El carnaval inesperado.

Una bella mañana de cielo despejado, los animales se despertaron de un

sopetón, asustados por el ruido que venía de fuera de sus casas.

Un gran tren, conducido por un lobo amistoso, anunciaba una buena nueva:

¡dentro de una semana es Carnaval! Asomándose a las madrigueras y ramas de

los árboles, La mariposa, la ardilla, el águila, la araña, el oso, la serpiente y el
pez dentro del agua se preguntaban:

¿Carnaval? ¿Qué es Carnaval?

Ninguno de los habitantes del bosque sabía qué era aquello del Carnaval; nunca
habían oído hablar de esa fiesta.

El lobo paró el tren y empezó a distribuir invitaciones a todos. Pero los

animales se quedaron mirándolo desconfiados sin dar un paso siquiera.

El lobo, extrañado, les preguntó:

- ¿Es que no sabéis qué es el Carnaval?

El oso salió delante de todos y contestó:

- No, no sabemos qué es; es más, jamás habíamos escuchado esta palabra.

Entonces el lobo pidió que todos se acercasen para explicar qué era el Carnaval.

Curiosos, los animales la rodearon y en silencio escucharon lo que les contaba el

lobo.

- El Carnaval es una fiesta que se celebra todos los meses de febrero. Nos
reunimos para cantar, para bailar y para divertirnos. Son cuatro días de mucha
alegría, en el que todos nos empeñamos en llenarnos de colores, de brillos y de
ilusión.

Los animales con la boca muy abierta no se lo podían creer.

El Carnaval era todo lo que podían soñar en estos tiempos tan grises, tan fríos
y tan solitarios. Entonces todos empezaron a gritar:

- ¡Queremos ir! ¡Queremos ir!

El lobo les pidió silencio y les dijo que todavía no había terminado. La condición
era que todos tenían que bailar.

-Los animales, animados, le dijeron que sí, que aceptaban la condición.

Y el lobo, despidiéndose, les avisó:

- Dentro de 5 días pasaré por aquí para recogeros... ¡Adiós!

Los animales se pusieron manos a la obra para el gran acontecimiento, aunque

no sabían cómo empezar.

La serpiente, muy astuta como siempre, empezó diciendo que iba a dar lo mejor
de sí.

El águila junto con la mariposa, dijeron que iban hacer una danza aérea.

El oso nervioso no sabía bailar.

La araña iba a preparase para bailar con su telaraña.

Y el pez dentro del agua iba a sorprender a todos con un gran salto.

Y así, cada animal del bosque empezó a prepararse para Carnaval.

Tal y cómo lo había prometido el lobo volvió al bosque para recoger a los
animales para el Carnaval. Se llevaron más de una sorpresa, se rieron un
montón, pero, sobre todo, se juntaron para bailar y compartir alegría y calor en
días tan fríos.