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RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL DE ENTIDAD BANCARIA.

Apertura de cuenta con firma apócrifa. Inclusión del damnificado en registros


"Veraz". INDEMNIZACIONES. Sólo procede el daño moral. Improcedencia de la
reparación del daño emergente -frustración de la chance de obtener un crédito en otra
entidad bancaria-

CAUSA 412.045 - "Esteller Gastón Marcelo c/ Hsbc Bank Argentina SA y otro s/


daños y perjuicios" - CNCIV - SALA E - 25/02/2005

"En un supuesto que guarda cierta analogía con el presente, la Sala -con cita de un
precedente de la Sala "C" de este mismo Tribunal (causa 324.235 del 2-10-01, in re:
"Corte A. y otro c/ Banco de la Ciudad de Buenos Aires s/ daños y perjuicios")-, dijo
que la sola denegatoria de un crédito no basta para considerar configurado el daño
patrimonial cuya indemnización pretende quien acciona contra una entidad bancaria
por suministro de información errónea, sino que el reclamante debe probar que ese
rechazo al pedido del préstamo provocó un perjuicio concreto en su patrimonio, pues
solamente es susceptible de indemnización el daño cierto, no el eventual o hipotético
(ver voto del Dr. Dupuis en causa 411.839 del 15-2-05, en autos: "Costa Alejandro c/
Citibank N.A.s/ daños y perjuicios")."

"Ello así, el actor en estos autos, incluso si se estimara que el rechazo de la solicitud
de crédito obedeció a su inclusión en el "Veraz" por una obligación que él no había
asumido, por el contrario no acreditó -tal como era su deber- que de ello derivó un
empobrecimiento o una disminución en su patrimonio y, tampoco, de qué beneficios
económicos se vio frustrado al no obtener el préstamo requerido, no sin olvidar que
la ventaja de hacerse de un préstamo conlleva la obligación de restituirlo con más sus
intereses, réditos cuyo pago convierte a la operación en patrimonialmente negativa
para el prestatario (ver esta Sala, voto del Dr. Dupuis recién citado, con cita de un
fallo de la CNCom. Sala "D", en autos: "Kindsuater y otro c/ Diners Club Argentina
S.A.C. y de T. y otro s/ ordinario", del 23-4-03)."

"Considero, entonces, que esta partida habrá de ser rechazada, revocándose en tal
sentido el pronunciamiento en examen."

Texto completo

// nos Aires, Capital de la República Argentina, a los veinticinco días del mes de
febrero de dos mil cinco, reunidos en Acuerdo los Señores Jueces de la Excma.
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Sala "E", para conocer en el recurso
interpuesto en los autos caratulados: "ESTELLER GASTÓN MARCELO C/ HSBC
BANK ARGENTINA S.A. Y OTRO S/ DAÑOS Y PERJUICIOS", respecto de la
sentencia corriente a fs. 303, el Tribunal estableció la siguiente cuestión a resolver:

¿Es arreglada a derecho la sentencia apelada?


Practicado el sorteo resultó que la votación debía efectuarse en el siguiente orden:
Señores Jueces de Cámara Doctores CALATAYUD. MIRÁS. DUPUIS.//-

El Señor Juez de Cámara Doctor CALATAYUD dijo:

1.- En la sentencia obrante a fs.303/05, la señora juez a quo, luego de señalar que la
prueba pericial caligráfica -cuyas conclusiones no fueran objeto de impugnación
alguna- demostraba incuestionablemente que la firma con la que se había procedido a
abrir la cuenta en el banco demandado era apócrifa y no () pertenecía al actor,
encontró responsable a dicha entidad por haber informado el incumplimiento de las
obligaciones asumidas por su cliente, situación que derivó en la inclusión de Esteller
durante cierto período en el "Veraz", con los consiguientes inconvenientes. Hizo
lugar a las partidas resarcitorias reclamadas y condenó, por ende, a pagarle en
concepto de daño emergente -frustración de la chance de obtener un crédito en el
banco "Itaú" y su utilización- la suma de $ 10.000 y, por daño moral, la de $ 5.000,
con más sus intereses a la tasa pasiva promedio a devengarse a partir de la fecha de
promoción de la demanda, y las costas del proceso.-
Contra dicha decisión se alzan ambas partes. Mientras el actor reclama la
modificación del pronunciamiento en lo atinente a los intereses (ver fs. 330/31)), su
contraria se agravia por la admisión de las partidas indemnizatorias reconocidas, así
como también por la condena a abonar intereses, los que no fueron reclamados en el
escrito inicial (ver fs. 332/36).-

2.- No se cuestiona ya en esta instancia la responsabilidad del banco demandado, que


fuera correctamente encuadrada por la magistrada de la anterior instancia dentro de
la órbita extracontractual. Es que, las manifestaciones expuestas en el punto 1 del
apartado III no constituyen una crítica concreta y detallada en los términos
requeridos por el art. 265 del Cód. Procesal, puesto que se limitan a afirmar la buena
fe con la que habría actuado su parte.-
Ahora bien, sostiene el accionado que no se encuentra debidamente acreditado que la
negativa del banco "Itaú Buen Ayre" de otorgarle un crédito a su contrario se debiera
a la consulta que esa institución realizara con "Veraz". Es verdad -como refiere- que
el pedido fue rechazado "por no ajustarse a la política comercial del Banco" (ver
informe de fs. 267), circunstancia que, en principio, impediría tener por
fehacientemente demostrado que dicho rechazo obedeciera al motivo alegado,
máxime cuando el interesado no requirió una ampliación para que el informante
aclarase la expresión empleada. Pero también lo es que, aún considerando que
aquélla era la razón, tampoco procedería la reparación de esta partida.-
La señora juez fundamentó su admisión en la pérdida de "chance" que representaba
la futura utilización del crédito. Al respecto, y si bien es cierto que cuando el agente
de un hecho ilícito, mediante su acto, ha roto o interrumpido un proceso que podía
conducir a la víctima a obtener ganancias, ésta puede reclamar contra el autor la
indemnización de esa ganancia posible y ya frustrada, también lo es que cuando la
posibilidad frustrada es muy genérica y vaga, ella no es indemnizable como daño
material, ya que se trataría de un perjuicio puramente hipotético o conjetural. Es
decir, la posibilidad debe ser bastante fundada o, dicho de otra manera, más que
posibilidad debe tratarse de una verdadera "probabilidad" (conf. Orgaz, "El daño
resarcible", 3a. ed., pág. 70 nº 24).-
En un supuesto que guarda cierta analogía con el presente, la Sala -con cita de un
precedente de la Sala "C" de este mismo Tribunal (causa 324.235 del 2-10-01, in re:
"Corte A. y otro c/ Banco de la Ciudad de Buenos Aires s/ daños y perjuicios")-, dijo
que la sola denegatoria de un crédito no basta para considerar configurado el daño
patrimonial cuya indemnización pretende quien acciona contra una entidad bancaria
por suministro de información errónea, sino que el reclamante debe probar que ese
rechazo al pedido del préstamo provocó un perjuicio concreto en su patrimonio, pues
solamente es susceptible de indemnización el daño cierto, no el eventual o hipotético
(ver voto del Dr. Dupuis en causa 411.839 del 15-2-05, en autos: "Costa Alejandro c/
Citibank N.A.s/ daños y perjuicios").-
Ello así, el actor en estos autos, incluso si se estimara que el rechazo de la solicitud
de crédito obedeció a su inclusión en el "Veraz" por una obligación que él no había
asumido, por el contrario no acreditó -tal como era su deber- que de ello derivó un
empobrecimiento o una disminución en su patrimonio y, tampoco, de qué beneficios
económicos se vio frustrado al no obtener el préstamo requerido, no sin olvidar que
la ventaja de hacerse de un préstamo conlleva la obligación de restituirlo con más sus
intereses, réditos cuyo pago convierte a la operación en patrimonialmente negativa
para el prestatario (ver esta Sala, voto del Dr. Dupuis recién citado, con cita de un
fallo de la CNCom. Sala "D", en autos: "Kindsuater y otro c/ Diners Club Argentina
S.A.C. y de T. y otro s/ ordinario", del 23-4-03).-
Considero, entonces, que esta partida habrá de ser rechazada, revocándose en tal
sentido el pronunciamiento en examen.-

3.- Por el contrario, a distinta solución habrá de llegarse en lo relativo al daño moral,
a poco que se repare que es criterio uniforme aquel que ha establecido que, estando
en presencia de un supuesto de responsabilidad extracontractual -como lo es el caso
de autos-, no cabe requerir la prueba específica de su existencia, debiendo tenérselo
por configurado por el solo hecho de la acción antijurídica (conf. Orgaz, op. cit., 3a.
ed., pág. 259 nº 66;; CNCiv. Sala "A" en E.D. 67-353; Sala "D" en E.D. 75-306; Sala
"F" en E.D. 92-365; esta Sala, causas 285.983 del 9-5-83, 5.219 del 3-5-84 y 90.799
del 17-6-91). Y, en cuanto a su cuantía económica -cuestión que sólo con esfuerzo
puede considerarse como materia de agravio válido-, ella resulta prudente, equitativa
y adecuada a las circunstancias particulares que rodean al caso.-

4.- Sí encuentro razón al siguiente motivo de queja de parte del banco demandado.
Es que, como correctamente señala, en ninguna parte del escrito inicial y sus
ampliaciones posteriores se ha reclamado intereses (ver presentaciones de fs. 13/8,
23 y 24) y, como es sabido, en tales hipótesis no integran la litis, por lo que su
inclusión en la condena sería contravenir el principio de congruencia (conf. arts. 34
inc. 4º y 163 inc. 6º del Cód. Procesal; CNCiv. Sala "C" en L.L. 134-242; Sala "D"
en L.L. 135-288; Sala "F" en E.D. 74-400; íd., en L.L. 1986-B-433; íd., causas
14.442 del 29-5-85 y 28.871 del 30-4-87;; esta Sala, votos del Dr. Mirás en L.L.
1984-B-84 y en causa 281.847 del 8-6-2000 y mi voto en causa 36.500 del 12-9-89).-
Por ende, este aspecto del pronunciamiento habrá también de ser dejado sin efecto, lo
que deja sin sustento, por consiguiente, los agravios del actor que
-recuerdo- se referían al momento desde el cual debían devengarse los réditos y la
tasa respectiva.-

5.- En definitiva, voto para que se revoque la sentencia de fs. 303/05 en cuanto
admite la partida en concepto de daño emergente, la que deberá ser desestimada, y en
lo relativo a los intereses que condena abonar, confirmándosela en lo demás que
decide y fue materia de agravio expreso.-

Las costas de Alzada, propicio sean distribuidas en el orden causado, habida cuenta
el resultado obtenido en esta instancia (art. 71 del Cód. Procesal).-

Los Señores Jueces de Cámara Doctores Mirás y Dupuis por análogas razones a las
expuestas por el Dr. Calatayud, votaron en el mismo sentido. Con lo que terminó el
acto.-

Fdo.: MARIO P. CALATAYUD. OSVALDO D. MIRÁS. JUAN CARLOS G.


DUPUIS

Buenos Aires, febrero veinticinco de 2005.-

Y VISTOS:

En atención a lo que resulta de la votación de que instruye el acuerdo que antecede,


se revoca la sentencia de fs. 303/05 en cuanto admite la partida en concepto de daño
emergente, la que se rechaza, así como también en lo relativo a la condena al pago de
intereses, confirmándosela en lo demás que decide y fue materia de agravio expreso.
Costas de Alzada en el orden causado, difiriéndose la regulación de los honorarios de
los profesionales intervinientes para una vez fijados los de la anterior instancia. Not.
y dev.//-

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