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Compromisos de la escuela en favor de una educación inclusiva,

equitativa y participativa para lograr trayectorias educativas continuas,


completas y de excelencia

La pobreza y la desigualdad son restricciones importantes. A pesar del progreso en la reducción


de la pobreza extrema, afecta a 1 de cada 10 adultos y 2 de cada 10 niños. La desigualdad de
ingresos está creciendo en partes del mundo o, si se cae, sigue siendo inaceptablemente alta.
Los resultados clave de desarrollo humano también se distribuyen de manera desigual. Por
tanto, el 41% de los niños menores de 5 años de los 20% más pobres de los hogares estaban
desnutridos, más del doble de la tasa de los más ricos del 20%, comprometiendo severamente
su oportunidad de beneficiarse de la educación en el país.
En este contexto mucho más allá de desarrollar una educación inclusiva en todos los aspectos
deberíamos empezar en disminuir la diferencia social, ya que la brecha promedio de asistencia
entre los más pobres y el 20% más rico de los hogares fue de 9 puntos porcentuales para niños
en edad escolar primaria, 13 para secundaria más baja y 27 para jóvenes de edad secundaria
superior. Como los más pobres tienen más probabilidades de repetir y abandonar la escuela
temprano, las brechas de riqueza son aún más altas en las tasas de finalización: 30 puntos
porcentuales para primarias, 45 para la secundaria inferior y 40 para la finalización de la escuela
secundaria.
Desde mi punto de vista cuando hablamos de educación inclusiva solo tomamos en cuenta las
diferentes habilidades para aprender de un alumno mas sin embargo debemos tomar en cuenta
su lugar de origen y tratar de trabajarlo desde ahí para evitar la deserción escolar, tener mucho
mas cuidado y paciencia con sus capacidades ya que los datos nos arrojan como la desnutrición
y la deficiencia de aprendizaje están íntimamente ligados.
La educación inclusiva tiene múltiples objetivos. Pero para mi juicio y siendo objetivo a
continuación enlistare objetivos asequibles que como maestros debemos fomentar:

 Disminuir la tensión entre los alumnos con diferentes grupos sociales y maximizar la
interacción de todos los niños.
 Maximizar el potencial de aprendizaje en base a sus estilos de aprendizaje.
 Identificación de las necesidades tempranas y objetivos escolares para el grado escolar.
 Capacitarme y actualizarme constantemente.
En base a ello promuevo 5 compromisos específicos para mi aula:

1. Aprendizaje cooperativo
Una buena forma de aplicar la educación inclusiva en el aula es presentar las tareas y
actividades de forma que se fomente el aprendizaje cooperativo. Al aprender en grupos, todos
los alumnos tienen la oportunidad de participar. A la hora de organizar el trabajo en grupo, es
conveniente designar grupos justos en lugar de dar a los alumnos la oportunidad de elegirse a sí
mismos.
Además de dar a los alumnos la oportunidad de formar parte de algo, también podrán
desarrollar habilidades sociales cruciales entre ellos. El aprendizaje en grupo no sólo beneficia a
los que tienen discapacidades o diferencias de comportamiento. Anima a todos los estudiantes
a trabajar junto a una serie de personas diferentes y fomenta aún más la inclusión.

2. Formación especializada
Tratar de contar con las herramientas y la formación necesarias. Si eres profesor y quieres
mejorar la inclusión de los alumnos, sería muy beneficioso que te actualizaras y adquirieras
formación adicional.
Los cursos y la formación relacionados con la inclusión o la diversidad de los alumnos pueden
ser muy útiles para adquirir consejos, técnicas y estrategias. La formación en temas
relacionados con los alumnos, como la concienciación sobre los traumas, el autismo o las
necesidades educativas especiales, puede resultar increíblemente útil. Estos cursos pueden
dotar a los profesores de los conocimientos necesarios para hacer frente a las dificultades que
puedan tener los alumnos.
Cursos de buenas prácticas en la educación del autismo o alumnos con Down son un buen
punto de partida si está interesado en aprender más sobre el tema.

3. Lecciones y tareas adaptadas


La enseñanza tradicional no siempre es ideal para los alumnos con discapacidades visibles o
dificultades de aprendizaje. Hay que modificar el plan de estudios para dar cabida a estos
alumnos y hacer que las lecciones sean más versátiles. Para ello, puede hacer que las lecciones
sean más envolventes para mantener a los estudiantes comprometidos.
Un enfoque más atractivo del aprendizaje podría ser útil para aquellos que tienen dificultades
para aprender de los contenidos basados en el texto. Puede hacerlo incorporando más vídeos e
imágenes en las lecciones, con juegos educativos o aprendizaje basado en objetos para
aumentar el compromiso. Muchos estudiantes aprenden jugando, y esto puede ser una forma
atractiva de sumergirlos en las lecciones.
Es importante conocer a tus alumnos y tener en cuenta sus necesidades específicas a la hora de
proporcionarles material educativo. Que todos los estudiantes se involucran en sus lecciones y
participan activamente en las tareas. Si detecta un problema con la participación de los
estudiantes, considere la posibilidad de revisar los resultados de aprendizaje previstos y cómo
podría tomar medidas para adaptar sus lecciones para explorar nuevos enfoques.

4. Utilizar diversos métodos de calificación


Evaluar el trabajo de todos los alumnos de la misma manera no es siempre la mejor forma de
abordar la calificación del trabajo. Algunos niños pueden tener problemas con ciertos tipos de
tareas o les cuesta poner sus ideas por escrito.
Puedes ser más inclusivo con tu calificación evaluando el contenido y las ideas por separado.
También puede evaluar el esfuerzo como un sistema de puntos adicional. Cuando dé su opinión
a los alumnos, asegúrese de que es clara y comprensible para ellos, y compruebe con ellos que
entienden sus sugerencias.
Puede ser beneficioso para los estudiantes ver ejemplos del trabajo de otros, o intentos en las
evaluaciones, sin embargo, no es necesario que comparen o sean competitivos con las
calificaciones o la retroalimentación que han recibido.
Lo último que queremos es tener un impacto negativo en la confianza de los estudiantes, y
potencialmente hacer que retrocedan y no pongan su mejor esfuerzo en las tareas y el trabajo
de clase.
No hay que convertir la calificación y la evaluación en un ejercicio competitivo para los
alumnos. Las comparaciones entre compañeros sólo pueden limitar aún más el potencial que
no se ha alcanzado.
Es preferible que establezca objetivos individuales específicos para cada alumno, en lugar de
fijar expectativas elevadas para los alumnos que no rinden tanto. Si quieres aprender algunas
herramientas y técnicas de comunicación, consulta nuestro curso de Comunicación con niños
vulnerables.

5. Materiales complementarios
Ofrecer materiales adicionales en la clase puede ser increíblemente útil para los alumnos con
discapacidades visibles u ocultas, así como para cualquiera que necesite un poco de apoyo
extra. La mayoría de los alumnos, incluso los que parecen muy atentos, tendrán dificultades
para absorber la información simplemente viendo o escuchando una lección. Conviene añadir
un ejercicio o tarea a este contenido, por pequeño que sea, para asegurarse de que pueden
poner lo que están aprendiendo en la comprensión del equipo a largo plazo.
Proporcionarles ayudas para el aprendizaje, como calculadoras o modelos de ciencias físicas,
puede ayudar a que los alumnos comprendan la lección. Las imágenes y las tarjetas de memoria
pueden resultar especialmente útiles para los estudiantes que tienen dificultades con el idioma.
Volver a enseñar los temas o recapitular las lecciones es una buena manera de ayudar a los
alumnos que tienen más dificultades para entender el contenido de la lección. También puede
ofrecer a los alumnos libros de texto adicionales u hojas de ayuda, o incluso grabar la lección y
ponerla a su disposición para que la repasen en casa.

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