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La Confesión
La Confesión
INTRODUCCION:
PREDICADORES CONFESORES
Cuatro predicadores se juntaron para tener buen compañerismo.
Durante la plática, uno de los pastores dijo, "Oye, nuestros miembros siempre vienen confesando sus
pecados y problemas. Vamos a hacer lo mismo. El confesar es bueno para el alma, ¿verdad?"
Uno por uno se pusieron de acuerdo y empezaron a confesar. El primero confesó su gusto por ir al
cine. Otro confesó que le encantó fumar el puro. El tercero confesó que le encantó jugar las cartas.
Cuando llegó el turno de que la cuarta persona confesara, no lo quiso hacer. Los demás le animaron a
hacerlo diciendo, "Oye, pero nosotros ya confesamos. Ahora es tu turno. Vaya, ¿cuál es tu pecado
mayor?"
Después de un rato de desesperación el cuarto pastor dijo, "Mi pecado mayor es el de ser CHISMOSO
y cómo tengo ganas salir de esta junta!
1Pe 3:7 De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada
uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada,.y ambos son herederos del
grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes.
1Pe 3:7 En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con sus esposas, reconociendo que ellas
no tienen la fuerza de ustedes, y que también a ellas Dios les ha prometido la vida eterna. Si ustedes
lo hacen así, Dios escuchará sus oraciones.
Mat 6:12 Perdónanos el mal que hemos hecho, así como nosotros hemos perdonado a los que nos
han hecho mal.
Estos pasajes muestran la necesidad de la confesión. La necesidad que nos trae para ser fortalecidos
La maldad en nuestros corazones hace que nuestras oraciones sean inefectivas pero también el estar
demasiado conscientes de nuestros errores pasados satura nuestra mente mientras oramos y esta
saturación provocará en nosotros una desesperación, y pronto sentiremos que no tenemos valor para
efectuar nuestras peticiones (2 Cor.7:10). Para combatir estos ataques espirituales deberemos de
recurrir a las promesas del Señor en relación a la confesión Así por ejemplo podríamos recordar el
pasaje bíblico“Si confesamos nuestros pecados El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y
limpiarnos de toda maldad”( I Juan 1:9). La confesión será por tanto la solución al problema de
culpabilidad por el pecado.
A. DEFINICIÓN DE CONFESIÓN
“Si confesamos nuestros pecados El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de
toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en
nosotros”. ( I Juan 1:9-10)
¿Qué es la confesión?
La palabra griega equivalente a confesión significa “estar de acuerdo con Dios”
Confesar en el sentido de admitir la propia culpa de la que se ha sido acusado, resultado de
la convicción interna.
Cuando confesamos nuestros pecados, estamos de acuerdo con Dios respecto al pecado en
nuestras vidas. Aceptamos que somos culpables delante de Dios.
La confesión es verbalizar nuestras limitaciones espirituales y admitir que hemos pecado.
En ningún otro momento en la oración el creyente puede apreciar su propio crecimiento
espiritual como en este paso.
La confesión es el reconocimiento de lo que realmente somos ante Dios.
B. LA CLAVE DE LA CONFESIÓN:
“Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me había escuchado”.
(Salmo 66:18)
El RECONOCIMIENTO es la parte esencial de la confesión.
Este paso es de importancia para Dios, ya que antes de que estemos dispuestos a dar las espaldas al
pecado, deberemos admitir (reconocer, confesar, decir) que lo que estamos haciendo es
pecaminoso. Esto indica que podemos tomar con seriedad nuestras faltas y equivocaciones. Por
supuesto Dios no nos solicita que confesemos nuestros pecados porque le sea a él necesario saber
que hemos pecado, sino más bien porque El sabe que es bueno para nosotros que estemos
conscientes del pecado en nuestras vidas desde la perspectiva correcta.
De acuerdo a las Escrituras, no habrá nunca una vida efectiva de oración, si en el corazón del
creyente hay pecado no confesado. No arreglado, hay problema. Dios no se hace de la vista gorda,
El no es quien deja pasar por alto algo que yo he pecado. ¡No!
Mat 6:12 “Perdónanos el mal que hemos hecho (esta es la confesión), así como nosotros hemos
perdonado a los que nos han hecho mal.
Mat 6:15 “pero si no perdonan a otros, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus pecados”
Mat 5:23,24“Así que, si al llevar tu ofrenda al altar te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra
ti, deja tu ofrenda allí mismo delante del altar y ve primero aponerte en paz con tu hermano.
Entonces podrás volver al altar y presentar tu ofrenda.
Durante tu tiempo de confesión será necesario que estés alerta en especial en relación a los
pecados aún no reconocidos, aquellos pequeños pecados que al crecer causarán grandes daños.
Toda falla espiritual de importancia empieza como una pequeña semilla de mal comportamiento.
C. IMPORTANCIA DE LA CONFESIÓN
“Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han
hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír” (Isaías 59:2)
Heb 9:14 “… ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí
mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al
Dios vivo?
Heb 9:14 “… más poder tiene la sangre de Cristo. Pues por medio del Espíritu que vive para
siempre, Cristo se ofreció a sí mismo a Dios como sacrificio sin mancha ni pecado. Su sangre nos
purifica para que estemos seguros de que hemos sido perdonados, y para que podamos servir a
Dios, que vive para siempre.
Esdras 10:1 Mientras oraba Esdras y hacía confesión, llorando y postrándose delante de la casa
de Dios, se juntó a él una muy grande multitud de Israel, hombres, mujeres y niños; y lloraba el
pueblo amargamente.
Daniel
Tenemos también el ejemplo de Daniel, y aunque ni aún los príncipes malos no le hallaron falta
(Daniel 6:4), él estaba siempre consciente de su pecado. Esto podemos ver en Daniel 9:20-21.
“Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado, y el pecado de mi pueblo Israel, y
derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios por el monte santo de mi Dios, aún estaba
hablando en oración cuando el varón Gabriel, a quien había visto en la visión al principio
volando con presteza, vino a mí como a la hora del sacrificio de la tarde”.
D. BENEFICIOS DE LA CONFESIÓN
“Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado...” (Salmo 32)
1) Restaura nuestra comunión con Dios (v.2).-El estar nuevamente en plena comunión con
Dios y bajo su total amparo será nuestro mayor beneficio.
3) Limpia mi conciencia (v.5).- Nos quita el peso de nuestros pecados y la culpabilidad que nos
agobiaba.
4) Rompe mis ataduras espirituales (v.7).- No sólo me da paz y sanidad, sino que retiro todos
los derechos que voluntariamente concedí al Enemigo sobre mi vida y debilito todo sistema de
pecado en mí, permitiendo ser libre para disfrutar plenamente de la vida que Dios tiene para
mí.
5) Da efectividad a mis oraciones (v.6).- La efectividad de mis oraciones dependerá de mi
bienestar espiritual.
“Antes de orar por un cambio de las circunstancias, deberemos de pedir por un cambio de
carácter.” (Alan Lavender). Como cristianos nuestro objetivo final en la oración deberá de ser
el glorificar a Dios. Dios desea derramar sus bendiciones en el mundo, a través de un primer
cambio en nosotros.
6) Me prepara para interceder por otros.- Aquí, nuevamente radica el problema. ¿Cómo
puede un Dios Santo derramar bendiciones a través del creyente cuya vida está saturada por los
anhelos de este mundo? El pecado causa indiferencia y es imposible para personas indiferentes
anhelar cambiar el mundo.
La gran interrogante que confrontamos en este paso de la oración es ¿Estoy realmente listo
para orar por los perdidos y por el mundo no evangelizado? ¿Estoy listo para orar por las
necesidades personales de mi familia y de mis amigos?. Finalmente, el bienestar de todos ellos
dependerá de nuestras oraciones.
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mi. No me eches de
delante de ti, y no quites de mi tu Santo Espíritu.” (Salmo 51:10-11)
2° PASO: Clamar por una Actitud Divina “Renueva un espíritu recto dentro de mí”
Mientras que la primera petición de David se refiere a una relación correcta con el Señor (un
corazón limpio), esta segunda petición se refiere a una relación correcta con las demás personas
(un espíritu renovado).
“A menos que nuestra actitud hacia otras personas sea de perdón y redención, Dios no
escuchará nuestras oraciones.” (Helen Shoemaker)
Ilustración.- Leornardo Da vinci y “La Ultima Cena”
Leonardo Da Vinci, de acuerdo a este pasaje, mientras Da Vinci pintabla “La Ultima Cena”
escogió como modelo para Judas, el rostro de uno de sus peores enemigos. Posteriormente, y en
el momento de dibujar el rostro de Jesús, da Vinci se sintió muy turbado. Toda esa noche no
pudo dormir. Al día siguiente, intentó nuevamente dibujar a Cristo, pero nuevamente falló en su
intento porque el rostro de Cristo no se le presentaba con claridad. Nuevamente no pudo dormir,
de tal manera que se levantó y se dirigió a su estudio . En el momento en que borraba el rostro
de Judas, representado por su peor enemigo, recién tuvo la imagen clara del rostro de Cristo.
La amargura y el rencor empobrecen el poder de la oración. David Hubbard nos recuerda, “El
gran peligro que se presenta cuando tiene enemigos, no radica en lo que ellos podrían hacer en
contra nuestra, sino en lo que nos hacemos a nosotros mismos a medida que permitimos en
nuestras vidas el odio, la crueldad o la dureza.”
CONCLUSIÓN
La confesión da inicio al proceso de limpieza del templo espiritual. Debemos de permitirnos un
tiempo suficiente, durante la oración para lograr una profunda limpieza. Debemos de recordar que
la confesión en la oración es el paso final que nos conduce a una oración confiada. “¡Señor,
enséñame a confesar!”.