Capítulo 6

"El Festival del Fracaso"

Entrenadoras:
Lia Valero
Laura Aguirre
Ximena Villagrán
Anita Arriagada
Jani Dueñas

2020
 SUGERENCIAS DE USO
IMPRIME en casa de manera sencilla y económica.
AÑADE tus colores o tus propios diseños y comentarios.
RECORTA las cartas del tarot para armar tu propio juego.
¡Disfrútalo!
 Índice

Resumen p. 4
Objetivos p. 5
Conoce a las entrenadoras p. 6
“El Festival del Fracaso” p. 11
• Panel en el que emprendedoras
de medios conversan con Jani
Dueñas sonre las caídas en el
camino del liderazgo. p. 12
Ejercicios p. 25
• Ejercicio p. 26
Lecturas recomendadas p. 28
Cartas del Tarot Poderoso p. 29

Para ver los videos de este curso entra a:

youtube.com/c/ChicasPoderosasChannel/

3
 Resumen:

El Festival del Fracaso es una

conversación entre nuestra
presentadora y cuatro
emprendedoras de medios
que te contarán cómo fracasar
rápido, levantarse y construirse
de vuelta

4
 Objetivos:

1. ¿Me importa menos fracasar

o me importa más cuando el
mundo se entera? ¿Qué pasa
cuando fracasamos en público?
2. Los costos de compartir
las alegrías y/o las tristezas
públicamente.
3. Perdonar no significa olvidar,
¿o si?
4. ¿Se puede disfrutar el fracaso?

5
 Jani Dueñas
Jani Dueñas es actriz, comediante,
locutora y comunicadora. Nació en
Chile. Su carrera ha sido extensa y
comenzó en el teatro y la danza
contemporánea para luego girar a
terrenos más insospechados como el
humor, camino en el que ha recorrido
ya casi 10 años de escenarios
haciendo stand up comedy tanto
en su país como en otros lugares de
Latinoamérica, destacándose con su
especial de comedia disponible en
Netflix “Grandes Fracasos de ayer y
de hoy”, que fuera elegido dentro de
los 10 mejores especiales de stand
6
up del año 2018 por la revista Vulture
y la revista Time.
En “31 Minutos”, Jani anima títeres,
pone voces para muchos de los
personajes, al tiempo que es cantante
de la banda e interpreta algunos de
sus grandes éxitos.
Hoy Jani prepara su segundo libro,
cinco años después del primero
llamado “Gatos Gordos, Piscolas
y otras voces que me persiguen”,
ambos editados por Editorial Planeta
y también su próximo show de stand
up “Aguafiestas”.
 Ximena Villagrán
Periodista guatemalteca especiali-
zada en Periodismo de Investigación
y Datos por la Universidad Rey Juan
Carlos de Madrid. Ha colaborado
en varios medios de comunicación
como El Confidencial, Plaza Pública
y eldiario.es. Fue fellow de Escuela
de Datos y el International Center
for Journalism. Además se ha
desarrollado como consultora y
profesora en periodismo de datos
y acceso a la información para
Internews y Thomson Foundation,
entre otras. Fue finalista en inno-
7
vación en el European Press Prize y
en periodismo de datos del premio
de la Sociedad Interamericana de
Prensa. Actualmente es co-directora
y cofundadora de El Intercambio
-una productora de periodismo
de datos transmedia basada en
Centroamérica- y coordinadora de
proyectos e impacto en el medio de
comunicación especializado en fact-
checking Maldita.es.
 Lía Valero

Lia es periodista independiente y actualmente becaria del Media Transformation

Challenge Program en el Poynter Institute for Media Studies.Ha trabajado como
periodista en Mutante.org y ha sido coordinadora de proyectos y periodista
de investigación en el equipo de Rutas del Conflicto, un medio centrado en la
cobertura del conflicto armado en Colombia. Ha estado en Chicas Poderosas
desde 2013.

8
 Laura Aguirre

Laura Aguirre es directora del medio feminista Alharaca. Tiene un doctorado

en sociología y es especialista en migración y trabajo sexual. Ganó el premio
de periodismo de investigación COLPIN 2017. Vive entre México, El Salvador
y Alemania. Ama la playa, la buena comida, leer libros feministas y contestar
las preguntas capciosas de su hijo de cinco años.

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 Anita Arriagada

Ana Arriagada es una periodista chilena que, tras liderar por 17 años equipos
digitales de grandes empresas de medios trasnacionales, decidió emprender
y co-fundar El Soberano, plataforma dedicada a cubrir las voces de
movimientos y organizaciones sociales, hoy sub representadas por el
periodismo controlado por los grandes grupos económicos. Feminista, profe,
esposa en sus ratos libres y madre de dos niñas (eso es 24x7).

10
 Capítulo 6

“El Festival del Fracaso”

11

Jani Dueñas
modera este
panel para hablar
de las caídas en
el camino del
liderazgo
Es una palabra que posee una conno-
tación terrible, y probablemente
rehuimos de ella tanto como de la
muerte. “Fracaso”; pero qué duro
suena, ¿no? Y suena peor en una
sociedad que consagra el exitismo
traducido en abundancia material
y que, por contrapartida, tiende a
estigmatizar a quienes no consiguen
los objetivos trazados.
El miedo al fracaso es tal que incluso
puede paralizarnos, o puede impedir
que nos atrevamos a emprender en
cualquier esfera de nuestras vidas.
Pero hay algo que nadie te dice:
sólo fracasan las personas valientes,
aquellas que se atreven a dar el
paso en un terreno desconocido, las
que siempre inquietas se encuentra
experimentando todo el tiempo en
aras de la innovación. Cada logro o
éxito que tenemos a lo largo de la
vida se construye sobre una larga
lista de reveses y tropiezos que,
como es lógico, provocaron una
enorme decepción en nosotros. Y
costos, desde luego; cómo pasar por
alto los costos que un fracaso implica
en términos de autoestima.
12
Pero ha llegado el momento de
aproximarnos de un modo distinto
al fracaso, esa derrota estrepitosa
que nutre nuestra sabiduría y que
contribuye a fortalecer el espíritu
frente a las grandes adversidades
que la vida nos reserva. El fracaso es,
en definitiva, algo propio de los seres
humanos que exploran y apuestan,
en ningún caso es algo inherente
a personas cómodas. Sólo una
triunfadora fracasa. Nunca lo olvides.
La actriz Jani Dueñas modera esta
discusión fascinante que llamamos
“El Festival del Fracaso”. Lía Valero,
Ximena Villagrán, Laura Aguirre
y Ana Arriagada compartirán sus
experiencias como fundadoras de
medios, como emprendedoras de
medios y como mujeres perio-
distas que han construido gracias
a que aprendieron del fracaso.
A continuación, conocerás la
experiencia de cinco mujeres que
se levantaron, salieron adelante y
que siguen avanzando en espacios
y procesos que demandan una
innovación constante.
Jani Dueñas: Pero qué bueno que
estén acá. Esto es “El festival del
fracaso” y aquí vamos a hablar de
un montón de cosas buenas, pero
también de algunas no tan agradables.
Y bueno, yo no sé si me conocen
tanto, pero vengo del mundo de la
actuación, pero también del mundo,
de la comedia, en particular el stand
up comedy. Y la verdad que hacer
stand up comedy es algo que te
enseña acerca del fracaso, porque
todas las noches que me subo a un
escenario tengo dos posibilidades:
triunfar o fracasar. Muchas veces
pienso por qué hago este trabajo...
¡Si nadie me obliga! Pero no importa:
¡lo hago porque lo quiero! Lo bueno
del stand up comedy es que me ha
permitido tener una aproximación
distinta al fracaso. El fracaso en este
oficio no es un tabú. Por ende, chicas,
las invito a dejar de lado las culpas,
la vergüenza, los miedos que también
históricamente están conectados
al fracaso, y que hablemos de qué
es el fracaso también para ustedes.
Creo que es muy importante que
compartamos nuestros tropiezos,
que aprendamos de ellos. Por eso le
hemos llamado a esta conversación
“El Festival del Fracaso”, así que les
voy a presentar a nuestras mentoras,
que son emprendedoras de medios
de comunicación, periodistas de
renombre que, a lo largo de sus
carreras, han metido la pata una que
otra vez y aún así han sobrevivido.
Vamos a partir entonces por Lia
Valero. Ella es colombiana, periodista
independiente, es becaria del desafío
de transformación de medios del
Poynter Institute, nada menos, y ha
trabajado con Mutantes.org y Rutas
del Conflicto.
Lía Valero: Un saludo. ¿Cómo están? Y
qué alegría poder estar aquí también
compartiendo las historias de fracaso
y de éxito al mismo tiempo.
Jani Dueñas: Seguimos entonces con
Laura Aguirre. Laura vive en México,
también en El Salvador y también
en Alemania. Mira tú; es directora
13
de un medio feminista que se llama
“Alharaca”, y tiene un doctorado en
sociología y además es especialista
en investigar sobre migración y
trabajo sexual. ¿Cómo estás, Laura?
Laura Aguirre: Hola Jani, hola a todas.
Es un gusto estar aquí y tener
la posibilidad de compartir esta
experiencia juntas.
Jani Dueñas: Muy bien, pues, qué
bueno que viniste. Les presento a
Ximena Villagrán. Ximena es periodista
guatemalteca especializada en
periodismo de investigación y datos
por la Universidad Rey Juan Carlos de
Madrid. Actualmente es co-directora
y cofundadora de El Intercambio y
además coordinadora de proyectos
e impacto en Maldita.es. ¿Cómo
estás, Ximena?
Ximena Villagrán: Bien. Gracias, Jani.
Hola a todas.
Jani Dueñas: Bienvenida. Y por
último, pero no menos importante,
les presento a Ana Arriagada, una
periodista chilena muy consagrada,
cofundadora de un medio de
comunicación independiente que
se llama El Soberano, es profesora
universitaria y actualmente está
cursando el programa para líderes
de medios en la Newark Journalism
School en Nueva York. Nada menos.
¿Qué tal, Ana?
Ana Arriagada: Muchas gracias por
la invitación, contenta de estar con
ustedes, así que saludos, chicas,
y aquí atentas para hablar de mis
peores tropiezos.
Jani Dueñas: Bueno, es importante
que sea una conversación entre
pares, no entre colegas; sino entre
amigas. Yo al menos puedo hacerme
cargo de un gran fracaso y partiré
abriendo los fuegos. El año pasado
me tocó por mi carrera como
comediante ir al Festival de Viña del
Mar. Es famoso en Latinoamérica. Y
créanme: ahí fracasé rotundamente
en circunstancias de que venía de un
par de años lleno de éxitos. Estaba un
poco cegada con el éxito, con lo que
significa realmente el éxito. ¿Qué es
el éxito? ¿Es notoriedad?, ¿dinero?,
¿es poder? ¿De qué se trata el éxito
para los demás? ¿Y qué es el éxito
para una misma? ¿Hacer lo que a uno
le gusta?, ¿estar tranquila y estar feliz
con tu familia, con tus amigos, con la
gente que ama? No lo sé. Entonces
me vi envuelta en esta situación en la
que un show podía validar o arruinar
completamente mi carrera. Pero
veremos en esta conversación que el
fracaso es algo mucho más común de
lo que parece. Uno está fracasando
todo el tiempo y lo importante es
cómo pararse y continuar, no el hecho
de no fracasar nunca. Y para mí este
año ha sido un año de aprendizaje
y creo que si no hubiera tenido ese
fracaso, yo no sería la persona que
soy ahora. Entonces, cuando la gente
me pregunta, por ejemplo, si yo me
arrepiento de haber ido al Festival
de Viña el año pasado, yo digo que
no. No podría arrepentirme porque si
yo no hubiera tenido esa experiencia,
con todo lo bueno y lo malo que
tuvo, no habría aprendido todo lo
que aprendí hasta hoy. Entonces a
14
mí me tocó un fracaso ante 15.000
personas en vivo y además ante todo
Chile y Latinoamérica, viéndolo por
televisión y por redes sociales. En
el caso de ustedes, lo primero que
me gustaría preguntarles: ¿qué les
importa más? ¿Les importa menos
fracasar o les importa más cuando la
gente y el mundo entero se enteran
de ese fracaso? ¿Qué pasa cuando
fracasamos en público versus cuando
fracasamos en nuestras vidas privadas
y de repente sólo nosotros sabemos?
Lía Valero: Bueno, me voy a lanzar yo....
Jani Dueñas: ¡Ah! Vamos, láncese...
Lía Valero: Creo que la palabra fra-
caso ya de por sí tiene un peso
enorme, entonces esa palabra ya
da muchísimo miedo. En algún
momento también hablábamos de
como, en calidad de periodistas,
fracasar puede implicar la pérdida
de la credibilidad en nosotros y eso
también genera mucha más presión
cuando estamos en este oficio. Para
complementar esta respuesta, yo,
digamos, os cuento una anécdota que
nos pasó hace dos años, justamente
cuando creamos un proyecto que
se llamó “El poder de elegir”. Era
un proyecto de fact checking
electoral en Latinoamérica puesto
en marcha en Colombia. Entonces,
cuando fuimos a pedir recursos para
este proyecto y, digamos, durante
el proceso tratamos de ser muy
honestos, aunque incluso se pusiera
en riesgo el propio proyecto ya
que decíamos “nosotros no somos
expertos en hacer fact checking y
puede que esto termine siendo un
error o una cagada o una metida de
pata, pero lo vamos a intentar porque
queremos tratar de innovar en el
proceso”. Y bueno, digamos que al
final funcionó. Tuvimos muchísimos
errores porque era la primera vez que
se generaba un proyecto de fact
checking electoral, lo que logramos
gracias a que mezclamos un equipo
multidisciplinario entre periodistas
y diseñadores, que también es
un complemento fantástico y del
cual aprendí mucho. Pero tuvimos
muchos errores en el camino de los
cuales uno aprende. Y digamos que
eso al final lo tratamos de recoger en
un informe que hicimos de todo el
proceso, un informe muy detallado,
donde justamente para nosotros
fue muy importante mostrar cuáles
fueron los grandes errores que
cometimos a lo largo del proceso.
No podíamos simplemente decir
“esto fue maravilloso, funcionó
perfecto”. Sí, llegamos a la meta,
pero sí, obviamente para llegar a esa
meta como periodistas, tenemos
que reconocer que metimos la pata
muchas veces.
Jani Dueñas: O sea, en este caso
ustedes eligieron hacer esa posibilidad
de reconocer públicamente el fracaso
o los errores que iban cometiendo en
el proceso. Fueron transparentes...
Lía Valero: Exacto. También porque
creemos que de ese proceso uno
15
puede aprender muchísimo. Pero
obviamente fue muy difícil tomar
esa decisión porque quién quiere
mostrar sus debilidades… En realidad,
muy pocos.
Jani Dueñas: Sí, supongo que también
hay mucho miedo y siento que tiene
que ver con nuestra educación, a
cómo nos han educado, en base a
una serie de valores que nos inhibe
de compartir nuestras tristezas
con los demás, o nuestros dolores,
nuestras falencias, o las cosas que
padecemos. ¿Cuáles son los costos
también en el trabajo? ¿En las vidas?
De compartir las alegrías, por un lado,
pero también compartir las tristezas
o las frustraciones públicamente. ¿Les
ha pasado..? ¡Están todas pensando!
Laura Aguirre: Muchas veces las
mujeres preferimos no compartir
nuestros fracasos, no sólo por una
cuestión de emocionalidad y que
no queremos que nos vean llorar,
etcétera, sino también porque creo
que por el hecho de ser mujeres,
muchas personas, muchos hombres,
esperan que nosotras fracasemos,
sobre todo en esos ámbitos donde los
que suelen brillar son ellos. Entonces,
para ellos es hasta comprensible
y esperable que fracasemos. Pero
también creo que hay posibilidades
de cambiar la narrativa, porque si
dejamos de estar atentas nada más
al resultado, a lo que nos ha pasado,
es el punto final y nos fijamos más
en los procesos, entonces sí es
posible ver el fracaso no ya como
el final de la carrera, sino como parte
de la trayectoria y parte de lo que
nos ha traído hasta donde estamos.
Entonces, ahí será más fácil compartir
el fracaso no solamente con nuestro
círculo cercano, sino también en
público, y ponerlo como parte de
este proceso de aprendizaje.
Jani Dueñas: Claro que sí. Ana, ¿querías
agregar algo?
Ana Arriagada: Sí. Estábamos hablan-
do de qué es peor, si fracasar en la
interna o que se enteren. Que se
enteren para mí siempre va a ser peor.
De hecho, estaba pensando cuando
salí de la empresa Turner, porque me
despidieron en una de las tantas olas
de despidos que hay en el mundo de
la televisión aquí en Chile. Desde luego
que a tu gente cercana tú le cuentas;
a tu compañero de trabajo, ellos te
apañan, pero me demoré en decir en
redes que ya no estaba trabajando
ahí hasta que tenía resuelto qué iba a
ser con mi vida. Hasta ese momento
preferí no comunicarlo públicamente,
pero también todo este asunto
no es comparable con un fracaso
estrepitoso en un escenario frente
a miles de personas y ante millones
de televidentes, que lo vi y dije
“qué valiente esta mina… estar ahí y
bancarse eso...”
Jani Dueñas: Lo sufriste conmigo...
Ana Arriagada: ¡Sí! O ese fracaso
que es parte de un proceso. Yo
estuve seis años en el mundo de la
televisión, que es una industria del
pasado, ¿cierto? Una industria que
está muriendo. Y si en seis años no
logré transformar el área digital de
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la empresa en la que trabajaba… ¿no
es acaso un fracaso por mucho que
te hayan felicitado o te hayan dado
bonos todos los años? Sí, también
es un fracaso. Es un fracaso. Lo
único que me consuela es que ahora
que estoy haciendo este curso con
otras líderes de medios y veo que
es un tema que no solo me pasa a
mí, sino que le está pasando a todos
los medios más grandes del mundo.
Pero aún así es un fracaso. Entonces,
toda esa experiencia me hizo pensar
acerca de qué necesito para hacer
las cosas distintas la próxima vez.
Cómo es necesario que como perio-
distas aprendamos de negocios, de
sustentabilidad, hablar el lenguaje de
las finanzas, en fin; son cosas que me
hicieron un poco cuestionar esos seis
años. Un año después de salir pude
echar la vista atrás y “sí, fueron seis
años de un rotundo fracaso en la
industria de la televisión”.
Jani Dueñas: Pero decir eso ya es un
montón. Cómo poder decirlo sin que
a una le den ganas de ponerse a llorar,
¿me entiendes? Como…
Ana Arriagada: Puedo llorar, Jani.
Puedo llorar...
Jani Dueñas: Sí, sí, también. Por eso,
mira, esa es una pregunta que a mí
también me hacen mucho. ¿Se puede
disfrutar del fracaso?
Ana Arriagada: Nooooooo.
Jani Dueñas: Es verdad. No seamos
tan “evolucionados” porque, claro,
podemos aprender de él, hablar
de que es más común de lo que
parece; en cierta medida podemos
normalizar el fracaso, asumirlo como
algo común e inevitable en la vida,
y dejar de convertirlo en un tabú,
algo muy propio de una sociedad
neoliberal, donde el éxito es lo más
importante siempre. Pero otra cosa
es decir como “me encanta fracasar”,
como que nadie... ¿o sí?
Ana Arriagada: Mira, yo personalmente
creo que sí es posible mirar el fracaso
como una anécdota y reírse cuando el
ciclo ya está enteramente superado.
Pero el fracaso deja heridos en el
camino. En mi caso hubo un equipo
que sufrió. No hay manera de disfrutar
el fracaso, pero sí destacar todo el
aprendizaje que nos deja.
Jani Dueñas: Exacto. ¿Alguien quiere
agregar algo acerca de esto?
Ximena Villagrán: Déjame renovar un
poco la idea de Anita. O sea, yo creo
que el fracaso individual puede incluso
llegar a disfrutarse. ¿En qué sentido?
En el sentido de, eventualmente,
reírse de ti mismo. Hay fracasos de
los que uno no puede reírse nunca
por todos los heridos que quedaron
en el camino. Y en ese caso el fracaso
lastima mucho. O sea, creo que el
fracaso puede ser más llevadero
cuando es más personal, pero cuesta
mucho sobrellevar un fracaso cuando
hay otra gente en medio y que
termina sufriendo las consecuencias.
Jani Dueñas: Coincido. Cuando hay
equipos y cuando uno ha estado
a cargo de esos equipos además,
tienes razón; los costos ya no son
sólo personales, y uno también sufre
por otros. Ahora, ese aprendizaje
17
tampoco va a evitar que vuelvas a
fracasar de nuevo o que te pueda
volver a pasar, ¿no? Entonces,
¿cómo lidiamos con el fracaso
cuando asumimos que puede ser una
constante en la vida? ¿Cómo perderle
el miedo a un fracaso que nos va a
seguir rondando a lo largo de la vida?.
Lía Valero: Yo quería agregar algo.
Digamos que también me ha gustado
mucho la experiencia de “Chicas”
(“Chicas Poderosas”), sin hacer aquí
otra publicidad de Chicas Poderosas,
pero... Porque creo que también el
espíritu colaborativo ayuda mucho
para sentir que tienes un colchón que
te permite meter la pata varias veces
y ser criticado de forma constructiva.
En Colombia trato en lo posible de
conformar entornos de confianza
donde puede darse una crítica
constructiva y propositiva, donde
todos asumimos que la experiencia
y la trayectoria no nos inmuniza ante
los errores y los fracasos. Yo creo
que trabajar con Chicas Poderosas
también es un sueño en ese sentido,
porque tienes una comunidad de
respaldo. Pero sí creo que de alguna
manera deberíamos ir hacia allá, más
ahora que se habla de innovación,
de trabajo colaborativo, de cambiar
un poco usos y costumbres que se
dan en espacios de trabajo. Yo lo he
sentido también cuando, digamos,
hay liderazgos masculinos. Es más
difícil que esos espacios favorezcan
el aprendizaje. En Chicas Poderosas
tenemos un máxima que repetimos
todo el tiempo: “cágala rápido y
aprende pronto”. Porque eso es parte
del proceso y así es como hemos
construido esta comunidad durante
seis años. Podemos meter la pata
muchas veces pero sabiendo que
hay gente de tu entorno que sí te
va a ayudar a aprender. Puede que
ese entorno te critique con dureza,
quizás no te va a gustar lo que vas a
escuchar, pero siempre va a ser con la
intención de que crezcas y avances.
Jani Dueñas: Me interesó mucho lo
que dijiste, Lía. También me gustaría
volver a eso, al tema de que en muchos
entornos de trabajo se espera que las
mujeres fracasen. Cómo que es más
esperable que una mujer fracase en
una iniciativa o en un proyecto que
un hombre, que pareciera ser visto
como alguien más infalible. Muchas
veces sorprende más cuando una
mujer tiene éxito. Y cuando fracasa,
muchos dicen algo así como “bueno,
ya sabíamos”. ¿No les ha pasado en
sus entornos, en su trabajo?
Ana Arriagada: Yo añadiría un dato
que entregaba un neurocientífico en
una charla a la que asistí. Y él decía
que a los niños hombres les felicitaban
por el esfuerzo, mientras que a las
niñas mujeres los padres tendían
a felicitarlas por los logros: “eres
muy inteligente”, “qué buena eres
cocinando”, “qué buena eres leyendo”.
¿Y a los hombres?, “ah, felicidades
por el esfuerzo”. Yo creo que eso es
una presión que tenemos las mujeres
de no fallar, y esa presión no afecta
tanto a los hombres. No es que el
entorno esperaba algo de mí, sino
que era yo tratando de demostrar
18
siempre cosas al entorno. Es un error
que he cometido en la vida y que me
gustaría no seguir cometiendo.
Jani Dueñas: Pero en el fondo tú le
estái tratando de demostrar a los
demás que eres capaz, que puedes...
Pero eso se debe a que hay una
dinámica de que esperan menos de
ti, o al revés: o son muy exigentes
contigo. Y uno está ahí con esas
exigencias, y como que las mujeres
somos muy autoexigentes, sobre
todo las que nos dedicamos a este
tipo de trabajo.
Ana Arriagada: Exacto. Y no sé cuánto
es de lo que te quedó cuando niña de
todo este refuerzo de felicitarte sólo
por tus logros, no por tu proceso o
esfuerzo, que es algo que le sucede
más a los hombres. Entonces ahí tú
decís “cuánto es mío y del entorno
que me crió, y cuánto de la empresa
o la organización donde estoy
trabajando”. Porque siento que sí,
que las mujeres no exigimos mucho
más y a veces no por presión de
afuera. Es una carga que traemos y
es un chip que traemos dentro que
hay que ir mutando, y es importante
entenderlo para cambiarlo.
Jani Dueñas: ¿Alguien más quiere
aportar?
Lía Valero: Yo quería invitar a refle-
xionar sobre una situación que creo
que está relacionada: ¿cuántas veces
como mujeres también tenemos la
posibilidad de criticar, analizar o dar
un feedback sobre el trabajo de un
hombre considerando que tenemos
una posición más subordinada en los
espacios de trabajo tradicionales?
Muchas veces yo siento que esos
espacios de evaluación no se dan
porque mis jefes son hombres, o
los editores o los directores son
hombres. Entonces, se siente como
una jerarquía de poder donde no se
dan esos espacios para dar feedback
al trabajo masculino, por ende, es una
situación inversa donde la presión cae
sobre una que es mujer, pero no hay
la posibilidad de hacerlo a la inversa.
Yo he tratado de revertir un poco
eso, pero es muy difícil conseguirlo
en Colombia, donde el jefe es algo
intocable. De todas formas hago el
intento, tratando a veces de mantener
una postura del tipo “bueno, pues acá
yo también tengo un espacio para
dar mi feedback y si no estoy de
acuerdo con los comportamientos o
decisiones que toma mi jefe, pues lo
voy a hacer muy respetuosamente”,
aunque igual a veces es como
quebrar la ley, ¿no? Y yo también
tengo la posibilidad de expresarme,
hablar y dar mis opiniones sobre
ciertas cosas que de pronto vienen
desde arriba. Obviamente eso es
muy difícil también en los medios
tradicionales. Creo que hemos tenido
mucha suerte de abrir esos espacios
en los medios independientes.
Ana Arriagada: Sobre el feedback a
los jefes del que hablaba Lia, quiero
compartir un consejo que yo creo
que fue uno de las mejores consejos
que me dieron en mis seis años en la
industria de la televisión...
Jani Dueñas: A ver, esto parece muy
importante. Anótenlo.
19
Ana Arriagada: Suelo ser medio
peleadora, ¿vale? Una vez me
enfrenté en una reunión a uno de
los directores máximos de Turner
en Chile, y la discusión empezó a
escalar porque yo sentía que tenía
razón, pero esta persona no cedía,
no cedía, y yo insistía y yo insistía, y
esto escalaba más y más. Y terminó
la reunión con un clima muy tenso, y
se me acercó un ejecutivo que ya
tenía muchos años de circo y me
dijo “Anita, aunque tengas razón,
nunca le demuestres a tu jefe que
tienes razón en una reunión con
público, porque el jefe nunca pue-
de mostrarse equivocado frente a
sus subalternos”.
Jani Dueñas: ¡Claro! Nunca frente a
otras personas. No puede quedar
como el que estaba equivocado.
Ana Arriagada: Exacto. “Si tú lo
hubieras dicho en privado”, él te
lo agradece, ¿vale? Todo bien y
quedamos todos felices. Y me
guardé este consejo, lo atesoré. Tal
vez no iba con mi manera de ser, pero
siento que fue un buen golpe.
Jani Dueñas: ¿Pero no te lo dijo sólo
porque era hombre? Porque también
los hombres tienen esa cosa a veces
de que no quieren que los pongan en
vergüenza, pero se puede aplicar para
todo tipo de jefaturas.
Ana Arriagada: Sí. Comparto esta
experiencia con las chicas, porque, a
veces, te metes en discusiones con
público y a veces las discusiones
salen mejor sin público. Y creo que
es un buen consejo.
Jani Dueñas: Sí, es un buen consejo.
Laura Aguirre: Sobre este punto, a mí
me gustaría agregar una anécdota
que me pasó muy cerca de cuando
fundamos el medio. Y le conté lo
que estábamos haciendo a un buen
y prestigioso periodista, muy amigo
mío. A él no le extrañaba nada que
nos fuera bien porque, según él, los
temas de género y feminismo están
de moda en el mundo que apoya
los medios. Era obvio que nos iría
bien. A mí me me dejó un poco en
shock, y no supe qué responderle.
Entonces también creo que a veces,
al menos en lo personal, me hacen
falta como cursos de defensa
personal y feminista frente a este
tipo de comentarios ¿no?, porque
cuando te los hacen y no sabes
cómo reaccionar, al menos a mí me
pasa que me empiezan a entrar mil
dudas. Me afecta el “síndrome del
impostor” y empiezo a descreer de
mis aptitudes y habilidades. Esto no
puede ser. Así que es hora de que
tengamos un arsenal de respuestas
y trabajar la habilidad de responder
de forma astuta y poder dejarlos
callados y mandarlos a la mierda cada
vez que nos salgan con opiniones
que menoscaben nuestra autoestima.
Jani Dueñas: ¡Una especie de
curso de autodefensa para los
momentos precisos!
Ximena Villagrán: Yo no sé si los
hombres realmente dedican esta
cantidad de tiempo en su vida a
pensar cómo hay que contestar,
cómo hay que agradecer, cómo
20
hay que decir, cómo me tengo que
defender. Y no sé... yo creo que
es una carga mental adicional para
nosotras en nuestras vidas. O sea,
veamos lo que pasa con los correos.
¡Yo siempre tengo pánico de sonar
como mandona y terriblemente mal
cuando mando un correo pidiendo
algo, y entonces voy y borro y
reescribo..! No sé si a los hombres les
da miedo parecer que son mandones.
Jani Dueñas: Es verdad, tenía muchas
ganas de comentarles que se ha
impuesto una sola manera de ser una
“mujer exitosa”. Hemos hablado de
fracaso, pero el otro lado del fracaso,
necesariamente en la otra cara de
la moneda, está el éxito. Y está
bueno también que definamos qué
es lo que es el éxito para nosotras.
Ahora ya hay muchas mujeres más
en nuestro trabajo. Me ha tocado
trabajar en compañías de teatro, en
la comedia, en el mundo del stand up.
Cuando yo partí, la verdad es que el
80 por ciento de los comediantes
eran hombres y habíamos apenas
dos mujeres. Y muchas veces siento
que la idea de éxito que también se
nos impone a las mujeres es muy
masculinizada. Digo, en el fondo es
ser exitosas igual que ellos. A veces
pienso que es distinto el éxito para
nosotras, porque tenemos vidas
tal vez más variadas, más diversas,
con más facetas. Para ser exitosa
también hay estar con la familia, tener
pareja, pero también que te vaya
bien en el trabajo. No es sólo que ese
proyecto sea exitoso y nada más.
Con nosotras se mezcla lo laboral
con la vida personal y quiero saber si
ustedes sienten eso: que el éxito para
nosotras, y por lo tanto el fracaso, es
distinto en la vida respecto del éxito
que se le impone a los hombres.
Laura Aguirre: Esta pregunta me
interpela directamente a mí porque
soy mamá de un niño de cinco
años y para mí ha sido también una
experiencia difícil intentar conciliar
trabajo con la vida de familia, con la
crianza, aunque también es importante
para mí y que, me parece, es uno de
los temas pendientes que hay incluso
dentro de los mismos espacios
feministas. Es muy difícil llevar las
dos cosas al mismo tiempo. Yo viví
durante siete años en Alemania. Ahí
nació mi hijo, y en Alemania hay una
política de maternidad, de paternidad,
en la que te dan catorce meses
después que nace el bebé para que
puedas quedarte en casa cuidándolo.
Divididos si quieres o no. Aún así, con
esas políticas públicas, es muy difícil
trabajar. Es un ambiente muy hostil
que recarga de culpas a las mujeres:
si regresamos antes de que el niño
o la niña cumplan un año, seremos
muy estigmatizadas. Todavía no hay
ambientes que estén pensados para
conciliar trabajo y crianza. Lo que
tenemos son modelos que nos dicen
que están diseñados para generar
igualdad entre hombres y mujeres,
pero el modelo de éxito, el modelo
de trabajo y el modelo de igualdad
siguen siendo masculinos. Por
supuesto, creamos las condiciones
para que puedas trabajar: 8 horas,
21
16 horas, etcétera, sin parar, como si
fueras un hombre. Creamos guarderías,
te damos servicio de señoras que
pueden llegar a la casa, cuidarlo o
ayudarte, etcétera. Pero están hechos
y pensados siempre como si fueras
un hombre. Para mí esto es un punto
primordial. Sueño con que en Alharaca
podamos realmente diseñar una polí-
tica de trabajo que esté pensada
también para desarrollar otros ámbitos
de la vida que son importantes, como
es la crianza y la familia. Una de las
posibilidades es pensar dentro de
nuestro mismo espacio, nuestras
conferencias, nuestros encuentros,
cómo hacer para incluir a mujeres que
tienen hijos, para incluir a mujeres que
están activamente en la crianza. Aun
en los espacios feministas es un tema.
Jani Dueñas: Sí, es completamente
cierto lo que dices. A eso me refería:
a la forma masculina de ser exitosa.
¿A alguien más le ha pasado o quiere
compartir alguna reflexión?
Ximena Villagrán: Quería retomar un
poco la idea de Laura. A nosotras
nos piden que separemos nuestro
éxito profesional de nuestro éxito
personal permanentemente, y puede
resultar totalmente agotador en
algún punto. O sea, yo tuve que
tomar la difícil decisión de parar en
mi vida profesional, porque resulta
que un día me di cuenta de que
estaba cansadísima y que tenía que
enfocarme un poco en mí. Yo sólo
había pensado en trabajar, trabajar,
trabajar, y había descuidado a la gente
que quería y a mí misma, entonces es
un poco como “en qué momento me
pasó todo esto”. ¿Por qué nos piden
separar el éxito profesional del éxito
personal permanentemente?
Jani Dueñas: Claro, y con el fracaso
también pasa lo mismo. Un fracaso
personal se vive a puerta cerrada. Los
fracasos profesionales son públicos.
Ximena Villagrán: Exactamente. Pasa
lo mismo.
Ana Arriagada: Yo quiero añadir algo
por el estilo masculino. No quiero
generalizar, pero siento que el éxito
masculino tiene mucho de marketing
y mucho de humo. Una vez, una jefa
me dijo: “Anita, yo sé que tú eres
muy capaz, que sabes todo, pero
necesito que hagas ficción técnica”,
porque el personaje X, un hombre
que trabajaba también en el área,
dominaba la “ficción técnica”, y yo
no. ¿Qué es la “ficción técnica”, se
preguntarán ustedes? Es hablar en
difícil cosas que son fáciles, sobre
todo en el mundo digital. Entonces,
mi problema no era mi trabajo, no era
lo que yo sabía. Mi problema es que
no dominaba esta ficción, esto de
hablar en complicado lo que, según
pienso, debe ser transmitido con el
máximo de sencillez y claridad para
que todos lo entiendan. Que todos
sepan que esto no es física cuántica
ni estamos en la NASA lanzando un
cohete, sino que son cosas que
todos podemos comprender y
eventualmente dominar. Pero, según
mi jefa, viendo a este personaje que
era un hombre, mi éxito sólo se iba
a ver reflejado cuando yo lograra
hablar en difícil, al igual que él, que
22
tendía a abusar de la terminología de
marketing, el “Big Data”... Todas esas
cosas que les gustan a los hombres.
Jani Dueñas: Me río, pero es verdad:
harto adorno, ¿no?
Ximena Villagrán: En España decimos
que “hay que aprender a vender
motos”. Eso era lo que tendrías que
aprender, Anita.
Jani Dueñas: “Aprender a vender
motos”, claro. Así que ahora, para ir
cerrando este Festival del Fracaso,
donde también hemos abierto nues-
tro corazón, nuestras vidas, nuestras
expectativas y nuestras experiencias,
y también para compartirlas no sólo
entre nosotras, sino con las amigas
y las personas que están tomando
este curso. Me interesa dar alguna
recomendación a otras mujeres y
amigas, alguna perla de sabiduría.
¿Quién quiere partir o quién le
gustaría hacerlo?
Ximena Villagrán: Si yo pudiera
recomendar algo de mis últimos
años relacionado con esto del
emprendimiento, les recomendaría
que lo hicieran con una amiga, que
lo hicieran con alguien que saben
que las va sostener cuando caigan
o tropiecen. O sea, esto que decía
Lia hace un rato: tener el colchón de
soporte. No se crean superpoderosas.
Y busquen armar un equipo que
trabaje de consuno todo el tiempo,
un equipo al que ustedes puedan
delegar tareas. No carguen con todo
ustedes solas.
Lia Valero: Yo quería referirme a
la presión. Como que hay mucha
presión también, excepto cuando
se es muy joven. Aprovechemos
que la expectativa no es tan grande
y probemos con cosas diferentes.
Muchos dicen “bueno, a los 27 años no
hay tanto afán. A los 27 años no tienes
tanta experiencia, a los 27 años…” Y
yo creo que justamente a veces uno
tiene que entender el valor de ser
joven y emprender y tratar de hacer
las cosas de un modo distinto, incluso
cuando estás en equipos con gente
más experimentada y no bajarte
la autoestima por eso. Creo que
muchas veces uno en estos entornos
también aprende mucho de escuchar
a otros. En este punto, yo creo que el
periodismo necesita escuchar a todo
el mundo y aprender de todo tipo
de experiencias para poder avanzar,
porque justamente estamos en un
proceso de construcción y recons-
trucción de lo que es ser periodista,
de lo que son los medios, de lo que
es hacer buen periodismo, y en este
proceso todo punto de vista es un
aporte. Entonces, las invito a sacar
provecho de la juventud y asumir el
emprendimiento como parte de un
proceso de aprendizaje.
Jani Dueñas: Buenísimo. ¿Quién más?
¿Laura?
Laura Aguirre: Me gustaría terminar
trayendo a la mesa dos puntos: uno,
retomar la importancia de los equipos,
la importancia de estar acompañada.
Pero no sólo para emprender y para
trabajar, sino también para cuidarnos
a nosotras mismas. Este concepto
creo que es muy importante porque
puede garantizar que nuestros lugares
23
de trabajo también sean lugares de
soporte emocional, de contención,
de seguridad para nosotras, pero
también para las mujeres que nos
están acompañando en esto que
estamos construyendo y que,
aunque no seamos amigas de la
vida, sí podemos ser cómplices y sí
podemos estar preocupadas unas de
otras. Ahora, el segundo punto es que
creo que debemos apostar mucho
a los proyectos intergeneracionales
y retomando la cuestión de la edad,
es muy importante, sobre todo en
una coyuntura como ésta, en la que,
al menos en Latinoamérica, pareciera
que se está dando una brecha genera-
cional dentro del feminismo. Y muchas
veces he oído hablar, sobre todo
en redes, de las feministas mayores
y las feministas de ahora. Y eso me
preocupa. Creo que sí es posible y
que debería ser parte de nuestras
prioridades, construir lazos, construir
puentes entre feministas jóvenes
como Lía y Xime, que están ni siquiera
en sus 30, y las feministas que somos
mayores y que tenemos otro tipo de
conocimientos, y respetarnos entre
nosotras, valorar esas diferentes for-
mas de generar conocimiento.
Jani Dueñas: Es verdad. Ana, sólo faltas
tú, para ir cerrando esta conversación.
Ana Arriagada: Mi sabiduría senior, de
viejita... Bueno, primero coincido con
que tener una comunidad de apoyo es
fundamental en términos de training,
de apoyo espiritual y moral en los
momentos difíciles. Y a esta altura de
mi carrera, el consejo que yo le diría a
las chicas -como en algún momento
le decía a mis colegas “capacítense
en digital, ábranse a la tecnología,
atrévanse con eso”- es que se atrevan
a entender de negocios. Entendamos
de finanzas, capacitémonos en eso,
chicas. La industria del periodismo ya
está en una crisis, y es fundamental
que entiendan cómo funciona el
negocio de tal modo que puedan
hablar con la persona de finanzas de
tú a tú para poder explicar el porqué
es un proyecto valioso el de ustedes.
Así que este es mi pequeño consejo
para las chicas que hayan tomado
este taller de liderazgo. A esta altura
de mi vida me he dado cuenta de que
esto es fundamental.
Jani Dueñas: Excelente. Yo también
creo que sí puedo compartir algo de
la sabiduría que tengo por lo que me
ha tocado vivir. Lo de los equipos
creo que es fundamental. Realmente
ser líder tiene mucho que ver no sólo
con ir siempre hacia adelante o tener
la razón, o ser la que siempre propone
las ideas. Es ser capaz también de
crear lazos entre personas, fomentar
escuelas o potenciar a los demás. Es
armar círculos virtuosos. Y esto es
muy bonito cuando uno tiene el lujo
de conocer gente que además te
levanta a ti, porque es súper recíproco.
A mí me pasa con mis compañeras
comediantes. Mucha gente dice que
yo les echo una mano porque las
invito al escenario, y la verdad para
mí es completamente al revés: ellas
me están ayudando a mí. Ellas me
están ayudando a mantenerme viva,
a mantener mi oficio conectado, a
no anquilosarme y nunca ponerme
24
cómoda. Y con respecto al fracaso...
Bueno, mi único comentario, el único
consejo que podría dar, ya que ese
fue el tema de esta conversación: no
hay que tenerle miedo al fracaso. No
hay que tenerle miedo porque vas a
fracasar en algún momento, y seguro
será una experiencia horrible. Pero
es parte de la vida y es imposible
estar en un alto nivel sin haber estado
abajo. También la vida funciona así.
Lia Valero: Un solo consejo que creo
que me ha servido muchísimo, y para
cualquier situación, es pedir ayuda
cuando una lo necesita. O sea, creo
que también es muy importante
reconocer que una no se la puede
sola. Y bueno, ahí volvemos al tema
de la comunidad. Pero hay que
atreverse a preguntar. Ahora es muy
fácil estar comunicados a través de
cualquier correo, incluso a través de
Twitter o redes sociales.
Jani Dueñas: Es la fuerza de la vulne-
rabilidad, diría yo; que no hay que
hacerse la que una sabe hacerlo todo
y no hay necesidad de fingir dureza
y dominio total de la situación. No
hay que proyectarse como la mujer
que ya viene de vuelta, sino que
debes reconocer sin temor que no
sabes algo y que quieres aprender.
Bueno, chicas. Muchas gracias por
esta conversación. Fue realmente
enriquecedora, bonita. Un gusto
conocerlas. Toda mi admiración
para ustedes. Así que les mando un
abrazo. Nos vemos.
Ejercicios

25
 Ejercicio

Contesta las preguntas que las colegas de formularon en el Festival del

Fracaso y cuéntanos qué piensas al respecto.

1) ¿Me importa menos fracasar o me importa más cuando el mundo se entera?

¿Qué pasa cuando fracasamos en público?

26
2) Los costos de compartir las alegrías y/o las tristezas públicamente

3) Perdonar no significa olvidar, ¿o si?

4) ¿Se puede disfrutar el fracaso?

27
 Lecturas recomendadas:

1) El Instituto del Fracaso

https://thefailureinstitute.com/es/
2) Falla de forma consciente/deliberada, la magnífica Leticia Gasca
https://www.ted.com/talks/leticia_gasca_don_t_fail_fast_fail_mindfully

28
29
 Festival del Fracaso
“Falla rápido y aprende pronto”

Jani Dueñas
(Chile)
• Cada noche que hago stand-up existe la posibilidad
de fracasar o de que me vaya muy mal en algo.
• Fracasé rotundamente, estaba cegada
frente al éxito.
• El fracaso individual puede llegar a disfrutarse.
Eventualmente puedes llegar a reírte de ti mismo.
• No olvides a las personas que sufren durante
momentos difíciles, Aprendamos de los errores.
• Hay fuerza en la vulnerabilidad. Nuestras voces son
más fuertes cuando nos mostramos
como somos.
• Se trata de ser la dueña de tu destino,
¿te animas?
• La pregunta es:
¿Cómo es el liderazgo en clave femenina?

30
31
 Festival del Fracaso
“Falla rápido y aprende pronto”

Ximena Villagrán
(Guatemala)
• La presión de las mujeres por no fallar es la
presión de mostrar al entorno que sí podemos.
• ¿Fui muy dura? ¿Fui muy suave? Los hombres,
a diferencia de muchas mujeres, no se hacen ese
tipo de preguntas.
• Emprendan con una amiga, busquen un equipo
leal y no carguen con todo.
• Cuestionemos ciertos supuestos como separar
el éxito personal del profesional. O que vivamos
los fracasos a puerta cerrada y
los éxitos en público.

32
33
 Festival del Fracaso
“Falla rápido y aprende pronto”

Lía Valero
(Colombia)
• Tememos fracasar por temor a poner en riesgo
nuestra credibilidad como periodistas.
• Ser transparentes ante un fracaso
fortalece al equipo.
• Es importante crear entornos de confianza para
poder fracasar.
• Ser líder es mucho más que proponer ideas, es
elevar a tu equipo.

34
35
 Festival del Fracaso
“Falla rápido y aprende pronto”

Laura Aguirre
(El Salvador)
• A veces en los ambientes de trabajo se espera
que, como mujeres, fracasemos.
• Prepárate y busca consejos para enfrentar las
agresiones machistas.
• Nuestros ambientes laborales no compaginan
la crianza.
• Nuestros equipos y espacios deben operar
el autocuidado.

36
37
 Festival del Fracaso
“Falla rápido y aprende pronto”

Ana Arriagada
(Chile)
• Aprender del fracaso puede ayudarte a hacer las
cosas distintas la próxima vez.
• El éxito masculino muchas veces se construye
en base a marketing y humo.
• Erradiquemos la ficción técnica: hablar de lo fácil
con palabras difíciles.
• Capacitémonos en finanzas: entender el negocio
es fundamental para el futuro de los medios.

38
 Nuestras entrenadoras:
• Mariana Barbosa (Portugal) • Lucía Chuquillanqui (Perú) • Mar Cabra (España)
• Luz Mely Reyes (Venezuela), Efecto Cocuyo • Marianne Díaz (Venezuela-Chile)
• Arianna de Souza (Venezuela-Chile) • Michaela Cancela-Kieffer (Francia)
• Carmen Alcázar (México), Wikimedia México • Nelly Luna (Perú), Ojo Público
• Emiliana García (Argentina), El CLIP • Lia Valero (Colombia), Rutas del Conflicto y Mutante
• Ximena Villagrán (Guatemala), El Intercambio • Laura García (El Salvador), Alharaca
• Ana Arriagada (Chile) El Soberano
Nuestra presentadora:
• Jani Dueñas (Chile)
La equipa:
Producción: Ana Arriagada (Chile) Comunicaciones: Belén Arce (Argentina)
Diseño Gráfico y Editorial: Redes Sociales: María Laura Chang
Miguel Méndez (México) (Venezuela-Argentina)
Diseño Social: Chío Blasio (México) Planeación: Gía Castelló (Ecuador-Argentina)
Edición y Post producción de Video: Zenial en residencia: Simona Paranhos
Pardix (Chile), Fábrica de Ideas Directora de Chicas Academy y
Edición de Libro y Textos: Coordinadora General de Mujer Poder y
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Difusión del curso, de Junio-Agosto 2020, por

Producido por
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 Chicas Poderosas es una comunidad global
que promueve el cambio inspirando y
fomentando el desarrollo de mujeres en
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