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comparada de los programas

gubernamentales de protección de
México y Colombia
Por: Betty Pedraza López/PAS y Protection Desk Colombia

15 de julio 2016

En Colombia a más del Programa Gubernamental de Protección a Personas en


Riesgo, existen cuando menos 10 programas de protección[1] que destinan recursos
provenientes principalmente de la cooperación internacional a la protección de líderes
sociales y defensores de derechos. Dos de ellos actúan de manera particular en torno a
la protección de los defensores de derechos humanos. El Programa No
Gubernamental de Protección “Somos Defensores”, creado en 2002 y reconocido por
su sistema de información sobre ataques a defensores de derechos humanos en
Colombia -SIADDHH y sus publicaciones periódicas sobre la situación de los
defensores en Colombia.  

El “Protection Desk”, creado en 2009 como resultado de una alianza entre Protection
International y Pensamiento y Acción Social, ha hecho de la protección a defensores de
derechos humanos colectivos y rurales su nicho de trabajo, y, en este sentido acompaña,
forma, investiga y apoya a comunidades rurales en acciones de incidencia ante el gobierno
nacional; todo ello con el propósito de mejorar sus capacidades para la gestión de su propia
seguridad y protección.

Aunque el seguimiento al Programa Gubernamental de Protección ha sido asumido de


manera sistemática por el Programa Somos Defensores, con el presente artículo, el
Protection Desk, pretende hacer un aporte sencillo y puntual al Focus – Programa virtual de
Protection International, creado para observar y dar seguimiento a los programas
gubernamentales de protección a defensores de derechos humanos en el mundo-[2]; de tal
suerte que permita un acercamiento pragmático comparativo de los Programas
Gubernamentales de Protección a Defensores de Derechos Humanos de México y
Colombia.

Dos grandes aspectos son comparados: las características generales de los dos programas y
las dificultades más relevantes de los mismos. Los dos aspectos se estudian de manera
general a partir de las dos matrices que se adjuntan como anexo único de este artículo[3]
[4].

CARACTERISTICAS GENERALES

1. El “Mecanismo Federal de Protección para personas defensoras de derechos


humanos y periodistas en México”, tiene mayor alcance y estabilidad jurídica que el
“Programa de Prevención de los derechos a la vida, la libertad, la integralidad y la
seguridad de las personas, grupos y comunidades del Ministerio del Interior y de la
Unidad Nacional de Protección” de Colombia. La creación del Mecanismo en
México, mediante una Ley de la República y un decreto presidencial que la adopta,
responde más a una política de Estado en tanto que su creación mediante decreto da
cuenta de una política de gobierno.

La política de Estado compromete a tantos gobiernos como sean necesarios en función del
cumplimiento de su propósito, en tanto que la política de gobierno, sólo compromete aquel
que dictó el decreto; en cualquier momento un nuevo gobierno puede considerar
innecesaria la continuidad del programa de protección.

1. En el caso colombiano hay dispersión normativa que dificulta la comprensión y


aplicación de las múltiples normas que establecen los mecanismos de prevención y
de protección. Representa una dificultad para los entes territoriales (departamentos
y municipios) que tienen funciones asignadas en la materia. A más de lo cual cada
norma ha creado sus propios mecanismos de participación por lo que se sobreponen
mutuamente.

1. Aunque el Mecanismo de México y el Programa de Colombia reflejan una


concentración de las decisiones en su nivel central, el Programa de Colombia tiene
una estructura más compleja y claramente institucional. Entre tanto el Mecanismo
de México, cuenta con un Consejo Consultivo conformado por sociedad civil que lo
monitorea y envía cuatro representantes al órgano máximo, la Junta de Gobierno. 

 
Dadas las particularidades propias del conflicto interno armado, en Colombia, la estructura
del Programa de Protección incluye a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Refugiados – ACNUR-.

1. El Mecanismo de Protección mexicano fue creado específicamente para la


protección de periodistas y DDH, mientras que en Colombia, lo fue para las
personas en riesgo “en razón del ejercicio de sus actividades o funciones políticas,
públicas, sociales o humanitarias”, por tanto incluye un universo muy amplio de
población objetivo, dentro de la cual los DDH son una minoría.

1. En los dos casos, la oferta de servicios se estructura en torno tres modalidades:


Emergencia (o urgencia), Protección y Prevención.  En la primera modalidad, el
Programa de Colombia refleja un mayor énfasis en medidas convencionales
utilizadas cuando se espera un ataque directo con arma de fuego, tales como
chalecos antibalas, escoltas, carros blindados.

En las medidas de protección, el Mecanismo de Protección mexicano prevé mayor


diversidad de medios de comunicación como radios y telefonía satelital. En Colombia hay
restricciones para el uso de radios, pues podrían interferir con las comunicaciones del
ejército nacional, militarmente muy activo por el contexto del conflicto armado interno. En
algunas experiencias han convertido a comunidades indígenas en blanco de ataques de
actores armados ilegales con el propósito de robar su sistema de comunicación radial.

En el Mecanismo de protección mexicano se incluyen siete medidas no consideradas por el


Programa de Protección de Colombia: iniciar o avanzar investigaciones por ataques contra
los DDH o periodistas, atención médica y/o psicológica (sólo incluida para la protección de
mujeres), información a diferentes autoridades de la inclusión del caso en el Mecanismo,
reconocimiento de su labor como defensor, cooperación interinstitucional y el botón de
pánico.

En su mayoría estas medidas parecen reflejar una mayor disposición del Estado mexicano a
adoptar medidas de protección política a favor de los DDH y periodistas en contraposición
al énfasis dado por el estado colombiano a medidas meramente físicas y materiales
diseñadas desde una perspectiva militar.

 
En relación con las medidas de prevención mientras que el Mecanismo mexicano refiere a
medidas puntuales de protección, el Programa colombiano parece inclinarse por
instrumentos más formalizados como los planes de prevención y/o contingencia que deben
ser formulados por sus entes territoriales en virtud a la estructura descentralizada del
Estado.

Adicionalmente sólo el Mecanismo mexicano prevé un procedimiento para que se revise la


decisión de no otorgar medidas de protección a un solicitante, en el caso colombiano las
revisiones proceden exclusivamente vía tutela. Adicionalmente ninguno de los dos prevé
procedimiento o instancia para revisar los cambios en los mecanismos de protección
cuando el nivel del riesgo del protegido cambia.

1. El Mecanismo mexicano contempla una importante participación de la sociedad


civil en su operación, mientras que el Programa colombiano da a la sociedad civil
una participación muy restringida y funcional.

1.  El funcionamiento del Mecanismo mexicano y el Programa colombiano, es similar.


Los dos contemplan un procedimiento excepcional, que aplica a los casos de
emergencia, y otro ordinario. En el caso colombiano sin embargo, existe una
presunción constitucional del riesgo que aplica para víctimas de desplazamiento
forzado, lo que conduce a una aceptación inicial automática y provisional de las
solicitudes de protección que presenten personas en riesgo que cumplan dicha
condición.

1. La cobertura del Programa de Protección en Colombia es 35 veces mayor a la del


Mecanismo mexicano, lo que se explica en el hecho de que éste último solo cobija
DDH y periodistas, en tanto que el primero cobija cuando menos 13 grupos de
población diferente. El conflicto armado interno diversifica y aumenta los riesgos
así como el tipo de afectados por los mismos. Para 2015 solo un 8% del total de
protegidos en 2015 fueron DDH y solo un 2% fueron periodistas.

1. El presupuesto del Programa colombiano es 35 veces más grande que el del


Mecanismo mexicano, sin embargo el costo unitario por beneficiario de este último
es casi 9 veces mayor que el del Programa colombiano

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