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TRADICIÓN – Revista Peruana de Cultura (Compilatorio)

6. Espera a los viajeros solitarios en lugares estratégicos.


7. Ataca al anochecer, a partir de las 5 p. m.
8. Sopla el “polvito”, valiéndose del cañuto, a las víctimas que quedan adormecidas.
9. Extrae la grasa de la barriga.
10. La victima despierta. a) No recuerda lo sucedido. b) No tiene ninguna cicatriz. c) Puede

11. La grasa la emplea: a) Para curar. b) Para lubricar molinos.


12. Es mortal, como todos.
(Informe del Prof. Juvenal Mendoza Aytel. El relato es muy generalizado en todo el Departa-
mento de Apurímac. Así también nos asegura el Prof. Lucio Bueno al darnos una versión similar
del Distrito de Abancay, Provincia de Abancay, Departamento de Apurímac, a 205 kilómetros
SE. de Huamanga y 186 kilómetros SO. de P’isaq).
Aunque la angustiosa falta de papel ahogue todo intento de suministrar otras versiones de las
muchas que poseemos; por razones muy explicables, damos algunas más.
En la perteneciente al Distrito Yukáy de la Provincia de Urubamba del Departamento del
Cuzco, a muy pocos kilómetros P’isaq, “Ñak’aq” se presenta así:
1. Es un hombre que vive en el poblado.
2. Puede tener familia, como todos los demás.
3. Es más indio que mestizo con cara siniestra de brujo.
4. Viste como todos, aunque siempre tiene poncho.
5. Lleva “pólvora”, como la de armas de fuego o pirotecnia
6. Espera dentro de las chacras a las personas que caminan solas
7. (?)
8. Enciende la mecha de la “pólvora” y, así encendida, la arroja cerca de su víctima. Esta se
pone muy rendida y humilde con el humo que hace. Su humildad llega hasta arrastrarse
de rodillas al lugar donde está el “Ñak’aq” quien lo “opera”
9. Extrae la grasa de la barriga.
10. La víctima despierta. a) No recuerda lo sucedido. b) No tiene ninguna cicatriz. c) Conti-
núa su viaje o paseo. d) no muere, pero desde cuando ha perdido la grasa queda enferma
de tristeza y aburrimiento.
11. La grasa la emplea para curar.
12. Es mortal, como todos.
En esta versión, como en muchas otras, de muy lejanos lugares (Andahuaylas,
por ejemplo, en el Departamento de Apurímac) surge un nuevo motivo:
13. Hay lugares precisos donde el “Ñak’aq” espera a la gente. Y junto a él, una práctica
mágica negativa (conjuro)
14. Si una persona sospecha hallarse cerca del “Ñak’aq” y que le ha de arrojarle la “pólvora”,
debe cubrirse totalmente con el poncho.
(Informe del Sr. José G. Escobar).

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