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“Documento elaborado en la gestión 2022, con fines académicos”

DIFERENDO LIMÍTROFE ENTRE CHILE Y PERÚ SOBRE LA DELIMITACIÓN DEL


ESPACIO MARÍTIMO

I. ANTECEDENTES.

A. Mar de Grau

B. Mar de Chile

C. Tratado de Ancón 1883

D. Tratado de Lima de 1929

E. Conferencia sobre explotación y conservación de las riquezas marítimas del


Pacífico Sur.

F. Tercera conferencia de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar 1973.

G. Proclamaciones de 1947 de Chile y Perú.

II. DESARROLLO DEL TEMA.

A. Situación marítima de los países.

1. El mar del Perú (Mar de Grau).

El Mar Peruano o Mar de Grau es un sector del Océano Pacífico que baña
las costas del Perú hasta una distancia de 200 millas hacia el Oeste. Fue
fijado por decreto No. 781 del 1ro de agosto de 1947 por el entonces
presidente José L. Bustamante y Rivero.
Esta faja de las 200 millas se localiza paralela al litoral peruano desde la
Boca de Capones (Tumbes) en el Norte, hasta la Línea de la Concordia
(Tacna) en el Sur. Su área es de 626 540 km2 y hasta allí ejerce soberanía
por cuanto constituye el Cuarto Medio Geográfico del Perú.

Las aguas del mar de Perú, por encontrarse cerca de la Línea Ecuatorial,
deberían ser cálidas y de naturaleza tropical, con temperatura media de
23° a 24°. Sin embargo, ello no sucede porque hay agentes, como las
corrientes frías, que la modifican. Tan sólo en la zona Norte, entre Tumbes
y Piura, se da el trópico cálido de las aguas, en tanto que en la zona
Central y Sur la temperatura es fría, fluctuando entre los 17° a 19°, por

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influencia de la corriente de Humboldt y por el fenómeno del afloramiento


de aguas frías profundas.

La cantidad de sales que contienen las aguas marinas es por cada litro de
ellas, en el caso del mar de Grau se dan entre 34 a 35 gr. siendo de mayor
porcentaje en las aguas del Norte que en las del Sur.

a. El Mar de Grau presenta dos regiones.

Región septentrional o norte se localiza entre Boca de Capones y la


Península de Illescas, en el litoral de la región Grau. Se caracteriza por
la temperatura cálida de sus aguas, el color azulino o azulino plomizo
que presentan y su mayor grado de salinidad que alcanza a 35 gr. por
litro, debido a la fuerte radiación y evaporación de las aguas, por el
trópico del lugar.

Región central-meridional, desde Illescas hasta la frontera con Chile.


Las aguas presentan una temperatura fría (17° – 18°) por la influencia
de la Corriente Peruana o de Humboldt y por el afloramiento, son
totalmente de color verdoso y su grado de salinidad es de 34 gr. por
litro. Es el área en donde radica, básicamente, la riqueza hidrobiológica,
representada por gran variedad de peces, algas y moluscos. 1
https://lageografia.com/geografia-regional/peru/el-mar-peruano.

2. El mar de Chile (El mar chileno).

El mar chileno, una franja ancha y profunda de agua, abundante en


recursos y esencial en la consolidación del Estado chileno. El mar es
inherente a la historia del país de Chile, lo impregna, lo define y lo
determina mediante sus cualidades. El Océano Pacífico en general y el
mar chileno en particular, condiciona los climas y recursos ambientales que
se ubican en los más de 4 mil kilómetros de longitud de costa (un 4.81%
del borde costero mundial) que el país ostenta. Son sus corrientes las que
han influido decisivamente en la formación de desiertos y bosques.

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Es la temperatura la que influye en el ciclo del agua, las lluvias, nieve y con
ello el abastecimiento de agua para asentamientos humanos, el medio
natural y la agricultura.

El 25% de la población total de Chile, habita en las comunas costeras de


norte a sur. También matiza el mar chileno la sustentabilidad de miles de
familias del país, a través de distintas y variadas actividades, como por
ejemplo en la pesca, acuicultura, el turismo, la conservación, la actividad
portuaria o en la investigación. Además, que la Zona Económica Exclusiva
es casi cinco veces mayor que la superficie continental del país y asimismo
atienden al rol preponderante que tienen los océanos en el cambio
climático, entonces es una confluencia de elementos que conducen
irrevocablemente a comprender a Chile como un País Marítimo, toda una
dimensión distintiva con oportunidades que deben leerse correctamente,
reconocerse y también cultivarse adecuadamente. Desde este punto de
partida radica la importancia que las políticas públicas en general, y en
particular, integrar el mar chileno de manera coherente y comprensiva en
sus definiciones estratégicas de largo alcance. (https: //www. acanav. cl/
wpcontent/ uploads/ 2021/07/ mares_de_chile__vision_2040. pdf -
Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile).

B. Relación del hecho sucedido.

1. Situación geográfica.

Tanto Chile como Perú están situados en la parte occidental de América


del Sur; sus costas continentales miran al Océano Pacífico. El mar peruano
limita al Norte con el paralelo que pasa por Boca Capones
(desembocadura Río Zarumilla), al Oeste la línea paralela distante 200
millas del litoral peruano, al Este el litoral peruano y al Sur hito número 1, el
Perú comparte una frontera terrestre con Ecuador por el norte y con Chile
por el sur. En el área concernida en este proceso, la costa del Perú corre
en dirección noroeste desde el punto de inicio de la frontera terrestre entre
las partes en la costa en el Pacífico (https:// carpetapedagogica. com/
marperuano#).
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Mientras que la de Chile está constituido por las aguas del Pacífico Sur
Oriental, desde el paralelo de latitud de la intersección de la línea de costa
con la línea de concordia límite con el Perú hasta la Antártida chilena,
incluyendo el Paso Drake y con una extensión hacia el este que
comprende las Islas San Félix, San Ambrosio, Juan Fernández, Salas y
Gómez, Pascua y otras menores, sigue generalmente una orientación
norte-sur. Las costas tanto del Perú como de Chile en esa área
mayormente no presentan ninguna complicación y son relativamente
regulares, sin promontorios marcados ni ninguna otra característica
particular (Vicealmirante Guillermo Barros Gonzáles).

2. Contexto histórico.

Este conflicto tiene sus inicios en el siglo XIX cuando el mapa de


Sudamérica era diferente y Chile era un pequeño pero próspero país, que
explotaba recursos minerales en suelo boliviano con el apoyo de capitales
ingleses. En 1879 el gobierno de Bolivia decidió elevar en 10 centavos los
impuestos a cada quintal de salitre extraídos de su territorio y exportados
por una empresa chileno-británica. En represalia, Chile invadió Bolivia y le
declaró la guerra.

Perú trató de mediar en el conflicto, pero Chile también le declaró la guerra


al Perú, debido a que el Perú tenía una alianza militar con Bolivia.

La guerra tomó por sorpresa a Bolivia y Perú, quienes se encontraban en


clara desventaja militar frente a Chile. Bolivia no tenía armada ni Ejército y
tras un año de enfrentamientos se retiró de la guerra, dejando al Perú solo
contra Chile. (http:// www. adonde. com/ historia/ 2007 controversia _peru
_chile. htm).

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FUENTE: http://www.adonde.com/historia/2007controversia_peru_chile.htm

Luego de cuatro años de guerra, Chile venció al Perú y extendió sus


fronteras hasta sus actuales límites, apropiándose de la provincia boliviana
de Antofagasta y las provincias peruanas de Tarapacá y Arica. También
ocupó la ciudad de Lima por cuatro años y la provincia de Tacna por 50
años. Bolivia perdió su acceso al mar.

Entonces, Chile emprendió una política de "chilenización" de las provincias


peruanas y bolivianas, expulsando a familias que habían habitado la zona
por cientos de años y colocando en su lugar a colonos chilenos, en lo que
se denominó "chilenización".

Sólo de la ciudad de Iquique fueron expulsados 40,000 peruanos y sus


propiedades fueron confiscadas por el gobierno chileno. Los pobladores
que se negaban a dejar su ciudad eran hostilizados y amenazados de
muerte y sus nombres eran publicados en "actas de defunción" en los
diarios.

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FUENTE: http://www.adonde.com/historia/2007controversia_peru_chile.htm

De esta forma, Chile tomó posesión no sólo de una importante extensión


territorial, sino también de enormes depósitos salitreros, guaneros y
cupríferos, así como de extensos recursos marinos que contribuyeron
decisivamente a su actual riqueza económica. (http:// www. adonde. com/
historia/ 2007 controversia_peru_chile.htm).

La controversia de delimitación marítima entre Chile y el Perú (formalmente el


Caso concerniente a la delimitación marítima entre la República del Perú y la
República de Chile) es un diferendo planteado por la República del Perú a la
República de Chile sobre la soberanía de una zona marítima de
aproximadamente 37.900 km² en el océano Pacífico, a partir de la tesis
peruana que la delimitación del límite marítimo entre ambos países estaría
aún sin determinar; por su parte, la tesis chilena sostiene que no hay temas
limítrofes pendientes con el Perú, asumiendo que existen tratados
internacionales vigentes sobre la materia. El diferendo se refiere al área
marítima comprendida entre el paralelo que cruza el punto donde termina la

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frontera terrestre entre Chile y el Perú (según la República de Chile el "Hito


n.º 1" y según la República del Perú el "Punto Concordia" en la línea de la
Concordia tal como lo establece el Tratado de Lima), y la línea bisectriz a las
perpendiculares a las costas chilenas y peruanas, formada por la
superposición de las líneas de base de ambos países que forma un trapecio
de 67.139,4 km², de los cuales unos 38.000 km² son considerados como
soberanos por Chile y respecto de los cuales el Perú pide una división
equitativa, en forma secundaria se incluye el estatus de un triángulo marino a
la izquierda del trapecio antes mencionado de 28,471.86 km², que Chile
considera alta mar y el Perú como parte de su dominio marítimo por la
proyección de sus líneas de base. Se suma a lo anterior, el tema relativo al
punto de fin de la frontera terrestre e inicio de los límites marítimos entre
ambos países, de acuerdo al Tratado de Lima de 1929, que según el Perú se
encuentra en la costa, en la orilla del mar ("Punto Concordia"), y que Chile
considera que se encuentra 182,3 metros tierra adentro ("Hito n. º 1"). Los
antecedentes de esta controversia se remontan a mediados de los años
1980. En 1985, el entonces Perú Allan habría sido el primero en abordar este
asunto, de manera formal, con el ministro de Relaciones Exteriores de Chile
de la época, Jaime del Valle; al año siguiente, el embajador peruano Juan
Miguel Bákula Patiño sostuvo una entrevista con el canciller chileno Jaime del
Valle sobre esta materia, de la cual surgió una nota diplomática, fechada el
23 de mayo de 1986. Mediante la nota antes señalada, entregada por la
embajada peruana en Santiago de Chile, el Perú manifestó a Chile su
posición en torno a la necesidad de suscribir un tratado de límites marítimo,
bajo la premisa que era preciso alcanzar una delimitación formal y definitiva
de los espacios marinos, que complementan la vecindad geográfica entre el
Perú y Chile; la respuesta chilena fue de estudiar el caso. Chile ratificó la
Convención sobre el Derecho del Mar en 1997 y, de conformidad a su texto,
en septiembre del 2000, depositó ante las Naciones Unidas sus cartas
náuticas donde indicaba el paralelo 18º21’00” como frontera marítima entre
los dos países; ante ello el Perú formalizó su posición sobre el tema,
mediante una nota enviada a las Naciones Unidas el 7 de enero de 2001, en
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la cual no reconoce la línea del paralelo como límite marítimo entre los dos
países. La discusión pública sobre este tema se reactivó en 2005, cuando el
Congreso del Perú comenzó a tramitar un proyecto de ley sobre
determinación de las líneas de base de dominio marítimo –que son
sucesiones de puntos que determinan donde termina el borde costero y, en
consecuencia, empieza el territorial peruano propiamente tal–, estableciendo
la anchura del dominio marítimo del Perú hasta la distancia de 200 millas
marinas, utilizando una línea bisectriz en la zona sur, limítrofe con Chile;
dicha ley fue aprobada y promulgada el 3 de noviembre de 2005. El 16 de
enero de 2008 el gobierno del Perú presentó en la Corte Internacional de
Justicia el "Caso concerniente a la delimitación marítima entre la República
del Perú y la República de Chile" (Case concerning maritime delimitation
between the Republic of Perú and the Republic of Chile - Perú v. Chile).

C. Identificación de las normas jurídicas del hecho (Relación de derecho).

1. Delimitación del Mar Territorial y la Zona Contigua.

“Convención de Ginebra sobre Mar Territorial y Zona Contigua. Artículo 15


establece que… “Cuando las costas de los estados sean adyacentes o se
hallen situadas frente a frente, ninguno de dichos Estados tendrá derecho,
salvo acuerdo en contrario, a extender su mar territorial más allá de una
línea media, cuyos puntos sean equidistantes de los puntos más próximos
de las líneas de base a partir de las cuales se mida la anchura del mar
territorial de cada uno de esos Estados. No obstante, esta disposición no
será aplicable cuando por la existencia de derechos históricos o por otras,
circunstancias especiales, sea necesario delimitar el mar territorial de
ambos estados de otra forma.” (Rodríguez, 2007).

2. Equidistancia.

“Se trata de una línea en la que cada punto es equidistante de los puntos
más próximos a las líneas de base, a partir de las cuales se ha medido el
ancho del mar territorial de cada estado. Para trazar una línea equidistante
como frontera entre los mares territoriales, es indispensable que los

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respectivos estados hayan cumplido con el trazado de sus líneas de base.


No es posible delimitar el mar territorial sin la preexistencia de las líneas de
base. Ella permite, asimismo, el levantamiento de las cartas marinas
oficiales de cada país, Líneas de base y cartas oficiales son requisitos para
la delimitación.” (Rodríguez, 2007).

3. Delimitación de la Plataforma Continental.

Se puede resumir en la formula “acuerdo de partes-solución equitativa”, que


ha sido precisado, desarrollado e integrado en sus diversos elementos a
través de la jurisprudencia de la Corte y la opino juris, en la formula
“principios equitativos- circunstancias especiales, como el derecho
consuetudinario general aplicable a la delimitación de la plataforma
continental. (Rodríguez, 2007).

4. Los principios equitativos.

“En síntesis la regla procesal esencial y fundamental del Derecho


Internacional Consuetudinario en materia de delimitación marítima es
aquella que prescribe que la delimitación debe obtenerse a través de un
acuerdo entre las partes o por decisión de una instancia jurisdiccional o
arbitral, con la finalidad de que la decisión adoptada se sustente en la
aplicación de los principios equitativos y se lleve a cabo utilizando métodos
prácticos que aseguren la equidad de los resultados.” (Rodríguez, 2007).

5. Declaraciones presidenciales de 1947.

El presidente Gabriel González Videla de Chile emitió una declaración el 23


de junio de 1947, mientras que el Perú, bajo la presidencia de José Luis
Bustamante y Rivero hizo lo propio mediante el decreto supremo 781 del 1
de agosto de ese mismo año. Sobre estas proclamaciones presidenciales
existen diversas interpretaciones entre las partes litigantes. Así, para el
Perú estas proclamaciones tuvieron como único propósito establecer la
soberanía y jurisdicción de ambos países sobre las doscientas millas
proyectadas desde sus costas, con el propósito de proteger y preservar los
recursos vivos y no vivos ahí existentes. La referencia hecha en el decreto

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peruano de que este espacio debía ser trazado «siguiendo la línea de los
paralelos geográficos» simplemente describió el método que se utilizaría
para trazar el límite hacia el mar de la zona marítima reclamada, no
teniendo con ello la intensión de establecer fronteras laterales con los
Estados vecinos. Este último queda comprobado según el Perú, por el
hecho de que las proclamaciones no estipulan coordenadas ni se refieren a
fronteras internacionales. Por lo demás se trató en el caso del Perú de una
norma interna y por tanto unilateral, que en modo alguno podía pretender
fijar una frontera marítima internacional y en la cual además se hizo
expresa reserva de su posible modificación futura. Chile, por su parte,
sostiene que las proclamaciones presidenciales de 1947 establecieron
fronteras claras de las zonas marítimas referidas en ellas. Añade que el
decreto peruano al utilizar un paralelo geográfico para medir el límite
exterior de la zona marítima, necesariamente determina los límites laterales
al norte y sur de dicha zona a lo largo de dicha línea del paralelo
geográfico. Por lo cual concluye que estas proclamaciones evidencian el
entendimiento de las partes en cuanto al establecimiento de una futura
frontera marítima entre ellas. (file:/// C:/ Users/ Y_uMser_globalPC/
Downloads/ Dialnet - Presentación Y Análisis General Del Fallo De La
CorteInter-6302441.pdf).

6. Resolución suprema del Perú de 1955 y otros decretos chilenos.

Con relación a la resolución suprema 023 del 12 de enero de 1955, emitida


por el Estado peruano, el Perú sostiene que dicha norma interna si bien
hacía referencia a un paralelo, este se refería solo al límite lateral entre las
zonas marítimas generadas por las islas ecuatorianas y el territorio
continental del Perú, añadiendo además que la referida norma empleaba un
método de arcos de círculo al igual que lo hizo su ley 11780-Ley de
Petróleos de 12 de marzo de 1952, por lo cual tampoco pretendía fijar
límites laterales con Chile. Chile por su parte estima que ambas normas
utilizan el método de trazado paralelo.

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Respecto a la legislación chilena, el Perú resalta la ausencia de referencias


a una frontera marítima lateral en diversas normas internas, tales como el
decreto de 25 de julio de 1953 que define la jurisdicción marítima de la
Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante de Chile, un
mensaje de 26 de julio de 1954 del Ejecutivo chileno al Congreso para la
aprobación de los acuerdos de 1952, un decreto supremo de 23 de
setiembre de 1954 por el cual Chile aprueba la Declaración de Santiago de
1952, un decreto de 11 de febrero de 1959 sobre permisos de pesca para
naves extranjeras en aguas territoriales chilenas, y un decreto de 4 de junio
de 1963 sobre la designación de una Autoridad para la concesión de
permisos de pesca a naves de bandera extranjera en aguas jurisdiccionales
chilenas. Para el Perú estas normas internas prueban que Chile no
consideraba para entonces fijada frontera marítima internacional alguna
entre ambos países. Chile sostiene por su parte que estas normas no
tenían la necesidad de reafirmar la existencia de una frontera marítima,
dado que está ya se había establecido en la Declaración de Santiago de
1952. (file:/// C:/ Users/ Y_uMser_globalPC/ Downloads/ Dialnet -
PresentacionYAnalisisGeneralDelFalloDeLaCorteInter-6302441.pdf).

7. Declaración sobre Zona Marítima de 18 de agosto de 1952, emitida en


Santiago de Chile, por dicho país más Perú y Ecuador.

El Perú sostiene específicamente que esta Declaración no tenía ninguna


característica de tratado de límites (formato apropiado, descripción de una
frontera, material cartográfico, etc.) sino que más bien tenía como propósito
declarar los derechos marítimos de los Estados suscriptores en un mínimo
de 200 millas náuticas desde sus costas para proteger y preservar los
recursos naturales adyacentes a sus territorios, en particular enfrentar
colectivamente el problema de la caza de ballenas que se venía
produciendo en las aguas del Pacífico Sur. Asimismo, el Perú señaló que el
artículo IV de esta declaración, si bien establecía un criterio de delimitación
marítima, este se circunscribía a los países que tuvieran territorio insular
entre sí, lo que resultaba aplicable al Perú y Ecuador (por la existencia de

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las islas Puná, Santa Clara, etc.) y no al Perú y Chile que carecían de tales
accidentes geográficos. Esto queda además evidenciado en el inicio del
artículo IV que empieza diciendo, en caso de territorio insular y por la
incorporación de este artículo por pedido de la delegación ecuatoriana para
tal fin.

Chile, por su parte, sostiene que este es un tratado de límites marítimos


afirmando que la forma del mismo resulta irrelevante. De igual manera,
agrega que el artículo IV de la referida declaración delimita tanto las zonas
generales como insulares de los Estados partes, argumentando que la
referencia a las islas en esta cláusula es una aplicación específica de una
regla generalmente acordada, cuya especificación se explica por la
particular importancia de las islas para las circunstancias geográficas de
Ecuador. Además, sostiene que existen islas relevantes en la cercanía de la
frontera Perú-Chile (file:///C:/Users/Y_uMser_globalPC/Downloads/Dialnet-
PresentacionYAnalisisGeneralDelFalloDeLaCorteInter-6302441.pdf).

8. Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima, celebrado por


Perú, Chile y Ecuador el 4 de diciembre de 1954.

Para el Perú la expresión «límite marítimo» que aparece en el artículo


primero de este tratado, no tuvo como propósito definir la frontera de
manera definitiva entre ambos países, sino tan solo convenir una línea
temporal y específica con la finalidad exclusiva de orientar a las
embarcaciones pesqueras artesanales de los países involucrados que
venían siendo detenidas por las autoridades marítimas de los tres países al
carecer precisamente de referencias geográficas limítrofes. Para ello, el
Perú se apoya en la parte considerativa de este convenio. Finalmente,
sostiene que tanto el retraso de Chile en la ratificación del convenio
(efectuado en 1967) como su registro en la ONU (hecho en 2004) revelan
que no lo consideraba de importancia como para haber establecido una
frontera marítima.
Según Chile, este tratado refleja que los tres países asumían la existencia
de fronteras marítimas o límites laterales ya acordados, lo cual fluye del

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artículo primero redactado en tiempo presente y al referirse a la frontera


marítima ya existente. Es más, señala que en el primer considerando del
convenio se indica que fueron las violaciones de esa frontera existente las
que condujeron al convenio. Sobre la tardanza en la ratificación y registro
de este tratado, Chile sostiene que se trata de un argumento irrelevante.
(file:/// C:/ Users/ Y_uMser_globalPC/ Downloads/ Dialnet - Presentacion
Y Analisis General Del Fallo De La Corte Inter-6302441. pdf).

9. Actas de 1968 y 1969.

Para el Perú estas Actas, que acordaban la colocación de faros de


enfilamiento que proyectaran un haz de luz en dirección al paralelo
geográfico, tenían como único propósito alcanzar el objetivo trazado en el
Convenio de 1954, esto es, orientar a los pescadores de poco porte y evitar
su captura, dándoles una referencia visual. Este país resalta el alcance
limitado de los faros (no más de quince millas náuticas desde la costa),
concluyendo entonces que en modo alguno las actas pretendían definir
fronteras marítimas.

Chile por su parte entiende que estas actas registraron explícitamente el


entendimiento por parte de ambos países de que existía una frontera
marítima y que esta además estaba constituida por el paralelo que se
proyecta a partir del Hito 1 en su intersección con la línea de bajamar. Este
país reitera diversos párrafos de las actas intercambiadas en esos años
donde se señala el propósito de instalar tales faros para materializar la línea
paralela de la frontera marítima que se origina en el marcador fronterizo
número uno (N° 1). Por tanto, estas actas no solo reflejaban para Chile la
existencia de un límite marítimo (el paralelo) sino que además indicaban el
punto de inicio del mismo (proyección del Hito 1 con la línea de bajamar).

Para el Perú, al no existir un tratado de límites marítimos con Chile, la corte


debía proceder a definir esa frontera, siguiendo la línea de equidistancia
desde el punto Concordia, que es el punto donde termina la frontera
terrestre entre ambos países. La línea equidistante es defendida por el Perú
porque logra el propósito de toda delimitación marítima, que es alcanzar, en
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la medida de lo posible, una distribución equitativa de las aguas, tal cual ha


sido consagrado en la jurisprudencia de la propia corte desde 1969 así
como en tribunales arbitrales y en el Tribunal del mar. Por el contrario,
sostiene que la línea del paralelo defendida por Chile, si bien ha sido
aplicada en otras realidades geográficas, en el caso de Perú y Chile recorta
las doscientas millas de dominio marítimo del Perú, a medida que se
recorre la costa de norte a sur, provocando por ejemplo que en Camaná se
tenga solo cien millas, en Mollendo ochenta, en Ilo cuarenta, en Sama
veinte y en Tacna prácticamente cero millas.

En cuanto al inicio de la frontera marítima, el Perú sostiene que debe ser el


punto Concordia, ubicado en la orilla del mar, pues es donde concluye el
límite terrestre entre ambos Estados, de acuerdo al artículo 2 del Tratado
de Lima de 1929 y a las Actas de la Comisión Mixta Demarcadora de
Límites peruano-chilena. Agrega que el Hito 1 propuesto por Chile como
punto de inicio de la frontera marítima, no indica el término de la frontera
terrestre entre ambos países; tan solo es el primero de una sucesión de
ochenta hitos que fue colocado 264,5 m tierra adentro y no en la orilla del
mar, para no ser destruido por las aguas del océano, según consta en las
actas de la Comisión antes referida.

Chile, por su parte, sostiene que el límite marítimo está definido por el
paralelo geográfico que nace de la proyección del Hito 1 con la línea de
bajamar, pues según dicho país es ahí donde termina la frontera terrestre.

Asimismo, arguye que el paralelo ha sido utilizado como método de


delimitación en diversos países costeros del océano Pacífico, tales como
Perú y Ecuador, Ecuador y Colombia, Colombia y Panamá, por lo cual no
ve objeción de aplicarlo también a este caso.

En cuanto al Hito 1 como punto de inicio de la frontera marítima, Chile se


apoya en el Tratado de Lima de 1929 pero también en las Actas de 1968 y
1969, analizadas en el punto anterior. Según Chile, en estas actas no solo
se confirmó el límite marítimo sino también su punto de inicio.

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Las posiciones de las partes en relación con el inicio de la frontera marítima


y su proyección quedan reflejadas en el siguiente gráfico no oficial. (file:///
C:/ Users/ Y_uMser_globalPC/ Downloads/ Dialnet - Presentación Y
Análisis General Del Fallo De La CorteInter-6302441. pdf).

FUENTE: http://www.adonde.com/historia/2007controversia_peru_chile.htm

D. Posición jurídica de los países involucrados.

1. Posición jurídica de la República del Perú.

El Perú no reconoce los acuerdos pesqueros de 1952 y 1954 como tratados


de límites marítimos.

En 1982, las Naciones Unidas aprueban la Convención sobre el Derecho


del Mar (Convemar) llamada, la Constitución de los Océanos. La
Convención del Mar establece que, en ausencia de tratados formales, el
método para establecer los límites marítimos es el trazo de una línea media
y la aplicación del principio de la equidad. Según la posición peruana, Chile
y Perú, nunca han firmado un Tratado específico de límites marítimos y
Chile pretende imponer un límite marítimo tremendamente inequitativo.

La Declaración de Zona Marítima de 1952, firmada por delegados de Chile,


Ecuador y Perú, define como zona marítima de cada uno de los países las
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200 millas medidas desde la costa. Perú sostiene que, debido a las
características de la costa del Pacífico, las 200 millas de Chile se
sobreponen a las 200 millas del Perú. Si como Chile exige, se considerará
al paralelo como límite, la ciudad peruana de Camaná solo tendría 100
millas de mar territorial, Mollendo sólo tendría 80 millas, Ilo 40 millas, Sama
20 millas y Tacna no tendría mar, pues tendría 0 millas en el punto de la
Concordia.

Para el Perú, el acuerdo de 1954, firmado por delegados de Chile, Perú y


Ecuador, denominado "Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima",
sería sólo un convenio de pesca y no un tratado de límites. Sólo por error
los negociadores habrían mencionado límites marítimos, que no se
encontrarían definidos por tratado alguno.

La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, señala que no


puede tomarse un acuerdo internacional, usándolo en otro sentido: "Un
tratado deberá interpretarse de buena fe conforme al sentido corriente que
haya de atribuirse a los términos del tratado en el contexto de estos y
teniendo en cuenta su objeto y fin". (http:// www. adonde. com/ historia/
2007 controversia_peru_chile.htm).

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FUENTE: http://www.adonde.com/historia/2007controversia_peru_chile.htm

Perú, en su demanda, sostiene los siguientes argumentos fundamentales:

La frontera marítima entre Chile y Perú no ha sido establecida ni por


acuerdo ni de ninguna otra forma; siendo ese el caso, las reglas para
delimitar espacios marinos entre Estados con costas adyacentes están
contenidas en el derecho internacional general tal como se recoge en las
normas de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del
Mar de 1982, de la que Chile es Estado Parte y no siendo Perú parte de
esta convención. Perú tiene derecho a un espacio marino proyectado a
200 millas marinas desde sus costas, que se ubica más allá de la zona
económica exclusiva y de la plataforma continental chilena, que tendría en
consecuencia la calidad de zona económica exclusiva peruana y no alta
mar como actualmente sucede, el alegato de la república de Chile que
indica que el límite marítimo entre ambos países ha sido establecido a
partir del paralelo que comienza en la costa no reúne la exigencia de que
la delimitación de espacios marinos entre Estados con costas adyacentes,
como es el caso en cuestión, alcance un resultado equitativo; además, no
se basa en ningún acuerdo adoptado entre las partes. Deja entrever
igualmente en este concepto una discrepancia respecto de la ubicación del
punto inicial de la frontera marítima. El siguiente paso procesal, luego de la
presentación de la demanda, lo dieron ambas partes el 14 de marzo de
2008 cuando se llevó a cabo en la sede de la Corte en La Haya una
reunión entre la entonces Presidenta del Tribunal, la jueza Rosalyn Higgins
(Reino Unido) y los agentes de ambos Gobiernos, el ya mencionado Allan
Wagner de Perú, el Embajador Alberto van Klaveren, agente designado
por el Gobierno de Chile, los coagentes Jorge Chávez Soto, de Perú, y las
Embajadoras María Teresa Infante y Cecilia Mackenna de Chile. Teniendo
en cuenta los puntos de vista de ambos Gobiernos y las circunstancias del
caso, el 31 de marzo de 2008 la Corte resolvió que Perú debía presentar
su Memoria hasta el 20 de marzo de 2009 y que Chile debería presentar
su Contra Memoria hasta el 9 marzo de 2010. Una vez cumplida esta fase
del procedimiento escrito, es altamente probable que los Agentes de las
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partes sean invitados a reunirse en la sede de la Corte y se les consulte


sobre los plazos que estimarían adecuados para presentar la réplica y la
dúplica, de Perú y Chile, respectivamente, antes de dar curso a la fase oral
del procedimiento. Se estima que es muy factible que la alternativa de una
segunda ronda de escritos sea realidad y que, a lo menos, la réplica
peruana se presente en 2010. En definitiva, las partes informarán a la
Corte sobre el tiempo que solicitan para presentar esta segunda ronda de
escritos y la Corte lo determinará, según su propio criterio.
(https://derecho.udp.cl/wp-content/uploads/2016/08/15_Arevalo.pdf)

2. Posición jurídica de la República de Chile.

Desde 1952, el Perú reconoce que la frontera marítima con Chile es la línea
del paralelo, y lo ha hecho a través de diversos documentos. Además,
desde la Guerra del Pacífico, en el siglo XIX, Chile ejerce soberanía y
control en toda el área que el Perú está reclamando.

En 1952 Chile, Ecuador y Perú suscriben la "Declaración de Zona Marítima"


en Santiago de Chile, por la que establecen el reconocimiento de las 200
millas náuticas de cada país, cuya definición corresponde a un minuto de
arco sobre el paralelo de la línea del Ecuador.

En 1954, Chile, Ecuador y Perú deciden firmar un nuevo documento,


llamado "Convenio sobre Zona Especial Marítima", debido a que "se
producen con frecuencia de modo inocente y accidental, violaciones de la
frontera marítima entre los Estados vecinos", situaciones que se intentan
regular y para lo cual "establéese una zona especial, a partir de las 12
millas marinas de la costa, de 10 millas marinas de ancho a cada lado del
paralelo que constituye el límite marítimo entre los dos países".

En 1955, el gobierno del Perú, en la resolución N.º 23, afirma que la zona
marítima peruana está "limitada en el mar por una línea paralela a la costa
peruana y a una distancia constante de ésta, de 200 millas náuticas" (punto
1) y que, de conformidad "con el inciso IV de la Declaración de Santiago, ha

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línea no podrá sobrepasar a la del paralelo correspondiente al punto en que


llega al mar la frontera del Perú" (punto 2).

En 1955, el Congreso del Perú ratifica los acuerdos de 1952 y 1954 (y otros
acuerdos y convenios relacionados).

Según la posición chilena, los acuerdos de 1952 y 1954 tienen la naturaleza


de un Tratado Internacional, se basan para ello en la Convención de Viena
de 1980, que, si bien no tiene efectos retroactivos, están reconociendo un
derecho internacional consuetudinario.

La Convención de Derecho del Mar indica que los acuerdos previos


vigentes entre los Estados y, además, la existencia de derechos históricos,
priman por sobre el establecimiento de la línea media contemplada por la
misma convención y desde hace más de 50 años, en la práctica, Chile ha
ejercido soberanía en el espacio marítimo reclamado por Perú, deteniendo
a los buques pesqueros peruanos que han cruzado el paralelo.

(http://www.adonde.com/historia/2007controversia_peru_chile.htm).

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FUENTE: http://www.adonde.com/historia/2007controversia_peru_chile.htm

Asimismo, Chile afirma que la conducta en el tiempo de las dos partes


ratifica lo que se estableció en el tratado, es decir, antes de la controversia
no existía dudas respecto del contenido de las Convenciones. Igualmente,
Chile reconoce como frontera terrestre con el Perú el Hito N° 1. conforme
las actas modificatorias de 1968 y 1969 al Tratado de Lima de 1929,
acuerdo por el cual se divide Tacna y Arica en partes iguales y antes de la
modificatoria se indicaba que el límite terrestre era el punto de Concordia.
En resumen, la estrategia legal de Chile consistirá en probar que el
Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954 tiene carácter
de límite marítimo por el acuerdo internacional de voluntades de ambos
Estados con lo cual se dejaría sin efecto cualquier pretensión de aplicar
una línea equidistante. (1157 - Texto del artículo – 3947 – 1 - 10-20170315
(1).pdf)

E. Solución del problema (Fallo de la Corte Internacional de Justicia).

La sentencia del 27 de enero del 2014 comenzó por reconocer que el Tratado
de Lima de 1929 estableció la frontera terrestre entre Chile y Perú. Respecto a
la existencia de un límite marítimo, la CIJ analizó los siguientes antecedentes:
las declaraciones unilaterales de Chile y Perú de 1947; la Declaración sobre
Zona Marítima de 1952; diversos acuerdos de 1954; y las marcas de
enfilación de 1968 y 1969. Por medio de las declaraciones de 1947, los
presidentes Gabriel González Videla y José Luis Bustamante y Rivero
proclamaron derechos marítimos para Chile y Perú sobre una zona que se
extiende hasta 200 millas náuticas desde sus costas. El tribunal internacional
observó que conforme lo señalado por ambas partes en litigio, tales
declaraciones no establecieron por sí mismas una frontera marítima. Por esta
razón, únicamente les asignó importancia probatoria en relación a un futuro
acuerdo de límites marítimos.

Si bien la CIJ no tuvo problemas en reconocer la Declaración sobre Zona


Marítima de 1952 como un tratado, se preguntó si este acuerdo estableció una
frontera marítima.
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FUENTE: https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fblogdebanderas.com
%2F2014%2F01%2F27%2Funa-mirada-al-fallo-de-la-corte-internacional-de-justicia-sobre-la-
frontera-chile-peru%2F&psig=AOvVaw2TUnarwHaalCmSk-
ymxbWk&ust=1645389585968000&source=images&cd=vfe&ved=2ahUKEwibl8r_z4z2AhWMq
JUCHTJxB_EQr4kDegUIARDRAQ

Al respecto, el tribunal observó que la Declaración de Santiago de 1952 no se


refirió expresamente a dicha frontera, ni señaló coordenadas o acompañó
material cartográfico. Según la CIJ, ni su párrafo II ni III hicieron mención
explícita de límites paralelos para las proclamadas zonas de 200 millas
marinas.

Por su parte, el párrafo IV se refirió exclusivamente al caso de la existencia de


una isla o grupo de islas de alguna de las partes ubicadas a menos de 200
millas náuticas de la zona marítima general de cada Estado, en cuya situación

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se aplica el paralelo geográfico como límite marítimo desde el punto donde


comienza la frontera terrestre correspondiente. En su momento, las únicas
islas que se tuvieron en cuenta para estos efectos fueron las Galápagos. Sin
perjuicio de lo anterior, la utilización del paralelo geográfico para las islas de
una de las partes en la Declaración sobre Zona Marítima de 1952 llevó a la
CIJ a concluir que puede haber existido una especie de entendimiento común
sobre límites marítimos de carácter general, aun cuando dicho acuerdo
internacional no lo haya establecido expresamente.

Dentro de los otros instrumentos jurídicos que analizó la sentencia, a fin de


determinar la existencia de un límite marítimo entre Chile y Perú, estuvieron el
Acuerdo Complementario de 1954 a la Declaración sobre Zona Marítima de
1952, el Acuerdo sobre Medidas de Supervisión y Control de las Zonas
Marítimas de 1954, y el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima del
mismo año. Para la CIJ, el principal objetivo que tuvo el Acuerdo
Complementario de 1954 fue reiterar el reclamo de soberanía y jurisdicción de
las partes de la Declaración de Santiago de 1952 contra las principales
potencias marítimas. En opinión de la CIJ, si bien para 1954 se podían
distinguir tres zonas marítimas bajo la jurisdicción de las partes de la
Declaración de Santiago y de su Acuerdo Complementario, ni estos
instrumentos ni el Acuerdo sobre Medidas de Supervisión y Control de las
Zonas Marítimas de ese mismo año reflejaron la ubicación o naturaleza de los
límites marítimos entre Chile y Perú.

A juicio del tribunal, la existencia de esta frontera o límite marítimo sí se


reconoció en el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954,
pero sin indicación de cuándo y cómo fue acordado. En virtud de lo anterior, la
CIJ concluyó que ya existía un acuerdo tácito antes de este tratado,
confirmando lo ya adelantado en su sentencia respecto de las declaraciones
unilaterales de 1947 y la Declaración de Santiago de 1952. Respecto de las
marcas de enfilación de 1968 y 1969, el tribunal señaló que su objetivo fue
limitado y que se establecieron sobre la base de una frontera marítima que se
extiende sobre el paralelo geográfico más allá de las 12 millas náuticas, como

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lo había indicado antes el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima


de 1954.

Una vez establecido que el límite marítimo entre las partes en litigio fue
acordado tácitamente con anterioridad a 1954, la sentencia procedió a
determinar su naturaleza y extensión. En virtud de las declaraciones
unilaterales de Chile y Perú de 1947 y la Declaración de Santiago de 1952, el
tribunal resolvió que la frontera marítima entre los Estados en litigio es un límite
a todo propósito que comprende el suelo, subsuelo y aguas subyacentes. La
CIJ consideró que el objetivo del Convenio sobre Zona Especial Fronteriza
Marítima de 1954 no era otro que establecer un área de tolerancia para la
actividad pesquera de embarcaciones pequeñas de los Estados partes a lo
largo del límite marítimo paralelo, la cual se extendía a la distancia de 60 millas
marinas en que dicha actividad tenía lugar por esos años. Esta circunstancia,
sumada al desarrollo contemporáneo del derecho del mar en la década de los
50, le bastó al tribunal para concluir que el límite marítimo paralelo establecido
no puede haber pasado de las 80 millas náuticas. Del examen de la práctica
legislativa; del Protocolo de Accesión de 1955 a la Declaración de Santiago; de
las actividades de ejecución del límite marítimo; de las actas de 1968 y 1969;
de las negociaciones con Bolivia entre 1975 y 1976; de la posición de las
partes en la III Conferencia de la ONU sobre Derecho del Mar de 1982; del así
denominado "memorándum Bákula" de 1986; y de la práctica posterior a ese
año, la CIJ concluyó que el límite marítimo acordado tácitamente entre las
partes, y que se refleja en el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza
Marítima de 1954, no se extiende más allá de las 80 millas náuticas del
paralelo geográfico.

Habiendo resuelto que hay una frontera marítima, la CIJ procedió a identificar
su punto de inicio. Para esto, le asignó importancia al entendimiento existente
en 1968 al momento de realizar las marcas de enfilación en torno al "Hito Nº 1",
considerado por los delegados de las partes que comenzaron los preparativos
para la instalación de faros a cada lado de la frontera terrestre entre Chile y
Perú como indicativo del límite marítimo paralelo. Al respecto, el tribunal

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agregó que no había sido llamado a determinar la posición del punto


"Concordia", donde la frontera terrestre entre las partes empieza, e indicó que
es posible que este punto no coincida con el inicio del límite marítimo ya
definido, lo cual "sería una consecuencia de los acuerdos alcanzados entre las
partes". Al no ser Perú parte de la CONVEMAR e invocar sus disposiciones
como costumbre internacional, la CIJ consideró que dicho Estado se ha
comprometido formalmente a aplicar su llamado "dominio marítimo" sobre las
200 millas náuticas que esta área comprende de una manera consistente con
dicho tratado. De acuerdo al tribunal, el curso de la frontera marítima a partir
del así denominado "punto A" (ubicado a 80 millas marinas contadas desde la
intersección del paralelo de latitud sur que pasa por el "Hito Nº 1" y la línea de
baja marea) debe responder al principio de equidistancia de los artículos 74 y
83 de la CONVEMAR, que reflejan el derecho internacional consuetudinario en
la materia.

Siguiendo al asunto de la delimitación marítima en el Mar Negro (Rumania c.


Ucrania) y a la disputa territorial y marítima (Nicaragua c. Colombia), la CIJ
empleó un método de solución equitativa dividido en las tres etapas siguientes:
primero, el tribunal traza una línea equidistante provisional si las costas
relevantes son adyacentes, o una línea media entre ambas si las costas son
opuestas, a menos que hayan razones de peso que impidan el trazado de esta
línea; en seguida, considera si hay circunstancias pertinentes que puedan
motivar el ajuste de esa línea, a fin de alcanzar un resultado equitativo; y
finalmente, lleva a cabo un examen de desproporcionalidad, a través del cual
evalúa el efecto de la línea ajustada en los estados litigantes, de tal manera
que sus áreas respectivas se conformen en general a la longitud de sus costas,
evitando así una solución inequitativa.

En este caso, el tribunal procedió a trazar una línea que va desde el "punto A"
a un "punto B" (coincidente con el cruce de la línea equidistante y la zona
económica exclusiva chilena), para luego bajar a un "punto C" (en la
intersección de la nueva zona marítima de Perú con las 200 millas náuticas
bajo soberanía y jurisdicción de Chile). La CIJ finalmente señaló que son las

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partes litigantes quienes deben acordar las coordenadas precisas de este


límite marítimo. (https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
34 37 2014 00 0 30014)

III. CONCLUSIONES.

A. El fallo dictaminado por la Corte Internacional de Justicia de la Haya


concerniente a la delimitación marítima entre la Republica del Perú y la
Republica de Chile PERMITE demostrar a los Organismos Internacionales que
no es necesario un conflicto bélico para reclamar el Derecho Marítimo de un
País en el marco del Derecho Internacional.

B. El Derecho Internacional que protege a todos los Países ante cualquier


conflicto de determinada materia BRINDA instrumentos internacionales para
solucionar demandas velando el interés de ambos Países.

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