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CUADERNO

DEVOCIONAL TOMA 1
Día 1:

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”


(proverbios 4:23)

Este proverbio habla de la sabiduría y cómo es una persona sabia; guardando los
mandamientos de Dios, escuchando sus razones, no apartando los ojos de Dios, y en
un momento menciona que sobre toda cosa guardada guardemos nuestro corazón
porque de él mana la vida. En otras versiones dice “porque este determinara el rumbo
de tu vida”.

Cuanta verdad encuentro en este versículo, y por más de que se hable mucho del
mismo (lo escucho muy seguido), nunca esta de más. Por algo algunos versículos se
escuchan reiteradamente, y es porque Dios algo quiere enfatizar. Lo mismo creo que
me pasa con este, Dios constantemente me pide que guarde mi corazón. Tiendo
mucho a exponerlo y a darlo por los demás, lo cual no esta del todo mal. Debo
depositar mi corazón en el único lugar donde es seguro, que es en las manos de Dios y
es una decisión que quiero tomar todos los días, más sabiendo cuanto me cuesta
hacerlo.

Día 2:

“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en


ti ha confiado. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la
fortaleza de los siglos.” (Isaías 26:3-4)

Todo el capítulo es un cántico de confianza hacia Dios, sobre la protección y cuidado


de Dios para con el pueblo. Israel canta confiado sobre que algún día todos los altivos
por el Señor serán humillados, y la ciudad se levantara como fuerte y nación justa
guardadora de verdades.

Últimamente tuve días muy difíciles, el periodo se tornó duro, y me encuentro cada
vez más sumergida en medio de ansiedades, me precipito a lo que todavía no
aconteció y me pongo nerviosa. Hoy en día estoy pasando una situación complicada,
donde, aunque confío en Dios, me siento constantemente en estado de alerta. Dios me
pide control sobre mis pensamientos, porque en él están perseverando, por lo tanto,
tengo que confiar más. “Tu guardaras en perfecta paz a todos los que confían en ti; a
todos los que concentran en ti sus pensamientos” se que mis pensamientos están en
él, por lo que él me promete que me va a guardar en paz, el tiene pensamientos de
bien para mi y no de mal. Tengo que aprender a confiar incluso sabiendo que quizá no
termine esta situación con el resultado que deseo, pero, aun así, él está.

Día 3:

“Si fueres sabio, para ti lo serás; Y si fueres escarnecedor, pagaras tú solo”


(proverbios 9:12)

El contexto de este pasaje es que viene hablando de la sabiduría, y en el v.10 dice que
el comienzo de la sabiduría es el temor del Señor. Por lo tanto, el versículo se refiere
que el insolente, el que pretende sabérselas todas, el único que va a sufrir es el mismo.

Este versículo me habla mucho sobre la humildad, lo importante que es tener un


corazón enseñable, y por, sobre todo, un corazón dispuesto a recibir lo que Dios
quiere. Si bien nunca me considere una persona creída ni altiva, para nada, si debo
admitir que muchas veces creí sabérmela. Me considere inteligente emocionalmente y
olvide que hay cosas que se me hacen “fáciles” porque el Señor las puso, quizá se me
hace fácil empatizar, más que a otro, pero debo entender que no es por mi propia
“sabiduría” ni “experiencia”.

Me tuve que dar la cabeza contra la pared para entender que soy una persona sabía
cuando busco conocer a Dios y hacer su voluntad, y no hay mayor sabiduría que esta.
Hoy en día me toca recordar y rendir mis dones, mi “inteligencia”, todo, a Dios con un
corazón humillado a él, porque se que de ahí viene la verdadera sabiduría.

Día 4:
“El que guarda su boca guarda su alma; más el que mucho abre sus labios tendrá
calamidad” (Proverbios 13:3)

Claramente el versículo esta hablando de la murmuración, de los que hablan de más.

No me suele pasar que hablo de más sobre una persona, ni cuentos secretos que me
confían, pero tengo que admitir que sí hablo de más sobre mi propia vida.
Lamentablemente me cuesta mucho ser prudente sobre lo que cuento de mi y tener
cuidado de no abrir mucho el corazón. Suelo confiar mucho y creer que, así como soy,
también lo van a ser conmigo, pero no es así. Si yo no cuido mi corazón primeramente
¿quién más lo va a hacer?.

Es por eso que, desde hace un tiempo, vengo orando y pidiendo a Dios que me ayude a
callarme, no hablar de más, tener cuidado con quién hablo las cosas, porque la
persona que termina sufriendo en todo esto soy yo.

Día 5:

“La boca de los sabios esparce sabiduría; No así el corazón de los necios” (Proverbios
15:7) (de nuestro corazón comienza todo) (me hace acordar a “el corazón del sabio
hace prudente su boca, y añade gracia a sus labios”)

Los proverbios son sabios consejos, inspirados por Dios. Estoy mucho leyendo
proverbios y ¿Qué mejor que leer consejos que vienen de Dios?

Al leer este versículo no podía dejar de pensar que de nuestro corazón comienza todo.
Me hace acordar al versículo que dice “el corazón del sabio hace prudente su boca y
añade gracia a sus labios”. Es tal cual.

Por lo tanto, es una advertencia para que pueda escudriñar mi corazón, y más allá de
lo que habla en sí el versículo, quiero ser una persona que esta constantemente
entregada de corazón a Dios para que el no pare de moldearlo.

Día 6:
“Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu,
que el que toma una ciudad” (Proverbios 16:32)

El versículo de hoy habla sobre el dominio propio. Y este tema me llevaba a pensar
muchas cosas.

Si bien el pasaje tiene énfasis en el dominio propio del buen manejo de emociones
(especialmente el enojo), yo lo medite pensando sobre en la totalidad que implica
tener dominio propio.

A mí, personalmente, me cuesta mucho tener dominio propio de mis emociones. Me


cuesta tener un equilibrio en cuanto a mi sensibilidad. Re siento que Dios esta tratando
muy profundo sobre mi persona y emociones. Es por eso que en este tiempo estoy
dejando que el trabaje como quiera en mis pensamientos y corazón, por más que
duela.

Día 7:

“¿Por qué te abates, oh alma mía y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque
aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío” (Salmos 42:5)

El salmo 42 es uno de mis favoritos. Me acompaño mucho en mi adolescencia, y lo


sigue haciendo hasta el día de hoy. El salmo habla de como se siente el salmista en
persecución, y cuan abatido esta.

Muchas veces me sentí así, me siento así. Pero en medio de toda turbulencia Dios me
recuerda que el esta, y queda en mi tomar la decisión y “ordenarle” a mi alma que
confíe en Dios a pesar de toda mala situación. Me encanta de este pasaje que el
salmista reconoce su estado; es horrible sentir como la ansiedad te consume y te deja
sin fuerzas, pero se que tengo una esperanza mayor. ¿Cómo rendirme si tengo un Dios
que me ama tanto, y que nunca se rindió?

Me mata una canción que dice “Lo tienes todo y aún así, anhelas mi corazón”. Dios es
mi debilidad y mayor fortaleza, mi mayor deseo y anhelo.
Día 8:

“Y la vasija de barro que él hacia se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra
vasija de barro, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra de
Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de
Israel? Dice Jehová. He aquí como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros
en mi mano, oh casa de Israel” (Jeremías 18:4-6)

Este pasaje… Su contexto es que Dios está mostrándole a Jeremías un mensaje muy difícil que
dar, y para ello utiliza una ilustración.

Me siento como barro en sus manos. No hay mucho que decir más que en este camino, en
este termino de periodo, me siento débil y se que fallo, pero Dios conoce mi corazón, y el sabe
que se lo entregue a el desde el día uno. Es por esto que no es nada fácil estar en las manos del
alfarero, porque que te desarmen y te rompan para volverte a hacer no es lindo ni agradable.
Pero en medio de este tiempo de completa crisis, no hay mejor “dolor” que el “dolor” que te
va a hacer crecer y te va a acercar a Dios.

Considero que estoy padeciendo este proceso, experimentando y estando bien presente en
esto que me sucede, pero se que este dolor tiene un propósito. Morir no es sencillo, crecer y
creer no es algo que se pase ligeramente, pero vale totalmente la pena.

Día 9:

“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago:


olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”
(Filipenses 3:13-14)

Filipenses es una carta escrita por Pablo. Pablo estaba en prisión cuando la escribe, y
expresa la gratitud que tenia con los congregantes de Filipos. El los anima a seguir en
los caminos del Señor.

Este pasaje fue clave para mi en este último año. El caminar en fe fue muy difícil en
estos años que conozco a Dios y voy a la iglesia, mismo acá dentro del instituto. Pero a
pesar de todas las dificultades el señor siempre estuvo alentándome a seguir adelante,
a nunca rendirme y nunca huir de situaciones duras. Es por eso que el volver a leerlo
me alienta a no olvidarme que hay un propósito en mi vida y que todo lo que fue ya es
pasado, y Dios tiene cosas nuevas para mí. Tengo que seguir caminando en fe y no
bajar mis brazos.

Día 10:

“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y


vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7)

Pablo sigue alentando y animando a los filipenses. Y mientras que yo seguía leyendo
filipenses había varios versículos donde yo me detenía, pero este en especial hablo a
mi corazón.

La ansiedad es un tema recurrente en mi este año. Hay veces que me canso con tan
solo pensar todas las cosas que quiero hacer, o las cosas que quiero mejorar/cambiar.
Muchas situaciones en mi cabeza rondan las 24hs y me agota. Por eso una vez más
Dios me recuerda que él es quien guarda mi corazón, quien, en medio de toda
tormenta de pensamientos, guarda mi mente y me llena con una paz que sobrepasa
todo entendimiento. Lo que me queda a mi es depositar toda carga en el y no dejar
que mis pensamientos tomen el control, sino que el Señor tome el control de ellos. Y
esto se hace mediante la meditación de su palabra, aprender a saber que pensar y que
no.

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