Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Empresa B
Empresa B
activos intangibles
La inteligencia emocional
La inteligencia emocional es el apropiado
nombre con el que el doctor Daniel Goleman
ha reempaquetado conceptos psicológicos
bastante antiguos. En un inteligente resumen
y recopilación, a los que también agrega in
vestigaciones de su propia cosecha, Goleman
ha tenido la sabiduría de ponerle un nombre
atractivo a conceptos que no habían logrado
calar entre los niveles ejecutivos.
106
predominante, lo que genera el valor y da competitividad a
la empresa es lo intangible.
107
gestión de los activos intangibles será la clave en la
generación de valor y en la competitividad de la organización.
108
aprenderán que siendo conservadores se exponen a
menos problemas. Una mayor inteligencia emocional propor
cionará el ambiente donde los individuos y los equipos se lancen
de un modo mejor y con mayor frecuencia a la toma calculada
de riesgos.
109
La inteligencia emocional y el éxito
del ejecutivo
110
Existe abundante evidencia de que personas con gran
inteligencia académica pueden terminar fracasando en la vida como
resultado de su falta de destrezas emocionales, tanto en lo personal
como en el campo profesional y en los negocios. Y viceversa,
también podemos comprobar que hay muchas personas que aun
teniendo menor capacidad intelectual que otros han logrado el éxito
tanto en lo personal, como en lo profesional y en lo
económico.
Inteligencia emocional
Algunos creen que la inteligencia emocional consiste en estar
todo el día de buen humor, en caerle bien a todos o en vivir
enamorado de la humanidad. Este concepto es en realidad
mucho más complejo y bastante menos idílico.
111
ceptual y la inteligencia emocional. Por el contrario, lo
que afirma esta teoría es que para que la inteligencia conceptual
nos brinde todos sus frutos es imprescindible que haya una
sinergia entre ambas.
112
llevándose valiosa información, cartera de clientes, know
how; lo que ha producido serios daños a la rentabilidad de la
compañía.
113
Mejorando la inteligencia emocional en la empresa A fin
de proporcionarle al ejecutivo algunas pistas para mejo rar la
gestión de su inteligencia emocional y la de sus subor dinados,
haremos algunas recomendaciones al respecto:
115
Sinergia positiva y sinergia negativa
Imaginemos el caso de un equipo que funciona con
eficacia dado que sus integrantes aprendieron a complementarse en
sus fortalezas y a tolerar, corregir y evitar sus mutuas debilidades.
116
¿De qué depende la sinergia positiva?
Contrariamente a la creencia popular, el que los
integrantes de un equipo tengan excelentes competencias técnicas
guarda muy poca relación con su capacidad para alcanzar el éxito.
El éxito lo determina, más bien, su capacidad para generar sinergia
positiva, y ésta es función exclusivamente de su madurez
emocional, de su inteligencia interpersonal para sacar lo mejor de
los otros y de su inteligencia intrapersonal para aportar lo mejor
de sí mismos.
117
otro equipo de cuatro personas normales que
aprendieron a evitar lo malo de cada uno y descubrieron cómo
sacar lo mejor de cada quien para lograr el éxito del
equipo.
119
nadie era único ni original. Cada nuevo evento pertenecía
a alguna categoría pasada y cada nueva persona cabía dentro de
alguna de sus categorías mentales y, por tanto, estaba convencido de
que terminaría comportándose como su experiencia pasada le
indicaba.
120
de “aquellos absurdos irracionales que no entienden razo
nes y que pierden el control de sus emociones producto de
traumas infantiles”. Y su respuesta ya predeterminada para esta
categoría de problemáticos personajes era el despido o el
ignorarlos definitivamente, impidiéndoles consecuente mente el
acceso a la zona de alta gerencia, el reino donde él se sentía a sus
anchas, en un universo fabricado a su imagen y semejanza y
donde nada perturbaba su paz eterna.
Con los años nos hemos dado cuenta de que casi todos
padecemos en mayor o menor medida del síndrome “ya te
manyo, te tengo tasado”. Lo penoso es que, claro, la mayo ría
no somos ni la mitad de amables, graciosos ni exitosos que
nuestro amigo, así que el prójimo no nos perdona tan
fácilmente que queramos tratarlo con un “caso típico” de una
categoría predeterminada y que a cada cosa que nos proponga
le digamos, a priori, si eso va a funcionar o no, de pendiendo de
nuestras experiencias pasadas con ello. Y esa mayoría exige,
consecuentemente, que los tratemos como personas únicas e
individuales, que demostremos respeto por sus ideas
innovadoras y les demos una oportunidad para sustentarlas y
ensayarlas en la realidad. ¿Podremos empezar a hacerlo?
121
Para planear mejor las reuniones y
las agendas
L a mayoría de los talleres sobre reuniones
122
los juegos de poder y las vendettas grupales, entre otras
variantes.
123
dos grupos: las patologías organizacionales y las necesidades
psicológicas insatisfechas, aclarando que esta separación es sólo
académica puesto que en la vida práctica las primeras derivan
de las segundas.
124
para un varón es menos intolerable perder poder frente a
otro varón que ante una mujer.
125
necesario reconocimiento y afecto en su infancia y que en su
vida privada actual no los obtiene, es muy probable que los busque de
un modo neurótico en las reuniones, las cuales serán para él ocasiones
para lograr afecto, reconocimiento, admiración, halago, adulación,
sumisión o sensación de poder y omnipotencia. Incluso, no son pocos
los casos en que alguna persona con poder usa las reuniones para
satisfacer sus necesidades sadomasoquistas o psicopáticas, aunque
ustedes no lo crean.
126
explícito, siempre hay motivos profundos, ocultos, implí
citos. Y que esto es así incluso si las otras personas mismas no lo
saben.
127
gura respecto a la conservación de nuestro empleo y le
da valor a nuestro ego. Por supuesto que este es un fenómeno
absolutamente normal en cualquier ser humano, pero en muchos
casos, en personas que han tenido ciertos tipos de problemas en su
etapa formativa, estas necesidades se exageran y toman un lugar
demasiado predominante en su conducta laboral.
Finalmente
Reconocemos que esta es una revisión superficial de un tema
profundo (valga la paradoja), pero la intención no ha sido
agotar ningún tema en particular sino mostrar, para aquellos
que aún no estén advertidos, que el asunto de las reuniones y la
agenda del ejecutivo va mucho más allá de la simple recetita y
la simple herramientita como lo proponen actualmente tantos
discursos simplistas que nos dicen “lo que debe hacer” y
afirman o insinúan que basta con que lo decidamos y el
asunto estará en vías de solución.
129
Para decir adiós*
N o es agradable para nadie tener que despedir
130
Es una típica situación donde la emoción y la razón se
contradicen violentamente. Nuestra emoción nos dice que le
demos otra oportunidad a la persona y nos exige encon trar otra
alternativa, mientras que la razón nos dice clara mente que ya
no es posible. Si cedemos ante la emoción, estaremos actuando
de modo poco profesional y estaremos traicionando nuestras
responsabilidades para con nuestra organización. Si ignoramos
nuestro corazón, lastimaremos más a la persona a la que le
estamos dando la penosa noticia y, sin darnos cuenta, nos
degradaremos más como seres humanos.
131
para sacar a relucir sus tendencias psicopáticas, abusaban de
su poder de regateo (mal llamado “poder de negociación”) y se
deleitaban humillando al caído.
132
El último de la fila y la calidad del servicio*
133
todo lo posible para tener instalaciones hermosas,
cómodas y hasta suntuosas a la vez que han hecho todo lo posible
por tener el mejor servicio imaginable. Pero si del primero al último
de la fila de sus obreros y empleados no pone lo mejor de sí en cada
interacción con el cliente, la magia del servicio excelente no se
producirá jamás. Puedes estar fascinado por el lujo y la comodidad
de la habitación en cada uno de sus detalles, pero si la voz del otro
lado del intercomunicador (en la recepción, el restaurante o en la
lavandería del hotel) no son sinceramente amables, la magia se
destruirá.
134
dedicados. Hasta “el último de la fila”, cuando me
atendió en persona o por el teléfono, se mostró inmaculadamente
amable y sentí un sincero interés en preocuparse por mí y
hacerme pasar una grata estadía.
135
haciéndose la firme promesa de nunca más olvidar a todos esos
magníficos productores de un servicio excelente.