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Gestión del
Cambio y del
Compromiso
Módulo 2
Gestión del cambio
REV062022
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................................... 3
CONCLUSIONES .................................................................................................................................... 54
BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................................................... 56
FIGURAS
FIGURA 1. ENTENDIMIENTO DEL CAMBIO ORGANIZACIONAL .................................................................... 11
FIGURA 2. FORTALIECIMIENTO DEL CAPITAL HUMANO.............................................................................. 16
FIGURA 3. FÓRMULA PARA LA GESTIÓN DEL CAPITAL HUMANO EN PRO DEL CAMBIO .............................. 17
FIGURA 4. FUERZAS QUE EQUILIBRAN EL COMPORTAMIENTO .................................................................. 23
TABLA
TABLA 1. MODELOS DE CAMBIO ................................................................................................................. 29
Introducción
El mundo moderno, con sus giros culturales, tecnológicos y sociales, exigen
poblaciones dispuestas a acelerar la marcha para no perder el paso ni quedarse
rezagados ante los cambios, que cada vez ocurren más rápidamente.
1. Imagen holográfica de la
organización
Las organizaciones, en general, son organismos vivos que conviven en un
entorno, un medio ambiente con el cual interactúan, de modo que se ven
afectadas por otros actores y el entorno mismo; cada organización debe buscar
satisfacer sus propias necesidades dentro de ese sistema dinámico y complejo.
Y tal afirmación sigue vigente 2500 años después, de acuerdo con los bestsellers
publicados en los inicios del tercer milenio:
Cada grupo tiene una lectura diferente de la organización, y cada uno tiene
intereses distintos para poner en marcha —o no aceptar— una iniciativa de
cambio. En esta circunstancia, el rol del líder y su equipo, como agentes de
cambio, es crucial para conciliar, persuadir e implantar el cambio.
Los gerentes no
entienden las Implantación Implantación
necesidades, los fallida parcial
deseos y las
capacidades de los
miembros.
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Los gerentes entienden
Implantación Implantación
las necesidades, los
deseos y las
parcial completa
capacidades de los
miembros.
Los líderes necesitan enfocarse hacia el exterior, analizar los mercados, inventar
futuros y esbozar caminos adecuados para concretarlos. Su atención debe
centrarse en las grandes líneas estratégicas, en la visión inspiradora y en la
coordinación de la energía de la gente. El papel del liderazgo es crítico:
Atracción.
Inspiración.
Estimulación.
Aspecto intelectual.
Consideración.
Personalización.
Visualización.
Energización.
Capacitación.
Estructuración.
Control.
Recompensa.
Estimule el proceso.
Inspire una visión compartida.
Capacite para hacer que los demás actúen.
Muestre el modo.
Estimule los sentimientos.
Desde esta perspectiva, ¿cuáles son las competencias que tendría que
manifestar un gestor del cambio para implantar de manera efectiva un
cambio continuo o discontinuo? A continuación, las enumeramos:
Sociedad en red.
Explosión tecnológica.
Nuevas demandas respecto a las necesidades formativas.
Incremento de la inseguridad mundial (temor constante).
Formación de comunidades y bloques económicos; celebración de tratados
de libre comercio.
Inestabilidad social y económica.
Es así que en el actual contexto, una sola persona no es capaz de reunir todas
las competencias necesarias para gestionar un proceso de cambio; necesita de
un equipo que la apoye. Al respecto, es pertinente establecer la diferencia entre
un grupo y un equipo de trabajo; según Wendell L. FRENH (1995):
Equipos de mejora.
Círculos de calidad.
Equipos de proyecto.
Comités de cambio.
Equipos de progreso.
Equipos de desarrollo.
Cuadros directivos.
Equipos de transición.
A mayor A mayor
complejida competenci
d a
A mayor
dinamismo
Al respecto, el capital humano está compuesto por todos los recursos internos
que poseen las personas, entre ellos sus conocimientos, habilidades y aptitudes,
los que se manifiestan en comportamientos. Sin embargo, manifestar lo mejor
del capital humano no sólo es responsabilidad de las personas, que poseen estos
recursos internos; también cumple un rol importante la organización, siendo que
tiene que proveer el contexto organizacional apropiado para que las personas se
esfuercen, así como proveer un tiempo prudente para que las personas puedan
adaptarse a nuevos roles y/o desafíos.
FIGURA 3. FÓRMULA PARA LA GESTIÓN DEL CAPITAL HUMANO EN PRO DEL CAMBIO
Conocimientos Esfuerzo
Habilidades Comportamientos X
Tiempo
Aptitudes
Rechazo a la innovación.
Falta de iniciativa.
Inmovilización.
Perspectivas reduccionistas.
Renuncia al desarrollo.
La palabra comportamiento
generalmente se refiere a acciones
de un objeto u organismo,
usualmente en relación con su
entorno o mundo de estímulo. En
psicología, el comportamiento se
define de la siguiente manera:
Podemos enfocar los frenos y los motores del cambio desde la perspectiva de
los aspectos negativos y positivos de las personas, respectivamente; en cuanto
a los frenos, podemos mencionar todo lo relacionado con los malos pensamientos
y malas actitudes: procrastinar, desconfiar, mentir, resentir, falta de compromiso,
etc.; estos son elementos que no contribuyen a la construcción de algo que valga
la pena. Por el contrario, los motores del cambio estarían conformados por los
aspectos positivos para la creación y construcción de un ambiente organizativo
3. Modelo de cambio
Considerando que, en todo proceso de cambio, las personas presentan una serie
de comportamientos y pasan por diferentes fluctuaciones emocionales,
analizaremos, a continuación, dos teorías que permiten establecer estrategias de
implantación del cambio; estas consideran las emociones de las personas:
análisis del campo de fuerzas y el proceso del cambio.
De acuerdo con Kurt LEWIN, el equilibrio viene dado por la interacción de dos
fuerzas de igual magnitud que operan en sentidos diametralmente opuestos;
cuando una de ellas cobra mayor magnitud, se produce un desequilibrio. Este
desequilibrio puede ser bueno o buscado, o también puede ser malo o no
buscado.
Fuente: Lewin.
Esto implica que, para lograr el cambio buscado, las fuerzas impulsoras deben
ser de mayor intensidad, y así lograr un nuevo estado de equilibrio que se
acerque al buscado por la organización.
Por lo general, en todo proceso de cambio, las personas se enfrentan con dos
grandes obstáculos:
Ante esta situación, Kurt LEWIN identificó tres fases consecutivas que permitirían
que el cambio se logre con solidez: descongelamiento, cambio,
recongelamiento:
Una vez que los individuos estén motivados para cambiar, están listos para
asimilar las nuevas pautas de conducta. Esta etapa incluye información,
entrenamiento establecimiento de nuevos procedimientos de trabajo y de
relaciones.
Buscar éxitos a corto plazo. Se podrá discutir las estrategias, pero no los
resultados.
Establecer los indicadores de gestión que permitan medir el nivel de éxito
y utilizarlos para comunicar mejor.
Comunicación interna y externa.
Veamos un ejemplo de cambio, lo que sucedió con la Policía de New York bajo la
Dirección de William Bratton.
ante la ausencia de Bratton —quien había renunciado—, lo cual demostró que los
cambios se habían institucionalizado y que el cambio proactivo había tenido éxito.
3.3. Etapas
El modelo propuesto por Kurt LEWIN puede conjugarse muy bien con otros
modelos para explicar las diferentes etapas en un proceso de adaptación al
cambio.
Shock. Shock.
Descongelamiento.
Negación.
Retirada a la defensiva.
Darse cuenta.
Aceptación de realidad.
Reconocimiento.
Experimentación. Prueba.
Búsqueda de significado.
Adaptación y cambio. Recongelamiento.
Integración de habilidades y conductas.
En la negación, hay una fuerte predisposición a creer que nada cambia y a desear
que todo permanezca igual. Uno se autoconvence de que la amenaza es
inexistente, poco probable y de poco impacto. Al no reconocerlo, no puede hacer
daño. El principal objetivo de esta etapa es protegerse.
En esta última etapa del proceso se produce la adaptación, y hay una clara
mejoría en el rendimiento. Asumir el cambio permite:
Valorarlo mejor.
Observar qué aspectos resultan discutibles y, por lo tanto, susceptibles de
ser mejorados.
Involucrar aspectos positivos en la nueva forma de hacer las cosas.
Hacer lo propio, lo que implica verlo como una oportunidad de
transformación interior. Precisamente, esta transformación interior se da:
En nuestras convicciones.
En la manera de pensar y valorar las cosas.
En la forma de funcionar emocionalmente.
En el estilo de vida que se practica.
En la percepción del sentido o el propósito de la vida.
4. Resistencia al cambio
La resistencia es un mecanismo de defensa que emplean todos los seres humanos
con el fin de evitar confrontar aspectos de uno mismo o de la realidad, los que
son percibidos como amenazas. Así que podemos afirmar que es normal contar
con resistencias en un proceso de cambio.
Las personas presentan diversas razones por las cuales no están dispuestas con
facilidad a aceptar los cambios que la organización está encaminada a
implementar.
para no tener que improvisar alguna solución, sino —más bien— contar
con planes contingentes que disminuyan estos malestares.
Del mismo modo que en los dos puntos anteriores, luego de los
cambios se puede producir ciertas dificultades, como sostener los
nuevos comportamientos, afectando a las áreas y al mismo
personal. A estos efectos o problemas hay que diagnosticarlos y
atenderlos de la manera más conveniente, evitando que mermen los
beneficios obtenidos.
Recuerde siempre que se debe evitar cambios que carezcan de sentido o que no
sean importantes.
Sin modificar emociones, no hay cambio que dure lo suficiente. Sin embargo, el
mundo empresarial y las organizaciones en general privilegian lo racional. Un
axioma fundamental es:
Está demostrado que los líderes del cambio más exitosos son sensibles a las
emociones ajenas. Son capaces de aumentar las emociones positivas vinculadas
con programas de cambio, y de disminuir las negativas. Su axioma fundamental
es:
El gestor del cambio debe aplicar las siguientes acciones, en función de las
diferentes etapas en las que se encuentre:
coherentes y efectivas. No hay que olvidar que nos encontramos en una época
en la que los cambios son comunes, vienen de forma natural y hay que
aceptarlos, pero no debe ser con una actitud de resignación; hay que aceptarlos
con buenos ojos, pero principalmente hay que aprovecharlos, porque si no lo
hacemos nosotros, alguien lo hará. No tendremos otra oportunidad como esta,
pueden venir otras oportunidades, pero solo quienes se acostumbran a estar
alertas para no dejarlas pasar son quienes sacan provecho de mejor manera de
estas circunstancias.
sentimiento de que algo debe ser hecho. Esta sensación inicial a crear es
fundamental porque solo las personas que toman conciencia de lo que
pasa se encuentran con la sensibilización necesaria para iniciar y colaborar
con el cambio que se busca.
Ideas sobre cómo desarrollar tanto una visión como una estrategia:
Las acciones siempre serán más importantes que las palabras; sobre todo,
si entre ambas ocurren distorsiones. Las personas quedan más
impactadas, para bien o para mal, cuando observan lo que pasa, por eso
se da muchas veces situaciones de incredulidad ante lo que se dice; la
causa puede ser que, en el pasado, lo ofrecido no fue finalmente lo que
ocurrió. Los símbolos que se tenga para sustentar los beneficios son
importantes, así como la repetición de los mensajes y su coherencia con
lo que se observa.
Podemos decir que mientras más clara sea una victoria y/o resultado,
mejor se sentirá la organización con el cambio. Las victorias inmediatas
generan optimismo y confianza. Se produce el efecto «bola de nieve».
Mientras más optimismo haya frente a los cambios, más cambios querrá
hacer la gente en el futuro.
Se debe tener cuidado, incluso en esta etapa final, pues a menos que los
cambios estén insertos con solidez, en la forma de sentir, pensar y actuar,
de todos los miembros de la organización, las nuevas estructuras y
prácticas pueden no ser muy duraderas; el riesgo de llevar a la
organización a la realidad original no se debe permitir, por eso el llamado
a estar alerta y monitorear por un tiempo, hasta tener la certeza que no
se corre peligro.
El cambio puede ser frágil. Los cambios no han llegado a su fin una
vez que se haya obtenido los resultados esperados. Por el contrario,
es solo un buen comienzo; los cambios no serán permanentes hasta
que no se internalice en la cultura organizacional. Esté alerta a
todos los factores que puedan afectar y diluir el impacto a largo
plazo de los cambios, y lidie efectivamente con cada uno de ellos.
Comunique con entusiasmo los cambios implementados, los logros
alcanzados, así como su impacto para los trabajadores. Utilice todos
los medios posibles, multimedia y audiovisuales. Es importante que
los nuevos empleados «vean» los logros de tal manera que se
sientan animados a continuar con la acción de cambio.
Hacer público los reconocimientos, ascensos y promociones de
todos aquellos que se convirtieron en agentes de cambio, por sus
entusiasmos y desarrollo de conductas asociados con el cambio.
Identificar y construir historias emotivas sobre el éxito alcanzado,
de tal manera que muestren la nueva cultura corporativa de un
modo memorable. Si es posible, filmar a los trabajadores contando
dichas historias y difundirlas en toda la organización, por ejemplo,
a través de los televisores de los comedores. Asimismo, es posible
que un usuario del servicio quiera grabar su satisfacción por los
cambios implementados por la organización y que hayan incidido
en su beneficio. Estas medidas constituirán un refuerzo positivo que
coadyuvará a la consolidación de los cambios.
Son esos indicadores los que hay que evaluar para conocer el grado de
aprendizaje que adopta una organización.
Por último, para concluir hacemos referencia a los principios de Jack WELCH
(considerado el mejor gerente del siglo XX), a los cuales siempre se mantuvo fiel.
Tales principios nos pueden proveer elementos de juicio para seguir mejorando,
y/o innovando, en nuestras organizaciones:
Conclusiones
Se ha señalado que todas las organizaciones tienen necesidad de cambiar. En
ese sentido, existen hasta tres tipos de cambio:
El cambio está en oposición al estado actual de las cosas, que es definido por
Kurt Lewin como el equilibrio que viene dado por la interacción de dos fuerzas
de igual magnitud que operan en sentidos diametralmente opuestos; cuando una
de ellas cobra mayor magnitud, se produce un desequilibrio, o cambio.
Lo anterior significa que para generar cambio se debe romper el equilibrio, sobre
la base de cualquiera de estas tres estrategias:
Asimismo, Kurt Lewin también señala la necesidad de trabajar en tres fases para
consolidar el cambio:
Por último, no olvidar que la realidad al ser muy compleja, muy probablemente
tendremos que apoyarnos en más de un modelo o herramienta conceptual. En
ese sentido, el modelo propuesto por John Kotter también será de gran ayuda.
Él señala 08 fases que tenemos que cuidar y/o atender para implementar un
proceso de cambio exitoso. Las fases son:
Bibliografía
AGUILAR, J. (2001): Ética en la nueva economía, en AA.VV. La ética en los negocios,
Ariel.
FERNÁNDEZ AGUADO, J. (2002, 3ª edi.): Liderar. Mil Consejos para un Directivo, CIE
Dossat 2000.