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John Mack, el psiquiatra de

Harvard que escuchó a los


abducidos II
12 mayo, 2012por Alan Brain
Brai n

John Mack, ganador del premio Pulitzer y pr ofesor de psiquitría de la Universidad de


Harvard, fue duramente criticado por la comunidad científica por haberse atrevido a sostener 
que los abducidos decían la verdad

En la entre
la entrega
ga anter
an terior
ior revisamos el trabajo de John E. Mack, el profesor de psiquiatría de la
Universidad de Harvard que decidi estudiar, de manera clínica, las e!periencias de los
abducidos.
"uego de cientos de horas de sesiones de hipnosis # entrevistas con los abdu cidos o
$e!periencers% &e!perimentados', como (l prefería llamarlos, Mack lleg a la conclusin
que estas personas estaban diciendo la verdad # que no padecían de ninguna enfermedad
mental. )us relatos coincidían hasta en el m*s mínimo detalle a+n cuando los abducidos no
se conocían entre sí.
ara John Mack, la +nica e!plicacin posible era que los abducidos realmente habían sido
visitados por alg+n tipo de inteligencia e!traterrestre que los hab ía impactado física #
 psicolgicamente. Mack sostuvo que estas enttidades o inteligencias e!traterrestres no
 pertenecían a nuestra realidad pero que eran capaces de entrar # manifestarse en ella.
Mack propuso que los científicos tenían que ser capaces de pensar fuera del paradigma
actual para poder entender el fenmeno #a que este no podía ser anali-ado con los m(todos
que utili-amos para anali-ar nuestra realidad.

John Mack y !udd Hopkins, el artista d e "e# $ork que lo introdu%o en el mundo de los
abducidos, en una conversaci&n televisada

arios científicos lo acusaron de manipular las t(cnicas de hipnosis tratando de dar forma a
las memorias de sus pacientes para que estas tuvieran una correspondencia con las
supuestas ideas de Mack sobre un futuro intergal*ctico, poniendo en peligro la salud
emocional de sus pacientes.

John Mack se defendi alegando que el /01 de las e!periencias de abduccin recogidas en
sus estudios fueron reali-adas sin necesidad de hipnosis2
“Los relatos de abducción no pueden ser descartados como una elaboracion hipnótica
 porque el 30% de estos relatos han sido obtenidos sin hipnosis. Finalmente, hay evidencia
que demuestra que los individuos que reportan estos casos no son más propensos a la
hipnosis o a crear historias de fantasa que la población !eneral."

No hay debunker sin suerte


El 34 de 5bril de 6778, sucedi un e!tra9o evento que puso en duda la credibilidad del
 psiquiatra norteamericano. "a revista :ime public un reportaje sobre la historia de ;onna
<assett, una investigadora # escritora de <oston que, motivada por supuestas quejas de
varios abducidos del grupo de John Mack, decidi empaparse de literatura
sobre e!traterrestres # presentarse en el consultorio del John Mack haci(ndose pasar por
una abducida para desenmascararlo. )u actuacin funcion # logr enga9ar al psiquiatra
norteamericano.

'ollage de las noticias que hicieron burla de las investigaciones del (r Mack )*oto por 
Make Magic Productions+

5quí un peque9o fragmento del reportaje de la revista :ime2

“#no de los abducidos de $ac ha revelado a &ime que ella era en realidad una debuner
encubierta que lle!ó a !anarse la confian'a de $ac y que estuvo en su crculo más
cercano. (lla encontró que el traba)o de $ac estaba lleno de irre!ularidades cientficas,
que no tena un protocolo formal de investi!ación como documentos firmados por los
 pacientes en los que se les advirtiera de los ries!os*+assett, quin re!istró varias cintas
de audio y escribió notas sobre su vida en esta secta relacionada con los ovnis , dice que
 $ac le entre!ó literatura sobre e-traterrestres para que la leyera antes de las sesiones,
una práctica que, se!n los hipnoti'adores mdicos, puede ase!urar revelaciones
hipnóticas*"
)i bien para los esc(pticos, esto fue m*s que suficiente para descartar el trabajo de John
Mack, el episodio es un barato intento de desprestigio reali-ado aprovechando el estado
mental de ;onna <assett. El mismo ;r. Mack lo e!plica2

“/i a onna +asset, de buena fe, varias veces. 1i en realidad me en!a2o, que podra pasar,
no es imposible. (n ese caso ella estaba mintindome consistentemente*.e hecho, ella se
ha establecido como una mentirosa efectiva, entonces cómo puede ser considerada una
autoridad sobre la inte!ridad de mi traba)o, metodolo!a y relación entre paciente y
mdico4*"

  la izquierda, (onna !asset quien declar& a la revista -ime haberse hecho pasar por 
abducida para probar que el (r Mack era un fraude y que no respetaba los protocolos
m.dicos  la derecha, el famoso debunker de ovnis Philip /lass, quien, al parecer estuvo
detr0s del reporta%e de la revista -ime

“La realidad es que yo no us ni una palabra de lo que ella di)o en mi libro. (sto
 si!nifica que no confi en ella4 o qu no pens que ella estaba diciendo la verdad4 creo
que intuitivamente mantuve una cierta distancia. 5ero no creo que sea porque ella no es
necesariamente una abducida, eso es difcil de saber. (sto se acerca a lo que yo cono'co
 sobre ella por mi traba)o clnico, y no estoy dispuesto a revelarlo."
 6l!unos miembros del !rupo 7de abducidos8 que la conocen bien no creen en su historia,
no creen que ella me en!a2o. (llos creen que ella es una abducida que fue afectada y no
 pudo lidiar con sus e-periencias.
 Lo que me parece preocupante del artculo de la revista &ime es que el escritor, quin
asumo tiene una cone-ión con el esposo de onna, haya tomado esta historia, sin
verificarla, para desacreditarme. Las cosas que onna +assett dice acerca de mi y de mi
traba)o no son precisas. 9o son verdaderas. (l escritor no consultó con los otros cincuenta
o sesenta abducidos que podran haber apoyado mi traba)o, que lo encontraron til,
 positivo y de ayuda. (l redactor fue con una sola persona, una mentirosa declarada, o una
que dice ser mentirosa, e hi'o la historia."
5dem*s, =debemos creer que los m*s de cincuenta casos estudiados por Mack fueron
manipulados por (l mismo> o =cmo e!plicar los casos de los otros miles de abducidos que
no conocen al ;r. Mack>
1l (r John Mack en un debate televisivo sobre las abducciones e2traterrestres

La escritora que nunca escribió


 ?o es m# verosímil pensar que una escritora desconocida de <oston decidi prepararse
 para enga9ar a Mack, se infiltr como paciente del mismo # pas varios meses en el grupo
de los abducidos sin ning+n interes particular m*s que un supuesto af*n justiciero. )i
revisamos los hechos nos daremos cuenta de lo que sucedi.

ara empe-ar, ;onna <asset nunca public un libro sobre los hechos. )i ;onna <assett
realmente reali- una investigacin, esta fue mu# seria porque empe- a mediados de 6773
 # termin alrededor de ma#o de 6778, casi dos a9os. :omando en cuenta que el artículo de
la revista :ime afirma que ;onna era escritora, al menos, cabe preguntarse, =;onna <assett
invirti dos a9os de su vida en una investigacin que nunca public>

En el peor de los casos, si realmente era escritora como afirma :ime, ;onna habría escrito
un peque9o artículo sobre sus e!periencias # :ime lo habría publicado con una breve
introduccin. Eso no sucedi, hasta el momento no se conoce ning+n libro o artículo escrito
 por ;onna <assett.
)i una escritora se toma el trabajo de planificar una investigacin como esta en la que tiene
que hacerse pasar por una abducida por casi dos a9os se supone que el objetivo es escribir
un libro o al menos un artículo. Esto es suficiente para darnos cuenta que la versin oficial
o esc(ptica de este asunto no representa la verdad.

M*s a+n, a finales de junio de 6778, dos meses despu(s de la publicacin del artículo en la
revista :ime, John Mack particip en una conferencia de @)A@B &@omitee for )keptical
Anquir#' para responder a las preguntas de la audiencia, conformada ma#ormente por
esc(pticos.
)orpresivamente, luego de su intervencin, el ;r. Mack vio como ;onna <asset tomaba el
estrado # repetía las mismas declaraciones hechas a la revista :ime. John Mack no fue
advertido de la participacin de la supuesta $abducida debunker%. Ancluso, un miembro de
la audiencia calific la inclusin de <asset, sin el aviso previo a Mack, como una acto
deshonesto.

3a odisea del (r Mack no termin& con el caso de (onna !assett, luego vendría el comite de
investigaci&n de la Universidad de Harvard
En ese momento, Mack se dio cuenta que mu# probablemente esto había sido orquestado
 por un famoso debunker de ovnis llamado hilip Class qui(n formaba parte de los
organi-adores del evento # estaba entre la audiencia. Es evidente que ;onna <assett no
 podía haber decidido participar espont*neamente en el congreso sin el apo#o de alguien con
autoridad en el mismo. ;onna no podría haber tomado el estrado sin el permiso previo de
alguno de los organi-adores del congreso. John Mack, quien sabia que el debunker hilip
Class conocía al esposo de ;onna <assett, uni los cabos # lo acus en p+blico. hilip
Class se indign # neg la acusacin de manera esquiva. Es evidente que fue hilip Class
quien contacto a ;onna para que estuviera presente en el congreso con el objetivo de
desprestigiar la reputacin de John Mack.
5sí son la ma#oría de debunkers, si no pueden desprestigiar a alguien por sus títulos
entonces buscar*n cualquier estrategia. El objetivo no es dilucidar ninguna verdad, el
objetivo es desprestigiar a priori. ?o importa si lo que sostiene John Mack es cierto o puede
ser cierto, lo que importa es que Mack est* defendiendo el tema e!traterrestre # eso no lo
 podemos permitir como debunkers porque los e!traterrestres no e!isten.

;ias despu(s se comprobaría que Mack tenía ra-n sobre la relacin entre Class # el esposo
de <asset. Class reconocería que a finales de los a9os setenta (l había trabajado con Ed
<assett, el esposo de ;onna <assett.
En todo caso, lo m*s probable es que Class slo ha#a invitado a ;onna <assett al congreso
de esc(pticos # qui-*s, ha#a hecho lobb# para empujar a la revista :ime a publicar el
artículo.

Carta para un fnal


En una carta redactada conjuntamente por John Mack # su abogado Dobert ;orart ,
dirigida a un programa de televisin que tambi(n entrevist a ;onna <assett, aparecen
detalles que empie-an a cerrar el caso2

 : (l inters de la 1ra. +assett en el tema de las abducciones está documentado desde, al


menos, die' meses antes de conocerla. &Esto llevaría el inter(s de ;onna <assett en
las abducciones hacia mediados del a9o 6776. =una investigacin de tres a9os para no
 publicar ni un artículo>'
4magen e2traída del documental 5-ouched6 en la que se puede apreciar al (r Mack en
sesi&n con uno de los abducidos )*oto e2traída del film 5-ouched6+

 : 1u pro!rama dice que yo envi material sobre el fenómeno de las abducciones a onna
 +assett en preparación para una sesión de terapia. ;o envi este material a ambos, a (d
 +assett y a onna +assett en preparación para un meetin! en la sala del <otel =harles. (n
ese momento, no se haba discutido la posibilidad de que yo traba)ara con la 1ra. +assett.
 : (n la revista &ime, la 1ra. +assett sostiene que “cuando escuchó el cuento 7de mi
abducción8 $ac se e-citó tanto que se recostó en la cama,de manera tan fuerte que la
cama colapso. (stoy se!uro que si escucha las cintas !rabad as de las sesiones no
encontrará nada parecido.
 : 9o hay evidencia de que le cre a la 1ra. +asset sólo por su cara. e hecho, al contrario,
incluso antes de que contara su versión, sus e-periencias no tenan las caractersticas de
la mayora de reportes de abducidos. 5or esta ra'ón, puse su material a un lado, y esco!
escribir acerca de casos más sólidos.
 : $e parece que ella es una persona que ha sido traumati'ada.
En una declaracin anterior, citada lineas arriba, Mack sostiene que conoce lo que sucede
con ;onna <assett, pero que por un asunto de confidencialidad # de le#es relacionadas a la
relacin pacienteFm(dico no lo puede revelar.
En los +ltimos a9os, algunas investigaciones han descubierto que en Enero de 677/, una
asistenta del ;r. Mack anim a ;onna <assett a que consiguiera terapia afuera de la
organi-acion de John Mack. ;onna se ofendi ante esta propuesta # en lugar de calmarse su
ira creci # finalmente e!plot en 6778 cuando el ;r. Mack tuvo que dejar de atender a
;onna puesto que necesitaba viajar a Europa a presentar su libro.

(ecano de la 1scuela de Medicina de la Universidad de Harvard, (aniel ' -osteson, quien


decidi& formar una comisi&n investigadora para decidir el futuro del (r Mack en la
instituci&n

En una carta que ;onna escribi a otro investigador del tema de abducciones, ella e!pres
su frustracin sobre el viaje del ;r. Mack &dej*ndola a ella sin el acceso a Mack que
necesitaba'. ;onna escribi2 “e toda la !ente en el !rupo que poda haber arrinconado,
l esco!ió a aquellos que le pueden hacer da2o."
El caso no es complicado. ;onna <assett no era escritora, era una persona con una
e!periencia similar a la de los abducidos, aut(ntica o no, que se acerc al ;r. Mack en
 busca de a#uda psicolgica # que como muchos pacientes se volvi dependiente de su
 psiquiatra. @uando le hicieron la sugerencia de que buscara a#uda fuera de la organi-acin
de John Mack, porque este estaba mu# ocupado # tenía otros casos que atender, ;onna
reaccion mal # busc vengan-a tratando de poner a otros pacientes en contra de Mack.
@uando ;onna qued aislada porque los otros abducidos no estaban de acuerdo con ella,
mu# probablemente acudi furiosa a los redactores de la revista :imes quienes,
evidentemente, vieron el potencial de la noticia # la publicaron.

"a cercanía del famoso debunker hilip Class al esposo de ;onna <assett termina de pintar 
la situacin. Class podría haber convencido # manipulado a ;onna <asset para que esta le
contara su historia a la revista :ime. "o que sí queda claro es que fue Class quien a#ud a
;onna a tomar el estrado sorpresivamente en el congreso esc(ptico.

ero esto no es nada m*s que el comien-o de los problemas de John Mack.

El ataque de los dinosaurios


En ma#o de 6778, el decano de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard,
;aniel @. :osteson &6734F3007', avergon-ado # temiendo que la universidad entera
estuviera en peligro de convertirse en el ha-merreir del momento, decidi formar un comit(
 para revisar confidencialmente las investigaciones clínicas del ;r. Mack sobre los
abducidos # determinar el futuro del mismo en la institucin.
Uno de los titulares que los peri&dicos de la epoca crearon para aprovecharse de la e2tra7a
coyuntura que asociaba a Mack, los e2traterrestres y Harvard )4magen e2traída del film
5-ouched6+

John Mack se enter de la decisin del decano de Harvard a trav(s de una carta # calific la
investigacin de Cafkiana2

“(llos han tratado de criticarme, de silenciarme diciendo que al apoyar la verdad de lo


que esta !ente ha e-perimentado, posiblemente yo estoy confirmando su d istorsiones o
delirios. (s decir, que en lu!ar de ser un buen psiquiatra y curarlos, los estaba tomando en
 serio, confirmando su delirio y hacindoles da2o."
En la historia de la Universidad de Harvard, era la primera ve- que se tomaba una accin de
ese tipo contra un profesor contratado. En pocos días, la noticia estaba en todos los
 peridicos.

5lgunos colegas de John Mack salieron en su defensa. Uno de ellos fue 5lan ;ershoit-,
 profesor de le#es de Harvard2

“5arece que en este estimado lu!ar de elevado aprendi'a)e, se puede hablar de án!eles
 pero no de e-traterrestres. 9o habrá nin!n comit determinando el futuro de >ohn $ac ,
 sino que habrá una demanda pblica le!al. (sto toca el cora'ón de la libertad
acadmica."
El ;r. Mack tuvo que contratar un abogado para su defensa. "uego de un proceso de
$inquisicin% moderno que dur m*s de catorce meses, John Mack recibi total libertad
acad(mica. )in embargo, el informe final del comit( organi-ado por el decano de la Escuela
de Medicina de Harvard conclu# que el ;r. Mack había fallado como psiquiatra # como
científico.

 rnold 8elman, presidente de la comisi&n investigadora formada por Harvard para estudiar 
el caso de John Mack )4magen e2traída del film 5-ouched6+

Un +ltimo detalle importante que la ma#oría de investigadores pasan por alto cuando
anali-an el caso reportado por la revista :ime es que si las declaraciones de la supuesta
investigadora disfra-ada de abducida, ;onna <asset, fueran ciertas, la comisin
investigadora de la Universidad de Harvard las habría confirmado # habría tenido las armas
necesarias para e!pulsar al ;r. Mack de la plana docente de la Escuela M(dica de
Harvard. )i la comisin investigadora de Harvard n o utili- esos argumentos contra John
Mack es porque no logr confirmarlos. ?o eran ciertos.
)i la comisin hubiera descubierto semejantes irregularidades no slo lo habrían e!pulsado
de la plana docente sino que habrían tomado medidas m*s serias.

En todo caso, la opinin de John Mack sobre el estado actual de la investigacin científica
no es la mejor2

“6quellos cientficos que están interesados en investi!ar las abducciones e-traterrestres


 son muy cuidadosos en reportar que ellos no creen en la veracidad de los testimonios. (sta
es una sabia precaución para mantener una carrera, porque los fondos, las becas y el
 poder ser empleado como profesor de una universidad depende de la habilidad del
cientfico de poder mantener una identidad li!ada a los principios de la corriente
dominante en la ciencia. $ás an, en el caso de las abducciones e-traterrestres, quin en
 su sano )uicio, habiendo tenido una e-periencia e-traordinaria y atemori'ante, buscara
ayuda de una persona que ha decidido a priori que la e-periencia no es real4"

Portada del segundo libro de John Mack sobre el fen&meno de las abducciones


e2traterrestres titulado 5Passport to the 'osmos9 Human -ransformation and lien
1ncounters6 )Pasaporte al 'osmos9 transformaci&n humana y encuentros e2traterrestres+,

Un nuevo paradigma
En 6777, John Mack public su segundo libro titulado $assport to the @osmos2 Human
:ransformation and 5lien Encounters% &asaporte al @osmos2 transformacin humana #
encuentros e!traterrestres'. ara reali-ar este libro, Mack viaj a diferentes lugares del
mundo en busca de e!periencias de abduccin. )u investigacin confirm que el fenmeno
de las abducciones no es e!clusivo de la cultura occidental pues casos similares han sido
reportados en comunidades nativas de varios países.

En uno de esos viajes, John Mack logr filmar uno de los testimonios m*s espectaculares
sobre el fenmeno ovniGe!traterrestre. Mack entrevist, en c*mara, a un grupo de ni9os de
una escuela primaria de imbabe que decían haber visto un platillo volador # un ser de
origen e!traterrestre . "as entrevistas se pueden observar en este documental a partir del
minuto diecisiete. Estas entrevistas son un testimonio de e!cepcin de la delicade-a,
respeto # objetividad con las que Mack reali-aba las entrevistas. "os ;ivulgadores
dedicaremos una pr!ima entrega al caso de la escuela de imbabe.
En su segundo libro sobre el tema, John Mack profundi- sobre los mensajes que recibían
los abducidos. Muchos reportaban que durante su estadía en la nave e!traterrestre, se les
mostr impactantes imagenes de destruccin del medio ambiente terrestre # se les dijo que
el mundo no puede seguir como hasta ahora, destru#endo el planeta como si slo
 perteneciera a nuestra especie. Mack se dio cuenta de que muchos de ellos regresaban con
un compromiso apasionado por proteger el planeta.
(os imagenes e2traídas del documental 512periencers6 en las que se aprecia a John Mack
entrevistando a un grupo de ni7os de una escuela de :imbab#e que vieron a un ovni y a uno
de sus tripulantes 3a ni7a de aba%o est0 mostrando la forma de los o%os del ser que observ&
 %unto a la nave

ara Mack, las advertencias de estos seres son un intento de volver a conectar a los
humanos con un sentido de espiritualidad m*s elevado que hemos perdido en el tiempo2

“(stos seres nos están despertando y el efecto de ese despertar puede ser muy til. (llos no
 funcionan a travs de asistencia directa. en el sentido que al!uien viene y te ayuda a
car!ar ese peso fsicamente en tu espalda. &odo está relacionado con la conciencia. 5uede
que lo!ren que al!unas personas se preocupen más por la &ierra mostrándoles ima!enes
de la destrucción apocalptica de los ecosistemas de la &ierra de una manera que los de)a
visceralmente movidos y que hace que se vuelvan responsables. 5ero esto no es una
intervención directa de su parte. (llos traba)an a travs del cambio de conciencia de los
 seres humanos."
Mack profundi-a sobre la necesidad de construir una ciencia m*s abierta a contemplar estas
anomalías sin prejuicios. "as ideas de John Mack son bienvenidas en una (poca plagada de
 pseudoFescepticismo # de científicos acomodados al paradigma2
$ La distinción más definitiva entre el anti!uo y el nuevo paradi!ma tiene que ver con las
relaciones entre nuestra realidad y lo que puede ser considerado como el mundo espiritual,
el mundo no visto, el mundo detrás del velo, el universo paralelo, hay muchos trminos*lo
que parece estar pasando con el fenómeno de las abducciones es que estos seres o
entidades, o lo que fueren, parecen no respetar esa barrera. (stas entidades parecen
 pertenecer a este universo paralelo pero lo atraviesan y se manifiestan en el mundo fsico.
 (l paradi!ma occidental 9e?toniano y =artesiano no tiene como enfrentarse a esto*"

Pagina interior de revista mostrando una de las ;ltimas entrevistas realizadas a John 1
Mack )*oto por Magic +

John Mack falleci en un accidente de tr*nsito el 3I de )eptiembre del 3008 cuando un


conductor ebrio lo atropell. 5 lo largo de su vida, John Mack fue psicoanalista, psiquiatra
comunitario, m(dico # activista político. En los + ltimos a9os de su vida, Mack se acerc a
e!periencias espirituales como el budismo e incluso llev el mensaje de los abducidos hasta
el ;alai "ama. )u legado es el de un científico que cre# en la pr*ctica de la psiquiatría
como un camino para entender el mundo2
“(stos fenómenos nos dicen muchas cosas sobre nosotros y el universo que desafan el
 paradi!ma materialista dominante. 9os revelan que nuestro entendimiento de la realidad
es e-tremadamente limitado, el cosmos es más misterioso de lo que hemos ima!inado, hay
otras inteli!encias, y nuestro conocimiento de las propiedades del mundo fsico está le)os
de estar completo."
"a visin del ;r. Mack contin+a a trav(s del Anstituto John Mack  que tiene como objetivos
 principales2 e!plorar las fronteras de la e!periencia humana, a#udar a la transformacin de
la conciencia individual # apo#ar la evolucin de los paradigmas que definen nuestra
identidad humana.

4magen e2traída del video de la visita de John Mack al (alai 3ama

ara "os ;ivulgadores, el ;r. Mack fue un visionario que entendi la verdadera naturale-a
del fenmeno e!traterrestre # que sent las bases para anali-ar aquellos fenmenos que
la ciencia es incapa- de e!plicar # se niega a estudiar seriamente2
“Los mtodos de la ciencia : hipótesis, pruebas, ri!or, e-perimentación, control : son
valiosos y esenciales para estudiar fenómenos que residen principalmente en el mundo
material. 5ero estos mtodos son inadecuados para e-plorar asuntos que eluden los reinos
de lo visible y lo invisible. 1on insuficientes para aprender sobre realidades más allá de las
evidentes. (n estos casos debemos depender más de la e-periencia, la intuición o los
estados no ordinarios de conciencia. La ciencia se mueve a travs del estudio de
anomalas, sean anomalas sobre la ine-plicable transmisión de ondas electroma!nticas
en el vaco, el imposible movimiento de los continentes sobre la fa' de la &ierra o las
remarcablemente consistentes historias de !ente que dice haber sido abducida por
e-traterrestres."
“9o me queda claro por qu nos volvemos tan ape!ados a nuestras formas de ver el
mundo. @ui'ás un paradi!ma cientifico inte!ral, como cualquier ideolo!a, da una
 sensación de dominio y poder."
=?ecesitamos un nuevo paradigma> =una nueva metodología para estudiar los fenmenos
que la ciencia se dedica a ridiculi-ar>

"a respuesta la tiene usted

Kuentes en línea2 Make Magic roduction, :ime, @)A@B, John Mack Anstitute, UKB
Evidence,aracast, <<@, E!periencers
Btras fuentes2
 L John E.Mack.&6777'. assport to the @osmos2 Human :ransformation and 5lien Encounters. :hree Divers
ress.
 L John E.Mack. &6778'. 5bduction2 Human Encounters ith 5liens. <allantine <ooks.

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