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RELIEVE.

Revista Electrónica de Investigación


y Evaluación Educativa
E-ISSN: 1134-4032
relieve@uv.es
Universitat de València
España

Ceballos, Esperanza
Dimensiones de análisis del Diagnóstico en Educación: El Diagnóstico del Contexto Familiar
RELIEVE. Revista Electrónica de Investigación y Evaluación Educativa, vol. 12, núm. 1, 2006, pp. 33-
47
Universitat de València
Valencia, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=91612102

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liar. RELIEVE, v. 12, n. 1, p. 33-47. http://www.uv.es/RELIEVE/v12n1/RELIEVEv12n1_4.htm

Revista ELectrónica de Investigación


y EValuación Educativa

DIMENSIONES DE ANÁLISIS DEL DIAGNÓSTICO EN


EDUCACIÓN: EL DIAGNÓSTICO DEL CONTEXTO FA-
MILIAR
[Analysis dimensions in educational diagnosis: Diagnosis of Family
Context]

por

Article record Ficha del artículo


Esperanza Ceballos
About authors Sobre los autores
(eceballo@ull.es)
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Abstract Resumen
Diagnosis of family context is a subject that has not been El diagnóstico del contexto familiar ha sido un tema rela-
deal with very much in the scope of educational diagnosis. tivamente poco tratado en el ámbito del diagnóstico en
While its relevance has been underestimated from the per- educación, y cuya relevancia ha sido soslayada desde la
spective of classical assessment, an increasing amount perspectiva clásica del assessment. Sin embargo, se cons-
interest is developing, especially because of holistic and tata un interés creciente suscitado especialmente al hilo de
ecological trends. This article intends to offer a synthesis las tendencias holísticas y ecológicas en el diagnóstico.
of the most relevant topics to be considered in the diagno- Este artículo pretende ofrecer una síntesis de los tópicos
sis of family context, with emphasis on its importance for más relevantes a tener en cuenta en el diagnóstico del con-
the approach to authentic evaluation. texto familiar, subrayando la importancia del análisis de
este contexto para la aproximación a una evaluación au-
téntica.

Keywords Descriptores
Diagnosis, family context, authentic evaluation, empow- Diagnóstico, contexto familiar, evaluación auténtica, for-
erment talecimiento.

Résumé
Le diagnostic du contexte familial a été un sujet relative-
ment peu traité dans le cadre du diagnostique en éduca-
tion, et dont l'importance a été évitée dans la perspective Mots Clé
classique du assessment. Toutefois, on constate un intérêt
croissant suscité spécialement comme un effet des tendan- Diagnostique, contexte familial, évaluation authentique,
ces holistiques et écologiques dans le diagnostic. Cet arti- empowerment
cle prétend offrir une synthèse des sujets plus significatifs
à tenir compte dans le diagnostic du contexte familial, en
soulignant l'importance de l'analyse de ce contexte pour le
rapprochement à une évaluation authentique
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para todos sus componentes. Estas demandas


1. Introducción: La importancia de la
de formación y asesoramiento probablemen-
familia y de la educación para la vida te tienen que ver con el debilitamiento de los
familiar pilares tradicionales de la educación fami-
liar[i]. Las familias viven cada vez físicamen-
La familia es el núcleo esencial de desarro-
te más alejadas (la movilidad laboral obliga a
llo humano. Es su primera y más básica
las familias a distanciarse, las mejoras en el
fuente de socialización; en su seno se cons-
nivel de vida permiten vivir en residencias
truye el apego, base de la autoestima, y el
independientes, y existe una cierta infravalo-
autoconcepto para la vida adulta. Y aún más,
ración de la «sabiduría de nuestros mayo-
es el escenario que nos permite aprender
res»...), el influjo de la comunidad como
desde niños a afrontar retos y a asumir res-
núcleo de aprendizaje y control social se
ponsabilidades (Palacios y Rodrigo, 1998).
diluye en la vida urbana, y el poder de la
En la familia se imparte un currículum «para
religión para controlar las conductas se des-
la vida», pozo inagotable de conocimientos
vanece de forma progresiva en las socieda-
imprescindibles en el reto vital. Por tanto, no
des desarrolladas y crecientemente más lai-
es de extrañar que, para la mayoría de las
cas.
personas, la familia constituya el aspecto
más importante de su vida, del cual depende Mientras tanto desde la escuela, los servi-
básicamente su felicidad, sin parangón con cios sociales, el sector sanitario... y en gene-
los logros escolares, profesionales, económi- ral desde la sociedad, se responsabiliza a las
cos... Sin embargo, es cierto que mientras familias de las consecuencias en sus hijos (ya
realizamos una considerable inversión edu- sea por sus resultados académicos, por sus
cativa para conseguir éxito académico o pro- conductas sociales, por sus éxitos labora-
fesional, al parecer nos «preparamos» menos les...); es decir, los problemas de la juventud
concienzudamente en lo que se refiere a actual se achacan, en gran parte y sobre todo,
nuestra vida familiar cotidiana, y a las deci- a la deficiente labor educativa de las fami-
siones que tomamos respecto a ella. O mejor lias. Familias, que han perdido sus núcleos
dicho, aunque la educación familiar siempre tradicionales de apoyo y se sienten descon-
haya existido como fenómeno de transmisión certadas ante la variedad de demandas que
social, dicho aprendizaje no se ha revestido exige la vida familiar, y las dificultades para
de un soporte formal tan explícito. Pues tra- conducirse de forma apropiada en la realiza-
dicionalmente la comunidad, y el propio cír- ción de sus distintas tareas: la crianza de los
culo familiar de referencia, se encargaban de hijos, la resolución de los conflictos entre los
transmitir los conocimientos y habilidades miembros de la familia, la conciliación de la
necesarios para desarrollar una vida familiar vida laboral y familiar, la gestión económica
«adecuada» y acorde a los valores sociales y doméstica...
imperantes.
En definitiva, se plantea la necesidad de
Aunque la idea de «recibir una educación una «educación familiar» como medio de
para la vida familiar» fuera de estos paráme- apoyo a las familias, tanto para ayudarlas a
tros resulte todavía novedosa, hay que decir hacer frente a sus dificultades, como, para
que cada vez esta opción es considerada me- simplemente, contribuir a su mejora y al au-
nos extraña. De hecho, en las sociedades mento de su satisfacción... Por ello, empieza
cultural y económicamente desarrolladas, a ser normal que las familias acudan a servi-
son cada vez más habituales las demandas de cios de orientación educativa, que funcionan
formación para educar correctamente a los como recursos externos para fortalecer a las
hijos (Martínez González, 1999), y en gene- familias y para ayudarlas a conocerse mejor
ral, para alcanzar una vida familiar más plena a sí mismas. Estos recursos serán más crucia-
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les en cuanto la familia disponga de menos gas porque presentan una mayor distancia
recursos internos (bajo nivel de cohesión intergeneracional, principalmente debida al
familiar), y se encuentre sometida a un ma- aumento de la edad media para tener al pri-
yor nivel de estrés (Simón, Correa, Rodrigo mer hijo, y a la mayor esperanza de vida, que
y Rodríguez, 1998). No obstante, debemos permite convivir por más tiempo, por ejem-
señalar que la orientación familiar es el ám- plo, a abuelos y nietos.
bito menos desarrollado de la orientación
educativa (Álvarez González, 2003; Santana, En realidad estos cambios se habían avisa-
1993), al menos en España, si bien en los do desde los años sesenta, aunque podemos
últimos tiempos se advierte un gran dina- encontrar su raíz en la revolución industrial y
mismo plasmado en un aumento de las pu- la incorporación de la mujer al mundo labo-
blicaciones, y en la celebración de congresos ral. Sin embargo, ha sido el peso del femi-
alusivos a la educación familiar. nismo el que ha venido replanteando los ro-
les de la mujer y el hombre en la familia,
2. La familia en la sociedad postmo- cuestionando los valores tradicionales, y
derna: el diagnóstico macrosistémico contribuyendo a «equilibrar», al menos hasta
cierto punto, la balanza del poder en el seno
En la sociedad postmoderna el cambio es de los hogares[iii]. Si la sociedad reclamaba la
un síndrome permanente (Santana, 2001). necesidad de un orden social y político de
Todo es inestable: las ideologías, los traba- carácter democrático, estos valores se trans-
jos, los afectos... y por supuesto, la familia ferían también a la familia, imponiendo una
no se sustrae a ese destino. Los cambios en suerte de «democracia familiar» como están-
la familia, y hasta en el propio concepto de dar educativo y relacional entre sus miem-
familia, están a la orden del día (Cusinato, bros. Incluso, la extensión de los valores
2002). Las familias de hoy son «inestables» democráticos le han valido la denominación
y tienden a la ruptura (constatada en el au- de padres democráticos, a aquellos que ne-
mento de los divorcios); sin embargo la po- gocian y toman decisiones conjuntamente
sibilidad de contraer nuevas nupcias también con sus hijos, en contraposición a los padres
ha aumentado. Este aumento en el número autoritarios y a los permisivos, de acuerdo
relativo de parejas (casadas o no) no va, sin con la clásica tipología de Baumrind (1973).
embargo, acompasado por un incremento de Las consecuencias de la aplicación de esta
la natalidad. En la sociedad del bienestar los metáfora no han sido siempre bien acogidas,
hijos son un bien escaso, ya que suponen un resaltándose su inadecuación, especialmente
elevado coste económico y personal. Así, en el caso de las relaciones padres-hijos, da-
afirman Pérez Díaz, Chuliá y Valiente (2000) da la natural asimetría de poder y razona-
que en la incipiente sociedad del bienestar miento, en los primeros años de edad. Y el
española la respuesta de las familias ha sido peligro de caer en el excesivo permisivismo
«reducir hijos» y «ampliar patrimonio», en (laissez faire), que resalta Esteve (2003), al
contraste con el empobrecimiento relativo de referirse al modelo de «educación como libre
los hogares con varios hijos. Por eso la pauta desarrollo», cuyo exponente más significati-
habitual es que nuestras familias tiendan a vo encuentra en el famoso libro del Dr.
ser más «largas y estrechas». Más estrechas Spock «Baby and child care»[iv] .
porque se tienen menos hijos, que resultan en
todo caso de una elección consciente y de- Como venía diciendo, otro aspecto a desta-
seada (Giddens, 1999), y en general, convi- car es la pluralidad de las fórmulas familia-
ven menos miembros en el mismo hogar[ii], res, que nos lleva a hablar de una diversidad
aunque en España los hijos tienden a perma- en el concepto de familia, y una creciente
necer en el hogar familiar hasta edades más tolerancia social respecto a estas familias
avanzadas. Y también son familias más lar- «diferentes». Quizás la más evidente sea la
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aceptación de las parejas no casadas con vez, redefinen el funcionamiento de institu-


hijos, que por ejemplo, en la UE alcanzan ciones educativas, empresas... y hasta go-
como promedio un 20%, en el Reino Unido biernos.
un 30%, y en Dinamarca llegan a un 40%
(Eurostat, 1998). También es notorio el cre- En contraste, la perspectiva clásica del as-
cimiento (explícito) de las familias monopa- sessment, más centrada en el diagnóstico
rentales, constituidas principalmente por la individual del sujeto, ha soslayado a la fami-
madre y su/s hijo/s; que en nuestro país ya lia relativamente, sacándola a colación, sobre
suponen el 7% de las familias, una cifra que todo, como fuente de información acerca del
parece ir en progreso, pues han aumentado sujeto. Sin embargo, la consideración ecoló-
un 20% en los últimos tres años, de acuerdo gica de los contextos de desarrollo, resitúa a
con los datos del Instituto Nacional de Esta- la familia como contexto básico en el dia-
dística recogidos por el diario El País (2003). gnóstico. Al mismo tiempo, el carácter parti-
Otros modelos familiares en alza son las fa- cipativo del diagnóstico, otorga a la familia
milias adoptivas, reconstituidas, parejas sin un papel activo en la construcción del dia-
hijos... entre otras, y con menor grado de gnóstico, ¿pero es necesario el análisis del
aceptación, las parejas homosexuales (con o contexto familiar en todos los diagnósticos
sin hijos). En todo caso, el ingrediente prin- educativos?
cipal para definir el conjunto familiar es el
Justamente, una de las competencias a des-
mantenimiento de lazos de afecto y la exis-
arrollar por el experto en diagnóstico es la de
tencia de solidaridad mutua entre los miem-
seleccionar los elementos de análisis más
bros (Alberdi, 1999), con independencia de
adecuados en cada caso. En principio, en-
los vínculos de sangre, y de la convivencia
tiendo que el diagnóstico del contexto fami-
bajo un mismo techo (por ejemplo, gana
liar debe estar patente cuando se presuma la
adeptos la fórmula de pareja LAT o living
relevancia de dicho contexto como una de las
apart together).
causas que determinan la situación objeto de
3. El Diagnóstico del contexto familiar análisis. O bien, el diagnóstico familiar pue-
de resultar de interés en sí mismo como con-
A tenor de lo expuesto, se evidencia la texto educativo, puesto que la familia es el
complejidad y versatilidad de los sistemas núcleo de socialización por excelencia, y
familiares, y al mismo tiempo se deja cons- presenta sus propias e ineludibles necesida-
tancia de que el contexto familiar no puede des educativas. Sin olvidar que la familia es
ser obviado en el análisis de las realidades el escenario en donde se imparte la «educa-
humanas. Es más, en un diagnóstico de natu- ción para la vida», asignatura en la que la
raleza holística la presencia de la familia es familia y la escuela, entre otros, ejercerán
reconocida como un elemento de enorme una decisiva influencia[v] .
relevancia durante todo el ciclo vital, que es
apropiadamente subrayado por el enfoque 3.1. Hacia la participación y el «forta-
ecológico-sistémico. Esto no equivale a decir lecimiento» de las familias.
que el papel de la familia sea exclusivo, sino Si hablamos de las funciones del diagnósti-
que más bien la clave se encuentra en las co del contexto familiar señalaré que, en co-
interrelaciones entre los individuos, el siste- herencia con los principios del Diagnóstico
ma familiar, y el resto de sistemas de in- en Educación, se dirigirán a la corrección
fluencia (Hernández Blasi, 1996). Aunque cuando sea necesario, pero también, y sobre
estas relaciones se establecen en todas direc- todo, a la prevención y al desarrollo de las
ciones, y de forma dinámica, también es cier- familias. La finalidad última será colaborar
to que la familia juega un papel central en la para que las familias aprendan a conocerse
conformación de los individuos, que a su mejor a sí mismas, comprendan mejor sus
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mecanismos de funcionamiento, y encuen- angustia e incertidumbre para las familias.


tren sus propios caminos para una mayor Por esta razón planteo un paso intermedio:
realización personal y familiar, lo cual co- La familia como miembro del equipo, advir-
necta directamente con la perspectiva del tiendo que esto implica un cambio de con-
«fortalecimiento». Desde la orientación fa- cepción educativa que va desde la Educación
miliar, Ausín, López y Martín-Izard (1998) Familiar, a la construcción cooperativa y
señalan esta última, o de empowerment, co- democrática del diagnóstico y de sus posi-
mo la primera línea a destacar; seguida de la bles alternativas de intervención (Partners-
línea de prevención, en la que el objetivo no hip Education). En palabras de Patton (2002;
es lograr una «familia fuerte», sino una «fa- p. 185): «los participantes son co-iguales».
milia saludable» (si bien encuentran en am- El diagnóstico participativo nos remite a las
bas líneas intensas interrelaciones); y por necesarias competencias diagnósticas parti-
último, señalan la de modificación, para fa- cipativas y sociales, que se aproximan a lo
milias con elevadas necesidades (grandes que Moustakas (1995), según recoge Patton
discrepancias entre la situación actual y de- (2002), denominaría el desarrollo de una
seable). relación con las familias, expresada en el
being-in (escuchar, aceptar, comprender...),
Otra cuestión, muy relacionada con lo an- being-for (tomar partido por el desarrollo), y
terior es el principio de la participación de la being-with (escuchar, implicarse y ofrecer la
familia en la construcción del diagnóstico y propia perspectiva).
de las alternativas para la toma de decisio-
nes. En este sentido recordaré las palabras de 3.2. Niveles de Diagnóstico Familiar
Lázaro (1999; p. 176) sobre la evaluación El diagnóstico del contexto familiar, puede
auténtica: «analiza e incluye a sujetos, fami- situarse en distintos niveles dependiendo,
lias, tareas, docentes y ambientes: todos principalmente de si el análisis de la familia
están implicados en el proceso evaluador forma parte de un diagnóstico de naturaleza
para recoger información y adoptar decisio- holística que incluye a la familia, entre otros
nes», pues ésta es la única forma para que las factores (por ejemplo, los profesores, los
familias se impliquen en «su propio diagnós- programas educativos, las políticas educati-
tico» y sientan que «les pertenece». En ese vas y sociales, los recursos de la escuela y
proceso el rol del experto en diagnóstico será del barrio...); o bien, se dirige al estudio de la
el de «facilitador, colaborador, y recurso de familia como fenómeno educativo propio. Es
aprendizaje» (Patton, 2002; p. 185), que en- decir, se trataría del diagnóstico de la familia
cuentra pleno sentido en el marco de la eva- como contexto, y/o el de la familia en sus
luación auténtica («authentic assessment»). contextos, siguiendo la aplicación del mode-
Esto significa, como sugiere Gràcia (2003) lo ecológico de Bronfenbrenner. Así, a la
al abordar la intervención, que para conse- hora de considerar las distintas dimensiones
guir la plena participación de las familias no del contexto familiar, Freixa (2003) identifi-
basta con considerar a las familias como ca los siguientes sistemas: el sistema indivi-
ayudantes en el proceso. Simplemente, se dual (cada miembro de la familia), el sistema
trataría de un primer paso hacia la participa- familiar (relaciones entre los miembros de la
ción. El último paso consistiría en que las familia y su funcionamiento), y el sistema
familias se convirtieran en las protagonistas social (conformado por el contexto socio-
de la intervención, lo que supondría su auto- económico-cultural, y las relaciones entre los
gestión. A pesar de que éste es el objetivo diferentes contextos).
final deseable para la autora, se debe recono- De acuerdo con esta consideración sistémi-
cer que, al menos en un principio, este reto ca, se entiende la familia como un complejo
también se acompaña de una buena carga de entramado de relaciones en el que los meca-
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nismos de influencia operan de dentro (del Desde planteamientos colectivos, hay otras
sistema personal y social) a fuera (sistema posibilidades diagnósticas sobre grupos que
social), y viceversa, de fuera a dentro, con- a priori pueden presentar necesidades pare-
cediendo la misma importancia relativa al cidas, de acuerdo con algunas características
papel de unos y otros miembros del sistema comunes (por ejemplo, familias con miem-
familiar. Por ejemplo, tanto influyen los bros discapacitados, familias con miembros
hijos sobre los padres como los padres sobre toxicómanos, familias adoptivas, familias
los hijos; y al mismo tiempo estas influencias acogentes, familias con hijos recién nacidos,
se encuentran en dinámico cambio en rela- familias con hijos adolescentes, familias
ción con el resto de los sistemas, y a su vez emigrantes, familias multiculturales...).
insertados en la cultura y en la historia. Se
superan de este modo antiguas concepciones La determinación de esas necesidades co-
reduccionistas de tipo unidireccional (pa- munes puede resultar de gran utilidad a la
dres-hijos) y bidireccional (padres-hijos e hora de confeccionar alternativas para la me-
hijos-padres), que además minimizaban el jora de esas familias, que pueden surgir de la
peso de factores como la familia extensa o el construcción participativa entre familias y
contexto social... entendiéndose todas las «expertos en diagnóstico», así como con
relaciones como transaccionales. otros implicados en la situación. En estos
casos adquieren sentido fórmulas de inter-
A pesar de su complejidad, el diagnóstico vención como los programas de carácter ex-
del contexto familiar está llamado a ser cada periencial, que vehiculan la reconstrucción
vez más demandado, dado el aumento cons- compartida entre los padres de las activida-
tatado, sobre todo en las últimas décadas, en des cotidianas (Maiquez, Rodrigo, Capote y
el auge de la orientación educativa familiar Vermaes, 2000), cuyo fin último es hacer
(Martínez González y Pérez Herrero, 2004; explícitos los sentimientos y las conductas,
Martínez y Álvarez, 2002)[vi] , y, por consi- ampliando los repertorios de opciones alter-
guiente, la evidente necesidad del diagnósti- nativas y movilizando hacia el cambio a tra-
co para fundamentar las acciones orientado- vés de la reflexión conjunta.
ras y de intervención socioeducativa. Se da-
rían, pues, las condiciones para atreverme a De cualquier forma, y ya que el catálogo
afirmar que la familia se está convirtiendo de diversidad en las familias es muy amplio,
cada vez más en un centro de interés dia- parece conveniente clasificarla en categorías
gnóstico, y en general social. más molares. De acuerdo con Rapoport y
Rapoport (1982), existen las siguientes cate-
Desde el punto de vista de «los destinata- gorías de diversidad familiar: 1. Organiza-
rios»[vii], podrían mencionarse cuatro niveles cional (respecto al trabajo familiar y exter-
básicos de diagnóstico: para familias indivi- no); 2. Cultural (de nivel cultural, etnia, polí-
duales, para familias con necesidades pareci- tica, religión...)[viii]; 3. Clase social; 4. Cohor-
das, para comunidades, y para el asesora- te (generaciones marcadas por las circuns-
miento de personas con responsabilidades tancias temporales como, por ejemplo, un
institucionales o políticas. El diagnóstico de conflicto bélico); y 5. Ciclo vital que atravie-
las familias individuales nos remite a la sa la familia (Freixa, 1993; 2003). De acuer-
«unicidad» de las necesidades familiares do con este abanico de opciones de diversi-
(Bradley-Johnson, 1994), y en general dad, se podrían ampliar las posibilidades
humanas, y se conecta con las funciones de anteriormente expuestas. Al mismo tiempo,
consulta y consejo individualizado en la la- se enlazarían con el diagnóstico de carácter
bor orientadora (Santana, 2003). comunitario, que según Ausín, López y Mar-
tín Izard (1998), se suele acompañar de fun-
ciones más bien correctivas, que general-
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mente se llevan a cabo con un soporte insti- tivas... (Triana y Rodrigo, 1993; Grusec y
tucional (por ejemplo, las acciones munici- Goodnow, 1994; Freixa, 2003); finalmente,
pales con colectivos específicos), aunque el las dimensiones procesuales, que abarcarían
objetivo deseable es llevar a cabo acciones los patrones de comunicación e interacción y
preventivas. las competencias requeridas para ello (Bea-
vers y Hampson, 1995; Shapiro, 2001).
De la misma forma, el diagnóstico sobre
las familias puede tener como destinatario a Todas estas dimensiones tienen cabida en
personas con responsabilidad política, que el marco de la evaluación auténtica; que im-
desean alcanzar un conocimiento profundo plica un abordaje holístico que reconoce tan-
de la situación de las familias con vistas a to elementos contextuales internos y externos
implementar futuras acciones políticas, que a la familia y sus interrelaciones, como as-
efectivamente pueden plasmarse en dichas pectos cognitivos que median las acciones de
acciones comunitarias. los distintos miembros familiares. Sin em-
bargo, revisten particular interés aquellos
3.3. Dimensiones de análisis en el con- elementos procesuales susceptibles de captar
texto familiar de modo dinámico «la vida real» de las fami-
La complejidad y la amplitud de las di- lias en su contexto natural. De cualquier mo-
mensiones a considerar en el análisis del do, las dimensiones pueden ser objeto de
sistema familiar es tal que desbordaría cual- análisis desde diversos procedimientos me-
quier ambición investigadora. Sin embargo, todológicos, lo que puede condicionar que la
y sin ánimo de conseguir tal logro, dada la información recogida encuentre significado
ausencia de un acuerdo unánime al respecto desde la perspectiva de las propias familias,
(Iglesias, 2005) me atreveré a sugerir aque- o se quede en un diagnóstico de «experto»
llas dimensiones familiares que estimo más alejado de sus protagonistas.
relevantes para el Diagnóstico en Educación,
A continuación relacionaré los elementos
y que de alguna forma, vienen a recoger el
de análisis que han sido considerados más
abanico de opciones de diversidad en la fa-
sobresalientes para cada dimensión.
milia. En primer lugar, señalaré las dimen-
siones físicas, sociodemográficas y organiza- Los elementos de las dimensiones físicas,
cionales de la familia (INCE, 1998; Freixa, sociodemográficas y organizacionales los
2003; Moreno, 2003); en segundo lugar, las presentaré en la tabla 1 para facilitar su com-
dimensiones cognitivo-educativas que en- prensión.
globarían creencias, metas, prácticas educa-
Tabla nº 1: dimensiones de análisis del contexto familiar físicas, sociodemográficas y organizacionales
DIMENSION FÍSICA, SOCIODEMOGRÁFICA, Y ORGANIZACIONAL
Características de la vivienda (tamaño, estado, seguridad, higiene, orden...)
Características del barrio (servicios, equipamientos, seguridad...)
Física
Canales de información (tipo, frecuencia, utilización...)
Recursos educativos (espacios, materiales, disponibilidad...)
Situación económica de la familia (ingresos, gastos, procedencia, administración...)
Nivel cultural de la familia (estudios, profesión, intereses lúdicos, actividades culturales...)
Composición de la familia (número de personas convivientes, edades, parentesco, datos de
Sociodemográfica
familia extensa...)
Datos de salud (con relevancia para el funcionamiento de la familia)
Características sociodemográficas del barrio
Organización y variedad de actividades cotidianas (días laborales y festivos)
Distribución de roles, tareas y funciones en los distintos miembros de la familia
Organizacional
Relaciones con otros contextos familiares y sociales (familia extensa, amigos, escuela,
asociaciones...)
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El segundo grupo de elementos se corres- - Las estrategias de resolución de conflic-
ponde con los elementos que Martínez Gon- tos
zález (1996) denomina actitudinales, y que - Las competencias emocionales, comuni-
tienen que ver con las cogniciones educati- cativas y sociales en los distintos miem-
vas de los miembros de la familia. General- bros de la familia.
mente esta dimensión se ha aplicado más a Esta relación de dimensiones no ha preten-
los miembros adultos, por las dificultades de dido ser exhaustiva, aunque sí ilustrativa de
exploración cognitiva en los niños más pe- la variedad de aspectos a tener en cuenta en
queños. Con los adultos se han estudiado el diagnóstico familiar. Aunque la selección
fundamentalmente las siguientes (Ceballos, de la dimensiones a estudiar debe ser deter-
2004; Ceballos y Rodrigo, 1998): minada en función del problema de investi-
- Creencias educativas: las ideas sobre el gación planteado, la amplitud de elementos
desarrollo y la educación de los hijos, tam- de análisis presentada nos remite tanto a la
bién estudiadas como teorías implícitas diversidad de las familias como a la comple-
por su carácter generalmente no explícito. jidad de su diagnóstico, lo que nos conduce
- Metas educativas: Los logros educativos también a la necesidad de fórmulas que per-
que se pretenden conseguir, y que deberí- mitan un análisis global de las realidades
an guardar coherencia con las acciones familiares.
educativas puestas en marcha. Muy cerca-
4. Métodos, técnicas e instrumentos
nas se encuentran las expectativas, o el
pronóstico que se realiza sobre las posibi- Para apresar la rica variedad de dimensio-
lidades de éxito o fracaso en la vida de un nes que acabo de citar, consideradas en su
miembro de la familia. complejidad sistémica, parece razonable re-
- Prácticas educativas: las estrategias edu- currir tanto a la metodología cuantitativa
cativas puestas en marcha para alcanzar como a la cualitativa. Pues una visión multi-
las metas. disciplinar ayudará a vislumbrar la compleji-
- Ideologías y valores educativo-culturales dad de los fenómenos que se pretenden apre-
de la familia. hender, y a dar luz sobre las «cegueras para-
La perspectiva de los niños más pequeños digmáticas» (Morin, 2001). No obstante,
ha sido mucho menos estudiada (Mills, Na- cada profesional habrá de decidir en función
zar y Farell, 2002), y los elementos más ana- de las finalidades del diagnóstico, y de las
lizados han sido (Ceballos y Rodrigo, 1998; características de la situación, cuál es la me-
Rodrigo, Janssens y Ceballos, 1999; Rodri- todología más adecuada al caso, y qué técni-
go, Janssens y Ceballos, 2001): ca o instrumentos deben acompañarla, mos-
trando la oportuna sensibilidad a los contex-
- La percepción y aceptación de los men-
tos (Patton, 2002). De cualquier forma y a
sajes educativos de los adultos (general-
pesar de las corrientes integradoras que pre-
mente los padres)
conizo en este artículo, persisten los partida-
- Las atribuciones positivas o negativas
rios exclusivos de una u otra opción metodo-
que los niños realizan sobre las acciones
lógica.
de los adultos.
En las dimensiones procesuales se pueden Así, Cook (2003; p. 347) destaca la perti-
resaltar: nencia de la metodología cuantitativa para
tratar la complejidad del entramado familiar,
- El nivel de comunicación y afectividad
pues «la mejor forma de tratar la compleji-
entre los distintos miembros de la familia
dad es comenzar con pasos sencillos». De
- El estilo relacional y el clima afectivo in-
acuerdo con esta premisa las interacciones
tra-familiar y extra-familiar
Ceballos, E. (2006). Dimesiones de análisis del diagnóstico en educación: El diagnóstico del contexto fami-
liar. RELIEVE, v. 12, n. 1, p. 33-47. http://www.uv.es/RELIEVE/v12n1/RELIEVEv12n1_4.htm

familiares intentan traducirse a sistemas de investigación de corte cualitativo tiene por


variables que describen relaciones causales, qué seguir la perspectiva de la Teoría Fun-
cuya incidencia se debe considerar con res- damentada.
pecto al resto de sistemas ecológicos interre-
lacionados. De esta forma, se parte de mode- En cuanto a las técnicas e instrumentos
los de interdependencia que pueden ser sim- más empleados para el análisis de la familia,
ples (por ejemplo, bidireccionales) o comple- Grotevant y Carlson (1989) destacan los si-
jos, como el modelo SRM (Social Relations guientes:
Model) de Kenny y La Voie (1984), y que - Observaciones para analizar la interac-
nos sirven para describir y explicar diversas ción familiar, que se trasladan al registro
cuestiones familiares, facilitando la elabora- de las distintas categorías observacionales
ción de teorías. y a la valoración en escalas de estimación
(Rating-scales).
Sin embargo, desde planteamientos cualita- - Cuestionarios aplicados a los distintos
tivos, se sugiere que, a pesar de lo mucho miembros de la familia (sobre el funcio-
que se ha investigado con la metodología namiento y las relaciones de la familia, el
cuantitativa y del gran número de resultados estrés y su afrontamiento...).
obtenidos, no se ha avanzado de igual modo
en la comprensión de los pensamientos de Los cuestionarios y las escalas son los ins-
los miembros de la familia (los cuales me- trumentos más utilizados hasta el momento.
dian sus interacciones), y como se ha ex- La mayor parte de ellos provienen del ámbito
puesto en el apartado anterior, aún menos anglosajón, lo que conlleva los correspon-
desde la perspectiva infantil. Por esta razón, dientes problemas de adaptación para poder
Kuczynski y Dali (2003) consideran que la ser empleados con nuestra población (Bayot,
metodología cualitativa es la más apropiada Hernández y de Julián, 2005). Algunos
para acceder al significado de todos los pro- ejemplos típicos serían: para el diagnóstico
cesos de relación familiar[ix]. de las dimensiones físicas, sociodemográfi-
cas y organizacionales, la Escala HOME
En este sentido, los estudios etnográficos, (Home Observation for Measurement of the
usando una combinación de observaciones Environment) de Caldwell y Bradley; para la
participantes y entrevistas, pueden resultar dimensión cognitivo-educativa, el CRPR
de gran utilidad para, por ejemplo, estudiar (Child Rearing Practices Report) de Block;
las relaciones de poder en la familia, o cómo para la dimensión procesual, la Escala de
se manifiestan éstas en las diferentes cultu- Interacción de Competencia Familiar de
ras. O también para investigar con los niños, Beavers.
o realizar estudios sobre familia desde un
enfoque feminista, lo cual conecta directa- Grotevant y Carlson (1989) también aña-
mente con la perspectiva crítica y «empode- den otras técnicas que consideran de menor
radora» en la investigación y el diagnóstico importancia desde su perspectiva, básica-
de la familia. También debemos decir que mente psicométrica: las técnicas proyectivas,
desde estas corrientes parece existir un gran las tareas experimentales, las entrevistas
interés en la Teoría Fundamentada, que per- estructuradas y los autoinformes. Greenstein
mitiría generar teorías a partir de los datos (2001) añade los métodos de encuesta, que
cualitativos; lo que resultaría particularmente pueden realizarse a través de cuestionarios
conveniente cuando no exista una teoría bien enviados por correo postal, entrevistas tele-
desarrollada acerca del fenómeno familiar de fónicas o personales. Además las TIC ofre-
interés. De todos modos, Greenstein (2001) cen nuevas posibilidades que permiten el
puntualiza que ni toda la investigación cuan- acceso a un número indeterminado de perso-
titativa tiene por qué ser positivista, ni toda
Ceballos, E. (2006). Dimesiones de análisis del diagnóstico en educación: El diagnóstico del contexto fami-
liar. RELIEVE, v. 12, n. 1, p. 33-47. http://www.uv.es/RELIEVE/v12n1/RELIEVEv12n1_4.htm

nas a través de los cuestionarios difundidos pues todos ellos, incluso los tests (Barootchi
por Internet. y Keshavarz, 2002) pueden encontrar cobijo
desde la evaluación auténtica, respetando su
Sin embargo, este último autor apunta las carácter abierto, comprensivo y holístico.
limitaciones inherentes a los acercamientos
estructurados y sugiere la idoneidad de la 5. Limitaciones y posibilidades en el
metodología cualitativa, si lo que se desea es diagnóstico de la familia
captar los procesos que subyacen a las reali-
dades familiares, lo que de nuevo hay que A pesar de todo lo expuesto hay que admi-
resaltar cuando el diagnóstico de la familia tir que aún queda mucho por avanzar en el
se orienta hacia la evaluación auténtica. En diagnóstico de la familia, lo cual puede con-
este sentido, se subraya la importancia de un siderarse comprensible dada la relativa ju-
diagnóstico que se realice en su contexto ventud de este centro de interés para el Dia-
natural, para lo cual este último autor reco- gnóstico en Educación. Sin embargo, otras
mienda las siguientes estrategias: importantes limitaciones provienen de las
- Estudios de casos, en los que se pueden dificultades propias de la metodología de
usar diversas técnicas como las entrevistas investigación familiar, como las derivadas de
semiestructuradas, o las observaciones la complejidad intrínseca de los fenómenos
participantes. estudiados. No obstante, Martínez González
- Etnografías, especialmente aptas para el (1996) puntualiza que en ocasiones se insiste
análisis de las distintas «culturas familia- demasiado en la complejidad del estudio de
res», en las que la observación participan- la familia, sin reparar en que estas dificulta-
te es la técnica más empleada. des son básicamente comunes a todos los
- Grupos de discusión, tanto para obtener objetos de estudio en las Ciencias Sociales.
datos directamente, como para ayudar a Sin duda, estos obstáculos nos conducen a la
desarrollar instrumentos más estructurados necesaria interdisciplinariedad, multiprofe-
(por ejemplo, las encuestas). sionalidad y multimetodología.

Otra técnica interesante es el familiograma A continuación daré cuenta de algunos de


o genograma familiar, que facilita una visión los aspectos señalados como elementos de
rápida de la composición e historia de una dificultad en el estudio de la familia:
familia, y los ecomapas que describen las - La propia cercanía a nuestro modelo de
relaciones que se establecen entre los dife- familia, y a nuestro modelo de «normali-
rentes subsistemas familiares, y los sistemas dad familiar» que puede entorpecer una
externos. Las historias de vida también pue- visión crítica al analizar «otras» fami-
den resultar un interesante complemento que lias[x].
contiene información altamente significativa - Relacionado con el punto anterior está la
para los distintos miembros de la familia, así enorme carga de valores que socialmente
como el análisis de biografías y documentos recibimos respecto a la familia, que hace
personales. que «todo el mundo» parezca «experto en
Sin duda, estos últimos grupos de técnicas temas familiares» (Martínez González,
contribuyen a un acercamiento contextuali- 1996).
zado de las interacciones y significados fa- - Consecuentemente, los problemas para
miliares desde el punto de vista de cada uno evitar la influencia de la cultura en las téc-
de sus miembros, lo que ofrece la posibilidad nicas y escalas de medida.
de comparar y comprender sus distintas vi- - La invisibilidad y privacidad de las rela-
siones. No obstante, ninguna de las técnicas ciones familiares, lo cual pone de relieve
e instrumentos mencionados es desdeñable, la importancia de que el diagnóstico del
contexto familiar sea un proceso participa-
Ceballos, E. (2006). Dimesiones de análisis del diagnóstico en educación: El diagnóstico del contexto fami-
liar. RELIEVE, v. 12, n. 1, p. 33-47. http://www.uv.es/RELIEVE/v12n1/RELIEVEv12n1_4.htm

tivo, al tiempo que enfatiza las imprescin- Bartolomé, M., Cabrera, F., Espín, J., Marín,
dibles competencias sociales y participati- M. A., J., & Rodríguez, M. (2000). El enfo-
vas del experto en diagnóstico. que intercultural en educación e inserción
- La especificidad de las situaciones fami- sociolaboral: algunas líneas de investiga-
liares, lo que nos remite al concepto de di- ción desde la realidad catalana. Qurriculum,
versidad de las familias, y al análisis de 14, 41-76.
sus distintas necesidades. Baumrind, D. (1973). The development of
A pesar de este rosario de dificultades, y de instrumental competence through socializa-
que el diagnóstico del contexto familiar ape- tion. En A. D. Pick (ed.) Minnesota Sympo-
nas esté despuntando en el Diagnóstico en sia on Child Psychology (7, 3-46). Minnea-
Educación, creo que sus ventajas superan polis: University of Minnesota Press.
ampliamente a sus limitaciones. Pues si se Bayot, A., Hernández, J.V. y de Julián, L.F.
prescinde del análisis del contexto familiar (2005). Análisis factorial exploratorio y
se renuncia, en definitiva, a la comprensión propiedades psicométricas de la escala de
holística de la realidad educativa. Acceder a competencia parental percibida. Versión pa-
las claves de la familia ayudará muy posi- ra padres/madres (ECPP-p). Revista Elec-
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499). Londres: Rouledge. porcionadas por los modelos idílicos e irrea-
Rodrigo, M. J., Janssens, J.M.A.M. & Cebal- les que aparecen en la televisión.
los, E. (1999). Do Children’s Perceptions
and Attributions Mediate the Effects of [ii] También es llamativo el espectacular
Mothers’ Child-rearing Actions? Journal of aumento del número de hogares unipersona-
Family Psychology, vol. 13, 4, 508-522. les, que alcanzan el 13,3% (frente al 26’9%
Rodrigo, M. J., Janssens, J.M.A.M. & Cebal- de la UE), según apuntan Martínez y Álvarez
los, E. (2001). Reasoning and action com- (2002).
plexity: Sources and consequences on ma- [iii] Aún así, Maganto, Bartau y Etxeberria
ternal child-rearing behavior. International (2003a) destacan que a día de hoy prevalece
Journal of Behavioral Development, Vol. una desequilibrada sobrecarga de roles fami-
25, 1, 50-59. liares sobre los hombros de las mujeres,
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ción familiar en España. Un análisis críti- mésticas que los hombres, y llevan el 90% de
co. Servicio de Publicaciones de la Univer- las responsabilidades acerca del cuidado de
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Cincel. trabajo familiar de los hijos (Maganto, Bar-
Santana, L. E. (2001). Orientación, estudios tau y Etxeberria, 2003b).
prospectivos y postmodernidad. En L. E.
Santana (coord.) Trabajo, Educación y Cul- [iv] Esteve (2003) señala que este libro ha
tura. Un enfoque interdisciplinar (pp. 123- sido traducido a treinta y nueve idiomas, y
150). Madrid: Pirámide. que sus ventas han alcanzado más de treinta
millones de ejemplares, siendo calificado
como «el libro para padres más vendido del
Ceballos, E. (2006). Dimesiones de análisis del diagnóstico en educación: El diagnóstico del contexto fami-
liar. RELIEVE, v. 12, n. 1, p. 33-47. http://www.uv.es/RELIEVE/v12n1/RELIEVEv12n1_4.htm

mundo». En dicho manual, de corte psicoa- [vii] La noción de destinatarios y agentes


nalítico, se invita a los padres a no coartar la del diagnóstico se diluye en la concepción
expresión de los sentimientos de sus hijos, ni participativa del diagnóstico.
a frustrarles, permitiéndoles todo tipo de
excesos. [viii] Especial interés reviste en este senti-
do el diagnóstico del contexto de las familias
[v] La escuela y la familia, entre otras, re- inmigrantes (Cabrera, Espín, Marín y Rodrí-
sultan instituciones formativas cuyos límites guez, 1997; Bartolomé, Cabrera, Espín, Ma-
se presentan como difusos. (Marín y Rodrí- rín y Rodríguez, 2000)
guez Espinar, 2001).
[ix] Según sus propias palabras: «Qualita-
[vi] Romero (1998) señala que su presencia tive methods attempt to study the lived ex-
en España ha llegado con retraso respecto a periences of parents and children in their
Europa y EEUU, si bien es aún escasa; regis- relationships and the meanings that they
tra 32 centros de orientación familiar hasta construct of those experiences from their
1998, la mayoría abiertos a partir de 1990, own perspective» (p. 375).
por lo que la previsión es de un gran aumen-
to. [x] En palabras de Bernardes (1997; p. 54):
«is the study of family life possible, given
that we are all so familiar with our own fam-
ily lives?».

ABOUT THE AUTHORS / SOBRE LOS AUTORES

Esperanza Ceballos (eceballo@ull.es). Profesora Titular del Área de Métodos de Investigación y


Diagnóstico en Educación de la Universidad de La Laguna. Sus líneas de investigación se centran
preferentemente en el diagnóstico familiar y la prevención del riesgo social en la infancia y ado-
lescencia.
Ceballos, E. (2006). Dimesiones de análisis del diagnóstico en educación: El diagnóstico del contexto fami-
liar. RELIEVE, v. 12, n. 1, p. 33-47. http://www.uv.es/RELIEVE/v12n1/RELIEVEv12n1_4.htm

ARTICLE RECORD / FICHA DEL ARTÍCULO

Reference / Ceballos, Esperanza (2006). Dimensiones de análisis del Diagnóstico en Educación: El Diagnóstico del
Contexto Familiar. Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa, v. 12, n. 1.
Referencia http://www.uv.es/RELIEVE/v12n1/RELIEVEv12n1_4.htm. Consultado en (poner fecha).
Dimensiones de análisis del Diagnóstico en Educación: El Diagnóstico del Contexto Familiar [Analysis
Title / Título dimensions in educational diagnosis: Diagnosis of Family Context]
Authors /
Esperanza Ceballos
Autores
Review /
Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa (RELIEVE), v. 12, n. 1
Revista
ISSN 1134-4032
Publication
date / 2006 (Reception Date: 2005 December 18; Approval Date: 2006 March 14; Publication Date: 2006
Fecha de March 14)
publicación
Diagnosis of family context has been a subject relatively little considered in the scope of educational
diagnosis. Even though whose relevance has been underestimated from the assessment classical perspec-
tive, an increasing interest is being aroused, especially on account of holistical and ecological trends.
This article intends to offer a synthesis of most relevant topics to be considered in diagnosis of family
context, emphasizing its importance for the approach to authentic evaluation.
Abstract /
El diagnóstico del contexto familiar ha sido un tema relativamente poco tratado en el ámbito del dia-
Resumen gnóstico en educación, y cuya relevancia ha sido soslayada desde la perspectiva clásica del assessment.
Sin embargo, se constata un interés creciente suscitado especialmente al hilo de las tendencias holísticas
y ecológicas en el diagnóstico. Este artículo pretende ofrecer una síntesis de los tópicos más relevantes a
tener en cuenta en el diagnóstico del contexto familiar, subrayando la importancia del análisis de este
contexto para la aproximación a una evaluación auténtica.
Keywords Diagnosis, family context, authentic evaluation, empowerment
Descriptores Diagnóstico contexto familiar, evaluación auténtica, fortalecimiento
Institution / Universidad de La Laguna (España)
Institución
Publication
site / http://www.uv.es/RELIEVE
Dirección
Language /
Spanish (Title, abstract and keywords in english)
Idioma

Revista ELectrónica de Investigación y EValuación Educativa


(RELIEVE)
[ ISSN: 1134-4032 ]
© Copyright, RELIEVE. Reproduction and distribution of this articles it is authorized if the content is no modified
and their origin is indicated (RELIEVE Journal, volume, number and electronic address of the document).

© Copyright, RELIEVE. Se autoriza la reproducción y distribución de este artículo siempre que no se modifique el
contenido y se indique su origen (RELIEVE, volumen, número y dirección electrónica del documento).

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