Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Docente: Alumna:
Manuela Sáenz
Manuela Sáenz.
Manuela Sáenz combatió bajo las órdenes del Mariscal Antonio José de
Sucre en las batallas de Pichincha, Junín y Ayacucho, que consagraron la
independencia de Ecuador y Perú, respectivamente. Las cartas de Simón
Bolívar dirigidas a Sucre, dan testimonio del pedido expreso de cuidado
especial a Manuelita en el campo de batalla. Sin embargo, Manuela participó
activamente tanto en la división de Húsares como en la de Vencedores.
Estos hechos motivaron su ascenso a Coronela del Ejército Colombiano.
1828" 9
Por estas acciones, Bolívar mismo la llamó la Libertadora del Libertador.
Exilio y muerte
Vida temprana
Campos es conocida por sus acciones durante la ocupación realista del lago
de Maracaibo, encabezada por el mariscal de campo Francisco Tomás
Morales. Después de escuchar los intentos de Campos de ayudar a la
revolución, en septiembre de 1822, Morales la acusó de organizar reuniones
clandestinas para derrocar la corona y la arrestaron.5 Una de las pruebas
aportadas fue algo que dijo en una de las reuniones secretas: «Si Morales no
capitula, monda» (en la lengua vernácula de la época, «Si Morales no se
rinde, muere»). Morales la interrogó personalmente y confesó haber dicho la
frase, que ya se había convertido en un canto popular en Maracaibo.
Muerte
Legado
Historia
Consuelo Fernández nació en 1797 en Villa de Cura se sabe que vivió junto a
su padre y su hermano Manuel Fernández en el pueblo de [Villa de Cura] a
quién cuidaba, su hermano partió un día para unirse a las tropas de José
Félix Ribas, dejándola sola junto a su padre; durante la Guerra de
Independencia de Venezuela, luego de que el general español José Tomás
Boves derrotara a Vicente Campo Elías en 1814, esto le da paso para
refugiarse en la Villa; uno de los coroneles de Boves comenzó a cortejar a
Consuelo, esta aprovechó la situación para extraer información de los
próximos movimientos de las fuerzas realistas. Al descubrir que Boves
atacaría La Victoria (Venezuela), alertó a su hermano, quién formaba parte
del ejército de José Félix Ribas, a través de una carta, la cual encomienda a
un hombre, para que la haga llegar a su hermano. Sin embargo, el hombre es
capturado en el viaje y Consuelo es delatada, con lo que es culpada de
"insurgente revolucionaria" y encarcelada.
Carta:
Teresa Heredia:
Teresa Heredia. Patriota independentista venezolana, sufrió como muchas
mujeres las consecuencias de la Guerra por la emancipación, perdió a sus
padres y otros familiares al ser asesinados por estar con la causa de la
independencia. Comprometida con la gesta revolucionaria, fue apresada,
sufriendo maltratos, entre otras cosas al escarnio público para que fuese
objeto de burlas, fue condenada a ser expulsada de Venezuela.
Síntesis biográfica
A los 17 años, contrajo matrimonio con el canario José Antonio Agüero. Dos
años después, quedó viuda y se incorporó al movimiento emancipador, en el
cual conoció al coronel José María Ladrón de Guevara, un joven patriota
cautivo de los realistas en la cárcel de La Guaira, de quien se enamoró
entrañablemente, y para procurar su fuga se confabuló con el vigilante de la
prisión, el soldado de artillería José Hidalgo, haciéndose pasar por su
prometida, para no despertar sospechas.
Síntesis biográfica
Como todos los jóvenes de la época, Luisa estaba apasionada con las ideas
emancipadoras, en su casa se dieron las primeras citas para discutir y
planear la liberación durante los largos años de la planificación y
surgimientos de los motores decisivos. Pero un día, como estrategia de
disuasión los Regentes realistas, arrestan a Luisa y la torturan en público,
hasta perder el conocimiento en la Plaza de San Juan (hoy Plaza
Capuchinos). Se dice que cuando la azotaban desnuda en la plaza pública
Luisa repetía sin cesar y sin derramar lagrimas “viva la patria, mueran los
tiranos”.
Luisa Arrambide se casa con Tomas Pacanins y emigra a Puerto Rico donde
tuvo cinco hijos y muere a la edad de 28 años, como muchas mujeres de la
época, dando a luz su ultima hija, que se llamo Luisa. En su lecho de muerte
fue atendida personalmente por el doctor José María Vargas en el año de
1825.