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UGEL 03
2° AÑO
MANUELA SAÉNZ
Valoración histórica
Manuela Sáenz es sin duda uno de los personajes más interesantes de las guerras de independencia
de América del Sur. Según sus detractores, su relación con Simón Bolívar opaca sus propios méritos
personales, como una de las grandes defensoras de la independencia de los países sudamericanos y
como una de las más destacadas y avanzadas defensoras de los derechos de la mujer.
En su tiempo fue severamente criticada por algunos de sus contemporáneos debido a su actitud
extrovertida y provocadora para la época, así como por la influencia política que llegó a ejercer, lo que le
valió el destierro. Aun muchas décadas después de su muerte, influyentes intelectuales e historiadores
omitieron su vida en sus obras sobre la historia de la campaña libertadora, así como otros la limitaron a
una condición decorativa romántica y aun denigrante, tejiendo una leyenda sexual alrededor de su figura,
la que sigue teniendo peso en la actualidad.
Recién en la mitad del siglo XX, gracias al revisionismo histórico, aparecieron biografías y ensayos
en los que se empezó a reivindicar su papel como líder en la gesta libertadora de lo que hoy
son Colombia, Ecuador y Perú. En los últimos años Sáenz ha sido convertida en un icono
del feminismo latinoamericano e igual, como sigue teniendo detractores, su vida también es exaltada por
escritores e historiadores como Alfonso Rumazo González, Germán Arciniegas o Alberto Miramón
y Pablo Neruda. Sin embargo, fue en la década de 1980, cuando el historiador Carlos Álvarez Saá, dio a
conocer el hallazgo de los diarios personales de Manuela, así como la correspondencia personal entre
ella y Simón Bolívar, documentos que completan la biografía de la heroína.
HOMENAJE EN PERÚ:
En ocasión del día de la mujer se develo en 2020 un busto de Manuela Sáenz en el parque
Domodossola del distrito de Miraflores en Lima, Perú. Con representantes de Ecuador y Perú.
Monumento, traído desde Quito, su posición está mirando al mar en rememora a una ciudad que amó y
vivió profundamente.
Thorne en varias ocasiones pidió a Manuela que volviera a su lado. La respuesta de ella fue
contundente: seguiría con Bolívar y daba por finalizado su matrimonio. Admiraba grandemente a Simón
Bolívar y compartían el mismo ideal.
UGEL 03
2° AÑO
EXILIO Y MUERTE
Después de que fuera aceptada su dimisión a la presidencia, Bolívar abandonó la capital
colombiana el 8 de mayo de 1830 y falleció en diciembre en la ciudad de Santa Marta producto de
un trastorno hidroelectrolítico (aunque durante mucho tiempo se ha supuesto que murió
de tuberculosis), sumiendo a Manuela en la desesperación. En 1834, el gobierno de Francisco
de Paula Santander la desterró de Colombia acusada de conspiración contra el mismo. Ella partió
hacia el exilio en la isla de Jamaica. Regresó a Ecuador en 1835, pero no alcanzó a llegar a Quito:
cuando se encontraba en Guaranda, su pasaporte fue revocado por el presidente Vicente
Rocafuerte, por lo que decidió instalarse en el puerto de Paita, al norte del Perú. Allí fue visitada por
varios ilustres personajes, como el patriota italiano Giuseppe Garibaldi, el escritor peruano Ricardo
Palma (que se basó en sus relatos para redactar parte de sus Tradiciones peruanas) y el
venezolano Simón Rodríguez. Durante los siguientes 25 años se dedicó a la venta de tabaco,
además de traducir y escribir cartas a los Estados Unidos de parte de los balleneros que pasaban
por la zona, y de hacer bordados y dulces por encargo.
En 1847, su exesposo legal murió asesinado, siendo incapaz de cobrar ni siquiera los 8000 pesos
de la dote entregada por su padre al momento de su matrimonio.
Manuela Sáenz falleció el 23 de noviembre de 1856, cerca de cumplir los 59 años de edad,
durante una epidemia de difteria que azotó la región. Su cuerpo fue sepultado en una fosa común
del cementerio local y todas sus posesiones, para evitar el contagio, fueron incineradas, incluidas
una parte importante de las cartas de amor de Bolívar y documentos de la Gran Colombia que aún
mantenía bajo su custodia. Manuela entregó al historiador O’Leary gran parte de documentos para
elaborar la voluminosa biografía sobre el Libertador, de quien Manuela dijo: «Vivo adoré a Bolívar,
muerto lo venero».
LA LIBERTADORA DEL LIBERTADOR
Artículo principal: Conspiración Septembrina
Durante su estancia en Santa Fe de Bogotá, el 25 de septiembre de 1828, el Libertador Simón
Bolívar fue objeto de un intento de asesinato, frustrado gracias a la valiente intervención de
Manuelita. Los enemigos de Bolívar se habían conjurado para darle muerte aquella noche de
septiembre. Al entrar al palacio de San Carlos (hoy en día sede de la Cancillería de Colombia),
frente al teatro Colón, Manuela se da cuenta del atentado, y se interpone a los rebeldes, con el fin
de que Simón Bolívar tuviera tiempo de escapar por la ventana. En conmemoración de estos
hechos en esta casa se colocó una placa con las siguientes palabras: