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Está Prohibido Rendirse.

Eso, es lo primero que te quiero decir querida mujer emprendedora. Aun


cuando el camino parezca empedrado, estrecho y sin salida, será tu
convicción la única capaz de descifrar los misterios, sobreponerse al
cansancio y, finalmente, permitirte observar cómo tu proyecto crece ante la
mirada de los incrédulos. Sin embargo, si tiras la toalla antes de que termine
el asalto, quizás nunca puedas ver convertida en realidad esa idea a la que
has dedicado tantas horas de esfuerzo y noches de desvelo. Por esto, respira
profundo y, con la seguridad de quien conoce el potencial de la iniciativa,
sigue labrando esa senda que lleva al éxito.

Tú, que escapas de las zonas de confort y de la estabilidad, debes ser fiel a
tu idea. No permitas que las dudas abran una puerta por donde se ‘cuelen’
aquellos capaces de minar tu proyecto, augurar catástrofes o sembrar el
miedo. Tu instinto será la mejor brújula para navegar por los mares del
incierto, adaptándote a cada una de las mareas y buscando aquel viento a
favor que te lleve suavemente hasta la costa. Las tormentas son parte del
viaje, pero son justamente en ellas en donde se consolidan los mejores
capitanes. ¿Qué a veces es muy difícil y el agua llega hasta el cuello?,
entonces recuerda a Winston Churchill: “Si estás pasando por un mal
momento, sigue adelante”.

Olvida el vértigo que genera el “fracaso”. Es imposible aprender sin


equivocarse. Por eso, tómate el tiempo para fallar y adquirir nuevos
conocimientos. Suma la experiencia que no tienen los demás y levántate cada
vez más fuerte que la anterior. Comprende que cada una de las ‘cicatrices’ es
un peldaño menos y que incluso los más grandes han tenido que vivir
hombro a hombro con las equivocaciones. No en vano Michael Jordan
afirmaba con orgullo que “he perdido más de nueve mil oportunidades en mi
carrera. He perdido casi 300 partidos. Me han confiado veintiséis veces el
tiro ganador y he fallado. He fracasado una y otra vez en mi vida y por eso
he tenido éxito».

Ahora bien, ninguno de los esfuerzos, aprendizajes o caídas tendrán sentido


cuando los emprendedores escogen la salida fácil de la rendición. Construir
una idea es un proceso que no tiene fin. Si piensas que en algún momento
llegará un punto en el que todo estará hecho, entonces prepárate para ver
desaparecer tu proyecto en manos de la competencia, de aquellos que
ambicionan con comerse el mundo, innovar y dejar sus nombres en las
marcas del tiempo. Por esto, querida mujer emprendedora, entiende que el
cambio será tu eterno compañero y la mejor fórmula para mantenerte viva
en un mundo que no se detiene y que se reinventa en un parpadeo.

Sin embargo, no es momento para sentirse abrumada. La conmemoración del


Día Internacional de la Mujer es una oportunidad para el reconocer la lucha
de las mujeres por su participación en el mundo, en la sociedad y en su
desarrollo íntegro como persona, en pie de igualdad con el hombre.

Es un momento para mirar hacia atrás y aplaudir por los ladrillos que se
han llegado a poner hasta este momento para construir la idea anhelada.
Es un respiro no solo merecido, sino necesario. Una oportunidad para hacer
un balance y entender que, si aún quedan aspectos por mejorar (que siempre
los habrá), también se han tenido aciertos. Por esto, a ti mujer guerrera y
luchadora, sonríe, date una palmada sobre el hombro por ser parte de ese
menos del 6 por ciento de la población que ha decidido ser su propio jefe
y prepárate para seguir creciendo.

Querida emprendedora, sigue indetenible edificando un mundo nuevo,


mientras que en tu mente los pensamientos danzan libres al ritmo de la
creatividad, con el único eco de una voz que te recuerda que: está prohibido
rendirse.

¡Y RECUERDA!
¡¡Todo lo que quieres, lo puedes tener!! ¡RECLÁMALO!

Trabaja para conseguirlo, y cuando lo consigas ayuda a otras personas a


llegar arriba, cada uno enseña a otro…

¡NO ASPIRES SOLO A GANARTE LA VIDA!


¡ASPIRA A MARCAR LA DIFERENCIA!

Que tengas un Excelente Día.

Martín Álvarez F.

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