Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Un discurso de hace más de diez años que, conservando toda vigencia y sobre
el eje de la resignación humana, denuncia el sistema social que nos hace
cómplices activos de nuestra propia degradación como individuos. Contiene
además un análisis de los mecanismos que a través de los medios de
(des)información, la cultura, el trabajo y otros modelantes de las relaciones
humanas, impiden que nos rebelemos ante lo que deberíamos considerar una
situación inadmisible.
No importa que se contaminen las aguas, que se contaminen los ríos, los mares
o los aires. Competitividad, crecimiento sostenido, y los mercados . Eso es lo
único que importa. Su poder no puede ser contestado, y además, la existencia
de las propias sociedades nos demuestra que esto es lo que produce bienestar.
Y no importa que las personas de la calle vean que ese bienestar no le ha llegado
al hijo que tiene que ir a la empresa de trabajo temporal, que le cobra el 40% de
la nómina por colocarle en una empresa.
Página 1 de 8
UNIVERSIDAD NACIONAL JOSE FAUSTINO SANCHEZ CARRION
No importa que la persona que todavía tiene una pensión que no llega al salario
mínimo interprofesional y está casi a la mitad, 60.000 y pico de pesetas, la mitad
de eso, a veces no llega. No importa el paro de aquel que entró en los 45 años,
no importa que la mujer, madre y esposa pero que además tiene que trabajar,
no cobra lo mismo, igual que el hombre, haciendo la misma tarea, violando
artículos enteros de la Carta fundacional de las Naciones Unidas y la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, y texto de la Constitución Española. No
importa, porque le están diciendo que no hay más bien que la competitividad, lo
bien que vivimos, lo bien que vamos, los datos, las cifras… No importa que la
gente vea o no quiera ver en su entorno y a su alrededor, hechos que están
contradiciendo ese mensaje.
Porque para que no se vea, o para ser menos hiriente, hay sucedáneos. Ahí
tenéis la televisión, fútbol, mucho fútbol, más fútbol que en épocas anteriores de
la historia de España. Ahí tenéis concursos degradantes que no alimentan la
razón, el estudio, el análisis.
Para que ocurra aquello que tantas veces digo de la viejecita, que al final del
siglo XIX estaba vendiendo cerillas, a la puerta del Palacio de la Ópera de
Madrid, en un mes de enero a las dos de la madrugada, aterida de frío, y envuelta
en una toquilla vendiendo cerillas para poder subsistir. Y cuando entraban
hombres y mujeres envueltos en armiños, en capas, con lujo, con joyas, decían
qué bien vivimos en Madrid. Un caso de alienación, un caso de suplantación, un
caso de drogadicción. La imagen, lo bien que vivimos, las historias de alcoba,
las revistas de corazón, las frivolidades, que hacen olvidar lo que ocurre
diariamente, o si se ve, se eleva a otra categoría, como si no fuese lo real.
Resignación, además, porque el discurso oficial que baja desde muchos sitios,
baja desde los poderes públicos, baja desde las sentencias de los tribunales,
desde las cátedras, desde las clases de EGB donde el maestro de escuela va
inyectando ya unas determinadas ideas. Baja desde la televisión, y desde los
medios de comunicación.
El que tiene que comer todos los días no puede permitirse el lujo de perder, por
un acto de rebeldía, el puesto de trabajo. La rebeldía siempre ha surgido de
aquellos que comían todos los días, ¡de aquí la gran culpabilidad de muchos
intelectuales españoles, que comiendo todos los días bien del pesebre bien de
su trabajo, no han sabido decir basta a esta situación de degradación!
Página 2 de 8
UNIVERSIDAD NACIONAL JOSE FAUSTINO SANCHEZ CARRION
La resignación… Una resignación que nace de la evidencia diaria, del paro que
es cierto, de ese paro que dicen que se reduce porque la estadística dice que
cuando una persona trabaja dos horas a la semana, ya no está parada. Una
disminución estadística de los empleos a tiempo parcial, de las horas
extraordinarias que se imponen pero que no se cobran, de la angustia de si
mañana podré trabajar.
Resignación que surge de la culpabilidad del propio parado. Uno de los éxitos
entre comillas del sistema americano es conseguir que el pobre, el miserable, se
sienta culpable de su situación. Es la filosofía calvinista, hija del protestantismo.
Tú eres culpable de tu situación. No has sido capaz de triunfar. Esa es la filosofía
de la sociedad americana, y si no has triunfado es porque tú eres el responsable.
Esta sociedad da oportunidades a todo el mundo. Si tú no has podido hacerlo
así, tú eres el culpable. Y entonces el oprimido, el pobrecito, el esclavo, se echa
encima la responsabilidad de su situación.
Página 3 de 8
UNIVERSIDAD NACIONAL JOSE FAUSTINO SANCHEZ CARRION
Esa resignación, por tanto, es hija de una economía, de un sistema político que
confunde muchas cosas. Una información que está haciendo surgir en nuestros
universitarios, en nuestros institutos, en nuestras academias, en las escuelas
básicas, la cultura del si o no, propia del ordenador.
La vida está llena de colores, de tonos, y el lenguaje es mucho más vivo cuantas
más cosas hay para ser descritas. Si o no. Blanco o negro, derechas o
izquierdas. Consteste usted como el ordenador, afirmativo, negativo, afirmativo,
negativo. Se busca ya, no el ser humano pensante capaz de la reflexión, de la
duda o de la inquietud, se busca el esclavo sin pensamiento, y por eso no se
quiere la historia, y por eso se desdeña la memoria, porque los seres humanos
somos hijos de la memoria. Yo soy lo que soy porque viví con mis padres, mis
recuerdos, mi historia, mis vivencias… Yo soy la actualización de todo un pasado
que está vivo.
Escapismo, droga, igual que la heroína, igual que la cocaína, droga, escapismo.
Sedar el pensamiento, aniquilar el espíritu crítico y fomentar la resignación… Y
frivolidad, mucha frivolidad. Y por tanto la política entendida como compra-venta
de votos. No importa qué es lo que quiere el pueblo. Un pueblo al cual
convenientemente se le va a decir lo que quiere, a través de determinados
medios. ¿Más fútbol? Pues más fútbol.
Es que yo pienso que… No, tú tienes que decir lo que le guste al pueblo, al cual
yo mediante medios de comunicación finísimos, le voy diciendo qué es lo que le
conviene. Pero yo represento un proyecto, yo quiero explicar mi proyecto, yo
quiero dirigirme a mi pueblo, del cual formo parte, para decirle el punto de vista
de nuestra organización. No, no, no, lo que conviene es que ganes votos.
“Sedar el pensamiento, aniquilar el espíritu crítico, fomentar la resignación, y
frivolidad, mucha frivolidad”
Eso no está bien dicho. Tienes que ser respetable, tienes que hablar y decir lo
políticamente correcto, el buen tono, como el chico de la burguesía del siglo XIX,
niño eso no se hace, eso no se dice.
Tú lo haces por bajo cuerda, porque todo debe permanecer como si aquí no
ocurriera nada, es decir, la cultura de la hipocresía. Crear una sociedad hipócrita,
que miente a sabiendas, que sabe que está diciendo algo que nadie cree, pero
lo importante no es decirlo, lo importante es hacerlo pero que no se diga. Y ese
cáncer va avanzando, degradando, corrompiendo y aniquilando las fuerzas para
Página 4 de 8
UNIVERSIDAD NACIONAL JOSE FAUSTINO SANCHEZ CARRION
Porque morir tenemos que morir, ¡muramos por lo menos luchando por un ideal
noble y no consumiéndonos como un brasero!
“Porque morir tenemos que morir, ¡muramos por lo menos luchando por un ideal
noble y no consumiéndonos como un brasero!”
Página 5 de 8
UNIVERSIDAD NACIONAL JOSE FAUSTINO SANCHEZ CARRION
bien formado, me alimento todos los días, tengo un techo donde guarecerme,
tengo ropa que ponerme, y una vez que tengo mis necesidades más elementales
satisfechas, yo puedo empezar a pensar para ser un hombre libre.
La ley es la que puede hacer posible que conviva la gente en sociedad, mientras
que la ley sea justa y se aplique con justicia a todos igual. Solidaridad… Es un
mensaje que nos puede hermanar a todos, a todos aquellos que hablaban sobre
el internacionalismo proletario, que sigue estando vigente.
“Austeridad no es miseria, sino vivir dignamente. Poseer uno cosas, y no que las
cosas lo posean a uno”
Página 6 de 8
UNIVERSIDAD NACIONAL JOSE FAUSTINO SANCHEZ CARRION
Austeridad que significa que la mejor manera de vivir es tener relaciones con otro
en un plano de igualdad, sintiéndose hombres y mujeres libres en una sociedad
democrática. Austeridad que hace que nos miren a todos como seres humanos,
y no por nuestra capacidad de consumo. Yo me niego como ser humano a que
digan que soy un español que consume tantas salchichas o tantos coches al año.
Eso no es la austeridad, eso es medir al ser humano por otro talante. Austeridad
que significa, con otra palabra, sobriedad.
Hablar de cosas concretas, hablar de cosas que son importantes. Incluso cuando
se utiliza el lenguaje para crear belleza, para hacer pensar, como nuestro premio
Nobel, se utiliza desde la sobriedad, porque las palabras cayendo en cascada,
uniéndose, recreándose constantemente, hacen pensar, hacen conseguir
nuevas ideas. Humanizan.
La paz significa que mañana 1.200 hombres y aviones españoles que cuestan
un dinero, no puedan entrar en la antigua Yugoslavia, porque no ha sido
consultado a las Cortes Generales y porque se ha violado nuevamente el artículo
62 de la Constitución. Significa por tanto hablar de paz. Paz como justicia, por el
entendimiento entre seres iguales que son capaces de razonar.
Si hay aquí algún creyente me dirijo a él para recordarle la frase que hoy
explicaba en la universidad, cuando una persona, un compañero que era
representante, parece ser, de la teología de liberación, me preguntaba, y le
recordaba yo un pasaje del Evangelio. Decía mirad, una de las cosas que figuran
en el evangelio, cuando le preguntan a Jesús de Galilea, tú que has venido aquí,
¿a traer la paz? Y dice, yo no, he venido a traer la guerra. ¿Y qué quería decir?
Página 7 de 8
UNIVERSIDAD NACIONAL JOSE FAUSTINO SANCHEZ CARRION
Página 8 de 8