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Dejar La Mente en Blanco Es Científicamente Imposible y El 'Mindfulness' No Es de 'Flipados' Las Grandes Mentiras en Torno A La Relajación Bienestar S Moda EL PAÍS
Dejar La Mente en Blanco Es Científicamente Imposible y El 'Mindfulness' No Es de 'Flipados' Las Grandes Mentiras en Torno A La Relajación Bienestar S Moda EL PAÍS
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6-7 minutos
El mindfulness no es de “flipados”
Si desconecto, no me desenchufo
Cuando le deseamos a alguien que “desconecte el fin de
semana”, por ejemplo, lo que pretendemos no es que su
cerebro quede en modo encefalograma plano sin ningún
tipo de actividad, sino que desaparezca su estrés y
disfrute. Pues bien, la frase carece de rigor. La verdad es
que la mente jamás se desconecta; lo que sí podemos
es elegir en qué centrar nuestra atención. Como explica
Myriam Campelo, “vivimos en piloto automático y
mientras la mente salta de pensamiento en
pensamiento, sin que estos estén vinculados a lo que
pasa en ese momento; esa desconexión es lo que nos
produce estrés, ansiedad e insomnio. Cuando salimos
de la rutina y hacemos cualquier actividad con atención
plena, ya sea un deporte, pintar o pasear por la
naturaleza, la mente deja de divagar, y por tanto mejora
ese estrés”. En conclusión: desconectamos del estrés,
pero no de nuestra mente: a esta la descargamos. Lo
que sí sucede es que cuando el nivel de agotamiento es
alarmante, el cerebro toma las riendas y se toma unas
vacaciones “por partes”: como no consigue
concentrarse, nos hace recurrir a otras tareas que no
consuman tantos recursos cognitivos. De hecho, una
investigación de la Universidad de Wisconsin confirma
que llegados a ese nivel de saturación, ciertas células
nerviosas “se duermen” o inactivan durante breves
lapsos de tiempo, solo cuando la actividad no requiere
su acción.