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El descubrimiento y la descripción de especies (taxonomía) enfrenta una crisis. Superar este “impedimento
taxonómico”, es el objetivo primario de la Asociación para el Mejoramiento del Conocimiento en Taxonomía
de la Fundación Nacional de Ciencias o NSF PEET por sus siglas en inglés. El conocimiento taxonómico, es
raramente requerido o siquiera relevante para obtener un empleo. Las publicaciones enfocadas en taxonomía
típicamente provocan un bajo impacto, a excepción de aquellas que cubren a las especies recién descubiertas
de aves, grandes mamíferos o a determinados fósiles.
Existe el prejuicio de que la taxonomía carece de contenido intelectual y es comúnmente vista como una
ciencia descriptiva cuya principal función es la identificación. Las circunscripciones taxonómicas son hipótesis
científicas, que se concluyen gracias a evidencia de múltiples fuentes, que no solo provee la principal divisa
para nuestras comunicaciones y una base de comparación entre especies, sino que también permite hacer
predicciones comprobables de largo alcance. La taxonomía puede tener un impacto profundo e instantáneo en
la planeación y toma de decisiones dentro de actividades de conservación, o de explotación.
Uno de los mayores problemas para la taxonomía es que no es considerado necesario citar
descripciones taxonómicas o subsecuentes revisiones. Los diarios pueden o no requerir que se enliste el
nombre de una especie en latín junto al nombre de su autor, sin embargo, el trabajo de dicho autor no se cita.
Esta situación contrasta con el estándar de citar a los autores de otros tipos de hipótesis o de otros
identificadores taxonómicos; como programas de computadora. Esta es la razón por la que los diarios evitan
las publicaciones taxonómicas: porque es improbable que las citen, reduciendo el impacto de la publicación.
Las revisiones taxonómicas reúnen toda la información disponible sobre un clado y la contrastan entre sí, he
ahí el porqué son de sumo interés. Por supuesto, las revisiones de taxones con más “prestigio” por nombrarlo
de alguna manera, tienden a ser citados con mayor frecuencia que aquellos artículos con grupos menos
estudiados.
La oferta de empleo en este campo es escasa. Factores como: la omisión de técnicas moleculares en la
formación, el formato de monografías al que tienden las publicaciones taxonómicas, y la graduación de nuevos
taxónomos, disrumpen el deseo de investigadores a dedicarse exclusivamente a la taxonomía.