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Los últimos desarrollos en materia de tecnología aplicada al área de la medicina que se ocupa

de las intervenciones en la anatomía humana abren nuevas perspectivas que no se confinan

solamente a lo meramente médico; se abre entre otras posibilidades, la de la reformulación de la

definición de cuerpo, al cual también le cabe la posibilidad de dejar de llamarlo “humano”; y

esto en parte, por la confluencia entre cuerpo y tecnología, que lleva a la constitución de una

necesaria reformulación de algunos conceptos humanos.

Yendo de la mano con lo anterior, los implantes, las prótesis, las intervenciones en la

bioquímica corporal que van más allá de los procesos naturales así como otras repotenciaciones

dan cabida a plantear la aparición paulatina del organismo cibernético o “cyborg” que, llevado al

extremo, podría plantear también la desaparición paulatina del organismo biológico llamado

“humano”, cuya humanidad podría quedar confinada a la existencia de la conciencia y la

cognición puesto que también se abre en el horizonte la posibilidad de contener los procesos

mentales en unidades físicas que simulen el órgano cerebral mientras que el resto del cuerpo

puede ser combinación de elementos inorgánicos pero no biológicos. “La contaminación de lo

inorgánico en lo orgánico es precisamente la herramienta de liberación” [Pg 5]

De igual forma, surgen nuevos paradigmas. La liberación del cuerpo humano biológico libera

también de la enfermedad y de la muerte. Liberarse de la enfermedad y la muerte alivia la

tensión existencial y da paso a la inmortalidad y con todo esto viene también la revolución de las

estructuras sociales cimentadas en relaciones opresivas y amenazantes. Esto en parte es lo que

anhela el ser humano durante el tiempo que habita esta gran esfera azul y es uno de los aspectos

que tal vez compartió con sus ancestros y comparte con sus actuales semejantes (deseo de ser

inmortal); y es que ¿quien no fantaseo con serlo, tan siquiera en su niñez?


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Siguiendo con lo previamente mencionado, la inconformidad humana y el deseo han

constituido un constante cambio en su razón de ser, debido a que no conforme con lo que es, con

lo que tiene y su tiempo de vida, a tratado de hallar medios que le permitan usurpar en el papel

divino, y lo a logrado, pero no en su totalidad ya que aun que tiene la capacidad de decidir quien

vive y quien muere, aun no tiene el dote de concebir la inmortalidad propia de un ser supremo;

esto es lo que planea el hombre con las cybertecnologias, ya que estas proporcionan en cierto

grado la perfección humana, y tal vez serían la solución a las debilidades, dilemas y defectos del

hombre como tal. El cyborg cumple la función del mecanismo de liberación humana; además se

menciona en el artículo que este podría ser la posible salvación del mundo porque se tendría la

capacidad de hacerse invisible y huir de la realidad material. [Pg, 5]

Por otro lado, en la presentación que hace el autor del artículo sobre las ideas de otros dos

autores mencionados en el mismo, se expone previa advertencia que la discusión se centrará en

el cyborg que existe en lugar del cyborg que está por venir, para hablar después de posibilidades

inverosímiles e inverificables de inmortalidad, transferencia de la conciencia a ciberespacios,

advenimiento de la liberación y derrumbamiento de constructos sociales percibidos como

opresores (todos ellos naturales de Occidente) e incluso de la posibilidad de liberarse también de

las leyes físicas.

Se extrapola y se exagera un hecho observado incluso desde antes de la modernidad, y es el

uso de elementos no biológicos o de elementos creados por manos humanas para reemplazar

elementos en el cuerpo humano. Las prótesis no son algo nuevo y son creadas en esencia para

solucionar problemas físicos o emocionales derivados de la ausencia de órganos o partes del


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cuerpo, en lugar de ser creados con el propósito directo o indirecto de subvertir el sistema, tal

como se insinúa en el artículo. “En vez de esclavizar al ser humano, puede convertirse en una

forma de subversión y liberación de las condiciones opresivas del sistema capitalista” [1, pp.72-

73]

A partir de los ejemplos mencionados por él autor y por los autores que este primero cita, se

concluye que no se hace evidente el componente cibernético que se espera de un cyborg; y

aunque son bastante avanzadas, estas nuevas implementaciones tecnológicas (materiales,

prótesis, procedimientos, órganos sintéticos, modelación del comportamiento de la biología

molecular) aún no pueden ser calificadas como cibernéticas; tampoco puede darse fe ni hay

pruebas de la afirmación tácita e implícita de los autores citados y del autor del artículo, de que

se está en la antesala de una redefinición radical de lo físico o de una confirmación de lo

metafísico.

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