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Cita sugerida:
Castro, A.S. (2016). Saberes migrantes. Trayectorias de productores bolivianos del
periurbano platense. Tesis de grado. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación. En Memoria Académica. Disponible en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.1295/te.1295.pdf
LICENCIATURA EN SOCIOLOGÍA
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Resumen
La actividad hortícola del periurbano platense comenzó a modernizarse desde los años
tecnológico del país. En estos años, los migrantes bolivianos de origen campesino se
expansión de la Revolución Verde y los cambios culturales que esta significó para la
agricultura familiar. Nos preguntamos ¿qué pasa con los saberes y prácticas agrícolas a
comenzaron su recorrido en Tarija y Chuquisaca (sur de Bolivia), pasaron por las zonas
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Agradecimientos
A mi papá Juan, mi mamá Nora y mi hermano Lucas por el amor, la sensibilidad
y la creatividad para la vida;
a mis abuelos María, Ñata y Simón por sus historias de vida que son hoy mi
identidad;
a mis abuelos que no conocí por guiarme en el camino;
a mis amigas-hermanas por el cariño y la paciencia;
a la familia de la Academia Mayor de la Lengua Quechua donde siempre me
siento como volviendo a casa;
a Trivi que se convirtió en mi compañero de éste y otros viajes;
a Noe, Ceci y Andrés por ayudarme a entrar en este mundo;
y a mi vesícula que acumuló las manías de estos tiempos y se quedó en el
camino.
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“Hay hombres que luchan un día y son buenos;
hay otros que luchan un año y son mejores;
hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay quienes luchan toda la vida;
esos son los imprescindibles”.
Bertolt Brecht
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Índice
La llegada al punto de partida ………………………………………....…….......…. P. 5
6. Los actores……………………………………………………………………… P. 57
a. Lugar de origen………………………………………………….……..….… P. 61
Conclusiones…………………………………………………………………...…. P. 105
Bibliografía…………………………………………………………………...…… P. 110
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La llegada al punto de partida
Este trabajo empezó hace unos años y tuvo dos vertientes fundamentales. La
Curso de Vida que cursé en el año 2012 y del que luego fui parte como estudiante
profesora, Leticia Muñiz Terra, luego mi directora de tesina, supo darme una guía clara
haciendo crecer las lecturas que arriesgaba sobre el mismo. La segunda, la posibilidad
del sector. Este fue el puntapié inicial para la delimitación del tema a investigar, donde
Guido Prividera cumplió la función clave de introducirme en las discusiones del mundo
las quintas y sus actores. No quiero olvidarme de Andrés Merchán que me ayudó
sólo fueron posible por el vínculo que él había creado con los y las productoras; y
tampoco de Cecilia Garatte, por su compañía en las alegrías y angustias de este proceso
que es tan solitario. Finalmente, quiero mencionar a Andrés Polack que confió en mí
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casi a ciegas y me abrió la puerta que separa/une la facultad con el mundo del trabajo.
Agradezco a cada una de las personas que participaron en las diferentes etapas de la
tesina, para mí fue un proceso de aprendizaje muy satisfactorio. Espero que resulte un
aporte para el acercamiento y comprensión de los actores del sector, los protagonistas,
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1. Una introducción a la problemática
Desde los años ´80 del siglo XX, la producción hortícola se vio transformada en
base a tecnologías de insumos y la tecnología del invernáculo (Selis, 2000). Guiada por
pampeano a mediados de siglo pasado. Mediado por políticas estatales, demandas del
representa la zona más capitalizada y tecnologizada del país, donde se producen grandes
otras provincias (García, 2012). Este modelo tiene una lógica de espiral, donde se
demanda cada vez más cantidad de insumos, lo que lo hace poco sustentable
Por otro lado, los actores de la producción han sido históricamente migrantes de
En las últimas décadas del siglo pasado, la migración boliviana ha sido atraída por esta
actividad (Benencia et. Al., 1997: Ringuelet, 2000, entre muchos otros). Estos llegaron a
agrícolas que los migrantes traen de sus lugares de origen y que aprenden en los lugares
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llegan a una agricultura moderna y especializada (García, 2012; Kraser y Ockier, 2008;
Domínguez, 2008). Partiendo de esta idea, nos preguntamos ¿de qué manera cambian
temporales de cada uno de los espacios productivos recorridos por los actores. Y c)
tradicionales (Sevilla Guzmán y Mielgo, 2000; Sarandón, 2002). Entendemos que éstos
que tienen lugar, y que son aprendidos a través del “habitus” de los actores. Los mismos
(tanto el habitus, como las “prácticas” que de él derivan) son susceptibles de cambio
teniendo en cuenta los procesos sociohistóricos, así como los planos estructural y
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cualitativo, buscamos comprender el problema en profundidad y no generalizar los
técnica de las historias de vida para reconstruir la trayectoria de los actores en primera
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2. Modelo de producción
La agricultura “es considerada una
actividad milenaria en la historia de la humanidad.
Pareciera que ha existido desde tiempos
inmemoriales y va a existir por siempre. Sin
embargo, esto no es así (…)” (Sarandón, 2002:23).
1970 hasta 2002 un modelo de apertura al exterior (Giarracca, 2005) y desde 2004 para
Desde mediados del siglo XIX Argentina comenzó a producir alimentos (carnes
y cereales) para abastecer a los países europeos. Además producía casi la totalidad de
los alimentos necesarios para abastecer al mercado interno (Gutman et al. 1987). Para
configuró el modelo agroexportador que tuvo como centro la región pampeana y como
periferias las zonas extra pampeanas donde se desarrollaban las agroindustrias que
abastecían al mercado interno1. Este modelo ubicó al país, como parte de la “periferia
prospera” de capitalismo mundial junto con Canadá, Estados Unidos, Australia y Nueva
Zelanda, países que contaban con “ventajas comparativas” y que tuvieron un desarrollo
1
Si bien ese territorio central es el rico y con mayor poder político, los periféricos son
funcionales a la condición de existencia de aquél.
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La producción dependía en gran parte de las unidades familiares del agro
campesinas de zonas extra pampeanas y del resto de América Latina, así como también
mucho más amplia, crece y se desarrolla”. Durante la segunda mitad del siglo XIX se
(Balsa, 2013). Respecto de los debates acerca del modelo de desarrollo, en los periodos
intervención del estado y el debate acerca de las mejores características y cómo debía
2005). Para fines de esa década del 30 fue predominante el discurso agrarista crítico de
mixtas). Como dice Vitteli (2012), adecuarse al paradigma dominante les ha permitido a
los países (o era la condición para) insertarse en el mercado mundial de alimentos. Más
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aún, este autor sostuvo que el desarrollo económico de cada región dependió de la
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El autor caracteriza cinco grandes paradigmas o bloques tecnológicos desde la primera
revolución industrial hasta la actualidad. Define que: “los distintos bloques tecnológicos que
puede ser asimilados al concepto de paradigma tecnológico conforman la idea, acertada, de un
corte temporal económico notorio, marcado por la difusión y el empleo, totalmente abarcativo,
de una concepción de hacer las cosas. Por su lógica cada nuevo paradigma sustituye de
manera eficiente a las anteriores concepciones productivas, pudiendo generar utilizaciones
distintas de los recursos naturales y alterar las ventajas competitivas” (2012: 82) El desarrollo
de nuevas formas productivas tarda largas periodos en los que conviven nuevas formas con las
antiguas.
3
La medida que tuvo mayor impacto fue el decreto de desregulación que eliminó varios
organismos que regulaban la actividad agropecuaria desde 1930.
12
comercialización y distribución, y las empresas comenzaron a tener la exclusividad de
la semilla e insumos necesarios para producir. Estos sectores lograron una integración
cuyo núcleo eran las grandes empresas. La economía se reprimarizó a partir de este
(Giarracca, 2005).
que se presentó como superador de la confrontación entre los dos anteriores y articuló
observó una expansión ilimitada de los monocultivos, que tendió a poner en riesgo la
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Balsa (2007) sostiene que en el agro pampeano las formaciones discursivas liberal-
conservadoras y tecnologizantes tienen hegemonía en diferentes actores, de grandes
explotaciones a medianas y pequeñas. Este encontró cierto límite después de los 90, pero no
fueron suficientes para poner en cuestión su hegemonía en la opinión pública y resto de los
productores (Balsa, 2013).
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de la producción agropecuaria por un lado; y por otro se expandieron grandes empresas
a zonas extra pampeanas antes dedicadas a otras actividades. Es un modelo que aún
estatal para el sector dejaron lugar a las acciones del sector más dinámico del agro. En
este contexto algunos actores recuperaron ciertos esquemas del discurso agrarista critico
inversiones. La población rural que había vivido por generaciones con los mismos
recursos y tecnologías “ha aprendido de una larga experiencia lo que sus esfuerzos
pueden extraer de los recursos de que disponen” (Albarracín Deker, 2015: 71) y cuando
con los recursos naturales e insumos; y c) de nuevas habilidades para tratar con
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Finalmente, dicho modelo acarreó graves consecuencias sociales, económicas y
Teubal, Sabatino y Domínguez, 2005, Sevilla Guzmán, 2002; Sarandón, 2002; Marasas
et al. 2012). La agricultura familiar se vio afectada por el modelo concentrador que las
otras lograron persistir a través de diferentes estrategias. Además, sus prácticas, saberes
actividad hortícola de Gran Buenos Aires dos décadas más tarde y adoptó una forma
específica.
5
Esto significa que mientras que los productores tradicionalmente ahorraban y producían su
propia semilla, ahora dependen de la semilla que les vende la gran empresa industrial, que por
ser híbrido no se reproduce fácilmente ni de adapta a las condiciones locales, lo que hace que se
pierda la diversidad genética. Estos actores deben comprarla años tras año disminuyendo su
autonomía relativa. Se trata de elementos imprescindibles para la seguridad y soberanía
alimentaria y agropecuaria que se ponen en riesgo (Teubal, 2001).
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b. Producción hortícola en el cinturón verde platense.
I. Características generales
(Ringuelet, 2000; Barsky, 2005). Se lo definió como rururbano para dar cuenta del
diversidad cultural. Para los grupos de migrantes que llegaron a la zona en distintos
país” (Benencia en Ringuelet, 2008: 14). Los cinturones verdes están constituidos por
quintas o huertas familiares que rodean los grandes centros urbanos, son de dimensiones
Litoral (tomate, berenjena, pimiento, zapallo, etc.) y los que hacen cultivos especiales
por las características de su clima y suelo (ajo, cebolla, zapallo, melón, batata).
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Otros estudios cuestionaron la idea de cinturón verde proponiendo el concepto de
“archipiélago” para el periodo que siguió a 1990 (García y Le Gall, 2010).
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mecanizados con destino industrial y requiere mayores superficies de tierra (Mundt,
2003).
El área hortícola que rodea7la Región metropolitana de Buenos Aires abastece entre el
estructura agraria más antigua y consolidada del AHB (Benencia et al, 1997: 23), es
responsable del 72% del abastecimiento requerido para dichos habitantes y además
(García, 2010).
Este espacio se constituyó como la región hortícola más importante del país (García
2016) gracias a una serie las ventajas comparativas respecto de las zonas hortícolas
productividad (Ferrato et al., 2010; García, 2016) y posicionar a la zona como la más
7
“La región conocida como “Cinturón Verde bonaerense” comprende la zona Norte: Tigre,
Escobar, Gral. Sarmiento y Pilar; el Centro: Gral. Rodríguez, Moreno, Merlo, Marcos Paz y La
Matanza; y la región Sur: Echeverría, San Vicente, Almirante Brown, Florencio Varela,
Berazategui y La Plata. “Dentro de éste, La Plata es el partido de mayor importancia en cuanto a
la producción hortícola de la región (García y Hang, 2007) con 4.753,2 ha (26% de la superficie
del cinturón) de las cuales 60% poseen cultivos bajo cobertura (Cieza 2004) y en donde se
producen anualmente más de 75.000 toneladas de productos hortícolas, prácticamente
duplicando la productividad promedio nacional (Censo Hortiflorícola Bonaerense 2005) Nieto
& Rivas (2007) señalan además que en el cinturón se concentra el 35% de las hectáreas bajo
cubierta del país, considerándolo como un partido especializado en esta modalidad productiva”
(Ringuelet, 2008: 14. La aclaración es nuestra).
8
Según el Censo Nacional de Población del año 2010.
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Por otro lado, los actores encargados de la horticultura de la zona fueron
europeos. Desde fines de siglo y hasta la actualidad la mayoría de los productores son
migrantes bolivianos (Benencia, 2011), no sólo en esta región sino en todas las zonas
para los actores que la hacen posible se encuentran: la imposibilidad del acceder a la
compra de la tierra, el altísimo costo de los insumos que cotizan en precio dólar, siendo
informalidad del trabajo; problemas para la salud derivado del uso de los agrotóxicos en
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de esta última encontramos diferencias entre 1940- 1970; 1975-2001 y después de 2001
mediados del siglo XX: 1940-1970 (Villulla, 2006). Desde la planificación de la ciudad
población (Gutman et al., 1987). Los iniciadores de la actividad eran inmigrantes del sur
Romero, Los Hornos, Abasto y Etcheverry (Ringuelet, 1991 y Archenti, 2000 en García,
2012).
a. Desde mediados del siglo XX se dio una expansión del sector y consolidación
trabajar en las industrias y poblar las grandes ciudades. Esta migración aportó mano de
obra para la producción hortícola periurbana y generó una mayor demanda de hortalizas
frescas (García, 2012), lo que redundó en el crecimiento del mercado interno. Por otro
lado, las políticas estatales del peronismo como la congelamiento de los arrendamientos,
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Mientras en la etapa de nacimiento de la horticultura comercial (1937) había sólo 60 huertas,
en la etapa siguiente (1958) ya había unas 2500 hectáreas de quintas (Garat et al. en García,
2012).
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La llegada de una nueva oleada de españoles, portugueses y más adelante japoneses hizo el
entramado social más complejo en una zona que se caracterizó a lo largo del tiempo por la
diversidad cultural.
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colonización y facilidades de créditos para la compra de tierras beneficiaron a los
La producción era más artesanal, las hortalizas se hacían “a campo” (al aire
(Villulla, 2006). Los cultivos eran estacionales, es decir que cada cultivo era factible de
producir en una época del año y una zona determinada. Generalmente usaban las
semillas de la zona y elegían cada año las “más lindas” (en términos de los actores, es
decir, con mayor poder de germinación) y las conservaban para el cultivo siguiente.
Para enriquecer la tierra usaban bosta de animales y algunos preparados con plantas
para las plagas u hongos (Boy, 2005). El productor se ocupaba de todo el proceso
después de los años 60 se extendió la mediería, con migrantes que no habían conseguido
hortícola de esta zona no tenía competencia y esto hacía que su comercialización fuera
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fácil y con elevados precios de venta (Simonatto, 2000). Es decir que el CHLP contaba
producción.
y los años 80 estuvieron signados por una gran inflación y disminución de los salarios,
los productores, la estrategia de reducción de costos a través del aumento del volumen,
por dicha crisis cuyas causas fueron: la ampliación de las producciones hortícolas en
todo el país que creó competencias y productos de mayor calidad; los cambios de hábito
aumento de los costos de comercialización sobre los costos totales; la caída de los
obligó a trabajar sobre la calidad del producto; y la intensificación del trabajo por los
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2000). Los más grandes lograron expandirse y diferenciarse de los pequeños (sobre la
difusión de agroquímicos entre 1970 y 1979; el tercero estuvo dado por la aparición de
las primeras semillas híbridas en 1980 y el último llegó en los 90 con los invernaderos
el cordón hortícola. Todos estos cambios requirieron una transformación del productor
familiar a un productor con perfil más empresarial (Selis, 2000; Simonatto, 2000). Los
actores debieron trazar una nueva estrategia para ingresar al mercado todos los días,
11
Siguiendo el modelo de la Revolución Verde, la horticultura sufrió transformaciones similares
a la agricultura pampeana típicamente extensiva para mercado externo (Boy, 2005: 80), pero sin
las repercusiones políticas de ésta, por ser una producción destinada al mercado interno
(Simonatto, 2000: 25).
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El primero había sido la tractorización en el periodo anterior.
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Universidades) (Simonatto, 2000) que contribuyeron en la difusión de conocimientos
se vio afectado por una depresión creciente de la demanda. El Estado renunció a toda
menores retribuciones, además de crear una demanda artificial de todas las variedades
todo el año. Todo esto cambió las condiciones de producción y comercialización, ya que
para mantener esos estándares fueron necesarios ritmos y técnicas más intensivas y
a los invernáculos de vidrio que se utilizaban para la floricultura, y por otro a las
producciones "a campo" de hortalizas (Selis, 2000; Simonatto, 2000). Con el objetivo
invernáculo, siendo esta última una modalidad “novedosa”, con mayores beneficios
posibles pero también con mayores riesgos. Empezaron a aparecer semillas híbridas a
costo muy alto, aunque todavía predominaban las nacionales. También aparecieron los
(Jaimes, 2012). Su construcción comenzó a mediados de los ´80 en esta zona y una
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década más tarde predominaban los sistemas combinados de cultivos bajo invernáculo y
“a campo”.
cada uno una vez realizada la venta. Esta relación aumentaba la productividad en el
crédito ya que se devolvía el costo del trabajo una vez terminado el ciclo de producción.
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producción, gestión y comercialización. Pero, a la hora de contratar peones, el mediero
la descarga sobre el trabajo como costo variable (…), en los ´90 `gracias´ a la
base del deterioro de las condiciones de trabajo para los productores (medieros)”
polietileno, hicieron posible la diferenciación del CHLP del resto de las producciones
hortícolas del país. El otro elemento clave fue la flexibilización de las relaciones
fresco en la década del ´9013. En esta década, la horticultura platense entró en la etapa de
una expansión productiva con gran competitividad. Además, esta horticultura necesitaba
una menor superficie a partir de la tecnología, que hizo posible mayor productividad en
económica del país dieron lugar a la crisis recesiva entre 1998-2002 que muchos
13
Otras innovaciones de la época fueron: la construcción de invernáculos, la hidroponía, el
aumento de la superficie bajo riego, la investigación genética, fertirrigación, mejoramiento de la
protección de plantas, del manejo poscosecha y de la clasificación y empaque (Benencia, 2006:
137).
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requeridos para la producción, los alquileres de las quintas, etc. E implementaron
y Jaimes, 2012). Los migrantes bolivianos fueron los que mayormente lograron
estructura hortícola. Las políticas heterodoxas elevaron el precio del dólar, lo que
producción, las condiciones de vida y trabajo. La prioridad era bajar los costos para
predominar cultivos rápidos de ciclos cortos, donde muchas veces alcanzaba a esperar
los tiempos de carencia (para bajar la toxicidad de los insumos aplicados), y se ponía en
este paquete tecnológico en la zona llevó a una tendencia a los sobreprecios, por la
oferta en periodos de baja producción, una circulación más rápida del capital y una
productividad que le permitía diluir los costos en los costos totales. Esto implicaba un
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García (2012 y 2016) sostiene que los tres pilares en el modelo del CHLP
tecnología del invernáculo. En primer lugar, el horticultor boliviano era el actor definido
como “capitalista con rasgos campesinos”, según Benencia (1999 en García, 2012),
desde sus comienzos como peón y mediero hasta alcanzar importantes niveles de
obra en este sector a partir de en una triple informalidad: laboral, migratoria y física. En
impone su producción con bajos precios, gracias también a estos artificiales y reducidos
tecnología genera una mayor producción, que reduce los precios (que no necesariamente
incorporación tecnológica que reinicia y potencia el ciclo. Cada una de ellas tiene a su
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vez desprendimientos, tales como un incremento en la producción genera tanto una
concentración de la producción como una mayor presión por la apropiación del valor
vía la renta. Esta última a su vez impacta en las condiciones de vida (de productores y
extra familiar), que a su vez repercute en las condiciones de vida” (García, 2016:167).
El desarrollo de este modelo se dio (y se sigue dando) en base regresiva, donde los
costos recayeron sobre los trabajadores, es decir que el sector genera bienes
informalidad del mercado hortícola (Villulla, 2006 y Lemmi, 2015). Además, estas
explotaciones 593 a 761 pero disminuyó su superficie promedio de 10.3 a 5.6 has. Ya
que la tecnología del invernáculo permitió una horticultura muy intensiva en menor
superficie (Attademo et al. 2013). Para el año 2006 los invernáculos cubrían 1300 has y
tres años más tarde se había superado el doble de esa superficie (3000 has) convirtiendo
al CHLP en responsable del 90% de los invernáculos del AHB y del 50 % del total
nacional (García, 2011). La consecuencia es que el costo de la tierra fuera cada vez más
alto.
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beneficios sociales. Como por ejemplo el monotributo social agropecuario, la creación
INTA y la Ley de Agricultura Familiar (no reglamentada hasta el momento), entre otros.
población rural como en la urbana. Por un lado, los consumidores comenzaron a elegir
2008). Por el otro, los productores adoptaron una lógica más parecida la empresaria,
origen que habían abandonado por las nuevas formas propuestas por patrones y
posibilidad de que el paquete sea apropiado (…) sin alterar su marco cultural”
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(Simonatto, 2000: 23, la aclaración es nuestra). Sin embargo, este modelo no se volvió
predominante de forma armoniosa, sino por el poder de los actores que lo sostuvieron (y
(García, 2012; Ferrato, 2010; Kraser y Ockier, 2011; Abal Oña, 2013) aprendiendo las
aplicación agroquímicos a través del trabajo con los patrones (los “adoptadores
INTA). Mientras en la agricultura tradicional existía una visión artesanal completa del
La opción por dichas tecnología implicó una gran inversión de capital, por eso
los productores capitalizados adoptaron el paquete tecnológico mientras que los menos
diversificadas, lo que se puede caracterizar como una lógica de adopción híbrida del
30
paquete tecnológico (Prividera, en Marasas et. al., 2012). Que se apropiaran de manera
“hibrida” quería decir que el paquete tecnológico era utilizado de manera incompleta o
económicos para abaratar costos, a pesar de ser más tóxicos, poniendo en peligro su
tradicional, atender a la salud, etc. (Bonicatto et al., 2014). En algunos casos estas
31
3. Revisión de estudios sobre el cambio productivo-tecnológico.
desarrollo, como dice Albarracín Deker (2015), un enfoque económico y productivo que
2) y por otro, perspectivas se preocuparon por los cambios socioculturales más allá de la
(Fernández Lozano, 2012; Simonatto, 2000, entre otros). Planteaba la necesidad del
beneficioso para el progreso. Además, entendía que había saberes más atrasados y
saberes/tecnologías más modernos que debían imponerse para avanzar en la línea del
progreso.
y 2016).
ecológico (Sarandón, 2002; Marasas et. Al. 2012; Pérez, 2010; entre otros). Esta
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aproximación consideró que la adopción de las nuevas tecnologías implicaba una
Desde aquí ciertas prácticas tradicionales podrían ser rescatadas y actualizadas en tanto
2. Por otro lado, las lecturas que indagaron en los cambios socioculturales
relaciones interculturales en dicha actividad productiva. Interesantes son los aportes que
una vez instalado el mismo (sin observar el proceso de modernización que llevo al
mismo) (Domínguez, 2008; Pérez, 2010). Así como también prácticas alternativas de
En conclusión, contamos con algunos elementos para dar cuenta de cómo los
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largo de su recorrido, de qué manera sucedió el cambio en los saberes y prácticas
agrícolas en los migrantes del sur boliviano. Más aún, nada se ha estudiado al respecto
en el cordón verde platense, por lo tanto, encontramos aquí un área de vacancia que
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4. Perspectiva de análisis y principales conceptos
a. Modernización de la agricultura
tuvo fuerte impacto en la producción agrícola (Noriero Escalante et. Al., 2013). La
impusieron tanto sobre la población urbana, que, por ejemplo, exigió [en la producción
de hortalizas] un paquete de unas pocas verduras disponibles en toda temporada con una
relación entre los costos y las ganancias monetarias es la relación dominante a la hora
15
Se controlan las condiciones de la producción, se uniformiza el medioambiente local para
estabilizar la producción, controlando al máximo el riesgo y eliminando la biodiversidad local.
Su forma hegemónica de producción agraria se encuentra fuertemente capitalizada y la
generación de tecnología queda desvinculada del ámbito de aplicación así como los científicos
de los agricultores (Sarandón, 2002).
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de toma de decisiones” (Domínguez, 2008: 4) (…). Se creó una idea de “productor
moderno” donde: “el productor dejó así de ser un conocedor del ambiente para
comportamiento del actor con el medio ambiente como propone Gutman (1987). En la
cual, el productor menos capitalizado tiene una relación más próxima con el
mismo, y una menor con el capital social (relación que está estrechamente vinculada al
convencional y alertó sobre las consecuencias mencionadas. Entiende que dicho modelo
agroecosistemas (Sarandón, 2002). Nos basamos en esta concepción para pensar los
migrantes bolivianos.
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experiencia empírica, un íntimo conocimiento físico biótico del medio y una educación
alimentaria: “las técnicas aplicadas por los agricultores originarios de los Andes, en toda
Mientras que los saberes y prácticas agrícolas modernos son los necesarios para
las agriculturas modernas. Las cuales se caracterizaron por una intensa inversión de
de lado sus saberes tradicionales. En este nuevo contexto, los saberes y prácticas
tradicionales (o también llamadas locales) son vistas como atrasadas y se insta a que
más eficientes (Gudynas y Acosta, 2011: 104). En oposición a estas ideas del modelo
un saber-hacer, derivado de la práctica; que les permite a los actores lograr alto dominio
de la situación local16 (Van der Pleog en Pérez, 2010) es decir, menor dependencia de
elementos externos.
16
Este enfoque no busca una vuelta a la agricultura tradicional, sino que la función de los
ingenieros agrónomos es la de constatar científicamente, probar cada una de esas prácticas que
se seguían con criterios tradicionales, de sentido común. Tampoco busca ser dogmático
extendiendo una serie de recetas, sino explorar otras prácticas y conocimientos para diseñar un
nuevo sistema, que sea fundamentalmente sustentable (entrevista a Investigador del Instituto
Nacional de Tecnología Agropecuaria, 2015). En este sentido, se busca revalorizar los saberes,
prácticas, tecnologías no convencionales, locales o tradicionales (“rescate de saberes”),
entendiendo que muchas de estas formas siguen principios ecológicos válidos que le dan
sustentabilidad al sistema y es interesante estudiarlos científicamente y no descartarlos.
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A partir de allí nos preguntamos ¿a través de que categorías podemos entender la
moneda. En este caso particular, los actores migraron de una zona de Bolivia donde
tradicional a la moderna; II. que implica un proceso de cambio cultural para los
actores; III. que se complejiza en el contexto de la globalización; y IV. que debe ser
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estructuras económicas, temporales y también del habitus de los actores. Bourdieu
capitalismo (Champagne, 1997: 64). Allí discutía con la teoría económica y con la
(Bourdieu, 2013: 25). Se pasa de una sociedad donde los asuntos económicos se
campo económico sobre las demás esferas (Tovilas, 2013: 18). En un contexto de
transición de una sociedad centrada en la vida rural y las cosmovisiones que le están
asociadas, a una sociedad urbana moderna: “hace convivir en un mismo individuo social
reproducción simple, que no les permitía generar ganancia ni acumular capital (García,
evolucionismo, el relativismo cultural y otras corrientes que surgieron desde los 60 con
influencias marxistas. Por otro lado, resultan interesantes las perspectivas decoloniales que
surgieron desde el sur, cuestionando la matriz colonial como la cara complementaria del
capitalismo. Nos basamos en esta última para problematizar lo global y lo local. Una rama de
esta perspectiva analizó geopolíticas del conocimiento concibiendo los saberes subalternos
como saberes “otros”, como epistemologías colonizadas. Un análisis más profundo de estos
aportes quedará latente para futuros trabajos.
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II. En segundo lugar, la cultura puede ser entendida desde la concepción
“(…)el poder cultural al mismo tiempo que reproduce la arbitrariedad cultural, cuyo
heterogéneo que no pertenece a alguien en exclusividad, que se disputa entre las fuerzas
Esos aparatos culturales son interiorizados por los actores; entre dichas
apreciación y acción social (Tovilas, 2013). Las prácticas derivan directamente del
habitus, las cuales no se guían por una conciencia conocedora que actúa de acuerdo a
ciertas normas explicitas, sino como un oficio, es decir un sentido práctico adquirido en
el campo (Bourdieu, 2001: 73). Bourdieu construye la noción de habitus como una
que hace posible la percepción, la apreciación y la acción social para los sujetos
18
La concepción materialista de la cultura discute con la perspectiva idealista que entiende la
cultura como expresión, creación o representación.
40
sociales, y es inculcado por un contexto social particular”. “(…)el habitus en Bourdieu
sentido que permite a los agentes, sin que estos tengan que realizar una reflexión
las que se encuentran inmersos” (Tovilas, 2013: 16 [las cursivas son del autor]).
Por último, los saberes y prácticas agrícolas se corresponden con las estructuras
económicas y temporales en que nacen, y sólo pueden ser entendidos en ese contexto.
modernas) (Noriero Escalante et. Al., 2013). Más aun, esos capitales acumulados dan
como resultado la posición del actor en el campo, y la posición en que cada uno se ubica
posiciones es inseparable del campo de las tomas de posición(…) [por tanto] ambos
espacios deben analizarse juntos (…). Las determinaciones que pesan sobre los agentes
nunca se ejercen directamente sobre ellos, sino sólo a través de la mediación especifica
constituida por las formas y las fuerzas del campo, que es el producto acumulado de una
implica una interrelación cada vez mayor entre culturas. Como sostiene García Canclini
(1981: 30) “Hay un proceso general del expansión económica y cultural del capitalismo
41
Cualquier análisis de los conflictos interétnicos, o entre las culturas locales y la cultura
global”.
los órdenes nacionales” (Segato: 2007:37). Segato entiende que es “un proceso ambiguo
e inestable, capaz por un lado, de afirmar los derechos de las minorías, pero también,
por otro, de homogeneizar las culturas, achatando sus léxicos y valores, de manera tal
que puedan entrar en la disputa generalizada por los recursos, pero dejando fuera del
horizonte de la política una reflexión más profunda sobre la naturaleza misma de los
que ejercen los Estados nacionales (centrales y periféricos), sus sociedades nacionales y
un vasto conjunto de procesos productivos con una única división del trabajo, cada vez
más compleja, extensiva y cohesiva (Wallerstein en Segato, 2007:43). Donde existe una
regulación de los tránsitos de personas y bienes culturales por parte de los países
llama “la gran frontera” entre ellos y nosotros, entre “países modernos” y “países
42
mientras los otros acompañan. En el marco de esta “divisoria de aguas entre dadores y
bienes (tanto en lo que respecta al ideario cívico como a los recursos materiales) los
contribuciones a la calidad de vida que esos bienes son deseados” (Segato, 2007: 45).
Como sostiene Astelarra (2014) el deseo de los migrantes bolivianos está vinculado a su
de la diferencia erigidas por el estado nacional desde sus inicios; de las “identidades
políticas”, construidas desde una agenda global que identifica lo moderno con lo
19
En nuestro país, el Estado Nacional en su constitución, a través de sus instituciones públicas
(escuela, salud pública y ejército) y estrategias no oficiales de vigilancia, “presionó para que la
nación se comportase como una unidad étnica dotada de una cultura singular propia homogénea
y reconocible” (Segato, 2007: 49). Las identidades derivan de una fractura inicial entre la
capital-puerto y las provincias-interior, que se constituyen en verdaderas culturas. “la sociedad
nacional fue en resultado del terror étnico, del pánico a la diversidad” (Segato, 2007: 51). Y a
partir de estas políticas condicionó el acceso a la ciudadanía plena.
43
diverso. Segato dice: “Llamo alteridades históricas a aquellas que se fueron formando a
en los Estados nacionales (2007: 62). Mientras que las segundas son productos de la
pérdida del saber tradicional y repercusiones en los modos de pensar, sentir y actuar de
los sujetos. Pero concebimos que, como todo elemento que conforma la identidad de
una cultura, nunca se pierde por completo, sino que se “resguarda” (García Canclini en
necesario un análisis tanto de las relaciones de poder en ese campo, como del sistema de
IV. En cuarto lugar, para analizar esta realidad social nos basamos en una
perspectiva que permite reconciliar las teorías que ponen el foco en la determinación
social y las que hace énfasis en la acción de los individuos, ya que concebimos que
Bourdieu (1997, 2000 y 2001) y Bourdieu y Wacquant (1995) proponen una perspectiva
que supera dualismos para comprender la realidad social, a partir de los conceptos de
44
referencia a “una serie de posiciones sucesivamente ocupadas por el mismo [actor] en
los estados sucesivos del campo (…) dando por supuesto que sólo en las estructura de
un campo (…) se define el sentido de estas posiciones sucesivas” (Bourdieu 1997: 71).
Dicho concepto es pertinente para abordar un proceso a lo largo del tiempo desde la
perspectiva del actor, ya que nos permite comprender el proceso social teniendo en
(Waisman, 2011). En este caso, las trayectorias ocurren tanto en el espacio social como
diferentes especies de capital que está en juego en el campo considerado (…) sólo cabe
estados sucesivos del campo en el que ésta se ha desarrollado, por lo tanto el conjunto
de las relaciones objetivas que han unido al agente considerado (…) al conjunto de los
limitados y acotados, que restringen el abanico de opciones posibles. Y por otro lado,
45
activos que optan y toman decisiones. Pero sólo en tanto “agentes situados y
las trayectorias desplegadas” (Waisman, 2011: s/n). En esta definición Bourdieu está
(Waisman, 2011).
está constituida por varias historias que se suceden de manera simultánea e influyen
unas a otras. Esta es una distinción analítica que permite poner el énfasis en una esfera
orígenes del mismo; b. estructural: que los pone en relación elementos contextuales y de
46
5. Criterios metodológicos
Adoptamos un abordaje longitudinal para analizar dicho proceso a lo largo del tiempo
partiendo del presente y reconstruyendo la trayectoria recorrida por los actores. Para
desde la voz de los actores a través de la reconstrucción de sus historias de vida. Esta
perspectiva se puede definir por su recurso a los relatos de vida, donde lo que interesa
no es la historia personal de alguien, sino que esa historia particular ilumine un proceso
social. Como dice Bertaux, “si los relatos de vida nos interesan (y, claro está, las
autobiografías), no es porque sean historias personales (con las que no tenemos nada
20
La perspectiva biográfica encuentra sus orígenes en la historia biográfica, que comienza con
la sociología empírica de la Escuela de Chicago de Estados Unidos y en la Polonia de
entreguerras. Durante la Segunda Guerra Mundial, con el predominio del funcionalismo de
Parsons, esta forma de observación de los procesos sociales aparentemente desaparece. Pero, a
fines de los 60 reaparece en la sociología francesa, siendo Bertaux uno de sus refundadores
(Godard, 1996).
47
que hacer), sino porque estas historias `personales´ no son sino el pretexto para describir
un universo social desconocido”. El autor agrega: “A través de los ojos del narrador no
es a él a quien queremos sino al mundo; o con más precisión, a su mundo”. Los relatos
entre el yo y el mundo, revela a la vez al uno y al otro, al uno por el otro” (Bertaux,
1993, s/n).
La riqueza del método biográfico radica en que “son los individuos, a través de
sus relatos, los que nos permiten la reconstrucción de los contenidos de vida, al
desarrollando una lógica narrativa que intenta dotar de sentido a lo que se cuenta”. Más
aún, “Lo que está en juego en el uso del método biográfico es la recuperación de
recuerdos narrados desde el punto de vista de quien los evoca. Pero esta también en
un determinado fenómeno las que, muchas veces, nos permiten organizar lo evidente”
Para concluir, en el mismo sentido Bourdieu (1997) alerta que la historia de vida
suele presentarse como un suceso coherente de acontecimientos (lo que llama la “ilusión
un punto final. Cabe aquí la distinción entre el relato y la historia de vida, donde el
investigador, utilizando esos relatos de vida y otra serie de elementos que permiten su
48
b. Etapas del trabajo de investigación
productores acerca de la misma. Así también, conocer el lugar de origen de los actores,
dice Pujadas Muñoz (1992): “la primera tarea es definir los marcos sociales donde se
desarrolla nuestra problemática y los grupos intermedios de los que son parte los actores
Aquí se detectó que las trayectorias de la generación que migró sería la más relevante
Etcheverry, primero para conocer a productores que pudieran ser parte del grupo de
entrevistados y luego para realizarlas. Así también asistimos a tres encuentros del Taller
de Buenas Prácticas Agrícolas que organiza el INTA. Durante los meses de Mayo a
tuvo que ver con los tiempos de la investigación y también con los tiempos de la
producción hortícola, ya que en invierno los cultivos crecen lentamente y los quinteros
49
están con menos trabajo, aunque también muchos aprovechan para tomarse vacaciones
y volver a su lugar de origen. Esto fue positivo porque tenían tiempo para detenerse para
una entrevista, pero también provocó desencuentros con los productores que estaban de
viaje en sus lugares de origen. Por otro lado, el trabajo de conocer a los productores y
hacer las entrevistas fue constante. Por tratarse de una investigación que busca
Algunas quintas fueron visitadas varias veces y otras (en la última etapa donde los
través de un técnico del programa Cambio Rural II, con el criterio de tratarse de
(Bertaux, 1993 y Pujadas Muñoz, 1992). La mayor parte de las entrevistas se realizaron
50
argentinos. Dicho criterio intencional21 se vinculó con al carácter longitudinal de la
investigación.
las dimensiones: residencial, productiva y cultural, con especial énfasis en los saberes y
prácticas agrícolas. Como dice Pujadas Muñoz (1992), la entrevista biográfica es “la
técnica de campo más genuina, aquella que le otorga a un investigador mayor control
sobre la situación, sobre los datos y las motivaciones del sujeto es la entrevista
biográfica, que consiste en un diálogo abierto con pocas pautas, en el que la función
básica del entrevistador es estimular al sujeto analizado para que proporcione respuestas
posible las referencias a terceras personas, a ambientes y lugares concretos en los que
constituida por varias historias que se suceden de manera simultánea e influyen unas a
otras. Esta es una distinción analítica que permite poner el énfasis en una esfera de la
21
Si bien no hacemos hincapié en la condición de clase, es importante dar cuenta que
trabajamos con productores arrendatarios (de manera no deliberada), ninguno de los
entrevistados era peones ni propietarios de la tierra, ya que el programa CR II está destinada a
estos actores. Como se muestra más adelante, los mismos han atravesado a lo largo de sus
trayectorias un camino de ascenso social, que actualmente los ubica en un lugar de mayor
capacidad de decisión sobre la producción.
51
de una determinada trayectoria a lo largo del tiempo. Como se mencionó, en nuestro
seguida de una reformulación y una versión final. A la vez que se realizaban las
información se fue validando con otras fuentes (Muñiz Terra, 2014). Además, se
estudio, “hace innecesaria la mayor parte de las sesiones formales de entrevista. Los
datos biográficos se obtienen, junto a otra infinidad de datos objetivos, como fruto de
ese `estar ahí´ del que habla Geertz (1988). El carácter espontáneo con el que se
donde los productores amablemente nos invitaban a sentarnos en los cajones alrededor
de los invernáculos. Estas tuvieron un tiempo promedio de una hora, donde los relatos
52
una forma de entrevista “no directiva” en primer momento, con una “directiva” en un
las historias de vida no fue el objetivo final de la investigación sino un medio para
comprender el proceso social. La historia de vida es una construcción analítica que hace
el investigador, utilizando los relatos de vida y otra serie de elementos que permiten su
observaciones participantes, etc. El uso de los relatos de vida resulta un medio para
obtener datos de un trabajo cualitativo que pretende estudiar no sólo estructuras, sino
también procesos (Pujadas Muñoz, 1992). Las narrativas biográficas fueron sólo un
este método está dada por la posibilidad de estudiar esos procesos que cuentan con poca
analíticas abstractas que permitan tanto describir de forma ordenada” para comprender
53
operacionalizaron las variables, pautando qué contenidos se entenderán por determinada
categoría, teniendo en cuenta que un indicador puede hacer referencia a más de una
categoría.
decir los espacios geográficos recorridos fueron: Sur de Bolivia; otros departamentos de
platense. Mientras que las categorías que se relevaron en cada espacio productivo
fueron: las actividades realizadas y los productos obtenidos en cada una de ellas, el
54
Esquema
1- HISTORIA RESIDENCIAL
(Variables)
a) Bolivia
b) interior de Bolivia
c) NOA
d) cuyo
e) CHLP
55
6. Los actores
Migración boliviana en Argentina
hacia los ingenios azucareros del Noroeste. Entre 1914 y 1945 la mayoría de los
azúcar y las economías campesinas de Bolivia o la Puna jujeña. Entre 1947 y 1960 se
de los años 50 el desarrollo industrial hizo que se dirigieran a Buenos Aires a trabajar en
hacia nuestro país fue la más frecuente durante todo el siglo XX, después del 2000 ésta
encontró otros destinos como España, Estados Unidos, Brasil o Chile (Hinojosa
Gordonava, 2008).
Actualmente, nuestro país sigue siendo su principal lugar de destino: según el último
56
de 345.272 personas para 2010, mientras que el Centro Boliviano de Economía registra
1.1 millón de bolivianos en el país, de un total de 2.5 millones de emigrantes (Abal Oña,
2013), siendo los principales lugares de origen los departamentos de Tarija, Chuquisaca
Esta población tiene gran importancia para la economía de nuestro país, sin
embargo, recién en los últimos años se trazaron políticas migratorias22 más inclusivas
retrospectivamente, las políticas migratorias han sido diferentes para las dos grandes
oleadas migratorias de Argentina, de fines de siglo XIX y primera mitad del XX, y de la
segunda mitad de siglo XX. Los inmigrantes europeos tuvieron un papel fundamental en
el modelo del estado argentino, que creó una política de integración basada en la
Pero, la migración de países limítrofes durante los ´90 “se da [dió] en el marco
caso anterior” (Gavazzo, 2004. Las aclaraciones son nuestras). La Ley General de
control policial y la prohibición del trabajo remunerado” (Novick, 2012: 9). Esta
población era reserva de mano de obra barata que fue estigmatizada a partir de la
creación de relatos xenófobos. Como dice Grimson, “El peligro de los nuevos
22
Ley de Migraciones Argentina (25.871) donde la movilidad humana es reconocida como un
derecho humano esencial. Se puede consultar en:
http://www.consuladoboliviano.com.ar/portal/node/4
23
En nuestro país las identidades derivaron de una fractura inicial entre la capital-puerto y las
provincias-interior, que se constituyeron en verdaderas culturas: “la sociedad nacional fue en
resultado del terror étnico, del pánico a la diversidad” (Segato, 2007:51).
57
inmigrantes no radica ya en su actividad política, sino en la expansión de una miseria
o “nueva bolivianidad” que más que una tradición que se conserva es “una tradición que
situación migratoria, entre otros, con el objetivo de fortalecer el tejido cultural y social
del país y promover su integración socio-laboral (Novick, 2012). Sin embargo, las
social y cultural que es un espacio de disputa en que los grupos experimentan su lucha
las relaciones de poder que se dan a nivel mundial. Basso (2015) encuentra entre sus
nuevos desastres ecológicos que dan como resultado refugiados. A esto se le sumaron
lugares de origen no pudieron tener, además en los últimos años éstas se volvieron más
definitivas.
58
Este proceso fue un factor de transformación social tanto en sus lugares de
cambiaron las relaciones en el trabajo, en las escuelas, en los espacios públicos, en las
división de clase ahora se suma la diferencia étnica y por nacionalidades, que propician
hortícola (García, 2012), además dan cuenta de vínculos contantes entre algunas
24
No desconocemos que la migración se ha explicado desde teorías de la acción racional, luego
desde el estructuralismo y una perspectiva que hace hincapié en lo histórico. Pero tomamos la
perspectiva del “transnacionalismo” que surgió para explicar las migraciones en el contexto de
globalización y le otorga al migrante mayor capacidad de agencia, sin olvidar
condicionamientos estructurales en los diferentes niveles (Hinojosa Gordonava, 2006).
59
a. Lugar de origen
En el campo boliviano, hasta mediados del siglo pasado la agricultura era de tipo
en los años ´80 (cuando los actores vivían allá) existían dos tipos de producciones
(guiadas principalmente por factores exógenos): una producción con destino el mercado
y otra destinada mayormente al autoconsumo (Paz Ballivián en García, 2012). Tanto los
primeros como los segundos estaban “limitados por el régimen de producción parcelario
reproducción simple” (García, 2012: 139). A pesar de esas limitaciones, Bolivia seguía
siendo un país con gran porcentaje de la población campesina (50% según los datos del
productiva y emigrar. Mientras que los habitantes del oriente de Tarija solían migrar
dentro de Bolivia, los del occidente de ese departamento lo hacían a nuestro país
60
Por último, para esta población la migración se constituyó a lo largo de las
generaciones como un “habitus”, una estructura metal para la acción, que crea la
Bourdieu, que ha llevado a las personas a ‘buscar la vida’ por otras latitudes, ya no
solamente como una estrategia de sobrevivencia familiar, sino como una forma
b. Lugar de destino
García (2012) entiende que las características del minifundio boliviano “dificulta[ron] la
(2012:139). Por tanto, la economía campesina entró en crisis y los campesinos debieron
como también ésta había sido una zona de paso de los españoles hacia las minas de Potosí en la
época de la colonia (Abal Oña, 2013). Mientras que en Potosí tienen una tradición vinculada a
la comercialización, allí predominaban las comunidades en “ayllus”, que se reconfiguraron con
el trabajo de dicha población en las minas y la organización sindical y anarquista (Castro, 2013).
28
Proceso mediante el cual los agricultores se convierten en semiproletarios (Murmis en García,
2012).
61
platense, transformándolo en un territorio transnacional (Benencia, 2005). Trabajaron en
que les permitió superar crisis económicas y convertirse en los actores más dinámicos
(Benencia, 2011). Algunas estrategias que pusieron en juego fueron: el uso de las redes
acceso a la tierra y comercialización propia, los lazos de relación continua con las
lugar de trabajadores a ocupar los principales lugares en la cadena de valor, hasta llegar
diferentes estrategias (lo que Benencia ilustró como “escalera boliviana”). Después de
2006, con la llegada de Evo Morales al gobierno de Bolivia, buscaron ocupar un lugar
2006).
“productores capitalistas con rasgos campesinos” (1999: 161) para dar cuenta una
racionalidad que combina elementos capitalistas y campesinos. Esto quiere decir, que el
62
capitalista típico29. Su objetivo era alcanzar la maximización de logros y minimización
de gastos (con una racionalidad igual a la del capitalista), pero cuyo criterio mínimo de
eficiencia estaba dado por el nivel de ingresos que le permitiera mantener sus niveles
previos de consumo y reponer los medios de producción gastados sin reducir su escala
campesina). Esto les permitía a los migrantes resistir largos períodos de reproducción
Por último, las lógicas que guiaron sus estrategias comerciales, productivas y
domésticas han sido rasgos distintivos de este actor, que no sólo explicaron su
29
Tras varias discusiones acerca de la concepción de “agricultura familiar” (AF), podemos
sintetizar que la agricultura familiar contiene un conjunto de actores donde conviven elementos
de ambas estructuras económicas. En ese grupo heterogéneo se encuentra una diversidad de
actores, aquí rescatamos dos criterios para su caracterización: a) la lógica que guía su
racionalidad (en un continuum que va de una lógica no capitalista o escasamente capitalista a
una plenamente capitalista), y b) el lugar que ocupan en la pirámide social. En este esquema
encontramos en un extremo la agricultura campesina, al centro la agricultura familiar y al otro
extremo la agricultura empresarial.
63
protagonismo en la actividad sino que también transformaron el sector hortícola
64
7. Trayectorias (residenciales, productivas y culturales)
cordillera oriental (Tapia Vargas, 1994). Las regiones de donde provinieron los
migrantes están entre los valles y la cordillera. Aquí encontramos zonas más fértiles y
más áridas, las primeras permitían una producción para consumo y para vender en el
mercado, y en las áridas la producción estaba más limitada, por tanto se producía
65
anterior, “el régimen de producción parcelario heredado de la reforma agraria
tradicional, a pesar de que en las últimas décadas ciertas zonas (de Tarija en especial)
de habas, maíz, papa, quinua, arvejas, maní y batata predominantemente para consumo,
que se intercambiaban entre localidades. Sólo en zonas de valles bajos de Tarija había
frutales como uva y durazno; y en los últimos años, en algunas localidades habían
comunidades de origen no eran idénticas entre sí, compartían sus rasgos campesinos.
30
30
Alrededores de Tarija, foto de registro propio.
66
Por otro lado, la ganadería constaba de la cría de ovejas, llamas, chanchos, vacas
y pollos. Es una actividad de la que se ocupaba toda la familia, hasta los niños
“cuidaban los animalitos”31. Durante el invierno, por las escasas lluvias, debían llevarlos
a pastar a otras zonas y en el verano, estos daban la leche, a partir de la cual elaboraban
el queso.
ritual que representaba un uso del tiempo guiado por las estaciones del año y las
La tierra se “challaba” antes de sembrar y para la cosecha. Una vez al año se hacia la
Chayan la tierra. Siempre hay vino o algún Singani, como se dis[dice]? Eso es que
chayar ahí al empezar, hacen una cosa ahí [señala el piso en forma circular] y tiran coca,
cigarros y ahí chayan… ya está. Y después para el primero de Agosto por ejemplo se hace eso,
todos los años se hace, no ve? Eso hasta aquí lo tienen. A: ¿Y eso para qué se hace? J: y… no
sé, supuestamente este, como un recuerdo a la tierra. Agradecer a la tierra. Un día que es el
primero de Agosto que la hacen todo[s] y suena aquí, suena allá, por todos lau [lados]”
(Productor Tarijeño residente en Abasto).
celebración. Se marcaban las vacas, se les cortaba un pedacito de oreja a cada una y
luego se enterraba todo en un pozo cerca de un árbol junto con hojas de coca, alimentos
y alcohol. Luego se compartía una comida entre todos los que habían colaborado en la
Por otro lado, las familias eran distintas a la familia urbana-nuclear, era una
31
En términos de los entrevistados.
67
diferencia de la familia núcleo-urbana tal como la entendemos: en la cultura campesina
boliviana la familia eran tíos y tíos terceros, y se ampliaba por relaciones de padrinazgo.
Más aun, para realizar trabajos grandes como sembrar, arreglar, construir, etc., se
idea de ayni32 podría representar esa forma de reciprocidad entre personas y entre estas
y la naturaleza (Kopp, 2011), por ejemplo se daban entre familias para las tareas que
Uh! eso es muy lindo allá! Por ejemplo tienes que sembrar la siembra grandecita,
capas no son grandes, pero era grande para no[s]otros, ¿Ve? Y ahí sí se juntaban todos, se
juntaban todos los que estaban ahí con ellos. Eh, mis hermanos, viejo, algunos primos, ¿Ve? Y
ayudabámos, un día íbamos ayudabámos ahí, todos. Y se cocina muy bien, se come muy bien el
día, traen algunos vinos, jajaja (risas) y así. Después, a la otra vez que le toque al otro vas al
otro, le ayudás igual (Productor Tarijeño residente en Abasto).
como: papas y duraznos deshidratados, leche, queso, huevos, hilado y tejidos. Estos
últimos eran tareas de mujeres y niños. Cada producto llevaba un proceso de varios días,
deshidratadas, el “chuño”, era una variedad que crecía en las zonas andinas de
pelaban y luego dejaban secar. Mientras que los duraznos o pelones característicos de la
zona de Paicho, Tarija, se pelaban y dejaban secar para luego hacer una bebida:
Igual el durazno cuando se lo pela, se lo pone al sol se hace una… secado ¿no ve? y
eso muy lindo eso que queda después para todo el año. Da vueltas el año directamente… Se
hace jugo, se hace este… para comer hervido dulce, es muy rico. Hay que echarle un poco de
32
Sabemos que la idea de “Ayni” es propia de comunidades de origen quechua-aymara y no es
exactamente la reciprocidad que se da en zonas como Tarija, pero utilizaremos este concepto
para ilustrar una forma de cooperación comprometida entre las familias, donde todas ayudan a
una sin esperar una devolución inmediata ni equitativa.
33
En términos de un entrevistado.
68
harina y queda así más menos suave, ¿no? … para comer caliente o frío, como un postre
digámosle (Productor Tarijeño residente en Abasto).
dejar que escurra en una tela y poner en la horma por semanas. Finalmente, el hilado y
tejido eran actividades de invierno, los niños tenían la tarea de “llenar las puyitas” 34
algunas zonas (más que en otras) la venta al mercado. En el último caso, sacaban una
“siembra grande” una vez al año, que vendían por quintales. La comercialización se
no debían llevarla ellos mismos al mercado. Llegar a la ciudad no era fácil, contrataban
un camión para que los dejara en el mercado con toda la producción y trataban de
venderla durante ese día o el siguiente, recién cuando conseguían comprador podían
volver.
productos que muchas veces se intercambiaban para tener mayor variedad de alimentos.
2014).
Mira nosotros, por ejemplo, de solíamos tener mucha arveja. Ah! Arveja se suele poner
en una temporada, donde a nosotros nos facilitaba por el riego tener arveja en determinada
temporada, noviembre. Donde otras comunidades vecinas no podían tenerlas. Entonces había
quienes hacían el famoso “trueque” que después lo entendí acá en la crisis del 2000 para
adelante. Lo entendí al trueque, qué era el trueque, porque nosotros teníamos la arveja y nos
traían desde carne, huevos, maíz, otras cosa que ellos tenían y nosotros les dábamos (Productor
Tarijeño residente en Abasto).
34
Como contaba una entrevistada.
35
También según una entrevistada.
69
En esta estructura económica, la agricultura estaba guiada por una temporalidad
calendario agrícola (Noriero Escalante, et. Al., 2013). Como dice Bourdieu (2013): el
análisis de las estructuras temporales son necesarias para comprender las estructuras
organizadas por dicha estructura, es decir, cada actividad se desarrollaba en una época
del año y no de manera constante durante todos los meses. En verano, época de mayores
con la leche que daban los animales. En cambio en invierno, hacía mucho frio y era
ventoso, por tanto “se inverna[ba]”36 se cuidaba a los animales, entre otras actividades
como hilar, tejer, arreglar los caminos y especialmente descansar. Descansaban las
personas y también la tierra. Generalmente se sacaba una cosecha al año y las familias
acopiaban el total y lo distribuían a lo largo del año, o hacían conservas para épocas en
Se manejaban con el calendario agrícola y que tenían la parte del tiempo no, que no es
tan… no vivís corriendo como acá, sino que te manejas con las estaciones, entonces tenés
momentos en que tenés que trabajar un montón, pero por ahí entre medio de la siembra y de la
cosecha cuando ya está realizado el trabajo descansas o sólo [te] tenés que dedicar a cuidar a
los animales… como que no es tan corriendo (productora Tarijeña residente en Gorina).
36
Según una entrevistada.
70
37
El calendario agrícola era representado como una rueda, donde las estaciones del
mayor intensidad. Se obtenían los cultivos y también los frutos. Se realizaba una sola
cosecha por año (en Chuquisaca) y dos por año en otras zonas (Tarija), y las mismas se
distribuían a lo largo del año. Esta administración de los recursos atañe a idea de
campesinas, que implicaba una visión hacia el futuro, así como una división de los
recursos para que alcance para toda la familia durante el año. Y se diferenciaba de
37
La imagen fue tomada de Lecoq y Fidel (2003) de forma ilustrativa, ya que cada pueblo, según sus
características geográficas sembraba, cosechaba, etc. en un mes determinado. Lo que resultaba interesante
era poder mostrar la lógica de esta temporalidad estacional, donde las prácticas agrícolas, las festividades,
etc. suceden según las posibilidades que abre cada estación. Lo que hacía toda la producción y sus actores
estuviera más ligados a la naturaleza. Finalmente en esta concepción de la temporalidad, las actividades
se repetían año tras año, se podía esperar algo similar, lo que no implicaba una repetición idéntica, una
renovación permanente de energías y recursos.
71
infinito, un punto de fuga, que hace perder el objetivo final por un eterno avance hacia
un futuro incierto.
mecanizada, con una inserción diferencial en los mercados (ya sea porque orientaban su
propio proceso productivo (Balsa y López Castro, 2011). Los agricultores con estas
que los cultivos iban rotando en los terrenos, de esta forma “descansa[ba] la tierra”,
como decía una de las entrevistadas. Estas costumbres estaban vinculadas a las
una técnica adaptada a la fertilidad, generalmente limitada, de los suelos, que tiene
de fertilización con abono animal o el uso de áreas de descanso para el pastoreo, cada
área de cultivo era aprovechada por dos o tres años, con cultivos alternos (dicha técnica
también funcionaba como control de las plagas). Y por otro lado, la crianza de animales
72
proveía abono y materia prima para las artesanías y además, aportaba a la calidad y
cultivo año tras año. En términos de los actores: se elegían las más “lindas”, “los
Y eso (la semilla)… se guarda, se guarda eso. Cada año la cosecha más grande que
este, a la más linda. Por ahí cuando vas pelando el maíz encontrás un[o] bien lindo! y le
guardás eso, para semilla para otro año. Eso se guarda aparte, ya bien cuidado que no, que no
le freguen ningún animales. Y la papa lo mismo. La papa sí, buscábamos alguna vez por ahí
cuando faltaba, ¿ve? Tienes que ir a buscar, tienes lugares adonde traer (…) De ahí nomás de
la zona, la zona más alta por ejemplo que se llama un lugar: Iscayachi. Que ahí es, solamente
papa madura y habas, no? De ahí sabían llevar muchas veces… (Productor Tarijeño residente
en Abasto).
En algunos casos, se traía semilla de zonas más sufridas para plantar en zonas
que les permitía a los productores lograr un alto dominio de la situación (Van der Pleog
en Pérez, 2010).
Por otro lado, las tecnologías eran rudimentarias, trabajaban la tierra con una
yunta de bueyes, el arado resultaba un trabajo pesado por la tierra pedregosa y sobre
montaña. Luego, la siembra se realizaba entre el hombre que lleva la yunta y la mujer
73
que iba atrás tirando las semillas. Estas tecnologías tradicionales no requerían
combustibles fósiles (los animales comían en las mismas tierras) por tanto no implicaba
los animales a comer a tierras que pertenecían a toda la comunidad y a ninguna familia
en particular.
tradición y reforzada por la concepción del trabajo en tanto función social. Como decía
…hoy te dice [tu padre o alguien mayor]: “Bueno vení hoy vamos a ir a trabajar” y te
llevan (…) te llevan y bueno por ahí aprendes, más que todo viendo allá aprendes (Productora
tarijeña en La Plata. La aclaración es nuestra).
Por lo descripto hasta aquí, podemos ver que las actividades, prácticas y saberes
donde se complementaban cultivos, animales, etc, lo que se sacaba de una parte era
utilizado en la otra. Mejor dicho, cada uno tenía una función y esto hacía al
funcionamiento del sistema; por ejemplo, la bosta de las vacas era utilizada como abono
para la tierra, la chala que sobra de los maíces se guardaba (en épocas de sequía y frio)
…lo guardábamos [a la chala] arriba de un churque, una planta, que se la poda así,
ponele una planta cualquiera le sacan todos los brotes del medio, que quede hueco y después lo
pones la chala ahí y no se te hace nada, nada, dura todo el año (productora residente en
Gonnet).
74
Así, en las economías campesinas del sur de Bolivia como dice Kopp (2011) “las
labores agrícolas no son percibidas como una actividad de explotación, sino como un
servicio a la tierra que permite que los recursos sean aprovechados para la vida (…)”,
tanto de la relación del hombre con la naturaleza como de las relaciones sociales, es la
y el uso del espacio agrícola y ganadero. Cada comunidad, y dentro de ella cada familia,
sustento alimentario (…)”. Más aún, “no existe en la cultura andina el concepto de
apareció reflejado en el conocimiento del suelo, el clima, las estaciones del año, las
con la naturaleza: “Las técnicas aplicadas por los agricultores originarios de los Andes,
condiciones naturales que muchas veces eran las condiciones necesarias para continuar
75
en la actividad. Una temporada de sequía podía significar la falta de alimento para todo
el año, ya que no había márgenes de acumulación en la producción. Por otro lado, las
familias crecieron y las tierras siguieron siendo las mismas, por tanto las parcelas se
redujeron cada vez más en una división achicaba la superficie del minifundio tradicional
Tarija, zona de valles (…) por ahí teníamos algunos, unas parcelas chiquitas. Un
minifundio. A lo que llegamos a decirle en un momento, no sé a quién se le ocurrió pero decirle
“surcofundio” (Productor Tarijeño residente en Abasto).
En este contexto, los actores debieron salir del campo para buscar otros trabajos
(Ceydric, 2012), las remesas enviadas eran de gran importancia para las familias y para
todo el país por el ingreso que representaba a nivel nacional (Abal Oña, 2013). Los
actores habían migrado para trabajar de manera temporaria desde muy temprana edad
la caña de azúcar y a Santa Cruz a la cosecha de soya, también a la zafra del Noroeste
historia de reforma agraria) que se iban fragmentando con el paso de las generaciones y
una economía agraria que no recibía apoyo del Estado. Sumado a la demanda de las
economías regionales argentinas primero y las zonas hortícolas más adelante, que
demandaban mano de obra. Por otro lado, existía un habitus migratorio (Hinojosa
76
Gordonava, 2009), en los Tarijeños38 y Chuquisaqueños, estructuras mentales arraigadas
posibilidad. El mismo se constituyó a través de las generaciones, y fue reforzado por las
38
Ceydric (2012 y 2013) realizó un estudio donde explica que los habitantes del Oriente de
Tarija realizan migraciones hacia ciudades de Bolivia, a ocupaciones urbanas. Mientras que los
del Occidente migran históricamente a las economías regionales de Argentina y en las últimas
décadas a la horticultura periurbana.
77
b. Zonas hortícolas de Argentina
Elaboración propia.
Entre los años ´80 y ´9039 los actores migraron por diferentes espacios
productivos según las redes conformadas por el lugar de origen y generación a la que
homogeneidad en migrantes entre 35 a 5040 años, una gran generación que migró por
periodos) antes de llegar al CHLP (Mapa 2). Mientras que los mayores de 50 años
39
En un contexto de avance del neoliberalismo en la región y sus consecuencias para las
economías campesinas bolivianas.
40
Tomamos para nuestro análisis este rango etario que aporta mayor riqueza al análisis, ya que
los más jóvenes comenzaron a migrar directamente a La Plata.
78
habían pasado por ingenios azucareros antes de las zonas hortícolas. Por otro lado,
labores culturales (Aparicio, 2005). Cuando estas economías declinaron, los actores
con su familia. Éstas últimas, son huertas especializadas en pocos cultivos, donde el
(tomate, berenjena, pimiento, zapallo, entre otros), y los que hacen cultivos especiales
por las características de su clima y suelo como Mendoza (ajo, cebolla, zapallo, melón,
79
La generación mayor (actualmente 50-60 años)41 había pasado por la zafra, pero
luego con la tecnologización, esta agroindustria dejo de demandar tanta mano de obra y
carácter estacional que cubrieron la mayor parte del año por cosechas de diferentes
regiones en distintas estaciones del año. El trabajo en la zafra y en las grandes fincas de
Iban contratistas a Bolivia. Contrataban y venían a la zafra… y los expresos del lugar de
nosotros venían en camión hasta la frontera la Quiaca. Y ahí en la Quiaca (estornudo) de los otros
lugares de Bolivia ya van todos en camión ahí. Llegaba ahí y ahí ya descargaban todo y ahí salían
después ya en tren eh, primero hacían las revisaciones médicas para la Quiaca. Ahí revisaban a to[da] la
gente. Revisaban, una parte por mujer, una parte por varones. Todos mmmm, [an]daba todo pela[d]o
(riendo), ahí sabían estar ahí. (…) revisaban, ya salían bien le firmaban sus libretas. Decían: tal día sale
tal expreso a parar a tal lado. A cualquiera de los lotes se cortaban la zafra, la zafra (Productor
chuquisaqueño residente en Abasto).
Por otro lado, los migrantes llegaron por contratación a estos espacios
una fábrica de alimentos (Sevilla Guzmán y Mielgo, 2000). Allí, los encargados les
indicaban cómo plantar, cosechar, aplicar pesticidas, etcétera. Era un trabajo constante y
agotador que les dejaba a los trabajadores poca capacidad de agencia, ya que realizaban
(…)y viene el tractor y la gente va con plantines plantando (…) después los otros van regando
(…) después ya, terminaba eso y íbamos a poner zanahoria (Productora chuquisaqueña residente en
Abasto).
mismas fincas y el pago era escaso. Muchas veces eran remunerados con una libreta que
podían usar sólo en el almacén de las mismas plantaciones (tal como se usaba en los
80
Si plantábamos, pero no valía esos años, nada. Todo mercadería y tres por ahí si vamos a fiar,
hasta ahí si ya vamos. Eso nomas, pa[ra] pagar ganábamos. Así que se hemos sufío [sufrido] (Productora
chuquisaqueña residente en Abasto).
42
empaquetado de la producción. La forma que lo hacían era copiando a los familiares, los
(…)aprendí de mi hermano. Porque él curaba, él estaba viendo y regando, y carpir todo esas
cosas las aprendes… después sacaba el ajo y lo ponía [zapallo] Anco” (Productora chuquisaqueña
residente en Arana).
especializadas en Jujuy, Corrientes, Entre Ríos y Mar del Plata, donde fueron llevados
por contratistas o parientes. Permanecieron en la quinta por varios meses según las
características del trabajo que realizaban. Ahí trabajaban como “mensualizados”, lo que
42
Foto extraída de diario Los Andes edición 12 julio de 2008, Mendoza. Disponible en:
http://www.losandes.com.ar/noticia/sociedad-363749
81
Jujuy, y bajo invernáculo -característico de las últimas décadas- en Corrientes, Entre
Estos habían pasado por cultivos bajo cobertura, lo que marcó una diferencia con
los chuquisaqueños43 que no lo habían hecho. Llegaron a estas zonas traídos por
contratistas para una temporada y luego volvieron a venir solos los años siguientes. Los
entrevistados permanecieron en Entre Ríos y Mar del Plata por varios años donde se
hacía cultivo bajo invernáculo, una tecnología que llegó a la región pampeana con la
“revolución verde tardía”44 en los años ´80 y era desarrollado por productores
capitalizados ya que implicaba una mayor inversión. El mismo fue un importante hito
enfermedades. Esta nueva tecnología requirió el saber experto (ingenieros) para manejar
Las actividades que realizaban iban desde la preparación de la tierra con abono
químico, trasplantar, detectar plagas y hongos; y curar con agroquímicos. Así como
Los empresarios allá se lo agarraron [al ingeniero] porque reducía un montón el personal. Dice
que ahí cuando él llegó de visita de España de vuelta, lo llevaron a visitarlo ahí. Por hectárea de tomate
43
No es una distinción tajante, ya que uno de los chuquisaqueños entrevistado sí había pasado
por cultivos bajo invernáculo.
44
Término propuesto por un Ingeniero de INTA.
82
tenían 8 tipos trabajando ahí dentro el invernáculo. 8 empleados, por hectárea de tomate. Y él dijo ¡¿qué
hace tanta gente acá?! Y ¿cómo, cuántos trabajan? (preguntaba el dueño) Por hectárea yo ¡con 3
personas es mucho para trabajar! Y los otros no creían. Vinieron a ver acá, llegaron un día a la quinta. Sí,
le dije, 3 personas, esas hacen todo el trabajo, desde el trasplante hasta la cosecha. (…) Y experiencia de
él tengo yo, que he aprendido (Productor residente en Etcheverry).
cambió, ya que se pasó de una estructura temporal estacional, a un tiempo lineal propio
de la producción para el mercado. Los cultivos siguieron siendo cíclicos pero la vida ya
no estaba guiada por las estaciones; al haber varios cultivos para trabajar, una vez que se
terminaba con uno se debía pasar al otro casi sin descanso; es decir, que el trabajo era
constante todo el año. Esta característica se acentuó en los cultivos bajo invernáculo,
Sacaban tomate, terminaba el mes ese de tomate, le pasaban rastra y cosechaban otro, otro ya
ponían. En dos meses ya salían otro, otra producción, [mientras en Bolivia tardaban] como casi un año
(Productora chuquisaqueña residente en Arana).
producción capitalista era necesario un tipo de saber moderno para llevar adelante esa
estructura económica y temporal a la que sirven. Así que los migrantes se esforzaron por
aprender las técnicas que proponían los patrones. Algunos más que otros tuvieron una
actitud emprendedora, que los hizo acercarse a los técnicos para aprender la mejor
agricultura. Ese modelo y los saberes que trajo aparejados gozaban del prestigio de la
modernidad y el progreso. Para los actores este cambio estuvo vinculado no sólo a una
Y los patrones son así allá, son eficientes igual, no dejan. Así que no hay que pararle, hay que
darle, todos los días (Productor tarijeño residente en Etcheverry).
45
Esta característica se verá en el apartado siguiente con más detalle.
83
Pero, si los migrantes jóvenes se pudieron adaptar a las condiciones diferentes de
vida, trabajo y cultura, para los más viejos estos cambios no resultaron nada simples. Un
productor chuquisaqueño nos contó que vivió con su familia en Mendoza por diez años;
con ellos, pero ella nunca pudo adaptarse a estas condiciones y se volvió a su lugar en
poco tiempo. Uno de los elementos que distinguía un modo de vida del otro era la
alimentación:
Yo voy a comer allá la comida natural, madura la tierra no, no… [decía la madre] “allá
natural”: que madura en la tierra, la quinua, la haba, el trigo… allá madura la haba el trigo, la haba, el
máis [maíz], todo eso madura en la misma tierra. Y eso lo comen. Eso lo comían y eso una comida más
fuerte. Todo esa comida produce la misma tierra. Eso sembramos y eso comemos (…) Por eso dicen a
veces: el boliviano es chico, todo, pero es fuerte ¿Por qué?, porque se ha criado con esas comidas. Y
aquí, legalmente, no lo comen esas comidas. Aquí todo es arroz, fideo, otras cosas, verdurita todo. Es
como si, la persona es como si usted le dieran ¿foliar y foliar?, pero no tiene una resistencia para otra
cosa… Por eso dicen ¿no ve? los bolivianos siempre laburan, laburan y aguantan. No es otra cosa…
(Productor chuquisaqueño residente en Abasto).
sumado al momento del ciclo familiar (muchos de ellos con niños chicos) y las
ventajas comparativas respecto de otras zonas hortícolas del país dado por el desarrollo
(García, 2016). Los migrantes reconocieron estas características en los relatos de otros
…decían que ahí en La Plata, que se hace mucha plata. Y ahí se hacía menos plata, entonces
todo el mismo paisano nos sabía decir así: “vayansé a La Plata que ahí está lindo” y así somo´ [nos
hemos] animado de eso. Y la verdad que sí, porque aquí se trabaja así entre la pareja nomás, entre dos se
puede trabajar, porque allá se tienen que buscar gente. No[s]otros teníamos que, las diez hectáreas
teníamos que buscar unos seis changos! Seis mensualeros (Productor tarijeño residente en Etcheverry).
84
invernáculos) fueron importantes en el siguiente trabajo, pero además fueron necesarios
85
c. Horticultura periurbana en La Plata
Elaboración propia.
86
Los migrantes llegaron al cordón hortícola platense en la década del ´90, a través
productor de hortalizas del país y referente tecnológico (Simonatto, 2000), y como tal,
era un polo atractivo para los trabajadores que habían hecho migraciones estacionales y
más permanentes por diferentes regiones (Mapa 3). Dichas redes les permitieron
para arrendar su tierra. Otros trabajaron como medieros desde su llegada, con familiares
que ya residían en la zona. Hasta fines de 2015 los entrevistados se desempeñaban como
por connacionales y/o parientes (hermanos, primos, tíos); muchas veces la familia se
reunifica o se arman nuevas en una unidad parecida a lo que era en Bolivia la familia
ampliada, que era (y sigue siendo) la base de las relaciones de confianza y cooperación.
87
obra familiar (con contratación de trabajadores y medieros) y tienen acceso a la tierra,
en este caso bajo arrendamiento (Lemmi, 2015 y García, 2012). “Prácticamente todas
2011: 46-47).
peones realizaban tareas parciales que los patrones indicaban, como medieros tuvieron
arrendatarios además de las tareas manuales que venían haciendo también debieron
capacidad de tomar decisiones sobre la producción. Pero esas decisiones sobre qué
plantar, cómo hacerlo, etcétera, estaban condicionadas por la demanda del mercado y la
trayectoria realizada por cada uno), tanto de hojas como de frutos. Cuando pudieron
invernáculo tuvieron que hacer una gran inversión inicial (en palos, nylons, sistema de
88
Pero esa nueva posición social estaba lejos de la estabilidad y comodidad
en épocas anteriores (cuando los productores eran de origen italiano y español 47), y
muebles (como vehículos familiares) (Attademo et. al., 2013 y Lemmi, 2015).
A la derecha del predio se ve una casa de material blanca, como de cuidad, del
dueño de la tierra. A la izquierda la casa de Julio, hecha en parte de material sin revocar
y en parte de chapa, bastante alta. Nos cuenta el técnico de “Cambio Rural” que por
dentro la cubrió de telgopor para que no pase tanto el frío. Al fondo unos techos hechos
de madera y más atrás los invernaderos. Un rato más tarde llegábamos a los de otra
familia productora, hacía mucho frío (la radio decía -4° en la ciudad) y entramos a la
casa, que es de material. En la habitación había una cama matrimonial, además, dos
camas individuales y un ropero. Unas colchas y ninguna estufa. A la derecha se entraba
a la cocina (Nota de campo, Abasto).
47
Alrededor del 80 al 85 % de los productores son arrendatarios (según ingeniero agrónomo de
la zona). La cuestión de los precios del alquiler de tierras en esa zona apareció en varios relatos
como una problemática que condiciona la continuidad de la producción. Además, la
imposibilidad de acceder a la compra de la tierra lleva a que organizaciones de productores
busquen alternativas para hacerlo. Entre Mayo y Diciembre de 2015 un grupo de productores
mantuvo una toma de tierras en Abasto que se resolvió a fin de ese año con la destinación de
esas tierras para viviendas. Varios de los productores entrevistados estuvieron participando y
lograron conseguir su futura vivienda.
48
Los migrantes italianos que llegaron entre los años ´40 y ´70 hicieron un camino de ascenso
social similar a los actuales bolivianos, lograron comprar su tierra y mejorar sus condiciones de
vida, favorecidos por políticas estatales de la época y su capacidad de acumular en un mercado
todavía no tan expandido. En cambio, los migrantes que llegaron hace 20 años o menos no
pueden acceder a la compra de la tierra dado su alto costo e invierten su dinero en bienes
muebles como la camioneta o en la producción (Lemmi, 2015).
89
49
luego prepararon la tierra con abono que se conoce como “cama de pollo”; y sembraron
dejando un espacio igual entre una y otra para aprovechar lo mejor posible el espacio 50.
Después aplicaron pesticidas para prevenir las plagas (que son cada vez mayores) y
otros insumos para que la planta “exprese todo su potencial de rendimiento” tal como lo
49
Quinta de Etcheverry, foto de registro propio.
50
En la producción se intenta sacar el máximo provecho al espacio cultivable, ya que el precio
del alquiler es altísimo (dependiendo de la zona) y de debe aprovechar al máximo. Como dice
un productor: “hasta los perros me estorban” (Productor Tarijeño, Abasto). Esto no deja espacio
para animales u otros cultivos que no demande el mercado.
90
recomiendan los ingenieros agrónomos que los asesoran. Y por último cuidaron los
radicheta, albahaca, etc.) y con el tiempo siguieron con cultivos de fruto (tomate,
pimiento, berenjena, etc.). Las verduras de hoja chica dan una producción e ingresos
contantes, requieren menor inversión pero demanda un trabajo constante, se “ralea” (se
corta partes y sigue creciendo), y se vende a bajo costo. Cuando acumularon mayor
capital pudieron invertir en cultivos de frutos que deja una mayor ganancia y requiere
para este espacio productivo casi cubierto de invernáculos. El mercado (a través de los
bajo invernáculo; era mejor remunerado, y por otro lado, éste se ofrecía en los
personas y el ambiente. Como sostiene Domínguez (2008: s/n): “el productor, aún en
relación entre los costos y las ganancias monetarias es la relación dominante a la hora
91
de toma de decisiones”. Dicho enfoque convencional entiende que la tecnología es
buena per se, es buena en sí misma y de aplicación universal (Sarandón, 2002). Se basa
Alonso Mielgo, 2000). Esto volvió al agricultor dependiente de las tecnologías: “todo se
compra” decía Luis en su quinta de barrio “El Peligro”. Esa confianza excesiva en las
Todo se compra. Acá se compra todo… la semilla por ejemplo: cada semilla es distinto,
cada verano en invierno es semilla de, verdeo es distinto de verano, en invierno es distinto,
tenés que comprar sí o sí (Productora chuquisaqueña residente en Arana).
capital se volvieron más cortos (García, 2012). El invernáculo permitió mantener los
posible que en vez de una cosecha por año se pudieran hacer dos, una de “primicia” y
otra “tardía”, con lo cual se abastecía de hortalizas frescas durante todo el año. Ahora ya
agricultura campesina, aquí no hay tiempo para nada más que para producir. Si
de los actores, estamos bajo un tipo de temporalidad lineal donde “se avizora un
(Bourdieu, 2013). Dependiendo del tipo de cultivo, la actividad es más o menos intensa,
Bolivia.
92
Además, esa constante labor de la tierra altera la calidad del suelo (Marasas et al,
2012): “L: Es que allá [en Bolivia] la tierra tiene su tiempo… S: “descansa” como le
dicen allá. L: [en cambio acá] la tierra está todo el tiempo… trabajando” nos dicen las
Se puede ver la tierra seca y casi pulverizada, nos metemos y las zapatillas se nos
entierran como si estuviéramos sobre la arena (Nota de campo quinta de Abasto).
Nos cuenta que alquilan las tierras en ese lugar desde hace ocho años. Y lo que más le
pesa de este tiempo es que la tierra “está cansada”, ya muy “enferma”, cada vez les cuesta más
que las producciones rindan (vemos la tierra muy finita, como hecha polvo y seca, no tiene
aspecto de ser muy fértil). Nos muestra la lechuga mantecosa que le agarro un bicho, le cuesta
terminar de crecer y mucha se pierde, ahí tienen pérdidas, nos dice. Antes de entrar, habíamos
visto una cuadra antes, unas montañas de lechuga tiradas al costado del camino (Nota de campo
quinta de Abasto).
Esta tierra requería abono antes de ser sembrada. Una práctica extendida era la
preparación de la tierra con “cama de pollo”, un sustrato que extraen del guano de
pollo51. Este insumo también se compra, porque en las quintas generalmente no hay
espacio para tener (tantos) pollos como sería necesario para autoabastecerse. Cada
Fuimos hasta donde estaba Pablo, joven de 18 años, en el camino nos acercamos a lo
plantado en los invernaderos y se sentía olor a pis, el técnico de INTA nos dijo que era olor a
“cama de pollo”, la bosta de los pollos que se usa como fertilizante cuando preparan la tierra
antes de plantar. Efectivamente, miramos a la izquierda y había tres montañas de cama de pollo.
Parece que cuando todavía está fresca larga más olor y cuando ya se seca, después de un tiempo
ya no (Nota de campo en quinta de Abasto).
En otros casos, para el cultivo de tomate, una planta más delicada, cara y con
51
No está de más mencionar que la producción avícola también esta industrializada, los pollos
son alimentados con procesados y controlados por vacunas. Un análisis del complejo avícola se
puede encontrar en Barruti, S. (2013) Mal comidos. Cómo la industria alimentaria argentina
nos está matando. Planeta, Buenos Aires.
93
aplicación de un gas tóxico que mata todo tipo de bichos bajo la tierra. Una de las
consecuencias de esta práctica es que mata organismos “malos y buenos” del suelo.
Llegamos a la quinta y nos atendió la productora. Nos hizo pasar a ver como habían
“bromurado” la tierra. Esta técnica (nos contó el técnico de INTA) consta de la aplicación de un
gas, muy tóxico bajo la tierra, luego se tapa con unos plásticos negros por dos semanas y eso
mata tooodos los bichos del suelo, buenos y malos. Se espera que este producto esté prohibido a
partir del año que viene, que se va a reemplazar por otros no tan tóxicos. En el invernáculo de
enfrente habían aplicado otra técnica, “solarizado” menos tóxico. Cuando nos íbamos ella dijo:
“bueno por lo menos vieron el “bromurado”, “se intoxicaron un poco pero bueno”… riendo,
un poco en chiste un poco en serio (Nota de campo quinta en Abasto).
horticultura moderna. Quienes habían pasado por zonas hortícolas bajo cubierta,
que luego pusieron en práctica en su quinta en el CHLP. Mientras los que no habían
en otras zonas productivas a través de patrones y asesores. En algunos casos, este saber
nos mostró cómo hizo una cámara para germinar semillas, a partir del aprendizaje con
los patrones que eran ingenieros en una quinta en Mar del Plata. Éste compró la semilla
en una agronomía e hizo su plantín en la “cámara”, una casilla de madera cubierta con
plástico con una estufa eléctrica para hacer brotar las semillas. Esta estrategia para
plantinera propia que le permitió hacer su propia producción, ahorrar el gasto que
Hice ahí una, una casita de cuánto será? 80x80, 1,80x1,80... así es alrededor,
cuadrado. Y tapé así con tapas juntas, pegada, pegada hasta cerrarle todo y después le puse
94
nailon a la vuelta por adentro y lo mismo, y le puse una estufa ahí (…) y después, nada dejar
que nazca (…) ¡rápido nacieron! Y esita[esa] taba pa[ra] arreglarla todavía, eso llaman una
camarita que dicen (…) tengo que ponerlo tergopol a la vuelta, dicen que agarra, agarra mejor
la calor y ponerle un reloj de la temperatura! (…) Mi patrón sabía poner, allá en Mar del
Plata, un reloj de, pa[ra] controlar temperatura, cuántos grados está más [o] menos adentro. Sí
ahí (lo aprendió), por eso le hice igual así. Pero yo de mí [el mío] está con nailon a la vuelta,
así cerrado. Pa[ra] que no salga ningún, no salga aire, que no entre aire ni que salga (…) ella
[su mujer] lo único se ha encargado de hacerlo sembrarle y después ya me entregó y ya está
dijo y después ya le puse yo ahí dentro. Después lo puse adentro así apiladitas, no una por una,
todas a la vez!.. todas juntas! Toda eran como casi 100 bandejas! (Productor tarijeño residente
en Etcheverry).
años en una quinta donde tenían cultivos de tomate y recuerda de esa experiencia
…y yo trabajé, un tiempo por ahí trabajé por tanto, por día, de un quintero… él ponía
mucho de este tomate. Una especie de… era el más conocido de La Plata, el mas, más grande…
sí, él ponía, mucho el tomate éste. Él me sabía decir por eso, vos no cambiés, no, no el
“Elpida”, “Elpida” siempre es bueno (Productor tarijeño residente en Etcheverry).
como dicen los productores, “como un hospital para las plantas”. Los quinteros
advirtieron que “la tierra está vieja”, “cansada” o “enferma” y cuando llevaron esta
que llevó a un acrecentamiento cada vez mayor de los venenos a las unidades
productivas que compartían el espacio con las unidades domésticas. Como analizó
García (2016), este modelo tiene una lógica de espiral; es decir que la producción bajo
difícil llegar a una visión totalizadora del mismo (Sarandón, 2002). Cuando una planta
95
contraía una peste, hongo, etcétera, cuando se “enfermaba” según los productores, se
comprendían las causas de dichas enfermedades y se necesitaba del experto para cada
agregaba a los cultivos. Le llevaban una hoja de la planta enferma para que les digan
sino que cada problema parecía aislado. Por otro lado, cuando el remedio era muy caro
para costearlo, para evitar perder la producción, se compraba uno parecido pero más
económico, que muchas veces era más tóxico. Aparecen aquí estrategias de “adopción
híbrida del paquete” ante el escaso margen económico 52 que quedaba de la inversión
… allá [en Chuquisaca] tenés animales, tenés más opciones, tenés… un montón de
animales así que no, no, no es necesario comprar [abono], en cambio acá sí tenés que comprar,
sin eso aquí tampoco sale. En cambio allá descansa tierra (Productora Chuquisaqueña residente
en Arana).
Cuenta que cuando tienen alguna plaga van a ver a Matías de la semillera, para Samuel,
él es quien sabe cómo tratar esas enfermedades y les vende lo que realmente sirve, les dice la
verdad, no los engañan para venderles cualquier cosa, como otras semilleras (Nota de campo
quinta de Abasto).
52
Las últimas entrevistas dan cuenta de que el productor se queda con un 20 a 30% del valor
del producto en el mercado.
96
semilla de la planta, pero que no se hace, además [con los híbridos] no es seguro que de tanto
como la primera, prefieren no arriesgarse (Nota de campo quinta de El Peligro).
53
Por lo descripto hasta aquí, podemos pensar que el modelo penetró en los actores
mercado. Una vez más, los condicionamientos del mercado no dejaron margen para
pensar alternativas:
97
6, meses, eso implica trabajo cuidado. Tendrías que tener un lote especial, es muy riguroso
para hacer (…) nosotros, momento que tenemos parada la tierra perdemos, porque los
alquileres no paran. Si tuviera su tierra podría ser… (Productor tarijeño residente en
Etcheverry).
convencional estuvo mediatizado por actores referentes para ellos, como sus
con la cultura argentina (una cultura inventada de manera homogénea desde los inicios
Como toda cultura, se construyó en relación a otras culturas en un espacio de lucha por
el poder, donde se impuso la más fuerte. Para los actores, en este proceso se conjugaron
la cultura argentina. Las idas y vueltas a visitar a las familias a Bolivia llevaron
(Segato, 2007):
98
…gente que venía a Argentina vino la idea de que lo que se comía acá era mejor (…) y
dejaron de consumir sus productos” (…) [debajo estaba] “la idea de que la gente de campo es
atrasada (…) fideos y arroz el ideal era lo que se comía acá”. Y sigue con un cuento ilustrativo:
“hay un chiste que siempre hacen de un chabón que tenía la edad de mi mamá, y el tipo había
vuelto, ¿viste cuando vuelven de vacaciones? Siempre, siempre van a conquistar alguna chica,
qué sé yo. Entonces el chico estaba de vacaciones allá en Tarija y trabajaba no sé, en el
norte… y cuando va a charlar con el suegro le dice que él se la quería traer a la flaca, porque
él acá tenia, él sembraba fideos y arroz… era re chamuyo, pero con esa idea de “allá tengo
fideo y arroz”, ¿entendés? Como super valorizado” (productora tarijeña residente en Gorina).
y campesina.
“[Jujuy] como lugar de frontera, eh… existe mucha discriminación ¿viste? De la misma
gente hacia la misma gente; o sea, hacia los mismos inmigrantes, digamos que vienen.
Entonces es como que nadie es boliviano, nadie es de la Puna, nadie… bueno así ¿viste? (…)
yo sufrí muchísima discriminación, entonces es como que para mí ahí es como que te olvidas
todo.” (…) Ya después de Evo Morales se da una sensibilización. (…) se hace como toda una
revalorización digamos, de la identidad. Pero antes era terrible, te lo tenías que olvidar todo sí
o sí.” (Productora tarijeña en La Plata).
con él su carácter ritual, que implicaba una conexión con la naturaleza, los alimentos y
los animales. En este proceso, los saberes tradicionales no tuvieron lugar, porque no se
dominante.
Unas productoras nos contaron que en Bolivia se “challaba” la tierra, es decir, se
hacía un huequito en la tierra y se tiraba coca, alcohol, alimentos, etc. para pedir buena
horticultura destinada al mercado, los tiempos se aceleraron, las siembras eran chicas y
99
la cosecha constante de acuerdo a la demanda del intermediario para la venta en el
L: Acá que todo el tiempo es sembrar y todo el tiempo cosechar…S: Jajaj, ¡Todos los
días borrachos van a estar! (riendo) (Productoras de Tarija y Chuquisaca residentes en Arana).
invernáculos y arreglos, entre otros. Por otro lado, las prácticas culturales asociadas a
familias: cuando una familia tenía que construir un invernadero iban todos a ayudar,
hacían una jornada de trabajo, después comían juntos como se acostumbraba en las
colaboración como se hacía en Bolivia, pero en un nuevo contexto, cada vez más
familiares.
El Técnico de INTA nos cuenta que cuando tienen que armarlos vienen todos los
hombres de las familias, que trabajan en otras quintas y ayudan. El productor que está con
nosotros asiente y le pregunto cómo habían aprendido a hacerlo. Me cuenta que antes ellos eran
porcentajeros de un patrón, que ese patrón traía “armadores” para construir el invernáculo y que
100
de ahí aprendieron, también a través del tío. Ese tío (vive en otra quinta que quedaba lejos para
ir a visitar) un hombre de 40 o 50 años, es quien los trajo de (un pueblo de) Tarija a los cuatro
hermanos (Nota de campo quinta de Abasto).
Por otro lado, era frecuente ver en las quintas algunos cultivos que no eran para
vender al mercado, sino para el consumo familiar, para darse un gusto (Bonicatto, et.
Al., 2014) como parte de las culturas “chapaca” y “chuquisaqueña”. Se cultivaban ajíes
picantes y el maíz dulce, entre otros. Varias veces intentaron hacer otros cultivos, pero
por las condiciones geográficas y climáticas no crecieron. Además, todas las quintas
La papa de allá es linda, así una papita cuece [se cocina] sabrosa. Y esa nosotros
hemos traído pa sembrar, no no da. (Productor chuquisaqueño residente en Abasto).
Vamos a ver otros invernaderos y a lo lejos se veían unos ajíes que crecían enredados a los postes
de los invernáculos. Esos los usan para comer ellos, para cocinar, son muy picantes aclaran (Nota de
campo, misma quinta de Abasto).
Los saberes tradicionales estaban ocultos en los productores, pero aparecían
cuando se evidencia la posibilidad de que sea reivindicado con un fin productivo, que se
adaptara a la demanda del mercado. Un productor nos contó que se había enterado en la
Mesa Regional que en San Salvador de Jujuy habían empezado a hacer quinua para
“voy a probar unos surquitos allá” a ver si crece. “Dicen que está dando buen rinde.
Yo sé hacer quinoa” allá en Bolivia hacían quinoa… había tres variedades “blanca”,
“morada” y “delicada o preciosa”. No sabe cuáles habrá acá, pero si en San Salvador crece,
que hace calor, acá puede crecer también. Se lo ve emprendedor y muestra que recuerda muy
bien cómo lo hacía en Bolivia” (…) Y cuesta caro, están exportando… Y ahora en Bolivia
también tan exportando quinua. Es verdad dice. Como ellos van para allá. Es verdad, no es
mentira. Tan exportando! Así que ahí está la plata (riendo) (productor chuquisaqueño residente
en Abasto).
Por último, como parte de una comunidad transnacional, la población iba y venía
tierra, algunos todavía conservan posesiones y otros invierten en terrenos allá. Pudimos
dar cuenta de que quienes habían tenido la posibilidad de volver a Bolivia llevaban lo
101
aprendido a lo largo de su trayectoria de vuelta. Ahora los migrantes con mayor capital
simbólico reconocido en sus lugares de origen. La idea del desarrollo, del avance hacia
algo mejor llevaba a que los migrantes volvieran con los conocimientos y el capital
económico para desarrollar emprendimientos allá. Las cuestiones que los motivaron a
volver a sus pagos eran la salud, la vejez y la posesión de la tierra (que dejaron allá y a
la que aquí no pudieron acceder). Volvieron no sólo con el saber moderno, sino también
con el capital para invertir y muchas veces con el material genético (y otros insumos
nunca se fueron:
“[En Tarija en el campo] ahora hay más gente que se inclina a sembrar [hortalizas],
como vienen acá y aprenden el cultivo del tomate, entonces por ahí compran bombas para
tener agua en invierno y siembran tomate y después llevan pimiento, claro, o frutilla por
ejemplo” (productora tarijeña residente en Gorina).
actividad agrícola, sino un movimiento hacia espacios cada vez más modernizados y
como ciertos cultivos, la organización del trabajo o comidas y un nuevo proceso que se
102
Conclusiones
dos puntos de bifurcación que hicieron que cada categoría adoptara dimensiones
sus sucesivas migraciones se fueron moviendo hacia zonas cada vez más capitalizadas
en busca de trabajo y estabilidad, donde había una producción más grande y por tanto
sin tierra ni capital y en el CHLP se posicionaron como productores, con tierra (en
peones) y pudieron acumular capital que les permitió invertir en la tecnología del
significó un ascenso social que les permitió distinguirse de otros productores y (no
Argentina y los éxitos de los residentes fueron importantes en los diferentes momentos
de las trayectorias.
103
cosecha al año y las estaciones guían las actividades) a una temporalidad lineal, donde
el año gracias a la tecnología del invernáculo. Esto implicaba un ritmo de trabajo más
ágil y constante que dejó sin lugar a la dimensión espiritual de la agricultura tradicional.
escasez de agua, azada y bueyes hasta la más tecnificada con invernáculo de plástico y
semilla híbrida. Por eso vimos que este cambio productivo fue también un cambio
sigue: por un lado, los campesinos en tanto actores no eran reconocidos en Bolivia,
donde ser campesino era signo de desprestigio y pobreza. Por otro lado, las experiencias
104
trayectoria tuvieron una motivación económica y también simbólica, que implicaba la
integración en una sociedad moderna y capitalista. En este contexto, hemos visto que
producción por donde pasaron, pero sus saberes y prácticas agrícolas tradicionales no se
estaban destinadas al mercado, sino que se usaban para cocinar esos platos), y la
realizar algún trabajo que a una sola familia le llevaba mucho tiempo y esfuerzo; es
comunidad. En este sentido, algunos saberes latentes salieron a la luz cuando existieron
105
las condiciones materiales para su puesta en práctica, es decir cuando podían servir para
la producción (como el caso de la quinua que los productores recordaron que sabían
transformaron en un capital cultural para un campo social que las reconoce. Entendemos
que estas grietas, representaron elementos que eran funcionales al modelo dominante, es
Tarija, pasaron por cultivos bajo cobertura antes del periurbano y tuvieron aquí
experiencias previas útiles para el mismo, y también mayor interés por entrar en el
En conclusión, este recorrido nos permitió entender que (más allá de las
construir alrededor del “otro” una identidad inmutable, lo que puede llevar en la misma
modelo dominante.
pasa con los actores en diferentes posiciones sociales como peones, medieros; qué dicen
las voces dominantes como las inmobiliarias, semilleras, ingenieros y técnicos, etc; y
106
qué pasa con estas transformaciones cuando hablamos de actores políticamente
organizados. Y por otro lado, en relación a la estructura agraria del sur de Bolivia: qué
sucede cuando la tecnología moderna vuelve hacia las zonas campesinas de Bolivia; y
de origen.
107
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113
Anexo
Las historias de vida54
de Tarija. Vivió allí hasta los 5 años, criada por sus abuelos y tíos, como es costumbre
Jujuy, Argentina. Allí conoció a su pareja y decidieron mudarse a San Salvador de Jujuy.
algunas costumbres, como la vestimenta y la comida. Era una zona poblada por
los alrededores de La Plata (una de las primeras zonas de quintas). Tenían un tío que
trabajaba en la actividad hortícola y ellos se iniciaron en ese trabajo. Unos años más
tarde compraron la tierra, ya que en aquellos años era más accesible. Pero, poco tiempo
hace el secundario en un colegio del centro de La Plata y luego estudia una carrera de
grado. Finalmente, ella y familia más cercana salen de la actividad hortícola, aunque
Chuquisaca, ubicado al centro de Bolivia. Su madre muere cuando ella es muy chica y
se queda con el padre. Este forma otra familia y Silvia queda a cargo de una tía con la
que no se llevaba bien. Trabaja con ella en el campo y abandona la escuela. Desde niña
54
Los nombres utilizados son ficticios para resguardar la identidad de los entrevistados.
114
aprende las actividades agrícolas, recuerda que las mujeres son las encargadas de cortar
la lana de las ovejas e hilar para hacer “puios”. Cuando tenía 11 años un hermano de 25
que residía en Mendoza desde los 15 vino a buscarla para que fuera a trabajar con él y
junto con muchos otros trabajadores. Cosechaban tomate, aquí conoció el tomate, y
también durazno, manzana, uva, ajo, zanahoria, zapallo anco… Sentía libertad de
haberse ido de la casa de su tía. Allí se encontró con nuevas prácticas que aprendió
embarazada alrededor de los 17 años y decide quedarse a vivir en esa quinta con su
hermano y sobrinos, y dos hermanas más, mientras su pareja iba y venía. Estaba sola, él
no estaba, estaba trabajando en otro lado. Cuando nació el bebé Silvia se fue a vivía con
sus suegros a Oran, Salta, esperando a que su esposo volviera, pero allí estuvo sólo un
mes. Y se vino a donde estaba él embalando, dentro del área hortícola bonaerense. Ella
alquilo una habitación para quedarse con su hijo. Casi dos años más tarde (2001)
quienes trabajaron en esa quinta. Pero en plena época de crisis, el trabajo en la quinta
implicaba demasiados gastos y no les daba, cuando termina una cosecha su esposo
cuñada a la que estaban haciendo estudiar. Allí, nace su otra hija. Estaban trabajando
como medieros. Al mes se fueron a Arana, les habían prometido una quinta para cuidar.
juntaban recursos para empezar de nuevo. Ese tiempo fue duro, apenas tenían una
bomba chica, no llovía y los cultivos se secaban. En dos años hicieron la quinta y más
115
tarde consiguieron un puesto en el mercado. Ahora su marido va todos los días al
mercado, ella trabaja en la quinta y participa en la feria de comercio justo que organiza
hermanos y están todos acá, le gustaría volver a su lugar de origen, los cerros extraña,
pero no quiere ver a su familia mayor que quedo allá, no tiene a quien ir a visitar.
de Tarija. En su lugar de origen se producía para el mercado. Ella vivía y trabajaba con
la esposa de su padre, con la que no tenía buen trato. Recuerda que era un trabajo muy
pesado. Allí comenzó la universidad, hizo el primer año de medicina, pero debió dejar
se vino. Probó 6 meses y decidió quedarse. Conoció a su pareja y en poco tiempo armó
su familia y tuvo una hija. Actualmente, producen hortalizas en una quinta entre tres
andinos con su familia y escaseaba el agua. Ella deseaba venir a trabajar a Argentina
para estar mejor y traer a su familia. Una vuelta se vino con un tío que tenía cultivo de
flores en la zona platense y desde allí no se fue más. Con el tiempo cambió el trabajo
agrícola por urbano, porque como dicen muchos “es una lotería”, un día te va bien y al
siguiente mal, no se pueden controlar las condiciones y es una actividad muy inestable.
Así que empezó a cuidar a una señora, que resultó ser como una madrina. Tiempo
después ésta le regala una casa en el barrio residencial de Gonnet, La Plata, y ahí
Silvana da un salto cualitativo. Tiene esposo y dos hijos pequeños, sigue trabajando
116
como empleada doméstica y desde otro lugar, rescata prácticas tradicionales como la
hermanos cuando murió su padre. Como era el hermano mayor tuvo que trabajar para
tierra que es muy fértil. Se vendía por quintales al mercado, venia un camión a buscar la
cosecha, vendían a Sucre y Santa Cruz, Samuel iba a vender al mercado, ahí depende si
conseguís cliente, vendes en dos días y volvés con la plata. Vendían papa y cebolla, la
más grande se usa para hacer papa frita y la llevan a la paz, las más chicas y rosadas a
Sucre y Tarija. Juntaban agua en una represa, pero los años que no llovía el agua no
alcanzaba para regar los cultivos y debían salir a rebuscar la vida a otros lugares. Desde
en Jujuy, iban a buscarlos en camiones y cuando llegaban tenían que pasar una
revisación médica y después entraban a trabajar por seis meses en la zafra, de mayo a
noviembre. Cuando ésta terminaba se iba a hacer changas, trabajó como mensualero en
familia. Cuando se hizo más grande conoció a Valentina en Culpina y tuvieron los dos
hijos mayores. Pero lo que sacaban en la hectárea no les alcanzaba. Se fueron a trabajar
a Mendoza, estuvieron 10 años. En ese período trajo a su mamá que estaba enferma,
pero al poco tiempo ella se volvió. En el año 2002 se vinieron a La Plata, a través de
productor portugués como medieros y luego uno de sus hijos alquiló al dueño la quinta
117
de la asociación APHI del CHLP. A Samuel le gustaría volver a Culpina, lo haría si
de Incahuasi, Chuquisaca. Ahí estuvo hasta quinto grado. Después se fue con un tío a
trabajar a Mendoza, en las zonas hortícolas especializadas donde hacían cebolla, ajo,
etc. El tío se volvió a Bolivia y él se quedó, ahí conoció a Marisol, su futura esposa y su
familia. Después de 10 años, alrededor del año 2000, se vinieron con la familia de
quinta cerca del Mercado de Flores. Luego se establecieron en Abasto, donde están hace
ya seis años. Empezar fue difícil, hasta que se hicieron de todas las herramientas.
qué cultivar y cómo hacerlo con los paisanos de la zona. El de la quinta es un trabajo
sacrificado, si bien le gusta, espera que sus hijos puedan estudiar para tener un trabajo
chica vivía en el campo con su familia, recuerda que ella con otros niños cuidaban los
animalitos e hilaban la lana de oveja. A veces, no llegaban a terminar con sus tareas y
salían a jugar. Al poco tiempo comienza a acompañar a sus hermanos a Santa Cruz y
Bermejo en trabajos temporarios, como juntar la soja y cortar caña de azúcar. De joven
conoce a Samuel, él también había ido trabajando, pero por diferentes lugares de
Argentina. Tienen sus dos primeros hijos y deciden irse a Mendoza a las fincas de
tomate, ajo y frutas. Pasa ahí 10 años, en condiciones penosas, el trabajo no es del todo
118
“libre”, sino que lo que ganan deben gastarlo en la proveeduría de la finca, donde los
retienen con históricas deudas. Viven en carpas al costado de los cultivos con muchas
otras familias trabajadoras. Ahí tienen 4 hijos más. Por iniciativa de su hijo más grande
se van al cordón hortícola platense. No habían podido ahorrar nada, así que empiezan de
nuevo. Trabajan a porcentaje y más adelante pueden arrendar una hectárea. Actualmente
ella hace todas las tareas del hogar necesarias para la reproducción de la unidad
doméstica y productiva. Está cansada, quiere obtener su jubilación, pero como hace
una zona mucho más baja donde se hacen cultivos tropicales como la hoja de coca,
mandaron a La Paz para que estudie en el secundario. Ella “bajaba” a trabajar los fines
tiempo, una tía de ella, que tenía una textil en Buenos Aires, les propone irse a trabajar.
Ellos se van a Capital Federal, trabajan casi dos años y esta tía nunca les paga, además
no los dejaba irse. Estos apenas pueden se escapan y se van a Tarija, el lugar de origen
de Jacinto. En Tarija, sus suegros les dan una parte para hacer cultivos, ahí producían de
todo para comer, no les faltaba. Pero no podían ahorrar. Entonces por redes de parientes
de Jacinto, ahora, se vienen a La Plata. Comienzan con la horticultura que les resulta un
trabajo esforzado, van aprendiendo con los patrones, a los ponchazos. Tiempo más tarde
ahorran plata y pueden arrendar su quinta. Ahora producen en Etcheverry, tienen 4 hijos
pequeños.
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Noveno entrevistado (vamos a Etcheverry con la lucha, Walter)
Walter tiene 33 años, vino de Bolivia a los 17 con su padre a trabajar a una
quinta en Mar del Plata. Dos años como trabajadores con patrón y después por
porcentaje y se quedó 8 años ahí. Los dueños de esa quinta eran ingenieros agrónomos,
aprendió de ellos a detectar enfermedades de las plantas, los insumos que debe usar y
como hacer una cámara para germinar semillas. Ahí conoció a su esposa, que tenía un
hijo. Hace 4 años se vino a La Plata, actualmente en Etcheverry con su señora Silvia y
su hijo Joel. Sus padres y hermanos quedaron trabajando en Mar del Plata, ellos vienen
plata constante, pero también significa un trabajo permanente. Luego hacen lechuga, el
primer año dio bien, pero los siguientes vieron que la tierra se cansaba, se desgastaba
mucho. Este año empezaron con tomate, un cultivo de fruta que requiere mayor
inversión. Pero ellos se las arreglaron para ahorrar, hicieron una cámara para germinar
semillas, hacer plantines de tomate, copiando una que habían visto en esa quinta de Mar
del Plata.
durazno en grandes cantidades para vender al mercado. Este durazno o pelón se pela a
mano y se deja secar para poder conservarlo largo tiempo. Hace unos años, por
alternativos. Por otro lado, en esta región se suelen hacer festivales y campeonatos de
fútbol donde se juntan varios pueblos una vez al año. En uno de esos eventos Juan se
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encuentra con amigos que estaban trabajando en la horticultura platense, parece que les
estaba yendo muy bien y lo motivan a migrar. Éste se viene y comienza su trayectoria
en esta producción que lleva más de 30 años. Ahora, tiene su familia, producción bajo
invernáculo, y otras familias medieras. Vuelve seguido a su pueblo con una experiencia
exitosa.
modernas, como las semillas mejoradas y los agroquímicos. Eran muy caras, pero con
cultivo y hacia cursos que ofrecían organismos del Estado, poda y otros. Además, se
convertían en los actores fundamentales del mercado campesino) para sacar el mejor
rédito. También cuenta que cuando era chico solían migrar a Jujuy a trabajar con su
familia, repetidas veces. Luego fue solo, a través de contratistas a Corrientes y Jujuy a
los cultivos de tomate y otras hortalizas. Cuando terminó el secundario en Tarija quería
que era la oferta del lugar, pero después de un año debió dejar porque no se podía
mediero de aquel. Dice que fueron los pioneros en montar invernáculos. Fueron
demandas cada vez más determinantes del mercado. Además, Saturnino, inquieto, tuvo
una radio para la colectividad boliviana a mediados de los ´90. Actualmente, preside una
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de las asociaciones de productores del Cordón hortícola, está en contacto con técnicos
privado, le indicaba. Logró que esa quinta se levantara y quedó como encargado. Luego
se fue a trabajar a otra, siempre mensualizado y siempre de la mano del ingeniero. Éste
pioneros en aplicarlas en esa zona. Aprendió mucho sobre cultivo de tomate, morrón y
melón que eran los fuertes en esa quinta. Son conocimientos que lleva consigo y lo
ubican mejor en el espacio social. En el ´98 tuvo un problema de salud y para cuidarse
ponerse un taller mecánico, pero cuando llegó ya había otros que hacían eso, así que
comenzó a armar una quinta. Siempre fue inquieto, preguntando a profesionales. En ese
contexto conoció a una ingeniera estadounidense que le enseñó unos preparados con
plantas de la zona. Luego volvió a Entre Ríos pero lo mandaron a Corrientes en seguida
para que levante una quinta que no andaba bien. Estuvo en la zona por 16 años, tuvo su
familia ahí. Decidió venirse a La Plata, adonde tenía una hermana, para que su hijo más
grande pudiera estudiar. Trabajó a medias con la hermana un año, ahorró y pudo
arrendar la quinta donde están ahora. Además, junto con otros 20 paisanos compraron
una tierra en el centro de Etcheverry, que dividieron para que cada uno tenga un lote
parte de APHI.
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