-Robar la sombra: La mayor de las capacidades de Aizen es su
AIZEN
LA SOMBRA
Nivel: 10 Clase: Natural (Natura 15)
Puntos de vida: 200
Categoría: Tecnicista (Asesino 8/Tecnicicista 2)
Fue: 10 Des: 13 Agi: 15 Con: 11 Pod: 15 Int: 13 Vol: 13 Per: 13
RF 95 RM 105 RP 100 RV 95 RE 95
Turno: 185 Natural, Umbra
Habilidad de ataque: 260 Armas naturales, Umbra
Habilidad de defensa: 220 Esquiva
Daño: 95 Armas naturales, 115 Umbra
TA: Armadura de la Sombra (Semicompleta +15)
FIL 7 CON 7 PEN 7 CAL 5 ELE 3 FRI 4 ENE 4
Acumulaciones de Ki: Fue 2 Des 3 Agi 3 Con 2 Pod 3 Vol 3
Ki: 134
Habilidades de Ki: Uso del Ki, Control del Ki, Detección del Ki,
Erudición, Eliminación de peso, Extrusión de presencia, Extensión del
aura al arma, Uso de la energía necesaria.
Ventajas y desventajas: Uso de armadura, Ki imperceptible,
Acumulación de Ki incrementada.
Habilidades naturales: Ashuriam, asalto dimensional; Umbra,
ataque de sombras.
Tamaño: 18 Regeneración: 4
Tipo de movimiento: 15 Cansancio: 11
Habilidades secundarias: Acrobacias 100, Atletismo 40, Nadar
80, Trepar 80, Estilo 80, Liderazgo 120, Intimidar 120, Persuasión 80,
Advertir 260, Buscar 240, Rastrear 100, Historia 80, Táctica 100,
Memorizar 40, Ocultismo 60, Frialdad 140, Resistir el dolor 80,
Disfraz 100, Ocultarse 200 (240), Sigilo 240 (280), Trampería 140,
Venenos 120, Detección del Ki 260, Ocultación del Ki 380 (440).
MODUS OPERANDI
A la hora de ejercer sus labores como Árbitro, Aizen destaca en
el uso de tácticas de infiltración y sabotaje. Enmascara sus objetivos
reales mediante capas de distracciones, erosionando la línea de
defensa rival para permitir que sus agentes de élite aprovechen sus
huecos para destruir al enemigo desde el interior. No tiene reparos a
la hora de contaminar fuentes de agua y alimentos, o emplear
rehenes para forzar a sus oponentes a actuar según sus designios. Sus
hombres actúan con precisión quirúrgica, destruyendo a su objetivo
para desaparecer de nuevo entre las sombras antes de que el
oponente pueda reaccionar. En caso de verse forzado a comandar a
sus hombres en campo abierto favorece la movilidad y el combate a
distancia, envolviendo la formación enemiga y asediando sus puntos
vulnerables.
En raras ocasiones, el propio Aizen toma parte de la ofensiva,
normalmente porque hay algún miembro de las tropas enemigas que
quiere añadir a su “colección”. Actúa como un cazador implacable, el
asesino definitivo al que ninguna puerta puede detener, atravesando
las defensas del enemigo en el más absoluto silencio. En caso de verse
forzado a entrar en combate, el Árbitro hace gala de unos poderes
solo comparables a los del Arconte Supremo. No solo puede
comandar las mismas tinieblas para destruir a sus oponentes, si no
que también es capaz de huir a su propia dimensión personal, desde
la cual puede asesinar a sus presas con total impunidad. Sin embargo,
su mayor poder es el de emplear las habilidades de cualquier persona
que haya muerto por su mano.
-Semidiós: Gracias a los poderes de la deidad caída, Aizen no
solo posee unas características muy superiores a las de cualquier
mortal, si no que también es capaz de alcanzar de forma innata la
dificultad de Zen en sus controles de habilidad. Adicionalmente, Aizen
se considera una entidad de Gnosis 35 a la hora de determinar las
consecuencias que tienen sus ataques sobre otros seres.
-Inmortalidad: Gracias a su naturaleza como entidad cuasi-
divina, Aizen carece de la mayoría de necesidades físicas, tales como
dormir, respirar o incluso comer. Adicionalmente, Aizen también es
inmune a los efectos del envejecimiento, e incrementa en 40 puntos
todas sus resistencias ante efectos que fueran a causar su muerte
(Incluyendo críticos letales).
-El rostro de un Dios: Gracias a las capacidades perceptivas
que le otorga el rostro de Ulrioka Yama, Aizen es capaz de percibir el
mundo como un ser de Gnosis 40, pudiendo ver fuerzas
sobrenaturales y a través de los distintos planos de existencia con
absoluta nitidez. Esto le permite emplear el Ars Magnus Ahuriam sin
aplicar ningún penalizador a su habilidad ofensiva. Sin embargo, la
unión con su nueva cara es tan poderosa que el Árbitro es incapaz de
emplear sus poderes raciales "El rostro de la araña" y "Olvido".
habilidad para devorar la esencia de otros seres y asimilarla,
convirtiéndose en un contenedor de almas perdidas en la oscuridad.
A efectos del juego, cualquier ser asesinado por el Árbitro no muere
de forma convencional, si no que es consumido por Aizen, quien
podrá hacer uso de sus capacidades posteriormente. El uso de un
alma es una acción pasiva que implica una transformación, por lo que
el D'Anjayni empezará a beneficiarse de sus efectos a partir del turno
siguiente. Mientras dure dicha transformación, Aizen es capaz de
emplear cualquier habilidad y atributo que poseyese la víctima en el
momento de su fallecimiento, incluyendo sus puntos de Ki, Zeon o
CV, aunque no será capaz de replicar su equipo o hacer uso de sus
pactos de invocación. El Ki, Zeon y CVs consumidos de esta forma no
se regeneran, y solo pueden emplearse para pagar los costes de
habilidades propias del fallecido. Cada transformación puede
mantenerse activa un máximo de 1 minuto, aunque Aizen puede
cancelarla voluntariamente en cualquier momento, normalmente para
utilizar un alma más apropiada al rival al que se enfrenta. Cada vez
que Aizen emplea un alma, esta va deteriorándose, perdiendo su
esencia hasta convertirse en un residuo carente de poder. A efectos
de juego, cada vez que el Árbitro utilice una de sus almas, esta
aplicará un penalizador acumulativo de -10 a toda acción con cada
uso subsiguiente (Es decir, aplicaría un -10 a toda acción con la
segunda manifestación, un -20 durante la tercera, etc...). En el
momento en el que el penalizador sea igual o superior a la presencia
del fallecido, el alma quedará completamente inservible, siendo
imposible usar de nuevo sus capacidades. Dichos penalizadores solo
se tienen en cuenta a la hora de emplear habilidades propias del
fallecido, sin menoscabar en lo más mínimo las capacidades del
Árbitro. Visualmente, cuando Aizen hace uso de esta capacidad su
forma se funde con la del alma que está usando, convirtiéndose en
una grotesca quimera a medio camino entre ambos individuos.
EQUIPAMIENTO
Armadura de la Sombra
La Armadura de la Sombra es una de las primeras armaduras de
Alto Árbitro, diseñada para permitir a su portador volverse uno con
las mismas tinieblas. Tradicionalmente siempre ha sido una armadura
tenebrosa, e incluso hay algunos que teorizan que su primer portador
no fue humano.
-Calidad: La Armadura de la Sombra es una armadura
semicompleta de calidad +15. Se considera una armadura
sobrenatural, por lo que su bono de calidad también se aplica a la TA
de Energía.
-Ocultación: El portador de la Armadura de la Sombra
incrementa en 40 puntos sus habilidades de Sigilo, Ocultarse y
Ocultación del Ki o adquiere una base de 140 en aquellas que no haya
desarrollado.
-Garras de sombra: Los guanteletes de la armadura pueden
emplearse como armas naturales de daño base 60 que atacan en la
TA de Filo, ignorando 3 puntos de la TA defensora.
-Máscara: La máscara se considera un yelmo completo cerrado
con los mismos atributos defensivos de la armadura. Adicionalmente,
otorga un bono especial de +80 a la RM o RP del Árbitro contra
efectos que tengan como fin descubrir su identidad y no causa
penalizador a la percepción.
-Órdenes: La Armadura de la Sombra permite dar órdenes
sobre todos los agentes bajo las órdenes de su portador. Posee las
órdenes genéricas Motum, Opugnis y Obsidia; aparte de la orden
exclusiva Mortis.
• Obsidia: El personaje objetivo bajo las órdenes del
Árbitro obtiene un +50 a su Sigilo y Ocultarse hasta el final
del turno. No es posible superar el valor del Árbitro en
ninguna de las dos habilidades empleando esta orden.
• Mortis: Mientras dure el enfrentamiento, cada vez que un
agente del Árbitro acabe con la vida de un oponente
recupera 1 punto de Cansancio.