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El Proceso 1

EL PROCESO

PROFETA DORWINS IZARRA


2 Profeta Dorwins Izarra

Llamados a traer
El poder sobrenatural
de Dios a esta generación

Título Original: El Proceso


Autor: Dorwins Izarra
Ministro de culto
eltabernaculovenezuela@gmail.com
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Impreso en la República
Bolivariana de Venezuela
El Proceso 3

DEDICATORIA
Este libro, es dedicado a mi fiel amigo
y compañero: El Espíritu Santo, quien
ha estado conmigo en cada proceso
de mi vida y formación de mi carác-
ter en todas las aéreas de nuestro mi-
nisterio, siendo Él mi fortaleza en mis
debilidades. A nuestros intercesores
del Tabernáculo de Jehová y a to-
dos aquellos hombres y mujeres que
desean hacer una diferencia en este
mundo, y que cada día se preparan
para cumplir el llamado de Dios en su
vida.
4 Profeta Dorwins Izarra
El Proceso 5

AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer a Dios a quien pertenezco y sirvo, por dar-
me fuerzas y ayudarme en todos mis caminos, por ayudarme a
crecer día a día, por traer a mi lado personas que comparten la
Visión que Él me ha dado y que me impulsan a llevarla a cabo.
A mi amada esposa Alexandra de Izarra por sus constantes
oraciones, amor y comprensión, a mis queridos hijos David,
Anais y Ailyn, quienes son mi apoyo incondicional y comparten
conmigo este hermoso Ministerio. A mis padres Dorian Izarra
y Omaira de Izarra, por permitirle a Dios formarme en sus Vi-
das y traerme al mundo con propósitos. A mi padre espiritual y
cobertura ministerial: el Apóstol Guillermo Maldonado del Mi-
nisterio Internacional El Rey Jesús, por ver en mí el llamado de
Dios. Por ser uno de los líderes más influyentes a nivel mundial
que imparte conocimiento y crecimiento sobrenatural y terri-
torial en las vidas de las personas a través del poder de la reve-
lación “Estableciendo El Reino de Dios en la Tierra”.

A nuestros hijos espirituales: Alberti Chávez, Alexis Amarista y


Kevin García, por formar parte de este hermoso Proyecto que
bendecirá millones de vidas.

Y a todo mi equipo Ministerial: los levitas del tabernáculo de


Jehová, desde los que oran hasta los que han participado en los
detalles más pequeños, a todos ellos muchas gracias.

¡QUE DIOS LES BENDIGA!


6 Profeta Dorwins Izarra
El Proceso 7

ÍNDICE
INTRODUCCIÓN

PARTE I. EL PROCESO

1. Las personas también pasamos por procesos ....................


2. Necesitamos ser procesados ......................................................
3. El proceso del quebrantamiento ..............................................
4. Instrumentos del quebrantamiento .......................................
5. Beneficios del quebrantamiento ..............................................
6. Integridad en los procesos ..........................................................
7. Duele, pero es necesario ..............................................................
8. Un proceso doloroso pero con un final hermoso ..............
9. No abandones el proceso ............................................................
10. “La ley del proceso” ........................................................................
11. A Dios le agradan los procesos .................................................
12. Los procesos de Dios para el creyente ..................................
13. El trato de Jacob (Procesado) ....................................................
14. Procesados como el trigo ...........................................................
15. Cuando somos procesados como el oro ..............................
16. La prueba del oro: ¿Por qué padecemos los hijos de
Dios? .....................................................................................................

PARTE II. EL DESIERTO

1. Atravesando el desierto espiritual ............................................


2. Nuestro caminar por el desierto ................................................
3. Pasando el desierto ........................................................................
4. El desierto es indispensable en el itinerario del corazón
a Dios ....................................................................................................
5. Del desierto a tu destino ..............................................................
6. En Jesucristo concluye Dios el proceso ..................................
8 Profeta Dorwins Izarra
El Proceso 9

INTRODUCCIÓN
La vida está llena de procesos. Desde que ocurre la unión
entre el óvulo con el espermatozoide comienza el proceso
de la vida. Este primer proceso dura en promedio, unos 9
meses. Muchos de los procesos que experimentamos de-
ben seguir un orden y una cantidad de tiempo. Por ejem-
plo, cuando se elabora un bizcocho, es necesario contar
de antemano con la receta del mismo, para comprar los
ingredientes necesarios. Al momento de hacerlo, necesi-
tamos dejarnos llevar por el procedimiento que se ha es-
tablecido para ese pastel en particular. Si se salta uno de
los pasos o se le añade algún ingrediente de más, podría
ocasionar que el bizcocho no salga como debería.

De igual forma pasa en nuestras vidas, debemos mante-


nernos siempre preparados para las circunstancias, prue-
bas o tentaciones que vengan a nuestra vida. Debemos
conocer cómo se trabaja cada situación y para lograrlo
debemos “leer la Biblia”. La Biblia es nuestro libro de ins-
trucciones mientras estemos en este mundo. En Oseas
4:6 dice: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó cono-
cimiento…”; en la Palabra de Dios es donde únicamente
podemos encontrar tal conocimiento, para no ser destrui-
dos o engañados.

Cada proceso es diferente; unos son más largos que otros,


pero todo en la vida es un proceso. Tal como dice Ecle-
siastés 3:1, “todo tiene su tiempo”. Una parte del Fruto
del Espíritu es la paciencia, la cual debemos poner en >>
10 Profeta Dorwins Izarra

>> práctica, para que la misma siga creciendo y


podamos esperar el tiempo que Dios ha designado
para que se cumpla lo que Él mismo ha establecido
para nuestras vidas. Muchas veces la espera des-
espera, pero si nos mantenemos esperando en la
voluntad de Dios (en Su tiempo) obtendremos la
victoria.

Uno de los procesos más admirados es el de la maripo-


sa, cuya transformación inicia con la vida de un gusani-
to, que pernocta en un capullo, y mientras ese proceso
no se produce, lo más importante es el capullo, por-
que se necesita de él para el cambio, y en él se pro-
duce el cambio. Pero una vez se suscita el cambio, y
emerge una hermosa mariposa, ya no tiene igual valor
el capullo; este diminuto ser vivo que se contenía en
él, ahora modela otro estilo de vida, y del suelo, pasó
a las alturas.
El Proceso 11

EL PROCESO
PARTE I
12 Profeta Dorwins Izarra

La vida consiste en procesos, y hay procesos para


todo lo que uno se pueda imaginar. Por ejemplo, la
carne y los vegetales pasan un proceso de cocción
antes de comerlos; un pedazo de madera se convier-
te en un mueble, un pedazo de tela, en un vestido.
Una avería de un automóvil, avión, reloj, o lo que
sea, también requiere un tratamiento individual y la
pericia del que lo repara. Vemos procesos por todos
lados.

Todo proceso para desarrollarse y lograrse requie-


re una espera, cosa que es difícil en estos tiempos
modernos en los cuales todo lo queremos de inme-
diato. Por ejemplo: la comida rápida, maquinarias
industriales más rápidas, el internet más rápido, etc.
Si yo tengo una semilla, primero tengo que preparar
el terreno, y cuidar la semilla con agua, sol y nutrien-
tes. Luego, esperar a que la raíz crezca, antes de que
salga la planta. Eso toma tiempo, cuidados y super-
visión.
El Proceso 13

1
Las Personas
También Pasamos
Por Procesos
14 Profeta Dorwins Izarra

Las Personas También Pasamos Por Procesos:

• Cuando hay un enfermo, debe ir al hospital, donde recibirá trata-


miento para sanar.

• Cuando uno es niño, debe esperar a crecer y ser adulto para po-
der hacer cosas de adulto, para las cuales no está preparado aún.

• Madurar emocionalmente es un proceso. La personalidad madu-


ra se consigue por el desarrollo adecuado de la inteligencia y la
voluntad. Este proceso dura toda la vida y no todos la consiguen.

• Procesar el dolor es una de las cosas más difíciles. Por eso algunos
huyen, porque no quieren sufrir.

• Como cristianos, vamos a ser procesados, pues hemos pasado


de un mundo donde no conocíamos a Dios, al Reino de Dios. Las
condiciones de vida en ambos lugares son muy diferentes. Al em-
pezar en ese nuevo mundo, empieza nuestro proceso de adapta-
ción a lo nuevo.

Los grandes hombres y mujeres de Dios fueron procesados. Al verlos,


parece sencillo haber llegado hasta donde están, pero no conocemos
el precio que han tenido que pagar para llegar allí.

Si anhelamos ministerio, debemos estar dispuestos a ser procesados y


cambiados. Esto se logra estando bajo autoridad, donde nos pedirán
que hagamos cosas que a veces no nos gustan. Lo que está sucedien-
do es que el ser interior está siendo formado a no hacer mi voluntad,
sino a estar rendido a los pies del Señor, si es que anhelamos servirle.

Si no anhelamos ministerio, igual, como cristianos, hemos de ser pro-


cesados y cambiados para estar aptos para entrar en el Reino de los
Cielos, que tiene características tan distintas y hasta contrarias a las
que estamos acostumbrados aquí en la tierra.
El Proceso 15

El proceso indica que habrá partes que tendrán que ser quitadas de
nosotros. El hijo que se congrega en una casa pastoral, necesita un
proceso de formación. Por lo tanto, si eres hijo en la casa pastoral (apli-
ca con los padres terrenales también), no te debe molestar la correc-
ción y la disciplina, si es que quieres llegar a ser lo que deseas ser. Son
necesarias para evitarte errores mayores en el futuro. Al rey Saúl le
fue arrebatado el Reino y fue desechado por Dios. Él no pasó ningún
proceso, sino que fue colocado en el reino con todas las grietas de
su carácter, sin pulir. Si no somos procesados, no seremos útiles en el
Reino de Dios.

Los procesos son necesarios para dejar el infantilismo y convertirse en


adulto. Si realmente queremos ser usados por Dios en lo que Él nos
llama a hacer, debemos cambiar a través de los procesos que se nos
presenten. A través de los procesos, el corazón se va purificando y nos
ayudará a parecernos cada vez más a Jesús.

La perseverancia es necesaria para pasar los procesos. Si Dios permi-


tiera que no tuviéramos obstáculos en el camino, no creceríamos, ni
seríamos tan fuertes como podemos serlo después de haber pasado
por nuestras luchas.

“Vamos a ser probados como el oro” (1 Pedro 1:7). En lugar de po-


ner resistencia, lo mejor es entregar nuestra vida a los pies de Jesús y
confiar en que Él obrará con sumo cuidado con nosotros (a no ser que
seamos rebeldes) y transformará nuestra vida, sacando la joya precio-
sa que está oculta.
16 Profeta Dorwins Izarra

Los grandes hombres y mujeres de Dios fueron


procesados. Al verlos, parece sencillo haber llega-
do hasta donde están, pero no conocemos el pre-
cio que han tenido que pagar para llegar allí.

Gálatas 1:15-Reina-Valera 1960 (RVR1960) 15 Pero


cuando agradó a Dios, que me apartó desde el
vientre de mi madre, y me llamó por su gracia,
El Proceso 17

2
Necesitamos
Ser Procesados
18 Profeta Dorwins Izarra

Necesitamos ser procesados


Gálatas 1:15-20

Definición de Proceso: Según el diccionario, un proceso es el con-


junto de las fases sucesivas de un fenómeno para convertirlo en otra
cosa. Ya necesitamos establecer que la misma naturaleza de un pro-
ceso señala a que el producto final será muy diferente de cómo fue
inicialmente• La definición implica que hay fases, etapas, o sea, no es
automáticamente, no es instantáneamente, no es estilo microondas.

1. La vida consiste en procesos. Considere una cosecha, es necesario


obtener la semilla, preparar el terreno, sembrar la semilla, cuidar de
ella, con agua, sol y nutrientes, velando que no crezca alrededor mala
yerba ni se le acerquen insectos o plagas que puedan dañar la planta.
Se espera el tiempo necesario para que dé fruto, luego es necesario
preparar todo para el recogido del fruto. ESO ES PROCESO.

Consideremos otros ejemplos: un pedazo de madera se convierte en


un hermoso mueble, un pedazo de lienzo se convierte en una pintura
y un pedazo de tela se convierte en un traje. Todo es un proceso.

2. Consideremos algunos hombres de Dios que recibieron la bendi-


ción y la unción para hacer grandes cosas para Dios y a quiénes admi-
ramos pero los cuáles no lo hubieran logrado sin proceso.

Ejemplos de la Biblia:

*Jacob quería la bendición fácil, robándosela a su hermano. No nece-


sitaba hacerlo porque para él estaba reservada, pero creyó que nece-
sitaba robarla en vez de que se la dieran. Le roba la primogenitura a su
hermano Esaú y luego frente al lecho de su padre le roba la bendición
final patriarcal.

*José soñó sus sueños de palacio y erróneamente creyó que del sue-
ño al palacio había un paso, no comprendió que era un proceso. El
proceso de moldeamiento tomaría cerca de diecisiete largos años.
El Proceso 19

Al final tuvo que reconocer que quién lo llevó a través del proceso no
fueron los hombres sino Dios.

*Moisés creyó que su llamado a libertador sería aceptado y bienveni-


do por sus compatriotas cuando mató al egipcio, tampoco entendió
que conllevaba un proceso. Tenía que echar por el suelo todo lo que
había aprendido en Egipto para entrar a la escuela de Dios en el de-
sierto. Las tácticas de Egipto no funcionan para llegar a ser lo que Dios
quiere que seas.

*Jesús, nuestro mayor y más excelente ejemplo también pasó su pro-


ceso. Comenzó su ministerio a los treinta años, ¿por qué no antes?
Cuando ya aparece en escena y es bautizado, inmediatamente es
transportado al desierto.

Ya al final cuando llegaba la hora decisiva fue procesado en el huerto


de Getsemaní, “la prensa de aceite”, para luego concluir el proceso en
la cruz.

*Pablo se convirtió en el camino a Damasco y desde ese mismo ins-


tante comenzó un arduo proceso de formación que en varias oca-
siones describiría a aquellos que dudaban de su llamado apostólico.
Sacaba sus credenciales no de seminarios teológicos, sus credenciales
eran sus espaldas laceradas, sus cárceles, sus cicatrices. (2 Corintios
11:23-31)

Es necesario
La relación de padres, madres e hijos espirituales es la que produce
ministerios saludables y duraderos. Si eres hijo en la casa, necesitas el
proceso de formación, no le ponemos en las manos a un niño de siete
años el auto ¿verdad? Si eres hijo en la casa no te puede molestar la
corrección y la disciplina, si quieres llegar a ser lo que deseas ser, en-
tiendes que es necesaria esa disciplina para evitarte errores mayores
en el futuro.
20 Profeta Dorwins Izarra

El Shofar Primero lo arrancan de la carne, después le introducen un


cuchillo afilado y largo que limpie las impurezas, mucosidad y células
muertas, luego lo ponen bajo presión, mientras está bajo presión, lo
introducen al fuego para darle forma y torcerlo y finalmente lo lijan.

Necesitas el Proceso
El llamado >> Todo llamado, todo ministerio, todo servicio tiene que
estar salvaguardado por la iglesia, por la comunidad de creyentes de
la cual formas parte. Nadie fuera de esa comunidad puede estar re-
conociendo llamados o ministerios que no hayan sido confirmados
primero en la casa. Primero son confirmados en la casa y luego puede
haber confirmación en otro lugar

Pablo haciendo un recuento de su llamado en Gálatas, en los versos


leídos hizo algunos señalamientos muy interesantes: fue escogido
desde el vientre de su madre pero anduvo equivocado por muchos
años, recibió una revelación personal de Jesús que lo quebrantó, es-
peró por instrucciones, se fue a un retiro voluntario a Arabia, aunque
se le había anunciado que sería un gran predicador también se le ad-
virtió lo mucho que tendría que sufrir por eso (Hechos 9:15-16), regre-
só al lugar donde todo había comenzado, Damasco, y después de tres
años subió a Jerusalén a estar con Pedro y recibir de él más revelación
y enseñanza.
Saúl vs. David
Saúl no tuvo proceso alguno, inmediatamente fue colocado en el rei-
no y de igual forma todas las grietas de carácter en su vida se hicieron
manifiestas, de tal forma que le fue arrebatado el reino y fue desecha-
do por Dios• David por su lado recibió el llamado, fue ungido y co-
menzó un doloroso proceso de formación por cerca de catorce años
antes de que llegara al reino y aunque cometió faltas y pecados en el
camino, el quebrantamiento que había sufrido había triturado en su
vida toda soberbia y falta de humildad y había aprendido a humillarse,
ser quebrantado y entrar en el proceso de nuevo.

Conclusión ¿Quieres ver el cumplimiento del llamado de Dios en tu


vida? ¿Pareciera que estás estancado en algún lugar del camino? Dile
al Señor: NECESITO EL PROCESO. • ¿Qué puede estar retrasando la ac-
tivación del llamado de Dios en mi vida? ¿Será que me he rehusado al
proceso?• No temas al proceso, es inevitable, es necesario, es impres-
cindible.
El Proceso 21

3
El Proceso del
Quebrantamiento
22 Profeta Dorwins Izarra

¿Por qué Jesús dijo “Bienaventurados (totalmente felices)


los que lloran, porque ellos serán consolados”? “Las lágri-
mas son la sangre del alma”.

El trabajo del Espíritu es quebrar nuestro ego y nuestra


voluntad para que podamos reflejar a Cristo. Nuestra vida
es como un grano de trigo.

Una cáscara dura protege y encierra la vida. Para que la


vida salga necesita la cáscara ser quebrantada, partida,
despedazada, desmenuzada y entonces la vida fluye para
dar vida a otros granos.

Jesús el Señor nos habló de esto cuando dijo: “De cierto,


de cierto os digo que si el grano de trigo que cae en la
tierra no muere, queda solo, pero si muere, lleva mucho
fruto”. Juan 12:24.

“A veces no nos dan a escoger entre las lágrimas y la risa,


sino sólo entre las lágrimas, y entonces hay que saberse
decidir por las más hermosas”.
El Proceso 23

4
Instrumentos del
Quebrantamiento
24 Profeta Dorwins Izarra

Dios como el artesano eterno tiene sus propias herramientas para lle-
varnos al quebrantamiento y así poder moldearnos con facilidad.

“Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras


lágrimas y en el mar”.

¿Cuáles son esas herramientas más comunes?

La primera herramienta que Dios usa es Su dulce susurro en el


corazón humano. Dios sabe y le gusta hablar en susurros al cora-
zón. Su dulce y tierna voz, su gentil y caballerosa manera llegan
primero al corazón para producir en nosotros un voluntario que-
brantamiento. Sin embargo, estamos tantas veces tan ocupados
en nuestros propios proyectos, sueños y ambiciones que no lo
escuchamos o no lo queremos escuchar. “El ojo ve bien a Dios
solamente a través de las lágrimas”.

La segunda herramienta que Dios usa si ignoro su susurro en mi


corazón es LA PALABRA. Hebreos 4:12. Dios para quebrantarnos
usa su propia palabra a través de versos que nosotros sabemos
que Dios está hablando directamente a nosotros. Dios espera que
soltemos nuestro corazón en respuesta a su palabra. Si lo resisti-
mos, Él usará la próxima herramienta.

La tercera herramienta son los amigos y familiares. Personas


reciben de Dios una palabra para nosotros y ellos desfilan lenta-
mente ante nosotros para convencernos que hay algo que nece-
sito modificar, restaurar o quebrar dentro de mi vida.

Si aún con estas herramientas anteriores no respondo al quebranta-


miento, Dios usa la última y más dolorosa herramienta: Las Represio-
nes de la vida. Estas represiones pueden ser pérdidas económicas,
quebranto físico, pérdida de relaciones y todo lo que produce un pro-
fundo dolor en el alma.
El Proceso 25

Dios trae o permite cosas en nuestra vida para revelar lo que está erra-
do dentro de nosotros y corregirlas. Nosotros equivocamos el proce-
so de Dios y lo confundimos con la mano del hombre. En este proceso
Dios usa gente, eventos y circunstancias. Cuando tu corres de una
persona o circunstancia y no entiendes el proceso de quebrantamien-
to, terminarás agotado, desilusionado y herido.

“Hermanos míos, consideren profundamente con gozo cuando os


halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe pro-
duce paciencia. Pero tenga la paciencia su obra completa, para que
seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”. Santiago 1:2-4.

Palabra clave aquí es: Considere (hegeomai) una palabra de econo-


mía en griego. Cuenta, libro de cuentas. La palabra clave es “conside-
re” y no es “con gozo”.

Cuando sabes lo que el Espíritu está haciendo en tu vida y entiendes


hacia donde Dios te está llevando, comienzas a secarte las lágrimas,
porque sabes que Él incluso está usando los eventos negativos de tu
vida para liberar tu espíritu.
26 Profeta Dorwins Izarra

Dios transforma tu personalidad y El Espíritu te


dota de discernimientos.

1 Corintios 2:15Reina-Valera 1960 (RVR1960)


15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas;
pero él no es juzgado de nadie.
El Proceso 27

5
Beneficios del
Quebrantamiento
28 Profeta Dorwins Izarra

1.- Dios transforma tu personalidad.


2.- Aprendes a oír a Dios.
3.- El Espíritu te dota de discernimiento. I Corin-
tios 2:15
4.- Vivirás en otro nivel.
“Si lloras de alegría, no seques tus lágrimas: las
robas al dolor”.

Vamos, te invito a transitar el Camino del Que-


brantamiento con gozo y libertad. Que Dios te
sostenga.
El Proceso 29

6
Integridad en
los Procesos
30 Profeta Dorwins Izarra

Muchas veces en nuestro diario vivir en los momentos que menos


nos esperamos el Señor permite que seamos probados. No podemos
confundir ser tentados con ser probados, la tentación es algo que no
viene de Dios, que nos gusta; pero está en contra de la voluntad de
Dios y el reino de las tinieblas lo usa para dar a luz al pecado.

Ser probados son escenarios que Dios permite que vivamos para dar
origen a cosas mayores o para ver si estamos capacitados para recibir
algo. Muchas veces somos probados en las áreas que consideramos
las menos insignificantes, pero lo que no sabemos es que esas peque-
ñas áreas son las que nos abren puertas a grandes lugares, la palabra
de Dios dice en la parábola de los talentos que un hombre después
que vino de su viaje le dijo a sus siervos fieles sobre POCO me has sido
fiel, sobre MUCHO te pondré (Mateo 25:21, 23).

“La integridad nace del corazón y se mantiene con el amor”


Ser íntegro significa permanecer firme, fiel y leal ante un mandato o
creencia. Integridad significa rechazar una mentira para defender tus
verdades. La integridad nace del corazón y se mantiene con el amor.
Ser íntegro no es sólo palabras sino demostraciones.

La integridad de Job se demostró no antes del proceso sino después


del proceso, o sea que tu proceso prueba tu integridad y da evidencia
de si estás o no preparado para recibir algo mayor (después del pro-
ceso Job recibió el doble de todo lo que se le había quitado, por su
integridad Job 42: 10). Muchos son probados pero no todos permane-
cen íntegros, por eso cuando quemas el examen debes repetirlo. Dios
consideraba a Job como un hombre perfecto, recto, temeroso de Dios
y apartado del mal.

“La integridad es tu victoria antes, en y después del proceso”


Cuando Dios habla de alguien, Él no ve su condición actual, sino que
Él lo ve en su eternidad; es decir, Él lo ve terminado, Él lo ve dentro de
Él. Afirmar como una realidad la condición actual de alguien, como lo
que es en el momento y pensar que así será siempre, es descartar la
existencia de Dios en su vida. Por eso El Señor ve los alcohólicos como
evangelistas, los drogadictos como profetas, entre otros.
El Proceso 31

La integridad de Job estaba fundamentada en la PRESENCIA DE DIOS


y no en lo que Dios le había dado, por eso cuando todo lo que recibió
de Dios fue quitado, Job permaneció ÍNTEGRO porque el fundamento
de su integridad era la presencia de Dios y no lo que había recibido.

La pregunta es:

¿En qué está fundamentada tu integridad?

Si está fundamentada en algo material o visible, el día que ese algo


sea quitado perderás tu integridad, es por eso que otra característica
del proceso es que saca a la luz el fundamento de tu integridad.

¡A Dios sea la gloria!


32 Profeta Dorwins Izarra

Dios corta algo en nuestra vida, no para herirnos,


sino para nuestro bien. No obstante, el cortar implica
dolor. De hecho, una de las definiciones de cortar es:
“Dividir o separar la superficie de algo con un instru-
mento o cosa afilada.”

Juan 15:2Reina-Valera 1960 (RVR1960) 2 Todo pám-


pano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel
que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
El Proceso 33

7
Duele Pero
es Necesario
34 Profeta Dorwins Izarra

Dios corta algo en nuestra vida, no para herirnos, sino para nuestro
bien. No obstante, el cortar implica dolor. De hecho, una de las defi-
niciones de cortar es: “Dividir o separar la superficie de algo con un
instrumento o cosa afilada.”

Cuando Dios nos lleva por un proceso en el que corta algo, la sensa-
ción que experimentamos durante ese tiempo, no suele ser de gozo.
Simplemente no sería normal sentir placer, a no ser que seas maso-
quista.

Me imagino que les debe pasar igual a las ramas cuando el jardinero
las corta. En el momento, hasta pudiera parecer una clase de castigo,
pero el jardinero siempre sabe lo que le conviene más al árbol.
“Dios sabe lo que más te conviene”.

Es tan importante entender por qué Dios corta

El peligro es creer o llegar a pensar que Dios te está castigando o que


estás pagando el precio por tus errores. Es una manera errónea de ver
a Dios. “la iglesia debe ser un lugar donde abunde el amor, el
perdón y la comprensión.”

Dios no castiga pero si corta. Nos dice el texto tomado de san Juan
que Dios corta para que puedas producir más.

“Él corta todas mis ramas [a] que no dan fruto. [b] Poda y limpia cada
rama que da fruto para que así produzca más”. (San Juan 15:2)

Te pregunto querido lector y lectora, ¿Qué hay en tu vida en estos


momentos que Dios necesita cortar para que puedas producir lo que
todavía no has podido? ¿Cuáles son las conexiones en tu vida que ne-
cesitan ser visitadas y revisadas? ¿Por qué será que nos cuesta tanto
separarnos de lo que nos hace daño? ¿Quién está causando un corto
circuito en tu vida por ser una conexión extraviada?
El Proceso 35

Dios en su inmenso amor y bondad entiende y sabe que si seguimos


conectado a personas, pensamientos o relaciones tóxicas, jamás lle-
garemos a producir o alcanzar lo que Él en su eterna voluntad y amor
se ha propuesto para nosotros. Dios está sumamente interesado en tu
vida y quiere lo mejor para ti. Cuando Dios corta, y quiero que entien-
das que Dios siempre corta, lo hace con la intención de prepararnos
para el siguiente nivel de nuestras vidas. ¡Todo lo que Dios hace tie-
ne propósito! ¡Dios tiene un propósito! El dolor momentáneo no nos
deja ver el propósito, pero con el tiempo te darás cuenta.

Quizá en estos momentos Dios está cortando o te has aferrado a algo


que no dará frutos en tu vida y no quieres que Dios lo corte. ¡Si Dios
está cortando, alégrate! ¡Alégrate y brinca dando gritos de júbilo! Dios
quiere darte algo mejor, pero en el proceso habrá dolor y confusión.
No te voy a engañar dando falsas ilusiones, pero te aseguro que tu
llanto se convertirá en baile.

“Convertiste mi lamento en danza; me quitaste la ropa de luto y me


vestiste de fiesta”. (Salmos 30:11)
Dios está preparando tu vida para una fiesta, pero no sin antes cortar.
Cortar no es corregir, sino eliminar. Es muy importante que entiendas
eso. El peligro es querer que Dios corrija, pero que no corte. Pídele a
Dios hoy que corte y dale la luz verde para que lo haga. Te aseguro
que si lo haces verás la Gloria de Dios en tu vida y te darás cuenta de
que lo que perdiste en el proceso no se compara con lo que lograste
obtener. Bien lo dice la palabra de Dios, “Pues considero que los sufri-
mientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados
con la gloria que nos ha de ser revelada”. (Romanos 8:18)

Lo mejor está por llegar, pero antes Dios tendrá que cortar. ¡Créelo!
36 Profeta Dorwins Izarra

Dios moldeara nuestra vida cada día y pueda que en


ese proceso habrán momentos de dolor, momen-
tos en donde aquellas áreas que necesitan mucho
ser moldeadas tardaran un poco de tiempo, pero a
pesar de eso nuestro Alfarero tiene las manos más
delicadas y especiales para eso, por lo que El sabe lo
que está haciendo.

Jeremías 18:6Reina-Valera 1960 (RVR1960)6 ¿No po-


dré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa
de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en
la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh
casa de Israel.
El Proceso 37

8
Un Proceso
Doloroso, Pero con
un Final Hermoso
38 Profeta Dorwins Izarra

“Pueblo de Israel, ¿acaso no puedo hacer con ustedes lo mismo


que hace este alfarero con el barro? —Afirma el Señor—. Ustedes,
pueblo de Israel, son en mis manos como el barro en las manos del
alfarero”
Jeremías 18:6

Al recordar esos episodios de mi vida, venía a mí el pasaje bíblico del


alfarero y cómo Dios nos recuerda que somos como barro en sus ma-
nos lo cual significa que estamos en un proceso de fabricación y cuyo
producto terminado será algo hermoso.

Todos debemos tener en mente que somos como el barro y que Dios
moldeará nuestra vida cada día y puede ser que en ese proceso habrá
momentos de dolor, momentos donde aquellas áreas que necesitan
mucho ser moldeadas tardarán un poco de tiempo, pero a pesar de
eso, Nuestro Alfarero tiene las manos más delicadas y especiales para
eso, porque Él sabe lo que está haciendo.

Por otra parte, puede ser que el tiempo ha pasado y tu no vez que
haya cambios en tu vida, ¡No te desanimes!, el Alfarero aún no ha ter-
minado contigo, estás en un proceso, Él ha prometido teminar lo que
comenzó y cuando una pieza de barro es terminada, el producto final
es increíble, pues es difícil imaginarse que un poco de barro desente-
rrado podía llegar a convertirse en una pieza fina y hermosa.

Tu eres esa pieza fina y hermosa, todos lo podemos ser, pero necesi-
tamos comprender que tenemos que soportar el proceso, el barro no
se convierte en esa pieza hermosa, sin que antes sea desenterrado,
luego moldeado por el Alfarero, pero luego de eso también tiene que
pasar por el fuego para que ese barro tome firmeza, y luego viene la
parte de pulido, pintura y decoración.

¿En qué proceso nos encontramos?


Puede ser que algunos estamos siendo desenterrados de nuestra an-
tigua vida, y que otros estemos en el proceso de ser moldeados, otros
quizá estamos pasando por el fuego, quizá muchos más están en la
etapa de pulido, pintura o decoración; pero lo lindo de esto, es que
El Proceso 39

en TODO el proceso Dios es quien nos tiene en sus manos y no nos


dejará caer, al contrario, tendrá el mayor cuidado para que al final po-
damos ser una de las mejores piezas que adornen su casa.

Hoy Dios quiere recordarte que te tiene en sus manos y a pesar que
muchas veces el proceso de transformación en nuestra vida sea do-
loroso, el producto final de todo ese proceso será algo hermoso, algo
fino, algo espectacular, al mejor estilo del Señor.

Por lo tanto, no te desanimes en este proceso, al contrario, cuando


este proceso te quiera desanimar o te duela demasiado, recuerda que
lo más importante es que al final la obra terminada será algo más que
HERMOSO.

Vale la pena soportar todo por amor al Señor, vale la pena sumer-
girnos en este proceso de transformación en nuestra vida, porque al
final Dios habrá hecho en nosotros algo que jamás nuestros ojos pen-
saron observar, pero que Dios como Gran Alfarero sabía que nuestra
vida era un poco de barro moldeable y que de allí se podía sacar una
de las piezas más hermosas jamás antes vista.

¿Estás en el proceso en manos del Alfarero?


Entonces no tienes por qué temer ni dudar, tú serás una obra ter-
minada preciosa, hermosa, porque Dios hará de ti algo que jamás
pensaste o imaginaste que se podría hacer.

¡Dios está utilizando sus manos para hacer en ti una obra Preciosa!
“estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la bue-
na obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.
Filipenses 1:6
40 Profeta Dorwins Izarra

Los Procesos son el camino al Propósito. Si abandonas el


Proceso, abandonas tu Propósito. Si no eres atravesado
por procesos, entonces vives por vivir y no tienes un pro-
pósito en la vida

El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, Se-


ñor, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de tus
manos! Salmos 138:8
El Proceso 41

9
No Abandones
El Proceso
42 Profeta Dorwins Izarra

Los Procesos son el camino al Propósito

Si abandonas el Proceso, abandonas tu Propósito.


Si no atraviesas por procesos, entonces vives por vivir y no
tienes un propósito en la vida.

Muchas personas quieren que Dios cumpla su propósito en ellos pero


no quieren atravesar procesos, sin embargo, déjame decirte que para
llegar al cumplimiento del propósito divino necesitas ser procesado,
ya que de otra manera no estarás capacitado para atender el mismo.

El Señor cumplirá en mí su propósito


Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de
tus manos! Salmos 138:8

David fue ungido como rey, pero para serlo tuvo que atravesar distin-
tos procesos los cuales casi le cuestan la vida, pero aún en medio de
todo lo difícil que vivió no se rindió sino que permaneció firme para
alcanzar el propósito de Dios.

Tal cual es el propósito de Dios para ti, de la misma manera es el pro-


ceso; a veces luchamos por grandes cosas pero nos olvidamos que
tendremos que atravesar grandes procesos. Hoy es el día en el que
te digo de parte de Dios “NO ABANDONES EL PROCESO” porque ese
proceso que estás viviendo no es más grande que el propósito de
Dios, es tiempo de que te sacudas de la tristeza, de las ganas de
rendirte y todo aquello que te hace mirar atrás y te enfoques en
el propósito de Dios.

El plan de Dios se terminará de cumplir en ti, en tu matrimonio, fa-


milia, ministerio y trabajo no porque lo merezcas sino porque Dios te
ama y Él nunca desampará la obra de sus manos. Cuantas personas al
ser introducidas en tremendos procesos, dan la espalda y se vuelven
atrás únicamente porque creen que no podrán superar esos momen-
tos de dificultad que están atravesando; y ciertamente solos no pode-
El Proceso 43

mos pero de la Mano del “GRAN YO SOY” todo lo podrás superar. Qué
importa lo que digan los demás, las burlas, calumnias, juicios, críticas
que se levanten contra ti; no puedes desmayar en medio del proceso,
debes mantenerte firme porque has de ver la honra de Dios en la tie-
rra de los vivientes.

Tal vez habías estado sintiéndote deprimido, afligido, sin fuerzas y


con ganas de abandonar todo, pero hoy más que nunca te digo “NO
ABANDONES EL PROCESO”, en el Nombre de Jesús, si Dios te intro-
dujo es porque Él sabe que eres capaz de superarlo tomado de su
Mano.

David tuvo que vivir humillaciones, persecuciones, abandono, traicio-


nes, y un sinnúmero de cosas, pero el objetivo de todo ello era formar
su carácter y personalidad para que cuando el propósito de Dios se
cumpliera él estuviera preparado.

¿Has creído que no podrás salir de la situación que estás viviendo?


¿Has creído que esto que estás atravesando es el fin de todo?
Hoy te digo como Embajador del Reino, NO, no vas a quedar a la
orilla del camino, no vas a quedar avergonzado, Dios no te ha aban-
donado, NO ABANDONDES EL PROCESO; regocíjate porque si estás
siendo procesado es porque estás camino al Propósito de Dios.

Dios nunca te va a entregar algo en tus manos a menos que estés ca-
pacitado para tenerlo y eso es lo que hacen los procesos, capacitarte.
En este día Dios me ha dicho: “Estoy buscando gente que no aban-
done el proceso, gente que me crea a mí y no a las circunstancias,
gente que esté dispuesta a todo, gente que aun estando en la propia
tumba crea que de allí le voy a levantar”.

Conozco a muchas personas que están llenos de palabras de aliento


para los demás pero en el momento que son procesados se olvidan
del propósito de Dios y se tiran al suelo queriendo dejarlo todo.
44 Profeta Dorwins Izarra

Hoy es día de levantarse y si estás en medio de un proceso muy fuerte


clama como lo hizo Job “yo sé que mi redentor vive”, clama como lo
hizo David” “Tú cumplirás tu propósito en mí”.

Si creías que todo estaba acabado, hoy te invito a que te tomes de la


Mano del que levanta al caído, oremos a Dios:

Padre Nuestro que estás en los Cielos, en este momento me


rindo a ti y me aferro a tu Mano, me sacudo el polvo y decido
no abandonar el proceso, yo no me suelto de ti aunque vaya
a la misma tumba, yo no me suelto de ti aunque las cosas se
pongan peor, yo no me suelto de ti porque Tú cumplirás tu
propósito en mí, en el Nombre de Jesús tu Amado Hijo. Amén.
El Proceso 45

10
La ley del Proceso
46 Profeta Dorwins Izarra

Cuando Dios tiene un plan y un propósito con un individuo, para


cumplirlo y llevarlo al final, tiene que pasar por un proceso especial
en el cual sus cualidades serán pulidas.

Nuestro Apóstol Guillermo Maldonado nos enseña acerca de “La Ley


del Proceso” lo siguiente:

Cada creyente tiene un llamado, un plan en su vida y que fue creado


con un propósito divino.

Pero no se puede dejar a un lado que hay un tiempo en el cual Dios


nos prepara. Esto es un proceso que todo hombre y mujer de Dios
debe pasar y no puede eludir. A veces, ciertas personas saltan el pro-
ceso y, como resultado, terminan en el fracaso y la vergüenza.

Hay un proceso que recorrer entre el momento de ser llamado y el de


ser enviado. Hay personas que verdaderamente tienen un llamado
genuino de Dios, pero el tiempo del llamado no es el mismo tiempo
de ser enviado. Entonces, ¿cuál es el proceso que un hombre y una
mujer tienen que pasar cuando Dios los llama a su servicio? Existe
una ley llamada “La ley del proceso”. Cuando Dios tiene un plan y un
propósito con un individuo, para cumplirlo y llevarlo al final, tiene que
pasar por un proceso especial en el cual sus cualidades serán pulidas
y todo lo que no sirve o lo detiene será retirado de su vida. Todo aquel
que intente saltar el proceso, Dios lo enviará de regreso al punto de
partida.

¿Cómo empieza esta ley del proceso?

*Dios te llama
Como decíamos anteriormente, Dios es el único que hace el llamado;
no es una organización ni es un hombre. Hay muchas personas que se
han llamado y se han puesto a sí mismas en alguna oficina ministerial,
y por eso, han fracasado. Dios hace las cosas de otra manera. Veamos
lo que dice la Palabra. “Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es
llamado por Dios, como lo fue Aarón”. Hebreos 5.4
El Proceso 47

Dios le llama honra y privilegio a Su propósito en nuestra vida, tenien-


do en cuenta que solamente Él puede darlo. Lo único que tenemos
que hacer cuando Él nos llame y nos invite a cumplir su llamado es
decirle: “sí Señor, heme aquí”. El ser llamado por Dios para cumplir
su propósito o su voluntad, solamente es el principio del proceso.
Después de ser llamado, puede tomar años para que la persona sea
enviada a cumplirlo.

Hay muchos que cometen el error de irse en el momento en que reci-


ben el llamado y por eso fracasan.

¿Cómo Dios llama a un creyente al ministerio


para cumplir su propósito?

La Biblia entera nos exhorta que no importa nuestra línea sanguínea,


talentos, sexo o estado civil, una vez que hemos aceptado a Cristo
como Señor y Salvador, hay un llamado de Dios para cada uno de no-
sotros; con ese llamado, viene la capacitación, por medio de la unción
del Espíritu Santo. Volvamos otra vez a la pregunta:

¿Cómo Dios nos llama?


Hay diferentes maneras mediante las cuales Dios nos llama, y pode-
mos encontrarlas tanto en el Nuevo Testamento como en el Antiguo.
Dios nos puede llamar por medio de:

El testimonio interior: Un sentir, una percepción fuerte en nuestro co-


razón.

• Una visión: como pasó con Pablo.


• Un sueño: dios nos puede dar un sueño para mostrarnos nuestro
llamado.
• Una profecía: recibida personalmente o dada por uno o varios
profetas.
• Una Escritura: dada por el Señor.
• Una visitación: sobrenatural de Dios.
• Una voz audible del Espíritu Santo: como lo fue con Samuel.
48 Profeta Dorwins Izarra

Las excusas y respuestas del hombre frente al llamado de Dios


Veamos siete excusas que algunos hombres pusieron frente al llama-
miento del Señor y que son las mismas que ponemos hoy día:

1. Considerarse indigno
La primera respuesta de Moisés frente al llamado de Dios fue que él
no era digno por sus faltas y debilidades. Como él, también nosotros
nos creemos indignos de ser llamados para cumplir ese propósito.
“Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que
vaya al Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?”.
Éxodo 3.11

2. Temor al rechazo
“Entonces Moisés respondió y dijo: Ellos no me creerán, ni oi-
rán mi voz, pues dirán: No se te ha aparecido Jehová”. Éxodo 4.1
Moisés tenía temor que el pueblo de Israel lo rechazara y no lo escu-
chara. El rechazo es parte del éxito, y por eso, no todo el mundo nos
va a recibir. Algunos nos van a rechazar, pero eso no puede ser excusa
para no cumplir nuestro llamado.

3. La excusa de la incredulidad
La tercera excusa de Moisés frente al llamado de Dios fue la duda de
su llamado. Él pensó que el pueblo de Israel no le iba a oír ni a creer.
Cuando Dios hace un llamado en tu vida, las personas te escucharán
porque siempre tendrás algo que decir o un mensaje que dar.

Dios te dará la gracia para que las personas quieran escucharte y, ade-
más, te dará un pueblo al cual hablarle.

En respuesta a las excusas de Moisés, Dios le da tres señales:


• La vara se convierte en serpiente (Éxodo 4.2).
• Su mano se volvió leprosa (Éxodo 4.6).
• El agua se convirtió en sangre (Éxodo 4.8, 9).

Dios confirmará su llamado con señales convincentes de que Él está


contigo y que su llamado es genuino. Si tienes dudas con respecto
a su llamado, pídele al Señor que te confirme con señales físicas y
sobrenaturales cuál es su propósito, y Él lo hará.
El Proceso 49

4. La excusa de no poder hablar


“Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! Nunca he sido hom-
bre de fácil palabra, ni antes ni desde que tú hablas con tu siervo,
porque soy tardo en el habla y torpe de lengua”. Éxodo 4.10

La respuesta de Dios a Moisés fue:


“Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién
hizo al mudo y al sordo, al que ve al ciego? ¿No soy yo Jehová?”.
Éxodo 4.11

5. La excusa de la inferioridad
“¡Ay, Señor! Envía, te ruego, por medio del que debes enviar.”
Éxodo 4.13

A veces, le sugerimos a Dios que mejor envíe a otro, que en nuestro


concepto, está más calificado que nosotros. ¡Esto no es de quien co-
rre sino del que Dios tiene misericordia!

6. La excusa de ser joven


“Yo dije: ¡Ah, ah, Señor Jehová! ¡Yo no sé hablar, porque soy un
muchacho! Me dijo Jehová: No digas: Soy un muchacho”, porque a
todo lo que te envíe irás, y dirás todo lo que te mande”. Jeremías 1.6, 7

7. La excusa del trasfondo familiar


“Gedeón le respondió de nuevo: Ah, Señor mío, ¿con qué salvaré yo
a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo soy el
menor en la casa de mi padre”. Jueces 6.15

La pregunta que yo te hago hoy es: ¿Cuál es tu excusa frente al llama-


do de Dios? ¿Cómo le responderás al Señor cuando te llame? ¿Está
sdispuesto a poner algo que amas en el altar?

“Dios es el único que hace el llamado; no es una organización ni es un


hombre. Hay muchas personas que se han llamado y se han puesto a
sí mismas en alguna oficina ministerial, y por eso, han fracasado”
50 Profeta Dorwins Izarra

Cuando Dios tiene un plan y un propósito con un


individuo, para cumplirlo y llevarlo al final, tiene
que pasar por proceso especial en el cual sus cua-
lidades serán pulidas y todo lo que no sirve o lo
detiene será retirado de su vida. Todo aquel que
intente saltar el proceso, Dios lo enviará de regre-
so al punto de partida.

Hebreos 5:4Reina-Valera 1960 (RVR1960) 4 Y na-


die toma para sí esta honra, sino el que es llamado
por Dios, como lo fue Aarón.
El Proceso 51

11
A Dios le Agradan
Los Procesos
52 Profeta Dorwins Izarra

Cuando Dios pone algo en tu corazón no todo el mundo va a com-


prender la visión que Dios te ha dado, o el proyecto que Dios ha
puesto en ti, y si tú lo compartes con gente inadecuada de poca fe,
solo van a matar el sueño de Dios en tu vida. Tenemos que tener mu-
cho cuidado con quién compartimos los grandes sueños y las gran-
des visiones milagrosas que tenemos en nuestro corazón.

La gente nos puede ayudar hasta cierto punto y son necesarios, te-
nemos que buscar aliados y la cooperación de otros, pero debemos
tener también una dimensión privada, una dimensión donde nos
encerramos con la gente que verdaderamente está viviendo nuestro
drama y que cree en el Dios poderoso en el que nosotros creemos, y
usarlos a ellos para fortalecer nuestra fe, para que oren con nosotros,
pare que nos animen en la visión que Dios nos ha dado. Porque cuan-
do pasamos el tiempo tratando de convencer a los que no creen en la
legitimidad o la validez de nuestras visiones muchas veces perdemos
tiempo y lo que hacemos es desperdiciar preciosas oportunidades
para concentrar nuestra energía en lo que verdaderamente importa.

Hay otra cosa acerca de este milagro y es que hay mucho proceso in-
volucrado en ello. Se toma tiempo, se toma esfuerzo, hay que buscar
vasijas por todas partes, hay que transportarlas y traerlas a la casa.

Y entonces dice que Eliseo le dice a la mujer: “Enciérrate tú y tus hi-


jos y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena ponla aparte.”
Dice el versículo 5 de Segunda de Reyes 4 que: “Se fue la mujer, cerró
la puerta encerrándose ella y sus hijos, y ellos le traían las vasijas, y
ella echaba el aceite.”

¿Cómo ves éste proceso?


La Escritura en este caso se toma tiempo en describir todo el proceso,
todo lo que involucra porque a Dios le encantan los procesos. Muchas
veces los milagros no se van a dar de forma fulminante, Dios se va a
tomar tiempo. A veces la sanidad física la cual estamos pidiéndole al
Señor va a venir a través de un proceso, inclusive, Dios puede usar
hasta a los médicos o puede usar una sanidad gradual, o puede usar
una sanidad parcial.
El Proceso 53

Muchas veces los milagros que el Señor Jesucristo hizo como el caso del
ciego que le untó lodo con tierra y saliva, y cuando la primera aplicación
el ciego dice que el Señor le preguntó: bueno ¿qué ves? y dijo: bueno
veo a los hombres que se mueven como si fueran árboles, y vio que le
faltaba otra vuelta más al milagro, y entonces volvió a orar por él, y en-
tonces el hombre vio claramente.

A veces los milagros del Señor son así, son graduales, son paulatinos y
tenemos que tener la fe para seguir buscando, seguir pidiendo hasta que
Dios haga Su obra completamente.

Dios es un Dios de milagros y a veces Su visión es de largo plazo.


Cuando el Señor introduce a los hebreos en la Tierra Prometida tuvieron
que pelear muchas batallas. Vemos allí en los Libros del Éxodo y de Josué
cuánto tiempo se tomó para limpiar Canaán de las tribus enemigas y
Dios no las quitó totalmente tampoco. Dios a veces mataba a las fieras
poco a poco, las iba sacando poco a poco según los judíos iban ocupan-
do el lugar, porque Dios ya tenía su estrategia creada, o mejor dicho no
sacó a las tribus enemigas totalmente para que no se despoblara la tierra
y fuera llenada por fieras salvajes, los iba sacando poco a poco, fueron
ganando batallas poco a poco, porque Dios tiene Sus planes.

Yo digo que Dios obra sobrenaturalmente muchas veces, naturalmente a


través de la naturaleza, a través de los procesos humanos, a través de in-
tervenciones. Miren cómo Dios ha obrado a través de siglos y siglos para
llevar a cabo Su plan salvífico usando la historia, usando los hombres,
usando las naciones, usando los eventos políticos y económicos para lle-
var a cabo su proceso.

Los hijos de Dios que son inteligentes y discernidores entienden que


muchas veces los procesos de Dios son largos, son complejos, son hasta
tediosos. Imagínate a esa mujer cada vez que le traían una olla y tenía
que echar aceite, tenía que tener la paciencia para creerle a Dios y tenía
que seguir instrucciones también, tenía que ser obediente; el profeta de
Dios le dio unas instrucciones bien claras. Vayan, busquen ollas, tráigan-
las, enciérrense, entonces viertan el aceite uno a uno, todo esto tenía que
ser parte de un proceso.
54 Profeta Dorwins Izarra

Inclusive el número de ollas que ella trajo determinó la magnitud del mi-
lagro. ¿Qué interesante esto, cierto? que cuando se terminaron las ollas,
y ya todas estaban llenas de aceite, cesó el fluir milagroso del aceite. Yo
me imagino que esta mujer si hubiera entendido lo limitado que esta-
ba el milagro de Dios al número de ollas que ella consiguiera, creo que
hubiera ido a otros países a buscar ollas prestadas para tener más aceite
todavía.

¿Cuántas veces nosotros limitamos a Dios, de paso,


porque nuestra visión es estrecha?

Dios quiere bendecirnos en maneras grandes y extraordinarias y nuestra


visión es estrecha, y entonces Dios se ciñe al ámbito y a la amplitud de
nuestra visión.

No le pongamos trabas a Dios, no limitemos a Dios por nuestra falta de


fe, concibamos cosas grandes y cuando Dios nos dice: Lánzate, mira, lán-
zate con todo lo que tengas, métele toda la leña que pueda al fuego
que Dios ha de encender en tu vida, porque quizás Dios quiere hacer
algo absolutamente extraordinario mucho más allá de lo que te atreves
a pensar.

Esta mujer recibió su milagro por medio de su diligencia, su obediencia


y su paciencia, también de ver esto desarrollándose poco a poco, así
mismo nosotros también necesitamos ese tipo de fe persistente y ambi-
ciosa, y a largo plazo. Porque a Dios le agradan los procesos.
El Proceso 55

12
Los Procesos de Dios
Para el Creyente
56 Profeta Dorwins Izarra

Dios tiene el propósito de llevarnos a la madurez espiritual, tiene el


propósito que alcancemos las bendiciones preparadas de antema-
no para nosotros, Él ha de llevar en nosotros un plan de crecimiento,
pero a este plan se opone el pecado; dependiendo de nuestra actitud
y respuesta al proceso, nosotros podemos alcanzar tal madurez y ta-
les bendiciones.

El problema que nosotros tenemos es que no queremos pasar por


ningún tipo de procesos. Les hablaré un poco del concepto de la pa-
labra proceso: es un conjunto de operaciones o de acciones que se
realizan con el fin de tener un resultado final.

Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: “Levántate y vete


a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa
del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de
barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra
vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra
de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfa-
rero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la
mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.”
Jeremías 18:1-6

El Alfarero Es por ello que el alfarero llegaba, tomaba el barro, lo co-


locaba en una piedra y lo tiraba, amasaba con golpes y una vez que lo
golpeaba comenzaba a dar vuelta a la piedra e iniciaba a darle forma
al barro, luego de ya darle una forma al barro como él quería lo metía
en el horno. Una vez de pasar 24 horas, al día siguiente se levantaba el
alfarero, iba al horno lo sacaba y tenía ya el producto final.

Es por esto que, cada uno de nosotros debemos pasar por procesos
para algún día llegar ser lo que Dios quiere de nosotros.

Si crees que Dios tiene un propósito contigo, entonces prepárate para


recibir el proceso de Dios en tu vida.

A mí lo que me impacta es que la Biblia dice que Dios toma el barro y


lo escoge, una vez que Dios escoge el barro ya no hay marcha atrás,
todos debemos entender este tipo de procesos que vamos a pasar en
la vida y que Dios quiere de nosotros un producto final.
El Proceso 57

¿Por qué nos comparan con el barro?

Sencillo ¿De qué formó Dios al hombre? Del polvo de la tierra, somos
barro finalmente, el polvo es barro, si tu lo secas te das cuenta que se
convierte ¿En qué? En polvo.

Nosotros somos polvo, Dios nos creó del barro de la tierra. ¡Por eso Dios
te compara con el barro! ¿Por qué nos creemos tan fuertes?, si en cual-
quier momento nos quebramos, en cualquier momento nos dañamos,
somos un pedazo de barro.

1.-Nos formó del barro.


2.- Somos muy frágiles. Los problemas en la vida solo nos hacen enten-
der que somos seres humanos cuando uno se da cuenta por el proceso
por el cual el alfarero toma y pasa el barro.

Entendemos seis verdades que se encuentran


en este proceso de la vida.

1. El proceso es obligatorio: Todos tenemos que pasar por el proceso,


nadie se va a saltar el proceso. Por ello Dios toma el barro y lo transforma.
Imagínate a Dios trabajando con nosotros, sé que todo duele pero quien
ama a Dios todas las cosas le ayudan a bien. Por eso una vez que Él te
escogió es imposible que te suelte. De este modo, el proceso es obliga-
torio, debemos pasar por procesos tarde o temprano porque lo que Él
quiere es transformarnos.

2. El proceso es solitario: Esto significa que el problema que tienes es


para ti solo, nadie te va a entender porque cada uno vivirá diferentes cir-
cunstancias y eres tu quien lo está viviendo. Cada quien tiene su propio
proceso. En resumidas cuentas, Dios dijo: Si alguno quiere ser mi discí-
pulo tome su cruz y sígame. Dicho de otro modo, “Debes aguantar sólo
tu proceso”.
58 Profeta Dorwins Izarra

3. El proceso es doloroso: El proceso va a doler mucho en la vida, si


Jesús tuvo que ser quebrantado y molido, tenía que ser un hombre
sufrido, experimentado en quebranto ¿por qué? Porque el quebran-
tamiento nos fortalece. Es decir el sufrimiento en vez de destruirte te
fortifica, cuando sabes y entiendes que tienes un propósito de Dios
en la vida.

4. El proceso lleva tiempo: hay gente que cuando está pasando por
un proceso dice: “Pastor, yo quiero que esto pase rápido”, y no es así,
el proceso es lento y lleva tiempo.

5. El proceso termina: La vasija dura. Las tinieblas se disipan y llega


la luz.

6. El proceso es invalorable. Cuando miro todo lo que pasé, es decir


cuando ves el final del producto dices: “Valió la pena.”

El alfarero golpea el barro, luego lo moldea y después lo coloca en el


horno, pero allí no termina, lo toma y lo pinta para que quede hermo-
so y llegue a su propósito. Los problemas que estás viviendo en tu ma-
trimonio, tu familia y tu vida, ten paciencia que todo lo bueno llegará.

Esta es tu casa, Dios te está moldeando, no te vayas de la casa del


alfarero, Él te está moldeando.

Nuestro texto extraordinario dice: Pero el Dios de toda gracia, que


nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis pade-
cido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y
establezca. 1 Pedro 5:10-11.

¡A Él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén!


El Proceso 59

Dios nos

Perfecciona: Dios quita de nosotros imperfecciones como las ma-


las costumbres, malas actitudes, malas acciones. Cristo nos mostró
la perfección, por lo tanto, debemos apuntar a ser como Él. Él es el
modelo a imitar.

Afirma: Dios nos da convicción y nos enseña a depender plena-


mente de Él. Alguien firme en la fe es aquel que vive completamen-
te confiado en el Señor.

Fortalece: Dios nos hace madurar, nos hace de carácter fuerte, es


decir, que tiene bajo control sus pasiones. Alguien fuerte no se deja
llevar por las emociones o las pasiones, su guía es la Palabra y actúa
conforme a ella.

Establece: Dios nos da dones y ministerios para que le sirvamos y


extendamos el reino de DIOS. Dios quiere que sigamos extendien-
do Su obra. En todo este proceso es Dios quien merece todo honor
y toda gloria, porque por Su gracia es que lograremos llegar a Sus
propósitos y planes. Por tanto, estamos llamados a esforzarnos, a
seguir el proceso de crecimiento que Dios tiene para nosotros: per-
feccionamiento, firmeza, fortalecimiento y establecimiento.
60 Profeta Dorwins Izarra

Una de las cosas que Dios usa para “Procesarnos” es la


soledad. El hombre o la mujer que desea ser procesado
por Dios tienen que estar dispuesto a la soledad. Sucede
que en muchas ocasiones Dios permite que los hombres
te defrauden y te quedes solo. Una de las razones por las
que Dios va a permitir esto es porque es en esta soledad
que aprendes que lo único que tienes en la vida es a Dios,
allí aprendes a confiar en Dios y no en los hombres.

Génesis 32:24Reina-Valera 1960 (RVR1960) 24 Así se que-


dó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba
el alba.
El Proceso 61

13
El Trato de Jacob
“Procesado”
62 Profeta Dorwins Izarra

“Y aquella misma noche se levantó, y tomó a sus dos mujeres, a sus


dos siervas y a sus once hijos, y cruzó el vado de Jaboc. Los tomó y
los hizo pasar el arroyo, e hizo pasar también todo lo que tenía.

Jacob se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta rayar el alba.


Cuando vio que no había prevalecido contra Jacob, lo tocó en la
coyuntura del muslo, y se dislocó la coyuntura del muslo de Jacob
mientras luchaba con él.

Entonces el hombre dijo: Suéltame porque raya el alba. Pero Jacob


respondió: No te soltaré si no me bendices. Y él le dijo: ¿Cómo te
llamas? Y él respondió: Jacob.

Y el hombre dijo: Ya no será tu nombre Jacob, sino Israel, porque


has luchado con Dios y con los hombres, y has prevalecido. Entonces
Jacob le preguntó, y dijo: Dame a conocer ahora tu nombre. Pero él
respondió: ¿Para qué preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.
Y Jacob le puso a aquel lugar el nombre de Peniel, porque dijo: He
visto a Dios cara a cara, y ha sido preservada mi vida. Y le salió el sol
al cruzar Peniel, y cojeaba de su muslo. Por eso, hasta hoy, los hijos
de Israel no comen el tendón de la cadera que está en la coyuntura
del muslo, porque el hombre tocó la coyuntura del muslo de Jacob en
el tendón de la cadera.”
Génesis 32: 22-32 BLA

Como hemos visto Jacob ha sido tratado por Dios durante 20 años
y vemos muchos cambios en él. Sabemos que todos tenemos una
experiencia de conversión, Jacob la tuvo en Bethel; pero también sa-
bemos que de allí en adelante el Señor comienza un trato, un proce-
so en nuestras vidas hasta conformarnos a su imagen, cada cosa que
nos sucede responde a este proceso, a este propósito. Este relato nos
muestra algunas de las cosas que Dios usa en su proceso con noso-
tros:

I DIOS USA LA SOLEDAD (24ª)


A. Jacob cuza el rio Jaboc y en algún momento se queda solo. Él tiene
sirvientes, familia y ganado, pero en este punto Jacob está totalmente
solo.
El Proceso 63

B. Una de las cosas que Dios usa para “procesarnos” es la soledad. El


hombre o la mujer que desea ser procesado por Dios tienen que estar
dispuesto a la soledad. Sucede que en muchas ocasiones Dios permi-
te que los hombres te defrauden y te quedes solo. Una de las razones
por las que Dios va a permitir esto, es porque es en esta soledad pren-
des que lo único que tienes en la vida es a Dios, allí aprendes a confiar
en Él y no en los hombres.

C. Pero no sólo debes estar dispuesto a que Dios te deje solo; también
debes estar dispuesto a estar solo y esto nos introduce en el siguiente
punto.

II DIOS USA LA ORACION (24b)


A. En aquella soledad, un hombre, sabemos que es Dios (Ver 30), lucha
con Jacob. Es cierto, que este texto no nos habla que tal lucha se dio
en medio de la oración, pero Oseas 12: 3 – 5 nos lo aclara. Jacob no
sólo ruega, sino que llora mientras lucha.

B. En nuestros tiempos de oración Dios nos procesa. Me refiero a ese


tipo de oración tan intensa, tan fervorosa que en medio de ella las
lágrimas corren porque entiendes que necesitas a Dios, necesitas de
Dios, te humillas ante Él. Si tú deseas ser santo, si deseas el trato de
Dios, indudablemente necesitas orar. Una de las cosas que Dios hace
en medio de la oración, además de enseñarnos a depender de Él, allí
“asesina” nuestra carne, orar no es fácil pero cuando lo hacemos nues-
tra carne mengua y nuestras voluntades aprenden a someterse a Dios.
(Mateo 26:41)

III DIOS USA LA DETERMINACION (24-26)


A. Notemos que la lucha fue hasta el amanecer, Dios no podía vencer
a Jacob, Dios lo hirió dolorosamente y aún así siguió luchando, Dios le
dice que lo suelte y él se rehúsa hacerlo hasta que Dios no lo bendiga.
Al final del relato nos dice Dios mismo que Jacob “venció” a Dios.

B. ¿Cómo así que Dios no podía vencer a Jacob? Una buena expli-
cación a esto es que Dios está luchando con Jacob a la manera que
lo hace un padre con su hijo, controlando su fuerza para no hacerle
daño.
64 Profeta Dorwins Izarra

¿Cuál era el afán que le soltara antes del amanecer? Recuerde que
nadie podía ver a Dios y seguir viviendo.

C. Para que el proceso de Dios se complete es necesaria la determi-


nación (firme decisión para hacer o lograr algo). No nos rindamos, no
abandonemos, aun cuando sintamos que Dios mismo lucha contra
nosotros. Mientras persistimos Dios nos está enseñando a ser valien-
tes, valerosos y esforzados, cualidades esenciales para recibir una
bendición de Dios, por ello casi siempre el valor conlleva a la bendi-
ción. (Ver 29)

IV DIOS USA LA HUMILLACION (27)


A. En este punto de la lucha se le pide a Jacob que diga su nombre y
el responde exclamándolo. Dice: “me llamo Jacob”. Es decir, el enga-
ñador, el mentiroso, el traidor.

B. ¿Por qué Dios le pregunta su nombre? ¿Acaso no lo sabe? Obvio,


Dios lo sabe, pero antes de ser transformado, Jacob necesita hacer
una confesión, necesita reconocer, necesita humillarse; ésta es la ra-
zón de la pregunta.

C. En nuestro trato con Él, Dios usa la humillación; el creyente necesi-


ta constantemente reconocer su condición, sus defectos, sus fallas y
sus errores delante de Dios. Lo contrario se llama orgullo y sabemos
que Dios mira de lejos al altivo, pero está con el contrito, el humilla-
do. Al humillarnos Dios nos está enseñando nuestra condición, pero
sobre todo nos está enseñando sobre su gracia y su misericordia.

CONCLUSIÓN

El resultado del trato con Dios es TRASFORMACIÓN. Es decir, el re-


sultado de la soledad, la oración, la determinación y la humillación es
CAMBIO DE NUESTRA VIDA Y ENTORNO, a eso equivale el hecho de
no ser llamado más Jacob sino Israel.
El Proceso 65

14
Procesados
Como El Trigo
66 Profeta Dorwins Izarra

Lucas 22:31 “Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Sa-


tanás os ha pedido para zarandearos como a trigo”.

Sabemos por la Biblia, que Dios compara la vida del creyente con el
trigo:

El diablo usando el mismo vocabulario, pidió a Dios que le permitiera


“zarandear” a los discípulos.

Cada miembro del Cuerpo de Cristo, es como el trigo, y por lo tanto


pasa por un proceso largo, hasta llegar a ser utilizado con un fin.
Esos procesos y tratos de Dios, algunas veces son rechazados, porque
no entendemos que son necesarios para alcanzar la medida que Dios
quiere que demos.

Así como el trigo tiene que pasar por un largo proceso hasta conver-
tirse en alimento útil. Igualmente el hombre de Dios, debe pasar por
los procesos que Dios le ha marcado.

EL PROCESO DEL TRIGO

Exigencias de calidad: El trigo, desde el campo hasta la mesa, pasa


por muchas manos; todo aquel que lo maneja, está interesado en él,
pero de formas diversas:

*El labrador desea buena cosecha y alto rendimiento. No le pre-


ocupa la calidad (siempre que sea «apto para moler» o que «cumpla
como pienso»), a no ser que venda el grano según un sistema de gra-
dación con diferentes precios.

*El molinero pide trigo con buenas propiedades para moler, apto
para almacenaje y capaz de rendir la máxima cantidad de harina ade-
cuada para un uso determinado.

*El panadero quiere harina adecuada para hacer pan, galletas, tor-
tas, etc. Desea que la harina producida, se convierta en la mayor canti-
dad de producto, que cumpla con especificaciones rígidas y por tanto
desea materia prima de la calidad y consistencia adecuadas.
El Proceso 67

*El consumidor exige buen sabor y aspecto en las mercancías que ad-
quiere; debe tener alto valor nutritivo y precio razonable.

TODO COMIENZA CON LA TIERRA

1. La tierra somos cada uno de nosotros al comienzo.


2. Cada porción de tierra es arada para crear un ambiente propicio para
la semilla.
3. El arado representa los momentos difíciles en la vida que Dios utiliza
para ablandar nuestro corazón endurecido. Isaías 28:24 “El que ara para
sembrar, ¿arará todo el día? ¿Romperá y quebrará los terrones de la tie-
rra?”

2 Timoteo 2:6 “El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar
primero.”

La Biblia refleja 4 estados de la tierra:


1. La tierra en el camino. Mateo 13:4 y Mateo 13:19.
2. La tierra en pedregales. Mateo 13:5 y Mateo 13:20-21.
3. La tierra llena de espinos. Mateo 13:7 y Mateo 13:22.
4. La tierra buena. Mateo 13:8 y Mateo 13:23.

Cada porción de tierra dará el uso adecuado o inadecuado a la semilla


que se va a sembrar.

EL GRANO DE TRIGO

1. El grano de trigo es JESÚS, quien fue sembrado en el mundo por el


PADRE para salvación de muchos.

2. Juan 12:24 “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no


cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.”

3. Salmos 72:16 “Será echado un puñado de grano en la tierra, en las


cumbres de los montes; Su fruto hará ruido como el Líbano, Y los de la
ciudad florecerán como la hierba de la tierra.”
68 Profeta Dorwins Izarra

4. Juan 12:32 “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a


mí mismo.”

Jesús padeció y sufrió hasta la muerte, pero al morir, esa semilla da


fruto en nosotros.

5. Cada uno de nosotros, también es ese trigo que debe ser sembrado
en el mundo para que llevemos mucho fruto.

EL TRIGO SEMBRADO BROTA

1. De manera misteriosa brota la semilla que fue sembrada en tierra.


Marcos 4:26-27 Decía además: “Así es el reino de Dios, como cuando
un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche
y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.”

2. El apóstol Pablo expresaba: 1Corintios 15:36 “Necio, lo que tú siem-


bras no se vivifica, si no muere antes. Y lo que siembras no es el
cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de
otro grano.”

3. Primero: Jesús [fue el primer Trigo] nacido del Espíritu Santo, ha-
ciéndose hombre para salvarnos. Mateo 1:21 “Y dará a luz un hijo,
y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus
pecados.”

4. Segundo: Esa semilla es Cristo mismo y su Palabra, que surge en


nuestros corazones y nos da vida, cuando le aceptamos. Santiago1:18
“Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para
que seamos primicias de sus criaturas.”1Pedro 1:23 “Siendo renaci-
dos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra
de Dios que vive y permanece para siempre.”
El Proceso 69

EL TRIGO Y LA CIZAÑA

1. Toda planta de –TRIGO- que nace tiene que enfrentar situaciones


peligrosas que le ofrece la CIZAÑA. Mateo 13:26 “Y cuando salió la
hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.”

2. Cizaña: Es una planta gramínea, parecida al trigo, con semillas ve-


nenosas, que crece espontáneamente en los sembrados, como se na-
rra en la parábola.

3. Jesús nació como TRIGO, y tuvo que enfrentar la CIZAÑA de Hero-


des que lo quiso matar. Mateo 2:13 “Después que partieron ellos, he
aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate
y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta
que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para
matarlo.”
4. Todo -Nuevo Creyente- es como una “Planta de trigo” que está ex-
puesto a los peligros que le ofrece la cizaña y debe saber enfrentar-
la. Jesús dijo: Mateo 13:30 “Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro
hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged
primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged
el trigo en mi granero.”

La cizaña representa:

1. El vicio, inmoralidad, corrupción, maldad, descarrío, que se mez-


cla entre las buenas acciones o costumbres.

2. A personas o cosas que hacen daño a otras, maleándolas o echán-


dolas a perder.

3. A la disensión o enemistad, rencor, odio, rivalidad, desafío. Meter,


sembrar cizaña.

La cizaña produce en el creyente: desanimo, desvío, argumentos y


excusas, sueño, entretenimiento, pereza, alejamiento y muerte.
70 Profeta Dorwins Izarra

La cizaña se reconoce por sus frutos: Lucas 6:43-45 “No es buen árbol
el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. Porque
cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los
espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. El hombre bueno, del
buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal
tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del co-
razón habla la boca.”

El trigo y la cizaña deben crecer juntos: Mateo 13:28 “Él les dijo: Un
enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que
vayamos y la arranquemos? Él les dijo: No, no sea que al arrancar la
cizaña, arranquéis también con ella el trigo.” Ejemplo: Judas fue la
cizaña que estuvo con Jesús hasta su muerte. No lo quitó del medio.
Asimismo nosotros.

Cada congregación local, es un campo lleno de trigo y cizaña. Hijos de


Dios, e hijos del diablo. ¿Cuál de ellos eres tú?

LA SIEGA

1. Siega procede cuando el trigo está maduro y el agricultor toma la


hoz para cortarlo y extraer de ella su fruto. Marcos 4:29 “y cuando el
fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha lle-
gado.”
2. Siega es el proceso de separación del grano de trigo, de la planta,
para ser preparado y enviado para el cumplimiento de su propósito.
3. Siega es el llamado a servir: Jesús fue cegado como -Un Trigo-, le
fue aplicada la “hoz” o proceso de separación y envío para dar cum-
plimiento a su ministerio.

Lucas 4:18 “ El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha
ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar
a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y
vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos”.
El Proceso 71

Hay un momento en la vida del creyente cuando es apartado para la


obra del ministerio.

Ejemplos:
Siega Ej. #1: El llamado a los apóstoles: Marcos 1:16 “Andando junto
al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la
red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo Jesús: Venid en pos
de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.”

Siega Ej. #2: El llamado a Pablo y Bernabé. Hechos 13:2 “Ministrando


éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Ber-
nabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.”

Siega #3: Todo llamado al ministerio. (Efesios 4:11).


Nota: Toda siega tiene como fin ser llamados al ministerio y la pre-
paración para ser enviados. Es un proceso de perfeccionamiento re-
lativo: Efesios 4:12 “a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo.”

LA TRILLA DEL GRANO MADURO DEL TRIGO

Trilla es el proceso de poner el trigo en una rueda de moler, o macha-


car el trigo pisoteándolo por medio de bueyes, con el fin de descubrir
el grano de su cascarón.

Isaías 28:28-29 “El grano se trilla; pero no lo trillará para siempre, ni


lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta con los dientes
de su trillo. También esto salió de Jehová de los ejércitos, para hacer
maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría.”

La trillada tiene como fin descubrir el grano para manifestar la verda-


dera realidad.

Trillar es símbolo pisoteo, maltrato, apaleo, quebranto, humillación,


atropello, opresión, violencia, etc. SON TRIBULACIONES.
“Jesús, los apóstoles y Pablo, fueron trillados”.

Hay momentos en la vida del creyente cristiano que es “trillado”, por-


que Dios quiere manifestar su verdadera naturaleza y carácter a fin de
moldearlo y enviarlo al verdadero ministerio.
72 Profeta Dorwins Izarra

Trillo es usado por Dios para quitar de nosotros todo lo que es apa-
riencia y reflejar nuestro verdadero carácter y sabiduría.

Unos son trillados económicamente, otros son trillados a través de la


enfermedad. Cada uno de nosotros es trillado de diferentes maneras,
etc. La trillada descubre el grano que somos y manifestamos el verda-
dero carácter y realidad espiritual.

LA AVENTADA

Mateo 3:12 “Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y reco-


gerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se
apagará.”

La aventada es el proceso de tirar el trigo molido hacia arriba con el


fin de separar la cáscara o afrecho que no pesa a través del viento, del
trigo que se queda. En la antigüedad la trilla y aventar eran dos pasos
en el proceso agrícola del Israel. Isaías 21:10 “Oh pueblo mío, trillado
y aventado, os he dicho lo que oí de Jehová de los ejércitos, Dios de
Israel.”

Primero: se golpeaban las espigas de trigo (a menudo empleadas


para simbolizar a Israel) para romper las semillas y sacar el valioso gra-
no que tenían en su interior (trillado).

Segundo: Las semillas entonces se aventaban al aire, para que se lle-


vara el viento la paja sin valor y quedara el grano que caía de nuevo al
piso (aventamiento).

Israel y la Iglesia experimentan esta misma clase de proceso: se des-


echa a la gente indigna, pecadora y rebelde, pero Dios mantendría el
“grano” bueno para mantener su plan...

Jeremías 15:6-7 “Tú me dejaste, dice Jehová; te volviste atrás; por


tanto, yo extenderé sobre ti mi mano y te destruiré; estoy cansado de
arrepentirme. Aunque los aventé con aventador hasta las puertas de la
tierra, y dejé sin hijos a mi pueblo y lo desbaraté, no se volvieron de
sus caminos.”

Conclusión: El propósito primordial de la aventada es dejar aquello


que tiene valor y desechar lo que no sirve.
El Proceso 73

LA MOLIDA

Con el término harina se designa al producto de la molienda del gra-


no de trigo, generalmente el blando, sin impurezas.

Moler: es triturar un cuerpo, reduciéndolo a menudísimas partes, o


hasta hacerlo polvo. Machacar, pulverizar, desmenuzar, cansar o fati-
gar, desfallecer, maltratar.

Jesús fue MOLIDO: Isaías 53:5 “Mas él herido fue por nuestras rebe-
liones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue
sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.”

El proceso del creyente cristiano que pasa por el “molino”, es una ma-
nera de ser maltratado y perseguido, de estar fatigado, de llegar a
desfallecer por su fe. Ejemplo: el salmista David: Salmos 38:8 “Estoy
debilitado y molido en gran manera; gimo a causa de la conmoción
de mi corazón.”

MOLIDA en el creyente viene de una entrega total de servicio en la


obra del Señor. De pagar el precio por servir en la congregación local
y a favor de la gente afuera. Hebreos 13:13 “Salgamos, pues, a él,
fuera del campamento, llevando su vituperio.”

COMERCIALIZACIÓN DEL TRIGO

Amós 8:4-5 “Oíd esto, los que explotáis a los menesterosos, y arrui-
náis a los pobres de la tierra, diciendo: ¿Cuándo pasará el mes, y
venderemos el trigo; y la semana, y abriremos los graneros del pan,
y achicaremos la medida, y subiremos el precio, y falsearemos con
engaño la balanza”.

Literalmente, la oferta y la demanda de trigo han llevado tanto a co-


merciantes y a productores, a establecer tasas de precios asequibles
a todos.
74 Profeta Dorwins Izarra

Figuradamente, en el reino de Dios, la demanda de “TRIGO” es tal, que


ha llevado a muchos a comercializarlo. El evangelio se ha convertido
para muchos en un negocio. Ejemplo: edición de libros y música cos-
tosa. Traer a un cantante o predicador con cierta fama, cuesta mucho
dinero, etc.

Dios ha puesto tasa a la obra del ministerio. Las primicias, los diezmos
y las ofrendas, son tasas estipuladas por Dios. 1Corintios 9:14 “Así
también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan
del evangelio.”

Todo ministro y ministerio debe tener una motivación correcta en


cuanto a hacer la obra. No es el dinero el que lo debe motivar, sino, su
amor por las almas.

¡Ministros! Dios es nuestra heredad: Números 18:20 “Y Jehová dijo a


Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás
parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.”
Malaquías 3:10 “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en
mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si
no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros
bendición hasta que sobreabunde.”

LA AMASADA

Es la mezcla de la harina del grano molido con un líquido hasta formar


una masa compacta y blanda. Es el tiempo de la mezcla, el manoseo,
las fricciones, las relaciones interpersonales del creyente en su servi-
cio a Dios.

Amasada significa: fricción, refriegues, frotes, restriegues, roces o ca-


ricias, que se producen en la masa.

El ministerio en cualquiera de sus formas son relaciones interpersona-


les, contactos, tratos, amistades. ESO ES AMASADA.
El Proceso 75

El Peligro de la Amasada es la Levadura


La levadura es una sustancia que se añade a la masa para que la fer-
mente, la esponje y de crecimiento aparente.

La levadura: es un simbolismo bíblico usado por Jesús, para referirse


al pecado religioso y la inmoralidad.

Dos ejemplos:

Levadura de la religiosidad farisaica: Mateo 16:6 “Y Jesús les dijo:


Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos.”

La levadura de la Inmoralidad sexual: 1Corintios 5:6 “No es buena


vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda
la masa?”
La “Masa” puede ser contaminada por alguien con características
de “Levadura”.

Consejo #1 LIMPIEZA: 1Corintios 5:7 “Limpiaos, pues, de la vieja le-


vadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque
nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.” Gá-
latas 5:9 “Un poco de levadura leuda toda la masa.”

Consejo #2 SANTIDAD: Romanos 11:16 “Si las primicias son santas,


también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son
las ramas.”

LA MOLDURA DEL PAN

La forma de los panes en Antiguo Oriente se elaboraba de acuerdo al


uso que se les debía dar.

Tipos de Panes y Usos en Tiempos Bíblicos:


Tortillas delgadas y planas. (Ej. Pan árabe)= consumo normal.
Shawarma = representa al hombre normal intelectual.
76 Profeta Dorwins Izarra

Panes con levadura para consumo normal. (Éxodo 12:34) representa


al hombre contaminado por el pecado y los vicios.

Panes sin levadura, para celebrar la Pascua. Deuteronomio 16:3


=Pan de aflicción. Representa al hombre afligido pero redimido.

Panes de la Proposición= panes consagrados a Dios. Éxodo 25:30 “Y


pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí conti-
nuamente. Representa al hombre consagrado, Santo.”

Pan quebrado como un símbolo del cuerpo quebrantado de Jesús.


Mateo 26:26 “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo
partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuer-
po”. Representa al hombre que sufre por la causa de Cristo.

Simbólicamente cada hombre representa un modelo de pan: ¿Qué


tipo de pan eres tú?

Jesús fue Pan de Vida. Juan 6:35 “Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida;
el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá
sed jamás.”

Podemos ser moldeados “Pan de Vida” = Pan Evangelístico.


Podemos ser moldeados “Pan de Pascua” = Pan de liberación.
Podemos ser moldeados “Pan de Proposición” Pan de Enseñanza.
Podemos ser moldeados “Pan Quebrantado” = Pan de misión sacri-
ficada.

Podemos ser moldeados “Pan con Levadura” = Pan contaminado de


pecado y religiosidad.

En síntesis: todo hombre es modelado y ese molde lo lleva a cumplir


un propósito en la vida, para bien o para mal.
El Proceso 77

LA HORNEADA

El horno es una cámara usada para cocer los alimentos. Todo “Pan
Moldeado” es crudo y debe pasar por el horno. Hornear el pan es pa-
sarlo por el proceso de cocción.

La horneada viene con varios propósitos:


1. Hacer que el pan se cocine bien.
2. Que el pan tome su textura o molde de verdadero pan.
3. Hacer que el pan sea apto para el consumo.
4. Permitir que los ingredientes del pan se aderecen o sazonen bien.
5. Hacer el pan atractivo a la vista del consumidor.
6. Hacer que el pan sea apetecible.

Hornear: significa aflicción y prueba para purificación y demostra-


ción de carácter espiritual. Isaías 48:10 “He aquí te he purificado, y no
como a plata; te he escogido en horno de aflicción.”

Ejemplo de hombres que como “Pan” fueron horneados: Sadrac, Me-


sac y Abed-nego por Nabucodonosor (tipo de Satanás) quien nos
amenazó, “Hornearlos” si no se postraban ante él al son de sus instru-
mentos: Daniel 3:15 “Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír
el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio,
de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis
la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora
seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios
será aquel que os libre de mis manos?” (Leer Daniel 3:15-30)

Razones para ser pasados por el horno:


1. Dios quiere que cada día seamos más maduros.
2. Dios quiere que tengamos “textura”, una estructura mental, emo-
cional, sentimental y espiritual siempre firme.
3. Que usted sea una persona apta para el consumo. La gente quiere
algo de ti.

Que todo conocimiento de la palabra de Dios en sí mismo esté bien


sazonado. Proverbios 30:5 “Toda palabra de Dios ha pasado la prue-
ba de fuego. Dios protege como escudo a los que buscan su protec-
ción.” (Lenguaje Actual)
78 Profeta Dorwins Izarra

Dios quiere que tu seas atractivo, que tengas gracia delante de Dios
y los hombres.

No te quemes cuando pases por el horno de la prueba


Lamentaciones 5:10 “Nuestra piel se ennegreció como un horno a
causa del ardor del hambre.”

Los verdaderos cristianos no se rinden ante los instrumentos y música


de Satanás.

Conclusión: Todos, buenos y malos son horneados “afligidos” unos


para bendición y otros para maldición. Apocalipsis 3:10 dice: “Por
cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guar-
daré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero,
para probar a los que moran sobre la tierra.”

EL PAN TERMINADO. NUMEROS 21:4

Pan es el producto final del proceso del trigo de donde se origina.


Es el alimento dispuesto a nutrir bocas hambrientas. Ejemplo. El hijo
prodigo: Lucas 15:17 “Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en
casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de
hambre!”

1. Es el maná preparado para aquellos que anhelan saciar


su vientre.
2. Es el sustento dispuesto para producir vida.
El pan tiene diversas interpretaciones y símbolos a saber:
1. Es alimento que sacia el hambre.
2. Es símbolo de vida.
3. Es alimento para el diario peregrinar de los hijos de Dios.
4. El pan simboliza el cuerpo entero que fue entregado sin
reserva en la cruz.
5. Pan es la Palabra de Dios, que nos otorga la vida eterna.
6. Pan es símbolo del sostén de los hombres que trabajan.
El Proceso 79

7. Simboliza la sustancia y razón de ser de la vida espiritual.


8. El pan simboliza la imagen de Cristo, su palabra divina, su Poder
y su Mandamiento.
9. El pan es el Verbo que sustenta a los que aman a Dios.
10. El pan representa a los que trabajan en el Huerto de Dios.
11. El pan simboliza al padre y la madre que alimenta y educa a
sus hijos en la moral, lo espiritual y en el camino de Dios.

Jesús simbólicamente -partió el pan y lo dio a sus discípulos-, así tam-


bién nosotros como al principio de la Iglesia.

Hechos 2:42 “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la


comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oracio-
nes.”
Hechos 2:46-47 “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y
partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez
de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y
el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”

CONCLUSIÓN: cada uno de nosotros debe ser un verdadero “pan de


vida espiritual” alimentando a aquellos que están hambrientos de
Dios. Hechos 5:42 “Y todos los días, en el templo y por las casas, no
cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.”
80 Profeta Dorwins Izarra

Algo muy parecido se hacía en la antigüedad


para comprobar si alguna pieza era en verdad de
oro o solo era una pobre aleación con otro me-
tal: le llamaban la “Prueba de fuego”, y consistía
simplemente en derretir la pieza y el oro que era
más pesado se iba al fondo del recipiente, mien-
tras que cualquier otro metal flotaba, en el horno
de la aflicción nos hacemos quebrantables y Dios
puede trabajar con nuestro carácter hasta mol-
dearnos a través del “Proceso de fundimiento”

1 Pedro 1:6-7Reina-Valera 1960 (RVR1960) 6 En


lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un
poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser
afligidos en diversas pruebas, 7 para que someti-
da a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que
el oro, el cual aunque perecedero se prueba con
fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra
cuando sea manifestado Jesucristo,
El Proceso 81

15
Cuando Somos
Procesados
Como El Oro
82 Profeta Dorwins Izarra

1Pedro 1:7- “para que sometida a prueba vuestra FE, mucho más
preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego,
sea hallada en alabanza, Gloria y honra cuando sea manifestado
Jesucristo”.

EL ORO para ser purificado debe ser pasado por el fuego. Pasa por
un proceso de fundición y unas etapas de preparación. El oro es fun-
dido a una temperatura alta, hasta que se derrite, para ser limpiado,
pero me llamó mucho la atención, que no debe exceder el calor y la
temperatura necesaria. Luego el mismo es pasado por otro proceso
donde es golpeado para darle forma y finalmente luego de cada eta-
pa por la que pasa, sale resplandeciente, brillando en su esplendor y
reconocido como el metal más bello, y de mayor valor.

Así pasa con nosotros, en nuestras vidas hay actitudes y cosas que
necesitamos cambiar y que sean quemadas. Algo así como esa ves-
timenta que opaca nuestra belleza interior y el brillo que DIOS ha
depositado en nuestras vidas y de la cual debemos deshacernos.

En el horno de la aflicción, nos hacemos quebrantables y DIOS puede


trabajar con nuestro carácter hasta moldearlo a través del “proceso
de fundimiento”.

En la prueba estamos más susceptibles y dispuestos a escuchar a


DIOS hablar a nuestras vidas y aferrarnos a ÉL y se activa nuestra FE.

Detrás de cada prueba DIOS tiene un propósito establecido que


obrará a bien, aunque en el momento en que estamos metidos en el
horno no lo podamos entender. Cuando somos pasados por el fuego,
DIOS no nos deja solos, DIOS se mete con nosotros al horno y perma-
nece a nuestro lado hasta el final del proceso. Nunca nos hará pasar
por situaciones que no podamos enfrentar, y así como el oro no es
sometido a un exceso en la temperatura, DIOS sabe perfectamente
el grado de calor que podemos soportar. Una vez, salimos del horno
salimos libres de impurezas y de todo lo que nos impide brillar.

Mientras, más el oro es golpeado para adquirir forma y pasado por el


fuego, mayor es su valor, y así pasa con nosotros, DIOS nos honra y
nos hace brillar con un valor incalculable.
El Proceso 83

El diamante para ser pulido, también atraviesa por un proceso de


fricción. A nadie (ni a ti, ni a mí) nos agrada ser pasados por fuego,
pero es necesario que así sea para que luego de haber superado
todo obstáculo que nos permitió crecer y adquirir el brillo y el valor
que DIOS espera y quiere de nosotros, podamos ser testimonio de
las grandezas de DIOS y de su infinita fidelidad y su inmenso amor.
Nada mejor que ser probados y estirados en el camino, para ser oro
puro en las manos de DIOS. Se trata de adquirir resistencia, paciencia,
PERFECCIÓN Y VALOR!

Zacarías 13:9-“Y meteré en el fuego a la tercera parte y los fundiré


como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El in-
vocará mi nombre, y yo le oiré y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová
es mi Dios”.
Traducción en lenguaje actual (TLA)

El oro se purifica con fuego, y nosotros, con el sufrimiento.

Para el oro ser un metal útil debe ser refinado y pasar por unos pro-
cesos de refinamiento los cuales incluyen fuego y altas temperaturas
para lograr sacar todas las impurezas y determinar si es bueno o no
y qué clase de oro es. Para un cristiano ser un vaso de honra y gloria
debe ser probado y refinado por el fuego.

Cualquiera puede decir que ama a Dios, que cree en Dios y que tiene
fe, pero esto será comprobado cuando seas pasado por las llamas y
por las aguas, así lo pasaron los grandes Mártires de la Biblia, enton-
ces es cuando se sabrá qué tan grande es tu amor y tu fe en Dios.

Muchos están muy contentos con Dios mientras todo sale bien. Us-
ted los ve alabando y adorando a Dios en las iglesias, pero cuando
su fe es movida su reacción determinará cuál es el verdadero motivo
porque sirven a Dios.

Muchos creen que servir a Dios significa que todo saldrá bien y nunca
tendremos problemas y tribulaciones. La vida del cristiano no es co-
lor de rosa, hay pruebas, hay tribulaciones, muchas vienen por parte
del enemigo, ya que cuando servimos a Dios nos convertimos en su
enemigo pues él odia todo lo que tiene que ver con Dios.
84 Profeta Dorwins Izarra

Las pruebas son permitidas por Dios para probar nuestro carácter y
refinarnos como el oro y sacar todas las impurezas que tenemos. Note
usted que prueba y tentación son dos cosas muy diferentes.

La tentaciones provienen de nuestros deseos carnales cuando nos


dejamos seducir por el pecado, muchas veces por la misma concu-
piscencia.

Las pruebas son permitidas por Dios para probar, refinar, moldear y
transformar nuestro carácter. Todos nosotros necesitamos este pro-
ceso, pues es vital para nuestro crecimiento espiritual.

No te sorprendas cuando esto suceda, todos pasaremos por pruebas,


tribulaciones, ataques, tiempos de sequías, tiempo de desiertos, pero
todo esto será permitido para que la gloria de Dios se manifieste en
nuestras vidas con poder y para que seamos reafirmados y probados
en la fe.

Hay pruebas que duran mucho tiempo, y si resistes recibirás tu galar-


dón, la Biblia lo dice claramente en Santiago 1:12 “Bienaventurado el
varón que sufre la tentación; porque cuando fuere probado, recibirá
la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.”

¿Entonces qué debe hacer mientras es probado? Colaborar con Dios,


recuerda, una prueba es un examen y debes prepararte para poder
pasar este examen. ¿Cómo se prepara? Aplicando la fe y lo que dice la
Palabra y permitiéndole a Dios que haga lo que tiene que hacer.

Durante este proceso, muchos se resisten y salen corriendo, otros de-


sertan la fe, ¿pero sabes qué sucederá hasta que no pases esa prue-
ba? Seguirás pasando por ella, y si cuarenta años te toma aprender
esa lección, cuarenta años Dios te la seguirá enseñando hasta que la
pases, así que mejor coopera, pregúntale a Dios que debe aprender
sobre esta prueba y qué debes hacer para pasarla.

Dios le dijo al pueblo israelita te traje este desierto para probarte y


saber lo que había en tu corazón y no era que Dios no sabía lo que
había en ellos pues Él es Dios y sabe lo que hay en nuestros corazón
Él solo quería ver como reaccionaban durante la prueba y todos lo
hemos visto se quejaron, murmuraron, desertaron de la fe, sirvieron a
El Proceso 85

otros dioses, y hasta dudaron de Dios y quisieron volver a la esclavitud


y todo eso los llevo a pasar más tiempo de lo que deberían pasar en
la prueba del desierto.

Definitivamente serás probado y tu reacción y actitud determinará


cuánto tiempo durará la prueba y que tan pesada sea. Si estás en la
prueba como yo lo estoy, adora, alaba a Dios, usa el tiempo para servir
más a Dios, déjete moldear y aprenda la lección pues Él lo está pre-
parando para la bendición y espera en el Señor que pronto vendrá tu
redención.
86 Profeta Dorwins Izarra

En el horno de la aflicción, nos hacemos quebran-


tables y DIOS puede trabajar con nuestro carácter
hasta moldearlo a través del “proceso de fundi-
miento”.

Zacarías 13:9-“Y meteré en el fuego a la tercera


parte y los fundiré como se funde la plata, y los
probaré como se prueba el oro. El invocará mi
nombre, y yo le oiré y diré: Pueblo mío; y é dirá:
Jehová es mi Dios”.
El Proceso 87

16
La Prueba del Oro
¿Por qué padecemos
los hijos de Dios?
88 Profeta Dorwins Izarra

Una vez que los joyeros han de comprobar el verdadero valor de


una pieza que se presuma como oro, la sumergen en ácido nítrico,
el cual tiene la capacidad de consumir todo metal que no sea oro. A
esta prueba se le conoce como la “Prueba del ácido”.

Algo muy parecido se hacía en la antigüedad para comprobar si algu-


na pieza era realmente de oro o sólo era una pobre aleación con otro
metal: le llamaban la “Prueba de fuego”, y consistía simplemente en
derretir la pieza y el oro que era más pesado se iba al fondo del reci-
piente, mientras que cualquier otro metal flotaba.

Cuando los cristianos de las provincias comenzaron a sufrir la horri-


ble persecución a manos del emperador Nerón, el apóstol Pedro les
escribía:

“En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiem-


po, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para
que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el
cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallado en alaban-
za, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.” 1 Pedro 1:6-7

A veces quizá nos preguntemos porqué razón si somos hijos de Dios


tenemos que padecer.

Seguramente los cristianos del primer siglo se hacían la misma pre-


gunta, por lo que Pedro se apresuró a escribirles su preciosa carta que
a nosotros también nos da respuesta: ese es el propósito de las prue-
bas, refinar la fe del creyente y limpiarla de impurezas. A través de las
pruebas, como al oro, Dios nos perfecciona. Porque es necesario que
nuestra fe, que para Dios es todavía más preciosa que el oro, también
sea purificada (Hechos 14:22).

El Señor Jesucristo en su mensaje a la iglesia en Esmirna le dice:

“Yo conozco tus obras, y tu tribulación y tu pobreza, pero tú eres


rico…”Apocalipsis 2:9

Debido a la persecución, la iglesia en Esmirna, no era rica en bienes


materiales, pero las pruebas que habían limpiado de impurezas su fe,
le había llenado de tesoros en el cielo.
El Proceso 89

Por el contrario, a la iglesia en Laodicea, no muchos kilómetros sepa-


rada de la iglesia en Esmirna, le dice:

“Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa


tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable,
pobre, ciego y desnudo. Por tanto yo te aconsejo que de mí compres
ORO REFINADO EN FUEGO, para que seas rico…”Apocalipsis
3:17-18

Los de la iglesia en Laodicea basaban su vida cristiana en la seguridad


que dan los bienes terrenales, y eran reacios a soportar las pruebas
que necesariamente debían limpiar su fe. El Señor Jesucristo les reco-
mienda hacerse de riquezas verdaderas, que son las que nos esperan
en la siguiente vida (1 Pedro 1:4), y no darle tanta importancia a las
terrenales.

“Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado; Y mi rédito mejor


que la plata escogida.” Proverbios 8:19

¿Quién apreciará más el gozo de la vida eterna? ¿Alguien que en esta


vida lo tuvo todo y no pasó carencias y penas? ¿O aquellos que sufrie-
ron y padecieron?

Pienso que alguien que no ha tenido carencias y problemas en la vida


difícilmente va a apreciar la verdadera felicidad. Solo alguien que ha
sufrido en la vida puede apreciar la dicha perfecta que nos espera al
lado de Nuestro Señor, allá en el Cielo.

Así que nuestro apóstol Pedro nos dice que no debemos extrañarnos
que a nuestra vida lleguen las pruebas, ya sea en forma de persecu-
ción, necesidad, enfermedad, o la pérdida de seres queridos, pues es
parte de la vida cristiana y es la forma en la que Dios limpia nuestra fe.

“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobreve-


nido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por
cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que
también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.”
1 Pedro 4:12
90 Profeta Dorwins Izarra

Y por su parte nuestro apóstol Pablo también nos consuela con la es-
peranza de la vida venidera:

“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son
comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifes-
tarse.” Romanos 8:18

Si bien, en este mundo hallamos consuelo al estar llenos del Espíri-


tu Santo, en realidad solo seremos plenamente dichosos al entrar en
nuestra herencia que no está aquí, donde el ladrón hurta y el orín co-
rrompe, sino en el cielo.

“Para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, re-


servada en el cielo para vosotros.” 1 Pedro 1:4

Nada en esta vida está fuera del control de nuestro Padre que está
en los cielos y que nos ama más que nadie. Descansemos en Él, y que
en medio de la tribulación de nuestra boca solo salgan alabanzas sa-
biendo que la dicha que nos espera allá arriba, en nada se comparará
a lo que padecimos en esta tierra. Porque a los que amamos a nuestro
Señor todas las cosas nos ayudan a bien (Romanos 8:28).

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones


delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la
paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7
El Proceso 91

EL DISIERTO
PARTE II
92 Profeta Dorwins Izarra

Un “desierto espiritual” es ese periodo


en donde sentimos que nuestras ora-
ciones son secas, en donde entonar
una alabanza pareciera solo una sim-
ple repetición de palabras, en donde
estamos más concentrados en lo se-
cular más que en lo espiritual, en don-
de hasta hemos perdido el objetivo
que en algún momento nos trazamos.

Jeremías 2:13Reina-Valera 1960


(RVR1960) 13 Porque dos males ha
hecho mi pueblo: me dejaron a mí,
fuente de agua viva, y cavaron para sí
cisternas, cisternas rotas que no retie-
nen agua.
El Proceso 93

1
Atravesando el
Desierto Espiritual
94 Profeta Dorwins Izarra

CONCEPTO DE DESIERTO
Geográficamente hablando, el desierto es un lugar despoblado, árido,
solo, inhabitado, caracterizado por la escasez de vegetación y la falta
de agua. Es un lugar donde prevalecen condiciones climáticas extre-
mas, un lugar donde hay serpientes, animales y bichos venenosos y
donde existen incontables peligros.

CONCEPTO BÍBLICO DE DESIERTO


El desierto fue un tema particularmente querido de los profetas. Para
describirlo utilizaban varios términos, cada uno con un significado es-
pecífico, pero que en ningún caso traducen el concepto general que
nosotros tenemos de desierto.

¿QUÉ ES UN DESIERTO ESPIRITUAL?


Así como hay un desierto en el sentido físico, así también hay un de-
sierto espiritual y éste puede encontrarse aún en el más florido jardín.
Nadie se escapa de pasar por un desierto espiritual a lo largo de su
vida, no importa cuánto tiempo lleves en el evangelio, si eres nuevo
o tienes muchos años en el Señor, como si eres el hermanito que se
sienta en la última silla, o como si eres pastor, misionero o líder de la
iglesia. Pero nos podemos preguntar:

¿COMO SABEMOS QUE ESTAMOS PASANDO POR UN DESIERTO ES-


PIRITUAL?
A. Cuando sentimos que estamos solos y abandonados, con vacío es-
piritual.
B. Cuando vemos las imperfecciones de los demás y no las nuestras.
C. Cuando sentimos aridez en nuestra vida espiritual y que no esta-
mos dando fruto espiritual.

¿POR QUÉ ENTRAMOS EN EL DESIERTO ESPIRITUAL?


La Biblia nos habla en Jeremías 2:13, algo que nos da una pista del
por qué entramos en el desierto espiritual. “PORQUE DOS MALES HA
HECHO MI PUEBLO: ME DEJARON A MI FUENTE DE AGUAS VIVAS, Y
CAVARON PARA SI CISTERNAS, CISTERNAS ROTAS QUE NO RETIE-
NEN AGUAS”.

FUENTE DE AGUA VIVA: Es el agua de un manantial que fluye cons-


tantemente, manteniendo su movilidad y, con su movilidad, su pu-
reza, pues ello le inmuniza de la corrupción por la continua afluencia
de oxígeno.
El Proceso 95

Hay periodos en la vida de todo creyente que pasa por “desiertos es-
pirituales”, y es que llamo desierto espiritual a esos periodos de se-
quedad, donde por alguna razón dejamos de ser sensibles a lo espiri-
tual, en donde no dan ganas de orar, en donde lo espiritual nos llega
a parecer hasta aburrido y en donde por alguna razón no sentimos la
presencia de Dios sobre nuestras vidas como en otros momentos la
hemos sentido.

Un “desierto espiritual” es ese periodo donde sentimos que nuestras


oraciones son secas, donde entonar una alabanza pareciera solo una
simple repetición de palabras, donde estamos más concentrados en
lo secular más que en lo espiritual, donde hasta hemos perdido el ob-
jetivo que en algún momento nos trazamos.

Es duro estar en ese periodo de desierto espiritual, nadie piensa en


llegar allí en realidad, pero todos en algún momento llegamos a ese
punto, no porque lo queramos, sino que muchas veces es consecuen-
cia de nuestro bajo nivel de comunión con Dios o es producto de per-
mitir que los problemas que nos rodean le ganen la partida a nuestra
fe.

Un desierto espiritual es uno de esos periodos que nadie quiere vivir,


es uno de esos momentos que nadie nos dijo que pasaríamos, es un
tiempo donde deseamos satisfacernos de Dios, donde tenemos una
sed enorme de Él pero por alguna razón no podemos saciarnos. Esos
desiertos son los que destruyen la vida espiritual de las personas si no
lo logran superar, son esos desiertos los que hacen de un siervo, un
esclavo de la rutina y poco a poco lo aleja de Dios.

Salmos 30: 5 “Porque un momento será su ira, Pero su favor dura


toda la vida. Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la
alegría.”

¿Quién no ha pasado un desierto espiritual? Un momento de esos


donde te sientes solo, donde por una extraña razón parece que Dios
se ha alejado de ti, por más que clamas no logras sentir su presencia
ni mucho menos escuchar su voz.

Y es que todos hemos pasado por un momento como esos, a esos


periodos de aparente silencio se le denomina en el lenguaje popular
cristiano como: “desiertos”.
96 Profeta Dorwins Izarra

No podemos evitar que lleguen en algún momento de nuestra vida,


puede que en este mismo instante tu estés pasando por uno de ellos y
sin dudarlo estoy seguro que quieres que pase lo más rápido posible.

Y es que es necesario que haya desiertos en nuestra vida, quizá en


este momento que me lees puedas estar pensando: “Dorwins está
loco, ¿Cómo puede decir que es necesario que haya desiertos?”, déja-
me terminar y te explico por qué es necesario.

Los hombres que marcaron historia en el ayer tuvieron que pasar por
largos desiertos antes de poder ser usados de manera tremenda por
Dios.

Vemos a:
Moisés, un hombre con carácter tan fuerte que fue capaz de matar
a un egipcio cuando vio que maltrataba a su pueblo israelita. Dios
permitió que Moisés se fuera al desierto por cuarenta años antes de
utilizarlo como el caudillo libertador de su pueblo.

En medio de esos desiertos y de esos 40 años Dios pulió a Moisés, lo


capacitó para que llegara a ser el hombre más manso sobre la faz de
la tierra, y con ello un instrumento listo para ser usado por el Señor de
señores.

David, un hombre conforme al corazón de Dios, tuvo que pasar por


un desierto terrible, donde por varios años Saúl anduvo persiguién-
dolo para matarlo. Imagínate, ¿después de ser ungido como futuro
rey de Israel, pasar varios años escondido de Saúl para que no te fuera
a matar?, pareciera ilógico pensar que Dios venga y prometa algo y
pase todo lo contrario. Pero así es la vida espiritual, hay etapas en las
que tienen que pasar esa clase de situaciones para que podamos ser
moldeados y quedar como un producto terminado tal y como Dios lo
necesita.

David fue un hombre que en medio de sus desiertos escribió los me-
jores salmos que hoy día podemos disfrutar. Y es que no podemos
negar que en medio de esos desiertos es cuando nuestro corazón está
más sensible a ser ministrado por Dios. ¿Ves cómo es necesario que
haya desiertos en nuestra vida?
El Proceso 97

Elías, el profeta de fuego, tenía el don de clamar y que Dios respon-


diera en el momento, Dios hizo milagros sorprendentes a través de la
vida de Elías, pero eso no es motivo para que no pudiera pasar por un
desierto en su vida. Al ser amenazado por Jezabel, Elías pasó el mo-
mento más difícil de su vida, pero en medio de su desierto espiritual
Dios lo alimentó y lo cuidó. Y es que puede que estés pasando por un
momento de esos en los cuales tu alma está abatida y afligida, pero
no dudes que Dios enviará a sus cuervos para alimentarte y te permi-
tirá descansar para recobrar las fuerzas.

Moisés, David y Elías tienen algo en común y es que los tres pasaron
por desiertos en sus vidas, pero esos desiertos sólo sirvieron para ca-
pacitarlos para la obra que por delante venía.

Asímismo Dios está permitiendo en tu vida esos desiertos porque


quiere moldear algunas áreas de tu vida, que al ser moldeadas que-
darás en perfecto estado para ser usado para una tarea determinada.
Solamente no desfallezcas, sigue intentando, búscalo cada día más,
aún cuando sientas que las oraciones no pasan del techo de tu habi-
tación, sigue buscándolo porque su Palabra dice: “Clama a mí y yo te
responderé” y recuerda que el que pide, recibe.

Nunca te canses de buscar de Dios, de alimentarte de su Palabra, de


congregarte y sobre todo de servirle, porque Dios es FIEL en cumplir
la obra que comenzó en ti.

Que esos desiertos que estás pasando solo sirvan como un estímulo
para tener la certeza de que cuando pasen tú estarás listo o lista para
ser usado o usada en gran manera por nuestro Creador.

Quizá hoy te encuentres en un desierto espiritual, donde tu corazón


se ha endurecido, donde ya no eres tan sensible como antes lo fuiste
o donde ya no ves las cosas de la misma manera que antes las veías.

Este es el día en el que tienes que comenzar a salir de ese desierto,


es hoy el momento donde tienes que proponerte en tu corazón salir
adelante, no es posible que ese desierto te derrote, no es posible que
todo lo que avanzaste quede desperdiciado en ese desierto.

Hoy tienes que salir de ese desierto espiritual de una vez por todas,
tienes que comenzar a orar con sinceridad, tienes que alimentarte de
98 Profeta Dorwins Izarra

la Palabra de Dios con un corazón humilde, no hay fórmula mágica


para salir de allí, solo la humildad y sencillez de corazón puede hacer
que vuelvas a ser el mismo creyente que un día fuiste.

Reflexiona muy bien (Lamentaciones 3:40) que fue lo que poco a


poco te fue llevando a ese desierto y al detectarlo comienza por cam-
biar cada cosa que en su momento hiciste mal. Si dejaste de orar, es
hora de comenzar paulatinamente a hacerlo nuevamente, es necesa-
rio que forjes un hábito de oración, si dejaste de leer la Biblia es hora
de comenzar nuevamente a leerla diariamente, si dejaste de congre-
garte es hora de poner tus ojos en Dios y no en el hombre y comenzar
a congregarte, si dejaste de hacer lo bueno porque te cansaste de ser
bueno, es hora de que con humildad comiences nuevamente a hacer
lo bueno, no para agradar al ojo humano, sino para agradar a Dios.

En medio de cualquier desierto espiritual puedes encontrar a Dios si


lo buscas de todo corazón: “Cuando ustedes me busquen, me encon-
trarán, siempre y cuando me busquen de todo corazón.” Jeremías
29:13 Traducción en lenguaje actual (TLA).

El salmista David experimentó esos desiertos espirituales y escribió:


“Oh Dios, tú eres mi Dios; de todo corazón te busco. Mi alma tiene sed
de ti; todo mi cuerpo te anhela en esta tierra reseca y agotada donde
no hay agua.” Salmos 63:1 Nueva Traducción Viviente (NTV).

Dios quiere encontrarse contigo, la pregunta es: ¿Quieres tú encon-


trarte con Dios?, si realmente tienes sed de Dios tienes que comenzar-
lo a buscar sin poner ninguna excusa, pero sobre todo, que a la hora
de buscarlo siempre tengas un corazón contrito y humillado (Salmos
51:17).

¡Hoy Dios quiere saciar tu sed!

“Partió las rocas en el desierto para darles agua como de un manan-


tial burbujeante. Hizo que de la roca brotaran corrientes de agua, ¡y
que el agua fluyera como un río!” Salmos 78:15-16 (NTV)
El Proceso 99

2
Nuestro Caminar
Por el Desierto
100 Profeta Dorwins Izarra

Puede que en algún momento de tu camino hacia Dios hayas tenido


la sensación de estar caminando perdido en un desierto.

Se trata de saberse en una situación en la que ningún camino parece


conducir a destino fértil sino que todo se pierde en un mar de dudas,
tantas como granos de arena en un desierto.

Son momentos de debilidad en los que el diablo hace su agosto y a


través de confusas señales y sensaciones constantes de tristeza, des-
ánimo y desaliento consiguen enrarecer nuestro encuentro con Dios.

Recurrí estos días a las referencias al desierto en las Escrituras.

A pesar de que la que más conclusiones me ha generado ha sido


volver a leer el pasaje de las tentaciones del diablo a Cristo tras per-
manecer en el desierto durante cuarenta días antes de iniciar su vida
pública, me voy a quedar con la referencia de Juan Bautista.

Juan era un sacerdote rural, hijo de Zacarías, (que era muy inquieto
porque aún en el vientre de Isabel, su madre, ya saltaba ante la pre-
sencia de la virgen) que abandonó sus obligaciones en el templo, ale-
jándose de Jerusalén para adentrarse en el desierto buscando silencio
y soledad para escuchar a Dios.

En nuestro desierto uno parece caminar por un sinfín de dudas y con-


tradicciones, por un camino que no parece tener ruta definida, en los
que el consuelo de los demás no es suficiente para nuestro descon-
suelo interior… Es en estos momentos en los que aún más hay que
confiar en el Señor, es el momento de abandonarse.

No podrías salir de un desierto sin ayuda de alguien que te marque


un rumbo de salida.

Es el momento de pensar que es necesario realizar esta travesía para


“preparar el camino del Señor; allanar sus senderos; elevar sus va-
lles para que desciendan sus montes y colinas; que lo torcido se en-
derece, lo escabroso se iguale…y todos verán la salvación de Dios”
(Lucas 3, 1-6)
El Proceso 101

Esas palabras pronunciadas por Juan el Bautista hace 21 siglos sirven


perfectamente para dar respuesta a estos momentos de incertidum-
bre en nuestra vida.

Si eres consciente de que estás atravesando un desierto en tu interior,


prepárate para ello y afróntalo con la solvencia que te da el saberte de
la mano de Dios que te llevará durante este tiempo. Mientras, toma
nota de algunos consejos para llevarlo de la mejor manera posible.

En el desierto poco necesitas para vivir más que pan y agua. Elías, el
profeta, se daba por vencido cuando hastiado pedía al Señor que aca-
base con su vida, y el ángel le proporcionó una paz capaz de hacerle
resistir 40 días más hasta llegar a su destino. El destino que Dios tenía
preparado para él.

Dios dió de comer y de beber al cansado Elías cuando todo lo daba


por perdido. Nosotros también sabemos dónde se encuentra cada día
ese pan y ese vino que Jesús comparte con nosotros desde la última
cena que celebró con nosotros en la tierra.

Comiendo y bebiendo del Señor disiparemos tormentos y dudas, no


sin antes atravesar 40 días de duro tránsito.

También hemos de buscar los aspectos positivos que obtendremos


tras un paso por el desierto. Viviremos momentos de silencio en los
que será más fácil escuchar a Dios.

Ese silencio, la soledad que nos invade, es una buena oportunidad


para una búsqueda de un Dios personal.

Son momentos para despojarse de ese Dios que a lo largo de un tiem-


po hemos ido adornando con prejuicios, con lo que otros nos fueron
diciendo de Él, de recuerdos de la infancia o experiencias religiosas
negativas, para llegar a una relación con Dios más madura.

Al ser un encuentro a solas con Él, no hay otra cosa que distraiga tu
atención en torno a tu religiosidad, aunque en ella intervengan de
manera muy decisiva y afectiva, este trance es buena ocasión para en-
contrarse a solas con Dios sin la ayuda de nuestro sacerdote preferido,
nuestra parroquia, nuestra fraternidad… Es un proceso temporal que
genera una experiencia personal entre Dios y tú.
102 Profeta Dorwins Izarra

“Dios se deja encontrar para aquellos que lo buscan”.

Quien no busque a Dios en su interior es difícil que lo encuentre fuera.


Aunque al buscarlo dentro de nosotros encontraremos miedos, pre-
guntas, vacíos, deseos…no importa. Dios está ahí. Él nos ha creado
con un corazón que no descansará si no es en Él.

A veces es el miedo a encontrarnos con Dios lo que nos impide avan-


zar por el desierto, porque hay muchos que temen sus juicios y sus
posibles castigos. No terminan de creerse que Dios es solo amor, in-
finitamente misericordioso. Hay que actuar con confianza y nunca
sentirse “mal cristiano” y con miedo a un encuentro personal con Él.

Por último, hemos de reconocer por experiencias a lo largo de nuestra


vida, que Dios nunca nos deja solos; aunque estemos haciendo un re-
corrido propio acorde a nuestras circunstancias, Dios nos acompaña a
todos, no abandona a nadie, y menos cuando se encuentra perdido.

Lo importante es no perder el deseo humilde de llegar a Dios. Abrirle


caminos en nuestra vida propia, aunque lo único que podamos ofre-
cerle sea nuestro deseo de encontrarnos con Él.
El Proceso 103

3
Pasando
El Desierto
104 Profeta Dorwins Izarra

Todos en algún momento nos vemos obligados a cruzar un desierto


para poder seguir nuestro camino. Tal como en la naturaleza hay
muchos tipos de desiertos, grandes o pequeños, fríos o calientes,
pero todos tienen algo en común – Deuteronomio 8:15-19 “es un
lugar grande y espantoso, lleno de serpientes y escorpiones, donde
escasea el agua, y hay mucha sed…”

Sin embargo, los desiertos de los cuales compartimos hoy no son los
naturales sino los desiertos espirituales:

Mateo 10:28 “Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no


puede matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el
cuerpo en el infierno.”

Pasando por un desierto espiritual encontramos: la falta de dinero, de


amor, las múltiples derrotas y fracasos…

Oramos, ayunamos, leemos la palabra, pero por alguna extraña razón,


no sentimos el respaldo espiritual de Dios, y por supuesto, Él quiere
que lo sigamos pero no por sentimientos.

Características del desierto:

• Sofocante
• Cansado
• Parece interminable
• Doloroso
• Peligroso

EL DESIERTO es también lugar de tentación (según la Biblia es mora-


da del demonio: Mateo 4,1) y de combate espiritual. Despojado de
sus frágiles seguridades humanas, el orante enfrenta “sus demonios”;
es decir, salen a la luz del día las propias maldades, vicios, e inclina-
ciones perversas. El ser humano se ve moralmente desnudado en el
desierto. Por eso el desierto es -desgraciadamente- también lugar de
El Proceso 105

murmuración y de rebelión contra Dios (Éxodo 15; Números 11; 14;


Salmos 78 y 95) en que el ser humano, no confiando en la providencia
divina, “tienta” a Dios. Sin embargo, en el plan de Dios el desierto es
prueba, no para hacer caer al hombre (Santiago 1,13-15) sino para ha-
cerle madurar, para templarlo en el crisol y así fortalecer su propósito
(1 Reyes 19,7-15; cf. Judit 8,25-27).

Pero, frente a esta necesidad sentida (sed, hambre, protección), el


desierto llega a ser también el lugar donde se experimenta la provi-
dencia maravillosa de Dios (Deuteronomio 8,3-4.15-16; 1 Reyes 5-6;
Salmos 107,9).

Dios manifiesta su poder y su amor en un continuo clima de milagros


y en contacto permanente con su pueblo.

Es Él quien obliga al faraón a dejar que Israel salga hacia el desierto,


es Él quien establece el itinerario; quien precede al pueblo en el viaje,
señalando el camino con una columna de fuego; envía su Ángel para
precederlo en el viaje; y así durante cuarenta años se asiste a una serie
continua de hechos prodigiosos (Éxodo). Definitivamente, el desierto
es el lugar de encuentro con Dios, lugar de la revelación de Dios.

¿Por qué los desiertos?

Muchas veces Dios nos guía al desierto (con el fin de madurar, crecer
y pulirnos) (Mateo 4:1-11) mientras que en otras ocasiones nos diri-
gimos al desierto (I Reyes 17) por la manera en que hemos hecho las
cosas, las fortalezas que se han levantado en nuestras vidas nos llevan
a desiertos.

En cualquiera de los casos, el desierto es una prueba, de la cual pode-


mos resultar triunfadores o morir en el camino.

Cuando Dios nos guía al desierto… es ahí donde Dios nos enseñará
a poder seguir sin depender del SENTIMIENTO de su presencia, a no
ser emocionales, sino a tener convicciones, es allí donde Dios no se
hará sentir, aunque se encuentre a un centímetro de nosotros, eso
106 Profeta Dorwins Izarra

es lo fundamental de un invierno espiritual, la ausencia total de la


presencia de Dios, aunque se encuentre justamente a un centímetro
de nosotros.

Por el otro lado cuando hay fortalezas en nuestra vida, vivimos en


desiertos que pueden perdurar años. Debemos reconocer esas forta-
lezas espirituales para poder ver la salida a los desiertos.

Nuestras ACCIONES y nuestras PALABRAS pueden levantar fortalezas.


“No puedo”, “Soy inútil”, “Soy un fracasado” son ejemplos de forta-
lezas al igual que ataduras a pecados. Debemos declarar la guerra
espiritual:

Efesios 6:12 “Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino


contra principados, contra potestades, contra los poderes de este
mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las
regiones celestiales.”

Debemos reconocer nuestra batalla, nuestros aliados, nuestros ene-


migos y llevarla a cabo para derribar toda fortaleza y salir del desierto.
Todo esto suena terrorífico, pero EXISTE UNA BUENA NOTICIA:

“y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públi-


camente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2:15)

Nuestras Armas y La armadura de Dios:


• Cinturón– Verdad
• Coraza – Justicia
• Calzado– Evangelio de paz
• Escudo– Fe
• Casco – Salvación
• Espada– Palabra
• Luchando – Orando

Conclusión
Es tiempo de abrir los ojos y ver la salida del desierto, tener paciencia,
paz, perseverancia y mucha FE, porque Dios no nos ha dejado solos.
Él está ahí en medio del desierto esperando que lo superemos con-
fiando en Él.
El Proceso 107

4
El Desierto Es
Indispensable En El Itinerario
Del Corazón A Dios
108 Profeta Dorwins Izarra

“Él te condujo por el desierto, y en esa tierra seca y sin agua ha


hecho brotar para ti un manantial de agua de la roca dura” (Deu-
teronomio8:15).

Te invito a entrar en una experiencia con Jesús en el desierto: en sole-


dad de comunión, en el silencio del encuentro, en la presencia amo-
rosa de Dios en ti, y la tuya en Él.

El desierto te expone, en desnudez total, ante el misterio de Dios que


envuelve. Nada ni nadie podrá interferir tu encuentro, “lo verás cara
a cara, y llevarás su nombre en tu frente” (Apocalipsis 22,4). Sé cons-
ciente de que el lenguaje del Amor te es revelado como don del Espí-
ritu que te capacita para entenderlo y vivirlo.

El desierto es el lugar del despojo del propio yo. La inmensa aridez


que te rodeará, hará desaparecer de ti todas aquellas cosas que no
son imprescindibles en tu vida. Desnudará tu alma, y te despojará de
todo, incluso de lo que consideras como más amado.

Te acercará al encuentro con Dios, porque el vacío en el que vivirás, te


hará plenamente disponible para Él, postrado ante el misterio inson-
dable de su voluntad.

El desierto es indispensable para todo aquel que busca a Dios, fijos los
ojos en Jesús, alentado por la nostalgia que el Espíritu hizo nace en ti
gracias al don del agua que te dio vida.

El desierto te libera, te deja desnudo delante de Él, te ayuda a com-


prender las cosas desde adentro, desde otra perspectiva que todo
tiene en Dios.

En el desierto la oración se simplifica mucho: descubres que orar es


ser simplemente tú ante Él. Porque nada ni nadie te condiciona, te
limitarás a estar, en la transparencia de tu realidad ante Dios, al que
buscas porque lo añoras, con un amor cada vez más fuerte. Y apren-
des a vivir con un amor confiado, abandonado, en medio del desierto,
y sumergido en el mar del Amor… consumido por su agua.

El pueblo de Israel caminó por el desierto durante cuarenta años. Moi-


sés vivió en él antes de acoger la misión que Dios le quería confiar.

Jesús fue al desierto para enfrentarse a los cuarenta días de tenta-


ción y de prueba, en los que se preparó para la predicación del Reino,
El Proceso 109

después de haber vivido en la plena voluntad del Padre que lo había


enviado al mundo, para ser Palabra visible y cercana del amor salva-
dor de Dios.

María vive sus años en Nazaret, en el silencio de una vida oculta en la


sencillez de lo cotidiano, como un tiempo largo de desierto en el que
se prepara para acoger el misterio del proyecto de amor del Padre
para ella, en el Espíritu.

Pablo cruza el desierto en el camino de conversión a Damasco. Allí


experimenta la fuerza de la luz que, deslumbrándole, le hace caer del
caballo e iniciar un intenso proceso de conversión.

El desierto también es indispensable para ti. Será un tiempo de gracia,


ya que es una etapa por la cual ha de pasar todo aquel que quiera dar
fruto en Dios. Descubrirás la necesidad del silencio, de la interioriza-
ción y de la renuncia a todo lo superfluo, para que Dios pueda cons-
truir en ti su Reino y hacer crecer, en cada uno, el espíritu interior, la
vida de intimidad con Dios, en el diálogo directo con Él.

El Espíritu que te ha conducido al desierto, te llevará a mantenerte en


una comunión interior en la fe, la esperanza y la caridad.

Después, purificado por la fe, alentado por la esperanza confiada, y


transformado por el amor que te invade, podrás dar fruto, en la medi-
da en la que tu ser interior se ha dejado convertir al amor.

En el silencio de María, en el abandono confiado en las manos del


Padre, en la comunión sincera y cordial con los hermanos, “mante-
niendo tu mirada en Jesús”, entra en el camino interior del desierto,
porque necesitas andar por sendas de paz y de encuentro hacia el
océano de amor que es Dios.

Senderos de silencio
El objetivo de tus primeros pasos, en esta experiencia espiritual que
estás iniciando, es sencillo y claro: En la serenidad y en la paz, busca el
silencio. Reencuéntrate con la unificación interior en Él.

Tu camino se desenvuelve habitualmente en un entorno de actividad,


más o menos intensa.

Desde tu opción por Jesús se supone que lo vives todo en una pers-
110 Profeta Dorwins Izarra

pectiva de fe. Ahora, se te va a pedir que te reencuentres con el nú-


cleo central de tu opción de vida, que es Él, y en una actitud de amor,
vives en disponibilidad tu relación fraterna, y el don que haces de ti
mismo en la cotidianidad de tu tierra. Todo ha de ser expresión de un
mismo y único amor que se vive en ti.

En él vives en la armonía y el equilibrio interior, en la paz y la sereni-


dad del alma. No olvides el objetivo final: ser coherente con tu opción
de vida y las exigencias que comporta. Tu coherencia tendrá su raíz
en el amor, y su fruto será también la ofrenda que haces de ti mismo.

Podrás afirmar: Amor… Amor… Amor… sólo quiero dar amor, comu-
nicarlo. Sólo quiero amar… entrar a descubrir el misterio que encierra
el Amor.

Es el corazón de la vida, es el alma del silencio: abres tu vida al Mis-


terio del proyecto de Dios para ti. En el silencio, el Espíritu correrá el
velo que lo cubre.

Déjate guiar por Él. Porque el encuentro con el amor, muchas veces,
se hace en una ruta de pura fe, en el que, aunque no lo sientas, estás
viviendo en la ruta del amor.

De este amor que vives y experimentas en tu encuentro “cara a cara”


con el Señor Jesús, nacerá como un manantial de agua que, después,
revertirá en bondad, comprensión, compasión y ternura en tu rela-
ción con los demás.

En el itinerario de tu corazón hacia Dios, el desierto será indispensa-


ble para ti.

Entra en él, a pie descalzo, disponible para encontrar la voluntad de


Dios para ti, en el misterio del Reino.

“No debáis nada a nadie, sólo sois deudores en el amor”


(Romanos 13,8)
El Proceso 111

5
Del desierto a
tu Destino
112 Profeta Dorwins Izarra

Es necesario entender primero la razón y la causa de nuestra existen-


cia, para luego desatar nuestro futuro. Puede que tú seas el instru-
mento clave para cambiar el rumbo de la historia.

Cuando leemos la historia de Josías, rey de Israel, en 2 Crónicas 34:1-2,


8, 14-19, encontramos que el abuelo se llamó Manasés, y también fue
rey. Aunque al final de su reinado Manasés se humilló delante de Dios,
fue uno de los reyes más perversos de esa nación. Corrompió a Israel
con la idolatría y mataba a los enviados de Dios para enfadar a Jehová.

Pero tuvo un hijo a quien llamó Amón, que también se convirtió en


rey. Fue perverso y arrogante como su padre. Al parecer, las presiones
de la vida le impidieron humillarse ante Dios. Sin embargo, la tragedia
de Amón fue su muerte, ya que un grupo conspiró contra él y lo mató.

Josías, nieto de Manasés e hijo de Amón, quedó huérfano de padre a


los ocho años, y a esa corta edad comenzó a reinar.

Debió madurar rápidamente, ya que en lugar de juguetes, en sus ma-


nos había cargos y responsabilidades.

Algo extraordinario en esta historia es que este niño tenía una inclina-
ción natural hacia Dios. Algo aparentemente imposible si tan sólo nos
remitimos a las generaciones que le precedieron. Pero este joven era
distinto a su padre y abuelo, él amaba a Dios.

A los dieciséis años de edad comenzó a buscar a Dios, haciendo lo


bueno y recto delante de Dios. A los veinte años comenzó a sentir
una inclinación para hacer algo más para Dios y empezó a santificar al
pueblo limpiándolo de la idolatría. A los veintiocho años se interesó
por reparar la casa de Dios, poniendo en orden el santuario.

Pero algo sucedió mientras restauraban el templo. Debajo de los es-


combros encontraron dinero y algo aún más valioso: el libro de la ley
de Moisés.
El Proceso 113

La revelación del propósito de vida


Varios historiadores bíblicos comentan que junto a la ley de Jehová
se guardaban las memorias de los reyes. Estas eran muy importantes
para el pueblo de Israel, porque se relataban tanto los hechos buenos
de los reyes como los malos. Estos servían de ejemplo para los futuros
reyes que le sucedieran.

Así fue que Zafan le llevó al rey Josías la ley de Moisés y el libro de las
memorias de los reyes. Seguramente Josías pidió a sus criados que se
lo leyeran, y al terminar la lectura algo sucedió, algo se rompió en el
interior del rey. Algo impactó su corazón.

No sólo le impresionó escuchar la ley de Moisés, de la cual tenía una


remota idea, sino que sucumbió ante el relato de las memorias de los
reyes. Al oír ese relato, Josías se puso de pie, comenzó a gritar y rasgó
sus vestiduras.

En 1 de Reyes 13:1-2 se relata una profecía sobre Josías antes de que


éste naciera. En ese entonces había un rey malvado llamado Jero-
boam. Dios había enviado un profeta de Judá a Betel para decirle al
pueblo que levantaría a un hombre que limpiaría al pueblo de Israel
de su idolatría.

Al escuchar Josías eso, entendió que Dios hablaba de él y que había


un propósito de Dios para su vida. Entendió entonces que hasta ese
momento había caminado sin la verdadera motivación, sin su verda-
dero destino.

La profecía impactó su vida porque a través de ella descubrió su ver-


dadero propósito. Ya no había razón para seguir en el desierto sin
motivación.

Dios había hablado de él 400 años antes que naciera, profetizando


que sería el hombre que cambiaría la historia de su nación. Él tenía
que entender esto. Tenía que saber que lo que estaba haciendo era
correcto, pero además, debía comprender por qué lo estaba hacien-
do.

De ahí en adelante Josías fue transformado. En la actualidad hay per-


sonas que hacen cosas buenas, que tienen inclinación espiritual, pero
114 Profeta Dorwins Izarra

su motivación no es la correcta, entonces nunca pueden salir de su


desierto y jamás llegarán a su destino. Si primero no se transita por el
propósito y se entiende, es imposible alcanzar el destino.

¿Cuál es el propósito?
El propósito es la llave de la verdadera vida. Sin propósito la vida no
tiene significado, ya que es la fuente de la motivación y la madre del
compromiso. Hay personas que no tienen compromiso en la obra del
Señor y en ninguna de las cosas que hacen. Y la razón principal no
es la falta de recursos, sino la falta de comprensión de su propósito.
Porque cuando comprendes el propósito, automáticamente tendrás
la motivación y el compromiso. Cuando sabes que fuiste creado con
un propósito, entonces vives para ello.

La tragedia más grande que está sucediendo en nuestro mundo y


aún dentro de la Iglesia, es que las personas cambian su verdadero
propósito por otro. Algunos creen que ser rico es el propósito de su
vida. Otros piensan que tener placer es el propósito de su vida. Pero
el verdadero propósito se encuentra solamente en la mente de Dios.
No importa cuántos logros se alcancen, si no existe la motivación del
propósito siempre nos sentiremos incompletos.

Cuando Dios hace algo es con un propósito, con una idea, con una
intención. Él nunca crearía algo sin una finalidad. Primero analiza la
situación y luego lo crea. Tú no eres un accidente de papá y mamá.
Eres una creación de Dios, estuviste en su mente, formaste parte de
un plan. Cuando Dios creó a Adán y a Eva, también te creó a ti en su
mente. Te puso un nombre y un propósito. No estás en la tierra para
pasar el tiempo, Dios te escogió para cambiar las generaciones. Pero
mientras no descubras el propósito, utilizarás mal tu vida. Dios le puso
significado a tu vida, le puso una razón a tu existencia. Eres un instru-
mento clave en el plan maestro de Dios.
El Proceso 115

Pasos para encontrar el propósito de Dios


Algunos pasos que te ayudarán a encontrar el propósito de Dios para
tu vida:

1. Limpiar tu vida. Si quieres hallar el propósito de Dios en tu vida lo


primero que debes hacer es separarte de todo lo que te afecta nega-
tivamente. Apartarte de la impureza. Aléjate del pecado, porque Dios
ama al pecador pero aborrece el pecado. Por lo tanto, lo primero que
tienes que hacer es tomar una decisión clara y firme como la del hijo
pródigo que dijo: «Me levantaré y regresaré a la casa de mi Padre. Lim-
piaré mi casa de todo lo que me ha estado afectando. Si debo cambiar
el estilo de vida, lo haré. Quiero encontrar el propósito de mi destino».

2. Restaurar tu templo espiritual. Luego de apartarte de lo que afectó


tú vida debes empezar una restauración espiritual. La limpieza inter-
na y la restauración de tu templo espiritual no la puedes lograr por
ti mismo, sino con la asistencia del Espíritu Santo. Tienes que decirle
a Dios: «Señor, deseo que el templo de mi vida sea restaurado». Esta
expresión indica tu deseo de que la relación personal con Dios sea res-
taurada. Cuando pides restauración, estás clamando que tu intimidad
con el Señor sea restaurada.

3. Hacer un pacto con Dios. Tan pronto como Josías descubrió el pro-
pósito de su vida, no sólo rasgó sus vestiduras sino que también hizo
un pacto. Josías limpió totalmente la casa de Israel, y luego le dijo al
pueblo: «Todos serviremos a Jehová y haremos pacto con Él». Y la Bi-
blia relata que Josías cambió el curso de la historia. Este hombre tan
sencillo, que empezó a reinar sin saber cómo, fue usado por Dios. De
tal manera que el pueblo siguió a Jehová mientras Josías estuvo vivo.
Dios te ha llamado con un propósito grande, pero no podrás hacer un
pacto a menos que entiendas el propósito.

Desata tu futuro

Mientras escribía este capítulo, el Señor me mostró a personas que


al leer estas páginas, Él les revelaría su propósito. Algo que estaba en
secreto hasta ahora. Pero el Señor te dice: «Yo quiero revelarte mi pro-
pósito». El Señor me mostró que esas personas rasgaban sus ropas en
116 Profeta Dorwins Izarra

el altar, que se despojaban de su agenda, de sus motivaciones, de sus


planes e ideas y se entregaban por completo al Señor. Tal vez tú eres
una de esas personas. Quizás hasta hoy has entregado una peque-
ña porción de tu corazón para evitar compromisos, porque entregar
toda tu vida significa sacrificio.

Si entregas todo a Dios, sin reservas, algo se desatará en tu vida. El


Señor sacará del desierto a quienes aún no encontraron su destino.
Quizá piensas que esto es para aquellos que llevan poco tiempo en
el evangelio, que no es para ti. Pero te asombrarás al descubrir el pro-
pósito para tu vida. Si así lo deseas haz esta oración conmigo: «Padre,
en el nombre de Jesús, pedimos tu asistencia. Señor, tu palabra trans-
formará mi vida. Recibo los cambios eternos que produce tu Palabra.
Deseo conocer el destino profético para mi vida. Abre mi mente, mi
corazón, de tal manera que pueda comprender cuál es mi destino.
Amén».
El Proceso 117

6
En Jesucristo Concluye
Dios el Proceso
118 Profeta Dorwins Izarra

El proceso suscitado por el pecado del hombre y llevado adelante por


la justicia de Dios halla en Jesucristo su punto final. La solución divina
es una maravilla de audacia, pero respeta rigurosamente las exigen-
cias de la razón y del derecho, sin las cuales no hubiera tenido sentido
el proceso.

En Él queda condenado el pecado sin recurso y sin compromiso; bajo


todas sus formas y bajo todos los regímenes, el del paganismo y el
del judaísmo, aparece frente a Cristo como el mal supremo, el desco-
nocimiento radical de Dios y la corrupción irremediable del hombre
Romanos 1,18-3,20. La santidad manifestada por el Evangelio de Je-
sucristo pone al descubierto la mentira oculta en todos los corazones
3,4, reduce toda boca al silencio 3,19 y hace que brille el triunfo del
Dios veraz 3,4.

Ahora bien, este triunfo es al mismo tiempo la salvación del hombre.


Perdiendo su proceso el pecador que acepta su derrota y renuncia a
defender su propia justicia Filipenses 3,9 para creer en el perdón, en
la gracia y en la justicia de Dios en Jesucristo, obtiene por lo mismo
su justificación Romanos 3,21-26, su precio y su valor delante de Dios.

Creer en Jesucristo y en el poder redentor de su muerte es, en efecto,


desaprobar el propio pecado, responsable de esta muerte, y recono-
cerse objeto del incomprensible amor de un Dios capaz de entregar a
su Hijo único por los enemigos Romanos 5,6-10 8,32; es renunciar a la
defensiva y a la acusación de Dios para abandonarse al amor y a la ac-
ción de gracias. El proceso se termina con una reconciliación integral.

EL PROCESO DE JESÚS
Esta reconciliación no se opera sino en la fe, y el objeto de esta fe es
Cristo en su muerte y en su resurrección. Para superar el movimiento
espontáneo que nos erige en acusadores de Dios, hay que reconocer
en Jesús al Hijo muy amado entregado por su Padre.

Pero la reacción del pecador consiste en rehusar la generosidad de


Dios, en repudiar al que Él envía, en ver blasfemias en los signos que
presenta de su misión.
El Proceso 119

El proceso entablado por Caifás y seguido ante todos los tribunales


de Jerusalén es el tipo acabado del proceso entablado por el hombre
contra Dios a partir del primer pecado. No pudiendo poner su con-
fianza en Dios, vuelve contra él todos los testimonios que recibe de
su amor.

Todos los relatos evangélicos de la pasión ponen en el centro del pro-


ceso la cuestión decisiva: Jesús ¿es Cristo, el enviado de Dios encar-
gado de la salvación del mundo Mateo 26,63 p 27,11 p Juan 19,7?
Todos hacen resaltar en Jesús la certeza de estar unido con Dios por
un nexo que ninguna fuerza, ni la de los hombres ni la de la muerte,
es capaz de romper; y en sus adversarios la presencia de una negativa
consciente de la verdad.

En los falsos testimonios del proceso judío Mateo 26,59, en la cobar-


día de Pilatos 27,18.24, en la vanidad de Herodes Lucas 23,8-11, en la
preferencia dada a Barrabás Lucas 23,25.

Pero también la excusa, Lucas 23,34 de una situación en la que deli-


beradamente Dios entrega a su Hijo y lo abandona poder del pecado.

El evangelio de Juan marca todavía más claramente el carácter ejem-


plar del proceso de Jesús. Este proceso se desenvuelve a todo lo largo
de su vida pública: desde el primer milagro en Jerusalén «los judíos
buscan pleito a Jesús» Juan 5,16 y prevén ya su muerte 5,18 Mateo
3,6; todas las discusiones que tienen lugar entre los «judíos» y Él son
como la instrucción de un proceso en el que Jesús aduce sus testimo-
nios, el de Juan 5,33, sus signos propios y sus obras, los cuales todos
constituyen finalmente el único testimonio en que quiere basarse, el
de Dios 5,31-37 8,13-18.

El objeto de este proceso es exactamente el de los Sinópticos, la per-


sonalidad mesiánica y divina de Jesús, su calidad de Hijo de Dios

La revisión del proceso de Jesús es el primer gesto público de la Igle-


sia, y sigue siendo sumisión permanente. Dios, resucitando a Jesús,
demostró solemnemente la justicia de su causa y confundió a sus ad-
versarios, hizo «Señor y Cristo» a aquel al que ellos habían condenado
a muerte.
120 Profeta Dorwins Izarra

No obstante, al hacer de esta resurrección, en lugar de una demos-


tración de fuerza, un llamamiento a la fe y a la conversión, muestra
Dios que su victoria es la de su perdón. Este doble anuncio, del triunfo
de Dios sobre los pecadores y de la salvación que este triunfo aporta
a los pecadores, es tema esencial de la predicación de la Iglesia na-
ciente. Coincide exactamente con la teología explícita de Pablo a los
romanos.

Tal es el testimonio que el cristiano aporta al mundo. Su misión con-


siste en demostrar al mundo, como los apóstoles en Jerusalén, la in-
justicia del proceso que no cesa de seguir contra Dios y contra Cristo.

Es normal que el cristiano sea llevado ante los tribunales, acusado y


entregado por sus allegados Marcos 13,9-13 es fatal que el mundo
odie y persiga a los discípulos de Cristo Juan 15,18 y que toda su exis-
tencia esté expuesta a su mirada implacable 1Corintios 4,9; es preciso
que estén «siempre prontos a defender (su) esperanza ante quien-
quiera que sea» 1Pedro 3,15.

Pero este proceso no es el suyo, sino el de Cristo, que se continúa y


por el que tienen que dar testimonio. Así su testimonio no es el suyo,
sino el del Espíritu Santo Marcos 13,11; el Paráclito, como abogado
infalible, «confundirá al mundo» por su boca y por su vida, haciendo
brillar la injusticia de su causa y la justicia de Jesucristo.
El Proceso 121

CONCLUSIÓN
122 Profeta Dorwins Izarra

Podemos vivir, en un momento determinado, en medio de una gran


prosperidad financiera, de éxitos profesionales, de salud física y, sin
embargo, vivir con si habitáramos en un desierto, con profundas ca-
rencias emocionales y espirituales, con una actitud negativa y con
poco progreso en nuestra vida espiritual y emocional. Como el pue-
blo de Israel, podemos vivir en tierra prometida pero con mentalidad
de desierto, y muchas veces el vivir en condiciones de desierto, es
consecuencia de nuestra actitud de derrotismo ante la vida, de nues-
tra mentalidad de desierto.

Por el contrario, podemos vivir en condiciones físicas de mucha limi-


tación y escasez de recursos, en circunstancias de mucha adversidad
y, sin embargo, vivir con mentalidad de abundancia, con mentalidad
de tierra prometida; aprovechando cada oportunidad para sacar pro-
vecho y produciendo fruto abundante.

¿Quién dice que los procesos no duelen?


Claro que sí. Nos sentimos atrapados y por qué no decirlo, desconso-
lados… Y en medio de todo, en ocasiones, pensamos que DIOS nos
ha abandonado y que ya nunca más sentiremos el viento soplar a
nuestro favor… Y qué terrible malestar provoca en nosotros este mo-
mento cuando creemos que nunca más nos volveremos a levantar.
Somos sacudidos, quebrantados, pasados por el fuego… y en ocasio-
nes, nos atrevemos a preguntar: ¿Dónde está DIOS? …Lo sé porque
también lo viví! Y despertamos en la mañana asustados y ya no desea-
mos hacer nada. Y qué triste se torna el panorama cuando tratamos
de buscar ayuda y no encontramos a nadie que nos dé una mano.

Los Procesos duelen… pero DIOS es Fiel… Son necesarios y no hay


que desesperarse, solo resistir…!!

“Jehová, Roca mía y Castillo mío, y mi Libertador; Dios mío, Fuerte


mío, en El confiaré; Escudo mío, y el Cuerno de mi salud, mi Refu-
gio.” Salmos 18:2

Entonces la pregunta es ¿cuál es nuestra actitud en medio de estos


procesos? ¿Cómo respondemos a ellos? Es cuestión de actitud y sobre
todo entendimiento. Actitud para ser pacientes y soportar lo que se
El Proceso 123

nos viene encima. Y entendimiento para percibir lo que Dios quiere


enseñarnos. Porque muchas veces pedimos: Señor incrementa mi fe,
te quedas sin trabajo y reclamas a Dios. Señor dame paciencia, pedi-
mos, luego no llega la respuesta a tu necesidad y dices que Dios no
te escucha.

Debemos entender que nuestro crecimiento espiritual está en fun-


ción de la respuesta a los procesos de Dios. Si estamos dispuestos
a atravesarlos o no depende de nuestra rendición a Dios. Cuando
atravesamos los procesos que Dios utiliza como herramientas para
pulirnos, sucede que respondemos con murmuraciones, cuestiona-
mientos y dudas. Otras veces lo hacemos con una paciencia apropia-
da, oramos más, asistimos a la iglesia con más frecuencia y lo clásico,
le hacemos promesas a Dios. Solemos decirle: Dios si me cumples tal
o cual petición prometo que haré tal cosa. A veces decimos Dios si
curas a mi hijo voy a entregarte mi servicio y luego decimos a todo no.
Si me provees el trabajo Señor pondré mis dones y talentos a Tu ser-
vicio, pero resulta que te piden que cantes, prediques o evangelices
y a todo dices no. Si me haces ganar la clase sin estudiar entonces ya
no seré envidioso. Sabes, Dios responde algunas veces porque tiene
misericordia de tu vida pero no es lo que quiere enseñarte.

Ha quedado demostrado que cuando llega Su respuesta lo primero


que sucede es que nos olvidamos de todo lo que hemos prometido.
Porque prometemos a Dios y luego no cumplimos. ¿A caso Dios está a
nuestro servicio? Somos nosotros los que debemos estar a Su servicio.
Es impresionante como somos de convenencieros porque cuando es-
tamos en situaciones de apremio entonces si nos humillamos ante
Él, de lo contrario dejamos a Dios en segundo plano y a veces ni nos
recordamos de orar, leer la Biblia y menos compartir el Evangelio de
Cristo.

Lo peor que podemos hacer es pedir que Dios nos saque de nuestros
procesos antes del tiempo necesario. Imaginas a una mujer embara-
zada pidiendo que a los 5 meses de embarazo nazca su bebe, lo más
probable es que no viva y si logra vivir no estará formado tal como
debería estarlo.
124 Profeta Dorwins Izarra

Observemos una situación bíblica para concluir. Pablo se vio en una


situación que lo tenía francamente sometido que en algo puede pa-
recerse a lo que vives. Y al igual que tú anhelaba que se terminara
pronto porque era insoportable para su vida. Dice en 2 Corintios 12:8-
11: tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí [el aguijón en
la carne].

Él suplicaba a Dios, pero como Nuestro Padre es tan misericordio-


so le hace ver que nada de lo que sucede en nuestra vida carece de
propósito. Y le responde: BÁSTATE MI GRACIA; PORQUE MI PODER SE
PERFECCIONA EN LA DEBILIDAD. Qué respuesta tan impresionante. A
lo mejor Pablo esperaba que Dios le respondiera quitándole lo que
le incomodaba pero al contrario lo fortalece diciéndole: HIJO ESTOY
TRABAJANDO CON TU VIDA, Y CADA QUE SUFRES YO ME GLORIFI-
CO Y TODO MI PODER SE MANIFIESTA SOBRE TU SITUACION POR LO
TANTO NO TE DESESPERES QUE YO SOY TU DIOS QUIEN TE SOSTEN-
GO Y TE ESFUERZO. Así que no pidamos que Dios nos mueva sin que
nuestra vida no sea transformada.

Cuando estemos ahí en medio alabemos a Dios, agradezcámosle que


nos tome en cuenta para que nuestra vida espiritual crezca, cambie y
sea diferente. Y que finalmente como Pablo digamos: de buena gana
ME GLORIARE MAS EN MIS DEBILIDADES, para que repose sobre mí
el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las de-
bilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angus-
tias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. Cada momento
en manos de Dios debe darnos la confianza para saber esperar. Solo
cuando seamos tan pacientes como lo fue Abraham y tengamos esa
fe para saber que Dios está obrando en nuestras vidas y sobre todo
cuando aprendamos lo que Dios quiere que hagamos vivo en nues-
tra vida, estoy seguro que saldrás de tu proceso. El cual Dios ha utili-
zado para moldear tu vida.

“Has tú lo posible y deja que Dios haga lo imposible”.

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