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La Ética Profesional

PUBLICADO EL 14 DE NOVIEMBRE DE 2017 POR ANTON P. BARON

La ética profesional
 
Gilda Ramona Roa Colman, Celia María Martínez y Jessica Acosta
Universidad Columbia del Paraguay
Nota de los autores
Sede Central 25 de mayo, carrera Ciencias Contables y Administrativas
roagilda@gmail.com
 

Introducción
El ser humano no es solo el yo individual, sino también es el yo social. El yo individual
le permite la libertad de elección, el yo social le indica que situación tiene
consecuencias que transcienden la individualidad, es de esta forma que: el acto del ser
humano es un acto consciente, libre y voluntario que en automático se convierte en un
acto moral, el cual nos remite a la responsabilidad, la que nos obliga a responder por lo
actuado o no actuado. De esta manera, se puede responsabilizar a cualquier persona por
algún hecho, ya sea por la mala aplicación de sus conocimientos o por realizar una mala
evaluación, por ausencia, abuso de poder, mala práctica y por dar informaciones
tergiversadas. Actuar éticamente implica, entonces actuar acorde con las normas y
reglas de comportamientos impuestas por la sociedad que nos rodea, por eso la ética
vive en cada ser humano sea cual sea su profesión y su entorno.

La ética profesional, por ende, nace de un trabajo al servicio de los demás. Esta se debe
vivir en cada una de las situaciones afrontadas en nuestra vida (social o laboral),
permitiendo así la búsqueda de la excelencia profesional a través de la honestidad y
responsabilidad. De esta forma entiendo que la ética profesional es parte de la
conciencia individual, que se manifiesta en un comportamiento social responsables
acerca de los deberes de una profesión, después de haber asumido un código de ética
conocido o escrito, mediante un proceso de socialización manteniendo el equilibrio
entre lo personal y social que permita estudiar, aplicar y resolver problemas
profesionales con la mayor competencia y honestidad posibles.

Por eso no está de más hablar de la importancia de la responsabilidad y honestidad que


deben tener todas las personas, especialmente las profesionales, que con su
conocimiento tienen mayor acceso al poder y, por lo tanto, mayor responsabilidad,
porque a mayor conocimientos a mayor responsabilidad y de esto se requiere una
sensibilidad de conciencia profesional y de apego a la verdad, a la honestidad y a la
responsabilidad, porque tienen entre sus manos la tarea enorme de informar y orientar a
la sociedad. “El fin de la ética es indicarnos el camino del bien. Y el bien, es el objeto al
que dirigimos todas nuestras actividades”.

La ética profesional
La ética tiene que ver con el compromiso de ser una buena persona, la cual pasa por la
realización del bien común, es la rama del saber que se ocupa del estudio de las
acciones morales de los individuos y de los grupos así como de las reglas y normas que
rigen ese comportamiento en una sociedad determinada.

Los seres humanos a pesar de nuestros condicionamientos, hacemos opciones


fundamentales, tiene que ver con el bien personal, la auto realización o felicidad para lo
cual participamos una actividad comunitaria que permitió a la revalorización de nuevas
actividades humanas. De lo contrario, nuestra existencia social se pone en peligro,
porque el bien común abarca la realización de las necesidades indispensables para vivir
humana y dignamente (Ruiz, 2010).

Es un fin noble, es decir, el servicio de los demás: el curar, enseñar, informar, la


convivencia justa, cuando el hombre siga o no tales normas al evaluar sus propios actos,
que por ser humano son libres, implica que la ética tiene más relación con la voluntad
del hombre que con la moral.

Un conjunto de conocimientos sistemáticos, metódicos y racionales basados en la


experiencia y fundados en principios, la profesionalidad será una virtud pública en la
medida en que sirva a los intereses comunes de la sociedad y será una virtud privada en
la medida en que ayude al individuo a serlo realmente, a ser autónomo y no esclavo de
sus actividades. No son dos cosas distintas, alguien es buen profesional cuando realiza
con destreza y responsabilidad la finalidad de su actividad (González, 2.012).

La ética en la conciencia moral de todo ser humano les sirve de motor, freno o de
dirección según los casos al momento de actuar, le permite no incurrir en conductas
equivocadas en su comportamiento profesional, ya que la ética no solo regula lo que
debe hacer o no, sino también el cómo debe hacer. El proceder bajo las normas éticas
permite resolver tales situaciones sin choques de conciencias (González, 2.012).

Debido a la evolución que ha sufrido la palabra ética se ha llegado a confundir con la


moral, concepto que deriva del latín y que también significa costumbre. La gran
diferencia radica en que la moral es “la ciencia que enseña la reglas que deben seguirse
para hacer el bien y evitar el mal” o también “el conjunto de normas y hechos que
conducen al hombre hacia la práctica de las buenas costumbre, la honestidad y el
cumplimiento del deber”,  en cambio la ética es “aquella parte de la filosofía que trata
de la moral y de las obligaciones del hombre”.
En el contexto actual requiere con urgencia que los profesionales de las empresas y
organizaciones practiquen la responsabilidad social y sean éticos, necesitamos que los
actores de la innovación institucional sean competente, creativos, contextuales,
conceptuales y que comprendan que la solidaridad es la clave para lograr la
sostenibilidad.

A partir de esta definición podemos darnos cuenta del sentido de una profesión. En
primer lugar, una profesión busca realizar un bien o finalidad, que es indispensables
para la vida social. Pero su realización exige el cultivo de hábitos o excelencias por
parte del sujeto y de la acción que realiza. Finalmente, la actividad profesional no es una
actividad aislada sino comunitaria, la cual le da una identidad profesional. El logro de
dicha finalidad es lo que le da sentido y legitimidad social a la profesión (Pedrini.2017).

La ética profesional establece cómo deberían ser las condiciones en las que un ser
humano se relacione con su entorno. Es importante que un profesional ofrezca un
servicio justo y que realice una buena labor, es lo que corresponde y que resulta bien
para los clientes. La ética empresarial tiene tres ramas: economicismo limitado (tiene
como objetivo maximizar los beneficios, pero respetando las normas legales), dualismo
racionalista (busca los beneficios pero respetando los principios que establece alguna
teoría ética racionalista) y en tercer lugar está el realismo moderado (entiende que el ser
humano puede identificar las necesidades de su entorno y establecer una relación
equitativa con este medio).

La ética no implica coacción, es decir, que está libre castigo físico, sanciones o multas
como los de la sociedad, por ejemplo el que tendría robar un auto. Lo que si implica los
actos ética y moralmente incorrectos es la responsabilidad. Las personas deben ser
responsables sobre sus propios actos, dado que cada uno de nosotros siempre actúa con
libertad, voluntad e inteligencia, no de manera forzada. También tienen que ver la
libertad y la voluntad con la elección de una carrera, por lo tanto la persona humana
debe ser respetuosa de las obligaciones y derechos que esa profesión conlleva (Ruiz,
2010).

Asimismo, los derechos también son importantes en la ética profesional, ya que si un


profesional sostiene que hay algo que no responde a lo que él considera correcto en su
pensamiento ético, no debería estar bajo ninguna circunstancia obligado a hacerlo.

Un individuo podrá establecer su ética profesional mediante dos puntos fundamentales,


como primer punto valores individuales; los valores individuales son todos aquellos que
poseen una persona a través de sus vivencias, experiencias y su propia voluntad y como
segundo punto código oficial de ética; este tipo de código rige el comportamiento ético
de un profesional.
También podemos hablar de ética empresarial que hace referencia a como una compañía
integra el conjunto de valores (honestidad, respeto, justicia y otros) en sus propias
políticas, prácticas y en la toma de decisión en todos los ámbitos de la empresa.

Se ocupa del estudio de las cuestiones normativas de naturaleza moral que se plantean
en el mundo de los negocios, la gestión empresarial, la organización de una corporación
las conductas en el mercado, las decisiones comerciales, etc (Vargas, s.f).

Como principios de la ética empresarial podemos mencionar los siguientes puntos:

Conciencien moral; los principios morales de todos ser humano, el bien y el mal, el
sentido de la justicia.

La moral social; viene marcada por el entorno social donde se realice actividades.
Influyen factores como; la religión, la estructura familiar, la cultura, la educación, etc.

Leyes del estado; reglamentos impuestos por un gobierno y basados en la moral de la


nación.

Además la ética empresarial se puede utilizar como una ventaja competitiva; porque
mejora el desempeño financiero, según recientes estudios aquellas empresas que se
estrechan a un código ético logran ser más valoradas, - beneficias a las ventas, a la
imagen y la reputación de la empresa mediante la imagen ética se fortalece la capacidad
que tiene la empresa para atraer a los clientes, a los mejores profesionales,
inversionistas de capital y permite obtener buenos beneficios, -  fortalece la lealtad y el
compromiso de los trabajadores con la empresa, los trabajadores que realizan sus
actividades en un ambiente más ético son seis veces más leales, - disminuye la
vulnerabilidad hacia grupos de presión, la asimilación de la ética en sus valores, puede
ayudar a una empresa en momento de crisis para no sufrir gran daño en su credibilidad y
reputación, - evita acciones administrativas y judiciales, una conducta anti ética puede
incrementar multas, acciones judiciales, etc., - evita perdida de negocios, las relaciones
comerciales con los clientes o proveedores que no mantienen una conducta ética pueden
perjudicar al negocio, - reduce conflictos entre los miembros de la organización y
supone un componente esencial de la calidad total (Ruiz, 2010).

Para culminar podemos decir que la ética empresarial es el conjunto de valores, normas
y principios reflejados en la cultura empresarial para alcanzar una mayor sintonía con la
sociedad y permitir una mejor adaptación a todos los entornos en condiciones que
supone respetar los derechos reconocidos por la sociedad.

Principios éticos adoptados por algunas empresas hoy en día; responsabilidad hacia el
ambiente – Intolerancia hacia la discriminación por; raza, color, religión, sexo, edad,
impedimento físico, respetar las necesidades y derechos de los empleados, mantener un
ambiente seguro y saludable, mantener una política contra el hostigamiento sexual
(Angulo, 2017).

Normas de conducta ética para contadores – administradores


Norma es una regla, una guía, un precepto, una ley, un modelo, un principio o un
reglamento; esto es, todo lo que orienta, que direcciona o que da sentido. Toda regla que
postula deberes en orden con nuestra vida de relación social.

El contador público deberá realizar su trabajo cumpliendo eficazmente las disposiciones


profesionales promulgadas por el estado y por el consejo técnico de la contaduría
pública aplicando los procedimientos adecuados debidamente establecidos. Debe tener
siempre presente que la sinceridad, la buena fe y la lealtad para con sus colega son
condiciones básicas para el ejercicio libre y honesto de la profesión y para la
convivencia pacífica, amistosa y cordial de su miembros (Vargas, s.f).

Tiene la obligación de respetar la confidencialidad de la información sobre las


actividades de sus clientes o de quienes le emplean laboralmente, adquirida en la
ejecución de sus servicios profesionales. El deber de guardar el secreto profesional
continua incluso después de la finalización de sus relaciones con el cliente. El contador
público tiene la obligación de asegurar que el profesional que actúan bajo su control, así
como las personas de la que recaban asesoramiento o asistencia, respetan el secreto
profesional.

El contador público deberá cimentar su reputación en la honradez, laboriosidad y


capacidad profesional, observando en sus actos las reglas de éticas más elevadas y
evitando toda publicidad con fines de lucro o auto elogio. No deberá anunciarse o
solicitar trabajo utilizando medios masivos de comunicación u otros que menoscaben la
dignidad del contador público o de la profesión general. No obstante, el profesional no
debe utilizar estas circunstancias para obtener ningún tipo de ventaja profesional (Ruiz,
2010).

El administrador debe evitar cualquier tipo de discusiones personales en el ambiente


laboral, creando las condiciones óptimas dentro del clima organizacional. También tiene
derecho y el deber de protestar en caso de que considere que sus superiores han tomado
una decisión errónea que vaya a perjudicar el funcionamiento de la empresa. Como ente
moderador entre las partes de la empresa no puede tomar actitudes que lo lleven a
parcializarse con algunas de las partes (amistad, relaciones externas).

En caso del manejo financiero, el administrador tiene la obligación tanto moral como
legal de no hacer uso indebido de los fondos de la empresa, así también debe exhibir
una conducta ejemplar, tanto frente a sus subalternos como a sus superiores, dentro y
fuera de la empresa. También existen códigos que están considerados dentro de un
marco ético: La lealtad, legalidad, diligencia y honestidad (González, 2.012).

Del mismo modo el administrador no puede apropiarse de acciones o ideas de sus


colegas o subalternos y darle el crédito que se merece el responsable de las mismas. Al
dar un servicio u ofrecer un producto debe garantizar la satisfacción del cliente. 

Comportamiento profesional
El principio de comportamiento profesional impone una obligación a todos los
contadores públicos de cumplir con las leyes y reglamentos relevantes, y evitar
cualquier acción que el contador público conozca o deba conocer, que pueda
desacreditar a la profesión. Esto incluye acciones sobre las que un tercero razonable y
bien informado, ponderando todos los hechos y circunstancias específicas conocidos por
el contador público en el momento, concluyera que afectan de manera adversa la buena
reputación de la profesión.

Confiabilidad u confidencialidad
La relación contador usuario es el elemento primordial en la práctica profesional. Esta
relación se basa en la confianza mutua, cuya plataforma fundamental está en una estricta
reserva profesional. Esta reserva implica el compromiso de no revelar ninguna
información confidencial obtenida durante un desempeño profesional, excepto cuando
el cliente lo permita en los siguientes casos; para cumplimiento de una situación ante
jueces de la república, para dar información a la auditoría externa y para la solicitud de
información de una entidad estatal de supervigilancia, junta central de contadores o en
los eventos que la reserva sea levantada por la ley.

Por ende, los contadores profesionales tienen la obligación de respetar la


confidencialidad de las informaciones relacionadas o con los negocios de los clientes o
empleadores, dentro de un marco de servicio profesionales prestados. El deber de
confidencialidad permanece aún después determinada la relación entre el contador
profesional, el cliente o el empleador.

Además, los contadores profesionales tienen la obligación de asegurar que el personal


bajo su control y las personas de quienes se obtiene consejos de asistencias respeten el
principio de confidencialidad (González, 2.012).

Competencia
            Exige que la persona tenga los conocimientos, destrezas y actitudes requeridos
para prestar un servicio. En la competencia radica la autoridad del profesional y su valor
social (aptitud acreditada en su quehacer). La competencia expresa la síntesis de saber y
hacer; de doctrina y capacidad; de conocimiento y acción eficiente. No solo se refiere
aún saber teórico, sino aún saber práctico, o a la acción racional práctica; no es tanto un
saber objetivo, sino la realización de ese saber teórico en una subjetividad, desde la
experiencia y con un conocimiento suficiente, distinto y actualizado de la finalidad,
describe a la habilidad o capacidad para resolver los problemas propios del trabajo.

El servicio profesional competente requiere el ejercicio de un juicio sólido al aplicar el


conocimiento y habilidad profesionales en el desempeño de dicho servicio. La
competencia profesional puede dividirse en dos fases:

El mantenimiento de la competencia profesional requiere atención continua y el


conocimiento de los avances técnicos, profesionales y de negocios. El desarrollo
profesional continuo le permite al contador público desarrollar y mantener sus
capacidades para desempeñarse de manera competente dentro del entorno profesional
(Angulo, 2017).

Competencia Física
Muchas veces, algunos profesionales fracasan en sus respectivas profesiones porque son
físicamente incapaces, no tienen la aptitud necesaria para llevar sus labores
profesionales aún feliz término. El principio de la competencia física es la higiene
mental y física. La higiene mental se referirá al conjunto de disposiciones necesarias
para aceptar el propio trabajo y gozar del mismo, mientras que la higiene física se
refiere al mantenimiento de la incapacidad física para desempeñar a cabalidad un
trabajo.

Competencia moral
La competencia moral se refiere a la necesidad que el profesional tiene de referirse a un
bien, al bien; esa necesidad se refleja en la vida según la virtud, en la vida virtuosa, la
cual se manifiesta en el sentimiento de rechazo a todo lo que aparezca como oscuro,
injusto o dudoso, a la vez que en la conciencia de la dignidad de la profesión. Se
distingue dos virtudes profesionales: la justicia y la caridad. La primera se vuelve un
imperativo para el profesional en la medida en que es depositado de un bien social (de
cultura) del que debe dar cuenta a la sociedad en que vive. La segunda, se refiere a la
necesidad de que el profesional se dedique a un servicio desinteresado de todos los
demás miembros de su sociedad, aunque, en un sentido de justicia no esté obligado a
ello (Angulo, 2017).

Integridad
La integridad implica no solamente honestidad sino también relacionarse justa y
verazmente. El principio de objetividad impone a todos los contadores profesionales la
obligación de ser veraces, intelectualmente honestos y libres de conflictos de interés.

 El contador público deberá mantener incólume su integridad moral cualquiera que sea
el campo de su integridad profesional por lo tanto se espera de él rectitud, probidad,
honestidad, dignidad y sinceridad en cualquier circunstancia y otros principios como
veracidad, lealtad, justicia y equidad.

La integridad que debe mantener el contador público en todas actuaciones y de manera


especial cuando ejerce la auditoria, se refiere al elemento de su carácter, que se plasma
en la firma de sus principios morales, su rectitud y honradez. En el mismo principio de
integridad no se hace diferencia el campo de acción en el cual se desempeña, es más la
integridad no solo debe estar circunscrita al ejercicio profesional, sino a su vida
personal.

Objetividad
Es la imparcialidad y actuación sin perjuicio. Este principio se aplica especialmente
cuando se trata de certificar, dictaminar u opinar sobre los estados financieros de
cualquier entidad y está ligado íntimamente con el principio de independencia. La
objetividad representa para los auditores, la capacidad esta para mantener una actitud
imparcial, libre de todo sesgo, para tratar todo los asuntos que queden bajo su análisis y
estudios. Este principio ético implica que el auditor en manera alguna subordinara su
criterio a la opinión de sus clientes.

Los contadores profesionales están expuestos a situaciones que envuelven la posibilidad


de que sobre ellos se ejerzan presiones. Esas presiones pueden menoscabar la
objetividad.

Es impracticable definir y prescribir todas esas situaciones en las que pueden existir
esas presiones posibles. Debe prevalecer la razonabilidad en el establecimiento de
estándares para identificar las relaciones que probablemente, o puedan parecerlo,
lesionen la objetividad de un contador profesional.

Deben evitarse las relaciones que generen prejuicio, sesgo o influencia de otros para
menoscabar la objetividad. Los contadores profesionales tiene la obligación de asegurar
que el personal o los servicios profesionales contratados se adhieren al principio de
objetividad.

Independencia
En el ejercicio profesional, el contador público deberá tener y demostrar absoluta
independencia mental y de criterio con respecto a cualquier interés que pudiere
considerarse incompatible con los principios de integridad y objetividad, con respecto a
los cuales la independencia, por la característica peculiar de la profesión contable, debe
considerarse esencial y concomitante.
Ejemplo; el contador público no podrá realizar auditorías en empresas o entidades en la
que haya trabajado como contador o ejecutivo con influencias sobre contabilidad, hasta
después de dos años de su retiro de las mismas.

Responsabilidad
Sin perjuicio de reconocer que la responsabilidad, como principio de la ética
profesional, se encuentra implícitamente comprendida en todas y cada una de las
normas de ética y regla de conducta del contador público, es conveniente y justificada
su mención expresa como principio para todos los niveles de la actividad contables.

En efecto, de ella fluye la necesidad de la sanción, cuyo reconocimiento en normas de


ética, promueve la confianza de los usuarios de los servicios del contador público,
compromete indiscutiblemente la capacidad calificada, requerida por el bien común de
la profesión.

El sentimiento de responsabilidad es un sentimiento personal que compromete a cada


persona y le hace comprender que no puede simplemente abandonarse a sus
conveniencias individuales. Todo individuo o persona lleva una responsabilidad sea
personal o para otra, pero esta la lleva a cabo dependiendo de sus criterios (Ruiz, 2010).

Respeto entre colegas


El contador público deberá tener siempre presente que la sinceridad la buena fe y la
lealtad para con sus colegas son condiciones básicas para el ejercicio libre y honesto de
la profesión y para convivencia pacífica, amistosa y cordial de sus miembros.

Solidaridad
La relación de respeto y colaboración que se establecen entre los miembros de la misma
profesión, con el fin de ayudarse y evitar perjudicarse unos a otros.

La solidaridad es uno de los valores éticos, se define como la capacidad del ser humano
para sentir empatía por otra persona y ayudarla en los momentos difíciles, es un
sentimiento de unidad en el que se buscan metas e intereses comunes.

En las sociedades modernas, cada persona se desarrolla de manera personal, pero para
sobrevivir en sociedad se necesita de otras personas, y es ahí donde la solidaridad hace
su trabajo, permitiendo que el colectivo una fuerzas en pro de un bien común (González,
2.012).

Observancia de las disposiciones normativas


El contador público deberá realizar su trabajo cumpliendo eficazmente las disposiciones
profesionales promulgadas por el estado o por el consejo técnico de la contaduría
pública aplicando los procedimientos adecuados debidamente establecidos. Además
deberá observar las recomendaciones recibidas de sus clientes o de los funcionarios
competentes del ente que requiere sus servicio, siempre que éstos sean compatibles con
los principios de integridad, objetividad e independencia, así como con los demás
principios y normas de éticas y reglas formales de conducta y actuación aplicables en
las circunstancias.

Conflicto ético
En circunstancia donde el contador público en la empresa crea que el comportamiento
poco ético o las acciones de terceros podrían continuar ocurriendo dentro de la
organización empleadora, el contador público en la empresa debe considerar la
necesidad de solicitar consejo legal. En esas situaciones extremas, donde todas las
salvaguardas disponibles han sido agotadas y no es posible reducir las amenazas a un
nivel aceptables, un contador público en la empresa podría llegar a la conclusión de que
sería apropiado renunciar a la organización empleadora.

El contador público de una empresa tiene la obligación profesional de obedecer los


principios fundamentales. Sin embargo, a veces puede ocurrir que sus responsabilidades
con la organización empleadora y las obligaciones profesionales de obedecer los
principios fundamentales estén en conflicto.

Normalmente, un contador público en la empresa debe respaldar los objetivos legítimos


y éticos establecidos por el empleador, y las reglas y procedimientos a favor de esos
objetivos. Sin embargo, cuando el acatamiento de los principios fundamentales sea
amenazado, el contador público en la empresa debe considerar una respuesta a tales
circunstancias. Los contadores públicos en las empresas podrían tener interés
financieros de miembros familiares cercanos, que podrían, en ciertas circunstancias,
aumentar las amenazas al cumplimiento de los principios fundamentales. Por ejemplo,
amenaza de interés personal a la objetividad o a la confidencialidad que podrían crearse
a través de la existencia de un motivo y oportunidad para manipular información sobre
los precios para obtener ganancias financieras.

En cualquier profesión que merezca ese nombre hay dos polos complementarios: lo que
mueve al profesional y lo que legítimamente demanda la comunidad a los profesionales.
La ética de la profesión orienta los comportamientos de la personas en ambos aspectos,
pero no ha de ser moralina ni adorno, sino más bien la entraña misma de la actividad
profesional como compromiso de la persona con su propio proyecto vital y como la base
de la confianza que la sociedad deposita en el trabajo de quienes son considerados
profesionales, esto es, ciudadanos con una especial responsabilidad en la
comunidad (Vargas, s.f).

Conclusión
Para concluir, queremos mencionar la importancia de la ética profesional; tanto teórica
como práctica,  la ética profesional analiza los principios fundamentales de la moral y
de los deberes de la profesión. Los conocimientos morales e intelectuales que nos
provee la ética como dogma de comportamiento, es la clave que nos llevará al éxito.
Entendemos que la ética se ocupa de las normas de la conducta humana, si aplicamos
esta definición al término "ética profesional” nos daremos cuenta de que se refiere al
conjunto de normas que rigen a quienes se consideran ser profesionales, aunque no
siempre sean cumplidas por éstos.

Se deben poner en práctica los principios éticos que establezcan los parámetros y reglas
que describan el comportamiento que una persona puede o no exhibir en determinado
momento. No es difícil poner estos principios en práctica, pero el omitirlo redundará en
perjuicio propio y en el de las personas con quienes se interviene o se interactúa.

Conocimos que algunos de los deberes del profesional son la solidaridad, estar de
acuerdo con la moral establecida, el secreto profesional, (este le dice al profesional que
no tiene derecho de divulgar información que le fue confiada para poder llevar a cabo su
labor), etc. También algunos de sus derechos; tales como: la elección de la profesión es
completamente libre, el beneficio propio, la capacitación, etc.

Honestidad; aprender a conocer sus debilidades y limitaciones y dedicarse a tratar de


superarlas, solicitando el consejo de sus compañeros de mayores experiencias.

Integridad; defender sus creencias y valores, rechazando la hipocresía u la


inescrupulosidad y no adoptar ni defender la filosofía de que el fin justifica los medios,
echando a un lado sus principios.

Por último, el ser humano es responsable de actuar inteligente y libremente y es el único


que puede responder por la bondad o malicias de sus actos ante su propia conciencia.

Referencias
Angulo Parra, Y. (2018). Filosofía Ética y Valores. Recuperado
de http://www.tabiblion.com/liber/Filosofia/Eticayvalores.pdf :  http://
www.tabiblion.com
Pedrini, M.C (2012). Ética Profesional y Conflictos. Recuperado
de https://es.slideshare.net/MaraCristinaPedrini/etica-profesional-y-conflictos-2-power:
https://es.slideshare.net/
Prezi (2013). Ética Confiabilidad. Recuperado de https://prezi.com/b2hfsn91lnyx/etica-
confiabilidad/ : https://prezi.com
Ruiz V, J.W. (2010). Módulo de ética profesional. Recuperado
de http://www.fcevir.ueb.edu.ec/fce/documentacion/modulos/ue/MODULO_DE_ETIC
A_PROFESIONAL.pdf
Vargas, G. (s.f). El contribuyente, ética para contadores y sus amenazas. Recuperado
de    https://www.elcontribuyente.mx/articulo/46/tica-para-contadores-y-sus-amenazas.
GonzálezPaucar, Sergio (2012). Etica empresarial. Recuperado
de    https://es.slideshare.net/provocadora01/diapositivas-etica-empresarial

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