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LA AUTOSUFICIENCIA DE DIOS

Autosuficiencia: Estado o condición de quien se basta a sí mismo.


no nos imaginemos que Dios exista simplemente para responder las oraciones de su pueblo. Solo
usamos a Dios como una especie de fuente de donde obtener lo que queremos.
Lo que le pidamos en el nombre de su Hijo Él nos lo dará, si está dentro de los confines de su
voluntad. (Marcos 11:24) Él da, pero al dar se da también a sí mismo. Y el mejor regalo que Dios
nos hizo jamás es Él mismo.
El ser de Dios no es pecador, porque Dios fue el originador de todos nosotros, y solamente nuestra
naturaleza caída es pecadora.
Él es el YO SOY del amor (1° Juan 4:16), la esencia de toda santidad (levítico 20:26 y 1° Pedro 1:16)
y la fuente de toda luz (Juan 8:12)
No tiene nada de malo decir: “Yo” o “yo soy”. Pero cuando usted dice: “Yo soy, siempre pone el
“soy” en letras minúsculas. En cambio cuando Dios dice: “YO SOY” lo pone en mayúsculas: hay una
diferencia. Cuando Dios dice: “YO SOY” significa que no deriva de nada. Él comenzó todo: Él es
Dios. Pero cuando yo digo: “yo soy”, soy solo un pequeño eco de Dios.
Dios está orgulloso de su pueblo, y de que podamos decir: “yo soy” con una vocecita de eco,
porque Él es la voz original que dice “YO SOY EL QUE SOY”. La doctrina del hombre hecho a imagen
de Dios es una de las doctrinas básicas de la Biblia y una de las más elevadas, extendidas,
magnánimas y gloriosas doctrinas que conozco. Respetarse a sí mismo no tiene nada de malo, no
hay nada de malo en decir: “Yo soy”, “yo seré”, y “yo haré” mientras recordemos que lo estamos
diciendo en letras minúsculas, como eco de Aquel original que fue el primero en decir: “YO SOY”.
La esencia del pecado es un ego independiente. Fíjese, Dios se sentó en el trono: el YO SOY. Y vino
el hombre y dijo: “yo seré” y buscó elevarse por encima del trono de Dios. Desobedeció a Dios y
tomó el bocado con sus propios dientes y se convirtió a sí mismo en un pequeño dios. El mundo
pecador dice: “yo soy”, olvidando que es un eco del Único soberano, y habla por sí mismo.
La definición de pecado es la autoafirmación caída. Dios nos hizo para que seamos como planetas:
van dando vueltas y vueltas, sostenidos por la atracción magnética del sol. Y a su alredor, abrigada,
sanada, bendecida e iluminada por su santa Persona, toda su creación se mueve: todos los
serafines, querubines, ángeles y arcángeles, hijos de Dios y observadores en los cielos. Y lo mejor
de todo fue el hombre, hecho a su imagen y semejanza. Giramos alrededor de Dios como un
planeta alrededor de su sol. Pero un día el pequeño planeta dijo: “Seré mi propio sol. Separado de
Dios”. Y el hombre cayó. Eso es lo que llamamos la caída del hombre: el pecado se levantó, tomó
el lugar de Dios y dijo: “Yo seré por mí mismo”. Y Dios fue descartado. Como dijo el santo apóstol,
no querían tener a Dios en sus mentes, por lo tanto Dios los entregó a sus pasiones vergonzosas
(Romanos 1:26). Y todo el mal que preocupa ahora a la policía, los educadores, los médicos y los
psiquiatras—desviaciones, sodomía, exhibicionismo y todo lo demás—todo vino como resultado
de que el hombre no quiso tener a Dios en su mente o en su corazón, no lo reconoció como Dios.
Se apartó afirmándose a sí mismo como su propio y pequeño dios.
¿No es esa la manera en la que actúa el pecador común? Es su propio pequeño dios. Es el sol. Se
pone a sí mismo en letras mayúsculas y olvida que por encima de él hay alguien que lo juzgará.
Los existencialistas dicen que el hombre es, que el hombre no fue creado, que el hombre solo es y
tiene que partir de allí. No tiene un Creador, no fue planeado, nadie pensó en él: solo es. Le hacen
decir al hombre lo que solo Dios puede decir: “yo soy el que soy”.

Allí se sentó Dios en el trono, el “YO SOY EL QUE SOY”, el eterno, autosuficiente, que existe por sí
mismo. Hizo al hombre parecido a Él y le dio libre albedrío dijo: “El hombre puede hacer como le
plazca”. Quiso que el hombre girara alrededor del trono de Dios como los planetas giran alrededor
del sol. Y repito, el hombre dijo: “Yo soy el que soy”, se apartó de Dios, y su identidad caída tomó
el control.

El gran Dios todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, dijo: “Este es mi nombre por todas las
generaciones, así me recordarán para siempre: YO SOY EL QUE SOY. Nunca fui creado; no fui
hecho, YO SOY. Te hice por mi amor, te hice para que me adores, honres y glorifiques. Te hice para
amarte, sostenerte y darme Yo mismo a ti.

Entonces, ¿cómo es Dios? Dios no es como nada que usted conozca, Dios existe por sí mismo y
nada más.

Antes que las colinas fuesen afirmadas, O que la tierra recibiera su forma, Desde la eternidad, tú
eres Dios, Por años sin fin eres el mismo. 2 Cuando el cielo y la tierra todavía no habían sido
hechos, Cuando el tiempo era aun desconocido, Tú, en tu gloria y majestad ¡Viviste y amaste solo!
Tú eres no nacido; no había ninguna fuente De la cual hubieras fluido; No hay nada que tú no
puedas alcanzar: Porque eres simplemente Dios.

“No yo, sino Cristo, sea honrado, amado, exaltado; no yo, sino Cristo, sea visto, conocido,
escuchado; no yo, sino Cristo, en cada mirada y acción”. No yo, sino Cristo.

La palabra "ejad" significa "unidad" o "colectividad,"  algo muy similar a lo que es una
familia humana.   Aunque los miembros de una familia humana son mas de uno,  todos
los integrantes de una unidad familiar tienen un mismo apellido,  un mismo parecido
Marcos 12:29

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