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EL EVANGELIO DE LA CREACION

El evangelio ha sido un pilar fundamental para que exista una excelente relación
entre el ser humano y lo que le rodea, involucrando a todo tipo de ser. El
evangelio crea un buen comportamiento en el hombre, si bien es cierto, es
aceptado por muchas personas, sin embargo, rechazado por otras. El evangelio
de Dios, no solamente decreta que amar a nuestro prójimo, es un sacrificio que
debemos procurar realizar, también nos manda a que seamos moderados en
cuanto a la naturaleza que nos rodea (su creación también).

Aceptando de esta manera que cualquier criatura que este dentro de este mundo,
es digno de ser tratado con amor y compasión, bien lo dice el papa “si de verdad
queremos construir una ecología que nos permita sanar todo lo que hemos
destruido, entonces ninguna rama de las ciencias y ninguna forma de sabiduría
puede ser dejada de lado, tampoco la religiosa con su propio lenguaje”, esto me
lleva al pensamiento que cualquier creencia o ideología, que procure el bien
común, y más allá de el bien común que procure el bien de la tierra en general,
sobre toda criatura y objeto que sea participe o tenga un lugar; este debe de ser
bueno y tolerable.

Es importante recalcar cuales es nuestro origen, muchas personas pueden decir y


acertar que nuestra naturaleza es mala y pecaminosa, y no tengo dudas con esto,
más hay que entender que fuimos, primero que todo, una creación hecha “a
imagen y semejanza de Dios”, por lo tanto, antes que entrara sobre nosotros el
pecado, éramos seres de luz y amor, y comprender esto es saber que también
está en nuestra naturaleza el ser cuidadosos y pacientes con todos y todo lo que
nos rodea, fuimos un pensamiento de nuestro creador, él te llamo por tu nombre
cuando creo sus planes en su imaginación.

Muchas veces se ha interpretado de una forma incorrecta la palabra de Dios,


hemos tomado el dominio que Dios nos regaló sobre la tierra y todo lo que, en ella
esta, de manera errónea, creo que el plan de Dios era solo que pudiéramos tener
un sustento de cada día, para nuestras familias y nosotros mismos, pero la
humanidad han interpretado o, quieren interpretar la biblia a su favor, siendo seres
de ambiciones y codicias (como en la historia de Caín y Abel), nos hemos envuelto
en el pensamiento de que, entre más dinero tengo, mejor es. Y de esta manera
hemos ido explotando de una forma negativa nuestros recursos, al punto de llegar
a desastres movidos por las fuerzas naturales, fenómenos que no surgen sino de
toda la contaminación que le hemos provocado a nuestro hogar (la tierra).

Para el ser humano, tomar el mando de la situación, significa, arrasar y terminar


con todo lo que este a su disposición, pero no logran identificar el daño emergente
que debido a su codicia le ocasionan al mundo y medio ambiente.

Por otro lado, los que hemos decidido aceptar y creer en el plan divino de Dios, y
sabemos que todo recurso del cual Dios ha puesto a nuestra disposición no es
para nada mas, que poder subsistir nuestro diario vivir.

“Cuando coseches la tierra, no llegues hasta la última orilla de tu campo, ni trates


de aprovechar los restos de tu mies. No rebusques en la viña ni recojas los frutos
caídos del huerto, los dejaras para el pobre y el forastero”, levítico 19:9-10.

Tenemos también percibido que, toda criatura que esta debajo del cielo, debe de
alabar el nombre de Dios; somos, más allá de su creación, un pueblo sentado
junto a él. Y por toda esta misericordia que sobrepasa nuestro entendimiento, es
preciso que cada criatura debajo de cielo le alabe y glorifique su nombre, somos
amados por él, pero también es preciso que nosotros le mostremos que le
amamos, teniendo claro todo lo que él hizo y sigue haciendo por nosotros.

“La naturaleza no es otra cosa sino la razón de cierto arte, concretamente el arte
divino, inscrito en las cosas, por el cual las cosas mismas se mueven hacia un fin
determinado, como si el maestro constructor de barcos pudiera otorgar a la
madera que pudiera moverse a sí misma para tomar la forma del barco”

Se debe de entender, que este plan fue creado con detalles mínimos, no solo una
casualidad; cada especie, cada ser que, en la naturaleza esta, toma vida propia y
se mueve solo por sí sola, analicemos la forma en que las plantas y demás
vegetación, tienen un proceso de vida, casi similar a los seres humanos, estas
nacen por si solas, crecen de una manera inexplicable, al punto de florecer
extraordinariamente, y algunas de ellas, dar su fruto. Este proceso, tubo por
obligación que ser creado por alguien dotado de soberanía. Y ni hablar de las
reacciones que, tanto vegetación como los animales tienen ante diversos
procesos; los perros o animales domésticos, nos expresan de una u otra forma
sus emociones para con nosotros; las plantas, les dejas de dar amor y cuidado, e
inmediatamente estas se pueden desvanecer, incluso marchitar.

Entonces, se entiende mejor la importancia y el sentido de cualquier criatura si se


le contempla en el conjunto del proyecto de Dios. Cada cosa, por muy mínima que
parezca, esta tiene su importancia y relevancia aquí en el mundo, está claro que
todo cumple su propósito.

Cumplir con un propósito, no varía según la importancia que como humanos le


damos a las cosas, creo que todos los propósitos que fueron decretados por Dios,
cumplen un propósito importante y fundamental. Decir que es más importante un
médico, a la que barre el piso del hospital, es totalmente erróneo, ambos realizan
su función, y estas son igual de importantes; que un medica inyecte o introdujo un
medicamento es tan importante como que el piso este limpio para un ambiente
agradable. Debe de quedar claro que cada persona está hecha con un propósito
soñado antes de la creación.

Es necesario que exista coherencia entre lo que decretamos con nuestra boca, y
nuestras acciones, porque muchas veces, fallamos en esta parte. Muchas
personas aman la vida y se sienten golpeados emocionalmente cuando atentan
contra la vida de un ser que es cercano, sin embargo, son las mismitas personas
que están a favor del aborto, y que muchas veces ejecutan este acto repugnante.

“este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí.

Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de


hombres.” Mateo 15:8-9.

Nuestra doctrina debe de ir aliada a nuestros hechos, así mismo, nuestras


creencias e ideologías deben de ir apegadas a nuestro accionar; sino estaríamos
siendo hipócritas, seres que solo reflejan ser buenos, para ser bien vistos por las
personas, más lo que dentro de su corazón lo contradice todo. Si nosotros leemos
los evangelios de la biblia, podremos notar que Jesús, fue el vivo ejemplo que por
siempre tendremos de un cristianismo, un cristianismo compasivo, bondadoso,
detallista, sensible y, sobre todo, que nuestro pensar va relacionado con nuestro
accionar.

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