Borges y otros llegan a
mucha profundidad con relatos o novelas cortas.

Para eso es necesario ser un economista de recursos narrativos a nivel maestro.


Y sobre todo, tener claro qué quieres contarle al mundo al escribir una novela.

¿Tienes claro lo que quieres decirle al mundo con tu escritura? ¿De verdad... de la buena?Haz click para
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Porque si lo tienes claro, podrás expresarlo de forma más clara, concisa y repartida en toda una obra
literaria, evitando decir todo lo que quieres expresar en una sola novela.

Pero en realidad, necesitas contarlo todo en esa primera novela: forma parte del proceso de convertirse
en escritor.

Solo cuando te das cuenta de que has embutido toda una obra literaria en una sola historia, es cuando
puedes comenzar de verdad a definir los temas que te interesa tratar.

¿Por qué escribe un escritor?

¿Qué impulsa a alguien a contar historias?

¿Por qué recorrer este incierto camino, existiendo otros mucho más fáciles y, desde luego, rentables?

Esas preguntas no tienen en verdad una respuesta. Al menos, no una sencilla. Recorrer el camino de la
literatura tal vez te pueda dar algunas.

Ojalá te haya gustado esta entrada y mejor todavía si te ha ayudado

a detectar esos errores tan típicos al escribir una novela.

Si es así, te agradecería que compartieras el post

en tus redes sociales preferidas, solo te costará un click 😉


¡GRACIAS!

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Acerca de Alejandro Quintana

Barcelona, 1971. Escritor, editor de contenidos y emprendedor en serie. Inspiro a las personas a
encontrar su propia verdad mediante la escritura creativa y la narrativa. Mi lema es que, antes de
publicar, necesitas escribir algo que merezca la pena ser leído.

También soy un apasionado del cine y la fotografía, actividades a las cuales he dedicado una buena parte
de mi vida profesional. Aficiones: naturaleza, bushcraft, nadar y pasear en bicicleta...

Comentarios

Sinjania dice

14 septiembre, 2020 en 1:46 PM

Muy buenas, Alejandro.

Me gustaría felicitarte por este post tan detallado sobre los principales errores que se cometen al
escribir una novela y como evitarlos.

Gracias por tus reflexiones y consejos.

Responder
Facundo dice

16 agosto, 2020 en 8:54 AM

Hola :D. Primero que todo, me presento para que conozcas mi contexto y quizás puedas colaborarme
con algún consejo. Soy Facundo, tengo 16 y estoy tratando de adentrarme en este basto y complejo
mundo de la literatura, A pesar de considerarme a mi mismo un gran lector me es muy complejo
ponerme a mi mismo como el lector de mi propia novela, y es que, ya escribí una, con la cual quede
disconforme y utilice como borrador para tratar de hacer algo mejor, estoy escribiendo una novela
«isekai» ya que he leído miles y solo un par han sido realmente buenas (sin llegar a ser dignas de
alabanza) es un genero complejo y extenso, da lugar al escritor a crear su propio mundo de fantasía con
sus propias reglas y del lector a poder imaginarse algo agradable. Mi problema: No me se expresar, como
quizás has notado en este texto mi escritura consta de varios errores, ya sea de puntos, comas u
ortográficos por lo que muchas veces fuerzo de mas la formalidad de mis textos, esto conlleva a que en
variadas ocasiones no he logrado dar descripciones claras, ya sea del entorno o un personaje.

Gracias por leerlo (en caso de que lo leas) y espero que puedas darme un consejo, de escritor novato a
escritor «veterano»

— Detalle a recalcar, escribo a mano y su publicación me abrió los ojos a muchos detalles que obvie—

Responder

Alejandro Quintana dice

25 octubre, 2020 en 8:20 PM

Hola, Facundo, gracias por leer y comentar. Verás, escribir es un oficio y, como tal, requiere de
conocimientos y muchos años de práctica para dominarlo. Mi consejo es que sigas escribiendo sin
desanimarte, porque esto lleva tiempo. Desarrolla un estilo literario propio que te permita expresar con
fluidez aquello que deseas expresar con la escritura, que te represente y con el cual te sientas cómodo y
eficaz. Aquí tienes una excelente herramienta para formarte en esa dirección: Cruzando el primer umbral
de la escritura.
Los tres pilares esenciales de este proyecto son:

► Entender la escritura como un acto de autoconocimiento.

► Entender las técnicas narrativas como una fuente de creatividad ilimitada.

► Antes de publicar, asegúrate de escribir algo digno de leerse.

Por si te resuena y quieres adoptarlos hasta encontrar los tuyos propios 😉 ¡Un abrazo!

Responder

Sil dice

12 julio, 2020 en 9:41 PM

Gracias Alejandro por el aporte, estoy empezando a escribir y me he dado cuenta que a veces escribo
para que me entiendan a mi y no sé si los demás se están sintiendo identificados; es difícil separar esa
línea en donde escribes para soltar lo tuyo y la gente pueda aprender algo muy a parte de entretenerse y
pensar, y escribir haciendo que lo entiendan más fácil y se sientan identificados. Por ejemplo yo voy por
los temas oníricos y fantasioso, me gusta usar simbología, pero no sé si las personas lleguen a entender a
simple vista… de que llegará a su subconsciente lo hará, pero no sé si esté llegando bien de esa manera
las cosas… hahaha

Responder

Suriana dice

11 junio, 2020 en 8:56 AM

Buenos días, Alejandro. Mi nombre es Suriana y te escribo desde Argentina.

Estoy comenzando con mi novela sobre la guerra en Siria. Estará basada en historias reales y en mi
propia experiencia de cuando entré al país y me quedé seis meses para hacer las investigaciones y
recolectar los testimonios de los sobrevivientes.

La cuestión es la siguiente: no quiero hacer un relato únicamente periodístico. Dicho esto, quisiera
conocer tu opinión sobre si es posible entremezclar las investigaciones periodísticas y la ficción. También
me gustaría saber si no queda mal que yo sea una de las protagonistas de esta novela y a la vez la autora.
La novela, al estar basada en mi propia experiencia en el país en guerra, será narrada desde mi punto de
vista. Pero también estoy creando personajes que me ayudarán a retratar de manera más compleja,
intimista y contradictoria, todo lo que he percibido de la guerra.

¿Está bien si esto sucede? ¿Se han visto autores que creen una historia de ficción y sean sus propios
protagonistas para contar algo que sucede en la vida real?

¿Debería delimitar y dejar en claro al lector cuándo estoy contando algo que sucedió en la vida real y
cuándo algo es ficción?

¡Te agradezco tus opiniones!

(¡Amo tu blog!)

Saludos…

Responder

VICSAM dice

6 mayo, 2020 en 3:41 AM

Gracias por la orientación valiosa para mí. Terminé de escribir una novela cuya acción sucede en Chile,
de un caso real de una secta que por medio de chantaje obliga a hombre de familia -con su propia
historia a cuestas- a buscar reliquias históricas, cuyo origen procede de España en el siglo XV. Construí la
historia con personajes ficticios, cuya acción, locación y temporalidad, creo está bien, pero –(y aquí mi
duda) diferentes capítulos (de acuerdo con la época) considera historias donde actúan secundariamente
personajes reales históricos -Cristóbal Colón, Hermanos Pinzón, Pedro Valdivia -conquistador de Chile, y
Catalinas de Los ríos llamada La Quintrala (1604-1665) acusada brujería, sadismo, asesinato de su padre
y españoles etc. ¿Puedo utilizar en mi historia estos personajes? ¿Existe alguna prohibición legal?
vsaezm@vtr.net

Responder
Alejandro Quintana dice

6 mayo, 2020 en 3:51 PM

Gracias también a ti por leer y comentar. Puedes usar tranquilamente a esos personajes históricos,
no hay ningún impedimento legal para hacerlo. Hay una película en la que Abraham Lincoln es un
cazador de vampiros, así que… 😀 ¡Un saludo!

Responder

Deni dice

23 abril, 2020 en 12:49 AM

¡Buenos días/tardes/noches, Alejandro!

Verás,he leído el blog entero y la verdad me ha resultado bastante interesante, pues considero que
son errores a tener en cuenta para evitar hacerlos en tu historia, y me ha hecho pensar, punto por punto,
si yo he llegado a caer en algunas de estas trampas, lo que me ha llevado a dos cuestiones…

La primera: estoy escribiendo un libro de fantasía oscura en Wattpad, es el primero que hago y la
verdad me gusta la sensación y sentimiento que trae consigo el escribir, pero me he dado cuenta de que
mi manera de narrar es muy descriptiva y detallista, como si quisiera que el lector en cuestión entrara en
una inmersión lo más cercana posible al mundo y situaciones que se cuentan en el libro. ¿Cómo puedo
saber si es una narración descriptiva aburrida o, en cambio, una entretenida y útil al buscar que la
persona se acople mejor al ambiente?

Y segundo: el narrador. Mi idea es que la historia la narre un bardo (De hecho, al final de cada capítulo
coloco una estrofa de cuatro versos que resume el episodio en forma de poema, para al juntarlas todas
sacar una canción completa), el cual conoce a los protagonistas pero narra principalmente la historia de
uno de ellos. Pero, a su vez, hay situaciones en las que no se encuentra el protagonista que creo que
necesitan ser narradas para seguir un orden creíble (Por ejemplo, la presentación de un personaje nuevo
que se encuentra en un lugar distinto, o la narración de un acontecimiento en el cual el protagonista no
llega a participar, y apenas logra verlo más tarde). Mi pregunta es: ¿cómo logro cambiar de narrador (Del
bardo que hace alguna que otra referencia a sí mismo algunas veces a «esa voz» que presenta cosas
nuevas) de manera clara y que no confunda al lector.

¡Muchas gracias por tu aportación, y espero no haber hecho un mensaje muy largo! Un saludo.

Responder

Alejandro Quintana dice

30 abril, 2020 en 9:53 PM

Hola, Deni gracias por leer y participar, me alegro de que el blog te aporte. Respecto a tu primera
pregunta, lo que puedo decir sin conocer el texto es que todo es cuestión de equilibrio. Si tu estilo es
descriptivo está bien, solo te recomiendo que combines la descripción estática con la dinámica y que
domines cuándo conviene describir y cuándo narrar, usando en su justa medida el diálogo, la escena y la
elipsis.

El narrador es, según mi entendimiento y experiencia, el primer elemento a considerar cuando te


planteas escribir una novela y uno de los más importantes pilares de una historia. Es un asunto tan
delicado que aconsejarte algo sin conocer la obra al detalle podría confundirte más que ayudarte. Poner
en juego algo como lo que tú deseas requiere pensar muy a fondo qué tipo de narrador es el más
adecuado para contar la historia tal como quieres. ¡Ojalá pudiera ayudarte mejor!

Todos estos elementos y la forma de emplearlos se detallan con precisión en el curso Los 7 pilares
de la narrativa. Precisamente, la elección del perfecto narrador es el primer pilar de todos… y no por
casualidad. Espero que sea de tu interés, recibe un afectuoso saludo 🙂

Responder

Eduardo Gázquez Sáez dice


19 abril, 2020 en 4:39 PM

Hola, muchas gracias por los consejos, menos mal que solo había empezado y lo había hecho bien…

Tengo otra duda: si estoy por la página 6 y no se me ocurre nada más me paso a otro capitulo y luego
continuo?

Y otra cosa, el libro me esta quedando muy junto todo, como que todos lo hechos pasan muy rápido y
no sé como hacer para alargarlo.

Muchas gracias!

Responder

Alejandro Quintana dice

20 abril, 2020 en 6:39 PM

Hola, Eduardo. Verás, un capítulo es una unidad de información con estructura: tiene
planteamiento, desarrollo y cierre. Dicha estructura encaja en la estructura general de toda la novela. No
te recomiendo guiarte por el criterio de si es muy largo o corto, pues habrá capítulos que necesiten 10
páginas y otros que con dos párrafos van sobrados. Pero esto dependerá de la estructura global y,
normalmente, si la novela está bien estructurada los capítulos tenderán a tener una extensión parecida.

Lo mismo te vale para la otra pregunta: desarrollar los hechos de una historia requiere equilibrio
narrativo y el desarrollo de una curva dramática. Esto es lo que se conoce como estructura narrativa y, si
está bien planteada, la historia tendrá un ritmo concreto y un equilibrio de todos los elementos. En
ocasiones será trepidante y pasarán muchas cosas en poco tiempo, en otros momentos será más
pausada y descriptiva, pero todo en su justo equilibrio.

De hecho, considero que encontrar este equilibrio es una de las claves más importantes de la
narrativa y por eso diseñé este curso: Los 7 pilares de la narrativa. Estoy seguro de que te vendría
fenomenal 🙂 Un saludo, ¡muchas gracias por pasarte y comentar!

Responder
David Triviño dice

15 abril, 2020 en 9:14 AM

Uno de los mejores blogs de escritura que he encontrado. Intento aplicar siempre las máximas que
defines por puro instinto, pero me gusta que alguien me diga que no estoy tan equivocado como
siempre pienso estar…

Gracias por el esfuerzo!

Responder

Alejandro Quintana dice

20 abril, 2020 en 6:16 PM

A ti por leer, comentar y valorar de forma tan positiva mi blog 🙂 ¡Un saludo!

Responder

Michelle dice

14 abril, 2020 en 5:50 AM

Hola Alejandro. estoy escribiendo una novela romantica y hay una duda que no deja de dar vueltas en
mi cabeza. al momento de escrbir los dialogos entre los personajes tengo un problema. en la mayoria de
las novelas que he leido, vi como el personaje dice algo, entre los guiones largos que encierran las
oraciones o frases que dicen. luego hay una descripcion que acompaña al lector a imaginar en que
condiciones dice dicha frase, por ej:
– hola Caroline, tengo algo que decirte –. aprieta las correas de la mochila, inseguro sobre si decirle o
no.

normalmente por parrafo hay solo dos dialogos que dice el personaje, al menos en los libros que tengo
en mis manos ahora mismo para tratar de sacarme la duda. lo que me gustaria saber es si es posible que
en un parrafo haya mas de dos dialogos, no se si me explico. es algo asi como (–dialogo –. descripcion. –
dialogo–. descripcion) si se puede poner mas de 2 dialogos, con pequeñas descripciones entre ellos por
cada parrafo, o hay alguna regla a la hora de escribir que lo impide.

desde ya te doy las gracias por leer esta pequeña duda que tengo.

Responder

Alejandro Quintana dice

20 abril, 2020 en 6:11 PM

Hola, Michelle, gracias por leer y comentar. No estoy seguro al cien por cien de lo que me preguntas,
aunque creo que quieres decir que si en una línea de diálogo puede añadirse más de dos acotaciones de
narrador. Desconozco si hay alguna regla oficial al respecto (aunque todas las reglas pueden saltarse si se
conocen y se tiene un motivo de peso para hacerlo), pero no es recomendable que un diálogo contenga
más de dos acotaciones de narrador. Si no es esa la duda que tienes, házmelo saber con un ejemplo
concreto y trataré de ser más preciso. ¡Gracias!

Responder

Evangelina Vergolini dice

4 abril, 2020 en 11:04 PM

Hola Alejandro, que gusto me dio leer tu blog, muy interesante!!.

Mira te comento soy Argentina y tengo una vida realmente de pelicula, no precisamente por la buena
vida sino por todo lo que me ha tocado vivir, me encanta escribir! mi idea es escribir algo que luego
pueda presentarlo como un guión de una teleserie . Mi pregunta es: será mejor escribir primero la
novela, o directamente un argumento?

un abrazo! muchas gracias.!!

Responder

Alejandro Quintana dice

20 abril, 2020 en 6:00 PM

Hola, Evangelina. Verás, no es cuestión de escribir una novela o un guion de teleserie. El asunto es
encontrar el formato que mejor exprese lo que deseas expresar, y también lo que esté alineado con tu
forma de expresarte. Son medios distintos, con distintas características. Si vas a enfocarte en el mundo
interior de los personajes y tienes algo que decir, seguramente funcionará mejor la novela; si prefieres
centrarte en los hechos y tienes algo que mostrar, el formato audiovisual será más adecuado. Adaptar
una novela a la pantalla es bastante complicado, aunque no lo parezca. Por tanto, mi consejo es que si
quieres escribir una teleserie la escribas directamente. Un saludo, gracias por leer.

Responder

Angel dice

14 marzo, 2020 en 2:51 AM

Hola, primero gracias por sus interesantes artículos. Quería hacer una consulta que puede resultar un
poco enrevesada. Estoy escribiendo una novela de ciencia ficción y en un momento dado me interesaría
mencionar un escritor ya fallecido y un par de obras suyas pero en el contexto siguiente: mi historia
transcurre como consecuencia de dar como hecho real lo que sucedía en dos de los libros de ese escritor
porque me invento que tal escritor era en realidad un espía. Es decir no cito nada concreto sino que en
cierto momento de mi libro, el protagonista continuará los hechos relatados en esas otras obras y sabrá
que ese escritor no escribía ficción sino realidad (siendo todo un supuesto, todo ficción, menos el hecho
de que ese escritor y sus libros si existen). Entonces ¿puedo nombrarlo en mi libro? ¿puedo atribuirle en
la ficción de mi libro esa profesión de espía siendo todo ello falso? ¿puedo nombrar sus libros de ficción
dándoles veracidad en mi historia ficticia? Muchas gracias
Responder

Alejandro Quintana dice

18 marzo, 2020 en 1:37 PM

Hola, Ángel. En primer lugar, gracias por pasarte y comentar, me alegro de que mis artículos te
parezcan interesantes. La respuesta a tu pregunta es sí. Obviamente, te recomiendo ser precavido y
avisar al lector de que se trata de pura ficción. Puedes hacerlo en una introducción o nota aclarativa al
inicio de la novela, o incluso en la sinopsis de la contracubierta. Si el autor que vas a mencionar está vivo
o sus descendientes conservan los derechos de sus obras, no estaría de más avisarles y pedirles su
consentimiento, aunque no lo necesites. Es cuestión de cortesía y consideración, e incluso
reconocimiento, del autor que vas a ficcionar.

Vas a hacer un interesante ejercicio narrativo, entre la metaliteratura y la ficción histórica. Ánimo
con la escritura, un abrazo…

Responder

Cris dice

22 febrero, 2020 en 5:18 AM

Hola Alejandro, agradezco de corazón esta orientación, me has resuelto varias dudas. De casualidad no
das apoyo en clases por skype?

Responder

Alejandro Quintana dice

24 febrero, 2020 en 5:52 PM


Hola, Cris, muchas gracias por tu comentario, me alegro de que el post te haya sido útil 🙂 Sí,
ofrezco tutorías y consultorías por videoconferencia y también doy clases, todas las semanas, a una
comunidad de escritores. Puedes ver la información aquí: COMUNIDAD DE APRENDIZAJE PARA
ESCRITORES Si tienes alguna duda, escríbeme desde el formulario de contacto aquí. ¡Un saludo!

Responder

José Vicente dice

13 enero, 2020 en 11:58 AM

Excelente artículo. Varios son los relatos cortos que duermen el sueño de los justos en los cajones de
mi mesa. Como me comentaron en un curso de escritura creativa donde no entendieron nada ya que no
me ajustaba estrictamente a los cánones establecidos y no hablaba de forma grandilocuente, mis relatos
se parecían más al material que utilizan los scripts y directores en un rodaje cinematográfico. En todos
ellos un personaje hace de hilo conductor mostrándonos al resto de personajes, así como la trama.

Mi duda es si al lector hay que dárselo todo hecho y con un final perfectamente delimitado o hay que
dejar un hueco a la imaginación?. Se que hago guiños a épocas pasadas y al cine clásico y que en buena
lógica quien no esté un poco al día, le va a ser un poco difícil identificar a los personajes
«archiconocidos» pero bueno. Hay que explicar de «pe» a «pa» quien es cada cual o en que ciudad se
desarrolla la trama?

Responder

Alejandro Quintana dice

5 febrero, 2020 en 5:17 PM

Hola, José Vicente. A mí me gustan los autores y las historias que presuponen mi inteligencia, así
que soy muy partidario de dar espacio al lector para que rellene ciertos vacíos en la narración y pueda
interpretar por el contexto lo que está pasando en la superficie. El doble sentido y los silencios en un
diálogo, lo que el narrador desconoce o no cuenta al detalle, el subtexto, la parábola… todo eso es
esencia narrativa. Y, por supuesto, me chiflan los finales abiertos a interpretación. Pero cada historia es
un mundo y lo importante no es la presencia de estos detalles, sino el conjunto de todo ello: cohesión y
coherencia. Por tanto, habrá historias en las que sea coherente jugar con la omisión y otras en que será
necesario dar todos los detalles. Y eso está muy ligado al estilo propio de cada autor. Es mi opinión, por
supuesto.

Espero haber respondido a tu pregunta… gracias por leer y comentar, un saludo 🙂

Responder

Lucas dice

7 noviembre, 2018 en 2:42 AM

Gracias por el artículo. Debo comentar que hay consejos que considero muy acertados (el 5, 6 y 7
especialmente) pero en otros, en concreto en el desarrollo, detecto lo que yo llamo: «El Síndrome del
Escritor de Manual». Esto es: el escritor encorsetado en las reglas extremadamente limitantes de cómo
debe ser el estilo, cómo debe ser el ritmo, cómo deben ser los personajes, en definitiva cómo debe ser
toda obra literaria, como si fuera resultado de una ecuación matemática, y plagado de noes en lugar de
síes.

Los «principios» que enumeras, y el «estilo de manual» son bastante útiles para tener unas ciertas
referencias sobre escritura, pero si se toman demasiado al pie de la letra terminan por ser un lastre para
la creatividad. Al menos esa ha sido mi experiencia, y desde que escribo simplemente lo que me viene
en gana (procurando conservar un mínimo) disfruto mucho más con mi literatura y soy más creativo.

Al fin y al cabo puedo exponer algunos grandes escritores que de acuerdo a tus principios estarían
escribiendo mal. ¿Acaso empieza fuerte Harry Potter? No, empieza lentísimo, como también El Señor de
los Anillos. ¿Son poco descriptivos Lovecraft y Poe? No, son abundantemente descriptivos, pero ahí
radica la gracia de su estilo. ¿Acaso no es mareante Cortázar? Al extremo. ¿No son increíblemente
introspectivos Dostoyevsky o Hesse, hasta el punto de casi olvidar la acción? Totalmente, pero ese es su
estilo y su encanto.
Por eso digo: si uno se encorseta demasiado con lo que «debería ser» su literatura, y no con lo que
quiere que sea, termina por no ser nadie, una especie de autómata de la correcta literatura que no
destaca en nada, temerosa por respetar la moderación ante todo y no traspasar ningún no.

Un saludo y felicidades por el blog.

Responder

Jenny dice

26 marzo, 2018 en 11:15 PM

Por fin me animé a escribír algo con determinación y metas implantadas, pero luego dte leer esto qu
miedo se ha metido! Que compromiso sería continuar.

Igual, muchas gracias por tanta información.

Responder

Ester dice

28 enero, 2018 en 10:20 PM

Hola!

Totalmente de acuerdo con los errores. Hace años que escribo, y la de veces que he dejado una
historia a medias porque no tenía continuidad… no obstante, con el tiempo y a medida de ir escribiendo,
llega un día que estos errores quedan atrás. 🙂
Artículo muy completo, felicidades.

Responder

Angélica dice

29 diciembre, 2017 en 8:53 AM

Hola Alejandro:

He leído todos los puntos de este blog y me he sorprendido y dado cuenta de que la mayoría de ellos
son muy consistentes con lo aprendido en la licenciatura en Literatura y Lengua que estudié, claramente
mis 5 años de carrera no me hicieron escritora, ni me prepararon para sentarme frente a las
herramientas y crear obras maestras épicas con pasos de instructivo, lo que sí puedo decirte es que
haces un gran trabajo al escribir en este blog siendo sincero, escribir no es fácil pero tampoco es
imposible, uno tiene que saber qué quiere comunicar, en efecto. Gracias.

Un saludo.

Responder

Rafael dice

22 noviembre, 2017 en 1:12 AM

Buenas Tardes Alejandro

Me ha parecido interesante lo que has escrito. Yo estoy escribiendo mi cuarta novela , y ya tengo en
mente la quinta. Es algo que me apasiona. Los que han leído mis obras anteriores, han hecho
comentarios diversos. A algunos les gusta, solo uno me ha dicho que le apasiona y que la tiene como
libro de consulta. Que no se cansa de re leerla porque siempre descubre algo nuevo en ella. Otros me
han dicho que no le entienden. Que escribo con un lenguaje muy alto. (Estudie filosofía). En fin. He
tocado puertas para ver si alguna editorial se interesa en ella, pero sin ningún resultado favorable. Ello,
no me ha quitado la pasión que siento por la escritura. Si soy bueno o no, yo no lo se. Lo que si creo con
firmeza, es que lo que ahí esta escrito, es muy bueno, quizá mal narrado pero bueno.

En fin. Me gustaría estar en contacto contigo por otro medio. Mi correo es sadday1976@gmai.com
seria muy bueno que me escribieras y ponernos mas al tanto sobre esto. Uno nunca sabe.

Slds

Rafael

Responder

Manuel dice

1 enero, 2018 en 4:37 PM

Me parecen muy importantes tus consejos. Pero creo que en una obra de creación como es la
literatura de ficción, prima la historia atractiva y la forma cuasi espontánea de decirlo. SI yo para escribir
tengo que tener en mente todos tus consejos, no lo haría nunca. Dicho de otro modo: Se puede escribir
una novela observando todas tus normas, pero si la trama no es interesante la novela sería un desastre.
Por otro lado, creo que muchísimos libros con récord de venta meten la pata en casi todas tus
observaciones, y más.

Responder

Francisco Guerloza dice

14 octubre, 2017 en 3:27 PM


Creo que, de los Post tipo «los 10 errores más comunes al empezar a escribir» es el mejor. Pero claro
son ideas, una guía orientativa. Es como en música, soy músico y lo primero es aprender las normas,
luego ya puedes incumplirlas pero primero has de conocer bien lo que haces. Luego tienes por ejemplo
Rayuela, considerado obra maestra, que creo que comente lo menos 8 de los 9 errores…así que esto no
es una ciencia exacta. Gracias Alejandro, saludos.

Responder

Álvaro dice

29 agosto, 2017 en 7:34 PM

Buenas tardes. He leído los comentarios de D. Gedeón y me han impresionado. Me he permitido echar
un vistazo a su cuenta de twitter y me acabo de convertir en su 19º seguidor.

Saludos D. Alejandro y cuente usted con mi respeto, fuera y dentro de su blog.

Responder

heidicastro (@heidicastrovaca) dice

28 agosto, 2017 en 6:43 PM

Tengo una pregunta. En el caso de escribir una novela moderna con escenarios reales es necesario
escribirla con mi lugar de residencia en mente porque tengo pleno conocimiento de los lugares? Por
ejemplo si he residido toda mi vida en Perú y solo conozco ese país no podré escribir una novela
ambientada en New York porque no sonaría real? o tendría e estudiar el modo de vida de allá, así como
los medios de trasporte y direcciones? La razón porque no quiero escribir acerca de mi país es porque
siento que lectores extranjeros por ejemplo no les interesaría leer una novela de misterio ambientada en
pueblos sino en lugares más sofisticados. Por favor un consejo me ayudaría

Responder
Melba dice

25 septiembre, 2017 en 9:48 PM

Hola Heidi, te comparto mi opinión sobre tus inquietudes.

1) Si García Márquez compartiera tu idea («lectores extranjeros por ejemplo no les interesaría leer
una novela de misterio ambientada en pueblos sino en lugares más sofisticados.»), no habría escrito
Cien años de Soledad. Y hay ejemplos por montones en la literatura universal. Carecería de interés
escribir lo que sucede en una pequeña aldea de pescadores (El Viejo y El Mar o La Perla)?. Sugiero que
revises esa creencia.

2) Puedes escribir sobre lugares que no conoces valiéndote de dos recursos: imaginación e
investigación. Si tu obra pretende tener cierta fidelidad histórica, la investigación profunda y tu
creatividad pueden suplir el desconocimiento. Por ejemplo, hay una serie de televisión, Outlander, que
se ambiente en dos épocas históricas: Escocia en 194x y en 17xx. La escritora es contemporánea nuestra
y nació y vivió en los Estados Unidos. Explica que investigó mucho y logró una presentación muy
poderosa e interesante de lugares y épocas que no conoció.

Así mismo, Vargas Llosa en su libro El Sueño del Celta nos muestra tres mundos que así hoy existan
los lugares, no son como en la época que él describe y lo hace de manera impresionante!

Saludos,

Melba

Responder

Andreu Badia dice

12 agosto, 2017 en 3:43 PM

Unos consejos muy útiles. Cabe decir que no son normas universales e inalterables, pero a grandes
rasgos me parece que son una guía excelente para alguien que quiera escribir de manera seria o por algo
más que la diversión de hacerlo.

Responder
Cristjohn Tualcas dice

31 julio, 2017 en 11:39 PM

Hola a todos, en lo personal me parece que estos aportes que se hacen con estos post, son muy
buenos y en lo personal le doy las gracias al señor Alejandro Quintana por tomarse parte de su tiempo,
para compartir lo poco o mucho que ha aprendido con sus experiencias. Ya sea que cometa el error de
generalizar o incluso que pueda asustar a un novato emprender el hermoso camino de la literatura, sigue
siendo muy valiosa su contribución, porque de salida como adultos debemos partir del pleno
entendimiento de que al final cada escritor tiene su forma , su estilo y destino el cual ira moldeando en
base a sus propias experiencias, la esencia de los aportes que hacen personas como el señor Alejandro
es otra y no la de indicar que tal o cual es el único camino de llevar a cabo una obra literaria, es como si
se dijera que ya existe el máximo libro que te enseña a como ser un buen padre y una buena madre, y
que como dicho libro lo ha escrito el top de los top, esa es la única verdad certera.

Realmente es una bendición poder leer todos los comentarios y sugerencias que se puedan, sobre
todo si son de personas que tienen basta experiencia, pero como dije antes la esencia de su contribución
no creo que sea con el fin de imponer un estilo, todos debemos tener un criterio formado y todos al final
sacaremos a la luz nuestro propio estilo.

Gracias y espero poder aprender mas, hay que aprender a enfocarse en lo bueno que tiene cada cosa y
tomarlo mejor.

Responder

Gedeón McHale (@GedeonMchale) dice

3 julio, 2017 en 9:31 AM

Yo sí creo que se puede ayudar a alguien a entender un poco mejor las claves que hacen de una obra
literaria una obra literaria «buena» o «menos buena», pero me permito disentir en las reglas propuestas
en el artículo, porque algunas parecen encaminadas a mostrar cómo escribir, no una buena novela, sino
tal vez una novela fácil de leer. Está bien tratar de ayudar a los escritores, pero el mejor consejo no es
insinuar que los lectores somos idiotas, incultos y volubles. Queridos escritores, os contaré un secreto:
los lectores hemos conseguido leer y hemos llegado a amar «Finnegans Wake», «Lolita», «Bella del
Señor» y, naturalmente, «El Quijote», solos y sin ayuda de nadie. Claro que hay muchos lectores que no
han pasado de las cincuenta sombras de como-se-llame (cosa que me parece de lo más legítimo), pero a
lo mejor vosotros no queréis escribir para esos lectores, sino para nosotros, los lectores con el espinazo
duro. Es decir, a lo mejor queréis ser buenos escritores, no escritores de BestSellers.

No voy a profundizar demasiado, pero ya empezando por la regla nº 1 llega uno a la conclusión de que
el autor del artículo destierra de la literatura obras como «En busca del tiempo perdido», «Ulysses»,
«Bomarzo» y algunas más de entre las novelas más valiosas de la larga historia de la Literatura universal.
Ese consejo está muy bien para escribir mediocridades, pero no para escribir buenas novelas, incluso
grandes novelas.

Por cierto, el autor del artículo ganaría mucho en credibilidad si escribiese correctamente el apellido
de Salinger (con una sola «l»). Decía Umbral que no puede uno lanzarse a escribir sin saber qué
pensaban Aristóteles y Platón; yo añado: y sin saber cómo se escribe el apellido de Salinger.

Un abrazo.

Responder

Alejandro Quintana dice

3 julio, 2017 en 6:52 PM

Hola Gedeón. Soy el autor del artículo, Alejandro Quintana. Firmo todos mis artículos y hay una
página donde cuento más sobre mí. Bueno, es igual… Respondo:

Este también es un viejo debate. Por si no quieres leer mis contenidos al completo, ni venir a mis
conferencias o ver mis vídeos, ya te lo explico yo: no enseño a crear literatura. Me limito a explicar cómo
funcionan las claves de la narrativa. Con eso tengo más que suficiente. Es más: ni siquiera pretendo
hacerlo PERFECTO, solo de manera útil para aquellos a quienes esto interese.
Si leyeras habitualmente los textos que yo he tenido que leer como lector editorial, comprenderías
la utilidad y finalidad de este artículo. No todo el mundo es Joyce o Proust, te lo garantizo. Más vale un
buen Dan Brown que mil malos Nabokov. Palabra.

A ver si es que todos estos malentendidos vienen por no saber diferenciar lo que es narrativa de lo
que es literatura. Dominar la narrativa es el paso número uno para cualquier escritor: pienso que se
puede contar muy bien una historia sin meterla en la categoría de literatura, pero difícilmente se puede
hacer buena literatura con una mala narrativa. Yo enseño a contar historias. Luego, que cada uno escriba
lo que le dé la gana. ¡También sirve para escribir guiones de cine!

Lamento haber escrito mal el nombre de Salinger, pero es algo que ME LA SUDA bastante. A mi me
llaman a menudo Alejando, Alejandor, incluso Alejo y Señor Quintanilla 😀 Es mi propio nombre y no me
molesta. Me puede interesar más o menos lo que pensaba Platón, pero lo que tú añadas a las
reflexiones de Umbral, como comprenderás, me trae bastante sin cuidado.

¡Abrazos!

Responder

Gedeón McHale dice

4 julio, 2017 en 8:37 AM

Mira, hijo: a mí me parece perfecto que vengas aquí a pavonearte y a dar consejos que tú mismo
no estás dispuesto o no eres capaz de seguir: no faltaba más, estás en tu casa. Pero no esperes que te
tomemos en serio si tu respuesta cuando se te señala un error grave es «me la suda». (Y sí, es muy grave
ignorar la ortografía del apellido de Salinger, que es un autor clave para entender la narrativa moderna:
te recomiendo encarecidamente que lo leas). Yo habría estado encantado de debatir contigo sobre
narrativa y literatura y sobre cómo encauzar la libertad creativa de los autores noveles sin ponerle
cortapisas, tarea a la que llevo dedicado, no lo dudes, mucho más tiempo que tú (más que nada porque
soy mucho mayor que tú); ese debate, llevado de forma constructiva, indudablemente habría resultado
enriquecedor para los lectores de este espacio. Sin embargo, a la vista de tu actitud, se me han quitado
las ganas. Guardaré mi tiempo y mi esfuerzo para invertirlos en sitios donde el anfitrión muestre un poco
más de respeto por sus invitados y por la Literatura, que es de lo que, al fin y al cabo, se trata.

Alejandro Quintana dice

4 julio, 2017 en 1:37 PM

Gedeón, gracias por no convertir esta estupidez en una inacabable discusión, gracias por haber
entendido mi mensaje de que era yo el que no deseaba tener ninguna conversación contigo. A mí ya no
me gustó tu actitud desde el principio, por eso corté rápido. Haces bien en emplear tu tiempo y esfuerzo
en acciones más constructivas, yo haré lo mismo y reservaré mi energía en tratar bien a quien viene a mi
casa con respeto. Al resto los trato como se merecen. No se puede llevar un debate de forma
constructiva con quien, simplemente, entra a destruir. Da la impresión de que puedes ver mi prepotencia
con mucha claridad, pero no alcanzas a ver la tuya. Agur.

Melba dice

25 septiembre, 2017 en 9:57 PM

Cuando uno se asoma al sitio de alguien que ofrece apoyo para escribir, conviene tener un
propósito constructivo, con su tiempo y con el de los demás. Si no necesitas apoyo, no lo busques. Si solo
te sirve el apoyo como tú lo darías, tampoco! Hay gente sin oficio por ahí …

Veo conflictos generados por la diferencia entre lo que se dice y lo que se interpreta. Lo primero
lo pone el escritor, lo segundo el lector.

A mí me gustaron mucho los 9 errores. GRACIAS Alejandro!

Francisco Guerloza dice

14 octubre, 2017 en 5:42 PM


Una pregunta señor Gedeon ¿si tanto sabe sobre escribir que hace en una página para aprender a
escribir?

¿Quizá su ego le impulse a pavonearse?

Lo que veo sobre la escritura es que que hay mucho geocéntrico,mucha gente que se mete en
páginas de como aprender a escribir y luego dice: «que malos consejos» ¿no tiene mucho sentido no?
Quiero decir, es como si quiero aprender matemáticas, voy a un sitio que me van a enseñar y lo único
que hago es meterme con el profesor. Creo que muchos no quieren aprender «matemáticas». Quien
quiere ayudar como Alejandro ayuda, y el que quiere que el mundo bese sus pie y lo idolatre hace lo que
usted señor Gedeon.

África L. M. dice

30 junio, 2017 en 10:12 AM

Este post me suena a eso que tanto se lleva hoy en día: ganas de hacer dinero haciendo de maestro de
cosas que, nos quieren convencer que por uno mismo es imposible de afrontarlas. Ahí queda la
innumerable lista de escritores de «ayuda» para todo. No creo que los grandes escritores que todos
conocemos, siguieran un manual de «normas» para escribir. (Aquí, se menosprecia al escritor novato,
porque «no sabe» y hay que educarlo para ser escritor. O como dice en no sé qué parte de esta página:
te ayudo a escribir libros.

¿De verdad eso es un oficio? ¿Se puede enseñar a escribir libros? Supongo que de texto, sí. ¿Tan
escritor máximo se considera usted para pretender hacer a otros? Ya supongo lo que saldrá cuando un
escritor se deja hacer…

Todo esto suena fatal, de una soberbia desmesurada.

Dejen que cada escritor escriba lo que quiera y como quiera. Que sus motivos, fracasos o aciertos, son
suyos. Que ya está bien de pretender dar lecciones para engordar sus bolsillos. Y sobre todo, que no nos
vendan la idea de que escribir es una «fórmula», eso es una falacia. Hay libros en la historia que tenían
no sé cuántos errores gramaticales y de todo tipo, con repeticiones de escenas, con olvidos de
personajes que no volvieron a aparecer o cambiándoles los roles y, fueron grandes historias universales.
Ahí esta: El Quijote. por ejemplo. Un buen escritor debe confundirse (a veces) como cualquier humano
en su trabajo o lo que hace y resolverlo. No me gustan los libros «perfectos», ni las personas
«perfectas». No existen. Esto es la tierra, se viene a inventar, crear, divertirse…

En fin, su post, incluso en algún punto llega a la ofensa. Parece usted un «dictador» más que un
maestro lleno de paciencia y sabiduría.
No sé quién se creerá usted para estas exigencias que aquí exhorta. Desde luego, quien se deje ayudar
por usted lo tiene claro: «nunca será escritor, ni bueno ni malo.

Saludos (espero que acepte mi comentario, igual que los que hemos tenido la paciencia de leer su
«ordenanzas», aceptamos su punto de vista criticable).

Gracias.

Responder

Alejandro Quintana dice

30 junio, 2017 en 2:46 PM

Hola, África. Aquí no se censura nada, todos los comentarios se aprueban, excepto los que
contienen insultos, claro está. No voy a extenderme mucho porque el tema que planteas es un viejo
debate, muy, muy viejo. Ya lo he tenido muchas veces y estoy algo cansado del mismo, diría que harto.
Sí, yo sí creo que se puede enseñar a escribir: sería absurdo que mi proyecto tuviera que ver con esto, si
no lo creyera. Y bueno… aquí termina el debate, porque yo sí lo creo y tú no. Respeto tu opinión, igual
que tú deberías respetar la mía y la de cientos de aspirantes a escritores que también piensan como yo.
Soberbia me parece no hacerlo.

Eres libre de aceptar estos consejos o no, faltaría más. Y me da francamente igual si te gustan o no.
Están escritos para gente que opina que sí se puede aprender narrativa. Lo que me sorprende que es que
me califiques de «dictador», cuando tú vienes a dejar un comentario que tan solo emite juicios
subjetivos de mi persona y de lo que debería ser o lo que no. Vienes a mi casa no a dejar una opinión,
sino a juzgarme a mí personalmente y a juzgar a los que sí creen que este proyecto es útil para ellos.

Tu opinión me parece respetable, lo que no me lo parece son tus formas. Te aseguro que si de ganar
dinero se tratara, estaría ganándome la vida mucho mejor haciendo el trabajo que he hecho buena parte
de mi vida. Me la ganaba bastante bien, pero preferí hacer algo que me realizara como persona. Aquí no
se engaña a nadie: si quieres hacer un curso, pagas y te apuntas. Y si no, pues no. Confío en que la gente
es lo bastante inteligente para saber lo que le conviene, no necesito convencer a nadie de nada.

En fin, escribe como te dé a ti la gana y deja que los demás tomen los consejos y las decisiones que
les dé la gana a ellos. Saludos.

Responder
GLENDA dice

28 abril, 2017 en 2:15 AM

Y hablando del ERROR #4: sermonear al lector, al llegar ahí te dejé de leer. Suerte en todo!

Responder

Gustavo dice

25 mayo, 2017 en 7:55 PM

Buenas tardes Alejandro, soy novísimo en el oficio de la escritura y te agradezco por tomarte el
tiempo de escribir todos estos consejos, a mi me sirven mucho, lo que no significa que trague entero. He
leído con atención las idas y venidas de los comentarios posteriores y han sido muy amenos, por no
decir, hilarantes. En fin, de lo que se trata es de aportar y no de criticar apuntando con el dedillo
regordete los errores, que todos cometemos, ni provocar que a vuelta nos justifiquemos, nada es tan
absoluto, todo en su contexto.¡el que se pica pierde! decimos en mi patria. Un abrazo. Gustavo.

Responder

Alejandro Quintana dice

11 junio, 2017 en 11:57 AM

Lástima, Glenda, te perdiste cosas bastante interesantes, creo. Y todo por no diferenciar entre un
libro de ficción y un artículo didáctico. Un saludo, y gracias por comentar de todos modos 😉

Responder

Efraín Landáez dice


15 abril, 2017 en 9:34 PM

Buenas Tardes Alejandro como estas?, este me gusto mucho tu visión acerca de los 9 errores más
comunes al escribir una novela y si me ha pasado: el miedo de como lo van a expresar lo demas, el uso
de las palabras, el bloqueo, etc. Yo a veces pienso que lo que escribo esta mal pero uno no puede juzgar
algo si los demas no lo han visto, yo poco a poco trato de leer esos 9 errores (aunque ya los leí pero
algunas palabras no las capte con facilidad), pero ahora me pongo a analizar de lo que escribi y me
pregunto: ¿Será un exito o un fracaso? ¿Ellos entenderan lo que yo quiero dejar aunque no le importen
lo que siento? ¿Escribo de forma detallada pero que no pierda el lector la vida de los protagonistas, los
antagonistas, los personajes secundarios?, etc. A mi me gusta como la gente se expresa aunque la gente
le guste o no yo respeto sus decisiones, pero ahora tengo el miedo de escribir y no se como quitarmelo,
sigo y sigo y lo que hago es bloquearme, si me pudieras ayudar o darme una recomendación estare muy
agradecido.

Responder

Alejandro Quintana dice

11 junio, 2017 en 10:40 AM

Efraín, gracias por pasarte y comentar. Verás… soy de la opinión de que, antes de preocuparte si lo
que escribes será un éxito o un fracaso, es más útil preguntarse si lo que escribes merecerá la pena ser
leído. Por eso, las dudas que tienes sobre tu forma de escribir y sobre si se va a entender, sí son útiles.
Cuantas más técnicas y recursos narrativos conoces, más seguridad ganas a la hora de crear y menos
bloqueos sufres. Lejos de coartar la creatividad, conocer la técnica narrativa la potencia, ya que al tener
más variedad de soluciones se multiplican las opciones. Te recomiendo mucho este enlace, en el cual
podrás ver cómo encontrar tu propio estilo literario y además las bases de la técnica más elemental para
escribir: Cruzando el primer umbral de la escritura. ¡Saludos y mucho éxito!

Responder

ANA GARCIA dice


3 abril, 2017 en 7:23 AM

Yo lo que siento es un pudor enorme de que alguien lea mis escritos. Digo «pudor» y tal vez debería
decir¨pavor¨….no sé, que estoy muy confusa….. Un día estoy entusiasmada con la idea de escribir mi
primera novela y otro día me vengo abajo y pienso que yo no valgo.

En cualquier caso, me ha encantado tu post. Gracias!

Responder

Alejandro Quintana dice

3 abril, 2017 en 10:16 AM

Lo que comentas es más común de lo que crees, Ana. La buena noticia es que como es frecuente
que suceda esto, se conocen las causas y, por tanto, la solución 🙂 Te recomiendo echar un vistazo a
esto, ya me dirás si te encaja: Cruzando el primer umbral de la escritura (coaching para escritores).
Muchas gracias por pasarte y comentar, ¡un saludo!

Responder

camilawinternovelas dice

10 abril, 2017 en 12:54 AM

Hola Ana a todos nos pasa, la peor tortura que existe para mí es alguien leyendo una de mis novelas
en voz alta y días en lo que he sentido que escribo horrible, creo que se llama depresión del escritor
porque sólo un colega de la pluma puede entenderlo. De todas formas escribir es una necesidad
imperiosa para mí y sé que la lectura y las críticas ayudan mucho a mejorar, Un saludo Ana!

Responder

Alejandro Quintana dice


11 abril, 2017 en 10:41 AM

Camila, así es, es muy normal que suceda esto. Pero voy a dar una nueva visión a lo que se suele
comentar siempre sobre los bloqueos del escritor.

Como digo por ahí en otro comentario, o tal vez artículo, no lo recuerdo, una de las fortalezas del
escritor consiste en ser capaz de soportar la propia mediocridad. En realidad, solo es aprovechable un 10
% de lo que escribimos. El resto, debería ir directamente a la papelera. Ese es uno de los motivos por los
que debemos escribir todos los días. No tanto para practicar —que también— como para producir el
suficiente texto de calidad que llegue a ver la luz. Pero muchos autores se empeñan en publicar todo lo
que escriben y claro, así llegan las inseguridades, los bloqueos y las novelas tan malas que saturan la red
de contenidos prescindibles.

A veces, esto suena duro, pero es la pura realidad. La resistencia a la crítica, y ver a esta como un
recurso para mejorar y aprender, también ayuda mucho 🙂 Camila, gracias por leer y compartir… un
saludo cordial.

Pepa Flores dice

14 marzo, 2017 en 5:11 PM

Gracias por hacer este blog. Me ha ayudado mucho.

Responder

Alejandro Quintana dice

23 marzo, 2017 en 8:05 PM


Saludos, Pepa, gracias por pasarte y comentar 🙂

Responder

Carlos Serrano dice

21 diciembre, 2016 en 1:37 PM

Cada vez que veo blogs como este, entro en panico. Estoy en medio de mi primera novela y tengo
mucho tiempo invertido.El panico obedece a estar cometiendo todos los errores de los principiantes.
Despues de leer este archivo creo que podre hacer unas cuantas mejoras a los capitulos que ya tengo.
Muchas gracias por compartir tu experiencia.

Responder

Ander dice

4 diciembre, 2016 en 4:46 AM

He leído tus consejos y debo decir que me han parecido muy interesantes. Llevo desde hace tiempo
pensando en escribir una novela, por el solo motivo de tener ganas de hacerlo, por el placer de escribir.
Más o menos tengo pensada la idea, pero aún no sé como arrancarla.

Un saludo.

Responder

Rómulo Mar dice

4 noviembre, 2016 en 3:08 AM


Alejandro, gracias por el post. No es posible estar de acuerdo en todo, pero sí lo estoy con la mayor
parte de lo que apuntás. Un asunto que bien se discute es la fórmula de dar la cachetada desde el
arranque, la cual muchos intentamos. Y cada vez que toco este tema voy a la novela Muerte en Venecia,
de Thomas Mann, la cual en toda la primera mitad me pareció muy aburrida por la abundancia de
detalles en los que el autor se detiene, fue como subir una montaña tan alta que ascendí solo porque
quise demostrarme que no abandono un texto si lo he comenzado. De la mitad para el final fue como
bajar en tobogán, parte donde agradecí aguantar toda la cuesta. ¿Pensaría T. Mann en la bofetada inicial
o yo no la sentí?

Responder

Bradley David Handley dice

9 octubre, 2016 en 5:00 AM

Muy buenas, Alejandro.

En primer lugar, gracias por este post. Estoy escribiendo una novela (en colaboración con otra persona)
y me ha hecho darme cuenta de algunas cosas que logramos avistar por nuestra cuenta, ya que nos
parecían erróneas, -y seguramente lo sean- y de algunas otras que, al menos yo, había pasado por alto.

Llevamos ya entre tres y cuatro años con ella y estamos determinados a acabarla. De hecho, antes de
ponernos a revisarla entera desde el principio (y a reconstruirla porque han cambiado muchas cosas con
el tiempo, desde la adición de cosas que no habíamos pensado en un principio y que tienen impacto
directo desde el minuto uno, aunque no se de a ver desde el principio, hasta nuestra propia manera de
escribir, porque somos bastante jóvenes. Yo tengo 19 y mi compañero acaba de cumplir 21, entenderás a
lo que me refiero) estábamos entrando en los tramos finales de la misma. Nuestra intención es
publicarla, aunque eso ya se verá, jajaja.

Tengo un par de dudas, espero que puedas ayudarme.

La primera y la que más nos preocupa: Tenemos la constante inquietud de que nuestros personajes,
sobre todo los protagonistas, resulten planos (en cualquier sentido aplicable), inocuos o anodinos a los
ojos del lector, a pesar de que realmente no sea así. Quizá no me explico bien, pero intentaré
reformularlo aquí mismo por si acaso. Concierne al error #5. Los protagonistas son los que más
presentes están a lo largo de la historia (como es evidente) y, como es muy extensa, (Pretendemos
dividir toda la historia en, por lo menos, cuatro novelas (¿Quizá estamos siendo demasiado
ambiciosos?)) hacer que los personajes tengan esos verdaderos momentos de duda y tambaleo sobre lo
que hacen y si está bien o está mal demasiado pronto nos resultaría forzado, pero tememos que al
hacerlo en el momento que nosotros consideramos el apropiado ya sea demasiado tarde. Además,
también pretendemos mostrar una evolución en la psicología de los personajes. Primero son más o
menos egocéntricos y soberbios, como puede ser propio en la juventud, porque hasta el momento jamás
habían tenido una razón o persona que les hiciese realmente agachar la cabeza y entender que no eran
los dueños del universo. Nos preocupa que puedan encasillar a los personajes antes de que tengan
tiempo siquiera a mostrar su evolución.

La segunda es con respecto al error #8: Ha habido un encuentro sexual bastante gratuito entre uno de
los dos protagonistas y su mentora, aunque pretendo que tenga relevancia más adelante. En conclusión,
entre nosotros acordamos no incluirla de manera detallada, a pesar de que en un principio yo tenía
intención de hacerlo. Sin embargo, ahora considero que podría ser mejor no hacerlo al estar bastante al
principio de la novela (Capítulo 4, el quinto contando la introducción). Pero al leer este artículo vuelvo a
tener dudas. La novela en sí no va a tener demasiados encuentros de este tipo y por eso creo que es
importante explotarlos todos. ¿Tú qué opinas? Que conste, no por haber una escena sexual pretendo
transcribir los diálogos de un vídeo pornográfico e intercalarlos con narración.

Otra duda que tenemos es la extensión. Queremos transmitir de la manera más fiel posible el mundo
que visualizamos y por ello incidimos bastante en las descripciones, sobre todo las que presentan a un
personaje o ubicación. Como el vestuario de algunos es un poco excéntrico y algo recargado, tememos
que se haga pesado de visualizar. De igual manera, en las batallas tendemos a describir la mayoría si no
la totalidad de los movimientos porque cada personaje refleja muchísimas cosas de su vida y de su
psique en la manera de moverse. No por ello recaemos en el error #1 y sobrecargamos la secuencia con
descripciones innecesarias como lo de la brisa del sur meciendo el césped, a excepción de que el
personaje en cuestión vaya a reparar en ello o reflexionar al respecto, que no suele ser el caso.

Me alegra ver que el blog sigue activo, porque realmente esperaba que pudiese entablar una
conversación contigo, Alejandro, y al ver que el artículo era hace un par de años me asusté, jajaja.

Un enorme saludo,

Bradley.
Responder

Alejandro Quintana dice

9 octubre, 2016 en 9:25 PM

Hola Bradley, gracias por pasarte y comentar. Loable vuestro proyecto, porque si ya es difícil escribir
una novela por cuenta propia, no quiero ni pensar cómo será a 4 manos 🙂

Te doy mi opinión personal, basada en mi experiencia diaria con escritores que comienzan. Existe el
mito de que a escribir se aprende escribiendo, aunque no creo en él. Todo aspirante a escritor necesita
formación y práctica, igual que todo el que desea ser músico, arquitecto o escultor. Como es natural,
antes de escribir necesitarás saber cómo se cuentan historias… si quisieras pintar un cuadro, necesitarías
aprender a pintar ¿cierto?

Parece sencillo hasta que te pones a hacerlo, entonces te asaltan todas las dudas del mundo. Y
créeme: estas dudas pueden atenuarse, pero siempre están ahí.

Mi consejo es que hagáis un taller de narrativa para conocer los entresijos de una novela,
personajes, puntos de vista, equilibrio narrativo y mil cosas más que hay que tener en cuenta. Puedes
ver cómo funciona el mío aquí: Taller de narrativa actual Esculpir con palabras.

El caso es que sí se puede escribir narrativa siendo un excelente lector analítico, con un buen olfato
para contar historias y algo de talento escribiendo. Lo que consigues siempre con un curso es acelerar los
resultados. Por cuenta propia y mucho estudio, digamos que tardas 2 años en descubrir cosas que en un
curso hubieras tardado una semana en aprender.

Lo que me cuentas no es nuevo, Bradley, y en realidad no te puedo orientar porque en una novela
no hay nada que esté bien o mal: todo depende de su coherencia integral, de si la historia funciona
globalmente y algunas cosas más. Lo que en una novela funciona a la perfección, en otro contexto se
convierte en basura.
En fin, ahí está mi opinión, espero que te oriente al menos un poco. ¡Saludos!

Responder

Bradley David Handley dice

10 octubre, 2016 en 3:08 AM

Antes de nada, muchas gracias por responder. Pasadas las horas, vi que mi comentario había
desaparecido y me extrañé muchísimo, pero supuse que era porque estaba pendiente de moderación.

A decir verdad, el hecho de que sea a cuatro manos tiene ventajas y desventajas. Y creo que son
más las ventajas siempre que hayas encontrado un compañero propicio. Obviamente, la sincronización
de horarios a veces es una patada en el estómago, pero es más fácil evitar los bloqueos, porque uno
siempre va a poder tirar del otro y conseguir volver a encauzar la situación. Además, tener dos enfoques
constantes en vez de uno sólo también es una buena manera de ser más autocríticos con la novela en
cuestión. Es un desafío interesante, jajaja.

Por otro lado, desgraciadamente, la respuesta que me has dado no me ha ayudado mucho.
Entiendo que fuera de contexto sea complicado dar una respuesta más o menos acertada y que es mejor
callar en vez de sugerir algo y que pueda ser negativo. Además, sinceramente, comenté antes de echar
un vistazo al blog y vi más tarde que hacías consultorías literarias de pago, por lo que también entiendo
que hayas decidido no ser todo lo directo que me hubiese gustado. Si este era el caso, lo entiendo y no
hay ningún problema al respecto.

En fin, encuentro la página muy interesante y útil y la verdad es que estoy planteándome ahorrar
un poco para poder costearme la consultoría, creo que sería de lo más útil.

Muchas gracias por todo. Un saludo,

Bradley.
Alejandro Quintana dice

14 octubre, 2016 en 8:22 PM

Bradley, es complicado dar respuestas concretas sin conocer el contenido, aunque sí te digo que
nada tienen que ver las consultorías literarias con la respuesta. ¡Saludos!

Jean Carlos Gonzalez dice

20 septiembre, 2016 en 5:17 PM

Buenos Días/Tardes/Noches. Sr. Quintana.

Tienes razón.

pero…

Cuando escribo todo sale al natural, me di de cuenta de lo que dices hace tiempo.

Me mandaron a ver un post sobre esto, para ver si yo tenia algunos de los errores. Pero no.

¿Como le llamarías a eso?

Tengo 16 años ¿mi edad que tendría que ver en el campo de la escritura?

Responder
Alejandro Quintana dice

5 octubre, 2016 en 5:34 PM

Hola Jean Carlos, gracias por pasarte y comentar. Sin ánimo de ofender, lo llamaría soberbia. Yo
tengo 45 años, cometo errores casi a diario y sigo aprendiendo algo nuevo todos los días. ¡Un saludo!

Responder

ROBERTO KESTLER dice

20 septiembre, 2016 en 1:51 AM

Alejandro, me entusiasma aprender de de los apasionados por los temas que ignoro. Gracias por tu
exposición.

Responder

Michele dice

14 julio, 2016 en 5:15 AM

Hola Sr. Quintana!! Espero se encuentre bien!

De verdad me ha encantado su post, hay errores que creo que tengo y que gracias a usted he
encontrado! Para ser honesta yo soy una escritora novata muy insegura de mi misma por lo tanto errores
como el número 8 están muy presentes (En realidad me he puesto helada al ver las palabras que ha
usado respecto a la intimidad jajajaja Quizás yo soy muy conservadora o muy insegura pero ni siquiera
en este comentario soy capaz de decir cosas así). Por otro lado, me pone muy feliz que escritores
expertos como usted, tomen su tiempo para ayudar y transmitir conocimientos a otros que los
necesitan!! De verdad le agradezco el post, me ha sido sumamente útil y aunque es el primer artículo
suyo que leo, esté seguro de que tiene una nueva seguidora! 🙂
Gracias por leer mi comentario de antemano!!

Saludos desde Caracas, Venezuela.

Michèle Von Känel

Responder

Alejandro Quintana dice

13 agosto, 2016 en 1:07 AM

Lo más importante, Michele, es ser fiel a uno mismo. Si te da apuro emplear ese lenguaje, nadie te
obliga a hacerlo. Lo que es del todo innecesaria es la autocensura, porque dificulta el encontrar un estilo
propio y el poder expresar de verdad lo que se desea decir. Un saludo, gracias también a ti por leer y
comentar!

Responder

Sophie Birdwhistle dice

12 julio, 2016 en 12:53 AM

Estaba buscando consejos sobre la narración, en concreto sobre la persona y el tiempo, cuando he
dado con este post. Me he puesto como loca a comparar lo poco que había comenzado a escribir con las
situaciones que has descrito y me siento bastante agradecida porque nos hayas ayudado con tus
consejos. De momento no me ha dado tiempo a cometer ningún error garrafal, pero digamos que me
has hecho entrar en modo «alerta» y voy a poder escribir con mucha más seguridad ahora que sé que
debo fijarme en estos aspectos.

Como he visto que estabas activo quería pedir tu consejo (hay tantos comentarios que no sé si habrás
podido responder a una pregunta similar, disculpa si me repito).
Estoy intentando escribir una historia en la que hay dos protagonistas. Mi idea era narrar en primera
persona con uno de ellos y, cuando cierre un capítulo (o los que sean necesarios), pasar al otro
protagonista también en primera persona para contar su propia historia y su punto de vista de la historia.
Estoy teniendo cuidado con el error 7. El caso es que siempre cometo el mismo error, comienzo con el
tiempo en presente y de pronto me encuentro escribiendo también en pasado. Tiene fácil solución, ser
más cuidadosa y prestar más atención a lo que llevaba escrito y lo que añado nuevo, pero aquí es donde
me gustaría saber tu opinión. ¿Es más adecuado escribir en presente o en pasado, en el caso de una
novela?

Responder

Alejandro Quintana dice

13 agosto, 2016 en 12:56 AM

Lo que es más adecuado te lo dice la propia historia que estás contando, Sophie. No hay nada bueno
o malo en sí mismo, ni una forma correcta o incorrecta de hacer las cosas. Todo se basa en la coherencia.
Un saludo, gracias por pasarte y comentar.

Responder

Ulises Ricardo Enriquez dice

30 junio, 2018 en 6:47 AM

Yo estoy escribiendo una novela pero realmente no sé a qué género pertenece ya que está en
primera persona y a veces cambia bruscamente pero siempre apegándome a lo mencionado en la lista
ya que yo soy Scout retirado la idea de escribir una novela es para externar un poco mis vivencias
personales y compartirlas con todos,estoy haciendo bien o mal?

Responder
Margarita Salazar dice

12 junio, 2016 en 5:40 AM

Me sorprende la cantidad de comentarios respecto a tus consejos Alex, es genial! se contraen y se


expanden los criterios sobre la preceptiva literaria en un marco estructural. Apenas termino de leer estos
consejos y me voy corriendo por mi novela favorita para encontrar -o no-, esos «errores».

saludos cordiales!

Responder

Alejandro Quintana dice

3 julio, 2016 en 12:23 PM

Bienvenida, Margarita, y gracias por participar. Los lectores que pasan por aquí son fantásticos, la
verdad. Y los que hay en «la tribu», ya ni te cuento 😉 ¡Un saludo!

Responder

Iris Romero Bermejo dice

6 julio, 2016 en 11:32 PM

Buenas noches, he encontrado este interesante debate casi por error, y debo reconocer que me
he enganchado leyendo todas las situaciones y dudas que nos asaltan. Creo que escribir es un oficio muy
solitario, y resulta esperanzador ver que hay gente en el mundo con las mismas inquietudes, dudas y
miedos.

Y dicho esto, aquí expongo lo mío: Acabo de terminar mi segunda novela y quiero publicarla.
¿Qué pasos he de dar para conseguirlo? Porque te pones a investigar y cada uno opina de una forma, y al
final vas dando palos de ciego sin avanzar.

¡Gracias!

Alejandro Quintana dice

13 agosto, 2016 en 12:45 AM

Iris, la información es lo que tiene: encontrarás de todos los tipos y para todos los gustos. Esto es
lo que opino yo: Marketing de guerrilla para escritores independientes. Y también creo que la
información por sí sola no sirve de nada, lo único que vale es lo que hagas con ella. Saludos, gracias por
pasarte y comentar.

Astrid dice

15 febrero, 2016 en 6:45 AM

Hola Alejandro!. Saludos desde Caracas, Venezuela.

Me ha gustado tus consejos, sobre todo me calmaste un poco cuando dices que al lector le es más
cómodo leer «dijo» que «apostilló» aunque es cuestión de jugar, decir «dijo» continuamente puede
aburrir al lector XD

Yo tengo un libro de fantasía, que no he enviado por la crisis que atraviesa el país. y actualmente estoy
escribiendo uno que subiré gratis por Wattpad, es de ciencia ficción y thriller. Lo de enganchar al lector
creo que sé lo que dices, aunque mi libro trae muchísimo suspenso y misterio, así que dejo al lector «con
intriga» pero siempre soltándole algo para que no se aburra tampoco.
Lo que me preocupa es cuando me siente a editar, creo que es lo más difícil que tiene un escritor;
volverse a leer da pena, jajajajajajaja.

Me gustaría unos consejos tuyos!. Saludos nuevamente.

Responder

Alejandro Quintana dice

19 febrero, 2016 en 2:50 AM

Astrid, mi consejo para editar es que busques a un editor que te ayude. Siempre es necesario contar
con un punto de vista experto, ajeno al proceso creativo. De todas formas, por si no puedes permitirte
un editor, esto te ayudará: Corrección de novelas al estilo hazlo tú mismo. Gracias por pasarte y dejar tu
comentario, me alegra haberte sido útil. Un saludo…

Responder

Lesly Bosco dice

11 febrero, 2016 en 3:59 PM

Un gran post. En realidad he leído un par más porque estoy un poco bloqueada y me ha ayudado
mucho encontrar tu blog.

Un saludo

Responder

Alejandro Quintana dice


12 febrero, 2016 en 4:33 PM

Me alegro de que te guste el contenido del sitio, Lesly 🙂 ¡Gracias por pasarte y comentar!

Responder

javier dice

9 febrero, 2016 en 2:41 AM

Me parece interesante todo lo que dicen de seguro me servirá como referentes para escribir algo
gracias…

Responder

Alejandro Quintana dice

9 febrero, 2016 en 10:06 PM

Gracias también a ti por pasarte y comentar, Javier… un saludo.

Responder

Juan Sebastian Flores Ramos dice

9 febrero, 2016 en 1:39 AM

Hola. Acabo de descubrir tu blog. Es genial.


Necesito ayuda.

Quiero poner en una sola frase que dos personas tienen relaciones

Esta en primera persona

Un saludo desde perú

Responder

Alejandro Quintana dice

9 febrero, 2016 en 10:05 PM

Hola Juan, no estoy muy seguro de lo que preguntas, pero supongo que este post te ayudará:
escribir una novela erótica, 3 consejos para que no parezca porno del malo. Un saludo, gracias por
pasarte y comentar.

Responder

Ablik Stats dice

5 febrero, 2016 en 10:19 AM

Muy buen artículo! La parte de «crear verosimilitud» es de lo más difícil… Un saludo

Responder

Alejandro Quintana dice

5 febrero, 2016 en 2:41 PM


Gracias Ablik. He editado tu comentario y cambiado el enlace de lugar. Tal como estaba, es spam y
no te aconsejo hacerlo 😉 ¡Un saludo!

Responder

Guillermo Mina dice

3 febrero, 2016 en 4:41 PM

Alejandro, gracias por tus reflexiones. ¿Por qué no dices que una de las funciones de la literatura es
entretener?

Responder

Alejandro Quintana dice

5 febrero, 2016 en 2:47 PM

Guillermo, gracias también a ti por pasarte y comentar. Si no lo digo es, simplemente, porque uno
no puede decirlo todo en un artículo 🙂 No me parecería tan relevante como para incluirlo aquí… ¡Un
saludo!

Responder

Isabel dice

23 enero, 2016 en 11:07 PM

¡¡ Holaaa !!!

Qué maravilla encontrar un sitio donde te indican lo que está mal, y no sólo lo que tienes que hacer.
He empezado a escribir una «novela», apoyada por una amiga escritora, pero salvo que los días pasen
a tener más de 24 horas, creo que será casi imposible jajajajaja

Me guardo tus consejos, y espero algún día poder llevarlos a cabo.

Muchas gracias y un saludo !!!

Isabel 🙂

Responder

Sheila dice

28 diciembre, 2015 en 9:05 PM

Huh, es un interesante post, realmente son cosas que he ido superando (o tal vez nunca pensé en
hacerlo), o todavía estoy trabajando en ello.

No tengo idea como termine atrapada en el mundo de la escritura, pero no me arrepiento.

Tus consejos me han servido mucho para poder pensar sobre mi escritura y analizarla detenidamente,
supongo que el mundo de la escritura es un mundo difícil y apasionante, a ver que logró crear allí.

Saludos, Sheila.

Responder

Alejandro Quintana dice

30 diciembre, 2015 en 3:46 PM

Hola Sheila, me alegro de que el post te resulte interesante. Profundizar en este tipo de
conocimientos te ayuda a profundizar en lo que escribes… pero sobre todo en ti misma, la esencia de
todo lo que escribes. ¿Tiene sentido esto para ti? 😉 Nunca dejes de bucear en el conocimiento, un
saludo. ¡Y gracias por comentar!
Responder

maximiliano benitez prieto dice

12 noviembre, 2015 en 9:38 AM

Gracias por tus comentarios, tengo ganas de empezar a escribir pero tus consejos me llenaron de
miedo, en realidad soy músico y tengo un par de ideas para escribir pero ahora me dejaste en duda de
que hacer, gracias igual

Responder

Alejandro Quintana dice

19 noviembre, 2015 en 2:34 PM

Hola Maximiliano, gracias por pasarte y comentar. Como digo muchas veces, la duda es el principio
de todo cambio… pero el miedo es donde empieza todo fracaso. Atrévete a equivocarte con el ánimo de
aprender de tus errores y solo puedes mejorar. Con la práctica es imposible ir a peor, si eres músico ya lo
sabes 😉 Por si te sirve de algo, aquí tienes mi curso de iniciación a la narrativa: cajas de herramientas
para escritores. ¡Saludos!

Responder

José Manuel dice

8 noviembre, 2015 en 7:59 PM

Hola, Alejandro
Ante todo quiero darte las gracias por ofrecer tus conocimientos sobre la escritura, el tema que
(supongo) nos apasiona a todos los que hemos entrado en tu blog, para leer, aprender, comentar, o todo
a la vez.

Cada uno de nosotros puede tener una opinión personal sobre tus consejos. Pero para mí lo
importante es tu buena intención, y el hecho de que dedicas buena parte de tu tiempo a responder o
resolver nuestras dudas.

Personalmente, opino que siempre es bueno tratar de enganchar al lector desde el principio, quizá
planteando una intriga, o quizá señalando algún tema concreto, que pueda dar una idea de cuál va a ser
el devenir del resto de la novela. Aunque también opino que no es necesario recurrir siempre a una
técnica o a un recurso específico para enganchar al lector (o para incitar a seguir leyendo, como matizan
algunos).

El motivo final por el que la novela enganche, ya desde el principio o quizá un poco más adelante (a su
debido tiempo, si el autor decide retrasarlo), puede formar parte del plan previo del autor, o puede que
sea algo que el autor no tiene por qué tener planeado, sino que forme parte del propio encanto de la
novela en cuestión, y del estilo con el que haya sido escrita.

Por otro lado, personalmente, prefiero usar «comentó», «insinuó», «explicó», etc., en lugar de tanto
usar «dijo», «dijo», «dijo». Pero sí es cierto que tampoco se debe caer en la redundancia de escapar
siempre del «dijo», haciendo de esto una norma.

Desde mi punto de vista, lo mejor es hacer lo que sea con tal de no ser repetitivo. Pero, a veces, evitar
ser repetitivo también puede, paradójicamente, resultar repetitivo. De forma que, aunque sólo sea de
vez en cuando, conviene repetirse un poco, para no estresarse, y también para evitar que el lector se fije
demasiado en este tipo de detalles, desviando su atención hacia detalles distintos de la historia que
realmente queremos contarle.

Esto que he escrito ha sido en cuanto a mi opinión (que es subjetiva y personal, jeje) Pero ahora
quisiera plantearte una duda que tengo, y sobre la cual me gustaría conocer tu opinión:

Llevo algún tiempo tratando de escribir una novela. Al principio, cometía el error de tratar de
sermonear a mis posibles lectores, contándoles las cosas que yo deseaba contar. Pero ya he corregido
ese error y ahora soy consciente de que debo, ante todo, divertir e interesar a mis lectores, para poder
ganarme su respeto antes de llegar a permitirme el lujo de escribir lo que yo desee (que, en todo caso,
sería siempre y cuando existiera una razón de peso para incluirlo en la historia). También he cometido
otros errores, pero ahora mismo creo que, a fuerza de practicar, los he ido corrigiendo. Sin embargo, ya
llevo empezadas varias novelas, y en todas ellas he llegado a un punto en el que no sé muy bien cómo
seguir.

Como bien señalas, Alejandro, he llegado al punto de pensar que, en lugar de escribir una novela larga,
debería empezar por escribir novelas cortas. Y he empezado a convertir todos mis «relatos» en novelas
cortas, simplificando un poco la trama que había ideado para cada historia. Pero no acabo de sentirme a
gusto con esta decisión, y me da un poco de pena desintegrar una historia larga para convertirla en
varios relatos cortos.

Pienso que mi principal problema es que casi siempre empiezo a escribir sin tener demasiado clara
toda la historia que deseo contar. Suelo comenzar con una frase bonita, que encierre algún enigma, o
que intrigue al lector para incitarle a seguir leyendo. Pero, a partir de ahí, todo lo que escribo me lo voy
inventando sobre la marcha. Y a veces llego a escribir más de 30 páginas, aprovechando el torrente
inicial de ideas. Pero, tarde o temprano, me encuentro con demasiadas incógnitas que ni yo mismo sé
cómo resolver. Y, ante esa situación, decido comenzar con otra novela sin terminar la anterior.

¿Crees que es necesario escribir teniendo previamente un plan definido? ¿Es necesario comenzar por
escribir un resumen general, destripando todos los detalles de la historia, antes de empezar con la
novela en sí?

Me gusta mucho escribir, y creo que no lo hago mal. Pero soy consciente de que sigo siendo un
novato, y por eso quisiera conocer tu opinión.

Gracias

Responder

José Manuel dice


9 noviembre, 2015 en 9:31 PM

Perdona, Alejandro. Mientras espero tu respuesta, he estado leyendo varios de tus interesantes
consejos en este blog, y he podido ver mi error al usar en mi comentario anterior los términos «relato» y
«novela» casi como si fuesen sinónimos.

Ahora, y gracias a tu explicaciones, he podido ver las diferencias que existen entre un cuento, un
relato y una novela, corta o larga, observando que todo depende sobre todo de la profundidad del tema
tratado en cada texto, más que de su extensión en páginas.

También he leído tu consejo acerca de la conveniencia de escribir una sinopsis de la historia y una
breve biografía de los personajes antes de empezar a escribir el texto, en lugar de empezar escribiendo
lo primero que se me ocurra, con el consecuente riesgo de quedarme pronto sin ideas, o acabar
escribiendo una historia muy diferente de la que inicialmente quisiera escribir.

Con estas dudas ya, más o menos despejadas, creo que mi duda inicial ha quedado resuelta antes de
que me llegaras a responder, jeje No obstante, seguiré esperando tu respuesta, mientras sigo leyendo
tus otros consejos, por si tienes algo que añadir o corregir sobre mi interpretación.

Gracias

Responder

Alejandro Quintana dice

19 noviembre, 2015 en 2:25 PM

Hola de nuevo José Manuel 🙂 Como siempre respondo a todos los comentarios, no quise dejar
de dar respuesta aunque la hubieras encontrado por tu cuenta… muchas gracias por ser un lector tan
atento y por profundizar en los vericuetos del apasionante arte de narrar. Tu interpretación de estos
consejos pienso que es acertada, aunque eso solo puedes decidirlo tú mismo con la práctica y la
experimentación. No tomes nada por cierto solo porque yo lo diga, selecciona lo que te resulta útil y lo
demás, a la basura sin complejos. Esto no va de fórmulas mágicas, sino de aprender, practicar y ver lo
que a uno le funciona. ¡Un saludo!

Alejandro Quintana dice

19 noviembre, 2015 en 2:18 PM

Hola José Manuel… voy al grano: no solo creo que es necesario ese destripamiento, como tú lo
llamas, sino que lo considero imprescindible. Es cierto que hay algunos autores que no lo necesitan, pero
si tú te bloqueas o metes a tus personajes en situaciones de las que no sabes cómo sacarles… ¡lo
necesitas!

Es algo en lo que insisto mucho en todos mis cursos y talleres, pero no porque yo lo diga. Lo dijo
Séneca hace dos mil años: «Cuando un barco no sabe a qué puerto se dirige, ningún viento le es
favorable» 😉 Ese destripamiento se llama escaleta: es tu mapa de ruta hacia un objetivo concreto para
evitar atascos, bloqueos y situaciones imprevistas.

Todo esto y muchas cosas más las puedes encontrar en este curso básico de iniciación: cajas de
herramientas para escritores. Espero que te guste, un saludo y gracias por comentar.

Responder

Andrés dice

5 noviembre, 2015 en 9:11 PM

Hola. Felicidades por tu trabajo.

Primero, me gustaría saber donde te podemos encontrar como editor profesional.


Además, tengo una pregunta. He iniciado una novela, pero ese inicio no va acorde a tus consejos. No
es precisamente un comienzo «activo». De hecho, es la reflexión de una persona inconforme,
comprende siete líneas. Cómo se supone que hay que retratar a alguien así (insatisfecho, incluso
aburrido del mundo) si el inicio «debe» ser algo dinámico que «cautive» al lector? A mi no me disgusta
ese comienzo. Da la impresión de que, algunos de principiantes que leen este post, van a creer que es
ley iniciar sus novelas con argumentos estilo James Bond.

Me gustaría saber tu opinión al respecto. Me parece que debe haber un inciso que esclarezca este
punto.

Saludos.

Responder

Alejandro Quintana dice

6 noviembre, 2015 en 1:35 PM

Hola Andrés, gracias por pasarte y comentar. Todo lo que quieras saber de mí está en este blog, para
eso es. Busca los testimonios de las personas que han trabajado conmigo, puesto que soy editor
independiente para escritores independientes, entre otras cosas. Los puedes ver aquí y aquí.

Respecto a tu duda. ¿Quién dice que tu novela debe empezar a lo James Bond? 😀 Un conflicto no
tiene por qué incluir acción trepidante, tan solo lograr captar y mantener la atención del lector. Te diré
algo: si ves películas de Michelangelo Antonioni, verás que son aburridas a propósito. Y son obras
maestras, porque son argumentos aburridos que hablan del aburrimiento existencial. Perfecto. Sus
personajes son aburridos que llevan vidas aburridas. ¿Te aconsejo que aburras si hablas del aburrimiento
existencial? Sí, si quieres escribir una obra maestra. No, si quieres encontrar lectores. La decisión
siempre, siempre, la toma el escritor. Otra cosa es que un editor decida publicar su obra, con lo cual el
escritor puede comenzar una carrera como independiente.

Es evidente que no sé si tu obra aburre o no, aunque sí puedo decirte algo: que a ti no te disguste tu
obra es excelente. Pero si vas a publicar, debe gustar también a quien la lea. En la cabeza del autor una
historia puede funcionar pero eso no quiere decir que la historia funcione objetivamente. Para eso
estamos los editores independientes: puedo ofrecerte una visión objetiva de tu novela cuando la
termines, si quieres 😉 ¡Un saludo!

Responder

Andrés dice

6 noviembre, 2015 en 5:16 PM

Hola. Antonioni recuerdo una película sobre un fotógrafo, vaya que me metí en el personaje,
cuando algo anormal capta la atención del protagonista en una de sus fotos.

Bueno, me gustaría tu revisión claro. Pero estoy lejos de terminar la novela. Sin embargo, de ser
posible, me gustaría alguna opinión con aire fresco (gente ajena a mi círculo de amistades) incluso ahora.
No se si es viable.

Saludos.

Alejandro Quintana dice

19 noviembre, 2015 en 2:04 PM

Andrés, la película en cuestión es Blow Up (1966), una aburridísima obra maestra, como yo la
defino 😉 Cuando tengas esa novela terminada, no dudes en contactar conmigo para esa revisión. Un
saludo.

CesarS dice

4 noviembre, 2015 en 9:31 PM


Hola, soy nuevo por aquí… de hecho soy nuevo en este interés por la escritura y creo que tu blog me
va a servir de mucho. Gracias por tomarte el tiempo para aportar tu experiencia y apoyar a los que
sentimos esta pasión sin saber de donde salió ni como desarrollarla. Saludos

Responder

Emma Francesca Mascherini Gómez dice

23 octubre, 2015 en 4:22 AM

Y tu si que sabes escribir… Rara vez logro terminar un artículo… siempre son evidentes y vacíos.
Buenísimo tu escrito, ¡mil gracias por compartir tus tips¡

Responder

Alejandro Quintana dice

30 octubre, 2015 en 8:14 PM

Gracias por pasarte y comentar, Emma, un saludo.

Responder

Gabino Palacios Medrano dice

18 octubre, 2015 en 10:53 PM

Me parecio interesante pues como muchos pretendemos escribir y muchas veces sin saber reglas que
siento, solo se pueden seguir y llevar a cabo si se quiere tener en realidad el oficio de escritor, Gracias
Responder

Alejandro Quintana dice

30 octubre, 2015 en 8:10 PM

Sí, conocer las reglas a la hora de escribir es sumamente importante, Gabino. Gracias por comentar,
un saludo.

Responder

Willyfriend G. BODRE dice

17 octubre, 2015 en 4:53 AM

Saludos.

El tema esta muy bien, pero parece que el autor no ha pensado en algo. La mayoría de los lectores
jóvenes de este tiempo, no les interesa esas finuras que se están aplicando, al final y al cabo, son solo
análisis de un escritor para gusto de escritores. Al publico no le importa nada de eso, solo le importa que
la historia sea precisa e interesante, o sea sin mucho rodeo. Pero también humildemente recordarle al
autor de este sitio, escribir es un arte semejante a la música que va evolucionando con el paso de los
tiempos. Muchos cantautores van quedando en el olvido porque mantienen esas viejas reglas rígidas
que matan la creatividad.

Desconociendo así que en muchas ocasiones, los que suenan en la palestra publica no son
necesariamente los mejores, sino los que conectan con el publico. Los que llevan el lenguaje con el que
se identifica. Llevar esas reglas rígidas funciona únicamente para personas de alta curnia que viven
buscando la quinta pata al gato donde es evidente que no existe la necesidad. Pero, llevar un lenguaje
simple, llamativo y propio del tiempo es lo que el publico de este tiempo (valga la redundancia) busca.
Finalmente decirle que la escritura y la música tiene principio de geometría a la hora de realizar las
obras. No aplicando las reglas de manera rígida, sino entender que a un triangulo puedo agregarle mas
angulo para transformarlo, y no necesariamente dejarlo con sus tres lados básicos. Les digo desde el
puto de vista de músico cantautor, arreglista, sociólogo, escritor y lector activo.

Responder

Alejandro Quintana dice

18 octubre, 2015 en 7:44 PM

Willyfriend, tu punto de vista es respetable. Escribe lo que quieras y como quieras, faltaría más. Pero
tal vez necesites leer dos veces el post, porque evitar todos y cada uno de estos errores conducen,
precisamente, a lo que tú defiendes. Escribir ágil no significa escribir mal, ni dejar cosas importantes en
el tintero; ni tampoco afecta a la precisión o al interés de una historia. No creo que el post se pueda
interpretar como una serie de normas rígidas, más bien al contrario: está escrito con la intención de
romper la rigidez que impregna una buena parte de la literatura actual y hacerla más ágil. Gracias por
comentar, un saludo.

Responder

CLAUDIA TAYLOR dice

16 octubre, 2015 en 7:44 PM

estoy escribiendo mi libro. es una obra romántica, y me es muy útil todos los consejos de todos los
que están en esta página opinando. he dado a leer a jóvenes, ancianos e incluso niños y les gusta el inicio
de la lectura aunque no les digo si ese en realidad va a ser el inicio. tanto así que me han preguntado ¿y
cuándo terminas tu libro porque quiero saber como termina? ya que me han dicho que se sienten
identificados con los personajes porque son cosas que han vivido. existen momentos que hasta me
aconsejan como terminar el final de mi obra. jajajja. No tienen el nombre de los personajes, y hasta me
han sugerido nombres. les pregunto ¿ cómo crees que sea el personaje? y me han dicho alto rubio, de
buen ver. etc. lo bonito de todo esto es que mientras les doy un pedacito de lectura para que valoren la
obra, y les pregunto si les ha gustado lo que han leído quedan intrigados ya que algunas personas van en
metro o en camión les digo ¡buenas tardes estoy empezando a escribir mi primera novela y me gustaría
saber si me puede apoyar diciéndome si de lo que le voy a dar a leer le agrada o si se siente identificado
con algunos de los personales o si siente como si ud. fuera la chica o el chico.! entonces como van
sentados en lo que llegan a su destino, pues veo que no quitan los ojos de la lectura, y cuando van a
bajar del tren me dicen ¿ cuándo terminará su novela? me puede decir ¿ cuando sale al publico? porque
me gustó y quiero saber el final . yo me quedo contentísima de los resultados y esto me sigue motivando
para seguir escribiéndola un saludo para todos,

Responder

Alejandro Quintana dice

18 octubre, 2015 en 7:52 PM

Muy bien, Claudia, una curiosa forma de buscar lectores cero. Original, sin duda. Gracias por
comentar, te deseo mucho éxito y espero que nos cuentes tus avances futuros. Un saludo…

Responder

Isra dice

29 septiembre, 2015 en 11:48 AM

Hola Alejandro mucho gusto, primero que nada quiero felicitarte por este espacio que dedicas a las
personas primerizas en esto de la escritura, bueno, yo llevo un tiempo ya escribiendo pero me sigo
considerando primerizo puesto que como estoy en la faculgad y cosas ask no le he podido dedicar el
tiempo que en realidad quisiera. Ahorita he estado empezando una novela y llevo apenas unas 15
paginas, quisiera que me dieras tu opinion al respecto, esta novela empieza con un estilo realista (del
realismo literario) cosas comunes, nada del otro mundo, en el realismo no suceden tantas cosas
extraordinarias se centra en lo comun, y eso me agrada, pero conforme una serie de sucesos quiero
mezclar el realismo con el naturalismo, algo mas crudo, mas ruin. Bueno hasta ahi va mi idea, otra cosa,
aqui es donde quiero tus consejos, mi escrito se centra principalmente en UN solo personaje, es decir es
como seguir a ese personaje, lo que pasa siempre desde su perspectiva, es como si los demas personajes
no importaran, esto porque tenia pensado hacer lo que es contar varias historias de distintas personas,
por eso solo me centro en una, algo en lo que batallo es que al hablar de este personaje en los sucesos,
dialogos etc, no puedo evitar decir mucho su nombre sin que la historia sea bien entendida, por ejemplo
supongamos que mi personaje se llama «Juan» entonces al contar la historia sucede esto: Juan hizo esto,
juan fue a este lado, este señor le hablo a juan, los hijos de juan, la mama de juan, etc. Lo cual se me
hace que es repetitivo pero por la forma en que estoy contando la historia no veo otrra forma de
hacerlo, es por eso que quisiera si podias darme unos consejos para mejorar este punto, de antemano
gracias y saludos cordiales.

Responder

Alejandro Quintana dice

10 octubre, 2015 en 1:33 AM

Hola Israel, gracias por comentar y contar con mi criterio, espero que el blog te sea muy útil. El truco
está en utilizar pronombres, claro. Otras veces el lector ya sabrá de quién estás hablando por el propio
contexto. No es necesario citar el nombre del personaje a cada momento. Estos detalles de estilo se
pulen con práctica… pero te garantizo que lo más importante es saber cómo desarrollar y conducir
buenas historias. Lo primero, es lo primero 🙂 ¡Un saludo!

Responder

Julio Choza dice

26 septiembre, 2015 en 1:21 AM

Soy un escritor principiante en proceso de escribir su primera novela y mas bien me has
desmotivado… Se ve imposible evitar tantos «errores» desde un inicio…

Responder

Alejandro Quintana dice

9 octubre, 2015 en 10:36 PM


Julio, creo que es peor no saber siquiera los errores que uno puede estar cometiendo. NO es
imposible evitar esos errores, de hecho un escritor está obligado a cometer los menos posibles. Nadie
nace enseñado, son cosas que necesitas aprender si quieres escribir. Yo no sabía conducir hasta que
alguien me enseñó y ahora conduzco e incluso podría enseñar a otros. Parecía muy difícil al principio,
ahora es un acto casi automático. Así que no te desmotives, ok? Un saludo.

Responder

Sergio Saldaña dice

20 septiembre, 2015 en 11:06 PM

Hola Alejandro!

Me encantó tu post y en verdad me identifiqué mucho con cada uno de los errores, pues he intentado
luchar contra cada uno de ellos. Este planteamiento tiene mucho que ver con uno de tus errores.

Tengo una duda que me atormenta desde que empecé con el primer intento: Siempre he visto en
muchos grupos de escritores en internet, que critican a los autores que no son de narraciones complejas
y enriquecidas debido a que escribieron leyendo poco. Por poner un ejemplo, las escritoras que crean
sus historias de vampiros cuando tienen como principal inspiración a Crepúsculo o Lena Valenti, las
destrozan por no tener más autores en sus cabezas.

A mi me sucede algo parecido, no tengo una infancia, ni un comienzo con decenas de libros como
todos los demás; pero si tengo aún así mi pequeño grupo de libros y cuentos que influyen mucho en mi
estilo. Insisto son muy pocos, pero muy valiosos.

Ahora, ¿Hasta que momento un escritor es digno de salir a la luz? Porque se necesita leer mucho, de
todo, tener conocimiento de muchas cosas en la literatura y si su principal inspiración son como tres
autores es destrozado por las críticas. Espero me hayas entendido. Saludos

Responder
Alejandro Quintana dice

21 septiembre, 2015 en 9:16 PM

Hola Sergio, gracias por pasarte y por tu pregunta. La verdad es que tiene miga, pero voy a ir
bastante al grano: lo que hace tener malas críticas es un mal texto, no unas malas referencias literarias.

Aquí la clave está en escribir algo que merezca la pena ser leído y punto. Historias que los lectores
puedan comprender, personajes con los que se puedan identificar. Obvio que las lecturas influyen, pero
el estilo propio de cualquier autor es único y cada autor es único responsable de su estilo.

He trabajado con escritores muy cultos, pero precisamente tan grande cultura condicionaba de tal
forma su prosa que la hacía casi ilegible. Es necesario un equilibrio. Es necesario tener claro que uno
cuenta historias cuando escribe narrativa, porque para contar su filosofía sobre la vida puede escribir un
ensayo. Se trata de hacer esas historias comprensibles y si pueden ser entretenidas, mejor.

En definitiva: un escritor es digno de salir a la luz cuando sus historias merecen ser leídas. Da igual si
es muy culto o poco. Un saludo, bienvenido a la tribu 😉

Responder

Sergio Saldaña dice

21 septiembre, 2015 en 11:06 PM

Muchas gracias!! tenía un problema de verdad con eso y tus palabras me sirven de mucho, de
verdad creo en ellas. Necesitaba la opinión de un experto respecto a este problema medio raro. Yo
seguiré leyendo más. Por mi parte siento que tengo historias que contar.
Un saludo 😀 adoro tus consejos.

Alba García dice

19 septiembre, 2015 en 3:42 AM

Muy buenas noches, Alejandro. Ante todo felicitarte (aunque esto ya lo hayas escuchado millones de
veces) por tu magnífico trabajo y por prestar tu ayuda a tanta gente y de tantas formas.

Además de para felicitarte de todo corazón, escribo este comentario para plantear unas dudas que
pueden sonar estúpidas, y seguramente lo sean.

Comenzaré desde el principio; no soy escritora, ni mucho menos, pero me encanta leer, aprender de lo
que leo y después dejar plasmado en papel mis fantasías a través de lo que he aprendido de mis autores
preferidos.

Lo que ocurre es que no escribo de forma convencional; mi amiga y yo escribimos al unísono. Una vez
una cree que ha terminado de escribir lo que quería decir, le deja el mandato a la otra, y así en un bucle
hasta que el escrito acaba. Llevamos realizando novelas de este modo desde que éramos unas niñas
(aunque realmente seguimos siendo muy jóvenes, con 20 años) y, aunque al principio solo lo hacíamos
para no aburrirnos en las clases de instituto y de ello nacían auténticos desastres, hoy por hoy lo
tenemos como una afición bastante seria.

La cuestión es que en ningún momento hablamos entre nosotras sobre la historia más allá de los
personajes y el hilo conductor, aunque también he de decir que la mayor parte de nuestros relatos se
desarrollan en un mundo fantástico propio, con una buena base y bien planteado.

Prácticamente se podría decir que es una improvisación realizada entre dos personas. Nos gusta esa
alocada forma de escribir, nos divierte, y gracias a Dios hemos logrado alcanzar una comunicación, una
armonía para que nuestras historias adquieran coherencia. Qué decir sobre que nuestro estilo literario
es prácticamente idéntico, ya que aprendimos a escribir juntas y de los mismos autores.
Después de este largo y enrevesado planteamiento (me disculpo por ello), viene mi pregunta: ¿Existe
algún consejo que un experto como tú pueda darnos dentro de esta particular forma de desarrollar la
narración?

La segunda pregunta que quería plantear es más bien para aplacar mi curiosidad. La autora que más
he leído y admirado, aunque por lo usual me gustan los autores más clásicos, es Anne Rice. Más que sus
historias, me apasiona el modo en que las cuenta; cómo es capaz de explicar una serie de sucesos
complejos haciendo ahínco más en la introspección de los personajes que en los propios hechos. ¿Qué
opinas sobre esta autora? ¿Crees que es una buena influencia para el desarrollo de una narración de
fantasía épica?

Muchísimas gracias de antemano, y vuelvo a disculparme por todo este texto para esas preguntas
tontas.

Un cordial saludo.

Alba.

Responder

Alejandro Quintana dice

19 septiembre, 2015 en 1:02 PM

Hola Alba, gracias a ti también por pasarte y confiar en mí para resolver tus dudas. Lo primero de
todo: la única pregunta estúpida es la que NO se hace. Dicho esto, te daré mi opinión…

No es la primera vez que escucho un caso como el vuestro, tuve dos alumnas que usaban el mismo
sistema… incluso tenían un blog, pero ahora no recuerdo cuál es. El caso es que no importan los
métodos, no importa cuántas personas vayan a escribir un libro. Si el resultado es bueno y escribís algo
que merece la pena ser leído ¡felicidades! De hecho, muy pocos libros buenos de verdad han sido
escritos por una sola persona. El trabajo del editor, antes, era ayudar al escritor a perfeccionar su obra
antes de publicarla. Esta labor la desempeñamos hoy día editores independientes, asesores literarios y
agentes. Os compenetráis muy bien a la hora de escribir y es el tipo de complicidad que se necesita tener
entre escritor y editor. Como escritoras, trabajéis en equipo o en solitario, vuestra responsabilidad es
aprender, practicar y mejorar a cada libro escrito. Mi consejo: seguid así mientras os funcione… y no
perdáis vuestra bonita amistad si llega el día que deje de funcionar, ok? 🙂

Más: no he leído lo suficiente de Anne Rice como para tener una opinión formada de su estilo. Pero
diría que usa una técnica que consiste en desarrollar más los arcos de personaje que las etapas de la
historia. Cuando conoce a fondo a sus criaturas y ha desarrollado una biografía muy rica de todas ellas,
solapa sus vidas y eso hace rodar la historia prácticamente sola. Es solo una de las muchas técnicas
narrativas que se pueden aprender, que son las que enseño en mis cursos o aconsejo a los escritores con
los que trabajo.

Espero haberte ayudado, Alba y a tu amiga, de paso 🙂 ¡Un abrazo y bienvenida a la tribu!

Responder

Alba García dice

20 septiembre, 2015 en 7:00 PM

Muchísimas gracias por haber dedicado un rato de tu tiempo a contestar mis preguntas. Has sido
de gran ayuda, y sobre todo me has motivado mucho. ¡Gracias por los consejos!

A. Waitomo dice

14 septiembre, 2015 en 1:48 AM

Me has ayudado mucho y la verdad te agradezco. Yo tengo publicada una novela, y me dejé llevar por
el consejo de un escritor que me dijo: «Agrega muchos detalles, eso hará que el lector imagine mejor el
entorno donde se mueven tus personajes», pero luego de leer estos errores comunes, me doy cuenta
que no estaba en lo correcto y seguramente aburrí a más de uno. Y aunque ya no hay vuelta atrás, lo
tendré en cuenta para mi próxima novela.

Nuevamente, ¡gracias!!! 🙂

Responder

Alejandro Quintana dice

14 septiembre, 2015 en 6:51 PM

Hola A. Waitomo… la verdad es que muchos consejos, aunque sean bienintencionados, despistan
más que ayudan. Mi recomendación es quedarse con aquellos que puedas contrastar y sean útiles a tu
forma de hacer las cosas. Las normas están para romperlas, pero solo cuando sabes por qué las estás
rompiendo 😉 Cometer errores puede ser positivo: como tú dices, al menos sabes qué no hacer la
próxima vez. Te deseo mucho éxito, si en algo te puedo ayudar cuenta conmigo. ¡Un saludo!

Responder

Luis dice

12 septiembre, 2015 en 4:16 AM

Es una orientación muy útil y facil de comprender la verdad me sirvo mucho Gracias Duilio Omar

Responder

Alejandro Quintana dice

14 septiembre, 2015 en 6:43 PM


Gracias por pasarte y dejar tu comentario, Luis. Un saludo.

Responder

Matías dice

7 septiembre, 2015 en 12:10 AM

Hola Alejandro saludos desde Argentina. Me sirvió mucho este artículo, ya que estaba incursionando
en algunos errores. espero seguir leyéndote. Excelente sitio.

Responder

Alejandro Quintana dice

11 septiembre, 2015 en 11:56 AM

Gracias a ti también por pasarte y dejar tu comentario, Matías. ¡Un saludo!

Responder

Paula dice

5 septiembre, 2015 en 12:06 AM

Hola Alejandro! primera vez que leo tu blog y este artículo me parece muy bueno. Pero hay cosas que
no entiendo, como por ejemplo, la historia de Marisa y Esther. Dices que la «escena comienza desde el
punto de vista de Marisa. Estamos dentro de su cabeza, no en un punto cercano desde el cual
observamos sus movimientos.» Si estuviésemos en la cabeza de Marisa, ¿no tendría que ser ella la que
relata, y no una tercera persona? El narrador según mi parecer, en ese texto, es siempre una tercera
persona hablando sobre Marisa y Esther… Lo que sienten ambas.
No entiendo?

Saludos!

Responder

Alejandro Quintana dice

6 septiembre, 2015 en 12:22 PM

Hola Paula. Me alegro de que hayas encontrado este blog. Espero que te gusten otros artículos,
aparte de este.

Respecto a tu duda: es comprensible liarse con los diferentes tipos de narrador y también con los
diferentes puntos de vista. El narrador que puede meterse en las cabezas de los personajes, saber qué
sienten y qué piensan, es un narrador omnisciente: lo sabe todo de todos, en cualquier lugar del tiempo
y del espacio.

El narrador también puede ser en tercera persona, aunque no meterse dentro de las cabezas de los
personajes. O los mismos personajes pueden contar la historia desde su punto de vista, en primera
persona.

Todo esto y mucho más está explicado aquí: herramientas para escritores. Espero que te guste, un
saludo y gracias por comentar 🙂

Responder

aydimdagam dice

28 agosto, 2015 en 5:48 PM


«Ojalá te haya gustado esta entrada y mejor todavía si te ha ayudado a detectar esos errores tan
típicos al escribir una novela».

Me ha gustado mucho y me ha ayudado mucho, gracias; últimamente leo varios blogs de essta
temática y pensaba que ya estaba todo dicho ^^, pero has conseguido aportar más cosas de lo que
imaginé (va a ser que soy más ignorante -aún- de lo que me pensaba ^^).

«Pero a menudo se olvida que siempre, o casi siempre, hay una razón de peso para el hacer el mal,
como suele haber algún motivo egoísta para hacer el bien».

efectivísimamente.

«Sabemos qué siente y qué piensa. Entonces ¿qué artificio nos ha permitido salir de la cabeza de
Marisa y meternos en la de Esther sin previo aviso?»

si hay un narrador omnipotente, qué le impide meterse en la cabeza de uno y cuando le plazca
meterse en la de otro? evidentemente, este recurso habría que manejarlo muy bien, para no marear al
lector, etc. no tengo mucha idea de todas estas sutilezas, pero es algo que tanteo para mi novela, el
poder describir la acción desde varios puntos diferentes (narrador omnipotente, desde el punto de vista
de un personaje, de otro); una vez en esa dinámica, qué marca cuándo cambiar de uno a otro? por cada
capítulo quizás fuera lo óptimo, para no liar al lector, pero, qué hay de la sutileza? del fluir? de cambiar
las normas? ^^

hasta que punto es un error o, simplemente, es que no se maneja lo suficientemente bien?

«has confundido lo que es una idea para contar algo con un argumento para explicarlo todo»

jaja, en esta no sé hasta qué punto podría caer, pero está bien el aviso 😉

«llegar a mucha profundidad con relatos o novelas cortas»

interesantísimo, tomo nota 😉

«Ojo, que puede suceder todo lo contrario y entonces caemos en la pornografía.»

estaría bien saber dónde está el límite? o bueno, qué quieres decir aquí exactamente por pornografía?

Responder

Alejandro Quintana dice

30 agosto, 2015 en 8:11 PM

Gracias por tu comentario, Aydim, me alegra haber aportado algo nuevo a tus conocimientos.

Una observación: es narrador omnisciente (consciente de todo a la vez). Y sí… evidentemente, se


pueden saltar las normas. Siempre y cuando primero las domines lo suficiente como para experimentar
con ellas. Primero gatear, después caminar y, más tarde, correr.

Aquí tienes el post donde explico con más detalle lo de erotismo VS pornografía… escribir una
novela erótica: 3 consejos para que no parezca porno del malo.

¡Un saludo!

Responder

Eduardo Garrido dice

19 agosto, 2015 en 4:48 AM

Alejandro:

Son excelentes tus apuntes sobre el arte de escribir, ahora tengo una duda.¿Existe la moda en lo que
representa leer?, es decir que podrían haber géneros que se ponen de moda en algún momento y los
escritores tienen que apuntar hacia ese genera para asegurar un «buena audiencia» de lectores.

Te agradeceré tu opinión.

saludos

José Eduardo

Responder

Alejandro Quintana dice

20 agosto, 2015 en 1:09 PM

Hola Eduardo. Hay que diferenciar entre escribir y ganar dinero con ello y escribir para ganar dinero.

A pesar de que existen modas, mi recomendación es que un escritor debe escribir sobre lo que
desea. Si busca una buena audiencia, lo más probable es que no la encuentre. Cuando uno escribe sobre
lo que le apasiona la escritura fluye, es natural, es cuando un autor encuentra su propia voz. Entonces su
audiencia le encuentra.

Escribir por dinero es posible, pero entonces ya no se es escritor: se es una empresa y el acto de
escribir se convierte en otra cosa. Un saludo, gracias por tu pregunta 🙂

Responder

Eduardo Garrido dice

21 agosto, 2015 en 2:59 AM

Alejandro:

!Buen punto!, como diría un espectador de un juego de Tenis, pero


en mi opinión , uno de los fines de un escritor es hacer de su

oficio una buena forma de ganar dinero y para eso debe de asegurar una

«audiencia leal» una suerte de amantes que no abandonan a su

amor , incluso a si éste muriera.

Gracias por tus comentarios y por que de alguna manera me ayudarás ha

encontrar mi estilo literario

Abrazos a la distancia

José Eduardo

Alejandro Quintana dice

21 agosto, 2015 en 1:10 PM

Totalmente de acuerdo, Eduardo. Con la diferencia de que no es igual escribir persiguiendo el


dinero, que ganar dinero por haber escrito algo. Todas estas cuestiones están reflejadas en mi eBook El
Oficio de Escritor (Premium), que te recomiendo leer. Un cordial saludo.

xannin dice

5 agosto, 2015 en 7:07 AM

Hola Alejandro. Tengo una novela que comienza así:

«Vargas se despertó con una rata desenredándole el pelo. Sus uñas le hacían daño, pero no podía
moverse ni gritar. Era una rata inolvidable y perfecta, acaso gigantesca. Estimó que debía pesar casi un
kilo. Acaso estaba embarazada de otras criaturas tan odiosas como ella.

No sabía por qué estaba ahí, en ese asqueroso basurero de las afueras de la ciudad, y por qué en esa
situación insoportable. »

¿Es éste un buen comienzo?

También tengo el final (en mi cabeza) y voy hacia él como una máquina de escribir sin muñeco.

¿Dónde se puede enviar?… Cuando la termine, claro… Muchas gracias

Responder

Alejandro Quintana dice

7 agosto, 2015 en 12:16 PM

Hola Xannin. Es un comienzo que capta la atención, en efecto. Luego hay que estar a la altura de
este inicio y saber mantener la atención hasta el final 🙂 ¿Dónde la puedes enviar cuándo la termines?
Escríbeme desde este enlace cuando la hayas terminado y te digo. ¡Saludos!

Responder

Eva Mondurrey Serrano dice

19 agosto, 2015 en 1:49 PM

«Desde que tuve la facultad de pensar, y por desgracia fue muy temprano, comprendí que
habíamos llegado a este mundo para cumplir un objetivo ineludible: morir. Todo entonces quedó
supeditado a esa realidad. Tan era así, que el camino a recorrer hasta que llegara el momento solo tenía
una bifurcación con dos únicos destinos: vivir con placer o con dolor. A mí se me impuso el segundo, el
caminar con dolor, con esfuerzo y sin esperanza, pero nunca quise morir. Siempre fui una amante
apasionada de la vida, aunque no me dejaran vivirla, o al menos eso creí, porque siempre eché la culpa a
alguien de mis desgracias, nunca reconocí mis propios errores. Intenté muchas veces salir del pedregal
para pasear descalza sobre la hierba fresca, pero los atajos que tomé no siempre fueron los más
acertados. Confundí la locura con el valor; el desapego con la fortaleza, el orgullo con la dignidad y la
suficiencia con la sabiduría. Hubiera deseado entonces la clarividencia que me acompaña hoy, a mis
cincuenta años recién cumplidos y con un cáncer de pulmón que, casi con toda probabilidad, me
impedirá concluir la historia que pretendo contar porque, ahora que no tengo tiempo para rectificar y
que me acompaña una lucidez tan brillante como desconsiderada, podría arrancar el velo a tanta
mentira, sin patrañas ni paños calientes, y sin ánimo de que nadie me perdone. Tanto me duele haber
perdido la oportunidad de gozar de una vida ordinaria, con sus avatares y sus alegrías, que si la
enfermedad me permite llegar hasta el final, fastidiaré a la enigmática dama de la guadaña yéndome por
derecho, sin esperarla, sin concederle el placer de cogerme de la mano mientras me enseña los dientes
en una suerte de sonrisa victoriosa y me susurra que ya soy suya. No, ya no desearé alargar mis días, no
sea que vuelva a tropezar.

Nadie, o casi nadie, sabe cómo y cuándo se va a ir. Pero en ese casi estuvo mi madre, ella decidió
morir esa noche. El 16 de enero de 1943, lo primero que vi al despertar fue el reflejo en el espejo del
armario ropero del cuerpo inerte de mi madre pendiendo inmóvil de la única viga que cruzaba el techo
de la habitación.»

Disculpa, Alejandro, que te asalte así. Con esta parrafada. Pero es el inicio de mi novela, tantas
veces pensado y cambiado que he perdido la perspectiva y, al hilo de tu post, me gustaría saber tu
opinión. Si genera interés por seguir leyendo.

Gracias.

Alejandro Quintana dice

20 agosto, 2015 en 12:34 PM

Mi sugerencia:

“Nadie, o casi nadie, sabe cómo y cuándo morirá. Pero en ese «casi» estuvo mi madre: ella
decidió morir esa noche. El 16 de enero de 1943, lo primero que vi al despertar fue el cuerpo de mi
madre pendiendo de la viga que cruzaba el techo de su habitación.

Desde que tuve la facultad de pensar y por desgracia fue muy temprano, comprendí que
habíamos llegado a este mundo para cumplir un objetivo ineludible: morir. Desde entonces todo quedó
supeditado a esa realidad. Tanto era así, que el camino a recorrer hasta que llegara el momento solo
tenía una bifurcación: vivir con placer o con dolor. A mí se me impuso el segundo, el caminar con dolor,
con esfuerzo y sin esperanza. Pero nunca quise morir.

Siempre fui una amante apasionada de la vida, aunque no me dejaran vivirla. O al menos eso creí,
porque siempre eché la culpa a alguien de mis desgracias, nunca reconocí mis propios errores. Intenté
muchas veces salir del pedregal para pasear descalza sobre la hierba fresca, pero los atajos que tomé no
siempre fueron los más acertados. Confundí la locura con el valor; el desapego con la fortaleza, el orgullo
con la dignidad. La suficiencia con la sabiduría. Hubiera deseado entonces la clarividencia que me
acompaña hoy, a mis cincuenta años recién cumplidos y con un cáncer de pulmón que, casi con toda
probabilidad, me impedirá concluir la historia que pretendo contar.

Porque ahora, que no tengo tiempo para rectificar y me acompaña una lucidez tan brillante como
desconsiderada, podría arrancar el velo a tanta mentira, sin patrañas ni paños calientes. Y sin ánimo de
que nadie me perdone. Tanto me duele haber perdido la oportunidad de gozar de una vida ordinaria,
con sus avatares y sus alegrías que, si la enfermedad me permite llegar hasta el final, fastidiaré a la
enigmática dama de la guadaña yéndome por derecho. Sin esperarla. Sin concederle el placer de
cogerme de la mano mientras me enseña los dientes, en una suerte de sonrisa victoriosa, susurrándome
que ya soy suya.

No, ya no desearé alargar mis días, no sea que vuelva a tropezar.”

Date cuenta de estos tres detalles que he alterado y por qué:

1) Empezamos con una imagen de gran impacto en la mente del lector: una niña despierta y ve a
su madre ahorcada. Con este inicio, el lector va a seguir leyendo para despejar todos los interrogantes
que se acaban de abrir. Además, construyes la empatía automática del lector con el personaje de esa
niña. Un principio brillante.

2) Hemos suprimido muchos adjetivos, adverbios e información que no aportaba gran cosa a esta
imagen inicial. Por el contrario, podían distraer de lo verdaderamente importante. En algún punto de la
novela se puede detallar mucho mejor la escena, incluyendo una descripción completa que incluya luz,
colores e incluso texturas y olores. Pero todavía no es el momento.
3) La puntuación: lee en voz alta la primera versión y luego lee la segunda. La cadencia es muy
diferente, pienso que más acorde con lo expresado por la narradora. No es una chica joven que cuenta
las cosas de manera atropellada. Es una mujer madura que va a morir pronto y lo sabe. El texto pide
«respirar» más.

Es posible que falte contexto en este fragmento, pero tal como está en la segunda versión, puedes
apreciar si se acerca más a lo que deseas expresar.

Esto es una pequeña muestra de un trabajo de edición. La función del editor es trabajar con el
autor para perfeccionar una obra literaria, proporcionando un punto de vista distanciado del proceso
creativo. Es así como se escribe una gran novela: en equipo.

Gracias por pasarte y comentar, Eva 🙂 ¡Bienvenida a la tribu!

Eva Mondurrey dice

20 agosto, 2015 en 1:15 PM

Hola Alejandro, lo que acabas de hacer con el arranque de mi novela me ha impactado. Y me daría
de golpes en la cabeza por no haberlo visto como tú desde el principio. Es tan fácil de leer…

En cuanto a la observación que haces de la versión sobre quién habla, ha sido mi intención
trasladar desde el principio que lo hace la hija. Ya no es una niña. Lo que ocurre es que eso se descubre
un par de páginas más tarde. Llega tras diez años de orfanato a casa de su madre y tiene entonces 18
años. La misma noche de su llegada, su madre se suicida.

No sé si debería descubrirlo antes. Si puedes, házmelo saber.


En cualquier caso, te estoy muy agradecida por aportarme un rayo de luz tan brillante.

Josué Éleran dice

1 agosto, 2015 en 5:41 AM

¿También aplica todo esto a la hora de escribir un cuento? ¿O hay detalles que cambian? La verdad no
busco ser escritor, pero me gusta escribir cuentos y quiero hacerlo lo mejor posible

Responder

Alejandro Quintana dice

1 agosto, 2015 en 11:48 AM

Hola Josué, todo esto aplica a la hora de escribir relatos, pero la información más detallada para
escribir cuentos la encontrarás en este otro artículo: Escribir un cuento ¿cuántas páginas debe tener un
relato y cuántas una novela? Un saludo, gracias por pasarte y comentar.

Responder

María. L dice

30 julio, 2015 en 12:56 PM

Buenos días.

Me gustaría plantear una cuestión.

Cuando yo escribo me vienen un montón de ideas a la cabeza.

Pero cuando estoy en el desarrollo de la historia, me empiezo a atrancar es decir, creo que mi relato es
muy plano en esa situación. El por qué creo eso, pues creo (valga la redundancia) que es porque en el
desarrollo de la historia debe transcurrir demasiado tiempo y no se como hacer avanzar la historia sin
aburrir al lector con la misma situación todos los días. He pensado en escribir en esos días sucesos que
no hagan a la novela tan aburrida, pero creo que pueden ser demasiados irreales.

Si me pueden ayudar le estaría muy agradecida.

Sin más un saludo.

Responder

Alejandro Quintana dice

1 agosto, 2015 en 11:39 AM

Lo que me cuentas es un problema muy habitual y normal entre los escritores principiantes, no te
preocupes que todo tiene solución 🙂 Las técnicas y herramientas a la hora de manejarse con la escritura
sirven precisamente para problemas como este.

Entre otras cosas, necesitas planificar tu argumento con una sinopsis y una escaleta, diseñar fichas
de personajes y escribir un primer borrador sin pararte a corregir. Son varios factores a tener en cuenta,
pero esto es esencial. Lo que necesitas saber para dar un salto cualitativo como escritora esta aquí:
CAJAS DE HERRAMIENTAS PARA ESCRITORES

Podrás superar esos bloqueos y conocerás las técnicas elementales para iniciarte en la narrativa,
escribiendo historias apasionantes que atrapen la atención de los lectores.

Gracias por pasarte y por la confianza de preguntar, María. ¡Un saludo!

Responder

Antonio García dice


19 julio, 2015 en 4:06 AM

Me pareció interesante tu punto de vista. Tengo muchas historias en mi cabeza, más que las que
puedo escribir. Estoy terminando mi primera novela, pero soy profesional de la enseñanza, por cierto no
enseño lengua y literatura. Soy Licenciado en ciencias, específicamente en el área: de matemática y
física. Como podrás ver, mi fuerte no es la escritura. Pero al punto, siempre busco observaciones como la
de tu post, con la intención de estructurar y corregir mi novela. Gracias, por tu aporte.

Ahora quiero aprovechar para preguntarte como resulta más elegante o como habitualmente se
escribe la siguiente escena: Dos oficiales se dirigen a una habitación acompañados de una enfermera.
Cuando caminan se desplazan por los pasillos, los altavoces anuncian:

TODO EL PERSONAL DE GUARDIA DISPONIBLE DIRIGIRSE..

En ocasiones quien habla es un periodista o reportero ante una cámara.

«Trasmitimos en directo desde la casa de los……….

Les informó, Antonio Sánchez…»

Pregunto…

¿Esta bien hacerlo en mayúscula, se hace entre comillas?

¿Cual sería la forma universalmente aceptada?

Responder

Alejandro Quintana dice


19 julio, 2015 en 8:11 PM

Hola Antonio, gracias por tu comentario. Lo correcto sería: «[…] los altavoces anuncian: «Todo el
personal disponible debe dirigirse…». Las mayúsculas no suelen usarse para nada relacionado con
diálogos. En el caso de un reportero hablando frente a una cámara, el tratamiento es idéntico a un
diálogo convencional. No es que haya una fórmula universalmente aceptada, cada editor tiene su propio
manual de estilo. Existen unos convencionalismos aceptados, pero la decisión final depende de ese
manual de estilo propio. Un saludo.

Responder

Elena dice

17 julio, 2015 en 9:46 AM

Hola Alejandro,

He llegado a tu página navegando por la red, sin rumbo fijo. Nunca digo que soy escritora, aunque
siempre he escrito. Mi vida en realidad es otra, pero esas ocurrencias creativas me desbordan día a día y
no puedo dejar de mirar con curiosidad lo que sucede a mi alrededor para transmitirlo después sobre un
papel ¡La de papeles desperdiciados por mi bolígrafo bic inagotable!

Escribí hace un par de años una primera novela, y para ser la primera y no tener idea de cómo se
hacía, el resultado fue sorprendente. Orgullosa por mi hazaña, me lancé a mi segundo reto… Pero claro,
ahora ya sé cómo se escribe una novela, lo que hay que poner, lo que hay que quitar, dónde enganchar al
lector, donde poner los puntos de giro… Y tengo muchos problemas que resolver. Soy una osada, lo sé. Si
Gabriel García Marquez se atrevió con una historia de varias generaciones, la mía abarca, nada más y
nada menos, tres mil doscientos años de historia. Mis personajes nacen, crecen, se reproducen y
mueren. Una y otra vez. Está claro que hay un hilo conductor que los une y la historia se centra,
principalmente sobre una de esas generaciones, Inicio el libro con una analepsis, con el final de la
generación principal. A continuación el capítulo dos retrocede cuatrocientos años, y de nuevo en el tres
doy un alto hacia delante de trescientos años. Total, que mis personajes principales no aparecen hasta el
folio número 30. ¿Es ese un inconveniente para que el lector llegue hasta ahí?

Muchas gracias

Responder
Alejandro Quintana dice

18 julio, 2015 en 11:47 AM

Hola Elena. Pues no sabría decirte, cada novela es un mundo. Según el tratamiento que le des a una
estructura y según el estilo propio de cada escritor. En algunos casos funcionará, en otros no. Habría que
verlo. Pero claro, es tu segunda novela y ya sabes cómo enganchar al lector 😉 Seguro que está
fenomenal. Un saludo, gracias por comentar.

Responder

Ana dice

27 junio, 2015 en 1:37 AM

Hola Alejandro.

Este blog lo descubrí buscando como escribir personajes masculinos si eres mujer, o femeninos si eres
hombre, y admito que me ha gustado bastante el blog.

Como es obvio, los escritores conocemos ese universo que nosotros mismos hemos creado, y como tú
lo decias es facil perdernos en detalles. Nos emociana nuestra historia, y el problema es que el lector no
la conoce, por lo tanto no le interesa hasta que llamamenos su atención, cosa que debe suceder antes de
se aburra y cierre el libro.

Tengo una duda con respecto al primer error, sobre los inicios que se hacen tan largos que molestan.
Tambien he leido que lo que más debemos trabajar es el principio de la novela.

Mi pregunta es: ¿Cómo sé si el comienzo de mi historia es bueno o malo? Con esto me refiero a qué
debo evitar aparte de hablar del tiempo, y qué debo hacer para llamar la atención del lector. ¿Como
puedo saber si el lector va a contiruar leyendo despues del primer capitulo?
Gracias de antemano. Y gracias por esta entrada bastante interesante.

Responder

Alejandro Quintana dice

3 julio, 2015 en 1:47 PM

Gracias por el comentario, Ana, me alegro de que el blog te esté resultando interesante y útil. Verás,
tu pregunta no tiene una respuesta sencilla, en realidad…

Capturar y mantener la atención de los lectores requiere el uso de recursos literarios y técnicas
narrativas que todo escritor necesita conocer. Hay ciertos elementos que se pueden incluir en una
historia para hacerla interesante y lograr la implicación emocional del lector en los hechos que se le
cuentan.

Esas claves las puedes encontrar en este enlace: cajas de herramientas para escritores Es el primer
paso para dominar lo más básico. Si haces este curso, te garantizo que te va a encantar. Si luego pasas al
nivel avanzado, te prometo que eso te cambiará la vida 🙂 ¡Saludos!

Responder

ro_medi dice

18 junio, 2015 en 3:57 PM

Alejandro, buenos días! Te mando un cordial saludo.

Me ha gustado mucho tu post sobre los errores literarios más comunes. ¿Sabes? Estoy escribiendo una
novela, pero mi mayor problema siempre es darle esa naturalidad a los diálogos de cada personaje.
Cuando los leo e incluso los grabo parece como si estuviera hablando un robot. A pesar de que me
esfuerzo mucho para ser natural, parece que no lo he logrado aún. ¿Cómo podría hacer que mis
personajes no suenen tan robotizados?

Otro de mis grandes problemas (a mi parecer) es cuando utilizo excesivamente la palabra «que» ¿Será
acaso un error, o es algo natural en el léxico de cualquier escritor? Desde ya mil gracias por tu respuesta
y tu apoyo. Espero sigas publicando más cosas como ésta. Saludos!

Responder

Alejandro Quintana dice

19 junio, 2015 en 10:14 PM

Buenas preguntas, Rodri. Lo del «que» es bastante frecuente (incluso yo tengo bastate paranoia con
eso). Se soluciona escribiendo menos oraciones subordinadas, siendo más concreto y sintetizando la
información. Algunas veces los «que» se pueden sustituir por «el/la/lo cual» y formas semejantes.

En cuanto a los diálogos, es una pregunta bastante compleja porque influyen varios factores en eso.
Tendría que responderte con un post, tomo buena nota 😉

Gracias por pasarte y comentar, un cordial saludo…

Responder

Leonardo Machado dice

10 junio, 2015 en 10:15 AM

Muy interesante tu Blog. Directo al punto, comienzo con el tema de la escritura y la verdad tienes muy
buenos puntos muy claros. Saludos desde Uruguay
Responder

Alejandro Quintana dice

12 junio, 2015 en 9:06 PM

Gracias Leonardo, me alegro de que te guste 🙂 ¡Un saludo!

Responder

Frederick H. dice

27 mayo, 2015 en 6:14 AM

Estoy escribiendo una novela experimental. La comencé sin saber qué era el género, de qué se trataba,
simplemente salió. Luego, leyendo en internet, descubrí que existe lo que estoy haciendo y que tiene tal
nombre… en fin, voy a que muchos rasgos de la novela experimental se contradicen con la novela típica
(no creo que sea la expresión adecuada), y que justamente hay cosas, como los cambios de universo,
meterse en la cabeza de un personaje y saltar a otro sin ese aviso del que hablas, es aceptado. Me
gustaría saber en ese caso si estoy equivocado, si debo tomar precauciones o si el hecho de que sea
experimental me permite cometer ciertos «errores» que en otro tipo de textos no son correctos. Muchas
gracias.

Responder

Alejandro Quintana dice

27 mayo, 2015 en 9:02 AM

Frederick, si me sigues con regularidad me escucharás decir muchas veces lo siguiente: «para
romper las normas, primero hay que conocerlas. No hacerlo en este orden se denomina ignorancia«.
Luego puedes buscar en Internet la forma que encaje con lo que te ha salido, encontrar novela
experimental y exclamar «¡Anda! ¡Pero si he dado en el clavo!«. Pero la novela experimental significa
que se rompe la norma establecida con un objetivo concreto. Puede salir bien, puede salir mal y el autor
acepta el riesgo… por eso se denomina experimental.

Por tanto, queda respondida tu pregunta: sí, estás equivocado porque una cosa es romper la norma
y otra muy distinta desconocerla. La precaución que necesitas tomar es conocer la norma. Puedes
comenzar por esto: Cajas de Herramientas para Escritores y si va contigo, avanza al siguiente nivel.

Espero que mi aclaración te haya sido de ayuda, Frederick. Un abrazo, gracias por pasarte y
comentar…

Responder

Diiana Gonzalez dice

13 mayo, 2015 en 10:20 PM

Hola!

Yo también acabo de encontrar este blog (aunque no sé que tan atrasada estoy con la publicación)
pero me pareció muy enriquecedor. Al igual que muchos, estoy con una novela. Lo que me llevó a ella es
que la soñé, como tantas veces soñamos con personas o situaciones que no sabes ni porque pasan por el
subconsciente; la realidad es que decidí que quería escribirla. La cosa está en que, estoy buscando quien
más pudiera leerla, ya que, como afirmas, amigos y familiares es un número muy reducido.

Lo que me llama la atención, es, que me confundí un poco con respecto al punto del arranque.
Precisamente por que mi protagonista inicia relatando que está en un país, que no es el suyo, y va
contando como llegó allí y la historia de porqué decidió irse. Me intriga porque, según algunas opiniones,
aunque no es un inicio «que enganche» de manera vivaz, siento que es necesario. En fin, no sé si me
explico, pero me gustaría una opinión sincera respecto a esto. Por ahí escuché que a veces los extraños
llegan a ayudar más que quien nos conoce.

Responder
Alejandro Quintana dice

14 mayo, 2015 en 12:11 AM

Hola Diana, tienes mucha razón en lo que dices. Tus amigos y familiares no pueden tener la
perspectiva ni la capacidad técnica de un lector profesional. De hecho, en este enlace explico con todo
detalle por qué es necesaria una revisión del texto antes de hacer nada con él y cómo solicitar una
lectura. Espero que te guste, gracias por pasarte y comentar 🙂

Responder

Gabriel Flores Perrogón dice

5 mayo, 2015 en 2:47 AM

Hola Alejandro.

Primero decirte que tu blog es super interesante para escritores principiantes.

La verdad es que los errores que señalas, haciendo un autonalisis en función a la novela que estoy
escribiendo, estan ahi y son mas comunes de lo que se cree.

Me gustaria y sin animo de molestarte por lo ocupado que eres, pedirte algunos consejos cortos cada
vez que tenga dudas durante el proceso de escritura de mi novela.

Gracias por tu tiempo y éxitos en tu vida.

Responder
Alejandro Quintana dice

6 mayo, 2015 en 7:04 PM

Hola Gabriel, gracias por pasar y dejar tu comentario, me alegro de que te guste el blog. Y respecto a
tu petición… hombre… si cada vez que tengas una duda vas a hacerme una consulta ¡te garantizo que no
vamos a tener tiempo ni tú de escribir la novela, ni yo de atender el blog! 😀 Pero bueno, comenta
siempre que quieras y veremos qué se puede hacer, ok? Un abrazo!

Responder

Vianney dice

30 abril, 2015 en 7:15 PM

¡Hola! 🙂

Acabo de descubrir tu Blog y me ha encantado, ¡Felicidades! Yo espero un día dedicarme justo a lo


mismo que tú, quiero estudiar literatura 😀

Bueno, te cuento. Yo estoy trabajando en mi primera novela, en donde habrá mucho romance y
dramatismo pues es un amor prohibido. Digamos que ya tengo toda la estructura de la historia,
(considero que ya llevo poco más de la mitad) pero lo que luego me sucede es que, por ejemplo,no sé
que tipo de escenas incluir cuando no estoy hablando de una situación clave en la novela. No se si me
explico…

Digamos como esas escenas para rellenar la historia ya que creo que no esta padre tampoco que cada
situación sea clave o crucial. Quisiera saber como manejar esos momentos.

Ay, espero haberme dado a entender.

Saludos y un fuerte abrazo 🙂

Responder
Alejandro Quintana dice

30 abril, 2015 en 9:11 PM

Hola Vianney, me alegro de que hayas encontrado el blog… si además te está gustando, la alegría es
doble. Si te he comprendido bien, creo que la respuesta la tienes en este video: Micro Taller Literario
Sobre Uso De Unidades Narrativas Básicas. Dura solo 17 minutos y seguro que te resulta de mucha
utilidad. Es una muestra de las clases presenciales que doy en mis talleres online, tras las cuales hay una
sesión de preguntas y respuestas con los alumnos… a menudo más intensas e interesantes que la misma
clase 😀 ¡Un saludo!

Responder

Antonio1 dice

27 abril, 2015 en 8:11 PM

Me parecen muy bien tus comentarios. Pero si atendemos lo que dices, Joyce, Proust y Cervantes no
tienen nada que hacer en el mundo de las letras.

Responder

Alejandro Quintana dice

27 abril, 2015 en 8:55 PM

En efecto, Antonio… nada que hacer. En su época ya lo tuvieron difícil, porque nunca ha sido fácil
escribir, publicar y vender libros. Pero ¿en el siglo XXI, compitiendo con la televisión interactiva, Internet
y las redes sociales, el fútbol, los videojuegos, el cine y los libros en formato best seller? … bueno, serían
autores autopublicados o publicados en editoriales invisibles. Tendrían un grupo reducido de lectores,
con suerte. Les tocaría hacer el marketing de su propia obra, de eso no me cabe duda alguna.
Necesitarían un blog y mucha actividad en foros específicos. ¿Triste? Tal vez, no lo sé. ¿Tú qué opinas?

Responder

Antonio1 dice

27 abril, 2015 en 10:09 PM

Estoy de acuerdo. Pero como escritor prefiero tener de referente a Proust que a Ken Follet

Alejandro Quintana dice

30 abril, 2015 en 12:19 AM

No seré yo quien diga a nadie qué referentes le convienen, Antonio 😉 Cada uno elige lo que elige
y sus motivos tiene. Un saludo, gracias por comentar…

perlacarranza dice

3 abril, 2015 en 5:35 PM

ERROR #7: un mareante punto de vista.

¿Como avisar que cambias al punto de vista de otro personaje.?

¿cuanto debemos narrar con un personaje para pasar a otro?.

Si en un capitulo narra sobre varios personajes principales van a diferentes partes como narro si quiero
expresar lo que paso con cada uno?.
Casi no se sobre escritura pero quiero crear una novela, por fa expliquenme.

Responder

Alejandro Quintana dice

5 abril, 2015 en 11:48 AM

Hola perlacarranza… en primer lugar, gracias por pasarte y preguntar. Verás, lo que comentas tal vez
no se pueda responder en unas pocas frases. Hay algunos temas que se deben estudiar de manera
exclusiva, porque una novela no es un conjunto de normas estrictas que no se pueden saltar. Una novela
es una maquinaria compuesta de muchas y diferentes piezas, que funciona o no funciona. Yo he
aconsejado a un par de escritores que, en un momento dado de su novela, mezclaran los puntos de vista
de los personajes porque en ese momento justo era algo coherente y que funcionaba… como ves, a
veces las normas hay que saltárselas. El truco consiste en conocer esas normas para poder hacerlo 🙂 Si
quieres comenzar a dominar las reglas de la narrativa, mira este enlace: cajas de herramientas para
escritores. Es el primer paso que ya han dado más de ciento cincuenta futuros escritores. Nos vemos
dentro si quieres. ¡Un saludo!

Responder

Mario Alberto Franco dice

30 marzo, 2015 en 9:59 PM

Saludos señor Alejandro.

Bueno sere directo ya que es complicado para mi dar muchas vueltas a la hora de,explicar algo.

Probablemente no responda esto ya que el post tiene tiempo pero probaré surte.

Estoy escribiendo una novela de ficción ya que desde que era jovenzuelo tendía a divagar o imaginar
muchas cosas en mi camino a la escuela. Actualmente sigo igual, de hecho toda mi inspiración viene de
ahí sin embargo me gustaría saber o que me ayudara con dos puntos específicos de mi proyecto.
1) Las relaciones de los personajes:

Mi idea era hacer una novela de ficción pero que conservara lo mas posible la esencia humana en los
personajes. En esta primera parte (de lo que espero sea una serie de libros )planeaba que el protagonista
salvara a una mujer de lo que será el antagonista al menos en esta parte. Sin embargo aqui vienen mis
dudas a la hora de escribir ya que en el libro el protagonista acaba de conocer a esta mujer y no siento
muy «realista» o natural que alguien arriesgue su vida por una persona que acaba de conocer. En cuanto
a como se conocieron ya esta y el protagonista de hecho considera a esta mujer alguien gentil y una muy
buena persona, pero de eso a arriesgar la vida por salvarla se me hace muy poco creíble. ¿Usted que
opina?

2) Desarrollo de los personajes.

En este punto me gustaría saber como dedicarle correctamente tiempo a ciertos personajes para que
el lector los entienda, sepa como son y se hagan una idea de su personalidad sin agobiar al lector. Mi
libro esta escrito en primera persona ya que es el tipo de lectura que mas me fascina pues te metes en
los zapatos del protagonista y hace que poco a poco entiendas al protagonista, sin embargo a la hora de
presentar a los otros,personajes principales creo que estoy teniendo problemas pues no se como
desarrollarlos para que se sientan vivos sin que agobie al lector.

Si me puede ayudar estaría muy agradecido.

Responder

Alejandro Quintana dice

31 marzo, 2015 en 2:06 AM

Hola Mario Alberto, gracias por pasarte y comentar. Si realmente buscas respuesta a esas preguntas
es que necesitas algo como esto: Cajas de Herramientas para Escritores del Siglo XXI Son preguntas muy
básicas. Si estás en ese nivel, por mucha respuesta que yo te dé tu novela va a tener otras carencias. Una
vez hayas diseñado a tus personajes de manera que sean creíbles y coherentes, necesitas otros
elementos también imprescindibles para desarrollar tu historia. ¿Sabes qué características debe tener un
conflicto potente y cómo crearlo? ¿Conoces los recursos para tener una estructura equilibrada? ¿Crear
interés en el lector dosificando y secuenciando la información? Ya sé que no es la respuesta que
esperabas, pero te garantizo que es la respuesta que necesitas 🙂 Un saludo ¡y bienvenido a la tribu!

Responder
Rodrigo Rey dice

24 marzo, 2015 en 5:43 PM

Bueno, como no he leído los comentarios anteriores (soy muuuuy vago) igual repito lo que han dicho
otros:

Estas normas no están del todo mal, sobre todo si excluimos a Proust, al Torrente Ballester de «La
saga-fuga de JB», al Roa Bastos de «Yo el supremo», al Carlos Fuentes de «Terra nostra» y un largo
etcétera…

No pretendo ser hiriente, me parecen buenos consejos para escribir de forma efectiva y creo que para
ir empezando no están mal. Sobre todo si pretendes ser Stephen King o algo así, pero la novela es un
formato que acepta muchas cosas y, salvo en el caso de Lezama Lima, en el que es un término absoluto,
el aburrimiento a veces depende de la ambición lectora, de la comprensión del mecanismo intrínseco de
lo que está escrito.

Una vez hecha esta aclaración os diré que procuraré quedarme con los consejos que me parezcan
necesarios y olvidar como por despiste los que no me convengan, como hacemos con todo en la vida.

Responder

Alejandro Quintana dice

27 marzo, 2015 en 1:45 AM

Hola Rodrigo, gracias por pasarte y comentar. Por supuesto tu opinión es muy válida, y además la
comparto. En primer lugar, sigues la primerísma recomendación que hago en casi todo lo que publico:
tomar aquello que te sirva y tirar sin más a la basura lo que no. Y no puedo sino estar de acuerdo en que
escritores y lectores los hay para todos los gustos. El mismo respeto me merece un señor que escribe
«mala literatura» pero es capaz de vender libros por millones, que un excelente escritor empecinado en
perpetuar un estilo que tan solo leen tres personas, contando amigos y familiares.

Aunque creo que muchos de estos empecinamientos con el estilo obedecen al ego del autor más
que a sus ideales. Por eso opino que procurar llegar al mayor número posible de lectores es casi
obligado, aun debiendo «sacrificar» para ello una porción de arte. Te lo digo yo, que leo a diario mucho
«arte» 🙂 Un saludo y bienvenido a esta tribu de locos soñadores.

Responder

Miguel González Aguirre dice

3 marzo, 2015 en 2:21 AM

Es usted un maestro, como me gustaria que leyerás el prólogo de una historia que quiero contar… :3

Responder

Alejandro Quintana dice

5 marzo, 2015 en 12:20 AM

Miguel, nada me gustaría más que poder leer todo de todo el mundo, pero si vieras mi bandeja de
entrada comprenderías por qué me resulta imposible. Incluso he tenido que limitar la recepción de
originales para hacer las asesorías privadas de pago porque no abarcaba a leer tanto. Me alegra que mis
post te estén ayudando y espero algún día poder leer algo tuyo. Un abrazo, gracias por pasarte y
comentar!

Responder

Felipe dice

2 marzo, 2015 en 8:43 PM

Creo que un buen maestro para abandonar eufemismos es Charles Bukowski, en mi caso particular,
leerlo fue una forma para atreverme a escribir, ya que antes de sus lecturas yo escribía demasiado
reprimido y mis textos eran mojigatos, luego de leer, ya todo cambió y pasé a escribir cuentos eróticos y
directamente pornográficos con facilidad y sin caer en la vulgaridad.

Responder

Alejandro Quintana dice

5 marzo, 2015 en 12:17 AM

Bukowski tiene un estilo propio muy particular e impactante… tal vez sea de los autores más
modelados de la literatura y creo también que difícil de imitar, aunque no lo parezca. A mí me gusta
bastante, pero tengo que reconocer que su crudeza y lenguaje a veces es bastante sensacionalista. A ti te
sirvió para poder desinhibirte y eso es fenomenal. Es el primer paso necesario para poder encontrar un
estilo propio e intransferible. Un saludo, Felipe, gracias por comentar 🙂

Responder

Rocio E.R dice

27 febrero, 2015 en 2:28 AM

JaJaJa La verdad a mi siempre me encanto escribir, en la escuela o en cualquier papel que encontrase,
pero hace poco que empece a ponerme realmente seria en una historia que me gustaría dure varias
paginas y puedo afirmar que los errores 1-3-7-8 son los que mas me identifican 🙂 Lo bueno es que me
di cuenta de mi error haha Me cuesta darle un buen arranque a las historias porque me distiendo
describiendo otras cosas y a veces confundo la voz del narrador con la mía o la del personaje, también
suelo tener problemas en poner insultos en los diálogos, es cierto que hay un «idioma general» como
diría mi profesor de filosofía y que no importa de donde seas o para quien escribes, si eres coherente y
usas las palabras correctas todos nos entendemos, por eso tal vez no es lo mismo poner «Chinga tu
madre» como diría un mexicano o «Anda a la mierda boludo» como un argentino, por eso elijo frases
como «Vete al diablo» u otras que denoten agresividad pero no su lugar de origen aunque no siempre
me convencen porque no hay nada como el buen insulto local. (Obviamente dependiendo de tu lugar de
origen) pero como suelo escribir sobre lugares irreales u otros países se me dificulta un poco esa parte
en los diálogos.
PD: soy Argentina de 19 años. Muy bueno tu blog, lo encontré hace unos días y poco a poco voy
leyendo tus aportes.

Responder

Alejandro Quintana dice

2 marzo, 2015 en 7:43 PM

Gracias Rocío, y yo me alegro de que hayas encontrado mi blog 🙂 Respecto a esto que comentas,
no te compliques mucho la vida porque tu profesor de filosofía tiene toda la razón. Una de las mejores
novelas que he leído nunca, Diablo Guardián de Xavier Velasco, Mexicano, está repleta de
«mexicanismos» bastante peculiares y la gran mayoría se comprenden a la perfección. Para el resto,
siempre habrá una nota al pie del editor 😉 Lo principal es que suene auténtico. Un saludo, bienvenida a
la tribu!

Responder

Milla dice

9 febrero, 2015 en 1:47 PM

Hola Alejandro,

A mi me gustó mucho el post y me ayudó mucho también. Yo he estado escribiendo una novela
exactamente desde hace un año que tuve la idea de contar esa historia. Son cuatro chicas los personajes
principales y cada una tiene su personalidad definida y les pasan cosas épicas. Es como un ‘sex and the
city» pero con chicas adolescentes y una es emo obsesiva, la otra media putona, la otra es lesbiana pero
su familia es muy católica y la última es «la más normal» – digo normal entre comillas porque también
tiene sus issues mentales- Bueno el punto no es contarte la novela, sino que me parecía que meter todo
lo que les pasa a las cuatro iba a ser muy pesado, mucha historia. Y algunas personas me decían que
haga un libro para cada una pero a mi en cambio me parece que como las historias de ellas se cruzan,
porque son cuatro mejores amigas – y en realidad son historias basadas en la vida real- contarlas por
separado hace que pierdan ese vínculo.

Entonces no sé, en realidad creo que seguiré fiel a mi pensamiento y tendré a las cuatro en la misma
novela. Pero dime ¿tu que opinas?

Responder

Alejandro Quintana dice

13 febrero, 2015 en 1:38 PM

Hola Milla, gracias por confiar en mi criterio. Te diré de manera muy breve lo que opino: te aconsejo
que no confundas lo que son los personajes con la propia historia. Es decir, los personajes se
desenvuelven en un eje narrativo definido en el cual hay conflictos, antagonistas, momentos de crisis, de
triunfo… Si escribes las «historias que les pasan a estas chicas» no tendrás una novela, sino una colección
de anécdotas más o menos divertidas de cuatro personajes. ¿Ves la diferencia? 🙂 Entonces no tienes
que meter todo lo que les pase, sino definir este eje narrativo y meter a cada personaje en las
situaciones que se planteen. Cada una de tus chicas reaccionará según su personalidad y dará su propio
juego a la historia. Esa es la esencia de los personajes. Espero que te haya servido esta opinión. Gracias
por pasarte y comentar, un abrazo!

Responder

Isaí Moreno dice

27 enero, 2015 en 9:57 PM

Buen post, especialmente en la parte que enfatiza lo importante que es el arranque en la novela. Me
hizo pensar en lo que elabora Pascal Quignard: arranques telegráficos y potentes. Aquí enlace al
arranque de su novela Terraza en Roma. http://isaimoreno.com/2014/04/20/pascal-quignard-y-el-
arranque-de-la-novela/

La novela completa puede ser descarada desde mi portal. Saludos.

Responder
Edgar dice

19 octubre, 2014 en 6:36 AM

¡Hola Alejandro!

Hoy encontré tu Blog y me encanto. Estaba buscando unos cuantos consejos para seguir mi primera
novela (tengo el problema de creer que todo lo que escribo esta mal, y vuelvo a escribir y escribir el
mismo capitulo tratando de corregir)

Sigue por favor que tus consejos me inspiraran a seguir.

Saludos y gracias!

Responder

Alejandro Quintana dice

20 octubre, 2014 en 10:49 AM

Hola Edgar, gracias por pasarte y comentar… por el momento, pienso estar aquí algo de tiempo 😉
Echa un vistazo por el blog, estás en tu casa. Un saludo y bienvenido!

Responder

Virginia de la Iglesia Aragón dice

3 octubre, 2014 en 1:20 PM

Hola Alejandro,
Gracias por hablar de estos errores,

en mi caso no soy novelista pero puedo sacar y extrapolar un montón de ideas de tus textos para
aplicar en mis posts.

Principalmente me quedo con esto:

«Escribir bien no significa escribir bonito.

Escribir bien significa transmitir con exactitud aquello que deseas transmitir, contando una historia que
funciona»

Tengo amigos que desean escribir pero se bloquean porque quieren hacerlo todo muy perfecto,
barroco y literario….sin saber que precisamente eso aburre al más pintao. Si leyeran esta entrada estoy
segura que cambiarían de enfoque 😉

Saludos!!

Responder

Alejandro Quintana dice

4 octubre, 2014 en 1:29 AM

Hola Virginia, gracias por pasarte y comentar. Son tantos los impedimentos que bloquean a los
escritores… a veces no hay más que ponerse en marcha, tomar decisiones y hacer las cosas en lugar de
pensarlas tanto. Al escribir pasa un poco igual: en lugar de decirlo florido simplemente dilo, no hay más.
Lo peor que puede pasar es aprender de los errores y ganar experiencia. Recomienda a tus amigos
escritores este blog, seguro que a más de uno se le quitan los bloqueos. Me alegra que mis post te
ayuden con tu especialidad, aunque no sea la narrativa. Un abrazo!

Responder

Almudena dice

6 octubre, 2014 en 10:47 AM

Hola Alejandro,

Hace tiempo que quería hacer esto, comentar en tu Blog. Por fin le dedico este tiempo que
merece. Ya sabes que vamos muy pillados.

La verdad es que para mi esto es un mundo nuevo, creo que escribir es un don y un arte y el
poder expresar lo que sentimos en palabras es algo que para mi tiene mucho merito, por el proceso que
conlleva el poder ponerle palabras que realmente expresen tu sentir y además lo hagas desde tu mapa
mental con la idea de que él que lo lea lo pueda comprender y empatizar contigo. Todo un Retazo.

Hay muchas cosas que me han gustado de tu post y yo me voy a permitir el lujo de expresarlo
como lo siento y además sin ningún reparo porque me siento una gran aprendiz en este campo y eso me
encanta, y es que me gusta mucho cuando expresamos lo que sentimos tal y como es, es decir que
seamos ya menos hipócritas y pasemos de lo «políticamente correcto», nuestro subconsciente no es
imbécil y se la sabe todas, así que ya es hora de que al escribir expresemos de verdad lo que sentimos,
para mi eso es lo más importante cuando leo un libro y cuando leo a alguien que me hace sentir, que es
capaz de transportarme, todo lo que sea diferente a eso, a mi particularmente no me gusta,
directamente me aburre, por lo tanto me ha gustado mucho tu post y desde mi humilde y a la vez
preciada experiencia chapo compañero!!!

Eres un Crack y da gusto leerte…como siempre.

Un abrazo fuerte
Almudena Moreno Casale

Alejandro Quintana dice

7 octubre, 2014 en 9:19 PM

Muchísimas gracias por pasarte y comentar, Almudena 🙂 Me alegra mucho verte por esta casa…
que por supuesto es la tuya. En efecto, y tú lo sabes, no sirve de nada negar o ahogar las propias
emociones. Eso pasa factura siempre, tarde o temprano. Si además de poder aceptarlas sin reservas,
como escritores logramos transmitirlas… eso ya es una historia que merece la pena ser leída sí o sí.
Luego vienen otras cuestiones más técnicas, pero ese es el ingrediente principal. Un abrazo, compi.

Alicia Farina dice

31 enero, 2016 en 7:27 PM

Hola Alejandro, soy escritora novel y si bien no hay recetas de cómo cumplir con las expectativas
del lector, me resultó interesante tu aporte

Alejandro Quintana dice

2 febrero, 2016 en 3:17 PM

Alicia, la expectativas al lector se las creas tú con tu texto. Me refiero a que si tienes un comienzo
espectacular, el resto ha de estar a la altura y ser igualmente espectacular. Es cierto que necesitarás
momentos de calma y baja tensión, para que el lector se recupere, pero no puedes que el nivel de
calidad literaria descienda. Ahora bien, es posible que te refieres a las expectativas que el lector se crea
él mismo cuando comienza a leer un libro. En eso influye mucho más el marketing 🙂 Un saludo, gracias
por pasarte y comentar.
Domingo de Lucas dice

30 septiembre, 2014 en 4:13 PM

Muy bueno Alejandro. Me ha encantado descubrir paralelismos con los curriculums que se hacen hoy
en día. De hecho el error 1, 3 y 9 son superhabituales 🙂

Responder

Alejandro Quintana dice

30 septiembre, 2014 en 4:38 PM

Pues tienes razón, es sencillo ver paralelismos con otras áreas… si es que todo está relacionado 🙂
Gracias por pasarte y comentar, Domingo. ¡Un abrazo!

Responder

oskartel dice

29 septiembre, 2014 en 12:37 AM

Interesante rifi-rafe… según mi humilde opinión, lo que Alex nos quiere apuntar en este post es que un
escritor no debe perder la perspectiva de su objetivo final… que el lector «termine» de leer su obra y que
le satisfaga lo que ha leído. ¿Como conseguir eso?… Creo que nadie tiene, ni siquiera Alex, la pócima
mágica para conseguirlo el 100 por 100 de las veces, pero lo que nos apunta Alex puede ayudar y mucho.

Responder
Alejandro Quintana dice

29 septiembre, 2014 en 1:34 AM

En efecto, Oskartel, no tengo ninguna fórmula mágica… ni para la escritura ni para nada. El único
truco que me sé es trabajar e insistir. A veces trabajar muy duro e insistir hasta el agotamiento 🙂 Con el
post, lo que quiero decir es que se pueden tener presentes ciertos conceptos al escribir que ayuden a la
comunicación escritor-lector… en lugar de dificultarla. Es complicado conducir a un lector hasta la página
final. Se puede conseguir de muchas maneras (de hecho, tantas como escritores hay en el mundo). El
post es una hoja de ruta a tener en cuenta, en ningún caso el remedio definitivo a nada. Gracias por
pasarte y comentar, un abrazo!

Responder

Laura Antolín dice

28 septiembre, 2014 en 8:48 PM

Poco que añadir, pero mucho que matizar.

Quizá revisaría ese concepto de «enganchar al lector».

Como lectora, si me engancho no es porque la novela me parezca buena, sino todo lo contrario, pero
la curiosidad, esa que mató al gato, me incita a seguir leyéndola, perdiendo el tiempo como podría estar
viendo una película mala, por pereza mental. Ahí es cuando me siento «enganchada», pues el autor
(escritor o guionista) ha utilizado todos los recursos para captarme, Y como un publicista lo ha
conseguido, pero no como escritor.

Yo busco un ambiente que me fascine, una historia que me intrigue y muchas incógnitas por despejar.

Creer que podemos enganchar al lector es subestimar su inteligencia. De hecho, ¿cómo se puede
hablar «del lector», sin generalizar?

Sobre la importancia decisiva de las primeras frases: creo que está sobrevalorada. He leído buenos
comienzos que después no me han llevado a ninguna parte y otros, más anodinos, que me han
conducido a historias fabulosas.

Desde luego, no debemos echar en saco roto ninguno de tus consejos, pues no sobran. Pero estoy
llegando a la conclusión de que estas normativas no se aguantan al analizar muchas obras literarias,
algunas maestras. Así que, me aplico el cuento solo por el hecho de ser principiante, no como dogma.

También me resulta curioso que se nos disuada (tanto) de opinar o tener voz crítica, so pretexto de
que el lector no aguantaría un sermón. Entiendo que habrá que procurar no caer en el panfleto, pero
pretender escribir sin opinión, o siendo políticamente correcto, me parece tan imposible como comerme
unos churros sin pringarme los dedos, subida en esa montaña rusa desde la que contemplo un parque
temático de cartón piedra -en el que lo único terrible que puede pasar es una sarta de asesinatos (si la
novela es negra)-. La escritura no puede ser siempre entretenimiento. Hay que recordar el peso de
algunas obras tan críticas como mordaces. Otra cosa, bien distinta, es que las dictaduras políticas nos
hayan enseñado a escribir entre líneas y no nos atrevamos a mirar las cosas de frente o a leer las
palabras por su nombre.

Como sabes me gusta hacer de abogado del diablo, pero desde el respeto. Un saludo.

Responder

Alejandro Quintana dice

28 septiembre, 2014 en 10:56 PM

Bueno, Laura, me ha sorprendido mucho tu comentario, pues te tengo por una buena observadora y
apuntas algunas cosas que yo no he querido dar a entender. Vamos por partes…

1) Enganchar al lector es, en efecto, incitar al lector a que siga leyendo. Si un escritor capta la
atención sin aburrir, está cumpliendo lo que debería ser su principal objetivo: que se lea su novela hasta
el final para que llegue el mensaje que desea transmitir. La forma de interesar por la lectura ya
dependerá de lo que haga cada uno. Y dependerá de cada lector que le interese o no lo que le están
contando. Hablo solo por mí, pero cuando una historia no me interesa, por muchos recursos que el
escritor utilice para engancharme, simplemente abandono la lectura. Y si un tema me interesa, pero la
historia me aburre a muerte, también abandono la lectura. Lo cual me lleva al punto 2…

2) No se puede generalizar al hablar del lector. Cada lector es un mundo, a cada uno le gusta lo que
le gusta y se siente motivado a seguir leyendo por infinitos motivos. No creo que sea insultar la
inteligencia de nadie el procurar entretenerle al mismo tiempo que se le hace llegar un mensaje. Por eso
son tan importantes los errores 6 y 8. Son los que impiden encontrar el propio estilo literario. Es decir, es
el autor quien debe ser auténtico. Los lectores que quieran identificarse con él, ya lo harán. Escribir para
contentar a un público es el suicidio literario.

3) Por norma general, las historias con un principio anodino se desarrollan de forma anodina.
Siempre habrá alguna excepción que confirme la regla. Y no todas las obras con un inicio potente
mantienen las expectativas mucho rato. Por eso insisto tanto en que hay que cumplir las expectativas
que se le han generado al lector y no defraudarle en ningún momento. Lo ideal, por supuesto, es
empezar generando una altas expectativas y superarlas, no solo cumplirlas. No es sencillo, pero no es
sencillo casi nada a la hora de escribir una novela.

4) El día que yo disuada a alguien de opinar o tener voz crítica, de promover que un escritor escriba
sin opinión o siendo políticamente correcto, de que escriba solo por el puro entretenimiento… ese día
me habré decepcionado a mí mismo. De hecho, en el artículo incito a todo lo contrario. Me extraña esa
observación y te invito a leer de nuevo con detenimiento el error 4 (cito: «Una vez hayas conseguido
enganchar a la lectura, hayas enamorado con tus personajes y tengas la plena atención de tus lectores,
puedes transmitirles lo que deseas comunicar…«) y el error 8 (cito: «Enmascarar la realidad se convierte
en eufemismo cuando la supuesta elegancia está inspirada por la mojigatería o la represión del “qué
dirán o pensarán”). No sé si he interpretado mal lo que quieres decir en tu último párrafo o yo me he
explicado mal y no se entiende lo que pretendo decir en estos apartados…

Lo que quiero transmitir con este post, no está muy alejado de lo que (creo) tú has entendido en él.
Pero con un importante matiz:

Si te llamas Fiodor Dostoievski, casi seguro que no necesitarás emplear ciertos recursos para
mantener al lector interesado en lo que escribes. Tampoco pasará nada si te andas por las ramas o llenas
páginas enteras de descripción estática. No necesitarás un inicio acojonante para engancharle desde el
principio. Donde digo Dostoievski, podría decir Javier Marías, Vila-Matas o Muñoz Molina… que tienen
su público y muy fiel, por cierto.
Pero si te llamas Perico de los Palotes y escribes en el siglo XXI, no lograrás convencer a nadie de que
has escrito una gran novela en la página 53. Como no le hayas convencido de ello en el primer capítulo,
nadie lo sabrá porque nadie leerá 53 páginas para averiguarlo. Creo que es en este punto donde
diferimos tú y yo en nuestros puntos de vista.

Estás invitada siempre que quieras a venir a debatir a esta tu casa, Laura, eso ya lo sabes. Un abrazo,
gracias por comentar.

Responder

Laura Antolín dice

30 septiembre, 2014 en 8:22 AM

Vale, mejor incitar que enganchar; los lectores que el lector. No ponerse el disfraz de escritor, pero
tampoco el uniforme (siguiendo unas normas al pie de la letra). No subirse sobre una caja de fruta para
soltar el mítin, pero sin acallar nuestras opiniones (aunque críticas), en boca de nuestros personajes.

Y siempre hacerlo con el máximo rigor y toda la maestría que tengamos para conseguir cierta
atención (a pesar de nuestro anonimato).

Solo quise matizar para, si acaso, enriquecer el mensaje. El arte de escribir es, finalmente, muy
complejo, y redactar su manual de instrucciones no lo es menos. Por eso, te dejo unas notas a pié de
página en el recibidor de tu casa. Dejo la puerta allegada… Un abrazo.

Alejandro Quintana dice

30 septiembre, 2014 en 3:25 PM

Se agradecen los matices, Laura. El arte de la escritura es tal vez el más complejo que existe,
porque consiste en expresar con palabras, y además escritas, sentimientos, pensamientos, emociones y
creencias que no se forman con palabras. Es la forma de comunicación más compleja y difícil que hay.
Recientemente he aprendido que el mensaje que vale es que se recibe, no el que se emite. Y que es
imposible que el mensaje emitido sea recibido por todo el mundo igual. La paradoja de todo esto es que
solo hablando se entiende la gente 🙂 Un abrazo!

La Vienesa dice

30 septiembre, 2014 en 6:26 PM

Hola Alejandro:

Me ha parecido muy interesante tu post. Pero también estoy de acuerdo con Laura en muchas
cosas.

En todo caso, si Perico de los Palotes cuando empieza a escribir ya se dice a sí mismo «Cuidado:
como no soy Javier Marías tengo que enganchar al lector en el segundo párrafo», con perdón, pero ya
está jodido porque no está siendo libre.

Yo no soy muy fan de normas. Sí de aprender de los propios errores y aciertos tanto como de los
ajenos.

De todos modos, gracias por el post.

Saludos,

Celia

Alejandro Quintana dice

30 septiembre, 2014 en 7:55 PM

Por supuesto, algo de verdad hay en eso, no digo que no. Lo que prima, ante todo, es la libertad
del escritor. Cada uno puede tener su propio sistema para hacer que los lectores lean hasta el final sus
novelas. Cuando digo enganchar se puede traducir por seducir, interesar, estimular la curiosidad,
conducir el interés o cualquier expresión semejante. Se trata en definitiva de NO ABURRIR y remarco:
siempre siendo fiel a uno mismo. Hay escritores que son muy interesantes sin usar estos recursos (como
los citados en el comentario).
Como dices, lo mejor es aprender de los propios errores y aciertos. Si tu estilo atrae al lector que
te interesa atraer y en la cantidad justa, tu historia funciona cumpla o no cumpla ciertas normas. Si tu
estilo no consigue eso, algo hay que cambiar. Es a este último tipo de escritor a quien está dirigido el
artículo.

También hay que saber qué normas existen para poder romperlas. Porque romperlas sin
conocerlas no es transgresión… es ignorancia.

Tal vez han quedado algunas cosas en el tintero, pero es que para hablar de todos los temas a
fondo no es suficiente con un solo post… por eso tengo un blog entero dedicado al asunto. Otro día
prometo escribir sobre «cómo encontrar a tu público ideal». Palabra. Gracias por pasarte y comentar, La
Vienesa. Bienvenida a la tribu 🙂

Nota: he editado tu comentario, no te preocupes…

Eduardo Garrido dice

18 agosto, 2015 en 10:29 PM

Aleandro:

El asunto de «enamorar» al lector en los primeros parrafos de una novela algo que me quita el
sueño todos los dias, un dia para dejar de ser teorico,prengunté a un grupo d estudiantes ¿Qué los
motiva ha engancharse de una novela?,las repuestas fueron dignas de escribir una novela.Por ejemplo
uno de ellos,al que siempre veo leyendo en sus horas libres me dijo: Profesor; a mi fascina lo que
empieza con sangre,tiene que haber dolor desde un inicio,si no pasa eso no continuo leyendo.asi que mi
estimadoAlejandro creo que :»Para gustos y colores ho han escrito os autores»

Alejandro Quintana dice


19 agosto, 2015 en 12:17 AM

Claro, Eduardo, seguro que sí. Este «alumno» tuyo seguro que lee novelas del género de terror, así
que es normal que le gusten esos inicios. Cada género tiene su público, por eso es necesario saber cómo
captar la atención de los lectores. Un saludo, gracias por comentar.

Mauro Acosta Caceres dice

19 abril, 2018 en 12:12 PM

Hola! Queria agradecerte por hacer publico esto! Realmente no tengo nada serio aun tengo 12
años y hago mini-historias aunque me estoy pensando hacer alguna mas larga!

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