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CAUSAS QUE EXIMEN DE ACCIÓN

El obrar no dependiente de la voluntad del hombre no es “acción”. Por tal razón no hay
delito cuando median, es decir que sin el movimiento corporal se realiza sin dominio de la
voluntad, cuando no es propio del autor, sino de lo casual o de lo casual sin dominio.
Tenemos 5 causas que eximen de acción.
I. Fuerza irresistible. El concepto de fuerza irresistible ya era contemplado en el
derecho romano y en el derecho común con el nombre de vis physica absoluta o
ablativa. El autor Peña y Frank Almanza, lo definen como:
aquella fuerza que imposibilita desde todo punto al sujeto para moverse (o
para dejarse de mover). Esto es, lo mantiene en el mismo estado en que el
sujeto se encontraba en el momento en que se ve sorprendido por esa vis
physica. Este concepto se contrapone al concepto de miedo insuperable
(importante concepto en el derecho penal), y que se denominó vis moralis.
En este caso (vis moralis), el sujeto sí puede moverse físicamente y por tanto
posee una voluntad libre, aunque coartada en el ejercicio de su libertad.
(Peña y Almanza, 2010, p.104).
Entonces, la fuerza física irresistible puede provenir de la naturaleza o de un tercero, lo
importante es que produce que una persona actúe sin capacidad de control. Esta fuerza
física irresistible debe ser absoluta, es decir, el sujeto no debe tener la posibilidad de
actuar de otra forma, veamos, por ejemplo:

Se produce un terremoto y las personas que viven en un edificio


pugnan por salir, al llegar a las escaleras, una resbala y cae sobre
otra produciéndole la muerte; en este caso, el sujeto que resbaló
actuó con fuerza física irresistible el temblor, por lo que no hay acción.

Un caso diferente se da si fue una persona la que produjo la fuerza física irresistible, pues
esta sí responde.

• Si “Ana” empuja a “Valentina” para que impulse a “Carlos”, que se


encuentra en el borde de un barco y, efectivamente “Carlos” cae y
muere, “Ana” responde por la muerte de “Carlos”, mientras “Valentina”
sólo fue víctima de una fuerza irresistible —empujón— producido por
“Ana”.
• El peatón es impelido contra un escaparate y lo rompe. No es autor
el que haya sido constreñido por fuerza física irresistible. En este
caso, quien hubiere ejercido violencia será sancionado.

El concepto de fuerza irresistible también es de gran importancia en el Derecho penal,


porque excluye la acción del individuo, ya que quita toda voluntariedad a su conducta. O
si queremos ser más preciso, el individuo que se ve afectado por una vis physica, no se
da en él una conducta humana.
II. Acto reflejo. No es factible impedir movimientos reflejos que provienen del
automatismo del sistema nervioso. Estos reflejos condicionados no constituyen
acción ya que dichos movimientos no son controlados —o producidos— por la
voluntad de la persona.

Por ejemplo:

Un sujeto efectúa un movimiento brusco al tocar una conducción eléctrica, producto


de lo cual hiere a otra persona.

III. Estados de inconsciencia o situaciones ajenas a lo patológico (sueño,


sonambulismo, hipnotismo). Se trata de momentos en los que el sujeto que realiza
la acción no es plenamente consciente de sus actos. Para ser admitidos como
excluyentes de la acción requiere de análisis y estudios cuidadosos, por ejemplo:

Andrés, bajo efectos de la hipnosis, mata a Bertha. Andrés no es responsable por


la muerte de Bertha puesto que no tenía control consciente sobre sus actos.
Por hallarse en una situación de inconsciencia total ello ocurre, por ejemplo, en el
sueño profundo, en caso de delirios febriles de alto grado, desmayos, etc.

IV. Impresión paralizante. No hay posibilidad de actuar oportunamente y


adecuadamente cuando el sujeto está paralizado, aunque sea momentáneamente,
por una intensa impresión física (deslumbramiento, por ejemplo) o psíquica (como un
acontecimiento imprevisto, por ejemplo:

Ver a la mujer de uno con otro en un estado de adulterio), pues los mecanismos
volitivos precisan de un tiempo para desplegar su eficacia.

V. Estado de necesidad (legítima defensa). En la legítima defensa también existe una


ausencia de una fase que se llama fase interna de la acción. En este caso las
defensas no se lo piensan, no surge en el pensamiento ese querer defenderse (fase
interna), sino más bien es la reacción del instinto de supervivencia lo que hace actuar
al sujeto, por ejemplo:

Un ladrón es encontrado en plena ejecución por el dueño y su familia, si el dueño


de casa amenaza y el ladrón se rinde, no cabría la necesidad de defensa.
Pero si éste amenaza a su esposa o uno de sus hijos, es necesario actuar.

BIBLIOGRAFÍA

• Peña, O. y Almanza, F. (2010). Teoría del Delito, manual práctico para su


aplicación en la teoría del caso. Asociación Peruana de Ciencias y Conciliación –
APECC. Editorial Nomos & Thesis E.I.R.L Recuperado de:
https://derecho.usmp.edu.pe/instituto/novedades/libro-teoria-del-delito-oscar-pena.pdf

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