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Guía 11 – Miniensayo I

Habilidades de comprensión lectora

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MINIENSAYO: HABILIDADES DE COMPRENSIÓN LECTORA
TEXTO 1

1. “La aceleración del tiempo parece un fenómeno irreversible. Los seres humanos somos
partículas de la atmósfera del capitalismo. No existe un afuera, pero puede existir un
después. Una nueva escuela filosófica, el aceleracionismo, cuestiona ese incremento
exponencial de la velocidad del mundo. Las nuevas tecnologías y los nuevos procesos no
hacen más que multiplicar los estímulos y los deseos, sin evaluar su necesidad ni sus
consecuencias. Contra semejante horizonte neoliberal, esa constelación de pensadores que
sigue la estela del “Manifiesto por una Política Aceleracionista”, que Alex Williams y
Nick Srnicek firmaron en 2013, propone estrategias de apropiación y reformulación, para
que aprovechemos ese vértigo y que llegue antes algún tipo de postcapitalismo.

2. Pero esa posición utópica nos instala en el intervalo de la espera de una gran
transformación global. ¿Qué hacer mientras tanto, en la práctica diaria y personal? Una
solución la dieron los clásicos. En griego antiguo se distinguía entre cronos y kairós,
entre el tiempo del reloj o el calendario y el tiempo de la vida. El latido del devenir
contemporáneo lo están marcando las actualizaciones de nuestros dispositivos. Pero
mientras que toda la tecnología nos ancla en el tiempo cronológico, las experiencias
artísticas o deportivas, las emociones y los sentimientos nos elevan al vivencial. ¿Qué
tienen en común la librería, la piscina, la cama, el cine, el teatro o el mar? Que en ellos
nos desconectamos. O, mejor dicho, nos reconectamos.

3. Los mecanismos del capitalismo del siglo XXI no cesan de perfeccionar sistemas de
producción, circulación y consumo cada vez más rápidos. No importa si ello provoca
problemas éticos o culturales con tal de que generen beneficios económicos. Todos
estos procesos comparten la voluntad de alterar radicalmente nuestra idea del tiempo.
La tecnología y el capitalismo han creado una nueva fe: la iglesia de la disrupción del
tiempo.

4. Pero la vida humana está llena de experiencias a largo plazo: la educación, la


maternidad, la hipoteca bancaria, la jubilación. De modo que nos enfrentamos a un
reto: hacer compatibles con un contexto de prisas y urgencias las maduraciones, las
constancias, las inversiones y las esperas que nos han definido durante siglos.

5. Tal vez esa nueva era del tiempo comenzara hace unos veinticinco años, cuando los
correos electrónicos empezaron a lograr lo que no habían conseguido los faxes: substituir
a las cartas. Los plazos de la epistolaridad eran muy parecidos a los del folletín,

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la narrativa por entregas, las publicaciones semanales o mensuales, los anuarios. Y en
muy poco tiempo nos hemos acostumbrado a que ya no sean determinantes en nuestras
vidas de lectores, de familiares o de amigos. De modo que cuando Netflix empezó a
colgar a la vez todos los capítulos de una temporada —eliminando la espera semanal
que había definido durante décadas nuestra relación con la televisión—, nos
acostumbramos enseguida a la nueva oferta. Y a todas las demás: hemos pasado a vivir
en una constante notificación y actualización de noticias, mensajes, softwares,
versiones, likes.

6. Desde preescolar hasta posgrado, los centros de formación han llegado al consenso de
que la educación debe trabajar por proyectos. Los alumnos ya no deben tener como
horizonte final el examen o la conclusión de una asignatura, sino la presentación de la
memoria de un proyecto. Se trata de una de las palabras clave de nuestra época. La
pedagogía de la proyección te prepara para un futuro laboral en que gran parte del
tiempo lo dedicarás a la generación incesante de nuevos proyectos. Un arqueólogo del
futuro nos entenderá mejor leyendo esos dosieres de ideas que jamás se convirtieron
en realidades que leyendo las novelas contemporáneas. Porque los proyectos ya
constituyen un subgénero muy elocuente del nuevo realismo, la ciencia ficción.

7. Proyectar es lanzar: imágenes, planes, futuros posibles. Y la filosofía más pertinente


de hoy está justamente imaginando alternativas a ese vértigo cotidiano que no cesa de
apretar el acelerador. Como nos recuerdan los aceleracionistas, la situación es
insostenible en todas las dimensiones de la realidad: no solo enloquecen sin tregua los
ritmos tecnológicos, también lo hacen los plazos en que la clase media se empobrece,
los millonarios se vuelven multimillonarios o destruimos el planeta.

8. Contra la “lógica del incremento definida por la competencia y la aceleración”, que


conduce a la alienación, ha escrito el sociólogo alemán Hartmut Rosa en su libro más
influyente y celebrado, Resonancia, hay que considerar “la calidad de nuestra relación con
el mundo”. Solo deteniendo durante unos minutos o unas horas los engranajes que no
cesan de acortar nuestros plazos, para pensar y decidir nuestra propia ética y poética como
individuos, podremos aspirar a ritmos propios. Todo necesita su tiempo.”

Jorge Carrión, Instrucciones para desacelerar el tiempo


(fragmento) The New York Times, 19/1/2020

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1. ¿Cuál es el sentido de la palabra CONSTELACIÓN en el contexto del primer
párrafo del texto leído?

A) MONTÓN, porque se refiere a una pila de pensadores que no tienen


necesariamente un orden.
B) CONJUNTO, porque se refiere a un grupo que articula su pensamiento hacia
un mismo sentido.
C) CONGLOMERADO, porque se refiere a un grupo de pensadores que opera siempre
en bloque.
D) ASOCIACIÓN, porque se refiere a un grupo de pensadores que se han
estructurado en una organización.
E) COMUNIDAD, porque se refiere a un grupo de pensadores que se reunieron en
torno a su propio bien común.

2. ¿Cuál es el sentido de la palabra DISRUPCIÓN en el contexto del tercer párrafo del


texto leído?

A) INTERRUPCIÓN, pues se refiere a los quiebres inesperados y continuos en el fluir


del tiempo.
B) FRAGMENTACIÓN, pues se refiere al fraccionamiento en muchas partes del
tiempo, provocada por la tecnología y el capitalismo.
C) ROMPIMIENTO, pues se refiere a la división del tiempo de manera que pierde toda
unión y sentido.
D) SUSPENSIÓN, pues se refiere a que el paso del tiempo se detiene absolutamente en
el contexto de la tecnología y el capitalismo.
E) APLAZAMIENTO, pues se refiere al constante posponer que significa vivir en
tiempos de tecnología y capitalismo.

3. ELOCUENTE

A) contundente
B) persuasivo
C) importante
D) expresivo
E) conmovedor

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4. De acuerdo a lo expresado en el primer párrafo del fragmento leído, ¿cuál es el objetivo
de los pensadores aceleracionistas?

A) Desarrollar la idea de que mientras más rápida sea la vida, más rápido es el
capitalismo.
B) Recalcar que el ser humano está condenado a vivir permanentemente en la
atmósfera del capitalismo.
C) Aprovechar el vértigo actual y así precipitar la llegada de algún tipo de
postcapitalismo.
D) Criticar la desconsideración de las nuevas tecnologías y procesos frente a las
consecuencias que generan.
E) Hacer notar lo irreversible de un tiempo en constante aceleración.

5. ¿Cuál se puede inferir es el principal objetivo del capitalismo del siglo XXI?

A) La obtención de beneficios económicos a toda costa.


B) La creación de sistemas de producción y consumo cada vez más rápidos.
C) La alteración radical de nuestra idea de tiempo.
D) El ocultamiento de cualquier otra posibilidad que no sea la atmósfera capitalista.
E) El uso de la tecnología para anclarnos a una sociedad cada vez más vertiginosa.

6. ¿A qué reto nos enfrenta la denominada por el autor “iglesia de la disrupción del tiempo”?

A) Desacostumbrarnos a los plazos brevísimos instalados por nuevas tecnologías, como


Netflix.
B) Compatibilizar el actual contexto de constantes urgencias e interrupciones con las
experiencias de largo plazo.
C) Contrarrestar los plazos que permiten a los millonarios enriquecerse más mientras la
clase media se empobrece.
D) Compatibilizar los contratos temporales y las empresas emergentes con los ciclos
escolares y los tiempos que toma un divorcio.
E) Comenzar a concretar las abundantes y multidisciplinarias proyecciones que realizan
los estudiantes en los centros educativos.

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7. ¿Cuál es la idea principal del sexto párrafo?

A) El mundo laboral gira actualmente en torno a la creación de proyectos que no siempre


se concretan.
B) Los proyectos son un concepto clave para entender nuestra época.
C) Los centros educacionales han llegado al consenso de que la educación se debe trabajar
por proyectos.
D) La pedagogía de la proyección sienta las bases lo que serán las exploraciones de un
arqueólogo del futuro.
E) Los proyectos son tan importantes que ya constituyen un nuevo subgénero literario.

8. ¿Qué relación se establece entre el primer y el último párrafo del texto leído?

En el primer párrafo En el último párrafo


A) se señala la posibilidad de imaginar un se explica como sería vivir bajo un
postcapitalismo. sistema así.
B) se explica en qué consiste el se señala a Resonancia como otra obra
"Manifiesto por una Política con objetivos similares.
Aceleracionista”.
C) se responsabiliza a las nuevas se propone detener estas tecnologías
tecnologías por no considerar para así tener más tiempo propio.
necesidades ni consecuencias.
D) se define al aceleracionismo como una se señala a Hartmut Rosa como un
escuela que cuestiona la velocidad integrante de esta escuela.
actual.
E) se menciona al aceleracionismo como se ejemplifica el aspirar a ritmos
una propuesta para generar estrategias propios como un objetivo posible de
de apropiación y reformulación. estas estrategias.

9. El emisor cita a Hartmut Rosa con la finalidad comunicativa de

A) Reforzar la idea de que vivimos en tiempos que nunca dejarán de seguir acelerando.
B) Proponer estrategias para hacer frente al vértigo criticado por el aceleracionismo.
C) Ejemplificar en Resonancia una obra cumbre del aceleracionismo contemporáneo.
D) Explicar cómo la poética personal puede salvarnos del capitalismo rampante.
E) Apoyar la idea de que para todo es necesario tomarse un tiempo adecuado.

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TEXTO 2

1. “Nunca le he contado esto a nadie. Una vez tuve un pololo virtual. Un ciber novio.
Un tipo que conocí por internet al que llamaba por teléfono para decirle te amo.

2. Lo conocí por Napster, que fue el primer programa con el que se pudo bajar música
de internet. En esa época no existía Google ni Pirate Bay ni WhatsApp. Las páginas
web parecían verdaderas hojas de Microsoft Word, llenas de gifs animados pixelados
y había que conectarse a través de la línea del teléfono, en un ritual que sonaba como
chicharreos de robot enfermo.

3. Napster tenía un chat, una ventanita en la que le podías decir a alguien “hola, amigo, no
te desconectes porque estoy bajando una canción :)” y así asegurarte de descargar
completo el mp3. En Napster yo me llamaba Punkito. Aunque me gustaba escuchar pop y
rock suave, en mi interior quería ser punk. Una vez había ido a Santiago y había visto a
unos flacos parados en la calle Bandera con la ropa negra y manchada de cloro y me
pareció lo más trasgresor y admirable que había. Por eso había decidido teñirme unos
mechones rojos y vestirme sólo de negro. Y era Punkito y no Punkita porque había
descubierto que si te ponías nickname masculino los hombres te joteaban menos.

4. Era sábado en la noche, el único momento de la semana en que mi mamá me dejaba


conectarme a internet (así salía más barato y no le ocupaba la línea de teléfono), y
estaba descargando Flema para saber cómo sonaba el punk. De repente alguien me
habló. “Wena, weón”, dijo. No sé por qué no mentí. Le contesté y le aclaré que yo era
mujer. Empezamos a conversar. Ya ni me acuerdo de qué. Lo que sí sé es que dijimos
nuestros nombres verdaderos —Camila, Javier—, intercambiamos números de ICQ,
de ahí nos agregamos a MSN Messenger y al poco tiempo nos enviábamos
emoticones de corazón.

5. En ese tiempo yo vivía en Codegua, un pueblo de la sexta región. Iba en octavo básico en
la escuela E-86, donde hacía clases mi mamá, y era de las pocas personas que tenía
computador. Mi papá era contador en la mina y lo había comprado por su trabajo.
Vivíamos en una casa con una rueda de carreta en la entrada y un sitio profundo hacia
atrás. Crecí jugando en la acequia, escalando higueras y paltos. Pero cuando cumplí trece
años Codegua me pareció una lata. Le pedía permiso a mi mamá y me iba a Santiago en
tren, para ir al Eurocentro y comprar parches y posters de las bandas que descargaba por
Napster. A veces me sentaba sola en la plaza de Codegua, afuera del cementerio, y
escuchaba en un discman los temas que bajaba de internet. No conocía a

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nadie más que le importara definirse a partir de un estilo musical. Por eso me gustaba
internet, porque ahí encontraba gente como el Javier.

6. El Javier era de Valdivia. Tocaba guitarra y su email era rockerito83@yahoo.es. El mío


era dark_maiden_1988@mixmail.com. El Javier fue la primera persona que conocí que
sabía tanto de música. Leía revistas que encargaba por correo, veía documentales sobre
cantantes gringos de los años 70 y escuchaba bandas que no sonaban en la radio. Con él
descubrí grupos que me acompañan hasta hoy. Con él migré del punk al grunge y del
grunge al britpop. El Javier tenía cinco años más que yo. Estaba en cuarto medio porque
había repetido un curso y quería ser abogado cuando terminara el liceo.

7. Con el Javier chateábamos sobre lo cotidiano. Yo le contaba si andaba con la regla o


si me peleaba con mi mamá. Y él, lo mismo: cómo pasaba los días viviendo con su
mamá en la casa de su abuela, cómo la ayudaba a atender un negocio de ropa
femenina, cómo le daba rabia ser el hijo olvidado de un dentista famoso de Valdivia.

8. Creo que enganchamos porque nos conocimos justo en un momento de cambio para
los dos. Cuando yo salí de octavo y me cambié a un colegio de Santiago, al Internado
Nacional Femenino, y él dio la prueba y entró a la Universidad Austral.

9. Éramos diarios de vida virtuales e interactivos. Yo le enviaba mails una vez a la


semana, en los que le contaba que estudiar interna era raro. Ya no tenía que
obedecerle a mis papás, pero sí a las mamis del liceo. Le contaba de la biblioteca, que
era gigante y tenía más libros que todos los libros que había en Codegua. Le hablaba
de mis compañeras, que venían de Santiago, de Viña y hasta de Linares, que en sus
familias las mujeres eran temporeras o dueñas de casa y que por eso ellas estudiaban,
para no repetir la historia de sus madres.”

Arelis Uribe, rockerito83@yahoo.es (fragmento, adaptado)

10. TRASGRESOR

A) revolucionario
B) ilegal
C) delictual
D) pecaminoso
E) rebelde

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11. De acuerdo al texto, ¿cuál(es) de la(s) siguiente(s) información(es) es (son)
verdadera(s)?

I. Napster era un programa que permitía descargar música de internet.


II. Las páginas web se hacían utilizando Microsoft Word.
III. Mediante Napster se podía conocer a desconocidos por internet.

A) Solo I
B) Solo III
C) Solo I y II
D) Solo I y III
E) Solo II y III

12.
Le contesté y le aclaré que yo era mujer. Empezamos a conversar. Ya ni me acuerdo
de qué. Lo que sí sé es que dijimos nuestros nombres verdaderos —Camila, Javier—,
intercambiamos números de ICQ, de ahí nos agregamos a MSN Messenger y al poco
tiempo nos enviábamos emoticones de corazón.

En relación al fragmento citado, se puede inferir que el motivo por el cual la


autora menciona que dijeron sus “nombres verdaderos” es que:

A) Napster solo permitía utilizar nombres falsos.


B) Lo más común en aplicaciones como Napster era utilizar nombres falsos.
C) Tanto Camila como Javier ocupaban seudónimos en la aplicación.
D) Camila y Javier buscaban ocultar su identidad pues tenían miedo de
ser identificados.
E) Para comenzar a chatear era un requisito entregar los nombres verdaderos.

13. ¿Cómo le gustaba definirse a la protagonista en los tiempos que vivía en Codegua?

A) Como alguien que adhería a la estética punk.


B) A partir de sus gustos musicales.
C) En función de la vida familiar que llevaba allí.
D) Como alguien que renegaba de vivir en un pueblo pequeño.
E) En torno al público habitual de espacios como el Eurocentro.

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14. La relación que llegaron a establecer Camila y Javier puede ser calificada como:

A) positiva
B) distante
C) interesada
D) familiar
E) íntima

TEXTO 3

1. “Mi deseo cercenado y castigado


desde que busqué ansiosa en el pecho de una madre rota.
Liberar su fluido exclusivo,
succionando.

2. Fue ese mi comienzo sumiso


que anidó en mi cuerpo la falta.

3. Y si me preguntas
aún siento convertir mi anhelo en llanto
en una súplica forzosa
y negada.

4. Creyendo abismal nuestras distancias


agotaré mis quejidos,
y tal como una cría ya cansada
aprenderé a guardar silencio.”

Javiera Martín, Deseo


Un Pelo Perdido, N° 5

15. ANHELO

A) deseo
B) aspiración
C) ansia
D) empeño
E) intención

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16. ¿Cuál es el sentido de la palabra ABISMAL en el contexto de la cuarta estrofa del texto
leído?

A) REFLEXIVAS, porque se refiere a distancias que requieren ser pensadas


detenidamente.
B) TRASCENDENTES, porque se refiere a que las distancias se extenderán durante
un tiempo indeterminado.
C) RECÓNDITAS, porque se refiere a que las distancias tienen aspectos muy difíciles
de traer a la superficie.
D) INMENSAS, porque se refiere a que las distancias son muy profundas y extensas.
E) ILIMITADAS, porque se refiere a que las distancias son infinitas.

17. Se puede afirmar que la emisora del texto anterior

A) experimenta malestar cada vez que recuerda a su madre.


B) percibe en ella una ausencia originada en la relación con su madre.
C) no puede evitar llorar cada vez que anhela algo.
D) se resigna frente a cualquier situación compleja.
E) acusa a su madre de no haberle ofrecido lo que necesitaba.

TEXTO 4

1. “Incluso ahora, dieciocho años después, recuerdo aquel prado en sus pequeños detalles.
Recuerdo el verde profundo y brillante de las laderas de la montaña, donde una lluvia fina
y pertinaz barría el polvo acumulado durante el verano. Recuerdo las espigas de susuki
balanceándose al compás del viento de octubre, las nubes largas y estrechas coronando
las cimas azules, como congeladas, de las montañas. El cielo estaba tan alto que si
alguien lo miraba fijamente le dolían los ojos. El viento que silbaba en aquel prado
agitaba suavemente sus cabellos, atravesaba el bosque. Las hojas de las copas de los
árboles susurraban y, en la lejanía, se oía ladrar un perro. Era un ladrido tan tenue y
apagado que parecía proceder de otro mundo. No se oía nada más. Ningún otro ruido
llegaba a nuestros oídos. No nos habíamos cruzado con nadie. La única presencia, dos
pájaros rojos que alzaban el vuelo de aquel prado, como espantados por algo, se dirigían
hacia el bosque. Mientras andábamos, Naoko me hablaba de un pozo.

2. La memoria es algo extraño. Mientras estuve allí, apenas presté atención al paisaje. No
me pareció que tuviera nada de particular y jamás hubiera sospechado que, dieciocho
años después, me acordaría de él hasta en sus pequeños detalles. A decir verdad, en
aquella época a mí me importaba muy poco el paisaje. Pensaba en mí, pensaba en la

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hermosa mujer que caminaba a mi lado, pensaba en ella y en mí, y luego volvía a
pensar en mí. Estaba en una edad en que, mirara lo que mirase, sintiera lo que
sintiese, pensara lo que pensase, al final, como un bumerán, todo volvía al mismo
punto de partida: yo. Además, estaba enamorado, y aquel amor me había conducido a
una situación extremadamente complicada. No, no estaba en disposición de admirar
el paisaje que me rodeaba.

3. Sin embargo, ahora la primera imagen que se perfila en mi memoria es la de aquel prado.
El olor de la hierba, el viento gélido, las crestas de las montañas, el ladrido de un perro.
Esto es lo primero que recuerdo. Con tanta nitidez que tengo la impresión de que, si
alargara la mano, podría ubicarlos, uno tras otro, con la punta del dedo. Pero este paisaje
está desierto. No hay nadie. No está Naoko, ni estoy yo. «¿Adónde hemos ido?», pienso.
«¿Cómo ha podido ocurrir una cosa así? Todo lo que parecía tener más valor —ella, mi
yo de entonces, nuestro mundo— ¿adónde ha ido a parar?». Lo cierto es que ya no
recuerdo el rostro de Naoko. Conservo un decorado sin personajes.

4. Aunque, si me tomo el tiempo suficiente, puedo revivir su imagen. Sus manos


pequeñas y frías, su pelo liso, tan bonito y agradable al tacto; los lóbulos de sus
orejas, suaves y carnosos, y el lunar que tenía debajo; el elegante abrigo de piel de
camello que solía llevar en invierno; su costumbre de mirar fijamente a los ojos
cuando hacía una pregunta; el ligero temblor que, por una u otra razón, vibraba en su
voz (como si estuviera hablando en lo alto de una colina barrida por un fuerte viento).
Al sobreponer estas imágenes, su rostro emerge de repente. Primero se dibuja su
perfil. Tal vez porque Naoko y yo solíamos andar el uno al lado del otro. Por eso el
perfil es lo que primero emerge en mi recuerdo. Después ella se vuelve hacia mí, me
sonríe, ladea la cabeza, me habla y me mira fijamente a los ojos. Tal vez esperaba ver
en ellos el rastro de un pececillo que cruzaba, veloz como una centella, el fondo de un
manantial de aguas cristalinas.

5. Me lleva tiempo evocar su rostro. Y conforme vayan pasando los años, más tiempo me
llevará. Es triste, pero cierto. Al principio era capaz de recordarla en cinco segundos,
luego éstos se convirtieron en diez, en treinta segundos, en un minuto. El tiempo fue
alargándose paulatinamente, igual que las sombras en el crepúsculo. Puede que pronto su
rostro desaparezca absorbido por las tinieblas de la noche. Sí, es cierto. Mi memoria se
está distanciando del lugar donde se hallaba Naoko. De la misma forma que se está
distanciando del lugar donde estaba mi yo de entonces. Sólo el paisaje, aquella imagen
del prado en octubre, vuelve una y otra vez a mi mente como la escena simbólica de una
película. Aquel paisaje sigue sacudiendo, pertinaz, una parte de mi cabeza. «¡Vamos!
¡Arriba! ¡Aún estoy aquí! ¡Arriba! ¡Levántate y comprende! ¿Cuál es la razón de que
todavía esté aquí?» No siento dolor. Únicamente el sonido hueco que

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acompaña cada patada. Pero también este eco se apagará algún día. Como se ha ido
borrando, inexorablemente, lo demás. Con todo, a bordo de aquel avión en el
aeropuerto de Hamburgo la sacudida fue más fuerte, más prolongada que de
costumbre, incluso dieciocho años después.

6. «¡Arriba! ¡Comprende!», decía. Por eso ahora estoy escribiendo. Soy de ese tipo de
personas que no acaba de comprender las cosas hasta que las pone por escrito.

7. ¿De qué me estaba hablando ella?

8. ¡Ah, sí! Me hablaba de un pozo. No sé si existía en realidad o si era alguna imagen o


símbolo que sólo existía para ella. Como tantas otras cosas que, en aquellos días
inciertos, entretejía su mente. Sin embargo, después de que Naoko me hablara del
pozo, he sido incapaz de imaginarme aquel prado sin su existencia. La figura de un
pozo que jamás he visto con mis propios ojos está grabada a fuego en mi mente como
parte inseparable del paisaje. Puedo describirlo en sus detalles más triviales. Se
encuentra en la linde donde termina el prado y empieza el bosque. Es un gran agujero
negro de un metro de diámetro que se abre en el suelo, oculto hábilmente entre la
hierba. No lo circunda brocal alguno, ni siquiera un cercado de piedra de una altura
prudente. Se trata de un simple agujero abierto en el suelo. Aquí y allá, las piedras del
reborde, expuestas a la lluvia y al viento, han mudado a un extraño color blancuzco,
se han agrietado y han ido desmoronándose. Unas lagartijas verdes se deslizan entre
las grietas. Sé que si me asomo y miro hacia dentro no veré nada. Es muy profundo.
No puedo imaginar cuánto. Y está tan oscuro como si en una marmita alguien hubiera
cocido todas las negruras de este mundo.”

Haruki Murakami, Tokio Blues (fragmento, adaptado)

18. PERFILA

A) exhibe
B) perfecciona
C) completa
D) manifiesta
E) emerge

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19. ¿Qué sentido tiene la palabra PERTINAZ en el contexto del quinto párrafo del texto
leído?

A) PERSISTENTE, porque se refiere a un paisaje que el narrador no puede dejar de


recordar.
B) OBSESIVO, porque es un paisaje que no se deja olvidar.
C) INFINITO, porque es un paisaje que no tiene fin.
D) ETERNO, porque es un paisaje que el narrador jamás dejará de recordar,
E) ESTREMECEDOR, porque es un paisaje extremadamente bello.

20. ¿Qué sentido tiene la palabra INEXORABLEMENTE en el contexto del quinto párrafo
del texto leído?

A) AFANOSAMENTE, pues la memoria se esfuerza en borrar los recuerdos al pasar el


tiempo.
B) DESPIADADAMENTE, pues es muy cruel que todo se borre.
C) VIOLENTAMENTE, pues el paso del tiempo no respeta nada, ni la memoria.
D) IMPLACABLEMENTE, pues los recuerdos se borran sin ningún matiz,
completamente.
E) INEVITABLEMENTE, pues los recuerdos se borran y no se puede hacer nada para
que no ocurra.

21. ¿Cuál es la idea principal del segundo párrafo?

A) Los pensamientos del protagonista giraban esencialmente en torno a él mismo.


B) La memoria muta con el paso de los años.
C) El enamoramiento afecta el funcionamiento de la memoria.
D) El paisaje aburría al protagonista, por lo que le sorprende recordarlo.
E) El amor suele conducir a situaciones complicadas.

22. ¿Qué es lo primero que el protagonista recuerda de Naoko?

A) El paisaje del lugar donde ella habitaba.


B) El perfil de su rostro.
C) Sus manos pequeñas.
D) Su abrigo de piel.
E) Su voz.

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23. ¿Qué siente el narrador respecto a sus recuerdos con Naoko?

Que

A) mientras más pasa el tiempo, más le cuesta recordar.


B) siempre ha recordado mejor los paisajes que cualquier otra cosa.
C) todos los rostros se terminan, inevitablemente, olvidando.
D) el egocentrismo en su juventud le impidió grabar como hubiese querido su vida de
aquel entonces.
E) con suficiente tiempo y dedicación, puede recordar cualquier cosa.

24. Para el emisor, el pozo del cual habló Naoko

I. Posiblemente era una imagen o símbolo para ella.


II. Es algo que recuerda a pesar de no haberlo visto nunca.
III. Es un lugar que no puede dejar de recordar junto al paisaje, pues existía en la
realidad.

A) Solo I
B) Solo II
C) Solo I y II
D) Solo I y III
E) Solo II y III

25. ¿Dónde se encuentra físicamente el protagonista cuando comienza a recordar?

A) A bordo de un avión en el aeropuerto de Hamburgo.


B) En un paisaje que le recordó a Naoko.
C) En un avión sobrevolando praderas y montañas.
D) No queda del todo claro en el fragmento.
E) En un tren cerca de Hamburgo.

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