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El debate sobre las funciones

de la responsabilidad civil

Cesare Salvi

( *) Precedentemente, se ha destacado, co- unidad del material suministrado por las fuen-
mo un punto esencial del proceso de trans- tes romanísticas, y la inclusión en éstas de la
formación de la responsabilidad civil durante idea de responsabilidad ética y conductivista,
el siglo XX, el pasaje del esquema clásico, en derivada del Derecho canónico, propician la
el cual el resarcimiento es la sanción contra elaboración de una figura general de “delito”
un comportamiento prohibido, hacia el mode- civil, fundada en los elementos de la reproba-
lo que coloca el hecho dañoso y la función bilidad ética del comportamiento (culpa), de la
reparadora en el centro de la institución. Se pérdida económica (damnum) y de la lesión
puede hacer referencia, entre las varias citas contra la propiedad ajena (iniuria).
clásicas posibles, a aquella decimonónica, de
Rudolf von JHERING: (“no es el daño lo que La condena resarcitoria permite restaurar
obliga al resarcimiento, sino la culpa”), así el equilibrio económico preexistente; las fun-
como a la fórmula que contrapondrá George ciones preventiva y sancionadora sólo se acti-
RIPERT en los años Treinta: “de la responsa- van si ha existido un daño (como lesión de la
bilidad a la reparación”. Evidentemente, dicho esfera jurídica-patrimonial), y es sobre la base
pasaje representa mucho más que un episo- del mismo que se calcula la condena. De esta
dio cultural de afinación de los conceptos jurí- forma, se distinguen, definitivamente, la fun-
dicos: implica un cambio total en la forma de ción “privada” de la acción aquiliana y la fun-
entender las funciones de la responsabilidad. ción punitiva ”pública”, en el marco de la obra
más amplia de delimitación y contraposición,
Es útil, por lo tanto, seguir las huellas de al mismo tiempo, entre el Derecho privado y
las transformaciones funcionales de la res- el Derecho público, que caracteriza la afirma-
ponsabilidad civil, y ubicarlas en un marco ción del Derecho moderno.
más amplio, con un imprescindible carácter
sintético La regla en este modelo es que el resar-
cimiento sólo tiene lugar si se puede imputar,
En los orígenes del modelo normativo del una “responsabilidad” al demandado, perso-
Código Civil italiano, se encuentra la obra de nalmente, y a causa de la reprobabilidad de
reorganización conceptual desarrollada por su comportamiento. Las hipótesis de respon-
los iusnaturalistas y por la doctrina francesa sabilidad distintas de la culpa, que el Derecho
entre los siglos XVII y XVIII. La reducción a común había concebido de diferentes mane-
ras, son organizadas normativamente, como
excepciones a la regla, que deben ser inter-
(*) Título original: “Il dibattito sulle funzioni della pretadas de manera restrictiva, y siempre a la
responsabilità civile”, en Cesare SALVI: La res-
luz del principio de la culpa.
ponsabilità civile, en Tratttato di diritto privato, al
cuidado de Giovanni Iiudica y Paolo Zatti, Milán,
Giuffrè, 1998, págs. 11-23. Este es un régimen que concuerda bien
con una fase en la cual la institución desarro-
Traducción de Leysser L. León. Profesor de lla un papel sustancialmente secundario, en
Derecho Civil en la Pontificia Universidad Católica forma congruente con una economía caracte-
del Perú. Jefe de Prácticas de Responsabilidad
rizada, ya, por el predominio del mercado,
Civil en la Pontificia Universidad Católica del Perú
y en la Universidad de Lima. como una forma general de las relaciones
económicas, pero donde también impera el mo respuesta a problemas planteados por la
uso y disfrute estático de los bienes, y donde industrialización. La literatura estadounidense
los supuestos dañosos involucran, por lo ge- identifica el punto de referencia de este pasa-
neral, intereses homogéneos e “iguales” je histórico en un ensayo de HOLMES que
respecto de la seguridad de las propiedades y data de 1881: “Trespass and Negligence”.
de la persona.
La nueva noción de la culpa (que sustituye
Los términos del problema cambian con el la noción “subjetiva”, fundada en la actitud
masivo incremento de las ocasiones de daño, psicológica del agente) va de la mano con la
derivado del proceso de industrialización y del acentuación del carácter “excepcional” del
desarrollo del transporte. Los intereses típi- resarcimiento. La “regla” es que las pérdidas
camente subyacentes a las hipótesis dañosas permanezcan donde se han producido, a
dejan de ser homogéneos; el régimen aqui- menos que exista una razón socialmente
liano es llamado, contrariamente, a mediar en válida que justifique la activación del proce-
el conflicto entre la libertad en el desenvolvi- dimiento dirigido a transferirlas, de la víctima
miento de las actividades productivas, y la al agente. Y lo normal es que dichas razón
seguridad de los individuos y propietarios. La sea, precisamente, la culpa: sólo la discon-
noción ética y conductivista de la responsabi- formidad entre la conducta y la “norma” justi-
lidad deja de parecer adecuada para realizar fica el resarcimiento, el cual funge, así, de
dicha mediación, que requiere, más exacta- sanción y de técnica de prevención de los
mente, una lógica ordenadora de tipo econó- comportamientos socialmente anormales.
mico y social, la cual implica –para la defini-
ción de los criterios acerca de quién soporta Este es un modelo de responsabilidad ins-
el daño– una repartición de los costos del pirado en un principio liberal, en el cual se
desarrollo industrial entre las distintas clases exalta la libertad de la actividad económica, y
sociales. donde se descarta que quien desarrolle una
actividad semejante, riesgosa o no, de un mo-
En la fase de la primera industrialización, do forma conforme con los parámetros acep-
la solución que predomina consiste en la con- tados socialmente, esté obligado a asumir las
firmación del principio de la culpa como regla consecuencias dañosas de las mismas. Las
de imputación de la responsabilidad; sin em- reglas aquilianas se plantean como un límite
bargo, dicho principio asume de manera a la responsabilidad del que desarrolla una
progresiva un contenido parcialmente distinto, acti-vidad riesgosa.
y más adecuado a las nuevas exigencias. La
noción de culpa es depurada poco a poco de Es entendible, entonces, que se haya
los elementos ético-individuales, para pasar a hablado de un régimen favorable a la empre-
configurarse en términos objetivos, como una sa en la historiografía más autorizada,
falta de conformidad entre el comportamiento orientada a explicar la afirmación del principio
del agente y los parámetros que expresan el de la culpa en el common law durante el siglo
grado de tolerabilidad social del riesgo gene- XIX, con la exigencia de evitar costos excesi-
rado por la conducta del agente. vos para una industria en vía de desarrollo. A
decir verdad, esta explicación (debida a los
Este proceso, que es común en todas las estudios clásicos de FRIEDMAN y HORWITZ)
experiencias jurídicas de la industrialización no ha estado exenta de críticas, por parte de
del siglo XIX, puede ser apreciado con mayor la historiografía más reciente; es difícil poner
claridad en el Derecho de Estados Unidos, ya en duda, sin embargo, la afirmación de que el
que en el mismo, la plena elaboración del tort tort of negligence, como principio general, ha
of negligence como categoría general (similar desenvuelto una función histórica de protec-
al “hecho ilícito civil” italiano), acaece sólo co- ción del desarrollo industrial, a través de la
identificación de un límite bien definido frente Así se inicia la dialéctica, hasta ahora central,
a las hipótesis de resarcibilidad de los daños entre la función individual de la responsabili-
provocados por dicho desarrollo. dad civil, como institución reguladora de una
relación bilateral según criterios privatísticos,
Los resultados del análisis de la experien- y su función social, entendida como un inte-
cia estadounidense (para el cual disponemos rés general que justifica (o no) la
de abundante material historiográfico) no pue- transposición del daño, de la víctima hacia
den aplicarse automáticamente en Europa otro sujeto. En efecto, en el momento en que
continental. También aquí, sin embargo, el se comienza a poner en duda que la inter-
punto de equilibrio entre las razones de la vención del Estado en las relaciones
propiedad y las exigencias de la producción – económicas constituya “un mal, cuando no se
un punto alcanzado en los distintos países, y pueda demostrar que sea un bien”
luego modificado, durante el proceso de in- (HOLMES), también cambia la forma de en-
dustrialización– encuentra una significativa tender el interés general en la repartición de
referencia en el distinto modo de entender la los costos de las actividades económicas.
noción de culpa, y en la evolución (en el nivel
de la jurisprudencia, por lo general), y asi- La nueva perspectiva comienza a definirse
mismo, en la forma de entender y regular las a finales del siglo XIX, pero se afirma a partir
relaciones de vecindad, en especial, las inmi- de la tercera década del mismo, y a partir de
siones. los años Sesenta, en Italia, con los estudios
de RODOTÀ y SCOGNAMIGLIO, especial-
Por otra parte, mientras que el ámbito de mente, en los cuales el evento dañoso y la
la responsabilidad se organiza en torno de exigencia de repararlo son ubicados en el
una noción objetiva de culpa, se excluye del centro de la reconstrucción conceptual de la
derecho de la responsabilidad civil el área de institución. La reparación del daño deja de ser
los daños sufridos por los trabajadores en el vista como la consecuencia de reglas que
proceso productivo, que es remitida a la legis- poseen, esencialmente, finalidades preventi-
lación especial sobre la materia, la cual se vas y represivas frente a conductas dañosas
encuentra, a su vez, en la base de las hipóte- que no concuerdan con los parámetros de
sis de solución social al problema de la tolerabilidad social; la reparación es la tarea
compensación de los daños. El seguro obliga- primaria de la institución, que encuentra, a lo
torio contra los accidentes en el trabajo hace más un límite, pero no su fundamento, en la
posible –al sustraer de las reglas aquilianas al consideración del hecho del responsable. El
área más delicada de los riesgos de empre- principio liberal es desvirtuado; lo que se pre-
sa– la conservación de la estructura general gunta, en otras palabras, es si existe una
de la institución, en el ámbito de una concep- buena razón, ya no para que el autor de un
ción económica de tipo liberal. daño deba responder del mismo, sino para
que se niegue a la víctima el derecho al re-
Sin embargo, la circunstancia de fundar la sarcimiento.
responsabilidad por culpa en la lógica liberal
del actuar económico contiene, en sí misma, En la base del nuevo ordenamiento se
el germen de toda la evolución posterior. encuentran, dos ideas esenciales. La primera
es la consecuencia de una visión netamente
La ratio de la institución tiende, en efecto, solidarística, que juzga la compensación de
a desplazarse desde la lógica individual –que los daños como un valor en sí mismo; en ella
destaca la exigencia de restablecer el equili- es evidente la incidencia de la cultura del
brio lesionado con el daño a la víctima– hacia Estado social, cuyas tareas primarias son la
una razón de interés general (si bien identifi- protección de la seguridad de los individuos y
cada con el principio liberal antes referido). una repartición más equitativa de los recur-
sos. La segunda idea nace, en cambio, de la ordenamientos caracterizados por la tipicidad
exigencia de una nueva legitimidad y de un del hecho ilícito, mediante la identifica-ción
nuevo consenso para el proceso económico y del “sostinges Recht” del § 823 BGB, por
productivo, una vez que se ha puesto en du- ejemplo.
da la ecuación entre la libre actividad
económica y el bienestar colectivo. Se difun- Desde el segundo punto de vista, se libera
de la idea de que el costo social de las el camino para concepciones bipolares de la
actividades productivas debe reconducirse al responsabilidad civil, basadas en la afirma-
ámbito de los costos económicos, en lugar de ción de la presencia simultánea de dos princi-
ser padecido por la colectividad; dicha idea pios generales: la culpa y el riesgo. En los
concurre con la visión solidarística, para sus- años Cuarenta, Josef ESSER, en Alemania, y
citar una ampliación notable de las hipótesis Boris STARCK, en Francia, elaboran siste-
de resarcibilidad de los daños. La Escuela del mas bipolares muy precisos; en Italia, es
“realismo” norteamericano, en el período de Pietro TRIMARCHI –con su libro de 1961 (*)–
entreguerras, está particularmente atenta a quien propone un modelo bipolar extremada-
esta evolución. mente moderno, que precede, en muchos
aspectos, a la elaboración estadounidense
Así, la función individual y la función social del análisis económico del Derecho.
de la responsabilidad parecen encontrar un
punto de síntesis en una visión que privilegia, Sería mezquino explicar estas nuevas
básicamente, al damnificado, como la parte teorías con el mero argumento de la predo-
“débil” del conflicto que subyace a la hipótesis minancia de una demanda social genérica. La
de daño, y que acepta –favorece, inclusive– ampliación del área del daño resarcible está
la atribución, al régimen jurídico, de tareas dirigida, en parte, a comprender las nuevas
redistributivas y correctivas de la distribución formas de riqueza (y las empresas mismas),
de la riqueza producida por el libre desarrollo bajo las garantías tradicionalmente concedi-
de los procesos económicos. das a la propiedad. A su vez, la responsabili-
dad objetiva de la empresa es generalmente
Técnicamente, las nuevas tendencias se delimitada a los daños que sean fruto de un
expresan en una doble dirección: sobre todo, riesgo típico; así, el empresario puede trasla-
en la ampliación tipológica de los intereses dar el costo a los precios, y redistribuirlo entre
cuya lesión da lugar al resarcimiento; y asi- la colectividad, valiéndose del seguro contra-
mismo, en la deducción –sobre la base de un tado o de un seguro propio. Cualquiera que
material normativo disperso, que prevé sus fuera el grado de eficiencia económica de una
manifestaciones específicas y restringidas– técnica similar, lo cierto es que los términos
de un principio general de responsabilidad solidarísticos sólo permiten explicarla par-
objetiva, que se funda en el riesgo generado cialmente.
por las actividades económicas, y que se
contrapone abiertamente al principio de la Es indudable, sin embargo, que en la
culpa. transformación moderna de la institución se
asigna un papel central a la idea de que la
Desde el primer punto de vista se rompe – tutela de las víctimas de los daños constituye
en lo que concierne a la experiencia jurídica un valor primario, en torno del cual reconstruir
italiana– la identificación del daño injusto con el régimen y las funciones de la responsabili-
la lesión del derecho subjetivo absoluto
(SACCO, SCHLESINGER y BUSNELLI escri-
ben en dicho sentido, también a inicios de los (*) (N. del trad.) Se refiere a Rischio e responsa-
años Sesenta). Análogas tendencias se mani- bilità oggettiva, obra de Pietro TRIMARCHI publi-
fiestan en otros sistemas jurídicos, incluso en cada por Giuffrè de Milán, en 1961.
dad civil. A partir de esta premisa, el proceso de imputación (culpa, etc.), en los cuales se
de extensión del área cubierta por el remedio expresan las razones que inducen al ordena-
aquiliano asume una dimensión e importancia miento a intervenir con el fin de transferir el
jamás pensada con anterioridad. costo del evento dañoso, de la víctima hacia
otro sujeto.
En la misma dirección asume una impor-
tancia particular la tendencia, difundida en Como es obvio, una explicación que pres-
tiempos más recientes, a recurrir a la respon- ta atención, exclusivamente, al aspecto
sabilidad extracontractual para fines que son, reparatorio, no está en condición de explicar
antes que de reparación de los daños, de las distintas razones por las cuales se esta-
tutela de los derechos e intereses (y, corre- blece la responsabilidad, ni tampoco el su-
lativamente, de “control” de las actividades puesto (no imposible) en el cual un daño in-
potencialmente lesivas), muy a menudo, con justo no puede ser resarcido en concreto, a
independencia de la verificación de un daño causa del defecto de alguna de aquellas ra-
en sentido propio. Las exigencias de protec- zones. Los principios solidarísticos no son
ción para los llamados derechos de la perso- suficientes para superar tal límite, porque en
nalidad, y para los intereses colectivos o difu- el juicio de responsabilidad la protección de
sos vinculados con los valores post-adquisiti- las víctimas de los daños se consigue, justa-
vos de las sociedades contemporáneas, se mente, haciendo que el costo quede a cargo
encaminan hacia el remedio aquiliano, em- de otro miembro de la Sociedad, y no puede
pleando todos los márgenes de elasticidad de absorber, por lo tanto, la función social de la
este último. institución; esto sí puede suceder, en cambio,
mediante sistemas compensatorios que se
En Italia, por ejemplo, ha tenido una rele- impusieran a la colectividad en su conjunto.
vancia particular la evolución de la juris-
prudencia relativa a la llamada identidad per- La constatación de dicho límite había in-
sonal, así como la innovación legislativa en ducido, en efecto, a predicciones acerca de
materia de daño al medio ambiente. un inexorable declive de la institución, que
estaría destinada a ser sustituida, al menos
La noción jurídica de daño se extiende así, en los sectores de mayor propagación de los
hasta el punto de abarcar figuras distintas del fenómenos dañosos, por formas más eficaces
daño patrimonial tradicional (y del denomina- y racionales de compensación social de los
do daño moral, entendido como sufrimiento o daños y de tutela de los derechos. De allí la
turbación, en los ordenamientos que admiten aparición de una serie de estudios sobre la
la resarcibilidad del mismo). En consecuen- “crisis” y el “declive” de la responsabilidad ci-
cia, es la noción misma del resarcimiento, vil. Los hechos han demostrado, por el con-
como medio para la reintegración de pérdidas trario, una vitalidad bastante creciente de la
económicas, la que es puesta en discusión. normativa aquiliana (abordaremos las razo-
nes de ello en el último capítulo de este libro).
Cuando la atención se concentra en la
víctima del daño, en lugar del autor del daño, Los estudios más recientes del debate
de todas maneras existe un límite a la lógica están caracterizados, entonces, por una reno-
intrínsecamente bilateral de la responsabili- vada atención en los objetivos de la respon-
dad civil. Por efecto de ésta, el daño no es sabilidad; y se difunde la perspectiva que
eliminado, sino transferido a otro sujeto. Para cree poder encuadrarlos en un función de
que el desplazamiento se produzca no basta eficiencia del sistema económico.
que el daño sea injusto; es necesario que en
la hipótesis concreta concurran, además, los Se observa que el resultado de las reglas
extremos de uno de los criterios normativos resarcitorias (de determinar si es la víctima, u
otro sujeto distintamente identificado, la que lianas. El neoliberalismo, predominante en los
debe soportar el costo del daño) no es defini- estudios de análisis económico del Derecho,
tivo. Por lo general, el daño es transferido –ya está presente, sobre todo, en el trabajo técni-
mediante el mecanismo de los seguros, ya a co de POSNER. En la base de dicha tenden-
través de la inclusión del mismo en el ámbito cia se encuentra la reacción frente a la cultura
de los costos del sujeto llamado a asumirlo: la del Estado social y frente a las tareas, confia-
víctima o un tercero–, en todo o en parte, a das a la mediación jurídica, de intervención
otros sujetos. El camino queda libre, enton- correctiva de los efectos económicos “natura-
ces, para análisis complejos sobre los efectos les” del mercado. Depurado de todo rastro de
económicos de las reglas resarcitorias; poste- finalidades redistributivas o de tutela para la
riormente, se intenta extraer de dichas re-glas parte débil, el interés general que en el que
los elementos para definir un modelo aqui- se funda la razón de ser de la responsabili-
liano idóneo para la obtención de óptimos dad, es identificado en el desplazamiento
efectos económicos. más efi-ciente de los recursos, en cuanto
capaz de maximizar la riqueza global del sis-
En este punto, se diversifican los derrote- tema económico.
ros. La función traslativa y de repartición so-
cial de los daños no contrasta, por sí misma, El análisis económico de la responsabili-
con la centralidad asignada al elemento repa- dad civil ha enriquecido, indudablemente, los
ratorio de las teorías solidarísticas. Estas conocimientos sobre los efectos de las reglas
identifican en al damnificado como la parte aquilianas, y los elementos que ofrece pue-
típicamente “débil”, a ser tutelada de manera den ser de auxilio, eventualmente, en la inter-
prioritaria, y tienden a justificar, entonces, la pretación de la normativa vigente. Es dudoso,
traslación del daño hacia el autor de la activi- en cambio, que por dicha vía puedan lograrse
dad dañosa en el mayor número de casos. El consistentes resultados de orden descriptivo
hecho de que el responsable pueda redistri- o prescriptivo, al menos en el sistema italiano.
buir, luego, el costo entre la colectividad no Las dificultades y los contrastes surgidos en
es considerado contradictorio: dado que se ve el campo de las doctrinas económicas, en
en la responsabilidad el fin de la institución, torno del sistema óptimo de imputación de la
una repartición social del costo de los daños responsabilidad, parecen evidenciar, por en-
puede ser considerada, por el contrario, como cima de todo, los amplios márgenes para
un resultado positivo, en razón de que permi- juzgar la metodología en mención, así como
te que los sujetos damnificados resulten la posibilidad de definir un sistema de reglas
“insensibles” a los daños. En esta perspecti- que permita reconducir el costo de los daños,
va, la exigencia de proteger al damnificado se de manera efectiva, al ámbito de los costos
coordina con la exigencia –más amplia– de la económicos de los sujetos que ejercen el
distribución social de los riesgos. Esta es una control de las condiciones de seguridad de
hipótesis difundida en la literatura estadouni- las actividades dañosas. La clásica investiga-
dense de las últimas décadas, desde JAMES ción de ATIYAH, al respecto, es bastante
hasta CALABRESI. significativa.

Pero la aproximación económica es ubica- En realidad, tanto la distribución social de


da, en la base de orientaciones que descreen los riesgos, cuanto la maximización de la
de la idea misma de colocar la tutela repara- riqueza social, pueden ser consideradas fina-
toria del damnificado en el centro de la insti- lidades no primarias, sino secundarias o indi-
tución; lo que hacen, más bien, es imputar a rectas, de la normativa aquiliana; esta se es-
las concepciones solidarísticas la introducción tructura en torno de la función individual y
de elementos distorsionantes respecto de la específica de restaurar (o no) la situación de
correcta configuración de las reglas aqui- la víctima de un suceso dañoso concreto; y
es sólo indirectamente, por tanto, y dentro de realizar una reducción global de los costos
los límites de dicha función, que la reparación sociales de los accidentes.
del daño en particular se convierte en un
costo de la actividad riesgosa. Se ha señalado anteriormente que este
tipo de análisis presenta una complejidad de
En todo caso, se puede identificar el inte- tal nivel que vuelve dudosas sus posibilidades
rés general que sirve de sostén a las reglas aplicativas, si no es en una medida aproxi-
de responsabilidad, con la asignación más mada y no significativa, especialmente,
eficiente de los recursos económicos sólo con cuando se postula el alcance general del
un juicio de valor, que, en el sistema italiano, mismo. En cambio, si se la limita a la respon-
requeriría un fundamento normativo. sabilidad de la empresa, la teoría de la
desincentivación general aporta elementos de
La imposibilidad de agotar la explicación comprensión útiles y directivas interpretativas.
funcional de la responsabilidad civil con la Sin embargo, también concurre en este cam-
reparación del daño, así como las perplejida- po el límite intrínseco derivado de la
des suscitadas por nuevas teorías centradas circunstancia de que las reglas aquilianas
en la eficiencia económica, han determinado sólo pueden asegurar la compensación mo-
una renovada atención en aspectos que pa- netaria de los daños concretos y específicos;
recían haberse superado definitivamente con pero es claro que el da-ño debería ser evita-
la evolución del Derecho moderno (como el do, y no solamente compensado. En las
de la punición, o el de “hacer justicia”), la tendencias más recientes, en efecto, se acos-
reconsideración del significado de otros (el tumbra atribuir a la responsabilidad civil de la
preventivo, por ejemplo), y la insistencia en empresa, una función “auxi-liar” respecto del
nuevos aspectos (como el control social). sistema de prevención específica, organizado
mediante prescripciones normativas.
En el primer campo se puede destacar,
sobre todo, la insistencia en una función que, No menos discutible es la idea tradicional,
ya para la concepción tradicional, se asigna- a la que ya se ha hecho referencia, sobre la
ba al juicio de responsabilidad, es decir, la de finalidad preventiva como fundamento gene-
prevenir los eventos dañosos. Sin embargo, ral de la responsabilidad por culpa. Las
en las teorías económicas a las que acaba- objeciones a dicha idea están vinculadas con
mos de hacer referencia, la idea de la preven- carac-terísticas que la culpa asume, concre-
ción tiene un significado distinto de aquel que tamente, en los ordenamientos
es propio de la doctrina clásica de la culpa, contemporáneos. No parece posible que las
en razón de que el efecto desincentivador no causas fisiológicas y psicológicas de los com-
se vincula con el peso de la amenaza de la portamientos dañosos más difundidos sean
responsabilidad respecto de comportamientos superadas con la amenaza de la responsabi-
dañosos específicos, sino con la incidencia lidad. En contra de la idea de una función
de las reglas resarcitorias en la asignación de desincentivadora eficaz de la culpa, se desta-
los recursos a través del mercado. Se habla, ca, particularmente: que la jurisprudencia
por consiguiente –por parte de CALABRESI, lleva a cabo la evaluación del comportamien-
en especial– de la desincentivación “general” to culpable de acuerdo con criterios
como consecuencia de un sistema que im- abstractos y objetivos; que en el área de la
ponga la responsabilidad al sujeto que se culpa comparece también lo que se conoce
encuentre en las mejores condiciones para como error (estadísticamente inevitable para
efectuar el análisis costo-beneficio entre los cualquier bien padre de familia); y que la
costos del accidente y los costos que permi- amenaza de la responsabilidad pierde peso
ten evitarlo. De tal manera, se debería frente al papel asumido por los seguros.
Con todo, parece que una conclusión radi- nuevo, en tal forma, la función ordenadora del
calmente negativa sería excesiva; se debe- principio de la culpa, que sería entendido, por
rían diferenciar, más bien, los diversos secto- otra parte, de acuerdo con el planteamiento
res cubiertos por la culpa, dejándose fuera de original, es decir, como un juicio de la repro-
dudas la función preventiva de las hipótesis babilidad efectiva de la conducta, capaz de
de imputación por dolo o culpa grave, sobre constituir un criterio de responsabilidad “a la
las cuales ha llamado la atención CENDON, medida del hombre”, como lo ha destacado
en Italia. También desde este punto de vista, BUSNELLI, en Italia.
por lo tanto, surge la exigencia de no arribar a
conclusiones unitarias, sino diversas según Estas son doctrinas convincentes para
los sectores, incluso en el ámbito de la culpa- destacar un límite efectivo –al que ya se ha
bilidad. hecho mención– a las concepciones solidarís-
ticas: el límite de considerar exclusivamen-te
En otra perspectiva, se subraya la idonei- la tutela de la víctima, teniendo en menos la
dad del juicio aquiliano para fungir de instru- posición del responsable. Es innegable, sin
mento de control social y difuso frente a acti- embargo, la distancia de la concreta evolu-
vidades potencialmente lesivas, con una fun- ción del Derecho positivo, que reconoce un
ción ulterior, substitutiva o de “suplencia”, peso creciente a las hipótesis de la denomi-
respecto de los instrumentos tradicionales, nada responsabilidad objetiva; que configura
admi-nistrativos o penales. la culpa según parámetros objetivos (en for-
ma tal que parece tratarse de un instrumento
Es evidente el límite que encuentra una de delimitación de los daños resarcibles, y no
función de control de este último tipo: la ac- de amonestación frente a las conductas re-
ción del damnificado está encaminada a probables); que admite el seguro (cada vez
obtener el resarcimiento del daño específico, más difundido en la práctica, por otro lado) de
y no la remoción de las condiciones que lo la responsabilidad. Siempre es más evidente,
han provocado, y que pueden provocar otros además, que la institución aquiliana se centre
daños. Más recientemente, sin embargo, en en la reparación del daño, la cual es construi-
algunas áreas especiales (como la tutela del da, luego, de una manera tal que impide la
medio ambiente, o la tutela de los llamados equiparación de la entidad de la “sanción” con
derechos de la personalidad frente a los me- el grado de reprobabilidad del comportamien-
dios de comunicación masiva), y también en to, que podría fundar coherentemente, por sí
la experiencia italiana, se ha difundido el re- sola, una concepción ética de la responsabili-
curso a la responsabilidad como instrumento dad.
de control, por lo que merece ser tomado en
cuenta de manera adecuada. Las doctrinas recordadas en este punto se
evidencian, por lo tanto, más que como des-
En cambio, otras tendencias se caracteri- cripciones del sistema vigente, como referen-
zan por recobrar la lógica individualista del cias para un diseño de política legislativa, que
juicio de responsabilidad: en ellas se subraya confíe la tutela de las víctimas de los daños a
el rasgo de consecuencia desfavorable que las instituciones de la seguridad social, y que
tiene el comportamiento reprobable del agen- reserve la responsabilidad individual del autor
te. Pero el regreso a la concepción tradicional del daño a las hipótesis en las cuales pueda
–que encierran dichas tendencias– es fruto detectarse, efectivamente, una conducta re-
de una crítica consciente de la evolución que probable.
ha conducido a acentuar el elemento objetivo
de la repartición del daño, con el consiguiente También con una lógica individualista se
decaimiento del papel “amonestador” y de las desarrollan las teorías elaboradas –sobre
bases éticas de la institución. Se propone de todo en Estados Unidos– que identifican el
objetivo esencial de la institución en la exi-
gencia de “hacer justicia” entre el damnificado
y su víctima, sobre la base de consideracio-
nes que atienden, solamente, a la posición de
las partes, descartándose, en cambio, toda
referencia a los intereses “generales”. Con-
vincente es la crítica a las doctrinas que iden-
tifican la ratio de la responsabilidad civil en el
interés de la asignación más eficiente de los
recursos; no ocurre lo mismo con la idea de
que intereses distintos de aquellos vinculados
con el reequilibrio de la situación preexistente
entre las partes sean extraños a las reglas
resarcitorias, y que deban permanecer en
dicha condición.

Como ocurre con otras figuras, es difícil


poder explicar la responsabilidad por hecho
ajeno, por ejemplo, sin considerar la preemi-
nencia concedida a la tutela resarcitoria de la
víctima o la importancia de la mayor capaci-
dad que tienen ciertos sujetos para soportar
el peso de los daños. Esto impide descartar,
posteriormente, el papel de las finalidades re-
distributivas en el régimen de la institución.
Por otro lado, en la comparación misma de
los intereses en conflicto de las partes (nece-
saria a efectos de la determinación de la in-
justicia del daño, como se verá más adelan-
te), no cabe discutir acerca de la imposibilidad
de descartar la importancia que debe recono-
cerse a una jerarquía de valor entre tales
intereses, más allá, inclusive, del respeto a la
mera igualdad formal.

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