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En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso

Al Haiat
La Vida

Tomo IV

Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi


y ‘Ali Hakimi

Biblioteca Islámica Ahlul Bait (P)


Título original: Al Haiat
Autor: Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi
Traductor: Muhammad Muallemi Zadeh
1ª Edición impresa: Organización de Propagación Islámica, 1994
Publicación de la presente edición: Mayo 2018
Edición:

Biblioteca Islámica Ahlul Bait (P)


www.biab.org
correo@biab.org
Al Haiat - La vida

ِ ‫ين آ َمنُوا ا ْستَ ِجيبُوا لِلَّـ ِه َولِل َّرس‬


‫ُول إِ َذا‬ َ ‫يَا أَ ُّيهَا الَّ ِذ‬
‫َد َعا ُك ْم لِ َما يُحْ يِي ُك ْم َوا ْعلَ ُموا أَ َّن اللَّـهَ يَحُو ُل بَي َْن‬
َ ‫ْال َمرْ ِء َوقَ ْلبِ ِه َوأَنَّهُ إِلَ ْي ِه تُحْ َشر‬
 ‫ُون‬
¡Oh, los que creéis! Responded a Dios y al Mensajero
cuando os invitan a lo que os da vida y sabed que Dios
se sitúa entre el hombre y su corazón y que seréis congre-
gados hacia Él.
Corán, sura 8:24

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Al Haiat - La vida

Al Imam Ruhullah Musaui al-Jomeini (ra), el más grande


e importante líder revolucionario que ha aparecido en la
historia contemporánea, forjador de una gran comuni-
dad y conductor de un movimiento liberador, demoledor
y reconstructor, que se opuso al imperialismo opresor
mundial llamando a retornar a la nobleza del hombre y a
la renovación de la vida del Islam.

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Al Haiat - La vida

Prefacio de la edición castellana

Presentamos a los lectores de habla hispana el cuarto tomo de


la Enciclopedia Islámica titulada “La vida” (en árabe: “Al Haiat”),
correspondiente a la segunda mitad del Tomo II de la edición árabe
original, la cual hemos subdividido a fin de que la publicación no
sea demasiado voluminosa.
Como ya ha sido explicado en los tomos anteriores, el método
usado por los autores en esta obra, consistente en presentar diversos
temas de suma importancia para la vida del ser humano y su felicidad
exclusivamente a través de las aleyas del Sagrado Corán y las pala-
bras de las Nobles Tradiciones del Profeta Muhammad (PBd) y de
sus sucesores, los Imames Infalibles de su Descendencia purificada
(P), nos permite conocer el pensamiento y la doctrina islámica en su
más pura forma, libre de opiniones ajenas al Islam. De esta manera,
la presente Enciclopedia nos permite conocer la religión islámica
directamente a través de sus dos fuentes principales: el Libro de
Dios y las Tradiciones islámicas (en árabe: “hadiz”).
En este tomo se exponen tres temas que están íntimamente
vinculados con los vistos en el tomo anterior. Los temas son “Los
sabios”, “El gobernante religioso” y “El gobierno religioso “, y nos
permiten tener una visión de la gran importancia sociopolítica de
la religión.
Deseamos aclarar que después de la mención generalizada o
particular de un Profeta o una persona santa, como un Imam, se
coloca la letra “P” entre paréntesis, lo cual significa “Con él/ella/
ellos sea la Paz”. Se trata de un saludo con el cual los musulmanes

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Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

acostumbramos a honrar a estas personalidades que tanto han be-


neficiado a la Humanidad en su conjunto. En el caso particular del
Profeta Muhammad (PBd), las letras “PBd” significan “Con él sean
la Bendición y la Paz, y con su Descendencia purificada”. Esta es
una salutación especial para él, con la cual se lo dignifica por su
elevada jerarquía y su proximidad a Dios Altísimo.
Por último, deseamos agradecer a todas aquellas personas que
de un modo u otro han colaborado en la traducción y corrección de
esta obra, especialmente a nuestros hermanos Abdul Latif Martínez,
Abdullah Madani y Abdullah Yusuf Pagano, e igualmente a Ya’far
González cuya traducción del Corán al castellano ha sido utilizada
para los textos coránicos de esta edición.
Rogamos a Dios para que esta obra beneficie a todos los cre-
yentes sinceros y a los buscadores de la verdad, incrementando sus
conocimientos y ayudándolos en su crecimiento espiritual. Y no hay
Fuerza ni Poder sino en Dios Único, el Imponente, el Grandioso.

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Al Haiat - La vida

Sección Octava

Los sabios

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Al Haiat - La vida

Capítulo I

Punto de vista general

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Fatir, Originador.
“En verdad, de Sus siervos, sólo temen a Dios los que son
sabios. En verdad, Dios es todopoderoso, perdonador”.
(35:28)

2.- Sura Al-Baqara, La vaca.


“(Dios) Otorga la sabiduría a quien Él quiere. Y, a quien
le es dada la sabiduría, recibe un bien abundante. Pero no
reflexionan más que los dotados de intelecto”.
(2:269)

3.- Sura Al-An‘am, Los rebaños.


“¿Acaso quien estaba muerto y Nosotros le dimos la vida
y pusimos para él una luz con la que caminar entre la
gente, es igual que quien está en las tinieblas, sin poder
salir de ellas?.
Así es como hacemos que a los incrédulos les parezca bien
lo que hacen”.
(6:122)

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Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

Consultando los capítulos adecuados de la Sección Primera,


encontrará otros ejemplos de aleyas que aluden a las cuestiones
expuestas en esta Sección.

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Los sabios en la tierra son comparables a las estrellas
en el cielo: (el hombre) es encaminado por ellas en las
tinieblas de la tierra y del mar, y cuando se aparta (de su
guía), es posible que se extravíe del buen camino”.
(“Muniatul Murid”, pág. 12)
2.- Del Imam Sadiq (P), de sus padres, de ‘Ali (P), quien narró:
“Dijo el Mensajero de Dios (PBd): ‘Tres son las personas
que interceden ante Dios, Poderoso y Majestuoso: los
Profetas, luego los sabios, después los mártires’”.
(“Al Bahar”, tomo VIII, pág. 34)
3.- Del Imam Al-Askari (P), de Muhammad ibn ‘Ali Al-Baqir
(P):
“El sabio es como quien tiene una vela que ilumina a la
gente. Entonces todo aquel que observa su vela, suplica el
bien para él. Así es el sabio con la vela: aparta la oscuridad
de la ignorancia y de la confusión”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 4)

4.- Del Imam ‘Ali (P):


“Los sabios son desconocidos por la abundancia de ig-
norantes”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 40)

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Al Haiat - La vida

Capítulo II

La grandeza del sabio

Los sabios y sus jerarquías

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Az-Zumar, Los grupos.
“¿Acaso quien adora en mitad de la noche prosternado y
en pie, temeroso del castigo en la otra vida y esperando
la misericordia de su Señor (es cómo quién no es así)?.
Di: ‘¿Acaso son iguales el que sabe y el que no sabe?’.
En verdad, sólo se deja amonestar la gente dotada de
entendimiento”.
(39:9)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Sepan que Dios ama a los buscadores de conocimiento”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 30)
2.- Del Profeta (PBd):
“La preferencia del sabio sobre el devoto es como la
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preferencia de la luna sobre el resto de las estrellas en la


noche de plenilunio”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 34)
3.- Del Imam ‘Ali (P):
“Dos ciclos de oración de un sabio son mejores que se-
tenta ciclos de oración de un ignorante. Porque sin duda
que si al sabio le llega una tentación, sale de ella con su
conocimiento; pero si le llega al ignorante, lo deprime
totalmente”.
(“Al Bahar”, tomo I, pág. 208)
4.- Del Profeta (PBd):
“¡Oh, ‘Ali! Una hora del sabio que está recostado sobre su
lecho reflexionando en el conocimiento es mejor a setenta
años de adoración”.
(“Udatul Dai”, pág. 66)
5.- Del Imam ‘Ali (P):
“¡Oh, Kumail ibn Ziad! Ciertamente los corazones son
recipientes: el mejor de ellos es el que tiene más capacidad.
Por consiguiente, guarda lo que voy a decirte: los hombres
son de tres clases: el sabio educador, el estudiante en el
camino de la salvación y el necio de Ja chusma, seguidor
de todos aquéllos que alzan la voz o que gritan azuzando.
Estos se inclinan con todo viento, no se ilustran a la luz de
la ciencia ni se refugian en un fundamento sólido.
¡Oh, Kumail! La ciencia es mejor que los bienes. La ciencia
te protege mientras que tú debes proteger a los bienes. La
riqueza se reduce por el gasto mientras que la ciencia no
merma por la enseñanza. La obra de la riqueza desaparece
con su desaparición (y la de la ciencia no).
¡Oh, Kumail ibn Ziad! El conocimiento de la ciencia es
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Al Haiat - La vida

un modo de vida por el cual se te recompensará. A través


suyo el hombre alcanza la obediencia a Dios en su vida
y una buena reputación después de su muerte. La ciencia
gobierna, mientras que los bienes son gobernados.
¡Oh, Kumail! Los acumuladores de bienes son extermina-
dos estando aún vivos, mientras que los sabios perduran a
través del tiempo; aunque sus cuerpos hayan desaparecido,
sus enseñanzas permanecen en los corazones”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.155 y 1.156)
6.- Del Imam Sadiq (P), de lo que transmitió de parte de sus
ancestros del Mensajero de Dios (PBd):
“La gente de mayor valor es la que tiene más conocimiento,
y la de menor valor es la que posee menos conocimiento”.
(“Amale Saduq”, pág. 19)
7.- Del Imam Kazim (P):
“¡Instrúyanse en la religión de Dios! Pues ciertamente la
instrucción es la llave del intelecto, la completitud de la
adoración, un medio hacia las jerarquías elevadas y los
grados majestuosos en la religión y el mundo.
La preferencia del sabio sobre el devoto es como la del
sol sobre las estrellas. Quien no se instruye en su religión,
Dios no se complacerá de sus acciones”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 302 y 803)

Honrar a los sabios y engrandecerlos

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Muyadila, La discusión.
“Dios elevará el grado a quienes de vosotros tengan fe y
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Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

a quienes les ha sido dado conocimiento. Dios está bien


informado de lo que hacéis”.
(58:11)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Mirar el rostro de un sabio es devoción”.
(“Navadir Ar Ravandi”, pág. 11)
2.- Del Profeta (PBd):
“Mirar el rostro de un sabio es mejor para ti que liberar
a mil esclavos”.
(“Al Bahar”, tomo I, pág. 204)
3.- Del Imam ‘Ali (P):
“Quien honra a un sabio sin duda honra a su Señor”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 285)
4.- Del Imam Sayyad (P):
“En cuanto al derecho de quien te dirige con el conoci-
miento, es la honra para él y el respeto de su clase. Préstate
buena atención y dedicación. Dirígete a él ayudándolo
respecto de aquello que necesitas de la ciencia, librando
tu intelecto para él y dejando tu entendimiento dispuesto
hacia él. Purifica tu corazón, manifiesta para él tu per-
cepción con el abandono de los placeres y la disminución
de los deseos”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 187)

Visitar a los sabios

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De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“La visita a los sabios es más apreciable para Dios Altí-
simo que setenta circunvalaciones alrededor de la Casa
(la Ka’aba) y más preferible que setenta peregrinaciones
mayores y menores (Hayy y ‘Umra) piadosas y aceptadas
(por Dios). Dios Altísimo lo asciende (a quien visita a los
sabios) setenta grados, y hace descender sobre él la Mi-
sericordia. Los ángeles dan testimonio de que el Paraíso
es obligatorio para él”.
(“Udatul Dai”, pág. 66)

Sentarse ante los sabios

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“No hay creyentes que se siente una hora ante un sabio
sin que su Señor, Poderoso y Majestuoso, proclame: ‘¡Te
sentaste ante Mi amado! ¡Juro por Mi Poder y Mi Majestad
que he de darte estancia junto a él en el Paraíso! Y esto
no es problema para Mí’”.
(“Al Bahar”, tomo I, pág. 198)
2.- Del Profeta (PBd):
“¡Oh, Abu Dharr! Sentarse una hora para discurrir en el
conocimiento es más apreciado para Dios que velar mil
noches rezando en cada una mil ciclos (de oraciones). Y
sentarse una hora para discurrir en el conocimiento es
más apreciable ante Dios que mil batallas y que la lectura
de todo el Corán”.
(“Al Bahar”, tomo I, pág. 203)
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La conducta de la compañía del sabio y sus


derechos

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Baqir (P):
“Cuando te sientes ante un sabio procura poner el mayor
esmero en escuchar lo que dice. Aprende a escucharlo bien,
así como su buena manera de hablar. No interrumpas para
nada su alocución”.
(“Al Bahar”, tomo I, pág. 222)
2.- Del Imam Sadiq (P):
“Amir al-Mu’minin decía: ‘Entre los derechos del sabio
está el no hacerle muchas preguntas y no aferrarse a sus
ropas. Cuando te presentas ante él y hay gente acompa-
ñándolo, entonces saluda a todos y bríndale a él un saludo
especial. Siéntate ante sus manos (enfrente suyo, no a su
lado), y no te sientes detrás de él. No guiñes con tus ojos
ni hagas señas con tus manos. No digas mucho ‘dijo fu-
lano y dijo fulano’ en contra de su dicho. No lo molestes
prolongando la conversación. Pues ciertamente el ejemplo
del sabio es como el del datilero: espera ante él hasta que
algo caiga sobre ti”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 37)

El sabio y la importancia de seguirlo

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“Sabed que el discurso del sabio y su seguimiento es un
modo de vida el cual Dios recompensará por su obediencia.
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Es adquirir las cosas buenas, borrar las malas, un ahorro


para los creyentes y la elevación en sus vidas”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 141)
2.- Del Imam ‘Ali (P), de su legado para Malik al-Ashtar:
“Consulta mucho a los sabios y discurre con los filósofos
en aquello que consolida las necesidades de tus ciudades
y pone en práctica las cosas rectas de la gente ante ti”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.001)

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Capítulo III

El sabio está en su obra

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura As-Saf, La fila.
“¡Oh, creyentes! ¿Por qué decís lo que no hacéis? ¡Dios
aborrece mucho que digáis lo que no hacéis!”.
(61:2-3)
2.- Sura Al-Baqara, La vaca.
“¿Acaso ordenáis a la gente que sea virtuosa y vosotros
mismos lo olvidáis, a pesar de que recitáis la Escritura
(Sagrada)? ¿Es que no razonáis?”.
(2:44)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Nos refugiamos en Dios de la ciencia que no beneficia.
Ella es la ciencia que se opone a la acción con sinceri-
dad. Y sepan que ciertamente un poco de ciencia requiere
mucha obra, pues una hora de ciencia obliga a su dueño
a ponerla en práctica a lo largo de su vida”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 32)
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2.- Del Imam ‘Ali (P):


“La desgracia de la ciencia es dejar de obrar de acuerdo
con ella”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 136-137)

3.- Del Imam Sadiq (P), en la tradición conocida como ‘Un-


auanul Basari’:
“Si deseas la ciencia, busca primero en tu alma la verda-
dera servidumbre. Pide la ciencia junto con su puesta en
práctica. Y pide de Dios la comprensión de todo esto. Y
Él te hará entender”.
(“Al Bahar”, tomo I, pág. 255)

4.- Del Imam Sadiq (P):


“Aprendan todo lo que quieran, que Dios nunca los benefi-
ciará con la ciencia hasta que obren de acuerdo con ella”.
(“Udatul Dai”, pág. 67)

5.- Del Imam Kazim (P), de lo que narró del Mesías Jesús (P):
“En verdad os digo: ciertamente los hombres en la sabidu-
ría son de dos clases: uno que la confirma (a la ciencia) y
con su dicho y la demuestra con su obra; el otro la confirma
con su dicho pero la estropea con su mala acción. Entre
ambos existe mucha diferencia.
Albricias para los sabios que obran de acuerdo a su ciencia
y ¡ay de los sabios charlatanes! (que no obran de acuerdo
a su conocimiento)”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 289)

Señalaremos a continuación otras cuestiones de vinculaciones


varias entre la acción y la ciencia.

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El sabio sin acción aumenta su alejamiento de


Dios

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Quien se desarrolla en la ciencia y no aumenta su des-
apego en este mundo, no incrementa sino el alejamiento
de Dios”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 37)

2.- Del Profeta (PBd), según lo que narró Amir al-Mu’minin (P):
“Quien aumenta su conocimiento y no desarrolla su
conducta y accionar de acuerdo al Sendero Recto, no
acrecienta respecto de Dios sino el alejamiento”.
(“Udatul Dai”, pág. 65)

3.- Del Imam Sayyad (P):


“Está escrito en el Evangelio: ‘No busquéis el conoci-
miento de aquello que desconocéis mientras no actuéis
conforme a lo que ya conocéis. Pues ciertamente la cien-
cia, cuando no se obra de acuerdo a ella, no aumenta a
su dueño sino en impiedad y no acrecienta de Dios sino
el alejamiento”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 44-45)

El sabio que no practica es despreciable ante la


gente

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
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“Sin duda que si los portadores del conocimiento lo por-


taran con su verdad, serían amados por Dios, Sus ángeles
y los obedientes de su creación. Pero ellos lo portan con
fines mundanales. Entonces Dios los detesta. Ellos son
miserables ante la gente”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 37)

El sabio que no obra tiene un arrepentimiento y


un castigo más violento que la gente

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Ciertamente la gente del Fuego padecerá por el olor del
sabio que haya traicionado su conocimiento. El arrepenti-
miento y el lamento más intenso entre la gente del Fuego
es el de aquél hombre que convocó a un siervo hacia Dios
y éste le atendió y aceptó (la invitación), obedeciendo a
Dios; entonces Él lo hace entrar al Paraíso, haciendo
ingresar al convocador al Fuego debido a su abandono
de la ciencia y su seguimiento de los deseos”.
(“Udatul Dai”, pág. 67)
2.- Del Imam Sadiq (P):
“El más castigado de entre la gente es el sabio que no
aprovecha nada de su conocimiento”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 37)

El sabio que no practica es un tonto

De la Tradición (hadiz):
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1.- Del Imam Sadiq (P):


“El objetivo de los sabios es la consideración, mientras
que el de los tontos es la narración”.
(“Udatul Dai”‘, pág. 67)

El sabio que no obra es un ignorante

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“La ciencia convoca a la acción. Entonces, si (el sabio)
responde a ella, bien; de lo contrario, (la ciencia) se aparta
de él (y el sabio queda ignorante)”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 33)

2.- Del Imam ‘Ali (P):


“No hagáis de vuestro conocimiento ignorancia y de
vuestra certeza duda. Cuando sepáis, ¡obrad! Y cuando
tengáis certeza, ¡cumplid!”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.220)

3.- Del Imam ‘Ali (P):


“Es suficiente para un sabio como ignorancia el hecho
que su conocimiento y su obra se nieguen mutuamente”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 243)

4.- Del Imam Sadiq (P):


“Aquel cuya obra no ratifica su dicho, no es sabio”.
(“Al Kafi”, tomo I,·pág. 36)

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El estado del sabio que no obra es peor que el del


ignorante

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“Si el sabio obra sin su conocimiento es como el ignorante
desorientado que no supera su ignorancia. Así el argumen-
to contra él es más grande, el lamento es necesario y ante
Dios él es más reprochado (censurado)”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 339)

El sabio que no obra y su mala influencia

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“Sólo se desanima la gente en la búsqueda de la ciencia
cuando mira a quien poco práctica de lo que conoce”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 134)

La difusión sin obra es inútil

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“¡Oh, Abu Dharr! El ejemplo de quien convoca (al bien)
sin poner en práctica lo que dice, es como el ejemplo de
quien tira sin arco”.
(“Makarimul Ajlaq”, pág. 134)
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2.- Del Imam Sadiq (P):


“Cuando el sabio no actúa de acuerdo a su conocimiento,
su consejo resbala sobre los corazones como la lluvia
sobre la piedra”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 44)

Los predicadores de la comunidad que no


practican lo que pregonan

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“En la noche en que fui transportado al cielo, vi a un
pueblo al que le cortaban sus labios con tijeras de fuego
y después los arrojaba.
Entonces dije: ‘¡Oh, Gabriel! ¿Quiénes son ellos?’. Él me
dijo: ‘Son los predicadores de tu comunidad que escoltan
a la gente hacia la piedad y se olvidan de sí mismos. Ellos
leen en el Libro: ‘¿Acaso no razonan?’”.
(“Al Uasail”, tomo II, pág. 420)

Los zorros de la comunidad

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Sayyad (P), según narró Zurarah ibn Aufa:
“Entré a lo de ‘Ali ibn Husein y me dijo: ‘¡Oh, Zurarah!
Los hombres en nuestra época son de seis categorías: león,
lobo, zorro, perro, cerdo y oveja. En cuanto al zorro, es

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aquél que come de su religión, pues no existe en su corazón


lo que prescribe con su lengua”.
(“Al Bahar”, tomo LXVII, pág. 225)

El ejemplo del sabio que no obra conforme a su


conocimiento

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“El ejemplo de aquél que conoce el bien y no obra confor-
me a él, es como el de la antorcha que ilumina a la gente
mientras se quema a sí mismo”.
(“Udatul Dai”, pág. 70-7l)

2.- Del Imam ‘Ali (P):


“La ciencia sin práctica es como el árbol sin frutos”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 220)

Nota:
Con este sentido ha venido Su Dicho, Exaltado Sea: “El
ejemplo de quienes están encargados de la Torá y no la observan
es como el del asno que carga libros”1.

Vedar el mal después de abandonarlo

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
1 Corán, 62:5.
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“No hay dicho sino con obra”.


(“Al Bahar”, tomo I, pág. 207)
2.- Del Imam ‘Ali (P):
“Dios maldice a los tontos por cabalgar en las desobe-
diencias, y a los comprensivos por no vedar el mal”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 809)
3.- Del Imam ‘Ali (P):
“Vedadle el mal a otros después de haberos abstenido
vosotros mismos de él. Pues sólo se os ha ordenado vedar
(el mal) después de absteneros del mismo”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 312)

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Capítulo IV

Los sabios y sus posiciones sociales y


religiosas

Los herederos de los Profetas

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Ale ‘Imran, La familia de ‘Imran.
“Pero cuando Jesús sintió la falta de fe de ellos, dijo:
‘¿Quiénes serán mis partidarios (en la defensa de la causa
que lleva) hacia Dios?’.
Los apóstoles dijeron: ‘Nosotros somos los partidarios de
Dios. Hemos creído en Dios. Testifica, pues, que nosotros
somos musulmanes’”.
(3:52)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Los sabios de mi comunidad son como los Profetas de
Israel”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 22)
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2.- Del Imam Sadiq (P):


“Los sabios son los herederos de los Profetas. Ellos no
dejan en herencia dírhams ni dinares, sino que sólo dejan
dichos y palabras. Quien toma algo de ellas, adquiere una
gran fortuna.
¡Entonces observen de quien la toman! Ciertamente en
todo generación de entre nosotros, la Gente de la Casa,
existen pueblos justos que alejan de ella (la religión) la
alteración de los fanáticos, el plagio de los falsificadores
y las interpretaciones de los ignorantes”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 32)

Los sucesores del Mensajero y sus confidentes

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“(Dijo el Profeta (PBd) ‘¡Que Dios se apiade de mis su-
cesores!’. Entonces le dijeron: ‘¡Oh, Mensajero de Dios!
¿Quiénes son tus sucesores?’. Contestó: ‘Aquellos que
vivifican mi conducta y la enseñan a los siervos de Dios’”.
(“Muniatul Murid”, pág. 10)
2.- Del Profeta (PBd):
“Los sabios (juristas o eruditos) son los confidentes del
Mensajero”.
(“Al Bahar”, tomo I, pág. 216)
3.- Del Imam Rida (P), de sus padres, que dijo el Mensajero
de Dios (PBd):
“‘¡Oh, Dios! ¡Ten misericordia de mis sucesores!’, y lo
repitió tres veces. Le preguntaron: ‘¡Oh, Mensajero de
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Dios! ¿Quiénes son tus sucesores?’. Respondió: ‘Aquéllos


que vendrán después de mí, que narrarán mis palabras y
mi tradición, y la preservarán para la gente’”.
(“Al Uasail”, tomo XVIII, pág. 101)

Los gobernantes del pueblo, reyes y demás

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“Los sabios son gobernantes para la gente”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 32)
2.- Del Imam Husein (P):
“Los cursos de los asuntos y de las leyes están en las
manos de los sabios de Dios. Ellos son los confidentes de
lo licito y lo ilícito”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 172)
3.- Del Imam Sadiq (P):
“Los reyes son los gobernantes de la gente, y los sabios
son los gobernantes de los reyes”.
(“Al Bahar”, tomo I, pág. 183)

La autoridad de la comunidad en situaciones


legales y jurídicas

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Sadiq (P), según narró Abu Jadiyah:
“Abu Abdullah (el Imam Sadiq -P-) me envió hacia nues-
- 33 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

tros compañeros diciéndome: ‘Diles: Cuando entre ustedes


ocurra una hostilidad o un engaño en algún intercambio,
absténganse de recurrir a uno de estos corruptos. Elijan
entre ustedes a un hombre que conozca aquello que es lícito
o ilícito, según nosotros. Por cierto que yo lo designo a
él como juez para ustedes. ¡Absténganse de litigar entre
ustedes recurriendo a un sultán opresor!’”.
(“Al Uasail”, tomo VIII, pág. 100)
2.- Del Imam Sadiq (P), según narró Omar ibn Handala:
“Le pregunté a Abu Abdullah (el Imam Sadiq -P-) sobre
dos hombres de nuestros compañeros entre los cuales
había discrepancias respecto a deudas y herencias, y
entonces recurrieron al sultán o a los jueces malvados.
¿Eso es lícito?.
Me contestó: ‘Quien recurre a ellos sobre algo verdadero
o falso, sólo está recurriendo a los ídolos y seductores,
lo cual está vedado’. Acoté: ‘¿Entonces qué deben hacer
cuando tienen discrepancias?’. Respondió: ‘Observar
a quien de entre ustedes narra nuestra tradición, acata
nuestro lícito y nuestro ilícito, y conoce nuestros man-
datos. Entonces podrán quedar satisfechos con él como
juez, pues en verdad yo lo coloco como juez para ustedes.
Cuando emite una sentencia y no le es aceptada, sólo se
menosprecia la Orden de Dios y se nos rechaza. Y quien
nos rechaza, rechaza a Dios. Y quien menosprecia, será
sancionado como asociador de Dios.”.
(“Al Ihtiyay”, tomo II, pág. 106)

La autoridad mayor

De la Tradición (hadiz):

- 34 -
Al Haiat - La vida

1.- Del Imam Al-Askari (P):


“En cuanto a aquel de los juristas que se controla a sí
mismo, es custodio de su religión, se opone a sus deseos y
es obediente de su Señor, entonces es deber para el común
de la gente imitarlo. Esto no se da sino en algunos de los
sabios shi’as, no en todos”.
(“Al Ihtiyay”, tomo II, pág. 263-264)

Nota:
Al final de esta sección debatiremos sobre este tema y veremos
quién posee mérito para ello.

- 35 -
Al Haiat - La vida

Capítulo V

El rol de los sabios en el enfrentamiento a


los opresores y dictadores

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Baqara, La vaca.
“¿No te has fijado en el que disputaba con Abraham sobre
su Señor, porque Dios le había otorgado el gobierno?.
Cuando Abraham dijo: ‘Mi Señor es Quien da la vida y la
muerte’, él dijo: ‘Yo doy vida y muerte’.
Dijo Abraham: ‘Ciertamente, Dios trae el Sol por el
Oriente. Tráelo pues, tú por el Occidente’.
Así fue confundido el que ocultaba la Verdad. Dios no guía
a los opresores”.
(2:258)
2.- Sura Al-Anbiya’, Los profetas.
“(Abraham dijo) ‘Y juro por Dios que planearé algo contra
vuestros ídolos en cuanto os deis la vuelta’”.
(21:57)
3.- Sura Ta Ha.
“(A Moisés) ¡Id, tú y tu hermano con Mis señales y no os
- 37 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

debilitéis en el recuerdo de Mí! ¡Id ambos al Faraón! ¡En


verdad, se ha endiosado!”.
(20:42-43)

4.- Sura Al-Muntahina, La examinada.


“Hay para vosotros un buen ejemplo en Abraham y en
quienes estaban con él, cuando dijeron a su gente: ‘En
verdad, nos apartamos de vosotros y de lo que adoráis en
lugar de Dios. Descreemos de vuestra fe y comienza entre
nosotros y vosotros la enemistad y el odio para siempre
hasta que creáis en el Dios único’”.
(60:4)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“(Dios) tomó (pacto) de los sabios de que no permane-
cerían callados frente a la saciedad de los opresores y el
hambre de los pobres”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 52)

2.- Del Imam Husein (P):


“¡Aprended, oh gente, de lo que Dios exhortó a sus amigos
con su reproche a los sabios! Cuando dice: ‘¿Por qué los
rabinos y los doctores de la ley no les prohíben sus pala-
bras pecadoras y alimentarse de bienes ilícitos?’1. Luego
recitó: ‘Aquellos de los Hijos de Israel que se alejaron de
la fe’, hasta Su Dicho: ¡Qué mal estaba lo que hacían!’2. (Y
agregó -P-): ‘Dios imputó esto a ellos) porque habían visto
a los opresores el mal y la corrupción, y no se lo vedaron”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 171)

1 Corán, 5:63.
2 Corán, 5:78-79.
- 38 -
Al Haiat - La vida

3.- Del Imam Sayyad (P), de su conocida carta a Muhammad


ibn Muslim az-Zuhri, uno de los eruditos de Medina:
“¡Mira qué hombre serás mañana, cuando estés entre las
Manos de Dios! No pretendas que Dios acepte tu excusa y
esté satisfecho por tu descuido. ¡Deja eso! ¡Deja eso, que
no es así! Cuando Dios pactó con los sabios en Su Libro,
dijo: ‘Explicádsela a la gente y no la ocultéis’1.
Debes saber que lo más vil es aquello que has ocultado, y
lo más despreciable es lo que has acarreado, al tratar afa-
blemente al tirano por temor y hacerle fácil el camino del
extravío por acercártele y responder a su invitación. Temo
que mañana retomes (a Dios) con tu pecado junto a los
traidores, y que seas interrogado por aquello que recibiste
de la opresión del tirano a cambio de tu ayuda. Por cierto
que has recibido lo que no te corresponde de manos de
quien te lo ofreció, te has acercado a aquél que no respeta
los derechos de nadie, no has rechazado lo falso cuando
lo tuviste frente a ti, prefiriendo a quien se enemistó con
Dios. ¿Acaso con su invitación para colaborar con ellos
no te han hecho eje de la rueda de sus injusticias, puente
hacia sus desgracias, escalera hacia sus desviaciones,
propaganda para sus extravíos y seguidor de su camino?.
A través tuyo hacen entrar (en la gente) la duda sobre los
sabios y atraen hacia ellos los corazones de los ignorantes.
El más íntimo de sus ministros y el más poderoso de sus
auxiliares no han hecho lo que tú hiciste por justificar la
corrupción y atraer tanto a la gente común como a la elite
hacia ellos. ¡Poco es lo que te ofrecieron con relación a
lo que aprovecharon de ti! ¡Y también muy poco es lo que
construyeron para ti comparado con lo que destruyeron
de ti!.
Entonces, ¡obsérvate a ti mismo! Pues nadie verá a tu
1 Corán, 3:187. Refiriéndose a la Escritura Sagrada.
- 39 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

propia alma como tú mismo. Y ajusta las cuentas de tu


alma, tal como rinde cuentas un hombre responsable.
Temo que te encuentres ante aquéllos de quienes Dios
dijo en Su Libro: ‘Y, tras ellos vino una generación que
heredó la Escritura (Sagrada) y que se aferraba a los
bienes superfluos de este bajo mundo diciendo: Pronto
seremos perdonados’1.
Descuidaste el recuerdo de quienes habían sido tus
contemporáneos y ya fallecieron. Te quedaste como un
extranjero solitario. ¡Mira! ¿Acaso ellos padecieron en
comparación con lo que tú has sufrido? ¿O han estado en
situaciones semejantes a las que tú has tenido? ¿Pensabas
encontrar algo que ellos desconocían? ¿O conocías algo
que ellos ignoraban? Por el contrario, te has aprovechado
de tu situación ante la gente y de la confianza que ellos
depositaron en ti, porque ellos eran seguidores de tu opi-
nión y actuaban conforme a tu orden. Lo que tuviste por
lícito, ellos lo tuvieron y cuanto consideraste ilícito ellos
respetaron. Pero esto no es por ti, sino por su anhelo de
tu jerarquía mundanal y la falta de sabios entre ellos.
Así, sobre ti y sobre ellos se encuentra el dominio de la
ignorancia, el amor por la jefatura y el deseo del mundo.
Entonces ahora, ¡apártate de todas estas cosas hasta reu-
nirte con los virtuosos! Aquéllos fueron sepultados en sus
andrajos, estando sus vientres pegados a sus espaldas. No
existe velo alguno entre ellos y Dios. No les sedujo el mun-
do, ni ellos se dejaron seducir... Luego, si con la madurez
de tus años, la firmeza de tu conocimiento y la próxima
comparecencia de tu destino, el mundo juega contigo así,
¿cómo podría evitar esto un joven ignorante, que no tiene
resolución firme y es falto de intelecto? Todos somos de
Dios y ciertamente a Él regresamos. Entonces, ¿en qué
debemos refugiarnos? ¿Ante quién debemos buscar la

1 Corán, 7:169.
- 40 -
Al Haiat - La vida

satisfacción del corazón? Hablamos con Dios por nuestra


tristeza a causa de lo que vemos en ti, y Le exponemos las·
desgracias que nos han llegado de tu parte”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, tomo VIII, pág. 54)
4.- Del Imam Yauad (P):
“Los sabios en sí mismos son traidores si ocultan el buen
consejo, si cuando ven el extravío de un desviado no lo
encaminan, y al muerto no lo vivifican. ¡Qué vil es lo que
hacen! Porque Dios, Bendito y Exaltado, tomó de ellos
el pacto en el Libro, acerca de exhortar al bien, vedar el
mal, y que colaboren con la piedad y el temor, no con el
pecado y la enemistad”.
(“Al Kafi”, tomo VIII, pág. 54)

- 41 -
Al Haiat - La vida

Capítulo VI

Otras grandes responsabilidades


alrededor de los asuntos de la vida y las
dificultades de la gente

Sobre la advertencia a la gente y su orientación

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Ibrahim, Abraham.
“Y, ciertamente, enviamos a Moisés con Nuestros milagros:
‘¡Saca a tu pueblo de las tinieblas a la Luz y recuérdales
los Días de Dios!’. En verdad, en ello hay señales para
todo el que sea muy paciente, muy agradecido”.
(14:5)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Sadiq (P), según lo que transmitió Hariz ibn
Mugairah:
“Me encontró Abu Abdullah (el Imam Sadiq -P-) en uno de
los caminos de Medina una noche, y me dijo: ‘¡Oh, Hariz!’.
Respondí: ‘Sí’. Entonces dijo: ‘Sabe que los pecados de
vuestros ignorantes serán cargados sobre vuestros sabios’.
- 43 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

Luego siguió su camino.


Cuenta (Al Hariz): “Después fui hacia él, le pedí permiso
y dije: ‘¡Por favor! ¿Cómo es esto que dijiste, de que los
pecados de vuestros ignorantes serán cargados sobre
vuestros sabios? (Explícamelo), pues me sorprendió
mucho’. Me contestó: ‘En efecto (es así). Pues, ¿por qué
cuando observan lo despreciable en alguno de ellos (los
pecados), no se dirigen a él, le advierten, lo exhortan y le
hablan sobre lo justo?’. Entonces le dije: ‘¿Y en el caso
de que no aceptara (nuestro consejo) ni nos obedeciera?’.
Contestó: ‘Pues entonces déjenlo con aquello y eviten
reunirse con él’”.
(“Al Bahar”, tomo C, pág. 85-86)

La capacidad de hablar claramente,


considerando los asuntos necesarios en las
conversaciones y defendiendo la verdad

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura An-Nahl, La abeja.
“Invita al camino de tu Señor con sabiduría y buenas
palabras y discute con ellos de la mejor manera”.
(16:125)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Baqir (P):
“Ser explícito en el hablar es el pilar de la ciencia”.
(“Al Bahar”, tomo I, pág. 181)
2.- Del Imam Baqir (P):

- 44 -
Al Haiat - La vida

“(Dijo el Imam -P-) ‘Nosotros no consideramos al hombre


como un jurisprudente sabio hasta no conocer su modo de
hablar’. Y luego leyó el Dicho de Dios, Poderoso y Majes-
tuoso: ‘Pero les reconocerás por su manera de hablar’1“.
Y en otra narración: ‘No reconocemos al hombre de en-
tre nosotros como juicioso hasta no conocer su modo de
hablar’. Y entonces recitó: ‘Pero les reconocerás por su
manera de hablar. Dios conoce vuestros actos’2“.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 137-139)
3.- Del Imam ‘Ali (P):
“Son señales de la Fe el preferir la veracidad aunque te
dañe a la mentira aunque te beneficie, el que tu palabra
no contenga alarde a tu sabiduría y el temer a Dios en el
dicho de otros (el modo de narrar las palabras de otros)”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.296)
4.- Del Imam Sadiq (P), de lo que narró del Imam ‘Ali ibn
Husein as-Sayyad (P):
“No es conveniente para ti hablar como quieras, porque
Dios, Poderoso y Majestuoso, dice: ‘Y no vayas tras
aquello de lo que no tienes conocimiento’3. Y, además,
porque el Mensajero de Dios (PBd) expresó: ‘¡Dios tenga
misericordia del siervo que cuando dice algo bueno gana
o guarda silencio, permanece a salvo!’. Tampoco es con-
veniente para ti que escuches lo que quieras, pues Dios,
Poderoso y Majestuoso, dice: ‘En verdad, del oído, de la
vista, del intelecto, de todo ello se os pedirán cuentas’4”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 116)
5.- Del Imam Yauad (P):
1 Corán, 47:30.
2 Ídem.
3 Corán, 17:36.
4 Corán, 17:36.
- 45 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

“Quien escucha a un disertante, ciertamente lo adora.


Entonces, si el disertante habla de parte de Dios, adora a
Dios; y si habla de parte del demonio, adora al demonio”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 336
6.- Del Imam Sadiq (P), según narró Taiiar:
“Le dije a Abu Abdullah (el Imam Sadiq -P-): ‘Me he
enterado que te desagrada que disputemos con la gente y
que detestas la hostilidad’. Entonces me dijo: ‘En cuanto
al hablar como tú lo haces, no lo detestamos. De quien al
remontar sabe bien como bajar, y al posarse sabe cómo
remontar (es decir sabe bien el modo de hablar), no de-
testamos su palabra’”.
(“Riyalul Kashi”, pág. 348)
7.- Del Imam Sadiq (P), de Abu Ya’far al-Ahwal de Abu Ab-
dullah (P):
“Me preguntó (el Imam -P-): ‘¿Qué le pasó al hijo de
Taiiar?’. Contesté: ‘Ha muerto’. Entonces expresó: ‘¡Que
Dios se apiade de él, haga descender sobre él la Miseri-
cordia y lo haga bienaventurado! Pues él había discutido
sobre nosotros, la Gente de la Casa, defendiéndonos’”.
(“Riyalul Kashi”, pág. 349)
8.- Del Imam Sadiq (P), según narró Abdul A’la:
“Le dije a Abu Abdullah (el Imam Sadiq -P-): ‘La gente
me critica por la palabra, y yo hablo con la gente pues
esa es mi función’. Entonces me dijo: ‘En cuanto a alguien
como tú, que se posa y luego remonta, está bien. Respecto
a quien se posa y luego no se eleva, no lo está’”.
(“Riyalul Kashi”, pág. 319)
Todo orador debe ser poseedor de mérito, capacidad, cono-
cimientos y discernimiento. Cuando en sus discursos vuela, sabe
cuándo y dónde posarse. Cuando se posa, sabe dónde y cómo
- 46 -
Al Haiat - La vida

remontar el vuelo. Por eso toda persona sin capacidad ni mérito en


esta tarea no tiene derecho a ella, especialmente en las cuestiones
de la fe y la religión.

Considerar las capacidades mentales y el nivel


de comprensión

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Ibrahim, Abraham.
“No enviamos Mensajero alguno que no hablase la lengua
de su pueblo, para que pudiera explicarles (el Mensaje)
con claridad”.
(14:4)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Por cierto que a nosotros, los Profetas, se nos ha ordena-
do que hablemos a la gente de acuerdo a su entendimiento.
Mi Señor me ordenó la cordialidad con la gente, del mismo
modo que nos ordenó observar las obligaciones”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 69)
2.- Del Imam Sadiq (P):
“Hablen con la gente en la medida de lo que conocen, y
déjenlos en lo que niegan”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 71)
3.- Del Imam Rida (P):
“¡Oh, Yunus! Habla con la gente en la medida de lo que
ellos conocen, y déjalos en lo que desconocen”.
(“Riyalul Kashi”, pág. 487)
- 47 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

4.- Del Imam Sadiq (P):


“Que Dios tenga misericordia del siervo que motiva el
amor a la gente hacia nosotros (los Imames -P-) hablán-
doles de acuerdo a lo que conocen y abandonando aquello
que rechazan”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 65 y 68)

Rechazar la innovación despertar las mentes y


ampliar la conciencia social

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Cuando la innovación se manifieste en mi comunidad,
entonces el sabio debe mostrar su sabiduría. Quien no
haga esto, entonces sobre él caerá la maldición de Dios”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 54)
2.- Del Profeta (PBd):
“La preferencia del sabio sobre el devoto es de setenta
grados, entre cada uno de los cuales hay setenta años de
galope a caballo. Esto se debe a que cuando el demonio
convoca a la gente hacia la innovación, el sabio la percibe
y la prohíbe, mientras que el devoto se dirige a su devoción
sin prestarle atención (a la innovación) ni conocerla”.
(“Raudhatul ua’zin”, pág. 12)
3.- Del Imam Sadiq (P):
“Dijo el Enviado de Dios (PBd): ‘Los justos cargan esta
religión en todo siglo, y la niegan las interpretaciones de
los charlatanes, las alteraciones de los extralimitados
(los fanáticos) y lo que forjan los ignorantes, del mismo
- 48 -
Al Haiat - La vida

modo que el honor (de fundición) rechaza la impureza


del hierro’”.
(“Riyalul Kashi”, pág. 4)
4.- Del Imam Sadiq (P):
“Propaga tu ciencia entre tus hermanos (enseñándoles)”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 52)

Nota:
Los musulmanes no deben descuidar este asunto, especialmente
en circunstancias como las actuales, en las que la innovación no es
exclusiva de las creencias y cuestiones mentales, sino que traspasa
los límites hacia temas de la vida en general, como ser las costum-
bres, las vestimentas, las tradiciones. Muchas veces pasa, como una
enfermedad contagiosa, hacia las políticas sociales, las relaciones
culturales y económicas, las formas de administración dentro del
área islámica, las políticas exteriores y las vinculaciones con otras
comunidades.
La innovación tiene distintas categorías, como lo indica la
misma palabra en su forma plural. Así que es necesario que el sabio
musulmán esté advertido convenientemente sobre los distintos tipos
de innovación y los sucesos nuevos. Conociendo su cantidad, forma,
vías de penetración y propagación, le será posible establecer la re-
sistencia en su contra y salvar a la sociedad de ella y de su perjuicio.
En el día de hoy, todo musulmán es consciente de cómo se
manifiestan los nuevos sucesos en el campo de las políticas, los
gobiernos y las relaciones entre las comunidades islámicas y otras
naciones y sociedades, que en general son enemigos del Corán,
del Islam y de los musulmanes. Estas cuestiones dañan al Islam,
merman la grandeza del Corán y la gloria de la Qiblah (la Ka’aba),
provocando la aniquilación de los asuntos de los musulmanes res-
pecto al poder económico, cultural y político. ¿Acaso es posible que
exista un sabio -especialmente una autoridad- ignorante de estas
- 49 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

cuestiones, desatento a ellas, indiferente a las mismas? ¿Acaso puede


arrimar a ellas de acuerdo a los deseos de los políticos, rindiéndose
a sus intenciones y engaños, sin manifestar su ciencia correcta ni
sus opiniones islámicas? ¿Puede esforzarse en la preservación de
la comunidad y la protección de la existencia del Islam sin rechazar
estas innovaciones sociales y políticas, así como las traiciones rei-
nantes, ni manifestar su conciencia y poder para liberar a los países
islámicos de la mano de los explotadores y sus títeres?.

Rechazar la desesperanza y derramar el espíritu


de la esperanza

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-‘Araf, Los lugares elevados.
“Moisés dijo a su pueblo: ‘¡Invocad la ayuda de Dios y
sed pacientes! ¡Ciertamente, la Tierra pertenece a Dios
y Él la da en herencia a quien quiere de Sus siervos! ¡El
triunfo final es de los temerosos de Dios!’.
Dijeron: ‘Fuimos perseguidos antes de que vinieses a
nosotros y después de haber llegado’.
Dijo: ‘Puede que vuestro Señor destruya a vuestros ene-
migos y haga que les sucedáis en la Tierra y vea cómo
actuáis entonces’”.
(7:128-129)
2.- Sura Yusuf, José.
“¡Hijos míos! Id y buscar información acerca de José y de
su hermano y no desesperéis de la misericordia de Dios,
que de la misericordia de Dios solamente desespera la
gente que no tiene fe”.
(12:87)

- 50 -
Al Haiat - La vida

3.- Sura Al-Hiyr, Hichr.


“Él dijo: ‘¿Quién desespera de la misericordia divina
excepto los extraviados?’”.
(15:56)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P), según lo que se narró de él por el
Imam Abu Ya’far al-Baqir:
“¿Queréis que os informe de un erudito verdadero? Es
aquél que no provoca la desesperanza en la gente respecto
de la Misericordia de Dios, no les asegura sobre el Castigo
de Dios, no los hace desesperar del perdón de Dios ni les
da permiso para la desobediencia a Dios”.
(“Al Uasail”, tomo IV, pág. 830)

Observar los derechos materiales e inmateriales


de los débiles y los despojados

1.- Del Imam ‘Ali (P):


“Dios no ha pactado con los sabios para que se quedasen
callados respecto de la gula del tirano y el hambre del
oprimido”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 52)
2.- Del Imam Husain (P), en su palabra valiosa y verdadera con
la cual aconsejó a los sabios y los reprobó:
“En cuanto a los débiles, los hicisteis perder y los en-
tregasteis en las manos (de los tiranos), como esclavos
humillados o como oprimidos cautivos en sus vidas. Ellos
gobiernan en el reino de acuerdo a sus criterios (como
dictadores). Caen en la miseria y la abyección por causa

- 51 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

de sus­deseos. Con ánimo de seguir a los malvados y en


atrevimiento frente al Compulsor (Dios), hay en todas las
ciudades sobre cada tribuna, un disertante que proclama
(diciendo en sus sermones lo que quiere). Para ellos (los
gobernantes), la tierra es indefensa y poseen sus manos
extendidas sobre ella (es decir, hacen lo que quieren). Con-
sideran a la gente como esclavos que no pueden rechazar
la mano del transgresor. Estos gobernantes son opresores
tercos, poderosos y severos con los débiles”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 172)
3.- Del Profeta (PBd), entre los legados del Profeta y sus diser-
taciones en los últimos días de su vida:
“’Quien dirige la oración para un pueblo, con su au-
torización y estando ellos conformes con él, debe tener
moderación en presencia de los mismos, en las lecturas
coránicas y alabanzas, en sus inclinaciones, prosterna-
ciones, sentadas y paradas (es decir, en los movimientos
de la oración). Entonces tendrá retribución como ellos.
Pero cuando alguien dirige la oración para un pueblo y
no tiene moderación en su presencia, en las lecturas co-
ránicas y alabanzas, sus inclinaciones, prosternaciones,
levantadas y sentadas, entonces su oración es rechazada
y ella no se eleva. Su posición ante Dios Altísimo es como
la de un Imam opresor y transgresor, que no es meritorio
para su rebaño ni cumplió entre ellos de acuerdo a la
Orden de Dios, Poderoso y Majestuoso’.
Entonces se levantó Amir al-Mu’minin ‘Ali ibn Abu Talib
(P) y preguntó: ‘¡Oh, Mensajero de Dios! ¡Por favor!
¿Cuál es la posición de un imam opresor y transgresor,
que no es digno para su rebaño ni cumple con la Orden
de Dios Altísimo?’. Contestó: ‘Es el cuarto entre los cua-
tro que tienen el castigo más severo en el Día del Juicio:
Iblis, Faraón el asesino (homicida) y el cuarto de ellos es
- 52 -
Al Haiat - La vida

el sultán opresor’”.
(“Zauabul Amal”, pág. 388-339)
4.- Del Imam Sadiq (P), quien al explicar la siguiente aleya
“No gires tu rostro ante la gente con altivez” 1 , dijo:
“Debes ser imparcial al enseñar la ciencia a la gente”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 41)
5.- Del Imam Sadiq (P):
“Hay entre los sabios quien opina que debe poner la cien-
cia ante los ricos y nobles, sin dar importancia a los indi-
gentes. Esta persona está en el tercer grado del Infierno”.
(“Raudhatul ua’zin”, pág. 41)

Preservar los bienes de la gente y apartar de ella


la opresión

Este es un asunto determínate y un deber social islámico muy


importante, el cual recae sobre los hombros de los sabios, dado que
el gobierno y el califato en general ha sido establecido para ellos
por el Profeta y los Imames (P). Lo que hemos expuesto respecto
de las aleyas (del Corán) y las tradiciones, así como lo que vendrá
a continuación, hacen referencias a esta cuestión. También se debe
recurrir al libro “Ualiatul Faqih” del Imam Jomeini2.

Atender a los enfermos crónicos y a los


desgraciados

1.- Del Imam Husein (P), en aquello que dejó para los sabios
1 Corán, 31:18.
2 Disponible en español en la Biblioteca Islámica Ahlul Bait -P- (www.biab.org)
bajo el título “El Gobierno Islámico”.
- 53 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

de la comunidad y su crítica a los mismos:


“Ustedes por Dios son poseedores de gloria y respeto entre
la gente. Sin embargo ven los pactos de Dios violados y son
indiferentes. Algunos de ustedes se escandalizan a causa
de los pactos de sus padres, pero no ante la denigración
del pacto del Mensajero de Dios (PBd). No compadecen
a los ciegos, mudos y enfermos crónicos abandonados en
las ciudades. No obran de acuerdo a su jerarquía ni ani-
man a los demás a hacerlo. Están en conformidad con los
tiranos y se encuentran tranquilos con ellos, mientras que
todo esto son responsabilidades que Dios les encomendó,
es decir el vedar el mal y abstenerse del mismo. ¡Ojalá
supieran que a Jerarquía de los sabios que han obtenido
engrandeció vuestra desgracia!”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 172)

Conocer el tiempo y sus características

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Sadiq (P):
“El sabio que conoce su época no es atacado por las dudas,
las ambigüedades o la confusión”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 281)

Evitar la convivencia con los sultanes y alejarse


de ellos

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):

- 54 -
Al Haiat - La vida

“¡Cuidaos de los cortesanos del sultán y de quienes es-


tán en su séquito! Pues el más cercano de vosotros a los
cortesanos del sultán y su séquito es el más alejado de
Dios Altísimo. A quien prefiere el sultán en lugar de Dios,
Poderoso y Majestuoso, Él le quitará la piedad y lo dejará
desorientado”.
(“Zauabul Amal”, pág. 310)

2.- Del Imam Sadiq (P):


“Dijo el Mensajero de Dios (PBd): ‘Los sabios son los
confidentes de los Profetas, en tanto no entren en el mun-
do’. Se le preguntó: ‘¡Oh, Mensajero de Dios! ¿Cómo
entran en el mundo?’. Contestó: ‘Siguiendo a un sultán.
Cuando hacen esto, ¡tengan cuidado de ellos por vuestra
religión!”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 42)

El cargo, sus herramientas y responsabilidades

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Husein (P):
“Luego ustedes, ¡oh, grupo! Grupo famoso por la cien-
cia, recordado por el bien, conocido por el buen consejo,
respetado ante la gente por Dios. Los grandes les temen,
los débiles les veneran y los prefiere aquél de quien us-
tedes no tienen preferencia ni derecho sobre él. Actúan
como mediadores ante las necesidades, cuando estas son
negadas para sus demandantes. Andan en el camino con
el prestigio de los reyes y la consideración de los grandes.
¿Acaso no es cierto que todo esto tiene valor solamente si
lo obtienen con la esperanza de establecer el derecho de
Dios? A pesar de esto, son negligentes en la mayor parte
- 55 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

de Sus Derechos, considerando insignificante el derecho


de los Imames y haciendo perder el de los débiles”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 171-172)
2.- Del Imam Sayyad (P), en su exhortación a Muhammad ibn
Muslim az-Zuhri, erudito de Medina:
“¿Cómo es tu exaltación de Aquél que te ha dado pres-
tigio entre la gente? ¿Y has preservado el respeto de la
vestimenta a través de la cual has sido honrado entre la
gente?”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 200)

Los sabios y el silencio odioso ante Dios Altísimo

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Husein (P):
“¡Oh, gente! Escarmienten con aquello que Dios advirtió
a sus amigos respecto de la censura a los sabios de los
judíos, cuando dice: ‘¿Por qué los rabinos y los doctores
de la ley no les prohíben sus palabras pecadoras y ali-
mentarse de bienes ilícitos?’1, y también con: ‘Aquellos
de los Hijos de Israel que se alejaron de la fe’, hasta Su
Dicho: ‘¡Qué mal estaba lo que hacían!’2. Por cierto que
Dios les reprochó su defecto, porque habían visto a los
opresores el mal y la corrupción, y no se lo vedaron por
deseo de recibir algo de ellos y por temor a su poder, a
pesar de que Dios declara: ‘Así pues, no tengáis miedo
de la gente, temedme a Mí’3”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 172)
1 Corán, 5:63.
2 Corán, 5:78-79.
3 Corán, 5:44.
- 56 -
Al Haiat - La vida

Los sabios, la alianza de Dios y el pacto del


Mensajero de Dios (PBd)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Husein (P):
“Temo para ustedes, ¡oh, quienes se jactan ante Dios!, que
les caiga encima uno de Sus castigos. Pues han recibido
de parte de la Generosidad de Dios una jerarquía con la
cual han sido privilegiados, pero no respetan a los amigos
de Dios, a pesar de ser ustedes respetados por Dios entre
Sus siervos. Perciben la violación de los pactos de Dios
y permanecen indiferentes. Por algunos de los pactos de
sus padres hacen escándalo, pero no por el desprecio del
pacto del Mensajero de Dios”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 172)

Los sabios y la censura de sus escapatorias de


la muerte y sus entregas de los asuntos de la
Religión en las manos de los opresores

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Husein (P):
“Si hubieran persistido ante las penurias y hubiesen so-
portado las dificultades en el camino de Dios, los asuntos
de Dios habrían estado en vuestras manos y habrían sido
consultados (al respecto). Pero ustedes han preparado sus
jerarquías para los opresores y han sometido los asuntos
Divinos en sus manos, obrando con las ambigüedades y
marchando en pos de sus deseos. Les han otorgado este
dominio a fin de escapar de la muerte y debido a vuestra

- 57 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

enamorada por la vida efímera”.


(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 172)

Los sabios y el sacrificio de la sangre para el


rescate de las comunidades

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Yauad (P):
“¡Oh, hermano mío! Dios, Poderoso y Majestuoso, esta-
bleció en cada (comunidad) de los Mensajeros, algunos
sabios que convocan a quien se halla desviado hacia la
dirección correcta, tienen paciencia con ellos sobre las
desgracias, y ellos responden al llamado de Dios e invitan
hacia Él. ¡Conócelos, la Misericordia de Dios sea sobre
ti! Pues ellos son de una categoría elevada, aunque su
situación en el mundo sea insignificante. Ellos vivifican
por intermedio del Libro de Dios a los muertos, y otorgan
visión a los ciegos a través de la Luz Divina. ¡A cuántos
exterminados por el demonio ellos han resucitado! ¡A
cuántos perdidos extraviados han encaminado! Sacrifican
su sangre para impedir la aniquilación de los siervos. Sus
huellas resultan beneficiosas para la gente, mientras que
las huellas de la gente les resultan perjudiciales a ellos”.
(“Al Kafi”, tomo VIII, pág. 56 -57)

Los sabios, sus responsabilidades políticas y


sociales, y las enormes calamidades ante el
descuido de dichas responsabilidades

De la Tradición (hadiz):
- 58 -
Al Haiat - La vida

1.- Del Imam Husein (P), disertando para los sabios:


“Los ciegos, los mudos, los enfermos crónicos en las
ciudades son desatendidos, y no se compadecen de ellos.
No obran acorde a sus jerarquías ni dan importancia a
quien practica. Están en conformidad con los tiranos y se
encuentran tranquilos con ellos. Todo esto es lo que Dios
les ordenó abandonar y vedárselo a la gente, en tanto son
negligentes al respecto. ¡Ustedes son la mayor calamidad
de la gente! ¡Ojalá supieran que la categoría de eruditos
que han recibido ha exacerbado vuestras desgracias!”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 172)

Las responsabilidades de los sabios respecto de


los despojados y oprimidos

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Husein (P):
“Han entregado a los oprimidos en sus manos, al punto
que algunos fueron esclavizados y vejados, en tanto que
otros resultaron debilitados y desprovistos de sustento.
Las personas eran consideradas por ellos (los tiranos)
como sirvientes y esclavos, sin poder defenderse. Ellos
son opresores rebeldes que reinan rigurosamente sobre los
oprimidos. No conocen al Creador, a Quien retornarán.
¡Qué extraño! ¿Por qué no me sorprendo de estos opreso-
res fraudulentos, de los tiranos injustos, de los funcionarios
de corazón duro que no se apiadan de los creyentes?”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 172)

Las responsabilidades de los sabios frente a los


- 59 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

eruditos dependientes de los opresores

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Husein (P):
“(Estos opresores frente a quienes permanecen callados)
manejan el país por cuenta propia. A fin de seguir a los
mal vados, adoptan como consigna el deshonor de los vi-
cios y la osadía (respecto de Dios). En todas sus ciudades
existe un orador (dependiente de ellos) sobre un púlpito
disertando. En consecuencia, la tierra resulta frente a ellos
indefensa, y poseen sus manos extendidas sobre ella (es
decir, hacen lo que quieren)”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 172)

Aceptar el consejo y evitar el tropiezo

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Sadiq (P):
“Existe entre los sabios quien anhela ocultar su ciencia y
no enseñarla. Éste se halla en el primer escalón del Fuego.
Existen otros entre los sabios que cuando se les aconseja
se enojan y cuando otorgan consejo son extremadamente
rudos. Ellos están en el segundo nivel del Fuego.
Hay otros que enseñan su ciencia a los ricos y nobles, pero
no ven para los pobres un lugar en el conocimiento. Su
morada es el tercer plano del fuego.
Algunos de los sabios actúan con su ciencia con los mo-
dales de los tiranos y emperadores: si se rechaza algo de
su dicho o se desatiende algo de su mandato, se enfadan.
Ellos se encuentran en el cuarto escalón del Fuego.
- 60 -
Al Haiat - La vida

Algunos de los sabios buscan narraciones de los judíos


y cristianos para acrecentar su conocimiento, a fin de
aumentar su discurso (por vanidad). Se localizan en el
quinto nivel del fuego.
Otros de los eruditos se presentan a sí mismos en un rango
determinado y exclaman: ‘¡Pregúntenme!’, y es posible
que no sepan más que una letra. Dios no quiere a los char-
latanes fingidos. Ellos habitan el sexto plano del Fuego.
Y hay entre los sabios quien toma su conocimiento como
señal de hombría e inteligencia (y hacen ostentación de
ello). Éste se halla en el séptimo plano del Infierno”.
(“Raudhatul ua’zin”, pág. 7)

La valentía, la toma de iniciativa y el pleno


atrevimiento en pos de la vigencia de los
mandatos

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“Por la verdad, y arroja a ti mismo en el maremoto, cuando
y donde sea (soportando pacientemente los sufrimientos)”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 910)
2.- Del Imam ‘Ali (P):
“¡Oh, creyentes! Quien observa una innovación de acuer-
do a la cual se practica, y a un malvado convocando hacia
ella, y lo niega con su corazón, entonces se salva y no será
responsable de esto. Quien lo niega con su lengua, será
recompensado siendo superior al otro. Y quien lo niega con
la espada, a fin de que la Palabra de Dios sea exaltada y
la de los tiranos degradada, es quien alcanzó la dirección
- 61 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

correcta, se puso de pie sobre el sendero y arrojó la luz de


la certeza sobre su corazón”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.262)

3.- Del Imam Husein (P):


“Pero ustedes han preparado vuestro rango para los
opresores, sometiendo los asuntos de Dios en sus manos,
practicando con las ambigüedades y marchando en pos
de los deseos. Les han otorgado poder sobre esto a fin de
huir de la muerte y debido a vuestra enamorada por la
vida perecedera”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 172)

4.- Del Imam Husein (P):


“Luego, por cierto que ustedes saben que el Mensajero de
Dios (PBd) ha dicho durante su vida: ‘Quien ve a un sultán
opresor que hace lícito lo prohibido por Dios violando el
Pacto de Dios, oponiéndose a la tradición del Mensajero
de Dios, obrando entre la gente con pecado y opresión, y
entonces no se le opone de palabra ni de hecho, Dios lo
debe exponer a la misma humillación que aquél (que el
sultán), introduciéndolo en el mismo grado del Infierno
que él’”.
(“Al Bahar”, tomo XLIV, pág. 382)

La palabra de Saied Yamalud Din al-Asad Abadi


sobre la crítica del temor

Trascribimos a continuación un capítulo de las palabras de


Saied Yamalud Din al-Husaini al-Asad Abadi sobre el temor, su
contraposición con la fe y el perjuicio que ocasiona al cumplimiento
de las responsabilidades islámicas. Expresa el reformador:

- 62 -
Al Haiat - La vida

“En concordancia con los fundamentos de su Religión, los


hijos de la comunidad islámica deben ubicarse más lejos
de este bajo atributo (el miedo) que otra gente. Porque
este constituye el peor obstáculo contra el cumplimiento
de lo que satisface a Dios, y ellos (los musulmanes) sólo
buscan Su Complacencia. Los lectores del Corán saben
que Dios ha establecido en el amor a la muerte, la señal de
la fe, y que con él prueba los corazones de los enemigos.
En reproche a quienes no son creyentes, dice (el Sagrado
Corán):
¿No has visto a aquellos a quienes se les dijo: ‘Apartad
vuestras manos (de las armas), estableced la oración
y dad la limosna ritual’ que cuando se les ordena ir al
combate temen a los hombres como si fueran Dios o más
aun y dicen: ‘¡Señor nuestro! ¿Por qué nos has ordenado
ir al combate? Si al menos nos lo aplazaras un poco’?1.
Si lo iniciativa en el camino de la verdad y brindar los
bienes y las almas a fin de exaltar Su Palabra, es un signo
que exhiben los creyentes. ¿Acaso el Libro Divino estable-
ció como suficientes (requisitos) el observar la oración,
otorgar la caridad obligatoria y contener las manos? Ha
enumerado estas cuestiones en las cuales creyentes, impíos
e hipócritas se encuentran asociados, estableciendo como
único argumento (válido) la entrega del alma para elevar
la Palabra de la Verdad y la Justicia Divina. Más aún: lo
ha nombrado como el único pilar, el cual cuando se pierde,
hace desaparecer la importancia de los demás. Es inaudito
que un pensador conjetura sobre la posibilidad de que la
religión islámica y el miedo puedan reunirse en un mismo
corazón. ¿Cómo es posible esto, en tanto que cada parte
de esta religión manifiesta la valentía y encarna la toma
de iniciativa? Por otro lado, su columna es la sinceridad
hacia Dios y el vaciarse de todo excepto Él, a fin de ad-

1 Corán, 4:77.
- 63 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

quirir Su Complacencia.
El creyente es aquél que tiene la certeza de que los des-
tinos se hallan en manos de Dios, y que Él los maneja
como quiere. La demora en el cumplimiento de las obli-
gaciones no lo va a beneficiar en cuanto al incremento de
su plazo decretado, así como la toma de iniciativa no va
a mermarlo ni siguiera un minuto. El creyente es aquél
que personalmente aguarda uno de los dos réditos: vivir
gloriosamente como un caballero, o morir feliz en el
acercamiento (a Dios), elevando su alma hacia los grados
más altos e introduciéndose junto a los querubines y los
ángeles próximos.
Quien fantasea que pueden reunirse el miedo y la fe en lo
que ha traído Muhammad (PBd), se engaña a sí mismo,
pisotea su intelecto y juega con sus deseos. Éste no posee fe
en absoluto. Cada aleya del Corán testifica que el miedoso
miente respecto de su pretensión de fe.
Por eso esperamos de los herederos de los Profetas que
diluciden la verdad, recuerden las aleyas y aquello que
Dios les confió respecto de la cuestión de la toma de ini-
ciativa a fin de exaltar Su Palabra y la prohibición de la
demora y del apartamiento de la ejecución de aquello que
Dios decretó como obligatorio.
Consideramos que si los sabios se consagraran a esta obli-
gación (es decir, la exhortación del bien y la prohibición
del mal) durante un tiempo breve, ofreciendo consejos a
todos, aclarando los sentidos del Sagrado Corán, y vivi-
ficando las almas de los creyentes, se apreciaría en la so-
ciedad una huella cuyo recuerdo perduraría eternamente.
Un día presenciaremos el retomo de su gloria (del Islam)
en este mundo, ya que es la Gloria de Dios el Supremo.
Por otro lado, los creyentes, con aquello que heredaron
de sus antepasados y lo que se encuentra arraigado en
- 64 -
Al Haiat - La vida

sus corazones respecto de las marcas de la creencia, sólo


requieren un poco de advertencia. Luego, se alzan como
leones en pos de la recuperación de lo que habían perdido
y el resguardo de lo que poseen, recibiendo junto a Dios
un grado elevadísimo”.
(“Uruatul Uzqa”, pág. 145-146)

- 65 -
Al Haiat - La vida

Capítulo VII

La responsabilidad de los sabios ante el


Corán

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Ma’ida, La mesa.
“Di: ‘¡Oh, gente de la Escritura (Sagrada)! No estaréis
en nada mientras no observéis la Torá, el Evangelio y lo
que descendió para vosotros procedente de vuestro Señor’.
Pero lo que descendió para ti procedente de tu Señor in-
crementa en muchos de ellos la rebeldía y la falta de fe.
No te apenes, pues, por la gente que no tiene fe”.
(5:68)
2.- Sura Al-Baqara, La vaca.
“¿Acaso creéis en parte de la Escritura (Sagrada) y des-
creéis de otra parte? Quien así actúe de entre vosotros no
obtendrá más recompensa que la desgracia en esta vida,
y el Día del Levantamiento seréis sometidos al peor de los
castigos. Dios no está desatento de lo que hacéis”.
(2:85)
3.- Sura Al-Baqara, La vaca.
“Y cuando llegó a ellos un Mensajero de parte de Dios
confirmando lo que tenían, un grupo de aquellos a los que
- 67 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

les había sido dada la Escritura (Sagrada) rechazaron la


Escritura de Dios, dándole la espalda, como si no supieran
(que es la Verdad)”.
(2:101)
4.- Sura Al-Furqan, El discernimiento.
“Y el Mensajero dirá: ‘¡Oh, Señor mío! ¡En verdad, mi
pueblo ha abandonado este Corán!’”.
(25:30)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P), de sus palabras respecto al futuro de los
musulmanes y su comportamiento con el Corán:
“En esa época los portadores del Libro lo abandonarán.
Los memorizadores lo olvidarán. Serán extraviados por
sus deseos y heredarán esto de sus padres. Mentirán e
inventarán engaños adulterando el Libro. Luego lo ven-
derán por un precio insignificante y se desapegarán de él.
Entonces el Libro y sus adeptos en aquella época serán
desterrados y expulsados”.
(“Al Uafi”, tomo III, pág. 22)
2.- Del Imam ‘Ali (P):
“Pronto llegará después de mí un tiempo en el cual no
habrá nada más oculto que la verdad ni más manifiesto
que la falsedad, ni mayor que la mentira sobre Dios y su
Mensajero. No existirá para la gente de aquella época
nada menos demandado que el Libro cuando se lo lea
correctamente, ni algo más costoso que el Corán fuera de
su lugar. No habrá en las ciudades algo más desconocido
que el bien ni más conocido que el mal”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 447-446}
3.- Del Imam Yauad (P):
- 68 -
Al Haiat - La vida

“Dios retiró de cada comunidad la Sabiduría de la Escritu-


ra cuando ellos la desdeñaron. Dios hace que sus enemigos
los dominen cuando ellos los anhelan (a sus enemigos).
El abandono del Libro consiste en el cumplimiento de sus
letras y la alteración de sus leyes. Ellos lo leen, pero no
lo consideran. Los ignorantes se admiran por la memori-
zación de sus palabras (del Corán), mientras los sabios se
entristecen por el abandono de su consideración.
La desconsideración del Libro consiste en encargarlo a
quienes no lo conocen. Eso provoca que sean introducidos
en el seguimiento de sus pasiones y los impulsen hacia
algo inferior. De esta manera los asideros de la religión
resultan trastocados. Luego se lo encomiendan a los tontos
y los inmaduros.
Por consiguiente, en tanto la comunidad se aboque a esto,
va a trabajar según el mandato de los hombres en vez de
la Orden de Dios. ¡Qué mal fin resulta para los tiranos!;
la amistad de la gente en lugar de la Amistad de Dios; la
recompensa de la gente en vez de la Recompensa de Dios;
la complacencia de la gente en lugar de la Complacencia
de Dios. Por eso la comunidad se tomó así. Mientras entre
ellos hay esforzados por la devoción, aunque estén extra-
viados, existen también egoístas y engañados”.
(“Al Kafi”, tomo VIII, pág. 53)

- 69 -
Al Haiat - La vida

Capítulo VIII

Criticar la discrepancia de los sabios y


sus dispersiones

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Baqara, La vaca.
“Después de haber llegado a ellos las pruebas claras,
aquellos a los que les fueron dadas no discreparon, excepto
algunos por envidia entre ellos”.
(2:213)
2.- Sura Al-Anfal, Los bienes excedentes.
“Y obedeced a Dios y a Su Mensajero y no disputéis, pues
vacilaríais y perderíais vuestro ímpetu. Y sed pacientes.
En verdad, Dios está con los pacientes”.
(8:46)
3.- Sura Ash-Shura, La consulta.
“Y no se dividieron en distintos grupos hasta después
de haberles llegado el conocimiento, (sino) por envidia
entre ellos”.
(42:14)
4.- Sura Ash-Shura, La consulta.
“Él ha establecido para vosotros los mandatos de la fe
- 71 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

que ya había encomendado a Noé y que también Nosotros


te hemos revelado a ti, y lo que habíamos encomendado
a Abraham, Moisés y Jesús: ‘Estableced la creencia y no
os dividáis por causa de ella’”.
(42:13)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“Cuando una cuestión referente a una disposición de Sus
Mandatos llega a uno de ellos, juzga sobre él por cuenta
propia. Luego, el mismo asunto recae sobre otro, y juzga
diferente al primero. Más tarde quienes juzgaron sobre este
tema se congregan alrededor de un líder que los estableció
como jueces, y él aprueba todas sus opiniones (a pesar de
las discrepancias), mientras que su Dios es uno, su Profeta
es uno y su Libro es uno.
¿Acaso Dios les ha ordenado la discrepancia y ellos obe-
decen? ¿O se las vedó, y ellos están desobedeciéndolo?
¿O acaso Dios ha revelado una religión defectuosa, Glo-
rificado Sea, y ha implorado ayuda de ellos para perfec-
cionarla? ¿O ellos son socios Suyos y por lo tanto ellos
deben mandar y Dios complacerse? ¿O Dios, Glorificado
Sea, reveló una religión perfecta y el Mensajero (PBd) fue
negligente en lo referente a su propagación y su cumpli-
miento? En tanto que Dios, Glorificado Sea, expresa: ‘No
hemos omitido nada en la Escritura (Sagrada)’1. Y tam-
bién declara: ‘Hicimos descender sobre ti la Escritura que
explica claramente todas las cosas’2. Además menciona
que unas partes de la Escritura confirman a otras y que
en él no hay discrepancias. Y afirma, Glorificado Sea: ‘Si
procediera de otro distinto que Dios, sin duda, habrían

1 Corán, 6:38.
2 Corán, 16:89.
- 72 -
Al Haiat - La vida

encontrado en él abundantes contradicciones’1”.


(“Nahyul Balagha”, pág. 74)
2.- Del Imam Husein (P):
“Esto se debe a que el curso de los asuntos y disposiciones
se encuentra en manos de los sabios en Dios, quienes son
fieles a lo lícito e ilícito (que Él estableció). En cambio
ustedes han sido despojados de esta jerarquía, debido a su
separación de la verdad y su discrepancia en cuanto a la
Tradición (profética) después de las pruebas evidentes. Si
hubieran tenido paciencia sobre las dificultades y hubie-
sen soportado las penalidades en el camino de Dios, los
asuntos de Dios estarían en sus manos y ustedes habrían
sido consultados”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 172)

1 Corán, 4:82.
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Al Haiat - La vida

Capítulo IX

Las fronteras (de la creencia) y sus


guardianes

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Saba’. Los sabeos.
“Pusimos, entre ellos y las ciudades que Nosotros había-
mos bendecido, ciudades que se divisaban y establecimos
caminos equidistantes entre ellas. ‘Viajad por ellos de
noche y de día con seguridad’”1.
(34:18)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Quien parte a buscar una puerta del conocimiento a fin
de retomar por su intermedio, desde una falsedad hacia
una verdad, o desde un extravío hacia una buena dirección,
su acción equivale a 40 años de adoración de un devoto”.
(“Al Bahar”, tomo I, pág. 182)

1 Algunos exégetas y narradores interpretan que las dos ciudades de la aleya,


las bendecidas y las cercanas, serían los Imames Infalibles (P) las primeras, y
los sabios educadores las segundas.
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Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

2.- Del Imam Sadiq (P), según relató Moauia ibn ‘Ammar:
“Le pregunté a Abu Abdullah (el Imam Sadiq -P-): ‘Entre
un narrador de vuestras palabras que los esparce entre la
gente confirmándolos en los corazones de vuestros segui-
dores, y un devoto de vuestros seguidores que no sea así,
¿cuál es más preferible?’. Respondió: ‘Un narrador de
nuestros dichos que los esparce entre la gente confirmán-
dolos en los corazones de nuestros seguidores es superior
a mil devotos’”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 145)

3.- Del Imam Sadiq (P), según lo que transmitió el Imam Al-
Askari (P):
“Los sabios de nuestros seguidores son los guardianes de
la frontera, la cual es atacada por el diablo y sus grandes
comandantes.
Ellos le impiden al demonio y sus secuaces obstinados
acometer contra los oprimidos de nuestros seguidores y
dominarlos. Debes saber que aquél de nuestros seguidores
que alcanza este rango es miles y miles de veces superior
a quienes lucharon en Bizancio y otros sitios, ya que él
defiende la religión de nuestros amigos, mientras que los
demás defienden sus cuerpos”.
(“Al Ihtiyay”, tomo II, pág. 155)

4.- Del Imam Kazim (P):


“Un sabio que rescata a los huérfanos de los nuestros que
se halla despojado de nuestra presencia, enseñándole lo
que precisa, es más terrible para el demonio que mil de-
votos. Porque la preocupación del devoto se circunscribe
a sí mismo, en tanto que el otro además de su propia alma,
se preocupa por otros siervos y siervas de Dios, para
salvarlos de las manos del diablo y sus partidarios. Esto

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Al Haiat - La vida

es, pues, ante Dios superior a miles y miles de devotos, y


miles y miles de devotas”.
(“Al Ihtiyay”, tomo II, pág. 170)
5.- Del Imam Yauad (P):
“¡Oh, hermano mío! Dios. Poderoso y Majestuoso, es-
tableció en (la comunidad) de cada Mensajero algunas
personas de Sabiduría que convocan a los extraviados
hacia la buena dirección y soportan las dificultades”.
(“Al Kafi”, tomo II, pág. 56)
6.- Del Imam al Askari (P):
“Dijo Al-Hasan ibn ‘Ali (P): ‘La preferencia de un tutor
de los huérfanos de la familia de Muhammad aislados de
sus protectores, crecidos en la categoría de la ignorancia,
confundido en relación a la prevalencia de un tutor de los
huérfanos que los alimenta y da de beber, es similar a la
superioridad del sol sobre la estrella de Soha (estrella de
segundo orden de la Osa Menor)”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 3)

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Al Haiat - La vida

Capítulo X

La desgracia de un sabio por recurrir a


un opresor

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura An-Nisa’, Las mujeres.
“¡No has visto a quienes les fue dada una parte de la Escri-
tura (Sagrada) y creen en los espíritus mágicos malignos
y en los falsos ídolos y dicen de los que no son creyentes:
‘Esos están mejor guiados que los creyentes’!.
Esos son a quienes Dios maldijo y no encontrarás quien
auxilie a quien Dios maldice”.
(4:51-52)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Quien acepta ser juez para un opresor o lo auxilia,
cuando desciende sobre él el Ángel de la muerte, le dice:
‘¡Te albrició la maldición de Dios y el Fuego del Infierno!
¡Qué pésima morada!’. Y agregó: ‘Aquél que encamina
a un tirano respecto de un delito, acompañará a Haman
en el Fuego’”.
(“Al Bahar”, tomo CIV, pág. 293)
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Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

2.- Del Profeta (PBd):


“Un siervo no se aproxima a un rey sin alejarse de Dios
Altísimo”.
(“Nauadir Ar Rauandi”, pág. 4)
3.- Del Profeta (PBd):
“Quien infringe un juramento, enarbola la bandera del
desvío, oculta una ciencia, expropia una riqueza injusta-
mente y auxilia a un déspota respecto de una opresión a
sabiendas, se aparta del Islam”.
(“Nauadir Ar Rauandi”, pág. 17)
4.- Del Profeta (PBd):
“Aquél que complace a un sultán con lo que encoleriza a
Dios Altísimo, se sale de la religión del Islam”.
(“Nauadir Ar Rauandi”, pág. 27)
5.- Del Profeta (PBd):
“Los más superiores de entre los seguidores de mi comu-
nidad son quienes no se acercan a las puertas del sultán”.
(“Nauadir Ar Rauandi”, pág. 27)
6.- Del Profeta (PBd):
“En el Día del Juicio un heraldo proclamará: ‘¿Dónde
se encuentran los tiranos y sus ayudantes? Aquéllos que
pusieron los filtros en los tinteros y anudaron para ellos
una bolsa, o han introducido por ellos una vez la pluma
en el tintero. ¡Congregaos con ellos!”.
(“Nauadir Ar Rauandi”, pág. 27)
7.- Del Imam ‘Ali (P):
“Solamente relatan las tradiciones cuatro hombres para
quienes no existe un quinto: un hombre hipócrita que
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Al Haiat - La vida

manifiesta la fe falsificando el Islam, que no se disculpa ni


evita pecar. Si la gente supiera que se trata de un hipócrita
mentiroso, no aceptaría (la narración) de él. Pero ellos
declaran: ‘¡Se trata del compañero del Mensajero de Dios,
quien vio y escuchó de él!’. Sin embargo han perdurado
después del Profeta (PBd) con mentiras y calumnias,
acercándose a los líderes extraviados y a los convocado-
res hacia el Fuego. Fueron puestos (en sus lugares) para
manejar los actos y como dominadores sobre el cuello de
la gente. Entonces comenzaron a devorarse el mundo. Las
personas están junto a los reyes y el mundo, excepto aquél
que está protegido por Dios”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 665)
8.- Del Imam Sadiq (P):
“Solía decir Amir al-Mu’minin (P): ‘¡Oh, buscadores de
la ciencia! Existen tres signos para los sabios: el conoci-
miento, la prudencia y el silencio. Y hay tres señales para
los charlatanes fingidos: disputan con quién está encima
suyo sin motivo, oprimen a quien está debajo suyo con
despotismo y apoyan a los tiranos’”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 37)
9.- Del Imam Sadiq (P), de su padre:
“Quien se aproxima a un líder tirano y le recita el Corán,
buscando con ello algo mundano, es maldecido por cada
letra con diez maldiciones, y se maldice a quien lo escucha
por cada letra con una maldición’”.
(“Al Bahar”, tomo XCII, pág. 184)
10.- Del Imam al Askari (P):
“Pronto llegará para la gente un tiempo en el cual sus ros-
tros lucirán sonrientes y claros, mas sus corazones serán
negros y oscuros. La Tradición será entre ellos innovación,
- 81 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

y la innovación estará entre ellos como Tradición. El cre-


yente se hallará entre ellos deshonrado, y el hipócrita será
respetado. Sus gobernantes serán dictadores ignorantes y
sus sabios se encontrarán a la puerta de los opresores”.
(“Al Mustadraq”, tomo II, pág. 322)

- 82 -
Al Haiat - La vida

Capítulo XI

Los sabios justos y algunas de sus


características

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Ahzab, Los partidos.
“Aquellos que difundieron el mensaje de Dios y Le temen
y no temen a nadie más que a Dios. Y Dios es suficiente
para llevar la cuenta”.
(33:39)

2.- Sura Fatir, Originador.


“En verdad, de Sus siervos, sólo temen a Dios los que
son sabios”.
(35:28)

3.- Sura Al-Hayy, La peregrinación.


“Y para que sepan quienes obtuvieron conocimiento, que
ello es la Verdad que proviene de tu Señor y crean en ella
y humillen ante Él sus corazones”.
(22:54)

Estas aleyas y otras parecidas hacen referencia a algunas de las


características de los sabios justos. Existen al respecto innumerables
- 83 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

tradiciones que contienen estas particularidades y otras semejantes,


de las cuales expondremos un conjunto bajo los siguientes epígrafes.

Conocer a Dios Altísimo

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“En cuanto a los signos de la ciencia son cuatro: conocer
a Dios, conocer a Sus amigos, saber cuáles son Sus impo-
siciones y resguardarlas hasta cumplirlas”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 21)
2.- Del Imam Husain (P):
“Esto es debido a que el curso de los asuntos y los man-
datos se encuentra en manos de los conocedores de Dios”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 172)
3.- Del Imam Sadiq (P):
“La más meritoria devoción es conocer a Dios y ser hu-
milde ante Él”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 269)
4.- Del Imam Sadiq (P):
“Luqman le dijo a su hijo: ‘Para el sabio existen tres
señales: conocer a Dios, a aquello que Le place y lo que
el detesta”.
(“Al Jisal”, pág. 121)
5.- Del Imam Sadiq (P):
“El más conocedor de Dios entre la gente es aquél que más
Le teme, y el más temeroso de Él entre ellos es quien más
- 84 -
Al Haiat - La vida

lo conoce. Y el más conocedor de Él es el más desapegado


(de lo mundano)”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 27)

Nota:
Lo que se pretende con “conocer a Dios” es el conocimiento fir-
me del Ser de Dios Altísimo y la información referente a Su Religión,
Sus Mensajes, los objetos de Su Complacencia y aquello que Le
disgusta. Este rubro de conocimiento concreto hace que el corazón
se oriente principalmente hacia Dios, Bendito y Exaltado, de modo
tal que quien piensa así se traslada a una categoría de conocimiento
que lo obliga a considerar la legislación (en los aspectos interiores
y exteriores, individuales y sociales, personales y no personales), y
lo impulsa a perseverar en pos de la complacencia de Dios con sus
movimientos y quietudes, así como con todos sus estados. Por este
motivo las Tradiciones contienen la expresión “conocer a Dios”, o
“los conocedores de Dios”, como deseando exponer un significado
sutil y profundo del conocimiento. Entonces, “conocer a Dios”,
equivale a conocerlo de tal manera que Él esté presente para uno,
pues aunque no podemos verlo Él nos ve. El gran sabio Sheij Zain
ad-Din al-Amali, el segundo mártir, en cuanto a la separación de
las distintas categorías de creencias y al emprender la búsqueda de
lo más importante, declara:
“Deben saber que el estar meramente informado sobre los
temas registrados no es el conocimiento ante Dios altísi-
mo. Solamente es Conocimiento ante Dios el comprender
Su Majestuosidad y Su Grandeza. Ese es el conocimiento
que hace efectivo el temor, la reverencia, la humildad, e
impulsa hacia la piedad”.
(“Muniatul Murid”, pág. 58)

La búsqueda del conocimiento por Dios, sus

- 85 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

señales y efectos

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd), según lo transmitido por Amir al-
Mu’minin:
“Aquél que busca la ciencia por Dios, no obtendrá con
ello una puerta sino que aumentará a través suyo la humi-
llación en su alma. Así se ingresa en la humildad ante la
gente, el temor ante Dios y el esfuerzo en la religión. Éste es
quien aprovecha del conocimiento y tiene que aprenderlo”.
(“Raudhatul ua’zin”, pág. 11)

La contemplación, el retiro y la meditación

1.- Del Profeta (PBd):


“¡Oh, Abu Dharr! Quien recibe de la ciencia algo que no
lo hace llorar, debe declarar que ha recibido una ciencia
que no es provechosa. Dios, Poderoso y Majestuoso des-
cribió a los sabios diciendo: ‘Quienes han recibido antes
su ciencia, cuando se les recita, caen de bruces proster-
nándose, y declaran: ‘Di: Creáis en él o no creáis, en
verdad, aquellos a quienes les fue dado el conocimiento
antes de él, cuando se les recita, caen al suelo con la
frente en prosternación y dicen: “¡Glorificado sea nuestro
Señor! ¡La promesa de nuestro Señor se cumple!’. Ponen
la frente en el suelo llorando y su humildad aumenta’1.
¡Oh, Abu Dharr! Quien puede llorar, que llore. Y quien no
puede, debe sentir en su corazón la tristeza y lamentarse
(como si llorara). Porque el corazón duro se encuentra

1 Corán, 17:107-109.
- 86 -
Al Haiat - La vida

lejos de Dios Altísimo, pero no se dan cuenta de ello”.


(“Makarimul Ajlaq”, pág. 543)

2.- Del Profeta (PBd):


“En cuanto a los rasgos del humilde son cuatro: considerar
a Dios en privado y en público; cabalgar sobre el bien;
reflexionar en el Día del Juicio; e invocar a Dios”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 22)

Nota:
Aquello que el Profeta (PBd) ha definido como los “signos del
humilde”, deben poseerlos, con más razón, los sabios. El segundo
mártir (Zain ad-Din al-Amali) expresó:
“Para un sabio, luego de considerar lo externo de la Ley
Islámica y aplicar todo cuanto los eruditos han descripto
sobre la oración, el ayuno, la súplica, la recitación del
Corán y otras devociones, le caben otras responsabilidades
que de no cumplirlas, lo hacen negligente. Pues en lo con-
cerniente a él, las prácticas obligatorias y no obligatorias
no son exclusivamente las mencionadas. Por el contrario,
aquello que se encuentra fuera de las secciones ordenadas
por los eruditos es lo más importante.
Conocer esto es más obligatorio (para ellos), así como
buscarlo y ser competente a su respecto es lo más grande.
Se trata de la purificación del alma de los defectos morales,
de la arrogancia, la ostentación, la envidia, el rencor y
otros vicios aniquiladores, los cuales se hallan registra-
dos en las ciencias específicas (referentes a la Ética). Nos
referimos a preservar la lengua de murmurar y calumniar,
de hablar con dos lenguas, de mencionar los defectos
de los musulmanes y otras cosas similares; y así con los
demás miembros. Cada uno posee mandatos exclusivos
y pecados registrados para cada circunstancia, que toda
- 87 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

persona debe conocer y respetar su disposición. Estas son


responsabilidades que no se hallan anotadas en los libros
de comercio, alquiler y otros textos de Jurisprudencia.
Sobre ellas se deben consultar a los verdaderos sabios
practicantes, así como sus textos recopilados al respecto.
Para un sabio resulta un gran engaño el acatamiento de
las ciencias oficiales y la desatención de lo referente a
la perfección de su alma y la Complacencia de su Señor.
Bendito y Exaltado sea”.
(“Muniatul Murid”, pág. 55-56)

3.- Del Imam Sadiq (P):


“Los buscadores de la ciencia son tres. Conócelos con sus
realidades y atributos: un grupo la busca para ignorar y
disputar; otro, para engrandecerse y engañar; y otro para
comprenderla y por el intelecto.
Los del primer grupo son molestadores y discutidores.
Siempre tienen planes para hablar en las reuniones,
mencionando la ciencia, describiendo las características
del conocimiento y la prudencia. Ellos visten las ropas de
la humildad, pero se hallan desnudos de piedad. Dios les
rompe sus narices y corta sus respiraciones.
En cuanto al grupo de los orgullosos y mentirosos, ellos
son aduladores y embusteros que alardean frente a sus
semejantes y se exhiben humildes ante los ricos, aunque
estos sean inferiores a ellos, ansían sus banquetes y a causa
de ello destruyen su religión. Dios borra sus nombres y los
despoja del efecto de las marcas de los sabios sobre ellos.
Con respecto al grupo de la comprensión y el intelecto,
ellos permanecen tristes, preocupados, vigilantes. Visten
las ropas de la devoción y se levantan en la noche para
adorar a su Señor. Practican y se asustan; suplican y tienen
miedo; se preocupan y se encaminan a sus tareas. Conocen
- 88 -
Al Haiat - La vida

a la gente de su época y temen del más confiable de sus


hermanos. Dios les consolida sus pilares y les otorga en
el Día del Juicio Su Seguridad”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 49)
4.- Del Imam Sadiq (P):
“El temor es la herencia de la ciencia. La ciencia es la
llama del conocimiento y el corazón de la fe. Quien se halle
despojado del temor de Dios, no es sabio aunque en los
temas científicos pueda hendir un cabello. Dios, Poderoso
y Majestuoso, ha declarado: ‘En verdad, de Sus siervos,
sólo temen a Dios los que son sabios’1”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 52)
5.- Del Imam Sadiq (P), de lo que relató de Amir al-Mu’minin
(P):
“Precávete con la reflexión de tu corazón; aparta tu cuerpo
de dormir y teme a Dios, tu Señor”.
(“Amale Mufid”, tomo II, pág. 121)
6.- Del Imam Sadiq (P):
“Dichoso es aquél que cuando se queda solo consigo
mismo, examina y evalúa sus estados, pidiéndole cuentas
a su propia alma (respecto de Dios y de Su creación)”.
(“Al Bahar”, tomo LXXII, pág. 203)

La influencia mutua entre el conocimiento y el


corazón

1.- Del Profeta (PBd):


“Existen dos clases de ciencia: una que se encuentra sobre
1 Corán, 35.28.
- 89 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

la lengua, la cual constituye un argumento en contra de


los hijos de Adán; la otra se ubica en el corazón, y es la
ciencia provechosa”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 33)
2.- Del Imam ‘Ali (P):
“Lo más inferior de la ciencia es lo que expresa la lengua,
mientras que lo más elevado es lo que se manifiesta en las
acciones y los miembros”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.127)
3.- Del Imam Sadiq (P):
“A quien se desapega de la vida mundanal, Dios le con-
firma la Sabiduría en su corazón, y a través de ella Hará
expresiva su lengua, le mostrará los defectos de este
mundo, su dolor y su remedio, y lo extraerá sano de este
mundo hacia el Paraíso”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 33)
4.- Del Imam ‘Ali (P):
“Vivifican tu corazón aceptando el buen consejo; mátalo
con el desapego; mortifícalo con la certeza; ilumínalo
con la sabiduría; humíllalo recordando la muerte; hazlo
reconocer lo perecedero e instrúyelo respecto de las difi-
cultades mundanales”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 909)
5.- Del Imam ‘Ali (P):
“Establezcan en sus almas el conocimiento de aquello que
adoran, a tal punto que el movimiento de sus miembros
les resulte beneficioso”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 180)

Nota:
- 90 -
Al Haiat - La vida

A esto se refiere la Palabra Celestial (del Corán): ‘Y para que


sepan quienes obtuvieron conocimiento, que ello es la Verdad
que proviene de tu Señor y crean en ella y humillen ante Él sus
corazones’1. En consecuencia, la ciencia beneficiosa es aquella
que se impone sobre el alma, se establece sobre el corazón y lo
habita, siendo el eje de las acciones y el emprendimiento. Con ella
resulta la vida del corazón y la evidencia del interior. Cada ciencia
que no sea así, sólo constituye un conjunto de palabras reiteradas
y expresiones vulgares.
6.- De Jesús (P):
“En verdad os digo, la semilla germina en terreno fértil, y
no crece en la piedra. Del mismo modo la Sabiduría mora
en el corazón del humilde y no en el del arrogante tirano.
¿No sabéis, acaso, que quien levanta su cabeza ante un
techo se golpea, mientras que quien baja su cabeza ante un
techo, aprovecha su sombra y su refugio? De esta manera,
quien no sea humilde con Dios, será degradado, y quien
sea humilde con Dios será exaltado. Así como la miel no
puede colocarse en cualquier odre, la sabiduría no habita
en cualquier corazón. Cuando el odre no se desgarra, ni
está seco, ni se descompone, puede constituirse en un reci-
piente para la miel. De igual modo, cuando los corazones
no se quebrantan por los deseos, ni se mancillan por la
avidez, ni se endurecen con la vida mundanal, es posible
que se transformen en recipientes para la sabiduría”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 375)
7.- De Jesús (P):
“En verdad os digo: cuando un animal no puede ser
montado, deja de ser útil, se toma rebelde y de estado
cambiante. Del mismo modo, cuando los corazones no se
ablandan con el recuerdo de la muerte ni son constantes en
la consagración a la devoción, enseguida se transforman
1 Corán, 22:54.
- 91 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

en corazones duros, insensibles y ásperos.


¿Qué beneficio tiene una lámpara en la terraza de una
casa cuando su interior permanece oscura? De la misma
forma no resulta beneficiosa la luz de la ciencia ubicada
en vuestras bocas, mientras vuestro interior se encuentra
vacío y oscuro. ¡Corred, pues, a vuestras oscuras casas
e iluminadlas! Asimismo, ¡apresuraos para que vuestros
corazones sean iluminados con la sabiduría antes de que
se oxiden con los pecados y se conviertan en más duros
que la piedra!”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 337)

Nota:
Cuando el sabio y el estudiante preservan en la contemplación
y le piden cuentas a su propia alma, entonces la ciencia se establece
en sus corazones otorgándole una nueva vida, y transformándose en
lo que describe Amir al-Mu’minin (en el siguiente relato).
8.- Del Imam ‘Ali (P):
“La cabeza de la ciencia es la humildad; su ojo es apartar-
se de la envidia; su oído es la comprensión; su lengua es la
veracidad; su corazón es la intención buena; su intelecto
es conocer los resultados de la existencia. Entre sus frutos
se encuentran el temor a Dios, evitar la concupiscencia,
seguir la dirección, rehusar los pecados, querer a los
hermanos, escuchar a los sabios y aceptarlos.
Y también, abandonar la venganza aunque se tenga poder
para ella, considerar malo cabalgar sobre la falsedad y
bueno el seguir la verdad así como el dicho veraz; abste-
nerse de la alegría con el descuido y de hacer una obra
que provoque el arrepentimiento. La ciencia aumenta el
intelecto de una persona y crea en sus estudiantes buenos
atributos, subyuga la codicia, aparta el engaño, extermina

- 92 -
Al Haiat - La vida

la avidez y aprisiona a todos los salvajes. Convierte los


medios de vida lejanos en cercanos”.
(“Al Bahar”, tomo LXXVIII, pág. 6)

La humildad y la sinceridad

1.- De Jesús, el Mesías (P):


“‘¡Oh, discípulos! Necesito que cubran mi necesidad’.
Respondieron: ‘¡Cómo no, oh, Espíritu de Dios!’. Él
se levantó y lavó sus pies. Ellos, entonces, exclamaron:
‘¡Oh, Espíritu de Dios! Nosotros somos más adecuados
para realizar esto’. Les contestó: ‘El más adecuado para
brindar servicio entre la gente es el sabio. Esto sólo es una
demostración de humildad, para que realicen lo mismo
entre la gente después de mí’. Luego Jesús (P) agregó: ‘La
sabiduría florece con la humildad, no con la arrogancia,
así como el sembrado crece en la tierra fértil y no en la
montaña”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 37)

2.- Del Imam Sadiq (P):


“Busquen la ciencia y embellézcanla con la benevolencia
y el respeto. Sean humildes con aquéllos que la enseñan,
así como con quienes la buscan. No sean sabios sobera-
nos, pues esto transforma en falsas vuestra s acciones y
palabras verdaderas”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 41)

3.- Del Imam Sadiq (P):


“Quien investiga la ciencia, práctica de acuerdo a ella y
enseña por Dios, se le dirá en el Reino de los cielos: ‘¡Qué
gran persona! Estudió por Dios, actuó debido a Dios y
- 93 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

enseñó para Dios’”.


(“Al Kafi”, tomo I, pág. 35)

El desapego

1.- Del Imam Sadiq (P):


“No se hace sabio el hombre hasta que no se despreocupe
por cuál ropa debe vestir ni con qué ha de interrumpir el
hambre”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 49)

La piedad y el autocontrol

1.- Del Imam ‘Ali (P):


“Es obligación para cada sabio que preserve su lado a
través de la piedad y que brinde su ciencia al buscador
de la misma”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 305)

Su existencia beneficiosa

1.- Del Imam ‘Ali (P):


“El hombre excelente es un erudito en la religión. Si lo re-
quieren, es útil; si no lo necesitan, se beneficia a sí mismo”.
(“Al Bahar”, tomo I, pág. 218)

2.- Del Imam Baqir (P):


“Un sabio que beneficia con su ciencia es superior a
- 94 -
Al Haiat - La vida

70.000 devotos”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 33)
3.- Del Imam Sadiq (P), según relató Moauia ibn ‘Ammar:
“Le pregunté a Abu Abdullah (el Imam Sadiq -P-): ‘Un
narrador de vuestros dichos que los esparce entre la gente,
asegurando con ellos los corazones de vuestros seguidores,
y un devoto de vuestros seguidores que no ejerce dicha
tarea, ¿cuál de ellos es preferible?’. Me contestó: ‘Un
narrador de nuestros dichos que confirma con ellos los co-
razones de nuestros seguidores es mejor que mil devotos’”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 33)
4.- Del Imam Kazim (P):
“Cuando el creyente muere, lloran por él los ángeles, algu-
nos sitios de la tierra dónde se adora a Dios y la puertas del
cielo donde se elevan las acciones. Se produce en el Islam
una brecha que nada puede rellenar. Porque los creyentes
eruditos constituyen las fortalezas del Islam, semejantes a
las torres de la muralla de una ciudad”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 38)

Difundir la ciencia

1.- Del Imam ‘Ali (P):


“Dios no responsabilizó a los ignorantes sobre el apren-
dizaje hasta hacer responsables a la gente de la ciencia
respecto en la enseñanza”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.304)
2.- Del Imam ‘Ali (P):
“Dios no tomó pacto de los ignorantes sobre la búsqueda
- 95 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

de la ciencia hasta no tomar pacto de los sabios sobre la


dilucidación de la ciencia para los ignorantes. Porque el
conocimiento está antes que la ignorancia”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 23)

3.- Del Imam Kazim (P):


“Lo más obligatorio respecto del derecho de tu hermano
es no ocultarle nada de aquello que lo beneficia en su
mundo o en su más allá”.
(“Riyalul Kashi”, pág. 455)

Subyugar la concupiscencia y eludir la disputa

1.- Del Profeta (PBd), según lo que narró Amir al-Mu’minin (P):
“Aquél cuyos conocimientos prevalecen sobre sus deseos,
posee una ciencia provechosa”.
(“Mishcatul Anuar”, pág. 246)

2.- Del Profeta (PBd):


“¡Apartaos de la disputa! Ciertamente lo primero que Dios
me ha prohibido, después de la adoración de los ídolos,
es la disputa”.
(“Muniatul Murid”, pág. 193)

3.- Del Profeta (PBd):


“A quien renuncia a la discusión a pesar de tener la razón,
se le edifica una mansión en lo más alto del Paraíso”.
(“Safinatul Bihar”, tomo II, pág. 532)

4.- Del Profeta (PBd):


“Un siervo no perfecciona la realidad de la fe hasta no
- 96 -
Al Haiat - La vida

abandonar la disputa, aunque tenga la razón”.


(“Safinatul Bihar”, tomo II, pág. 532)
5.- Del Imam ‘Ali (P):
“¡Oh. Kumail! Sé precavido respecto de la discusión, pues
cuando personalmente te abocas a la misma, suscitas a los
tontos en tu contra y destruyes la fraternidad”.
(“Safinatul Bihar”, tomo II, pág. 532)
6.- Del Imam ‘Ali (P), según lo que transmitió el Imam Sadiq
(P):
“¡Abandonen la disputa y la hostilidad! Porque ambas
enferman los corazones de los hermanos y hacen crecer
la hipocresía”.
(“Muniatul Murid”, pág. 193)

El amor a los pobres y los menesterosos. Estar


junto a los oprimidos

1.- Del Profeta (PBd), de lo que aconsejó a Abu Dharr al-Gafari:


“Ama a los menesterosos y reúnete con ellos frecuente-
mente”.
(“Makarimul Ajlaq”, pág. 558)
2.- Del Imam Sadiq (P):
“(Cuenta un narrador) Le cuestioné a Abu Abdullah (el
Imam Sadiq -P-): ‘¡Oh, mi señor! Te escucho abundan-
temente mencionar a Salmán al-Farsi’. Me dijo (P): ‘No
digas ‘Salmán al-Farsi, di Salmán al-Muhammadi. ¿Acaso
adviertes por qué menciono frecuentemente su nombre?’.
Respondí: ‘No’. Me explicó: ‘Por tres virtudes (que él
poseía): en primer lugar, por preferir el deseo de Amir
- 97 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

al-Mu’minin (P) sobre el suyo propio; en segundo lugar


por su amor a los pobres y la predilección que tenía hacia
ellos por encima de los ricos y las personas mundanas; en
tercer lugar, por su amor a la ciencia y los sabios”.
(“Al Bahar”, tomo XXII, pág. 327)

Abarcar los diferentes ámbitos del conocimiento

1.- Del Profeta (PBd):


“Quien actúa acorde a la analogía, se aniquila y hace
que otros se aniquilen. Quien dictamina sobre la gente sin
conocer lo abrogante y lo abrogado, lo explícito y lo meta-
fórico, también se aniquila y hace que otros se aniquilen”.
(“Raudhatul ua’zin”, pág. 10)
2.- Del Imam ‘Ali (P):
“Le cuestionó a un juez: ‘¿Acaso diferencias lo abrogante
de lo abrogado?’. Le respondió: ‘No’. Él prosiguió: ‘¿Cap-
tas entonces la intención de Dios, Poderoso y Majestuoso,
en las parábolas del Corán?’. Contestó: ‘No’. Él declaró:
‘Por lo tanto, te has exterminado a ti mismo y has hecho
que otros se aniquilen”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 121)

Nota:
En el capítulo Decimocuarto de esta sección se indicará la nece-
sidad de que una autoridad musulmana de alto rango sea completa,
tanto en teoría como en la práctica.

Recurrir al Corán y no a otro que él

- 98 -
Al Haiat - La vida

1.- Del Imam Baqir (P) citando al Imam ‘Ali (P):


“¿Quieren que les informe sobre el verdadero erudito?
Es quien no desespera a la gente sobre la Misericordia
de Dios, ni abandona el Corán inclinándose hacia otro.
Sepan que no existe bien en una ciencia en la cual no hay
comprensión, ni en una lectura que no contiene meditación,
ni en una devoción que no posee instrucción”.
(“Al Uasail”, tomo IV, pág. 830)

El mirarlos hace recordar a Dios

1.- Del Imam Sadiq (P):


“Dijo el Mensajero de Dios (PBd): Los apóstoles pregun-
taron a Jesús: ‘¡Oh, Espíritu de Dios! ¿Con quién nos de-
bemos reunir?’. Les respondió: ‘Con aquél que al mirarlo
os hace recordar a Dios, cuya palabra acrecienta vuestro
conocimiento y su acción os inclina hacia el más allá’”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 39)

Son la mejor creación de Dios luego de los


Imames Infalibles (P)

1.- Del Profeta (PBd):


“El mejor bien son los sabios buenos”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 110)

2.- Del Imam Al-Askari (P):


“Le preguntaron a Amir al-Mu’minin (P): ‘¿Cuál es la
mejor creación de Dios luego de los Imames de la Buena
- 99 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

Guía?’. Contestó: ‘Los sabios cuando obran bien’”.


(“Al Bahar”, tomo II, pág. 89)

- 100 -
Al Haiat - La vida

Capítulo XII

Los sabios corruptos y algunas de sus


particularidades

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Ibrahim, Abraham.
“Aquellos que prefieren la vida de este mundo a la del
Otro y ponen dificultades en el camino de Dios, tratando
de desviar a la gente. ¡Esos están muy extraviados!”.
(14:3)
2.- Sura Al-Baqara, La vaca.
“En verdad, quienes esconden algo de lo que Dios ha reve-
lado de la Escritura (Sagrada) y lo venden por poco precio,
no introducen en sus estómagos más que fuego. Dios no
les hablará el Día del Levantamiento, ni les purificará y
tendrán un castigo doloroso”.
(2:174)
3.- Sura At-Tauba, El arrepentimiento.
“¡Oh, los que creéis! En verdad, muchos de los doctores de
la ley y de los sacerdotes se comen, sin derecho, los bienes
de la gente y les apartan del camino de Dios”.
(9:34)

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Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

4.- Sura Ale ‘Imran, La familia de ‘Imran.


“Y, en verdad, hay un grupo de ellos que complican con
sus lenguas la Escritura (Sagrada para que penséis que
(lo que dicen) pertenece a la Escritura, pero no es de la
Escritura y dicen: ‘Esto proviene de Dios’, pero no pro-
viene de Dios y atribuyen a Dios mentiras a sabiendas (de
lo que hacen)”.
(3:78)
5.- Sura Al-‘Araf, Los lugares elevados.
“Cuéntales la historia de aquel a quien Nosotros dimos
nuestros signos y se despojó de ellos, entonces Satanás le
siguió y fue de los que se extravían.
Y, si Nosotros hubiésemos querido, le habríamos elevado
mediante ellos, pero él se inclinó a lo terrenal y siguió a
sus pasiones”.
(7:175-176)
Estas aleyas señalan algunas de las particularidades de los sa-
bios malvados y corruptos, tales como el amor al mundo, el ocultar
la ciencia, el devorar la hacienda injustamente, la alteración del
Libro, el inventar mentiras contra Dios, renunciar a la ciencia y
cosas semejantes a éstas. Existen al respecto numerosas Tradiciones
que evocan las cualidades de los malos sabios y sus peculiaridades,
como lo que vino en estas aleyas.

El amor al mundo y ser seducido por él

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Kazim (P):
“¡Oh, Hisham! Dios Altísimo le reveló a David (P): ‘¡Dile
a Mis siervos!: No establezcan entre Yo y vosotros a un
- 102 -
Al Haiat - La vida

sabio enamorado del mundo, pues los descarriará de Mi


Recuerdo, del Camino de Mi amor y Mi invocación. Ellos
son salteadores de camino para Mis siervos. Lo mínimo
que hago con ellos es arrancarles la dulzura de Mi amor
y Mi súplica de sus corazones”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 293)

La búsqueda de la ciencia para el mundo

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Quien busca la ciencia para el mundo, por la jerarquía
entre la gente y debido a la consideración de un sultán,
no alcanza ninguna puerta de esta, sino que acrecienta
en autoestima respecto de sí mismo, en arrogancia en
cuanto a la gente, en desatención respecto de Dios y en
apartamiento en cuanto a la religión. Éste es quien no
se beneficia de su ciencia. Entonces, debe abstenerse de
tener que argüir contra sí mismos, arrepentirse y padecer
la ignominia en el Día del Juicio”.
(“Raudhatul ua’zin”, pág. 11)

Pretensión y engreimiento

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Quien declara: ‘Yo soy sabio’, es ignorante”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 110)

- 103 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

2.- Del Imam ‘Ali (P):


“(El ignorante) no considera de la ciencia aquello que
no acepta, ni toma en cuenta otro método que el propio”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 72)
3.- Del Imam ‘Ali (P):
“Los buscadores de la ciencia son de tres clases: un
grupo de ellos aprende para engañar y sobresalir. Ellos
se exceden sobre sus semejantes y se humillan ante los
ricos, aunque éstos sean inferiores a ellos, por anhelar
sus banquetes; así aventan su religión”.
(“Raudhatul ua’zin”, pág. 9)

Ocultar la ciencia

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“A quien oculta una ciencia útil, Dios lo embritará (en el
Día del Juicio) con riendas de fuego”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 78)
2.- Del Imam ‘Ali (P):
“Quien oculta una ciencia es como si fuera ignorante”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 276)
3.- Del Imam Yauad (P):
“Los sabios serían desleales contra sí mismos si oculta-
ran la recomendación, si vieran a un extraviado y no lo
encaminaran o a un muerto y no lo vivificaran. ¡Qué malo
es lo que hacen!”.
(“Al Kafi”, tomo VIII, pág. 54)
- 104 -
Al Haiat - La vida

Vivir del tesoro público abandonando las


responsabilidades

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Sadiq (P):
“Dijo Jesús hijo de María (P) a sus compañeros: ‘¡Ay
de vosotros, los sabios malvados! Cobran sueldo pero no
hacen nada. Pronto el Señor del trabajo vendrá a buscar
su obra, y saldrán de este mundo hacia las tinieblas de
la tumba’”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 109)

Alimentarse de la religión

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“Quien se alimenta con la religión, su parte en cuanto a
su religión es lo que come”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 160)

2.- Del Imam Sayyad (P):


“Cuídate de ser jefe en nuestro nombre, pues Dios te
degradará. Y apártate de comer en nuestro nombre, pues
Dios incrementará tu pobreza”.
(“Riyalul Kashi”, pág. 124)

El falso desapego

- 105 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“¡Ay de quienes adoptan la religión como un instrumento
para obtener el mundo! Visten para la gente con pieles
de corderos, luciendo una lengua muy agradable. Sus
palabras son más dulces que la miel, y sus corazones son
corazones de lobos. Dios altísimo exclama: ‘¿Me relegan
o son rebeldes contra Mí? Entonces, ¡por Mi Poder y Mi
Majestad! que seguramente he de enviarles desgracias que
dejarán perplejo al “más paciente de ellos’”.
(“Al Bahar”, tomo LXXVII, pág. 173)
2.- Del Imam ‘Ali (P):
“De ellos hay quien abandona la búsqueda del reino por
incapacidad o por falta de recursos, pues su situación
los llevó a eso. Entonces se presentan a sí mismos con el
nombre del complacencia y se adornan con la apariencia
de la gente desapegada, mientas que no poseen ningún
vínculo con el complacencia y el desapego”.
(“Al Bahar”, tomo LXXVIII, pág. 5)

Utilizar la religión como trampa

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“Y otro que se autotitula ‘sabio’, mientras que no lo es.
Ha tomado la ignorancia de los ignorantes y el desvío
de los extraviados, colocando para la gente trampas de
cordeles de engaños y dichos mentirosos. Interpreta el
Libro de acuerdo a su propia opinión, y vincula la verdad
a sus pasiones, asegura a la gente respecto de los grandes
- 106 -
Al Haiat - La vida

pecados y considera livianos los grandes delitos. Afirma


detenerse ante las ambigüedades, en tanto que en ellas se
sumerge. Declara alejarse a las innovaciones, mientas que
entre ellas se acuesta. Por todo esto, aunque su apariencia
es humana, su corazón es de animal. No conoce la puerta
de la buena dirección como para seguirla, ni la puerta de
la ceguera como para evitarla. Es un muerto entre los vi-
vientes. Por consiguiente, ¿a dónde van y a quien siguen?”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 214)
2.- Del Imam Rida (P):
“Dijo ‘Ali ibn Husein (P): ‘Cuando vean a un hombre que
tiene aspecto y comportamiento correctos, que al hablar
lo hace mansamente y exhibe humildad en sus movimien-
tos, entonces ¡estén alertas para que no los engañe! Hay
muchas personas que no pueden alcanzar el mundo, y
por eso se abocan a lo lícito de él, debido a la debilidad
de sus miembros y el miedo de sus corazones. Entonces
utilizan la religión como una trampa para él (para alcan-
zar el mundo). Constantemente embaucan a la gente con
sus apariencias. Si pueden alcanzar lo ilícito, lo hacen’”.
(“Al Ihtiyay”, tomo II, pág. 52-53)

Buscar la jefatura, amar la fama y el elogio

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“¡Oh, Abu Dharr! Quien busca la ciencia para atraer a la
gente hacia él mismo, no percibirá el aroma del Paraíso”.
(“Makarimul Ajlaq”, pág. 541)
2.- Del Imam ‘Ali (P):

- 107 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

“Absténganse de buscarla por cuatro motivos: para os-


tentar ante los sabios, o disputar con los tontos, o para
presumir en las reuniones, o por atraer a la gente hacia
ustedes para ser su jefe”.
(“Al lrshad”, pág. 111)

3.- Del Imam Sadiq (P):


“Las personas son de cuatro categorías: un ignorante que
está cubierto por sus pasiones a las cuales se aferra; un
devoto fuerte que al aumentar su adoración incrementa su
arrogancia; un sabio que ansía que los hombres marchen
detrás suyo y pretende el elogio de la gente; y el conocedor
del camino de la verdad, que se consagra a ella, pero es
débil y resulta vencido. Y éste es el más completo y juicioso
de la gente de tu época”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 60)

4.- Del Imam Rida (P):


“Dijo ‘Ali ibn Husein (P): ‘Si encontraran firme su inte-
lecto, ¡estén atentos de que no los defraude!, hasta tanto
percibir si con su intelecto persigue sus apetencias, o si
sus deseos obedecen a su intelecto, y cómo es su amor
por la falsa jefatura y su desapego de ella. Existe entre
la gente quien pierde este mundo y el otro: él abandona
el mundo a causa del mundo mismo, concibiendo el goce
de la falsa jefatura como superior al gozo de los bienes y
mercedes permitidos. En consecuencia, desecha todo eso
buscando el cargo. Luego, ‘Y si se le dice: ‘¡Teme desa-
gradar a Dios!’ se apodera de él un orgullo pecador. El
Fuego del Infierno será su retribución. ¡Qué mal lugar
para descansar!’1.
Entonces él obra sin prestar atención, y la primera falsedad

1 Corán, 2:206.
- 108 -
Al Haiat - La vida

lo conduce hacia la más profunda perdición. Después de


dirigirse tras lo que no puede dominar, su Señor lo deja
desamparado en su rebeldía. En tal circunstancia, él per-
mite lo que Dios ha vedado, y prohíbe aquello que Dios
autorizó. Y no le da importancia a lo que ha perdido de
su religión, en tanto permanezca intacto para él el puesto
por el cual se mortificó’.
Y ellos son de quienes Dios se encolerizó y les maldijo,
preparándoles un Castigo ignominioso”.
(“Al Ihtiyay”, tomo II, pág. 53)

5.- Del Imam Sadiq (P):


“Las desgracias de los sabios son ocho: la avidez y la
avaricia; la ostentación y jactancia el fanatismo; el amor
al elogio; meditar sobre aquello cuya realidad no alcan-
zan; esforzarse excesivamente en adornar sus discursos
con palabras de más; el escaso pudor ante Dios y el no
actuar acorde a su conocimiento”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 52)

Romper la columna de la religión

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“Quebraron mi columna un sabio desvergonzado y un
ignorante que se muestra como asceta. El ignorante estafa
a la gente con su apariencia desapegada, y el sabio los
embauca con su desvergüenza”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 111)

- 109 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

Embellecer ante la gente

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P), de su legado a su hijo Al-Hasan (P):
“¿Cómo será tu estado cuando te encuentres en un pueblo
cuyos sabios son estafadores que presentan un aspecto
bello? Ellos son dominados por sus pasiones y se aferran
fuertemente al mundo. Cuando el más fuerte de ellos se
dirija hacia ti, será para acecharte con las contrariedades.
Ellos buscan engañar con los deseos y persiguen el mundo
denodadamente”.
(“Al Bahar”, tomo LXXVII, pág. 234)

Adquirir notoriedad con la ciencia, no con el


acto

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Cuando se manifiesta la ciencia y se abandona la prácti-
ca, o se reúnen las lenguas y se dispersan los corazones, o
se cortan los lazos familiares, entonces Dios los maldice,
les deja sordos y enceguece sus vistas”.
(“Zauabul Amal”, tomo II, pág. 109)

2.- De Jesús (P):


“El más desdichado de la gente es aquél que es conocido
ante los hombres por su ciencia, pero desconocido por su
acción”.
(“Udatul Dai”, pág. 69)

- 110 -
Al Haiat - La vida

Renunciar a la ciencia

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Baqir (P), según relató Suleimán ibn Labban:
“Me preguntó Abu Ya’far (el Imam Baqir -P-): ‘¿Conoces
cuál es el ejemplo de Mughairat ibn Sho’bat?’. Contesté:
‘No’. Él me explicó: ‘Su ejemplo equivale al de Ba’lam, a
quien le había sido concedido el Gran Nombre (de Dios).
Dios declaró acerca suyo: ‘Nosotros dimos nuestros
signos y se despojó de ellos, entonces Satanás le siguió y
fue de los que se extravían’1”.
(“Tafsirul Aiiashi”, pág. 42)
2.- Del Imam Baqir (P), en referencia a la aleya anterior:
“El motivo de esta aleya es Ba’lam. Luego Dios la esta-
bleció como una alegoría de toda persona que prefiere
sus pasiones por encima de la Dirección de Dios entre la
gente de la Orientación2”.
(“Al Bahar”, tomo XIII, pág. 380)
3.- Del Imam Rida (P):
“A Ba’lam Ba’ura le había sido concedido el Gran Nombre
(de Dios), con el cual invocaba y le era respondido. Sin
embargo, él se inclinó hacia Faraón. Cuando éste pasó
persiguiendo a Moisés (P) y sus compañeros, le pidió a
Ba’lam; ‘Invoca a Dios contra Moisés y sus compañeros,
a fin de que Él los detenga para nosotros’.
Entonces él montó su asno para ir en búsqueda de Moisés
(P). En aquel momento apartó el Nombre de su lengua,
por lo que dice (en el Corán): ‘Nosotros dimos nuestros
signos y se despojó de ellos, entonces Satanás le siguió
1 Corán, 7:175.
2 La Qiblat, es decir, los musulmanes.
- 111 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

y fue de los que se extravían. Y, si Nosotros hubiésemos


querido, le habríamos elevado mediante ellos, pero él se
inclinó a lo terrenal y siguió a sus pasiones. Su ejemplo
es como el del perro, que si le atacas jadea y si no le
haces caso jadea’1.
Esta es una parábola que Él ha propuesto”.
(“Al Bahar”, tomo XII, pág. 377-378)

Ellos son lo peor de la creación de Dios

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd), quien cuando le preguntaron quiénes
eran los peores entre la gente, respondió:
“Los sabios cuando se corrompen”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 31)
2.- Del Imam Al-Askari (P):
“Se le preguntó a Amir al-Mu’minin (P): ‘¿Quiénes son
lo peor de la creación de Dios luego de Iblis y Faraón?’.
Respondió: ‘Los sabios cuando se corrompen’”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 89)

1 Corán, 7:175-176.
- 112 -
Al Haiat - La vida

Capítulo XIII

Acercamiento y alejamiento

Invitar a la gente hacia ellos

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Anbiya’, Los profetas.
“¡Preguntad a la gente del recuerdo!, si es que vosotros
no sabéis!”.
(21:7)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Quien toma la ciencia de su gente y actúa en concordan-
cia con su conocimiento, se salva”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 46)
2.- Del Profeta (PBd):
“Los apóstoles le preguntaron a Jesús (P): ‘¡Oh, espíritu
de Dios! ¿Con quién debemos reunirnos?’. Contestó: ‘Con
aquél que al mirarlo les recuerda a Dios, cuya palabra
acrecienta vuestra ciencia y cuya acción les incline hacia
- 113 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

el más allá’”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 49)
3.- Del Profeta (PBd), según lo que transmitió el Imam Sadiq
(P):
“Reunirse con la gente de la religión implica nobleza en
este mundo y en el otro”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 39)
4.- Del Imam ‘Ali (P), sobre la descripción de un creyente
consiente y un sabio practicante:
“Se quitó el manto de sus apetencias y se vació de las
preocupaciones, excepto de una sola en la cual siempre
reflexiona. Salió, entonces, de la ceguera y la asociación
con la gente de los deseos. Se convirtió en una de las
llaves de las puertas de la buena dirección y una de las
cerraduras de las puertas de la perdición.
Encontró su camino y marchó en su sendero. Conoció su
faro y atravesó sus tinieblas, aferrándose del asidero más
seguro y de las más fuertes montañas. Es como una luz
del sol de la certeza, que estableció su alma para Dios,
Glorificado Sea, en lo más álgido de los asuntos, haciendo
correctamente cada cosa que surge para él y retomando
cada rama a su origen. Es un candil para las tinieblas,
apartando las confusiones”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 210)
5.- Del Imam Baqir (P):
“Una tertulia en la que me reúno con aquél de quien tengo
confianza, es más seguro ante mí que un año de práctica”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 39)
6.- Del Imam Rida (P), de lo que transmitió del Imam ‘Ali ibn
Husein (P):

- 114 -
Al Haiat - La vida

“Pero el hombre perfecto y excelente es aquél que coloca


su pasión como seguidora de la Orden de Dios y aplica su
esfuerzo en la Complacencia de Dios. Comprende que la
humillación con la verdad está más próxima a la Gloria
permanente que el honor con la falsedad. Sabe que el es-
caso perjuicio soportado en este mundo lo traslada hacia
las Mercedes perpetuas, en la Mansión que nunca se acaba
ni concluye, y que mucho de lo que goza en seguimiento
de sus apetencias lo transporta a un Castigo incesante,
eterno. ¡Éste es un hombre excepcional! ¡Aférrense a él y
sigan su conducta! Intercedan a través suyo ante vuestro
Señor, pues a él no se le rechaza una súplica y puede al-
canzar lo que desea”.
(“Al Ihtiyay”, tomo II, pág. 53)

Hacer evitar a la gente de ellos

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Kahf, La cueva.
“No obedezcas a quien Nosotros hemos hecho que esté
desatento de Nuestro recuerdo, que sólo sigue sus pasiones
y actúa de manera inmoderada”.
(18:28)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Pronto llegará para mi comunidad una época en la que
no permanecerá del Corán más que su vestigio, ni del
Islam más que su nombre. Se llamarán ‘musulmanes’ pero
estarán más lejos del Islam que cualquier otra gente. Las
mezquitas serán bellas y bien edificadas, pero se hallarán
- 115 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

vacías de la buena dirección. Los eruditos de esa época


serán los más malvados de entre los sabios que se hallan
bajo la sombra del cielo. Las tentaciones surgirán de ellos
y retomarán a ellos”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 109)
2.- Del Imam Sadiq (P):
“¡Precaveos de los ignorantes adoradores y de los in-
morales de entre los sabios! Ellos son los estafadores de
cada defraudado”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 106)
3.- Del Imam Sadiq (P):
“Cuando vean a un sabio amante del mundo, ¡acúsenlo
de su religión! Cada amante se encuentra cercado por
aquello que ama”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 107)
4.- Del Imam Kazim (P), de sus ancestros (P), del Profeta
(PBd), quien dijo:
“‘Los eruditos son los confidentes de los Mensajeros,
mientras no ingresen al mundo’. Se le preguntó: ‘¡Oh,
Mensajero de Dios! ¿Cómo ingresan al mundo?’. Res-
pondió: ‘Al seguir a un sultán. Cuando hacen eso, ¡tengan
cuidado de vuestra religión!’”.
(“Al Kafi”, torno I, pág. 46)
5: De Jesús, el Mesías (P):
“En verdad os digo: lo peor de la gente es un hombre sabio
que prefiere su mundo sobre su ciencia. Lo ama, lo busca
y trabaja por él hasta el punto que si pudiera poner a toda
la gente en la perplejidad, lo haría. ¿De qué le sirve al
ciego la intensidad de la luz del sol si no la ve? Asimismo,
de nada le sirve a un sabio su ciencia si no obra en con-

- 116 -
Al Haiat - La vida

cordancia a ella. Entonces, ¡presten atención a los sabios


mentirosos!, quienes portan ropas de lana y mantienen sus
cabezas inclinadas sobre la tierra, cubriendo con esto sus
pecados, mientras miran desde debajo de sus cejas como
lo hace el lobo. Sus palabras se oponen a sus actos”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 375)

¿Quién es más merecedor de encaminar y


recomendar?

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“No se congreguen con cada invocador pretencioso que
los invite desde la certeza hacia la duda, de la sinceridad
a la ostentación, de la humildad hacia la arrogancia, de
la recomendación hacia la enemistad, del desapego a la
inclinación, acérquense a un sabio que los convoque del
orgullo a la humildad, de la jactancia a la sinceridad,
de la duda a la certidumbre, del apego al desapego, de
la enemistad a la conciliación. No es digno de aconsejar
a la creación más que aquél que francamente teme estas
dificultades, que prevalece sobre los defectos de la palabra
y reconoce la rectitud del error, las causas de las incita-
ciones, las contrariedades del alma y las apetencias”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 52)

Los disertantes con los cuales hay que cortar


relaciones

De la Tradición (hadiz):
- 117 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

1.- Del Profeta (PBd):


“No temo sobre mi comunidad por un creyente ni por un
asociador. En cuanto al creyente, su propia fe lo refrena;
con respecto al asociador, su misma impiedad lo subyuga.
Temo para ustedes por un hipócrita charlatán, que declara
aquello que aceptan y obra lo que reprueban (es decir, que
dice lo bueno y hace lo malo)”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 110)
2.- Del Imam ‘Ali (P):
“Han quebrado mi espalda dos personas del mundo; un
charlatán pervertido y un ignorante de corazón el cual es
devoto. El primero cubre con su lengua su corrupción; el
otro, con su devoción su ignorancia.
Por lo tanto, ¡teman a los perversos de los sabios y los
ignorantes entre los devotos! Ellos son la base del fraude
de cada engañador. Yo escuché al Mensajero de Dios
(PBd) decir: ‘¡Oh, ‘Ali! La aniquilación de mi comunidad
se localiza en las manos de cada hipócrita charlatán’”‘.
(“Raudhatul ua’zin”, pág. 6)
3.- Del Imam ‘Ali (P):
“No son equiparables el líder de la buena dirección y el de
la perdición, así como tampoco lo son el amigo del Profeta
y su enemigo. El Enviado de Dios (PBd) me ha dicho: ‘Yo
no temo para mi comunidad por un creyente ni por un
idólatra. Al creyente Dios lo obstaculiza por intermedio
de su propia fe; en cuanto al asociador, Dios lo subyuga
con su misma idolatría. Pero temo para vosotros por cada
hipócrita de corazón que es charlatán, que habla lo que
aceptan y realiza lo que rechazan’”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 891)
De estos dichos podríamos destacar dos cuestiones importantes.
- 118 -
Al Haiat - La vida

La primera es referente al dicho del Imam (P) sobre el “ignorante de


corazón”. Es una alusión a la división entre la ciencia del corazón y
la de la lengua. Se trata de una cuestión educativa muy importante,
puesto que la verdadera ciencia es aquella que desciende al corazón
y pasa por la lengua, como apreciamos en el Capítulo Decimopri-
mero de esta sección.
La segunda es que el término “hipócrita” aquí mencionado,
abarca a todos los sabios, autoridades, eruditos y disertantes que se
manifiestan con las formas de la ciencia y la religión mientras que
se acercan a los sultanes, intiman secretamente con los tiranos y
seductores, y dejan a los desdichados y a los oprimidos a un lado.
Ellos engañan a la gente de la calle y a las personas de corazones
simples.

- 119 -
Al Haiat - La vida

Capítulo XIV

La jerarquía y la autoridad

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Saba’. Los sabeos.
“Pusimos, entre ellos y las ciudades que Nosotros había-
mos bendecido, ciudades que se divisaban y establecimos
caminos equidistantes entre ellas. ‘¡Viajad por ellos de
noche y de día con seguridad!’”.
(34:18)
2.- Sura Al-Anbiya’, Los profetas.
“¡Preguntad a la gente del recuerdo, si es que vosotros
no sabéis!”.
(21:7)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Los eruditos son los confidentes de los Enviados”.
(“Al Bahar”, tomo I, pág. 216)
2.- Del Profeta (PBd):
“‘¡Que Dios se apiade de mis representantes!’. Le pregun-
- 121 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

taron: ‘¡Oh, Mensajero de Dios! ¿Quiénes son tus repre-


sentantes?’. Contestó: ‘Quienes vivifican mi Tradición y
la enseñan a los siervos de Dios’”.
(“Muniatul Murid”, pág. 10)
3.- Del Imam ‘Ali (P):
“Dios ha querido que los sabios no permanezcan pasivos
frente a un extralimitado devorador ante el hambre de los
oprimidos”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 52)
4.- Del Imam ‘Ali (P):
“Los sabios son gobernantes sobre la gente”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 32)
5.- Del Imam Husein (P):
“El giro de los asuntos y mandatos se encuentra en las
manos de los sabios de Dios”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 172)
6.- Del Imam Sadiq (P), según lo que transmitió Abu Jadida:
“Abu Abdullah (el Imam Sadiq -P-) me envió hacia nues-
tros compañeros diciéndome: ‘Adviérteles respecto de
concurrir a un corrupto cuando ocurra entre ustedes algún
problema o discrepancia en algo de sus intercambios.
Coloquen entre ustedes a alguien que conozca nuestra
autorización y nuestra prohibición. Y absténganse de
quejarse unos contra otros ante un sultán traidor’”.
(“Al Uasail”, tomo XVIII, pág. 100)
7.- Del Imam Kazim (P):
“Quien busca el sustento para mantener a su familia y
a sí mismo de lo lícito, es equivalente al combatiente en
el Camino de Dios, si no puede hacer esto, entonces que
- 122 -
Al Haiat - La vida

solicite en préstamo a Dios, Poderoso y Majestuoso, y a


Su Mensajero (PBd) (de tesoro público) lo necesario para
mantener a su familia. Y si muriese sin saldar su deuda, el
líder debe abonarla. Si no la cancela (el líder), el peso de
la misma recaerá sobre él. Dios, Poderoso y Majestuoso,
declara: ‘En verdad, las limosnas son para los pobres
y los necesitados, para los encargados de recaudarlas
y para aquellos cuyos corazones se quiere atraer, para
liberar esclavos, para los endeudados, para la causa
de Dios y para el viajero’1. Esta persona (que no puede
mantener a su familia) es pobre, necesitada e insolvente”.
(“At Tadhib”, tomo VI, pág. 184)

8.- Del Imam Rida (P), extraído de la obra “Fiqh Ar-Rida”,


texto que se sostiene que es de su autoría:
“La jerarquía de los eruditos en esa época será como la
jerarquía de los Profetas entre los hijos de Israel”.
(“Auaidu Naraqi”, pág. 186)

9.- Del Imam Al-Askari (P):


“En cuanto a aquél de los eruditos que se autocontrola,
que preserva su religión, se opone a su concupiscencia,
acata la orden de su protector, es deber para la gente de
la calle y los analfabetos imitarlo. Esto no se da en todos
los sabios shi’as, sino en algunos”.
(“Al Ihtiyay”, tomo II, pág.263-264)

10.- Del Imam Mahdi (P):


“En cuanto a los acontecimientos que ocurrirán, consulten
sobre los mismo a los narradores de nuestras tradiciones.
Pues ellos constituyen mi argumento contra ustedes, es
1 Corán. 9:60. Por “limosna” en este caso se refiere a la limosna obligatoria (zakat),
pues la frase final del versículo “Es una disposición obligatoria (farida) pro-
cedente de Dios” así lo indica.
- 123 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

tanto que yo soy el argumento de Dios contra ellos”.


(“Kamalud Din”, pág. 484)

- 124 -
Al Haiat - La vida

Observaciones de la Sección Octava

En los capítulos de las secciones pasadas hemos visto impor-


tantes cuestiones referentes a la forma de vida, su desarrollo, su
bienestar y su implantación sobre un programa Divino, así como
sus bases innatas en los distintos ámbitos y terrenos.
Anteriormente (en el Tomo I), hemos hablado sobre el cono-
cimiento, su nobleza e importancia en diferentes circunstancias.
También (en el Tomo II) sobre la trascendencia de la creencia y la
fe, la práctica y su rol fundamental en la edificación de la persona-
lidad humana, y las ventajas individuales y sociales de la Ideología
Divina. Asimismo hemos expuesto (en el Tomo III) resumidamente
las cuestiones referentes a los Profetas y el fundamento de sus ense-
ñanzas, sobre el Corán, lo que trajo y aquello a lo que convocó, sobre
los líderes veraces y algunas de sus cualidades. Finalmente hemos
llegado con esta sección a los sabios, y nos hemos referido a ellos.
El liderazgo presenta su grandiosa importancia y su papel en
la construcción de la vida comunitaria. Por su parte, el Islam y los
musulmanes de hoy en día, no poseen refugio para preservar su
religión, su Corán, su existencia ni su dirección, salvo los sabios
educadores. Por otro lado, el Islam presenta enemigos tercos como
animales depredadores acechando en sus escondites. A su vez, los
sabios musulmanes se encuentran divididos en dos grupos: uno que
resguarda al Islam y otro que lo ha abandonado y se despreocupa
de él.
Por todas estas razones sostenemos que en la última parte de esta
sección, resulta imperioso emprender algunas cuestiones de urgencia

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Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

para todo musulmán que medita en ello, a fin de aprenderlas correc-


tamente y ponerlas en práctica en los distintos ámbitos de la vida.
Por consiguiente, vamos a exponer a continuación los siguientes
puntos:
1: La autoridad, sus fundamentos y responsabilidades.
2: La autoridad y sus méritos.
3: La autoridad y sus incompatibilidades.
4: ¿Quién es el erudito?
5: Considerar la Sabiduría en cuanto a la dignificación de los
sabios y hacer recurrir a la comunidad hacia ellos.
6: Algunos de ellos, no todos.
7: La ocupación de los cargos religiosos por quienes no los
merecen y sus peligros.
8: Las responsabilidades religiosas ante la ocupación de quien
no es digno de ello.
9: La unidad del liderazgo.
10: El gobierno de un erudito o el gobierno islámico.

La autoridad, sus fundamentos


y responsabilidades

Vamos a exponer detalladamente este tema. En primer lugar,


porque es uno de los más importantes en lo concerniente a la vida
islámica para la comunidad en los tiempos actuales (como hemos
visto). En segundo lugar, es el principal de todos los resultados refe-
rentes a los conceptos de la ciencia y los sabios en la sociedad islámi-
ca. Si reflexionan sobre la Religión Islámica y las responsabilidades
Divinas que han sido puestas sobre sus hombros, verán que esto es
el liderazgo con todas sus cuestiones, sus pesados compromisos y su
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Al Haiat - La vida

importancia. Porque no puede esperarse que cada religión, escuela,


sistema, comunidad e institución permanezca, se expanda, penetre y
se desarrolle excepto con un líder justo, consiente, consagrado a sus
deberes y creyente en sus misiones. Por todo esto, nos abocamos a
esta discusión minuciosamente. He aquí la explicación:
Cuando Dios, Poderoso y Majestuoso, hizo descender a Adán a
la tierra, le preparó los instrumentos para la felicidad y lo encaminó
hacia los senderos de la evolución, a fin de que alcance una vida
agradable y viva una existencia feliz. De esta manera le resultó
posible retornar al grado de proximidad y la posición de nobleza.
Con este propósito, Él hizo surgir entre los hijos de Adán a Sus
Profetas, envió sucesivamente a Sus Mensajeros y reveló entre ellos
Sus Escrituras. Los Profetas (P) se dedicaron a educar y enseñar,
invitando hacia el Mensaje Divino. Velaron para que la gente marche
hacia la equidad. Lucharon contra los opresores y tiranos a fin de
extender la ciencia, la justicia y la benevolencia sobre la faz de la
tierra, en todas las zonas y ámbitos.
Los Profetas (P) tenían sucesores que los reemplazaban en todas
sus responsabilidades y cargas, para poder continuar extendiendo
las enseñanzas divinas, expandiendo los Mensajes celestiales y
estableciendo las bases de la justicia social.
Así los Mensajes Divinos se sucedieron hasta llegar a la época
del Sello de la Profecía y la conclusión de la Revelación con el sur-
gimiento de nuestro señor, protector y Profeta, Muhammad (PBd),
el más grandioso de los Mensajeros y Sello de los Profetas. Cuando
Dios altísimo quiso finalizar con él (PBd) la Profecía y cesar con
su fallecimiento la Misión Celestial, le completó Su Religión y
perfeccionó para él Su Merced con la sucesión (del Imam ‘Ali -P-)
y completó así lo que Dios le había encargado. Dios enfatizó esto
para él (PBd) cuando reveló:
“¡Oh, Mensajero! ¡Transmite lo que ha descendido a ti
procedente de tu Señor! Y, si no lo haces, será como si no
hubieses transmitido nada de Su mensaje y Dios te prote-
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Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

gerá de las gentes”.


(5:67)
Completar la proclama y perfeccionarla implica la designación
de un líder para la comunidad y una bandera para la sociedad, para
que la práctica acorde con la religión no continúe sin un garante, los
musulmanes no queden sin un jefe guiador, el camino no permanezca
sin bandera, el Corán no perdure sin un vocero, los nuevos asuntos
no se establezcan sin respuesta y los intelectos y pensamientos no
se encuentren sin un educador.
En el instante de completar la religión y perfeccionar la pro-
clama, fue revelado Su Dicho, Exaltado Sea:
“Hoy1 he completado vuestra religión y he consumado
Mi bendición sobre vosotros y estoy satisfecho de haberos
dado como creencia el Islam”.
(5:3)
La sucesión es una tradición inalterable entre los Profetas,
la cual ha sido puesta en práctica en el pasado. Es entonces, una
obligación realizarla para los últimos (Profetas, al igual que los
anteriores), pues se trata de una Tradición Divina, y la Tradición
de Dios nunca se transforma, especialmente en el Islam. El Profeta
(PBd), que es el Sello (de la Profecía), con cuyo fallecimiento cesó
la Revelación, de tal modo que no existe Profeta alguno después
de él (PBd), es el más indicado para designar para la comunidad -a
través de la Revelación de Dios y Su Orden- a quien es digno de ser
seguido y de continuar su misión, a fin de que la sociedad no quede
sin un vocero de parte de Dios y de Su Religión. Este es un concepto
hacia el cual el intelecto apunta, y es dispuesto por la religión y la
naturaleza innata (del ser humano). Por eso nuestro Profeta (PBd)
1 N.E.: Este día “Hoy”, que por segunda vez se menciona en el mismo versículo,
es conocido como el Día de Gadir Jum, en el cual Dios completó Su revelación al
Mensajero con este versículo, tras ordenarle que anunciara el Imamato (wilaya)
de ‘Ali ibn Abu Talib ante la multitud de sus seguidores, al regreso de la última
peregrinación. Después del descenso de este versículo, el Mensajero no vivió
más de setenta y un días.
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Al Haiat - La vida

eligió a ‘Ali (P) como una bandera para la comunidad, como vocero
del Libro y la Tradición, y como difusor del correcto Islam.
En esta etapa de la historia -la historia de la Religión de Dios
sobre la tierra-, cesa el período de jurisprudencia y legislación, co-
menzando la fase de exégesis y dilucidación. La Profecía se marcha,
y le sucede el Imamato. Por lo tanto, era deber de la comunidad de
ese tiempo actuar en concordancia con el delegado del gran legisla-
dor y decretador (PBd), y complacerse con ‘Ali (P) como estandarte
para ellos y como líder conductor después del fallecimiento del
Profeta (PBd), tal como él personalmente la había instituido. Pero
los acontecimientos se desenvolvieron en sentido contrario a esta
obligación. Los musulmanes, entonces, se dividieron en dos parti-
dos: imamitas y no imamitas. De esta manera se inició la etapa del
Imamato por un lado, y del califato por el otro. Cuando más tiempo
transcurría de la época de la Revelación y de la vida del Profeta
(PBd), tanto más se acrecentaba la discrepancia y el alejamiento (de
los dos grupos), hasta que surgieron en el ámbito del califato del
Islam, asuntos que no tenían ninguna relación con el Islam. Cuando
esos sucesos mencionados tuvieron lugar, se dificultó la cuestión
referente a los sucesores de las Realidades del Mensajero (PBd) y
los veraces guardianes del Islam, ya que surgieron y se manifestaron
delante de ellos los siguientes dos importantes asuntos:
1: Difundir la religión entre quienes no lo conocían.
2: Preservar la religión entre quienes no la practicaban.
De aquí que se abocaron a estas dos obligaciones con una dedi-
cación ardua, dificultosa y complicada. Se tragaron las desgracias y
los dolores, lidiaron con las contrariedades y las adversidades, y sus
vidas transitaron entre cárceles, cautiverios, destierros y asesinatos.
La trampa se tomó como expresa Ibn Jaldún (famoso historiador
musulmán de origen andalusí):
“La sangre de la gente de la Casa fue derramada en todos
sitios”.
(“Tarij Ibn Jaldun”, tomo IV, pág. 3)
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Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

Y como describe el doctor ‘Ali Sami an-Nasharil Masri:


“Los hijos de Fátima comenzaron a escribir con sus
sangres las mayores epopeyas. Al-Hasan (P) murió en-
venenado. Al-Husein (P), hijo de ‘Ali y de Fátima (P) fue
martirizado en una masacre sin parangón en la historia.
La familia de Marwan dominó con la espada los cuellos
de los musulmanes. Zaid hijo de ‘Ali fue martirizado en
otra matanza ruda y violenta”.
(“Nashtul Fiqh Falsafi fil Islam”, tomo II U-T)
Todo esto acaeció a fin de preservar al Islam de la alteración y
para resguardar la justicia y la bondad de la humillación. Los Imames
(P) también se consagraron a educar a la gente de la comunidad,
así como a un grupo de perspicaces y nobles, y otro de grandes
revolucionarios y entusiastas. Estos y aquéllos, a pesar de todo el
terror y la angustia existente, conservaron así la herencia de la reli-
gión y los auténticos mandatos de los Profetas (P), salvaguardando
las enseñanzas del Corán en todas sus dimensiones ideológicas,
políticas, sociales, morales y prácticas de cualquier desaparición
y modificación.
Cuando el período del Imamato concluyó, luego de haber trans-
currido 260 años de la Santa Hégira, arribó el ciclo de los sabios,
al iniciarse la fase del ocultamiento del decimosegundo sucesor
(P) -debido a la mala elección de los hombres en su abandono de
la protección de la verdad y de su gente-. Esto tiene lugar porque
los Imames les han dejado (a los sabios) las ciencias del Islam y
sus enseñanzas, impulsando a la gente a que concurra a ellos para
tomar estos conocimientos e instrucciones, practicar conforme a
ellos y aplicarlos.
Por consiguiente, de esta manera, lo que ha surgido sobre la
tierra del favor Divino para los seres humanos con la llegada sucesiva
de Sus Mensajes con el fin de encaminarlos y guiarlos, se encarna
en tres fases, a saber:
1: La época de los Profetas (P).
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2: El período de los sucesores (los Imames -P-).


3: La etapa de los sabios.
Entonces queda aclarado para el noble lector, que un sabio shi’a
con conciencia social, que ocupa un cargo religioso, especialmente
una alta autoridad, es el representante de los Profetas y el sucesor
de los veraces. Por eso, es necesario conocer el modo que es pre-
ferible que ese sabio sea, más aún el modo que él debe ser. ¿Acaso
es correcto que cada erudito se presente a sí mismo con este cargo
por ser conocedor de la metodología del derecho islámico, doctor
en las expresiones escritas, catedrático en las comisiones científi-
cas, recopilador de las leyes prácticas? ¡No, esto no es correcto! Y
cuando esto ocurre. ¿Es correcto que los musulmanes lo tomen como
autoridad sin probar su firmeza religiosa, su conciencia política,
su consistencia y otros méritos necesarios? ¡No, tono es correcto!
El sabio islámico es el representante de la tercera de las etapas
mencionadas respecto de los Mensajes de Dios sobre la tierra. Él es,
en consecuencia, la evidencia de Dios en general, ya que se trata de
la evidencia del Imam según lo que nos informa la Tradición, siendo
el mismo Imam la evidencia de Dios Altísimo. Por lo tanto, el sabio
constituye la prueba irrefutable de Dios sobre la gente por inter-
medio del Imam. No le corresponde, entonces, ocupar este puesto
más que a quien posea plena relación en cuanto a los atributos, con
los compañeros de los períodos anteriores (es decir, los Profetas e
Imames -P-) Cuando son así, completan el Favor de Dios sobre la
gente y prosiguen la Misión de Dios sobre la tierra.
Existe aquí otro elemento de importancia en cuanto a este cargo
en el ámbito shi’a, y es lo concerniente a la subsistencia del Islam y
su elevación, debido a que la autoridad ante los shi’as es el custodio
del Islam y de su continuidad. Él es el protector de todo aquello que
pertenece al conjunto del Islam. Él resulta el único refugio contra
todas las dificultades y peligros que emergen de parte de la políti-
ca, la economía y la cultura. Él es el combatiente de las corrientes
opositoras, tanto internas como externas, emanadas de los enemigos
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Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

del Islam, de los partidarios de otras ideologías, de los poderosos


y opresores y traicioneros, así como de quienes ocupan puestos de
gobernantes, emires, jefes y reyes entre los musulmanes, pero son
títeres de los extranjeros y sirvientes de los antagonistas del Islam.
También combate a las corrientes opositoras provenientes de las
doctrinas, pensamientos y creencias falsas, así como a las leyes
impuestas por las manos de los gobiernos ateos. En consecuencia, es
necesario que este sabio perciba enteramente los dolores de la gente y
sus dificultades, demuestre amabilidad para ellos, permanezca aliado
de los oprimidos, apoye sus derechos, defienda a los subyugados
y no permanezca pasivo frente a un devorador insaciable que está
ante un oprimido hambriento, como expresa nuestro protector Amir
al-Mu’minin (P). Asimismo debe estar notificado sobre las culturas
actuales y los asuntos vigentes del género humano.
Todo lo expuesto debe impulsar a los musulmanes a observar
este tema detenidamente, sin desatender la gran importancia que
presenta. Deben establecer sus consultas sobre un sabio evaluado
religiosa y puntualmente, con conciencia política y social. Porque
él posee un efecto concreto en la permanencia de la gloria de la
religión y la exaltación del Islam. Para arrojar sobre este concepto
una luz mayor que la anterior, ofrecemos al amable lector los si-
guientes análisis.

La autoridad y sus méritos

Ya hemos expuesto los atributos que deben hallarse presentes


en un sabio musulmán. Es necesario que una autoridad guiadora que
sucede a un Imam y lo representa de su parte ante una institución,
presente los mismos con una conformación aún más acabada. A
continuación enumerar las peculiaridades más importantes que una
autoridad religiosa debe poseer en forma completa para ser digno
de guiar y orientar:
1: Poseer el intelecto práctico con su amplitud y su profundo
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Al Haiat - La vida

anhelo.
2: Captar la correcta ubicación del Islam frente a diversos temas
contrapuestos.
3: Ser perspicaz, de visión sagaz y capaz de reconocer las
realidades legales.
4: Tener percepción política y social abarcadora.
5: Presentar purificación (espiritual), la vida del corazón y
adornarse con las nobles características éticas.
6: Demostrar valentía y osadía en el sostenimiento de la justicia,
en la recuperación de los derechos del oprimido y en el estableci-
miento de la Palabra de Dios en lo más alto.
7: Coexistir con las dificultades que engloban a la sociedad
y reflexionar conceptualmente para resolverlas, con una luz de su
manera de proceder con la conducta de aquél a quien representa,
en la medida de lo posible. Es decir, con los Profetas e Imames (P).
He aquí un grupo de Tradiciones que nos han llegado del Profeta
comprensión relacionada con el espíritu de la época en la cual vive.
8: Comprender las realidades del ser humano y palpar los do-
lores que abrazan a los despojados y desgraciados.
En otras palabras, confrontar su marcha, sus pensamientos y
su y los Imames (P) que delinean los signos originales para un guía
sincero y una autoridad consiente, del cual depende la responsabili-
dad de cargar el depósito religioso para las generaciones posteriores
al fallecimiento del Profeta (PBd) y al ocultamiento del Protector
(el decimosegundo Imam -P-).

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd), según lo que transmitió Amir al-
Mu’minin (P) de lo que Dios Altísimo le dijo al Profeta en la noche
de la ascensión (mi’ray):
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Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

“¡Oh, Ahmad! ¡Aléjate de los ricos! ¡Apártate de sus


reuniones!”.
(“Irshad al Qulub”, pág. 279-280)
2.- Del Profeta (PBd):
“Hay tres reuniones que matan al corazón: …(una de ellas)
la reunión con los ricos”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 42)
3.- Del Profeta (PBd):
“Quien dictamina entre la gente sin saber, es más lo que
corrompe de la religión que lo que corrige”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 121)
4.- Del Imam ‘Ali (P):
“La cabeza de la ciencia es la humildad; su vista es la
separación de la envidia; su oído es el entendimiento; su
lengua es la veracidad; su corazón es la buena intención;
su intelecto es conocer los instrumentos de los asuntos”.
(“Al Bahar”, tomo LXXVIII, pág. 6)
5.- Del Imam ‘Ali (P):
“La desgracia de los sabios es el aprecio por la jefatura”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 136)
6.- Del Imam Sadiq (P):
“No es lícito dictaminar para quien no aprende a dar ve-
redicto de parte de Dios, Poderoso y Majestuoso, con la
claridad de su interior y su apariencia, la sinceridad de su
accionar y un argumento de parte de su Señor en cada es-
tado. Porque quien opina, dispone, su decreto no es válido
sino con el Permiso de Dios y Su Razón. Y quien ordena
escuchando sin ver, es un ignorante que será castigado por
su ignorancia, y es un pecador por su sentencia. Dijo el
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Al Haiat - La vida

Profeta (PBd): ‘El más osado de vosotros en dictaminar


es más atrevido respecto de Dios, Poderoso y Majestuoso.
¿Acaso el sentenciador no sabe que él se encuentra entre
Dios y sus siervos, y que él constituye la distancia entre
el Paraíso y el Infierno?’”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 120)
7.- Del Imam Baqir (P):
“Quien busca la ciencia para ostentar con ella ante los
sabios y disputar con los tontos, o atraer con ella los ros-
tros de la gente hacia él, tendrá el Fuego como morada.
La jefatura no es adecuada excepto para su gente”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 47)
8.- Del Imam Sadiq (P), de lo que transmitió del Imam Amir
al-Mu’minin (P):
“Diez son quienes llevarán la desgracia para ellos mismos
y para los demás: …(entre ellos) el poseedor de escasa
ciencia que con mucho fastidio pretende enseñar profu-
samente a la gente, un prudente poseedor de abundante
ciencia que no es perspicaz”.
(“Al Bahar”, tomo LXXVIII, pág. 400)
9.- Del Imam Rida (P), de lo que transmitió del Imam Sayyad
(P):
“Y cuando lo encuentren evitando las riquezas, cuídense
de que no les engañe. Pues los deseos de la creación son
disímiles. Así, existen muchas personas que abandonan las
fortunas ilegales, aunque sean inmensas, mientras impo-
nen a su alma una mujer fea con la que cometen adulterio.
Y cuando lo hallen eludiendo esto, .tengan cuidado de que
no les engañe hasta observar la firmeza de su intelecto. Hay
muchos hombres que se apartan de esto, pero no poseen un
intelecto firme. Así, lo que corrompen por su ignorancia
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Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

es mucho mayor que lo que restauran por su intelecto”.


(“Al Ihtiyay”, tomo II, pág. 53)

10.- Del Imam Hasan al-Askari (P), quien explicó respecto de


Su Dicho, Exaltado Sea: “¡Ay! de aquellos que escriben con sus
manos la Escritura (Sagrada) y luego dicen: ‘¡Esto procede de
Dios!’”1:
“Esto es para un grupo de los judíos. (Luego agregó
-P-): Un hombre le planteó al Imam Sadiq (P) ‘En tanto
éstos analfabetos de los judíos no conocen la Escritura
de Dios, excepto lo que oyen de los sabios, ¿cómo (Dios)
les reprocha por su imitación y aceptación de los sabios?
¿Acaso la masa de los judíos no se encuentra en la mis-
ma posición que nuestra muchedumbre que imita a sus
sabios?’. Entonces (el Imam Sadiq -P-) le explicó: ‘Entre
nuestra muchedumbre y la de los judíos existe disparidad
respecto de ciertos aspectos y similitud de cuanto a otros.
En cuanto a la concordancia, vemos que Dios reprocha
a nuestra masa con sus imitaciones del mismo modo que
critica al vulgo de ellos.
En cuanto a la disparidad surge porque la mayoría de los
judíos reconocían a sus sabios como mentirosos manifies-
tos, devoradores de lo ilícito y del soborno, permutadores
de las leyes. Ellos estaban persuadidos que quien cometía
todo esto era un perverso y que no era lícito legitimarlo
ante Dios y constituirlo en un intermediario entre Dios y
la creación. Debido a eso (Dios) los recrimina. Del mismo
modo, cuando nuestros iletrados identifican a sus sabios
como depravados evidentes e intensos fanáticos, lanzados
tras el mundo y su ilegalidad, y aun así continúan imitán-
dolos al igual que los otros (es decir, que los judíos), son
como ellos, los judíos que Dios recriminó por su imitación
de los sabios corruptos.
1 Corán, 2:79.
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Al Haiat - La vida

En cuanto a quien es de los eruditos autocontrolado,


guardián de su religión, opositor de su concupiscencia,
obediente a la orden de su protector, entonces las masas
deben imitarlo. Esto sólo se da en algunos de los sabios
shi’as, no en todos.
En consecuencia, quien monta las aberraciones y las
fornicaciones, abocándose hacia un camino al cual se
dirigieron los sabios perversos, no se le debe aceptar de
nuestra parte ninguna cosa ni respetarlo’”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 88)

Nota:
Dentro de los lúcidos ejemplos del “camino al cual se dirigieron
los sabios perversos”, mencionado en la palabra del Infalible (P),
tenemos el confiar en los inicuos, el colaborar con los gobernantes
déspotas y dominadores sobre las riquezas de la comunidad, sus
fuentes, sus culturas, sus confidentes, así como el callarse frente
a todo esto.
En efecto. Estas narraciones enfatizaron las numerosas condi-
ciones que deben estar presentes en un sabio para que le sea lícita
a la gente su imitación, y para que se le permita establecerse como
jefe, conducir el liderazgo y ser garante. Cuando un musulmán
imita a un sabio que no posee estas condiciones, se equipara con
los judíos, y es considerado como ellos.
Es fundamental para la sociedad meditar sobre este tema, pues
el mismo convoca hacia dos importantes bases de nuestros principios
educativos. Ellas son la amistad con los amigos de Dios y la separa-
ción de los enemigos de Dios. Estos dos fundamentos constituyen
lo más importante dentro del glosario del género humano, ya que
ellos derrumban y edifican: derrumban la escaramuza de la falsedad
abandonándola, y edifican el frente de la verdad al dirigirse hacia
ella y congregarse en su entorno. No es apropiado para un musulmán
ser indiferente sobre estos dos principios. Por lo tanto, seguir a un

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Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

hombre verdadero, poseedor de una situación firme y confirmarlo,


es obligatorio. Y seguir a otro en su lugar está vedado.
Es conveniente que llamemos la atención respecto de la pa-
labra “ciencia” ubicada en la sentencia del Profeta (PBd) “Quien
dictamina entre la gente sin saber (sin tener ciencia)”, ella no se
refiere a la jurisprudencia expresa, especialmente la jurisprudencia
de la mayoría de la gente actual (encasillada y limitada), ya que esa
expresión nueva, posterior a la época del Profeta y los Imames (P),
surge con el paso de los signos, y se trata de una jurisprudencia que
no abarca abundantes elementos de los asuntos islámicos. Lo que
sigue desarrolla esta cuestión de una forma más amplia.

La autoridad y sus incompatibilidades

Después de conocer los méritos de la autoridad y las particula-


ridades que la establecen en el nivel de convocatoria de los Profetas
y los sucesores (P), es necesario que emprendamos el análisis de
los asuntos que resultan incompatibles con el liderazgo religioso,
para que la gente comprenda los conceptos relativos a este tema
determinante en la vida de la comunidad. He aquí algunos de ellos:
1: Tener un entendimiento superficial en lo político y social. No
poseer una comprensión abarcadora de las relaciones influyentes
y las afectadas, individuales y sociales, dentro de las instituciones
del género humano.
2: Carecer de la percepción del Islam en todos sus aspectos,
como una religión viviente y gobernante en la vida.
3: El afán por la vida mundanal y la escasa dotación de temor
y piedad.
4: Estar sujeto a las pasiones y desprenderse de la directiva del
intelecto y la visión.
5: El silencio ante los déspotas y transgresores. Abandonar el
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Al Haiat - La vida

combatirlos para evitar los disgustos.


6: Sentir la debilidad y la humillación. El pesimismo en cuanto
al accionar tendiente a la toma de iniciativa generada en la comuni-
dad. Detenerse ante objetivos pasajeros y estrechos.
7: La enseñanza sin conocimiento (con el amplio significado
que ya hemos referido).
8: Carecer de sinceridad respecto de la toma de posiciones, las
interpretaciones y los sentimientos.
De manera general, podemos mencionar cada atributo o estado
que no concuerde con sus posiciones como sucesores para Dios sobre
la tierra. Ya que les ha sido encomendado el perfeccionamiento de
la corriente en la cual fue derramada la sangre de los Profetas y los
sucesores (P) en el transcurso de extensos siglos de lucha entre los
soldados de la Verdad y los ejércitos de la falsedad. He aquí algunas
de las tradiciones que descorren el velo de esta cuestión:

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“La desgracia de un responsable es la debilidad política”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 136)

2.- Del Imam ‘Ali (P):


“La desgracia de la gente es un sabio inmoral”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 37)

3.- Del Imam Sadiq (P), de sus ancestros (P):


“Relató ‘Ali (P): ‘En el Infierno existe una muela de molino
que tritura a cinco. ¿Acaso no me preguntarán qué mue-
le?’. Entonces le preguntaron: ‘¿Qué es lo que muele, oh
Amir al-Mu’minin?’. Contestó: ‘A los sabios inmorales, los
recitadores perversos, los déspotas infames, los ministros
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Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

conspiradores y los conocedores mentirosos’”.


(“Al Jisal”, tomo II, pág. 122)

4.- Del Imam ‘Ali (P):


“Sepan que aquí existe bastante ciencia (y señaló con su
mano a su pecho). ¡Ojalá encontrara a quien pudiese car-
garla! En efecto encontraré a quien pueda aprender, pero
era desleal, empleando la religión como herramienta para
(obtener) el mundo, y pavoneando las mercedes de Dios
ante Sus siervos. Con sus argumentos irá en contra de sus
protectores. O bien, (encontraré) a un sumiso en cargar
la verdad, pero carente de perspicacia, de tal manera que
se encienda la duda en su corazón ante la primera ambi-
güedad que ocurra. ¡Ni este ni el otro! También hallaré
a un ansioso de gozar, manso esclavo de las pasiones,
enamorado de la acumulación de bienes. Evidentemente
ellos tampoco son considerados de la religión en absoluto.
Lo más próximo a parecerse a ellos son los animales de
engorde. De este modo la ciencia perece con el falleci-
miento de sus portadores”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.156-1.157)

5.- Del Imam ‘Ali (P):


“La tontería y la negligencia no existen en el corazón de
un sabio”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 36)

6.- Del Imam ‘Ali (P):


“Los semihumanos lo titularon ‘sabio’, mientras que no es
así. Amaneció juntando demasiado de aquello cuya escasez
es mejor que su abundancia, hasta que apagó su sed con
un agua putrefacta y atesoró en vano”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 71)

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7.- Del Imam ‘Ali (P):


“Si el que no sabe se callara, desaparecería la discre-
pancia”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 122)
8.- Del Imam ‘Ali (P):
“No aprendió la ciencia como es debido. Desparrama las
narraciones así como el viento desperdiga la paja seca.
Éste sabio no es el apropiado para Dios de hacer algo
de lo que le consultaron, ni es encomiable para lo que le
han confiado”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 71)
9.- Del Imam Sadiq (P), respecto de la exégesis de la siguiente
aleya “En cuanto a los poetas, sólo los extraviados les siguen”1:
“Ellos son un pueblo que aprenden y se instruyen sin saber.
Son, pues, extraviados y desviadores”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 298)
Cuando el asunto es así, y los acontecimientos fluyen por esta
corriente, surgen graves y terribles sucesos, como el dominio de
los sabios malvados sobre la comunidad religiosa. Entonces ellos
extravían, encisman, desenvolviéndose los eventos como describe
nuestro protector Amir al-Mu’minin (P).
10.- Del Imam ‘Ali (P):
“El tropiezo de un sabio es semejante al rompimiento de
un barco que naufraga y anega (a sus tripulantes)”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 188)

¿Quién es un erudito?

1 Corán, 26:224.
- 141 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

En las últimas épocas se ha tornado confusa para la gente la


cuestión de conocer al erudito. Esta confusión y su divulgación
resultaron enfatizadas gracias a la obra de algunos eruditos y sus
conductas. La importancia de este tema nos conduce al reconoci-
miento de esta realidad, cuya instrucción se limitó exclusivamente
a un ámbito determinado, mostrando una parte del Islam y no su
totalidad, ya que la suma total de aleyas que enseña sobre este
aspecto discutido, es decir, sobre la jurisprudencia islámica actual,
no sobrepasa de 500 entre 6.000, es decir, una doceava parte. En
consecuencia, el erudito en este sentido (erudito en jurisprudencia),
no es un sabio islámico completo, ya que “sabio” es aquél que conoce
todos los asuntos del Islam contenidos en el Corán y la tradición, y no
exclusivamente los conceptos de los mandatos legales. La mayoría
de los eruditos, aparte de las cuestiones legislativas, no conocen de
los asuntos islámicos más que una ciencia muy resumida.
Mientras no sea un erudito abarcante de todos los aspectos del
Islam y sus propósitos, ¿cómo puede guiar a la sociedad y llenar el
vacío de los Imames (P) en cuanto a difundir las ideas islámicas e
implantarlas? ¿Y cómo puede analizar los acontecimientos políti-
cos y sociales, extraer los mandatos de la religión y aplicarlos en
la comunidad? Esta es una cuestión clara. Si desea evidenciar aún
más esta realidad ante usted, consulte los textos de jurisprudencia y
leyes prácticas, los cuales se presentan como programas funcionales
para la sociedad actual.
Cuando un investigador observa estas obras concibiéndolas
como un esquema cabal y consciente para las enseñanzas islámicas
conjetura que el Islam es una religión que no guarda ninguna relación
con la vida moderna del género humano, ni con la administración
política, los movimientos científicos constructivos, la economía, los
esfuerzos en la defensa y equipamiento (militar), así como tampoco
con los intensos sufrimientos de la humanidad, ni con los despoja-
dos, los oprimidos y sus dificultades, o con el combate contra los
déspotas y dominadores, ni con ninguno de los asuntos tangibles
corrientes en la sociedad y la vida. ¡Y esto constituye una calamidad

- 142 -
Al Haiat - La vida

mayúscula y una notable desgracia!.


El gran líder de los musulmanes, el Imam Jomeini (ra), ha
dejado importantes discursos y elevadísimas lecciones respecto
de este tema. Vamos a exponer a continuación una parte de ellas:
“Para observar la diferencia entre el Islam y aquello que
se presenta con el título de Islam (pero que no lo es), es
suficiente que comparemos entre el Corán y los textos de
Tradiciones por un lado, y los tratados de práctica que los
sabios intelectuales han escrito por el otro lado. Resulta
que entre ambos, existe una profunda diferencia en cuanto
a la amplitud de los mismos y su efecto en la vida social.
Pues la proporción de aleyas pertenecientes a las cues-
tiones de la sociedad respecto de las vinculadas con los
mandatos y devociones, supera la relación de 100 a 1. Y
si inspeccionamos el conjunto de textos de Tradiciones
que contienen jurisprudencia islámica, los cuales suman
aproximadamente 50, encontraremos que la cantidad de
los mismos que contienen los mandatos y deberes del hom-
bre frente a su Creador no sobrepasa de 4 libros, algunos
del resto corresponden a los temas morales, y los demás
(la amplia mayoría) versan sobre las relaciones sociales,
económicas, políticas, legales y la administración de los
asuntos institucionales”.
(“Uilayatul Faqih”, pág. 91)

En efecto, el Islam constituye una religión completa, perfecta y


abarcante, la cual coexiste con la vida y armoniza con los creyentes
existentes en la sociedad y la historia. El Noble Corán contiene más
de 6.000 aleyas, las cuales comprenden los diversos problemas de
la vida.
Atendiéndonos a estas correctas palabras, no es posible delimi-
tar la ciencia requerida para un sabio conductor exclusivamente en la
jurisprudencia expresa, es decir, en conocer la forma de la ablución,

- 143 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

el aseo con tierra y el baño completo, distinguir entre los tipos de


sangre de las mujeres, la forma de la caridad obligatoria y el quinto,
la cantidad de glorificaciones (en la oración), las condiciones de la
comercialización y otras secciones de la jurisprudencia conocida
hoy en día. ¡No, no es así la cuestión! El Islam ha establecido para
cada punto, una disposición, incluso la indemnización de un araña-
zo -como se encuentra en la Tradición-. Cada movimiento y cada
reposo conlleva un cometido y una directiva. No existe ninguna
actividad ni quietud en los que no se requiera de un conocimiento
-como figura en la Tradición-.
Un musulmán vive en la sociedad, no en el campo o el desierto.
Delante suyo cada día se corporizan decenas de temas, problemas
y asuntos políticos y sociales, correspondientes al accionar y la
abstención, debiendo tomar una decisión al respecto. No es co-
rrecto que ningún musulmán consciente deje de intervenir en estos
asuntos, pues este abandono es contrario a la obligación islámica de
dar importancia a la problemática de los musulmanes y de poseer
sabiduría para cada cuestión que acontezca en la sociedad islámica.
“Todos vosotros sois pastores, y todos vosotros sois responsables
por el rebaño”.
Por otro lado, la desatención del análisis de los temas sociales
y de la intervención en los mismos, trae aparejada una cuestión más
penosa y una calamidad aún más grave: la caída de los asuntos en
manos de no musulmanes o de personas que aparentan el Islam,
quienes carecen de nobleza, religión y compromiso entre los per-
versos y traidores, cuya única meta es el mundo y sus cargos. Ellos
solamente trabajan para acumular los bienes)’ saquear las riquezas.
Por tal motivo, estrechan las manos de los extranjeros poderosos a
fin de destruir los pilares del Islam y usurpar el patrimonio de los
musulmanes. Por consiguiente, es obligatorio para cada miembro de
la comunidad musulmana participar en los asuntos sociales, políti-
cos, económicos culturales, constructivos y de defensa, adoptando
una postura firme en pos de la justicia y la verdad, en beneficio del
Islam y los musulmanes.

- 144 -
Al Haiat - La vida

Esta participación seria y consciente depende de informarse so-


bre las cuestiones sociales y políticas internas y externas, compren-
diendo las respuestas religiosas para cada una de ellas. Es evidente
que no todos los individuos poseen la capacidad suficiente como
para sumergirse en estos temas. Ante tal circunstancia, la disposición
tanto natural como legal, es que el ignorante recurra a los sabios.
Y cuando la gente recurre a un sabio para consultarlo sobre lo que
les acontece en un momento determinado, es entonces, obligatorio
que se trate de un sabio conocedor de todo esto que hemos señala-
do, de manera consciente y completa. Esos conocimientos plenos
y abarcadores deben hallarse en quien dictamina ante la gente. Si
llegase a sentenciar sin esto, lo que encisma de la religión es mucho
mayor que lo que corrige.
En consecuencia, el erudito apropiado para que la sociedad
imite, colocando en sus manos las riendas de los asuntos en todos
los eventos y problemas, también debe ser sabio. Es decir, debe ser
el representante de todas las enseñanzas islámicas referentes a la
devoción, el comercio, la política, la cultura, la sociedad, la moral,
la defensa, el gobierno, la administración y todo cuanto se vincula
a estos temas.
Una de las mayores desgracias religiosas sociales es que cada
miembro de la sociedad imite principalmente al erudito y no al
sabio. Es decir, que consulten a fin de desenvolver sus vidas con
un desarrollo coránico, a quien no comprende del Corán más que
una doceava parte (limitada a la jurisprudencia). Como ellos no
conocen el Islam ni el Corán con fuerza intelectual más allá de
esta medida, no poseen sabiduría respecto de las políticas internas
y externas, las decisiones explotadores, los temas gobernantes, los
problemas mundiales y las experiencias históricas. A todo esto debe
sumársele las cuestiones éticas y la vida del corazón (es decir, la
espiritualidad profunda).
Hacia esto señala Allamah Maylisi cuando sostiene:
“Cuando el erudito se extiende, mayormente lo hace en
- 145 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

las Tradiciones. En cambio, un sabio actuante está bien


informado de los defectos del alma y sus desgracias, el
abandono del mundo y el desapego del mismo, anhelando
aquello que se encuentra junto al Altísimo de Sus Merce-
des, el acercamiento a Él y la llegada a Él”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 158)

He aquí algunas Tradiciones referentes a este tema.

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Baqir (P), de ‘Ali (P):
“¿Quieren que les informe sobre el auténtico erudito? Es
quien no desalienta a la gente sobre la Misericordia de
Dios, ni abandona el Corán yendo a otro que él. Sepan
que ningún bien existe en una ciencia que no contiene
entendimiento, ni en una lectura carente de meditación,
ni en una devoción vacía de instrucción”.
(“Al Uasail”, tomo IV, pág. 830)

2.- Del Imam Baqir (P):


“El erudito es quien se desapega de este mundo anhelando
el más allá, aferrándose a la Tradición del Profeta (PBd)”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 51)

3.- Del Imam Sadiq (P):


“’Conozcan las jerarquías de nuestros seguidores a través
de la medida de sus escrupulosidades en cuanto a las na-
rraciones de nuestra parte. Pues nosotros no consideramos
al erudito de ellos como tal hasta que no sea ‘muhaddiz’
(capaz de comprender la realidad gracias al Favor de
Dios)’. Entonces se le preguntó: ‘¿Acaso el creyente (co-
mún, no infalible) puede ser ‘muhaddiz’?’. Contestó (P):

- 146 -
Al Haiat - La vida

‘Es inspirado; inspirado ‘muhaddiz’”1.


(“Riyalul Kashi”, pág. 3)

Considerar la sabiduría en cuanto a la


dignificación de los sabios y hacer recurrir a la
gente a ellos

La religión islámica obliga a un profundo respeto y una amplia


honra hacia los sabios y la ciencia. Esto se debe a que la verdadera
Religión Divina no traza una línea que genere el atraso y la ignoran-
cia, ni trae una ciencia que conduzca a la esclavitud del hombre al
servicio del hombre. Por otro lado, los maestros educadores como
los Profetas y los sucesores de los Enviados, no promueven en los
pueblos aquello que lleve a la esclavitud, el atraso y la decadencia.
Por todo esto, la religión convoca a respetar y seguir al sabio que
habla de parte de Dios, sin poseer ninguna pasión ni parcialidad más
que en lo referente a la Misión de Dios y su aplicación.
Entre los sabios hay quien no alcanzó la realidad de la ciencia, ni
la piedad o la vida del corazón, ni se apoya en una base consistente.
O quien posee un intelecto muy simple, al cual los demonios de las
falsas políticas dominan y cautivan con escaso esfuerzo. Asimismo,
existe quien es miedoso, ante el cual no puede encontrarse ninguna
osadía o sacrificio en defensa de la verdad. O los enamorados del
mundo y sus oropeles, abocados a las apetencias. Existe también un
estafador que internamente concuerda con los políticos, los crimi-
nales y los tiranos, mientras en apariencia muestra estar junto a la
sociedad y sus objetivos religiosos, a pesar de estar junto a los ene-
migos de la comunidad y la religión. También hay otros semejantes

1 En otra narración de “Al Kafi”, le preguntaron al Imam Sadiq (P) sobre cómo era
posible que un erudito no infalible fuese muhaddiz, respondió que en el caso del
erudito, la intención de la palabra ‘muhaddiz’ es un grado inferior, el cual implica
que sea inspirado, comprendedor de los asuntos de una forma determinada. A
pesar de no ser igual a la captación de un Imam Infalible, es sin embargo, una
categoría elevada. Un erudito educador debe poseer este grado.
- 147 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

a ellos, los sabios inmorales, los débiles, los cobardes, los simples,
que traicionan al Islam y humillan a los musulmanes, exterminando
las huellas dé los movimientos revolucionarios. ¿Acaso es posible,
después de esto, considerar que cuando el Islam convoca al respeto
de un sabio y su seguimiento, está llamando a respetar y seguir a
uno semejante a ellos? ¡No, no puede ser así!.
En otras palabras, cuando el sabio se ocupa de la guía religio-
sa como representante del Profeta (PBd) y los Imames (P), debe
existir axiomáticamente entre el representante y el representado
una semejanza natural, la cual sólo se elabora por medio de fir-
mes características intrínsecas, tales como la vida del corazón, la
purificación, la justicia, la extinción en Dios y la religión. Y no se
trata de cuestiones puramente mentales ni de expresiones para las
cuales no existe mayormente figura ni huella en el inicio del Islam.
La espiritualidad profunda y demás· cualidades internas, como la
purificación, la justicia, la fortaleza espiritual, etc., son cuestiones
adquiridas, no innatas. Y hay aquí entre los sabios, quienes obtienen
el éxito en tal adquisición y quienes fracasan, puesto que se tratan
de grados que requieren de una ejercitación continua, de la purifi-
cación del alma y sus poderes, así como de una acción constante
del corazón.
Cuando el sabio no ha alcanzado el triunfo en la adquisición de
las perfecciones y características interiores, y aún así ocupa el lide-
razgo religioso, aunque sea en una sociedad pequeña y en un ámbito
limitado, aparecen entonces calamidades graves e inadmisibles. Pues
si semejantes seres alcanzan el puesto atesorando la credibilidad y
la confianza de la gente en ellos, sólo traerán la ignorancia para la
comunidad, el aniquilamiento para la religión, la desaparición de las
virtudes, la destrucción de la justicia, la humillación para la gloria
religiosa y el derrumbe del gobierno auténtico. Por este importante
motivo y este secreto religioso y social, ha llegado en las enseñanzas
del Islam la división de los sabios en dos grupos: los sabios del bien
y los sabios del mal, en dichas enseñanzas ha quedado confirmada la
genuina censura a los sabios malvados, al tiempo que nos ha llegado

- 148 -
Al Haiat - La vida

en ellas el vasto elogio para los sabios del bien, al punto que ellos
son colocados como herederos y sucesores del Mensajero (PBd).
En los capítulos pasados de esta sección, particularmente en
los capítulos decimosegundo y decimotercero, hemos expuesto un
conjunto de estas críticas, a fin de que la comunidad musulmana
conozca su obligación al respecto de este grupo que incluye a maes-
tros, disertantes y consejeros, y así puedan evitarlos y acercarse a
los educadores representantes (del Profeta y los Imames -P-). De
este modo, es posible restituir al Islam su exaltación, a los musul-
manes su gloria, a los Mensajes Divinos su difusión y aplicación,
y a todo el género humano su paz y felicidad. Y no hay Fuerza ni
Poder excepto en Dios, Elevadísimo y Grandioso.

Algunos de ellos, no todos

En la noble Tradición encontramos:


“En cuanto a aquél de los eruditos que se autocontrola,
preserva su religión, se opone a su concupiscencia, acata
la orden de su protector, entonces es deber de las masas
seguirlo. Esto sólo se da en algunos de los eruditos shi’as,
no en todos”.
Esta cuestión es evidente. En la presente sección, hemos visto
algunos puntos que nos han encaminado hacia esto. Pues no todos
los eruditos y sabios están capacitados para ser jefes de la comunidad
musulmana, mientras no posean las particularidades debidas. En
consecuencia, el merecedor de este puesto es uno sólo en cada época,
y uno sólo de los eruditos, no todos. En lo referente a la política
religiosa externa, las realidades tangibles, las experiencias, y todo lo
perteneciente a la administración y defensa de la sociedad, así como
respecto al intelecto, la reflexión, el conocimiento de la dimensión
de las almas, sus capacidades y dotes, en todo esto es deber de la
comunidad musulmana adoptar como autoridad conductora sólo

- 149 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

a algunos de los eruditos, no a todos. Los Imames Purificados (P)


han señalado esto, como hemos podido apreciar en las Tradiciones.

La ocupación de los cargos religiosos por quien


es indigno de los mismos y algunos de sus
peligros

De la Tradición (hadiz):
Algunas tradiciones sociales.
1.- Del Profeta (PBd):
“Aquél que se coloca al frente de los musulmanes en
tanto percibe que entre ellos existe quien es superior a él,
traiciona a Dios, a Su Mensajero y a los musulmanes”.
(“Al Gadir”, tomo VIII, pág. 291)

2.- Del Profeta (PBd):


“¡Oh, Ibn Mas’ud! Sus sabios y eruditos son traidores
inmorales. Debes saber que ellos son lo más vil de la
creación de Dios. Asimismo sus seguidores, quienes van
hacia ellos, toman algo de ellos, les aman, se sientan con
ellos y les consultan, son lo más detestable de la creación
de Dios”.
(“Makarimul Ajlaq”, pág. 527)

Sobre deshonrar a la comunidad y despreciar sus asuntos.


3.- Del Profeta (PBd):
“Quien encamina a un pueblo mientras hay entre ellos el
más sabio y más instruido que él, entonces sus asuntos se
degradarán: hasta el Día del Juicio”.
(“Zauabul Amal”, pág. 246)

- 150 -
Al Haiat - La vida

Sobre la desprotección del éxito de Dios y sus favores.


4.- Del Profeta (PBd):
“La jefatura no es conveniente salvo para Dios y Su gente.
Quien se establece a sí mismo en otro sitio que aquel que
Dios le había asignado, es odiado por Dios. Y a quien
convoque hacia sí mismo sosteniendo: ‘Yo soy vuestro jefe’,
mientras que no lo es, Dios no le dirigirá nunca la mirada
en tanto no se retracte de lo que dijo y se arrepienta hacia
Dios de lo que pretendió”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 36)

La responsabilidad religiosa ante la ocupación


de quien no es digno

De la Tradición (hadiz):
Sobre la responsabilidad exclusiva del individuo.
1.- Del Profeta (PBd):
“Dios reveló a David (P): ‘No establezcas entre tú y Yo
a un sabio enamorado del mundo, pues te bloqueará el
camino a Mi amor’”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 46)

2.- Del Profeta (PBd), según lo que transmitió el Imam Sadiq


(P):
“Los eruditos son los confidentes del Mensajero, cuando
no entran al mundo. Cuando hacen esto, ¡evítenlos, por
vuestra religión!”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 46)

3.- Del Imam Sadiq (P):

- 151 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

“Cuando vean a un sabio amante del mundo, ¡acúsenlo


sobre su religión!”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 46)
Sobre la responsabilidad general de la sociedad.
4.- Del Imam ‘Ali (P):
“Es deber de un líder apresar a los perversos de los sa-
bios, a los ignorantes de los médicos y a los depositarios
de capitales sin garantía”.
(“At Tahzib”, tomo VI, pág. 319)
Según estos concretos principios Divinos, es necesario que la
sociedad islámica conozca su obligación ante los depravados entre
los sabios, los desatentos de Dios, los adentrados en el mundo, los
partidarios de la escoria de los poderosos, cuando éstos ocupan
las garantías religiosas y el liderazgo islámico sin poseer todos los
méritos (siendo esta usurpación la mayor de las perversidades, y
esta persona un impío político y social ante el tribunal de la Verdad
y el Islam).
Por consiguiente, así como es obligación de un líder apresar a
un sabio malvado a fin de preservar los intereses sociales islámicos
y resguardar la existencia de la religión y el puntal coránico, es de-
ber también de las demás clases abandonar a aquéllos que exhiben
títulos de sabios, evitarlos por sus religiones y cortar relaciones
con ellos, sea quien sea. De esta manera podrá quedar libre el paso
para el educador elegido, despierto, creyente, valiente, combatiente,
luchador, desapegado, conocedor de los políticos, informado sobre
el objetivo de sus enemigos y sus conspiradores.
Así tendrá fuerza y poder para alzarse contra ellos, y contra sus
demoníacos planes, hasta poder integrar al Islam su gloria y a los
musulmanes sus existencias, sus bienes, su religión y su emancipa-
ción. De este modo no desaparecerán los valores del Islam ni de los
musulmanes, así como tampoco se fugará la fe de nuestro jóvenes
-la fe política, social, monoteísta e ideológica-, siendo arrastrados
- 152 -
Al Haiat - La vida

por factores materialistas y herejes, Así podrá haber en la comuni-


dad musulmana un refugio que la resguarde contra las corrientes
inhumanas de parte del imperialismo occidental y de los crímenes
y traiciones sionistas.
Todo lo que hemos mencionado es confirmado y remarcado
tanto por el intelecto y la reflexión innatos y sanos, como por las
Tradiciones confiables que nos han llegado.

La unidad del líder

Una de las importantes cuestiones determinantes que es esencial


que nuestras instituciones adviertan, es que la permanencia de los
ideales shi’as y las verdades religiosas excelsas, así como la indepen-
dencia de los países islámicos, sólo depende de la garantía religiosa
despierta, consciente y firme. Porque los emires y gobernantes que
aparecen en el Islam no se dedican a preservar la religión. Aquello
que se exterioriza de ellos en este ámbito, solamente es un asunto
superficial y temporal, habiendo emergido como resultado de sus
maniobras políticas y el fraude sobre las masas. Por consiguiente,
no existe custodio para los shi’as y para la shi’a en general, excepto
un sabio educador y guiador. Es evidente que este guardián con sus
dimensiones políticas, culturales, económicas, sociales y defensivas,
no se puede consagrar sino a través de un sistema administrativo per-
fecto, con sus instituciones sociales, culturales, políticas y militares.
La principal columna de este sistema y el éxito para su concreción
es la unidad del líder y jefe. De aquí surge la obligación para todos
los eruditos que recuerdan a Dios y al Ultimo Día, de despejar el
paso y preparar el camino para aquel que resulte preferido, sea el
más capacitado y elegido. Si este puesto es ocupado por numerosas
personas, provocarían indolencia y la destrucción del Islam, por
dispersar el poder del centro religioso, por la abundancia de las filas
y la divergencia de las tendencias.
Para acentuar este principio determinante y arrojar sobre él una
- 153 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

luz más intensa que la anterior, transcribiremos una narración del


Infalible (el Imam Rida -P-). Lo que vamos a relatar a continuación,
a pesar de referirse a la cuestión del Imamato, corresponde a las
dificultades sociales de los shi’as (igualmente de los sunnitas, si
ellos siguen a sus sabios cultos, justos en cuestiones políticas y de
liderazgo, abandonando así la obediencia a los dominadores ajenos,
como lo hace el shi’a imamita), en las épocas presentes. Debido a
que el propósito es conservar la religión de Dios, eliminando los
obstáculos de su camino hacia su aplicación y amplificación, y en
esto el fundamento es único. He aquí la tradición.
Del Imam Rida (P), según lo que narró Fadl ibn Shadan Nias-
haburi:
“Si preguntan: ‘¿Por qué no es lícito que se encuentren
sobre la tierra dos o más Imames en un mismo momento?’,
deben responder: ‘Por las siguientes causas: En primer
lugar, cuando es único, no hay discrepancia en su obra
y en su administración, pero cuando son dos, sus obras
y administraciones no son concordantes, debido a que
no encontraremos a ambos más que en la discrepancia
respecto al designio y la voluntad.
Cuando se establecen dos (Imames) y luego discrepan en
sus objetivos y en sus encargos, mientras es obligatoria
la obediencia a ambos, sin resultar el acatamiento de uno
superior al del otro, entonces de esto surge la discrepancia
de la creación, la pugna y la corrupción. Luego no existirá
nadie subordinado a uno de ellos sin ser rebelde para el
otro. Así se generaliza la indisciplina entre la gente, y
no quedará luego de esto para ellos una ruta hacia la
obediencia y la fe.
Todo esto les habrá llegado de parte del Creador, Quien
habría puesto para ellos la puerta de la contradicción y el
motivo de la disputa, al ordenarles seguir a dos (líderes)
que no concuerdan.
- 154 -
Al Haiat - La vida

En segundo lugar, si hubiera dos líderes, cada litigante


tendría la posibilidad de recurrir a otro de aquel que
convocó su adversario para juzgar. Luego no habría uno
de ellos que fuese más indicado de seguir a su compañero
que el otro. Así se desmerecerían los mandatos, los dere-
chos y las leyes.
En tercer lugar, no habría una de las dos evidencias que
fuese más adecuada que la otra para opinar, disponer,
mandar y vedar. Al ser así, sería deber de ambos iniciar
la palabra, y por otro lado ninguno podría anteponerse a
su compañero al ubicarse ambos en el mismo escalafón
del liderazgo. Si está admitido el silencio para uno de
ellos, también lo está para el otro. Cuando el silencio es
reglamentario para ambos, se desprestigia los derechos
y las órdenes, desatendiéndose las leyes. La gente estaría
como si no hubiese un líder para ellos”.
(“Ilalul Sharaie”, pág. 254)

Contemple este noble relato con sagacidad. Hallará en él un es-


pléndido secreto social y una trascendental regla política. Puesto que
el Imam (P) no ha hecho depender su argumento sobre el Infalible,
sino que ha derramado sus palabras en un molde global, aplicable
a los pilares sociales que obliga a la unidad del liderazgo. Entonces
examine esta ciencia brillante y esta guía sólida. Luego adopte para
usted mismo este concepto, del cual depende la existencia de la shi’a
y su permanencia. Tome una decisión tenaz y complaciente ante
Dios, la cual sea beneficiosa para elevar la palabra de la verdad y
continuar los Mensajes de Dios sobre la tierra.
Es obvio que los políticos apuntan a la multiplicidad de líderes
religiosos. Para eso ponen en circulación un grupo de eruditos, y
así el asunto no se establece en uno determinado, lo cual implicaría
un obstáculo en la senda de sus crímenes y traiciones. De aquí se
dilucida el gran compromiso social que constituye el esfuerzo por
la purificación, tanto del discurso como del liderazgo. Es, pues, es

- 155 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

deber de los sabios no debilitarse en la concreción de esta cuestión,


así como es obligación de los consejeros shi’as; sus disertantes, sus
autores y sus convocadores que aclaren y expliquen este tema (hacia
el cual llamó, esclareciendo su sapiencia, el Imam Abu al-Hasan
‘Ali ibn Musa ar-Rida -P-) para toda la humanidad, incluso para los
habitantes del desierto y los pastores de rebaños. Es responsabilidad
de toda la, comunidad no imitar más que a un líder único, poseedor
de todos los méritos del liderazgo, o de su mayoría respecto de
otros) La consideración de este principio por parte de las distintas
clases, hace que el liderazgo se establezca en manos del elegido y
sea tomado por un único líder, obedecido y responsable; un guía
de palabras penetrantes, una enérgica autoridad religiosa hacia la
cual se orienten las opiniones -según lo que apunta la conciencia de
la shi’a-. Así es como surge en las ciudades un líder poderoso que
trabaja para exaltar la verdad, aniquilar a los tiranos y seductores,
que llama a ampliar la justicia y la bondad, y apuntar el esplendor
y el desarrollo.

El gobierno de un erudito

Ahora queda claro para el lector que un sabio consagrado al


asunto del liderazgo y la garantía, se encuentra completamente
cargado de responsabilidades y obligaciones; pues él es el represen-
tante del sistema profético en esta época. Este sistema constituye la
Misión Divina que llegó hasta nuestro eminente Profeta (PBd), luego
a los Imames Purificados (P) y por último a los sabios educadores.
En consecuencia, es deber para el líder que desee consagrarse
a los compromisos de esta Misión, tanto teórica como prácticamen-
te, antes que nada que se aboque a la creación y edificación de un
gobierno que goce del poder, para que así se le facilite enseñar la
Religión de Dios tal como es, y aplicada conforme a su estilo. Es
una realidad manifiesta que en cada época se encuentran déspotas
que se alzan como enemigos de la Religión de Dios y obstaculizan

- 156 -
Al Haiat - La vida

el Camino de Dios.
La verdadera religión llama particularmente a la liberación y la
gloria, mientras que ellos (los tiranos) no anhelan para la humanidad
más que la esclavitud. Por eso impiden a la sociedad estructurar a
la religión, utilizando las diferentes armas que se encuentran al al-
cance de sus manos, como el poder, la propaganda y los equívocos.
Entonces, quien convoca a la gente a abandonar la esclavitud
y la explotación y a erigir la religión y marchar de acuerdo a sus
guías, debe dedicarse a eliminar los obstáculos de este camino. Esta
cuestión sólo se logra con poder y fuerza. Y no existe refugio ·para
la comunidad equiparable a un sabio justo, consciente, prudente,
político, desapegado, administrador; valiente, garante y guiador.
Es obligación para este líder, llegado su turno, aplicarse a la
creación del poder religioso y el gobierno islámico. Para ello debe
preparar la conciencia de la sociedad, despertar las mentes, fortalecer
los corazones, enviando convocadores, disertantes, etc.
Luego debe consagrarse a su cometido, herencia de los Profetas,
enderezando lo torcido y vivificando las señales de la religión. Debe
esparcir las verdades coránicas, aplicar los mandatos islámicos,
difundir la justicia social, basarse en los principios de igualdad
y cortar las manos de los traidores y títeres. Debe ubicarse junto
a los oprimidos y despojados de sus derechos, restituyéndoselos,
defendiendo a los subyugados y desgraciados.
Es necesario que combata para extender los excelentes ideales
y se dedique a corregir las visiones de la gente y a purificar los
pensamientos y la época. Debe colocarse aliado de la verdad en
cada asunto, individual o colectivo. Debe instruir a los adolecentes
y jóvenes con una educación islámica respecto de lo que no corres-
ponde. Debe consagrarse a ampliar la verdad, extender la religión,
difundir la felicidad y el bienestar resultante de la vida, garantizar
la misericordia, la justicia y la paz.
Como conclusión de este discurso, señalaremos hacia un impor-

- 157 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

tante libro, que pocos se le parecen debido a sus aspectos vivifican-


tes, sus consientes indicaciones, sus enseñanzas despertadoras, sus
captaciones políticas, sus firmes tendencias. Se trata de “Uilaiatul
Faqih”, también conocido como “El gobierno islámico”1, del
combatiente Imam Jomeini (ra), el líder revolucionario islá-
mico mayor y más popular que ha aparecido en estos siglos.
Es obligatorio enseñar este texto en las reuniones científicas de
los musulmanes, así como en las congregaciones generales, en las
mezquitas y las cofradías. Y es un deber para cada miembro de la
comunidad clarificar su sentido.
Por otro lado, resulta útil para este programa consultar los
siguientes textos:
1: “En espera del Imam”, de Abdul Hadi al-Fadhli.
2: “De la jurisprudencia política en el Islam”, de Muham-
mad Ya’far az-Zalimi.
3: “El liderazgo islámico en la filosofía y la legislación”,
de Yauad Kazim.

1 Este libro está disponible en español en la Biblioteca Islámica Ahlul Bait -P- (www.
biab.org).
- 158 -
Al Haiat - La vida

Sección Novena

El liderazgo y el gobierno
(la filosofía política)

- 159 -
Al Haiat - La vida

Capítulo I

El dictamen religioso divino

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura An-Nisa’, Las mujeres.
“En verdad, hicimos descender para ti la Escritura (Sa-
grada) con la Verdad, para que juzgues entre los hombres
mediante lo que Dios te ha hecho ver”.
(4:105)
2.- Sura Al-An‘am, Los rebaños.
“Luego son devueltos a Dios, su verdadero amigo y pro-
tector. ¿Acaso el Juicio no pertenece a Él? Él es el más
rápido en hacer la cuenta”.
(6:62)
3.- Sura Al-Kahf, La cueva.
“Di: «Dios es Quien mejor sabe cuánto permanecieron. A
Él pertenece lo que está oculto a los sentidos en los cielos
y en la Tierra. Es Quien mejor oye. Es Quien mejor ve.
Aparte de Él no tienen protector o amigo y nadie comparte
con Él el gobierno”.
(18:26)
4.- Sura Ash-Shura, La consulta.
- 161 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

¿Han tomado protectores aparte de Él? Pues Dios es el


Protector y Él es Quien da vida a lo muerto y Él es Quien
tiene poder sobre todas las cosas. Y cualquier cosa sobre
la que discrepéis, Dios la juzgará. ¡Ese es Dios, mi Señor!
En Él confío y a Él me vuelvo contrito”.
(42:9-10)
5.- Sura Gafir, Perdonador.
“‘Esto os sucede porque, cuando se invocaba a Dios en
Su unicidad no creíais, pero cuando se Le asociaban otros
falsos dioses creíais’. Así pues, el juicio pertenece a Dios,
el Altísimo, el Más grande”.
(40:12)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“Dios ha enviado a un Mensajero guiador, con un Libro
expresivo y un asunto concreto, ya que con su existencia
no se aniquila salvo quien se lo merece. Por cierto que las
innovaciones similares a las Tradiciones son aniquilado-
ras, salvo para quien Dios lo preserva. Bajo el gobierno
de Dios se establecen vuestras cuestiones.
Entonces otórguenle vuestra obediencia sin reparar en el
reproche y sin coacción”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 548)
2.- Del Imam ‘Ali (P):
“Luego Dios ha enviado a Muhammad (PBd) para sacar
a Sus siervos de la adoración entre ellos mismos hacia Su
adoración, de los pactos entre ellos hacia Sus pactos, de la
obediencia entre ellos hacia Su obediencia, de la soberanía
de Sus siervos hacia Su soberanía”.
(“Al Uafi”, tomo III, pág. 22)

- 162 -
Al Haiat - La vida

3.- Del Imam Sadiq (P):


“¡No, por Dios! Él no le confiere autoridad para gobernar
entre los hombres a nadie de Su creación salvo al Men-
sajero de Dios (PBd) y a los Doce Imames de la Verdad.
Como dice Dios, Poderoso y Majestuoso: ‘En verdad,
hicimos descender para ti la Escritura (Sagrada) con la
Verdad, para que juzgues entre los hombres mediante lo
que Dios te ha hecho ver’1. Y esto corre por cuenta de los
Sucesores (P)”.
(“Al Kafi”, tomo II, pág. 8)

1 Corán, 4:105.
- 163 -
Al Haiat - La vida

Capítulo II

El gobernante religioso

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Fath, La victoria.
“En verdad, quienes te juran lealtad, a Dios le juran leal-
tad. La mano de Dios está sobre sus manos. Así pues, quien
rompe su juramento lo rompe en su propio detrimento y a
quien es fiel a la promesa que ha hecho a Dios, Él pronto
le otorgará una enorme recompensa”.
(48:10)
2.- Sura An-Nisa’, Las mujeres.
“¡Oh, los que creéis! ¡Obedeced a Dios y obedeced al
Mensajero y a los que de vosotros tienen autoridad! Y
si discutís sobre algo, remitidlo a Dios y al Mensajero”.
(4:59)
3.- Sura As-Sayda, La prosternación.
“Y, de entre ellos, pusimos dirigentes espirituales que les
guiasen conforme a Mi mandato, pues eran pacientes y
tenían certeza de Nuestras señales”.
(32:24)
4.- Sura Al-Ma’ida, La mesa.
- 165 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

“Hoy he completado vuestra religión”.


(5:3)
5.- Sura Al-Ma’ida, La mesa.
“¡Oh, Mensajero! ¡Transmite lo que ha descendido a ti
procedente de tu Señor! Y, si no lo haces, será como si no
hubieses transmitido nada de Su mensaje”.
(5:67)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd), según lo que narró ‘Ali (P):
“Cuando fue revelado: ‘Y amonesta a tus familiares más
cercanos’1, es decir, tus allegados sinceros, el Mensaje-
ro de Dios (PBd) convocó a los descendiente de Abdul
Muttalib, que en aquel momento eran aproximadamente 40
hombres, y les preguntó: ‘¿A quién de vosotros le gustaría
ser mi hermano, mi heredero, mi ministro y representante
entre vosotros después de mí?’. Le formuló la misma pro-
puesta a cada uno de ellos, y todos la rechazaron, hasta
que llegó a mí. Contesté: ‘¡Yo, oh Mensajero de Dios!’.
El Enviado exclamó: ‘¡Oh, hijos de Abdul Muttalib! Éste
es mi hermano, mi heredero, mi sucesor, mi ministro y
representante entre vosotros después de mi’. El grupo se
levantó riéndose entre sí y le dijeron a Abu Talib: ‘Te ha
ordenado escuchar y obedecer a éste joven’”.
(“Ilalul Sharaie”, pág. 170)
2.- Del Profeta (PBd):
“¡Oh, Dios! Te suplico del mismo modo que mi hermano
Moisés (P)2. Desígname un visir de entre mi familia. Que
sea (mi hermano) ‘Ali, quien será mi sostén. Asóciale a

1 Corán, 26:214.
2 En la aleya 20:29: “Y ponme un ayudante de mi familia”.
- 166 -
Al Haiat - La vida

mí misión, para que Te glorifiquemos incesantemente y Te


mencionemos constantemente, ya que sólo Tú nos conoces
completamente”.
(“Al Bahar”, tomo XXXVIII, pág. 148)
3.- Del Profeta (PBd):
“‘¡Oh, Anas! La primera persona que ingrese a través de
esta puerta hacia ti será el Comandante de los creyentes
(Amir al-Mu’minin), señor de los musulmanes y líder de
los prestigiosos’”. Anas narró: ‘Entonces murmuré en
silencio: ¡Oh, Dios! Desígnalo de entre los auxiliares
(ansar). De repente entró ‘Ali (P)’”.
(“Al Bahar”, tomo XXXVII, pág. 300)
4.- Del Profeta (PBd):
“¡Oh, gentes! ¿Acaso no aceptáis que yo soy más apropia-
do para los creyentes que ellos mismos?’. Respondieron:
‘¡Sí, oh Mensajero de Dios!’. Agregó: ‘Entonces para
quien yo sea su protector, ‘Ali es su protector. ¡Oh, Dios!
Haz amistad con quienes hacen amistad con ‘Ali y haz ene-
mistad con aquéllos que sean sus enemigos. Ama a quien
lo ame, odia a quien lo odie, ayuda a quien lo ayude’”.
(“Al Bahar”, tomo XXXVII, pág. 180)
5.- Del Profeta (PBd):
“El Profeta salió de la Meca en su última peregrinación
(Huyyatul Uida’) y llegó a Gadir, en Yohfa, ubicado entre
Meca y Medina. Entonces ordenó que acamparan y saca-
ran todas las espinas de debajo de los árboles. Luego se
llamó a la oración colectiva y nos congregamos en tomo
del Mensajero de Dios (PBd). Era un día tan caluroso que
algunos de nosotros colocamos la mitad de nuestras capas
sobre nuestras cabezas y la otra parte debajo de nosotros
para poder sentarnos, debido al intenso calor. Entonces

- 167 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

rezamos la oración del mediodía. Luego el Profeta (PBd)


dirigió su rostro hacia nosotros y exclamó:
‘Alabado sea Dios a Quien loa os, imploramos ayuda, en
Quien creemos, nos encomendamos a Él y nos refugiamos
en Él de nuestras maldades y de las faltas de nuestras ac-
ciones. No hay buena dirección para quien Dios extravía,
ni desvío para quien Dios guía. Testifico que no existe más
divinidad que Dios y que Muhammad es su siervo y Su
Mensajero. Luego, ¡oh, gente! No ha habido un Profeta
que supere el promedio de edad del Profeta anterior. Se-
pan que yo: estoy cerca de mi partida. Sepan que yo soy
responsable y ustedes también lo son. ¿Acaso no les he
predicado? ¿Qué opinan al respecto?’.
Se levantaron distintas personas (de cada rincón) diciendo:
‘Testificamos que tu eres el siervo de Dios y Su ·Mensajero,
y que predicaste Su Mensaje, luchaste en Su camino, ma-
nifestaste Su orden y lo adoraste hasta llegar a la certeza.
¡Que Dios te recompense de nuestra parte con lo mejor
que haya dado a un Profeta de parte de su comunidad!’.
Entonces el Profeta preguntó ‘¿Acaso no testificaréis
que no hay Dios sino Dios, Único y sin asociados, y que
Muhammad es Su siervo y Su Mensajero; que, el Paraíso
es la verdad y el Infierno es la verdad, y que, creéis en la
totalidad del Libro?’.
Contestaron: ‘¡Sí!’. El Profeta agregó: ‘Testificad que
cuanto les he dicho fue ·la verdad y que aquello que vo-
sotros afirmasteis fue veraz. Sepan que yo me iré antes
que vosotros y luego me seguirán. Y falta poco para ·que
os acerquéis a mí en la Fuente (Al Kauzar). Cuando me
encuentren les interrogaré sobre las· dos joyas y respecto
de lo que hicieron con ellas después de mí’.
El narrador dijo: ‘Entonces nos sorprendimos, pues no
sabíamos cuales eran las dos joyas, hasta que un hombre
- 168 -
Al Haiat - La vida

de los emigrados (muhayirin) se levantó y preguntó: ¡Oh


Mensajero de Dios! ¿Cuáles son las dos joyas?’. El Profeta
respondió; ‘La mayor de ellas es el Libro de Dios, Podero-
so y Majestuoso, un instrumento, uno de cuyos lados está
en vuestras manos, mientras que el otro se encuentra en
manos de Dios. Entonces aferraos a él y no tropezaréis.
La menor de ellas es mi familia, la cual se orientó en mi
misma dirección y aceptó mi difusión. Entonces no los
matéis ni los oprimáis. No desatendáis sus derechos: Yo
supliqué por ellos ante Dios, el Sutil, el Sabio, y me ha
sido otorgado. Quien los ayude; me ayuda a mí, quien los
oprima me oprime a mí; sus amigos son mis amigos y sus
enemigos son mis enemigos. Sepan que nunca se exterminó
una comunidad antes que ustedes hasta que tomaron sus
apetencias como religión, aliarse en contra de su profeta
y asesinar a quienes establecieron la justicia’.
Después tomó la mano ·de ‘Ali ibn Abu Talib, la levantó
y exclamó: ‘Para quien yo soy su gobernante, ‘Ali (es su-
gobernante. ¡Oh, Dios! Ama a quien ama a ‘Ali y se ene-
migo de quien es enemigo de ‘Ali’, y lo-repitió tres veces”.
(“Al Bahar”, tomo XXVII, pág. 184-185)
6.- De Imam Sayyad (P):
“¡Oh, Dios! Tú has confirmado Tu religión en todos los
tiempos a través de un Imam (Líder) el cual has establecido
como bandera para Tus siervos, y faro en Tus países, des-
pués de haber vinculado su cuerda a la Tuya y colocándolo
como instrumento para Tu complacencia. Tú has hecho
obligatoria la obediencia a él y has advertido contra la
desobediencia a él; has ordenado el acatamiento de su
orden y la abstención frente a su prohibición, y que nadie
se adelante a él ni se atrase respecto de él”.
(“Sahifatus Sayyadiat”, pág. 336-337, súplica nº 47)
7.- Del Imam Sadiq (P), según trasmitió ‘lsa ibn Sari:
- 169 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

“Solicité a Abu Abdullah (el Imam Sadiq): ‘Explíqueme


sobre los pilares del Islam para aprenderlos con el objeto
de perfeccionar mis acciones, y para que luego la igno-
rancia de los demás no me perjudique’.
Entonces el Imam me dijo: ‘Testificar que no hay divini-
dad excepto Dios y que Muhammad es el Mensajero de
Dios. Aceptar lo que trajo de parte de Dios. Reconocer la
caridad como un derecho sobre nuestros bienes. Aceptar
la soberanía de la Descendencia del Profeta (PBd) como
una orden de Dios, ya que el Mensajero de Dios (PBd)
expresó: ‘Quien muere sin conocer a su Imam, muere en
la ignorancia’. Y Dios, Poderoso y Majestuoso, decretó:
‘¡Obedeced a Dios y obedeced al Mensajero y a los que de
vosotros tienen autoridad!’1, ellos fueron ‘Ali, después de
él Al-Hasan, luego Husein, ‘Ali ibn Husein, Muhammad
ibn ‘Ali, etc. Ciertamente la tierra no se reforma sin un lí-
der, y quien no identifica a su líder, muere en la ignorancia.
Cuando el hombre reconoce la necesidad de un Imam, es
cuando su alma llega hasta aquí’ -el narrador dice que el
Imam se señaló a su pecho- ‘y que en ese momento dirá:
tuve una buena creencia’”.
(“Al Kafi”, tomo II, .pág. 21)

Nota:
La religión enseña el gobierno de Dios sobre la tierra, aplica
sus costumbres y difunde sus leyes para alcanzar la felicidad del
hombre y Además esto es importante para extender el Mensaje de
Dios, Poderoso y Majestuoso, sobre la superficie de la tierra. Esto
no se puede lograr sin designar un representante religioso (prove-
niente) de Dios
Por eso el Profeta se ha consagrado para establecer una bandera
con la cual la comunidad se encamine y marche de acuerdo a su

1 Corán, 4:59.
- 170 -
Al Haiat - La vida

método. Este no puede ser excepto quien merezca ocupar el pues-


to, que sea sabio, practicante, se sacrifique, se imponga y tome la
iniciativa para darle continuidad natural a la profecía dentro de la
comunidad musulmana así como en otras comunidades.
Por esta clara verdad es que vemos a nuestro gran Profeta (PBd)
expresar en el primer día de proclama de su misión, quien será su
sucesor y representante, como vimos en la primera tradición, este
famoso dicho, conocido como “la tradición de la primera difusión”,
transmitido de parte de sunnis y shi’as, (consulte “Al Gadir”
tomo II). Existen otras tradiciones respecto al gobierno religioso
y la filosofía política, las cuales son numerosas. Ellas pertenecen a
los Imames (P) y han sido trasmitidas de parte de todas las escuelas
y doctrinas. Consulte al respecto los siguientes libros: “Abaqatul
Anuar”, “Al Gadir”, “Al Murayiat”, “Gaiatul Mar’an”, “Al
Imamatul Kubra”, “Ihqaqul Haqq”, “Dalailud Sidq”, etc.

- 171 -
Al Haiat - La vida

Capítulo III

Los objetivos del gobierno religioso

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Hadid, El hierro.
“Ciertamente, enviamos a Nuestros Mensajeros con las
pruebas claras e hicimos descender con ellos la Escritura y
la Balanza para que los humanos establezcan la justicia”.
(57:25)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“En canto a lo que dios, Poderoso y Majestuoso, obligó
respecto de los mandatos que se encuentran en Su Libro,
constituyen los pilares del Islam y ellos son cinco. Sobre
esto deberes se ha edificado el Islam, Después estableció
el liderazgo y con él lo selló, preservando todas las obli-
gaciones y tradiciones”.
(“Al Uasail”, tomo I, pág. 18)

2: De la señora Fátima (P):


“Pues Dios encomendó la fe como purificación de la
asociación la obediencia como orden a la sociedad, y el
- 173 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

Imamato para impedir la dispersión”.


(“Al Bahar”, tomo VI, pág. 107)

3.- Del Imam Sayyad (P), quien dijo:


¡Señor! Bendice a los más puros de la gente de su casa,
a quienes has elegido para considerar Tu orden, has es-
tablecido como tesoreros de Tu ciencia, custodios de Tu
religión, representantes Tuyos en Tu tierra y evidencias
Tuyas sobre Tus siervos; a quienes has librado de toda
impureza por Tu voluntad y has establecido como recursos
hacia Ti y como camino hacia Tu paraíso”.
(“Sahifatus Sayyadiat”, pág. 334, súplica nº 47)

4.- Del Imam Sayyad (P):


“Entonces él es protector de los que piden refugio y cue-
va de los creyentes, el asidero de los que se aferran y la
belleza del universo.
¡Oh, Dios! Inspira a Tu amigo (el Imam -P-) el agradeci-
miento de todo lo que le has concedido…
Haz observar a través de él Tu libro (poniéndolo en prác-
tica), Tus leyes, Tus mandatos y la conducta (sunna) de Tu
Mensajero, que Tu bendición, ¡oh, Dios!, sea sobre él y su
familia. Vivifica a través suyo aquello que los opresores han
matado de los signos de Tu religión. Borra de Tu camino a
través suyo el óxido de la injusticia de los inicuos. Aparta
con él las dificultades y obstáculos de Tu ruta. Extermina
a través de él a los desviados de Tu sendero y aniquila con
él a los que tienen intenciones de apartarse de Tu vía recta.
Haz que su corazón sea blando para con Tus amigos y
bríndale poder sobre Tus enemigos. Concédenos su ama-
bilidad, su misericordia, su cariño y su ternura”.
(“Sahifatus Sayyadiat”, pág. 337-338, súplica nº 47)

- 174 -
Al Haiat - La vida

5.- Del Imam Baqir (P):


“Sepan que si un hombre se levantase por la noche (a re-
zar), ayunara durante el día, ofreciera toda su riqueza en
limosna y peregrinara en cada ocasión, pero no conociese
el liderazgo de un amigo de Dios al punto de seguirlo y
hacer todas sus acciones concordantes con su guía, no
tendría sobre Dios el derecho de recompensa ni sería de
la gente de la fe”.
(“Al Uasail”, tomo I, pág. 91)
6.- Del imam Sadiq (P):
“’La tierra no es abandonada sin un líder que legalice lo
lícito de Dios y prohíba Su ilícito. De ahí el dicho de Dios:
‘El día en que convoquemos a cada grupo de gentes con
su dirigente’1’. Luego (el Imam -P-) agregó: ‘El Mensajero
de Dios (PBd) declaró: ‘Quien fallezca sin Imam, padecerá
la muerte de la ignorancia’”.
(“Al Bahar”, tomo VIII, pág. 12)
7.- Del Imam Sadiq (P), respecto de la palabra de Dios, Altísi-
mo: “Estableced la creencia y no os dividáis por causa de ella”2:
“Se refiere al líder. Respecto a ‘y no os dividáis por causa
de ella’, alude a Amir al-Mu’minin (P)”.
(“Al Bahar”, tomo LXVIII, pág. 328)
8.- Del Imam Sadiq (P), sobre la descripción de un líder:
“Dios, Poderoso y Majestuoso, impide a través suyo el
derramamiento de sangre, corrige con él las divisiones.
A través suyo viste al desnudo, sacia al hambriento y
asegura al miedoso”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 314)

1 Corán, 17:71.
2 Corán, 42:13.
- 175 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

Nota:
Contemple en el quinto dicho del sucesor, el Imam Muhammad
ibn ‘Ali al-Baqir (P), cuando dice: “pero no conociese el lideraz-
go de un amigo de Dios al punto de seguirlo y hacer todas sus
acciones concordantes con su guía” . Observe estas palabras con
sagacidad, hasta poder advertir un tema evidente, que es el origen
de la shi’a (el Islam puro). Según la Misión Divina, la vida, tanto
individual como social, no se realiza sino siguiendo las órdenes de
Dios, no se concreta el seguimiento de las órdenes de Dios salvo
conociendo la religión de Dios y sus leyes. Y no se adquiere el co-
nocimiento de la religión de Dios y sus leyes excepto de un Profeta
o de alguien de parte suya.
Por este fundamento, la religión será para Dios cuando las
acciones provenientes del hombre sean de parte de la convocatoria
divina de un profeta o un sucesor de un profeta. De otra manera no se
puede garantizar la concordancia de las disposiciones individuales y
sociales con la complacencia de Dios y Sus leyes de forma definitiva,
lo cual es necesario para librar (al hombre) de su responsabilidad
y así cumplir el encargo.

- 176 -
Al Haiat - La vida

Capítulo IV

Los intereses generales y el gobernante


religioso

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Yatiya, La arrodillada.
“Luego, te pusimos en la senda del asunto. ¡Síguela pues
y no sigas los deseos de quienes no saben!”.
(45:18)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“¡Oh, gentes! El más adecuado de los hombres de este
asunto (el liderazgo y el gobierno) es el más capacitado
de ellos al respecto y el más sabio de ellos en cuanto al
mandato de Dios sobre él. Entonces si un extraviador se
desviara, pídanle que retome; y si se negase, mátenlo”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 558)
2.- Del Imam ‘Ali (P):
“No es correcto el dictamen, ni el mandato, ni la oración
del viernes, sino con un líder justo”.
(“Da’aimul Islam”, tomo I, pág. 184)

- 177 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

3.- Del Imam ‘Ali (P), de su discurso al partir hacia Damasco


para luchar contra Moauia ibn Abu Sufian. Después de alabar a Dios,
elogiarlo y bendecir al Mensajero de Dios (PBd), dijo:
“¡Temed a Dios y obedeced a vuestro líder! Porque el
rebaño justo se salva por un líder justo, mientras que el
rebaño inmoral se aniquila debido a un líder inmoral”.
(“Al Bahar”, tomo VIII, pág. 472)
4.- Del Imam Sayyad (P), de su súplica en la jornada de ‘Arafat:
“Has ordenado el acatamiento de su orden y la abstención
frente a su prohibición, y que nadie se adelante a él ni se
atrase respecto de él. Entonces él es protector de los que
piden refugio y cueva de los creyentes, el asidero de los
que se aferran y la belleza del universo”.
(“Sahifatus Sayyadiat”, pág. 337, súplica nº 47)
5.- Del Imam Sadiq (P):
“No se corrige la gente sino con un líder, ni se reforma la
tierra salvo con él”.
(“Al Bahar”, tomo XXIII, pág. 22)
6.- Del Imam Kazim (P), sobre lo que narró del Imam ‘Ali ibn
Husein (P):
“La obediencia al gobernante justo es la gloria total”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 287)
7.- Del Imam Rida (P):
“El liderazgo es la rienda de la religión, el sistema de
los musulmanes, la rectitud del mundo, y la gloria de los
creyentes. El liderazgo es la base creciente del Islam y su
rama ascendiente. Con el Líder se perfeccionan la oración,
la caridad, el ayuno, la peregrinación, la abundancia del
botín y las limosnas, la puesta en práctica de las leyes y
- 178 -
Al Haiat - La vida

mandatos, la preservación de las fronteras y los límites”.


(“Al Kafi”, tomo I, pág. 200)

8.- Del Imam Rida (P), de su palabra a Ma’mun al-Abbasi:


“¿Acaso no sabes que el gobernante de los musulmanes
es como la columna en el centro de la carpa? Quien lo
desea, lo alcanza”.
(“Al Bahar”, tomo XLIX, pág. 165)

9.- Del Imam Rida (P), según lo que transmitió de él Fadl ibn
Shadan al-Azdi an-Naisaburi:
“Si preguntaran: ‘¿Por qué se establecieron las autorida-
des y se ordenó su acatamiento?, deben responder:
Por varios motivos. En primer lugar, la creación fue esta-
blecida sobre un límite estrecho y le fue ordenado no violar
esta frontera, pues allí se encuentra la corrupción. Y eso
no será confirmado, ni puede llevarse a cabo sino con el
establecimiento sobre ellos de un fiel que les impida la
transgresión y el ingreso en aquello que es peligroso para
ellos. Si no fuera así, nadie estaría dispuesto a abandonar
su confort y su beneficio en pos de la corrupción de otro.
Así pues, se ha designado un tutor de ellos que les haga
imposible la corrupción y ponga en práctica entre ellos
las leyes y los mandatos.
En segundo lugar, no vamos a encontrar a uno de los pue-
blos ni a una de las naciones que permanezca y subsista
sin un garante y jefe, debido a que él es necesario para
ellos en las cuestiones religiosas y mundanales. Y no es
admisible para la sapiencia de un prudente que desampare
a la creación de aquello que sabe que le es necesario y
que no se puede establecer salvo con él. Entonces junto a
él lucharon contra sus enemigos y a través suyo se dividen
sus ganancias, observan sus oraciones del viernes y sus

- 179 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

reuniones. Él aparta a los opresores de los oprimidos”.


(“Al Bahar”, tomo VI, pág. 60)

- 180 -
Al Haiat - La vida

Capítulo V

El gobernante religioso es el eje de la


verdad, la justicia y la rectitud

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Yusuf, José.
“Aparte de Él no adoráis más que nombres que vosotros
mismos y vuestros padres habéis creado y para los que
Dios no ha hecho descender ningún poder.
En verdad, el juicio sólo pertenece a Dios. Él ha ordenado
que no adoréis nada excepto a Él.
Esa es la creencia establecida, pero la mayoría de la gente
no tiene conocimiento”.
(12:40)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Sadiq (P):
“Escribió Abu Abdullah (el Imam Sadiq): ‘Nosotros somos
la raíz de la verdad, mientras que sus ramas las constituye
la obediencia a Dios. Nuestro enemigo es la raíz de la
maldad, y sus ramas son las deshonestidades’”.
(“Riyalul Kashi”, pág. 291)

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Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

2.- Del Imam Sadiq (P):


“Abu Hanifa le preguntó a Abu Abdullah (el Imam Sa-
diq) sobre la siguiente aleya: ‘Luego, os juro que, ese
día, seréis preguntados por las bendiciones’1. (Le dijo:)
‘¿Qué representan ante ti las bendiciones, oh, Nu’man?’.
Contestó (Abu Hanifa): ‘El sustento de la comida y el agua
fresca’. Entonces le acotó (el Imam -P-): ‘Si en el Día del
Juicio, Dios te detuviera ante Sus manos para preguntarte
sobre cada comida que has ingerido y cada bebida que has
tomado, se prolongaría tu estación ante Él’.
Entonces le preguntó (Abu Hanifa): ‘¡Por favor! ¿Qué son
las bendiciones?’. Respondió (el Imam -P-): ‘Nosotros,
la Gente de la Casa, somos la bendición con la que Dios
agració a Sus siervos. Con nosotros se reunieron después
de estar divididos y a través nuestro vuestros corazones
se conciliaron y se hermanaron”.
(“Al Bahar”, tomo XXIV, pág. 49)

3.- Del Imam Sadiq (P):


“Para cada tiempo y cada comunidad hay un líder con el
cual dicha comunidad resucitará”.
(“Al Bahar”, tomo III, pág. 308)

4.- Del Imam Sadiq (P):


“El Mensajero de Dios (PBd) declaró: ‘Dios. Bendito y
Exaltado, ha dicho (en una tradición santa): ‘Se ha alzado
para competir contra Mí aquel que molesta a mi siervo
creyente, mientras que se salva de mi cólera quién enno-
blece a mi siervo creyente. Si no hubiese en la tierra entre
el oriente y el occidente más que un siervo con un guía
justo, me enriquecería con ellos de todo lo que he creado
en la tierra. Por ellos dos quedan establecidas los siete
1 Corán, 102:8.
- 182 -
Al Haiat - La vida

cielos y las siete tierras. Puse para ambos en su fe una


intimidad tal que no requieren de otra que ella”.
(“Al Bahar”, tomo LXVII, pág. 71)

- 183 -
Al Haiat - La vida

Capítulo VI

La política práctica del gobernante


islámico

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Sadiq (P):
“Los Imames en el Libro de Dios son de dos tipos. Dios
dijo, Bendito y Exaltado: ‘Y les pusimos como dirigentes
para que guiasen conforme a Nuestro mandato’1. No con
las órdenes de la gente. Ellos anteponen el mandato de
Dios a su propia orden y el dictamen de Dios a su propia
disposición.
Y dijo (Dios): ‘Les hicimos dirigentes llamando al Fue-
go’2. Ellos anteponen su propia orden al mandato de Dios,
y sus decisiones al veredicto de Dios. Marchan siguiendo
sus pasiones a diferencia de lo que está en el Libro de
Dios, Poderoso, Majestuoso”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 216)
2.- Del Imam ‘Ali (P):
“Dios me ha colocado como un líder para su creación y
me obligó equiparar mi comida, mi bebida, mi vestimenta,

1 Corán, 21:73.
2 Corán, 28:41.
- 185 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

con los pobres de la gente, para que el indigente me siga


por mi pobreza y no lo haga rebelde al rico su riqueza”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 410)

3.- Del Imam Sadiq (P), según narro Mualla ibn Jonais:
“Le dije a Abu Abdullah (P) un día: ‘¡Que yo te sirva de
rescate!, recordé a la familia de fulano y las mercedes que
poseen y me dije que si vosotros hubierais tenido esto, lo
habríamos aprovechado con vosotros’.
Entonces me contestó: ‘¡Jamás; oh, Mualla! Sabe, por
Dios que, si hubiese sido así; no habríamos tenido más que
la vigilia en la noche, el trabajo en día, el vestir, áspero y
comer lo grosero’”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 410)

4.- Del Imam Sadiq (P):


“Cuando el Profeta (PBd) recibió la noticia de la muerte
de su alma, convocó a la oración colectiva y ordenó a los
emigrados y auxiliares armarse. La gente se concentró.
El Profeta (PBd) subió al púlpito y les dio la noticia de
su fallecimiento.
Luego dijo: ‘Le recuerdo a Dios a un gobernante que viene
después de mí sobre mi comunidad, para que se apiade
de la comunidad de los musulmanes. Debe honrar a sus
mayores, ser misericordioso con sus débiles, ·respetar a
sus sabios. No debe perjudicarlos de modo tal que resulte
la humillación, ni empobrecerlos de modo tal que resulte
la incredulidad. No debe cerrar su puerta, dejando que sus
poderes devoren a los débiles. Que no sea exigente con sus
ejércitos (dejándolos en las fronteras) de modo que llegue
a cortar la generación de mi comunidad’”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 406)

- 186 -
Al Haiat - La vida

El gobernante musulmán desde el punto de vista


del Imam ‘Ali ibn Abu Talib (P)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P), de lo que escribió para algunos de sus
recaudadores de impuestos:
“Les encomiendo el temor de Dios en las intimidades de
sus asuntos y sus prácticas ocultas, cuando no presentan
testigos excepto Él, ni amparador más que Él. Y les orde-
no no obrar algo de la obediencia de Dios aparentando,
mientras se opongan a otra cosa en lo oculto. Aquel que
no muestre diferencias entre su intimidad y su manifesta-
ción, su dicho y su hecho, entonces cumplió el encargo y
sinceró la devoción. Les mando no tomar de improviso
a la gente, ni insultarlos, ni abandonarlos por causa de
preferir la jefatura sobre ellos, pues ellos son sus herma-
nos en la religión y los auxiliadores en la recuperación
de los derechos”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 884)
Sobre este tema consulte el legado de Imam ‘Ali (P) que se
encuentra en el “Nahyul Balagha”1. Este constituye un programa
amplio y puntual para el político práctico y las importantes respon-
sabilidades en el gobierno humano y coránico.

No existe respeto ni nobleza para el gobernante


opresor

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Baqir (P):

1 Disponible en español en la Biblioteca Islámica Ahlul Bait -P- (www.biab.org).


- 187 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

“Tres están desprovistos de respeto: el apasionado in-


novador, el líder opresor y el perverso que manifiesta la
perversión”.
(“Qurbul Asnad”, pág. 107)

- 188 -
Al Haiat - La vida

Capítulo VII

La vinculación entre la filosofía ideológica


y la filosofía política

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Kahf, La cueva.
“En esa situación sólo puede auxiliar Dios, la Verdad. Él
es Quien mejor recompensa y Quien mejor fin otorga”.
(18:44)
2.- Sura Al-Ahzab, Los partidos.
“El Profeta posee mayores derechos sobre los creyentes
que ellos mismos”.
(33:6)
3.- Sura Al-Ma’ida, La mesa.
“En verdad, vuestros amigos y protectores son solamente
Dios y Su Mensajero y aquellos que tienen fe, que hacen la
oración y dan limosna mientras están inclinados rezando”.
(5:55)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Profeta (PBd), como conclusión de su disertación
en la jornada de Gadir Jum:
- 189 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

“¡Oh, gente! decid: ‘Te hemos brindado respecto de este


asunto un pacto con nuestras propias almas; juramenta-
mos con nuestras lenguas y estrechamos nuestras manos
(confirmándolo). Lo haremos llegar a nuestros hijos y
nuestra familia. No lo alteraremos en absoluto. Tú mismo
eres nuestro testigo. Y Dios es suficiente como testigo’.
Decid lo que les mencione y saludad a ‘Ali con el título de
Amir al-Mu’minin. Exclamad: ‘¡Alabado sea Dios, quién
nos ha encaminado a esto! Si Dios no nos hubiera con-
ducido, nosotros nos habríamos dirigido. ‘No cabe duda
que Dios conoce cada voz y la deslealtad de cada alma.
Entonces quién quebrante (este pacto), solo esta infrin-
giéndolo contra sí mismo, y quién cumpla el compromiso
que Dios le encargó, pronto recibirá una magnífica recom-
pensa. Decid lo que haga complacer a Dios de vosotros.
Si lo rechazarais, entonces Dios es autosuficiente respecto
de vosotros”.
(“Al Gadir”, tomo I, pág. 270)

2.- Del Imam ‘Ali (P):


“Sin duda que para ‘No hay divino excepto Dios’, existen
condiciones. Yo y mi descendencia formamos parte de esas
condiciones”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 104)

3.- Del Imam Sadiq (P), quien en aclaración del dicho de Dios
Altísimo “Otorga la sabiduría a quien Él quiere. Y, a quien le es
dada la sabiduría, recibe un bien abundante”1 dijo:
“Ella consiste en la obediencia a Dios y el conocimiento
del Imam”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 185)

1 Corán, 2:269.
- 190 -
Al Haiat - La vida

4.- Del Imam Sadiq (P):


“Dios es más sublime y más grandioso como para aban-
donar la tierra sin un líder justo”.
(“Kamalud Din”, pág. 229)
5.- Del Imam Sadiq (P):
“Nuestro liderazgo es el liderazgo de Dios, sin el cual
nunca ha surgido ningún Profeta”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 349)
6.- Del Imam Sadiq (P):
“Husein ibn ‘Ali (P) se dirigió hacia sus compañeros y les
dijo: ‘¡Oh, gente! Dios, Majestuoso sea su Nombre no ha
creado a los siervos sino para que lo conozcan. Cuando
Lo conocen, Lo adoran. Cuando lo adoran se enriquecen
de Su adoración al margen de la adoración de otro que
Él’. Un hombre le preguntó: ‘¡Oh, hijo del Mensajero de
Dios (PBd)! ¡Por favor!·¿Qué significa conocer a Dios?’.
Contestó: ‘Que la gente de cada tiempo conozca a sus
líderes, a los cuales ellos deben obedecer’”.
(“Al Bahar”, tomo V, pág. 312)
7.- Del Imam Sadiq (P), según narró Amar al-Sabati:
“Le mencioné a Abu Abdullah (el Imam): ‘Abu Umaiah
Yusuf ibn Zabit relató de parte tuya que has dicho: ‘Con
la fe ninguna acción es perjudicial, ni ninguna práctica
beneficia con la incredulidad’. Entonces me explicó: ‘‘Abu
Umaiah no me solicitó su exégesis. Mi intención con esto
sólo consistía en que quien conoce a un líder de la Familia
de Muhammad (PBd) y lo sigue, luego obra para sí mismo
lo que quiera de las acciones buenas, esto se aceptará de él
y se le multiplicará el producto abundantemente. Entonces
se beneficia con las acciones buenas junto al conocimiento.
Este era mi propósito. Asimismo Dios no acepta de los
- 191 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

siervos las acciones buenas que realizan cuando siguen a


un líder opresor que no viene de parte de Dios Altísimo’”.
(“Amale At-Tusi”, tomo II, pág. 31-32)
8.- Del Imam Rida (P):
“Cuando Abdul Hasan ar-Rida (P) había arribado a Nais-
abur y se disponía a partir hacia Ma’mun se concentraron
alrededor suyo los tradicionistas y le dijeron, ‘¡Oh hijo
del Mensajero de Dios! ¿Se marchará de nuestro lado sin
habernos narrado una tradición para que la aproveche-
mos de usted?’. Él estaba ya sentado en su litera, asomó
su cabeza y dijo: ‘Escuché a mi padre Musa ibn Ya’far
diciendo: Escuché a mi padre Ya’far ibn Muhammad di-
ciendo: Escuché a mi padre Muhammad ibn ‘Ali diciendo:
Escuché a mi padre ‘Ali ibn Husein diciendo: Escuché a
mi padre Husein ibn ‘Ali diciendo: Escuché a mi padre
Amir al-Mu’minin ‘Ali ibn Abu Talib diciendo: Escuché al
Profeta diciendo: Escuché a Dios Poderoso y Majestuoso
diciendo: ‘No hay divino sino Dios es mi fortaleza. Y quién
penetra en mi fortaleza se asegura de mi castigo’. Relató
Ishaq ibn Rahuia (el narrador) ‘Cuando la caravana ya
había partido nos gritó: ‘Con sus condiciones, y yo soy
de esas condiciones’”.
(“Uiun Ahbar Ar-Rida”, tomo II, pág. 135)

- 192 -
Al Haiat - La vida

Capítulo VIII

La vinculación entre las acciones


religiosas y la filosofía política

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura At-Tauba, El arrepentimiento.
“¡Oh, los que creéis! ¡Sed temerosos de Dios y estad con
los sinceros!”.
(9:119)
2.- Sura Al-Isra’, El viaje nocturno.
“El día en que convoquemos a cada grupo de gentes con su
dirigente. A quienes les sea entregado su libro en su mano
derecha lo leerán y no serán oprimidos en lo más mínimo.
Y quien estuvo ciego en esta vida estará ciego en la Otra
y aún más alejado del camino”.
(17:71-72)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“Es obligatorio en la disposición de Dios y la disposición
del Islam sobre los musulmanes, que no realicen una ac-
ción, ni adelanten una mano, ni un pie antes de elegir para
- 193 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

sí mismos un líder casto, piadoso, conocedor de los asuntos


y las tradiciones, que guarda sus ganancias, observa sus
peregrinaciones y· sus oraciones de los viernes, recauda
sus impuestos”.
(“Al Bahar”, tomo LXXXIX, pág. 196)
2.- Del Imam Baqir (P):
“Dios, Bendito y Exaltado, declaró: ‘Castigaré inevita-
blemente a cada rebaño del Islam que se acerque al lide-
razgo de todo líder opresor que no viene de parte de Dios,
aunque en sus acciones sea el grupo piadoso y temeroso.
Y dispensaré seguramente a cada rebaño del Islam que
se aproxime al liderazgo de cada líder justo que viene de
parte de Dios, aunque en sí mismo el grupo sea inicuo y
malvado’”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 376)
3.- Del Imam Baqir (P):
“No existe religión para quien acate al que desobedece a
Dios, ni para quien inventa la mentira contra Dios, ni la
hay para quien niega algo de los signos de Dios”.
(“Al Bahar”, tomo LXXII, pág. 123)
4.- Del Imam Baqir (P):
“Quien se acerca a Dios con una devoción en la cual ha
esforzado a su alma sin una justa guía de su parte, su es-
fuerzo no produce resultado alguno y él estará extraviado
y desorientado”.
(“Al Mustadraq”, tomo I, pág. 21)
5.- Del Imam Sadiq (P), según narró Rozaiq:
“Le pregunté (al Imam): ‘¿Cuál de las acciones es la me-
jor, después del conocimiento?’. Respondió: ‘No hay nada
después del conocimiento que se equipare a la oración, ni

- 194 -
Al Haiat - La vida

después del conocimiento y la oración como la caridad


obligatoria, ni hay cosa alguna después de estos que se
equipare el ayuno, ni luego de esto algo comparable a la
peregrinación. La apertura de todo esto es conocernos
a nosotros (los Imames) y su culminación es conocernos
a nosotros. No hay nada después de eso como hacer el
bien a los hermanos y favorecerlos repartiendo dírhams
y dinares”.
(“Al Uasail”, tomo I, pág. 18)
6.- Del Imam Sadiq (P):
“El ritual sencillo de Muhammad consiste en observar la
oración, pagar la caridad obligatoria, ayunar en el mes
de Ramadán, la Peregrinación a la Sagrada Casa de Dios,
acatar a un líder y cumplir los derechos del creyente”.
(“Al Uasail”, tomo I, pág. 15)
7.- Del Imam Sadiq (P):
“Asimismo Dios no acepta de los siervos las buenas ac-
ciones cuando siguen a un guía opresor que no viene de
parte de Dios Altísimo”.
(“Amale At-Tusi”, tomo II, pág. 32)

Nota:
Las enseñanzas del Islam combaten contra los enceguecidos, los
extraviados y los defraudadores. Ellas emprendieron la eliminación
de la ceguera política y su exterminio, pues en ella se encuentra el
origen de cada extravío y malicia, la fuente de cada bajeza y perdi-
ción. Por eso se observan en la segunda y tercera aleyas que hemos
transcrito al comienzo del capítulo que la ceguera política y el fraude
en el ámbito del liderazgo se consideran como causa de la ceguera
en el más allá y la desdicha permanente. Debe entonces contemplar
este firme principio constructivo y vitalizador de las sociedades.

- 195 -
Al Haiat - La vida

Capítulo IX

El gobernante religioso y la difusión de


las leyes celestiales sobre la tierra

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Hiyr, Hichr.
“Di: ‘En verdad, yo soy un amonestador claro’... Comu-
nica, pues, claramente aquello que se te ha ordenado y
apártate de los idólatras”.
(15:89 y 94)

2.- Sura Al-Anfal, Los bienes excedentes.


“Combatidles, pues, hasta que cese la idolatría y se rinda
culto solamente a Dios. Pero si cesan, en verdad, Dios ve
lo que hacen”.
(8:39)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd), de las recomendaciones que le dio a
Muad ibn Yabal cuando lo envió hacia el Yemen:
“Pon en práctica la orden de Dios entre ellos, manifiesta
completamente el mandato del Islam y práctica tanto lo

- 197 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

pequeño como lo grande”.


(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 25)
2.- De Fátima az-Zahra (P):
“Vosotros, oh, siervos de Dios, sois portadores de la
religión y del Corán, y debéis transmitirlos a otras co-
munidades”.
(“Al Ihtiyay”, tomo I, pág. 133)
3.- Del Imam Sadiq (P):
“Dios, Bendito y Exaltado, otorgó a Muhammad (PBd) las
leyes de Noé, Abraham, Moisés y Jesús -con ellos sea la
Paz-: el monoteísmo, la simplicidad, la eliminación de los
similares, leyes naturales y sencillas. No existe monacato
ni los viajes de retiro espiritual. En ella se permitieron las
cosas agradables y se vedaron las inmundicias. Fueron
quitadas las cargas y las cadenas que estaban sobre ellos.
Luego (Dios) impuso para él (PBd) en ella la oración, la
caridad obligatoria, el ayuno, la peregrinación, el exhortar
el bien y vedar el mal, lo lícito y lo ilícito, las herencias,
las leyes, los deberes, el combate en el camino de Dios,
y le agregó la ablución. Le dio supremacía a la Apertura
del Libro (Sura Al-Fatiha), a las aleyas finales de la sura
La Vaca y las suras largas.
Hizo lícito para él la recaudación y la ganancia. Lo soco-
rrió con el pánico (sobre sus enemigos). Estableció para
él la tierra como mezquita y como pureza. Lo envió para
todos, sea blanco, negro, genio, humano”.
(“Al Kafi”, tomo II, pág. 17)
4.- Del Imam Rida (P), de lo que narró Al-Fadl Shadan al-
Niashaburi:
“Si se pregunta cuáles son las primeras obligaciones
- 198 -
Al Haiat - La vida

(religiosas), se debe responder: Reconocer a Dios, a Su


Mensajero, a Su Evidencia (o Prueba) y a lo que ha venido
de parte de Dios, Poderoso y Majestuoso.
Si se cuestiona por qué es obligatorio para la creación
reconocer a Dios, a Su Mensajero, a Su Evidencia y a lo
que ha venido de parte de Dios, Poderoso y Majestuoso,
se debe responder: Por varias causas. En primer lugar,
porque quien no reconoce a Dios, Poderoso y Majestuoso,
no evita las desobediencias, no se abstiene de cabalgar so-
bre los grandes pecados ni toma en consideración a nadie
respecto de aquello que desea, gozando con la corrupción
y la opresión. Cuando la gente obra de esta manera, y cada
hombre hace lo que quiere sin considerar a nadie, el resul-
tado es la completa corrupción de la creación. Entonces
saltan unos sobre los hombros de otros, violan los bienes y
los derechos sexuales, consideran lícito derramar la sangre
y tomar a las mujeres, se matan unos a otros sin razón y
sin cometer delito alguno. En esto está, pues, la ruina del
mundo, la aniquilación de la creación, la corrupción de
la producción y de la generación”.
(“Uiun Ahbar Ar-Rida”, tomo II, pág. 99-100)

- 199 -
Al Haiat - La vida

Capítulo X

Los guías justos y los guías opresores

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura As-Sayda, La prosternación.
“Y, de entre ellos, pusimos dirigentes espirituales que les
guiasen conforme a Mi mandato, pues eran pacientes y
tenían certeza de Nuestras señales”.
(32:24)

2.- Sura Al-Qisas, El relato.


“Les hicimos dirigentes llamando al Fuego y el Día del
Levantamiento no serán auxiliados”.
(28:41)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Kazim (P), según narró Muhammad ibn Manzur:
“Le pregunté al siervo justo (el Imam) respecto del dicho
de Dios Altísimo: ‘En verdad, mi Señor solamente ha
prohibido la indecencia y los malos comportamientos
públicos o privados’1. Entonces me contestó: ‘El Corán
posee exteriorizaciones y secretos. Todo aquello que se
1 Corán, 7:33.
- 201 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

prohibió en el Libro (en forma explícita) constituye la faz


manifiesta, mientras que lo oculto de esto son los guías
opresores. Y todo aquello que Dios autorizó en el Libro
es lo expuesto, mientras que lo interior de esto son los
líderes verdaderos’”.
(“Al Uasail”, tomo XVII, pág. 3)

Nota:
Recientemente expusimos en al capítulo octavo que la ceguera
política es la más importante especie de invidencia y fraude. Esto
se debe a que el liderazgo y la administración poseen un rol vivo
en el desarrollo de la sociedad, la educación de los individuos, la
expansión de la corrección o la corrupción (según el caso) y su
apuntalamiento.
Por eso nos ha llegado de parte de los Imames de la Gente de
la Casa (P) que la raíz de las deshonestidades y corrupciones, así
como de sus secretos, es el líder falso; mientras que la raíz de las
cosas buenas, las virtudes y las bendiciones, es el líder auténtico.
Así hemos visto del Imam Amir al-Mu’minin (P) su dicho:
“El rebaño justo se salva por medio del guía justo, mien-
tras que el rebaño inmoral se aniquila a través de un líder
inmoral”.
Y continuará del Imam Ya’far as-Sadiq (P) su dicho:
“En el liderazgo de un jefe opresor se desvanece la ver-
dad completamente y se vivifica la falsedad totalmente,
se manifiesta la iniquidad, la opresión y la corrupción”.
Además ha sido considerado en algunas tradiciones que el se-
guimiento de un gobernante opresor es impiedad, como ya veremos.
Entonces el líder gobernante falso y opresor y sus funcionarios,
son las raíces de todo mal. Sobre este principio básico y concreto
nos han llegado abundantes narraciones del Profeta y los Imames
- 202 -
Al Haiat - La vida

(P) que exponen lo siguiente: “Quién perece sin Imam, padece la


muerte de la ignorancia”.

- 203 -
Al Haiat - La vida

Capítulo XI

La prohibición de colaborar con los


gobernantes opresores

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Ma’ida, La mesa.
“¿Desean seguir juzgando como en los tiempos de la
ignorancia?.
Para quienes tienen certeza ¿Quién puede juzgar mejor
que Dios?”.
(5:50)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Cuatro cosas son desastrosas: un líder que desobedece
a Dios y cuya orden se acata”.
(“Al Bahar”, tomo CIII, pág. 230)

2.- Del Profeta (PBd):


“Quien ejecuta lo mínimo para un sultán opresor en cuanto
a una necesidad, será su compañero en el Fuego. Y quien
orienta a un sultán respecto a una injusticia, estará junto a

- 205 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

Hamán (lugarteniente de Faraón). Su castigo y el castigo


del sultán serán de lo más terribles tormentos de la gente
del Fuego”.
(“Zauabul Amal”, tomo II, pág. 331)

3.- Del Imam ‘Ali (P):


“Deben tener cuidado, mucho cuidado, de acatar a sus
jefes y sus eminencias, quienes se enorgullecen por sus
prestigios, se consideran elevados por sus linajes e in-
ventan cosas viles contra su Señor, negando a Dios con
aquello mismo que Él hizo para ellos, para combatir con
Sus determinaciones y obtener Sus Mercedes.
Ellos son las raíces y cimientos del fanatismo, los ejes y
pilares de los cismas y las espadas de la ostentación de la
genealogía de la ignorancia.
¡Temed a Dios! No seáis contrarios a Él por causas de
Sus Mercedes, con las cuales os ha agraciado, ni seáis
envidiosos debido a sus favores que se encuentran ante
vosotros. No obedezcáis a los viles, quienes contaminaron
vuestras puras sinceridades con sus turbiedades, mezcla-
ron vuestra salud con sus enfermedades e introdujeron en
vuestras realidades sus falsedades siendo ellos las raíces
de la corrupción y demás.
Analizad aquello que les llegó a las orgullosas comu-
nidades anteriores a vosotros del tormento de Dios, su
violencia, su acontecer y sus castigos ejemplares”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 786)

4.- Del Imam Baqir (P), quien respecto del dicho de Dios: “Han
tomado a sus doctores de la ley y a sus sacerdotes por sus señores
en lugar de Dios”1 aclaró:

1 Corán, 9:31.
- 206 -
Al Haiat - La vida

“Por Dios que no les rezaron ni ayunaron para ellos, pero


les obedecieron en la desobediencia a Dios”.
(“Al Uasail”, tomo XVIII, pág. 98)

- 207 -
Al Haiat - La vida

Capítulo XII

Los gobiernos opresores y sus efectos

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura An-Naml, Las hormigas.
“En verdad, cuando los reyes entran en un país, lo co-
rrompen totalmente y arruinan a los poderosos de él. Eso
es lo que hacen”.
(27:34)

2.- Sura Al-Fayr, La aurora.


“¿No has visto lo que hizo tu Señor con la gente de Ad?
¿Con Iram la de las columnas, semejante a la cual no fue
creada ninguna otra en la Tierra? ¿Y con Zamud, que
excavaron la roca en el valle?.
¿Y con Faraón, el señor de las estacas?, que se endiosaron
en la Tierra e incrementaron la corrupción en ella?”.
(89:6-12)

3.- Sura Al-Qisas, El relato.


“En verdad, el Faraón fue un tirano altivo en la Tierra.
Dividió a la gente de ella en grupos. Debilitaba a uno
de ellos, degollando a sus hijos y dejando con vida a sus

- 209 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

mujeres. Verdaderamente, él era de los corruptores”.


(28:4)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Cuando cambia el sultán se modifica el tiempo”.
(“Al Bahar”, tomo LXXVII, pág.165)
2.- Del Imam Baqir (P):
“Debes saber, ¡oh, Muhammad!, (Muhammad ibn Muslim
el conocido narrador) que los líderes opresores y sus parti-
darios están fuera de la religión de Dios. Son descarriados
y extravían. Las acciones que llevan a cabo son ‘como
cenizas esparcidas por el viento en un día de tormenta’1.
No pueden obtener nada de lo que han adquirido. Este es
un extravío profundo”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 184)
3.- Del Imam Sadiq (P), sobre Su Palabra Altísima2 explicó:
“‘Di: Él es Quien tiene poder para enviaros un castigo
de arriba’, éste es un sultán tirano; ‘o de abajo’ , son
los viles y quienes no poseen bien algo; ‘o para confun-
diros en facciones diferentes’, estos son los fanáticos;
‘y hacer que probéis la violencia unos de otros’, son los
malos vecinos”.
(“Tafsir Al Qummi”, tomo I, pág. 203)
4.- Del Imam Sadiq (P):
“Y esto debido a que aceptar el gobierno de un opresor
es borrar totalmente la verdad y vivificar absolutamente
1 Corán, 14:18.
2 Corán, 6:65. “Di: Él es Quien tiene poder para enviaros un castigo de arriba
o de abajo o para confundiros en facciones diferentes y hacer que probéis
la violencia unos de otros”.
- 210 -
Al Haiat - La vida

la falsedad. Es manifestar la iniquidad, la injusticia y la


corrupción. Es desmerecer las escrituras, matar a los
Profetas y los creyentes, arruinar las mezquitas y alterar
la tradición de Dios y Sus leyes. Por eso ha prohibido
trabajar con ellos, auxiliarlos y hasta negociar con ellos
excepto en la medida de lo necesario, como la urgencia
respecto de la sangre y la carroña”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 245)

- 211 -
Al Haiat - La vida

Capítulo XIII

Salir de la luz del Islam hacia las tinieblas


del gobierno opresor y el sistema tiránico

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Baqara, La vaca.
“Pero, aquellos que no creen, tienen por maestros a los
falsos ídolos que los llevan de la Luz a las tinieblas”.
(2:257)
2.- Sura An-Nisa’, Las mujeres.
“¡No has visto a quienes les fue dada una parte de la Escri-
tura (Sagrada) y creen en los espíritus mágicos malignos
y en los falsos ídolos y dicen de los que no son creyentes:
‘Esos están mejor guiados que los creyentes’”.
(4:51)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Sadiq (P):
“‘No hay religión para quienes aceptan el gobierno de
un líder opresor que no viene de parte de Dios, ni hay
reproche contra quién se complace con el gobierno de un
líder justo de parte de Dios’.

- 213 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

Dijo (Ibn Abu Iafur): ‘Le pregunté: ¿No hay religión para
aquéllos ni reproche para estos?’. Respondió (P): ‘Así
es, No hay religión para aquéllos ni reproche para estos.
¿Acaso no has escuchado la Palabra de Dios: ‘Dios es el
Protector y Amigo de aquellos que creen. Él les saca de
las tinieblas hacia la Luz’1? Los saca de las tinieblas de
los pecados hacia la luz del arrepentimiento y el perdón,
por haber aceptado el gobierno de todo líder justo de parte
de Dios. Y Dios agregó: ‘Pero, aquellos que no creen,
tienen por maestros a los falsos ídolos que los llevan de
la Luz a las tinieblas’2.
Cuenta el narrador: ‘Pregunté (al Imam): ¿Acaso Dios
no está aludiendo aquí a los infieles, cuando dice ‘pero
aquellos que no creen’?. Me contestó:’. ‘El incrédulo no
tiene luz, en tanto es incrédulo, apartándose de ella hacia
las tinieblas. La intención de Dios con esto sólo consiste en
que ellos estaban sobre la luz del Islam y cuando aceptaron
el gobierno de todo líder opresor que no viene de parte
de Dios, salieron de la luz del Islam hacia las tinieblas de
la impiedad debido a la aceptación de dichos gobiernos.
Entonces ellos se hicieron merecedores del Fuego, junto
a los infieles, pues Dios declaró: ‘Esos son la gente del
Fuego en el cual estarán eternamente’3”.
(“Al Mustadraq”, tomo III, pág. 245)
2.- Del Imam Sadiq (P), de Abu Basir, quien relató:
“Le pregunté a Abu Abdullah (P) sobre el dicho de Dios,
Poderoso, Majestuoso, en Su Libro: ‘Y no os comáis vues-
tras riquezas unos a otros de forma ilícita ni ofrezcáis de
ellas a los jueces para comeros parte de las riquezas de la
gente injustamente’4. Me explicó (P):’. ‘¡Oh, Abu Basir!
1 Corán, 2:257.
2 Ídem.
3 Ídem.
4 Corán, 2:188.
- 214 -
Al Haiat - La vida

Dios, Poderoso y Majestuoso, sabía que en la comunidad


existen jueces corruptos. Debes saber que la intención
de Dios no apunta a las autoridades de la gente de la
justicia. Su propósito alude a los jueces de la gente de la
opresión. ¡Oh, Abu Muhammad!, si existiera para ti un
derecho sobre un hombre y lo convocaras a un juez de la
gente de la justicia, y él no quisiera sino apelar a uno de
los jueces de la gente de la opresión para que dictaminen
a su favor, es de quienes aceptó recurrir a los tribunales
de los tiranos. A él se refiere el dicho de Dios Poderoso y
Majestuoso, cuando expresa: ‘¿No has visto a esos que
proclaman que creen en lo que fue hecho descender para
ti y en lo que fue hecho descender ante de ti? Quieren
recurrir al juicio de los tiranos’1’”.
(“Al Uasail”, tomo XVIII, pág. 3)

1 Corán, 4:60.
- 215 -
Al Haiat - La vida

Capítulo XIV

La obligación de rechazar los gobiernos


sin religión

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura An-Nahl, La abeja.
“Ciertamente, Nosotros enviamos a cada comunidad un
Mensajero: ‘¡Adorad a Dios y abandonad los ídolos!’”.
(16:36)

2.- Sura An-Nisa’, Las mujeres.


“Los que creen combaten por la causa de Dios y los que
no creen combaten por la causa de los tiranos. ¡Combatid,
pues, a los amigos de Satanás! Ciertamente, la intriga de
Satanás es débil”.
(4:76)

3.- Sura An-Nisa’, Las mujeres.


“¿No has visto a esos que proclaman que creen en lo que
fue hecho descender para ti y en lo que fue hecho descender
ante de ti? Quieren recurrir al juicio de los tiranos, a pesar
de que se les ha ordenado no creer en ellos”.
(4:60)

- 217 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

4.- Sura Hud.


“Y no os inclinéis hacia los opresores pues os alcanzaría
el Fuego y, como no tenéis aparte de Dios quien os proteja,
no seríais auxiliados”.
(11:113)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Sadiq (P), en una misiva dirigida a Mufaddal
Yu’fi:
“Ciertamente Dios, Bendito y Exaltado sea, escogió al
Islam como una religión para Sí mismo y como un ritual
para Su creación. No aceptará nada de nadie salvo con
ella. Por ella hizo surgir a Sus Profetas y Mensajeros.
Después declaró: ‘Con la Verdad lo hicimos descender y
con la Verdad descendió’1. Entonces sobre ella y con ella
hizo surgir a Sus Profetas y Mensajeros, así como a Su
Enviado Muhammad, (PBd). Lo mejor, pues de la religión
consiste en conocer a los Mensajeros y sus liderazgos.
Te notifico que Dios autorizó lo lícito y prohibió lo ilí-
cito hasta el Día del Juicio Final. Entonces conocer a
los Enviados y sus liderazgos, así como la obediencia a
ellos es lo lícito. Es admisible aquello que permitieron, y
es prohibido lo que vedaron. Ellos son su raíz y de ellos
surgen las ramas de lo lícito. En esto constituye su misión.
Forman parte de sus ramas la orden para sus seguidores
y sus amigos hacia lo admisible en cuanto a observar la
oración, pagar la caridad obligatoria, etc. etc., así como
todas las cosas buenas.
Después de eso, acotó en Su Libro: ‘En verdad, Dios orde-
na la justicia, el bien y la generosidad con los familiares
y prohíbe la indecencia, los malos actos y la opresión. Él

1 Corán, 17:105
- 218 -
Al Haiat - La vida

os amonesta para que, quizás así, reflexionéis’1.


En cuanto a sus enemigos y los amigos de ellos, quienes
hasta el Día del Juicio Final son sus seguidores, ellos
son ilícitos en sí mismos y seguirlos es ilícito, pues son
deshonestos tanto en privado como en público.
En cuanto al embriagante, el azar, el adulterio, la usura,
la sangre, la carroña, la carne de cerdo, conforman lo
vedado e inviolable. Todos ellos son la maldad y la raíz
de cada malicia.
Y de ellos brotan las ramas de todo lo malo. Esto es parte
de lo ilícito y de lo que ellos consideraron permisible. De
ellos se desprende el desmentir a los Profetas, la negación
de los sucesores, el cabalgar las obscenidades como el
adulterio, el robo, consumir vino y embriagante, devorar
la hacienda del huérfano, comer de la usura, el engaño,
la deslealtad, montar toda especie de ilícito y emprender
todo pecado.
Dios sólo ordena la justicia, la beneficencia y el dar a los
parientes, es decir la amistad con los familiares (la Gente
de la Casa) y anhelar su seguimiento. Y veda la obsceni-
dad, lo reprobable y la iniquidad, que son los enemigos de
los Profetas y de los sucesores de los Profetas (P). Ellos
constituyen lo que fue prohibido, así como la amistad con
ellos y el obedecerlos. Y les exhorta quizás así se dejen
amonestar.
Si te informo que la obscenidad, el azar, el adulterio, la
carroña y la carne de cerdo son un hombre; es cierto y yo
se que Dios prohibió esta raíz, vedó sus ramas, lo rechazó
y equiparó su amistad con la adoración a los ídolos y los
asociados en lugar de Dios; y quién llama a la adoración
a sí mismo es como Faraón cuando dijo: ‘Yo soy vuestro

1 Corán, 16:90.
- 219 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

Señor Supremo’1; y además estas cuestiones toman una


forma tal que yo podría sostener: ‘Éste es un hombre (de
los gobernantes falsos), y él, así como quien lo sigue van
hacia el infierno’; y que ellos son como el dicho de Dios:
‘Él os ha prohibido la carroña, la sangre, la carne del
cerdo’2; entonces declararían -es veraz-. Si luego les hu-
biese dicho que todo esto es fulano, habían afirmado -es
cierto -. Porque fulano fue adorador y violó los límites de
Dios prohibió transgredir.
Después te informó que la religión así como su raíz es un
hombre. Este hombre es la certeza y la fe. Es un líder para
su comunidad y la gente de su tiempo quien lo conoce, co-
noce a Dios y Su religión. Quien lo niega reniega de Dios
y Su religión. No se puede conocer a Dios, Su religión, Sus
límites y Sus leyes sin este líder. De ahí se estableció que
conocer a los hombres (los líderes sinceros) es la religión
de Dios”.
(“Al Bahar”, tomo XXIV, pág. 288)

Agruparse en torno del gobernante islámico

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam Baqir (P):
“La cima de cada asunto, su saliente, su llave así como la
puerta de las cosas y la complacencia del Misericordioso,
es el acatamiento de un Imam luego de conocerlo”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 185)

2.- Del Imam Baqir (P):

1 Corán, 79:24.
2 Corán, 2:173.
- 220 -
Al Haiat - La vida

“El Mensajero de Dios (PBd) sostuvo: ‘Dios, Poderoso


y Majestuoso, no inspecciona a un amigo suyo que se ha
esforzado por acatar a su líder y su consejo, sino que él
estará con nosotros en el Paraíso elevadísimo’”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 404)

3.- Del Imam Baqir (P):


“Cuando descendió la aleya que dice: ‘El día en que
convoquemos a cada grupo de gentes con su dirigente’1,
los musulmanes cuestionaron: ‘¡Oh, Mensajero de Dios!
¿Acaso tú no eres el líder de toda la gente?’. El Mensajero
de Dios (PBd) contestó: ‘Yo soy el Enviado de parte de
Dios para toda la humanidad. Pero pronto vendrán des-
pués de mí los Imames de la Gente de mi Casa. Ellos es-
tarán entre la gente y serán desmentidos. Serán oprimidos
por los líderes de la impiedad y el extravío, así como sus
seguidores. Entonces quien les ama, les sigue y los confir-
ma, es de los míos, está conmigo y pronto me encontrará.
Sepan que aquel que los oprime y los desmiente, no es de
los míos ni estará conmigo, y yo no soy responsable de él’”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 313)

4.- Del Imam Sadiq (P):


“Quien se aparta de la comunidad de los musulmanes
en la medida de un palmo, abrió el nudo del Islam de su
cuello. Y quien rompe su pacto con el Islam, se dirigirá
hacia Dios leproso”.
(“Al Bahar”, tomo II, pág. 267)

5.- Del Imam Rida (P), quien respecto al significado profundo


del dicho de Dios Altísimo “Él ha elevado el cielo y ha establecido
la balanza”2, explicó:

1 Corán, 17:71.
2 Corán, 55:7.
- 221 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

“‘El firmamento consiste en el Mensajero de Dios (PBd)


al cual Dios elevó hacia sí mismo. La balanza es Amir al-
Mu’minin (P), a quien designó para Su creación’. (Cuenta
el narrador) Pregunté respecto a ‘Para que no engañéis al
pesar’1, y me contestó: ‘(Significa) que no deben revelarse
contra el Imam’. Pregunté: ¿Qué implica ‘Dad el peso
justo’2? Me respondió: ‘Observar al Imam con justicia’. Le
indagué: ¿Y qué significa ‘No deis de menos al pesar’3?.
Me explicó: ‘Que no perjudique el derecho de un Imam
ni lo oprima’”.
(“Al Bahar”, tomo XXXVI, pág. 172)

Los efectos de seguir al verdadero gobernante

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Quien aprecie vivir una vida semejante a la existencia
de los Profetas, perecer de un modo semejante a la muerte
de los mártires y habitar en los jardines que sembró el
Misericordioso, debe hacer amistad con ‘Ali (P) así como
con su amigo, y debe seguir a los Imames después de él,
pues ellos son mi progenie, quienes han sido creados de
mi naturaleza”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 208)

2.- Del Imam Baqir (P):


“El Mensajero de Dios (PBd) sostuvo: ‘Quien se contente
con vivir mi vida, padecer mi muerte y entrar al Paraíso
que mi Señor me prometió, aferrándose a una rama que

1 Corán, 55:8.
2 Corán, 55:9.
3 Ídem.
- 222 -
Al Haiat - La vida

mi Señor plantó con Su mano, debe hacer amistad con ‘Ali


ibn Abu Talib y con sus sucesores después de él, porque
ellos no les introducirán en la puerta del extravío y no los
sacarán de la puerta de la buena dirección’”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 208-209)
3.- Del Imam Baqir (P):
“El alivio, la tranquilidad el éxito, el triunfo, la prospe-
ridad, la bendición, la nobleza, el perdón, la dispensa,
las facilidades, la albricia, la complacencia (de Dios), el
acercamiento (a Dios), la victoria, el poder, la esperanza,
el amor a Dios, Poderoso y Majestuoso, todo está para
quien hace amistad con ‘Ali (P), lo sigue, se aparta de su
enemigo, se somete a su virtud y a sus sucesores después
de él”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 210)
4.- Del Profeta (PBd):
“Un día de un sultán justo es mejor que la lluvia de 40
días. Y una ley que se pone en vigor en la tierra es más
pura que un año de devoción”.
(“Al Mustadraq”, tomo III, pág. 216)

5.- Del Imam ‘Ali (P):


“La justicia de un sultán es mejor que la fertilidad del
tiempo”.
(“Al Bahar”, tomo LXXVIII, pág. 10)

- 223 -
Al Haiat - La vida

Una mirada hacia la sección

Hay aquí dos palabras del gran diccionario islámico: el lideraz-


go (uilaia) y el líder (imam). La primera palabra alude a un signi-
ficado general y justo, el cual comprende al Imamato y la amistad
interior. La amistad interior es la global amistad divina que fue
encargada hacia el protector de parte de Dios Altísimo. Consiste en la
administración de la existencia y su supervisión, con la autorización
de Dios, como una especie de causa y recurso en la más alta escala.
Dios Altísimo rechazó establecer para Él a un protector débil, por
el contrario este debe ser un protector de la Gloria y el Orgullo.
Dios impide que los asuntos acontezcan sin causa, y la existencia
de un protector y su disposición en el mundo es la primera causa
que surgió del Causante de los causados.
En cuanto al Imamato, consiste en la garantía, el gobierno y
la jefatura general en el mundo y la religión, confirmado para el
Profeta (PBd) y los Imames (P) después de él.
Los Profetas (P) han surgido para salvar a las instituciones del
género humano, para enseñarles e impulsarles hacia la justicia tanto
en la práctica como en la orientación. Este constituye un objetivo
amplio y enorme, el cual no se alcanza sino con el poder y el go-
bierno. Cuando en una comunidad aparece un Profeta convocando
hacia Dios y las buenas acciones, mientras que por otro lado hay un
tirano que llama a la gente hacia el desmembramiento de la creencia
y la corrupción de la práctica, en tanto que el poder esté en su mano
y pueda manejar a la sociedad a su antojo, sofocar las voces de la
difusión y mezclarlas, animando a los distintos sectores hacia los
fines malvados y perversos, ¿el éxito será acaso para el Profeta o
- 225 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

para el tirano?.
Entonces cada reformador que convoca a los hombres hacia la
corrección y cree en su difusión, no puede conformarse sólo con
amonestar y recomendar, descuidando por otro lado la puesta en
vigor y aplicación (de lo que trae), dejando así los sistemas gober-
nantes en manos de otro. Pues esto trae aparejado el exterminio de
dicha difusión y la desaparición de sus efectos. Este es un principio
claro sobre el cual el hombre se ha movido en todo tiempo y para
todo propósito. Y los Profetas (P) no estaban desatentos al respecto.
Por lo que hemos señalado, los Profetas (P) se levantaron para
combatir ampliamente contra los poderes. Llamaron a la gente a ani-
quilar a los déspotas y gobernantes no religiosos. A la vez, lucharon
en el más profundo sentido de la palabra para fundar el gobierno
de Dios sobre la tierra y cimentar sus pilares, a fin de facilitar la
realización y perpetuidad del Mensaje Divido y el movimiento de la
gente hacia la obtención de la felicidad y de los nobles y benéficos
objetivos bajo la sombra de este gobierno.
Nuestro gran Profeta (PBd) se hallaba al frente de esta línea,
especialmente por tratarse del Sello de los Profetas y el último de
los que han traído el Mensaje de Dios Altísimo. Por eso fundó el
gobierno islámico y el liderazgo religioso con su propia mano,
manejándolos él personalmente. Él mismo designó a sus funcio-
narios para cada ámbito, comandó al ejército o nombró a quien lo
comande, recogió las riquezas y las repartió entre la gente. Escribió
a los sultanes y emires llamándolos hacia el Islam, a fin de que se
sometan (a Dios) aparten sus manos de la gente y evacuen sus rutas
para que confluyan en una sociedad única, cuyo jefe no sea otro
que el Islam. En ella no debe circular más que el mensaje de Dios,
para que la gente se aparte de la adoración de los siervos hacia la
adoración de Dios Altísimo.
Este principio básico constituye la causa y la sapiencia en la
designación del sucesor y la enfatización a su respecto, a fin de que
la religión continúe y el Islam permanezca como debe ser, en su
- 226 -
Al Haiat - La vida

posición, sin que puedan penetrar en él la alteración, la mezcla y


el descuido. Encontramos entonces, que el Profeta (PBd) señaló a
su sucesor remarcando esto frecuentemente y explicando el tema.
Una de esas (aclaraciones) consiste en este dicho reiterado dentro
de las dos escuelas (sunni y shi’a): “Dejo entre vosotros dos joyas:
El libro de Dios y mi Familia”. El Libro constituye la enseñanza
y la difusión, mientras que la Familia es la garantía para la puesta
en práctica.
Por lo tanto, la intención de la palabra ‘uilaia’ aquí es la ga-
rantía y el gobierno religioso, el cual el Profeta (PBd) ocupó en su
tiempo, que luego de él manejaron sus sucesores (P) y más tarde los
sabios educadores. Esta es la filosofía política en el Islam. Vemos
entonces que el Islam no es mera difusión y recomendación sino la
búsqueda de los medios para fundar la autoridad y la garantía para
la puesta en práctica. Por el contrario, él es una actividad completa
y practica, que se levanta para enseñar sus leyes, se esfuerza por
continuarlas, extenderlas y generalizarlas. El Profeta (PBd) en la
Medina islámica, fue el primer maestro, jefe y gobernante obede-
cido de parte de Dios Altísimo. Este es un cargo pleno para dos
funciones: la enseñanza y la aplicación. Después de él (PBd) el
asunto se traslada a sus sucesores, uno detrás del otro, a fin de que
la comunidad no quede sin un gobernante auténtico que conozca
al Islam de manera total y abarcadora. Por consiguiente, los suce-
sores son manifestaciones del gobierno de Dios sobre la tierra y la
continuidad de la soberanía divina, la cual ha corrido en la historia
por las manos de los Profetas (P).
Este puesto se traslada, luego de los sucesores, hacia los sabios
activos. No a todos los eruditos y autores de leyes prácticas, sino
a un único educador en cada época. Este concepto se expresa en la
obra de Imam Jomeini (ra) “Uilailatul Faqih”.
Entonces, el gobierno confirmado para el Profeta y los Imames
(PBd) luego de la uilaiat de Dios (“Vuestros amigos y protectores

- 227 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

son solamente Dios y Su Mensajero”1), abarca y generaliza también


al gobierno exterior. Además es imposible que no lo abarque, pues
él no se separa de la uilaiat general y absoluta. En los sistemas
islámicos no es correcto, entonces, que haya un jefe excepto el
Profeta (PBd), o su representante o el representante del sucesor, el
cual debe ser un único educador en cada época.
Este es un principio que proclama en voz alta la importancia
de la garantía aplicada a las leyes. El poder y el gobierno así como
la fundación del sistema islámico, son el espíritu de la religión y la
esencia del mensaje de Dios Altísimo, mientras que en el garante se
encuentra la permanencia del Islam y la extensión de sus mandatos
y leyes.
Este sentido nos orienta hacia un importante concepto: que
descuidar y desviar la jefatura y el liderazgo en las sociedades is-
lámicas provoca la destrucción del Islam, así como la desaparición
de la verdad y la justicia. Del mismo modo, la ocupación de aquel
que no es digno de los sabios, su adelantamiento y manifestación,
provocan el ocultamiento de la verdad y su desaparición. Por con-
siguiente los musulmanes de esta época deben ser consientes de
este tema contra el engaño de los políticos y explotadores. Y las
clases virtuosas deben estar alertas sobre las cuestiones que hemos
señalado para ellos en el final de la sección anterior.
Y no hay fuerza y Poder excepto en Dios, Altísimo y Grandioso.

1 Corán, 5:55.
- 228 -
Al Haiat - La vida

Sección Décima

El gobernante islámico

- 229 -
Al Haiat - La vida

Capítulo I

La autoridad del gobernante islámico y


su obligación

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Fatir, Originador.
“El Profeta posee mayores derechos sobre los creyentes
que ellos mismos”.
(33:6)
2.- Sura An-Nur, La luz.
“En verdad, la respuesta de los creyentes cuando son
llamados a Dios y a Su Mensajero para que juzgue entre
ellos es decir: ‘¡Oímos y obedecemos!’ y ellos son quienes
obtienen éxito.
Quienes obedezcan a Dios y a Su Mensajero y teman a
Dios y sean buenos serán los triunfadores”.
(24:51-52)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd), quien le redactó a Attab ibn Osaid un
tratado sobre la Meca en cuyo inicio dice:
“De Parte de Muhammad el Mensajero de Dios, a los
- 231 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

vecinos de la Sagrada Casa de Dios y habitantes del


santuario de Dios. Muhammad el Mensajero de Dios le
ha conferido a Attab ibn Osaid autoridad sobre vosotros
y vuestros intereses. Dios le encomendó la advertencia a
vuestros desatentos, la enseñanza a vuestros ignorantes,
que enderece al torcido de vuestros rebeldes y eduque a
quien de vosotros ha abandonado la educación de Dios.
Porque Él conocía su superioridad sobre vosotros, enton-
ces él es nuestro servidor y nuestro hermano religioso.
Hace amistad con nuestros amigos y es enemigo de nues-
tros enemigos. Él es para vosotros una sombra, una tierra
fértil, un sol brillante. Nadie puede argüir en contra suya
debido a la pequeñez de su edad, porque el mayor no es
superior; por el contrario, el superior es el grande”.
(“Al Bahar”, tomo XXI, pág. 122-123)

2.- Del Imam Sadiq (P), quien transmitió del Profeta (PBd):
“Cada creyente o musulmán que muera y deje una deuda,
la cual no haya sido gastada en corrupción o derrochada,
el Imam deberá cubrirla. Si no lo hace, pecará. Dios Ben-
dito y Exaltado expresa: ‘En verdad, las limosnas son para
los pobres y los necesitados’1. El creyente, es pues de los
insolventes, por ello tiene una porción (de las limosnas)
con el Imam y éste debe cubrir la deuda. En caso de que
no lo hiciese, el pecado caería sobre el (Imam)”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 407)

En la exégesis de ‘Ali ibn Ibrahim al-Qummi figura:


“Al líder le pertenece del quinto solamente tres porciones.
Porque Dios le mandó aquello que obligó al Profeta (PBd)
respecto de la educación de los huérfanos, cubrir el gasto
de los musulmanes, recuperar sus deudas y proveer los ins-
trumentos para la peregrinación y el combate. De aquí que,
1 Corán, 9:60.
- 232 -
Al Haiat - La vida

cuando Dios le reveló a Su Mensajero; ‘El Profeta posee


mayores derechos sobre los creyentes que ellos mismos’1,
es decir que él es un padre para ellos y al establecerlo como
padre, Dios le ordenó los deberes del padre para su hijo;
entonces (el Profeta) declaró: ‘Quién deja una riqueza, es
para sus herederos, y quién deja una deuda o una finca (y
no tiene herederos) ambas me corresponden’.
Entonces lo que es necesario para el Profeta, lo es también
para el líder. Por eso le pertenece del quinto tres partes”2.
En la misma exégesis también figura:
“Cuando Dios estableció al Profeta como un padre para
los creyentes, le encargó cubrir sus gastos y educar a sus
huérfanos. Ante eso, el Profeta (PBd) subió al púlpito y
declaró: ‘Quien deja hacienda, ella es para sus herede-
ros. Pero quien deja una deuda o una finca (y no tenga
herederos), ambas me corresponden’. Entonces Dios le
impuso a Su Profeta (PBd) lo mismo que mandó al padre
para su hijo, y ordenó a los creyentes su obediencia del
mismo modo que el hijo al padre. Así fue establecido Amir
al-Mu’minin (P) igual que el Mensajero de Dios (PBd), y
luego de él, los Imames uno tras otro”3.
3.- Del Imam ‘Ali (P):
“La obligación de los musulmanes, según la Orden de
Dios y la disposición islámica, es que no realicen ninguna
acción ni adelanten una mano o un pie, antes de elegir para
ellos mismo un líder honesto, sabio, piadoso, conocedor
del veredicto y la tradición, que recaude sus ganancias,
observe sus peregrinaciones y sus oraciones del viernes,
recaude sus impuestos”.
(“Al Bahar”, tomo LXXXIX, pág. 196)

1 Corán, 33:6.
2 “Al Bahar”, tomo XCVI, pág. 198.
3 “Tafsir Al Qummi”, tomo II, pág. 176.
- 233 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

4.- Del Imam Sadiq (P), según narró Aban ibn Taquleb:
“Le pregunté a Ya’far ibn Muhammad (P) en cuanto al
dicho de Dios Altísimo: ‘Te preguntan sobre los bienes
excedentes. Di: Los bienes excedentes pertenecen a Dios y
a Su Mensajero’1, ¿respecto de quién fue revelado?. Con-
testó (P): ‘¡Por Dios! exclusivamente sobre nosotros. No
se asocia con nosotros nadie en esto’. Le dije: ‘Abal Yarud
relató de Zaid ibn ‘Ali ibn Husein (P) que le declaró: ‘El
quinto nos pertenece. Es para lo que necesitamos. Cuando
nos enriquecemos de él, no es conveniente para nosotros
edificar casas ni palacios’. Me respondió (P): ‘Es cierto
lo que dijo Zaid’”.
(“Al Bahar”, tomo XCVI, pág. 202)
5.- Del Imam Kazim (P):
“Los trofeos pertenecen al líder, además del quinto, y él es
heredero de quien no posee herederos y mantiene a quien
no tiene recursos para su existencia”.
(“Al Uasail”, tomo I, pág. 365)
6.- Del Imam Sadiq (P), sobre el análisis del significado de los
gobiernos:
“Son de dos tipos. En primer lugar, el gobierno de los
gobernantes justos, aquéllos cuya soberanía e investidura
Dios encomendó a la gente. En segundo lugar, el gobierno
de los gobernantes opresores.
El aspecto lícito del gobierno es, pues, el de un gobernante
justo, al cual Dios ordenó conocer y colaborar con él, así
como el gobierno de sus representantes y los representantes
de ellos. Porque Dios obligó al gobernante justo obrar de
acuerdo a la disposición de Dios, ni más ni menos.
Es evidente que en el gobierno de un gobernante justo y

1 Corán, 8:1.
- 234 -
Al Haiat - La vida

sus representantes existe la vivificación de la verdad y la


justicia en forma completa, así como la muerte de la ini-
quidad, la opresión y la corrupción de manera total. Por
eso quien se esfuerza por fortificar su poderío y lo ayuda
en su administración, trabaja en la obediencia de Dios y
confirma su religión”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 244)
7.- Del Imam Sadiq (P), según transmitió Muhammad ibn ‘Ali
al-Halabi:
“Le pregunté (al Imam -P-): ‘¿Cuánto debe cobrar el
recaudador (de impuestos)?’. Contestó (P): ‘Depende de
la opinión del líder. No se ha definido nada al respecto’”.
(“Al Uasail”, tomo VI, pág. 144)
8.- Del Imam Baqir y el Imam Sadiq (P), según transmitieron
de ellos Muhammad ibn Muslim y Zurarah ibn A‘ion:
“El Comandante de los creyentes (P) dispuso sobre los
caballos árabes de raza dos dinares por año por cada
caballo, y sobre los caballos de tiro, un dinar”.
(“Al Uasail”, tomo VI, pág. 51)
9.- Del Imam Sadiq (P), según explicó respecto al versículo de
Dios sobre los perceptores de las limosnas1:
“Son los recaudadores. El líder les paga de las caridades
según su opinión, no habiendo al respecto algo definido”.
(“Da’aimul Islam”, tomo I, pág. 266)
10.- Del Imam Sadiq (P):
“La opinión del líder depende de la opinión de Dios. En-
tonces si viera que es mejor repartir las limosnas como
Dios lo mencionó, lo haría así. Y si observara que un grupo
de ellos es más merecedor en ese momento, les daría más”.
1 Corán, 9:60.
- 235 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

(“Da’aimul Islam”, tomo I, pág. 267)


11.- Del Imam Rida (P), según lo que transmitió de él Fadel
ibn Shasan al-Azdi:
“Si preguntaran por qué se estableció la disertación (en
las oraciones del viernes), se debe contestar: porque la
oración del viernes es un lugar general, y (Dios) quiso que
el líder tuviera un medio para recomendar (a la gente),
atraerlos a la obediencia, asustarlos de la desobediencia
e impulsarlos a considerar sus intereses religiosos y mun-
danales. Así les informa sobre las desgracias que surgen
para ellos y los acontecimientos que tienen perjuicio y
beneficio”.
(“Ilalul Sharaie”, pág. 265)
12.- Del Imam Rida (P):
“Vino Ma’mun hacia él con una carta muy extensa, y le
leyó su contenido. Trataba sobre la conquista de uno de
los campos de Kabul y cuando la concluyó Ar-Rida (P) le
preguntó: ‘¿Te alegra haber conquistado una aldea de los
pueblos del politeísmo?’. ‘Ma’mun le respondió: ‘¿Acaso
no hay lugar para la alegría?’. Le dijo (el Imam) ‘¡Teme
a Dios sobre la comunidad de Muhammad (PBd) y el go-
bierno con el cual te distinguió sobre ellos!, pues tú has
destruido los asuntos de los musulmanes y has encargado
a otros que los juzguen con otra cosa aparte de la dispo-
sición de Dios Poderoso y Majestuoso. Te has afincado en
esta tierra y has abandonado la morada de emigración
y el lugar de descenso de la Revelación. En tanto los
emigrantes y auxiliares están oprimidos en tu gobierno
y no respetan el juramento ni el pacto de los creyentes.
El tiempo transcurre para ellos con muchas dificultades.
No pueden obtener su sustento y no encuentran a nadie a
quien demandarle por sus condiciones. ¿No sabes acaso
que el gobernante de los musulmanes es como la columna

- 236 -
Al Haiat - La vida

central de una carpa?; quien lo desea, lo alcanza’”.


(“Al Bahar”, tomo XLIX, pág. 165)
13.- Del Imam Rida (P):
“El liderazgo es la rienda de la religión, el sistema de los
musulmanes, la rectitud del mundo y la gloria de los cre-
yentes. El liderazgo constituye la raíz creciente del Islam
y su rama elevada. A través del liderazgo se perfecciona la
oración, la caridad obligatoria, el ayuno, la peregrinación,
el combate, la recaudación de ganancias y de impuestos.
Se pone en vigor las leyes y los mandatos. Se preservan
las fronteras y los límites”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 323)

- 237 -
Al Haiat - La vida

Capítulo II

El gobernante islámico y sus


responsabilidades personales

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Sad.
“¡Oh, David! En verdad, te hemos hecho heredero en la
Tierra, así pues, juzga entre los hombres con la Verdad y no
sigas tus pasiones, pues te desviarían de la senda de Dios”.
(38:26)

2.- Sura Al-Ma’ida, La mesa.


“Prestan oído a las mentiras y se alimentan de bienes
ilícitos.
Si vienen a ti, juzga su asunto o déjales que se arreglen
entre ellos. Si te inhibes, no podrán perjudicarte en abso-
luto, pero si juzgas, júzgales con equidad. Ciertamente,
Dios ama a quienes son equitativos”.
(5:42)

3.- Sura Al-Ma’ida, La mesa.


“Juzga entre ellos con lo que Dios hizo descender y no
sigas sus deseos. Y ten cuidado con ellos para que no te

- 239 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

desvíen de algo de lo que hizo descender Dios para ti”.


(5:49)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“De parte del siervo de Dios Amir al-Mu’minin a Qozam
ibn Abbas. La paz sea contigo. Luego, en la administra-
ción de lo que tienes y se te ha encargado actúa como un
exigente y prudente defensor de tu gobierno y se consejero
para tu comunidad. Teme que llegue a enterarme de que
has sido débil flojo o te has excusado al respecto. Prepara
tu alma para la paciencia en las dificultades, y no seas
indolente, atolondrado ni miedoso. Saludos”.
(“Al Bahar”, tomo VIII, pág. 682)

2.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos a Malik al-Ashtar cuando
lo nombró para gobernar Egipto:
“Existen algunas cuestiones de tus asuntos que tú debes
tratarlas personalmente. Una de ellas consiste en res-
ponder a los planteos de tus gobernadores que van más
allá de la capacidad de tus secretarios. Otra es atender
las necesidades de la gente que te ha demandado lo que
tus auxiliares no pueden cubrir. Debes concluir la tarea
de cada día, pues cada jornada posee su propio trabajo”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.022)

3.- Del Imam ‘Ali (P), de sus mismos consejos a Malik al-
Ashtar:
“Si el rebaño llegase a conjeturar en tu contra una injus-
ticia, exponles tu excusa y aparta de ti sus conjeturas con
tu declaración. Pues en esto hay una ejercitación para tu
alma, una benevolencia hacia tu rebaño y una disculpa
a través de la cual puedas rectificarlos constantemente
- 240 -
Al Haiat - La vida

sobre la verdad”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.026)

- 241 -
Al Haiat - La vida

Capítulo III

El gobernante islámico y sus


gobernadores

Escoger a los gobernadores e intendentes

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Qisas, El relato.
“Dijo: ‘¡Señor mío! Por el favor que me has otorgado,
nunca más ayudaré a los pecadores’”.
(28:17)
2.- Sura Al-Yatiya, La arrodillada.
“Luego, te pusimos en la senda del asunto. ¡Síguela pues y
no sigas los deseos de quienes no saben! En verdad, ellos
no te podrán beneficiar en nada frente a Dios.
Y, en verdad, los opresores se protegen unos a otros y Dios
es el protector de quienes Le temen”.
(45:18-19)
3.- Sura Al-Baqara, La vaca.
“Y (recuerda) cuando su Señor puso a prueba a Abraham
- 243 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

con tareas que él cumplió. Dijo Él: ‘En verdad, te pondré


como Imam para los hombres’. (Abraham) dijo: ‘¿Y a mi
descendencia?’.
(Dios) dijo: ‘Mi alianza no incluirá a (quienes sean)
opresores’”.
(2:124)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos a Malik al-Ashtar:
“Supervisa los asuntos de tus funcionarios y empléalos
luego de examinarlos, no por parcialidad ni por tota-
litarismo, pues estas dos cosas reúnen las ramas de la
opresión y la deslealtad. Adopta gente de experiencia y
honor, miembros de familias respetables y poseedoras de
precedencia en el Islam, pues ellos son de moral más noble
y conciencia sana.
Difícilmente se muevan por codicia. Son más observadores
de las consecuencias de cada tema. Aprovisiónales ple-
namente, pues en esto hay fuerza para su autocorrección.
Enriquécelos para que no tengan necesidad de aquello
que se encuentra bajo sus manos. Arguye en su contra si
se oponen a tu orden o mellan tu depósito. Inspecciona
sus actividades y envíales espías de la gente veraz o leal,
porque vigilar secretamente sus asuntos es una motivación
para que cuiden el depósito y sean benevolentes con el
rebaño”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.011)
2.- Del Imam ‘Ali (P), en esos mismos consejos:
“Cuando haya en tu secretario un defecto que hayas des-
cuidado de él, lo achacarán a ti”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.016)

- 244 -
Al Haiat - La vida

3.- Del Imam ‘Ali (P), de lo que escribió a Abdullah ibn ‘Abbas
gobernador de Basora:
“Que Dios se apiade de ti. Sé cuidadoso respecto de lo
que corre por tu mano y por tu lengua, tanto de bien como
de mal No cabe duda que nosotros estamos asociados en
ello, porque estás gobernador ahí en mi nombre. Trata de
que mi buena opinión sobre ti permanezca y no cambie.
Saludos”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 868)

La vigilancia general

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Kahf, La cueva.
“Ni tomé como ayudantes a quienes extravían a los de-
más”.
(18:51)
2.- Sura Al-‘Araf, Los lugares elevados.
“Y Moisés dijo a su hermano Aarón: ‘Represéntame ante
mi pueblo, pon orden y no sigas la senda de los corrup-
tores’”.
(7:142)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos a Al-Ashtar:
“El gobernador tiene íntimos y amigos que esperan la
ocasión para obtener provecho de los asuntos, agraviando
sin equidad los derechos comerciales. Entonces arráncales
sus raíces cortándoles el paso por estos estados.
- 245 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

Nunca debes otorgar a tus parientes o amigos un arrenda-


miento permanente con todos los derechos de propiedad
y privilegio. Así no ambicionarán de tu parte un tratado
perjudicial para sus vecinos en cuanto al riego o un trabajo
general cuyo costo se imponga sobre otros. Si fuera así,
acopiarían todos los frutos para sí mismos, dejándote una
mala reputación en este mundo y un castigo en el siguiente.
Pon en práctica la verdad respecto de cada persona, ya
sea un extraño o un allegado. Sé paciente y meticuloso, sin
importar cual sea el resultado para tus parientes e íntimos.
Observa atentamente la consecuencia de un trabajo que
sientes pesado, porque ella es deseable”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.025)

2.- Del Imam Rida (P):


“Cuando el Mensajero de Dios (PBd) enviaba a un ejér-
cito, establecía para ellos un comandante y mandaba
de sus confidentes a quien investigara para él (PBd) la
información referente a él (el comandante)”.
(“Al Bahar”, tomo C, pág. 61)

3.- Del Imam ‘Ali (P), quien escribió a Masqalat ibn Hubairat
Ashaibani, su gobernador sobre Ardeshir Jorrah:
“La mayor de las felonías es la traición a la comunidad y
el mayor engaño sobre la gente de una ciudad es la estafa
de un líder. Usted posee 500.000 dírhams del derecho de los
musulmanes. Mándemelos cuando le llegue mi enviado. De
lo contrario diríjase hacia mí ni bien lea mi carta. Porque
yo ordené a mi mensajero que no le permita permanecer
ni una hora después de llegar a usted, sin que me envíe
los bienes. Saludos”.
(“Al Bahar”, tomo VIII, pág. 618)

- 246 -
Al Haiat - La vida

La vigilancia particular sobre los asuntos


judiciales

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura An-Nisa’, Las mujeres.
“En verdad, Dios os ordena devolver a sus propietarios
los depósitos que se os confiaron y que, si juzgáis entre
la gente, lo hagáis con justicia. ¡Qué excelente es aquello
de lo que Dios os advierte! En verdad, Dios todo lo oye,
todo lo ve”.
(4:58)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos de gobierno para Malik
al-Ashtar:
“Luego, en cuanto a la administración de justicia entre
la gente, debes designar al mejor de tus partidarios ante
ti, aquel al cual los asuntos no lo coarten ni los litigantes
lo enfaden.
No debe insistir en un error ni considerar indigno el
aceptar la verdad al conocerla. No debe encaminar su
alma hacia una codicia ni conformarse con un poco de
entendimiento sobre la investigación profunda de un caso.
Debe ser aquel que más se detenga ante las ambigüedades,
que más se aferre a los argumentos, que no se canse de
consultar a los querellantes y que sea el más paciente de
ellos para descubrir las cuestiones y el más firme juzgador
al aclararse la disposición. No lo debe desviar un elogio
ni pervertir un engaño.
Ellos son escasos. Después inspecciona sus juicios y cubre
sus necesidades, de tal modo que no requiera de
- 247 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

las personas. Otórgate ante ti una jerarquía superior, de


manera tal que sepa que los demás no pueden quebran-
tarlo, para que se sienta seguro (para juzgar). Observa
esto en forma minuciosa, pues esta religión se hallaba en
las manos de los malvados, quienes han obrado en ella de
acuerdo a sus concupiscencias, buscando por intermedio
suyo el mundo”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.009-1.010)

El ejército y sus estados

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura As-Saf, La fila.
“En verdad, Dios ama a quienes combaten por Su causa
en filas apretadas, como un firme edificio”.
(61:4)

2.- Sura At-Tauba, El arrepentimiento.


“¡Oh, los que creéis! ¡Sed temerosos de Dios y estad con
los sinceros! No es adecuado para la gente de Medina
y para los beduinos que hay alrededor de ellos que se
queden atrás del Mensajero de Dios, ni preferirse a ellos
mismos antes que a él, ya que no sufrirán sed ni cansan-
cio ni hambre en la senda de Dios. Ni darán ningún paso
que irrite a los que no son creyentes, ni soportarán golpe
alguno de sus enemigos sin que sea consignado para ellos
como una buena obra.
En verdad, Dios no deja que se pierda la recompensa de
los que hacen el bien. Y no realizarán gasto alguno, sea
poco o mucho, ni cruzarán valle alguno sin que quede
escrito para ellos y Dios les recompense por ello como lo
- 248 -
Al Haiat - La vida

mejor que han hecho…


¡Oh, los que creéis! Combatid a los incrédulos que tenéis
en vuestra vecindad. Y que os encuentren firmes y duros y
sabed que Dios está con quienes son temerosos”.
(9:119-121 y 123)
3.- Sura Ale ‘Imran, La familia de ‘Imran.
“¡Cuántos profetas combatieron, y muchos de sus se-
guidores espirituales con ellos, y no se desanimaron por
las dificultades que hubieron de soportar en la senda de
Dios ni mostraron debilidad ni se abatieron! Dios ama a
los pacientes”.
(3:146)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos a Malik al-Ashtar:
“En cuanto al ejército, son, con la autorización de Dios,
una fortaleza para los súbitos, belleza para los gobernado-
res, gloria para la religión y camino para la seguridad. El
pueblo no se establece sino con él. La solidez del ejército
depende de lo que Dios le designó de los tributos, con lo
que pueda combatir a sus enemigos y defender sus intereses
y necesidades”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.003)
2.- Del Imam ‘Ali (P), de los mismos consejos:
“Selecciona para comandar tu ejército a quienes ante ti
son los más sinceros con Dios, Su Mensajero y tu Imam.
Deben ser de alma más pura, de prudencia superior y
lentos en enojarse; escoger a los que aceptan las excusas
de los negligentes pasivamente, son benévolos con los
débiles y severos con los poderosos. A quienes no se vio-
lenten ante la aplicación de un castigo rudo ni les impida
- 249 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

trabajar una debilidad”.


(“Nahyul Balagha”, pág. 1.005)
3.- Del Imam ‘Ali (P), de los mismos consejos:
“De ellos debes preferir como comandante a quién se
levanta para ayudarlos y dispone de sus propios bienes
tanto como sea necesario para ellos y sus familias, de tal
modo que su única preocupación sea el combate con el
enemigo. Tu atención hacia ellos provocará la inclinación
de sus corazones hacia ti”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.006)

- 250 -
Al Haiat - La vida

Capítulo IV

El gobernante islámico en el ámbito


administrativo

Acercarse a la gente y rechazar ocultarse de ellos

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Qaf.
“Nosotros somos Quienes mejor conocemos lo que dicen.
Tú no eres alguien que venga a obligarles. Así pues, amo-
nesta con el Corán a quien tema Mi amenaza”.
(50:45)
2.- Sura Ash-Shu‘ara’, Los poetas.
“Y protege bajo tus alas a los creyentes que te sigan”.
(26:215)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos a Malik al-Ashtar:
“Que no se prolongue tu alejamiento al público, porque
el hecho de que los gobernantes se escondan del pueblo
es una derivación de la estrechez y un escaso entendi-
- 251 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

miento de los asuntos. El resultado de tal actitud es que


permaneces ignorante de las causas de los acontecimien-
tos. Entonces, ante esto, se engrandece lo pequeño y se
minimiza lo importante, se afea lo bueno y se ennoblece
lo indigno, mezclándose la verdad con la falsedad. Des-
pués de todo el gobernante es un ser humano y puede ser
negligente de conocer sus asuntos, ya que no hay señales
con las cuales distinguir fácilmente las distintas clases y
verdades y mentiras”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.024)
2.- Del Imam ‘Ali (P), en esos mismos consejos:
“Establece un tiempo para quienes te requieren, en el
cual tu persona se encuentre libre, y siéntate con ellos
en una reunión general. Ante ellos humíllate hacia Dios
quien te creó, aparta de ellos tu ejército y el auxilio de
tus guardias, para que te hablen sin tartamudear. Porque
yo escuché reiteradamente al Profeta (PBd) decir: ‘No se
puede respetar nunca una comunidad en la cual el débil
toma su derecho titubeando’.
Luego tolera al torpe y al incapaz. Que no te encuentren
rígido ni desdeñoso. Así Dios ampliará sobre ti las alas
de su Misericordia, te otorgará la recompensa por su
obediencia y te brindará lo que te corresponde fácilmente.
Si tienes que rechazarlos, que sea con un bello rostro y
con un pretexto”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.021)
3.- Del Imam ‘Ali (P):
“A cada gobernador que no cubra las necesidades de la
gente, Dios se ocultará ante su s necesidades en el Día
del Juicio. Si acepta un regalo, es un ladrón; si recibe una
coima es un asociador”.
(“Zauabul Amal”, pág. 310)
- 252 -
Al Haiat - La vida

La veracidad y el cumplimiento de las promesas


ante la multitud

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Ma‘ariy, Las estaciones graduales.
“Y son cumplidores con lo que se les confía y de sus
promesas”.
(70:32)
2.- Sura Al-Ahzab, Los partidos.
“Ciertamente, habían prometido a Dios anteriormente que
no darían la espalda y de las promesas hechas a Dios hay
que responder”.
(33:15)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos para un buen gobierno
a Malik al-Ashtar:
“Ten cuidado de echar en cara tu bondad a tus súbditos,
de exagerar tu obra y del incumplimiento de tus promesas.
Porque el echar en cara desmerece la bondad, la exagera-
ción hace perder la luz de la verdad y el incumplimiento
provoca la cólera de Dios y de la gente. Dios, Exaltado
sea, dice (en el Corán): ‘¡Dios aborrece mucho que digáis
lo que no hacéis!’1”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.021)

La igualdad frente a la ley

1 Corán, 61:3.
- 253 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Huyurat, Las habitaciones privadas.
“¡Oh, gentes! En verdad, os hemos creado de un macho
y una hembra y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus
para que os conozcáis.
En verdad, el más noble de vosotros ante Dios es quien
posee mayor temor de Dios. En verdad, Dios todo lo co-
noce, está bien informado”.
(49:13)
2.- Sura Ale ‘Imran, La familia de ‘Imran.
“Di: ‘¡Oh gente de la Escritura (Sagrada)! Venid a una
palabra igual para vosotros y nosotros: Que no adora-
remos más que a Dios y que no asociaremos nada a Él y
que no nos tomaremos unos a otros como señores junto a
Dios’. Y si dan la espalda, decidles entonces: ‘Sed testigos
de que nosotros somos musulmanes’”.
(3:64)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“Cuando aplicó la pena coránica a Nayashi, los Yemenitas
se encolerizaron. Entonces Tariq ibn Abdullah, se presen-
tó ante él diciendo: ‘¡Oh, Amir al-Mu’minin! Jamás nos
imaginamos que la gente de la desobediencia y la de la
obediencia, o la gente de la dispersión y la de la unidad,
sean iguales frente a la compensación ante los gobernantes
justos y las fuentes de la virtud, hasta que vimos tu accio-
nar con el hermano Harz. Entonces el odio se encendió
en nuestros pechos y nuestro asunto se dispersó. Tú nos
has puesto en una ruta a la cual antes concebíamos como
el camino de quien se dirige al fuego’.
- 254 -
Al Haiat - La vida

Entonces (el Imam -P-) le contestó: ‘‘Es una carga pesada,


excepto para los que son humildes’1. ¡Oh, hermano Nahd!
¿Acaso no se trata de un hombre de los musulmanes que
ha deshonrado el respeto hacia lo que Dios ha prohibido?.
Hemos ejecutado una pena que consiste en su expiación.
Por cierto que Dios Altísimo declara: ‘No dejéis que
los malos sentimientos contra un pueblo os lleven a no
ser justos. ¡Sed justos! Eso está más cerca del temor de
Dios’2’.
Pero cuando los cubrió la noche, ellos (Nayashi y Nahd)
marcharon hacia Moauia (escapando de la justicia y la
verdad)”.
(“Al Bahar”, tomo VIII, pág. 729)
2.- Del Imam Sadiq (P):
“Amir al-Mu’minin (P) le dijo a Omar ibn al-Jatab: ‘Exis-
ten tres cosas que si las guardas y actúas de acuerdo a
ellas no necesitarás emprender otras; y si las abandonas,
nunca te beneficiará nada aparte de ellas’. Le preguntó:
‘¿Cuáles son ellas, oh, Abul Hasan?’. Respondió (P):
‘Aplicar las leyes tanto sobre los allegados como sobre
los extraños; dictaminar conforme al Libro de Dios, tanto
en la complacencia como en la cólera; distribuir equita-
tivamente (los bienes) tanto entre el rojo como el negro’.
Omar exclamó: ‘¡Juro por mi alma, que has sintetizado y
completado todo!’”.
(“Al Uasail”, tomo XVIII, pág. 156)
3.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos a Al-Ashtar:
“No debes igualar ante ti a quien obra bien con el mal-
hechor, porque eso trae como resultado que la gente de
la bondad abandone el bien y que la gente de la maldad
1 Corán, 2:46.
2 Corán, 5:8.
- 255 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

ejecute la malicia. Trata a cada uno de ellos acorde a lo


que impusieron a sus propias almas”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.000)

4.- Del Imam ‘Ali (P), en sus mismos consejos a Malik al-
Ashtar:
“Reconoce el esfuerzo realizado por cada individuo. No
le atribuyas el trabajo de un hombre a otro, ni subestimes
el valor de su accionar. Que la nobleza de un hombre no
te lleve a engrandecer su tarea cuando ésta sea leve, y
que la inferioridad de otro no te impulse a desvalorizar
su esfuerzo cuando este sea considerable”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.008)

Los ideales del hombre y el trabajo para


apuntalarlos

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura At-Tauba, El arrepentimiento.
“Excepto aquellos de los politeístas con quienes hicisteis
un pacto y luego no han violado nada de él ni han apoyado
a nadie contra vosotros. Así pues, cumplid con el pacto
que tengáis con ellos hasta su término.
En verdad, Dios ama a quienes son temerosos”.
(9:4)

2.- Sura Al-Muntahina, La examinada.


“Dios no os prohíbe que tratéis con amabilidad y equidad
a quienes no combaten vuestra fe ni os han expulsado
de vuestros hogares. En verdad, Dios ama a quienes son

- 256 -
Al Haiat - La vida

equitativos”.
(60:8)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“Prohibió (PBd) tomar juramento de las personas respecto
de sus impuestos, declarando: ‘En esto son confiables’. Y
vedó (PBd) que en un año se les requiera dos veces. Tam-
bién prohibió ser exigentes en cuanto al pago, y que se
los constriña y golpee para ello, imponiendo así el poder
sobre ellos. Ordenó que el recaudador no tome de ellos
más que lo que está en sus manos, y que sea equitativo
entre los mismos”.
(“Da’aimul Islam”, tomo I, pág. 257)
2.- Del Imam ‘Ali (P):
“Cuando envió a Mijnaf ibn Salim al-Azdl a recaudar
tributos, le legó un extenso tratado en el cual le ordenó el
temor a Dios, su Señor, en la privacidad de sus asuntos
y en lo oculto de sus acciones. Le mandó que los reciba
con un rostro abierto y un carácter blando; que considere
la humildad y evite la arrogancia, pues Dios eleva a los
humildes y denigra a los orgullosos.
Después le expresó (P): ‘¡Oh, Mijnaf ibn Salim! de estos
impuestos te corresponde una parte y un derecho definido.
Y en ello tienes asociados, que son los pobres, los menes-
terosos, los insolventes los combatientes, los viajeros, los
esclavos y los pusilánimes. Nosotros cumplimos tu derecho,
por lo que debes cumplir sus derechos. De lo contrario
tú serías el mayor querellado entre la gente en el Día del
Juicio. ¡Y qué desgracia para un hombre tener litigantes
como ellos!’”.
(“Da’aimul Islam”, tomo I, pág. 258)

- 257 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

3.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos de gobierno a Malik


al-Ashtar:
“Aquel de tu rebaño que más busque los defectos de la
gente, debes alejarlos de ti y considerarlo odioso ante ti.
Porque hay defectos entre los hombres que el gobernador
debe ocultar, entonces no descubras lo que se encuentra
oculto para ti de ellos, pues sólo te incumbe purificar aque-
llo que se manifiesta ante ti, mientras que Dios dispone
sobre lo que te está oculto, cubre como puedas aquello
que es vergonzoso, que Dios ocultará de ti lo que estima
esconder de tu pueblo.
Libera a la gente de las ataduras del rencor y corta de ti el
origen de cada enemistad. Simula todo aquello que no te
resulta claro (aparentando no conocerlo). No te apresures
a confirmar a un chismoso porque engaña, a pesar de que
se asemeje a los buenos consejeros.
No quebrantes la tradición justa, que los jefes de esta
comunidad practicaban a la cual están acostumbrados y
con la cual sanearon al pueblo. No inventes una costumbre
que perjudique las antiguas tradiciones, pues en este caso
la recompensa será para quien la conserve mientras que
sobre ti caerá el peso por haberla quebrantado.
Debes saber que nada genera en los súbditos una buena
opinión hacia un gobernador como la buena conducta
hacia ellos, el mermar sus gastos y dejar de pedir cosas
Más allá de sus capacidades. Compórtate de este modo
para reunir a tu favor los conceptos buenos de tu rebaño,
ya que el buen pensamiento de ellos aparta de ti la larga
condena. Lo más adecuado es tener una buena opinión
de quien has realizado un bien para él, y en cambio tener
una mala opinión de quien has hecho un mal contra él”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 997-1.001)

- 258 -
Al Haiat - La vida

4.- Del Imam ‘Ali (P), en esos mismos consejos:


“Sé precavido de la sangre y su derramamiento sin razón.
Pues no hay nada más efectivo para crear enemistad, ha-
certe padecer las malas consecuencias, borrar una merced
y declinar un gobierno que el derramamiento de sangre
inocente. Porque Dios iniciará el Juicio entre los siervos
en el Día del Juicio por quienes derramaron sangre.
Por lo tanto nunca fortalezcas tu poder derramando sangre
ilícita pues eso es causa de debilitamiento y flojedad, aún
más; lo hace desaparecer y transferir a otro. No existe
excusa válida para ti ante Dios ni ante mí por el asesinato
intencional. En este caso tu propio cuerpo será talión. Si te
equivocaste y exageraste tu azote, tu espada o tu mano al
castigar, ya que a veces un golpe de puño causa la muerte
de alguien, no te debe impedir el orgullo de tu poder in-
demnizar a los deudos según sus derechos”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.029-1.030)
5.- Del Imam Sadiq (P):
“El líder debe sacar a los prisioneros musulmanes el día
viernes para la oración y el día de la festividad para la
misma, manteniéndolos custodiados. Cuando ellas con-
cluyan, los debe retornar a las cárceles”.
(“Al Uasail”, tomo XVIII, pág. 221)

Considerar el respeto de los individuos, sus


opiniones y sus jerarquías

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Ale ‘Imran, La familia de ‘Imran.
“En verdad, por una misericordia de Dios, fuiste blando
- 259 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

con ellos, pues, si hubieras sido seco y duro de corazón,


rápidamente se hubieran apartado de ti. Por tanto, perdó-
nales y pide el perdón para ellos y consúltales en el asunto.
Después, cuando tomes una decisión, confía en Dios. En
verdad, Dios ama a los que confían en Él”.
(3:159)
2.- Sura At-Tauba, El arrepentimiento.
“Entre ellos hay quienes molestan al Profeta diciendo:
‘Es una oreja’.
Di: ‘Es una buena oreja para vosotros. Tiene fe en Dios y
confía en los creyentes y es una misericordia para aquellos
de vosotros que tenéis fe’.
Y para quienes molestan al Profeta hay un castigo dolo-
roso”.
(9:61)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos para un buen gobierno
a Malik al-Ashtar:
“Debes ser justo con Dios, con la gente de tu familia y con
quienes estimas de tu pueblo. Si no procedes así, estarás
oprimiendo de todas las opciones que se te presenten, debes
apreciar mas la intermedia en la verdad, su generalización
en la justicia y lo que congrega la complacencia de la mul-
titud. Pues la cólera de la masa estropea la complacencia
de las élites, mientras que la ira de las élites se pasa por
alto con la complacencia de las masas.
No hay nada más valioso para el gobernador en el mo-
mento de aflicción que sus súbditos, ni existe nadie que
colabore menos con él en las pruebas, ni más odioso de
juzgar, ni más terco en solicitar, ni menos agradecido al
- 260 -
Al Haiat - La vida

momento de recibir, ni más lento en aceptar la excusa cuan-


do se la otorgan, ni paciencia más floja en las dificultades
de la vida que la gente selecta.
El pilar de la religión, la unidad de los musulmanes y los
preparativos contra los enemigos solo estarán en el vulgo
de la comunidad. Entonces debes inclinarte hacia ellos y
afanarte por ellos”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 995-996)
2.- Del Imam ‘Ali (P):
“La conversación con la gente sobre algo es motivo para
introducirse en sus existencias”.
(“Al lrshad”, pág. 143)
3.- Del Imam Sadiq (P):
“‘Es obligatorio para el líder cuando ve a un hombre
cometer adulterio o beber vino, que le aplique el castigo.
Y no necesita más pruebas que su mirada, pues él es el
fiel de Dios entre Su creación. Y cuando ve a un hombre
robando, debe exhortarlo y vedárselo, luego dejarlo’.
Le exclamé (relata el narrador): ‘¿Cómo es esto?’, y expli-
có: ‘Porque cuando el derecho es para Dios, es obligación
del líder observarlo; mientras que cuando el derecho es
para la gente, ellos son los responsables”.
(“Al Uasail”, tomo XVIII, pág. 344)

Aceptar la crítica y evitar la terquedad

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Ale ‘Imran, La familia de ‘Imran.
“Y consúltales en el asunto”.
- 261 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

(3:159)
2.- Sura Al-Baqara, La vaca.
“Y si se le dice: ‘¡Teme desagradar a Dios!’ se apodera
de él un orgullo pecador.
El Fuego del Infierno será su retribución. ¡Qué mal lugar
para descansar!”.
(2:206)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos a Malik al-Ashtar:
“Los más malvados de tus ministros son quienes han sido
ministros para los perversos que te han precedido. Deberá
ser tu predilecto quién más te declara la amarga verdad y
menos te apoya en aquello que a Dios lo disgusta ver en
Sus amigos, sin importarles los efectos que esta metodo-
logía tenga sobre ti”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 999)
2.- Del Imam ‘Ali (P), según lo que transmitió Al-Saied Abdul
‘Adim Hasaní, del Imam Abu Ya’far al-Yauad (P), de sus padres (P):
“Aquel que considera suficiente su propia opinión, se
expone a sí mismo al peligro”.
(“Safinatul Bihar”, tomo I, pág. 493)
3.- Del Imam Sadiq (P):
“El testarudo (o porfiado) se encuentra de pie (al borde
de un abismo), a punto de caerse al precipicio”.
(“Safinatul Bihar”, tomo I, pág. 493)

- 262 -
Al Haiat - La vida

Capítulo V

Las obligaciones del gobernante islámico


respecto de garantizar las necesidades
de la sociedad y en otros ámbitos de la
subsistencia y la educación

Los gastos y sustentos

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Hashr, El destierro.
“El botín que, de la gente de las ciudades, Dios otorgó
a Su Mensajero es para Dios y para el Mensajero, para
los familiares y para los huérfanos, los necesitados y los
viajeros, para que no vaya a parar a las manos de los ricos
que hay entre vosotros”.
(59:7)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“Un anciano mendigo y ciego iba pasando. Entonces Amir
al-Mu’minin (P) preguntó: ‘¿Quién es él?’. Le respondie-

- 263 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

ron: ‘¡Oh. Amir al-Mu’minin! es un cristiano’. Entonces


Amir al-Mu’minin (P) declaró: ‘Lo han empleado hasta
que se volvió viejo y débil. Luego lo abandonaron. Deben
darle del tesoro público”.
(“Al Uasail”, tomo XI, pág. 49)

Las deudas

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“No hay deudor que se presente con su acreedor ante uno
de los gobernantes musulmanes y quede evidencia para el
gobierno su miseria sin que este pobre quede libre de la
responsabilidad de su deuda y ella se establezca sobre el
gobernador de los musulmanes, (saldándola con) aquello
que está ante él de los bienes de los musulmanes”.
(“Al Mustadraq”, tomo III, pág. 491)
2.- Del Profeta (PBd), según lo que narró Imam Sadiq (P):
“Quien transcurre 40 días sin comer carne, debe pedir
prestado sobre Dios (de tesoro público) y comerla”.
(“Al Bahar”, tomo LXVI, pág. 65)
3.- Del Imam Sadiq (P):
“El líder debe cubrir las dudas de los creyentes, excepto
las dotes de las mujeres”.
(“Al Uasail”, tomo XV, pág. 22)
4.- Del Imam Sadiq (P), según narró Ibn Sinan:
“Le hablé (al Imam) sobre un hombre cuya mujer se
unió a los incrédulos, mientras Dios Altísimo en Su Libro
- 264 -
Al Haiat - La vida

declara: ‘Y si perdisteis algo de vuestras esposas que se


fueron con los incrédulos y conseguís algún botín, dad a
aquellos cuyas esposas se fueron algo semejante a lo que
gastaron’1, y le pregunté qué significado posee, ‘conseguís
algún botín’. Me contestó: ‘Si una persona cuya esposa
se unió a ellos, se va a casar con otra mujer, es deber del
líder, cuando esto ocurra, otorgar su dote equivalente a
la dote de la esposa que se marchó’.
Le pregunté: ‘¿Cómo puede ser que los creyentes deban
devolver la dote de esta mujer a su marido de aquello que
ellos reciben como reparto, sin que ellos hayan tenido
ningún rol en su partida?’. Me explicó: ‘Es el líder quien
debe devolvérselos, reciban de los incrédulos o no, ya
que es deber del Imam indemnizar los daños de quienes
están bajo su control. Cuando se presenta la distribución,
primero debe abonar el perjuicio, y si después de esto
queda algo, lo repartirán entre ellos; y si nada quedara
para ellos, no hay carga sobre él”.
(“Al Uasail”, tomo XV, pág. 38)
En la exégesis de ‘Ali ibn Ibrahim al-Qummi respecto de la
exégesis de Su dicho Altísimo ‘En verdad, las limosnas son para
los pobres y los necesitados, para los encargados de recaudarlas
y para aquellos cuyos corazones se quiere atraer, para liberar
esclavos, para los endeudados, para la causa de Dios y para el
viajero. Es una disposición obligatoria procedente de Dios’2 figura:
“Los insolventes son grupos que tienen deudas que gasta-
ron en la obediencia a Dios sin hacer derroche. Es, pues,
obligación del líder saldarlas de parte de ellos y librarlos
de su compromiso de la caridad. Y ‘la causa de Dios’ se
refiere a grupos que salen a combatir y no poseen nada
que gastar. Es obligación del líder darle a un pueblo de

1 Corán, 60:11.
2 Corán. 9:60.
- 265 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

los musulmanes que no tenga nada para peregrinar en los


caminos del bien, de las limosnas para que gasten con ella
en la peregrinación y el combate.
En cuanto a ‘Los viajeros’ son los hijos del camino, quie-
nes viajan en la obediencia de Dios y agotan sus bienes.
Es deber del Imam retornarlos a sus patrias mediante las
limosnas”1.
5.- Del Imam Sadiq (P):
“El Mensajero de Dios (PBd) dijo: ‘Yo estoy más cerca
de cada creyente que él mismo, y ‘Ali es el más cercano
suyo después de mí’. Entonces se le preguntó al Imam (P):
‘¿Qué significado tiene esto?’. Respondió: ‘La palabra
del Profeta (PBd) “Quien deja una deuda o una finca,
ambas me corresponden, y quien deja un bien es para
sus herederos”, implica que en caso de que el hombre no
tenga riquezas y no se gobierne a sí mismo, entonces al no
gastar para su familia no puede ordenarles y vedarles algo
a ellos. Entonces, es, pues, obligación del Profeta (PBd),
de ‘Ali y los Imames (P) hacer esto. Debido a eso son más
merecedores que ellos mismos respecto a sus asuntos. El
propósito de este dicho del Mensajero de Dios (PBd) era
islamizar a las masas de los judíos. Después de esto, ellos
quedaron seguros en cuanto a sí mismos y sus familias”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 406)

6.- Del Imam Sadiq (P):


“Quien muere dejando una deuda, nosotros debemos
saldarla y mantener a su familia. Quien muere dejando
riquezas, ellas pertenecen a sus herederos. Y quien perece
sin tener herederos, su riqueza es parte del tesoro público”.
(“Al Kafi”, tomo VII, pág. 168)

1 “Tafsir Al Qummi”, tomo I, pág. 299.


- 266 -
Al Haiat - La vida

7.- Del Imam Sadiq (P):


“Un hombre fue hasta Abu Abdullah (el Imam) y le solici-
tó: ‘¡Oh, Abu Abdullah! Otórgame un préstamo hasta que
prospere’. Entonces (el Imam -P-) preguntó: ‘¿Hasta que
llegue la cosecha?’. Contestó el hombre: ‘No, por Dios’.
Volvió a preguntar el Imam: ‘¿Hasta que te resulte un ne-
gocio?’ y el hombre respondió: ‘No, por Dios’. Continuó
(el Imam): ‘¿Hasta que vendas una propiedad?’, Contestó
el hombre: ‘No, por Dios’. Entonces (el Imam -P-) declaró:
‘Tú eres de quienes Dios implantó para ellos un derecho
en nuestras riquezas’.
Entonces Abu Abdullah (P) pidió que le trajeran una bolsa
que contenía algunos dírhams. Metió en ella su mano y
extrajo un puñado. Después acotó: ‘Teme a Dios. No de-
rroches ni seas avaro. Establécete entre estos dos estados.
Prodigar es derrochar, y Dios dijo: ‘y no seas derrocha-
dor’1. Y agregó (P): ‘Dios no castiga al moderado’”.
(“Tafsirul Aiiashi”, tomo II, pág. 228)

8.- Del Imam Sadiq (P):


“El Mensajero de Dios (PBd) subió al púlpito y cambió
su faz y el color de su rostro. Después tornó su cara y
dijo: ‘¡Oh, musulmanes!, el mejor camino es el camino
de Muhammad y la mejor palabra es el Libro de Dios.
¡Oh, gente!, quien deja riquezas pertenecen a su familia
y herederos; y quién deja un campo o una finca (y no tiene
herederos), ellas me corresponden”.
(“Amale Mufid”, pág. 110-111)

9.- Del Imam Kazim (P):


“Quien busca el sustento para mantener a su familia y a
sí mismo de lo lícito es como el combatiente en el Camino
1 Corán, 17:26.
- 267 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

de Dios. Si no tiene éxito y pide en préstamo, sobre Dios


y Su Mensajero (de tesoro público), la medida necesaria
para sustentar a su familia, falleciendo luego sin pagar,
es obligación para el Imam saldarlo. Si no la recupera
(el Imam a la deuda), su carga es sobre él. Dios, Bendito
y Exaltado, dice: ‘las limosnas son para los pobres y los
necesitados, para los encargados de recaudarlas’, hasta
Su dicho: ‘para los endeudados’1. Él es, pues, un pobre,
necesitado y endeudado”.
(“Qurbul Asnad”, tomo II, pág. 197)

10.- Del Imam Rida (P):


“Si un deudor pide un préstamo necesario concédele un
plazo de un año, en caso de que solucionara su problema
tendrá que devolverlo, de lo contrario, lo pagaría el Imam
del tesoro público”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 407)

11.- Del Imam Rida (P), de Amr ibn Suleiman, de un hombre


de la gente de Yazirat:
“Le preguntó un hombre al Imam Rida (P): ‘¡Que yo te
sirva de rescate! Dios, Bendito y Exaltado, dice: ‘Dadle
un plazo hasta que pueda’2. Infórmame sobre este plazo
mencionado por Dios, ¿tiene un límite conocido hasta
donde podamos conceder al deudor que tomó un préstamo
y lo gastó para su familia, mientras no posee una cosecha
de la cual aguarde su llegada, ni una deuda que reclamar,
ni una hacienda oculta que espere recuperar?’.‘Contestó
(P): ‘Sí. Aguarda hasta el momento en que al Imam le
lleguen noticias suyas. Entonces el cubrirá de su parte
lo correspondiente a los insolventes, siempre que haya
gastado en la obediencia de Dios. Si hubiese gastado en

1 Corán, 9:60.
2 Corán, 2:280.
- 268 -
Al Haiat - La vida

la desobediencia de Dios, no le corresponde nada del


Imam a él”.
(“Tafsirul Aiiashi”, tomo I, pág. 155)

Cumplir los derechos

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd), según lo que transmitió el Imam Sadiq
(P), narrado por Hanan ibn Sadiri as-Sairafi:
“Escuche a Abu Abdullah Imam) decir: ‘Cuando el Profeta
(PBd) recibió la noticia de la muerte de su alma mientras
se hallaba sano y sin dolencia, al descender sobre él el
Espíritu fiel (el ángel Gabriel), convocó a la oración
colectiva y ordenó a los emigrantes y auxiliares armarse.
La gente se concentró. El Profeta (PBd) subió al púlpito
y les notificó sobre su muerte. Luego dijo: ‘Le recuerdo a
Dios a un gobernante que viene después de mi sobre mi
comunidad. Debe apiadarse de la comunidad de los musul-
manes honrando a sus mayores, siendo misericordioso con
sus débiles y respetando a sus sabios. No debe perjudicar-
los de modo tal que resulten humillados ni empobrecerlos
de tal forma que resulte para ellos la incredulidad. Que no
les cierre sus puertas dejando que sus poderes devoren a
los débiles. Que no sea exigente con su ejército (dejándolos
en las fronteras) de tal modo que resulte cortada la gene-
ración de la comunidad’. Luego agregó: ‘Yo les prediqué
y aconsejé. ¡Testimoniadlo, pues!’.
Abu Abdullah (P) acotó: ‘Esta fue la última palabra que
el Mensajero de Dios (PBd) pronunció sobre su púlpito’”.
(“Al Kafi”, tomo I, pág. 406)

- 269 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

2.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos a Malik al-Ashtar para
un buen gobierno:
“Inspecciona la cuestión del tributo de tal forma que
corrija a su gente (los contribuyentes), porque en sus
corrección y rectitud se halla la corrección de los demás.
No hay rectitud para los demás sino con ellos, porque toda
la gente son familiares respecto al impuesto y su gente”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.013)
3.- Del Imam ‘Ali (P):
“Cuando ‘Ali (P) derrotó a Talha y Zubair, la gente corrió
escapando y en el camino se cruzaron con una mujer em-
barazada, ella se asustó de ellos, pariendo el contenido
de su vientre vivo, el cual se movió hasta morir. Luego su
madre también murió. ‘Ali (P) y sus compañeros pasaron
junto a ella y su hijo, quienes estaban tirados sobre el ca-
mino. ‘Ali indagó al respecto y le contaron que ella estaba
embarazada, y al ver el combate y la huida se asustó.
Entonces les preguntó: ‘¿Quién murió primero?’. Le
contestaron ‘Su hijo murió antes’. Entonces convocó al
marido, padre del bebe muerto, brindándole como herencia
dos tercios de la indemnización, mientras que un tercio lo
destinó a la madre. Luego otorgó al marido de la mujer
muerta la mitad de ese tercio en herencia, y el resto lo dio
como herencia a los allegados de la muerta, después le
dio al marido la mitad de la indemnización por la mujer
muerta, que eran 2.500 dírhams; y dio la otra mitad de
la indemnización, 2.500 dírhams, a sus allegados. Y esto
porque no tenía más hijos que el que había abortado. Todo
esto lo cumplió del tesoro público de Basora”.
(“At Tahzib”, tomo X, pág. 202-203)
4.- Del Imam ‘Ali (P), según lo que narró Imam Sadiq (P):
“Quien muere en el tumulto del día de Arafat, o bien sobre
- 270 -
Al Haiat - La vida

un puente, sin que nadie sepa quién lo mató, entonces su


indemnización corresponde al tesoro público”.
(“At Tahzib”, tomo X, pág. 201)

5.- Del Imam Baqir (P):


“Amir al-Mu’minin (P) dispuso que aquello que los jue-
ces erran respecto de una indemnización o amputación,
corresponde al tesoro público de los musulmanes”.
(“At Tahzib”, tomo X, pág. 203)

6.- Del Imam Sadiq (P), según narró:


“Le pregunté a Abu Ya’far (P) sobre un ciego que a pro-
pósito arranca un ojo de un hombre sano, y me respondió:
‘¡Oh, Abu Ubaidah! la intención de un ciego es equivalente
al error. Él tiene que abonar indemnización. Si no posee
riquezas, la indemnización corresponde al líder. No se
desmerece el derecho de un musulmán’”.
(“Al Ijtisas”, pág. 249)

7.- Del Imam Sadiq (P):


“Si azotamos a alguien con una pena de los castigos de
Dios y muere, no corresponde para él indemnización de
nuestra parte. En cambio, si azotamos a alguien con un
castigo de las penalidades de la gente y muere, nos co-
rresponde indemnizarlo”.
(“Al Uasail”, tomo XVIII, pág. 312)

8.- Del Imam Sadiq (P):


“Si se encuentra un muerto en una tierra desierta, debe
abonarse su indemnización del tesoro público. Amir al-
Mu’minin (P) solía decir: ‘No se desmerece la sangre de
un hombre musulmán”.
(“At Tahzib”, tomo X, pág. 204)

- 271 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

9.- Del Imam Sadiq (P):


“Amir al-Mu’minin (P) dictaminó respecto de un hombre
al que hallaron muerto sin saber quién era su asesino: ‘Si
puede reconocerse, tiene herederos y ellos reclamaron su
indemnización, deberán pagársela del tesoro público de los
musulmanes. No se desmerece la sangre de un hombre mu-
sulmán, ya que su herencia tanto como su indemnización
le corresponde al Imam. Deben rezar por él y sepultarlo’”.
(“At Tahzib”, tomo X, pág. 202)

Luchar contra la pobreza y exterminarla

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos a Malik al-Ashtar:
“Luego, ¡Dios! ¡Dios!; respecto de las clases bajas, aque-
llos que no tienen recursos, los menesterosos y necesitados,
los inválidos y incapacitados. En esta clase existen algunos
satisfechos y otros mendicantes. Preserva para Dios lo
que te ha encargado sobre su derecho hacia ellos. Ponles
a disposición una parte de tu tesoro público y una parte
de la cosecha de las propiedades fiscales; lo mismo para
los eminentes que para los plebeyos.
Existe para cada uno de ellos un derecho, del cual tu eres
responsable. Entonces, que la rebeldía de tu alma no te
lleve a descuidarlos. No puedes excusarte de las cosas
insignificantes por la consolidación de los objetivos prin-
cipales. No alejes, pues, la preocupación de ellos ni pases
a su lado con gesto de desprecio.
Presta atención a quien es mal visto y desvalorizado por
los hombres. Confíales a personas temerosas y humildes

- 272 -
Al Haiat - La vida

que te mantengan informado sobre sus estados. Luego


obra con ellos de tal modo que puedas excusarte con Dios
cuando lo encuentres. Entre tu pueblo ellos son quienes
requieren más que cualquier otro que tú seas equitativo.
Otorgando el derecho a todas las personas, preparas el
medio de argumentación hacia Dios respecto del cumpli-
miento de su derecho.
¡Ten en cuenta a los huérfanos, a quienes no pueden dis-
poner de los asuntos ni pueden consultarte directamente!
Esto resulta extremadamente pesado para los gobernantes,
y la verdad toda es pesada. Pero Dios alivia la carga de
un pueblo que se empeña tras el objetivo final, animan a
sus almas a tener paciencia y confían en la veracidad de
la promesa de Dios hacia ellos”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.019-1.020)

2.- Del Imam ‘Ali (P):


“Si hubierais extraído la ciencia de su fuente, reservado el
bien en su lugar, tomado el sendero de la claridad y hecho
marchar la verdad desde su cumbre, se habrían manifesta-
do para vosotros las señales y aclarado el Islam; no habría
quedado entre vosotros ningún pobre sin manutención, ni
os oprimiría ningún hombre, musulmán o no musulmán”.
(“Mustadracum Nahy”, pág. 31)

Enfrentar a los monopolios y controlar los


precios

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura At-Tauba, El arrepentimiento.
“Y, a quienes atesoran el oro y la plata y no los gastan
- 273 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

por la causa de Dios, anúnciales un castigo doloroso”.


(9:34)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd), de acuerdo a lo que relató de él el Imam
Sadiq (P):
“El trigo se estaba agotando en la época del Mensajero
de Dios (PBd). Entonces vinieron los musulmanes junto
a él y le plantearon: ‘¡Oh, Enviado de Dios!. El trigo se
terminó, y no quedó nada salvo el de fulano. Ordénale,
pues, venderlo a la gente’. Entonces alabó a Dios, lo
elogió y luego exclamó: ‘¡Oh, fulano! Los musulmanes
mencionan que el trigo se ha agotado excepto lo que se
encuentra ante ti. Debes sacarlo y venderlo del modo que
desees sin retenerlo’”.
(“Al Kafi”, tomo V, pág. 164)

2.- Del Profeta (PBd), según lo que transmitió Amir al-


Mu’minin (P):
“El Mensajero de Dios (PBd) fue hacia los acopiadores
y les ordenó extraer la mercadería acopiada y llevarla
al centro del mercado, exponiéndola ante la vista de la
gente”.
(“At Tahzib”, tomo VII, pág. 181)

3.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos de gobierno a Malik


al-Ashtar:
“En cuanto a los comerciantes e industriales, aconséjalos
bien. Debes saber que en la mayoría de ellos existe una
mezquindad abominable, una horrenda avaricia, la bús-
queda del monopolio para la utilidad y la arbitrariedad
en las ventas. Esto produce el daño para las multitudes
y denota defecto en los gobernadores. Debes impedir el
- 274 -
Al Haiat - La vida

acopio, pues el Mensajero de Dios (PBd) lo ha vedado


expresamente. La comercialización debe ser benévola,
con balanzas exactas y con precios que no perjudiquen
a ninguno, vendedor o cliente. A quien cometa acapara-
miento luego de que tu lo hayas prohibido, escarmiéntalo
castigándolo sin exceso”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.017)
4.- Del Imam Baqir (P):
“‘Ali (P) prohibía el acaparamiento en cualquier lugar”.
(“Qurbul Asnad”, pág. 84)

El mantenimiento de los derechos de los


trabajadores y agricultores

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd):
“El Profeta (PBd) encomendó a Amir al-Mu’minin (P):
‘Sube al púlpito y llama a la gente. Luego diles: ¡Oh gente!
Quien merma en un obrero su sueldo tendrá su asiento en
el Fuego Infernal’”.
(“Al Bahar”, tomo XI, pág. 59)
2.- Del Imam Sadiq (P):
“El Mensajero de Dios (PBd), cuando su fallecimiento
estaba próximo, dijo a ‘Ali (P): ‘¡Oh, ‘Ali! En tu presencia
no deben ser oprimidos los agricultores, ni aumentar el
valor de una tierra más allá de lo que tú hayas dispuesto, ni
forzarse a trabajar a un musulmán, es decir un empleado,
sin retribución’”.
(“Al Uasail”, tomo XIII, pág. 216)
- 275 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

La construcción

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos a Malik al-Ashtar:
“Debes atender mucho más a la construcción que a la
recaudación de impuestos. No se llega a esto sino con la
instrucción precisa. Quien procura el tributo sin la cons-
trucción, arruina las ciudades, extermina a los siervos y
sus asuntos no se corrigen excepto escasamente.
Si se quejaran del peso de los impuestos o por cualquier
desastre, de los problemas del riego, de la destrucción de
las cosechas por la anegación de una inundación o el daño
de la sequía, entonces redúceles las tasas lo necesario para
que solucionen sus problemas.
Que esta merma en los cobros no te sea pesada, ya que
la misma es una reserva que volverá a ti gracias a la
prosperidad de las ciudades y la mejoría general de tu
gobierno. Además atraerás hacia ti el elogio de ellos y te
regocijarás por difundir la justicia entre ellos. Por haberles
ofrecido abundante tranquilidad y haberlos acostumbrado
a tu justicia y benevolencia hacia ellos, podrás esperar la
virtud de sus fuerzas y confiar en su apoyo. Es posible que
luego, ante dificultades diversas, les pidas auxilio y ellos
lo soporten con mucho agrado.
Todo esto es necesario para la prosperidad. La devastación
de un país sólo se produce por la miseria de su gente. Y
la gente sólo se empobrece cuando los gobernantes la
dominan para enriquecerse. Sus conjeturas respecto a su
permanencia en el cargo son erróneas y su aprovecha-
miento de los ejemplos (del pasado) escaso”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.013-1.014)
2.- Del Imam ‘Ali (P), de esos mismos consejos:
- 276 -
Al Haiat - La vida

“En cuanto a los comerciantes e industriales, debes acon-


sejarlos correctamente, tanto al residente local de ellos,
al que viaja transportando la mercancía, como al que la
fabrica artesanalmente. Ellos son la fuente de riqueza y
los medios de confort, debido a que traen las mercaderías
de lugares lejanos, viajando por tierra, por mar, por de-
sierto o montaña. Traen todo esto de sitios a los que las
personas no osan recurrir. Ellos son pacíficos al punto
que no hay que tener miedo de que produzcan disturbios
o calamidades. Cuida sus intereses tanto en su cercanía
como en los límites de tus ciudades”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.017)

Recaudar los impuestos y las limosnas

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura At-Tauba, El arrepentimiento.
“Toma de sus riquezas una limosna para limpiarles y
purificarles por medio de ella y reza por ellos. En verdad,
tu oración es una tranquilidad para ellos. Y Dios todo lo
oye, todo lo sabe”.
(9:103)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“El líder debe obligar a la gente a pagar sus tributos,
pues Dios declara: ‘Recibe de sus haciendas un impuesto
que les purifique”.
(“Al Bahar”, tomo XCVI, pág. 86)

- 277 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

La lucha contra el analfabetismo y la obligación


de la enseñanza

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Baqara, La vaca.
“¡Señor nuestro! Desígnales, de entre ellos, un Mensaje-
ro que les recite Tus versículos y les enseñe la Escritura
(Sagrada), la Sabiduría y les purifique. En verdad, Tú eres
el Poderoso, el Sabio”.
(2:129)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Profeta (PBd), de su legado a Ma’ad ibn Yabal cuando
lo envió hacia el Yemen:
“¡Oh, Ma’adh! Enséñales el Libro de Dios y edúcalos
correctamente sobre la justicia moral. Pon en vigor entre
ellos el mandato de Dios. No te asustes de nadie en cuanto
a Su orden y Su riqueza, pues ellas no son tu orden ni tu
riqueza.
Háblale a la gente sobre Dios y el Último Día. Insiste en
la recomendación, pues este es el factor de mayor peso
para ellos en cuanto a la práctica acorde con lo que Dios
aprecia. Luego esparce entre ellos a los maestros y adora
a Dios, que a Él retornarás.
No te asustes en el Camino de Dios del reproche de alguien
que critica”.
(“Tuhaful ‘Uqul”, pág. 25)
2.- Del Imam ‘Ali (P):
“¡Oh, gente! Existe para mí un derecho sobre vosotros y
para vosotros hay un derecho sobre mí. En cuanto a vuestro
- 278 -
Al Haiat - La vida

derecho sobre mí es que los aconseje, reparta completa-


mente las ganancias, les enseñe para que no ignoren y les
eduque para que conozcan”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 114)
3.- Del Imam ‘Ali (P):
“Es obligación para el guía enseñar a sus seguidores las
leyes del Islam y la Fe”.
(“Gurarul Hikam”, pág. 216)
4.- Del Imam ‘Ali (P), de su carta a Qozam ibn Abbas cuando
era gobernador suyo en Meca:
“Siéntate, pues, para ellos por la mañana y la tarde.
Responde a sus preguntas, enseña al ignorante y debate
con los sabios”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.063)
5.- Del Imam Sadiq (P), según transmitió Hasan al-Mu’alem:
“Le pregunté a Abu Abdullah (el Imam) respecto a la ense-
ñanza. Me respondió: ‘No cobres un sueldo por enseñar’.
Pregunté: ‘¿Por enseñar la poesía y las epístolas puedo
pedir?’. Contestó (P): ‘Sí, a condición que todos los jó-
venes sean iguales para ti en la enseñanza, y no prefieras
a unos sobre otros”.
(“Al Uasail”, tomo XII, pág. 112)

- 279 -
Al Haiat - La vida

Capítulo VI

El gobernante islámico y la consolidación


de las relaciones sociales y los vínculos
religiosos

Trabajar para concretar la hermandad y la


solidaridad social

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Huyurat, Las habitaciones privadas.
“En verdad, los creyentes son hermanos, así pues, poned
paz entre vuestros hermanos, Y sed temerosos de Dios
para que, quizás así, se tenga misericordia de vosotros”.
(49:10)
2.- Sura Al-Yumu‘a, El viernes.
“¡Oh, creyentes! Cuando se convoque a la oración del
viernes, apresuraos a acudir al recuerdo de Dios y dejad
el comercio. Eso es mejor para vosotros. ¡Si supierais…!”.
(62:9)

De la Tradición (hadiz):

- 281 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

1.- Del Imam Sadiq (P):


“El Mensajero de Dios (PBd) declaró: ‘La oración de
quien no reza en la mezquita con los musulmanes no es
completa, excepto por alguna excusa. Y la murmuración
sobre quien reza en su casa y evita a la comunidad no es
ilícita. Quien evita a la comunidad musulmana, decae en
su justicia, y es obligación evitarlo. Si recurre junto al
líder de los musulmanes, debe advertirlo y asustarlo, está
prohibido murmurar sobre quien se apega a la comunidad
musulmana, pues su justicia es firme”.
(“Al Uasail”, tomo V, pág. 394)
2.- Del Imam Sadiq (P):
“En la época del Mensajero de Dios (PBd) había perso-
nas que se demoraban para la oración en la mezquita.
Entonces el Mensajero de Dios advirtió: ‘Pronto ordenaré
colocar leña en las puertas de las casas del grupo que
abandona la oración en la mezquita, encender fuego y
quemarle sus viviendas”.
(“Al Uasail”, tomo V, pág. 377)
3.- Del Imam Sadiq (P):
“El Mensajero de Dios (PBd) quería quemar las casas
de un grupo que rezaba en sus moradas y no en forma
colectiva. Entonces un hombre ciego le fue a hablar con
él y le dijo: ‘¡Oh, Mensajero de Dios!, yo soy ciego y a
veces escucho la llamada (a la oración) pero no encuentro
quien me encamine hacia la oración colectiva para rezar
contigo’. El Profeta (PBd) entonces le ordenó: ‘Tira un
cordel de tu casa a la mezquita y preséntate a la oración
colectiva’”.
(“Al Uasail”, tomo V, pág. 377)
4.- Del Imam Sadiq (P):
- 282 -
Al Haiat - La vida

“Si la gente abandona la peregrinación es deber del líder


obligarlos a la misma, quieran o no, porque esta Casa se
ha establecido para la peregrinación”.
(“Al Bahar”, tomo XCIX, pág. 18)
5.- Del Imam Sadiq (P):
“Si la gente abandona la peregrinación, es obligación
del guía ordenársela para que se presenten en ella; y si
abandonan la visita al Profeta (PBd) es deber del guía
obligarlos a esto. Si carecen de bienes, debe gastarse para
ellos del tesoro público”.
(“Al Uafi”, tomo II, pág. 49)

Enfrentarse contra la devastación y la


corrupción

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura Al-Qisas, El relato.
“Y no siembres la corrupción en la tierra, porque Dios no
ama a los corruptores”.
(28:77)
2.- Sura Ash-Shu‘ara’, Los poetas.
“Y no busques corromper en la Tierra. En verdad, Dios
no ama a los corruptores”.
(26:183)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P):
“Es obligación del líder aprisionar a los corruptores de

- 283 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

los sabios, los ignorantes de los médicos y los insolventes


de los arrendadores”.
(“Al Uasail”, tomo XVIII, pág. 221)
2.- Del Imam Baqir (P):
“Amir al-Mu’minin (P) determinó respecto de una mujer
que adulteró y escapó de la casa que el guía de los mu-
sulmanes debe atarla a su marido como se ata el camello
fugitivo con una traba”.
(“Al Uasail”, tomo XVIII, pág.412)
3.- Del Imam Kazim (P):
“Si hubiera gobernado los asuntos de la gene, les habría
enseñado sobre el divorcio. Luego no habría venido algún
oponente a él sin que le pegase dolorosamente”.
(“Al Kafi”, tomo VI, pág. 57)

Consolidar las relaciones familiares y lo


correspondiente a ellas

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura An-Nisa’, Las mujeres.
“No hay nada bueno en muchas de las conversaciones
que mantienen en secreto, exceptuando a quien ordena la
limosna, el bien o la reconciliación entre la gente.
Y a quien haga eso buscando la satisfacción de Dios,
Nosotros le daremos una recompensa inmensa”.
(4:114)

De la Tradición (hadiz):

- 284 -
Al Haiat - La vida

1.- Del Imam Baqir (P):


“Quien tenga esposa y no la vista con lo que cubre su
vergüenza ni la alimente con lo que preserva su salud, el
guía debe separarlos”.
(“Al Uasail”, tomo XV, pág. 223)

2.- Del Imam Baqir (P):


“‘Ali (P) regresaba a su casa en un momento muy caluroso.
Súbitamente encontró a una mujer que decía: ‘Mi marido
es injusto conmigo. Me asustó, me violó y juró pegarme’.
Él le dijo: ‘¡Oh, esclava de Dios! Espera hasta que refres-
que el día y luego, si Dios quiere, iré junto a ti’. Ella dijo:
‘Se agravará su ira y enojo’. Entonces él (P) inclinó su
cabeza; después la levantó y exclamó: ‘¡No, por Dios! Se
debe recuperar el derecho de un oprimido sea como sea.
¿Dónde queda tu casa?’.
Marcharon hasta su casa y al llegar llamó diciendo: ‘La
Paz sea con vosotros’. Entonces salió un joven y ‘Ali (P) le
dijo: ‘¡Oh, siervo de Dios! ¡Teme a Dios! Tú la asustaste
a ella y la echaste’. El joven le contestó: ‘¡Que te impor-
ta! Por Dios que debido a tu palabra ahora la quemaré’.
Entonces Amir al-Mu’minin (P) le dijo (extrayendo su es-
pada): ‘Yo te ordeno el bien y te vedo el mal. ¿Acaso tu me
enfrentas con el mal negando el bien?’. Entonces llegaron
personas de todos los lados y lo saludaban (a ‘Ali, de este
modo el joven se percató de quien era) y cayendo sobre
sus manos suplicó: ‘¡Oh, Amir al-Mu’minin! ¡Dispensa mi
torpeza! ¡Por Dios que seré para ella como la tierra que
pisa’. Entonces ‘Ali (P) envainó su espada y dijo: ‘¡Oh,
siervo de Dios! Entra en tu casa y no obligues a tu esposa
a esto ni a nada semejante’”.
(“Al Mustadraq”, tomo II, pág. 393)

- 285 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

Otros aspectos de los importantes temas de la


humanidad

Del Libro (el noble Corán):


1.- Sura An-Nisa’, Las mujeres.
“Y, quien haga buenas acciones, sea varón o hembra, y
sea creyente, entrará en el Jardín y no será oprimido en
lo más mínimo”.
(4:124)

De la Tradición (hadiz):
1.- Del Imam ‘Ali (P), según narró Salamah ibn Kohail:
“Escuché a ‘Ali (P) decir a Shorah: ‘Observa a los hom-
bres ricos y poderosos que son morosos y demoran la
devolución el derecho de las personas y sobornan con sus
riquezas a los jueces. Debes, pues, recuperar el derecho
de la gente, de ellos. Para esto pon en venta sus casas e
inmuebles (si es necesario).
Yo escuché al Mensajero de Dios (PBd) diciendo: ‘Que un
musulmán rico postergue (la devolución de un préstamo) a
otro musulmán es una injusticia’. Y no hay recurso contra
quien no posea inmuebles ni casa. Debes saber que sola-
mente quien estimula a la gente a considerar el derecho
de la verdad es quien los hace alejarse de la falsedad.
Luego considera por igual a los musulmanes con tu cara,
tu palabra y tu reunión con ellos, para que tu allegado
no avaricie tu injusticia ni tu enemigo desespere de tu
justicia. Rechaza el juramento de demandante con una
razón, pues esto evidencia más la ceguera y el más firme
en la determinación.
Debes saber que los musulmanes son equitativos entre
- 286 -
Al Haiat - La vida

sí, salvo aquel a quien le aplicaron la sanción coránica y


no se arrepintió o el conocido como testigo de la mentira
o el avaro. Ten cuidado de aburrirte o enfermarte en la
reunión de juicio para la cual Dios obligó una retribución
y estableció una buena remuneración para quien juzga
conforme a la verdad.
Debes saber que los tratados son lícitos para los musulma-
nes salvo una conciliación de la cual resulta la prohibición
de algo lícito o el permiso de algo ilícito. A quien tenga
testigos ausentes concédele un plazo hasta que comparez-
can; si los hiciese comparecer, restitúyete sus derechos; de
lo contrario, juzga en su contra pero no le apliques nada
en concepto de talión o de pena coránica, o de un derecho
entre los derechos de los musulmanes, hasta que el caso
se presente ante mí. Y no debes sentarte en la asamblea
judicial hambriento”.
(“Al Uasail”, tomo XVIII, pág. 155)
2.- Del Imam ‘Ali (P), de lo que escribió a ‘Abdullah ibn ‘Ab-
bas, gobernador de Basora:
“A continuación te informaré sobre el pueblo. Algunos
de ellos se afincaron por la esperanza de algo anhelado,
otros por el miedo de un castigo atemorizador. Entonces
debes atraer a quienes tienen esperanza con tu justicia y
practicando la bondad hacia ellos, y desata el nudo del
miedo del corazón del atemorizado”.
(“Mustadracum Nahy”, pág. 133)
3.- Del Imam ‘Ali (P), de sus consejos a Malik al-Ashtar:
“No debes excusarte de atender las cuestiones menores
debido al emprendimiento de las más importantes, pues
hay quienes se benefician de pequeños favores aunque la
cuidadosa atención a las cuestiones mayores es también
importante, y la gente aprovecha de ellas”.
- 287 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

(“Nahyul Balagha”, pág. 1.006)


4.- Del Imam ‘Ali (P), de esos mismos consejos:
“Debes saber que quienes diriges se dividen en distintas
clases, las cuales no se corrigen sino unas con las otras
y ninguna de ellas es autosuficiente. Primero están los
soldados de Dios, segundo los escribanos particulares
o generales, en tercer lugar los jueces justos, en cuarto
lugar los funcionarios justos y benévolos, en quinto lugar
los contribuyentes de los cuales se reciben tributos ya
sean musulmanes o no musulmanes, en sexto lugar los
comerciantes industriales, finalmente se encuentra la clase
baja, los necesitados y menesterosos.
Para cada uno de ellos Dios definió la proporción de sus
derechos y los límites de sus deberes, ya sea en Su Libro o
en la Tradición de Su Profeta (PBd), y es un pacto que de-
bemos guardar. En la religión de Dios hay lugar para todo.
Cada una de ellas tiene un derecho sobre el gobernador,
en la medida de su mérito. El gobernador no puede salirse
de la realidad de aquello que Dios le encomendó, salvo
buscando e implorando la ayuda de Dios, preparando su
alma para aferrarse a la verdad y estando dispuesto a ella,
sea pesada o liviana”.
(“Nahyul Balagha”, pág. 1.002-1.004)
5.- Del Imam Baqir (P):
“Cuando le hizo el baño mortuorio a su padre ‘Ali ibn
al-Husein (P), observaron (quienes lo acompañaban) sus
lugares de prosternación en sus rodillas y el empeine de
sus pies una marca como si fuera la rodilla de un camello.
Vieron además que su hombro tenía algo semejante a esto,
y le dijeron a Muhammad (el Imam Baqir): ‘¡Oh, hijo del
Mensajero de Dios! sabemos que esto es por la abundancia
de oraciones y el prolongamiento de su prosternación,
pero ¿qué es esto que vemos en su hombro?’. Contestó:
- 288 -
Al Haiat - La vida

‘Sepan que si él estuviera vivo, no les habría contestado


nada; él (P) no pasaba un solo día sin alimentar a uno o
más de los necesitados, en la medida de sus posibilidades.
Por las noches miraba lo que quedaba del sustento de su
familia de ese mismo día y lo colocaba en un saco de cue-
ro. Cuando la gente reposaba, lo ponía sobre su hombro
y marchaba por la ciudad con el propósito de encontrar
a quienes necesitaban pero tenían vergüenza de pedir. Lo
repartía entre ellos de tal forma que no sabían de quién
provenía esto. Y nadie de su familia estaba enterado de
esto excepto yo. Era el único que sabía al respecto. Su
intención con esto era otorgar la limosna con su propia
mano y hacerlo secretamente. Y decía: La caridad secreta
apaga la Ira de Dios’”.
(“Da’aimul Islam”, tomo I, pág. 245)
6.- Del Imam Kazim (P):
“Abul Hasan Musa (el Imam Kazim -P-) era el más devoto
de la gente de su época, el más instruido de ellos, más
generoso y más noble que cualquiera de ellos. Se cuenta
que él (P) oraba las supererogatorias de la noche y las
conectaba con la oración del alba. Luego continuaba hasta
la salida del sol. Caía prosternado y no se levantaba de la
súplica y la alabanza hasta aproximadamente el mediodía.
Rogaba mucho diciendo: ‘¡Oh, Dios! Te pido el reposo ante
la muerte y la dispensa ante la cuenta’. Repetía mucho esto
y también era parte de su súplica: ‘Es enorme el pecado de
tu siervo, pero es bella la dispensa de Tu parte’. Y lloraba
por temor a Dios al punto que su barba se mojaba con sus
lágrimas. Se conducía como un buen pariente, el de mejor
conducta con su familia y sus allegados. Por las noches
visitaba a los pobres de Medina y cargaba para ellos una
bolsa conteniendo dinero en efectivo, harina y dátiles.
Ellos lo recibían pero sin saber de quién provenía eso”.
(“Al lrshad”, pág. 277)
- 289 -
Al Haiat - La vida

Una mirada hacia la sección

En esta sección hemos traído los atributos del gobernante


islámico y tallamos las líneas evidentes de esta jerarquía dentro
del sistema islámico. Hemos visto la autoridad de este gobernante
y su esencia, así como sus responsabilidades y obligaciones en los
distintos ámbitos.
También vimos cómo debe ser el gobernante musulmán respecto
al servicio de la sociedad y todo lo que aborda. Por último, anali-
zamos como deben ser los colaboradores del gobernante islámico
y cuáles son sus incumbencias y sus deberes.
Todo esto constituye un conjunto de ideas que el Islam ha traído
a fin de cimentar y establecer un sistema justo y eficaz. Entonces los
deberes del gobernante en el sistema islámico son los siguientes:
1: Escoger a sus gobernadores y ministro entre la mejor gente,
la más noble y piadosa de ella.
2: Vigilar los asuntos administrativos con piedad y esfuerzo.
3: Considerar las cuestiones jurídicas, el juez y su nobleza.
4: Preparar un ejército poderoso, creyente y sacrificado para
difundir las consignas de la justicia y establecer la palabra de Dios.
5: Adornarse con la veracidad ante la gente y cumplir sus
promesas.
6: Proteger el principio de igualdad ante la ley.
Además tenemos otras cuestiones en los capítulos de esta
sección, que constituyen las excelentes bases para establecer el
- 291 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

sistema deseado.
Una parte de estos temas se han narrado de los Imames Purifi-
cados (P) o se ha derivado de ellos. Esto es debido a que ellos son
los verdaderos gobernantes del Islam, las columnas de las ciudades
y los administradores de la gente, como se ha narrado al respecto.
Exhiben concretos pasos y educativos ejemplos en la consagración
a los asuntos de los hombres y en la satisfacción de sus necesida-
des, incluso del más insignificante de ellos, aquel a quien nadie da
importancia. Poseían completo conocimiento de la realidad humana
y su entorno de desgracias y penas, pobreza, enfermedades, etc.
Así vemos en la biografía de los Imames (P) innumerables casos
en los que procedieron personalmente a consolar al afligido, tomar
las manos de los indigentes, alimentar a los hambrientos, hospedar a
los temerosos y otras cosas semejantes. Este es un aspecto “divino-
humano” colosal, en el cual se halla la complacencia de Dios y su
favor. Entonces encontramos ejemplos similares en las vidas de los
educadores, los sabios, quienes siguieron a los Imames (P), tomaron
sus lugares e investigaron los asuntos de la gente y sus dificultades.
He aquí un ejemplo de esto:
El autor de la obra “Al Kuna ua Alqab” en descripción del
estado del eminente sabio Saied Muhammad Mahdi Bahrul Ulum
Tabatabai (1155-1212 de la Hégira) relata:
“Cuenta nuestro gran Sheij autor de “Al Mustadraq”,
del confiable sabio justo Saied Muhammad, hijo del sabio
Saied Hashem al-Hendi, residente de Nayaf, que el siervo
justo, desapegado, piadoso y devoto Al-Hayy Muhammad
Jaz’ali, quien alcanzó a ver a Saied (Tabatabai), dijo: ‘El
gran sabio Saied Yauad al-Amali, autor de “Al Miftahul
Karamah”, se hallaba cenando una noche cuando alguien
golpeó su puerta, supo que se trataba del servidor de Saied
Bahrol Ulum y fue rápidamente hacia la puerta. Este le
dijo: ‘Saied preparó comida y te está esperando’. Entonces
se dirigió apresuradamente hacia él y cuando entró (en su

- 292 -
Al Haiat - La vida

casa) Bahrul Ulum le dijo: ‘¿Acaso no temes a Dios, no te


cuidas ni te avergüenzas de Él?’. Entonces Seied Yauadul
Ameli preguntó: ‘¿Que ha sucedido?’. Le contestó: ‘Un
hombre de tus hermanos ha estado tomando dátiles secos
prestados de un verdulero, todos los días para su familia,
pues no encuentra otra cosa. Pasaron siete días sin comer
trigo ni arroz; no comieron más que dátil seco. Hoy fue
a pedir dátil seco para cenar y entonces el verdulero le
reclamó la deuda. Avergonzado del verdulero no le pidió
nada. Él y su familia pasaron la noche sin cenar, mientras
que tú llevas una buena vida y comes bien. Él es alguien
que va a tu casa y tú lo conoces. Es fulano’. Entonces dijo:
‘¡Por Dios que no sabía de su estado!’. Seied (Tabatabai)
le dijo: ‘Si hubieras sabido de su estado e igualmente hu-
bieses permanecido sentado sin darle importancia, serías
un judío o aún más, un idólatra. Mi enojo contigo sólo es
por tu indiferencia, por no investigar sobre tus hermanos,
por tu ignorancia respecto de sus estados. Por lo tanto,
toma esta bandeja que mi servidor carga, llévala hasta
su puerta y dile: ‘Me gustaría cenar contigo esta noche.
Luego pon esta bolsa bajo su alfombra o esterilla. Deja
la canasta allá y no vuelvas con ella’. Y la canasta estaba
repleta de comida”.

- 293 -
Al Haiat - La vida

Índice

Prefacio de la edición castellana............................................... 7

Sección Octava: Los sabios..............................................9


Capítulo I: Punto de vista general............................................ 11
Capítulo II: La grandeza del sabio........................................... 13
Los sabios y sus jerarquías.................................................... 13
Honrar a los sabios y engrandecerlos.................................... 15
Visitar a los sabios................................................................. 16
Sentarse ante los sabios........................................................ 17
La conducta de la compañía del sabio y sus derechos.......... 18
El sabio y la importancia de seguirlo...................................... 18
Capítulo III: El sabio está en su obra....................................... 21
El sabio sin acción aumenta su alejamiento de Dios............. 23
El sabio que no practica es despreciable ante la gente......... 23
El sabio que no obra tiene un arrepentimiento y un castigo
más violento que la gente...................................................... 24
El sabio que no practica es un tonto...................................... 24
El sabio que no obra es un ignorante..................................... 25
El estado del sabio que no obra es peor que el del ignoran-
te............................................................................................ 26
El sabio que no obra y su mala influencia.............................. 26
La difusión sin obra es inútil................................................... 26
Los predicadores de la comunidad que no practican lo que
pregonan................................................................................ 27
Los zorros de la comunidad................................................... 27

- 295 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

El ejemplo del sabio que no obra conforme a su conoci-


miento..................................................................................... 28
Vedar el mal después de abandonarlo................................... 28
Capítulo IV: Los sabios y sus posiciones sociales y reli-
giosas......................................................................................... 31
Los herederos de los Profetas............................................... 31
Los sucesores del Mensajero y sus confidentes.................... 32
Los gobernantes del pueblo, reyes y demás.......................... 33
La autoridad de la comunidad en situaciones legales y jurí-
dicas....................................................................................... 33
La autoridad mayor................................................................ 34
Capítulo V: El rol de los sabios en el enfrentamiento a los
opresores y dictadores............................................................. 37
Capítulo VI: Otras grandes responsabilidades alrededor de
los asuntos de la vida y las dificultades de la gente............. 43
Sobre la advertencia a la gente y su orientación................... 43
La capacidad de hablar claramente, considerando los asun-
tos necesarios en las conversaciones y defendiendo la ver-
dad......................................................................................... 44
Considerar las capacidades mentales y el nivel de compren-
sión......................................................................................... 47
Rechazar la innovación despertar las mentes y ampliar la
conciencia social.................................................................... 48
Rechazar la desesperanza y derramar el espíritu de la es-
peranza.................................................................................. 50
Observar los derechos materiales e inmateriales de los dé-
biles y los despojados............................................................ 51
Preservar los bienes de la gente y apartar de ella la opre-
sión......................................................................................... 53
Atender a los enfermos crónicos y a los desgraciados.......... 53
Conocer el tiempo y sus características................................. 54
Evitar la convivencia con los sultanes y alejarse de ellos...... 54
El cargo, sus herramientas y responsabilidades.................... 55
Los sabios y el silencio odioso ante Dios Altísimo................. 56
Los sabios, la alianza de Dios y el pacto del Mensajero de
- 296 -
Al Haiat - La vida

Dios (PBd).............................................................................. 57
Los sabios y la censura de sus escapatorias de la muerte y
sus entregas de los asuntos de la Religión en las manos de
los opresores.......................................................................... 57
Los sabios y el sacrificio de la sangre para el rescate de las
comunidades.......................................................................... 58
Los sabios, sus responsabilidades políticas y sociales, y las
enormes calamidades ante el descuido de dichas responsa-
bilidades................................................................................. 58
Las responsabilidades de los sabios respecto de los despo-
jados y oprimidos................................................................... 59
Las responsabilidades de los sabios frente a los eruditos
dependientes de los opresores.............................................. 59
Aceptar el consejo y evitar el tropiezo.................................... 60
La valentía, la toma de iniciativa y el pleno atrevimiento en
pos de la vigencia de los mandatos....................................... 61
La palabra de Saied Yamalud Din al-Asad Abadi sobre la
crítica del temor...................................................................... 62
Capítulo VII: La responsabilidad de los sabios ante el
Corán.......................................................................................... 67
Capítulo VIII: Criticar la discrepancia de los sabios y sus
dispersiones.............................................................................. 71
Capítulo IX: Las fronteras (de la creencia) y sus guardia-
nes.............................................................................................. 75
Capítulo X: La desgracia de un sabio por recurrir a un
opresor....................................................................................... 79
Capítulo XI: Los sabios justos y algunas de sus caracterís-
ticas............................................................................................ 83
Conocer a Dios Altísimo......................................................... 84
La búsqueda del conocimiento por Dios, sus señales y efec-
tos........................................................................................... 85
La contemplación, el retiro y la meditación............................ 86
La influencia mutua entre el conocimiento y el corazón......... 89
La humildad y la sinceridad.................................................... 93

- 297 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

El desapego........................................................................... 94
La piedad y el autocontrol...................................................... 94
Su existencia beneficiosa....................................................... 94
Difundir la ciencia................................................................... 95
Subyugar la concupiscencia y eludir la disputa...................... 96
El amor a los pobres y los menesterosos. Estar junto a los
oprimidos................................................................................ 97
Abarcar los diferentes ámbitos del conocimiento................... 98
Recurrir al Corán y no a otro que él....................................... 98
El mirarlos hace recordar a Dios............................................ 99
Son la mejor creación de Dios luego de los Imames Infali-
bles (P)................................................................................... 99
Capítulo XII: Los sabios corruptos y algunas de sus parti-
cularidades.............................................................................. 101
El amor al mundo y ser seducido por él............................... 102
La búsqueda de la ciencia para el mundo............................ 103
Pretensión y engreimiento.................................................... 103
Ocultar la ciencia.................................................................. 104
Vivir del tesoro público abandonando las responsabilida-
des........................................................................................ 105
Alimentarse de la religión..................................................... 105
El falso desapego................................................................. 105
Utilizar la religión como trampa............................................ 106
Buscar la jefatura, amar la fama y el elogio......................... 107
Romper la columna de la religión......................................... 109
Embellecer ante la gente...................................................... 110
Adquirir notoriedad con la ciencia, no con el acto................ 110
Renunciar a la ciencia...........................................................111
Ellos son lo peor de la creación de Dios.............................. 112
Capítulo XIII: Acercamiento y alejamiento............................ 113
Invitar a la gente hacia ellos................................................. 113
Hacer evitar a la gente de ellos............................................ 115
¿Quién es más merecedor de encaminar y recomendar?... 117
Los disertantes con los cuales hay que cortar relaciones.... 117

- 298 -
Al Haiat - La vida

Capítulo XIV: La jerarquía y la autoridad.............................. 121


Observaciones de la Sección Octava.................................... 125
La autoridad, sus fundamentos y responsabilidades:.......... 126
La autoridad y sus méritos................................................... 132
La autoridad y sus incompatibilidades................................. 138
¿Quién es un erudito?.......................................................... 141
Considerar la sabiduría en cuanto a la dignificación de los
sabios y hacer recurrir a la gente a ellos.............................. 147
Algunos de ellos, no todos................................................... 149
La ocupación de los cargos religiosos por quien es indigno
de los mismos y algunos de sus peligros............................. 150
La responsabilidad religiosa ante la ocupación de quien no
es digno................................................................................ 151
La unidad del líder................................................................ 153
El gobierno de un erudito..................................................... 156

Sección Novena: El liderazgo y el gobierno................159


Capítulo I: El dictamen religioso divino................................ 161
Capítulo II: El gobernante religioso....................................... 165
Capítulo III: Los objetivos del gobierno religioso................ 173
Capítulo IV: Los intereses generales y el gobernante reli-
gioso......................................................................................... 177
Capítulo V: El gobernante religioso es el eje de la verdad,
la justicia y la rectitud............................................................. 181
Capítulo VI: La política práctica del gobernante islámico... 185
El gobernante musulmán desde el punto de vista del Imam
‘Ali ibn Abu Talib (P)............................................................. 187
No existe respeto ni nobleza para el gobernante opresor.... 187
Capítulo VII: La vinculación entre la filosofía ideológica y
a filosofía política.................................................................... 189
Capítulo VIII: La vinculación entre las acciones religiosas
y la filosofía política................................................................ 193
- 299 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

Capítulo IX: El gobernante religioso y la difusión de las


leyes celestiales sobre la tierra............................................. 197
Capítulo X: Los guías justos y los guías opresores............ 201
Capítulo XI: La prohibición de colaborar con los gober-
nantes opresores.................................................................... 205
Capítulo XII: Los gobiernos opresores y sus efectos......... 209
Capítulo XIII: Salir de la luz del Islam hacia las tinieblas del
gobierno opresor y el sistema tiránico................................. 213
Capítulo XIV: La obligación de rechazar los gobiernos sin
religión...................................................................................... 217
Agruparse en torno del gobernante islámico........................ 220
Los efectos de seguir al verdadero gobernante................... 222
Una mirada hacia la sección.................................................. 225

Sección Décima: El gobernante islámico....................229


Capítulo I: La autoridad del gobernante islámico y su obli-
gación....................................................................................... 231
Capítulo II: El gobernante islámico y sus responsabilida-
des personales........................................................................ 239
Capítulo III: El gobernante islámico y sus gobernadores... 243
Escoger a los gobernadores e intendentes.......................... 243
La vigilancia general............................................................. 245
La vigilancia particular sobre los asuntos judiciales............. 247
El ejército y sus estados....................................................... 248
Capítulo IV: El gobernante islámico en el ámbito adminis-
trativo....................................................................................... 251
Acercarse a la gente y rechazar ocultarse de ellos.............. 251
La veracidad y el cumplimiento de las promesas ante la
multitud................................................................................. 253
La igualdad frente a la ley.................................................... 253
Los ideales del hombre y el trabajo para apuntalarlos......... 256

- 300 -
Al Haiat - La vida

Considerar el respeto de los individuos, sus opiniones y


sus jerarquías....................................................................... 259
Aceptar la crítica y evitar la terquedad................................. 261
Capítulo V: Las obligaciones del gobernante islámico res-
pecto de garantizar las necesidades de la sociedad y en
otros ámbitos de la subsistencia y la educación................. 263
Los gastos y sustentos......................................................... 263
Las deudas........................................................................... 264
Cumplir los derechos............................................................ 269
Luchar contra la pobreza y exterminarla.............................. 272
Enfrentar a los monopolios y controlar los precios............... 273
El mantenimiento de los derechos de los trabajadores y
agricultores........................................................................... 275
La construcción.................................................................... 276
Recaudar los impuestos y las limosnas............................... 277
La lucha contra el analfabetismo y la obligación de la ense-
ñanza.................................................................................... 278
Capítulo VI: El gobernante islámico y la consolidación de
las relaciones sociales y los vínculos religiosos................. 281
Trabajar para concretar la hermandad y la solidaridad so-
cial........................................................................................ 281
Enfrentarse contra la devastación y la corrupción............... 283
Consolidar las relaciones familiares y lo correspondiente a
ellas...................................................................................... 284
Otros aspectos de los importantes temas de la humanidad.286
Una mirada hacia la sección.................................................. 291

- 301 -
Muhammad Rida Hakimi, Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi
Al Haiat
La Vida
Tomo IV

Tomo IV

Muhammad Rida Hakimi,


Al Haiat – La Vida

Muhammad Hakimi y ‘Ali Hakimi

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