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DERECHO - V SEMESTRE
MONTERÍA
MAYO -2021
RESUMEN ACADÉMICO DE “EL ALMA DE LA TOGA”.
Ser estudiante de Derecho, al igual que ser Abogado es una ardua labor y los cambios
sociales contribuyen a que cada día ejercer esta tarea sea un reto, pues esto exige estar en
constante formación para adquirir todas esas habilidades necesarias que nos permitirán
modo que considero que el Alma de la Toga es un libro que todo estudiante de Derecho
debe leer, pues en él, el autor (Ángel Ossorio y Gallardo) relata a manera de ensayo y de
una forma muy detallada la formación que todo abogado debe buscar y además aclara
a lo largo de los 28 capítulos, el autor nos deja enseñanzas muy significativas que nos
hacen entender que por medio de pequeñas acciones o cambios se puede reivindicar esa
Expresada entonces una idea general de este interesante libro a continuación, esbozaré la
idea principal que el autor plantea en los apartes que me parecen más interesantes y que se
término Abogado, y a entender que serlo va más allá de recibir un título profesional, sino
que se trata de dedicar la vida a dar consejos jurídicos, buscar la justicia en los tribunales,
vivir en rectitud y una concreción profesional. (Gallardo, 2005). El capítulo dos, es muy
interesante, allí nos motiva y resalta la importancia de encontrar esa fuerza interior que
tenemos dentro de nosotros, pues sin ésta no llegaremos a alcanzar las metas que nos hemos
propuesto; dicha fuerza nos ayudará a enfrentarnos a cualquier adversidad que se nos
presente en el camino, a las injusticias e incluso a superar las criticas o agresiones que
afecten nuestra dignidad. Nos recomienda indagar constantemente en nosotros mismos
cómo está esa fuerza interior para así aumentar la confianza y no vivir de acuerdo a lo que
Justicia, y expresa que “la Justicia no es el fruto del estudio, sino una sensación” ya la
justicia no es algo que se aprenda leyendo libros, sino que es algo que es producto de las
vivimos actualmente muchos abogados se dejan llevar por el amor al dinero antes que por
lo que es justo, equitativo y bueno, tergiversando y usando las leyes a su acomodo para su
beneficio. Me llama aquí la atención un postulado donde señala que:” el derecho positivo
está escrito en libros. Pero lo que la vida reclama no está escrito en ninguna parte”
El acápite cuarto “La Moral del Abogado” inicia con una frase muy llamativa ¡He aquí el
magno, el dramático problema! Y señala que la moral debe ser un criterio que todo
abogado debe tener y que debe ser en lo que se fomenta la profesión y que sí el abogado
acepta un caso es porque cree (así sea equivocadamente) que la pretensión que persigue es
justa y que su triunfo también es un triunfo para la justicia. Es de resaltar que, en este aparte
también da unos consejos a los abogados: hay que ser refractario al alboroto. Soportar la
amargura de una censura caprichosa e injusta, es carga ajena a los honores profesionales.
manifestando aquí el autor que ser abogado no es una simple y llana carrera, si no que es un
“chicana” habla de esas malas practicas que se deben evitar, pues son aquellos trámites
innecesarios que se emplean para la obtención de beneficios, por ejemplo, tener más tiempo
para presentar una prueba o lograr beneficio. Seguido a esto Ossorio habla sobre La
Sensibilidad, centrándose en desmentir la falsa creencia que “un abogado no tiene corazón”
pues señala que una persona que es ajena a la situación que el mundo atraviesa, indiferente
al sentir y dolor humano no puede ser abogado, y personalmente comparto esta concepción,
pues los abogados son apasionados por las causas por las que lucha y esto no sería posible
si no hay una empatía y comprensión de las circunstancias que atraviesan sus clientes.
Seguidamente habla sobre “El Trabajo” donde nos invita a ser firmes como base
fundamental ya que un abogado es contratado por sus diversas cualidades y los clientes
esperan verlas reflejadas en cada unas de las actividades que realizan, por ello es necesario
Más adelante, el autor en el capítulo “La Palabra” señala que ésta es el arma fundamental
de un abogado pues permite concebir el Derecho como un arte y destaca además que en
esta profesión se requiere ser un buen orador y escritor, por ello resalta la importancia de un
sistema de justicia donde predomine la palabra hablada. La palabra es un don, que muchos
no hemos aprendido a utilizar y no se ha entendido como un arma que, así como puede
ayudarnos, puede hacernos daño tanto a nosotros mismos como a los demás.
Para finalizar el libro Ossorio, hace una excelente exposición de los principios que deben
regir la actividad profesional del Abogado, en este decálogo que es de necesaria lectura,
recoge una serie de aspectos esenciales que, dentro de la esencia de esta hermosa profesión,
IV. Piensa siempre que tú eres para el cliente y no el cliente para ti.
V. No procures nunca en los tribunales ser más que los magistrados, pero no consientas ser
menos.
En conclusión, creo que este es un excelente material que todo abogado en formación debe
leer, pues nos ayuda a entender mejor nuestra carrera y a afirmar nuestra vocación. Con
este libro se reconoce la importancia que tiene la profesión dentro de la sociedad y que está
en nuestras manos cambiar todas aquellas malas o equivocas creencias que tienen muchas
Además, considero que las ideas expuestas por el autor ayudan a entender mejor el
contenido del curso de Filosofía del Derecho, pues ilustra de manera muy clara la esencia
del Derecho y resalto 4 principios que considero todo estudiante y abogado deben tener en
cuenta:
1. Amar la profesión: abrazar y sentir esta profesión nos hará mejores profesionales y
puedan parecer injustas, sino que cada día se debe trabajar por lo que nos hemos
3. Procurar cultivar la palabra: esta profesión requiere que seamos muy buenos
conflictos.
4. Ser buen ser humano: como lo platea Ossorio en este libro, se logra ser un gran
profesional si la principal ambición esta relacionada con ser buen esposo, un buen