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No hay una edad mágica en la que los niños están automáticamente preparados para dejar de
usar pañales, la mayoría de ellos habrán desarrollado las habilidades físicas y cognitivas
necesarias entre los 18 y los 24 meses. Según el estudio Haizea-Llevant, a los 30 meses de edad
(2 años y medio) sólo el 50% de los niños controla los esfínteres; a los 3 años lo hace el 75% de
los niños; y a los 42 meses (3 años y medio) los controlan el 95%.
Hay señales que indican que tu pequeño está listo. Recuerda que, si empiezas antes de que tu
niño esté realmente preparado, seguramente el proceso será más largo.
¿Cómo ayudarlo?
Según algunos expertos, no es mamá la que le quita el pañal al niño, a pesar de que eso es
tradición. Él lo deja solo, cuando ha alcanzado los niveles de maduración y de control de
esfínteres apropiados para su edad. Sin embargo, otros educadores y médicos consideran que
el jardín y la casa deben trabajar juntos para ayudar a los pequeños.
No precipitar el momento del control. El niño empieza avisando de que se ha hecho algo
después de haberlo hecho, le siguiente paso es observar cómo avisa mientras se lo hace
encima.
Podemos proporcionarle pañales que no absorban tanto (los de tela son ideales) donde el
pequeño pueda sentir la humedad, y decida que es necesario cambiarse puesto que está
incómodo. El niño protesta o se tira del pañal puesto que no le gusta estar mojado.
Observamos como hace muecas o pone las piernas en tijera.
Presentarle su orinal para que sepa que es lo que se espera de él y dónde ha de hacerlo. No
obligarle a que se siente. Podemos acostumbrarlo a sentarse incluso estando el niño vestido. O
que siente a alguno de sus muñecos
Si no hace nada se le anima a levantarse de él y se sentará más tarde cada hora u hora y
media. Animarle a ir al baño decididamente, por ejemplo “vamos a ir al baño a ver si sale
algo”.
No utilizar castigos o recompensas para “presionar”. Utilizar el elogio ante progresos concretos
como pedir pis, sentarse en el orinal, etc. No etiquetar al niño diciéndole “eres un bebé”. Las
regañinas y los castigos no son eficaces y el niño experimentará ansiedad, inseguridad y
pesimismo acerca de la solución.
Señales físicas
Señales de comportamiento