DESCRIBEN LAS ACTITUDES Y CONDUCTAS TÍPICAS DEL GRUPO SOCIAL “SANTEROS EN MÉXICO”. Alumna: Blanca Estela Luna Rubio Facilitador: Carmina Gudiño Núñez Objetivo general Describir las actitudes y conductas típicas de los integrantes del grupo social “Santeros en México” y su contexto cultural. Antecedentes La santería en México ha sido estigmatizada como mala imagen debido a que se le ha vinculado con el satanismo y la delincuencia. De a cuerdo al INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia), “a nivel antropológico, representa un elemento que da explicaciones subjetivas a las enfermedades ligadas con el mundo sobrenatural, y cuyo ejercicio representa un factor de identidad cultural basada en una estructura jerárquica definida. Orígenes Con la llegada de los españoles a México, uno de los cambios que se propició, fue la diversidad religiosa. Las religiones africanas, entre otras, se afectadas por la institución religiosa oficial de ese entonces (el catolicismo). Las religiones yorubas y bantús, son algunas de las religiones que llegaron a México en el siglo XVI, con la llegada de las poblaciones negras (esclavos). Estas pasaron por procesos de evangelización, sin embargo, los esclavos en afán de ocultar sus orígenes religiosos, sujetos a la represión de la Inquisición, hicieron posible el nacimiento de nuevas religiones, aunque en México, la mayor dispersión de la población negra, el predominio de las comunidades indígenas y la represión dela Iglesia Católica, no beneficiaron el nacimiento de las religiones negras como sí tuvieron otros países del Caribe y Brasil tal como lo revela Yolotl González Torres (2008, p. 262). Localización La santería en México, en específico en el Estado de Veracruz, ha tenido un auge importante a partir de 1959, con los inmigrantes cubanos y los actores sociales que ya compartían escenarios en el país, en especial en el puerto de Veracruz, donde se organizaba el denominado Carnaval de Veracruz: “Veracruz también es Caribe”, rezaba un slogan del Gobierno del Estado. Esta asimetría entre ambas culturas (caribeña y veracruzana) es muy especial (SALDÍVAR, 2009, p. 16). El proceso de urbanización en la ciudad de México crecía bastante y consigo los medios de comunicación que fueron un trampolín para difundir la cultura y las representaciones de la santería. A su vez, la difusión de tal religión dio su mayor alcance con el cine de la época de los años 40’s y 50’s donde los músicos y artistas cubanos robaban la escena. Puede ser destacado que la música fue un elemento importante para dar a conocer la religión cubana. Así tenemos que: “Los cantos que hacían referencia a sus deidades como Changó, Babalú Ayé y Yemayá no faltaron en las películas de oro del cine mexicano” (JUÁREZ, 2009, p. 87). Incorporación social La santería no se trata de una práctica que se asocie a un estrato social o a una zona exclusiva, debido a que en realidad comenzó con la clase media alta, de élites artísticas y políticas, poco a poco se ha diversificado hasta llegar a las más bajas. Cultura y valores Para el creyente de la santería no hay duda de esta relación, pero aún hoy se cree sólo en los orishas africanos, y se les superpone la estampa o la imagen de culto del santo católico. Aún hoy se realizan una serie de prácticas en donde permanecen elementos culturales yorubas, perfectamente coordinados, aunque en algunos casos se ha perdido, olvidado o sustituido un elemento por otro. También se han mezclado elementos religiosos de grupos afines, que han desaparecido asimilados por nuestra población. Hoy no se reconocen ni se recuerdan cantos, ni palabras, ni toques, ni deidades minas, gangás, ibos, mandingas, etc., que en algún momento convivieron con los lucumís o yorubas
Su ejercicio representa un factor de identidad cultural, basada en un sistema de
familias rituales, donde tras el rito de iniciación cada individuo se incorpora dentro de una estructura jerárquica, dándole pertenencia a un linaje vinculado con los ancestros. “Esa identidad cultural esta basada en la figura de familia de religión, a la que se accede después del rito de paso, donde quien te inicia se vuelve tu madre o padre simbólico, es decir tu padrino o madrina, y quien a partir de ese momento se encargará de enseñarte toda la practica ritual, asociada a tu nivel jerárquico”. “Se trata de una religión iniciativa, donde a cada nivel jerárquico corresponde un determinado conocimiento y el derecho de tener ciertas capacidades rituales. Una ceremonia de iniciación dura en términos generales siete días y ello implica el trabajo de mucha gente para hacer la ceremonia y eso le da a quien ingresa una pertenencia a un linaje ritual genealógico vinculado con Cuba, donde se rinde el culto a los ancestros”, abunda la especialista del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social del Oriente. Referencias bibliográficas Stefania Capone (2004), “Cubanía et santería: les enjeux politiques de la transnationalisation religieuse”, en Stefania Capone (ed.), Civilisations, vol. li, núms. 1-2, pp. 81-137. Menéndez, Lazara (2002), Rodar el coco. Proceso de cambio en la santería, La Habana, Editorial de Ciencias Sociale Martínez Montiel, Luz María (coord.) (1995), Presencia africana en México, México, cnca. GONZÁLEZ TORRES, Yolotl. Las religiones afrocubanas en México. En: Aurelio Alonso (Compilador). América Latina y el Caribe. Territorios religiosos y desafíos para el dialogo. CLACSO, 2008. JUÁREZ HUET, Nahayeilli. Transnacionalización y relocalización de la santería cubana: el caso de la ciudad de México. México: Review of American Studies, Stockholm,2009. https://www.inah.gob.mx/boletines/3093-estigmatizacion-de-la- santeria#:~:text=De%20origen%20cubano%2C%20la%20santer%C3%ADa,el %20satanismo%20y%20la%20delincuencia.