Está en la página 1de 6

SENTENCIA DEFINITIVA NRO. 63 /10.

En la ciudad de Río Grande, Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, a los 02 días
del mes junio de 2010, reunidos los Sres. Jueces y la actuaria de la Sala Civil, Comercial y del Trabajo de la
Cámara de Apelaciones provincial con asiento en esta ciudad, para entender en el recurso de apelación
interpuesto en los autos 12408 provenientes del Juzgado de Competencia Ampliada, distrito judicial sur, en
los autos caratulados: “MUNICIPALIDAD DE USHUAIA c/ RUIZ TORRES, Daniel s/ ACCIÓN DE
REPETICIÓN”, en trámite por ante este Tribunal de Alzada bajo el Nº 5284/09, se certifica que se llegó al
Acuerdo resultante de la siguiente deliberación y debate (art.47.2 del CPC).

1.- La juez Josefa Haydé MARTÍN dijo:

I. En la audiencia celebrada el día 30 de septiembre de 2009, “El Tribunal fija el objeto de la litis en el
reclamo de la accionante de una suma de dinero que asciende al monto de $ 205.220,47, más los accesorios
desde que fuera efectivizada en el marco del proceso promovido y caratulado “M., A. M. y otro c. Ruíz
Torres, Fabián y otros s/ Daños y Perjuicios” en trámite ante este juzgado. A la vez se hace reserva de
aumentar el monto conforme los honorarios que se abonen en los autos mencionados...” (fs. 86).

Desarrollado el proceso en el que las partes expusieron sus razones y ejercieron sus derechos, la primer
sentenciante arribo a la siguiente solución:

“FALLO: I. HACIENDO LUGAR a la demanda promovida por la parte actora Municipalidad de Ushuaia
CONDENANDO en consecuencia al Sr. Daniel Fabián Ruíz Torres, al pago de la suma de CIENTO ONCE
MIL CUARENTA CON SETENTA Y UN CENTAVOS ( $ 111.040,71), en concepto de repetición, con
más los accesorios indicados en el acápite VI, computados desde la fecha de notificación de la demanda el
día 07-03-2008, conforme lo merituado en el Acápite VI in fine, aplicados bajo la modalidad del cálculo
directo, hasta su efectivo pago SUMA que debe ser abonada dentro del día diez (10) de quedar firme o
ejecutoriada la presente..” María Adriana Rapossi – juez (Fs. 108/vta).

La señora juez del Juzgado de Primera Instancia de Competencia Ampliada-DJS- para decidir así, sostuvo
que la Municipalidad pagó la suma de $205.220,47 en concepto de los daños y perjuicios fijados en forma
solidaria, en los autos “M., A. y otro c/Ruiz Torres, Daniel y otros s/ daños y perjuicios”, expte. nº 6584 -99.

Indica que la actora pagó la suma de $205.220,47(en concepto de capital) y el monto de $21.090,74 (por
honorarios), lo que arroja la suma total de $226.311,21 (pesos doscientos veintiséis mil trescientos once con
veintén centavos). Sostiene que analiza la procedencia de la acción de repetición, a partir de considerar que
la condena que da origen a esta causa, consistió en imponer la responsabilidad en forma solidaria entre-
actora y demandada- y por ello, no correspondería una repetición que llama lineal, de todo lo que abonó la
reclamante, sino, que corresponde declarar la concurrencia en el pago de la Municipalidad y Ruiz Torres.

Determina así que el Municipio debe asumir la proporción que le corresponde por sí del pago, aplicando
para ello, lo previsto por los arts.689 inc. 3º y 717 del Código Civil y no según el art.1123-como se demanda-
, todo, dentro del marco “facultativo de la norma procesal en caso de demanda incontestada y el principio
iura curia novit.

De ello surge que lo abonado por la actora debe ser dividido en partes iguales y ese importe que asciende a la
suma de $102.610,23 es lo que debe pagar el señor Ruiz Torres y, por ende, lo que puede reclamarse. En
cuanto a los honorarios, explicita que el cálculo es diferente porque fueron impuestos a todos los
demandados, que cada uno debe pagar la suma de $12.660,26, excediendo así ese monto, lo que
efectivamente abonó la Municipalidad, en un importe de $8.430,48, suma por la que admite la repetición.

Respecto a los intereses el fallo dice a fs.108 que:” Respecto a la mora: conforme lo resuelto
precedentemente y siendo la presente declarativa de la obligación de repetición, determinando el quantum en
la presente. Entiende el Tribunal ajustado a derecho y a los principios de la equidad, tomar a los fines del
cómputo de los accesorios indicados “supra” la fecha de notificación de la demanda, esto es, el día 7-03-
2008, fecha de constitución en mora del deudor”.

II. A fs.113/124 la parte accionante interpone recurso de apelación, solicitando se revoque la sentencia, y se
admita su pretensión en forma total con costas. Expresa que los agravios se conforman por tres cuestiones,
por incurrir en contradicción el fallo, a saber: A) Admisión parcial de la pretensión deducida, B) fecha desde
cuando se computan los intereses, y; C) reducción del monto a repetir en su favor, en concepto de los
honorarios abonados.

III. Dispuesto el traslado de ley, a fs.125, no son contestados los agravios por la demandada. A fs.135 pasan
los autos a resolver.

IV. En la tarea de resolver la cuestión controvertida, corresponde recordar que el estudio en esta instancia se
circunscribe a establecer si los agravios expuestos logran derrumbar los argumentos que motivan el dictado
de la sentencia de fojas 101/108/vta.

La actora en su escrito de presentación nos dice que esta acción es iniciada a efectos de “obtener la
repetición de las sumas abonadas por parte de la Municipalidad de Ushuaia en concepto de indemnización
por los daños y perjuicios ocasionados, y por los rubros admitidos, a favor de los Sres. A. M. M. y J. M. H.
C., que ascienden a la suma de PESOS DOSCIENTOS CINCO MIL DOSCIENTOS VEINTE CON
CUARENTA Y SIETE ($ 205.220,47)” (fs.-64/vta)

Al pago referenciado fueron condenados la actora (Municipalidad de Ushuaia) empleadora del aquí
demandado (Daniel Fabián RUIZ TORRES) quien al momento de los hechos (cusa del resarcimiento) se
desempeñaba como guarda-vidas, por el daño que sufriera la víctima que resulto el menor R. J. H. que
perdiera la vida por asfixia en la pileta del natatorio municipal.

V. En el orden propuesto por la quejosa se sustanciará el estudio de los motivos que causan los agravios,
uniendo aquellos temas que pueden resolverse en común.

A) y C) Admisión parcial de la pretensión deducida por la actora y de los honorarios.

Sostiene la apelante que al no contestarse la demanda (art.365.a del CPCC), la señora juez se atribuye
facultades propias de las partes, limitando a raíz de ello, el monto indemnizatorio reclamado, violando los
principios dispositivos y de congruencia en el proceso civil. Manifiesta que lo cierto es que su parte pagó la
suma de $226.311,21.Cita doctrina y jurisprudencia sobre el punto.

De la lectura de las resoluciones de 1º y 2º instancia obrantes a fs.14/24-la primera que emitió la misma
sentenciante- trató sobre la determinación de los daños derivados del obrar culposo del señor Ruiz Torres,
donde quedó claro que se indica una responsabilidad solidaria entre Ruiz Torres y la Municipalidad, esta por
su calidad de empleadora de aquél, y se indica que rige el art.1113 del C.C.

La señora juez entiende que esa solidaridad es visualizada por la letra del art.689 inc. 3º del Código Civil y
que la extensión es el cincuenta por ciento (50%) a cargo de cada una de las partes. Si se afirma lo anterior,
señalamos que lo importante es determinar en qué consisten las obligaciones “internas” entre los deudores
“solidarios”.Para iniciar el estudio, recordemos que los arts.710 y 711 del C.C se refieren a las
consecuencias del hecho culpable o de la mora de uno de los deudores solidarios-en el no pago de la
indemnización-es decir cuando hay solidaridad pasiva.”La casi totalidad de los autores nacionales opina que
a través de lo preceptuado por los arts.710 y 711, complementados por el art.714, el Código Civil adopta la
solución que propaga los efectos de la mora y la culpa de uno de los deudores a los demás”1. – Belluscio-
Zannoni, Código civil y leyes complementarias, t.3, p. 346, Ed. Astrea.

Esto implica que si Ruiz Torres no pagó el monto de condena, los acreedores-progenitores del menor-podían
reclamar a cualquiera de los obligados, por el total de los importes reconocidos a su favor, porque la mora o
culpa de un deudor-solidaridad pasiva-se propaga a los demás. En caso que el incumplimiento por uno de los
deudores y aún cuando el mismo sea doloso, los demás responden sólo por las consecuencias inmediatas y
necesarias, ante el acreedor común, pues de las consecuencias mediatas previsibles, solo responderá el
deudor doloso.

Los codemandados Ruiz Torres y la Municipalidad de Ushuaia son deudores por una obligación indivisible
(aún cuando en principio, la obligación de dar suma de dinero es divisible) y, el principio general que rige a
las obligaciones mancomunadas, es el de la división porque cada deudor está obligado a pagar y cada
acreedor puede reclamar la cuota parte en la deuda o crédito. Dicho de otro modo, en los supuestos de
obligaciones indivisibles y de obligaciones solidarias el fraccionamiento no es posible y esta es la hipótesis
que se da en autos.

Si la obligación indivisible tiene mancomunión activa, mixta o pasiva según la naturaleza de la prestación
que se debe y no admite un cumplimiento parcial, en el caso, que se pague el crédito por entero, es allí donde
encontramos la consistencia de la solidaridad que reside en la posibilidad que la acreedora reclame el todo a
cualquiera de los obligados y, como contrapartida, que cualquier deudor pueda cancelar el crédito (art.686
C.C).

”En las obligaciones indivisibles, al igual que en las divisibles, la relación interna está regida por los
criterios de contribución entre los codeudores y de distribución entre los coacreedores por cuanto, dado el
carácter compacto de la prestación, el deudor que paga toda la deuda, o el acreedor que la cobra, lo hacen
con exceso respecto de la cuota parte que les corresponde en la obligación, la cual se determina de
conformidad con el art.689. El codeudor que paga la deuda tiene, en virtud del principio de contribución,
acciones recursorias o de regreso respecto de los demás deudores para percibir de cada uno de ellos la cuota
parte que deben en la obligación”. – Cfr .ob. cit. p. 289.

La condena judicial efectuada de modo o en forma “solidaria”( como obligación al todo) para las partes,
implica tener presente que la obligación mancomunada es solidaria, cuando la totalidad el objeto de ella
puede, en virtud del título constitutivo o de una disposición de la ley, ser demandada por cualquiera de los
acreedores o a cualquiera de los deudores(art.699 C.C), por tanto, la solidaridad pasiva, asegura la
percepción del crédito ya que el cobro íntegro del crédito puede ser solicitado a cualquiera de los codeudores.

Cuando hablamos de “concurrencia” de obligaciones en cuanto a las deudas, son varias, distintas sin
conexión entre los deudores, a diferencia con la solidaridad, en donde hay una sola deuda con pluralidad de
vínculos. “Las obligaciones concurrentes y solidarias tienen como rasgo en común que ambas se nutren de
sujetos plurales y que cada uno de los deudores se encuentra obligado por el total. Es importante señalar que
la fuente obligacional es distinta: en el supuesto de la responsabilidad del principal, éste responde en forma
indirecta, en cambio el dependiente lo hace como autor del hecho. La obligación solidaria es única, mientras
que la concurrente configura una pluralidad. Y en la solidaridad rigen los principios de contribución y
distribución; en cambio, en las concurrentes es inaplicable, y en el caso bajo estudio habrá que ver quién de
los reclamados hizo efectivo el pago para saber si tiene o no acción de recupero. En las obligaciones
solidarias hay propagación de efectos, no ocurriendo ello en las concurrentes.” – Kemelmajer de Carlucci, en
Código Civil y leyes complementarias. Comentado, anotado y concordad, Zeus, 11-D-7.

De lo anterior, compaginamos lo dicho aplicado a las circunstancias concretas de autos, de donde surge que:

a) la obligación de pagar los daños y perjuicios respecto a la acreedora es de tipo “solidaria”, pudiendo
reclamar el todo a cualquiera de los deudores quienes se encuentran obligados por el total. Por ello la
Municipalidad canceló el monto de la deuda.

b) La fuente de la obligación de la Municipalidad es indirecta, en calidad de principal del autor del hecho
pero al ser fijada como solidaria su responsabilidad, la obligación es única.

c) La relación interna entre los deudores, a la luz del art.689 del C.C trae como consecuencia, analizar que la
acción recursoria del deudor que desinteresó al acreedor contra los demás codeudores en la medida del
interés que cada uno de éstos haya tenido en la obligación, de manera que las partes pueden ser iguales o
desiguales. (ver arts.716 y 717 C.C) y esta es la medida de la contribución que se determina conforme el
art.689 antes señalado.

d) Una vez realizado el pago-como lo efectuó la Municipalidad- se extingue la “solidaridad” y en la relación


interna debe existir la simple mancomunión. Esto último trae como consecuencia que la accionante en autos,
pueda reclamar a Ruiz Torres, la parte que él debe afrontar y su determinación se realiza precisamente
porque sino, habría un enriquecimiento sin causa en cabeza de aquél, eximiéndose de tal modo, del
cumplimiento de su obligación por el hecho que la otra deudora canceló el total de la indemnización.

Desde esta perspectiva, es decir, entre los dos deudores aquí actor y demandado existe una obligación
divisible”Respecto de la procedencia de la acción de reintegro que torna posible la contribución, se
fundamenta en el hecho de que el pago excesivo efectuado por el deudor se reputa, para los demás
codeudores, como pago efectuado por un tercero”- Cfr., ob., cit., p. 288.

Y deben tenerse en cuenta los antecedentes que originaron la obligación-a la que ya nos hemos referido-,
rigiendo lo previsto por el art.689 inc.3 primera parte, es decir que no habiendo convención entre las partes,
no habiéndose prevenido cómo se dividía el crédito ni establecido en la oportunidad de determinarse la
responsabilidad por el daño, es que se debe entender que los deudores entre sí son interesados en partes
iguales.

VI. Llevamos nuestra atención a la ofensa donde la actora entiende que ha sido deducida de manera parcial
su pretensión, a pesar de que el demandado no ha respondido la demanda.

Enuncia en ese agravio que los valores satisfechos por su parte “totalizan las suma de Pesos Doscientos
Veintiséis Mil Trescientos Once con Veintiún Centavos ($ 226.311,21)” (fs. 114)

En el análisis del criterio empleado por la anterior instancia, no hallamos razones para apartarnos de él,
máxime que la cifra expuesta en esta instancia difiere de la peticionada en oportunidad de imponer su
pretensión que fue pesos doscientos cinco mil doscientos veinte con cuarenta y siete centavos ($ 205.220,47).

Recordemos que el recurso de apelación constituye un control de la decisión a efectos de valorar el acierto o
error con que han sido valorados los actos producidos en la etapa anterior, todo ello desde la apreciación de
los hechos y de la prueba.

Es así que resulta interesante puntualizar que “la apelación no configura un nuevo juicio -novum iudicium-,
que posibilite que las parte incorporen nuevas pretensiones y oposiciones. El cometido del órgano ad-quem
se limita a verificar sobre el piso de marcha de la sentencia de mérito impugnada, el acierto o error en que
haya incurrido el sentenciante de la instancia de orden en ese acto procesal decisorio”. Cám.2ª, sala I, La
Plata, causa B-59.197, reg. Sent. 53/86; B- 59.351, reg. Sent. 138/86.

En síntesis constituye una repaso de la resolución judicial, en función de los elementos de juicio
incorporados en la primera instancia, por lo tanto no es posible admitir la incorporación de nuevos
razonamientos que dan lugar a la interposición de nuevos pretensiones, o defensas, pues ello conduciría a
introducir diferencias con el material fáctico o jurídico ya incorporado, lo que nublaría el análisis en torno a
si ese material ha sido o no correctamente enjuiciado.

La razón la hallamos basada en el principio de que toda la estructura del procedimiento debe llevarse acabo
en la primera instancia. En el derecho español se observan iguales líneas directrices, por ello resulta
importante transcribir lo dicho sobre este tema por el Tribunal Constitucional, 10 Sala:

“Aún cuando el recurso de apelación en algunos ordenamientos se configura como un novum iudicium, en el
nuestro se concibe como una revisión del proceso seguido en primera instancia que tiene por finalidad
censurar los resultados ya obtenidos, examinado íntegramente la cuestión litigiosa y decidiéndola, de
ordinario, sobre la base del mismo material instructivo, por lo que el juzgador de la alzada se encuentra
frente a la cuestión debatida con la plenitud del conocimiento y en la misma posición que tuvo el juez
originario; tanto en la cuestión de hecho como en la de derecho; aunque siempre sin agravar la posición de
apelante; pues las particularidades de la sentencia a las que no es extiende el recurso adquieren la firmeza
que les presta el consentimiento de las partes”. - 22 de junio de 1983, ponente señor De Castro García, La
ley (española),183-4, p.832 (citado en el Tomo III de Códigos Procesales en lo civil y comercial de la
Provincia de Buenos Aires y de la Nación - MORELLO, SOSA, BERIZONCE - segunda edición
reelaborada y ampliada - Librería Editora Platense- Abeledo Perrot- 1988-p. 75).

En el caso que nos ocupa la recurrente en su disconformidad, expone las diferencias ya señaladas, en
consecuencia proponemos al acuerdo no atender lo pretendido y corroborar las cifras en que fuera condenada
la demanda.

VII. Respecto a los intereses, los mismos deben ser calculados a partir del momento en que estuvieron los
importes a disposición de la acreedora principal y aquellos por honorarios, tiempo en que el demandado no
pagó no obstante estar advertido que la otra obligada sí lo haría y hasta el efectivo pago (art.500 y ss del
C.C). Es así, que asiste razón a la apelante en el punto.

Colofón a lo que venimos diciendo es que ha de ser corroborada en lo principal la sentencia de grado con los
alcances y limites desarrollados en la presente, determinando que la demanda debe prosperar por la suma de
$ 110.040,71 (pesos ciento once mil cuarenta con setenta y un centavos) cuyos intereses deben correr desde
que las sumas estuvieron a disposición de la actora principal y los acreedores por honorarios hasta el efectivo
pago.

En razón de que no existió oposición en esta instancia o las costas deben ser establecidas por su orden.

2.- El juez Ernesto Adrián LÖFFLER, dijo:

Cumple traer a la memoria que el Excmo. Superior Tribunal de Justicia interpretando el alcance del art. 152
de la Constitución local, abrigó la conclusión a que arribar el entonces Ministro de esa Corte doctor
González Godoy (en autos”Banco Provincia de Tierra del Fuego c/Oliveira, Hugo Ismael y Pavlov, Norberto
Luis s/Acción de simulación” expte. Nº 393/00 STJ-SR-sentencia del 14.07.00, registrada en el T. VI, F
524/528) al sostener que “[…] los jueces que componen un tribunal colegiado no pueden emitir su
pronunciamiento de manera impersonal, debiendo cumplir los pasos necesarios para hacer efectivo el
acuerdo. Pero, debe destacarse, distinto es el resultado de haber habido voto individual, bien que expresado
mediante simple adhesión, porque esta adhesión no transgrede la disposición constitucional citada […]”
(S.T.J. in re “Trujillo Nores, Juana s/Sucesión Ab Intestato s/Recurso de Queja” Expte. Nº 519/02, de 6 de
noviembre de 2002 –apartado VII- registrada en folios 635/ 641, tomo VIII del libro de resoluciones y
sentencias de la Secretaría de Recursos.

En este orden, debo manifestar que comparto el criterio sustentado por la magistrada votante en primer
término, ello por razones análogas a las expuestas en su ponencia (art. 178 CPCC)

3.- El juez Francisco Justo de la TORRE dijo:

Adhiero en un todo a las consideraciones formuladas en el voto que lideró el acuerdo, a cuyos fundamentos
me remito de conformidad con la doctrina sentada por el Superior Tribunal de Justicia en la causa “Trujillo
Nores, Juana s/ Sucesión ab-intestato S/Recurso de Queja”. Expte. Nº 519/02 SR, de fecha 06/11/02,
considerando VIIº.

En virtud del acuerdo que antecede, el Tribunal

SENTENCIA

1º.- ADMITIENDO PARCIALMENTE el recurso de apelación interpuesto por la Municipalidad de Ushuaia


a fs.113/124.
2º.- A CONSECUENCIA del punto que antecede, REVOCAR la sentencia de fs.104/108 en lo pertinente.

3º.- ADMITIENDO la demanda instaurada contra el señor Ruiz Torres Daniel por la suma de $111.040,71
(pesos ciento once mil cuarenta con setenta y un centavos). FIJANDO los intereses establecidos en la
instancia de grado, desde el momento de realizado cada pago por la Municipalidad de Ushuaia y hasta
efectivizarse el mismo en cabeza del demandado.

4º.- COSTAS por su orden.

5º.- MANDANDO, se copie, registre, notifique y remitan oportunamente las actuaciones al juzgado de
origen.

-Jueces de Cámara-

Dra. Josefa Haydé Martín Dr. Ernesto Adrián Löffler

Dr. Francisco Justo de la Torre

Ante mi, Marcela Cianferoni, Secretaria de Cámara

Registro nº 63, Tomo n III, Fs.422/427

1 Belluscio-Zannoni, Código Civil y leyes complementarias, t.3, p.346, Ed. Astrea.

??

??

??

??

También podría gustarte