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PODER DEL MERCADO

Día a día las personas hacen uso de bienes y servicios, para comer, vestir, o
cualquier necesidad que lo requiera, es normal para nosotros pensar que estos
estarán ahí, para comprarlos cuando queramos, por ello no pensamos
cuestiones relacionadas a su producción, es natural asumir que alguien dio la
orden para que los productos “adecuados” se produzcan en las cantidades
“adecuadas”, y estén disponibles en los lugares “adecuados”. Este es un
método militar, en el que el general da la orden y sus subalternos la acatan,
aunque tal método es exclusivo para un reducido grupo, debido a que el
general no puede tener la información necesaria para dirigir cada movimiento
del proceso. Es por ello, que la cadena de mando debe ser complementada por
la cooperación voluntaria, ninguna sociedad podrá basarse solamente en uno
de ellos. El intercambio voluntario puede impedir el colapso de una economía
basada en la cadena de mando, e incluso, lograr algún progreso. Pero poco
puede hacer para debilitar la tiranía de una economía organizada como una
cadena de mando. En cambio, una economía predominantemente basada en el
intercambio voluntario, posee el potencial para promover tanto la prosperidad
como la libertad humana, tal vez no alcanzará todo su potencial en todos los
aspectos, pero la lección de la historia es que, ninguna sociedad ha logrado la
prosperidad y la libertad, sin que el intercambio voluntario sea el principio
dominante de su organización.

LA COOPERACIÓN A TRAVÉS DEL INTERCAMBIO VOLUNTARIO

Tomando en cuenta el ensayo de Leonard E. Read, “Yo, el lápiz. Mi árbol


genealógico”, nadie sabe cómo fabricar un lápiz, y ninguna de las personas que
intervinieron en su fabricación haría todo el trabajo solo por querer un lápiz, de
hecho, ven su trabajo como una forma de conseguir los bienes y servicios que
desean. Y es sorprendente el hecho que se haya producido el lápiz alguna vez,
nadie dio órdenes e incluso tienen muchas diferencias entre ellos, pero
cooperaron para producirlo, ¿cómo sucedió? Pues Adam Smith dio la
respuesta.

EL PAPEL DE LOS PRECIOS


En la Riqueza de las Naciones, la idea clave subyacente es “si un intercambio
entre dos partes es voluntario, éste no se producirá a menos que ambas crean
que se beneficiarán de él”. Y es el sistema de precios, el mecanismo para
cumplir la función sin que las personas interactúen entre ellas, al comprar un
producto se ignora quién lo hizo, por ello el sistema de precios facilita la
cooperación pacífica de los agentes. Este mecanismo funciona bien, tanto que
no somos conscientes de ello, y solo nos damos cuenta de su buen
funcionamiento hasta que se le impide hacerlo, entonces rara vez podremos
conocer la causa del problema.

Los precios cumplen tres funciones al organizar la actividad económica:

1) Transmitir la información: el sistema de precios se encarga de ello y de


hacerla llegar solo para aquellos que la aprovecharán, dado que las
personas que tengan un incentivo buscarán otras personas que puedan
usarla. Además, que los precios reflejan instantáneamente lo que sucede en
el mundo.
2) Proporcionar un incentivo para adoptar métodos que sean menos costosos
y utilizar los recursos disponibles para propósitos valorados: Si se transmite
a personas relevantes sin incentivo para actuar sería un desperdicio, el
sistema de precios da dichos incentivos. Esta función se relaciona con la
tercera, ya que el agente analizará sus ingresos y gastos, percibiendo que
un mayor precio cambia sus márgenes.
3) Determinar la distribución de los ingresos: Los ingresos de cada persona se
determinan por la diferencia entre sus ingresos y costos, ese retorno
consiste en los pagos directos que se recibe en función de los recursos que
se posean. Y la cantidad de cada tipo de recursos que cada uno posee es el
resultado en parte del azar, y en parte de las elecciones cada uno realiza.

Es imposible utilizar los precios para transmitir información y proporcionar


incentivos para actuar, sin utilizarlos para afectar o determinar completamente
la distribución de los ingresos. Esto se hace evidente en economía comunistas,
incluso un economista marxista húngaro trató de acoplar la mano invisible de
Smith para un sistema de precios capaz de transmitir información y organizar
eficientemente la producción, sin distribuir los ingresos. Falló.
La “mano invisible” de Adam Smith se relaciona con las compras o ventas de
bienes y servicios a cambio de dinero. Sin embargo, la actividad económica no
es, el único área en la que surge una compleja y sofisticada estructura, como
una consecuencia no pretendida por varios individuos que cooperan mientras
cada uno de ellos busca su propio interés. La cooperación es mundial, al igual
que en la economía de mercado. El deseo de ganarse prestigio y aceptación
por su trabajo, provoca que los investigadores dirijan sus actividades en
direcciones eficientes. Aunque este “propio interés” se concibe como “miope
egoísmo”, ya que se estigma al hombre económico como un ser que responde
a estímulos monetarios, el “propio interés”, es cualquier cosa que valoren
quiénes participan.

EL PAPEL DEL GOBIERNO

El gobierno es una forma de cooperación voluntaria, una entidad que escogen


las personas porque lo creen el medio más eficiente de lograr sus objetivos.
Por ejemplo, si el gobierno de una comunidad ofrece servicios atractivos, la
persona en su libertad decidirá vivir en tal lugar, de lo contrario podrá mudarse.
Así también, el gobierno es la agencia considerara como propietaria del
monopolio del uso de la fuerza o de la amenaza de la fuerza, como medio de
imponer restricciones sobre otros. Aunque, este papel ha cambiado
drásticamente con el paso del tiempo en las distintas sociedades.

Adam Smith menciona que “Eliminados completamente todos los sistemas bien
de preferencia bien de limitación, el obvio y simple sistema de la libertad natural
se establece por sí mismo por acuerdo”. Es así, que cada hombre es libre de
perseguir su propio interés y poner en competencia su trabajo y capital con lo
de los otros hombres, siempre que no viole las leyes.

De acuerdo con el sistema de la libertad natural, el soberano solo tiene tres


deberes que atender (posteriormente se menciona la cuarta función no
mencionada explícitamente por Adam Smith), de gran importancia, pero
simples e inteligibles para el entendimiento común:

1) Proteger a la sociedad de la violencia e invasión de otras sociedades: Dado


que sin aquella protección no habrá libertad para elegir, una cosa es afirmar
el propósito de una institución que ‘debería servir’ y otra distinta es describir
los propósitos a los que realmente sirve, tal como las fuerzas militares. Un
problema que se presenta al lograr una sociedad libre es asegurar que los
poderes coercitivos concedidos al gobierno se limiten al cumplimiento de su
función, y que no se conviertan en una amenaza para la libertad.
2) Proteger, en la medida posible, a los miembros de la sociedad, de la
injusticia u opresión por parte de otros miembros, además de establecer
una exacta administración de justicia: Incluye una “exacta administración de
la justicia”. Además de facilitar intercambios voluntarios adoptando reglas
generales, en lo económico y social, que jueguen los ciudadanos. Y la
forma de llegar a un acuerdo sobre dichas reglas, es a través del
crecimiento del derecho común.
3) Erigir y mantener obras e instituciones públicas, que no favorezcan de
forma excluyente: Puede describir una función válida, sin embargo, puede
ser interpretada como justificación para extender, sin límites, el poder
gubernamental. Las acciones del estado pueden generar efectos en
terceros, y será difícil para el estado identificar a quién cobrar o beneficiar.
Un incremento del poder del gobierno incrementa el peligro de que este, se
convierta en un medio por el que algunos se aprovechen del resto. De esto,
se extrae que toda intervención del gobierno nunca está justificada, sino
que la carga de la prueba debe recaer sobre quien la propone.
4) Proteger a los miembros de la comunidad que no pueden ser considerados
como individuos “responsables”: Ya que la libertad es sostenible para los
individuos responsables, se esboza una línea que separa a los individuos
responsables del resto, como niños o personas sin facultades mentales.

EL GOBIERNO LIMITADO EN LA PRÁCTICA

Es difícil encontrar una sociedad contemporánea que confía principalmente en


el intercambio voluntario a través del mercado para organizar su actividad
económica, quedando limitado el gobierno al cumplimiento de las 4 funciones.
Se considera al Hong-Kong del siglo XX, y a la Gran Bretaña del siglo XIX, para
una comparación de Estados Unidos, de este último se le atribuyen sus
generosos recursos naturales y amplios espacios abiertos, pero sin duda, los
primeros dos mencionados tuvieron mayor éxito.
Si nuestra meta, es una sociedad que confíe primeramente en la cooperación
voluntaria para organizar las actividades, preservando y expandiendo la libertad
humana, será necesario mantener al gobierno en su sitio, siendo nuestro siervo
y no nuestro amo.

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