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Nutricjón humanaenel estadodesalud
INTRODUcclóN
Las necesidades nutricionales durante el proceso reproducti-
vo (gestación y lactancia) están incrementadas, en compara-
ción con las de la mujer sana en etapa no reproductiva, para
permitir el crecimiento y desarrollo tanto del feto como del
lactante, asi' como para subvenir a los cambios adaptativos
que el organismo materno ha de sufrir en este peri'odo.
La embarazada sufre una serie de cambios fisiológicos en
todo su organísmo que permíten e[ desarro[[o y e] crecímíen.
to adecuados del feto; así, el aparato genital, las mamas, el
aparato digestivo, el cardiocirculatorio, el respiratorio, el sis-
tema excretor o el metabolismo materno experimentan no-
tables cambios para adaptarse a las nuevas necesidades im-
puestas por la gestación. En gran parte, estas modificaciones
están condicionadas a su vez por la propia placenta y su ac-
tividad endocrina, que de este modo dirige y modula los
procesos que condicionan el desarrollo fetal. Igualmente, la
gestante presenta importantes variaciones en su composi-
ción corporal, aumentando en la primera mitad sus reservas
grasas, para utilizarlas después al final del embarazo, cuando
las necesidades fetales son máximas, y también durante la
lactancia. En estos momentQs aumentan las necesidades de
energi'a y protei'nas, así com`olas de la mayoría de los, mine-
rales, oligoelementos y vitaminas.
Tras el parto, gran parte de los cambios acontecidos du-
rante el embarazo regresan,v las notables modificaciones
hormonales que se producen t:on el alumbramiento permi-
ten la instauración de la lactancia. Durante este período la
mayoría de las necesidades están condicionadas por la gran
can`tidad de energi'a y nutrié-ntes requeridos para la produc-
ción láctea, que en esta fase son incluso superiores a los ne-
cesarios durante el proceso de la gestación.
Numerosos estudios epidemiológicos han demostrado
que las deficiencias `o los excesos de algunos nutrientes se
asocian a problemas en el desarrollo y el crecimiento fetal, a
complicaciones durante el embarazo y a problemas de salud
de las propias mujeres que padecieron aquellas deficiencias.
Además, numerosas evidencias científicas apuntan a que la
malnutrición intrauterina, por exceso o por defecto, puede
condicionar diversas e importantes enfermedades en la vida
adulta: diabetes, hipertensión, aumento del riesgo cardiovas-
cular (efecto ÍíprogH#7%77#.%g»); co`n notables repercusiones
sociosanitarias (cap. 23, Bases moleculares de la programa-
ción metabólica fetal, tomo 11). Por todo ello, es básico co-
nocer cuáles son las necesidades nutricionales de la embara-
zada y la lactante, para una adecuada atención a este período
de la vida de la mujer y para la salud de ella misma y de su
descendencia.
CAMBlos FISI0LÓGICOS MATERNOS
Durante la gestación se producen diversos y profundos cam-
bios -anatómicos, fisiológicos y bioquímicos- de tipo adap-
tativo en el organismo de la embarazada, debidos fundamen-
talmente a acciones hormonales, bioquímicas o mecánicas, y
cuya finalidad es permitir el desarrollo fetal y preparar el or-
210
ganismo de la gestante para el proceso del parto y la posterior
lactancia.
Cambios genitales
Los cambios en estos órganos están destinados, en generá:. i
cubrir la necesidad de espacio y a posibilitar el neceLsi-..:
aporte sanguíneo para el crecimiento fetal, y a prepaTi-sl¿
para el momento del parto. Son regulados básicamem L}r
las hormonas esteroideas (estrógenos y progesterona) pm=-_-
cidas en grandes cantidades en este momento.
En las regiones vulvar y vaginal se aprecia un aumen[o c=
la vascularizacíón, y la vagina se vuelve más elástica; hc si¿-
creciones cervical y vaginal aumentan y el desarrollo de i[r5
bacilos de Dóderlein productores de ácido láctico hacen di_¿-
minuir el pH vaginal, con lo que se consigue una ma\-o=
protección ante las infecciones.
El útero es, sin duda, el Órgano que mayores modificacic+
nes sufre durante este peri'odo, aumentando extraordinaTi2-
mente su peso y su capacidad merced a una serie de procesos
de hipertrofia de las células musculares que lo constitu`.e .-..
así como de acumulación de tejido fibroso y fibras elás[ici<_
de modo que el peso se incrementa desde los 70 g hasta los
1.100 g, y la capacidad aumenta desde los 10 ml de su es[¿-
do no gestante hasta los más de 5.000 ml de una gestación ¿
término con feto único, y aun más en caso de embarazc`5
múltiples. Un ftnómeno de suma importancia es el exuall=-
dinario aumento en la vascularización que experimem =_
útero, que llega en el útero grávido a incrementar el rlL :
sanguíneo 20-40 veces respecto al del estado no gestan[e. -.
que resulta imprescindible para poder ofrecer el necesi-.:
aporte sanguíneo al espacio intervelloso de la placenta a [.-É-
vés de las llamadas arterias uteroplacentarias.
En el ovario, la modificación más destacada en las prir.=-
ras semanas es la aparición del cuerpo lúteo gestacional` cu-.`¿
fiinción de producción esteroidea es fiindamental en el mi-_-
tenimiento de la gestación, hasta que posteriormente se¿ =
placenta quien asuma dicha función. Posteriormente` :.:i
ovarios quedan en estado de inactividad durante el resto G=
la gestación.
Cambios mamarios
Consisten principalmente en un aumento del tamaño `- ¿Í._
peso de |as mamas, debido sobre todo a un incrementá ¿=_
tejido glandular a partir de la hiperplasia y la hipertroña É=
los alvéolos mamarios. Simultáneamente se va produciEnÉ =
un aumento en la pigmentación de la aréola mamaria` :i¿
glándulas sebáceas areolares se hipertrofian (tubércuJos c,=
Montgomery) y los pezones se tornan prominentes. A pá.~_.-
de la vigésima semana comienza a producirse el calosti.o` c _=
se acumula en los alvéolos mamarios y que puede ob[en€`=sl=
por expresión suave de las mamas, como manifestaciór. =±
1os procesos madurativos de preparación para la lac[ar..--L¿
inducidos por los esteroides placentarios y la prolactina.
Cambios cardiocirculatorios
Durante el embarazo se produce una auténtica remode:±-
ción. del sistema cardiovascular, que comienza ya en li< = _- -
--J¡¡h;=
meras semanas. En general, se trata de modificaciones h:= = --
dinámicas que sirven para incrementar el flujo

nutrientes al feto en desarrollo, y que en parte se deben al
incremento de la volemia (40-55 °/o) que acontece durante la
gestación, lo que posteriormente será analizado.
El embarazo produce una hipertrofia del músculo cardía-
co y un djscrero aumento (] 0-20 %) del vo]umen total del
corazón. La frecuencia cardíaca aumenta precozmente en
unos 15-20 latidos por minuto, así como el volumen/latido,
que llega a incrementarse hasta en un 20-30 °/o en la semana
20 de la gestación; ambos hechos condicionan que el gasto
cardíaco aumente un 30-50 °/o respecto al estado no gestan-
te. La mayor parte de este gasto cardíaco incrementado se
dirige a la circulación uteroplacentaria: el útero pasa de reci-
bir un 2-3 °/o a recibir un 17 % del total del gasto.
El incremento tan importante del gasto cardíaco y de la
volemia debería acarrear teóricamente un aumento de la
presión arterial. Sin embargo, esto no sucede, ya que existe
una disminución simultánea de la resistencia periférica total
en respuesta a la acción vasodilatadora de la progesterona y,
probablemente, de otras sustancias como el óxido nítrico, las
prostaglandinas o el péptido natriurético auricular, además
de la aparición durante el embarazo de resistencia a la angio-
tensina11,ydelapresenciadelf¿#%farteriovenosoplacenta-
rio. Como consecuencia de todo ellQ, la presión arterial des-
ciende hasta alcanzar un mínimo a-friediados de la gestación,
para luego ir aumentando gradualmente hasta el final del
embarazo.
Por su parte, la presión venosa se mantiene inalterada y
en valores normales durante el embarazo en la mitad supe-
rior del cuerpo. No ocurre lo mismo por debajo del nivel del
ú[ero, donde se produce un aumento progresívo, que se hace
máximo al`final de 1£ gestación, debido a la compresión que
=1 útero grávido ej.erce sobre la vena cava inferior y las venas
iliacas, lo que hace pasar la presión a nivel de la vena femoral
:n decúbito supino desde 8-10 cm de H20 al principio del
émbarazo hasta los 24-25 m de H20 a su término. Esto
:-a\-orece la aparición de edemas y várices, y aumenta el ries-
=o de trombosis venosa en los miembros inferiores.
Cambios hematológicos
T.-na de las adaptaciones más importantes del organismo ma-
:€:no al embarazo es el considerable aumento del volumen
±ilguíneo, como consecuencia de m incremento en el volu-
=.€; plasmático (40-60 °/o) y de la masa eritrocitaria total
:i:i-30 °/o). Estos .hechos se traducen en un aumento de la
-,-=i:€mia de un 40-50 °/o, con un descenso del hematócrito y
== ios \'alores de hemoglobina, puesto que el aumento del
_-:`jmenplasmáticoesmuysuperioraldelamasaeritrocita-
:_i` L-on la consecuente hemodilución (anemia fisiológica del
==..]arazo). El aumento de la volemia permite satisfacer la
===`+mda metabólica y de perfusión sanguínea de la unidad
_:==||placentaria y, en cierto modo, constituye un mecanis-
T_=:rotectorqueayudaalamadreacompensarláspérdidas
-=_=:¿:icas del parto. Por otro lado, el aumento en la masa
. -_=:Jci[aria (hasta 450 ml) determina en la gestante un in-
.`~=_~.=n[o importante en sus necesidades de hierro; este in-
.--==.=.|[o de los requerimientos es muy difícil de cubrir me-
_ i-.:= .La dieta, por lo que los suplementos de hierro se hacen
- = _- = S i = 1 11 S .
Nutriciónduranteiagestaciónyla lactanaa . | |
El recuento leucocitario aumenta conforme avanza la ges-
tación, a expensf s principalmente de los granulocitos, mien-
tras que las plaquetas no se modifican de forma sustancial.
El embarazo constituye un estado de hipercoagulabilidad
sangui'nea debido al progresivo incremento en los factores
pro:oagulantesyladí-sH±í-nuci!óndelaacc.ividadfiib[in?1.ítíca,
hechos que, si bien son beneficiosos en el momento del par-
to para conseguir una hemostasia rápida y eficaz en la zona
de desprendimiento placentario, aumentan -junto a la esta-
sis venosa en la pelvis y extremidades inferiores- el riesgo de
accidentes trombóticos de las gestantes.
Cambios respiratorios
El aparato respiratorio también sufre cambios que comien-
zan precozmente. En la semana 8-9 de embarazo puede
apreciarse un aumento en el volumen corriente respiratorio
(más del 40 °/o), con un ligero aumento en la frecuencia res-
piratoria.Lacapacidadinspiratoriaestáaumentadadebidoa
la reducción del volumen espiratorio de reserva y del volu-
men residual (20 °/o) por la elevación del diafragma. Estos
cambios se traducen en un estado de hiperventilación, que
ayudan, por una parte, a mantener buenos niveles de satura-
ción de oxígeno, lo cu£l favorece la transferencia materno-
fetal de este elemento; por otra parte, el estado de hiperven-
tilación produce una disminución de la PC02, que cae de
37-40 mmHg a 27-32 mmHg, lo que incrementa el gra-
diente de C02 entre la madre y el feto, facilitando el paso del
anhídrido carbónico hacia la madre.
Cambios digestivos
El fenómeno más destacado es la disminuéión generalizada
de la motilidad del aparato digestivo causado por la proges-
terona. Se observa una disminución del tono esofágico y una
relajación del cardias (lo que junto al aumento de la presión
intragástrica producida por el ascenso del útero grávido fa-
vorece el reflujo gastroesofágico y la pirosis característica), el
enlentecimiento del vaciado gástrico y la prolongación del
tiempo de tránsito intestinal de los nutrientes, lo que condi-
ciona un mayor tiempo de absorción de éstos. Así, hay un
aumento de la absorción de hierro, calcio, cobre y cinc. Este
enlentecimiento del tránsito condiciona una mayor reabsor-
ción del agua del bolo fecal que, sumado a la menor motili-
dad, produce el típico estreáimiento de las gestantes. La
producción gástrica de pepsina y ácido clorhídrico está dis-
minuida en las primeras 30 semanas, aumentando posterior-
mente hasta el término del embarazo.
No se han descrito alteraciones significativas en el hígado
de la embarazada, y los parámetros analíticos que permiten
estudiar la función hepática no se modifican; sin embargo,
los niveles plasmáticos de albúmina se ven reducidos en un
25 °/o, aproximadamente, debido a la hemodilución, a pesar
del aumento de la albúmina total. Por su parte, los niveles de
fosfatasa alcalina están elevados entre dos y cuatro veces por
encima de lo normal, debido principalmente a su produc-
ción por parte de la placenta.
Sin embargo, la función biliar se altera notablemente con
el embarazo. La acción de la progesterona sobre el músculo
 |V . Nutrición humanaen elestadodesalud
liso de la vesi'cula condiciona que ésta tenga un mayor tama-
ño y volumen residual tras su vaciado, que se encuentra en-
lentecido. Por otra parte, los estrógenos condicionan un cier-
to grado de colestasis intrahepática, además de cambios en la
composición de la bilis (aumento de saturación de colesterol
y reducción del ácido quenodesoxicólico) , que se acompañan
de una mayor tendencia a la formación de cálculos biliares.
Cambios en el sistema urinario
La acción hormonal, en especial de la progesterona, produce
una dilatación de uréteres y pelvis renales. Por otra parte, y de
manei.a muy pi.ecoz, se p[oduce un auinento muy lmportan-
te dej flujo plasmátíco renaJ (FPR), c[e hasta un 75 % sobre
los niveles basales, con vasodilatación renal, lo que se traduce
en un marcado incremento del filtrado glomerular, superior
al 50 °/o. Esta situación de hiperfiltración glomerular facilita
la eliminación de los productos de desecho maternos y fetales
y se traduce clínicamente en un aumento dcl aclaramiento de
la creatinina y del ácido úrico, la aparición de glucosuria, el
incremento en la excreción de ciertos aminoácidos (glicina,
histidina, serina, treonina, alanina) o de las vitaminas hidro-
solubles, la reducción en la excreción de ribofla.vina y taurina
y la disminución de los nivele;éplasmáticos de creatinina, ni-
trógeno ureico y ácido úrico, entre otros efectos.
El gran incremento del filtrado glomerular requiere una
compensación por parte del sistema tubular renal para evitar
la pérdida urinaria de sodio. El aumento en la reabsorción
de sodio se realiza principalmente en el túbulo proximal, y a
pesar de ello, los niveles plasmáticos de sodio disminuyen
aprQximadamente en unos 5mEq/l.
Cambios endocrinos
La hipófisis aumenta su volumen durante el embarazo, sobre
todo a expensas del lóbulo anterior, como resultado del au-
mento en tamaño y número de las células lactotropas pro-
ductoras de prolactina (PRL), cuya secreción se incrementa a
lo largo del embarazo. Las células somatotropas disminuyen
y la producción de hormona del crecimiento está disminui-
da. En cuanto a las células gonadotropas, no hay modifica-
ciones, pero la producción de la hormona foliculoestimulan-
te (FSH) y de la hormona leutinizante (LH) está bloqueada
por la retroalimentación negativa producida por los elevados
niveles de estroprogestágenos placentarios, así como por la
acción inhibidora de los altos niveles de PRL. La hormona
adrenocorticotropa (ACTH) aumenta ligeramente, y la hor-
mona estimulante del tiroides (TSH) desciende en el primer
trimestre en relación inversa a la gonadotropina coriónica,
normalizándose más tarde. Los niveles plasmáticos de vaso-
presina se mantienen, y la oxitocina aumenta progresivamen-
te hasta alcanzar niveles máximos al término del embarazo,
en relación con los procesos del parto.
El tiroides aumenta ligeramente por hiperplasia e hipere-
mia. La triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4) aumentan,
pero la fiinción tiroidea es normal, debido a que los niveles
de globulina fijadora de tiroxina (TBG) también están au-
mentados, con lo que la fracción libre de hormonas tiroideas
se mantiene o está ligeramente disminuida.
En cuanto a la función de las glándulas suprarrendes, se
produce im aumento del cortisol plasmático a 1o largo de
todo el `embarazo, cuya concentración al término llega a ser
dos o tres veces mayor que lo habitual. También se incremen-
tan los niveles de su proteína transportadora, la globulina fija-
dora de cortisol (CBG). La secreción de adrenalina y noradre-
nalina no se modifica, si bien aumentan durante el parto. 1±
secreción de aldosterona aumenta de manera importante, de
cinco a ocho veces, y también lo hace la desoxicorticosterona.
El eje renina-angiotensina-aldosterona se activa, probable-
mente de manera secundaria a la disminución de la presión
arterial por el descenso de las resistencias periféricas.
Los camblos pancreáticos conslsten en una hlperplasla de
laLs células P de los islotes de Langerhans, con la consiguien[€
elevación de los niveles de insulina, hecho que tiene impor-
tancia fundamental desde el punto de vista del metabolism,c\i
de la embarazada. También la secreción de glucagón se in-
crementa en la segunda mitad de la gestación.
Cambios en la composición corporal
y ganancia ponderal
En 1971, Hytten y Leitch establecieron una ganancia pon-
deral de 12,5 kgjl0-14 kg) como la adecuada en una ges[¿-
ción a término en base a un resultado neonatal óptimo. Er.
este aumento, el 27 °/o corresponde al peso fetal, el 6 C'ci i
líquido amniótico y el 5 °/o a la placenta. El resto correspo.-_-
de a órganos maternos: mamas y útero, tejido adiposo, `-oi-L:-
men sanguíneo y líquido extracelular. Aproximadamen[E E-.
5 °/o de este aumento se produce en las primeras 12 semani<
de gestación, y el resto a lo largo de la gestación a razón ¿=
3;4p5ó:i¥:roars:eF.a:;;.cx:::átaamgea:,aep;lak:o£:vd.errea:it:b#ar'=
secreción de progesterona, que serviría como almacén ¿:
energía para el crecimiento fetal.
Se ha comprobado que posteriormente una ganani~L2
ponderal adecuada debe estar influida por el índice de m2+s¿
corporal (IMC) pregestacional, oscilando entre un aumer.:[
de peso de hasta 18 kg si el IMC se encuentra por debaio ¿=
19,8 o inferior a 6 kg si el IMC supera 29. En genera]. pi-¿
una mujer con un IMC pregestacional normal se acon_€.¿
una ganancia ponderal de 0,4 kg semanal en el segundo }- =.
tercer trimestres; para mujeres con sobrepeso, una ganan`i=
de 0,3 kg, y para aquellas con un IMC bajo, una ganancia d=
0'5 kg.
En caso de gestaciones múltiples, la ganancia ponderl:
suele ser superior y con diferente distribución, produciéndl+
se mayor incremento en las primeras semanas de embaraza.
Una ganancia ponderal excesiva se asocia a complicacil~
nes, com'o diabetes gestacional, trastornos hipertensi\-os ¿:`
la gestación, sobrepeso y obesidad tras el parto. Si dicha s2-
nancia se encuentra por debajo de lo aconsejado se asocia ¿
recién nacidos de bajo peso.
FUNcloNES DE LA PLACENTA
La placenta es un órgano de fundamental importancia =_-
rante el embarazo, ya que a su través llegan al feto todos _ = _
nutrientes esenciales para su desarrollo, eliminando los dEs=-

chos metabólicos (función de transferencia); le proporciona
el oxígeno (función respiratoria), y tiene una importante
fiinción de producción hormonal (función endocrina), que
influye de manera decisiva tanto en el feto como en la ma-
dre.
Función de transferencia
=í intercambio de sustancias entre el feto y la madre es im-
= ==scíndible pa.ra el no[md desar[ollo del emba[azo; se [ea-
=i a través de la denominada barrera placentaria, que sepa-
-i ii sangres materna y fetal y regula la transferencia de
_;:mcias a su través.
ios mecanismos básicos de transporte a través de la ba-
-==:i placentaria (fig. 11-1) son: la c/z/z#z.o'73 íz.7%P/c, en fun-
: :.-. del gradiente de concentración (p. ej., electrólitos,
±_=` c,ue[pos ce;¢óriic;os)., La diftsíón fiacilitdda, 8L £8Nor dc
=:i=¿mte pero con la participación de transportadores que
-.:==mentan las tasas de transferencia de la sustancia en
= _==:!ón (p. ej., glucosa, con el concurso de los transporta-
: _-==s de la familia GLUT) ; la c/z;¢¢fz.o'7z Po/ }#jz72fj7or¿c 4cfz.z/o,
= _= s€ realiza contra el gradiente de concentración, median-
•: -=msportadores, con gasto de energía (p. ej., los aminoá-
` := s ` }' la 4z.7mz.foJz.J (p. ej., las p.fsteínas), de mucha me-
- .' : .-Íle`-ancia.
li
)i
§;
=-sDorte de nutrientes durante la gestación AGL: ácidos grasos libres.
Nutrición durante la gestación y la lactahcia . | |
Función respiratoria
\`t
La placenta es el primer pulmón del feto, si bien la presión
parcial de oxígeno que es capaz de proporcionar es inferior a
la del pulmón adulto, de modo que durante toda la gesta-
ción el feto se desarrolla en un ambiente de hipoxia relativa,
que es compensada por una serie de mecanismos: mayor gasL
to cardíaco fetal por unidad de peso, mayor concentración
de hemoglobina en los eritrocitos fetales y mayor capacidad
de ca.pta.ción del oxígeno por parte de la hemogloblna. fietal,
además del efecto Bohr, según el cual la transferencia de
C02 de la sangre fetal a la materna favorece la liberación de
oxígeno por la sangre materna y su captación por la sangre
del feto.
Tanto el oxígeno como el anhídrido carbónico pasan la
barrera placentaria por difusión simple.
Función endocrina
La placenta produce una amplia serie de hormonas, tanto
proteicas como esteroideas. Esta producción s,e inicia muy
precozmente, desde el comienzo de la gestación, y condicio-
na gran número de los cambios fisiológicos y metabólicos
maternos durante el embarazo, y con ellos el propio desarro-
llo fetal.
 |V . Nutrición humanaenel estadodesalud
Gonadotropina coriónica humana
La gonadotropina coriónica humana (hcG) es una gluco-
protei'na con dos subunidades, G y Í}, de estructura parecida
a la LH, que se produce en el sincitiotrofoblasto. Las con-
centraciones plasmáticas aumentan de manera rápida y pro-
gresiva prácticamente desde el momento de la implantación,
hasta alcanzar un máximo hacia las semanas 6-10 para des-
cender luego y mantenerse en niveles bajos hasta el resto de
la gestación. Su principal función es el mantenimiento del
cuerpo lúteo en las primeras semanas del embarazo, asegu-
rando la producción de progesterona por parte de éste, hasta
que la propia placenta comienza a sintetizarla. Otra acción
importante de la hcG es la estimulación del testi'culo fetal
en las primeras etapas del desarrollo, en un momento en que
la androgénesis es de gran importancia para la diferenciación
testicular, induciendo la producción de testosterona por
parte del testículo, hasta que ésta pasa a ser controlada por la
hipófisisfetal.
Lactógeno placentario humano
El lactógeno placentario humano (hpL) es una hormona a la
que también se denominá*somatomamotropina coriónica
humana, por sus acciones semejantes a la hormona del cre-
cimiento y a la prolactina. Es una hormona polipeptídica
producida en el sincitiotrofipblasto, donde se detecta unos
5-6 días tras la implantación. Sus niveles ascienden progresi-
vamente hasta alcanzar una meseta hacia las semanas 34-36,
y se.observa una correlación directa entre las concentracio-
nes plasmátieas de hpL y la~masa placentaria. La mayor par-
te de la hormona producida por la placenta es vertida a la
circulación materna. Entre sus acciones destaca la de antago-
nizar la acción de la insulina, induciendo la lipólisis, con lo
que se liberan ácidós grasos que son utilizados como fuente
de energía por parte de la madre. Por otro lado, induce un
estado de resistencia insuli'nica, incrementando los niveles
glucémicos maternos, y restringe la utilización de aminoáci-
dos en la gluconeogénesis por parte de la madre, con lo que
se facilita el paso de glucosa y aminoácidos al feto.
Progesterona
También se produce en el sincitiotrofoblasto, a partir del
colesterol aportado por la madre; en su mayor parte pasa a la
circulación materna, aumentando a medida que progresa la
gestación. La progesterona inhibe la contractilidad uterina y
produce la relajación del músculo liso del tracto gastrointes-
tinal, actúa como hormona supresora inmunológica, y pro-
mueve el desarrollo acinar y lobular en la mama, antagoni-
zando parcialmente la acción de la prolactina y frenando la
producción láctea mamaria durante el embarazo. Su desapa-
rición brusca tras el alumbramiento desencadenará la secre-
ción láctea en el puerperio inmediato.
Estrógenos
Se sintetizan en el sincitiotrofoblasto a partir de precursores
procedentes tanto del feto como de la madre. La placenta
carece de actividad 17-hidroxilasa, por lo que es incapaz d€
form-arestronayestradiolapartirdelaprogesterona,asi'quc
utiliza la deshidroepiandrosterona sulfato procedente de li<
suprarrenales maternas y fetales para su síntesis. Además, us¿
otro derivado, la 16G-hidroxideshidroepiandrosterona sul-
fato producida en el hígado fetal, para la producción del es-
triol, que es el estrógeno más abundante producido duran[€
la gestación. Los estrógenos aumentan el flujo sangui'neil
uteroplacentario, inducen vasodilatación a distintos niveles
y estimulan el crecimiento de los conductos mamarios, en[r€
otras acciones.
7
0tras hormonas
La placenta produce además otra serie de hormonas, por
ejemplo, la hormona liberadora de corticotropina (CRH .
sintetizada en el sincitiotrofoblasto, pero también en el am-
nios, el corion y la decidua. Esta hormona estimula la prcL
ducción de ACTH placentaria, la cual a su vez estimula 1¿
síntesis de cortisol en la placenta. La CRI] parece desemp€-
ñar un papel estimulador del eje hipófiso-suparrrenal fe[aJ.
favoreciendo su maduración; es, además, un potente vasodi-
latador. Otras hormonas producidas por la placenta son: 1¿
tirotropina cofióníca humana (hcT), de la que se desconoc€
el papel fisiológico, la hormona liberadora de tirotropin¿
(TRH), la somatostatina, la hormona liberadora de gonadc+
tropinas (GnRH) y la leptina, cuyas funciones no son bier.
conocidas hasta el momento.
METAB0LISM0 Y REQUERIMIENTOS
NUTRIcloNALES EN LA GESTANTE
Uno de los aspectos destacados del control prenata] c.s =:
diagnóstico, la evaluación y el manejo del estado nutricioni
de la embarazada. Es conocido el hecho de que el peso ma[€.--
no pregestacional y la ganancia ponderal durante el embaJa2i:
influyen directamente sobre el peso fetal. El bajo peso }- :¿
obesidad materna se relacionan con recién nacidos pequeñc+
y grandes para la edad gestacional, respectivamente.
Uno de los recursos más utilizados para conocer si L_-.
nutriente se está administrando en cantidades adecuadaL< ±
la determinación de sus niveles en plasma o suero. Sin eiT_-
bargo, durante el embarazo debido a la dilución secundar.=
a la expansión del volumen intravascular, así como a la e=.-
ciencia con la que algunos nutrientes pasan hacia el fe[o. s
muy difi'cil conocer el estado de los nutrientes en esta etapi
Durante el embarazo es indisÉensable que la mujer recí.>¿
una dieta que asegure el mantenimiento de la salud del biri`:-
mio madre-feto, así como el crecimiento y el desarrollo o=-
timos del feto, pues está claro que para algunos nutrien[es.-=.
estado del niño se mantiene exclusivamente por el apor=
proveniente de la madre. Además, la dieta materna durar.:=
la gestación debe garantizar la acumulación de las reserTi<
necesarias para responder al inicio y al mantenimien[o d€ j
lactancia.
Durante el embarazo, cuando se realizan aportacionci =-_-
cesivas de energi'a, se ocasiona una acumulación impor¿_-. = :
de grasa corporal y cuando estos aportes son inferiores ¿ _ = _
requerimientos obligan a que la mujer gestante movilicE s_`