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4.

CONCEPTOS PARA EL ESTUDIO DE LAS SOCIEDADES DEL PALEOLÍTICO

4.1 Conceptos y metodología para el estudio de los cazadores y recolectores


prehistóricos

a. El concepto de cultura

• Una definición: http://es.wikipedia.org/wiki/Cultura#Origen_del_t.C3.A9rmino


(consulta de 25 de noviembre de 2015).
• Se puede consultar la evolución histórica del significado en:
http://www.eumed.net/libros/2007b/301/evolucion%20historica%20del%20concep
to%20de%20cultura.htm (consulta de 25 de noviembre de 2015).
• El concepto de cultura arqueológica. Fundamental para la Arqueología
Tradicional.
– V. Gordon Childe (1929) propone la primera definición como equivalente a un
complejo de tipos de artefactos regularmente asociados. Asume que cada
conjunto de rasgos asociados identificado como cultura constituiría la
expresión de lo que entonces se denominaba un “pueblo”. Está constatado
que Childe se inspiró, sin referirlos, en los artículos de G. Kossinna. Y usó la
expresión en varias publicaciones antes de definirla en la citada.
– En 1935 afirma que cultura son hechos observados, cuya interpretación es
proporcionada por la etnografía.
– En 1958 (Childe 1978: 16) sintetiza el significado y el empleo del concepto en
la investigación arqueológica. La cultura integra los resultados permanentes
de los comportamientos humanos. Aquéllos pueden ser reducidos a tipos
abstractos. Si se encuentran juntos de manera reiterada representan a
sociedades.
• La introducción de un concepto de cultura diferente por influencia de la “Ecología
Cultural”.
– La Nueva Arqueología propugna el abandono del concepto childeano y la
reintegración del concepto antropológico de cultura (Binford 1962).
– Sus seguidores aplican el concepto elaborado por L. White (1949, 1974),
quien la concibió como un sistema integrado por tres subsistemas:
tecnológico, sociológico e ideológico. Para él, forma parte de la cultura todo
producto que es resultado de la capacidad de simbolizar de la mente
humana, que se expresa principalmente por medio del lenguaje.
– Según esta línea argumental, la cultura se expresa como:
» Conocimientos.
» Comportamientos.
» Artefactos.
– Podemos resumir que con el término cultura nos referimos al conjunto de las
formas de vida de las personas conviviendo en sociedad y a las normas que
las gobiernan.
– Se ha argumentado (Foley 1991) acerca de la utilidad del concepto para el
estudio de los orígenes humanos. Cabe preguntarse si el actualismo que
subyace al mismo no lo invalida para aproximarnos al comportamiento de
individuos que no poseían el mismo repertorio de atributos de los humanos
actuales.
– En cualquier caso, en el estudio de la Prehistoria Antigua, la entidad
clasificatoria ha continuado siendo la “industria” o el tecnocomplejo. Como un
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resultado de la crítica al concepto de cultura arqueológica, se ha avanzado en


la caracterización del concepto de cazador-recolector o cazador y recolector.
• La aplicación de la analogía etnográfica en Arqueología. Límites y condiciones
– Analogía. Forma de razonamiento por el que la identidad desconocida de
cosas o relaciones puede inferirse de las que son conocidas.
– En su aplicación en Arqueología se distingue entre analogía etnográfica
general, analogía histórica directa y analogía experimental.
– Es corriente este tipo de razonamiento cuando valoramos aspectos o
atributos particulares, pero cuando se trata de elaborar modelos generales
son necesarias unas condiciones (continuidad cultural, compatibilidad en el
medio ambiente y similitud de la forma cultural –Sharer y Ashmore 1979: 460)
que reducen drásticamente las posibilidades de la analogía para la
interpretación del registro arqueológico más antiguo.
– Para garantizar la aplicación correcta del razonamiento analógico es
necesario introducir criterios de relevancia (Wylie 1985).
• Desarrollo de la Etnoarqueología
– Los estudios etnográficos de sociedades humanas vivas han constituido la
fuente más común de análogos. Pero su potencial era reducido por no
centrarse en las relaciones entre comportamiento y restos materiales.
– La Etnoarqueología tiene por objetivo determinar la forma en que los
elementos materiales se integran en los depósitos arqueológicos: qué se tira,
cuántas veces y por qué. Las diferentes maneras de entenderla se pueden
consultar aquí: http://es.wikipedia.org/wiki/Etnoarqueolog%C3%ADa (consulta
de 25 de noviembre de 2015).
• Arqueología experimental
– Tradicionalmente el interés se centró en aspectos tecnológicos y funcionales
de los artefactos. Más recientemente, en la variedad de comportamientos
relacionados con los materiales arqueológicos: aprovisionamiento,
manufactura, uso, mantenimiento, desecho y reciclado.
– Dados los problemas que están implicados en las actividades actuales de
réplica y experimentación (imposibilidad de reconstruir procesos técnicos
prehistóricos, falta de identidad de procesos, carencia de datos cuantitativos),
los resultados de la investigación experimental nunca pueden considerarse
como criterios de certeza.
• Otras fuentes de inspiración para la propuesta de hipótesis: Primatología y
Paleontología; Tafonomía
– Los estudios de comportamiento primate cada vez tienen más valor como
fuente de información comparativa. Tres son las áreas de interés:
» Manufactura y manejo de útiles por chimpancés

Fig. 127. Chimpancé partiendo nueces con una piedra usada como martillo contra otra que hace de yunque (a la izquierda).
Recuperado el 12 de noviembre de 2017, de http://serious-science.org/ape-tool-usage-reveals-the-secrets-of-human-

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technology-evolution-3149. Chimpancé intenta atrapar termitas con una rama preparada al efecto (derecha). Recuperado el 12
de noviembre de 2017, de https://www.seeker.com/chimps-trade-tools-to-help-out-pals-1767329050.html.

» Clip de video “La Edad de Piedra de los chimpancés”:


http://es.youtube.com/watch?v=3UswIclznXs&feature=related
(consulta de 25 de noviembre de 2015).
» Patrones de forrajeo y uso de la tierra por las diferentes especies
primates.
» Pautas de consumo de carne y actividades de caza entre los primates
no humanos.
– Incluso ya se han realizado las primeras excavaciones en lugares
donde los chimpancés desarrollan actividades, como se acredita en la
siguiente información:
http://www.elpais.com/articulo/futuro/Mercader/_Julio/hay/diferencia/ex
cavar/yacimiento/chimpances/humano/elpfutpor/20030115elpepifut_4/
Tes (consulta de 25 de noviembre de 2015).
– La Tafonomía es una rama de la Paleontología que estudia los procesos que
ocurren tras la muerte de un organismo hasta que queda sepultado (la
definición más restringida) o entra en el denominado registro fósil (en la
definición más general). En este último caso, los procesos que se suceden se
describen con la frase “de la biosfera a la litosfera”.

b. El concepto de cazador y recolector (o cazador-recolector)

• Los sistemas sociales cuyos modos de subsistencia se basan en el


aprovechamiento de combinaciones variadas de productos conseguidos
mediante caza y/o recolección han recibido el calificativo genérico de sociedades
de cazadores y recolectores. Este concepto es una elaboración de la
investigación antropológica contemporánea, si bien el debate teórico y
metodológico desarrollado en la Arqueología desde los años setenta del siglo XX
ha contribuido sustancialmente a enriquecer su significado. Se puede examinar
por medio del siguiente enlace: http://es.wikipedia.org/wiki/Caza-
recolecci%C3%B3n (consulta de 24 de octubre de 2015).
• Definición de sociedades de cazadores y recolectores en la web “Dictionary.
Com”.

Societies that rely primarily or exclusively on hunting wild animals, fishing, and gathering wild
fruits, berries, nuts, and vegetables to support their diet. Until humans began to domesticate
plants and animals about ten thousand years ago, all human societies were hunter-
gatherers. Today, only a tiny fraction of the world's populations supports themselves in this
manner, and they survive only in isolated, inhospitable areas, such as deserts, the frozen
tundra, and dense rain forests. Given the close relationship between hunter-gatherers and
their natural environment, hunting and gathering tribes such as the Bushmen and the
Pygmies may provide valuable information for anthropologists seeking to understand the
development of human social structures.

Hunting-and-gathering-societies. (n.d.). The American Heritage® New Dictionary of Cultural


Literacy, Third Edition. Recuperado el 24 de octubre de 2015, del sitio web Dictionary.com:
http://dictionary.reference.com/browse/hunting-and-gathering-societies.

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c. Debate en torno a la definición de los cazadores y recolectores prehistóricos: una


caracterización basada en el modo de subsistencia

• La investigación del siglo XIX presentó una imagen de los humanos prehistóricos
basada en prejuicios. J. Lubbock (1870) en The Origin of Civilisation and the
Primitive Condition of Man: Mental and Social Condition of Savages crea el
estereotipo cuando afirma que “(…) es esclavo de sus necesidades, de sus
pasiones; imperfectamente protegido de las inclemencias del tiempo, sufre por el
frío durante la noche y a causa del calor del sol durante el día; desconocedor de
la agricultura, ya que vive de la caza, e imprevisor del éxito, el hambre lo persigue
siempre y a menudo lo conduce hacia la terrible alternativa del canibalismo o la
muerte.”
• Con el siglo XX, coincidiendo con la aceptación del arte prehistórico, se
generaliza la imagen del cazador en continua lucha por la supervivencia.
• En buena medida, algunos de los refinamientos del concepto han surgido en
relación con los debates tenidos acerca de la naturaleza y los modos de vida de
las sociedades humanas más primitivas.
• La trascendencia del coloquio “Man the Hunter” celebrado en Chicago en 1966
(Lee y De Vore 1968).
– Contribuyó a cambiar la perspectiva tradicional, al incidir en aspectos poco
considerados antes como: modos de vida, subsistencia, ocio, tamaño de
grupo, movilidad, igualitarismo, etc.
• En 1972 M. Sahlins publica Stone Age Economics (traducida al español en 1977
la edición de 1974). En ella plantea el concepto de “sociedad opulenta primitiva”.
• G. Isaac (1978: 54-56) delimitó un conjunto de rasgos del comportamiento de los
seres humanos que permitirían diferenciar a los humanos primitivos de los
primates superiores, que constituyen, por otro lado, el repertorio de rasgos
culturales que identifican a los cazadores y recolectores:
1) acarreo de útiles, alimentos y otras posesiones,
2) comunicación verbal,
3) compartimiento de la comida,
4) uso de campamentos base o lugares de residencia que funcionan como
punto de referencia para las actividades de subsistencia del grupo,
5) práctica de caza y pesca,
6) recolección de recursos vegetales y animales, así como captura de
animales de pequeño tamaño,
7) preparación de los alimentos antes del consumo,
8) manufactura y empleo de útiles,
9) tendencia a formar lazos de apareamiento de larga duración,
10) clasificación de los miembros del grupo de acuerdo con el parentesco o
con metáforas de parentesco.
• G. Isaac atribuyó un carácter distintivo, que diferenció a los humanos primitivos
de los restantes primates, al hábito de “compartir la comida”, es decir a la
costumbre de posponer el consumo de los recursos alimenticios obtenidos hasta
el momento en que eran compartidos por todos los miembros del grupo en el
campamento base.

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Fig. 128. Representación gráfica del modelo de explotación del territorio de G. Isaac. Según M.ª Á. Querol (1991: 141).

• El campamento base constituye el punto de referencia para la realización de las


actividades en el territorio de explotación de las sociedades de cazadores y
recolectores, y también es el lugar donde los integrantes del grupo social
duermen, realizan tareas de elaboración de útiles y preparación de la comida,
consumen los alimentos y se reúnen todos los miembros del mismo (Potts 1984a:
157).
• El concepto de cazador y recolector cubre una alta variabilidad de combinaciones
de los sistemas humanos de producción basados en la recolección y la caza.
Pero al ser bastante dependiente de la investigación de la antropología cultural,
que es esencialmente sincrónica, ha requerido del desarrollo de acepciones
complementarias, como las de forrajeador y de recolector, para poder abordar las
manifestaciones diacrónicas de dicha categoría de análisis, que sólo podían
proceder de la investigación arqueológica (Binford 1980). Incluso para completar
la total extensión temporal de este modo de vida humano se hace necesario
contemplar la noción de “preforrajeador”.
– Los forrajeadores (o forrajeros)
» Practican el sistema más sencillo, correspondiendo a entornos con
distribución homogénea de recursos. Más propios de climas
tropicales.
» Diariamente realizan la adquisición de los recursos necesarios en el
entorno del campamento base, en un área llamada “zona de forrajeo”
que tiene un radio aproximado de 10 Km. o dos horas de camino de
ida y vuelta desde el punto de partida.

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Fig. 129. Representación gráfica del sistema de explotación del territorio por los forrajeadores. Según J. Habu (2004).

» La organización de tareas se basa en criterios de sexo y edad; las


mujeres y niños recolectan alimentos vegetales y animales, los
hombres cazan.
» No realizan almacenamiento.
» Por ello, cambian varias veces el campamento base de
emplazamiento a lo largo del ciclo anual. Esta práctica se denomina
“movilidad residencial”. De esta manera se explotan diferentes
recursos secuencialmente a lo largo del año. La mayoría de estos
recursos se procesan y consumen en el campamento base.

Fig. 130. Representación gráfica del patrón de asentamiento de los forrajeadores de L. Binford (1980). Según J. Habu (2004).

– Los recolectores
» Están organizados logísticamente. Practican el almacenamiento y
técnicas complejas de procesado de alimentos. Corresponden a
entornos con distribución de recursos estacional y/o espacial propios
de los climas templados. Se trata de un sistema de asentamiento más
sedentario.

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» El forrajeo diario se lleva a cabo según el sistema de los forrajeadores.


» Además, organizan en grupos de tareas especializadas que se
desplazan fuera de la zona de forrajeo, a la llamada “zona logística”.

Fig. 131. Representación gráfica del sistema de explotación del territorio por los recolectores. Según J. Habu (2004).

» Trasladan su campamento base sólo unas veces al año. A partir del


mismo se organizan los grupos de tareas que realizan
desplazamientos a las localizaciones de recursos, donde los obtienen,
procesan, eventualmente los almacenan allí, y regresan.

Fig. 132. Representación gráfica del patrón de asentamiento de los recolectores de Binford (1980). Según J. Habu (2004).

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• Esta propuesta de Binford presenta, por tanto, los dos tipos básicos de un amplio
espectro que varía entre ambos. Se basa en investigación etnoarqueológica y se
ideó para valorar los patrones territoriales de distribución de la evidencia
arqueológica en correlación con el sistema de asentamiento.
• En cierto sentido, podría derivarse de este modelo (evolucionista) que el sistema
de los forrajeadores correspondería las épocas más antiguas de la Prehistoria y
el de los recolectores al Paleolítico Superior y Epipaleolítico/Mesolítico, aunque,
estrictamente, sólo se podría afirmar su vigencia para sociedades integradas por
individuos pertenecientes a la especie H. sapiens.
• Realmente es una respuesta a la asunción de que el modelo de Isaac no podría
estar ya presente entre los humanos más antiguos. Para la época en que
vivieron, L. Binford sugirió un modelo de explotación del territorio más parecido al
de los grandes simios que al de los forrajeadores, pero no planteó una noción
específica. En estos materiales se sugiere el de “preforrajeadores”.

Fig. 133. Representación gráfica del modelo de explotación del territorio de L. Binford. Según M.ª Á. Querol (1991: 142).

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Fig. 134. Representación gráfica del desplazamiento de un grupo de gorilas por su territorio de explotación. Según J. Sabater
Pi (1985: 77).

Fig. 135. Representación gráfica del desplazamiento de un grupo de chimpancés por su territorio de explotación. Según J.
Sabater Pi (1985: 78).

Fig. 136. Representación gráfica del desplazamiento de un grupo de cazadores y recolectores por su territorio de explotación.
Según Sabater Pi (1985: 76).

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• R. Potts (1984b) elaboró una propuesta alternativa (en parte coincidente con a la
de Binford) que consiste en la existencia de “escondrijos” a donde los homínidos
transportaban materia prima para la elaboración de artefactos y a los que luego
acarreaban cadáveres o restos de cadáveres de animales para para alimentarse
con los despojos. Sin embargo, estos lugares no habrían funcionado como los
campamentos base; serían, en todo caso, sus antecedentes, ya que las
actividades desarrolladas allí estaban condicionadas por el interés en evitar el
encuentro con los carnívoros que también eran atraídos a esos mismos sitios.

Fig. 137. Representación gráfica del modelo de explotación del territorio de R. Potts (1984b) descrita con el grafismo bajo la
etiqueta “Hipótesis X”. El modelo de G. Isaac está representado por el dibujo denominado “Hipótesis Z”. Imagen modificada a
partir de la recuperada el 25 de noviembre de 2015, de http://evaristocultural.com.ar/2007/08/31/una-aproximacion-a-los-
cazadores-recolectores/. Imagen original de Lewin 1993: 279.

• Para esta modalidad sería más adecuado referirse con la categoría


“preforrajeador” mencionada más arriba y referida más adelante.

d. Técnicas de subsistencia de los cazadores y recolectores prehistóricos, patrón de


asentamiento y movilidad en el territorio

• Recolección
• Carroñeo
– Inmediato
– Tardío
• Caza
– Oportunista
– Selectiva
– Especializada

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– Caza menor
• Pesca
• Debates relacionados con la subsistencia de los cazadores y recolectores
prehistóricos
– Significación de la dieta cárnica
– Caza o carroñeo

Fig. 138. Diagrama que muestra en articulación cronológica las diferentes modalidades de obtención de proteínas animales a lo
largo del Paleolítico. Según Ph. Fosse (1992: 174).

• Territorio
– Movilidad
» Los cazadores y recolectores requieren grandes extensiones de
terreno para desarrollar su modo de vida.
» Condición clave para conocer la disponibilidad de recursos a lo largo
del territorio de explotación.
» Puede haber sedentarización, pero esta requiere un territorio con gran
variedad de recursos que puedan ser explotados durante todo el año
(Testart 1982).
– Conceptos del sistema de asentamiento
» Campamento base,
» Campamento de trabajo,
» Área de actividad,
» Punto de ojeo,
» Lugar de almacenaje.
– Territorialidad

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» Debate.
» El modelo de “defendibilidad” económica de Dyson-Hudson y Smith
(1978).

Distribución de recursos Defendibilidad Utilización de recursos Grado de movilidad


económica
A. Imprevisible y densa Baja Compartimiento de Alto
información
B. Imprevisible y escasa Baja Dispersión Muy alto
C. Previsible y densa Alta Territorialidad Bajo
D. Previsible y escasa Bastante baja Sistema de asentamiento Bajo-medio

Fig. 139. Modelo que relaciona la ausencia/existencia de territorialidad entre cazadores y recolectores en razón de las
posibilidades de defensa de los recursos. Según R. Dyson-Hudson y E. A. Smith (1978: 26, fig. 1).

e. Recapitulando: conceptos para el análisis de las sociedades humanas más


antiguas

• Como una pervivencia adversa de los enfoques evolucionistas unilineales del


siglo XIX, tal vez incluso anteriores, de la Filosofía de la Ilustración, es demasiado
general la opinión asumida que hubo una sociedad humana originaria, al igual
que se acepta que existe una naturaleza humana común. Pero a lo más que
podemos llegar es proponer que conceptos con tales pretensiones no son
transferibles más allá de la especie humana actual (H. sapiens) y a las formas
sociales más antiguas a ella vinculadas. Es, por tanto, inútil buscar estereotipos
sobre los que basar generalizaciones para algo que es inviable. Por eso es
importante explicitar que los conceptos que se presentan en este tema derivan de
la investigación etnográfica contemporánea y de la crítica a las generalizaciones
propuestas a partir de ellas. Por eso, como se ha tratado en el apartado anterior,
se han realizado ligeras modificaciones en la terminología propuesta en las
referencias bibliográficas allí citadas. Y estas matizaciones se mencionarán en
los temas 5 y 6.

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– Preforrajeadores
– Forrajeadores iniciales
– Forrajeadores
– Recolectores y cazadores
• Además, algunas antropólogas criticaron el sesgo machista o patriarcal que
aquejaba el núcleo del concepto de cazador-recolector, especialmente a la
categoría de “hombre cazador”, debido a que su formulación la habían realizado
antropólogos varones. Su alternativa fue la reivindicación del papel de la mujer
como núcleo básico del grupo humano en tanto que reproductora, recolectora y
trasmisora de conocimientos y habilidades y técnicas que garantizaban la
continuidad social. Las diferentes propuestas se integran bajo la denominada
hipótesis de “la mujer recolectora” (Linton 1979; Slocum 1975). Todavía en
muchas sociedades actuales de cazadores y recolectores la base de la
subsistencia la aporta la recolección llevada a cabo principalmente por mujeres y
miembros infantiles del grupo.
• Como consecuencia habría que revertir el orden de las dos palabras integrantes
de la expresión así: recolectores y cazadores.
• Otros conceptos:
– Cazadores y recolectores especializados
» Aquellos que centran sus actividades cinegéticas en una o unas pocas
especies animales.
– Cazadores y recolectores complejos
» Según Price y Brown (1985) son aquellos que comparten, al menos,
estos tres rasgos indicativos de complejidad: circunscripción social,
abundancia de recursos, población más numerosa.
– Cazadores y recolectores de amplio espectro
» Se aplica a aquellos grupos de recolectores y cazadores del final de la
Prehistoria Antigua que basaban su subsistencia en el
aprovechamiento de una amplia variedad de recursos vegetales y
animales
• Categorías generales de la organización social de los cazadores y recolectores
– Las sociedades de cazadores y recolectores constituyen los sistemas
sociales más básicos. La antropología evolucionista ha creado algunos
conceptos para caracterizarlas, como banda o tribu. Gamble (2001: 83-84)
aplica el análisis de redes y diferencia las siguientes agrupaciones básicas
(expresadas en “cifras redondas”):
» Familias nucleares de 5 personas.
» La banda de 25 individuos (varía de 20 a 70 individuos), normalmente
asociada con una determinada localidad (por eso también puede
denominarse grupo local).
» La que denomina “unidad eficaz” basada en el parentesco
consanguíneo que integra entre 150 y 200 individuos, cantidades de
población suficientemente altas como para hacer frente a cualquier
fluctuación de las ratios por sexo, la mortalidad y la fertilidad.
» La tribu con dialecto propio o banda máxima, formada por 500
individuos o más.

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4. 2 Las técnicas de producción de artefactos durante la Prehistoria Antigua

a. El mito del humano “hacedor de útiles” —Man the Tool-Maker (Oakley 1968)

• Desde algunos trabajos elaborados por Ch. Darwin se ha considerado el empleo


de útiles como la característica biológica clave de ser humano.
• Sin embargo, el humano no es sólo un hacedor de útiles, sino un animal cultural y
de ello deriva su capacidad de concebir, manufacturar y usar artefactos.
• La reciente investigación con los grandes simios ha demostrado que la capacidad
cultural (y su derivación técnica) es un desarrollo de las potencialidades primates.

Fig. 140. El bonobo Kanzi talla una piedra en el Great Ape Trust (Iowa, EE.UU.). Recuperado el 31 de octubre de 2018, de
https://www.slashgear.com/genius-bonobo-chimp-creates-stone-tools-like-early-hominids-23243693/.

El siguiente enlace permite ver un clip de vídeo en el que se pueden observar diferentes
habilidades técnicas de bonobos y chimpancés:
http://es.youtube.com/watch?v=FKyjDhasPm8 (consulta de 25 de noviembre de 2015).

b. La tecnología

• La tecnología es el conjunto de conocimientos y procedimientos que permiten


usar materiales, producir y usar objetos, y modificar el medio ambiente. Conviene
diferenciar entre tecnología, técnica y arte. Los siguientes enlaces permiten
conocer sus definiciones: http://es.wikipedia.org/wiki/Tecnología (consulta de 25
de noviembre de 2015) y http://www.alegsa.com.ar/Dic/tecnologia.php (consulta
de 25 de noviembre de 2015).
• Los estudios de tecnología humana se dirigen a conocer los procesos de
comportamiento relacionados con:
– La producción de instrumentos para:
» la subsistencia;
» la elaboración de otros instrumentos;
» la producción de símbolos materiales;
» la creación de condiciones de confort de vida y justificación ideológica
(fuego, estructuras de hábitat, estructuras ligadas a las creencias y el
simbolismo).
• El estudio de la tecnología prehistórica está muy determinado por el resultado de
los procesos de conservación diferencial que afectan a los restos materiales que
forman parte del registro arqueológico. Esto condiciona la imagen que se genera
sobre las aplicaciones técnicas desarrolladas por los humanos más antiguos,

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mediatizada reiteradamente por la perspectiva evolucionista o incluso la


mitificación. Por ejemplo, se considera que el manejo de útiles:
– Ha tenido un papel clave en la evolución humana, antecediendo a la marcha
bípeda (Whashburn 1960); consecuencia de la misma (Darwin 1871);
precedió y favoreció el aumento del cerebro (Asfaw et al. 1999).
– Se ha propuesto que los útiles de piedra se desarrollaron igual que los rasgos
morfológicos homininos (Foley 1987).

Fig. 141. Cladograma elaborado por R. Foley (1987: 386) mostrando la relación entre distintas especies homínidas y humanas
y su relación con ciertas técnicas y útiles prehistóricos.

• En los estudios arqueológicos, los productos de la actividad humana se


denominan artefactos. Son entidades discretas cuyas características formales
resultan total o parcialmente de la acción humana. Pero el término se aplica
siempre a objetos muebles; los artefactos inmuebles se denominan estructuras,
que no pueden ser separadas del suelo o de la matriz sedimentaria sin ser
destruidas. Ambos conceptos, junto con el de “ecofactos”, constituyen las tres
categorías más utilizadas para clasificar los datos arqueológicos.
• Los artefactos aparecen normalmente asociados. Los conjuntos o agrupaciones
de artefactos suelen denominarse industrias. Según Leroi-Gourhan (1988: 512)
una industria es un conjunto de técnicas y actividades por medio de las cuales un
grupo humano transforma la materia prima para obtener de ella objetos
manufacturados. Por metonimia, colección de objetos resultante de estas
actividades. No integran los objetos de arte; en la práctica abarca útiles o armas y
sus desechos de manufactura.
• En razón de los procesos de conservación antes mencionados, entre las
industrias paleolíticas destaca la realizada en piedra, pero existe una amplia

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gama de materiales que también usaron los humanos prehistóricos para


ayudarse en el desempeño de las actividades cotidianas realizados de hueso,
concha diente, cuerna o cuerno, cuero y piel, pelo, madera y corteza, espinas,
fibras vegetales, hierba y barro. La escasa evidencia disponible de artefactos de
algunas de estas materias explica la importancia dada a la piedra y las técnicas
para su transformación en los estudios prehistóricos.
• S. Semenov (1981: 353-370), desde una perspectiva de larga duración, ha
señalado la existencia de ciertas regularidades que marcarían el proceso de
desarrollo en la manufactura del utillaje prehistórico:
– disminución de la resistencia de los materiales,
– aumento de la productividad,
– incorporación de nuevos materiales.
• Este mismo investigador también ha destacado varios ‘marcadores’ del desarrollo
técnico, contemplado éste en su trayectoria general, a los que añadimos otros
dos (2 y 4):
– 1) Aplicación del fuego a la cocción de alimentos y a la elaboración de útiles.
– 2) Desarrollo de las técnicas laminares de talla del sílex.
– 3) Desarrollo de las técnicas del trabajo del hueso (también cuerno y diente).
– 4) Aplicación de mangos a los útiles.
– 5) Invención del arco.
– 6) Aplicación de la mecánica de rotación.
– 7) Invención de la metalurgia
• La tendencia más reciente en la investigación ha llevado a la propuesta de
modelos generales para integrar todos los aspectos que deben ser considerados
en el estudio de los artefactos prehistóricos, que se han expresado tanto bajo la
denominación de “cadena operativa” (Pelegrin, Karlin y Bodu 1988) o de “cadena
de producción” (Martínez Fernández y Afonso Marrero 1998).

Fig. 142. Esquema del proceso de producción de útiles partir de soportes no manufacturados previamente. Según R.
Chenorkian (1987: 49).

Fig. 143. Esquema del proceso de producción de útiles a partir de soportes manufacturados previamente. Según R. Chenorkian
(1987: 50).

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Fig.144. Esquema de la producción de artefactos de piedra tallada (según Martínez Fernández y Afonso Marrero 1998: 18).

c. Técnicas de producción y uso del fuego

• Siempre se ha dado una alta significación al uso y dominio del fuego por parte de
los humanos prehistóricos. Se considera una técnica básica con múltiples
aplicaciones:
– Calor y luz.
– Protección frente a los animales.
– Cocción y conservación de alimentos (especialmente la carne).
– Ayuda en la caza y la recolección.
– Técnica de obtención de toda una variedad materias primas para las
producciones artefactuales.
– Energía de transformación para la manufactura de instrumentos.
» Endurecimiento madera.
» Tratamiento térmico del sílex y otras rocas silíceas.
» Trabajo del hueso.
» Apoyo a las técnicas agrícolas y ganaderas.
» Cerámica.
» Metalurgia.
– Foco de interacción social.
• Los estudios etnográficos, la información arqueológica y el desarrollo técnico
reciente permiten sistematizar los diferentes sistemas de producción de fuego
como sigue (Forbes 1966):
1. Fricción de madera.
» Taladrado. Tipos de taladros de fuego:
∙ Taladro movido a mano.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

Fig. 145. Dibujo de la acción de producir fuego con un taladro movido a mano. Recuperado el 31 de octubre de 2018, de
https://www.fieldandstream.com/photos/gallery/survival/fire/2006/10/seven-ways-light-fire-without-match.

∙ Taladro de correa.
∙ Taladro de arco.

Fig. 146. Dibujo del procedimiento de encendido de fuego mediante un taladro de arco. Recuperado el 31 de octubre de 2018,
de https://fr.wikipedia.org/wiki/Fichier:Feu-archet.jpg.

∙ Taladro compuesto o de bomba.

Fig. 147. Taladro de bomba y detalle del taco de madera con las hendiduras donde se inicia la combustión.

» Aserrado de madera.
∙ Sierra de fricción.

Fig. 148. Dos ejemplos de obtención de fuego por fricción (sierra de fuego) de dos elementos orgánicos (generalmente bambú).

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

∙ Tira de fuego.

Fig. 149. Ilustración gráfica del uso de la tira de fuego.

» Cepillado de madera.
∙ Arado de fuego.

Fig. 150. Arado de fuego.

2. Percusión (para hacer saltar una chispa).


» Pirita con pirita.
» Pirita con sílex.

Fig. 151. Encendido de fuego mediante pirita que golpea sílex.

» Acero con sílex.

Fig. 152. Una pieza de acero golpea o roza un fragmento de sílex para prender materia vegetal seca.

» Bambú con cerámica o sílex.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

3. Métodos físicos
» Pistón de fuego
» Lentes y cristales
» Encendedores eléctricos
4. Métodos químicos
» Cerillas
• La entrada de Wikipedia que se abre con el siguiente enlace
(http://es.wikipedia.org/wiki/T%C3%A9cnicas_para_hacer_fuego; consulta de 25
de noviembre de 2015) caracteriza los procedimientos recogidos en la
clasificación anterior.
• Las propuestas sobre los más antiguos posibles usos de fuego en contexto
arqueológico proceden de los yacimientos FxJj 20E de Koobi Fora, Chesowanja
(Kenia) y Swartkrans (Sudáfrica), con cronologías en torno a hace 1,5 m. a. Más
información en: http://www.asa3.org/archive/asa/199806/0076.html (consulta de
25 de noviembre de 2015) y
http://en.wikipedia.org/wiki/Control_of_fire_by_early_humans#East_Africa
(consulta de 25 de noviembre de 2015).

Fig. 153. Vista de una superficie de excavación del yacimiento de Chesowanja (Kenia). Recuperado el 9 de enero de 2008, de
http://pcwww.liv.ac.uk/~gowlett/html/chesowanja.html.

• Se ha sugerido su empleo en yacimientos como Chukutien, Verteszöllös,


Terra Amata, Kalambo Falls, Cave of Hearths.
• Se asume que no existen pruebas incontestables de dominio del fuego
anteriores a hace 0,5 m. a. W. Roebroeks y P. Villa (2011) realizaron una
revisión de la documentación disponible en toda Europa y concluyeron que no
hay evidencias que demuestren la aplicación habitual del fuego antes de hace
400000 años.
• Los hogares prehistóricos documentados son bastante más recientes. En la
Solana del Zamborino (Fonelas, Granada) se excavó uno de los más antiguos
conocidos en Europa.

Fig. 154. Vista del hogar rodeado de piedras de tamaño mediano de La Solana del Zamborino (Fonelas, Granada). Según
Botella et al. 1976: LÁM. V.

120
Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

d. Técnicas prehistóricas de producción de artefactos de piedra tallada

• El reconocimiento de los artefactos de piedra tallada como productos de la acción


humana dio lugar al surgimiento de la Prehistoria como campo de conocimiento y
de investigación. (Véase el ‘bloque temático 1’)
• La aceptación de estas evidencias requirió un lapso de tiempo. Hasta la segunda
década del siglo XX pervivió en Europa el debate de los “eolitos”.
• Se refiere a los artefactos prehistóricos realizados en rocas con estructura
isotrópica, cuya morfología es resultado de la aplicación en sus superficies de
fuerza mediante percusión y/o presión con diferente intensidad y articulación.
Esto da lugar normalmente a la aparición en las superficies de los mismos de uno
o más negativos que resultan de los trozos de materia levantados en cada
episodio de aplicación de fuerza. Por extensión, abarca también artefactos con
superficies alteradas por la acción intencionada de golpeo reiterado.
• Los términos básicos en tecnología lítica tallada son núcleo y lasca u hoja.
• Los procedimientos básicos son modificación primaria (talla, lascado),
modificación secundaria (retocado, retoque, fractura tecnológica) y
mantenimiento (véase la fig. 144).

Fig. 155. Esquema de la talla de una punta Levallois. Según J. Tixier et al. (1980: 47).

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

Fig. 156. Esquema que muestra la técnica de microburil aplicada en la elaboración de geométricos. Según J. Tixier et al. (1980:
63).

Fig. 157. Esquema de H. L. Dibble que ilustra el cambio de forma de una raedera a medida que se iba retocando para
mantenerla en uso. Según E. Carbonell (2005: 522).

• Se asume desde perspectivas evolucionistas un desarrollo creciente en las


técnicas de la piedra tallada, que a veces se ha expresado gráficamente.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

Fig. 158. Diagrama que integra las propuestas de A. Leroi-Gourhan (1964, Figs. 64 y 65) relacionando el incremento en la
capacidad craneana de las sucesivas especies humanas con la creciente longitud de filo útil obtenido a partir de la misma
cantidad de materia prima.

Fig. 159. Cuantificación de la longitud promedio de filo activo obtenida de la misma cantidad de sílex durante las sucesivas
épocas de la Prehistoria. Diagrama basado en la cuantificación propuesta por A. Leroi-Gourhan (1964).

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

• El desarrollo implicaría un incremento en la complejidad de los artefactos, de su


diversidad y de la precisión de su trabajo. A lo largo del tiempo veremos
complicarse las funciones desempeñadas. Los artefactos poco estereotipados y
multifuncionales (útiles nucleares, lascas cortantes), realizados con las materias
que sus autores encontraban más cerca, del Paleolítico Inferior, se diversificarán
en el Paleolítico Medio y, sobre todo, en el Superior. Desde entonces se avanza
hacia una mayor especialización e identificación entre morfología y función, hasta
que en el Paleolítico Superior se generalizarán los instrumentos para
manufacturar otros útiles, como los buriles. La materia prima se selecciona más y
no importa recorrer largas distancias para conseguirla, o se establecen formas de
intercambio que permiten su obtención. En P. S. y en el Epipaleolítico veremos
extenderse los útiles compuestos por piezas ensambladas en mangos de materia
orgánica, que aumentan la eficacia del trabajo y el rendimiento del instrumental,
ya que se hace posible la reparación o renovación, facilitada por el ensamblado.
• El máximo desarrollo de la tecnología lítica tallada tiene lugar durante el Neolítico
Final y el Calcolítico en diferentes regiones del Viejo Mundo con la producción de
grandes hojas mediante presión reforzada.

e. Técnicas prehistóricas de producción de artefactos de hueso (y otras materias


orgánicas como dientes, cuerna, marfil, concha, etc.)

• La materia dura animal se ha trabajado durante la Prehistoria con las mismas


técnicas aplicadas en la producción de artefactos de la piedra tallada. El hueso
tratado como “piedra animal”, en expresión de Breuil.
• La investigación actual no acepta que el trabajo del hueso, la llamada industria
“osteodontoquerática” de Dart (1957), haya precedido a la aparición de la talla de
la piedra. En cualquier caso, la aplicación de las mismas técnicas a materiales
diferentes se habría producido simultáneamente.
• Por tanto, los útiles de hueso más antiguos son producidos por talla o son el
resultado del uso.
• Se puede considerar al hueso fresco como un material parangonable a los
plásticos actuales, meno frágil que el sílex y más duradero que la madera. Podía
ser cortado, acanalado, cincelado, raspado, afilado y modelado para convertirlo
tanto en útiles diminutos como en instrumentos para ser empleados en trabajos
pesados. Eran, además, abundantes y fácilmente asequibles.
• Las cadenas de producción de la manufactura del instrumental prehistórico de
hueso no aparecieron hasta el Paleolítico Superior, a partir del cual se desarrolla
una técnica propiamente ósea que sobrevivirá a la de la piedra tallada. Los
procedimientos básicos son:
– modificación primaria:
» percusión,
» incisión,
» ranurado,
» aserrado,
– modificación secundaria:
» raspado,
» pulido.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

Fig. 160. Las diferentes técnicas empleadas en la elaboración de hueso y otras materias orgánicas duras. Según J. Eiroa et al.
(1999: 110).

f. Técnicas prehistóricas de producción de artefactos de madera (y fibras


vegetales)

• La mala conservación de este tipo de materiales hace que las proposiciones


sobre esta tecnología sean muy especulativas. Las evidencias arqueológicas de
madera más antiguas proceden de yacimientos con menos de 0,5 m. a. Se citan
a continuación algunas de las más destacadas:
– Bastón y palos encontrados en Kalambo Falls (Zambia). Tienen entre 110000
y 182000 a. de antigüedad,
– Punta de lanza de Clacton-on-Sea (Inglaterra),

Fig. 161. Imagen del fragmento de lanza (extremo distal) hallado en Clacton-on-Sea (Inglaterra). Recuperado el 12 de
noviembre de 2017, de http://www.nhm.ac.uk/discover/how-we-became-human.html.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

– Lanza de Lehringen (Alemania),


– En el yacimiento de Schöningen (Alemania), que se fecha entre hace 337000
y 300000 a., es uno de los que ha proporcionado las piezas más completas:
ocho lanzas, un bastón de madera y una vara afilada por los dos extremos,

Fig. 162. Preparación para la extracción de una de las lanzas descubiertas en Schöningen. Recuperado el 7 de noviembre de
2016, de https://rosamtristan.com/2017/12/07/las-claves-de-schoningen-en-palabras-de-nicholas-conard/speer_schoen-3/. A la
derecha dibujo de dos de las lanzas de ese yacimiento según M. Otte (1999: 71).

Fig. 163. Detalle de la punta de una de las lanzas de Schöningen antes de ser extraída del lugar de hallazgo. Según I. Čatić et
al. (2010: 66, fig. 6).

– En Poggetti Vechi (Italia) se han encontrado hasta 60 objetos de madera de


boj, algunos fragmentos de bastones con evidencias de haber sido
endurecidos con fuego. 171000 a. de antigüedad,
• Todos estos artefactos son resultado de técnicas simples de manufactura,
consistentes en el alisado y apuntado con útiles cortantes y el probable
endurecimiento con fuego.
• La investigación actual permite constatar la aplicación de mangos de madera a
determinados útiles de piedra desde el Paleolítico Medio.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

• La fabricación de plataformas de navegación o algún tipo de nave se remonta a,


al menos, hace 40000 a., ya que fueron necesarias para la colonización humana
de la serie de islas que se distribuyen desde Indonesia a Australia.

g. Técnicas prehistóricas de producción de artefactos de cuero y piel

• La preparación y manufactura de pieles y cueros sigue estos tres pasos (Forbes


1966):
– Preparación para el curtido.
– Curtido.
– Acabado.
• Existen pocas evidencias de pieles y cueros paleolíticos. Se asume que se
usaron para vestirse. Esta aplicación se deduce de los instrumentos empleados
para la preparación del cuero (como los raspadores) y para la confección de
vestimentas, como perforadores de piedra, agujas y punzones de hueso.

h. Técnicas de construcción de estructuras

• Las estructuras son artefactos no transportables. En el proceso de obtención de


datos arqueológicos se denomina así a asociaciones tridimensionales de
evidencia mueble y depósitos, así como a los resultados de la
intervención/modificación de la superficie de la tierra y/o del subsuelo relacionada
con la creación de superficies y espacios de hábitat. En la mayoría de los casos
se trata de estructuras de habitación (aunque también existen de otros tipos) que
se crearon en el transcurso del desarrollo de las actividades de subsistencia,
especialmente desde el Paleolítico Superior. No obstante, para los períodos más
antiguos de la Historia humana la información disponible sobre esta clase de
datos arqueológicos es escasa y de interpretación ambigua.
• Los primates superiores construyen nidos en los árboles (chimpancés y
orangutanes) o en el suelo (gorilas).

Fig. 164. Chimpancé en su nido. Recuperado el 17 de noviembre de 2020, de


https://www.nationalgeographic.com/news/2018/05/chimpanzee-animals-beds-health/.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

Fig. 165. Orangután en su nido. Recuperado el 17 de noviembre de 2020, de https://es.123rf.com/photo_43274485_nido-


orangut%C3%A1n.html.

Fig. 166. Nido de gorila. Recuperado el 17 de noviembre de 2020, de https://gorillafund.org/gorilla-night-routines/.

• A partir de esta información, la investigación reciente ha asumido que los


homininos bípedos y los humanos más antiguos se refugiaban y pasaban la
noche en los árboles, aunque no se puede negar que también usaran las cuevas
cuando existían en su territorio, ni que durmieran en el suelo si no había
depredadores en el entorno.

Fig. 167. Ilustración artística de un grupo de homínidos descansando en un gran árbol. Según M. Edey (1975: 30-31).

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

• Sin embargo, a la vista de la documentación obtenida en los yacimientos de


África, resulta evidente que los homininos bípedos transportaron y acumularon
huesos de animales y artefactos de piedra a lugares concretos del territorio que
frecuentaban. Según las propuestas de R. Potts (1984b) estos lugares pueden
considerarse antecedentes de los verdaderos campamentos base de los
cazadores y recolectores.

Fig. 168. Plantas de distribución de hallazgos en la excavación del yacimiento FLK de Olduvai (Tanzania) fechado hace 1,8
millones de años. Se aprecia cómo coinciden aproximadamente las distribuciones de útiles de piedra (A), huesos de animales
(B), huesos con mordiscos de animales carnívoros (C) y huesos con marcas de cortes de útiles de piedra (D). Esta
coincidencia demostraría que los homínidos fueron los responsables de esta acumulación de materiales. Según Kroll e Isaac
(1984).
• Es posible que en ocasiones construyeran cobijos temporales con ramas sujetas
por piedras. En esta línea podrían interpretarse algunas estructuras reconocidas
en yacimientos muy antiguos:
– DK I de Olduvai, 1,8 m. a.

Fig.169. Planta de distribución de hallazgos de la excavación del yacimiento DK-I de Olduvai (según Otte 1999:52); a la
derecha fotografía de la acumulación circular de piedras.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

Fig.170. Representación artística del refugio deducido de la acumulación circular de piedras excavada en el yacimiento DK-I de
Olduvai. Véase la figura anterior.

– Melka Kunturé (1,7 m. a. – finales del Pleistoceno Medio)

Fig. 171. Fotografía de uno de los suelos de ocupación de Melka Kunturé en una de las playas de guijarros de las antiguas
orillas del Río Awash (Etiopía). A la derecha vista de un sector protegido del yacimiento. Recuperado el 17 de noviembre de
2020, de
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Excavation_site_at_Melka_Kunture_Prehistoric_Site,_roughly_800,000_years_before_t
he_present_(2)_(29048811951).jpg.
• No se puede fijar una cronología para la aparición de los primeros campamentos
base. Es probable que la expansión humana por el Viejo Mundo se produjera sin
que los humanos prehistóricos contaran con este rasgo esencial en la
organización de los cazadores y recolectores contemporáneos.
• Es posible, por tanto, sugerir la hipótesis de que se habría adoptado de manera
independiente en diferentes partes del mundo y, proponer que estuvo ligado a la
generalización de la práctica regular de la caza. En cualquier caso, se trataría de
un proceso de larga duración.
• En el conjunto del Viejo Mundo, las estructuras de habitación reconocidas con
cronología posterior a hace 0,5 m. a. son más abundantes, considerando además
que se generaliza la ocupación de las cuevas. Algunos de los ejemplos más
citados son:
– Terra Amata (Niza, Francia), 0,4 m. a.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

Fig. 172. Tres representaciones artísticas de las cabañas de Terra Amata.

– Caune de l’Arago (Tautavel, Francia), 0,4 m. a.


– Grotte de Lazaret, 0,16 m. a.

Fig. 173. Plantas esquemáticas de los hallazgos relacionados con la estructura documentada en la Grotte de Lazaret.

Fig. 174. Representación artística de la “cabaña” de la Grotte de Lazaret.

– Kalambo Falls, Achelense, MSA (Middle Stone Age).


– Orangia I (Sudáfrica), MSA.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

Fig. 175. Estructuras elípticas de piedra seca del yacimiento Orangia I (Sudáfrica). Tienen entre 2 y 3 m de diámetro y están
ligeramente excavas en el suelo. Se han interpretado como “paravientos”.

– Mumbwa Caves (Zambia), MSA.

Fig. 176. Planta de excavación del yacimiento Mumbwa Caves (Zambia). En la parte inferior se observa una estructura
arqueada adosada a agujeros de poste que se ha interpretado como “paravientos”.
• Una novedad que parece haberse producido durante la parte más reciente del
Paleolítico Inferior fue el comienzo del enterramiento intencionado de los
muertos. Aunque se han presentado casos con cronología achelense, los
ejemplos más conocidos corresponden al Paleolítico Medio y al tipo humano
“Hombre de Neandertal”.
– La Sima de los Huesos de Atapuerca, 300000 BP.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

Fig. 177. Representación artística de Mauricio Antón que expresa la práctica de un enterramiento intencionado en la Sima de
los Huesos de Atapuerca. Al lado, el bifaz llamado “Excalibur” que se ha interpretado como una ofrenda a los muertos.

– Shanidar IV (Irak) (http://fr.wikipedia.org/wiki/Shanidar; consulta de 25 de


noviembre de 2015).

Fig. 178. Planta del enterramiento Shanidar IV y representación artística del ritual del mismo.

– Siete tumbas de La Ferrasie (Francia).

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

Fig. 179. Planta esquemática de los enterramientos y otras estructuras de La Ferrasie (según Otte 1999: 115); fotografía
antigua de uno de ellos; planta de la disposición de tres útiles de piedra tallada en un enterramiento infantil.

– El “anciano” de La Chapelle-aux-Saints (Francia).

Fig. 180. Recreación actual del enterramiento del “anciano” de La Chapelle-aux-Saints en el “Musée de l'Homme de
Néandertal”, La Chapelle-aux-Saints (Departamento de Corrèze, Francia).

– Theshik-Tash (Uzbekistán).

Fig. 181. Recreación actual en el museo del enterramiento infantil de Theshik-Tash (Uzbekistán).

– Le Moustier (Francia).

• Desde comienzos del Paleolítico Superior parece ya estar establecido un sistema


de asentamiento, según los modelos recolector o forrajeador descritos antes. En
Europa parece haber predominado el modelo logístico. Además, se generalizan
los hogares y las estructuras simbólicas como los enterramientos o los espacios

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

rituales. Por toda Europa se han reconocido estructuras de habitación en cuevas


y al aire libre. Algunos de los ejemplos más conocidos son:

Fig. 182. Ilustración de la articulación territorial de establecimientos relacionados con la actividad cinegética: cazadero (A) área
de despiece de las presas en un sitio seco (B) y campamento base (C).

– Kostenki (valle del Don, Rusia), 40000-30000 BP.

Fig. 183. Planta de cabaña rectangular de Kostenki y reconstrucción gráfica de la misma.

Fig. 184. Vista de los restos de una cabaña circular de Kostenki construida a bases de huesos de mamut.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

– Cueva Morín (Cantabria), Auriñaciense 29000 BP.

Fig. 185. Fotografía de los restos de uno de los cadáveres enterrados en Cueva Morín e ilustración gráfica del supuesto ritual
funerario con el que estuvo relacionado.

– Mezin (Ucrania), 20000 BP.

Fig. 186. Imágenes de los restos de dos cabañas circulares de Mezin realizadas con huesos, cráneos y defensas de mamuts.

– Mezhirich (valle del Dnieper, Ucrania), 15000 BP.

Fig. 187. Planta y reconstrucción gráfica de una cabaña de Mezhirich realizada a base de mandíbulas, cráneos, defensas y
huesos largos de mamuts.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

Fig. 188. Reconstrucción gráfica de cabaña de Mezhirich.

– Gönnersdorf (Rheinland-Pfalz, Alemania), 12600 BP.

Fig. 189. Representación gráfica de las cabañas de Gönnersdorf.

– Pincevent (valle del Sena, Francia), 12300-10000 BP.

Fig. 190. Reconstrucción gráfica de la planta y el alzado de la cabaña 1 de Pincevent.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

• Resumen. Tres principales tipos de viviendas al aire libre:


– Grandes casas con postes que sostienen cubiertas de pieles delimitadas por
un foso de donde se ha extraído la tierra que protege la base. Kostenki.
– Cabañas redondas con estructura de cráneos y defensas de mamut
recubiertas de pieles. Mezin, Mezhirich. O con estructuras de madera.
Gönnersdorf.
– Tiendas. Pincevent.
• En la muchas de estas estructuras suelen aparecer hogares, indicando que el
dominio del fuego puede haber favorecido el establecimiento al aire libre o en las
cuevas y apunta hacia su carácter de foco para la interacción social señalado
más arriba. Se han establecido diferentes tipologías (en paréntesis el número de
la figura adjunta donde se representa su sección):
– Hogar simple.
– Hogar simple en cubeta (1, 2, 3, 4).
– Hogar con anillo de barro (5).
– Hogar con cubeta forrada de piedra (6).
– Hogar sobre pavimento de piedra (7).
– Hogar con cubeta forrada y borde de piedras verticales (8).
– Hogar con murete o piedra vertical de protección (9)
– Hogar-horno construido con cuatro lajas verticales (10)

Fig. 191. Tipología de los hogares documentados en yacimientos paleolíticos.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

4.2 Los tecnocomplejos del Paleolítico

a. Consideraciones generales

• Han sido definidos mayoritariamente a partir de la evidencia lítica.


• Sólo para la caracterización de alguno de los del Paleolítico Superior se han
tomado en consideración los artefactos de hueso.
• Su organización y definición se hizo en el marco del dominio del paradigma
evolucionista unilineal, matizado en su articulación cronoestratigráfica desde
enfoques particularistas (v. el bloque temático 1).
• El peso de la tradición de investigación francesa ha sido determinante. Por
consiguiente, su derivó de la evidencia europea.
• El desarrollo de la investigación en el continente africano desde mediados del s.
XX ha significado su ampliación para las fases más antiguas.
• Los restantes continentes han quedado “fuera” del modelo secuencial general.
• El término Paleolítico fue creado por J. Lubbock (1865) como una subdivisión de
la antigua Edad de Piedra de Ch. Thomsen (1819), junto al del Neolítico.
• La subdivisión en tres períodos, Inferior, Medio y Superior, es una aportación de
la investigación de finales del siglo XIX y un resultado de los primeros intentos de
estructuración que estaban basados en la sucesión de faunas durante el
Cuaternario. Estos términos, aunque con ligeras variaciones, se han aplicado al
estudio del Paleolítico del Viejo Mundo. Las etapas de América y Australia
equivalentes al Paleolítico del Viejo Mundo cuentan con sus propios sistemas de
denominación.

b. La secuencia de tecnocomplejos del Paleolítico

• Paleolítico Inferior.
– Olduvayense (también Pebble Culture, Cultura de Cantos Tallados,
Preachelense). La definición se encuentra en el siguiente enlace:
http://es.wikipedia.org/wiki/Olduvayense (consulta de 25 de noviembre de
2015) y hay que leer también el apartado “La tecnología olduvayense”.
– Achelense (http://es.wikipedia.org/wiki/Achelense; consulta de 25 de
noviembre de 2015).
• Paleolítico Medio.
– Musteriense (http://es.wikipedia.org/wiki/Musteriense; consulta de 25 de
noviembre de 2015).
• Paleolítico Superior (Europa).
– Definición y caracterización en el siguiente enlace
(http://es.wikipedia.org/wiki/Paleol%C3%ADtico_Superior; consulta de 25 de
noviembre de 2015). Una vez estemos en esta página, hay que clicar sobre
las denominaciones de los diferentes tecnocomplejos (“cronoculturas”) que lo
integran.

139
Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

c. El Paleolítico en África

Fig. 192. Cuadro sinóptico de la cronología y tecnocomplejos del Paleolítico de África. Recuperado el 15 de agosto de 2011, de
https://www.abibitumikasa.com/forums/showthread.php/37661-L%C2%92origine-de-l%C2%92homme-Les-grandes-
%C3%A9tapes-de-la-pr%C3%A9histoire?s=2a0f852c91c8d62149abe14e3d3ee039.

d. El Paleolítico en Asia

• El siguiente enlace
(http://fr.wikipedia.org/wiki/Tableau_synoptique_des_principales_cultures_pr%C3
%A9historiques_du_Vieux_Monde; consulta de 25 de noviembre de 2015) abre la
entrada de Wikipedia en francés «Tableau synoptique des principales cultures
préhistoriques du Vieux Monde» en el se pueden ver las denominaciones de los
diferentes períodos del Paleolítico definidos en distintas regiones del Viejo
Mundo. El cuadro está compuesto de acuerdo con el criterio cronoestratigráfico,
por lo que la observación ha de hacerse en la parte baja del mismo y en las
columnas de la derecha, que corresponden a Asia.

Fig. 193. Representación gráfica del desarrollo temporal de los tecnocomplejos del Paleolítico en los continentes y otras
regiones geográficas menores del Viejo Mundo (Wikipedia).

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

e. El Paleolítico en América

Fig. 194. Diagrama de las subdivisiones cronoestratigráficas del Paleolítico de América del Norte comparadas con el esquema
cronológico de la Prehistoria del Viejo Mundo. Recuperado el 7 de noviembre de 2106, de
https://es.wikipedia.org/wiki/Edad_de_Piedra.

Fig. 195. Diagrama ilustrado de los períodos de la Prehistoria en la parte centro-occidental de América del Norte. El período
“Woodland” corresponde a una época de transición entre la economía cazadora y recolectora y la agrícola.

f. El modelo de los modos técnicos

• La “batalla auriñaciense” (1895-1918) significó:


– La quiebra del modelo de desarrollo evolutivo unilineal de la cultura
prehistórica.
– A partir de entonces se puso el énfasis en la delineación de tradiciones
culturales específicas.
– La pervivencia, no obstante, de un marco evolucionista general en que se
insertaban esquema de desarrollo de “phyla” paralelos:
» Para el Paleolítico Inferior y Medio (H. Breuil).
» Para el Paleolítico Superior (D. Peyrony).
– F. Bordes (1950) propuso una evolución “buissonante”. Es decir, que las
industrias líticas no evolucionaron de manera lineal hacia un estadio cada vez
más perfecto, sino que se diversificaban en función de las necesidades del
contexto cultural del momento (J.-P. Texier).
– Con el tiempo, las categorías taxonómicas llegaron a ser confusas para los
propios prehistoriadores a medida que se incrementaban, ya que significaban
tanto un período de tiempo como una manifestación cultural.
– G. Clark (1969) presentó un modelo de desarrollo técnico en la talla
prehistórica del sílex y otras rocas que ha alcanzado amplia difusión más de
treinta años después de su formulación. En el siguiente cuadro identificaba
cada uno con un rasgo técnico y establecía su correspondencia con otras
categorías cronoestratigráficas:

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

Técnica dominante Período

Modo 5: elementos microlíticos de artefactos compuestos Mesolítico


Modo 4: hojas con retoque abrupto Pal. Sup.
Modo 3: útiles sobre lascas talladas de núcleos preparados Pal. Medio
Modo 2: bifaces Pal. Inferior
Modo 1: cantos con talla unifacial o bifacial y lascas Pal. Inferior

Fig. 196. Representación gráfica y caracterización tecnoformal y temporal de los cinco modos técnicos definidos por G. Clark
(1969) por R. Foley y M. Mirazón (1997: 7).

Traducción del texto de la figura (de arriba a abajo).

1, Industrias de útiles sobre cantos (Olduwayense): lascas simples extraídas de cantos junto
a choppers y lascas.
2. Industrias de bifaces (Achelense): grandes lascas o núcleos tallados por ambas caras
para producir bifaces.
3. Industrias de núcleos preparados (Paleolítico Medio, Midde Stone Age): los núcleos son
preparados antes de que las lascas sean extraídas y luego son convertidas en útiles.
4. Industrias de hojas (Paleolítico Superior): Hojas largas y delgadas transformadas en una
gran cantidad de diferentes tipos de útiles.
5. Industrias microlíticas: se producen lascas y hojas muy pequeñas que se retocan y
emplean como útiles compuestos.

Figura 1. La clasificación técnológica de los modos de Clark (1969) reconocía que el


desarrollo de los útiles de piedra implicaba la adición de nuevos rasgos. Se muestran las
principales características técnicas de los modos. Se presentan en un orden cronológico
relativo. Un elemento clave de la clasificación es que el desarrollo de un modo más
avanzado no necesariamente significa la desaparición de otro más antiguo y que las
características son acumulativas.

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

– Su propuesta pretendía ser una alternativa al modelo trifásico y la utilizó


como un modelo para presentar los progresos en la tecnología y los modos
de vida de los humanos prehistóricos.
– Caracterización más reciente de los modos:
» Modo 1 (equivalente a Olduvayense)
∙ Entre hace 2,5 y 1,5 m. a., si bien los artefactos característicos
seguirán usándose en épocas posteriores.
∙ Instrumentos poco complejos.
∙ Morfologías simples al servicio de la creación de un filo cortante.
∙ Elaboración ligada a la necesidad en el lugar de uso y abandono
posterior. Poco transporte.
∙ Instrumentos sencillos, aunque implican un conocimiento intuitivo
de la geometría tridimensional y destreza manual.
∙ Los instrumentos del Modo 1 se encuentran en África y ciertas
áreas de Eurasia.
» Modo 2 (equivalente a Achelense)
∙ Desde hace 1,6/1,5 m. a. hasta hace 200000 a. o menos.
∙ Mayor planificación de los pasos técnicos del proceso de
manufactura.
∙ Se producen instrumentos de mayor tamaño y morfología
normalizada: bifaz, hendedor, pico. Mayor repertorio de útiles.
∙ La vida de los útiles es más larga y se transportaban y
reutilizaban. Mantenimiento.
∙ Entre hace 780000 a. y hace 128000 a. los bifaces alcanzan su
máximo nivel de perfección técnica y formal.
» Modo 3 (equivalente a Musteriense o Middle Stone Age en África)
∙ Desde hace 300000 a. a hace 40000 a.
∙ Los artefactos característicos están realizados casi siempre sobre
lascas.
∙ Menor tamaño que los instrumentos típicos del Modo 2.
∙ Variedad de tipos.
∙ Métodos de talla con predeterminación de la forma del producto
antes de tallarlo del núcleo (método Levallois y otras
denominaciones menos corrientes):
- Para la talla de lascas.
- Para la talla de lascas triangulares (puntas Levallois).
∙ Parecen haber abundado los útiles enmangados.
» Modo 4 (Paleolítico Superior)
∙ Desde hace 40000 a. a hace 10000 a.
∙ Generalización de las técnicas de talla de hojas prismáticas en la
producción de soportes para la manufactura de una variedad de
útiles.
∙ Mayor variedad de tipos de artefactos que en los modos
anteriores.
∙ Introducción y generalización de instrumentos apuntados.
∙ Introducción del retoque a presión.
∙ Aparición del arco y las flechas.
∙ Artefactos de forma geométrica (microlitos) para ensamblar en
mangos y constituir útiles compuestos.
» Modo 5 (Mesolítico)

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Gabriel Martínez y José A. Afonso Prehistoria I/20-21. Bloque temático 4

∙ Desde hace 10000 a. a hace 5000 a.


∙ Se caracteriza por una diversidad de útiles hechos a partir de
hojas pequeñas u hojitas talladas de pequeños núcleos
prismáticos o a partir de fragmentos de hojas más grandes.
∙ Estos útiles, denominados microlitos, a menudo se han
manufacturado con una variedad de formas normalizadas, incluso
geométricas, como trapecios, triángulos y segmentos.

PARA SABER MÁS

− Sobre cultura: http://www.edukativos.com/apuntes/archives/278.


− El empleo de útiles por los animales: https://en.wikipedia.org/wiki/Tool_use_by_animals.

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