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de Pediatría
Estridores laríngeos en
recién nacidos y niños
Por una niñez y
adolescencia sanas, Hipotiroidismo congénito y
en un mundo mejor
adquirido: diagnóstico precoz
www.sap.org.ar / e.mail: pronap@sap.org.ar
Educación Sexual Integral
Tel/Fax (54-11) 4821-8612 int. 130 - 131 - 132
Av. Coronel Díaz 1971 - (C1425DQF) - CABA - República Argentina Infecciones recurrentes en
el consultorio del pediatra
Sociedad Argentina
de Pediatría
Módulo 1
Estridores laríngeos en recién nacidos y niños
Hipotiroidismo congénito y adquirido:
diagnóstico precoz
Educación sexual integral para pediatras
Infecciones recurrentes en
el consultorio del pediatra
COMISIÓN EDUCACIÓN CONTINUA CONSEJO
DIRECTIVA SAP Secretaria ASESOR DEL PRONAP
Presidente Secretaria de Lucrecia Georgina Arpí Directores de Región
Dr. Omar Leonardo Tabacco Subcomisiones, Comités Miembros Región Metropolitana
Vicepresidente 1º y Grupos de Trabajo Dra. Yamila Abadie Dr. Carlos Luzzani
Dr. Rodolfo Pablo Moreno Dra. Rosa Inés Pappolla
Dra. Florencia Canzutti Región Litoral
Vicepresidente 2º Secretaria de Dra. Nora Racigh
Regiones, Filiales y Dr. Juan Bautista
Dra. María Eugenia Cobas
Delegaciones Dartiguelongue Región Pampeana Norte
Secretaria General Dra. Fabiana Gabriela Molina Dra. Elisabet Fadda
Dr. Fernando Ferrero
Dra. Verónica Sabina Giubergia
Vocal 1° Dra. Cristina Gatica Región Pampeana Sur
Pro-Secretaria General Dr. Gonzalo Luis Mariani Dr. Nicolás Molina
Dra. Elizabeth Patricia Dr. Gonzalo Guiñazú
Vocal 2° Región Centro Cuyo
Bogdanowicz Dr. Martín Hokama
Dr. Eduardo Federico Cáceres Dra. Ana Houdek
Tesorero Collantes Dra. Vanesa Lavanca Región Noreste Argentino
Dr. Miguel Javier Indart de Arza
Vocal 3º Dra. Isabel Maza (NEA)
Secretaria de Dra. Cristina Iris Gatica Dra. Emilce Gutierrez
Dra. Rosario Ortolá
Educación Continua
Región Noroeste Argentino
Dra. Lucrecia Georgina Arpí Dra. María Ernestina Reig
(NOA)
Secretario de Dr. Fernando Torres Dr. Manuel Barthe
Actas y Reglamentos Dr. Luis Urrutia Región Patagónica Atlántica
Dr. Alejandro Eugenio Pace
Dra. Marcela Urtasun Dra. Marcela Regnando
Secretario de
Dr. Carlos Wahren Región Patagónica Andina
Medios y Relaciones
Dr. Raul Colombino
Comunitarias
Dr. Juan Bautista
Asesoras Pedagógicas
Dartiguelongue
Lic. Amanda Galli
Secretario de
Relaciones Institucionales Lic. Claudia Castro
Dr. Manuel Rocca Rivarola
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por escrito de la Sociedad Argentina de Pediatría.
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internos: 130/131/132. Las opiniones que se expresan en este libro son las de los autores y no
necesariamente las de la Sociedad Argentina de Pediatría.
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Internet: http://www.sap.org.ar. Diseño Editorial: AMI GALLI • amigalli@gmail.com
ESTRIDORES LARÍNGEOS
EN RECIÉN NACIDOS Y NIÑOS
DR. HUGO RODRÍGUEZ
13
HIPOTIROIDISMO CONGÉNITO Y
ADQUIRIDO: DIAGNÓSTICO PRECOZ
DRA. SILVIA D’AMATO 43
DRA. MARIA SOL RODRIGUEZ AZRAK
INFECCIONES RECURRENTES EN EL
CONSULTORIO DEL PEDIATRA
DR. MIGUEL GALICCHIO
95
Módulo 1 m PRONAP 2021 3
Alumnos de PRONAP 2021:
¡Bienvenidos!
¡Y presentamos el Módulo 1!
Nos parece un milagro lograrlo en medio de esta pandemia.
El 2020, escribimos que esperábamos que este año el curso se desarrollara en la
normalidad epidemiológica, sanitaria, social… craso error… enfrentamos la segunda ola.
Muchos colegas del equipo de salud han dejado su vida en esta lucha ninguneada por
algunos, a ellos un minuto de reflexión de cada uno de nosotros y a todos los que siguen
en la trinchera, día a día, con miedo, con contagios, con esfuerzo, nuestro homenaje.
Más que en el 2020 los pediatras son demandados por el ataque más frecuente a
adolescentes y niños... y por cepas más peligrosas.
El Módulo 1 trata temas interesantes, y sobre uno de ellos realizaremos un Zoom en el
mes de Agosto. El tema elegido es Estridores en RN y Lactantes, que es tratado por el
Dr. Hugo A. Rodríguez, y contempla la grabación de los diferentes tipos de estridores.
Es decir, que es un capítulo multimedia: papel, gráfica, sonidos y Zoom.
Si bien será en Agosto, los interesados se pueden ir anotando, en Trámites Online,
reservando primera fila, imaginando que volvió la normalidad y que van a un salón
auditorio… soñar….
Infecciones recurrentes, un tema de consulta frecuente y dolor de cabeza de familia
y pediatra, permitirá orientar diagnóstico y tratamiento.
Hipotiroidismo nos recuerda un tema que, si bien no es de todos los días, por eso
mismo, puede tener omisión diagnóstica en el momento oportuno.
ESI, para pediatras, nos acerca a un tema que están transitando nuestros pacientes
en la escolaridad y al que nos resulta útil acercarnos para saber cómo proceder en la
consulta. Muchas familias esperan una aclaración pediátrica acerca de una enseñanza
que están recibiendo, por fin, sus hijos e hijas, pero que a veces los sorprende.
Y renovamos la esperanza de que el Módulo 2 llegue en una pandemia en retirada.
Les deseamos que se interesen, que quieran saber más, que no estén tan exigidos en
la tarea, que llegue el alivio, la reducción de contagios y de muertes, la vacunación
efectiva que pueda incluir a adolescentes, niños y niñas.
Cuídense mucho, son todos y todas muy necesarios…
Dra. María Luisa Ageitos
Directora PRONAP
TRABAJO EN TERRENO
Se trata de un trabajo práctico y tiene como propósito la aplicación o
utilización de los conocimientos adquiridos. Un trabajo en terreno suele ser una
oportunidad para reflexionar sobre la práctica profesional: sobre las condiciones
en las que se trabaja, los resultados de la atención brindada, la relación con los
pacientes y sus familias, etc.
Se responde en nuestro Campus Virtual. Es una tarea obligatoria y su
cumplimiento es requisito para obtener el Certificado Final.
ENCUESTA DE OPINIÓN
Explora el grado de satisfacción de los inscriptos y aporta sugerencias para el
mejoramiento del programa.
Se responde en nuestro Campus Virtual. Es una tarea obligatoria y su
cumplimiento es requisito para obtener el Certificado Final y un insumo
importante para nosotros.
CAMPUS VIRTUAL
Aquí encontrará: Material Complementario, acceso a los módulos, Examen, Tra-
bajo en Terreno, Encuesta de Opinión, videos, etc.). Recuerde que todo alumno
que optó por la modalidad papel también puede acceder a los módulos vía web.
Para ingresar es muy sencillo:
1. Acceda a nuestro Campus Virtual a través de la página de inicio de la SAP
(margen derecho). Se abrirá una nueva página.
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o cliente) en los casilleros correspondientes. Haga clic en “Ingresar al Campus
SAP”, se abrirá una nueva página.
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Acceder al Campus SAP”.
5. Haga clic en PRONAP, se desplegarán las diferentes opciones.
Si no puede ingresar al Campus o al PRONAP debe realizar el reclamo en
pronap@sap.org.ar
CERTIFICACIÓN
Para obtener la condición de alumno regular y recibir la certificación
correspondiente a 250 horas usted debe cumplir en tiempo y forma con:
mm Trabajo en Terreno.
mm Encuesta de Opinión.
mm Examen Final.
mm Curso abonado en su totalidad.
CONTACTO
Co-Autores
Lic. Ximena Seleme, Lic. Laura Martín,
Med. Lorena Barbieri, Lic. Daiana Koch, Lic. Liliana Luna,
Od. Sebastián Centineo, Med. Florencia Reising,
Med. Carolina Melchior, Med. Zulma Yucra,
Med. Pamela Kraser, Med. Daiana Loubet,
Med. Julián Montero, Med. Alejandro Wagner,
Med. Milagros Di Noto.
La obesidad en la población infantil se ha incrementado. En su etiología interactúan
múltiples factores entre los que se encuentran las creencias y aspectos sociocultu-
rales. Se ha documentado que la prevalencia alta de obesidad infantil está asociada
con una inadecuada percepción de los padres con respecto al peso de sus hijos.
En una comunidad de General Daniel Cerri de la ciudad de Bahía Blanca, en el año
2020 transcurriendo pandemia COVID 19, el equipo de Salud del Centro de Primer Ni-
vel de Atención detecta que ésta no está exenta a la pandemia de Obesidad Infantil.
Preocupados, realizamos una encuesta a las madres que asistían al centro por cual-
quier causa. Esta encuesta fue provista por el equipo de docentes de PRONAP para
un trabajo en terreno, apunta a la percepción que las propias madres/familias tienen
sobre las prácticas alimentarias de sus hijos e hijas y sobre la imagen corporal que
tienen de ellos/as. Llamó la atención la percepción de sus hijos/as como muy flaqui-
tos/as (con percentilo 50) y normales (con percentilo por encima del 75).
En cuanto a las prácticas alimentarias se notó que niños y niñas ingerían pocas frutas
y verduras por semana y predominaban las bebidas azucaradas para calmar la sed.
Esquema de Contenidos
ESTRIDORES LARÍNGEOS
Localización
Laringomalacia
Características
Parálisis recurrencial bilateral
Diagnóstico
Hemangioma subglótico
Tratamiento
Estenosis subglótica congénita
Membrana laríngea congénita
Quistes congénitos de laringe
Hendidura (Cleft) laríngea
Estenosis subglótica adquirida
Cuerpos extraños laríngeos
FIGURA 1.
Esquema de laringe y traquea.
1. Cartílago tiroides,
2. Membrana cricotiroidea,
3. Cartílago cricoides,
4. Primer anillo traqueal,
5. Tráquea.
Imagen endoscópica
CVD: cuerda vocal derecha,
CVI: cuerda vocal izquierda (por encina
de las cuerdas vocales es inspiratorio
por debajo es bifásico).
* : Epiglotis,
CVI: Cuerda vocal izquierda,
CVD: Cuerda vocal derecha,
#: Aritenoides,
Flechas rellenas: repliegues ariepigloticos.
Flecha sin relleno: entrada al esófago.
FIGURA 3.
Rx. simple de cuello (perfil laríngeo).
Se puede visualizar:
1. Cavum nasofaríngeo.
2. Velo del paladar,
3. Vallécula,
4. Epiglotis,
5. Repliegues ariepiglóticos,
6. Ventrículo laríngeo (por encima bandas
ventriculares y por debajo cuerdas
vocales verdaderas,
7. Subglotis y tráquea.
A. LARINGOMALACIA
Es la causa más frecuente de estridor laríngeo en el lactante
y la anomalía congénita de mayor incidencia (50-75%) dentro
de las malformaciones laríngeas.
FIGURA 4.
Colapso inspiratorio de la supraglotis en la laringomalacia.
Repliegues Aritenoides
ariepigloticos
C. HEMANGIOMA SUBGLÓTICO
Los hemangiomas son los tumores benignos más
frecuentes en la población pediátrica y el 60%
aproximadamente se localizan en cabeza y cuello.
Tienen una mayor incidencia en el sexo femenino 2:1. Si bien son muy frecuentes en
la población infantil, los hemangiomas subglóticos (HSG) corresponden solo al 1,5%
de las anomalías congénitas de laringe y se debe sospechar en aquellos pacientes
que presentan lesiones en la piel del cuello y en la porción inferior de la cara.
El estridor es bifásico, con un mayor componente inspiratorio y se exacerba con el
llanto y con las infecciones respiratorias. La intensidad del estridor va a depender del
tamaño del hemangioma y del momento evolutivo en que éste se encuentre.
Durante las primeras semanas de vida los hemangiomas subglóticos son asintomá-
ticos. El primer síntoma es el estridor que comienza entre los 40 a 60 días de vida y
en algunos casos se manifiesta ante una intercurrencia respiratoria. Posteriormente,
debido a la fase proliferativa de las lesiones durante los primeros meses, la sintoma-
tología se exacerba, pudiendo desencadenar una franca disnea con tiraje y obstruc-
ción respiratoria.
La radiografía de cuello de perfil con foco en laringe para partes blandas revela el
estrechamiento asimétrico de la luz subglótica, con pérdida de la columna aérea en
los casos más obstructivos. También son útiles la resonancia magnética y la tomogra-
fía computada, sobre todo, cuando se quieren estudiar otros órganos comprometidos
y descartar malformaciones asociadas.
TIPS
mm Laringitis subglótica a repetición en menores de seis meses.
mm Clínica de laringitis, con respuesta parcial a la medicación.
mm En el 50% de los casos coexisten los hemangiomas subglóticos con
angiomas sobre todo en piel (Figura 7).
FIGURA 7.
Hemangioma en piel.
FIGURA 8.
Estenosis subglótica congénita.
TABLA 1.
Membranas laríngeas congénitas (ML).
ML anterior ML uniformemente
ML anterior delgada. ML anterior gruesa.
moderadamente gruesa. gruesa.
Abarca 75-90% de la
Abarca 50-75% de la luz
Abarca hasta el 35% de Abarca 35-50% de la luz glótica.
glótica.
la luz glótica. luz glótica. Componente subglótico
Se extiende a subglotis.
cartilaginoso.
Afonía, síntomas de
Llanto disfónico desde el
Llanto ronco y débil, Voz muy débil, síntomas obstrucción de vía aérea
nacimiento, sin síntomas
síntomas de obstrucción de obstrucción de vía severos, necesidad de
de obstrucción de vía
de vía aérea leves. aérea modera. traqueotomía en los
aérea.
primeros días de vida.
FIGURA 9.
Atresia de laringe. El caso extremo de ML.
FIGURA 11.
Quiste laríngeo congénito lateral (sacular).
* : quiste,
#: aritenoide
FIGURA 13.
Hendidura laríngea.
* : tráquea.
#: esófago y tabique en el medio.
FIGURA 14.
Colapso de la mucosa de la región inter aritenoidea.
* : hamartoma.
Tipo I: hendidura interaritenoidea, Tipo II: hendidura parcial del cricoides, Tipo IIIa: hendidura total del cricoides,
Tipo IIIb: extensión a tráquea extratorácica, Tipo IVa: extensión a carina y Tipo IVb: extensión a bronquio.
Fuente: Monnier P. Laryngeal and tracheal clefts. Pediatric airway surgery.
Management of laryngotracheal stenosis in infants and children. Springer, Switzerland 2011:147-56.
En estos pacientes, el estridor no suele ser el síntoma más frecuente, sino los trastor-
nos relacionados con la aspiración de alimentos a la vía aérea inferior secundarios a
la comunicación anormal entre la vía aérea y digestiva. Cuando aparece un estridor
espiratorio debemos sospechar la presencia de traqueomalacia asociada. Se clasifi-
can de acuerdo a la extensión cráneo-caudal de la hendidura (Figura 15).
La mayoría de las hendiduras laríngeas tipo I son asintomáticas y eventualmente
presentan signos de aspiración intermitente o llanto débil debido al mal cierre de los
pliegues vocales. En los cleft tipos II y III, los síntomas comienzan desde el nacimien-
to, con la primera alimentación, donde el recién nacido tiene episodios de tos, aho-
gos y cianosis debido al síndrome aspirativo tanto de la saliva como de la leche con
episodios de neumonías recurrentes. La voz es apagada y el estridor inspiratorio. La
tipo IV se manifiesta con dificultad respiratoria aguda inmediata y síndrome aspirativo
grave, cuantomás severos el pronóstico es más sombrío.
La videodeglución con esofagograma revela una alteración del segundo tiempo con
pasaje de contraste a la vía aérea. Todos estos signos no son específicos y pueden
presentarse, por ejemplo, en pacientes con fístula traqueoesofágica o en síndromes
aspirativos secundarios a trastornos de deglución de diferentes causas.
El diagnóstico se confirma mediante laringotraqueoscopía endoscópica.
FIGURA 16.
Estenosis subglótica adquirida.
Clasificación de Cotton y Myer, en la que una estenosis grado I tiene un compromiso menor del 50% de la luz
subglótica; grado II, del 51-70%; grado III, del 71-99%; y grado IV, del 100% (o atresia laríngea).
FIGURA 17.
Cuerpo extraño en laringe.
TIPS
mm El mejor tratamiento es la prevención.
mm Nunca debe ser ignorada una historia positiva de ahogamiento o
tos, con dificultad respiratoria en un niño previamente sano, que se
encontraba jugando y/o comiendo.
mm Sospechar un cuerpo extraño en laringe frente a “laringitis” que comien-
za en horas no habituales y que no mejora con el tratamiento usual.
mm La sospecha de aspiración es indicación de endoscopía.
mm La mayoría de los episodios ocurren bajo la supervisión de adultos.
mm Incrementar la educación de los padres y cuidadores del niño. En
todas las visitas al pediatra se debe dar información sobre comidas
apropiadas para la edad, situaciones de riesgo y control del acceso
a objetos peligrosos.
2. Después de la evaluación completa, a usted le impresiona un estridor bifásico pero con mayor componente
inspiratorio ¿qué otro dato recaba?
a) Si tiene un angioma en otra parte del cuerpo.
b) Si recibe algún tratamiento (por ejemplo vincristina).
c) Si estuvo intubado.
d) Piensa en posible Arnold Chiari.
4. Después de las imágenes, decide realizarle un estudio fibroscópico con anestesia local, ¿qué busca?
a) Parálisis de cuerdas vocales.
b) Estenosis subglótica.
c) Laringomalacia.
d) Angioma subglótico.
5. De acuerdo a lo que encontró, ¿tiene indicación de realizar una endoscopia bajo anestesia?
¿Qué busca confirmar?
a) La laringomalacia.
b) La parálisis de cuerdas vocales.
c) La estenosis subglótica.
d) Un angioma subglótico.
A usted no le parece tan grave, pero tampoco para quedarse tranquilo, por lo que opta por un estudio de
imágenes dado que no tiene un especialista para consultar.
2. ¿Que estudio de imágenes le pediría?
a) Rx de perfil laríngeo para partes blandas.
b) Rx de tórax frente.
c) Videodeglución.
d) Tomografía de cuello.
Usted se decidió por una Rx simple de perfil laríngeo (se adjunta abajo), dado que la auscultación pulmonar
(salvo ruidos transmitidos) era normal y no podían hacerle, hasta dentro de una semana, la videodeglución y
más de dos semanas la tomografía.
Los padres vuelven con la radiografía y entonces usted decide:
36
36 Ejercicio
Clave de de autoevaluación
autocorrección Nº Nº m Estridores
1 m1 Estridores laríngeos
laríngeos en en recién
recién nacidos
nacidos y niños
y niños
Conclusiones
Es muy importante ante un paciente con estridor, el interrogatorio minucioso con las
pautas que indicamos, pero es fundamental que uno los escuche y los vea, asi podrá
valorar si el estridor es inspiratorio o bifasico, y poder entonces determinar topográfi-
camente dónde esta la obstrucción.
Cuando escuchamos un estridor, siempre pensamos en laringomalacia, esto es co-
rrecto porque es el más frecuente de los estridores congénitos. Pero, como vimos,
no es la única causa y a continuación presentamos un algorritmo de diagnóstico de
los estridores supraglóticos y subglóticos que creemos será muy util como guía de
diagnóstico. (Ver algoritmos en páginas siguientes).
Lecturas recomendadas
mm Cuestas G, Rodríguez D´Aquila J, Rodríguez D´Aquila M, Rodríguez H. Estridores laríngeos supraglóticos.
Revista FASO 2015, 22 (2), 23-28.
ESTRIDORES LARÍNGEOS
Inspiratorio
Disfonía
SÍ NO
Laringomalacia
SÍ NO
Cuerpo Papilomatosis
Laringitis
extraño respiratoria
Sinequia de Neurofibromatosis
cuerdas vocales / otros
SÍ NO
Disminuye en Aumenta en
posición prona decúbito lateral
Tiroides
Ecografía y función tiroidea
ectópica
ESTRIDORES LARÍNGEOS
Bifásico
Antecedentes
de intubación
SÍ NO
Inició a los
Estenosis subgiótica adquirida Desde el nacimiento 2 meses
de vida
NO SÍ
Disfonía severa
Hendirura
laringotraqueal
SÍ NO
m Emilia
Cuando el estridor es inspiratorio, sabemos que la obstrucción está a nivel de las cuerdas vocales o por
encima (supraglotis). Cualquier estridor denota que hay una obstrucción en alguna parte de la vía aérea, por
lo tanto, uno debería prestarle atención y no minimizarlo. Aquellos estridores intermitentes que comienzan
después de pocos días de nacido, sin signos de obstrucción respiratoria acompañante, sin disfonía, ni tos, ni
patología concomitante pueden controlarse clínicamente. Todo el resto de los estridores deben ser evalua-
dos radiológicamente y por medio de una fibroscopía. Hay que recordar que lo que ocupa el mismo espacio
da la misma sintomatología, por esa razón uno siempre debe explorarlos.
La fibroscopía es un estudio sencillo y permite un diagnóstico o aproximación diagnóstica muy rápida.
Si bien es posible que en algunos lugares del país sea más difícil de conseguir un endoscopista u otorrinola-
ringólogo que lo realice, se deben extremar los cuidados para determinar cuáles son aquellos estridores que
sí o sí requieren ser valorados con estudio endoscópico.
En nuestro caso, tenemos una niña con estridor inspiratorio intermitente, con una pequeña alteración del
desarrollo pondo estatural y que se acompaña de algún grado de alteración deglutoria. Necesita ser eva-
luada, y la Rx de perfil laríngeo es una muy buena opción para empezar a descartar algunas patologías. Es
cierto que el primer diagnóstico que uno debe sospechar es el de laringomalacia por que la sintomatología
puede corresponder a esta patología, pero si uno mira bien la Rx, se observa una imagen en la valécula que
corresponde a un quiste laríngeo congénito, por lo que debe completarse el diagnóstico con una fibroscopia
laríngea y un estudio de imágenes pre quirúrgico. La importancia del diagnóstico diferencial es que una larin-
gomalacia con ese cuadro clínico debe controlarse y si empeora el tratamiento es quirúrgico. Por el contra-
rio, si clínicamente se mantiene estable el seguimiento es solo con clínico. En el caso de un quiste siempre
conlleva resolución quirúrgica.
Esquema de Contenidos
HIPOTIROIDISMO
Congénito Adquirido
Manifestaciones clínicas
1. Pesquisa neonatal
2. Confirmación Diagnóstico
diagnóstica
Tratamiento
44 Hipotiroidismo congénito y adquirido: Diagnóstico precoz m Silvia D’Amato / María Sol Rodriguez Azrak
Glosario
ATG Antitiroglobulina
ATPO Antitiroperoxidasa
HC Hipotiroidismo congénito
HT Hormonas tiroideas
T3 Triiodotironina
T4 Tiroxina
Tg Tiroglobulina
Introducción
El hipotiroidismo es la disfunción tiroidea más frecuente, resultante de una dismi-
nución de la actividad biológica de las hormonas tiroideas en los tejidos, en general
secundario a una alteración orgánica o funcional de la glándula tiroides, llamado
hipotiroidismo primario. Según el momento de presentación, puede clasificarse en
congénito y adquirido.
Cuando se presenta desde el nacimiento se denomina hipotiroidismo congénito (HC),
siendo la patología congénita endócrina más frecuente que causa retardo mental
prevenible en un periodo crítico para el desarrollo del sistema nervioso central. Ge-
neralmente no presenta signos o síntomas floridos en el momento del nacimiento y
el pronóstico neurológico depende del inicio temprano del tratamiento. La prevalen-
cia es alrededor de 1:2.000-2.500 recién nacidos. Por esta razón se han desarrollado
programas de pesquisa neonatal en todo el mundo para la detección precoz y
comienzo oportuno del tratamiento de esta patología.
Hipotiroidismo congénito
El hipotiroidismo congénito (HC) resulta del déficit de hormonas tiroideas (HT),
necesarias para el adecuado crecimiento y desarrollo del feto y del niño, desde la
gestación. La prevalencia es alrededor de 1:2.000-2.500 RN detectado por la
pesquisa neonatal desde los años 70 (Dussault JH, Québec, 1972).
EMBRIOGÉNESIS
La glándula tiroides es la primera glándula en aparecer; comienza a formarse hacia
el mes de vida intrauterina, deriva de la fusión de una evaginación medial del piso de
la faringe primitiva que forma el esbozo tiroideo (que dará origen a las células folicu-
lares) y los cuerpos último branquiales provenientes de la cuarta bolsa faríngea (que
originarán las células parafoliculares productoras de calcitonina). La glándula migra
hasta su posición normal en la base del cuello, a nivel del cartílago cricoides y allí
continúa creciendo hasta el nacimiento delineando su camino de descenso por el
conducto tirogloso que normalmente se cierra e involuciona entre las semanas 7 y 10
de la gestación.
El proceso de formación, diferenciación y descenso de la glándula tiroides depen-
de de la acción coordinada temporo-espacial de diversos factores de transcripción
(NKX2, FOXE1, PAX8, HHEX1, HOXA3, SHH y otros) que se expresan en la glándula
tiroides y en otros tejidos embrionarios.
46 Hipotiroidismo congénito y adquirido: Diagnóstico precoz m Silvia D’Amato / María Sol Rodriguez Azrak
Por ejemplo, la ausencia de los esbozos o el defecto en su crecimiento o alteraciones
en el trayecto de descenso dan origen a la agenesia, hipoplasia y ectopía tiroidea,
respectivamente.
FIGURA 1.
Maduración del eje hipotálamo-hipófiso-tiroideo en el feto y el recién nacido.
Organogénesis y
Migración
Importante T4 materna
10 20 30 40
Semanas de gestación
Fuente: Adaptado de MD. María Segni: Disorders of the Thyroid Gland in Infancy,
Childhood and Adolescence. 2017.
FIGURA 2.
Eje Hipotálamo-hipófiso-tiroideo.
48 Hipotiroidismo congénito y adquirido: Diagnóstico precoz m Silvia D’Amato / María Sol Rodriguez Azrak
FIGURA 3.
Biosíntesis de las hormonas tiroideas.
El defecto en cualquiera de todos estos pasos puede dar lugar a HC llamado dishor-
monogénesis.
1. Transporte activo del yodo en estado de ioduro, en la zona basal y apical del tiroci-
to (NIS-PENDRINA: PDS).
2. Síntesis intracelular de la tiroglobulina (Tg) y acumulación de la misma en el lumen
del folículo tiroideo.
3. Yodación de los residuos tirosilo de la Tg en la zona apical del tirocito produciendo
monoiodotirosina (MIT) y diiodotirosina (DIT). Peroxidasa Tiroidea (TPO)-Duox 1 y 2
Sistema generador de agua oxigenada.
4. Acoplamiento en la zona apical intraluminal de MIT y DIT para dar lugar a las HT
biológicamente activas: T4, T4L y T3.
5. Reabsorción y proteolisis de la Tg desde el lumen hacia el interior del tirocito con
liberación y posterior secreción a la sangre de las iodotironinas.
6. Deshalogenación intratiroidea de las iodotirosinas para reutilizar el ioduro liberado.
DEHAL 1.
7. Las HT T4 y T3 son liberadas para su utilización a la circulación por enzimas proteo-
líticas o bien son deshalogenadas para ahorro y reutilización de yodo.
50 Hipotiroidismo congénito y adquirido: Diagnóstico precoz m Silvia D’Amato / María Sol Rodriguez Azrak
Los defectos en la biosíntesis de las hormonas tiroideas pueden estar dados en:
mm ● Alteración en la respuesta o insensibilidad a la tirotrofina (TSH).
mm ● Defectos de la captación y transporte de yodo.
mm ● Defectos en la organificación del yodo:
a. Tiroperoxidasa (TPO).
b. Sistema generador de peróxido de hidrógeno (H2O2).
c. Transporte apical de yodo (pendrina), Síndrome de Pendred.
mm ● Alteración en la síntesis de tiroglobulina (desyodación).
TABLA 1.
Clasificación y etiología del Hipotiroidismo Congénito.
Primario Central
1. Permanente
Disgenesia tiroidea Defectos Hipotalámicos
• Ectopía • Deficiencia de TRH
• Agenesia • Resistencia a la TRH
• Hipoplasia
• Hemiagenesia
Dishormogénesis Defectos Hipofisarios
• Defecto de transporte de ioduro en membrana • Múltiples
basolateral (NIS) • Combinados (defectos Plt1, PROP-1, LX3)
• Defecto de eflujo apical del ioduro (PDS) • Aislados (β-TSH)
• Defecto de síntesis de tiroglobulina (TG)
• Defecto de la organificación (TPO/DUOX)
• Defecto de deshalogenación de iodotirosinas (DEHAL1)
• Resistencia a la TSH: mutaciones inactivantes del
receptor de TSH (RTSH) Insensibilidad de otras
hormonas glicoprotéicas
2. Transitorio
• Ambiental o iatrogénico Hipertiroidismo materno
• Exceso o deficiencia de iodo materno Prematurez
• Drogas antitiróideas maternas Hipotirotoxinemia
• Anticuerpos antitiroideos antireceptor de TSH Fármacos (corticoides, dopamina)
Fuente: Adaptado de Fisiopatología Molecular y Clínica Endocrinológica. Dr. R. Calandra, Dra. M, Barontini. 2015.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
El diagnóstico clínico es difícil de hacer antes del primer mes de vida ya que la sin-
tomatología es múltiple pero inespecífica, por lo que la pesquisa neonatal permite
realizar un diagnóstico y tratamiento temprano, antes de que aparezcan los síntomas
idealmente entre los 7 y 15 días de vida para evitar las secuelas irreversibles en el
Sistema Nervioso Central. Por otro lado, hay un pequeño porcentaje de recién naci-
dos, con agenesia tiroidea o dishormonogénesis grave, que presenta manifestaciones
clínicas tempranas, y constituye el cuadro más grave del espectro requiriendo una
intervención más urgente y eficaz, aún antes de los resultados de la pesquisa por lo
que continúa siendo importante reconocer las manifestaciones clínicas.
Los recién nacidos con HC son tranquilos, lloran poco, pueden dormir toda la noche
y suelen no reclamar el alimento, esto no sorprende ni alerta a la familia. La ictericia
prolongada es uno de los primeros signos.
Otras manifestaciones tempranas, signos y síntomas de sospecha clínica de hipoti-
roidismo congénito en el periodo neonatal que acompañan el cuadro son:
52 Hipotiroidismo congénito y adquirido: Diagnóstico precoz m Silvia D’Amato / María Sol Rodriguez Azrak
mm Llanto ronco y débil.
mm Facies típica, tosca, edematosa con párpados y labios tumefactos.
mm Macroglosia, la boca suele estar abierta.
mm Fontanela posterior persistente.
mm Piel fría, seca, pálida, moteada.
mm Distensión abdominal.
mm Retardo en la eliminación del meconio. Constipación.
mm Letargia. Hipotonía. Reflejos osteotendinosos lentos.
mm Dificultad en la alimentación
mm Hipotermia.
mm Hernia umbilical.
54 Hipotiroidismo congénito y adquirido: Diagnóstico precoz m Silvia D’Amato / María Sol Rodriguez Azrak
dos, independientemente de la gravedad de la patología de base.
Dichos recién nacidos deben ser reevaluados una vez restableci-
dos de su estado crítico.
mm Recién nacidos de otros centros asistenciales: a fin de asegurar
la pesquisa adecuada de todos los recién nacidos, cuando se trate
de recién nacidos cuyo nacimiento no haya ocurrido en servicios
perinatales ni recibida asistencia en ellos, los médicos obstetras o
neonatólogos, parteras y profesionales especializados que lo atien-
dan tomarán una muestra de sangre y la enviarán a un laboratorio
de procesamiento de Pesquisa Neonatal dentro de los cinco (5)
días de efectuada la extracción.
mm Recién nacidos expuestos a corticoides prenatal o posnatal: si la
madre recibe durante el embarazo tratamiento con cortisona (inclu-
so hasta un mes antes del parto), o exposición posnatal, la toma de
muestra debe repetirse necesariamente, a los 15 +/-1 día de la vida.
mm Recién nacidos gemelares monocigóticos: la toma de la muestra
debe repetirse a los 15 +/-1 día de vida, en la que uno de ellos pue-
de presentar un HC compensado por la mezcla sanguínea fetal con
el gemelo no afectado.
2. CONFIRMACIÓN DIAGNÓSTICA
Los recién nacidos con una pesquisa neonatal anormal
(valores de TSH >10 uU/ml) deben ser localizados inmediata-
mente para ser examinados, repetir estudio en papel de filtro.
Si el resultado es dudoso la confirmación diagnóstica se realiza con dosaje en suero
de HT y se inicia tratamiento sustitutivo sin demora. (Figura 4).
Los valores de TSH están sujetos a cada laboratorio y Programa de Pesquisa.
Es importante recordar que las pruebas de pesquisa son pruebas de rastreo diseña-
das para distinguir aquellos niños que probablemente tengan un desorden de aque-
llos quienes probablemente NO tengan dicho desorden.
Tanto los recién nacidos con una pesquisa anormal como los pacientes con síntomas
clínicos sugestivos de hipotiroidismo congénito, requieren estudios bioquímicos. Los
estudios bioquímicos son fundamentales en el momento de la confirmación diagnós-
tica y comprenden la determinación sérica de TSH, T4, T4L, T3, Tg y de anticuerpos
antitiroideos: ATPO y ATG.
En el hipotiroidismo congénito primario severo la TSH está marcadamente elevada
y las HT (T4, T4L y T3) marcadamente disminuidas. En aquellos niños que conservan
cierta capacidad de síntesis hormonal el perfil bioquímico será intermedio caracte-
rizado por concentraciones elevadas de TSH y niveles algo bajos o incluso normales
de T4 y T3 que corresponden a cuadros de hipotiroidismo compensado.
Módulo 1 m Capítulo 2 m PRONAP 2021 55
FIGURA 4.
Interpretación de los resultados de la Pesquisa Neonatal.
56 Hipotiroidismo congénito y adquirido: Diagnóstico precoz m Silvia D’Amato / María Sol Rodriguez Azrak
FIGURA 5.
Algoritmo de evaluación diagnóstica.
CENTELLOGRAMA
GT
GT / Ecografía GT N o ↑ Ecografía
+ - GT N ↑ o ↓ Tiroides N/ Bocio
Atireosis Atireosis
Dishormogénesis
verdadera aparente
GT N o ↓ GT N o ↑
aislada Tiroides N/ Hipoplásica AC + Tiroides N/ Bocio
TRATAMIENTO
En el HC el daño cerebral depende directamente del tiempo transcurrido desde el
comienzo del hipotiroidismo y el inicio del tratamiento.
El mismo debe iniciarse lo antes posible, no debe retrasarse para realizar pruebas
complementarias de localización diagnóstica, es recomendable realizarlo antes de
los 15 días de vida.
Los padres deben recibir la información sobre la patología del niño en forma clara y
sencilla, estimulándolos acerca de la importancia del cumplimiento del tratamiento
y del buen pronóstico de estos niños tratados precozmente. La información inicial la
debe realizar personal experto, asegurándose de que los padres comprendan per-
fectamente. La angustia que genera un diagnóstico con riesgo de retraso mental irá
desapareciendo a medida que vean el progreso normal del niño.
58 Hipotiroidismo congénito y adquirido: Diagnóstico precoz m Silvia D’Amato / María Sol Rodriguez Azrak
La interrupción del tratamiento antes de los 3 años sin
supervisión médica ni control posterior puede ocasionar
graves consecuencias sobre el desarrollo neurológico.
Hipotiroidismo adquirido
EPIDEMIOLOGÍA Y ETIOLOGÍA
El hipotiroidismo es de origen primario en el 99 % de los casos. La clasificación de su
etiología puede verse en la Tabla 2.
TABLA 2.
Clasificación y etiología del hipotiroidismo adquirido.
Quirúrgica
I131 en el tratamiento de enfermedad tiroidea
Postablativa
Radiación secundaria a enfermedad no tiroidea
(radioterapia en región de cabeza o cuello)
Fuente: Adaptado de Guy Van Vliet, J. Deladoey. Hypothyroidism in infants, children, and adolescents: adquired
hypothyroidism. In Braverman LE, Cooper DS eds. Werner & Ingbar`s: The thyroid: a fundamental and clinical text.
Philadelphia, WoltersKluwer/ Lippincott Williams & Wilkins. 2013; (36) 797-891.
60 Hipotiroidismo congénito y adquirido: Diagnóstico precoz m Silvia D’Amato / María Sol Rodriguez Azrak
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
El cuadro clínico puede ser muy variable al momento del diagnóstico ya que los
signos y síntomas dependen de la severidad y duración del hipotiroidismo. Más allá
de los efectos en el crecimiento, maduración y pubertad, los signos y síntomas del
hipotiroidismo en niños y adolescentes son similares a los adultos. Es frecuente la
presencia de síntomas leves, inespecíficos y no patognomónicos. La aparición de un
síntoma no habitual puede orientar al diagnóstico de hipotiroidismo y en ese caso
revertirá con el tratamiento.
Las manifestaciones clínicas del hipotiroidismo abarcan numerosos órganos y siste-
mas. Entre los signos y síntomas que más se destacan se encuentran:
mm Retraso de crecimiento (que se asocia a retraso en la maduración
esquelética).
mm Cansancio o sensación de falta de energía, fatiga, letargia,
somnolencia, depresión.
mm Mal rendimiento escolar.
mm Bocio.
mm Piel seca, fría, gruesa con palidez.
mm Pelo y uñas quebradizas.
mm Constipación.
mm Retraso puberal.
mm Pseudopubertad precoz.
mm Retraso de la edad ósea.
mm Retraso en la erupción dentaria.
mm Retraso en pautas psicomotoras.
mm Bradipsiquia.
mm Facies abotagada.
mm Anorexia.
mm Intolerancia al frío.
mm Trastornos menstruales.
mm Mixedema (edema manos y pies).
mm Hipotonía, hiporreflexia.
mm Miopatía e hipertrofia muscular.
mm Calambres.
mm Bradicardia, hipotensión.
mm Derrame pericárdico.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se basa en la evaluación conjunta de las
manifestaciones clínicas, estudios bioquímicos e imágenes
complementarias.
La evaluación de la función tiroidea incluye medición de las hormonas: TSH, T4, T4L y
T3 y de los anticuerpos antitiroideos: ATPO y ATG. Es muy importante tener en cuenta
que los valores de referencia para las determinaciones varían según edad y el méto-
do bioquímico.
En general, la TSH es el parámetro que mejor refleja la función tiroidea. La presun-
ción clínica de hipotiroidismo primario se confirma con niveles elevados de TSH y
disminuidos de T4L (Figura 6).
Los valores de TSH entre 5-10 mU/L deberían ser repetidos antes de iniciar trata-
miento pues en el 70% de los casos serán normales en la siguiente determinación.
Una vez confirmado el diagnóstico de hipotiroidismo primario, el próximo paso es
determinar su etiología.
En lactantes o niños menores de 3 años y/o ante la presencia de masa o tumor en
línea media debe realizarse un centellograma tiroideo con tecnecio para descartar
una causa congénita que no haya sido detectada en la pesquisa neonatal.
62 Hipotiroidismo congénito y adquirido: Diagnóstico precoz m Silvia D’Amato / María Sol Rodriguez Azrak
FIGURA 6.
Evaluación de laboratorio de hipotiroidismo.
Fuente: Adaptado de Ladenson PW. Diagnosis of Hypothyroidism. En: Braverman LE, Cooper DS ed.
Werner & Ingbar´s: The thyroid: a fundamental and clinical text. Philadelphia,
USA Wolters Kluwer/ Lippincott Williams & Wilkins. 2013; 45: 609.
TRATAMIENTO
Las metas del tratamiento durante la infancia y adolescencia
incluyen lograr un adecuado crecimiento y maduración
sexual y un desarrollo neuromadurativo y cognitivo óptimos.
El tratamiento tardío provoca un impacto negativo en la talla final especialmente en
pacientes puberales o cercanos al inicio de la pubertad al momento del diagnóstico.
En la mayoría de los pacientes el tratamiento de reemplazo con hormona tiroidea
(Levotiroxina) revierte los signos y síntomas del hipotiroidismo y suele disminuir el
tamaño del bocio. El tratamiento consiste en una dosis única diaria, que debe ser
administrada preferentemente en ayunas.
Fármacos como fenitoína, carbamacepina o rifampicina pueden interferir con el
metabolismo de hormonas tiroideas y requerir ajuste de dosis.
La dosis varía según la edad, el peso y la severidad del hipotiroidismo. En general
en el hipotiroidismo central se requieren dosis más bajas. Es muy importante realizar
dosajes hormonales de control a las 6-8 semanas de iniciado el tratamiento, ya que
el principal riesgo es el hipertiroidismo iatrogénico. Luego se continúa el seguimiento
con monitoreo clínico y estudios de laboratorio cada 4-6 meses. En el hipotiroidismo
primario el objetivo es mantener niveles de TSH dentro del rango de referencia.
Se debe informar al paciente y su familia sobre la importancia del cumplimiento del
tratamiento y la necesidad de continuar los controles endocrinológicos.
Si bien existe en algunos casos la posibilidad de reversión, la decisión de suspender
la medicación y revalorar la necesidad de tratamiento deberá estar avalada por un
endocrinólogo. Se debe advertir a las adolescentes que ante un embarazo deben
continuar con el tratamiento y realizar una pronta consulta a endocrinología para
adecuación de las dosis.
64 Hipotiroidismo congénito y adquirido: Diagnóstico precoz m Silvia D’Amato / María Sol Rodriguez Azrak
AUTOEVALUACIÓN 2
2. Confirmado el diagnóstico de hipotirodismo congénito por clínica y laboratorio, ¿qué otros estudios solicitaría?
............................................................................................................................................................................................................
............................................................................................................................................................................................................
Lecturas recomendadas
mm Chiesa A, Papendieck P, Vieites A, Braslavsky D. Hipotiroidismo Congénito. Separata; 2019;27(2):3-62.
mm Comité Nacional de Endocrinología. Alteraciones tiroideas en la infancia y en la adolescencia. Parte 2:
hipotiroidismo. Arch Argent Pediatr 2021;119(1):S8-S16.
mm Laura Gruñeiro, Papendieck y col. Comité Nacional de Endocrinología. Recomendaciones para los programas
de pesquisa neonatal de hipotiroidismo congénito. Arch Argent Pediatr 2000;98(4):244-246.
mm Rivkees SA, Bauer AJ MD. Thyroid Disorders in Children and Adolescents. Endocrinology Five Edition 2020
Mark A. Sperling, Chapter 13 pp 395-425.
Esquema de Contenidos
EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL
70 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
Aclaración sobre
el lenguaje inclusivo
Advertimos que si hablamos y/o escribimos siempre en masculino –por ejemplo: los
adolescentes– y nos referimos también a adolescentes mujeres, éstas, no estarían
siendo mencionadas, reduciendo, así como universal al género masculino. Cele-
bramos que hoy se visibilicen las limitaciones de la lengua española en el uso del
genérico masculino para nombrar a todas las personas de todos los géneros, lo que
efectivamente representa una realidad de injusticia y desigualdad. Se avanzó comen-
zando a utilizar las/los y así incluir tanto a varones como a las mujeres, otra opción
fue el uso de la @ por ejemplo: -l@s chic@s- pero debemos pensar en otros modos
de vivir que no se ajustan solamente a varones y mujeres. La ley de identidad de
género 26.743 sancionada en el año 2012 en nuestro país nos dio herramientas para
pensar y si bien las autoras preferimos utilizar la x pensando en las diversidades, al
no estar la misma o el lenguaje inclusivo aprobados por la Real Academia Española
utilizaremos en el presente texto aleatoriamente las y los o el genérico masculino sin
olvidarnos de LXS.
Introducción
Los adultos actuales pertenecemos a una generación que creció sin Educación
Sexual Integral (ESI) o la misma se limitó a la exhibición de una película alusiva al
tema o la charla de algún especialista enfocada, principalmente, en los aspectos
biológicos, la genitalidad y los métodos anticonceptivos. Al historizar nuestro reco-
rrido como profesionales de salud con frecuencia advertimos que ni siquiera hemos
trabajado contenidos de ESI en la formación médica de grado o de postgrado.
Es desde allí que nos proponemos el desafío de trabajar los contenidos de la
propuesta de Educación Sexual Integral y escribir un texto donde tenemos que re-
flexionar desde nuestra propia implicación.
El primer paso a dar como estos adultos es averiguar qué nos pasa a nosotros a la
hora de hablar de sexualidades. ¿Qué nos pasa en el cuerpo y las emociones?
¿Cuáles son nuestros miedos? ¿Nuestros prejuicios? ¿Qué información tenemos y cuál
deberíamos revisar? ¿Qué tan preparados estamos para abordar todos los temas?
¿Qué información carecemos y qué cosas deberíamos reforzar? ¿Cómo nos hablaron
de educación sexual y cómo nos hubiera gustado que lo hicieran?
No hay respuestas aseguradas y certeras. El desafío es poder repensarnos y comen-
zar a amigarnos con nuestras trayectorias personales. Cuando hablamos de repen-
sarnos, nos referimos a de-construir nuestros saberes previos, ponerlos en tensión,
des-andarlos y des-anudarlos para poder construir nuevas narrativas alrededor de
la(s) sexualidad(es).
Para aventurarnos en este escrito y su escritura apostamos a criterios transdisciplina-
rios buscando atravesar los límites disciplinarios. Aspirando a la construcción conjunta,
Educación ¿¿¿SEXUAL???
La sexualidad es una dimensión central en la vida de las
personas que se desarrolla desde el nacimiento y va mucho
más allá de la genitalidad, abarca al sexo, las identidades y
los roles de género, el erotismo, el placer, la intimidad,
la reproducción y la orientación sexual.
Pero entonces…
¿de qué hablamos cuando
hablamos de ESI?
La ESI es un espacio continuo, transversal y sistemático de enseñanza-aprendizaje
que no se limita a una sola materia o intervención educativa.
72 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
Desglosamos cada uno de sus términos:
mm Educación, entendida como la transmisión de información científi-
camente validada pertinente, precisa y actualizada que permita la
circulación de ideas y la construcción de criterios propios.
mm Sexual, en su definición más amplia como aspecto central del ser
humano que abarca identidades y roles de género, erotismo,
placer, intimidad, orientación sexual, salud en general y la salud
sexual y reproductiva (o no reproductiva).
mm Integral, ampliando la lógica de la educación de carácter “preven-
tivo” hacia una que reconoce aspectos jurídicos, sociales, psicoló-
gicos, éticos y culturales. Comprende a la ESI como un entramado
complejo y multidimensional.
1. Recordemos que para la CDN todos los NNyA hasta los 18 años son titulares de derechos y se deben respetar y asegurar su ejercicio, sin discriminación
de ningún tipo. “(...) en consonancia con la evolución de sus facultades, (...) para que el niño ejerza los derechos reconocidos en la presente Convención”.
2. El nuevo Código Civil y Comercial incorpora la figura del adolescente definiéndolo como toda persona menor de 18 años y mayor de 13 (art 25) y en el
artículo 26 habilita a los adolescentes mayores de 16 años a tomar todas las decisiones relacionadas al cuidado de su cuerpo autónomamente y a los
adolescentes entre 13 y 16 años a tomar decisiones relacionadas al cuidado de su cuerpo autónomamente excepto ante procedimientos o tratamientos
invasivos que pongan en riesgo su salud o su vida.
74 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
Escapa a la intención de las autoras hacer hincapié en la compleja situación que
atraviesa nuestro país en la implementación de la ESI. Las legislaciones cambian y se
actualizan constantemente y es nuestro deseo que la información aquí volcada no se
desactualice con los diferentes cambios de leyes provinciales. De todos modos, si se
encuentran motivados a buscar información en cuanto al escenario propio de cada
provincia o sobre los contenidos que se trabajan en las instituciones educativas, les
sugerimos los siguientes links:
https://www.argentina.gob.ar/educacion/esi/jurisdicciones
https://www.argentina.gob.ar/educacion/esi/recursos
Nos parece pertinente destacar que el hecho de que las provincias adhieran a la ley
nacional o cuenten con leyes y normativas propias, lamentablemente, no es garantía
de su efectiva aplicación ni da cuenta de la experiencia y formación en el área de
quienes deberían implementarla.
Mitos de la ESI
Como dijimos antes, la gran mayoría de los adultos actuales crecimos en un tiempo
histórico social que dista en varios aspectos del contexto en el cual nos encontramos
hoy. Recorrimos nuestra escolaridad en una sociedad donde no existían la Ley de ESI,
la Ley de Identidad de Género, o del matrimonio igualitario. Hoy, las cosas cambiaron
y siguen cambiando, por lo que es necesario revisar nuestras prácticas para poder
modificarlas y educar de una manera más respetuosa, igualitaria, empática, asertiva
e inclusiva, es decir, entramada en el marco de derechos.
Nuestras experiencias personales, nuestra historia, la forma en que fuimos criados,
nuestras características generacionales, nuestra identidad de género y nuestra
orientación sexual nos marcan, dejan huellas y atraviesan nuestra manera pensar la
sexualidad evocando numerosos estereotipos, prejuicios y mitos que en más de un
sentido condicionan nuestra manera de pensar la ESI.
Los mitos tienen carácter social: son un conjunto de significaciones sociales crista-
lizadas, de anhelos y creencias colectivas que ordenan la valoración social de un
determinado relato o figura en una época determinada. Muchas veces escuchamos
numerosos mitos en relación a la ESI que no se enmarcan en los ejes de la ley y que
deslizan significaciones sociales que están lejos de lo que la ley dice. Veamos en la
Tabla 1 algunos ejemplos.
Mito Realidad
La ESI enseña a los niños y niñas a La ESI abarca la sexualidad desde los aspectos biológicos,
masturbarse y a tener relaciones psicológicos, sociales, afectivos y jurídicos. Brinda información
sexuales científica adaptada a cada edad
La ESI dice que no existen varones y La ESI tiene perspectiva de género que permite prevenir situaciones
mujeres de desigualdades discriminación y violencia
3. Identidad de género: forma en que cada persona siente su género. Puede corresponder o no con el sexo asignado al nacer. Es el género que cada
persona siente, independientemente de que haya nacido hombre o mujer. El concepto “cis” comprende a aquellas personas que se identifican con el
género asignado al momento de nacer. Mientras, el término “trans” refiere a aquellas que a lo largo de sus vidas no se identifican o autoperciben con el
género asignado en el nacimiento.
76 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
La ESI en todos los niveles y
espacios de formación educativa
Los contenidos de ESI son saberes fundamentales para el pleno ejercicio de los de-
rechos, que ayudan a los NNyA a comprender su proceso de crecimiento y a sentirse
acompañados en el desarrollo de la sexualidad y el cuidado de la salud a lo largo de
toda su infancia y adolescencia en función de su madurez y capacidad de comprensión.
En la etapa inicial la ESI les da herramientas para que puedan identificar a las par-
tes íntimas, nombrar a los genitales por su nombre, cuidar su propio cuerpo y el de
los compañeros, expresar sus emociones y sentimientos, conocer la diversidad de
familias que existen, aprender que los colores, los juguetes y los trabajos u oficios no
tienen género, evitando estereotipos, y para que aprendan y se habiliten a decir NO
frente a interacciones o secretos que los hagan sentir incómodos, mal o confundidos,
previniendo situaciones de abuso o denunciando las que ya ocurren.
En el nivel primario se acompañan los cambios del cuerpo en las diferentes etapas
del desarrollo, valorando las diferencias y similitudes entre las personas, se promue-
ve la reflexión crítica sobre los modelos de belleza actuales y se refuerzan los cuida-
dos y el respeto por la intimidad y el límite entre lo privado y lo público. Se incluyen
también contenidos referidos a los vínculos socioafectivos con los pares, los compa-
ñeros, las familias y las relaciones de pareja.
Comenzando la pubertad y durante la adolescencia, se brinda brindan herramientas
para que puedan decidir con libertad y responsabilidad cuándo iniciar las relaciones
sexuales y con quién, evitar embarazos no intencionales e infecciones de transmisión
sexual, conocer sus derechos, y detectar cuando se vulneran y cómo actuar y pedir
ayuda frente a la discriminación, la violencia, el acoso, el abuso, el maltrato, la explo-
tación sexual y trata. Se incluyen temas como la pareja, el amor y el cuidado mutuo
en las relaciones afectivas; la violencia de género en el noviazgo, prevención del
grooming, redes sociales y sexualidad, respetar la diversidad sexual y rechazar toda
forma de discriminación.
FIGURA 1.
Ejes de la Educación Sexual Integral.
78 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
Valorar positivamente el cuerpo es también reconocer que
la sexualidad se vincula con el disfrute y el placer.
Un adolescente, de 14 años, que quiere realizarse un test de VIH y viene solo a la consulta.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? En cuanto al autocuidado y
la promoción de la salud, los y las adolescente pueden concurrir solos a la consulta
desde los 13 años y tomar decisiones con respecto al cuidado de su salud mientras no
sean prácticas invasivas por lo tanto es su derecho que, como pediatras, lo acompañe-
mos en su decisión de testearse y él mismo puede firmar el consentimiento informado.
80 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
Los roles de género binarios resultan opresivos para los
varones y para las mujeres, porque nos cargan con mandatos
que dificultan la libre expresión de nuestros deseos.
Sí, También son opresivos para los varones! Los servicios y las políticas públicas
de salud no se dirigen a varones porque supuestamente ellos no se enferman y no
necesitan controles en salud ya que esto los haría verse vulnerables. Como profe-
sionales del sistema de salud sabemos que son los primeros en morirse por causas
externas como suicidio y homicidio.
Se trata de poder plantear líneas de reflexión acordes a diversas situaciones y expe-
riencias que interpelan las feminidades y masculinidades contemporáneas. Enfocar-
nos en este eje no significa comprender las cuestiones o relaciones de géneros sino
des-ocultar situaciones, disponer de una visión no total revisando situaciones natura-
lizadas de des-igualación.
En concreto, la perspectiva de género nos permite repensar los mandatos asignados
a los roles de varón/mujer, vivir la construcción de nuestras identidades de género
con libertad, valorar la diversidad y promover relaciones de equidad. En los últimos
años vemos cambios en algunas de estas significaciones, recorridos y resistencias
colectivas que instalan otros tiempos y nuevos desafíos en los horizontes actuales
en el marco de derechos. Ese cambio cultural es para celebrar, pero sin dudas falta
mucho aún para alcanzar la equidad.
Es algo que ya sucede en muchos hogares, pero siguen siendo muchos otros los que
eligen los juguetes de los niños y niñas con prejuicios, llegando a no ofrecerles los
que más desean por considerarlos del sexo opuesto.
Viene a la consulta una muchacha, de 15 años, que es nuestra paciente desde recién
nacida, cuando le preguntamos si sale con alguien nos dice que sí y nos cuenta lo
perfecto, hermoso y cuidador que es su novio, que no la deja sola, la va a buscar al
cole, va a las salidas con sus amigas, que la llama todo el tiempo para “cuidarla” que
él tiene tanto miedo de que le pase algo que le hace compartir la ubicación del Google
Maps en forma permanente. Durante la asesoría sobre métodos anticonceptivos, con
la misma excusa del cuidado nos cuenta que su novio no quiere que “se meta hormo-
nas que le hagan mal a su salud” pero nos pide realizarse un test de embarazo porque
no usaron preservativo.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Es importante cuando aborda-
mos relaciones de pareja en la adolescencia estar atentos a las banderas rojas de la
violencia en los noviazgos. Recordemos que no toda violencia es física, la violencia
psicológica es uno de los tipos más frecuentes de violencia en la adolescencia y sue-
le comenzar sutilmente y precede al resto de las conductas violentas. En este ejem-
82 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
plo podemos ver como el novio ejerce control a través de la vigilancia constante de
todas las actividades realizadas por ella, así como las amistades, la vestimenta, etc.
Las redes sociales y los celulares inteligentes facilitan este control. Cabe destacar
que estas conductas suelen ser naturalizadas y que una persona no es violenta de la
noche a la mañana, existen actitudes que detectadas oportunamente pueden evitar
situaciones de riesgo a futuro. En el abordaje debemos incluir preguntas directas
sobre los celos, el control, si está pendiente de sus horarios, de con quién está, etc.
Esta consulta se torna entonces en una oportunidad para iniciar una reflexión con-
junta sobre los cambios en los estereotipos hombre-mujer, deconstruir los roles de
género que determina que el varón es el que domina y pone a la mujer en el lugar de
la sumisión, y trabajar en la des-idealización del amor romántico fomentando el co-
nocimiento de los derechos, enseñando el autocuidado y fomentando la autoestima.
Nos consulta una adolescente, 16 de años, porque quiere cuidarse en sus relaciones
sexuales, entusiasmados con esta actitud tan proactiva de la joven le bajamos el
decálogo de todos los métodos anticonceptivos y el preservativo para pene. Cuando
le preguntamos sobre sus parejas nos cuenta que mantiene relaciones sexo afectivas
con mujeres.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Cuando estamos frente a un o
una adolescente y queremos saber sobre sus parejas es recomendable usar el término
pareja o “alguien” sin usar las palabras novio o novia para evitar la presunción de hete-
rosexualidad que significa asumir de antemano la orientación sexual del paciente.
4. Identidad de género: forma en que cada persona siente su género. Puede corresponder o no con el sexo asignado al nacer. Es el género que cada
persona siente, independientemente de que haya nacido hombre o mujer. El concepto “cis” comprende a aquellas personas que se identifican con
el género asignado al momento de nacer. Mientras, el término “trans” refiere a aquellas que a lo largo de sus vidas no se identifican o autoperciben
con el género asignado en el nacimiento.
5. Orientación sexual: atracción física, emocional, erótica, afectiva y espiritual que se siente hacia otra persona. Esta atracción puede ser hacia
personas del mismo género (lesbiana o gay), el género opuesto (heterosexual), ambos géneros (bisexual) o a las personas independientemente de su
orientación sexual, identidad y/o expresión de género (pansexual). A lo largo de la vida, es posible cambiar de orientación sexual.
6. Expresión de género: manifestación externa de los rasgos culturales que permiten identificar a una persona como masculina o femenina conforme a
los patrones considerados propios de cada género por una determinada sociedad en un momento histórico determinado. Es decir, cómo se muestra
el propio género al mundo: a través del nombre, las posturas, las formas de vestir, los gestos, las pautas de lenguaje, el comportamiento y las
interacciones sociales.
7. Registro adecuado de identidad autopercibida: cuando no se ha realizado el cambio de nombre y sexo en el DNI: En toda documentación escrita, las
personas deberán registrarse con su apellido, las iniciales de los nombres que figura en el DNI, el nombre de pila que elijan conforme a su identidad
autopercibida, fecha de nacimiento y número de documento.
84 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
La consejería en salud sexual y (no) reproductiva no es solo
bajar el decálogo de MAC sino que constituye un proceso
cara a cara de comunicación bidireccional en que un profe-
sional del equipo de salud asesora a una persona o a una pa-
reja para identificar sus necesidades, ayudándolos a realizar
una elección apropiada, de acuerdo a su situación particular.
Vamos a llamar a nuestro próximo paciente y nos encontramos con una mamá con
bebé de 6 meses que pide entrar con su acompañante. Ya dentro de la consulta pre-
guntamos por la familia conviviente y ante la pregunta “¿Están juntos con el papá?” ...
la “acompañante” nos contesta: “No hay papá, somos 2 mamás…”
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Está naturalizado suponer que
todos los chicos conviven en una familia biparental heterosexual. La diversidad en las
familias existe desde siempre. Como adultos, seguramente recordamos haber cono-
cido en nuestras infancias a niños que eran criados por familias diversas de madres
solas o madres y padres separados, de abuelos y abuelas, de madres y tías, padres
y sus parejas, familias ensambladas o quizás hasta esa diversidad se da en nuestra
propia familia de origen. Es importante que como pediatras evitemos presuponer y
preguntemos con respeto y sin miedo, con la mente abierta, sin dar juicio de valor y
acompañar en la crianza a todo el rango de diversidades familiares.
Durante una consulta un adolescente varón cis que sale con una chica trans, nos
cuenta muy angustiado que en la escuela lo acosan y le dicen “cometravas”.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? Abordar la diversidad sexual nos
genera múltiples sensaciones y reacciones. Llevar adelante la educación sexual desde
una mirada integral, supone hacer de las escuelas espacios inclusivos y respetuosos
en los cuales todas las personas tengan la libertad de poder expresar su orientación
sexual y su identidad de género sin temor a ser discriminadas o estigmatizadas.
Desde esta perspectiva se busca reflexionar sobre las maneras que tenemos de
manifestar el afecto haciendo especial hincapié en que esas formas no vulneren los
derechos de nadie.
Los temas que pueden abordarse desde la dimensión afectiva son los celos, o el de-
recho a decidir sobre el propio cuerpo previniendo o detectando a tiempo situaciones
de acoso y/o abuso, la amistad, el enamoramiento, el noviazgo, el concepto de pareja
estable y el amor romántico y las capacidades para comunicar emociones, sentimien-
tos, deseos, necesidades y problemas; la toma de decisiones y el pensamiento crítico.
86 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
ante los chicos nuestras emociones, que estamos cansados que tuvimos un mal día,
los chicos aprenden a expresarlas también.
Estamos en la guardia (en tiempos prepandémicos), terminamos de atender a un nene
con mocos y dolor de garganta, nos estamos despidiendo y escuchamos: No seas
maleducado! Dale un besito a la Doctora.
¿Cómo resolver la escena clínica con enfoque de ESI? ¡¡¡Cuántas veces habremos
escuchado esta frase!!! ¿Si venimos enseñando que su cuerpo es de ellos que nadie
puede tocarlo si ellos no quieren o que tienen que estar alertas a lo que los que los
haga sentir incómodos, si los besos son formas afectuosas de relacionarse ¿por qué
los obligamos a dar besos?
FIGURA 2.
ESI en el consultorio pediátrico.
88 Educación sexual integral (ESI) para pediatras m María Victoria Gacitúa / Carolina Corino
AUTOEVALUACIÓN 3
m Tomás
Tomás, de 11 años, le cuenta durante la consulta que está castigado porque le encontraron en el historial
del navegador de su computadora visitas a páginas porno. Los papás se enojaron mucho, lo retaron y le
cambiaron la contraseña del wifi.
1. ¿Cómo seguiría la consulta?
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Lecturas recomendadas
mm Marina M, Faur E, Lavari M. Escuelas que enseñan ESI. Un estudio sobre Buenas Prácticas pedagógicas en
Educación Sexual Integral. Primera edición, Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF),
Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología. Presidencia de la Nación, Octubre de 2018, Argentina.
mm Navarrete S et, al. Lineamientos sobre Derechos y Acceso de adolescentes al sistema de salud. Ministerio de
salud de la Nación, 2015. Disponible en https://bancos.salud.gob.ar/recurso/lineamientos-sobre-derechos-y-
accesos-de-adolescentes-al-sistema-de-salud (consultado noviembre 2020).
mm Cahn L, Lucas M, Cortelletti F, Valeriano C. ESI, Educación sexual integral. Guía básica para trabajar en la
escuela y en la familia, 2da edición Siglo XXI editores, CABA, Argentina 2020.
mm Marina M, et. al. (2014). Clase 2: Los ejes de la ESI, Educación Sexual Integral, Especialización docente de
nivel superior en educación y TIC, Buenos Aires, Ministerio de Educación de la Nación. Disponible en https://
direcciongeneraldeeducacionprimaria.files.wordpress.com/2019/05/1c-los-ejes-de-la-esi.pdf (consultado
noviembre 2020).
mm Corral AM. Noviazgos violentos en Pronap Adolescencia, Temas de Actualización, Módulo 4. Año 2018.
mm Instagram recomendados: @intervenciones_en_esi @saluddelvaron @adolesexsalud @educacionsexualinte-
gral_esi @fundacionhuesped @fundacionkaleidos @edsexualparatodos @consultorioesi @poresoesi
m Tomás
1. Es cierto que los NNyA actuales tienen mucho más acceso a la pornografía que los hoy adultos a la misma
edad, lo importante es no juzgar, el contenido porno puede llegarles a través de algún amigo o aparecer
en la pantalla cuando se busca otra cosa o simplemente pueden sentir curiosidad y buscar porno on line,
no está mal, pero llevemoslos a la reflexión: lo que vemos en la pornografía, ¿¿es real?? Es importante que
tengan claro que los protagonistas son actores y las escenas son ficticias y desligadas de la forma en las
que nos relacionamos con otros en la vida real. En esas escenas se reproducen estereotipos estéticos que
distorsionan la imagen corporal, generan expectativas irreales por ejemplo a la hora de tratar de alcanzar un
orgasmo, sobre los cuerpos, los órganos genitales, las formas de recibir y generar placer y cómo relacionarse
durante las experiencias sexuales. El cine porno, en su mayoría muestra una sexualidad desigualitaria entre
los sexos, entre las diversas orientaciones e identidades sexuales, entre las razas, entre los distintos cuerpos.
Es muy importante que sepan que todo tipo de encuentros sexuales deben ser consentidos y que aprendan
a relacionarse eróticamente respetando los espacios de intimidad y cuidado, bajo el diálogo fluido con la/s
otra/s persona/s. Respetando tiempos, comunicándonos en un espacio de confianza, seducción y explora-
ción erótica. Remarcar la importancia de no tomar como educación sexual los recursos pornográficos, que
pueden tener contenidos que no concuerdan con la realidad. Como solemos decir las autoras en los talleres:
“las porno son tan reales como Los Avengers (Vengadores)”.
2. Es importante que como adultos adoptemos un enfoque asertivo y proactivo con respecto a la visualización
de pornografía. Sabemos de sobra cuán accesible es la pornografía en línea para los NNyA. La pornografía
tiene más influencia cuando no se habla de ella. Si como adultos prohibimos terminantemente la pornografía,
castigamos y reprimimos sin explicaciones perdemos la oportunidad de prepararlos con las habilidades de
educación digital que los mantienen más seguros.
Cuando los chicos conocen los medios sexualmente explícitos, quién los crea, por qué es preocupante que los
niños los vean y qué hacer cuando los encuentran, están mejor preparados para tomar decisiones informadas.
Hagamos que las conversaciones sobre el cuerpo, el consentimiento, las relaciones, el placer, la seguridad
en línea y el sexo sean tan rutinarias y libres de tabú como hablar sobre el clima y hasta pueden tratarse en
la mesa familiar. Creemos una cultura familiar donde todos se sientan seguros para expresar sus curiosida-
des, sin vergüenza.
Tener miedo a la pornografía, prohibirla sin explicaciones o no hablar con los chicos sobre ella no es la respues-
ta. La pornografía tiene mucha menos influencia e intriga cuando hacemos que sea seguro hablar de ella.
Esquema de Contenidos
INFECCIONES RECURRENTES
Diagnóstico
Historia clínica Clasificación
Examen físico de EII
Estudios
Tipo de infección
Deficiencia de anticuerpos
Situaciones clínicas frecuentes
Hipogamaglobulinemia transitoria de la infancia (HTI)
Déficit selectivo de Inmunoglobulina A (DSIgA)
Ig Inmunoglobulina
IR Infecciones recurrentes
Introducción
El término infecciones recurrentes es impreciso. Los niños sanos durante la primera
infancia tienen una media de 6-8 infecciones de vías respiratorias altas al año. Si asis-
ten a jardín maternal, tienen hermanos pequeños o presentan algún factor predispo-
nente (asma, reflujo gastroesofágico) pueden llegar a tener 10-12 infecciones anuales.
La mayoría de estas infecciones en niños inmunocompetentes son virales, banales y
transitorias, no se aíslan gérmenes y se curan sin tratamiento; el niño está asintomá-
tico entre ellas y el crecimiento es normal. En algunas ocasiones se observa un freno
en la curva de peso, que se recupera al superar la infección.
Sin embargo, la presencia de factores de riesgo, antecedentes familiares, consangui-
nidad, afectación de múltiples órganos, repercusión persistente en la curva ponderal
o ausencia de mejoría clara entre episodios, debe hacernos sospechar un error innato
de la inmunidad (EII), antes llamado inmunodeficiencia primaria.
Si bien en general se trata de niños sanos, hay que considerar que ha aumentado la
supervivencia de niños con patologías crónicas que aumentan el riesgo de infeccio-
nes y que, aunque los EII son raros, su incidencia global no es despreciable.
NIÑOS SANOS
Es lo más frecuente, más del 50% de las IR se dan en niños sanos. La causa es la ex-
posición a microorganismos a los que se enfrentan por primera vez. No se encuentra
una causa anatómica, funcional, inmunitaria o genética.
En los primeros años, los niños pueden presentar 6-8 infecciones respiratorias altas
al año y hasta 10-12 si asisten a jardín maternal, tienen hermanos o están expuestos al
humo del tabaco.
En los primeros tres años de vida, lo habitual es que no tengan más de una neumo-
nía, dos episodios de otitis media aguda (OMA) anuales que requieran tratamiento
antibiótico y dos cuadros de gastroenteritis aguda (GEA).
La duración media de cada proceso es de 8 días, pero pueden llegar hasta dos se-
manas y como se agrupan estacionalmente, puede parecer que el niño siempre está
enfermo.
La mayoría de los procesos son de etiología viral, afectan el tracto respiratorio y res-
ponden bien a los tratamientos adecuados.
Datos clínicos que pueden presentarse en estos síndromes son: úlceras orales o
genitales, artralgias, artritis, adenopatía cervical, dolor abdominal, exantema mor-
biliforme (coincidiendo o no con la fiebre), máculo-pápulas, petequias, eritema eri-
sipela like, eritema nodoso, uveítis, conjuntivitis dolorosa, sordera neurosensorial,
pleuritis, pericarditis, esplenomegalia, mialgias y aparición de la sintomatología tras
inmunización o exposición al frío.
En la última clasificación de EII de la International Union of Immunological Societies
(IUIS), estos síndromes auto inflamatorios están clasificados como un grupo de EII.
Los pacientes con EII pueden padecer infecciones por gérmenes atípicos, oportunis-
tas, o habituales, pero estas últimas serán recurrentes, graves, con evolución tórpida,
mala respuesta al tratamiento y a veces, en localizaciones características. Además,
estos pacientes tienen mayor susceptibilidad a enfermedades malignas y autoinmunes.
TABLA 1.
Clasificación de los EII.
TABLA 2.
Gérmenes más frecuentes según errores innatos de la inmunidad (EII).
Mico-
Defecto Bacterias Virus Hongos Parásitos
bacterias
Fagocitos + + +
Linfocitos B + + +
Linfocitos T + + + + +
Sistema
+
Complemento
Linfocitos NK +
TABLA 3.
Inmunodeficiencias secundarias.
INMUNODEFICIENCIAS SECUNDARIAS
1. Prematurez
2. Desnutrición/deficiencias de vitaminas/minerales
3. Enfermedades metabólicas (diabetes, otras)
4. Enfermedades autoinmunes (lupus eritematoso sistémico, otras)
5. Enfermedades oncohematológicas (linfomas, leucemias, mieloma, otras)
6. Infecciones (VIH, VEB, CMV, varicela, sarampión, rubeola congénita, TBC, etc.)
7. Anormalidades cromosómicas (síndrome de Down, síndrome 18q, otras)
8. Drogas inmunosupresoras
9. Medicamentos, drogas anticonvulsivantes (fenitoína, carbamazepina, otras)
10. Radiación
11. Entidades con pérdida proteica
12. Esplenectomía
13. Alcoholismo
14. Injuria/trauma/quemaduras
15. Hipotermia
Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). Virus de Epstein Barr (VEB). Citomegalovirus (CMV). Tuberculosis (TBC).
Fuente: adaptado de Kathleen E. Sullivan, E. Richard Stiehm, editors: Stiehm’s Immune Deficiencies.
Inborn Errors of Immunity, 2nd edition. Elsevier, 2020.
HISTORIA CLÍNICA
En la historia clínica son importantes los siguientes datos:
mm Control del embarazo, edad gestacional y búsqueda de infección
por VIH.
mm Sexo (más frecuente en varones) y edad de presentación (en las
deficiencias celulares desde el nacimiento y en las humorales
generalmente luego de los 6 meses).
mm Retraso en la caída del cordón y onfalitis.
mm Infecciones: número, localización, gravedad, microorganismos, tra-
tamiento, complicaciones.
mm Afectación del estado general, nutricional y del crecimiento y desarrollo.
mm Vacunas recibidas y complicaciones (especialmente con vacunas a
gérmenes vivos atenuados).
mm Antecedente de transfusiones y reacciones adversas (asociadas a
DSIgA).
mm Historia familiar de EII o de muertes inexplicadas precoces (más si
son varones de la rama materna, por EII ligados al X).
mm Patología de base y uso de medicaciones que puedan condicionar
citopenias y/o inmunodeficiencia secundaria (cotrimoxazol,
anticonvulsivantes, corticoides).
ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS
En relación con los estudios a solicitar como pediatras desde el consultorio:
Hemograma: muchos niños sanos presentan leucopenia, linfopenia o trombocitope-
nia en el contexto de infecciones banales. Sin embargo, es labor del pediatra confir-
mar la normalización del hemograma una vez resuelto el proceso agudo.
En caso de mantenerse la presencia de citopenias, el paciente debe ser estudiado.
De especial importancia resulta la presencia de linfopenia (menor 2.000/mm3) en
lactantes, ya que, la IDCS es una urgencia inmunológica pediátrica, debiéndose
instaurar rápidamente tratamiento de sostén hasta llegar al tratamiento curativo por
medio del trasplante de células progenitoras hematopoyéticas. Además, muchos
TABLA 4.
Valores normales de Inmunoglobulinas.
FIGURA 2.
Inmunoglobulinas durante la vida intrauterina y el primer año.
m Ana, de 3 años y medio, es derivada por su pediatra para evaluación inmunológica por IR.
Antecedentes personales: embarazo controlado, cesárea, RNT/PAEG, 3.200 g. Pecho exclusivo por 6 meses.
Vacunas completas y bien toleradas.
Antecedentes Familiares: padres con rinitis atópica y un hermano con broncoespasmos a repetición.
A los 3 meses presentó deposiciones con moco y sangre. Se sospechó alergia a proteínas de leche de vaca.,
continuó con pecho exclusivo y dieta materna de exclusión, con buena respuesta. A los 15 meses toleró la
leche de vaca.
Desde los 6 meses presenta broncoespasmos a repetición (1 por mes), muy catarrales, que en general requi-
rieron tratamiento ATB. Inició tratamiento con corticoides inhalados con mejoría.
A los 13 y 18 meses presentó OMA supurada derecha que resolvió con amoxicilina. Luego siguió con 2 o 3
episodios anuales de OMA, por lo que fue vista por ORL.
A los 2 años presentó un cuadro de tos de 5 días evolución. Se diagnosticó neumonitis y se trató con
claritromicina.
Presenta cuadros de adenoiditis recurrentes con requerimiento ATB.
Tuvo varios episodios de diarrea. En el parasitológico se encontró Giardia lamblia.
A los 3 años se diagnosticó hipotiroidismo y está en tratamiento con levotiroxina.
1. ¿Solicita algún estudio? ¿Cuál o cuáles?
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m Martín tiene 5 años y sus padres consultan al pediatra por episodios de OMA supuradas recurrentes (varios
episodios por año) y giardiasis a repetición. En el momento de la consulta; Martín se encuentra febril (38,5 °C)
con supuración en oído derecho. Ud. sospecha un EII.
1. ¿Qué estudios solicita?
a. Hemograma completo y dosajes de inmunoglobulinas G, A, M y E.
b. Hemograma completo con cuantificación de poblaciones linfocitarias.
c. Dosaje de Ig G y Subclases.
d. No solicita estudios.
Recibe resultados con hemograma normal, IgG 1.034 mg/dl, IgA 2 mg/dl, IgM 76 mg/dl e IgE 23 UI/ml. Realiza
el diagnóstico de deficiencia selectiva de IgA sérica.
2. ¿Qué tratamiento indica?
a. Gammaglobulina endovenosa.
b. Deriva al especialista.
c. Indica tratamiento de la OMA supurada y antiparasitario.
d. Solicita estudio genético.
mm Justiz Vaillant AA, Wilson AM. Transient Hypogammaglobulinemia of Infancy. [Updated 2020 Dec 30]. En:
StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2021 Jan.
Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK544356/
mm Seoane Reula ME, de Arriba Méndez S. Diagnóstico y manejo de las inmunodeficiencias primarias en niños.
Protoc diagn ter pediatr. 2019;2:415-35.
mm Soler-Palacín P. Inmunodeficiencias primarias. En: AEPap (ed.). Congreso de Actualización Pediatría 2020.
Madrid: Lúa Ediciones 3.0; 2020.p. 311-320.
m Ana
1. Hemograma completo, Rx tórax, serología VIH, dosaje de inmunoglobulinas.
2. Respuesta funcional de anticuerpos frente a vacunas y dosaje de inmunoglobulinas luego de los 4 años.
3. Déficit selectivo de Ig A sérica.
m Martín
1. Correcta a. El hemograma nos permite descartar neutropenia y linfopenia. Con el dosaje de inmunoglobulinas
podemos cuantificar su valor y así detectar los EII más frecuentes.
2. Correcta c. El tratamiento de la Deficiencia Selectiva de IgA debe ser dirigido hacia el problema en particular.
Por ejemplo, los pacientes con infecciones crónicas o recurrentes necesitan antibióticos apropiados.
Idealmente, la terapia con antibióticos debe ser dirigida al organismo específico que causa la infección.
3. Correcta c. Las vacunas tanto a gérmenes vivos atenuados como las inactivadas son seguras y se deben
administrar según el Calendario Nacional de Vacunación.
Estridores laríngeos en
recién nacidos y niños
Por una niñez y
adolescencia sanas, Hipotiroidismo congénito y
en un mundo mejor
adquirido: diagnóstico precoz
www.sap.org.ar / e.mail: pronap@sap.org.ar
Educación Sexual Integral
Tel/Fax (54-11) 4821-8612 int. 130 - 131 - 132
Av. Coronel Díaz 1971 - (C1425DQF) - CABA - República Argentina Infecciones recurrentes en
el consultorio del pediatra