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Panorama

GENÉTIC A DE POBL AC IONES

El impacto del mestizaje en México


La población mexicana actual presenta diferencias regionales en cuanto a su origen
europeo e indígena, así como en su herencia paterna y materna

S egún criterios lingüísticos, la pobla-


ción mexicana actual puede clasi-
ficarse en dos grandes grupos: el de los
1570 la proporción de mestizos en México
era mínima (menos del 0,5 %), en 1810
ya alcanzaba el 40 %; según criterios lin-
otro, dirigido por Rodrigo Rubi Castella-
nos, de la Universidad de Guadalajara, y
en el que participaron los autores de este
indígenas, que han mantenido viva su güísticos, ahora constituyen la población artículo, se publicó en American Journal
lengua y gran parte de sus costumbres predominante (alrededor del 93 %) a lo of Physical Anthropology y se centró en
prehispánicas, y el de los mestizos, hispa- largo del territorio mexicano. microsatélites (STR, de short tandem re-
nohablantes procedentes de la mezcla en- peat), secuencias de ADN en las que un
tre europeos (sobre todo españoles), indí- El genoma nuclear mestizo fragmento se repite de forma consecutiva
genas y, en menor medida, africanos que El origen de un individuo puede ser dilu- o en tándem (en este caso, es la variación
fueron traídos en calidad de esclavos poco cidado mediante el análisis de cambios o en el número de repeticiones lo que crea
después de la conquista, hace alrededor mutaciones acumuladas en su ADN, ya los distintos alelos).
de 500 años. que este constituye un registro evolutivo Los resultados de ambos trabajos
El mestizaje en México comenzó en de nuestra historia y relaciones genéticas. coincidieron en describir variaciones en
1519 cuando los españoles llegaron al su- El ADN se concentra mayormente en el la distribución de los orígenes europeo,
deste del país y crearon el primer ayunta- núcleo de las células (de ahí que se de- indígena y africano a lo largo del territo-
miento en la colonia Villa Rica de la Vera nomine genoma nuclear) y es «doble», rio mexicano (véase la ilustración): ha-
Cruz. Eventos subsiguientes incluyeron la puesto que recibimos una copia del mis- cia el norte y el oeste se incrementa de
conquista de dos grandes grupos de esa mo de cada uno de nuestros progenitores. forma gradual el componente europeo;
época, los mayas en el sur y los aztecas en En el año 2009, un par de estudios lle- el indígena, en cambio, aumenta hacia el
el centro. En este proceso, los conquista- vados a cabo en poblaciones mestizas ana- centro y sudeste, y el africano presenta
dores ampliaron su dominio sometiendo lizaron distintos marcadores del genoma una frecuencia muy inferior y más cons-
sexualmente a las mujeres indígenas y nuclear. Uno de ellos, llevado a cabo por tante. Cabe señalar que dicha distribución
esclavizando a los hombres, mujeres y Irma Silva Zolezzi y sus colaboradores, del refleja la densidad poblacional indígena
niños, mientras viajaban en busca de las mexicano Instituto Nacional de Medicina en Mesoamérica, también denominada
«Siete Ciudades de Oro», que se presumía Genómica, y publicado en Proceedings of demografía prehispánica.
existían en el norte. Cuando el número de the National Academy of Sciences USA, se
nativos disminuyó de forma notable, se basó en el análisis de polimorfismos de ¿Herencia paterna o materna?
importaron esclavos de la costa occiden- un nucleótido (SNP, variaciones genómi- Otro enfoque en los estudios de genéti-
tal de África, principalmente. Si bien en cas que afectan a solo un nucleótido). El ca de poblaciones se basa en el uso de
marcadores moleculares en el cromosoma
Y (CY), el cual determina una herencia
Europeo paterna exclusiva de padres a hijos varo-
nes, y en el ADN mitocondrial (ADNmt),
Amerindio un orgánulo celular que sintetiza gran
cantidad de energía química y que he-
redan exclusivamente de la madre todos
los hijos de ambos sexos. A diferencia del
genoma nuclear, que mezcla el material
genético del padre y la madre en cada
generación, el CY y el ADNmt conservan
el linaje paterno y materno, respectiva-
mente: el cromosoma Y es igual al del
padre, abuelo y demás ancestros varones
vía paterna; el ADNmt es el mismo que
poseen nuestra madre, abuela, y demás
ancestros femeninos vía materna. Sin em-
bargo, con el paso de las generaciones se
van acumulado mutaciones que caracteri-
cortesía de los autores

zan tanto al CY como al ADNmt, las cuales


operan a modo de marcadores genéticos
que permiten establecer linajes paternos
Distribución geográficade los componentes predominantes en el genoma de la y maternos, respectivamente, útiles para
población mestiza mexicana. la caracterización humana a diferentes ni-

2  INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, mes año


veles: individuos, familias, poblaciones, y «abuelas indígenas», sobre todo hacia
continentes y especies. el oeste y norte de México. Este conoci-
En colaboración con el Centro de Me- miento reviste importancia para estudiar
dicina Genómica del Hospital General y predecir la prevalencia de enfermeda-
de Culiacán, el Grupo de Inmunogenéti- des donde existan factores genéticos de
ca Funcional del Centro Universitario de riesgo (o protección), lo que en un futuro
Ciencias de la Salud de Guadalajara y la facilitaría a las autoridades sanitarias el
Unidad Académica de Ciencias Químico- diseño de mejores medidas de prevención.
biológicas de la Universidad Autónoma
de Guerrero, hemos llevado a cabo un —Gabriela Martínez Cortes
estudio de linajes paternos a través del y Héctor Rangel Villalobos
CY y maternos a partir del ADNmt en la Instituto de Investigación
población mestiza mexicana. Para ello en Genética Molecular
analizamos en diez poblaciones mesti- Universidad de Guadalajara, México
zas distribuidas a lo largo del territorio
mexicano distintos marcadores clave que
permiten determinar si un CY o un AD-
Nmt tiene un origen europeo, indígena
o africano.
Los resultados, publicados en línea en
julio de 2012 en Journal of Human Ge-
netics para el CY y en junio de 2013 en
American Journal of Physical Anthropo-
logy para el ADNmt, muestran que en la
vía paterna predomina el origen europeo
(64,9 %), mientras que en la materna pre-
valece el origen indígena (92,9 %). Ello
guarda relación con los registros histó-
ricos de la conquista, que fue realizada
principalmente por varones españoles
(CY) que se reprodujeron con mujeres
indígenas (ADNmt), ya que las mujeres
europeas llegaron tiempo después y en
menor cantidad. A este fenómeno se le
conoce como flujo génico diferencial o
mestizaje asimétrico, y se ha observado
en varias poblaciones latinoamericanas
donde suele predominar el origen africa-
no (El Caribe) o el europeo (Sudamérica).
Cabe recordar que el genoma paterno
(CY) presenta un patrón similar al descri-
to en el genoma nuclear, ya que el origen
europeo aumenta de forma gradual hacia
el oeste y el norte de México, mientras el
indígena (segundo en frecuencia global,
30,8 %) lo hace en el centro y el sudeste.
El origen africano paterno se detectó solo
en el 4,2 % de la población, con una distri-
bución bastante homogénea a lo largo del
país. Por el contrario, en el genoma ma-
terno (ADNmt) predominó el componente
indígena (92,9 %); el europeo constituyó
solo el 5,3 %, con ligeros incrementos ha-
cia el norte y el oeste, y una presencia
menor o nula en el centro y sudeste; el
componente africano materno es raro
(1,9 %) pero homogéneo entre poblacio-
nes mestizas.
Se concluye, pues, que la mayoría de
los mestizos tienen «abuelos españoles»

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