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INTRODUCCIÓN:

Hablar de enfermedades es remitirnos a periódos muy antiguos y hablar de cada una de ella es
presentar una variedad propia de signos y de síntomas, que se reflejan en lo físico y mental del
que la padece. Además, dependiendo de sus manifestaciones clínicas, del estado del
conocimiento actual, la ciencia y la religión, que las tratan de explicar tienen repercusiones
sociológicas.

Es así como a lo largo de la historia humana estas dolencias o enfermedades que generan
miedo e incertidumbre y en su afán de buscar explicaciones a las mismas, han terminado por
caminos a veces sin salida, donde, generalmente, las únicas explicaciones que se dieron son de
tipo metafísico, mágico, fantástico y divino, las cuales, emergen frente a las manifestaciones
clínicas y que se atribuyen al supremo creador, a espíritus o fuerzas sobrenaturales. De
acuerdo con Pavía-Ruz et al. (1998), en las culturas ancestrales, existía un grupo selecto de
personas que, con una capacidad de sugestión, iniciaron las primeras prácticas curativas,
mediante el uso de conjuros, empleo de pócimas y otros artificios, retando a esa ignorancia y
buscando hacer frente a las patologías somáticas y psiquiátricas, que ahora se comprenden
mejor.

En cuanto al capitulo 4 de Daniel lo que se pretende determinar es un diagnóstico psiquiátrico,


que reúna un grupo de signos, síntomas y manifestaciones comportamentales observadas por
el Rey Nabucodonosor en los siguientes versículos: “

33 En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de


entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se bañaba con
el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como de águila, y sus uñas como de
aves.

34
Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi sentido me
fue vuelto; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre;
porque su señorío es sempiterno, y su reino por todas las edades.

LICANTROPÍA

En relación a esto, podemos decir que la teriantropía que es una palabra derivada del griego
therion, que significa bestia, y anthropos, que significa hombre. La teriantropía es la creencia
de haberse convertido de humano en animal y viceversa. Los teriántropos han sido descritos
desde las pinturas rupestres hasta la actualidad por la literatura médica.

En el folklore, la mitología y antropología, la forma más conocida de teriantropía es la


licantropía (del griego lycos que significa lobo y anthropos que significa hombre), que aunque
por definición exacta se refiera sólo al cambio en la forma de hombre a lobo, el término es
usado a menudo, clínicamente para referirse al cambio (ocurrido en la mente del paciente) en
cualquier forma animal.
La ciencia de la medicina y el fenómeno

La manera como se originó la licantropía mitológica en la antigüedad es incierta, patologías


como la rabia, la hipertricosis y la porfiria podrían explicar parcialmente el mito.

En medicina, la licantropía clínica está descrita como una rara condición psiquiátrica en la que
el paciente cree que es posible su transformación anatómica total o parcial en un animal.
Además, creer que es una persona cercana la que se convierte en animal o tomar únicamente
el comportamiento de determinado animal son también variantes de este síndrome.

La etiología del síndrome clínico es diversa, generalmente está asociada como una expresión
idiosincrática a un trastorno psiquiátrico, principalmente en esquizofrenia, pero también
puede presentarse en el trastorno bipolar (tipo mixto), la psicosis severa la enfermedad
maniaco-depresiva, trastornos convulsivos, drogas psicomiméticas, intoxicación por alimentos
o sustancias alucinógenas.

La clínica del síndrome

Dependiendo de la cultura local en donde se presente el fenómeno, La sintomatología de la


licantropía varía en un amplio espectro. En general este síndrome presenta un desequilibrio
mental en el cual el paciente cree real su metamorfosis en un animal, el paciente puede creer
que se convierte en un lobo, un gato, una hiena, un tigre, un caballo, un sapo, un perro, una
oveja, una vaca, un lobo, un chancho, una abeja, un pájaro e incluso en una serpiente, entre
otros, y adquiere su conducta. En base a la conducta animal, el paciente suele sufrir
desórdenes alimenticios (p. ej. comer en exceso, comer carne cruda, etc.), excesiva
agresividad; puede o no presentar amnesia retrógrada de corto plazo, una doble personalidad;
piensa en voz alta, cambia constantemente de decisiones y sus actos se siguen de culpabilidad
excesiva.

La licantropía clínica es una entidad siquiátrica, descrita por primera vez en el siglo XVII, como
una forma de locura; sin embargo, en los siglos XIX y XX, los reportes de casos son
extremadamente raros (Fahy, 1989). La licantropía es una creencia inusual o ilusión que la
persona que la padece se ha transformado en un animal y adquieren comportamientos o
sentimientos acordes a tal creencia. Generalmente, los delirios licantrópicos se asocian a
trastornos depresivos mayores, con síntomas psicóticos; estos delirios son agudos y
rápidamente reversibles y están influenciados por el entorno cultural del paciente (Khalil et al.
2012).

Síntomas de la licantropía clínica

A menudo, podemos encontrar algunos síntomas que aparecen en aquellas personas que
padecen este cuadro clínico. A continuación, describiremos los más importantes.

 Tener conductas similares a las del animal en el cual creen que se transformaron. Por
ejemplo, si la persona piensa que es un lobo, puede desplazarse en cuatro patas,
gruñir, realizar sonidos similares, comer carne cruda, entre otros.

 En ciertos momentos de lucidez, el paciente puede mencionar que se siente un


animal determinado. Esto no quiere decir que esté mintiendo, sino que está
convencido acerca de que es un animal.
BOANTROPÍA

Existe otro extraño trastorno, la Boantropia, de acuerdo con Claudia (2006), en Babilonia,
cuando una persona era considerada como “loco”, debido a su conducta, o si constituían una
amenaza para la paz o el orden público eran expulsadas de la comunidad a su suerte o se les
condenaba a muerte, debido a los supuestos espíritus malos o demonios que se habían
apoderado de ellos. Estas sociedades eran hostiles con los enfermos mentales, por lo
que muchos de ellos tuvieron que huir hacia los bosques, en donde se les olvidó y por ende su
condición empeoraba, convirtiéndose en un terror para quienes se tropezaban con ellos.

Así también, según Postel y Quétel, (2000) en la civilización hebrea antigua, en Mesopotamia
no había santuarios terapéuticos ni instituciones hospitalarias. Por ello, los autores estiman
que la enfermedad mental era considerada como un castigo del cielo, concepción tradicional
de la cultura judía, agregado a esto, la creencia en seres peligrosos, que eran mitad bestia y
mitad hombre, salvajes, habitantes de bosques o de lugares desiertos, estuvo muy extendida
por Europa hasta finales de la Edad Media.

La boantropía y la zoantropía: causas

Actualmente se desconocen las causas que pueden desencadenar este tipo de


comportamientos. Sin embargo, se sabe que se trata de un trastorno mental que puede ser
tratado. Las investigaciones con escasas sobre este tipo de padecimientos, ya que no existen
muchos casos de estos en la actualidad. Sin embargo, ambos trastornos han sido incluidos
dentro de la esquizofrenia.

Algunos estudios refieren a que hay deterioros en las partes del cerebro que se encargan de la
percepción sensorial, en específico del hemisferio cerebral encargado de la propia percepción,
la cual se presenta con distorsiones. Esto llevaría a una persona que sufre de boantropía a que
no reconozca en dónde se encuentran situados sus músculos ni comprenda cuál es la postura
corporal que debe adoptar.

Quienes sufren de boantropía se comportan como animales y no se percatan de lo que hacen.


Mayormente, se creen bovinos. Dicho trastorno inicia con la persona convirtiéndose al
vegetarianismo, luego, comienza a gemir como un buey y se traslada hacia un campo. Gatean y
solamente se alimentan de hierbas y verduras.

Análisis de los textos

Debido a esto anterior, surgieron las historias de la licantropía y la boantropía. En el caso de la


boantropía se suele citar Daniel 5: 21, tomado de la Biblia, en donde se narra que
Nabucodonosor “fue expulsado de entre los hombres y su corazón se hizo semejante al de las
bestias” convivió con los asnos y se alimentó con hierbas como los bueyes.

Posteriormente, su cuerpo fue bañado con el rocío del cielo y cuando reconoció que el Dios
Altísimo dominaba sobre el reino del hombre y pone a quien le place, entonces se pudo liberar
de tal estado.
En el caso de Nabucodonosor lo vemos convertido en una especie de animal que come hierba,
como el texto lo describe: “… y fue echado de entre los hombres; y comía hierva como los
bueyes.” “hasta que su pelo creció como de águila, y sus uñas como de aves.”.

En base a la conducta animal en la licantropía clínica; la metamorfosis es muy amplia, al


respecto, existen casos reportados como ya menciono en abeja, vaca y/o pájaro. Además,
suele sufrir desórdenes alimenticios relacionados al aminal de su supuesta transformación.
Esto empata casi completamente con el diagnostico que posiblemente tenía Nabucodonosor.

Los reportes modernos de la licantropía se concentran principalmente en el hecho de que el


paciente cree que se convierte en un animal, aunque también incluye alucinaciones de que
personas cercanas se convierten en animales, ahora, si la metamorfosis es propia, puede ser
pasada, presente o futura. La licantropía clínica suele remitir cuando la enfermedad de base se
controla mediante tratamiento médico, aunque el rango de duración del síndrome puede ser
de 1 día a 13 años. Los estudios de neuroimagen en personas con este trastorno muestran que
las áreas involucradas en la representación de la forma del cuerpo tienen actividad inusual.
Esto sugiere que cuando las personas dicen que sus cuerpos cambian, es posible que estén
sintiendo genuinamente esos cambios.

Alteraciones neurológicas

Se ha estudiado que pacientes que manifestaban sentirse como animales tenían lesiones en


ciertas áreas del cerebro como el encéfalo, área encargada de la percepción sensorial y
motora. Esto tiene como consecuencia un daño en la corteza somatosensorial, lo cual implica
que las personas con estas alteraciones tienen una comprensión diferente de su cuerpo, su
mente y su entorno.

Referencias Bibliográficas:

Claudia, M. (2006). Breve consideración histórica sobre las nosografías psiquiátricas. Alcmeon,
13(3). 67-108. Recuperado de: https://www.alcmeon.com.ar/13/51/6_derito.htm

Postel, J. y Quetel, C. (2000). Nueva historia de la psiquiatría. Editorial: Fondo de cultura


Económica. México
Pavía-Ruz, N.; Ceballos-Quintal, J.M.; Medina-Escobedo, C.; Ordoñez-Durán, A.; Ríos-Rodríguez, H.
(1998). Magia, religión y medicina. Rev. Biomed. 9:192-198.

Fahy TA. Lycanthropy: a review. J Roy Soc Med 1989; 82: 37-39.

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