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Sentencia

Derecho
Procesal III
(Procesal
Penal)

1
MÓDULO IV

Etapa final del proceso penal

Introducción
Los temas que se van a tratar en el presente módulo son de gran
importancia toda vez que implican la finalización del proceso penal después de
haber transcurrido toda la investigación penal preparatoria y de celebrarse el debate
oral y público, donde las partes, de conformidad al principio contradictorio, agotan
todas sus estrategias a fin de que el órgano jurisdiccional dicte una sentencia
definitiva conforme a sus intereses. La sentencia, como veremos, es la respuesta
de la justicia a las pretensiones de las partes: del imputado y su defensor, del
Ministerio Público Fiscal, en su caso, del querellante particular y partes civiles.

Por otra parte, para el caso de que las resoluciones que se van dictando
a lo largo del proceso no satisfagan sus intereses, veremos las posibilidades que
el código procesal les otorga a las partes para obtener de otro órgano
jurisdiccional una revisión de la decisión, intentando una revocación o modificación
de aquella.

Por último, analizaremos el tratamiento que se le impone a una persona


condenada al cumplimiento de una prisión efectiva. El fin de este tratamiento
penitenciario es importante toda vez que busca la resocialización de la persona
mediante el cumplimiento progresivo de etapas que le permitirán, siempre previa
opinión favorable de profesionales que integran un consejo criminológico, obtener
una salida anticipada al cumplimiento de la condena.

Sentencia
Concepto

Es el acto de voluntad razonado del tribunal de juicio, emitido luego del


debate oral y público, que, luego de haber asegurado la defensa material del
acusado, recibido las pruebas ofrecidas con la presencia continua de las partes,
sus defensores y el fiscal, y escuchado los alegatos de estos últimos, resuelve
imparcial, motivada y definitivamente sobre el fundamento de la acusación y las

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demás cuestiones que hayan sido objeto del juicio, y condena o absuelve al
acusado1.

La sentencia es el momento cúlmine del proceso, porque es cuando los


jueces deciden, en forma definitiva, sin perjuicio de que se abra una instancia
recursiva, sobre el fondo del conflicto traído a su conocimiento.

Deliberación

La audiencia oral de debate se cierra después de las últimas palabras del


imputado, es decir, cuando el presidente del Tribunal se dirige hacia el procesado
y le pregunta “después de todo lo visto y escuchado durante el debate, ¿tiene algo
más que decir?

Una vez que el imputado finalizó sus últimas palabras, que no consisten en
una nueva declaración indagatoria, el presidente declara cerrado el debate, y el
Tribunal pasa a deliberar inmediatamente, en sesión “secreta”, para dictar
sentencia, sin poder disponer un cuarto intermedio hasta el día siguiente. De allí,
que la deliberación es “continua” toda vez que no puede suspenderse, salvo
causas de fuerza mayor o enfermedad de alguno de los que componen el
Tribunal. Una vez que se inicia la deliberación, esta no finaliza hasta que hayan
analizado y decidido todas las cuestiones por resolver.

El incumpliendo se encuentra previsto bajo sanción de nulidad. Por otra parte,


en caso de suspensión de la deliberación, esta no podrá exceder un plazo de
quince días2.

La deliberación es absolutamente reservada y debe suceder al debate sin


que se intercale ninguna otra actividad. Inmediatamente después del cierre, los
jueces deben pasar a deliberar en sesión secreta. Solo puede asistir el secretario,
bajo sanción de nulidad. Sin embargo, se prevé la posibilidad de suspensión en
caso de fuerza mayor o de enfermedad impeditiva de un vocal, conforme al
régimen previsto para la suspensión del debate. Lo que se persigue es que los

1
Cafferata Nores y otros, “Manual de derecho procesal penal”, pág. , edit. Ciencia, Derecho y Sociedad, Facultad de
Derecho y Ciencias Sociales – Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba 2004.

2
Art. 405 CPP Cba. – “Deliberación: Inmediatamente después de terminado el debate, bajo pena de nulidad, los Jueces
y Jurados que intervengan pasarán a deliberar en sesión secreta, a la que solo podrá asistir el secretario. El acto no podrá
suspenderse, bajo la misma sanción, salvo caso de fuerza mayor o que algunos de los Jueces o Jurados se enfermare
hasta el punto de que no pueda seguir actuando. La causa de suspensión se hará constar y se informará al Tribunal
Superior. En cuanto al término de ella regirá el término del artículo 374.”

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jueces no se comuniquen con las partes ni con extraños para proteger su
imparcialidad y una mayor concentración como garantía de justicia3.

Una vez establecido el orden en el que los miembros del Tribunal emitirán
sus votos4, el código procesal establece que, en lo posible, se siga un orden para
resolver las cuestiones que han sido objeto del juicio5. Estas cuestiones presentan
un orden lógico y dependen del tratamiento de la siguiente, siempre que la anterior
haya tenido una respuesta positiva en cuanto a existencia.

Así, las cuestiones que se plantean antes de ingresar al análisis son las siguientes:

1) En primer lugar, se deberán resolver los incidentes que las partes


plantearon durante el debate, por ejemplo, la interposición de una nulidad cuya
resolución el Tribunal decidió diferir al tiempo de dictar la sentencia. Asimismo, el
Tribunal puede haber resuelto la nulidad durante el debate pero haber diferido dar
sus fundamentos para el momento de dictar sentencia; este es, entonces, dicho
momento.

2) Posteriormente, siempre que sea posible, el Tribunal analizará la


cuestión relativa al hecho delictuoso, con discriminación de las circunstancias
jurídicamente relevantes.
Si del análisis de la prueba se considera que el hecho existió, corresponde
continuar con la siguiente cuestión toda vez que si el voto hubiera sido negativo,
la siguiente cuestión se torna abstracta, ya que no tiene sentido analizar la
participación del imputado en un hecho que no existió.

3) Por ello, siendo positiva la cuestión anterior, corresponde analizar la


siguiente: ¿participó en el hecho el imputado?

Si la respuesta a la cuestión planteada resulta también positiva, corresponde


avanzar a la siguiente cuestión:

4) ¿Qué calificación legal corresponde encuadrar la conducta del imputado?

3
Cfr. Clariá Olmedo, Jorge A., “Derecho Procesal Penal”, Tomo III, actualizado por Jorge Raúl Montero, pág. 130,
Editorial Rubinzal – Culzoni, Santa Fe 1998.

4
Art. 402 último párrafo del CPP Cba.
5
Art. 406 CPP Cba.

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En este caso, se analiza el hecho y el comportamiento del imputado con el
ordenamiento penal a fin de determinar si su conducta ha infringido algún bien
jurídico protegido penalmente.

En caso de que la respuesta a la cuestión también sea positiva, se avanza


al estudio y resolución de la siguiente.

5) ¿Qué sanción corresponde aplicar?

En esta cuestión, y teniendo en cuenta los parámetros para individualizar la


pena que establecen los artículos 40 y 41 del Código Penal, se establecerá, dentro
de la escala penal que en abstracto prevé la norma infringida, una pena concreta
para el caso (reclusión, prisión, multa o inhabilitación).

6) Para el caso de que hubiere actor civil, se deberá resolver sobre la


restitución e indemnización demandada, como así también las costas.

Cuando el Tribunal está compuesto por jurados populares (Ley 9182),


estos, juntos a los dos vocales técnicos, votarán solo sobre la segunda y tercera
cuestión. Esto quiere decir que no votan sobre cuestiones netamente jurídicas,
como son los incidentes planteados por las partes, la calificación legal, la pena por
aplicarle al imputado, la restitución o indemnización demandada ni la imposición
de costas.

Como los que votan sobre la existencia del hecho y la participación del
imputado son ocho jurados populares y dos vocales técnicos, lo que da un total de
diez votos, el presidente del Tribunal solo votará en caso de empate (art. 29,
segundo párrafo, Ley 9182). Respecto de la fundamentación lógica legal de los
jurados populares, ver capítulo 5, módulo II.

Por otra parte, solo los tres jueces técnicos votarán sobre las cuestiones
jurídicas, esto es, en el caso, sobre la primera, cuarta, quinta y sexta cuestión.

En cambio, cuando el Tribunal se encuentre integrado por dos jurados escabinos


(art. 369, CPP de Córdoba), estos votan sobre todas las cuestiones junto a los tres
jueces técnicos.

Ahora bien, cuando el Tribunal se encuentre deliberando, sea como sea la


integración, excepcionalmente podrá disponer la reapertura del debate para ampliar

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prueba cuando lo considere absolutamente necesario para su resolución6. Es una
excepción a la prohibición por parte del Tribunal de disponer prueba de oficio.

En el caso previsto por la norma, la prohibición subsiste en cuanto a la


imposibilidad de disponer prueba nueva, pero se le permite la reapertura con el fin
de ampliar prueba producida. Es decir, en este caso, se podrá ordenar la
reapertura para ampliar la declaración de un testigo que declaró durante el debate,
pero no podrá disponer la recepción de un nuevo testimonio.

Así, por ejemplo, si J .J. prestó declaración durante la audiencia oral, pero el
tribunal entiende que resulta absolutamente necesario ampliar su testimonio sobre
circunstancias por las que no fue interrogado, por imperio del art. 407 puede
ordenar de oficio la reapertura del debate.

Pero, si J. J., durante su declaración, manifestó que se encontraba con M. V.


cuando observó la comisión del hecho ilícito por parte del imputado, quien no
declaró durante la audiencia oral, el Tribunal no puede ordenar la reapertura para
recibir declaración a M. V., ya que ello implicaría ordenar de oficio prueba nueva.

Cuando se hubiera producido la reapertura del debate, el presidente del


Tribunal concederá la palabra nuevamente a las partes, a fin de que efectúen el
mérito sobre la prueba ampliada.

Posteriormente, el Tribunal pasará a deliberar de nuevo, en forma secreta y


continua, hasta el dictado de la sentencia.

Una vez tomada la decisión, el Tribunal se constituirá nuevamente en Sala


de Audiencia, donde dará lectura a la parte resolutiva de la sentencia, es decir, la
parte que, por unanimidad o por mayoría, resuelve absolver o condenar al
imputado por considerarlo autor (o coautor, partícipe o instigador) de un
determinado delito y le impone una pena concreta.

En la generalidad de los casos, el Tribunal procede a la lectura de la


parte resolutiva y difiere la lectura de los fundamentos para un día y hora
determinados, que no podrá exceder de quince días desde el cierre del debate. Si
se excediere de dicho lapso, incurrirá en una nulidad de carácter relativo, es decir,
que si las partes no reclaman el vicio en tiempo oportuno, la nulidad quedará
subsanada.

6
Art. 407 del CPP Cba. y también previsto en art. 42 de la ley 9182 de jurados populares

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Cuando se produce la audiencia de la lectura de los fundamentos, se
considera a las partes notificadas, por lo que desde la medianoche se inicia el
plazo para recurrir.

Como la sentencia es un acto jurisdiccional de gran trascendencia, toda


vez que decide sobre el fondo de la cuestión llevada a juicio, el Código Procesal
Penal de la Provincia de Córdoba establece en forma específica los requisitos que
debe respetar.

Así, establece lo siguiente:

Artículo 408 – Requisitos de la sentencia. La sentencia deberá contener:


1) La mención del Tribunal y fecha en que se dictare; el nombre y apellido de
los Jueces, Jurados, Fiscales, partes y defensores que hubieran
intervenido en el debate; las condiciones personales del imputado, y la
enunciación del hecho que haya sido objeto de la acusación.
2) El voto de los Jueces y Jurados sobre casa una de las cuestiones
planteadas en la deliberación, con exposición concisa de los motivos de
hecho y de derecho en que se basen, sin perjuicio de que adhieran
específicamente a las consideraciones y conclusiones formuladas por el
magistrado que votare en primer término.
3) La determinación precisa y circunstanciada del hecho que el Tribunal
estime acreditado
4) La parte resolutiva, con mención de las disposiciones legales aplicadas.
5) La firma de los Jueces y Jurados; pero si uno de los miembros del
Tribunal no pudiere suscribir la sentencia por impedimento ulterior a la
deliberación, esto se hará constar y aquélla valdrá sin esa firma.

A su vez, el artículo 413 del ordenamiento procesal señalado conmina, en


forma específica, la nulidad de la sentencia en los siguientes casos:

Artículo 413 – Nulidad: La sentencia será nula:


1) Si el imputado no estuviere suficientemente individualizado.
2) Si faltare la enunciación del hecho que fuera objeto de la acusación, o la
determinación circunstanciada del que Tribunal estime acreditado.
3) Cuando se base en elementos probatorios no incorporados legalmente al
debate, salvo que carezcan de valor decisivo.

4) Si faltare o fuere contradictoria la fundamentación de la mayoría del


Tribunal, o no se hubieran observado en ella las reglas de la sana crítica

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racional, con respecto a elementos de valor decisivo.
5) Cuando faltare o fuere incompleta en sus elementos esenciales la parte
dispositiva.
6) Si faltare la fecha del acto o la firma de los Jueces o Jurados, salvo lo
dispuesto en el inciso 5 del artículo 408.

Las nulidades que dispone la ley procesal buscan resguardar


principalmente la garantía de non bis in idem y el derecho de defensa del
imputado.

En efecto, la exigencia de la suficiencia en la individualización del imputado


tiene relación con la garantía del non bis in idem, a fin de que el condenado o
absuelto no pueda ser perseguido nuevamente por el mismo hecho, y en caso de
que así suceda, poder interponer la excepción de cosa juzgada.

Lo mismo sucede en relación con la enunciación del hecho, toda vez que
hemos dejado expresado que la excepción de cosa juzgada exige la concurrencia
de tres identidades, entre ellas, la identidad de objeto (ídem re), es decir, que se
trate del mismo hecho, visto desde una perspectiva naturalística.

Por otra parte, la descripción fáctica también es importante a los fines de


analizar si se trata del mismo hecho, en sus características esenciales, que fuera
intimado. Si se advierte que hay una diferencia sustancial con el intimado y, en
consecuencia, no se le dio posibilidad de defenderse, se habrá incurrido en una
nulidad de carácter absoluta.

En relación al inciso 3°, la nulidad tiene relación con la incorporación ilegal,


no con la obtención. La nulidad es de carácter relativa, razón por la cual la parte
que se considere afectada debió plantear su oposición a la incorporación
dispuesta por el Tribunal durante el debate, y en caso de negativa, hacer reserva
de casación. Si así no se hizo, la nulidad quedó subsanada.

Un ejemplo de incorporación ilegal es el caso en que el Tribunal dispone


prueba de oficio sin estar dentro de los casos autorizados (inspección judicial –art.
399- o reapertura de debate –art. 407−).

El inciso 4º guarda relación con la fundamentación de la sentencia dictada


por el Tribunal. De conformidad al sistema republicano de gobierno, los jueces
deben fundamentar sus resoluciones.

Asimismo, si bien en la valoración de la prueba tienen libertad, esta no es

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absoluta toda vez que el razonamiento debe respetar los principios que integran la
sana crítica racional (o libre convicción). Si su fundamentación no respeta estos
principios (lógica, experiencia común y psicología), la sentencia será considerada
arbitraria y, en consecuencia, podrá ser tachada de nulidad.

Se trata de una nulidad de carácter absoluto, al afectar la garantía de


defensa del imputado y el debido proceso legal.

La sentencia será nula si la violación a los principios de la recta razón (sana


crítica) se encuentra vinculada con elementos probatorios dirimentes, es decir,
aquellos que por su valor eran importantes para la decisión.

En este sentido, para poder atacar de nulidad a la sentencia, se deberá


demostrar la importancia del elemento probatorio, la violación a algunos de los
principios de la sana crítica y que, de haberse valorado correctamente, habría
influenciado en la decisión. Ello, por cuanto debemos recordar, no hay nulidad al
margen del principio del interés.

Respecto del inciso 5º, también debe ser una parte esencial; en caso
contrario, tampoco producirá perjuicio alguno.

Sobre el inciso 6º debemos recordar que si la falta de la firma de alguno de


los jueces o jurados se debe a un impedimento posterior a la deliberación, ello se
hará constar, pero la sentencia valdrá sin la firma del juez técnico o lego impedido
(art. 408, inc. 5º CPP de Córdoba).

Pedido fiscal de absolución y condena:

Ya hemos señalado en el capítulo precedente que, si el fiscal del juicio en


su alegato solicita la absolución del imputado, el órgano jurisdiccional deberá
necesariamente dictar sentencia absolutoria.

Esto, por cuanto el imputado no tendría de qué defenderse si el órgano


encargado de la acusación no le pide al órgano jurisdiccional una condena por el
delito que se le atribuye. Conforme lo sentado por la Corte Suprema de Justicia de
la Nación (in re: “Mostaccio”), condenar sin acusación significa vulnerar el derecho
de defensa del imputado.

Solo podrá el Tribunal de juicio condenar si, existiendo la participación de un


querellante particular, este solicita una condena al imputado, porque no importa

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que la acusación provenga de un órgano público o privado, sino que exista esta.

Ahora bien, si el fiscal interviniente durante el debate, incluso también el


querellante particular, solicita una condena en contra del imputado, el órgano
jurisdiccional no se encuentra vinculado a la calificación legal ni a la pena solicitada
(salvo caso de juicio abreviado7).

Esto significa que los jueces a cargo del juicio pueden imponer la misma
calificación legal y la misma pena que la solicitada por los acusadores o, también,
pueden condenar al imputado por una calificación legal distinta (más grave o más
leve) o a una pena distinta (más grave o más leve).

Lo dicho es por el principio iuria curia novit, que quiere decir que quien dice en
definitiva el derecho es el órgano jurisdiccional.

Así prevé expresamente el Código Procesal cordobés, que en su artículo


410 reza lo siguiente:

Sentencia y acusación. En la sentencia, el Tribunal podrá dar al hecho


contenido en la acusación una calificación jurídica distinta, aunque deba
aplicar penas más graves o medidas de seguridad, siempre que el delito
no sea de competencia de un tribunal superior.

La excepción de “siempre que no sea de competencia de un tribunal


superior” se da cuando, por ejemplo, el juez correccional lleva a cabo un juicio en
contra del imputado por el delito de homicidio culposo, pero durante el debate
surge que la responsabilidad debe ser a título de dolo y no de culpa. En este caso,
el juez correccional no puede dictar sentencia según un homicidio doloso porque
su juzgamiento corresponde a un órgano jurisdiccional con competencia superior,
este es, la Cámara del Crimen. En razón de ello, deberá declarar su
incompetencia material y remitir las actuaciones a la Cámara que corresponda
para la realización del debate.

Por el contrario, si durante la celebración de un debate ante la Cámara del


Crimen por el delito de homicidio doloso se determina que el imputado debe
responder por homicidio culposo (que corresponde su juzgamiento al juez
correccional), no es necesario que declare su incompetencia, y puede condenar al
encartado a título de culpa, porque el juzgamiento de los delitos de naturaleza

7
Ver art. 415 CPP Cba.

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-
culposa le corresponde a un Tribunal de competencia inferior.

Ahora bien, el Tribunal podrá cambiar la calificación legal siempre que no


varíe el hecho por el cual el imputado fuera intimado. Es lo que se denomina
“principio de congruencia”, que consiste en la identidad que debe existir entre el
hecho por el cual se lo llamó a prestar declaración al imputado durante la
investigación penal preparatoria, el hecho fijado en el requerimiento de citación a
juicio, el cual, incluso, se le lee al tiempo de recibirle declaración durante el
debate, y el hecho por el cual se le dicta sentencia condenatoria.

Si esto no se respeta, ya que el hecho por el cual se lo condena no tiene


identidad, en sus características esenciales, con el que oportunamente se lo
intimará, la sentencia será de nulidad absoluta, por afectar claramente el derecho
de defensa del imputado.

Por ello, si durante el debate surge que corresponde ampliar la acusación o


que el hecho es diverso, se debe cumplir necesariamente con el trámite que prevén
los artículos 388 y 389 del Código Procesal Penal. Los citados artículos establecen
que el fiscal interviniente durante el debate deberá formular una nueva acusación,
que se le deberá hacer conocer detalladamente al imputado para que pueda ejercer
su derecho de defensa y, en consecuencia, declarar cuanto estime conveniente en
descargo de la nueva acusación formulada por el Ministerio Público, como así
también ofrecer las pruebas que considere pertinentes (ver capítulo 11, módulo III).

De más está decir que el Tribunal puede disponer la absolución del


imputado aun cuando mediare pedido de condena por parte de alguno de los
acusadores.

Juicios especiales

Juicio correccional

La finalidad de la distinción entre Cámara del Crimen y juez correccional es


la de crear un órgano jurisdiccional que lleve a cabo aquellos juicios que se
consideran de menor entidad.

La competencia del juez correccional se encuentra establecida en el artículo


37 del Código Procesal de la provincia de Córdoba.

Artículo 37 – Juez Correccional. El Juez Correccional juzgará en única instancia:


1) De los delitos de acción pública dolosos que estuvieren reprimidos con prisión

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1111
-
no mayor de tres años o pena no privativa de la libertad.
2) De los delitos culposos cualquiera fuera la pena.
3) De los delitos de acción privada.

No hay gran diferencia entre las atribuciones y obligaciones de los jueces


de una Cámara y las de un juez correccional.

Solo podríamos efectuar las siguientes distinciones: mientras e n las


Cámara del Crimen pueden actuar los tres jueces técnicos (aunque como vimos
la regla es la Sala Unipersonal), en la competencia correccional siempre actúa un
solo juez.

Asimismo, en la Cámara, y dependiendo del delito (art. 2º Ley 9182 de


jurados populares) o del máximo de la pena (art. 369 CPP de Córdoba), deben o
pueden actuar jueces legos. Por el contrario, no se prevé que estos últimos
puedan actuar en un juicio con competencia correccional.

La diferencia más sustancial consiste en que el legislador provincial ha


dispuesto expresamente que en el juicio correccional el juez no puede condenar
al imputado si el fiscal correccional no solicitó condena y, para el caso que
requiriese una, no podrá imponer una pena más grave que la pedida por el fiscal8.

En virtud de la norma ritual citada, en estos casos no se produjo la discusión que


mencionamos anteriormente respecto de si el pedido de absolución por parte del
fiscal del juicio vincula o no al Tribunal a dictar sentencia absolutoria. Aquí existe
una norma prevista por el legislador provincial que establece expresamente la
imposibilidad de dictar sentencia condenatoria si el fiscal pidió la absolución.

El problema radica ahora en qué sucede si en el juicio correccional actúa un


querellante particular. Si el fiscal correccional concluye solicitando una absolución
pero el querellante particular solicita una condena, el juez ¿debe absolver por
imperio del art. 414 último párrafo o puede condenar por el pedido que le efectúa
el acusador privado?

En este caso, el querellante particular debería plantear la inconstitucionalidad


del mencionado artículo al afectar la garantía constitucional de la tutela judicial

8
Artículo 414 – Regla general. El Juez Correccional procederá de acuerdo con las normas del juicio común, salvo lo
dispuesto en este artículo y tendrá las atribuciones propias del Presidente y del Tribunal encargado de aquél. Los
términos que establece el artículo 367 serán de tres y quince días, respectivamente. Nunca podrá el Juez Correccional
condenar al imputado si el Ministerio Público no lo requiriese, ni imponer una sanción más grave que la pedida.

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-
efectiva de la víctima (Convención Americana de Derechos Humados) toda vez
que el pedido de absolución por parte del fiscal impide a la víctima obtener un
pronunciamiento por parte de un órgano jurisdiccional.

Juicio abreviado9

Es un acuerdo entre el imputado (y su defensa) y el fiscal y el Tribunal,


donde el primero confiesa lisa y llanamente la existencia del hecho y su
participación en el mismo, y en virtud del cual el órgano jurisdiccional no puede
imponer una pena más grave que la pedida por el fiscal.

En razón de esta confesión, la defensa del imputado acuerda una pena


con el fiscal del juicio. Este acuerdo es presentado ante el juez, quien, si presta
su consentimiento, no podrá imponer una pena superior a la acordada.

Asimismo, se omite la recepción durante el debate de la prueba ofrecida en su


oportunidad, pero la sentencia condenatoria no podrá basarse solamente en la
confesión, sino que esta deberá encontrar respaldo en la prueba producida durante
la investigación penal preparatoria. Por ello, aun mediando confesión del imputado,
la sentencia deberá ser igualmente fundada con pruebas objetivas que corroboren
ese reconocimiento.

En este sentido, si, no obstante la confesión de la prueba recolectada durante


la investigación, no se puede arribar al grado de certeza positiva sobre la
existencia del hecho y la participación del imputado, el Tribunal deberá
necesariamente absolver.

Esto, en virtud de que uno de los fines procesales es el descubrimiento de


la verdad real, que no se sustituye por una consensuada con el imputado.

Por otra parte, la prohibición alcanza a la imposibilidad de imponer una


pena más grave, pero nada obsta a que el Tribunal decida aplicar una pena menor
que la acordada.

En la praxis diaria, e l juicio abreviado se produce en la mayoría de los

9
Artículo 415 – Trámite. Si el imputado confesara circunstanciada y llanamente su culpabilidad, podrá omitirse la
recepción de la prueba tendiente a acreditarla, siempre que estuvieren de acuerdo el Tribunal, el Fiscal y los defensores.
En tal caso, la sentencia se fundará en las pruebas recogidas en la investigación penal preparatoria y no se podrá imponer
al imputado una sanción más grave que la pedida por el Fiscal. No regirá lo dispuesto en este artículo en los supuestos de
conexión de causas, si el imputado no confesare con respecto a todos los delitos atribuidos, salvo que se haya dispuesto
la separación de juicios (369).

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1313
-
casos cuando el proceso se encuentra en la etapa del juicio, es decir, cuando
interviene la Cámara del Crimen o el juez correccional.

Ahora bien, el código procesal también permite que este procedimiento


tenga lugar aun cuando el proceso no haya sido elevado a la etapa plenaria
(juicio). Así, el artículo 356 prevé el “juicio abreviado inicial” que se da durante la
investigación penal preparatoria, esto es, desde la misma presentación del
aprehendido (art. 278, primer párrafo del CPP d e Córdoba) hasta la clausura de
la investigación (art. 360 del CPP de Córdoba).

En este caso, quienes deberán prestar el acuerdo para el juicio abreviado


inicial, además del imputado y su defensor, serán el fiscal de instrucción y el juez
de control (instrucción).

El acuerdo no queda plasmado en ningún escrito; por ello, se sostiene que es


un “pacto de caballeros” ya que nada impide que después de la confesión del
imputado el fiscal rompa el acuerdo y pida una pena mayor que la acordada.
Legalmente, nada se lo impide, pero dejará de ser un “caballero”.

El acuerdo beneficia al Estado siempre que se evita el gasto completo que


implica la incorporación de toda la prueba ofrecida y admitida por el Tribunal
durante los actos preliminares.

Por su parte, el acuerdo también beneficia al imputado toda vez que se


acuerda una pena menor que la que podría imponérsele de realizarse todo el juicio
común. Por ejemplo, si al imputado se le atribuye el delito de homicidio simple, cuya
escala penal en abstracto prevé una pena que oscila de ocho a veinticinco años
de reclusión o prisión, de realizarse todo el debate con la incorporación de la pena, al
imputado se le podría imponer la de quince años de prisión. Al prestar acuerdo para
la realización de un juicio abreviado, las partes, con el consentimiento del Tribunal,
acuerdan una pena de doce años, esto es, tres años menos que de realizarse el
juicio común.

El acuerdo siempre debe establecer una pena que se encuentre dentro de la


escala penal prevista por la norma sustantiva. Es decir, en el caso del ejemplo,
no podría acordarse una pena de seis años de prisión, ya que el delito de
homicidio prevé un mínimo de ocho años de reclusión o prisión.

Para el caso de que el consentimiento al trámite de juicio abreviado (arts.


356 y 415 del CPP de Córdoba) no haya sido prestado en forma libre por parte
del condenado, se prevé la posibilidad de interponer recurso de revisión en contra

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1414
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de la sentencia condenatoria firme10.

El Código Procesal Penal de la Nación también prevé el trámite de juicio


abreviado en su artículo 431 bis., pero se limita a los casos donde se estime
suficiente la imposición de una pena privativa de libertad inferior a seis años o de
una no privativa de libertad. En cambio, el Código Procesal de Córdoba no impone
ningún límite en cuanto a la pena, solo que, como dijimos, se encuentre dentro de
la escala penal prevista para el delito atribuido.

Juicio por delito de acción privada

En los delitos de acción privada, la primera característica que hay que


resaltar es que en su proceso no existe la etapa de la investigación penal
preparatoria.

Por ello, en estos casos no hablamos de denuncia, sino de querella, y esta


se presenta directamente ante el juez correccional. Es decir, que no hay fiscal ni
juez de control que practique la investigación que hemos desarrollado en los
capítulos precedentes que tiene relación con los delitos de acción pública, sea
perseguible de oficio o dependiente de instancia privada.

Por otro lado, en las acciones privadas no tiene intervención el Ministerio


Público Fiscal, donde es el querellante el único acusador, esto es, el actor penal.
Este no debe ser confundido con el querellante particular que interviniente en los
delitos de acción pública, quien actúa coadyuvando la actuación del fiscal.

Otra característica distintiva de la acción pública es que el querellante, en


estos casos, puede disponer de la acción. Es decir, en un momento inicial, quien
se sienta afectado por un delito de acción privada no tiene la obligación de
presentar querella en contra del autor. Se diferencia de la acción pública en que en
esta, si era perseguible de oficio, su ejercicio se presenta como inevitable ante la
posible comisión de un hecho ilícito.

También, una vez iniciada la querella de acción privada, el querellante puede


renunciar a la misma (sin perjuicio de responder por las costas). En esto se
diferencia de las acciones públicas, donde, aun en las de dependiente de
instancia privada, una vez iniciada la acción, presentan como característica la

10
Artículo 489 inc. 6, CPP Cba.

-
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-
“irretractabilidad”; esto quieres decir, que, iniciada de oficio o por manifestación de la
víctima, la acción no puede suspenderse ni interrumpirse) hasta el dictado de una
sentencia definitiva (salvo casos expresamente previstos por la ley).

Otra diferencia sustancial consiste en que en los delitos de acción pública,


incluso los dependientes de instancia privada, formulada la denuncia, la
investigación y juzgamiento no se pueden limitar a solo algunos de los partícipes
del delito, sino que la instancia abarca a todos.

Así lo establece el artículo 6º del Código Procesal Penal de la provincia de


Córdoba, que en su último párrafo expresa que “la instancia privada se extiende
de derecho a todos los partícipes del delito”.

Es decir, si una persona denuncia haber sido víctima de un delito de lesiones


leves (acción pública dependiente de instancia privada por imperio del art. 72, inc.
2º del Código Penal) y, por ello, manifiesta su voluntad de remover el obstáculo
procesal, no puede pretender que se investigue solo a algunos de los autores y
se deje fuera a otros. Como es una acción pública, la instancia se extiende a todos
los partícipes. Si no quiere que se investigue, juzgue ni castigue a algunos de los
responsables, lo que deberá hacer es no denunciar o no remover el obstáculo
procesal, pues si lo hace, la investigación, juzgamiento y, en su caso, castigo,
incluirá a todos los responsables del delito.

Por el contrario, en los delitos de acciones privadas, como el ofendido tiene


la facultad de disponer de la acción, puede presentar querella contra solo algunos
de los autores del delito. Por ejemplo, si a la víctima la han injuriado tres personas,
puede presentar querella en contra de uno o dos y no necesariamente en contra
de todos. Si decide limitar su presentación solo respecto de algunos de los
autores, esta no podrá extenderse en contra del excluido por el querellante.

Una diferencia importante entre el querellante particular que actúa en los


delitos de acción pública y el querellante en los de acción privada radica en que, si
bien ambos pueden ser interrogados, el primero declarará bajo juramento de decir
verdad11 mientras que al segundo no se le requerirá juramento12.

11
Artículo 94, segundo párrafo del CPP Cba.: “La intervención de una persona como querellante particular no la exime
del deber de declarar como testigo”. Es decir que tiene las mismas obligaciones de los testigos: comparecer, declarar y
declarar la verdad.
12
Artículo 439 – Debate. Le debate se efectuará de acuerdo con las disposiciones comunes. El querellante tendrá las
facultades y obligaciones correspondientes al Ministerio Público; podrá ser interrogado, pero no se le requerirá
juramento.

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Los delitos de acciones privadas están previstos en el artículo 73 del
Código Penal, que establece lo siguiente:

Son acciones privadas las que nacen de los siguientes delitos:


1. Calumnias e injurias;
2. Violación de secretos, salvo en los casos de los artículos 154 y 157;
3. Concurrencia desleal, prevista en el artículo 159;
4. Incumplimiento de los deberes de asistencia familiar, cuando la
víctima fuere el cónyuge.

Por su parte, el artículo 424 del Código Procesal Penal de la provincia de


Córdoba, establece lo siguiente:

Artículo 424 – Derecho de querella. Toda persona con capacidad civil


que se pretenda ofendida por un delito de acción privada, tendrá
derecho a presentar querella ante el Tribunal de juicio competente, y a
ejercer conjuntamente la acción civil resarcitoria.
Igual derecho tendrá el representante legal del incapaz, por los delitos
cometidos en perjuicio de este.

El artículo 37 del mismo ordenamiento procesal establece quién es competente


para juzgar en estos delitos:

“Artículo 37 – Juez Correccional. El Juez Correccional juzgará en única instancia:


1) …
2) …
3) De los delitos de acción privada”.

Entonces, los delitos de acción privada son los que se encuentran establecidos
en el artículo 73 del Código Penal.
Quien se considere ofendido por un delito de acción privada, siempre que
tenga capacidad civil, tendrá derecho a presentar querella (no denuncia) ante el juez
de juicio competente (no fiscal, ni unidad judicial), y el Juez de juicio competente
será el correccional (art. 37, inc. 3º del CPP de Córdoba). Como ya dijimos, en los
procesos por acciones privadas, no se transita la investigación penal preparatoria.
Como la querella es considerada la acusación del ofendido, deber presentar el
cumplimiento de ciertas formalidades. Esto diferencia a la denuncia de un delito
de acción pública que no tiene exigencias formales, salvo la identificación del
denunciante y que los términos de la denuncia no sean de tal vaguedad que
impidan iniciar la investigación.

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El artículo 427 del Código Procesal establece la forma y contenido de la
querella.

Así, en primer lugar, la querella debe presentarse por escrito, con copia para
cada querellado si fueren varios.

El citado artículo del ordenamiento procesal también establece el


cumplimiento de ciertas exigencias bajo sanción de inadmisibilidad.

Los requisitos que deben cumplirse son los siguientes:

1) El nombre, apellido y domicilio del querellante y en su caso, también


los del mandatario.
2) El nombre, apellido y domicilio del querellado, o si se ignorasen,
cualquier descripción que sirva para identificarlo.
3) Una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho, con indicación
de lugar, fecha y hora en que se ejecutó, si se supiere.
4) Si se ejerciere la acción civil, la demanda para la reparación de los
daños y perjuicios ocasionados.
5) Las pruebas que se ofrezcan, acompañándose:
a) la nómina de los testigos con indicación del nombre, apellido, profesión,
domicilio y hechos sobre los que deberán ser examinados;
b) cuando la querella verse sobre calumnias o injurias, el documento que a
criterio del accionante las contenga, si fuere posible presentarlo;
c) la copia de la sentencia civil definitiva que declare el divorcio por
adulterio, si la querella fuere por ese hecho.
6) La firma del querellante, cuando se presentare personalmente, o si
no supiere firmar, la de otra persona a su ruego, quien deberá hacerlo
ante el Secretario.

La querella será rechazada en los casos previstos por el artículo 3341313,


pero si se refiere a un delito de acción pública será remitida al Fiscal de
Instrucción.

Esto quiere decir que la querella será archivada cuando no se pueda proceder
o cuando no encuadre en figura penal. Dijimos que el querellante, al poder disponer
de la acción privada, puede renunciar expresamente a la querella.

Sin embargo, en ciertas situaciones, también, se lo tendrá por renunciado


tácitamente (art. 430 del CPP de Córdoba).Esto sucede cuando el procedimiento
se paralizare durante un mes por inactividad del querellante o su mandatario y

13
Artículo 334 – Archivo. … cuando no se pueda proceder o cuando el hecho en ellas contenido no encuadre en
figura penal…

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estos no lo instaren dentro del tercer día de notificado el decreto, que se dictará
aún de oficio, por el cual se les prevendrá el significado de su silencio (inc. 1).

Cuando el querellante o su mandatario no concurrieren a la audiencia de


conciliación o del debate sin justa causa, si fuere posible, deberán o bien acreditarla
antes de su iniciación, o bien, dentro de 48 horas de la fecha fijada para aquella
(inc. 2).

Cuando muerto o incapacitado el querellante, no compareciere ninguno de


sus herederos o representantes legales a proseguir la acción, después de tres
meses de ocurrida la muerte o incapacidad (inc. 3).

Procedimiento:

En los delitos de acción privada, no se celebra directamente el debate, sino


que previamente se cita a las partes a los fines de una audiencia de conciliación.

Durante esta audiencia, puede suceder que las partes se concilien (puede
producirse en cualquier delito de acción privada) o se produzca la retractación del
querellado (para el caso de que el delito sea de calumnias o injurias).

Para el caso de que las partes lleguen a una conciliación14, durante esta
audiencia o en cualquier estado del juicio, la causa se sobreseerá y las costas se
impondrán por el orden causado, salvo que las partes hubieren acordado algo
diferente.

Si el querellado se retracta15 de la injuria o calumnia, la causa también será


sobreseída, pero las costas serán a cargo del querellado.

En caso de retractación, el querellante podrá solicitar que se la publique a


cargo del querellado, en la forma que el Tribunal estimare adecuada.

Si no se produjo la conciliación o la retractación, el proceso deberá continuar


y se deberá cumplir con el debate para el dictado de la sentencia.

Para ello, previamente el querellado tendrá un plazo para ofrecer prueba


(diez días), dentro del cual también podrá oponer excepciones. El querellante
ofreció su prueba al momento de la presentación de la querella (art. 427, inc. 5

14
Dicen Cafferata Nores y Tarditti: “La conciliación es el avenimiento o arreglo armónico entre las partes –por tanto, es
bilateral-, que se produce cuando el querellante acepta las explicaciones, aclaraciones o excusas voluntariamente
expresadas por el querellado” (Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba – Comentado, Tomo 2, pág. 338,
edit. Mediterránea, Córdoba 2003).

15
La retractación es una excusa absolutoria que opera exclusivamente para los delitos de injurias y calumnias (CP, 117)
y consiste en un acto voluntario y unilateral del querellado del arrepentimiento activo –aunque no obedezca a un móvil
noble-, a través del cual se desdice de los dicho, escrito o hecho (Cafferata Nores – Tarditti, ob. cit., pág. 339).

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“a”).

Después de ofrecida la prueba o resueltas las excepciones, en su caso, el


juez deberá fijar día y hora de audiencia para la celebración del debate que se
realizará conforme a las normas del juicio común, esto es, apertura del debate,
declaración del querellado, recepción de la prueba, discusión final (alegatos),
última palabra del imputado, cierre del debate y sentencia.
Después de dictada la sentencia, la parte que se considere perjudicada
podrá interponer recurso de casación (art. 468 y siguientes del CPP de Córdoba).

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